Leyendas del Camino de Santiago contadas y cantadas by jmburgui

JOSÉ MIGUEL BURGUI

Ilustrado por PROPILEOS

Dedicatoria Para ti, valiente peregrino a Compostela

Índice

1Santiago Mayor, apóstol de Cristo

poesía Yago, Santiago

2 La Virgen en el camino

poesía Virgen del Txori poesía Pequeño peregrino poesía Santa María del camino poesía Virgencita mía poesía El Pilar y Santiago poesía La Virgen de la Encina

3 La vieira

poesía Vieira, manto y bordón

4 Carlomagno, Roldán y Roncesvalles

poesía Roncesvalles

5 Las fuentes del camino poesía La fuente poesía Fuente la Reniega

6 El gallo y la gallina de Santo Domingo

poesía Santo Domingo de la Calzada

7 Cruceiros en el camino

poesía Cruz de Ferro

8 Santiago Matamoros en Clavijo

poesía Caballo blanco

9 Puentes

poesía Ser puente poesía Paso Honroso

10 El Pórtico de la Gloria

poesía Maestro Mateo poesía Y cuando llegue, ¿qué?

ANEXO El submarino Peral

Quiero cantar la magia milenaria del Camino de Santiago, unir mi voz a las leyendas de este venerable y bendito sendero. Cantar y contar. El cuento y la narración están preñados de historia, van unidos, el poema lo entona y enaltece. ¿Dónde comienza lo histórico y dónde termina la leyenda? Contando algo de lo vivido en muchos años a la vera y peregrinando a Santiago, canto la gozada de la pisada, canto las alegrías y el misterio soñados al reposar los huesos bajo la sombra de un árbol, muro o en el duro suelo del albergue. Quiero al contarlas, cantarlas y musicarlas, al narrarlas ser juglar del camino en los Años Jubilares Compostelanos y siempre. Que al meditarlas en el silencio y descanso del camino, apreciado peregrino, estimada peregrina, resuenen como eco en tu adentro y te unas al canto de las glorias de este sendero. Te deseo respires algo del perfume de la historia y leyenda del camino de las Estrellas. Un abrazo al Apóstol de parte del peregrino José Miguel Burgui Ongay

Santiago el Mayor, apóstol de Cristo

Es en Santiago de Compostela donde, según la tradición, se encuentra la tumba, en una preciosa urna de plata, de este apóstol de Jesucristo. La polémica sobre si es cierto que sus restos están en Compostela es tan antigua como la misma línea del horizonte del camino. No entramos en ella, es asunto menor, lo esencial es la creencia que ha provocado a través de los tiempos. Conocemos muy pocos hechos de su vida y lo que sabemos con certeza es a través del Evangelio. Sobre su familia, sabemos que es hijo de Zebedeo y de Salomé. Parece que nació en Yafia, muy cerquita de Nazaret, de donde era María. Era pescador y trabajaba con su padre y su hermano Juan, también discípulo de Cristo y faenaban en el lago Tiberíades. Otro nombre que recibirá es el de “Hijo del trueno”. Cristo le llama a seguirle y Santiago le da su respuesta a Jesús que aparece predicando el Reino de Dios y a su invitación le sigue de cerca. Se presenta como el Mesías y esto lo ve la gente por los milagros que hace. Santiago pudo presenciar muchos de ellos. Un día Jesús propone a los dos hermanos, a Santiago y a Juan , que dejen su trabajo, las redes, su familia y que le sigan. Esto lo podemos ver en el evangelio de Marcos, Mc. 1,19. Durante tres años que duró la predicación de Jesús le van a seguir, juntamente con otros 10 apóstoles más. Se le llama y le apodamos el Mayor para distinguirlo de Santiago el Menor, otro de los discípulos de Jesús. Además, Jesús eligió de entre los doce a tres, a los que de un modo especial invitó en diversas ocasiones a que vivieran acontecimientos que estuvieron vedados al resto de los apóstoles, p. e. la transfiguración del monte Tabor (Lc. 9,28); la resurrección de la hija de Jairo (Mc. 5,37); lo mismo podemos ver en el hecho de llevarlos aparte poco antes de que lo prendieran, en el Huerto de Getsemaní. (Mt. 26,36) Estos tres son Santiago, Juan y Pedro, que es cabeza del colegio apostólico. Eran los discípulos predilectos de Cristo.

¿Cómo era su carácter?

S. Lucas cuenta en el evangelio (Lc. 9,51) que yendo Jesús hacia Jerusalén, al pasar por una aldea de Samaría, no quisieron darle albergue y Santiago con su hermano desearon que “lloviera fuego del cielo y los consumiera”. En otra ocasión, fue la madre de los dos hermanos, Salomé la que rogó al,Señor que fueran los primeros en su Reino, esto lo podemos leer en Mt. 20, 20–28. Esta es la lectura del evangelio en la festividad de Santiago. Por todos estos datos y otros detalles, parece que su temperamento era fuerte y muy decidido. Y es esta la razón por la que creemos que Jesús les puso el sobrenombre de “Boanerges”, es decir “hijos del trueno”. ¿Qué misión llevó a cabo Santiago?

Todos los discípulos recibieron la orden explícita de anunciar el Evangelio por todo el mundo. Lo podemos leer en Mc. 16, 15–20. Jesús les había dicho “Seréis mis testigos en Jerusalén, en toda la Judea, en Samaría y hasta el fin de la tierra.” Lo leemos en Hechos de los Apóstoles 1, 8. Estaba claro, había que anunciar el evangelio por todo el mundo. ¿A dónde irá Santiago, el intrépido, el hijo del trueno?: Al fin de la tierra, a Finisterre. ¿Cómo murió Santiago?

