MIEDO DEL PASADO, MIEDO DEL FUTURO
Javier González Fraga ha vuelto a hablar. Javier González Fraga que no obstante su origen radical fue presidente del Banco Central no sólo durante el gobierno de Alfonsín sino, por segunda vez, durante el menemismo -un caso más que demuestra la existencia de vasos comunicantes entre las oligarquías de las organizaciones políticas que conforman el bipartidismo de la democracia neoliberal- se manifestó tiempo atrás dolido con la mentira del kirchnerismo que había hecho vivir una ilusión a las clases medias y medias bajas. Les había hecho creer, a su juicio artificial y demagógicamente, que con sus ingresos medios podían comprarse autos cero kilómetro, celulares de última generación, equipos de aire acondicionado e, incluso, viajar al exterior. Esa había sido, según su entender, una fantasía insustentable en el tiempo que hoy, con el gobierno realista y sincerador de cuyo presidente él es asesor, se desvanecía, se pinchaba irremediablemente. Las pretensiosas clases media y media baja debían disfrutar de la alegría de la revolución conservadora con otros entretenimientos más a su alcance, como el de buscar segundas marcas en los supermercados. En estos días, González Fraga atacó de nuevo. Ahora su preocupación ya no es “la pesada herencia” del pasado sino el futuro. Tras un año de gobierno agobiado con el peso de la herencia kirchnerista, tampoco el futuro PRO parece luminoso como lo presentó en la campaña electoral sino, en opinión del asesor, sombrío. La obscuridad por venir se fundamentaría en la tozudez de esas clases incorregibles que siguen viviendo en el gaseoso cielo de las ilusiones y esperan poder recuperar algo, siquiera algo, de lo perdido este año. González Fraga calcula con optimismo que el año que viene el país podría crecer un 3% pero, advierte que el crecimiento sería muy desigual. Se daría en las grandes explotaciones agropecuarias, tal vez algo en la construcción si se reactiva la obra pública y poco más. Esto se debería a la desconfianza de los inversores extranjeros que se empeñan en no hacer llover porque temen que dentro de dos años se abandone la política seria del gobierno Macri y se recaiga en el vicio del populismo.
2 En el mejor de los casos para el gobierno, si el PRO despejara su futuro con un triunfo en las elecciones de 2017 y la dichosa lluvia cayera sobre el país sediento de inversiones, el proyecto económico del oficialismo, así como lo fue el de la dictadura cívico-militar y el del menemismo, es el de un país pequeño para no más de veinte millones habitantes. Me remito para emitir juicio, como ya lo hice en artículos anteriores, al informe de un economista nada sospechoso de marxismo, ni siquiera de keynesianismo, como que fue viceministro de economía con Domingo Cavallo, me refiero a Juan Llach. En el citado informe Llach llega a la conclusión de que el agro con todas sus industrias subsidiarias puede dar empleo a un 40% de la población activa. Sacamos la cuenta extrapolando al total de la población y hablamos a lo sumo de 18 millones de personas. Ninguna sorpresa para quienes conozcan el pensamiento de esta oligarquía extractivista, depredadora de la riqueza de su país y neocolonialista, que por primera vez alcanza el gobierno sin violencia física sino apenas con la violencia psicológica que ejerció durante la campaña electoral. González Fraga, Prat-Gay, Sturzenegger, Pinedo, Aranguren y, por supuesto, Macri, así como tantos otros menos conocidos por el gran público, no quieren un país desarrollado sino dependiente, porque a ellos les va muy bien como socios menores de los grandes conglomerados económicos y financieros transnacionales. De cualquier manera debemos compadecer a González Fraga que vive oprimido por la pinza de sus miedos: el miedo del pasado y el miedo del futuro. En definitiva, el miedo de la Historia que padecen los pobres ricos –y Javier González Fraga lo es- que no obstante su riqueza les impide ser felices. Noviembre 2016 Jorge Andrade.
3 SOBRE EL AUTOR
Jorge
Andrade,
escritor,
economista,
crítico
literario y traductor. Ha publicado numerosas novelas, entre ellas, “Desde la muralla”, “Vida retirada”,
“Los
ojos
del
diablo”
(premio
internacional Pérez Galdós, España);el libro de cuentos “Ya no sos mi Margarita”, así como los libros de ensayos “Cartas de Argentina y otros ámbitos” y “Otro país”, disponible gratuitamente en este link. Además, fue colaborador del diario El País y de las revistas El Urogallo y Cuadernos Hispanoamericanos de España, así como del diario La Nación de la Argentina. Podés visitar su página de Facebook a través de este enlace.