Particularidades d e los
Cibermedios mexicanos *Paola Alejandra García Butrón y **Dra. Claudia Alicia Lerma Noriega
Resumen: Un nuevo medio debe aportar elementos novedosos si quiere contar con usuarios que lo identifiquen y le sean fieles. Con el surgimiento de Internet, los medios impresos tienen la
posibilidad de contar otro espacio para informar, sólo que en el caso de México, pocos son los que le ofrecen un valor agregado al internauta, por lo cual en este trabajo se verá cuáles son los diarios digitales mexicanos que le dan mejores opciones a sus usuarios, lo que mostrará las áreas de oportunidad que tiene que fortalecer este nuevo elemento transmisor de información.
* Alumnos. **Profesora del curso Producción de información digital.
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Introducción Como parte del desarrollo de un buen periodismo es importante identificar sus diferentes manifestaciones y determinar si lo que presentan al público, cuenta con todas las características que lo hace un auténtico medio de comunicación. Las anteriores son las particularidades de cada medio, sin embargo, existen otros elementos que los distinguen y en la actualidad, se podría pensar que de estos últimos depende el futuro de cada diario; con esto se hace referencia a si cuentan con una página de Internet totalmente habilitada, si ésta se mantiene actualizada y si cumple con la norma de interactividad que, supuestamente, caracteriza al periodismo de la sociedad de la información. Es precisamente esto de la interactividad, tanto de parte de los lectores como de los periodistas, de lo que se tratará el presente trabajo, y específicamente, se verán cuáles de los medios mexicanos le están sacando mayor provecho al Internet.
Puntos teóricos Un punto esencial es definir el término “medio”. En esta ocasión se utilizan las aportaciones de Javier del Rey en su Diccionario de Ciencias y Técnicas de Comunicación “Los medios de comunicación (...) son aquellas empresas públicas o privadas cuyo cometido es emitir información de actualidad desde los soportes físicos y técnicos que la (...) tecnología ha hecho posible” (Del Rey en Salaverría, 2005: 39). Dentro de las actividades que los medios de comunicación engloban se encuentra el periodismo en todas sus modalidades, incluyendo el electrónico o ciberperiodismo. Moreiro (2000) se enfoca en el periodismo electrónico, pero no lo aborda en el sentido de los géneros, sino en los medios de comunicación que a partir de la década de los noventa, gradualmente, han puesto sus contenidos en la red de redes.
Esto ofrece varias ventajas, por ejemplo, en el caso de los periódicos en línea, tema principal de la presente investigación, es posible consultar ediciones pasadas, con la posibilidad de encontrar el texto completo, además son gratis y el lector tiene la opción de interactuar con el medio a través de cartas, chats o foros. Otro rasgo que destaca es que los usuarios tienen la opción de personalizar la información y se habla de ìperiódicos a la cartaî; así pues, existen también periódicos y revistas especializados. Ramón Salaverría (2005) retoma a los precursores de la revolución digital, por ejemplo el videotex, el teletexto y otros sistemas que transmitían información a través de las ondas aéreas de televisión, hasta llegar a Internet con el World Wide Web. Cada uno de estos avances tecnológicos trajeron consigo una serie de efectos de acuerdo a sus propias características, pero en el caso de Internet se ha intensificado la llamada “portalización”: llegarle a públicos con intereses cada vez más fragmentados. Al ciberperiodismo también se le ha llamado de diferentes maneras, por ejemplo, “periodismo electrónico” y “periodismo digital”, pasando por “e-periodismo” y “periodismo telemático” entre otros. Sin embargo, “Ciberperiodismo” es el término que mejor se adapta a la actividad realizada en los medios electrónicos a través de Internet. Es “aquella especialidad del periodismo que emplea el ciberespacio para la investigación, la elaboración y (...) la difusión de contenidos periodísticos” (Díaz y Salaverría en Salaverría, 2005: 40). Por su parte, el ciberespacio se define como el soporte en el que se desempeñan los medios electrónicos. Cibermedio es “aquel emisor de contenidos que tiene voluntad de mediación entre hecho y público, utiliza fundamentalmente criterios y técnicas periodísticas, usa el lenguaje multimedia, es interactivo e hipertextual, se actualiza y se publica en la red Internet” (Salaverría, 2005: 40).