Desde que murió Jesús hasta la fecha del martirio de Santiago, que fue decapitado por Herodes Agripa (Hechos 12,2) hacia el año 44 en Jerusalén, habían pasado 10 ó 12 años. Durante este tiempo; así lo afirman diversas tradiciones, predicó en España. En Cartagena (Murcia) tienen a gala en afirmar que Santiago llegó a España por este puerto de Santa Lucía en Cartagena, en la iglesia de Santiago en la barriada de Santa Lucía hay una lápida que reza:”Desde este lugar nació para España la luz del Evangelio” Dicen que Santiago entró a España por este puerto de Cartagena. (En el anexo, cantamos este hecho)

Tradiciones escritas de los primeros siglos y narraciones orales de muchos lugares, sobre todo de Galicia y en muchos sitios de España hablan de su predicación. Recordemos aquí también la fuerte tradición de Zaragoza, la aparición de la Virgen sobre un Pilar para alentarlo en su misión. Este es Santiago, “el Boanerges”, “el hijo del trueno”, el intrépido y valiente, el pescador de hombres, el anunciador de la Buena Noticia hasta los confines de la tierra, este es Santiago, el Mayor. A su urna, donde reposan sus restos y en Compostela, Campo de la Estrella, es a donde desde siglos atrás se acercan miles de peregrinos, cruzando el Pórtico de la Gloria para venerar los restos de este apóstol. Los tres grandes hitos de peregrinaciones a través de los siglos fueron y son:

Jerusalén, la Tierra Santa donde vivió y murió Cristo; Roma, la Ciudad Eterna donde vivió y murió Pedro, Cabeza visible de la Iglesia fundada por Cristo y donde dieron su vida tantos cristianos mártires y que reposan en catacumbas y Compostela donde el Apóstol predilecto de Jesús, Santiago el Mayor reposa. Hoy Compostela sigue viva gracias a los peregrinos y esté o no esté Santiago en unos restos, apareció a la luz de la mirada en un Campo a través de una estrella y sobre todo se grabó y metió en el corazón profundo del que peregrina con un sentido.

Para llegar a este Campo de la Estrella, la corriente secular de peregrinos siguieron siempre el reguero de la Vía Láctea, camino de las estrellas o Camino de Santiago. Yago, Santiago1 Intrépido, valeroso, guerrero, con espada y con deseos de fuego . Hijo del Trueno, predilecto de Jesús, discípulo indómito, rebelde. Yago, Santiago, dejaste las redes para ser pescador de hombres. Mensajero hasta “el fin de la tierra”, sin miedos ni penas. Yago, Santiago, con ánimos decaídos, te apoyaste en el Pilar. Yago, Santiago, el Mayor y el primero en dar la vida . Apóstol, amigo, meta en el destino. Yago, Santiago, conduce los pasos del peregrino. Ilumina su rostro, 1 VARIOS, Santiago Apóstol, 75 aniversario de la Agrupación de Santiago Apóstol Californios de Cartagena, 2003, pag. 197-198 10

fortalece su corazón, quítale obstáculos, sé plácida sombra y frescor en la calima, brisa que mueva su nave y la empuje a puerto seguro. Yago, Santiago, señala con tu flecha el sendero y la meta. Yago, Santiago, apuntala la fe, sé apoyo y bordón, vieira y señal, vida y rodrigón.

• • •

Es de noche en el camino; a descansar, peregrino que mañana es otro día. Recostado en el suelo, reposa tu cuerpo reventado, el alba te espera en la mañana.

La Virgen en el camino

La Virgen tuvo gran importancia en Santiago. La conoció en vida y vemos que siempre le alentó y animó. Está muy presente en todo el camino de Santiago. Estamos en Puente la Reina, en mitad del puente, arriba, allí sigue estando por tradición, no en imagen, la Virgen del pajarito, Santa María del “Txori”. “Txori” en euskera es y significa pajarito. Canto a continuación la hermosa leyenda de esta Virgen del “Txori”.

Este puente, que da nombre a la ciudad de Puente la Reina es un bello puente medieval de subida y de bajada. El peregrino se purificaba en la ascensión y bajaba limpio de culpa. Cito en el poema una jota que en estas tierras se conoce muy bien y se canta es aquella de “las golondrinas cantaban, a las orillas del Arga (el río por donde se eleva el puente) y en sus trinos repetían: ¡qué hermosa tierra es mi Navarra”.

Virgen del “Txori” Cada año recogía agua del Arga y con su ala limpiaba el rostro de la Señora. ¿Era alondra, golondrina? ¿Gorrión, colorín o cardelina? Sí, era lindo su cometido: limpiar el rostro a la Virgen del Camino. Al subir el puente, en Puente de la Reina; al cruzar y pisar esa belleza, hechura de reinas de Navarra; purifico mi ser cantando la jota de las golondrinas a las orillas del Arga. Y pido, de nuevo que el “txori” limpie mi rostro y purifique mi alma. La bajada es de gozo y alegría al sentirme libre de mancha hollando aquellas piedras milenarias del Puente de la Reina, de la Reina de Navarra.

