El medio ambiente ha sido entendido como un ente ajeno a la humanidad. Sin embargo, durante la última década, ha tomado relevancia dentro de las distintas agendas políticas a nivel global. Distintxs autorxs, como Tim Ingold (2012), David Harvey (2005) o Margarita Serje (2011), entre otrxs, hablan de manera general acerca de esta emergencia como un producto de un proceso histórico-cultural impartido y reproducido por la matriz occidental premoderna y moderna que propuso fragmentar el espacio para tomar distancia del mismo y así ejercer un poder específico por medio de distintos dispositivos discursivos, que lograron cosificar las relaciones del mundo no humano en constante obra aparentemente invisible.
La regionalización (fragmentación, zonificación) geográfica como un legado del método científico, junto con la racionalidad occidental, impuso una forma para acercarse al espacio. Dicho legado ha generado una enajenación dentro de los distintos grupos sociales frente al geosistema y su funcionamiento holístico a escala micro y macro. El planeta Tierra es un sistema que integra los intercambios de masa y energía dentro -endo- y fuera -exo-.
El ritmo que construyó el proyecto sociopolítico globalista neoliberal ha perpetuado el método científico de la fragmentación espacial, cuya imposición imparte una historia y una geografía que, en consecuencia, ha producido un ordenamiento territorial específico acorde a unos intereses económicos.
El uso de los suelos adquiere un significado en relación con los valores sociales, donde occidente ha construido una narrativa de la naturaleza como un recurso infinito en perpetua disposición para la satisfacción de las necesidades “humanas”. Según el IDEAM (2015) inicialmente el suelo es considerado como un recurso renovable, sin embargo, es necesario cientos o miles de años para que se forme un centímetro de suelo dependiendo de las condiciones geológicas, bióticas, climáticas y topográficas; en contraste, solo se necesitan algunos días para acabar con los suelos debido a la erosión, la quema, entre otros factores. Es por esto que el suelo se podría considerar como un recurso no renovable.
En concreto, los suelos están constituidos por minerales que, en un principio, representan un valor de uso, pero en el transcurso de la implementación de las ideas desarrollistas la naturaleza fue mercantilizada y se primó su valor de cambio. Entonces, dentro de la relación de poder en la apropiación de dichas mercancías, junto a la fragmentación de los territorios, se han determinado unos suelos específicos para el desempeño de actividades económicas relacionadas con la urbanización, actividades agropecuarias, extractivismo y la conservación. No obstante, a pesar que este último surge para compensar los daños ambientales, consideramos que no se puede romantizar su propósito, pues es parte de una fragmentación espacial que no concibe las relaciones dentro de las dinámicas naturales del planeta Tierra.
En Colombia, Parques Nacionales Naturales es la institución pública encargada de mantener, administrar y delimitar algunas áreas determinadas para la conservación de la diversidad biológica y cultural del país (PNN, 2022).
El Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena está localizado en el sur del departamento del Meta y parte del Guaviare. Posee 620.583,47
hectáreas (PNNC, 2018). El límite occidental está definido por el río Duda, en el sur por el río Guayabero, en el nor-oriente por el río Cafre. La extensión total del parque está ubicada en las cuencas bajas del río Ariari y Guayabero. A partir de la delimitación geográfica física del territorio, se puede comprender la comunicación de los diferentes ecosistemas y culturas de los Andes, Orinoquía y Amazonía colombiana en el mismo.
Como grupo, consideramos al Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena como un sistema complejo que, a lo largo de su evolución perceptiva política y social, ha presentado un sinnúmero de relaciones, conflictos y propósitos dentro de su mismo eje y ambiente. En concreto, el PNNSM es un centro donde la reunión de intereses y disputas particulares dentro del Estado y la nación colombiana pululan sobre su biota y las relaciones que la habitan. Por lo tanto, como grupo consideramos que es pertinente caracterizar este espacio en relación con los contenidos teórico-metodológicos sobre la teoría general de sistemas complejos (TGSC) vistos durante el transcurso del semestre para comprender los efectos de degradación territorial holísticos que giran alrededor y dentro del parque.
