Relatos y Mensajes para amigos

JOSÉ MIGUEL BURGUI

Ilustrado por LÓPEZ-ARZA

Dedicatoria Al Grupo Scout BOSCOS 200 y MAFEKING de Cartagena www.gruposcoutboscos.es En sus cuarenta a単os de camino y andadura, con afecto.

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Índice Relatos cortos

1 Los mil espejos 2 El camión de la basura 3 La historia de Pepe 4 Era una mañana agitada 5 Se venden cachorrillos 6 El violinista 7 Cruzando el río 8 Fábula persa 9 ¿Con qué ojos miramos?

10 El corazón perfecto 11 El anillo 12 El regalo 13 La balanza 14 La parte más importante del cuerpo humano 15 El zar y la camisa 16 El extraño que vive en casa 17 Domingo por la mañana 18 Las dos tinajas 19 La piedra de hacer sopa

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20 ¿Dónde está la felicidad?

21 El girasol 22 La historia de Fleming 23 La mariposa azul 24 Decíamos ayer 25 De paso 26 Una dura verdad

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Mensajes para los amigos

1 Bienaventuranzas del amigo 2 Una bella lección entre amigos 3 ¡Amigos!

4 Ramillete de flores recogidas en los prados para los amigos

5 Pequeñas perlas para dar 6 La vida me enseñó 7 Para mi amigo 8 Envejecer o crecer 9 Algunos consejos para jóvenes y mayores 10 El silencio 11 Urgente 4

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12 Quisicosas 13 ¿Qué has aprendido en la vida?

14 No me interesa, quiero saber 15 Algunos pétalos de rosa 16 Está prohibido 17 Para no perder al amigo 18 ¿Qué es la vida?

19 Un desayuno con sonrisa

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RELATOS CORTOS Me gustan los cuentos...

No son sólo para niños, son para la persona que quiere soñar, vivir ilusiones, sonreír...El cuento nos ayuda a transformar nuestras vidas. A través de un cuento nos abrimos a otra realidad.

El cuento es un caleidoscopio de infinitas posibilidades, nos manifiesta un mundo en el que todo es posible.

El cuento nos lleva por galerías secretas a profundidades y áreas de nuestra personas.

El componente del mensaje de los cuentos es la sabiduría.

Los cuentos hacen visible alguna zona escondida del espíritu, provocan alguna pregunta, dan muchas respuestas.

No hemos de explicar el cuento ya que si hacemos esto es como si ofreciéramos una fruta masticada ya.

Disfruta de estos cuentos y relatos cortos. Muchas de estas narraciones me las han enviado amigos por E-mail.

Desconozco sus autores, de ahí que no los cite. Las he arreglado y transformado.

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Los mil espejos

Escucha. Se dice que en un lejano pueblo de un país perdido, más allá de los mares, había una casita de campo abandonada.

Un día pasó por allí un perrillo buscando refugio, se metió por uno de los agujeritos, subió una vieja escalera de madera y ¡Oh sorpresa!, al abrir uno de los cuartos se topó con que allí había cientos de perrillos como él. Los observó y comenzó a mover la cola, levantó las orejas y todos hicieron lo mismo. Sonrió, ladró y todos sonrieron y ladraron alegremente con él.

Al salir de allí se dijo para sí: “¡Qué lugar tan encantador, volveré!”

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A los pocos días apareció otro perrillo callejero y entró en el mismo sitio. Este perro al ver a cientos de perros como él, se sintió incómodo, comenzó a ladrar con furor y los demás lo hicieron igual. Salió disparado de aquella habitación y se dijo que nunca más volvería por allí.

Ninguno de los dos perritos había leído el gran letrero que estaba puesto al entrar: “La casa de los mil espejos”.

El reflejo de tus gestos es lo que proyectas en los demás.

Cuanto somos lo demostramos en nuestros actos.

Somos espejo, como cristal de un lago, ahí se ve el reflejo de nuestro rostro; ahí está la cara, la que ponemos.

Proyectamos lo que somos.

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Da tu juicio a esta narración y señala si sucede esto con frecuencia en la vida de las muchas personas.

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El camión de basura

Voy en taxi y el coche de atrás, casi nos da, ya que el que va delante de nosotros frena de golpe. El conductor grita, despotrica, insulta al taxista y la respuesta de este amable hombre es una sonrisa.

En cuanto arranca de nuevo, le pregunto: “¿Por qué ha hecho eso de darle como respuesta a su grosería una sonrisa?” Él me respondió: “Se trata del camión de la basura, muchas personas son como él, van llenas de desperdicios, enojos, frustraciones, desalientos y cuando han acumulado mucha basura necesitan descargarla”.

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“Gracias, muchas gracias querido taxista por su lección vivida”. Pagué y me despedí.

Enseguida reflexioné y vi que yo alguna vez era basurero y saqué esta conclusión: Debo sonreír a los insatisfechos, malhumorados y frustrados, que parece abundan. Debo sonreír a quienes me roban las llaves, la cartera, no saludan o me insultan y debo desearles lo mejor, debo devolverles bien por mal y así vivir el evangelio de Jesús a tope. Me va a costar. Creo que esta es la mejor medicina para cualquier conductor de camión de basura.

Descargaré mi basura en la confesión de mis males al Señor, y ya lo sé, siempre me va a perdonar. De este modo no descargaré basuras en las personas.

En el acto me vino el pequeño poema del cubano José Martí, Cultivo una rosa blanca Cultivo una rosa blanca, en julio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo: cultivo una rosa blanca Seré flor, no basura No seré basurero de mis males y sí verteré sonrisas a quienes desperdicios y estiércol me echaren.

Difícil es este gesto de devolver bien por mal;

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de cristianos es hacerlo como el Señor enseñó y así vivió, dar rosas blancas a cambio de basuras.

El corazón lleno de sinsabores vuelca siempre malos olores y el repleto de bienes y flores da y devuelve perfumes y bienes.

¡Enhorabuena si así eres!

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Da tu opinión sobre los insultos y las descargas. ¿Es fácil perdonar, devolver bien por mal? Los mártires cristianos así lo hicieron siempre.

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La historia de Pepe

Era un tipo de persona guay, siempre estaba de buen humor y si le preguntabas cómo le iba, su respuesta era muy clara: “de P.M.”, “de Parque Móvil”, mejor imposible.

Siempre veía el lado positivo en todo. ¿Es posible ser positivo siempre? Su respuesta fue: “Cada mañana al despertar me digo: Pepe, tienes dos opciones: puedes elegir o estar de buen o mal humor y siempre escojo el estar de buen humor. Cada vez que me sucede algo malo, puedo elegir entre ser víctima o aprender de lo ocurrido, elijo lo segundo.Cada vez que viene alguien a quejarse puedo aceptar su queja o señalarle el lado positivo. Elijo lo segundo.”

“Esto no es fácil”, añadió un servidor.

“Sí lo es —me dijo—. En la vida, todo está en elegir. Eliges cómo reaccionarás ante una situación; eliges estar bien o de mal humor, eliges cómo vivir la vida.”

Un día, Pepe, fue atracado y tiroteado en su trabajo. Fue llevado a urgencias. La operación duró 8 horas. Al cabo de meses topé con él y le pregunté: “¿Cómo estás, Pepe?” y su contestación fue la de siempre: “Mejor, imposible”, le hablé sobre el hecho del robo y de los tiros que le dieron y me respondió que cuando se encontraba tirado en el suelo eligió vivir. “En el quirófano —me dijo— vi que los médicos me daban por muerto, así lo leía en sus rostros. Tomé mi decisión y aún consciente, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y le grité con todas las fuerzas que tenía, que eran pocas: Sí, a las balas”, Todos rieron y les dije: Opérenme, he elegido vivir”. Y Pepe vivió.

Cada día tenemos que elegir. La actitud lo es todo.

Cómo eres, cómo te ves, cómo te sientes, cómo vives.

Esta elección es tuya, nadie te la puede robar. ¡¡¡Elige siempre el lado positivo de los acontecimientos y de las cosas!!!

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Es fácil ver lo negativo, mas las cosas tienen un lado oculto, es el bueno y menos visto.

Siempre la mancha reluce más, sobresale, no así la bondad.

Hemos de optar por destapar y desvelar lo escondido y decidir ver siempre el lado positivo.

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Resalta siempre en la vida lo negativo, que suele ser noticia. Puedes señalar algunas de las últimas noticias que hayas escuchado o visto en periódicos, televisión o Internet. ¿Por qué no suele ser noticia el lado positivo de las cosas, acontecimientos o personas?

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Era una mañana agitada

Eran las ocho y media de la mañana. Un señor, muy mayor, de unos ochenta años llegó a un hospital. Iba a curarse un dedo ya que días antes se lo había lesionado y lo llevaba vendado.

El doctor lo ve muy nervioso y le pregunta si tiene alguna otra consulta que realizar con otro médico. La respuesta del buen hombre fue negativa, y le añadió que tenía que acercarse al geriátrico para desayunar con su esposa. El doctor se interesó por la salud de ella.

El señor le explicó y le dijo que hacía tiempo que su esposa estaba allí ya que padecía Alzeimer. De nuevo intervino el doctor preguntándole si ella se iba a enfadar si llegaba tarde. La respuesta fue que ella no sabía ni se enteraba de nada desde hacía cinco años, que ni siquiera lo reconocía a él, su marido.

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El doctor insiste, “¿Sigue yendo cada mañana a pesar de que no le reconoce a Ud?” El buen señor sonrió, le acarició la mano al doctor y le respondió: “Ella no sabe quién soy yo, pero yo aún sé quién es ella”.

La piel del médico se erizó y mientras el buen hombre se marchaba, tuvo que tragar saliva y en voz baja se dijo a sí mismo:”este es el tipo de amor que yo deseo en mi vida”

Amar es aceptación del ser querido, como es.

Amor, ¡misterio humano!

Fácil es querer a quien es joven, bello , con fuerza y sentir.

No tanto a quien no ve, ni sabe ni entera.

El amor físico, el amor romántico se queda en formas externas, no va a la esencia ni al ser.

Amor es querer a quien se acepta como es.

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Escribe una expresión de aprobación a la actitud de este marido caballero y amante de su mujer.

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Se venden cachorrillos

El amo de una tienda estando clavando este letrero fuera se le acerca un niño y le pregunta a bocajarro, “¿Sí?, ¿Vende Ud. cachorrillos?”

“Así es” Y el muchacho entró, “¿Cuánto cuestan?”, preguntó.

“Entre 30 y 50 €”, replicó el dueño.

“Sólo tengo 2,37€, ¿puedo verlos?”