Pequeño peregrino Y hablando de pajarillos, te presento una historia de hoy que parece leyenda de ayer. Me quedé no solo con la caja de galletas y dentro una cría de Carrizo muerta, esto me ocurrió en O Cebreiro; –aquí así le llaman los mayores a esta ave de pequeñas pintas de color amarillo y verde– me quedé también con el sentimiento, tristeza y lágrimas

del niño Luis de 10 años que la transportaba, iba con su madre Piedad y con su hermano de 14 años Amando, todos peregrinos a Santiago. El niño se encontró la cría de la avecilla y la recogió en una caja, trasportándola y peregrinando con ella. En el camino, así me lo explicó la mamá, murió la avecilla. Canto a este sencillo gesto del niño peregrino.

Pequeño peregrino que encontraste una cría de pájaro, la recogiste con cariño y en caja cartón la trasportaste hasta que murió. ¡No llores! Tu ternura fue grande por la ruina de tal criatura. Mira, hay más aves libres que vuelan en el campo.

Cuídalas para que siempre sean amigas de todo ser humano. Tu mano trasportó horas y horas el latido, hasta que dejó de existir. Sigue escuchando corazones y sintiendo la vida con tu llanto. No abandones en el intento y cuando llegues a Compostela promete al Apóstol seguir luchando por salvar vidas de aves, animales y humanas. Ése será tu premio. ¡Enhorabuena por tu sentir! ¡Felicidades por tu llanto!

Santa María del Camino El camino está plagado de advocaciones marianas: en Roncesvalles, Santa María, la Patrona del Pirineo; en Pamplona, Santa María la Real; en Estella: Rocamador y la Virgen del Puy, en Castrojeriz, la Virgen del Manzano; en Villarcázar del Sirga, la Virgen de las Cantigas, en León, Virgen del Camino, en Ponferrada: La Peregrina; en O Cebreiro: Santa María; en cada rincón, capilla o capitel, siempre está Santa María y ya en Santiago y dentro de la Catedral y junto a los restos del Apóstol, la Corticela.

Santa María del Camino, ruega por el peregrino que con paso firme se dirige a su destino. Ruega e intercede por él, Tú que eres madre buena y sabes de caminatas y distancias: de Nazaret a Belén. Virgen blanca, morena, Virgen peregrina, Madre Corticela, Rocamador y Real. En cada rincón una imagen dulce y bella, una princesa y reina, una madre y santa. Camina con el concheiro y ayúdale en la espera. Tu sonrisa alivia penas, alienta con tu mirada y tu mano es protectora. Santa María peregrina, sé apoyo, sé romera, sé Pilar, sé Auxiliadora. Virgen del Camino, ruega por el peregrino que con su paso firme se dirige a su destino. ¡Virgencita mía! Virgen de Roncesvalles, brillante y plateada,

Reina del Pirineo; ruega e intercede por el romero. Santa María la Real de Pamplona; Hija de Sión, alégrate. Virgen del Puy, allí, en Estella; luminaria, esplendente. Rocamador, española y francesa. Virgen de Sirga de Villarcázar, la de las cantigas, la preñada. Reina do Cebreiro, la guapa, la bella, la novia entre tules y nieblas En cada recodo de la senda, la mano cariñosa y materna de Santa María, mi Virgencita Virgen del Camino, ruega, sé amparo y sé guía. Virgen peregrina con manto, vieira y bordón; Apoyo de todo romero. Pilar de fortaleza fuiste para Santiago Apóstol. Fortaleza y Pilar para el que a Compostela dirige sus pasos. Proclama mi alma tus bondades, se alegra mi espíritu en lo profundo al saber y decirte que eres Madre cariñosa, protectora, alondra, luz, faro y guía en el camino. Virgencita mía, te quiero.

Esta cantiga es para ti, como el Sabio en otro tiempo o Berceo, como otros peregrinos, te canto y te digo: ¡Virgencita mía, te quiero!

El Pilar y Santiago Conocemos bien el hecho; Santiago está desanimado y Ella se le aparece sobre una columna para darle aliento en la Evangelización. Alguna vez lo hemos escuchado y cantado: “¡Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima, vino en carne mortal a Zaragoza! ¡Bendita sea, bendita y alabada!”

Todos los días, a las doce horas del mediodía, suena en el reloj de la plaza del Pilar en Zaragoza esta melodía. Recuerda el “Ángelus”, el anuncio del Ángel a María preguntándole si quería ser la Madre de Dios, es una costumbre milenaria y cristiana. Según la tradición, el pilar sobre el que está la pequeña imagen lo puede tocar o besar quien va a venerarla, está detrás del altar y de tanto tocarlo y besarlo está muy desgastado; no srecuerda aquello que sucede también con la columna en Santiago, donde los peregrinos ponen su mano diciendo “Creo, Señor” que también está muy desgastada por tantas manos peregrinas que se apoyaron y se apoyan y por los años.

En Cesaraugusta, la romana, aquí está Santiago, el Cebedeo. Las aguas del Ebro bajan tranquilas, la mirada del apóstol está triste y cansada. Sentado a la orilla, se acuerda de ella e invoca a María. La corriente arrastra sus ojos dibujados. Son los años cuarenta, aún vivía la Virgen. Y emergiendo del agua, o bajando del cielo, –tanto da– se presenta en mortal carne; alienta, anima, le da fuerza y como recuerdo le deja la columna para que la fe sea firme y segura.

Columna, pilar, piedra; seña de tu presencia a las orillas del Ebro, allá, en Zaragoza. ¡Bendita esa hora sea en que María se presentó a Santiago en Cesaraugusta! ¡Bendito seas Santiago que la invocaste para que viniera! ¡Bendito pilar, bendito que me recuerdas tan buena madre! ¡Bendita piedra de mármol en la que tantos besos se dieron que como en Pórtico de Gloria hueco y horadada dejaron por boca en el pilar, por mano en Santiago. Unidos por la fe en dureza Santiago y el Pilar, así quedaron.

