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La Biblioteca y el Museo de la Academia

Alberto Gómez Gutiérrez

Parte IV A N M

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BBiblioteca Jorge E. Cavelier

Ricardo Salazar López

En la sesión solemne de la Academia Nacional de Medicina del día 25 de julio de 1910 asistió como invitado el entonces presidente de la República, Ramón González Valencia, quien se pronunció al final de su discurso sobre la importancia de la labor continuada de esta corporación: “Es pues, muy laudable y digna de encomio la constancia con que la Academia Nacional de Medicina ha proseguido sus labores de treinta y siete años, y no menos meritorio y patriótico su deseo de aumentar el acervo de sus conocimientos e investigaciones, con ocasión de la fiesta de nuestra independencia. Quiera Dios que las sesiones científicas del Centenario, que me complazco en declarar abiertas, alcancen los mejores resultados para el bien de la humanidad y gloria de la patria”.1 Con estas palabras se resaltó la importancia y el impacto científico y cultural que la Institución tenía, no solamente ante el Estado sino también ante la comunidad y sobre todo ante el cuerpo médico. Uno de los objetivos más importantes de la Academia en su momento era el de estimular el intercambio y desarrollo del conocimiento y su permanente actualización, para lo cual se acostumbró a compartir los diferentes libros entre los integrantes de la institución y la realización de permanentes sesiones todas ellas destinadas a la difusión del conocimiento.

1 González Valencia, Ramón. Acta de la sesión solemne del 25 de julio de 1910, Revista Médica de Bogotá, septiembre de 1910, pp. 49-50.

Algunos libros de la coleccion de la Biblioteca Jorge E. Cavelier

Publicaciones de los doctores Manuel Plata Azuero, Nicolás Osorio y Evaristo García

En el transcurso de estos 34 años se dio la transición de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales a la Academia Nacional de Medicina de Colombia el 16 de noviembre de 1890 bajo la presidencia del doctor Abraham Aparicio y con el soporte jurídico de la Ley 71 del 22 de noviembre del mismo año, en cuyo artículo 9° se registró la siguiente concesión y destino presupuestal: “Auxiliase a la Academia con la suma de tres mil pesos ($3.000.oo) anuales, destinados para la creación de biblioteca, museo y demás gastos que ocasione el cumplimiento de esta Ley”. De acuerdo con este precepto, se instituyó en la Academia Nacional de Medicina la adquisición y compra de libros que se ponían a disposición para su consulta por los miembros de la institución. Dicho proceso se realizaba de una manera relativamente informal, pero con disciplina y responsabilidad por parte de los sucesivos miembros de la Junta Directiva de la Academia. Inicialmente, las actividades de la Academia se realizaban en instalaciones del Hospital de San Juan de Dios que habían sido facilitadas por la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Transcurridos algunos años, la Academia se ubicó en un edificio del centro de Bogotá,2 donde continuó la consulta permanente de diferentes libros en sus instalaciones y, posteriormente, el 27 de junio de 1979, bajo la presidencia del doctor César Augusto Pantoja, se dispuso de un salón específico para la biblioteca en la nueva sede de la Academia en una casa situada en la calle 60A # 5-29.

En el año de 1988, siendo presidente de la Academia el doctor Jorge Cavelier Gaviria, se adquirió el inmueble de la carrera 7 # 68-15, donde funciona en la actualidad la institución y diez años después, durante la presidencia del doctor José Félix Patiño, y nuevamente con el apoyo y la gestión del académico Jorge Cavelier Gaviria –quien en ese momento se desempeñaba como coordinador de la Comisión de Finanzas–se adquirió la casa vecina, procediendo a su restauración y adecuación con recursos propios a partir del mes de enero del año 2000. Unos meses antes, de acuerdo con la decisión de la Asamblea Extraordinaria del 13 de mayo de 1999, se resolvió denominarla Biblioteca Jorge E. Cavelier Jiménez.3

Con estas gestiones se logró una importante formalización, restauración y adecuación de la biblioteca, lo cual condujo a su utilización más frecuente por parte de los diferentes académicos y profesionales de la salud cercanos a la institución.