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Hay que tomar en cuenta que el cibermedio ya es considerado como el cuarto medio de comunicación masiva; es emisor de contenidos de cualquier tipo, ya sean informativos, comerciales, relacionales o de intermediación; es dirigido a un público que ya no es más pasivo; utiliza criterios y técnicas periodísticas, y es hipertextual (relaciona entre sí bloques individuales de información), multimedia (integra en una misma unidad discursiva varios tipos de información), e interactivo (los usuarios tienen capacidad de acción sobre el producto); por último, el cibermedio se actualiza constantemente. El hecho de que el cibermedio se desarrolle en Internet obliga a plantear nuevas categorías. Así pues, se logra medir de alguna manera el “grado de adecuación” de acuerdo a indicadores como hipertextualidad, multimedialidad, interactividad y frecuencia de actualización. Mientras más altos sean dichos indicadores, mayor será el nivel de dinamismo del cibermedio. De esta manera, un nivel de hipertextualidad óptimo es aquel que se ajusta a los contenidos del cibermedio y al nivel cognitivo de los usuarios, guía de manera sutil la navegación, además de que jerarquiza y profundiza los hechos según lo requieran. En el caso de la multimedialidad, el nivel óptimo se obtiene cuando ésta se adapta a los contenidos del cibermedio y a la condición técnica del usuario, se utiliza el lenguaje y el formato adecuados a la información.
Para explicar mejor este fenómeno, se tomarán en cuenta las ideas de Salaverría y Cores (2005), quienes abordan el tema de los blogs como género. “Los géneros (...) son respuestas culturales a demandas sociales surgidas en un contexto histórico determinado” (Salaverría et. al., 2005: 145); ello refiriéndose a los géneros periodísticos y literarios “clásicos”, sin embargo, con la digitalización de los medios han surgido nuevo géneros en el caso del periodismo o mejor dicho, ciberperiodismo. Los autores mencionan también que puede tomarse a los géneros como un parámetro para medir el avance del ciberperiodismo, pues mientras unos se han mantenido estáticos, otros han evolucionado e incluso han nacido algunos nuevos. En esta nueva generación se encuentran los llamados dialógicos, que se basan en la comunicación entre dos o más personas a través de diferentes medios y también se aprecia la participación del autor. Como primer subgénero está la entrevista, que en el caso de los cibermedios, se sostiene entre una persona “importante” y el público, que es quien hace las preguntas, así el periodista tradicional pierde un poco de protagonismo, pues su papel se reduce al de seleccionador de preguntas, descartando las que sean menos relevantes o inadecuadas.
La máxima interactividad se logra cuando el usuario puede personalizar la búsqueda de contenidos y, finalmente, la frecuencia de actualización es satisfactoria cuando amplía y mejora los contenidos de acuerdo a los requerimientos del usuario.
El foro es un espacio para el debate entre los usuarios acerca de un tema previamente establecido por alguna autoridad del medio. El detalle está en que no es en tiempo real, sino que cada quién puede ir dejando sus comentarios sin que nadie más esté presente para responderle. Esto no le quita credibilidad o idoneidad al subgénero, pues pueden surgir notas a partir de las aportaciones de la gente que participa.
Dentro de los cibermedios se reconoce que están surgiendo los llamados weblogs o blogs, que si bien no son considerados por algunos como periodismo, están tomando mucha fuerza e importancia hoy en día. Según los autores, se han dado a notar en los mass media al aparecer secciones fijas dedicadas a hablar de ellos, se han convertido en tema de investigación y, finalmente, “la blogosfera hispana está desarrollando un fuerte sentido de comunidad” (García et. al. en Salaverría, 2005: 72).
En cuanto al chat no es necesario entrar en mayores detalles, sólo que en ocasiones, los medios cuentan con sus propias salas, dándole oportunidad a la gente de comunicarse en tiempo real con el propio medio o sus colaboradores. Por último, la encuesta consiste “en una pregunta realizada a los usuarios en la página principal del cibermedio sobre un tema de actualidad” (Salaverría et. al., 2005: 175), sólo se puede elegir una respuesta, son acientíficas y los resultados se expresan casi siempre en porcentajes.