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El señor sonrió, dio un silbido y salió Linda. Era la madre de cinco preciosos cachorrillos que le seguían como locos, su pelaje era plateado. Uno de ellos se retrasaba. “¿Qué le pasa a ese perrito?”, preguntó el niño señalando al perro que cojeaba El señor de la tienda le dijo que siempre estaría cojo, así se lo había comunicado el veterinario. El niño se emocionó y contestó rápidamente: “Ése es el cachorro que yo quiero comprar.”

“No lo tienes que comprar, si realmente lo quieres, te lo regalaré.”

El niño, algo molesto, miró a los ojos del tendero y le dijo: “No quiero que me lo dé. Este perrito vale tanto como los demás y pagaré su valor, así que hoy le doy los 2,37€ y cada semana iré aportando la cantidad correspondiente hasta que pague todo.”

“No creo que quieras comprar este perrito precisamente, nunca va a poder correr ni jugar ni saltar contigo como los demás”, replicó el dueño.

En este momento, el pequeño se agachó, arremangó su pantalón y mostró su pierna con la abrazadera de metal al mismo tiempo que le decía al tendero: “Yo tampoco corro muy bien, y el cachorrillo va a necesitar a alguien que lo entienda.”

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Da tu juicio de este niño Escribe un mensaje para los minusválidos. ¿Qué les dirías a los minusválidos?

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El violinista

Érase que se era un gran y famoso violinista, siempre tocaba y desgranaba sus piezas en un stradivarius.

Triunfó en muchas ciudades, los aplausos y ovaciones se prolongaban minutos después de su actuación.

Un día tuvo una feliz idea, ir a la boca del metro a tocar las mismas piezas y con el mismo instrumento, su vestido no era de gala, sino vulgar, como si pidiera limosna. Quería experimentar esta situación tan dura de muchos que había visto ganarse la vida así.

Tocó con el mismo violín, las mismas piezas, con la misma ilusión y así mañana y tarde, en la boca del metro.

Sólo le echaron en todo el día una moneditas que al contarlas sumaban 19,20 € y únicamente se pararon a escucharle dos personas algo más de un minuto, el resto pasaba de largo y con prisas.

El violinista quedó impresionado ya que recibió una gran lección y fue ésta: puede pasar a nuestro lado lo más bello y extraordinario y puede ocurrir que ni nos enteremos. ¿Nos falta capacidad de observación, de admiración? ¿Llevamos mucha prisa y muchas preocupaciones?

Debemos de pararnos para ver, observar, admirar y contemplar cuanto nos rodea, puede que recibamos gratas sorpresas.

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Habla sobre las prisas que la gente suele llevar y de la falta de observación de lo bello.

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Cruzando el río

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Al ir a cruzar el río y de cara a su monasterio, dos monjes budistas se toparon con una bellísima dama.

Al igual que ellos, también ella quería cruzar el río, pero había demasiada corriente.

Uno de los monjes se la echó a la espalda y la pasó a la otra orilla.

El otro monje se quedó totalmente escandalizado y durante todo el trayecto fue censurando al monje que había cruzado a tan bella mujer, ya que la Santa Regla prohibía tocar a ninguna mujer. ¿Cómo se había atrevido a tocarla? ¿Había olvidado que era un monje? ¿Qué diría el Superior? Y así mil preguntas torturando su conducta.

El acusado escuchaba pacientemente el interminable sermón y los improperios, hasta que al final estalló y le soltó a bocajarro: “Hermano, yo dejé a aquella bella mujer a la otra parte del río, ¿No eres tú quien todavía la sigue llevando?”

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¿Cuál es tu juicio al falso pudor, al cumplimiento legal que está por encima del amor y de la caridad?

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Fábula persa

Dice una fábula persa que un día, un caminante halló un trozo de barro tan aromático que su perfume llenaba toda la casa. “¿Quién eres tú? ¿De qué estás hecho?”, le preguntó el caminante. “¿Eres alguna gema o algún extraño nardo disfrazado u otra mercancía preciosa?”

“No, no soy más que un trozo de barro”.

“Entonces, ¿cómo es que esparces ese aroma?”

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“Amigo, te lo diré muy bajo y en secreto; he estado viviendo junto a una azucena”.

Y es que amigo, las manos que reparten rosas, ya sabes, huelen a perfume.

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Haz un comentario a la castiza expresión castellana:

“dime con quién andas y te diré quién eres”

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¿Con qué ojos miramos?

Había dos hombres que estaban enfermos, compartían una misma habitación del hospital. La cama de uno de ellos estaba junto a la ventana y se le permitía estar sentado en la misma cama y durante una hora cada día. El otro debía estar siempre tumbado.

Los dos hombres hablaban y hablaban, se contaban el uno al otro su vida entera.

El que podía sentarse y estaba junto a la ventana, le contaba todo lo que iba viendo a través de ella. El otro señor vivía con alegría al escucharle cuanto veía a través de los cristales, era como si su mundo se agrandara y saliera a pasear. Desde la ventana se divisaba un hermoso lago, cisnes, plantas acuáticas, niños jugando y correteando, jóvenes abrazados y muy enamorados.

Todas estas escenas se sucedían junto a un bello jardín de hermosas flores de todos los colores y con grandes, hermosos y viejos árboles.

El hombre de la ventana se lo describía esto con todo detalle.

Una tarde de primavera, el hombre de la ventana le describió el desfile que transcurría. El otro no podía escuchar la banda, pero se lo imaginaba todo.

Pasaron días y días, semanas y semanas.

Hasta que un día, la enfermera de la mañana, al traer agua para el baño descubrió que el hombre de la ventana había muerto.

Avisó al doctor y compañeras para sacar su cuerpo. A la tarde, el

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otro hombre preguntó si podría ser trasladado a esa cama para estar cerca de la ventana.

Al quedarse solo el hombre, lenta y con dolor se incorpora para poder ver el mundo exterior. Al fin podría ver por sí mismo el mundo por aquella ventana. Se estiró y, oh sorpresa, se topó con una blanca pared.

Con un cierto desconcierto se lo comentó a la enfermera, que ya les había oído muchas veces hablar de cuanto se veía por la ventana.

La enfermera respondió que el hombre que había antes allí, su compañero de habitación, era ciego y que nunca pudo ver ni la pared blanca, pero que seguro que lo que le movió a contarle cuanto veía era para darle alegría y ánimos.

El señor sólo hizo un gesto, pasó con suavidad su mano sobre la lisa y blanca pared, recordando a su compañero de habitación; este gesto era como una caricia de agradecimiento.

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Hay muchos modos de ver la realidad. Da tu juicio a la actitud del enfermo que estaba ciego.

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El corazón perfecto

Esta es una bonita leyenda de un joven apuesto que se enaltece y chulea de su hermoso corazón. Veamos.

Un día, un joven se presentó en el centro de la plaza de un pueblo y allí proclamó delante de toda la gente, en especial de las muchachas, de que él poseía el corazón más hermoso de la comarca.

Todos admiraron y confirmaron que era cierto. Su corazón era perfecto, no tenía ni marcas ni rasguños.

El joven, al verse admirado por todos se sintió todavía más orgulloso.

A todo esto se presentó un anciano, el cual preguntó cómo podía asegurar que su corazón fuera el más bonito de todos. Y a

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continuación con voz clara afirmó: “Tu corazón es menos hermoso que el mío”.

Toda la gente quedó sorprendida ante tal afirmación.

Observaron entonces el corazón del anciano y vieron que latía con fuerza pero estaba cubierto de cicatrices, le faltaba algún trocito.

Algunos habían sido reemplazados por otros y además había algún hueco que otro que parecían mordiscos.

Rieron junto con el joven y éste dijo: “Amigo, debes bromear.

Compara tu corazón con el mío. El mío, mira, es perfecto. En cambio el tuyo está lleno de cicatrices y de cortes”.

Muy tranquilamente el anciano respondió: “Es cierto, tu corazón es más perfecto a la vista. En cambio el mío, mira. Y comenzó su explicación. Cada cicatriz representa una persona a la que le he entregado mi amor. Arranqué trocitos para dárselo a personas que amé. Otras, me han dado un trozo del suyo y los he colocado en los lugares que había vacíos, aunque no encajan bien, me recuerdan el amor compartido. Los huecos son trozos que entregué y que nunca fueron rellenos ya que no fui correspondido. ¿Comprendes ahora por qué es verdaderamente hermoso este corazón?

El joven permaneció en silencio al mismo tiempo que sus mejillas se sonrojaron.

Arrancó un trozo de su hermoso y entero corazón y se lo regaló al anciano. El anciano lo recibió con una sonrisa y lo colocó en un hueco del suyo; luego a su vez arrancó otro trozo del suyo, viejo ya y maltrecho y con él tapó la herida abierta en el del joven.

El joven miró su corazón y vio que ya no era tan perfecto pero ahora latía con más fuerza y alegría.

Hasta aquí la narración. Es posible que tengas que tener en cuenta muchas cosas a raíz de este cuento. Eres joven, aprende de quienes pueden ofrecerte por años vividos y experiencia algo más. Escucha, no seas bobo. Nunca desprecies aquello que no ves, ni tampoco te guíes únicamente por lo que se ve. Te puedes equivocar con bastante frecuencia.

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“Lo más importante suele estar oculto a los ojos y sólo se ve bien con el corazón”, recuerda El Principito.

Te deseo un buen corazón, con rasguños, heridas y mordiscos...por amar.

Corazón perfecto es quien sufrió heridas, no sólo aquel que es hermoso.

Corazón perfecto es quien se da sin medida, no quien cuenta, calcula y mide.

Corazón perfecto es quien reparte cuanto tiene sin mirar a quién.

Quien da, recibe el ciento por uno.

Quien retiene se arruina y empobrece.

Es corazón perfecto, el generoso.

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¿Dónde está la perfección de un corazón? Señálalo.

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El anillo

Un joven, estaba hundido en su interior y un día abrió su corazón al padre, le dijo con dolor y tristeza: “Papá, me siento inútil, no me quiere nadie, en el colegio me dicen que no sirvo para nada; todo me sale mal, ¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo mejorar?”

El padre le miró serio y en silencio, luego le contestó: “Mira, hijo, ahora no puedo atenderte, tengo un grave problema que resolver, se trata de una deuda. Ayúdame y yo te echaré una mano después”.

“Claro”, murmuró el hijo que parecía más triste y abatido que antes.

El padre fue a su cuarto, trajo consigo un anillo y se lo dio diciéndole:

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“Vete al mercado y vende este anillo, pero bien vendido, es decir no lo des por menos de una moneda de oro. Así me ayudarás a resolver el problema de la deuda ¿de acuerdo?”