En esta se han recibido varias donaciones de las bibliotecas personales de diferentes académicos a través del tiempo, incluyendo las de los doctores Fernando Sánchez Torres, consistente en una colección de más de 200 volúmenes de ética y bioética, Andrés Soriano Lleras, con más de 300 volúmenes con énfasis en la historia de la medicina, y Luis Patiño Camargo, con un amplio espectro de obras que incluyen desde la microbiología hasta el humanismo, entre otros.

Continuó en funcionamiento y actividades de la Academia, y es así como una vez completada la restauración y acondicionamiento de sus dependencias, la Comisión de Historia y Humanidades de la Academia solicitó a la Junta Directiva la creación del cargo de director de la Biblioteca, postulando al académico José Félix Patiño Restrepo. Ante esta proposición, la Junta trasladó este asunto a la Comisión de Reglamento, la cual manifestó su concepto positivo en la sesión administrativa del 28 de junio de 2001, e inmediatamente esta aprobación fue oficializada por parte de los académicos asistentes a dicha sesión.

En la gestión efectuada por el director de la Biblioteca se resalta la catalogación, clasificación y organización de este repositorio, tanto como su evolución constructiva con el apoyo de diferentes instituciones y del sector farmacéutico. Es así como en la sesión administrativa del 20 de septiembre de 2001 se informó de la donación de Laboratorios Abbott de 10 millones de pesos, con destino a la biblioteca, y de la misma cantidad por parte de la firma Johnson y Johnson con el mismo objetivo.4

La gestión del primer director de la biblioteca no solamente se caracterizó por su interés en conseguir apoyo y donaciones, sino también por la implementación de nuevas tecnologías y la vinculación de personal de apoyo, todo ello con el objetivo de ofrecer los diferentes adelantos y tecnologías destinados a un posicionamiento significativo, tanto para la comunidad médica como para las diferentes instituciones de educación superior.

2 Para la secuencia de sedes de la Academia Nacional de Medicina, véase el capítulo correspondiente en esta misma obra.

4 Ibidem, pp. 285-286.

5. Colección Jorge Cavelier Gaviria: conformada por libros de referencias, diccionarios y enciclopedias.

6. Colección Nacional: libros en el área médica escritos por no médicos.

El 11 de febrero de 2015, por iniciativa del director y ante la demanda y utilización de la biblioteca se vinculó a la institución la bibliotecóloga Jenny Machetá, quien sucedió a Ruth Aleida Vega Montes, y con su conocimiento y experiencia implementó nuevas tecnologías, entre las cuales es importante destacar la de la virtualidad, la clasificación de las diferentes obras y la participación de la Academia en la Red de Bibliotecas, lo mismo que vinculaciones y colaboración permanente con bibliotecas de diferentes universidades tanto nacionales como extranjeras, respondiendo con creces a la disposición del Artículo 95 del Reglamento de la Academia que describe como uno de sus objetivos el que “mantendrá a la vanguardia en cuanto a la tecnología de las comunicaciones y la información, y establecerá vínculos con instituciones afines con el propósito de tener acceso a las grandes colecciones bibliográficas y a los centros de documentación de carácter nacional e internacional.

En la biblioteca Jorge E. Cavelier Jiménez de la Academia, dirigida actualmente por el académico Ricardo Salazar López, quien sucedió al Dr. Patiño Restrepo, se selecciona, procesa, administra, conserva y disemina el acervo bibliográfico con que cuenta la Institución con el apoyo de la auxiliar de biblioteca, Patricia Rojas Ramírez, para enriquecimiento de la cultura y la ciencia nacional. Sus colecciones bibliográficas ascienden a más de 13.000 volúmenes, en los que se encuentran manuscritos, tesis, discursos, documentos y videos, entre otros, los cuales están distribuidos en ocho colecciones principales:

1. Colección Autores Médicos Colombianos Fernando Sánchez Torres: obras de autores nacionales en áreas clínicas, científicas y humanísticas.

