Campaña Nacional por la Calidad Educativa “Por una educación de calidad: ¡de cara al país y al servicio del pueblo!”
I.
¿Qué es la educación?
Es el proceso de trasmisión de conocimientos destinado a preparar a las personas en dominio de destrezas, habilidades, herramientas e ideas, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia establecida por la clase social dominante de la sociedad (dueños de los medios de producción) y necesarias para reproducir el orden económico existente (capitalismo). Desde el surgimiento de las clases sociales, la educación ha estado al servicio de las clases dominantes: de los dueños de las tierras, de los dueños de las fabricas; es decir, los que se apropian de la riqueza que producimos los trabajadores. Los opresores nos han brindado la educación a su conveniencia: mientras no necesitaban que
los campesinos leyeran o escribieran, solo impartían educación religiosa para justificar el orden injusto. Cuando necesitaron incrementar la producción y sus ganancias, ampliaron los contenidos de la enseñanza con el único fin de preparar a la mano de obra para as nuevas tareas que demanda el proceso social de producción de riqueza. La educación, sin duda alguna, está estrechamente vinculada al desarrollo y agudización de la lucha de clases en la sociedad; la misma cumple una doble función elemental: Primero genera consenso en torno a la ideología dominante. Forma a las masas trabajadoras para la aceptación, sin resistencia, del orden político-social de explotación existente, por tanto, los farsantes que hablan de una educación sin ideologías, son los mas férreos defensores de la educación al servicio de la ideología capitalista. Ellos luchan abiertamente por una educación que mantenga a la Clase Trabajadora arrodillada a los intereses egoístas de un puñado de capitalistas.
Segundo, forma para el trabajo: transmite herramientas y conocimientos técnicos para la formación de las personas en el contexto de la división social del trabajo y la reproducción de las condiciones de existencia en el marco de la estructura económica hegemónica. Por tanto, no es que el sistema brinda a todos por igual la misma oportunidad; según la clase social de la que provengas recibes un tipo y nivel de educación acorde a tu clase social. II.
Educación y capitalismo
Un gran quiebre en el contenido de la educación vino con la revolución industrial burguesa del siglo XVII. Desde ese momento, el furor por la generación de riquezas marcó la enseñanza y la carrera por el desarrollo de la técnica y la industria. Desde que se consolida el sistema capitalista, la educación burguesa se ha fundamentado en una supuesta neutralidad cuyo objetivo es desviar la atención de ese hecho histórico y fundamental que es la lucha de clases y la explotación.
En la sociedad capitalista la educación no es un derecho humano para el desarrollo del conocimiento creador e innovador; ni mucho menos para dar soluciones a los problemas de la humanidad. Los centros educativos son fábricas para la producción de trabajadores alienados: los estudiantes somos materia prima y los profesores son los que transforman esa materia prima y la convierten en hombres y mujeres aptos para vender su fuerza de trabajo al servicio del proceso de acumulación de riquezas en favor de los capitalistas. La fase imperialista caracterizada por la supremacía del capital financiero sobre el capital industrial, ha traído consigo el desmontaje del sistema educativo ideado anteriormente para la productividad. La enseñanza pública de alto nivel que se impartía para el trabajo productivo, es sacudida por fuertes recortes que socavan las bases de una educación vinculada con el desarrollo de la ciencia y la técnica; quedando relegado ante la lógica especulativa para acumular riquezas. Solo países como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia y Japón, quienes poseen el
monopolio del conocimiento y el desarrollo científico-técnico; los que producen investigaciones e innovaciones en la industria pesada y ligera, la agricultura, la química, la medicina y la industria militar. Mientras tanto, el resto de países quedamos condenados a una educación que forme obreros tecnificados para mantener un injusto orden económico mundial. III.