La Virgen escondida Se dice que ocurrió esto en el Bierzo, allá por el siglo V, Santo Toribio de Liébana trajo una Virgen de Tierra Santa. Llegaron los sarracenos y los devotos la esconden para salvarla de una posible destrucción. Hacia el año 1178, al talar algunos árboles del bosque, vieron que de uno salía un resplandor, era una encina y al examinarla, vieron que en su interior guardaba el tesoro de la Virgen María, desde entonces se le llamó la Virgen de la Encina. Esta Virgen se venera en Ponferrada.

Conocemos otras muchas al respecto, quiero recordar tres casos más. La Virgen de la Almudena en Madrid, la Virgen de Orito y la Virgen de Ujué. La Virgen de la Almudena en Madrid estaba escondida dentro de una muralla y fue hallada el 9 de noviembre de 1085 al caer un trozo de la misma. Este lugar se llamaba almudín que era y significa depósito de trigo, de almudín, Almudena. Orito es un santuario que está en Monforte del Cid, muy cerca de la capital de Alicante, esta imagen es de dimensiones diminutas, mide 42 mm, como un dedo pulgar, es la imagen de María más pequeña que se conoce. En 1936 se desató la guerra civil española, la Virgen de Orito se salvó gracias a un devoto, que la escondió en la pata vaciada de una mesa de madera. Se encontró en Barcelona finalizada la guerra. La Virgen de Ujué (Navarra) es Patrona de la fecunda Ribera, cada año desde 1043, el domingo después de la fiesta de S. Marcos, miles de romeros entunicados, con cruces al

hombro y muchos con cadenas en los pies descalzos se acercan en romería a rendirle pleitesía. Esta imagen fue hallada por un pastor, dentro de una cueva, horadada en la roca, veía que salía y entraba una paloma, le tira algunas piedrecillas y no huye, se acerca, sube y allí está ella: Santa María, la Virgen de Ujué, en euskera Uxua es y significa paloma. Son muchas las leyendas respecto a Santa María que nos hablan de haberla ocultado para salvarla de manos iconoclastas. Virgen de la Encina Virgen escondida en una encina, cueva o pata de silla. Virgen morena, pequeña con o sin mantilla, que llevas en tu mano la flor de lis, manzana, bola, rosario o acanto. Virgen que sales de tu escondite a auxiliar a quien te invoca, protege con tu amparo al bravo peregrino, dale fuerza en su destino; y en su empresa dale encanto; seas Santa María la de la Encina, Manzano o Peregrina; pero sé la madre amiga, la que siempre está encima.

La vieira

La vieira es el distintivo más conocido que identifica a todo peregrino a Santiago.

¿Por qué es ésta la señal del peregrino a Santiago?

Parece que proviene desde los primeros siglos, cuando los peregrinos llegaban a Santiago tomaban este molusco como sabroso y barato que era por su abundancia en estas tierras y luego se lo cosían en sus esclavinas y ropas para indicar que ya habían pasado por Compostela. Hay otras leyendas al respecto, a saber. Cuando los discípulos de Santiago, Anastasio y Teodoro desembarcan el cuerpo del Apóstol y amarraron la barca en el pedrón, todavía puede verse hoy bajo el altar mayor de la Iglesia de Padrón; observaron que había adosadas e incrustadas a la misma en la parte baja muchas vieiras.

Y una tercera leyenda es como sigue: El día en que llegaban los restos del Apóstol a las costas de Galicia, se celebraba una boda y todos vieron cómo una barca, azotada por el vendaval iba a la deriva, sin pensarlo, el novio, montó a caballo y se adentró para echarles una mano y salvarlos de ahogarse. Elevó una oración, el mar se calmó, salió la barca, también el novio con su caballo, pero éstos dos últimos estaban cubiertos de vieiras en ambos cuerpos, fruto del milagro de Santiago que llegaba en estos momentos a estas costas. ¿Con cuál de las tres te quedas?

Un servidor, se inclina por la primera. La vieira es muy común en los mares de Galicia y su “habitat” son las zonas de la boca de los ríos. Prefiere bancos de arena limpia y firme, pero a veces se pueden encontrar en zonas fangosas. Es costumbre y está bien que el peregrino de hoy, al llegar a Santiago, la coma para celebrarlo. Se suelen llevar la concha como recuerdo. La mayoría de los peregrinos la lleva puesta sin llegar a Santiago, son pocos aquellos que una vez llegaron, la coman y se la coloquen en zurrón, sombrero o mochila. ¿Cómo se prepara este molusco para comerlo?

La forma de abrirlas y limpiarlas es como sigue: se sumergen en agua templada hasta que se vea que empiezan a abrirse las dos valvas y con un cuchillo se despega del todo y se abre. Se quita con cuidado el medallón de carne y se elimina el resto de adherencias. El medallón de carne de la vieira se corta a rodajitas, las cuales las freiremos envueltas en harina de maíz o bien rebozadas en harina y huevo. El modo más común es ponerlo todo en la propia concha con cebolla picada, aceite, perejil y unas gotas de limón y luego hornearla a fuego mediano durante 15 minutos. Es muy rica y sabrosa. ¡Que te aproveche!