El hijo tomó el anillo y fue veloz al mercadillo, al centro de la ciudad. Lo ofreció a todos los mercaderes y a toda la gente que pasaba a su lado. Cuando decía el precio, unos se reían y otros miraban hacia otro lado. Sólo un anciano, habiéndole observado por largo tiempo, le dijo con cariño, sabiduría y bondad: “Mira, hijo, pides demasiado, una moneda de oro es mucho valor a cambio de un simple anillo”.

Con todo, siguió el muchacho haciendo su oferta.

Lo más que le llegaron a ofrecer fue una moneda de plata, pero el joven no lo vendió, tenía que ser fiel a aquello que el padre le había dicho: “no lo vendas por menos de una moneda de oro”.

Pasó todo el día con su oferta, no habiéndolo podido vender por aquello que pedía, volvió muy abatido a casa, se presentó a su padre y le dijo: “Lo siento, papá, ha sido imposible poderlo vender por el precio que me dijiste. Aquí tienes tu anillo”.

“Es muy importante lo que me dices, hijo”, contestó el padre sonriendo.

“Debíamos haber ido primero a un joyero y así saber y conocer con exactitud el valor de este anillo; así que ya sabes, vamos a seguir, vete a la joyería y comprueba por ti mismo su verdadero valor. No se lo vendas, simplemente entérate de su precio por boca de un experto”.

El muchacho llegó al joyero; éste lo examinó bien y muy detenidamente; lo llegó a mirar con un monóculo y después le dijo: “Dile a tu padre que si lo desea vender ahora no puedo darle menos de cincuenta y ocho monedas de oro” “¡Cincuenta y ocho monedas de oro!”, exclamó el joven casi gritando.

“Sí”, le dijo el joyero, “pero más adelante podré ofrecerle alrededor de 70 monedas de oro”

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El joven, loco de contento, voló y llegó, casi sin aliento, a donde estaba su padre, le contó lo ocurrido y éste le contestó: “Buen trabajo, hijo, muy bien, escúchame bien ahora. Tu eres ese anillo, y eres una joya más valiosa y única. Sólo puedes ser valorado por un especialista. ¿Creías que iba a ser cualquiera el que pudiera descubrir tu verdadero valor?”

Y diciendo esto, el padre se colocó la valiosa joya en el dedo de su mano.

El hijo le abrazó y le dio un cariñoso beso.

Más que esta joya vale este joven. Vale cualquier persona y muchos andan buscando por los mercados de la vida gentes y compradores inexpertos que los valoren. ¡Engarza, amigo, cada día que pasa y haciendo siempre el bien a todos, un zafiro, una esmeralda en tu persona. Irás subiendo de precio!

No hay nada más hermoso que tu mismo, ya que Dios que es la misma belleza se ha enamorado de ti. ¿Quién puede mencionar algo muy importante y de mucho valor y que no existiera hace cien años? Ese eres tú.

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¡No te vendas ni por más de setenta monedas de oro, vales bastante más!

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Señala dónde radica el valor, los valores según esta narración.

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El regalo

Un tal señor, llamado Antonio no veía con buenos ojos a otra persona, compañero de trabajo llamada Mario. Llegó el día del santo de Mario y Antonio le preparó una bella caja envuelta en papel de regalo con un bonito lazo y dedicatoria de felicidades, la lleva a la hora del trabajo. Mario recibe varios regalos de distintos compañeros y los va abriendo públicamente.

Antonio había metido dentro en una bandeja, cieno, estiércol y basura mal oliente. Todos esperan ver qué regalo le hace, ya que sabían no se llevaban bien.

Abrió el regalo y todos los presentes pusieron cara de sorpresa al mismo tiempo que se tapaban la nariz. Mario dibujó una leve sonrisa y la cara de Antonio manifestó clara satisfacción.

Mario, con suavidad arrojó la basura de la bandeja a la papelera y en el grifo limpió la bandeja, tomó uno de los ramos de bellas flores que tenía en un jarrón, y que también le habían regalado, lo puso sobre la bandeja y se lo entregó a Antonio. ¿Cuál fue la reacción de Antonio? Sorpresa y desconcierto, al tomar la bandeja con mano temblorosa. ¿Y la respuesta de los presentes? Fue un sonoro aplauso de aceptación a tal gesto.

Del estiércol maloliente nacieron flores perfumadas.

El mártir siempre perdonó a quien lo iba a matar. Siguen el Evangelio de Jesús que dice devolver bien por mal.

De nuevo debo recordar el bello y jugoso poema del poeta cubano José Martí: Cultivo una rosa blanca

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Cultivo una rosa blanca, en julio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo: cultivo una rosa blanca SI alguien se te acerca • Con basura, no se la arrojes a la cara, devuelve el gesto con flores.

• Con sonrisa dale parabienes.

• Con mentiras, dale claridades.

• Con lágrimas, préstale tu pañuelo.

• Cansado y triste, dale aliento y esperanza.

• Cargado de bienes, invítale a que comparta.

• Con malicia y maldad, échale bondades.

• Con máscara de mentira, arráncasela con suavidad y firmeza.

• Con amargura, dale dulzura.

• Con violencia, que tu mirada le desarme y penetre en él la paz.

Sea quien sea, sea cuando sea, tu respuesta y paga que siempre sea en positivo.

Seguiré • Cantando a pesar de ruidos, estridencias y disonancia.

• Confiando aún viendo ojos mezquinos.

• Construyendo aunque otros destruyan la obra.

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• Caminando, aunque me falten las fuerzas.

• Pidiendo aunque nadie me dé.

• Dando, gano más, este es mi negocio.

• Enamorado, aunque se me note.

• Con alegría, aunque muchos quieran robármela.

• Con ilusión a pesar de los pesares.

• En silencio para escuchar mi interior.

• Aprendiendo algo nuevo cada día y en cada persona.

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Devolver bien por mal, rosas blancas por insultos es de cristianos. ¿Es posible que se dé este gesto sin una ayuda externa al ser humano?

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La balanza

Una pobre mujer llena de tristeza, entró en una tienda, se acercó al duelo y de modo humilde y con mucha vergüenza le preguntó si podía llevarse algunos alimentos. No se los podía pagar ahora, sí más adelante. Su marido estaba enfermo y tenía siete hijos a quien alimentar.

El dueño le rogó que abandonara inmediatamente la tienda.

La mujer insistió y le volvió a repetir que se lo pagaría en cuanto pudiera.

De nuevo se lo volvió a negar el dueño y además con malos modos.

Cerca, estaba un cliente que había escuchado toda la conversación.

El cliente se acercó y le dijo al dueño que le atendiera, que él se lo pagaba en el acto.

Entonces el dueño le preguntó a la señora que ya salía por la puerta con la cabeza gacha, si tenía la lista de la compra; a lo que la mujer respondió afirmativamente, cambiando el rostro.

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“Ponga su lista en la balanza, aquello que pese su lista se lo daré en comestibles” La mujer buscó el trozo de papel en su bolso donde estaba la lista de la compra; y luego la dejó, como le había ordenado el dueño, sobre uno de los platos de la balanza.

Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de estupor al comprobar que el plato en el que había dejado el papel se hundió hasta el fondo y así permaneció.

“No lo puedo creer”, dijo el dueño.

Entonces el cliente, según la palabra del dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato y más comestibles. Llenó la bandeja.

Los dos seguían pasmados y por fin el dueño tomó por curiosidad el papelito dejado por la señora y lo leyó en silencio; su cara se quedó más “boba” todavía, No se trataba de una lista de compras, decía: “Querido Señor, Tú conoces mis necesidades, te las dejo en tus manos” El dueño de la tienda le dio los comestibles y se quedó sin aliento y en silencio.

La mujer se lo agradeció una y mil veces y abandonó la tienda y el cliente le alargó un billete de 50 € para pagarle diciéndole: “Ahora, señor, sabemos cuanto pesa una oración”.

El dueño no le quiso cobrar y los dos permanecieron un rato en silencio.

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Puedes dar tu juicio sobre el valor y peso de la oración.

La parte más importante del cuerpo humano 14

Cuando yo era muy joven mi madre, un día, me preguntó si sabía cuál era la parte más importante del cuerpo humano.

Un servidor pensó que debía ser el oído, pues el sonido era muy importante para los humanos.

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La respuesta que recibí fue negativa.

Cuando pasaron unos meses de nuevo volvió a la carga con la misma pregunta, “hijo, ¿cuál es la parte más importante del cuerpo humano?”

A este segunda vez le respondí con soltura: “la visión, los ojos”.

“No hijo, no”, recibí por respuesta.

Creí que habíamos entrado en un bonito juego de adivinar.

Pasaron los años y un día muere el abuelo. Mi madre se me acercó a mí y me dijo inclinándose sobre mis hombros: “hijo, hoy necesito la parte más importante de tu cuerpo”.

Fue en aquel momento en que lo comprendí: “los hombros, ya que puedes dejar que se apoye tu madre en un momento duro y difícil, un amigo, una persona querida y que lo haga para llorar”.

Secándose sus lágrimas por el abuelo muerto me dijo: “Recuérdalo siempre, hijo, siempre, la parte más importante son los hombros; las personas podrán olvidar lo que dices, incluso aquello que haces, nunca olvidarán que les ofreciste en un momento tus hombros.

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Escribe una pequeña reflexión a esta bella escena de madre e hijo.

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El zar y la camisa La idea de esta narración se le atribuye a León Tolstoi

El zar estaba muy enfermo “¡Daría la mitad de mi reino a quien me curase!”

Entonces todos los sabios se reunieron para ver cómo curarle, pero no encontraban el medio.

Uno de ellos, sin embargo, declaró que sabía cómo podía curarse el zar.

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“Si se encuentra un hombre feliz sobre la tierra —dijo—, que le quiten su camisa y se la pongan al zar. Entonces quedará curado”.

El zar mandó buscar un hombre feliz por todo el mundo.

Los enviados del soberano recorrieron todos los países, pero no hallaron lo que buscaban. No encontraron un solo hombre que afirmase que fuera feliz.

El uno era rico, pero enfermo; el otro estaba sano, pero era pobre; aquel rico y sano, se quejaba de su mujer; éste de sus hijos: todos deseaban algo más y no eran felices.

Un día el hijo del zar, que pasaba por delante de una pobre choza, oyó que en su interior alguien exclamaba: “Gracias a Dios he trabajado y comido bien. Soy feliz, ¿qué más puedo desear?”