Educación en Venezuela
Venezuela desde principio del siglo XX ha sido una nación bajo el dominio de los intereses de los grandes capitales imperialistas y fundamentalmente los intereses de los monopolios Norteamericanos. Su economía en el marco de la división internacional del trabajo, fue orientada para abastecer los mercados mundiales de materia prima, fundamentalmente petróleo y adquirir de los centros de producción capitalistas los bienes y servicios necesarios para su consumo interno. Por tanto, el signo principal de la dominación imperialista sobre nuestro país está en el carácter histórico de nuestra base económica: un modelo rentista, dependiente, improductivo y multi-importador.
En las particularidades de nuestra economía capitalista ─propia de un país al servicio de los de los intereses imperialistas─, está la explicación a nuestro deficiente sistema educativo. Un modelo de enseñanza diseñado para cumplir su doble función en el marco de nuestra sociedad: primero, aceptar la ideología de la subordinación a la dominación imperialista y, segundo, formar para el trabajo reproductor de una economía dependiente y parasitaria que no tienen como centro la producción y la investigación para el desarrollo de las fuerzas productivas.
El auge del neoliberalismo en la década de los 80 significó el desmontaje del precario aparato productivo venezolano y la entrega del país a los capitales transnacionales profundizó la crisis en todos los niveles del sistema educativo. Incluso, desde principio de los 70, en el primer gobierno de Rafael Caldera se impuso un plan sistemático, dirigido desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que consistía en bajar la calidad de la educación pública para fomentar y afianzar la educación
privada en el país. Las consecuencias fueron condiciones deplorables de estructura e infraestructura; bajos salarios y precarias condiciones laborales del profesorado. Para afianzar el modelo rentista y acoplase a las dictámenes del gran capital mundial, el gobierno burgués de turno apostó a la desaparición de las Escuelas Técnicas y creación del INCE; esto permitió capacitar mano de obra en aspectos administrativos y técnicos básicos a un menor costo. Se terminó de desmontar el débil carácter científico de la educación en todos sus niveles y en las universidades se fomentó la calificación solamente en el ámbito tecnocrático. En un país relegado a la producción y exportación de hidrocarburos, es decir bajo una economía mono-productora y dependiente de la renta petrolera, invertir en la educación, la investigación y la producción de ciencia y tecnología era entendido por los gobiernos de turno como una pérdida de dinero; puesto que sus intereses estaban asociados a los grandes monopolios que profundizaron el carácter multiimportador de la economía venezolana.
En este panorama, el proceso Bolivariano que inicia en 1999 implicó grandes avances en materia de masificación y recuperación de la infraestructura educativa. La implementación de las misiones educativas; creación de los liceos bolivarianos, repotenciación de las escuelas técnicas y una nueva Ley Orgánica de Educación; son pruebas de los esfuerzo del gobierno Bolivariano en esta dirección. El Estado venezolano destina actualmente 7% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la educación; mientras que en 1998, antes del triunfo de Hugo Chávez, apenas se invertía 3,9%. La matrícula pasó de 6,2 millones a 7,5 millones de estudiantes (incluyendo instituciones públicas y las privadas). Ahora bien, sin dejar de lado estos avances, nuestro modelo educativo desde el nivel inicial hasta el universitario sigue presentando las mismas grandes fallas de carácter cualitativo, algunas de ellas heredadas de la decadencia de las políticas neoliberales y otras por errores de la política educativa actual que no ha podido plantear un cambio estructural del modelo para colocarlo al servicio de un plan para el
desarrollo económico independiente y en función de los intereses del pueblo trabajador. El franco deterioro de la calidad de nuestra educación sigue teniendo su causa principal en su orientación como instrumento para legitimar y reproducir el modelo económico capitalista rentista e improductivo hegemónico en nuestro país. IV. Principales problemáticas educación en Venezuela
de
la
Desvinculación de los programas curriculares con la realidad, potencialidades y necesidades de desarrollo del país No es posible desvincular el modelo educativo de la estructura económica que lo rige y determina; en Venezuela hemos tenido a la largo de nuestra historia una educación al servicio de la lógica parasitaria de una economía capitalista, rentista e improductiva. De allí los preocupantes niveles de baja calidad, ya que una economía que no está orientada al desarrollo y la producción no requiere formar con elevados estándares educativos.
