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EDICIÓN ENE - MAY 2019 AÑO 17 - Nº 89
EDITORIAL
EL TODO POR EL TODO EDICIÓN ENE - MAY 2019 AÑO 17 - Nº 89
FIE Federación Interamericana Empresarial Asociación Empresarial Continental Joyce de Ginatta Presidenta Global Guayaquil, Ecuador Consejo Editorial: Giovanni Ginatta Director Ejecutivo FIE Ecuador Julita Maristany Secretaria General Buenos Aires, Argentina Rodney Goodwin Presidente Sector Noreste EE.UU. Carolina Serani Presidenta Sector Sureste EE.UU. Claudio de Rosa Presidente Sector El Salvador Fidel Márquez Rector de la Universidad Tecnológica Ecotec Franklin López Profesor Adjunto de Universidad de Tulane
la
Coordinación Paola Valarezo Baidal
Ecuador se encuentra en un punto de encrucijada en el que debe decidir si toma el toro por los cuernos y enfrenta sus problemas definitivamente o sigue a la deriva perdiendo el curso del progreso. Diez años de Revolución Ciudadana significaron la siembra de un altÍsimo gasto público acompañado del incremento de la deuda nacional sin precedentes con una irresponsabilidad fiscal que privilegió el populismo, la demagogia y no sembró las bases de un progreso sostenible. Una cosa es invertir para mejorar las bases sociales y productivas y otra es levantar elefantes blancos que hoy en día dan claros síntomas de descalabro. Las cárceles, los aeropuertos, Yachay, La refinería del Aromo, los colegios del milenio son tan solo ejemplos de un despilfarro que no tuvo cuenta del sentido de eficiencia ni de priorización de gastos. El Ecuador se creyó rico por un tiempo, nos dimos lujos como la de tener ciclovías, UNASUR y juguetes como Yachay pero hoy todo queda como un espejismo que se difumina al pasar del tiempo. Ahora lo importante no es hablar del pasado, salvo para castigar a los responsables bajo el imperio de la ley, ahora debemos proyectarnos al futuro. El Presidente Moreno ha sido valiente en tomar decisiones políticas importantes y, aunque tarde, está tratando de hacer cambios en lo económico. La lucha será dura porque hay voces que quieren mantener al Ecuador en ese espejismo falso. Algunos lo hacen por conveniencia, otros por convicción y otros por ignorancia. Los acuerdos políticos y el diálogo son necesarios pero existe un factor de oportunidad que no puede esperar mucho. El Ecuador debe decidirse de una vez por todas por qué camino quiere caminar. En América Latina y en el mundo hay amplios ejemplos de lo que funciona y de lo que no funciona. Si quieren seguir el camino del Socialismo del Siglo XXI, el resultado extremo es el de Venezuela. Si querido seguir la fórmula del progreso hay ejemplos como el Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Chile. Es la hora del todo por el todo. O se mantiene el curso del progreso, la eficiencia, la productividad y la prosperidad o regresamos por la ruta de la demagogia, el populismo y la pobreza permanente.
Ing. Joyce Higgins de Ginatta Guayaquil, marzo de 2019
Impresión POLIGRáFICA C.A. MIPYMES es una publicación de la Federación Interamericana Empresarial. Sus artículos pueden ser reproducidos previa autorización de la presidencia de la FIE. El contenido de esta revista también está disponible en los sitios web www.fiepymes.com y www.joyceginatta.com Para comentarios e inscripciones contactarse al Telf.: (593-4) 2886332 o al correo: jginatta@joyceginatta.com
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Contenido Reflexiones en torno al F.M.I. Econ. Mauricio Pozo Crespo
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Lo que está mal en el mundo Ing. Giovanni Ginatta
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El ajuste macroeconómico en el Ecuador Econ. César Robalino G.
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Ya estamos con el F.M.I. ¿Y ahora? Econ. Francisco Swett
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Soluciones Revista MIPYMES 2003
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La propiedad es fruto del trabajo Pensamiento de Abraham Lincoln
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La pesca en el Ecuador, un sector que compite en el mercado mundial Ing. Bruno Leone
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El F.M.I., chivo expiatorio de las incapacidades del país Econ. Jaime Carrera
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Estadistas, se buscan Sr. Alberto Medina Méndez (Argentina)
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Los diez mandamientos de las naciones mas exitosas del planeta Dr. Carlos Alberto Montaner (Cubano - Español)
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ECONOMÍA
REFLEXIONES EN TORNO AL F.M.I.
Econ. Mauricio Pozo Crespo Analista Económico
Luego de los embates económicos, sociales y políticos que provocó la segunda guerra mundial, la comunidad internacional decidió la creación del Fondo Monetario Internacional, FMI, como una instancia de apoyo financiero a los países que sufrieren los impactos de shocks externos y consecuentemente vieran debilitadas sus cuentas externas y sus reservas internacionales. La creación oficial del FMI se produjo el 27 de diciembre de 1945. Se creó con la participación de 29 países contando en la actualidad con 189 países miembros. El Ecuador es uno de esos 189 países miembros y como tal tiene la potestad de acceder a sus programas de apoyo financiero bajo sus distintas modalidades, en el caso ecuatoriano, los programas denominados stand by de corta duración, el último de ellos de 13 meses plazo y, los de mayor plazo como el que se acaba de acordar denominado de Facilidad Extendida, a un plazo de 3 años. La razón por la cual los países buscan el apoyo de los multilaterales es porque su estabilidad macroeconómica se encuentra debilitada, tienen problemas fiscales, monetarios o del sector externo y necesitan financiamiento en condiciones blandas. La coyuntura del país del 2019 muestra que la economía ecuatoriana adolece de una multiplicidad de problemas en todos los órdenes, esto es, déficit fiscales permanentes y crecientes, una estructura de deuda pública cara y de corto plazo y un sector estatal sobredimensionado. Las reservas internacionales son escuetas y no cubren los pasivos exigibles del Banco Central, la liquidez se encuentra en franco descenso con lo cual los bancos han empezado a restringir sus operaciones de crédito y algunos intermediarios
financieros muestran tasas de morosidad sorprendentemente bajas para los incrementos de las colocaciones de cartera. Las cuentas externas están sustentadas fundamentalmente en nuevo endeudamiento externo mientras que el comercio exterior sigue excesivamente vulnerable a los ingresos por exportaciones petroleras al tiempo que la inversión extranjera sigue sin mostrar signos de una recuperación necesaria y vigorosa. Así mismo, la actividad económica está deprimida, el empleo no se recupera, la pobreza empieza a repuntar y el costo de producción en el país resulta excesivamente elevado para generar ganancias de productividad y sostener adecuadamente la dolarización. Por las razones expuestas, es muy difícil defender la idea que la realidad macroeconómica del país producto de más de una década de excesos, podía ser resuelta sin el concurso de un acuerdo de mediano plazo por parte del FMI y el resto de instituciones multilaterales de crédito. Es importante indicar que el gobierno manifestó su firme decisión de buscar un acuerdo con el FMI hace relativamente pocos meses, por lo que haberlo hecho en marzo 2019 demuestra definitivamente que la visita del Vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence al Ecuador hace pocos meses, las reuniones del Presidente Moreno con la Directora Gerente del FMI Cristine Lagarde y las reuniones del equipo económico del gobierno liderado por el titular de Economía y Finanzas Richard Martínez con el Tesoro norteamericano, han dado resultados favorables. El Acuerdo logrado registra avances importantes a destacar como el monto alcanzado que sin duda es importante, pues 10.200 millones de dólares 5
ECONOMÍA
equivalen a cerca del 10% del PIB. La flexibilidad otorgada al Ecuador es también digna de resaltar, pues por ejemplo el tramo de 4.200 millones de dólares que presta solo el FMI siempre fue destinado a alimentar reservas internacionales y no para uso del presupuesto del Estado. En esta ocasión, es la primera vez en el país que este tramo tiene flexibilidad de
uso para del gobierno, siendo positivo pero también peligroso si el uso no es el más apropiado. El Acuerdo introduce nuevos actores como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Esto denota confianza y un apoyo internacional más amplio a la gestión económica del gobierno.
Detalle de financiamiento alcanzado con los multilaterales por institución y monto (En USD)
Fuente: MEF / Elaboración: Multienlace. *A diferencia del dinero recibido por parte del FMI, el cual posee un fin específico y la aplicación de ciertas reformas económicas, los montos recibidos por las instituciones CAF, BM, BID, BEI, FLAR y AFD, no poseen un fin específico y pueden ser invertidos según el Gobierno lo considere apropiado. El Convenio deberá ser revisado trimestralmente y si las metas pactadas se van cumpliendo seguirán transfiriéndose los fondos, los mismos que tienen 3 grandes propósitos: fortalecimiento del sector externo mediante un incremento de las reservas internacionales, recursos de libre disponibilidad del presupuesto y aquellos fondos predestinados a proyectos específicos de carácter social o de infraestructura. Por la flexibilidad anotada, será total responsabilidad del gobierno la priorización de gastos que realice, la perseverancia que aplique en el programa y la austeridad que imparta al gasto público. La lógica de no entregarle recursos de forma directa a las reservas internacionales se sustenta en el criterio que un manejo adecuado del programa y la austeridad que se imponga determinará que el sector público acumule depósitos en el Banco Central y 6
de esta forma se vayan gradualmente fortaleciendo las reservas internacionales. Por esa razón, podría considerarse que se trata de una “apuesta” peligrosa que su resultado dependerá de la austeridad que se aplique al programa. En la última década y, en especial en los últimos años, las necesidades fiscales resultado de una política económica expansiva y sin un programa claramente definido, se cubría fundamentalmente por la vía del endeudamiento público. Los ejemplos más recientes fueron la operación de deuda con la China en diciembre pasado y la colocación de bonos en el mercado internacional al 10.75% anual de enero 2019. Estos endeudamientos urgentes de hace pocos meses ilustran la desesperación por cubrir gastos derivados de un déficit fiscal creciente y un tamaño del estado totalmente sobredimensionado. Por estas razones, la única forma de revertir esta dependencia del endeudamiento público para cubrir las necesidades de financiamiento es reducir el déficit fiscal y promover un superávit fiscal, pues los ahorros fiscales son la única forma de disminuir las necesidades
ECONOMÍA
de nueva deuda pública. En ese sentido, el programa prevé pasar de un déficit fiscal consolidado del 1% del PIB el 2019 a un superávit fiscal consolidado del 3% del PIB para el año 2022.