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Todo esto tiene que ver con la interactividad en los cibermedios y de acuerdo a María Bella Palomo Torres, los periodistas más que sólo transmitir información, deben buscar el diálogo con la audiencia, pero para eso, hay que publicar historias que al público le interese comentar (Palomo en Salaverría, 2005), proponer temas interesantes y ofrecerle al público charlas con personalidades que realmente tengan algo que aportar. Hoy en día, a pesar de los constantes avances tecnológicos, todavía existen algunas barreras para promover la interactividad en los cibermedios al 100%, sin embargo, existen métodos para hacerlo aunque sólo en cierta medida, por ejemplo, los ya mencionados foros, encuestas, buzones de sugerencias, atención a clientes, tests, calculadoras, etc. Aún así, ciertos medios son desconocidos para sus audiencias, pues no proporcionan correos o direcciones donde puedan ser localizados (Salaverría, 2005). La siguiente característica es la distribución personalizada de la información, que supuestamente es el máximo grado de interacción, pues “al consumidor le gusta que se reconozcan su intereses individuales” (Palomo en Salaverría, 2005: 203). Martínez Albertos (2001) también señala que en un futuro la sociedad de masas dará paso al acceso personal al conocimiento, lo que provocaría una visión reduccionista del mundo. Esto sugiere que las noticias personalizadas sólo sean vistas como un plus y no cómo sustituto de los diarios de interés general; que las noticias impliquen a los lectores en ella, y que si el contenido no es del agrado del usuario, se elimine de su bandeja de entrada o se termine la suscripción. Actualmente, los nuevos sistemas permiten que el periodista participe más directamente en la elaboración de los cibermedios y que cada vez el tiempo de actualización sea menor. Sin embargo, esto ha generado algunos problemas, pues en el afán de ser los primeros en publicar la nota, se descuidan detalles de la edición o la verificación de los textos, además de que las breaking news a veces llegan a saturar los sitios por las continuas entradas de lo usuarios (Salaverría, 2005).
De cualquier forma, esto podría beneficiar también a la interactividad pues los usuarios estarían en libertad de enviar sus correcciones a la redacción, tal como ocurre en sitios como el del Elpaís.es, cosa que ha ayudado a elevar su prestigio y la sensación de credibilidad, además de que proporciona a sus lectores la idea de que son tomados en cuenta y que mucho de lo que les envían merece ser publicado otorgándoles un espacio importante dentro de la página de Internet. Probablemente parezca evidente en este punto, pero todo lo anterior tiene que ver con el desarrollo de la llamada Web 2.0, que entre sus características más importantes y ambiciosas destaca la cultura de la participación por parte de los usuarios. O'Reilly, pionero de dichos conceptos plantea que los nuevos desarrollos de Internet tienen su principal potencial en que facilitan la conformación de una red de colaboración entre individuos, la cual se sustenta en lo que él llama una arquitectura de la participación; la estructura reticular que soporta la Web se potencia en la medida que más personas las utilizan. El poder de esta plataforma es su capacidad para servir de intermediario a la circulación de datos proporcionados por los usuarios (Cobo, 2007).
Desarrollo de la investigación En el curso Periodismo Asistido por Computadora, el grupo se dio a la tarea de analizar los cibermedios disponibles en México. Lo primero fue hacer una lista de todos los periódicos disponibles en cada lugar del país, y luego descartar los que no contaran con un sitio en la red. A partir de ese momento se estudiaron diversos rasgos de los mismos como el lugar de impresión, un poco de su historia, en qué temas se enfocan y el tiraje que manejan. A cada miembro del grupo se le asignaron dos o tres entidades federativas para conocer con cuán-
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tos cibermedios cuenta cada uno. Enseguida se hizo una depuración para que sólo quedaran periódicos, descartando revistas, boletines y otros sitios informativos que con contaban con una versión impresa. El nivel de interactividad se midió de acuerdo a los parámetros que Rossana López Carreño (2004) señala como básicos en un portal web. Estos parámetros (44) se agrupan en ocho variables: acceso a la información, interactividad, multimedia, participación, entretenimiento, personalizados, comerciales, complementarios. En total se recopilaron 349 periódicos en línea en las 32 entidades, cada uno con sus características particulares. En resumen, la mayoría de ellos son relativamente nuevos, pues fueron fundados en el siglo XX y no se diga sus versiones electrónicas, ya que había algunos cuyos sitios en la red todavía se encuentran en construcción. Se decidió incluir éstos también en el estudio, porque eso también proporciona una idea general de cómo se encuentra el ciberperiodismo en el país. Es evidente que son numerosos los rasgos que cada medio posee, así que para poder realizar una comparación y unas conclusiones con más análisis se ha decidido centrarse en el grado de interactividad desarrollado por ellos. De entrada, vale la pena mencionar que no hay una sola entidad en el país que no cuente con diarios que tengan una versión electrónica, aunque cabe señalar que el tamaño del estado no tiene nada que ver con la proporción de cibermedios con el que cuenta, por ejemplo, Jalisco que tiene menos de 10 y la Ciudad de México, que rebasa las dos docenas. La interactividad por parte de los lectores. En este caso, las formas más comunes que se hallaron fueron los sondeos, encuestas y comentarios acerca de las noticias publicadas, editoriales o artículos de opinión, siempre y cuando el medio en cuestión proporcionara el espacio adecuado para hacerlo dentro de la misma nota o si no es así, se proporcionan las direcciones de correo electrónico de los autores para que la gente haga sus comentarios de una manera más privada, si se quiere ver de esa forma.
