La Santa Sede y las pretensiones del régimen chino Padre Hervé Gresland Mediante el acuerdo con el gobierno comunista chino, el Vaticano da su bendición a la Iglesia “patriótica” y abandona a los auténticos católicos de la Iglesia clandestina al dominio de esa Iglesia enfeudada al poder.
E
n China, como en todos los paí- temente esta Asociación. El 29 de junio ses comunistas, todos los movi- de 1958 promulgó una encíclica dirigida mientos, asociaciones y agrupa- a los católicos chinos(1) en la cual denunciones de diverso tipo, incluyendo las ciaba la acción de esta Asociación que, comunidades religiosas, deben tener un bajo el falaz pretexto de patriotismo, “núcleo dirigente” emanado del todopo- quería sobre todo conducir gradualderoso partido único. El Partido tolera mente a los católicos a cooperar con “la las religiones en tanto que estén bajo construcción del socialismo”. Pío XII su control y apoyen al régimen. En la afirmaba que los obispos de la Iglesia Iglesia católica, los obispos no están sometidos sino a Roma. Lo cual es insoportable para el régimen chino, que en 1957 creó de arriba abajo una “Asociación Patriótica de católicos chinos” cuyos cuadros son agentes comunistas y católicos ingenuos o apóstatas, y que no reconoce la autoridad de Roma. Por medio de la Asociación Patriótica, correa de transmisión La primera misión católica en Pekín fue fundada por el franciscano del Partido Comunista, italiano Giovanni de Montecorvino en 1234. Bautizó a millares de el Estado chino controla personas y fundó tres iglesias. En el 1300 llegaron otros misioneros franciscanos, algunos de los cuales eran obispos, con el fin de asea la Iglesia “oficial” que gurar la continuidad en la consagración episcopal. En este periodo es ilegítima y cismática, los católicos eran unos 30.000 pero en gran parte no eran chinos de origen. En 1549 San Ignacio de Loyola envió a China a San Francisco y nombra a sus obispos. Javier. A comienzos del 1600, había 25 misioneros jesuitas en China, Pío XII condenó eviden- así como 22 franciscanos, dos agustinos y un dominico.