Como se trata de cifras de todo el sector público, el esfuerzo fiscal sería no solo del gobierno central sino de todo el sector público incluyendo las empresas estatales.
Balance del Sector Público Consolidado En millones de USD
*Cifras a 2018 son preliminares. Fuente: MEF / Elaboración: Multienlace.
El acuerdo con el FMI contempla metas macroeconómicas para los próximos 3 años pero también incluye reformas estructurales que buscan resolver problemas de fondo sin que se limite el programa a corregir desbalances financieros. En este ámbito se incluyen decisiones para mejorar la productividad y la competitividad, mejoras de presupuestación y de tratamiento de la deuda pública, fortalecimiento en la fijación de reglas fiscales, decisiones para que el Banco Central no vuelva a actuar irresponsablemente utilizando recursos de las reservas internacionales y le preste al gobierno, cambios en la ley del Mercado de Valores y una propuesta laboral que ayude a combatir las restricciones a incrementar el empleo en el país toda vez que el marco legal del mercado de trabajo es obsoleto e inadecuado. Se conoce que se establecerán metas de protección social no menores al 1% del PIB y se enviará a la Asamblea Nacional una reforma tributaria y fiscal que buscaría generar ingresos permanentes y mayores para el fisco. No se conoce a la fecha de este articulo los detalles pero se presume podrían plantear un aumento del IVA conjuntamente con otras decisiones impositivas. Habrá que esperar la propuesta para
poder hacer los comentarios que correspondan. Sin embargo, debe anticiparse que la situación de estancamiento económico con menor capacidad de prestar por parte de los bancos, sugeriría que un aumento impositivo en estas circunstancias luce poco adecuado, más allá de las restricciones políticas que esto demandaría. El programa económico acordado con los multilaterales, a pesar que a la fecha de este artículo aún no se conocía los detalles del mismo, luce ambicioso pero necesario y favorable para el país. Esto asume el cumplimiento del mismo, pues de no alcanzarse las metas el programa dejaría sin el financiamiento previsto por el gobierno. Será entonces la convicción, la voluntad y la perseverancia del gobierno para adoptar las decisiones que se requieran a pesar que algunas de ellas puedan tener costos políticos o electorales. Ojala el programa se cumpla y se despoliticen las decisiones que el país requiere sin ideologizar lo que tiene que hacerse en materia económica. El gobierno debe difundir de la mejor forma los beneficios sociales de un programa económico con apoyo internacional. 7
ENFOQUE
LO QUE ESTÁ MAL EN EL MUNDO
Ing. Giovanni Ginatta Director Ejecutivo F.I.E.
Este es el título de una de las obras más importantes de GK Chesterton, el famoso periodista y escritor inglés de principios del siglo XX cuya producción periodística y literaria puede fácilmente llenar una biblioteca completa. Chesterton fue el rey del sentido común y un gran defensor de las personas sencillas de este mundo. No veía con buenos ojos, ni a la plutocracia de los grandes barones de la industria de su época, ni al poder de la burocracia para tomar las riendas de los más íntimos detalles de nuestras vidas. Para Chesterton, el problema actual (de su época y posteriormente de la nuestra) se empieza a engendrar y se agudiza en la revolución industrial. Antes de eso, en la época agraria, la gente vivía en sus fincas, trabajaba en familia, dependía mucho más de sus manos y de la comunidad que del Estado. Cuando nace la revolución industrial, nace el proletariado industrial, se separa el trabajo de la familia y se multiplica la población urbana. Las grandes ciudades crecen y los sectores de menos recursos demandan servicios y asistencia del Estado. Nace la necesidad de un Estado asistencialista que en algunos países se constituyen en el Estado de bienestar (hoy establecido en la mayoría de los países de Europa). El Estado de bienestar alimenta el sistema políticodemocrático en que los ciudadanos votan por quien les ofrece mayores beneficios y crean la expectativa de una vida mejor en torno a ofrecimientos de campaña. Conforme crece la brecha entre los que más tienen y menos tienen, más crece el populismo y el clientelismo. En el Ecuador, este efecto de ofertas falsas, imposibles de cumplir, quedaron 8
grotescamente en evidencia durante la reciente campaña para alcaldes y prefectos. Las ofertas eran ridículas pero buena parte del electorado no tiene la capacidad de discernir entre lo posible y lo demagógico. En este esquema en el que el Estado se convierte en el supuesto proveedor de soluciones sociales (sin límites), también se genera una relación de compadrazgo entre el gran poder político y el poder económico. A nivel social, el sistema económico-productivo, afecta la estructura de la familia. Los hijos van a estudiar a los grandes colegios públicos en que el Estado decide qué enseña y cómo enseña. En algunos casos extremos la educación se parece más a un sistema de adoctrinamiento. La mujer también entra a la fuerza laboral dejando a los niños en manos del Estado. Los sistemas de salud se alejan del médico familiar y se convierten en grandes centros de salud públicos y privados. Dependiendo del país, los sistemas de salud son mejores o peores pero cada vez menos personales y más dependientes de inversiones de capital. Gran demanda por servicios de salud (nunca enteramente satisfechos) pero el modelo es tremendamente ineficiente y lleno de fugas y de corrupción. Las decisiones las toman en forma muy alejada de la realidad de cada localidad. Chesterton decía que el pobre pueblo ha sido abusado con ofertas de ¨coimas¨ en las que quieren regalarle el mundo y sus sistemas, se la ha ofrecido el jardín del Edén, Utopía y el Nuevo Jerusalén pero, en realidad, lo único que él quería era una casa, su hogar, pero justo eso fue rechazado. Qué quiere decir con esto Cheserton?, que la demagógica gestión política
ENFOQUE
ofrece lo que no puede cumplir y posiblemente lo que no es necesario que cumpla, pero no se encarga de solucionar los problemas que realmente afectan a la gente. El sueño de ser un pequeño propietario es universal y es parte de la fórmula para alcanzar la cohesión social propia de una sólida clase media nacional. Una política pública importante, más valiosa que todos los 444 artículos de la Constitución de Montecristi sería la de un hombre (mujer) una casa. Si pudiéramos ofrecer bonos estatales para financiar e incentivar la compra de casas, esto sería una de la mejor propuesta de reducir la brecha social y crear un Ecuador de pequeños propietarios. En vez de armar proyectos de vivienda construidos en el lugar y en la forma que el Gobierno quiera, con este bono de vivienda, la gente podría escoger dónde y con qué proveedor compra su casa. Otra forma de reducir la brecha es dando mejores opciones de cobertura de salud y educación. El problema es la gestión. Cómo puedes ser que cada año tengamos problemas para asignar colegios y escuelas cuando quedan aulas vacías? Cómo puede ser que exista una demanda de salud insatisfecha a pesar de una creciente inversión en salud. Quién mide la eficiencia en el uso de los recursos? Por qué no se incentiva la creación de cooperativas de salud y educación en la que los médicos, enfermeras y profesores reciban en concesión las escuelas y hospitales y ellos sean sus administradoresconcesionarios respondiendo por el buen uso de los recursos y la calidad del servicio. Lo que está mal en el mundo es una pérdida general del sentido común, se ataca la familia, la vida, la libertad religiosa, la libertad política y la libertad económica pero no se atacan los problemas que realmente causan la pobreza, la desigualdad, la violencia y la pérdida de libertades. Lamentablemente la ciudadanía no tiene las herramientas para entender lo que sucede ni la capacidad para luchar el sistema. Es lamentable que en el siglo XXI los ciudadanos parecen más un grupo de zombies ocupados de sus redes sociales que un grupo de personas con
pensamiento crítico y voz para demandar cambios. Es también lamentable que se satanice la libertad y se aplauda el socialismo. Se busca la forma de eliminar la pobreza pero se establece un sistema de depender de que sigan existiendo como pobres. Las reglas del juego de hoy, exigen que la juventud se eduque de la mejor manera para tener un empleo. Pero la tragedia del mundo, en muchos países, es que un porcentaje importante de jóvenes que no tienen empleo, no pueden estudiar universidad y difícilmente pueden generar los ingresos para poder mantener una familia. Es por esto que muchos ahora viven con sus padres hasta muy tarde en sus vidas. Lo que está mal en el mundo es que el poder se ha alejado de la gente. En las sociedades agrarias y rurales, se resolvían mucho de sus problemas a nivel local. En la familia o en la comunidad se daban la mayoría de las soluciones cotidianas. En el mundo de hoy la gente depende de que se tomen decisiones a mucha distancia por personas, generalmente burócratas, quienes no conocen sus problemas reales ni entienden su realidad. El poder debe de regresar en forma subsidiaria a la gente, no creando adefesios como el CPCS sino restructurando el sistema para que no sea necesario depender tanto de decisiones de un poder central. Existen voces en Ecuador que reclaman mayor justicia regional en la asignación de recursos, la batalla por establecer esquemas de subsidiaridad y autonomías sigue viva pero no existe una chispa que le dé mayor fuerza. Será el momento de retomar el esfuerzo de las autonomías? Será momento de hablar de esquemas federales? Siempre hablamos de que el Ecuador es un país de mucho potencial, pero del potencial no se come. La incapacidad del Ecuador para hacer de lo potencial algo real y duradero ha sido el pan nuestro de cada día. Ahora tenemos que encontrar el camino para alejarnos de la demagogia y construir un país próspero y solidario. No podemos seguir en este curso en el que ni creamos valor agregado nuevo ni reducimos la pobreza. No podemos seguir siendo zombies mientras otros escriben la historia... Lo que está mal en el mundo es que vemos lo que parece pero no vemos lo que en realidad es. 9
ECONOMÍA
EL AJUSTE MACROECONÓMICO EN EL ECUADOR Econ. César Robalino G. Exministro de Finanzas del Ecuador Quito, 12 de abril 2019
La economía de mercado y sus instituciones, representan el esquema y el modelo, que, con sus defectos, mejor funcionan en el mundo, para crear y llevar prosperidad a los países. Esto es parecido a la democracia que es lo mejor en materia de sistemas políticos. Solo ver el caso de China Continental en los últimos 30 años, para constatar lo que afirmamos en materia económica.
