LOS TERRITORIOS
Me permito tomar prestado el título de una película argentina recientemente estrenada para poner nombre a mi artículo. No es el objeto de éste hacer la crítica del film, dirigido por Iván Granovsky, que se inscribe dentro del género híbrido de documento-ficción, se desarrolla en distintos territorios, como lo sugiere el título, y se refiere a los diferentes conflictos que les atañen. Sólo aprovecho una escena de la película, aquella en que el director-periodista-actor entrevista a Juan Carlos Monedero, integrante del movimiento de los Indignados que nació en España hace siete años y miembro
2
fundador del espacio político Podemos secuencia de aquella acción popular. Las opiniones que expresa Monedero en el film me inspiraron este texto y, sobre todo, me han hecho reflexionar acerca de que las verdades fundamentales de la política, y no sólo de la política, suelen ser sencillas y tan evidentes que no se las reconoce hasta que alguien las nombra. Afirma Monedero que el gran éxito táctico del neoliberalismo fue el de la creación de un nuevo sentido común, es decir que, antes de un logro económico, se trata de un suceso cultural. Yo acotaría que no se trata estrictamente de un sentido común nuevo ni original sino la tensión al extremo del sentido común burgués que puso en marcha el sistema capitalista. Se trata de la lógica de la “lucha por la vida”, una batalla individualista en la que algunos ganan y otros, muchos más, pierden, en una suerte de enfrentamiento intra sociedad que ha dado en llamarse “darwinismo social”. En esa contienda con el medio de vida las especies mejor preparadas para la adaptación sobreviven y las demás mueren. Cabe aclarar que la mayor capacidad de adaptación de unas especies en relación con otras no significa que sean las más nobles sino las más hábiles.
3
O sea que la novedad del “sentido común” impuesto por el neoliberalismo consiste en que la batalla individualista del emprendedor, propia del capitalismo, se extrema con la producción masiva de “objetos” de consumo del capitalismo tecno-financiero del siglo XXI, hasta el punto de que el éxito y el fracaso individuales se miden por una carrera al infinito de deseos siempre insatisfechos que deben anestesiarse con un consumo siempre creciente. En efecto, el capitalismo tardío, como todo el sistema capitalista desde sus inicios, necesita producir objetos -reales o virtuales- de consumo que deben destruirse cada vez más velozmente, con el desarrollo tecnológico actual a velocidad uniformemente acelerada, para, inevitablemente y en forma recurrente, desembocar en una crisis de sobre producción. Este es el diagnóstico conocido y compartido por numerosos y prestigiosos cientistas sociales, filósofos y economistas. Pero lo más interesante que aporta Monedero desde el punto de vista político es su idea de que no será posible romper la hegemonía sistémica y el encantamiento consumista del neoliberalismo, si nos quedamos paralizados en la etapa de la crítica. En palabras del entrevistado, la gente se aburre de escuchar sólo quejas, de que la crítica se resuma a “regañar” por lo que se hace sin proponer nada
4
a cambio, y agrega que la única forma de cambiar la realidad es con la construcción de un nuevo sentido común. Un proyecto que tenga la capacidad de enamorar al pueblo, un “relato” diferente que cree una nueva esperanza. Durante sesenta o setenta años del siglo XX ante el capitalismo se alzaba la utopía alternativa del comunismo, más allá de la deriva fallida del comunismo realmente existente. Tras la caída del muro de Berlín, que simbolizó la implosión final del comunismo, se decretó el fin de la Historia y a la democracia representativa como sistema político único y soporte del capitalismo neoliberal. Pero, como lo dice con palabras sencillas Juan Carlos Monedero, nada cambiará de fondo con la “regañina”, a lo sumo se le pondrán parches al sistema vigente. Para que haya un cambio radical necesitamos una nueva utopía frente al endiosamiento del lucro neoliberal que convierte al ser humano en siervo del orden dominante. Debemos tener la inteligencia necesaria para imaginar y desarrollar un nuevo orden solidario y participativo, en el cual la competencia individualista sea reemplazada por la cooperación. En conclusión, será imprescindible que en esa búsqueda de utopías por los territorios se descubra el nuevo “Territorio de la ilusión”. Buenos Aires, abril 2018
5
Jorge Andrade Escritor y economista
Jorge
Andrade, escritor, economista,
crítico
literario y traductor. Ha publicado numerosas novelas, entre ellas, “Desde la muralla”, “Vida retirada”,
“Los
ojos
del
diablo”
(premio
internacional Pérez Galdós, España); el libro de cuentos “Ya no sos mi Margarita” y el libro de ensayos “Cartas de Argentina y otros ámbitos”. Fue colaborador del diario El País y de las revistas El Urogallo y Cuadernos Hispanoamericanos de España, así como del diario La Nación de la Argentina.
Para contacto periodístico y notas de prensa contactarse con: Kiako – Anich Comunicación hecha con textura prensa@kiakoanich.com.ar