El hijo del zar se sintió lleno de alegría, entró y saludó a aquel señor. Y al llegar a palacio mandó a unos criados por la camisa de aquel hombre, a cambio de todo cuanto quisiera.

Los enviados se presentaron a toda prisa en la choza del hombre feliz para quitarle la camisa; pero el hombre era tan pobre que ni siquiera tenía camisa.

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Escribe unas líneas distinguiendo el ser del poseer.

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El extraño que vive en casa

Sí, vive en casa, con nosotros. ¿Cómo ocurrió?

Fue mi padre el que encontró a este extraño y ya desde el principio quedó fascinado con este encantador personaje. Le invitó a que viviera en nuestra familia. Él aceptó y siempre ha estado con nosotros.

A mí siempre me gustó y entusiasmó ya desde niño.

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El extraño ser nos mantenía a todos los miembros de la familia hechizados.

Así pasaba horas y horas contándonos aventuras, cosas y más cosas. Tocaba todos los asuntos, políticos, económicos, históricos, deportivos y también de arte. Conocía y sabía de todo.

Nunca cesaba de hablar.

A veces mi madre se marchaba a la cocina para tener algo de paz, sosiego y tranquilidad.

En nuestro hogar nunca se habían oído blasfemias, palabrotas y otras cosas semejantes y menos que nosotros las dijéramos, sin embargo a nuestro visitante todo se le permitía, aunque también es cierto que a veces el papá frunciera el ceño o desaprobara con algún gesto, la mamá se ruborizaba.

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Nunca habíamos tomado alcohol y el extraño nos animó a hacerlo. Hablaba con mucha libertad, libremente, a veces con demasiada libertad sobre el sexo por ejemplo. Muchos comentarios eran vergonzosos.

Y a pesar de todo esto, nunca lo enviaron a la calle ni le tiraron de casa.

Han pasado muchos años y sigue allí, en mi casa, esperando siempre que alguien le contemple y escuche. ¿Ya has adivinado su nombre?

Nosotros le llamamos televisor, se ha echado mujer, la computadora y tiene al hijo que han tenido le han puesto por nombre móvil. Forman un trío y están presentes en todos los hogares.

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Comenta alguna de estas afirmaciones que a

continuación expongo: Puede que los espectadores sean culpables de tanta basura parece que hay más gente vacía que llena. Le encanta decir mentiras y casi toda la gente se lo cree.

Si hay tanta gente que ve los mismos programas es porque con frecuencia es el único tema de conversación de la masa. Ésta es la razón por la cual se ve el mismo programa, así uno no queda marginado y tiene algo que compartir en medio de la vaciedad.

Este ser, ¿tiene en tu casa un lugar preferente reservado?

Un servidor cuando quiere conocer con profundidad algún asunto o adquirir algo de cultura, me retiro a mi cuarto y leo un libro.

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Domingo por la mañana

La idea es de Gianni Rodari en Cuentos por teléfono.

El Señor César era muy rutinario. Todos los domingos por la mañana se levantaba tarde, daba vueltas por la casa en pijama y a las once se afeitaba, dejando abierta la puerta del baño.

Aquel era el momento esperado por su hijo Francisco, que tenía sólo ocho años, pero manifestaba ya una inclinación por la medicina y la cirugía. Francisco tomaba el paquete de algodón, la botellita de alcohol, el sobre de los esparadrapos, entraba al baño y se sentaba en el taburete a esperar. “¿Qué hay?”, pregunta el señor César, enjabonándose la cara.

Los otros días de la semana se afeitaba con la máquina eléctrica, pero el domingo usa el jabón y las cuchillas. Francisco se torcía en el pequeño asiento, serio, sin responder. “¿Entonces?”.

“Bien —decía Francisco su hijo— puede ser que tú te cortes.

Entonces yo te curaré.” ”Ya”, decía el señor César.

“Pero no te cortes a propósito como el domingo pasado — decía Francisco severamente— a propósito no vale”.

“De acuerdo”, decía el señor César.

Pero no lograba cortarse sin hacerlo aposta. Intentaba equivocarse sin quererlo, pero es difícil y casi imposible. Hacía de todo para estar distraído, pero no podía. Finalmente, aquí o allá, el corte llegaba y Francisco podía entrar en acción. Secaba el hilo de sangre, desinfectaba, pegaba el esparadrapo. Así cada domingo el señor César regalaba un hilo de sangre a su hijo, y Francisco estaba convencido de ser útil a su distraído padre.

Me serví de esta narración para la homilía en unas primeras comuniones

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No fue un hilito de sangre No fue un hilito de sangre el que recibí como regalo.

Me diste la sangre toda.

Te clavaron en la cruz y hasta un centurión te dio una lanzada en el corazón.

Del costado manó la última gota que restaba y también brotó agua.

Hoy quiero ofrecerte mi sentir a cambio del tuyo.

Te recibo y te quiero, te adoro y te amo, Señor Jesús, amigo.

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¿Crees que está bien aplicada esta narración al Señor Jesús?

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Las dos tinajas

Cada mañana repetía el mismo ritual, colocaba sobre sus hombros un aparejo y en cada ojo del mismo amarraba una tinaja.

Después se dirigía a la fuente por un estrecho y largo camino, llenaba las dos tinajas en la fuente y regresaba a la ciudad a entregar el agua a sus clientes.

Una de las tinajas tenía muchas grietas y dejaba escapar a goteo toda su agua. La otra estaba orgullosa de su rendimiento y transportaba toda el agua sin perder ni gota.

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Al tiempo, la tinaja con grietas se acomplejó y se sintió inferior a su compañera.

Tanto es así que un día decidió hablar con su jefe para que la abandonara por ser ya inservible.

“Soy consciente de mis limitaciones, soy vieja y pierdo el agua, por mi culpa dejas de ganar dinero y haces medio viaje en balde. Te pido que me perdones, compra otra tinaja nueva que pueda hacer el trabajo mejor que yo. Ya no te sirvo”.

“De acuerdo, —le contestó el dueño—, pero ya hablaremos esto mañana con más calma”.

Al día siguiente, de camino hacia la fuente, el portador del agua se dirige a la pobre y agrietada tinaja y le dice: “Fíjate bien en la orilla del camino y dime lo que observes”.

“Nunca me había fijado, pero veo que hay un borde que está llenito de flores, es muy hermoso”.

“Pues bien, mi querida tinajita —repuso sonriente el portador—, quiero que sepas que si esa parte del camino es como un bello jardín, es gracias al agua que tu portas y que la

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dejas caer. Compré semillas y las esparcí a lo largo del camino y tu te encargaste de darles vida, ahí tienes el resultado. Tú sin saberlo ni quererlo las regabas. Gracias a ti cada día corto algún ramillete y lo llevo a los seres queridos, a los cuales les alegro”.

Y es en ese momento cuando el buen hombre, inclinándose escogió y cortó una bellas flores para uno de sus seres queridos.

Esta vez la tinaja dejó caer una gotas de sus grietas y también de sus ojos para regar aquel bello jardín a la vera del camino.

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Da tu juicio a esta afirmación a raíz de la narración leída: “También lo débil y defectuoso muchas veces sirve y da vida”.

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La piedra de hacer sopa

Era un pequeño pueblo, y una tarde llegó un señor correctamente vestido y llamó a una puerta para pedir algo de alimento.

La respuesta que recibió de la señora que le abrió fue bien clara, “perdone, señor, pero en estos momentos no tengo nada en casa”.

El señor no se inmutó y le respondió: “No se preocupe, tengo una piedra de hacer sopa en mi bolsa, si Ud. me permite echarla en un puchero de agua hirviendo, yo haría la mejor sopa del mundo, que el puchero sea muy grande, por favor”.

A la señora le picó la curiosidad y así lo hizo. Para cuando el agua comenzó a hervir ya estaba allí todo el vecindario para ver aquel fenómeno. El señor extraño dejó caer la piedra al agua hirviendo y probó una cucharadita y exclamó a continuación: “Deliciosa, pero necesita alguna patata” “Yo tengo patatas en mi casa!”, saltó una mujer y salió disparada a por ellas.

Al rato regresa está y echa las patatas al puchero.

De nuevo el señor prueba la sopa y dice: “Sí, buena, buena pero si tuviéramos un poco de carne...”

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Otra ama de casa salió corriendo y trajo la carne Volvió el señor a probar la sopa y añadió: “Está muy sabrosa, pero si tuviéramos unas verduras, quedaría mejor”.

Otra señora vuelve rápidamente con una cesta con judías verdes, zanahorias y más.

Una vez probada dijo a la dueña de la casa: “La sal, por favor”.

A continuación exclamó: “Preparen platos”. Trajeron platos y hubo gentes que portaron incluso pan y frutas.

Se sentaron todos y disfrutaron de aquella riquísima sopa, cocido o caldo Era la sopa de piedra.

En medio de la comida, el señor extraño desapareció sin que nadie se diera cuenta de ello, dejando tras de sí la milagrosa piedra de hacer sopa que estas gentes podrían usar siempre que quisieran.

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“La unión hace la fuerza”. “Un pueblo unido, jamás será vencido” Da tu juicio.

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¿Dónde está la felicidad?

Estamos en el Olimpo, allí están reunidos todos los dioses.

Llevan entre manos una fuerte decisión: crear a un ser llamado hombre y mujer pero con unas determinadas características, a su imagen y semejanza, como ellos. Intervienen dioses y dioses oyendo su voz. Hay miedo. Si lo hacen como ellos podrían quitarles el puesto. Así que después de mucho hablar deciden hacer, sí a su imagen y semejanza pero con una condición: sin felicidad. Así, este ser deberá estar buscándola toda su vida.

Pero habrá que esconderla, mas ¿dónde? E interviene el dios de los mares, Neptuno: “Yo lo sé, en mis profundidades” La respuesta del resto es negativa, los humanos son inteligentes y darán con ella. Desisten de esta feliz intervención del dios de los mares.

De inmediato surgen otras voces y ahora es el dios de los vientos Eolo que dice sabe dónde puede esconderse la felicidad, ¿dónde? Él conoce los más altos picachos de la tierra porque ha llegado y llega con frecuencia hasta ellos. De nuevo la respuesta es negativa ya que dicen, con lo fuerte que lo creamos alguno llegaría a escalar esa cumbre y encontrarla.

Va a ser la diosa Minerva, una mujer la que proponga aquello en lo que todo el mundo está de acuerdo, veamos lo que dice: “es un sitio que nunca dará con él y está bien próximo a él y a ella; en lo más profundo de su ser, allí nunca la encontrarán” Todos acceden a esta profunda y bella propuesta.