dólar que en el Ecuador se creaba de riqueza, 0.44 centavos de dólar se le debía a Estado y al Gobierno. El aparato estatal creció espectacularmente y hoy tenemos 600.000 empleados públicos. La inversión pública creció y llegó al 15% del PIB, superando este indicador a muchos países de América Latina. Pero este monto de inversión, tenía un porcentaje muy importante de sobreprecios y de coimas que afectaron al multiplicador correspondiente. ¿Cómo fue posible esto? Independientemente del tema político, hubo dos factores económicos que permitieron dicha situación y que financiaron la expansión extraordinaria, en 10 años, del gasto público. El primer factor fue, el nivel alto del precio del petróleo ecuatoriano, el mismo que sobrepasó por algún tiempo el nivel de los U$ 100 por barril. El Ecuador y el Gobierno Ecuatoriano tuvieron un ingreso de dólares masivo, muy pocas veces visto en el país. Esto produjo un crecimiento importante de la liquidez interna en la economía, y en los ingresos fiscales que permitieron una expansión del gasto gubernamental y del crecimiento de la economía. Crecieron los depósitos en el Sistema Financiero y Bancario del Ecuador en forma importante y como consecuencia de ello, creció en forma rápida la expansión del crédito, especialmente del consumo. Este factor creció aceleradamente originando la expansión rápida del consumo de los hogares y de las importaciones ecuatorianas.
Era tradicional en el Ecuador que el gasto público representara el 20 o 21% de PIB, pero en la etapa de 10 años del Gobierno anterior este coeficiente anterior llegó al 44%. Esto significaba que de cada
El segundo factor importante del financiamiento del gasto público, fue el endeudamiento masivo del Estado Ecuatoriano en condiciones de plazo y tasas de interés no adecuadas.
La economía ecuatoriana sigue viviendo una serie de desequilibrios económicos y financieros que el Gobierno Nacional intenta, muy débilmente, enfrentar y corregir. El modelo de crecimiento y expansión económica del Gobierno anterior (2007-2016) basado en que el Estado es el que explica y origina la prosperidad del país y de los ciudadanos, se agotó y fracasó. El Gobierno anterior utilizó el gasto público, como la variable que representaba el único motor de la expansión de la economía ecuatoriana. La inversión privada y el sector empresarial debían servir al Estado. La concepción de que el empresario privado ecuatoriano, no es innovador, no es emprendedor, no es eficiente, y que es un evasor neto de impuestos, así como deliberadamente paga bajos salarios a los trabajadores, era y es totalmente equivocado. No hay empresario perfecto, así como no hay Gobierno, ni políticos perfectos.
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ECONOMÍA
El Gobierno anterior con el fin de financiar el gasto público y cubrir el déficit fiscal, tomó recursos de varias entidades públicas y privadas. Tomó recurso del IESS, desconoció y no pagó el 40% de contribución al sistema de pensiones. Tomó y eliminó las reservas que se habían formado en varios fondos provenientes de las exportaciones petroleras. Tomó la liquidez no solo de las Empresas Estatales, sino también de los GADS y lo que es peor, tomó “prestado” recursos de las reservas bancarias, que en última instancia pertenecían y pertenecen a los clientes de los bancos, que son los que depositan sus recursos y sus fondos en dichas entidades. Todo esto significó que el Gobierno anterior tomó recursos que alimentaban y alimentan la Reserva Internacional de Liquidez (RIL) en poder del Banco Central del Ecuador. El monto total tomado por el Gobierno anterior estuvo alrededor de 7.000 millones de dólares. Pero no obstante lo anterior el endeudamiento externo creció en forma muy importante. No solo emitió bonos para colocarlos en el mercado internacional de capitales en condiciones no adecuadas, sino que abrió las puertas a un financiamiento externo con Organismos Oficiales de China Continental. Los denominados “contratos de preventas de petróleo” se adoptaron como política financiera del Gobierno anterior, fundamentalmente para obtener en forma inmediata recursos financieros con el fin de financiar el déficit fiscal y pagar a plazos con petróleo. Se comprometió así un porcentaje importante de la producción petrolera ecuatoriana futura para satisfacer el pago de la deuda con los organismos del país mencionado. Buen negocio para China Continental, mal negocio para el Ecuador. Pero el modelo anterior se agotó, sucumbió, fracasó, tanto porque descansaba en factores volátiles como el precio del petróleo, tanto porque el acceso a los mercados internacionales de capitales, se restringió, por los temores externos de que el Gobierno Ecuatoriano recorría una ruta de probables incumplimientos de sus obligaciones para con sus acreedores, especialmente internacionales.
Todo lo anterior creó una situación de desequilibrios, no solo fiscales, sino de balanza de pagos, así como de tensiones serias al Sistema Monetario de la Dolarización. Complementario a dichos factores, el mercado laboral a través de reformas legales, crearon rigideces enormes que no estimulaban, ni estimulan actualmente, la creación de empleos productivos. Hoy por hoy, el 40% aproximadamente del empleo, es calificado como “adecuado”. El resto es desempleo abierto, subempleo y otras formas de empleo “inadecuado”. La política de sueldos y salarios sobrepasó las ganancias de la productividad de la economía. Estos desequilibrios están acompañados de una economía estancada con crecimientos de PIB mucho menor al crecimiento de la población ecuatoriana que es del 1.5% anual. El Gobierno actual heredo una situación macroeconómica compleja, pero es responsabilidad del Presidente Moreno tomar decisiones para restaurar los equilibrios, que tendrán costos sociales y políticos importantes. Es un acierto del Gobierno Nacional haber solicitado la asistencia financiera y crediticia al FMI y a los Organismos Multilaterales, tales como el Banco Mundial, el BID, la CAF, etc. El programa del Gobierno y sus compromisos con el FMI requieren tomar acciones que restauren los equilibrios macroeconómicos, como paso previo, para crear las condiciones necesarias para el crecimiento de la economía. Algunas personas, entre ellos ciertos economistas, censuran al Gobierno por haber llegado a un acuerdo con el FMI. Lamentablemente, dichas personas no perciben que el modelo anterior fracasó y que la Fiesta Correista terminó. El Gobierno está quebrado financieramente. El país ha perdido competitividad internacional, no por la dolarización, sino que la política económica y financiera del Gobierno anterior volvió caro al país y combatió al empresario privado como creador de la riqueza ecuatoriana. 11
ECONOMÍA
Frente a dicha situación, sin el FMI o con el FMI, el Gobierno Nacional requería y requiere adoptar una Nueva Política Económica. El Presidente Moreno, a los dos años de su mandato, decidió abrir un nuevo camino a la economía. En la tarea de restaurar, poco a poco, los equilibrios macroeconómicos, inició la tarea de poner orden a las finanzas públicas, en forma débil, pero en la dirección correcta. Las políticas de ajuste estructural en la economía ecuatoriana eran y son indispensables. El primer desequilibrio que hemos mencionado es el Fiscal. Se requiere tener un déficit cero para el presente año y obtener superávits fiscales en los próximos años. Para obtener tales resultados en la parte fiscal, hay que crear ingresos y reducir gastos. El subsidio a los combustibles debe desaparecer: el precio del gas doméstico y del diésel deben subir. Lo poco que ha hecho el Gobierno en esta materia, debe ser completado en acciones adicionales. Además, es necesario que el Gobierno envíe lo más pronto posible a la Asamblea Nacional la nueva Reforma Tributaria que deberá incrementar las recaudaciones tributarias, así como eliminar ciertos tributos, como el Impuesto de las Salida de Dividas (ISD). En materia del gasto la nómina de sueldos y salarios debe reducirse en los próximos 12 meses en 1.000 millones de dólares. Habrá que renegociar las condiciones existentes de la deuda pública, no los multilaterales, para alargar los plazos y reducir las altas tasas de interés. Aquí es importante China Continental. Los grandes proyectos de inversión pública deben encargarse al sector privado nacional o externo, a través de las alianzas público-privados. El incremento del IVA en 3% y el fortalecimiento del SRI para el combate más intenso a la evasión tributaria, serán necesarias a los fines de obtener los objetivos fiscales que se persigue. El Gobierno Nacional debe pagar al IESS y al Banco Central del Ecuador lo que el Correismo tomó como dinero propio. Esta tarea sigue pendiente pero la Nueva Política Económica en lo fiscal debe resolver dichos problemas. 12