Nuestro modelo educativo actual carece de un programa curricular único que sea implementado en la totalidad de los planteles; que esté vinculado con las realidades del país, y en función de las necesidades nacionales. Nuestros estudiantes egresan del sistema de enseñanza básica y medio con un dominio precario de la historia, la geografía y la economía nacional; un preocupante desconocimiento de las riquezas del país y las potencialidades para su desarrollo económico; y un alarmante desinterés de vincularse con las tareas de desarrollo nacional. Desvinculación con la realidad regional y local Una gran deficiencia de nuestra enseñanza es que no se encuentra arraigada y vinculada con la realidad económico-social de la localidad o municipio donde se imparte. Las escuelas y liceos no desarrollan en los estudiantes el sentido de pertenencia y compromiso con su historia local y tradiciones. La educación no se encuentra relacionada con la dinámica, necesidades y potencialidades
económicas de desarrollo local. No se incentiva el conocimiento profundo de la realidad del aparato productivo de la región; la diversidad de actividades económicas, riquezas y potencialidades para el desarrollo productivo local. Deficiente estudio de la historia nacional y desconocimiento de los interés nacionales La educación no está orientada a forjar a nuestros estudiantes en el compromiso con su patria. La historia del país se imparte bajo métodos pedagógicos unidireccionales y memoristas, y no desde la importancia de cada acontecimiento histórico en el marco de la lucha que ha librado nuestro pueblo para conquistar su independencia frente a los intereses de las grandes potencias. Desde este enfoque queda claro que nuestra educación se encuentra al servicio de los intereses de las grandes potencias; que apuesta a la perdida de la memoria de lucha del pueblo venezolano; a la incomprensión de los intereses nacionales y al nulo compromiso con las luchas para alcanzar la independencia y soberanía plenas.
No se promueve la investigación Los institutos de enseñanza no promueven la investigación en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, regional y local. Este es una de las mayores pruebas de la desconexión de nuestro modelo educativo con las necesidades y realidad de nuestro país. Las potencialidades intelectuales y científicas de nuestros jóvenes son castradas por un sistema de enseñanza mediocre que no promueve la profundización del conocimiento por medio de la investigación. Una educación comunidad
desconectada
de
la
Carecemos de una educación que vincule a los estudiantes con su entorno social. Los planteles educativos parecen instituciones encerradas en una burbuja. Esta realidad no permite que nuestros jóvenes estudiantes se sensibilicen frente a los problemas de su comunidad y participen de la solución.
Deficiente dominio de materias esenciales para el trabajo productivo
problema está asociado a los precarios salarios y beneficios que perciben los docentes.
Hoy, una realidad alarmante y de graves consecuencias para el país, es la deficiente formación que reciben nuestros estudiantes en áreas tan esenciales como matemática, lenguaje, física y química. Este aspecto se agudiza en la medida que nuestra economía se hace más dependiente e improductiva. El poco dominio de estas materias genera un estudiante deficientemente preparado para ir al trabajo productivo o para proseguir estudios en las carreras técnicas y universitarias que demanda el país para apuntalar su desarrollo económico.
Ausencia de planes de formación y capacitación continua de profesores en materias pedagógicas Un componente que va en deterioro de la calidad de la educación es la ausencia de programas permanentes de capacitación y actualización de los docentes en contenidos, herramientas pedagógicas, métodos de enseñanza y evaluación de las materias que imparten.