Y así lo hicieron, crearon al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza faltándoles la felicidad. Y nunca, nunca, porque pasaron los siglos a nadie se le ocurrió buscarla dentro de sí mismo.

Alerta, atento amigo, amiga, jóvenes. No busques fuera de ti la felicidad, no la vas a encontrar y te doy pistas, no la vas a encontrar ni en los € ni en el placer ni en la vagancia ni en la fama ni en el deporte ni en belleza física ni en la simpatía. Sólo la podrás buscar dentro de ti, siendo fiel a ti mismo.

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Muchos la confunden con el confort, el placer o el bienestar. A la felicidad no se llega, es una manera de andar, no es un destino, es un síntoma que aparece al caminar. Unos la persiguen y otros la crean. Amando y sin ruido, cuidando lo esencial, brindando pellizcos de alegría a quienes te rodean y este es el modo. Al hacerlo se es feliz.

Te va a exigir el ser consecuente, eliges de este modo el camino estrecho, no lo fácil ni el que te ofrece la sociedad ni la tele ni amigos; esta es la gran pista y flecha que te va a señalar su escondite.

Si quieres llegar a ser alguien, deberás luchar, no te rindas y seguro que darás en el clavo y encontrarás la felicidad. Ella está dentro, muy dentro de ti, la vas a encontrar en la paz y profundidad de tu ser, de tu corazón. Ánimo, si lo intentas, seguro, muy seguro que darás con ella y nada ni nadie te la podrá arrebatar.

Te felicito ya de antemano porque estoy seguro que lo intentarás y más seguro que lo conseguirás.

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Antes de barrer fuera de tu casa, mira en tu interior. ¿Qué dices a ello?

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El girasol

Bello es el cuadro de Los girasoles de Vicent Van Gogh.

Más bello es un campo de girasoles en flor y en los llanos de Castilla.

Todos ellos están orientados hacia el sol.

Veo con frecuencia la escena de masticar “pipas” a grupos de adolescentes y jóvenes sentados en la escalera, en el portal de una iglesia o simplemente caminando por la acera. Son las semillas del querido girasol.

Un día me pregunté. ¿Por qué se llamará así a esta planta? E imaginé.

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El prado estaba repleto de flores, era primavera. Con el agua y el bello sol explotaron todo género de plantas y flores, se vistió la campiña con traje de fiesta. Y entre tantas vi que estaba el girasol. ¿Por qué este nombre?

Todas las plantas amanecían con perlas de rocío en sus pétalos, también el grandote girasol, pero éste en cuanto aparecía el primer rayo de sol, ponía su carita amarilla para que le diera de lleno en el rostro y como si buscara la sonrisa de la luz iba girando y girando con las distintas horas del día hasta que a la noche bajaba su cabeza para reposar. Así un día tras otro, una primavera y otra. ¿Cómo llamarle? Si giraba conforme al sol, podíamos llamarle girasol. Así que decidí llamarle así. Este nombre gustó a todas las plantas y flores del campo y ¿cómo no? A los niños que venían a jugar junto al hermoso campo lleno de cabecitas amarillas. ¿Cómo supieron su nombre? Se lo preguntaron a uno de los padres que era jardinero, amante y entendido en plantas. Se lo dijo y les explicó el por qué recibía tal nombre.

Desde entonces iban a jugar a su campo preferido, el campo de los girasoles.

Para esta planta el sol es su vida y no aparta su mirada de él en todo el día. Le quiere tanto que hasta se parece a él: amarillo, redondo y resplandeciente.

Todos los niños y gentes que cruzaban por aquel lugar sentían admiración por el enamorado del sol, por el girasol.

Gira, gira en torno al sol Gira, gira en torno al sol, tu nombre: girasol.

Los que van en torno a Cristo se denominan cristianos.

A veces no levanto cabeza y miro a otro lado.

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Cuando te veo pasar cruzo la esquina y es que no giro al sol, giro en torno y voy a la mía, olvido tus colores, el amarillo de tu luz divina y mi rostro, por la culpa tiene tono de melancolía.

Quiero ser como esta criatura que mueve su cabeza donde está su corazón, girar en torno a Ti, y no agachar el rostro ni mirar a otra parte más que a Ti, Cristo Señor.

Amigo, desde hoy quiero llamarme girasol, gira-Jesús.

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¿Está bien ideado lo de girasol con gira Jesús? ¿Por qué sí o por qué no?

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La historia de Fleming

Érase que se era un granjero escocés que era pobre y labrador.

Un día escuchó un lamento que provenía de un pantano cercano a su casa. Dejo sus herramientas y toda su faena y voló al lugar de donde salían tales gritos y gemidos.

Encontró allí a un muchacho metido hasta la cintura en un lodazal húmedo y negro, estaba aterrado y por esto gritaba. Se hundía a iba ahogarse sin remedio.

El granjero Fleming salvó a aquel muchacho de una muerte lenta y segura.

Al día siguiente llegó un carruaje elegante a su granja. Bajó un señor bien vestido y se presentó como el padre del joven que había salvado.

Le dijo: “quiero recompensarle, salvó la vida de mi hijo”.

“No, no puedo ni debo aceptar un pago por lo que hice” En aquel momento se acercó a escucharles un chiquillo, era el hijo del granjero. Entonces el señor al verlo le dijo de nuevo a bocajarro: “Le hago un trato, mi deseo es que su hijo reciba la misma educación que el mío”.

A lo que el granjero aceptó y de este modo pudo su hijo graduarse en la escuela médica del St Mary´s Hospital de Londres.

Llegó a ser el Dr Alexander Fleming, el descubridor e inventor de la penicilina.

Años después, el mismo hijo, el que había sido salvado de la ciénaga, cayó enfermo de gravedad, era pulmonía. ¿Quién fue el que salvó su vida esta segunda vez? La penicilina.

El nombre del hombre noble era Sir Randolph Churchill y el de su hijo Sir Winston Churchill.

Haz siempre el bien y no mires a quién.

Lo que va, regresa tanto en bien como en mal.

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¿Qué añades o dices a esta bella historia?

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La mariposa azul

Un anciano sabio vivía en lo alto de una montaña. Tenía dos jóvenes muy deseosos de aprender y además eran muy inteligentes. El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin dudar. Jamás dudaba. Con el tiempo los discípulos decidieron inventar una pregunta que él no supiera responder.

Uno de los jóvenes capturó una mariposa azul y dijo al otro: “Voy a esconder la mariposa en mi mano derecha. Le preguntaré al maestro si está viva o muerta. Si dice que está muerta, abriré la mano y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. Cualquiera que sea su respuesta, será una respuesta equivocada.”

Vieron llegar al anciano. Era el momento.

“Tengo aquí, en mi mano, una mariposa azul —se dirigió a él aquel joven— Dígame, maestro, ¿está viva o muerta?”

“Depende de ti —sonrió calmadamente el sabio— ¡Ella está en tus manos!”

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Juzga la respuesta que da el maestro al espabilado joven inexperto.

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Decíamos ayer

Esta histórica frase es de Fray Luis de León, religioso agustino y un gran poeta en lengua castellana (1527-1591) Siendo catedrático en la universidad de Salamanca, fue acusado ante el tribunal de la Inquisición por sus explicaciones en el aula y por haber traducido de la Biblia hebrea al castellano el Cantar de los Cantares. Estuvo cuatro años en prisión.

El día de su incorporación a la cátedra e la universidad, la clase suya estaba llena de jóvenes esperando sus primeras palabras. ¿Atacaría a sus acusadores? ¿Criticaría a la autoridad?

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¿Diría algo contra la injusticia cometida hacia él por el Tribunal de la inquisición?. Entró Fray Luis y mirando a los asistentes y a su entorno empezó diciendo en latín:”decíamos ayer” y dicen los que allí estuvieron que siguió la clase en el punto en que la había dejado cuatro años antes.

Por eso, esta frase se suele usar cuando una persona quiere unir el tiempo presente con otro anterior, en el que las cosas funcionaron con paz y armonía y no se entra a revolver cosas desagradables ocurridas. Pronunciarla supone una actitud de corazón generoso libre de cualquier tipo de rencor.

Oda XXIII A la salida de la cárcel Aquí la envidia y mentira me tuvieron encerrado.

Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de aqueste mundo malvado, y con pobre mesa y casa en el campo deleitoso con sólo Dios se compasa y a solas su vida pasa ni envidiado ni envidioso.

Oda I Vida retirada Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruïdo,

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y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido; ¡Oh monte, oh fuente, oh río,! ¡Oh secreto seguro, deleitoso!

Roto casi el navío, a vuestro almo reposo huyo de aqueste mar tempestuoso.

??

Busca algún dato más de la vida de Fray Luis de León.

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De paso

Un hombre se trasladó a un pueblo muy remoto para consultar a un rabino muy famoso.

Llegó a su casa y advirtió con sorpresa, que los únicos muebles que disponía eran un colchón echado en el suelo, dos sillas y una vela. El resto de la habitación estaba absolutamente vacía y sin muebles.

Tuvieron la charla y terminada la cual, antes de irse, intrigado el visitante por la escasez de muebles, le preguntó: “¿Puedo hacerle una última consulta?”

“Por supuesto”, contestó el rabino. “¿Dónde están sus muebles?”

“Y ¿dónde están los suyos?”, preguntó el rabino “¿Cómo que dónde están los míos? Yo estoy de paso”, afirmó el hombre.

“Yo también”, contestó el rabino.

Hominem te esse memento, memento mori, que significa: “Recuerda que sólo eres hombre y recuerda que morirás”.

Esto se lo repetía una y mil veces un esclavo a los oídos del general victorioso que entraba en Roma para celebrar sus triunfos.

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Muchas gentes viven sin pensar que un día deberán morir. ¿Qué afirmas del hecho de pensar en la muerte?

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Una dura verdad

Dionisio I, célebre tirano de Siracusa, creía hacer muy buenos versos. En cierta ocasión declamó algunos al poeta Filoxeno, quien sin miramientos, declaró que le parecían abominables.

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Encolerizado Dionisio, mandó encarcelar a Foloxeno. De nuevo, al día siguiente hizo conducir a su presencia al poeta encarcelado para pedirle parecer sobre otra poesía. Cuando la hubo escuchado, Filoxeno emitió su veredicto de modo claro: “Devolvedme de nuevo a la prisión”, dijo a los esbirros.

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¿Ves buenas y valientes las respuestas de Filoxeno al tirano Dionisio de Siracusa? Diciendo la verdad, muchas veces, la persona se la juega. Tu juicio al respecto.

Espero hayas disfrutado de todos estos pequeños relatos.

Sírvete de ellos para vivir con elegancia.