Algunas acciones anteriores requieren de la aprobación de la Asamblea Nacional y el Gobierno actual deberá llegar a un consenso con los partidos no gubernamentales. Pero las finanzas públicas, como ya lo dijimos, no son el único problema. El mercado laboral necesita reformas a los fines de crear empleos adecuados y productivos. Ello requiere un nuevo Código Laboral o reformas profundas a la ley actual. El fin es eliminar la rigidez del mercado para crear las condiciones necesarias, para crear a su vez más plazas de trabajo, especialmente, para la gente joven. Es urgente la reforma laboral y su aprobación por la Asamblea Nacional. Es necesario también congelar los sueldos y salarios por cinco años. La población ecuatoriana crece al 1.5 % anual y la Población Económicamente Activa (fuerza de trabajo) también crece con nueva gente, que busca un empleo adecuado. Se requiere que la economía crezca alimentada por la inversión privada nacional y extrajera, así como por la exportación privada. Pero para ello es necesario brindar confianza, certidumbre jurídica y de estabilidad económica y que el nuevo rumbo de la economía se de en forma real. Pero además es necesario eliminar todos aquellos factores, tributarios, administrativos, legales y otros que restringe al sector privado a incrementar los niveles de inversión y expandir en forma creciente las exportaciones al mercado internacional, firmando Tratados de Libre Comercio (TLC) con USA y otros países. Esto nos lleva a que también es necesario, como ya lo mencionamos, otras reformas estructurales que debemos apoyar y que la Asamblea Nacional debe cooperar en dicha tarea. Pero es necesario indicar que hay unos impuestos que deben desaparecer, como el ISD y para compensar dicha pérdida de ingresos fiscales y evitar una mayor crisis del Gobierno será necesario como ya mencionamos, aumentar el IVA. Al SRI hay que fortalecerlo para una ofensiva más intensa a la evasión y elusión tributaria. La política de subsidios debe permanecer solo a lo que es indispensable y el Gobierno debe corregir los errores que han incurrido, como es el caso, de los subsidios a los combustibles.
ECONOMÍA
Pero aparte de lo anterior se requiere reformas a la Ley de Planificación y Finanzas Públicas. La decisión aquí es legislar para que los Gobiernos se sometan al futuro a la disciplina fiscal. Se debe legislar adicionalmente a que el Gobierno, vía política fiscal, obtenga superávits fiscales esto es la única forma de ir reduciendo poco a poco al futuro, el monto de la deuda pública y su relación con el PIB. El gasto público por ley (Sector Público no Financiero) no puede sobrepasar el 30% del PIB. Complementario a ello es necesario que el Gobierno implemente con medidas ciertas y legales que el monto de sueldos y salario no puede sobrepasar un porcentaje del PIB. Estas acciones impedirían que el Estado crezca desproporcionadamente. En el Ecuador se requiere un tamaño del Estado pequeño, pero altamente eficiente. Las acciones anteriores ocasionarán, temporalmente, un incremento del desempleo y el empleo informal. El sector privado deberá crecer para crear los empleos necesarios y evitar un desempleo crónico y persistente. Esto si es posible. La Ley de Régimen Monetario y Bancario debe ser modificada. Es necesario crear un Banco Central independiente técnicamente del Gobierno, con un directorio de cinco miembros-economistas, nombrados por el Presidente de la República. Pero estas reformas también deben tener como objetivo la reconstitución del Balance General del Banco Central del Ecuador. Esto conllevará a un fortalecimiento del Sistema Monetario de la Dolarización, que bajo ninguna circunstancia debe ser debilitado. El Gobierno tomó, como ya dijimos, de 7 a 7.500 millones de dólares de la Reserva Internacional de Liquidez (RIL) del Banco Central para colocar a dicha entidad papeles del Estado, así como para crear líneas de crédito a las entidades financieras públicas. Esta situación debe ser corregida. El Banco Central del Ecuador no es una banca comercial. Con los recursos de FMI, el Gobierno Nacional debe corregir la situación recomprándole los CETES y los bonos que forman parte del activo del Banco
Central. Pero además y en vista que las entidades financieras públicas, que recibieron crédito utilizando las Reservas Internacionales, no pudieron pagar al Banco Central y trasfirieron a dicha entidad las acciones de capital, estas deben a su vez, ser devueltas al Gobierno Nacional. El Banco Central se convirtió en accionista de entidades como la Corporación Financiera Nacional. Estas acciones forman parte del activo del Banco Central y por ello el Ministerio de Finanzas debe recibir todas estas acciones de capital pagándoles con recursos del FMI. Estas acciones que son necesaria para la reconstitución del balance del Banco Central originará un crecimiento de la Reserva Internacional que permitirá tener un respaldo y una cobertura de más del 100% de las Reservas Bancarias que son un pasivo exigible del Banco Central. Todo lo anterior, el Gobierno Nacional, con el sombrero financiero del FMI y de las Entidades Multilaterales deben implementar dentro del programa que se ha comunicado al país para los próximos tres años (2019-2021). Complementando a toda la política de ajuste, la política social del Gobierno debe ser fortalecida para evitar que el costo que se avecina vaya ser absorbida fundamentalmente por las personas de bajos ingresos. Todo lo que se ha manifestado anteriormente significara enterrar el modelo de desarrollo del Gobierno anterior, que descansaba en la expansión infinita del gasto público y reemplazarlo con otro modelo de crecimiento de empleo y creación de prosperidad, que se basara en dos grandes motores: LA INVERSIÓN PRIVADA NACIONAL Y EXTRANJERA, ASÍ COMO LAS EXPORTACIONES PRIVADAS. Toda acción que movilice y de combustible a los dos nuevos motores, debe ser implementado por el Gobierno Nacional dentro del programa que se ha anunciado al país. Esto permitirá obtener el resultado que todos queremos: Estabilidad Económica-Monetaria, creación de empleo, expansión de las actividades económicas, así como protección a los pobres y grupos de bajos ingresos.
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ECONOMÍA
YA ESTAMIOS CON EL F.M.I. ¿Y AHORA? Econ. Francisco Swett Decano de Economía y Ciencias Empresariales de la UEES Analista Económico
I. El Contexto Debieron pasar dos años hasta que el gobierno, después de repetitivas y poco creíbles protestas al contrario, decida que no le quedaba otra alternativa que la de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para, en conjunción con otras instituciones multilaterales, obtener el financiamiento requerido que le permita paliar una circunstancia insostenible: el servicio oneroso y destructivo de la deuda pública, y el estrepitoso deterioro de la situación fiscal. La deuda y los defaults son constantes en la historia de un país que nunca aprendió a vivir con sus propios medios, que ha sido reacio a la inversión extranjera y adversario del emprendimiento local. Ecuador no aprendió a ahorrar, carece de mercados de capital, y ha sido presa del populismo que todo lo promete con tal de acceder al poder. Entre 2000 e inicios de 2007, la deuda pública dejó de ser un problema pues pasó de alrededor de 90% a 22% del PIB. Esto se debió al crecimiento en volumen de las exportaciones de petróleo, a los más favorables términos de intercambio, a la disciplina fiscal que arrojó superávits en la cuenta del Sector Público No Financiero, y a la consolidación de la dolarización como nuevo régimen monetario que trajo consigo la estabilización económica y el crecimiento. Luego sucedería el aventurismo del SSXXI, el imperio de la economía no ortodoxa, el rompimiento con los mercados de capital en 2009 y el endeudamiento agresivo con China. En 2014 se acabó la fiesta del petróleo y el gobierno debió acudir a la emisión y oferta de bonos a plazos de 5 y 10 años, con costos crecientes, y al despojo de los depósitos 14
del Banco Central al cual le extrajo más de $8,000 millones de la reserva monetaria. A las pocas semanas de iniciado su gobierno, Moreno se quejó de la “mesa no servida” pero procedió a desperdiciar los momentos y circunstancias favorables de su popularidad, aceptación y credibilidad para tomar las acciones requeridas. En vez de ello, siguió los pasos de su antecesor y, bajo el mando de sus dos primeros ministros de finanzas correístas, se dedicó a continuar con el ritmo de la deuda y las propuestas crecientemente inaceptables (nunca admitidas) de más impuestos. El cambio de ministros hacia el sector privado varió el discurso, pero no la substancia, de una política económica enfrentada al exceso de gasto público corriente, al desperdicio, y a su financiamiento a través de más deuda y ninguna remediación perceptible de la circunstancia fiscal. El resultado es que el capítulo de deuda constituye una tercera parte del Presupuesto General del Estado. El servicio de intereses está en el orden de los $3,000 millones, la inversión pública ha colapsado y el gasto corriente sigue tan campante como en los mejores tiempos de la RC. II. Fondos condicionados: ¿Cuántas de cal y cuántas de arena? Las operaciones del FMI siguen una partitura conocida: la condicionalidad. La entrega de fondos es condicionada a la adopción y vigencia de políticas que tiendan, según el libreto,
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a restaurar los equilibrios de las cuentas fiscales o de las cuentas externas. La realidad es, por cierto, conceptualmente más imbricada pues, en un sistema económico como el ecuatoriano los desequilibrios fiscales que, como hemos visto son la raíz y origen del problema, se reflejan en las cuentas externas a causa de la presión adicional que el gasto público de consumo (sueldos, transferencias y pago de intereses), que es rígido por naturaleza, ejerce sobre las cuentas externas.
es considerado el quinto riesgo más alto de default mundial por su precaria circunstancia económica.