Otra cosa para resaltar es que en cuanto a los sondeos y las encuestas, se ofrecen opciones de respuesta muy limitadas y no siempre piden opinión sobre temas verdaderamente relevantes para la sociedad o siquiera importantes; tal es el ejemplo de algunos cibermedios del estado de Veracruz, que le preguntaban a la gente si el carnaval de este año había sido mejor que el del anterior (Notiver, 2008). Algo que aparece en la mayoría de los medios es el contacto directo con el periódico, pues se ofrece a los lectores direcciones de correo electrónico o el domicilio real de la redacción, sin embargo, no ponen con quién deben dirigirse las personas en caso de que decidan hacerlo de manera presencial, ni qué nombre deben escribir cuando redacten el correo electrónico. Todos estos datos se encuentran, en la mayoría de los medios, en una opción que por lo general se llama “Contacto”, “Contáctanos” o “Nosotros”. Ya en medios con más presupuesto y por ende, con mayores recursos, se ofrece el servicio de radio postcast en las páginas de inicio en algunas de las notas, sin embargo, no es la información completa, sino audio de aproximadamente un minuto (El Diario de Chiapas, 2008). Otro caso que vale la pena mencionar en este apartado es el del Diario de Chihuahua, pues cuenta con blog digital, secciones donde la gente se puede quejar, además de “Reportero celular”, que envía mensajes informativos al móvil. Otros elementos comunes son los foros sobre algún tema relacionado con las noticias o espacios para subir fotografías y en menor medida videos, y los típicos buzones para comentarios. Uno que llama la atención es la “Cineguía” de Mural (Guadalajara), en el que el público pone sus comentarios acerca de las películas que se encuentran en cartelera; en general, el periódico también cuenta con otros espacios de expresión y algunos tests. La Opinión de Michoacán es más explícito con eso de los blogs, pues proporciona los espacios para que la gente suba sus propias noticias y, obviamente, aparezcan en dicho medio. En el caso de los blogs, los periódicos del estado de Sinaloa son un
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caso especial, sobre todo los que pertenecen al grupo de El Debate, pues todos ellos cuentan con numerosos espacios en los que la gente puede publicar contenidos sobre casi cualquier tema. Otros periódicos como La Opinión (Puebla) cuentan con su propio buscador, cosa que le facilita las cosas a los lectores en muchos sentidos. También en una cantidad considerable de cibermedios se pone la opción de calificar la información y la nota mediante el número de estrellas o puntos, todo depende del diseño, tal es el caso de El Informador, también de Guadalajara. En cuanto a la interactividad por parte de los periodistas, lo que más se encontró en los cibermedios especializados fue que proporcionaban direcciones de correo electrónico, así como dirección y teléfonos del medio; en el caso de los periodistas, sólo el e-mail, como una forma de ponerse ellos mismos en contacto con el público. Destaca la presencia de foros en los que los que los periodistas proponen diversos temas y abren la discusión con los lectores, sin embargo, en muchos medios hay que estar registrados para poder acceder a ellos, cosa que restringe un poco todo lo que les podría llegar a pesar de que se trata de un servicio gratuito. Se da también el caso en el que no son necesariamente los periodistas los que proponen el tema, sino los mismos usuarios, como en Tribuna, del estado de Sonora. Existen también espacios donde la gente puede dejar su opinión sobre determinada situación, como en el caso de El Diario de Tampico con su sección “Yo opino, tú opinas”. De igual forma, los buzones de sugerencias son recurrentes en los cibermedios, pues son una forma de acercar al medio con sus lectores, aunque no se sabe qué tanto toman en cuenta lo que les llega. Los chats también son una opción en cuanto a interacción como en el caso de La Verdad de Tamaulipas, aunque muchos de ellos se desvíen en sus contenidos, pues en ocasiones la gente se pone a platicar de otras cosas mientras están dentro. Con todo y eso, es importante destacar que no son el medio favorito por parte de los periodistas en
México para ponerse en contacto con la gente, pues son usados por pocos medios. Dentro de los espacios de la edición electrónica también aparecen los blogs de los periodistas como en Milenio Diario de Monterrey; la gente puede entrar, leerlos, revisarlos y opinar acerca de la información o la nota en sí. Se puede dar también que los mismos responsables del periódico abran espacios en los que la gene ponga diversas cuestiones, como el blog ciudadano de El Regional del Sur de Cuernavaca, Morelos. Una cosa que llama la atención es cómo un género como la entrevista aparece tan poco como una forma de interacción, pues sólo en El Sol de Tulancingo, Hidalgo, y en El Sol de Hidalgo, por ejemplo, aunque también aparece en algunos diarios del estado de Guerrero y Guanajuato, pues ahí se distingue claramente que se trata de conversaciones con especialistas.