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MENSAJES PARA LOS AMIGOS En el trabajo con jóvenes he podido gustar y comprobar que para llegar hasta sus corazones ha de dárseles pequeños bocados de alimento, no rebajado y sí fuerte pero en pequeñas dosis. No gustan de rollos. Son como al niño pequeño que debe dársele el alimento con medida.

De lo contrario podría sentarle mal y lo bomitaría.

Aquí te presento algunos, espero disfrutes de ellos, como así le ocurrió a un servidor.

La materia es fuerte, la amistad y las perlas, mensajes, consejos y quisicosas que se nos ofrecen son dulces sabrosos.

Al final de cada mensaje pongo un “para hacer”.

Va dedicado, de modo especial a animadores de grupos juveniles, escuelas, grupos scouts y para diversas actividades de tiempo libre con adolescentes.

Bien te pueden servir, a ti, querido lector, como ejercicio de reposo, retención o reflexión.

Te deseo lo mejor y quédate con alguna de estas bellas flores recogidas en mi pasear por la ciudad, el campo, monte y campiña.

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Bienaventuranzas del amigo

1 Bienaventurado amigo, si pones tu alegría en alegrar a los demás porque así experimentarás un alegría mayor.

2 Bienaventurado si te haces digno de que tus amigos confíen en ti sus secretos, de ti serán sus corazones.

3 Bienaventurado si colaboras, si das y entregas porque recibirás una medida mayor.

4 Bienaventurado si haces algún favor ahorrando la molestia y vergüenza de quien te lo pida porque experimentarás que el mayor gozo está en el dar y no tanto en el recibir.

5 Bienaventurado si sigues apreciando a tus amigos aunque

se hayan equivocado y caído, ya que si un día también tu caes, serás levantado, querido y ayudado.

6 Bienaventurado si amas a desconocidos, ingratos, enemigos y traidores porque imitarás así a quien tanto amó que incluso dio su vida.

7 Bienaventurado si tienes hambre y sed de amar porque serás saciado, serás muy querido.

8 Bienaventurado si amas con corazón limpio, así, sí, verás la Otra realidad.

9 Bienaventurado si tienes por amigo y cuentas con un tal llamado Jesús de Nazaret, Salvador de mundo.

10 Bienaventurado si repartes bendiciones, sonrisas y trozos de corazón en todo lo que haces, nunca estarás solo y menos triste.

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Señala una de las diez bienaventuranzas, aquella que más te agrade o esté más acertada según tu opinión.

Crea otra bienaventuranza para el amigo.

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Una bella lección entre amigos

Caminaban dos jóvenes por el campo y vieron unos viejos zapatos, supusieron que eran de un señor que estaba trabajando en el campo vecino. Uno de ellos le hizo esta propuesta al compañero: “Juguémosle una bromita, se los escondemos y luego nosotros, también escondidos observamos la cara que pone el hombre” El otro compañero le respondió: “Mi querido amigo, no debemos divertirnos a expensas de este pobre agricultor.

Nosotros estamos bien, ¿y él? No lo sabemos. Podríamos darle una alegría a este hombre. Colocamos un billetito en cada zapato y escondidos observamos la cara que pone...”

Así lo hicieron.

Al rato apareció el hombre al terminar su tarea. Buscó los zapatos y al ir a meter el pie, vio un billete dentro, se agachó, miró y con gran sorpresa encontró en cada uno un hermoso billete.

Se preguntó qué podría haber sido aquello. Miró alrededor y los guardó en su bolsillo.

Cayó de rodillas, —los dos amigos lo estaban observando escondidos detrás de un matorral— levantó la vista al cielo y dijo en voz alta, de suerte que los amigos lo pudieron escuchar:

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“Gracias, Señor. Mi esposa está enferma, nos irá muy bien este dinero y también para la comida de los hijos, gracias, mil gracias, Señor por esta mano desconocida” Los dos jóvenes mantuvieron la emoción y se unieron en el silencio con la oración de aquel señor.

Al rato el otro amigo le dijo al segundo: “¿No es esto mejor que la bromita que querías gastarle?”

La respuesta fue: “Jamás olvidaré esta lección que me has dado. Ahora entiendo mejor que nunca que si das un poco, recibes mucho más.”

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Da tu juicio a las dos maneras de actuar de cada uno de los amigos.

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¡Amigos!

Tendría unos trece años, era a la salida del colegio, por la tarde. Delante de mí iba otro compañero, al cual no le conocía, era de mi misma edad, veo con asombro que lleva la mochila llena de libros, muy cargada.

Al rato pasan delante de él otros tres muchachos, los cuales de quitan su pesada mochila, le sacan todos los libros y los tiran por la acera, luego lo tiran a él al suelo, sus gafas salieron disparadas, lejos. Ellos corrieron veloces calle abajo.

Me acerqué, le cogí las gafas y se las doy, veo que en sus ojos brillan las lágrimas. Le recogí los libros y le ayudé en todo. Le pregunté por qué llevaba todos sus libros a casa y no los dejaba en el colegio, le insistí y no recibí ninguna respuesta. Me lanzó una dulce mirada y me dijo con voz trémula: “gracias, muchas gracias”.

Seguimos juntos el camino, no vivía muy lejos de mi casa, según pude comprobar, nunca le había visto y era natural, pues se había cambiado de colegio hacía unos días.

Le invité para que el fin de semana viniera a jugar con mis

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amigos a fútbol, aceptó y como era sábado quedamos para vernos al día siguiente.

Jugamos al fútbol, conoció a mis amigos. Vi que era un buen chaval y así floreció la amistad entre nosotros y para siempre.

Pasaron los años y ambos fuimos a la universidad, él estudió medicina y un servidor derecho. Nos veíamos de vez en cuando. Él era un ligón, llevaba a las chicas loquillas, yo casi le envidiaba.

Llegó el día de su graduación. Le encargaron el discurso de apertura del acto. Minutos antes le pude ver, ya que me había invitado a este acto, estaba muy nervioso. Le di una palmadita y le deseé suerte.

Llegó el momento del discurso y comenzó con mucha serenidad y firmeza, agradeció a profesores, compañeros, familiares y asistentes en general su presencia y la ayuda recibida para llegar a esta meta. Se detuvo en un apartado, a quien más agradeció fue a los amigos, hizo como una pequeña canción a la amistad y prosiguió: “Yo estoy aquí por un amigo que me salvó la vida”. Narró el hecho de los libros por tierra y continuó con voz firme y serena: “Yo llevaba todos mis libros en mi cartera porque, desesperado, me iba a quitar la vida y así mi madre no tendría que ir al colegio a buscarlos, pero ese amigo...” y me lanzó una mirada cariñosa; yo me puse rojo como un tomate, sentí también sobre mí la mirada de sus padres., terminó de narrar el hecho y finalizó diciendo: “pero ese amigo me salvó la vida”.

Acabó su jugosa y breve intervención con palabras de aliento y acentuando el valor de la amistad. Se acercó donde un servidor estaba y señalándome al público congregado y levantando su voz dijo: “Aquel amigo está aquí, es éste” y me dio un caluroso abrazo al mismo tiempo que sonaron fuertes aplausos.

Naturalmente que por mis mejillas rodaron dos lagrimones de niño.

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Comenta esta expresión: “Más bien tarde que temprano se recogen los buenos frutos del árbol que un día plantamos y cuidamos.

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Ramillete de flores recogidas en los prados para los amigos 4

Pasando por la campiña, al caminar por la vida he visto y disfrutado de la belleza de alguna de estas flores, las he recolectado para ti.

• Nunca prives a nadie de la esperanza, puede que sea lo único que posea.

• No tomes decisiones cuando estés enojado.

• Cuida tu postura física.

• No pagues un trabajo hasta que no esté concluido.

• Cuídate de quien no tenga nada que perder.

• Aprende a decir “no” con cortesía y elegancia.

• No esperes que la vida sea justa.

• No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.

• No aplaces las cosas. Haz lo que sea preciso en el momento preciso.

• No temas decir “no sé” y “lo siento”.

• Hay cosas que no regresan: la palabra dicha, el tiempo transcurrido y las oportunidades.

• Cuando hables, mira a los ojos de las personas.

• Di “por favor” y “gracias” con frecuencia.

• Gasta menos de lo que ganes.

• No creas todo lo que oyes.

• Tú eres tal como respiras.

• Medita treinta minutos todos los días.

• Disfruta del descanso.

• Conserva y cuida a los amigos.

• Sé honesto, gánate el respeto.

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De todas estas flores, ¿Cuál te regalarías a ti mismo en este momento?

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Pequeñas perlas para dar • Despierta que el sueño paraliza.

• Actúa, la inercia es negativa • Esfuérzate, que los días son cortos.

• Espera, todo tiene su momento.

• Trabaja, que el ocio mata.

• Contrólate y vencerás.

• Da mucho, siempre recibirás más.

• Sigue, sigue… y llegarás.

• No dudes, lo conseguirás.

• Espera, todo vendrá.

• Todo lo que sé lo daría por la mitad de lo que ignoro.

• La sonrisa y el beso son idiomas universales.

• Haz el bien sin prometerlo.

• Imposible hoy, muy posible, mañana.

• Disfruta hoy, es más tarde de lo que crees.

• La persona que no se equivoca es que nunca hace nada.

• Las lágrimas con la sangre del alma.

• Aprende a gobernarte a ti, antes que a mandar en los demás.

• El hacer de uno es el espejo en el que se ve su imagen.

• La muerte será la vida vivida.

• La vida es muerte que llega y viene.

• Uno es lo que es, resultado de lo vivido.

• No olvides que te espero y no esperes que te olvide.

• La sonrisa es la forma más sencilla de gratitud.

• La peor nostalgia es añorar aquello que nunca existió.

• Bailar es soñar con los pies.

• El beso más difícil y amargo es el último.

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• El sabio no dice todo lo que piensa, pero sí piensa cuanto dice.

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Escribe dos, tres o más frases de estas en un papel.

Hazlo con letras mayúsculas, como de imprenta y en anónimo y luego deja el papel en un lugar visible de la sala o lugar de reunión para quien lo desee se lo lleve como recuerdo.

La vida me enseñó

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• La experiencia es un peine que te llega cuando ya te has quedado calvo.

• Vive todos y cada uno de los días como si fuera el último de tu vida, un día acertarás.

• Algunos jefes son como las nubes. Cuando desaparecen, el día se vuelve maravilloso.

• La mujer se casa pensando que él un día cambiará. El hombre se casa pensando que ella nunca cambiará, ambos se equivocan.