Vieira, manto y bordón Vieira, manto y bordón con fuerte ánimo en el corazón. La pisada la lleva el alma y las llagas van en los pies. Mira adelante, peregrino, apóyate en el bastón y que en el relente te abrigue ese mantón. Vieira, manto y bordón y en tu espíritu: aliento, ánimo y pasión. Esa concha que pende sea tu signo, “concheiro”. Venera fecunda de horizontes hinchados, y de futuros preñados. Venera adosada a las costas gallegas y a las panzas de barcas que surcan los mares. Vieira que guardas perlas y tesoros para el collar de la promesa. Vieira, concha, venera, estuche que te abres para llenarte de sales. Venera bendita

Que pendes en manto, sombrero o esclavina. Concha concebida en profundidad y que muestran orgullosos quienes se dirigen a la tumba de Compostela. Concha, vieira, venera, tres veces signo, venera, concha, vieira, tres veces señal de todo peregrino al Campo de la Estrella.

Carlomagno, Roldán y Roncesvalles

Roncesvalles tiene su cimiento en la poesía épica más conocida de Europa. Su nombre está ligado al “Cantar de Roldán” y a Carlomagno. Sucedió en el 778, los vascones atacaban la retaguardia del ejército de Carlomagno. Roldán tocó su olifante llamando a Carlomagno que estaba acampado en Valcarlos (Valle de Carlos) y fue así como reventaron sus sienes. Quiso romper su espada Durandarte para que no cayera en manos enemigas pero al intentarlo fue la roca y no la espada la que se partió. Roncesvalles quedó desde entonces y para siempre unido a estos dos personajes: Carlomagno y Roldán. Hoy, es conocido en toda Europa por los miles de peregrinos que pasan hacia Santiago y que reciben su bendición del peregrino.

Roncesvalles Santa María del Pirineo, patrona y madre, ahí estás tú, en espera y acogida. Aún se escucha el olifante de Roldán avisando a las tropas del ataque de vascones. Las arterias reventaron y Carlomagno nunca volvió, cayendo la retaguardia en la garganta de estos valles. Llega el peregrino, sube la cordillera, y entra en el recinto de la bella colegiata. Recibirá la bendición para seguir el camino: “que de día el sol no te haga daño y de noche sea el Señor, la luz que te alumbre el sendero.” ¡Bendito peregrino que acoges las bondades de quienes bendicen! Llévalas por las veredas hacia Compostela, reparte sonrisas, da aliento a los que decaigan, ayuda y apoyo al desvalido, acoge y da fuerza al decaído.

La bendición recibida será la señal que acompañe hasta abrazar a Santiago y volver sano y salvo al hogar. 5

Las fuentes del camino

La cantimplora, la botella de agua mineral son fieles compañeras de todoperegrino. Beber un trago de agua fresca es un verdadero gozo y placer para el que camina muchas veces bajo el calor del duro sol en los campos castellanos.

Ver una fuente, es besarla, refrescarse cabeza, cara y sienes. Fuente del Peregrino, fuente de la Teja, fuente del Piojo, fuente del Pastor. Las fuentes frescas del camino son alivio y refrigerio, son verdaderas gracias, de ahí que cantemos a las fuentes del camino. La fuente “¡Agua!,” grita quien tiene sed. Se desliza suave, su chorrillo es cantarín.

Los juncos se apiñan junto a ella; brota desde una teja; esta es la fuente del pastor, fuente del peregrino. Quita la sed, refresca el cuerpo y anima el andar, fuente de donde mana la vida y la esparce en su pasar, en el prado, con pinceladas verdes, manchas de colores. Lo que toca, lo recrea y reaviva. Canta fuente, canta manantial el paso del concheiro, camino de Compostela; refrigérale, refréscale y dale algo de lo tuyo; moja sus labios resecos y con ello inyéctale aliento hasta que llegue al destino. Fuente que te das gratis, sin pedir nada a cambio, fuente peregrina, amiga de quien te besa, no te seques, sigue presente y cantarina en el corazón del que te visita y se agacha para abrazarte y decirte que te quiere.

Fuente peregrina que con la vieira recogen la riqueza que das. Mana, mana desde lo profundo; corre ladera abajo. Franca en las montañas navarras, única en las parameras castellanas, fresca en tierras leonesas, sencilla en las campiñas gallegas, rara en la Vía de la Plata; abundante, la asturiana y bienvenida en el sendero. ¡Bendita fuente en el camino las Estrellas, bendita seas!

Aquí te presentamos esta hermosa leyenda, de fondo está la fuente y la sed de un peregrino. Es una buena tentación que gracias a la su fe, vence y supera un peregrino.

Esto ocurrió en la subida al monte del Perdón, fuera ya de la ciudad de Pamplona, camino Puente la Reina. Fuente la Reniega Está en el Perdón. Allí fue tentado y luego perdonado el humilde peregrino. Hoy corre el agua y mana de las entrañas; es límpida y está sin culpa, es casi bendita. El Diablo del mal se presenta al peregrino y le saluda con cariño. Satanás sabe que está exhausto,

muerto de sed, desesperado, cansado, abatido y muy desalentado. ¡Pobre peregrino! No puede más, va a morir lejos de los suyos, con los labios resecos y los pies ensangrentados. Delante está la salvación; es el ángel que viene a ayudarle, pero antes le pide que renuncie a su convicción. – “¡No lo haré jamás!” – “¡La muerte será tu firma!” – “Que así sea”, le suelta el romero. Tendrá agua, vida y camino, tendrá dicha y comida; las piedras serán pan y el sudor vino. Ninguna promesa rubrica. A punto está de expirar y dejar de ver, oler y tocar; sus sentidos van muriendo, mas no su convicción. Se le presenta Santiago por ser fiel peregrino. Ahí tienes que de la tierra revienta y brota la vena de agua fresca que alienta y devuelve vida. ¡Padre Santiago, bendito seas! Por este bautismo de sangre peregrina, esta fuente recibe desde entonces, el nombre de la Reniega, la fuente divina.