La condicionalidad que demanda el Fondo requiere el control del gasto público, proceso que, cuando se tiene moneda propia, tiene lugar en términos nominales (esto es, inflando la economía) situación que no se da en regímenes monetarios como el del Ecuador. De ahí que se requieren acciones puntuales para reducir la planilla burocrática, (que tiene un costo de alrededor del 10% del PIB) lo que conlleva despidos por la reducción de personal requerida para bajar el gasto. Se complementa dicho ajuste con la subida de impuestos, el incremento en las recaudaciones y la reducción de los subsidios, particularmente de aquellos que, como en el caso de los combustibles, son masivos, ineficientes y regresivos.
III. Ajuste Recesivo
A cambio de los ajustes, se reciben los recursos en tramos sucesivos. En el caso de Ecuador la cuantía de $4,200 millones puede no parecer mayor, pero se complementa con los fondos originados en las otras multilaterales. La Facilidad Financiera Extendida se ejecuta en un período de hasta tres años y reviste por lo tanto mayor flexibilidad que la tradicional operación Stand-By. Al momento se han desembolsado $652 millones y la totalidad del financiamiento será otorgado en condiciones “blandas” con costos de entre el 2.5% y el 4% y a plazos de 15 años. Se produce así un cambio importante en el perfil de la deuda, pues la alternativa (hoy ya inexistente) es la de emitir bonos con cupones de 11%, o hacer operaciones de recompra con bonos (u oro) prendados por un múltiplo de los dineros entregados, incluyendo el consabido “encaje” que protege al acreedor contra las variaciones del precio de las garantías reales otorgadas, o lo resguarda contra la pérdida de valor de los bonos de un país que
Finalmente, un efecto adicional que el financiamiento del FMI otorga es, a manera de sello de aprobación, la posibilidad de retornar eventualmente a los mercados de capital en mejores circunstancias y calificación crediticia, lo que se ha visto reflejado en la rebaja de casi 200 puntos en la cotización del riesgo-país desde el momento en que se aprobó el programa.
El riesgo de ajustes recesivos que empeoren la condición de los hogares es la mayor contingencia económica, y el mayor escollo político. Aparte de los empleos perdidos en el sector público (tarea que hay que acometer bajo cualquier escenario debido a la inflación exagerada de la planilla burocrática), los anuncios respecto de subidas del IVA o, en su defecto, la reducción de las exoneraciones, exenciones y umbrales de cobro del IVA y el IR, sin mover el ISC, son los que mayor controversia provocarán, al igual que los ajustes adicionales en los precios de los combustibles. El ejecutivo buscará llevar a cabo tales ajustes en ejercicio de su autoridad de reformar reglamentos a las leyes mediante decretos, o mediante la promulgación de acuerdos ministeriales o del SRI. Buscará, en todo caso, evitar pasar por la Asamblea dentro de lo posible. Las proyecciones del mismo Fondo apuntan hacia una fase recesiva para los dos próximos años. Las del Banco Mundial son aún más pesimistas, con crecimiento negativo o marginalmente positivo. Algunos colegas han argumentado que estos resultados negativos se originan en el ajuste, pero hay otras razones que explican el pobre desempeño: Para comenzar, los cálculos son hechos asumiendo que no habrá más endeudamiento comercial como los que se han dado en estos años y que permitieron disfrazar y acomodar pérdidas reales de hasta siete puntos en el crecimiento endógeno del PIB. No se computan contingentes de ingresos de capital tales como flujos no anticipados por causa de inversiones extranjeras directas, o por efecto de un repunte sostenido en el 15
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precio del petróleo. No obstante estas contingencias positivas, lo más probable es que, bajo los escenarios probables, las proyecciones de crecimiento pondrían en evidencia que “la mesa que no estaba servida se vació más aún” por la inacción que caracterizó a los dos primeros años del gobierno de Moreno. IV. Reforma Tributaria y Subsidios La incidencia de los impuestos no es un sola, fuere progresiva o regresiva, proporcional o no. Todo depende de los patrones de consumo y producción. El tema político y anímico de los contribuyentes cuenta también, y subyace, mas no domina, el análisis que aquí propongo. Uno de los temas medulares es referido a la reforma tributaria. La Carta de Intención menciona que se dará mayor peso a los impuestos indirectos y esto, según los críticos, es señal de que habrá incremento del IVA. La línea de argumentación propone que los tributos deben ser directos y progresivos, tal cual es el caso del Impuesto a la Renta (IR). El IR es clasificado es la mayor fuente de recaudación de tributos en las economías desarrolladas; pero el IR puede no ser totalmente directo o progresivo (esto es, que recauda mayor porcentaje de la renta generada según el nivel de ingresos). A nivel corporativo, El IR se puede tornar indirecto dependiendo de la elasticidad de la demanda por los bienes y servicios ofertados por la empresa. En otras palabras, si la demanda es inelástica al precio, y los precios se forman añadiendo el recargo impositivo que debe pagar el productor, el impuesto simplemente se traslada al consumidor quien, en el caso extremo, paga la totalidad del mismo (lo contrario ocurre si la demanda es altamente elástica a variaciones en el precio y la pérdida de volúmenes de venta no compensa la subida en el precio). El IVA y los impuestos indirectos son proporcionales, sin embargo, la proporcionalidad por sí misma puede ser regresiva en cuanto a su impacto, una vez más, dependiendo de la elasticidad al precio de los bienes de consumo. 16
El argumento en contra de dicho impuesto sostiene que aun cuando sea proporcional la recaudación, quien tiene un ingreso de $100 cuando el IVA es de 10%, debe pagar $10 y le quedan $90; si, por el contrario, el ingreso es de $1000 entonces paga $100 y le quedan $900. Ahora bien, los patrones de consumo de quienes tienen ingresos más bajos los ubican fuera, o casi afuera, de la red de recaudación que quienes tienen mayores ingresos, lo que establece una tendencia de progresividad que va a depender, precisamente, de los hábitos de consumo mencionados, y de si los productos y servicios consumidos son sujeto de tributo. El ajuste de los impuestos y la disminución de las exoneraciones y exenciones obran, en principio, a favor de los intereses del Estado pues la recaudación de los impuestos indirectos cargados al consumo es más fácil y eficiente que la que se obtiene con los impuestos directos, cuya red de captación es a todas luces insuficiente. En Ecuador, a inicios del gobierno de Correa, el IR cobrado a las corporaciones representaba el 95% de la totalidad recaudada por dicho rubro, y el 1% de los contribuyentes corporativos pagaban el 87% del total recaudado. Se trató, igualmente a inicios del gobierno de Correa, de darle más importancia a la recaudación de IR que de IVA, pero pronto se dieron cuenta de las asimetrías en las recaudaciones de los dos impuestos, por lo que el énfasis cambió hacia los impuestos indirectos. Correa impuso, además, el ISC que no solo es oneroso sino que tiene impacto generalizado en la economía y un efecto negativo que limita la afluencia de capitales. De este último gravamen no se dice nada en la narrativa del Acuerdo con el FMI. Pero el argumento a esgrimir es de naturaleza diferente y se refiere al impacto sobre la economía de los hogares en la fase recesiva. Hay evidencias suficientes para argumentar que ha habido una rebaja en el consumo agregado (conocido en la literatura como un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de consumo), tal como lo demuestra la persistente deflación de precios que, en dolarización, es muestra del deterioro de la capacidad de consumo de los hogares. En estas circunstancias, subir las cargas
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tributarias empeora la ya complicada situación de las familias y puede, además de la resaca política que provoca, disminuir las recaudaciones como ya ocurrió cuando, a raíz del terremoto de 2016, el IVA se subió por un año al 14%.
global de precios, sino la liberalización del mercado de expendio de combustibles que es la acción que facilitaría la eventual resolución del problema.
Finalmente, en la materia de estabilización fiscal, están los subsidios a los combustibles. El Estado carga una tara fiscal pesada con este rubro que, a lo largo de la era petrolera, le ha representado el tener que utilizar una tercera parte de todos los ingresos por exportación de crudo para este propósito. Han sido contados los gobiernos que en las últimas cinco décadas han confrontado el tema que – por la evolución cíclica en los precios del petróleo, por el incremento en el consumo interno de los combustibles y por la preservación de un esquema de distribución que le otorga el monopolio (en este caso de las pérdidas) al Estado – continúa vigente al día de hoy, en circunstancias en que no se puede justificar su permanencia frente a la necesidad de cerrar la brecha fiscal.