dedicación
Desvinculación del conocimiento teórico con el práctico: ausencia de materiales pedagógicos, laboratorios y centros para la investigación
Una debilidad de nuestro sistema de enseñanza público es la ausencia de una plantilla de profesores a dedicación exclusiva que permita el desarrollo de una actividad de docencia e investigación que eleve permanentemente la calidad de la educación impartida. En consecuencia, se genera sobrecarga laboral y un profesorado desvinculado de la dinámica del plantel educativo y los estudiantes. Este
No se valora la importancia de la relación teórico-práctica en proceso de enseñanza y de generación de conocimientos. El modelo educativo actual es hegemónicamente teórico y deja de lado la importancia de la corroboración práctica del conocimiento. En consecuencia, es casi nula la dotación de materiales
Ausencia exclusiva
de
profesores
a
pedagógicos, laboratorios y espacios para el desarrollo de la investigación.
que podrían aportar mucho al país en las áreas de investigación y desarrollo científico-técnico.
Esto condena a nuestros estudiantes a aplicar métodos de aprendizajes memoristas para poder cumplir con atrasados mecanismos de evaluación. De esta forma, los estudiantes solo acumulan conocimientos que, al no ser comprobados su veracidad e importancia para la vida social, se olvidan con el tiempo.
Deficiencia en la infraestructura de las escuelas y liceos
Incapacidad para desarrollar la orientación vocacional del estudiante No contamos con un sistema educativo que orienté y desarrollé el potencial vocacional del estudiantado. Nuestros jóvenes egresan sin claridad sobre sus fortalezas y áreas donde serán útiles al país.
La mayoría de la infraestructura de nuestras instituciones educativas no está diseñada para la formación integral de los estudiantes. Son concebidas para la formación “teoricista” en detrimento de espacios para la investigación, la educación para el trabajo, la práctica deportiva y cultural. Desconexión con el sistema universitario y la producción
Incapacidad para detectar e incentivar los grandes talentos
Nuestro sistema de enseñanza medio se encuentra abiertamente desvinculado con el sub-sistema universitario o de formación profesional y con la actividad productiva nacional, regional y local.
Un gran problema de nuestro sistema actual es su incapacidad para detectar y desarrollar el talento. El atrasado modelo educativo se transforma así en un asesino de futuros genios
Los egresados del sistema de enseñanza media generalmente carecen de aspiraciones colectivas. Esta realidad hace que se impongan las aspiraciones individualistas y egoístas en los
jóvenes, en detrimento de las necesidades del país. Deficiente formación cultural y deportiva del estudiantado Carecemos de un programa curricular que permita afianzar la formación integral de nuestros estudiantes. En la mayoría de nuestros planteles educativos no se dictan cursos para la formación de nuestros jóvenes en disciplinas culturales. Mientras que en el caso del deporte no se trasciende de la práctica de disciplinas deportivas populares y se deja de lado el potencial deportivo de los jóvenes estudiantes. Ausencia de participación estudiantil en los problemas de las escuelas y liceos El potencial creativo y transformador de los estudiantes no es apreciado en nuestro sistema de enseñanza. Los estudiantes en la mayoría de nuestras instituciones no cuentan con estructuras gremiales que agrupen y dirijan la lucha por la defensa de sus derechos e intereses. Además, no cuentan con vocería significativa en los organismos de decisión de los planteles educativos.
V. Propuestas para un modelo educativo de calidad al servicio del desarrollo y las necesidades del pueblo 1. Una educación al servicio necesidades del país y del pueblo
de
las
Educación pública La educación no es un negocio, sino un derecho fundamental; es necesario erradicar el carácter privado en todos los niveles. Demandamos una educación que realce el carácter libre del conocimiento, como un bien no enajenable de la sociedad venezolana y que no puede ser mercantilizado. Educación gratuita El acceso y permanencia en el sistema educativo no se reduce a la posibilidad de la inscripción gratuita; para los hijos de la clase Obrera y Campesina las privaciones, explotación y obstáculos son incomparablemente mayores dentro del sistema capitalista. La gratuidad debe estar garantizada por un sistema de becas, transporte,
comedores, bibliotecas, servicio dotación de textos y materiales.