El gallo y la gallina de Santo Domingo

La leyenda es bella, allá, en Santo Domingo –La Rioja– llega un matrimonio con un hijo. La hija del mesonero se enamora de este joven apuesto, él no accede a sus encantos y ella se venga acusándole de robo. La justicia apresa al joven en su marcha y le encuentran la copa que la joven le había metido en su zurrón. Ajusticiado es ahorcado. Los padres con su gran pena se acercan hasta Compostela y de vuelta, visitan el lugar donde todavía su hijo cuelga al que ven que está vivo gracias a la ayuda de Santiago. Avisan al juez el cual está comiendo con los amigos un gallo y gallina, bien tostaditos al horno y les responde a sus padres que su hijo está tan vivo como aquellos animales asados. Es entonces cuando saltan gallo y gallina del plato y salen cacareando. Van padres y juez al lugar y comprueban que así es, el hijo vivía. Ahora, el lugar de la horca la ocupa la joven perversa. Desde entonces en la catedral de Santo Domingo se conservan en una hornacina gallo y gallina vivos. Los peregrinos les azuzan con sus bordones para que canten –así se pueden contemplar hoy día las huellas en la madera– ya que su canto indicaba el buen presagio en el camino. Conseguir una de sus plumas es algo único y si se logra, el peregrino se la pone en el sombrero.

Santo Domingo de la Calzada Santo Domingo de la Calzada que cantó la gallina después de asada. ¿Fue así? O ¿Cantó sin ser muerta, o fue después de sangrada? Santiago protegió y salvó de la horca a aquel noble joven que por su fidelidad no cayó en tentación ni en torpeza. Cáliz de oro, vasija de plata en su zurrón robada; como fue el caso de José en Egipto; difamación, maldad y trama. Todo salió a pedir de boca, peregrino ahorcado y muerto por ladronería y deshonra. La verdad se abre camino Y “Vive Dios! Está tan vivo como que este pollo y gallina cantan” Y así fue: En Santo Domingo de la Calzada cantó la gallina después de asada. Peregrino ahorcado y vivo a la vez; fruto de mentira; así pudo el Apóstol vencerla y la verdad quedar reconocida. Gallo y gallina allí están en la iglesia. Si te cantan, peregrino o si llevas puesta una pluma en tu sombrero,

es presagio de buen tino para andar este camino. Porque no lo olvides: en Santo Domingo de la Calzada, cantó la gallina después de asada. 7

Cruceiros en el camino

Son muchas las cruces que encontramos a través del camino. Ya en Roncesvalles gozamos en lo alto de Ibañeta de multitud de ellas, están todas juntas, hechas de dos palos atados, son pequeñas y están clavadas en tierra y esto lo hacen sobre todo los peregrinos franceses, con ello quieren recordarnos el gesto de Carlomagno que mirando hacia Santiago elevó una oración y clavó su espada en tierra. Saliendo de Roncesvalles nos topamos con una muy bella cruz, es el primer crucero de los cientos que hallaremos, sobre todo en tierras gallegas. Todos ellos invitan al peregrino a elevar una oración y también a un ligero descanso sentándose en una de sus gradas y meditar en la cruz o cruces que lleva consigo y que arrastra y carga en el camino.

Cruz de Ferro Y dice la tradición que todo peregrino debía echar una piedra en este lugar, piedras traídas desde su tierra, piedras para construir, para dejar huella y recuerdo. Con el tiempo se ha formado un gran montón. En lo alto de un gran tronco de roble está la pequeña cruz que es de hierro, de ahí cruz de “ferro”. Cruz de Ferro, cruz de Hierro, tronco de roble y punta de acero.

El peregrino llevó desde su portal una piedra en la mochila, es aquí, en el montón donde la tira. ¿Por qué te cargas con peso inútil, peregrino? Es la tradición. Piedra con piedra se hace el montón, piedra con piedra, se construyeron catedrales, piedra con piedra, se hicieron los hogares. Cruz de Ferro que te elevas esbelta en mitad del camino; a veces entre nieblas, otras con soles y siempre con más piedras a tus pies. Cruz de Ferro, hito en el camino; punto y señal por donde va la riada peregrina. Sigue impertérrita por los siglos siendo mojón del romero y encuentro del concheiro. Cruz de Ferro, cruz de Hierro, tronco de roble y punta de acero.

Santiago Matamoros en Clavijo

Era hacia el año 844, Ramiro I decide acabar con el pago del tributo de las cien doncellas a los musulmanes. Esta fue la razón por la que cerca de Clavijo (La Rioja) se librara una dura batalla entre musulmanes y cristianos. El ejército musulmán es muy superior, los cristianos oran, a la cabeza está el mismo rey, es entonces cuando aparece el apóstol Santiago que lucha a su lado, va montado en un blanco caballo. Es así como los cristianos con la ayuda del Apóstol vencieron al enemigo.

