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Alejandro Saldaña -- pág. 45 Ángeles Mora -- pág

Ángeles Mora

La manera de nombrar las cosas

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Hoy Selva ha ido a ver a la bisabuela Águeda porque le han pedido una redacción en el colegio y ella siempre sabe responder todas las preguntas. La profesora quiere que cada uno investigue sobre su nombre y en Internet solo encuentra fotos de un verde precioso.

—Los humanos siempre han usado los nombres para hacer homenajes: a las flores, a los mares, al amanecer... y luego se sumaron los que homenajeaban a personas concretas como a los santos y las vírgenes. —dice la abuela con esa voz que siempre suena a cuento—. Pero llegó un momento en el que se hizo costumbre homenajear lo que ya no estaba. Así si quitaban un cabezo para construir pisos, el edificio se llamaría Los cabezos; cuando se talaba un bosque para construir una urbanización la llamaban El pinar. Las dunas. La marisma. El jaral... Supongo que intentaban tranquilizar sus conciencias con ese tributo. Esa es la costumbre que ha seguido hasta hoy. Vuestros nombres, Selva, son homenajes a lo que ya no existe en la tierra.

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