médico
y
Educación científica El proceso de liberación nacional requiere una educación que tenga como objeto fundamental la investigación para producir avances en la ciencia y tecnología para el desarrollo de las fuerzas productivas; por tanto, debemos combatir la concepción ideológica burguesa del estudio como ilusión de ascenso social. Una educación científica prepara a la sociedad para el amplio dominio de las ciencias y la técnica para impulsar el desarrollo independiente del país. Educación popular El carácter popular garantiza que la educación venezolana no esté sujeta a las necesidades del mercado y la rentabilidad, sino al servicio de los intereses del pueblo. Es necesario pasar de una educación al servicio de las transnacionales y de la burguesía parasitaria, a una educación que responda a los intereses y necesidades del pueblo trabajador venezolano.
Educación de calidad El Estado debe considerar como prioritaria la atención a la educación, en todos sus aspectos, especialmente, en la dotación de equipos, por lo que debe destinar un monto no inferior al 20% del Presupuesto Nacional. El Estado debe velar por la calidad de la formación de los docentes; garantizar estudios de postgrado y la dedicación exclusiva, con buenos salarios. Una premisa fundamental para un sistema educativo de alta calidad es un personal docente que sea lo más preparado y culto de la sociedad; la docencia debe ser la profesión más valorada y protegida. Fortalecer la calidad educativa a través del equipamiento de las instituciones con materiales didácticos y pedagógicos, así como laboratorios aptos para la investigación científica. Se debe crear una empresa estatal de materiales pedagógicos y didáctica: mapas, pizarras, equipos de laboratorios, microscopios entre otros.
2. Contenidos, métodos evacuativos y eficiencia en el proceso enseñanzaaprendizaje: el perfil del egresado que demanda el país. Contenidos Los contenidos deben tener como eje trasversal la formación de las nuevas generaciones en genuinos valores morales patrióticos y a su vez internacionalistas. Se debe priorizar el rescate de la historia; de la valiosa memoria de nuestros próceres, luchadores indígenas, afrodescendientes, mártires revolucionarios y heroínas revolucionarias latinoamericanos y del mundo. El currículo debe impulsar el diseño de proyectos educativos centrados en las habilidades del pensamiento, en las operaciones intelectuales, en el desarrollo de destrezas cognitivas, en los procesos dinámicos de aprendizaje, en la selección, interpretación y solución de situaciones problemáticas. Los pensum curriculares deben incorporar contenidos acordes a las necesidades de desarrollo de su área geográfica con materias
tales como: agricultura educación para el trabajo.
y
tierra,
petróleo,
Es necesaria la construcción de programas más sistemáticos para el aprendizaje de idiomas, implementar la educación deportiva especializada y formación en el conocimiento amplio del arte y la cultural. Proceso de enseñanza-aprendizaje: equilibrio entre la teoría y la practica. El proceso de enseñanza-aprendizaje debe fundamentarse en la participación activa de profesores y estudiantes para construir, crear, preguntar y reflexionar sobre los contenidos impartidos. Un proceso que se base en la metodología “Aprendiendo-haciendo” (hacer, conocer, y convivir). La educación debe ser concebida como un proceso permanente; no una cuestión mecanicista que se desarrolla por etapas, con un principio y un fin. Entendemos la educación como un proceso liberador por cuanto forma al ser humano para asumir al trabajo como actividad creadora de conocimiento que lo comparte con sus semejantes.
Proponemos un modelo de enseñanzaaprendizaje que supere el alto contenido teoricista actual y se sustente en un equilibrio entre la teoría impartida y las actividades de comprobación practica donde los estudiantes puedan en el campo verificar la importancia de los conocimientos para el desarrollo de la vida y la sociedad. Métodos evaluativos La educación que requiere nuestro proceso de cambios no es una actividad mecánica e impositiva donde el estudiantado debe recibir toda la información que le transmita el docente de manera acrítica y no reflexiva. Debemos romper con los métodos pedagógicos instruccionales y la evaluación de corte unidireccional que nada contribuyen a despertar el interés de los estudiantes y mucho menos desarrolla sus capacidades de reflexión crítica ante hechos específicos. El proceso educativo que visualizamos debe ser una construcción colectiva de conocimientos útiles para la transformación de la sociedad venezolana, mediante la formación de percepciones críticas y reflexivas del estudiantado.