Santiago no es hoy el Matamoros, en esto se ha jubilado, es el peregrino que va sembrando el bien a cuantos encuentra a su paso, es el defensor, como Cristo, de todas las personas y más aún, de los débiles y de la fe. Preside muchas de nuestras comunidades cristianas como Matamoros, y hoy, los moros están muy cercanos a nosotros, cultivan nuestros campos, recogen abundantes y buenas cosechas, Santiago es un Apóstol de paz, su caballo blanco no lleva armas, es pacífico e inofensivo y portador de las únicas armas del Evangelio: su palabra y el ejemplo de su vida. Queremos que en lugar de espada lleve bordón y en vez de casco, sombrero. Así queremos al Apóstol del Evangelio, a Santiago, defensor de la fe y no matador de moros. Caballo blanco Caballo blanco, el de Santiago; ese es el de Clavijo. No es Santiago Matamoros, no es violento, sí peregrino, defensor de la fe, anunciador de lo bueno. Nosotros somos los que matamos, herimos o violentamos. Santiago no cierra España, es abierto y buen discípulo, Santiago luchador y bravo por la paz y el amor, Caballo blanco, el de Santiago.

Puentes

El peregrino cruzará muchos, pequeños y grandes, hermosos y humildes puentes a lo largo de su andadura. A ellos cantamos. Ser puente Ser puente es bello, ser puente es duro. Une riberas, enlaza caminos y todos lo pisan. ¡Puente querido del peregrino! Es puente el voluntario, el hospitalero que da todo a cambio de nada. Puente de piedra el Puente de la Reina; el de hierro de Ponferrada y el otro, el de madera. El puente besa los pies sangrientos del peregrino; es alfombra a sus pasos, es unión de destino. ¡Romero, que lo pateas, que en tu pisada marques el gracias como huella y como marca!

Hospital de Órbigo El año era el 1434. El personaje se llamaba D. Suero de Quiñones, el cual está locamente enamorado de una dama y por ella pierde la cabeza y así, por ella, todos los jueves, arrastra un hierro al cuello. Un día cambió este signo por un torneo, le acompañan nueve amigos caballeros, ¿En qué consiste el torneo y el reto? Nadie pasará el río Órbigo por su puente, allá en Hospital (León), camino de Compostela, sin antes vérselas con él y todo por amor a su dama. Fueron muchos los caballeros que aceptaron el reto y todos fueron vencidos. Quien decidía pasar sin luchar, debía depositar el guante en señal de rendición. Finalizado el tiempo determinado se dirigió D. Suero con sus caballeros a Santiago y allí ofrecieron sus armas al Apóstol. Unos años después murió D. Suero de Quiñones a manos de uno de los caballeros que no pudo pasar, de este modo se vengó por la derrota y afrenta recibida en otro tiempo.

Paso Honroso Paso Honroso el que marcó D. Suero, el de Quiñones. El amor le condujo a la locura. Por una dama su espada fue dura al paso del caballero montado o en andadura. Suero de Quiñones, aún se escucha el chasquido de espadas y muñones. Al paso por este puente,

el del Paso Honroso, tira el guante si no te atreves a lidiar con talante. Hacia Santiago vas, que ni Sueros ni QuiĂąones, nada ni nadie te hagan temblar. Peregrino, que tu paso sea honroso y tu pisar firme y bondadoso y asĂ dejes en Santiago armas y corazĂłn generoso.

El Pórtico de la Gloria

El Maestro Mateo es el creador del maravilloso pórtico románico, Pórtico de la Gloria en Santiago. Se dice que este Mateo era físicamente una persona menuda, llevaba el pelo largo y siempre iba despeinado y sus pómulos eran pronunciados. Este es el creador de la obra, la más maravillosa del románico. En Santiago, se encuentra este maestro de rodillas y mirando al altar, está detrás de la columna de ónice del parteluz en la que descansa Santiago que recibe al peregrino y en el que ponen su mano con la expresión secular: “Creo, Señor”. Está de espaldas al Pórtico de la Gloria, a su gran obra en castigo por su vanidad. También se dice que el pueblo quiso arrancarle los ojos para que nunca pudiera volver a hacer en otro lugar una obra semejante y tan preciosa. Hoy, las personas le dan tres “croques” o golpes en su cabeza, queriendo significar que la sabiduría suya pase de algún modo a aquella persona que con su cabeza golpea la del Maestro. En mis distintas andaduras con jóvenes, a muchos de ellos les invité a que dieran no tres “croques” sino más. ¡...! Maestro Mateo Maestro Mateo, no daré tres golpes o “croques” con mi cabeza sobre la tuya; yo daré muchos más. Es mi deseo, que tu saber pase al mío. Miras al Santo Santiago, eso no es castigo;

así conduces al peregrino hasta la meta soñada. Todos pasan por tu bosque fresco de multiformes figuras que forman esa entrada de gloria. Profetas, apóstoles, reyes, Antiguo y Nuevo Testamento, toda la Biblia condensada en un mundo de piedra. Pequeño de estatura, menudo, pero grande de miras, artista, eterno. Eres Maestro de maestros, magno como ninguno de tus ingenuas imágenes arranca lo perdurable. Santiago, el que preside bien se merece esta entrada, parteluz del cielo, trasunto de anhelo. Ese es tu Pórtico, el de la Gloria, Maestro Mateo.

Y cuando llegue, ¿qué? Y cuando llegue, ¿qué? Lo sé, al pisar las milenarias piedras compostelanas, no me aplaudirán, sentiré el orgullo de poderlas acariciar, resonarán mis pisadas y si llueve, ¡mejor! serán soles mis entrañas. Caminaré en silencio por la calle Concheiros y pronto, muy pronto, veré la plaza Obradoiro. Mis ojos, cansados de paisajes, se abrirán a otro nuevo: el de las torres, grandes cipreses. Mi mano, reposará en la columna y proclamaré: “Señor, yo creo”. Daré tres “croques” y un grito emergerá desde lo más profundo de mi ser. Me temblarán los labios y más rápido irá el corazón.