• Las personas inteligentes siempre dudan, ¿será verdad?

• El mundo está en las manos del quien tiene algún sueño.

• La posibilidad de realizar algún sueño hace que la vida sea interesante.

• Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo a los ladridos y críticas.

• Aprendemos de todo, incluso de las batallas perdidas.

• Valiente no es ausencia de miedo sino coraje para seguir.

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Añade algo de aquello que te ha enseñado a ti la vida, a tu persona y a tus años.

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Para mi amigo • Muchos jóvenes se pierden por la mala elección de los amigos.

• La amistad llega cuando el silencio entre dos es ameno.

• El amigo no tiene defectos, si lo odiáramos carecería de virtudes.

• Haciendo el mal disfrutarás, pero haciendo el bien tu alegría perdurará.

• Por la vagancia muchos genios se malograron y por el esfuerzo, hombres y mujeres normales rayaron en lo genial.

• Una buena fuente se conoce en la sequía y un amigo en la adversidad.

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Aplícale un dicho con sabiduría a tu amigo.

Escríbelo con letra elegante, mételo en un pequeño sobre y regálaselo.

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Envejecer o crecer

Conozco a muchos mayores en años que son jóvenes en ilusiones y que están pletóricos de vida. Para ellos y ellas van dedicados estos mensajes.

Se envejece en años, ¿Todos envejecen en ilusiones?

• Envejecer es común a todos, crecer ya es otra cosa.

• Muchas personas pierden la salud por ganar dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud.

• Las hay que viven con ansiedad perdiendo el futuro y así no disfrutan del presente. No viven ni el presente ni el futuro.

• No dejamos de amar porque envejecemos, envejecemos porque no amamos.

• Hay secretos para continuar siendo jóvenes: reír y encontrar

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lo bello cada día. Es necesario soñar, se muere cuando se pierden los sueños. Conozco a personas que caminan y son como cadáveres ambulantes, no vibran por nadie ni nada.

• Los mayores nunca se arrepienten de lo que hicieron sino de aquello que dejaron de hacer.

• Hay personas que tienen miedo a morir. Muchos viven como si nunca tuvieran que morir y mueren como si nunca hubieran vivido.

• La persona tiene el desafío de leer poesía y llevarla a la práctica en su vida diaria.

• Envejecerás a medida que pase el tiempo pero a su vez podrás vivir rejuvenecido en ilusión, quereres, sueños y proyectos.

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Aplícate uno de estos pensamientos y crea otro nuevo del mismo corte para una persona joven.

Algunos consejos para jóvenes y mayores 9

• No prives a nadie de la esperanza, puede que sea lo último que le quede.

• No tomes decisiones cuando estés enojado.

• No esperes que la vida sea justa.

• Contempla el amanecer, al menos una vez al año.

• Trata a los demás como quieres que te traten a ti.

• Aprende a guardar secretos.

• Reconoce tus errores.

• Di siempre la verdad.

• No cuentes todo lo que oigas, no digas todo lo que piensas.

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• En vez de criticar, elogia a las personas.

• Aprender a escuchar es un arte.

• Disfruta de la belleza.

• No pierdas el control en ningún momento; respira.

• Tienes derecho a ser feliz.

• Desecha el odio y el rencor, son malos compañeros, te hacen más daño a ti.

• Haz una sola cosa a la vez.

• Descubre el placer en lo pequeño: comer, respirar, caminar, saborear un dulce, escuchar música, gozar del canto de un pájaro, del ruido de una fuente, de la sonrisa de un niño.

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Quédate con uno de estos consejos, escríbelo a color y si te animas puedes hacerle un dibujo que case y pegue con el pensamiento elegido o bien recortas y le adjuntas una fotografía de una revista.

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El silencio

El silencio guarda los secretos.

No hay sonido más dulce que el silencio.

Es canción del alma, suspiro del corazón.

Algunos la escuchan en su trabajo, otros en la amistad y muchos en la simple contemplación.

Cuando se alcanza, los sonidos se apagan, no hay estridencias ni ruidos.

Es entonces cuando la existencia se convierte en meditación.

Una vida así, está colmada de paz; ni dolor ni lucha ni preocupación tienen cabida.

La naturaleza es meditación y a través de ella podemos contemplar un más allá.

Respira en cada flor, únete a su color.

Vuela con cada pájaro y canta con su trino para alabar y escuchar los sonidos del silencio y del Creador.

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No busques más belleza ni sabiduría, porque la sabiduría es contemplación de la belleza.

Hagas cuanto hagas, canta desde dentro y disfruta de lo que haces; todo y así tendrá mejor sabor.

Ya respires, respira el suave y dulce soplo de la vida.

Ya cantes con buena voz o ronca y oscura.

Ya llores o rías, sólo o con otras personas.

Si el silencio es tu compañero, todo será mejor.

Tu vida ha de ser un sendero de meditación y todo cuanto pase a tu mirada y sentir tendrá otra dimensión inalcanzable, se te escapará como un pájaro que va a posarse en el cable del horizonte y te lo oculta una nube que arrastra el viento o te lo impide ver el rosado intenso del atardecer o la luz diáfana de la mañana.

El silencio, buen amigo, es guardador de los muchos secretos que portas y hablador de cuanto eres.

Silencia, silencio, calla y escúchate a ti mismo, calla y escucha las notas de la mañana, tarde y noche del silencio.

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El silencio no gusta a muchas personas, ¿por qué?

Puedes hacerle un pequeño comentario a esto que te digo: Si llevas riqueza en tu corazón, gustarás del silencio, si anida en ti la superficialidad, es posible que no gustes tanto de la soledad, silencio y paz.

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Urgente

Hoy vivimos con prisas. Todo son urgencias, en el trabajo y hasta en el descanso, vacación y tiempo libre.

Vivimos día a día con esta palabra. Nuestras vidas son agitadas y urgente es un modo de vivir pobre.

El día en que nos marchemos de este mundo, dejaremos muchas urgencias pendientes en nuestra agenda.

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¿Qué es lo urgente?

Que te pares y preguntes sobre el significado de cuanto vives y haces.

Urgente es darte cuenta de los días que pasan y vuelan.

Es urgente el que mires cuanto sucede en torno tuyo, mires el cielo, goces la sombra de un árbol, escuches el trino de un pájaro y las pisadas de quien camina a tu lado.

Urgente es ser más humano, valorar el tiempo que nos pide un niño, madrugar para saludar al sol que nace y recibir sus primeras caricias agradeciendo al Alto tan gran día.

Urgente es que vibres con la vida como la cuerda de la guitarra canta al ser acariciada, como la piedra agradecida al caer sobre ella el agua.

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Es urgente que respires, llenes los pulmones con el perfume de hierbas y flores.

No hay nada más urgente que valorar a quienes te aprecian, sonreír y corresponder y que de vez en cuando les digas cuánto les quieres y lo mucho que les amas.

Sólo urge el fruto del amor; el resto son flores, hojarasca y basura.

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Da tu juicio sobre las prisas y urgencias con que las gentes viven hoy.

Describe y compara con brevedad, un día en la ciudad y un día en la campiña.

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Quisicosas • La marihuana causa amnesia... y otras cosas que no me acuerdo.

• Sólo quien ha comido ajo puede darnos una palabra de aliento.

• Hay estudiantes que les da pena ir al hipódromo porque ven que hasta los caballos logran terminar la carrera.

• El negocio más expuesto a la quiebra es el de la cristalería.

• El diabético no puede ir de luna de miel.

• Hay que trabajar ocho horas y dormir 8 horas pero no las mismas.

• Los japoneses no miran, sospechan.

• ¿Cuál es el animal que después de muerto da muchas

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vueltas? El pollo asado.

• Cuando un médico se equivoca, lo mejor es echarle tierra al asunto.

• El eco siempre tiene la última palabra.

• En los aviones, el tiempo se pasa volando.

• Los mosquitos mueren entre aplausos.

• Es fácil arreglar los problemas económicos, lo único que se necesita es dinero.

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¿Eres capaz de crear uno o dos más dichos en este estilo jocoso?

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¿Qué has aprendido en la vida?

He aprendido • Que la amistad continúa creciendo, aún más allá de la distancia. Lo mismo pasa con el amor.

• Que puedes hacer algo en un instante y que puede causarte dolor de por vida.

• Que me cuesta mucho tiempo llegar a ser la persona que quiero ser.

• Que siempre debo dejar con palabras de amor a las personas.

• Que los héroes son las personas que hacen lo que se tiene que hacer.

• Que el dinero no es la mejor moneda, hay otra realidad más válida, el amor.

• Que me debo perdonar siempre a mí mismo.

• Que aunque tu corazón esté roto, el mundo no se detiene por tu pena.

• Que en la noche oscura siempre hay alguna rendija por donde se cuela la luz.

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• Que la paciencia es un árbol con raíces muy amargas pero que da unos frutos dulces y sabrosos.

• Que aprendas a trabajar como si no necesitaras el dinero.

• Que ames siempre a todos como si nunca hubieras sido herido • Que bailes y cantes como si nadie te viera o escuchara y no olvides de sonreír siempre a todos.

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He aprendido….termina la frase al estilo de las leídas.

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No me interesa, sí quiero saber • No me interesa tu edad, quiero saber si sigues con ilusiones y alegría.

• No me interesa saber cuánto dinero tienes. Quiero saber si eres capaz de vivir con poquito y sin ambiciones.

• No me interesa saber los títulos que tienes. Quiero saber aquello que te sostiene cuando todo se derrumba.

• No me interesa saber si tienes muchos o pocos amigos.

Quiero saber si a pesar de que quieres agradar, hay personas que no te quieren y tú no les odias.

• No me interesa saber si has viajado y conocido muchas naciones. Quiero saber si has viajado al fondo de tu interior.

• No me interesa saber si eres guapa o feo. Sí quiero saber si llevas limpio y es hermoso tu corazón.

• Quiero que rías y rías siempre, como la flor al abrirse ante el sol. Ríete de la noche con luna o sin ella. Ríete de los peces de colores. Ríe siempre aunque a veces tengas que limpiarte y tragar alguna lágrima.

Que esta risa sea a dúo, compartida y en amistad.

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Señala dos cosas que quisieras saber del amigo y otras dos que no te interesan.

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Algunos pétalos de rosa • A las flores les pedimos que tengan perfume, a las personas que sean amables.

• A veces los mejores nadadores se ahogan y los mejores jinetes caen por tierra.

• Para que veas la luz del sol brillar desde la ventana debes levantar las persianas.

• Aquél que pregunta es tonto durante cinco minutos, el que no lo hace lo es siempre.