Llevar adelante la recuperación de la economía ecuatoriana requiere la capacidad de establecer un marco de políticas que al tiempo que permitan estabilizar la situación fiscal, den aliento a la producción y provoquen el crecimiento.
El gobierno de Moreno trató en al algún momento de corregir la situación, empezando por el incremento substancial de la gasolina denominada “Premium” de 90 octanos, con la promesa (incumplida) de subir el octanaje a 94. La incidencia de este ajuste, que lleva los precios a niveles superiores a los que se pagan en los mercados americanos tiene, sin embargo, un impacto limitado que incide sobre el 15% del consumo de gasolinas. Ha habido ajustes en la gasolina de 88 octanos, pero éstos fueron erosionados cuando el gobierno cedió a las presiones del gremio de taxistas que tienen el músculo político y organización para defender sus particulares intereses. El ataque a otros componentes de la canasta de derivados importados, incluyendo el diésel que representa el 48% del consumo de combustibles, ha apuntado a segmentos asimismo puntuales (las actividades de pesca) dejando de lado el grueso del consumo que atiende las necesidades del transporte y la generación eléctrica. El punto es que se trata de un ajuste hasta la fecha fallido, provocado por un gobierno que, por su vulnerabilidad política, no enfrenta los mejores augurios para llevar a cabo lo que es requerido; esto es, no solamente el ajuste
V. Conclusión: Ajuste Fiscal y Liberación Productiva
Las autoridades han presentado una matriz de acciones a tomar, incluyendo la presentación de la reforma tributaria, las metas fiscales a cumplir, la independencia del Banco Central y la supervisión del sistema financiero que, en lo referente a la supervisión de las cooperativas financieras, tiene serias falencias. Sus intenciones pueden ser correctas, pero la preocupación que persiste es la carencia de visión para entender que el ajuste fiscal y el estímulo de la producción deben ir de la mano. No es dable entrar en discusiones académicas respecto de qué viene primero - el consumo o la producción – pero sí es necesario afirmar que si alguna función válida tiene un gobierno, ésta es la de dar las señales propicias para estimular la actividad de los agentes productivos para que “hagan lo suyo”. “La oferta (de la producción) precede la demanda (del consumo)’, diría el economista clásico Jean Baptiste Say. Y, para que la producción ocurra, deben darse las condiciones precedentes de reducción de la incertidumbre en los mercados, seguridad jurídica, crecimiento del crédito, apertura del comercio, afluencia de capitales y dinero en los bolsillos de los consumidores. Los mensajes del gobierno, debo concluir, son conceptualmente débiles, poco creíbles y, hasta el momento, matizados con propaganda política. Si, por ejemplo, la ruta escogida es la de recaudar $2,500 millones adicionales en tributos, hay que advertir que los cálculos “macros” de los modelos se entreverarán con las realidades “micros” del mercado. De ser así, terminaremos una vez más en el pobre desempeño en que concluyeron los dieciséis intentos fallidos de programas con el FMI. 17
INFORME
TEXTO TOMADO DE LA REVISTA MIPYMES Nº 4 EDICIÓN MAYO-AGOSTO 2003 “¡DECIDAMOS SEGUIR EL RUMBO HACIA LA PROSPERIDAD DE ECUADOR!”
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INFORME
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PENSAMIENTOS
PENSAMIENTO TOMADO DE LA REVISTA MIPYMES Nยบ 3 MARZO-ABRIL 2003
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LA PESCA EN EL ECUADOR, UN SECTOR QUE COMPITE EN EL MERCADO MUNDIAL Ing. Bruno Leone Empresario
Más de 70 años han pasado desde que el desarrollo industrial de la pesca diera inicio en el Ecuador, desde entonces hasta la actualidad el sector se ha convertido en un importante actor para la economía nacional y protagoniza un destacado rol en el comercio global de productos del mar. El informe “Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2018” de la FAO, ubican al Ecuador entre los 25 mayores productores de pesca de captura marina en el mundo, con más de 715 mil toneladas, de las cuales un 30% corresponden al atún, uno de los principales recursos pesqueros procesados por la industria ecuatoriana. La pesca en el Ecuador es una fuente importante de empleo y divisas. En el año 2018, las exportaciones de productos pesqueros, en su gran mayoría industrializados, ascendieron a $1 601 millones de dólares, alrededor del 9% de las exportaciones no petroleras del país. En términos de empleo, cifras del INEC muestran que el sector pesquero industrial emplea formalmente
a 49.856 personas entre las fases de captura y procesamiento, a esta cifra se suman alrededor de 59 mil pescadores artesanales, por lo cual el sector en su conjunto genera empleo directo para más de 108 mil personas. El aporte a la economía se complementa a través de un entramado de industrias conexas proveedoras de insumos y materiales al proceso de agregación de valor de la pesca y otros servicios de soporte, que en su conjunto lo convierten en uno de los sectores económicos más relevantes. Alrededor del 80% de la producción es exportada, ocupando como país los primeros sitiales del ranking de exportadores de productos de mal, siendo tradicionalmente el segundo mayor exportador de preparaciones y conservas de atún en el mundo, el quinto mayor exportador de conservas de sardinas y el décimo exportador de harina de pescado. La oferta exportable del sector se destina a alrededor de 83 países, de los cuales 21 son miembros de la Unión Europea.
Mercados de exportación de productos pesqueros del Ecuador
Elaborado por CNP en base a datos del Banco Central del Ecuador 21
ECONOMÍA
La industria del atún merece especial atención por su destacado desempeño en la industrialización de la pesca. Han transcurrido 67 años desde que en 1949 se instalara en la ciudad de Manta la primera planta de atún, tiempo en el que una mezcla de capitales nacionales y extranjeros y el decidido espíritu emprendedor y visión empresarial han impulsado el desarrollo de una de las industrias más importantes para la economía ecuatoriana y de las ciudades costeras y zonas de influencia donde se asienta.
a grandes cantidades de materia prima y fomentado la instalación de industrias procesadoras y otros servicios conexos que soportan el encadenamiento productivo desde la captura hasta la exportación de valor agregado. En 2018, el sector atunero exportó USD 1 151 millones (72% de las exportaciones pesqueras), ratificando su posición junto al camarón y al banano como los principales productos de exportación de la economía no petrolera del Ecuador.
La existencia de una flota nacional y la atracción de la descarga de barcos extranjeros han facilitado el acceso
Elaborado por CNP en base a datos del Banco Central del Ecuador
Factores que inciden a la competitividad El acceso libre de aranceles vía los sistemas generalizados de preferencias en mercados como la Unión Europea y los Estados Unidos jugaron un trascendental rol en el crecimiento de la industria pesquera desde la década de los 90s. Como industria exportadora, una mayor integración vía acuerdos comerciales siempre ha sido identificados como fundamentales para el desarrollo de largo plazo, más aún en la UE y los EE.UU. considerando que son dos de los centros de consumo más importantes de productos pesqueros en el mundo y el principal destino de las exportaciones del sector e incluso del Ecuador. Que Tailandia, el principal exportador de atún procesado en el mundo, concentre el 80% de sus exportaciones en 28 países y el Ecuador concentre el mismo porcentaje en apenas 8 países, deja en evidencia 22
el enorme trabajo pendiente en diversificación de mercados y así mismo las oportunidades de crecimiento. Los desafíos para la industria en el mercado internacional son grandes y aumentan a medida que el comercio global se liberaliza, por lo que el Ecuador no puede aislarse, más aún con el encarecimiento relativo de sus factores de producción, y ponerse en desventaja frente a competidores. En este sentido la industria ha manifestado al Gobierno Central la urgencia de trabajar en política pública que mejore las condiciones de acceso a los mercados y a la vez en la imperativa necesidad de recuperar la competitividad de la actividad industrial. Los costos de factores de producción afectan de forma transversal a todos los actores del sector pesquero y productivo en general. Los márgenes de rentabilidad han ido erosionándose, producto
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de variaciones en precios causados por la dinámica propia de los mercados internacionales, incluido el mercado cambiario, y de una tendencia creciente en los costos de producción, a la cual habría que sumarle la productividad de algunas pesquerías influenciadas por fenómenos oceanográficos en los últimos años.
La actividad de pesca de altura y costera pasó de un margen de rentabilidad del 7% en el año 2013 a 4.3% en 2017; asimismo actividades de elaboración de harina de pescado registran drásticas caídas de márgenes promedio del 15% al 4% en el mismo periodo.
Elaborado por CNP en base a datos del Banco Central del Ecuador
En este contexto, es preocupación que el costo de factores de producción como la electricidad y combustibles se incremente por encima de la realidad competitiva externa. De igual manera, el alto costo laboral sumado a una rigidez normativa, precisa de una reforma que contemple las circunstancias complejas de la estacionalidad de la pesca y de las características propias del manejo pesquero, siendo más flexible a las necesidades de las industrias y conservando los derechos de los trabajadores. En el ámbito tributario, los incentivos de la ley de fomento productivo deben efectivarse. Al menos en el sector pesquero el incentivo de un listado de bienes de capital e insumos con tarifa IVA cero aún no es una tarea pendiente del Ejecutivo a cerca de un año de promulgada la ley. El tema arancelario, continúa gravando de costos a la importación de equipos, insumos y accesorios a la pesca que carecen de lógica para una actividad productiva que se orienta a la generación de divisas. En términos estructurales, el mayor desafío es la modernización. Con una flota industrial de antigüedad promedio de 40 años, la renovación es indispensable para la sostenibilidad de largo plazo. Sin embargo, el costo de renovación es elevado: la construcción de un barco cerquero atunero nuevo requiere inversión de más de 30 millones de dólares, cuyo financiamiento demanda de condiciones de crédito blando, que para el volumen de operación requerido no presenta un panorama certero a nivel de banca pública.