“Señor Santiago, fe, paz y amor para todos: seres queridos y desconocidos; mundo cercano y también el lejano. Fe, paz y amor” Y el silencio acariciará mi alma.

Me sentiré satisfecho si alguna de estas leyendas contadas y cantadas te han llegado al alma.

ANEXO

El submarino Peral

Cuando hemos hablado del apóstol Santiago el Mayor, hemos citado el hecho, la leyenda y creencia popular que Santiago llegó a España por el puerto de Santa Lucía en Cartagena, ofrecemos esta canción del maestro Juan Montesinos entonando tal evento. Sabemos que Isaac Peral (Cartagena, 1851 – Berlín, 1895) Fue marino español que construyó el primer submarino dotado de propulsión eléctrica en inmersión, haciendo viable la navegación submarina. Ingresó en la Armada en 1866, siguiendo la tradición familiar. Es en esta ciudad donde tienen a gala presentar a las gentes en un bello monumento el primer submarino creado por nuestro Isaac Peral. De ahí que el autor haga peregrino al submarino Peral. Os ofrecemos la canción creada al respecto: el submarino Peral peregrino.

â&#x2122;Ş El submarino Peral

LETRA: El submarino Peral, se viene para el camino, el submarino Peral, se hace también peregrino, El submarino Peral, a Santiago llegará porque le mueve su fe, la amistad y el placer de llegar al final. 1 Cuando Santiago llegó navegando desde Oriente desembarcó en Cartagena y convirtió a mucha gente. 2 Las gentes de Cartagena, convertidas a la fe, dejaron que el gran Apóstol fuera a Galicia después. 3 Si la historia no fue así, a nosotros nos da igual, lo importante es que a Santiago todos queremos llegar.

José Miguel Burgui Ongay www.jmburgui.es Licenciado en Ciencias catequéticas por la Universidad Pontificia de Salamanca. Entusiasta en todo lo referente al mundo joven y tiempo libre tiene muchas y variadas publicaciones al respecto, entre otras: Recursos para el tiempo libre, 1. Recursos para el tiempo libre 3 en la Editorial CCS de Madrid. Ha impartido muchos cursillos por toda la geografía española respecto al tiempo libre y campamentos; canciones originales, talleres creativos; técnicas para dinámicas de grupos etc… Lleva a la práctica muchas de las imágenes que pasan por su mente y siempre al servicio –como salesiano que es– de los jóvenes. Toda su vida la dedicó a la enseñanza. Durante bastantes años estuvo de guía en lengua castellana, en las catacumbas de S. Calixto en Roma, un guía apasionado y enamorado de las catacumbas, encantado con lo que hacía, disfrutando cada segundo, saboreándolo e intentado dar siempre una vuelta más al exprimidor para sacar lo mejor y así ofrecerlo y podérselo dar a los visitantes de las catacumbas. Brotan de su mente y corazón, como de un manantial, bellas y prácticas composiciones. En este pequeño y nuevo trabajo podrás observar algo de lo que afirmamos respecto a su persona. Ana Victoria Navarro

Marcos González González www.propileos.wordpress.com Ilustra este libro bajo el seudónimo Propileos. Es arquitecto por la ETSAM, desarrollando su labor profesional en los campos de arquitectura, diseño gráfico y editorial, dibujo y fotografía. Su interés por todo proceso creativo y su inquietud por entender todo lo creado, le ha llevado a acercarse a Portugal, Italia e India, entornos por los que siente verdadera fascinación. Ha recibido reconocimientos en distintos concursos de todo tipo, actividad que aprecia realizar en grupo por lo que supone de aprendizaje del otro. Colabora habitualmente con el escultor López-Arza, habiendo diseñado catálogos y carteles para varias de sus exposiciones, además de diseñar su página web, www.lopez-arza.es, y aprender en su estudio. Durante los últimos años, ha colaborado en el diseño y edición de otras publicaciones de José Miguel Burgui, como son: Cantos a los mártires de las catacumbas de San Calixto (enero 2015), Actividades creativas para jóvenes (julio 2014), Homenajes a la madre, al que muere por la violencia, al músico creativo, al bombero valiente y al joven enamorado (abril 2014), Juegos educativos y Copos palabranieve (enero 2013), Relatos y Mensajes para amigos (octubre 2012) y Algunas leyendas vividas en Roma (junio 2012).

Ilustraciones: Propileos Entintado: Hernán González Diseño cubiertas y edición: Marcos González Abril 2015

Agradecimientos A José Antonio González López-Arza que ha ilustrado muchos otros de mis libros

a leyenda forma parte de la historia, nace de los hechos y acontecimientos que han ocurrido. El pueblo, las gentes, le pone flores y adorna, es así como nace y surge la leyenda. La leyenda está preñada de historia, ambas van unidas. Quiero refrescar la mente del lector con alguna de las muchas leyendas que nacieron en el camino de Santiago y luego mi deseo es cantarlas. Contarlas y cantarlas. No las rechazo, las acojo y acuno con mi canto. Espero resuenen en tu corazón y mente, querido lector, seas o no peregrino, al rememorarlas sentado a la vera del camino, respirando el perfume de siglos al recordarlo, y gozando del olor de la planta que has pisado en tu caminar a Santiago.

¡Suerte peregrino y buen camino!