Educación con valores bajo la unión del estudio y el trabajo La población venezolana requiere una educación que fomente valores de solidaridad, cooperación, sensibilidad social y que desarrolle la cultura del trabajo. Semanalmente deben impartirse materias prácticas en talleres y laboratorios que vinculen la enseñanza con el trabajo; donde los estudiantes comprendan la utilidad de los conocimientos teóricos en su trabajo práctico. Esto ha de aumentar extraordinariamente el interés de los alumnos en la enseñanza y fortalece la retentiva de los conocimientos adquiridos. Educación física y cultural de alto nivel Como parte del desarrollo integral del ser humano, debe existir una educación que fomente las actividades físicas, deportivas y artísticas; ampliando los espacios para su práctica y asegurando la inclusión de los sectores populares, con el impulso de un plan de captación de talentos vinculado a programas
de desarrollo deportivo y cultural de alto rendimiento.
mitología. Lo religioso debe quedar confinado a ámbito de lo privado y personal.
Programa nacional de talentos
Educación productiva y politécnica
Es importante que cada plantel educativo posea planes para identificar y atender talentos en las diversas áreas deportivas, culturales y científicas. Se debe crear un programa nacional donde cada plantel proponga y promueva a los estudiantes más talentosos en diversas áreas para que se incorporen a procesos de formación especializada que permitan potenciar sus cualidades.
Impulsar la creación de escuelas agrícolas y escuelas técnicas profesionales en función a las potencialidades y necesidades de desarrollo económico de la región donde se constituyan. Estos centros de enseñanza deben tener sus propios espacios productivos para la formación laboral calificada de los estudiantes con completa competencia para desempeñar el trabajo para el cual se formaron.
Educación sexual
En la ciudad deben realizarse mensualmente excursiones que involucren a los estudiantes en los procesos productivos de las fábricas; en el campo debe hacerse lo mismo pero en proyectos agrícolas. Esto enriquece el conocimiento y permite que los estudiantes adquieran una conciencia de la importancia del trabajo para la sociedad.
Se debe fomentar, desarrollar y orientar la educación sexual, bajo criterios científicos, deslastrados de la hipócrita moral burguesa y fomentando la prevención y el desarrollo de la salud sexual y reproductiva. Educación laica La educación debe basarse en la premisa del laicismo y lo aconfesional; en ella debe predominar la ciencia sobre el oscurantismo y la
3. Protagonismo y participación estudiante en los planteles educativos Consejos estudiantiles estudiantil
y
del
participación
Se debe impulsar la creación y participación de los estudiantes en instancias de organización y lucha. Los estudiantes deben tener la facultad de discutir y decidir sobre el desarrollo de los procesos educativos; es por ello que debe fomentarse el debate sobre las principales problemáticas que los aquejan con miras a sumar aportes para su solución. Es necesario que a los estudiantes se les reconozcan su representación con derecho a voz y voto en las instancias de toma de decisiones de los planteles; que se reconozca su capacidad de ser críticos, prepositivos y ser garante de la defensa de sus derechos. En este sentido se debe favorecer la organización de los estudiantes en sus propias estructuras gremiales, como genuinos espacios de debate y lucha por sus derechos y aspiraciones.
4. Vinculación con el sub-sistema universitario y la actividad productiva. Año pre universitario Implementación del sexto año como preuniversitario, con el objetivo de preparar a los bachilleres para su ingreso al sistema de educación profesional. Este año preuniversitario debe incorporar programas de orientación vocacional vinculados a los interese y necesidades del país y la localidad. Este año debe incorporar materias introductorias en las diversas áreas de conocimiento tanto en el ámbito teórico como en el práctico que facilite la inserción de los egresados en la futura carrera universitaria.