En el ámbito externo, la creciente conciencia mundial sobre la importancia del consumo de productos ambiental y socialmente sostenibles enmarca la discusión sobre la necesidad de un ordenamiento pesquero de vasta base científica. Las ecoetiquetas están creando un incentivo de mercado en pro de la sostenibilidad. A nivel local se están haciendo destacables esfuerzos para que la pesquería del atún y de pelágicos pequeños logre dichas certificaciones. El país debe estar preparado para responder a las exigencias de los mercados, en cuestiones críticas como capacidad e institucionalidad de la investigación, cobertura del control, trazabilidad, conocimiento del estado de los stocks, y en ello la industria se encuentra liderando la agenda público-privado con resultados relevantes hasta la fecha. Sin duda, el Estado deberá trabajar en fortalecer su competencia en el ordenamiento e investigación de las pesquerías costeras y robustecer los mecanismos de trazabilidad, para potencializar una industria fuente de empleo y divisas y reforzar la lucha contra la pesca y producción ilegal. Los antecedentes expuestos ratifican la necesidad de robustecer la agenda público – privada, con acciones trazables y efectivas que apunten a mejorar las condiciones de competitividad que demanda el sector industrial exportador. Sin duda, no hay empleo sostenible sin empresa sostenible, para lo cual es condición indispensable trabajar en conseguir un entorno de negocios competitivo en un país que depende de la generación de divisas para la sostenibilidad de su modelo económico. 23
CIFRAS
EL F.M.I., CHIVO EXPIATORIO DE LAS INCAPACIDADES DEL PAÍS Econ. Jaime Carrera Director del Observatorio de la Política Fiscal
Según el Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales de la UDLA, entre 1983-2003 se firmaron 13 Cartas de Intención con el FMI (Cuadro 1). En las décadas de los años 80s y 90s, de las diez cartas firmadas, sólo en las de 1983, 1984 y 1985 se desembolsó la totalidad de los créditos del FMI y se asume que se cumplieron los programas previstos. Las Cartas de Intención firmadas en los años 1986, 1987, 1990, 1991 y 1995 no se cumplieron. Se cumplieron parcialmente las de los años 1989 y 1994. Luego de la adopción de la dolarización, se cumplió parcialmente la Carta de Intención firmada en el año 2000, se cumplió en su totalidad la firmada en 2001 y fue parcialmente cumplida la suscrita en 2003. En las décadas de los años 80s y 90s, cuando el país contaba con el sucre como moneda propia, los compromisos de política económica asumidos por el país en las Cartas de Intención giraban en torno a la reducción del déficit público, prudencia en los incrementos salariales, reducción del gasto público y la plantilla de empleados públicos, eliminación de las prohibiciones para importar, mantener niveles adecuados de reserva internacional, aumentar los precios de los derivados del petróleo, flexibilidad en las tasas de interés, aumentar la competitividad externa, incrementar las tarifas de los servicios públicos, limitar el endeudamiento externo, reducir la inflación, ajustar las tarifas de los servicios públicos, política cambiaria flexible, controlar la emisión monetaria, crecimiento de la economía. Sólo en 1994 se estipulaba la privatización del sector eléctrico y telefónico. En dolarización se repitió la historia. A partir del año 2000, luego de la adopción de la dolarización los compromisos en las Cartas de 24
Intención hasta 2003, se limitaban a recuperar el equilibrio fiscal, la disminución de los atrasos en las deudas del Estado, topes al endeudamiento público y reducción de su peso, aumento del IVA, creación de un fondo de liquidez, límites al crecimiento del gasto del gobierno, adopción de reglas de Basilea, aumento de la inversión, reducción de tasas de interés, mantenimiento de la dolarización. En 2019, después de casi 40 años de haber firmado la primera Carta de Intención en 1983, en el Ecuador se continúa con la secular discusión de los mismos problemas y deficiencias económicas y fiscales. Si en los años 80s y 90s, se hubiesen cumplido con rigor los compromisos de las Cartas de Intención, la crisis de 1999 no habría existido, así como el alto costo que ella representó. Hoy, después de casi veinte años de implementación de la dolarización, se vuelve imperativo retomar las políticas económicas y fiscales inherentes a su preservación e implementadas en las Cartas de Intención 2000-2003. Si las mismas políticas se hubiesen mantenido con el entorno inmensamente favorable del segundo boom petrolero, tendríamos un Ecuador camino al desarrollo. Culpar a otros las incapacidades del país. La satanización del FMI solo traduce la incompetencia del país para implementar políticas económicas y fiscales sanas, y la ciega recurrencia de culpar a otros como causantes de los males nacionales. Excusa para negarse a ver sus propias incapacidades. No son las Cartas de Intención firmadas con el FMI las causantes del subdesarrollo del Ecuador, si, en cambio, los intereses de las élites políticas, económicas y sociales, los dogmatismos ideológicos, los populismos de
CIFRAS
diverso cuño que utilizan la desesperanza de los pobres para sus protervos intereses, los gobiernos irresponsables carentes de una auténtica visión del desarrollo. Los sectores de siempre, trabajadores, posiciones de izquierda, élites sociales, políticos poco responsables, vuelven a su nostálgica denostación per se del FMI. No obstante, la ligereza de sus soluciones y constantes demandas al Estado, han sumido al país en el atraso y subdesarrollo: más subsidios, más gasto público, más deuda pública, desdén por el equilibrio fiscal, oprobio a la creación de riqueza, inveterado temor a la competencia y productividad, socialización de la pobreza ante la incapacidad de crear riqueza para distribuirla. Si el Gobierno anterior hubiese administrado con responsabilidad el boom petrolero, quizá el último, tendríamos superávit fiscal, fondos de ahorro, más inversión extranjera y exportaciones, una sólida reserva internacional y un país con altas tasas de crecimiento. No obstante, los desajustes económicos y fiscales incubados en el anterior gobierno, tienen magnitudes y costos poco imaginables para el conjunto de la sociedad. Inevitables reformas fiscales y económicas. Más impuestos, menos subsidios a los combustibles, reducción notable del aparato estatal, cuentas públicas equilibradas, condiciones para impulsar notables flujos de inversión extranjera y exportaciones para
crecer a tasas elevadas, mano de obra calificada, mayor productividad y competitividad, flexibilidad laboral, aumento de las reservas en el Banco Central, y muchas otras políticas deben ser parte de la convicción del gobierno y de la sociedad. Insertarlas en un acuerdo con el FMI, jamás debe entenderse como una imposición de tal organismo, sino como intrínseca necesidad para el desarrollo del país. El Ecuador, en décadas, no ha sido capaz de consolidar y sostener políticas para una sana economía y cuentas públicas ordenadas. Hoy, le es imposible conseguir recursos para aumentar sus reservas en dólares y garantizar la estabilidad económica y fiscal. La única opción es acudir al FMI con un plan económico coherente y creíble que aliente las libertades económicas, a fin de generar confianza en los mercados, reducir el riesgo país y obtener los recursos que le son imperativos. El gobierno concretó con el FMI un Acuerdo de Servicio Ampliado por tres años al suscribir una Carta de Intención, además, con la concurrencia de los organismos multilaterales de crédito y otras agencias. En tal período se recibirán créditos por $10.279 millones, $ 4.200 millones del FMI y el saldo de tales organismos. Sin embargo, si el Programa Económico incorporado en la Carta de Intención, aunque fuese en la dirección correcta, no tiene viabilidad política y social, el acuerdo con el FMI se incumplirá en reiteración de las conductas del pasado. El país continuará anclado a sus miopías y deformaciones que lo condenan al atraso y crisis permanentes.
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ENFOQUE
ESTADISTAS, SE BUSCAN
Sr. Alberto Medina Méndez Periodista. Consultor Privado en Comunicaciones (Argentina)
El cuadro de situación ya habla por sí mismo. Por mucho que se esmeren los políticos de siempre para explicar lo que sucede, los hechos están a allí, visibles y las cifras son demasiado elocuentes como para ser refutadas.
cambio su rumbo y empezó su derrotero de deterioro progresivo, que se ha manifestado en una ininterrumpida secuencia de errores institucionales, económicos, sociales y políticos.
La humanidad ha evolucionado en múltiples aspectos, pero su búsqueda permanente por la superación le ha permitido identificar nuevos desafíos y construir los caminos necesarios para sortear escollos y alcanzar victorias.
Se podrían describir esos hitos con lujo de detalles, pero hoy es vital enfocarse en aprender del pasado y dar vuelta la página para mirar hacia adelante. Lamentarse por lo ocurrido no traerá ni consuelo ni soluciones.
En ese recorrido no todo el planeta ha conseguido idénticos resultados. De hecho, algunos se han destacado convirtiéndose en ejemplos a seguir, los más han acompañado el natural proceso promedio y unos pocos no han conseguido salir de ese círculo vicioso en el que deambulan sin brújula.
No se trata de olvidar lo sucedido, sino de tomar nota de las malas decisiones, de las reacciones inadecuadas y de las consecuencias innegables de haber recurrido a la tramposa alquimia que ofrecen los atajos.
