Rostros
Rostros Reseña biográfica del cineasta
John Petrizzelli: «Siempre he sido un hombre de izquierdas»
«Mi papá es francés y la familia de mi mamá es del llano guariqueño, es decir, que yo soy una mezcla de perro criollo con perro francés» manifiesta entre risas John Petrizzelli un caraqueño nacido el 6 de junio de 1956. Estudió en la Universidad Católica Andrés Bello, a finales de los años setenta, Sociología y Comunicación Social, pero no las terminó. Pertenecía a Ucab Libre un grupo de ultraizquierda y confiesa que durante su estadía en esta universidad era muy guerrillero. Por un problema con un profesor comenzó una cacería para votarlo y él terminó yéndo-
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se porque, según él, «esa era una universidad muy podrida de esos elementos de derecha reaccionaria. No es que yo sea chavista. Al principio yo era chavista y lo apoyé, porque era un proyecto de izquierda y yo siempre he sido un hombre de izquierdas, he sido trotskistas, liga socialista, toda vaina. Pero no estoy de acuerdo con esto, porque esto no es una revolución, sino una mamadera de gallo». Al poco tiempo se retiró de la UCAB, se fue a Estados Unidos y pidió una reválida. Cursó cuatro años en la New York University (NYU) y se graduó
en cine y televisión. Vivió unos años allá y después trabajó en Filipinas en el Centro Experimental de Cine. Luego comenzó a laborar con la televisión alemana como corresponsal de guerra en África. «Estuve en la Guerra de Somalia, en la Guerra de Liberia, en la Guerra del Congo. Bueno, viví muchos años allá. Viajaba mucho por el oriente, conocí Asia y África», relata Petrizzelli. En 1992 regresó a Venezuela por unos proyectos y poco a poco se ha ido estableciendo. Con sus 48 años Petrizzelli ha sido estudiante guerrillero, trotskista, corresponsal de guerra, documentalista, cineasta y editor de una guía gay. Entre sus obras cinematográficas más conocidas están El Embrujo de 1982, Falsas Historias de 1992 y Carrao de 1999 que trata sobre el cantante llanero el Carrao de Palmarito. También ha hecho varias piezas audiovisuales para compañías comerciales. Recientemente, estuvo en la India haciendo unos documentales y tan pronto consiga el financiamiento se va a México para realizar una película sobre una travesti llamada Bárbara
«Aunque cada uno de mis trabajos toca mundos diferentes, siempre intento explorar de alguna manera el lenguaje del cine, experimentando con la imagen y el sonido», expresa Petrizzelli. Gutiérrez considera que Petrizzelli es un hombre de decisiones, «él toma una decisión y listo». Conversi, la pareja de Petrizzelli, admira su perseverancia, «es una persona consecuente con lo que hace y cuando se monta en un trabajo, se empeña y lo logra, para los negocios es perfecto porque es un negociador nato». Además es el que pone orden en la guía. ¿Algún defecto? Petrizzelli considera que su mal carácter y terquedad. Respecto al ambiente venezolano Petrizzelli declara: «Aquí lo que ha pasado es que nosotros no hemos tenido que sudar por nuestros derechos como en otros países que han tenido que caerse a coñazos con la policía y hacer marchas. Por eso, la gente, sobre todo la más joven, lo dan por sentado y creen que todo fue así de fácil desde el principio, y lo único que hacen es bailar y rumbear. Pero debe haber un trabajo político y esos derechos se tienen que seguir consolidando».
«Estuve en la Guerra de Somalia, en la Guerra de Liberia, en la Guerra del Congo. Bueno, viví muchos años allá. Viajaba mucho por el oriente, conocí Asia y África», relata Petrizzelli.
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