Conclusiones Se podría pensar que los cibermedios mexicanos cuentan y utilizan todas las herramientas disponibles para lograr una interacción del 100% entre periodistas y público, pero la realidad no es tan halagadora. La mayoría de los periódicos que cuentan con su versión en línea, lo único que ofrecen son direcciones de correo electrónico del propio medio o domicilios reales, además de que no ponen a quién hay que dirigirse en caso de necesitarlo. Son pocos los medios que en realidad ofrecen variedad en sus servicios, pues en muchos casos, sólo ponen a disposición de las personas una sola posibilidad de ponerse en contacto: o es un chat, un blog o es un foro, nunca varias cosas al mismo tiempo. Otra cosa es que estos espacios, junto con los que se ofrecen para subir fotografías y material audiovisual, no siempre son respetados por los usuarios, pues aunque algunos sí aportan material de
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calidad, otros se dedican a poner cosas fuera de contexto o imágenes que no tendrían nada que estar haciendo en el sitio oficial del periódico de su localidad. Se debe tomar en cuenta que en una cantidad considerable de sitios, los botones o hipervínculos que llevarían a estas opciones están fuera de servicio, o llevan a páginas que no existen, que están en construcción todavía o también que remiten al sitio de inicio del mismo periódico o simplemente, todavía no están habilitadas para su uso pleno. Tampoco se sabe, porque los cibermedios no proporcionan datos al respecto, si todas esas secciones de contacto, son en verdad atendidas, sobre todo las que tienen que ver con quejas y comentarios acerca del periódico. Es imposible saber, por obvias razones, si responden a lo que los lectores les puedan escribir sobre sus notas, editoriales o artículos de opinión. Las cifras no son alentadoras en cuanto a los cibermedios mexicanos pues el 41% de los medios analizados no cuentan con espacios de interactividad para los lectores. De poco menos de 350 periódicos, casi la mitad no ofrece ningún espacio para que los usuarios se expresen y eso no puede ser bueno en ninguna circunstancias. Sin embargo, no se puede dejar de tomar en cuenta el hecho de que se trata de medios muy pequeños que con trabajo cuentan con un diseño más o menos funcional.
necesarios para poder considerarlos usables, amigables y agradables a la vista. Eso sin contar las características propias de los cibermedios, es decir, multimedialidad, hipertextualidad e interactividad, que son cosas que sólo, y en cierta medida, cumplen algunos diarios; no es de extrañar que sean los que más tiempo tienen en el negocio, son los más reconocidos y los que cuentan con mayores fuentes de ingreso.
Bibliografía 1. Cobo, C. (2007). Planeta Web 2.0: Inteligencia colectiva o medios fastfood. México: FLACSO. 2. López, R. (2004) Análisis taxonómico de los portales periodísticos españoles. Anales de documentación, Nº 7, 2004, 123-140 Recuperado el 1 de marzo de 2006. http://eprints.rclis.org/archive/00014226/01/ ad0708.pdf 3. Moreiro, J. (2000). Manual de documentación informativa. España: Cátedra. 4. Salaverría, R. (2005). Cibermedios: El impacto de Internet en los medios de comunicación en España. España: Comunicación Social, Ediciones y Publicaciones.
Por si esto fuera poco, el 64.83% de los medios analizados no proporciona ningún tipo de herramienta para que sean los periodistas quienes interactúan; todo se limita a poner unas cuentas de correo electrónico y algunos datos más. Esto parece indicar que sigue prevaleciendo la mentalidad de que si laboran en un medio, su contacto con la gente es cuando los leen y eso es todo. Es por eso que muchos profesionales están optando por publicar sus propias notas en espacios diferentes a los de su empresa. En resumen, a lo cibermedios mexicanos les hace falta trabajar mucho en diversos aspectos empezado por el diseño en sí, pues según lo que se revisó en clase, no se cumplen algunos de los parámetros
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