La explicación no es seguramente tan lineal, pero no caben dudas de que la ausencia de una dirigencia a la altura de las circunstancias ha sido un factor clave en ese estrepitoso, abrumador e indiscutible fracaso. Este país supo ser un faro. Muchos afirman que estuvo en ese pelotón de los mejores del mundo a principios del siglo pasado. Más allá de los datos que efectivamente lo corroboran, la enorme inmigración que llegó a estas tierras aporta el testimonio irrevocable que también lo confirma. Para muchos no es una tarea imposible encontrar en la historia ese momento en el que la Nación 26
Hace falta seriedad, disciplina y perseverancia para progresar. Es imprescindible admitir, con absoluta humildad, que con la retórica simplista que tanto enamora a los que creen en la magia, jamás se logra el éxito. Tal vez parece muy razonable decirlo y hasta muy sensato reiterarlo, sin embargo, gran parte de la sociedad prefiere escuchar delirios y promesas vacías repletas de fabulosos sueños que nunca se concretarán. Diera la sensación, por momentos, que la mayoría de la gente desea escuchar mentiras, que los políticos están siempre convocados a ocultar la realidad, o al menos a suavizarla con palabras amables que minimizan todo.
ENFOQUE
Si los ciudadanos solo quieren comprar espejitos de colores, la política siempre estará dispuesta a proveer eso que ambicionan. Después de todo, ellos solo satisfacen a sus votantes y sus discursos van en esa dirección. Una alternativa, tal vez la mejor, sería esperar que la sociedad madure lo suficiente, que consiga aprender de sus errores propios y que sus recurrentes tropiezos algún día sean considerados como una señal clara para modificar estrategias de fondo y estar dispuestos a hacer lo correcto. Pero sería de necios no reconocer que muchas comunidades lograron hacerlo bajo un paradigma bien diferente. Allí aparecieron líderes, personas singulares, personajes distintos, capaces de asumir riesgos y dar la batalla. No eran seres humanos extraordinarios sino personas comunes, con problemas, defectos y debilidades como todos, pero con ciertas capacidades que sobresalían y alcanzaban para generar esa transformación anhelada. Eran estadistas, personas con una enorme sabiduría y con las aptitudes personales requeridas para conducir la implementación de políticas públicas de largo plazo, sustentables y capaces de producir un genuino milagro. La medianía imperante en esta era es alarmante. Nadie parece ser lo suficientemente diferente como para salirse del molde. Han caído casi todos en la perversa inercia de imitarse en lo más burdo, de
copiar pésimos métodos y replicar ideas nefastas, cuyos resultados están a la vista. El país está encaminado hacia un lamentable brete. Debe seleccionar opciones de baja calidad. Tan así es la cuestión que el mejor argumento esgrimido por unos y otros es que los adversarios son peores que ellos. Semejante declaración de ineptitud exime de cualquier análisis complementario. La situación es crítica, sin embargo, aun en ese complejo escenario, no aparecen esas opciones que permitirían salir del dilema. Muchos afirman que esos “próceres” no están disponibles en el presente. Otros dicen que simplemente los mejores han decidido estar fuera del sistema, preservándose e inclusive muchos han emigrado ya hace tiempo. Es bastante difícil tener alguna esperanza si la sociedad no emprende el intrincado sendero de cambiar de plano sus conceptos y adopta otra actitud menos superficial que la que la ha caracterizado por varias generaciones. Resulta bastante poco probable que ello ocurra, al menos en la inmediatez. La variante óptima sería que se asome una nueva clase dirigente, pero con valores distintos a los de siempre y de la mano de figuras que puedan convertirse en esos estadistas que hoy se precisan con tanta urgencia.
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ENFOQUE
IMPERICIA PARA COMBATIR LA POBREZA El tema está nuevamente en el tapete. Esta vez las cifras impactaron con potencia en un escenario que presenta malas noticias económicas casi a diario. La gente y la política se llenan la boca hablando de esto. Dicen que hay sufrimiento y dolor, que es necesario ser solidario y sensible, pero nadie parece querer ir a fondo en un tópico que requiere de decisiones fuertes. No es cierto que no se sepa cómo salir de esta encrucijada. Muchos países pueden dar testimonio del recorrido que hay que hacer, de los escollos que se deben atravesar y de lo que se puede lograr haciendo lo correcto. Claro, qué por estas latitudes, todos pretenden resultados fabulosos, pero sin esfuerzo alguno. Quieren el premio, pero no el sacrificio. Creen en lo mágico y no en el esmero y es por esa razón que todo sigue siempre igual. Mucho se puede decir sobre esta manía de “medir” la pobreza. Es una variable tan subjetiva, dinámica por su movilidad temporal, con criterios tan cambiantes y opinables, que las comparaciones en una línea de tiempo son demasiado improcedentes y llevan a lecturas incompletas e inadecuadas. La política siempre se ocupa de hacer de las suyas, de contaminar en extremo la discusión y entonces todos acomodan sus discursos según de qué lado del mostrador se ubican para llevar agua para sus propios molinos. Eso tampoco ayuda demasiado. Desviar la atención, encender posturas emocionales y obnubilar la mirada
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de los que pueden tomar determinaciones relevantes que incidan en un cambio de rumbo, no suma. Reducir la discusión a establecer un umbral numérico arbitrario que divide a las personas y las clasifica como pobres, según ese parámetro es superado o no alcanzado, es retroceder en el camino de la construcción de soluciones. Los indicadores son siempre una guía, una referencia, pero de ningún modo pueden ser analizados en forma aislada sin contemplar otros aspectos generales que también participan de ese contexto tan problemático. El país convive con estos niveles de pobreza desde hace décadas. Más allá de las cifras escalofriantes, ciertos paradigmas estructurales son aún más preocupantes porque no solo hablan del presente sino también del futuro. No solo existen personas en situaciones paupérrimas desde lo estrictamente económico, sino que muchos de ellos, tiene una imposibilidad fáctica y profunda que les impide salir del circulo vicioso en el que han caído. Ellos no solo precisan de significativos cambios macroeconómicos y mejores condiciones para hacer al menos el intento, sino que deben corregir ciertas complejas cuestiones, de no tan sencilla resolución en el corto plazo. No se puede jugar con la dialéctica de la eliminación de la pobreza porque eso iría en contra de la naturaleza humana y negaría la posibilidad que tienen quienes deciden un estilo de vida compatible con esta descripción.
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Pero no es preciso disponer de una mente brillante, ni reunir a un equipo sofisticado de técnicos para saber que se debe hacer para mitigar un fenómeno social que la mayoría considera casi inaceptable en esta era. Las naciones que avanzaron en esto solo hicieron los deberes más básicos. Muchos afirman que la tarea es de una gran complejidad, pero en realidad es solo una excusa que esconde la falta de coraje para hacer lo preciso. Las ideas centrales que se deben abordar son muy simples. En todo caso, lo engorroso, lo realmente desafiante, es reunir el valor para encarar esa agenda que tiene muchas aristas y para construir los consensos imprescindibles para soportar las distintas etapas de ese proceso. En ese fatigoso sendero no solo se deberán sobrellevar los amargos sinsabores con un estoicismo a prueba de casi todo, sino que también habrá que resistir la tentación de abandonar ese derrotero, porque en el “mientras tanto” muchos apostarán a que se interrumpa abruptamente lo iniciado. También habrá que acompañar ese esquema monitoreando la evolución y contribuyendo especialmente en la labor de acortar al máximo todos los plazos para que aparezcan pronto los progresos y los anhelados logros. No será para nada fácil, tampoco transcurrirá sin tropiezos o sin que aparezcan errores involuntarios más que predecibles ante semejante reto, pero si
prima la convicción, la perseverancia y la paciencia, más tarde o más temprano, se concluirá asumiendo que esa victoria valió la pena. Si alguien espera la perfección se equivoca y mucho, pues habrá que aclarar que tal cosa como una sociedad sin contratiempos no existe, sobre todo porque los seres humanos son esencialmente imperfectos. Nunca se salió de la pobreza con dádivas y asistencialismo, tampoco subsidiando industrias o con Estados elefantiásicos, mucho menos con políticos mediocres y cobardes, o con demagogia y populismo. Pese a la categórica evidencia que ofrece el mundo, los dirigentes locales solo proponen fórmulas contrarias a la austeridad republicana, a los mercados libres y a la iniciativa privada como motor del desarrollo. Se ocupan a diario de agrandar el gasto estatal, aumentar impuestos y generar inflación emitiendo moneda y endeudándose cuando ya nada alcanza. El dilema es real. Los que creen que la pobreza es insuperable no han observado a aquellos países que superaron circunstancias mucho peores que las que se viven por aquí. Ellos arrancaron desde muy abajo, con dificultades superiores a estas, sin embargo, finalmente fueron exitosos. Claro que no esquivaron nunca el desafío. Creyeron férreamente en su proyecto, fueron abrumadoramente consistentes, no se claudicaron ante la primera señal adversa y buscaron siempre variantes para progresar.
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ENFOQUE
LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LAS NACIONES MAS EXITOSAS DEL PLANETA Dr. Carlos Alberto Montaner Escritor y periodista Cubano Español
TEXTO TOMADO DE LA REVISTA MIPYMES DE LA F.I.E. EDICIÓN MAYO-JUNIO 2005
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