• Caer está permitido, levantarse, siempre.

• Con dinero se es inteligente, atractivo y hasta canta bien.

• Disfruta hoy, trabaja hoy, ama hoy... es más tarde de lo que crees.

• El hombre es más duro que la piedra, más fuerte que el hierro y más frágil que un cántaro de barro.

• Se es bueno cuando uno hace mejores a los otros.

• Cría a tus hijos con cariño y sabrás cuánto debes a tus padres.

• La amistad termina donde comienza la desconfianza.

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• Se es generoso cuando uno da sin que se lo pidan.

• La herida de una lanza se cura con facilidad, la de la lengua es más difícil.

• Las buenas fuentes se conocen en la sequía, a los amigos en la adversidad.

• Un día le dije al almendro que me hablara de Dios y mira por dónde comenzó a florecer.

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Recoge un pétalo de rosa, quédate con él.

Coméntalo con un amigo.

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Está prohibido

Vemos con frecuencia escritas muchas prohibiciones en carteles, letreros, en lugares públicos, privados, bares, establecimientos, restaurantes, caminos, fincas…”Prohibida la entrada”, “Propiedad privada” “Prohibido aparcar”; “Prohibido fumar”; “No perros”; “Prohibido…” “Prohibido prohibir” Ciertas prohibiciones van muy bien sin duda, muchas convenientes y otras necesarias, sin embargo presentamos otras indicaciones en que nunca deben ser prohibidas. Veamos.

• Está prohibido aburrirse y no saber qué hacer.

• Prohibido no luchar por conseguir aquello que uno cree debe alcanzar.

• Está prohibido que abandones la empresa que te propusiste y lo hagas por miedo.

• Super prohibido no intentar hacer realidad tus sueños.

• Queda terminantemente prohibido no demostrar tu amor y cariño a los seres queridos.

• Que abandones y olvides a tus amigos.

• Que sólo te acuerdes de ellos cuando tengas alguna necesidad que te puedan resolver. Prohibido sólo usarlos.

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• Prohibido olvidar los ojos, la mirada y la sonrisa de aquellas personas que amas y que te aman.

• Está prohibido no disponer de un tiempo para quien te necesita. No saber perder el tiempo con un niño.

• Esta prohibido tener miedo a la vida.

• No vivirla en positivo.

• No sentir que este mundo sin tu presencia sería otro.

• Pensar que la vida de los demás vale más que la tuya.

• No vivir cada día como si fuera el último.

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Señala la prohibición que más te ha gustado en este momento Crea dos prohibiciones más al estilo de las que hemos puesto.

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Para no perder al amigo

Un amigo es un tesoro.

Quien tiene un tesoro lo cuida y pone todos los medios para no perderlo.

Un buen instrumento para perder al amigo es la aceleración con que se vive hoy.

Esto hace que no perdamos tiempo para cultivar la amistad, no la tratamos con frecuencia, la hierba del camino que va a su casa crece al no pisarla; hay poca conversación reposada; pocas horas compartidas. Sí algún que otro frío mensaje al móvil.

Son amigos, viven en la misma ciudad y no se ven durante meses. ¿Amigos?

Quitamos un tiempo precioso para los amigos cuanto más invertimos en ver televisión.

Nos visitamos menos, además parece que ha de ser el otro quien debe tomar la iniciativa. ¿Por qué nosotros?

Compartimos menos.

Hoy se abre una ventana a través del correo electrónico y del chateo. El internet, la telecomunicación es una buena oportunidad para acercarse a los amigos lejanos y de otros continentes.

El amor de amistad es de los más elevados y desinteresados, no hay intercambio de sexo. Se intercambia comprensión mutua, apoyo, afecto, ánimo y aliento. Todo ello es muy gratificante tanto para el que lo da como para el que lo recibe.

La amistad no nace como por encanto, tampoco muere de repente. Como realidad viva que es necesita cultivarse.

Deja una planta sin nada de agua durante algún tiempo y verás.

No lo compruebes esto en la amistad.

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Señala un modo, expresa una acción para cultivar la amistad.

Haz una breve reflexión comparando los términos de tiempo y amistad.

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¿Qué es la vida?

La vida es: • Amor, ¡Gózalo!

• Belleza. ¡Admírala!

• Aventura. ¡Vívela!

• Promesa. ¡Realízala!

• Un sueño, ¡Hazlo realidad!

• Un juego. ¡Juégalo!

• Es vida. ¡Defiéndela!

• Preciosa. ¡Cuídala!

• Un reto. ¡Afróntalo!

• Una riqueza. ¡Haz que aumente!

• Un deber. ¡Cúmplelo!

• Un misterio. ¡Descúbrelo!

• Maravillosa. ¡Vívela!

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De todas estas pequeñas definiciones, quédate con una de ellas.

Inventa y crea otra respuesta.

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Un desayuno con sonrisa

Siempre me gustó sonreír.

Antes de terminar la carrera de letras, uno de los profesores nos puso como ejercicio de despedida el que cada uno de los alumnos nos acercásemos a otro u otra y sin mediar palabra alguna le sonriéramos y al mismo tiempo nos fijáramos en su reacción para luego poder interpretarla y comunicarla al resto del grupo.

Días antes me sucedió lo siguiente.

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Mi marido y yo fuimos con el hijo más pequeño de tres años a un Mcdonal y haciendo cola se acercaron dos mendigos malolientes. Todo el mundo, hasta incluso mi marido les hicieron paso alejándose de su perfume. Una servidora permaneció en su puesto con el pequeño.

Uno de los dos mendigos, de bellos ojos azules me sonrió y una servidora le devolvió la sonrisa. Pidieron un café cada uno, fuera hacía frío, seguro que vinieron para entrar en calor un poquito y sentados en una de las mesas, ya que sin consumir no estaba permitido sentarse.

Cuando llegó mi turno pedí dos buenos desayunos y se los llevé en una bandeja a los dos que estaban sentados en una mesa y alejados tomándose su cafetito.

Sin mediar palabras les dejé la bandeja en la mesa e intercambiamos amplias y largas sonrisas, la mía de afecto y la suya de agradecimiento y creo que no tanto por los desayunos y sí por el detalle tenido para con ellos, detalle de cercanía.

Su sonrisa me dijo todo esto: agradecimiento, cercanía, alegría, bondad… leí mucho, mucho…

Cuando llegó el día en que debíamos despedirnos con una sonrisa en el aula, narré esto antes de sonreírle a uno de los presentes con el cual no me había llevado del todo bien, debido a la diferencia de caracteres, eso es lo que pienso. Y después de sonreírle dije en voz alta: “para tratarte a ti mismo, usa la cabeza, para tratar a otros, usa el corazón”.

Recibí un fuerte aplauso y la sonrisa de quien me despedía que luego expliqué y dije que era franca, concentrada de muchos días, de deseos, de bien y felicidad, de comprensión y de perdón.

Concluyo afirmando que Dios les da la comida a todas las aves, pero no se la pone en sus nidos.

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Da tu opinión sobre la actitud de esta señora de la sonrisa.

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José Miguel Burgui Ongay www.burgui.net Licenciado en Ciencias catequéticas por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Entusiasta en todo lo referente al mundo joven y tiempo libre tiene muchas y variadas publicaciones al respecto, entre otras: Recursos para el tiempo libre, 1. Recursos para el tiempo libre 3 en la Editorial CCS de Madrid.

Ha impartido muchos cursillos por toda la geografía española respecto al tiempo libre y campamentos; canciones originales, talleres creativos; técnicas para dinámicas de grupos etc…

Lleva a la práctica muchas de las imágenes que pasan por su mente y siempre al servicio —como salesiano que es— de los jóvenes. Toda su vida la dedicó a la enseñanza.

Durante cuatro años estuvo de guía en lengua castellana, en las catacumbas de S. Calixto en Roma.

Brotan de su mente y corazón, como de un manantial, bellas y prácticas composiciones.

En este pequeño y nuevo trabajo podrás observar algo de lo que afirmamos respecto a su persona.

Ana Victoria Navarro

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José Antonio González LÓPEZ-ARZA www.lopez-arza.es Licenciado en Bella Artes por la Universidad de Sevilla en la especialidad de Escultura, obteniendo en 1984 el Premio del Ayuntamiento de Sevilla al Mejor Expediente Académico de la Facultad de Bellas Artes.

Ha expuesto numerosas veces, pintura, escultura y dibujos en exposiciones colectivas o individuales. Entre sus obras escultóricas monumentales cabe destacar: Mujer con Paloma (1983), para la Casa Museo Acemesa de Sevilla; Fuente monumental de Cabeza del Buey (1986), en esta localidad, así como un monumento al Siglo XXI (2001); en Ciudad Real, monumentos: a E. Matos (1997), a la Pandorga (1999), a Poçuelo de Don Gil (2000), a D. Pedro Pardo (2003) y al torero Reina Rincón (2005); en Almagro (Ciudad Real) a F. Fdez de Córdova (2002); en Torrelodoes (Madrid) al pintor “López-Villaseñor” (2006) y en Badajoz a “Luis Zambrano” (2009).

Obras de temática religiosa para las Iglesias Parroquiales de San José y San Pedro de Alcántara y San Roque en Badajoz (1988-1999), y el Crucificado de Arlington en Saint Agnes Catholic Church de Arlington (Virginia, EE.UU.) (1989).

Fotógrafo e ilustrador de libros, entre otros, para las Diputaciones Provinciales de Ciudad Real y Toledo, y revistas como Boca Bilingüe de la Embajada de España en Lisboa (Portugal).

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Agradecimientos Mi agradecimiento a cuantas personas me ayudaron a recrear cuanto narro.

A tantísimos jóvenes de quienes aprendí cuanto sigue.

De modo especial un fuerte gracias al ilustrador López-Arza y al artista Marcos González.

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Sí me gustan los cuentos, sí, sí, como a los niños.

El cuento está lleno de vida, de riqueza oculta; te ayuda a conocerte mejor a ti mismo y a saber más de las personas y del mundo que te rodea.

Te porta a rincones, galerías y lugares ocultos a los ojos de la cara, mas no a los del corazón, que es como mejor se ve la realidad profunda. Con los ojos del corazón.

Cada narración lleva en sus entrañas un mensaje oculto. Quiero además ofreceros mensajes claros y directos, llenos de sabiduría y riqueza.

Son mensajes de amistad, pequeñas perlas y ramilletes que he ido recolectando en el submarinismo por la vida y en mi pasear por montes y campiñas.

Espero disfrutes, querido lector con estos relatos cortos y con estos mensajes sabrosos que te ofrezco a ti, amigo y a los tuyos.