En concordancia con lo anterior, comprendemos a nuestro sistema como el resultado de una serie de interconexiones entre elementos que buscan un cometido específico de acuerdo al comportamiento que adopte el mismo. De esta manera, nuestro ejercicio es un proceso de comprensión sobre el comportamiento del PNNSM por medio de sus stocks, flujos, entradas, salidas y retroalimentación del mismo dentro de su desarrollo histórico, ambiental, político y cultural del mismo entre el periodo de 2014-2022.
En el territorio actualmente, se están presentando una serie de procesos y dinámicas que se han venido complejizando con el transcurso de los años, y aún más con el Acuerdo de Paz que se dio en el 2016. Estos procesos y dinámicas se han comenzado a problematizar alrededor de las relaciones de los intereses de los actores en cuanto a las actividades económicas y las territorialidades emergentes en una apropiación social, cultural, geográfica y política de este territorio delimitado.
Luego de la firma de los Acuerdos de Paz, la presencia oficial de los actores de las FARC disminuyó; quienes imponían una autoridad dentro del parque e impulsaban la conservación con sus “manuales de convivencia”. En consecuencia, se dio paso a la llegada de otros actores con el interés de ejercer el control dentro del territorio y posicionar sus intereses por medio de la fuerza armada.
Esta llegada de nuevos colonos ha potencializado el motor del flujo de energía, el cual se ve reflejado en el medio en cuanto al aumento de la deforestación, ganadería, implementación y aumento de los cultivos de coca, acciones violentas, dejando a un lado el discernimiento del sistema a nivel macro que representa un valor de uso para la vida misma.
Este es un proceso que queda abierto, pues el sistema Parque Nacional Sierra la Macarena, como todos los demás, se encuentra en constante transformación, dado que está expuesto a nuevas perturbaciones e interacciones con actores emergentes poseedores de nuevos potenciales para su evolución o destrucción. Desde una escala micro, el sistema lo evidenció en la gran transformación del mismo luego de la firma de los Acuerdos de Paz.
El estado del sistema es cambiante, ya que depende de los bucles de retroalimentación, los cuales pueden desarrollar propiedades y capacidades con tendencias neguentrópicas y entrópicas, que, en este caso están encaminadas a la resiliencia y autoorganización del mismo. En el PNNSM el flujo de energía es el poder de los usos de los suelos y su motor son los intereses económicos particulares de los actores. Asimismo, presenta tendencias entrópicas y neguentrópicas dirigidas a estos intereses, que se invierten y reinvierten, por lo tanto, salen y entran.
En cuanto al análisis situacional, y a escala macro, el PNNSM actualmente tiene en cuenta que sus elementos físico-bióticos son compartidos y, además, finitos. Pero, las pautas de utilización de dichos recursos se han dado dentro de una dinámica competitiva y no cooperativa, lo cual evidencia una tragedia en lo común, ya que la tierra, o los suelos, es colectiva.
La formación de las áreas protegidas puede haberse construido para la conservación sistemática del planeta tierra, sin embargo, esta solución es provisional y ha presentado bastantes ambivalencias entre los habitantes del territorio. Pese a esto, consideramos que la pauta cooperativa entre los actores puede dar unas expectativas que autorregulen la organización del sistema, basados en la confianza de los vínculos construidos en su flujo relacional.
IDEAM - U.D.C.A. (2015). Síntesis del estudio nacional de la degradación de suelos por erosión en Colombia. Bogotá D.C.: IDEAM - MADS. Obtenido de http://documentacion. ideam.gov.co/openbiblio/bvirtual/023648/Sintesis.pdf
Zarate, C., Ruiz, O., Rodriguez, L, 2018. Plan de Manejo del Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena. Parques Nacionales Naturales de Colombia.