2. Colección Luis Patiño Camargo: conformada por libros y revistas en historia de medicina tropical y salud pública de la colección personal del Dr. Patiño Camargo.

3. Colección de bioética: conformada por libros de bioética, libros en ética médica, y derecho médico.

4. Colección Andrés Soriano Lleras, que incluye obras de carácter histórico, médico, científico y cultural de la colección personal del Dr. Soriano Lleras.

7. Colección de Humanidades Efraím Otero Ruíz: conformada por libros en el arte, literatura, música, filosofía, historia, entre otras.

8. Colección José Félix Patiño Restrepo: conformada por libros y revistas de medicina de la colección personal del Dr. Patiño Restrepo.

Estas colecciones se encuentran distribuidas en sus correspondientes salas, así:

Sala De Autores M Dicos Colombianos

Propuesta y creada por el académico Dr. Fernando Sánchez Torres durante su presidencia, se inauguró en Sesión Solemne del 22 de noviembre del 2013. En esta sala se encuentran libros escritos y editados por médicos colombianos, no solo en la parte clínica sino en la parte humana. Se destacan dentro de esta colección libros de poemas, novelas, música, arqueología, entre otras.

Sala Luis Pati O Camargo

Esta sala está ambientada con el mobiliario del profesor Luis Patiño Camargo, cuenta con la colección personal de este ilustre médico en las áreas de salud pública, enfermedades tropicales, higiene, políticas de salud; además de la colección de artículos científicos publicados por la división de salud internacional de la Fundación Rockefeller y la revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional desde su primera publicación.

Sala Del Conocimiento Jorge Cavelier Gaviria

Se inauguró la Sala del Conocimiento el 11 de febrero de 2016 en honor al académico Jorge Cavelier Gaviria. Contiene la muy rica colección de historia de la medicina, diccionarios y enciclopedias. Sobresalen la edición facsimilar de la primera edición de De Humani Corporis Fabrica. Libri Septem (1543) de Andrés Vesalio, obsequio de la Academia Mexicana de Cirugía, y la edición facsimilar de la primera traducción al español en 1624 de la Historia Natural de Cayo Plinio Segundo, escrita en el siglo I de nuestra era y transcrita en manuscritos iluminados a lo largo de la Edad Media.

Sala De Humanidades Efra M Otero Ruiz

En distinción al académico Efraím Otero Ruíz, gran médico humanista, el 11 de febrero del 2016 se inauguró la Sala de Humanidades, en la cual se encuentran los textos de los clásicos griegos y latinos, así como los textos hipocráticos, los textos de Galeno y textos de los mayores filósofos que han existido desde la época de los naturalistas griegos presocráticos, obras de literatura universal, historia y música.

Sala De Reuniones Edmundo Rico

En homenaje al expresidente y distinguido académico Edmundo Rico, esclarecido especialista de la psiquiatría. Allí reposan los escudos y emblemas de la Academia y sus capítulos, así como los de las más reconocidas facultades de medicina de Colombia.

Sala Jos F Lix Pati O Restrepo

Se inauguró el 25 de noviembre de 2021 en la oficina del director de la biblioteca, y en ella reposa una rica colección de revistas médicas lujosamente encuadernadas y la valiosa colección de textos médicos que pertenecieron a la biblioteca particular del académico honorario José Félix Patiño Restrepo.

Oficina De La Asociaci N Latinoamericana De Academias

NACIONALES DE MEDICINA

En las instalaciones de la biblioteca funciona la Secretaría Ejecutiva de la Asociación

Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal

ALANAM. Además, se encuentra la colección de bioética y ética médica, y la colección Andrés Soriano Lleras.

Sala De Usuarios

Además de estas salas la biblioteca dispone en su segundo piso de una sala con acceso a internet para la consulta pública de fuentes.

Conclusión

En síntesis, con estas instalaciones se ha atendido cabalmente la disposición gubernamental que decretó, por medio de la Ley 71 del 22 de noviembre del año 1890, que la Academia Nacional de Medicina debía disponer de “un local adecuado para sus reuniones y formación de biblioteca, museo y conservación de sus archivos”.

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