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Presentación

Germán Gamarra Hernández

La Academia Nacional de Medicina de Colombia, institución científica sin ánimo de lucro, nace como Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales el 3 de enero de 1873, y adquiere vida jurídica por la ley 71, el 22 de noviembre de 1890. Es decir que, después de casi 18 años de gestación, el Congreso de la República reconoce formalmente a dicha Sociedad de Medicina en su actual estatus de Academia: sus miembros fueron, de acuerdo con dicha norma, los mismos que conformaban la Sociedad.

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Antes de 1873, como se podrá entender al leer la presente obra, se habían ya colocado los sólidos cimientos que permitieron su reconocimiento, y que han hecho posible que la Academia Nacional de Medicina se consolide como un organismo consultor y asesor del Gobierno para todos los asuntos relacionados con la educación médica y la salud pública del pueblo colombiano.

La ley 02 del 19 de enero de 1979, modificó y precisó algunos aspectos de la ley 71 de 1890; ratificó la condición de la Academia como consultor y asesor del Gobierno, fijó categorías y número de miembros que la integran, estableció como sede a la ciudad de Bogotá y le dio la facultad de darse su propio reglamento. Con base en lo anterior, se definió la misión de “contribuir al estudio y progreso de la Medicina, de la Educación Médica y la Investigación Científica, auspiciar el adelanto de las ciencias afines y las tecnologías complementarias, propender por la ética, el buen ejercicio profesional y el desarrollo humanístico del médico…”. Como se ve, desde la misma ley 71 de 1890 se definieron aspectos como el papel de la Academia en la investigación científica al establecer dos premios para reconocer los mejores trabajos sobre medicina nacional; se formalizó la continuidad de la Revista Médica, las reuniones académicas y se constituyó la biblioteca, elementos que se han preservado y fortalecido progresivamente a través de los años de funcionamiento de la Institución.

Son tres las grandes áreas en las que la Academia desarrolla hoy sus principales actividades: salud pública, educación médica e investigación científica. Estas áreas se soportan a su vez en otras actividades esenciales que son transversales y permean los tres sectores mencionados; ellas son: la ética, el humanismo y la tradición, que han permitido la consolidación de la Academia durante sus 150 años de labores, han fortalecido sus raíces y que se reflejan en la existencia de la excelente Biblioteca

Jorge E. Cavelier, cuya principal fortaleza está constituida por importantes obras sobre historia de la medicina, humanidades y bioética; adicionalmente, el Museo Ricardo Rueda González de la Academia, que nos permite recordar con cada uno de sus objetos, el ejercicio profesional y el conocimiento de quienes nos precedieron, lo mismo que las técnicas y tecnologías utilizadas en diferentes épocas, en función del avance científico del momento.

Como consultor del Gobierno Nacional, la Academia ha participado, como se dijo, en discusiones sobre políticas en salud pública, educación médica e investigación científica, esta última relacionada particularmente con el área biomédica. Y es que la Academia Nacional de Medicina, siguiendo su tradición primaria en el siglo XIX, no ha dejado de ocuparse de las ciencias naturales y biomédicas, integrando iniciativas que abarcan el espectro de lo clínico a lo molecular.

La gestación y desarrollo de la Academia y la de la Universidad Nacional de Colombia y su Facultad de Medicina han sido paralelos, por lo que estas dos instituciones se han apoyado mutuamente en múltiples aspectos para el logro de sus objetivos; para la creación del actual Ministerio de Salud, en sus diferentes etapas, ha sido indispensable el empuje y participación de reconocidos académicos. Otras importantes entidades que han tenido un papel fundamental en la prestación de mejores servicios de salud de los colombianos en la actualidad son: el Instituto Nacional de Salud, el Instituto Nacional de Cancerología, Hospitales públicos y Clínicas privadas. Todos ellos han contado con el apoyo de la Academia Nacional de Medicina para su fundación y posterior desarrollo.

La Academia forma parte del Colegio Máximo de las Academias de Colombia (Colmac) y de la Asociación Latinoamericana de Academias de Medicina (Alanam), y con estas entidades mantiene relaciones de colaboración y desarrolla acciones conjuntas. Adicionalmente, también desarrolla actividades con otras asociaciones como la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), la Federación Médica Colombiana (FMC) y el Colegio Médico Colombiano (CMC). Más de 40 sociedades científicas son a su vez instituciones afiliadas a la Academia Nacional de Medicina. La Academia promueve el profesionalismo médico, basado en sus cuatro componentes fundamentales: conocimiento científico, autonomía con autorregulación, humanismo y comportamiento ético.

La Academia Nacional de Medicina tiene su sede principal en la ciudad de Bogotá y ha creado nueve capítulos regionales en diferentes departamentos del país; mantiene estrecha relación con las otras academias regionales como las de Cartagena, Medellín, Caldas y Valle del Cauca; en su reglamento establece que los miembros de número de dichas entidades podrán ser miembros correspondientes a la Academia Nacional de Medicina.

Con motivo de la conmemoración de los primeros 150 años de funcionamiento, la actual Junta Directiva de la Academia ha querido publicar un libro ilustrado que permita resumir las principales actividades desarrolladas en un siglo y medio de labores, y hacer un breve relato de sus logros, sus miembros y su historia. Este libro comprende seis partes o secciones, comenzando por una descripción de la evolución histórica de la institución, siguiendo luego con un resumen sobre sus miembros, juntas directivas y presidentes. Posteriormente se revisan aspectos relacionados con el impacto que ha producido la Academia en el país, particularmente en su labor fundamental como asesor y consultor del Gobierno Nacional. La Biblioteca, el Museo y la revista Medicina han estado presentes durante buena parte de la vida de la Academia y tienen también un espacio privilegiado en este libro.

Se espera que esta obra conmemorativa, ilustrada con imágenes que muestran aspectos destacados de su desarrollo, permitan al lector conocer un poco más sobre la Academia Nacional de Medicina de Colombia y su importancia en el fortalecimiento de esta noble profesión en el país.

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