Hace veinticinco años inició su andadura el centro que nos acoge, el IES Miguel de Cervantes, aunque inicialmente fue conocido con el topónimo genérico donde se localiza, en su versión más familiar de El Bola de Oro. No pretendemos aquí hacer un memorial de tan larga trayectoria, pero el recorrido ha sido intenso y no siempre favorable. Lo que sí puede decirse es que la retrospectiva sí puede considerarse positiva, al menos porque en estos últimos años la convicción generalizada de los objetivos que hoy persigue su comunidad educativa es un lugar común que une a la inmensa mayoría de sus integrantes. Con muchas dificultades, aunque paso a paso, hemos ido adaptándonos a los nuevos tiempos, asumiendo profesionalmente las importantes transformaciones que ha vivido la sociedad española y el propio sistema educativo, lo que ha afectado el devenir de esta casa, materializándose en la realidad que hoy evidencia y proyecta. Aunque la incidencia de la crisis económica de los últimos años ha proyectado una pátina de decadente y acelerado envejecimiento sobre las dependencias arquitectónicas y su área perimetral, el equipo humano del Cervantes sigue contrariamente mostrando un pulso constante y efectivo ante los retos que actualmente exige una educación de calidad, igualitaria, democrática, integradora, plurilingüe y abierta al mundo. En esos parámetros educacionales surgió la revista Acervanta2.0, hace ya cuatro años, culminando un proyecto de adaptación de los tradicionales medios de comunicación escolares a las nuevas tecnologías. Ante una realidad tan cambiante como la que representan los medios digitales, no es fácil mantener un nivel equilibrado que prolongue en el tiempo la existencia de un espacio de comunicación como el nuestro. No obstante, la presencia del mismo en un cuatrienio puede manifestar que, al menos desde aquí, seguimos empeñados en un proceso de adaptación tecnológico y mental que cada nuevo curso convierte en un reto digno de alcanzar. Sin un excesivo triunfalismo, poder disfrutar una vez más de las páginas que se ofrecen en este espacio virtual llenan de satisfacción al equipo humano que lo ha hecho posible, significando que ha acabado siendo una seña de identidad de lo que ahora significa el IES Cervantes de Granada.
CRÉDITOS ……………………………………………………….. 2 EDITORIAL ..……..…………………….………………………. 3 ÍNDICE ……...…………………………………….…………..….. 5 CIENCIA
Ciencia y pseudociencia ………….………..….... 6 HISTORIA Españoles en Estados Unidos .……………..……… 14 El Sacromonte ejemplo de ficción útil ………..…. 23
HISTORIA Y LITERATURA Juan Latino o Juan de Sessa ...……………………... 34 PATRIMONIO Terra sigillata ………………………………………..…….. 46 Viaje a Mérida, Salamanca y Ávila ………………… 61 ERASMUS+ Proyecto Erasmus K219 …………………………..…. 89 Bratislava ………………………………....………….…….. 96 Turín ………………………………………..………………. 106 LITERATURA Y LENGUA Encuentros literarios ………………………...……….. 111 Encuentros fuera de la biblioteca ……....…… 116 ¿Se bebe jerez en el Señor de los Anillos? …… 118 Los móviles y la lengua …………………………...….. 122 MÚSICA Y LIBROS Miles Davis de Ian Carr ………………………..…... 130 SALUD Curso de RCP …………………………………………….. 135
Alfonso Centeno Gómez Pocas veces en la vida tenemos tiempo de releer un libro. Cuando lo hacemos suele darnos un distinto sabor que la primera vez, distintas impresiones, distintas vivencias, sentimientos y razonamientos. A esto se añade el que el propio lector se encuentra en otro estado distinto de conciencia normalmente, en otro período vital, o simplemente, con otra maduración de la experiencia. Elegir qué libros para volver a leer no es una decisión fútil ni gratuita. No elegimos cualquiera, sino aquel libro que nos dejó una huella especial y que ha perdurado en la memoria a lo largo del tiempo. Nos está llamando de nuevo y nos ofrece otra vez su mensaje y corremos, en algunas ocasiones, a su reclamo. Este tipo de libros, en realidad, confeccionan y cimentan nuestra forma de pensar y vivir. Esta entrañable relación dura normalmente ya, toda la vida. Uno de éste tipo de espécimen es el libro de Carl Sagan “El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad.” Publicado en 1995, sin lugar a duda es un referente fundamental en cualquier persona que se dedique a la ciencia o que quiera reflexionar sobre ella y que en mi caso es como un libro de los que podía llamar de “cabecera”. La ciencia utiliza como eje fundamental de trabajo, de forma inexcusable, el método científico. Consiste en una forma de actuar que podríamos calificar como protocolo de trabajo o investigación que sigue siempre los mismos patrones y que son los que dan consistencia al propio método y por ende a la ciencia. Es la estructura que mantiene el pensamiento científico y que como conjunto de reglas y principios coherentes y encadenados ha sustentado el conocimiento humano en este campo, y que es indudablemente el que ha procurado el progreso del que hoy disfrutamos.
A fin de cuentas, el método científico son todas aquellas prácticas utilizadas y ratificadas por la comunidad científica como válidas a la hora de proceder con el fin de exponer y confirmar sus teorías. Las teorías científicas, destinadas a explicar de alguna manera los fenómenos que observamos, pueden apoyarse o no en experimentos que certifiquen su validez. Sin embargo, hay que dejar claro que el mero uso de metodologías experimentales, no es necesariamente sinónimo del uso del método científico. Francis Bacon definió el método científico de la siguiente manera y normalmente en este orden: Observación: es aplicar atentamente los sentidos a un objeto o a un fenómeno, para estudiarlos tal como se presentan en realidad, puede ser ocasional o causalmente. Experimentación: extraer el principio fundamental de cada observación o experiencia. Utiliza procedimientos tecnológicos de medida, empíricos y por ejemplo de laboratorio. Hipótesis: elaborar una explicación provisional de las observaciones o experiencias y sus posibles causas. Verificación: probar la hipótesis por experimentación. Demostración de la hipótesis. Comunicación: tesis o teoría científica. Se convierte en información disponible de forma universal. Todas las ciencias han evolucionado utilizando dicho sistema de trabajo, tanto intelectual como experimentalmente y han producido el resultado de los descubrimientos e inventos que conforman nuestra forma de vivir en el mundo moderno en una relación indiscutible de ciencia y tecnología. La ciencia presenta una tasa de éxito incuestionable en el descubrimiento de las leyes de la naturaleza. No obstante, no es infalible y puede tener problemas, por ejemplo, en la observación o en la experimentación. Incluso es posible que los resultados sean manipulados o mal interpretados, ya sea con fines políticos, comerciales o sociales (por ejemplo el cambio climático, los productos transgénicos, o los productos de belleza y nutrición). El libro hace una defensa bastante profunda y fundamentada sobre los grandes beneficios que los avances científicos han proporcionado a la humanidad (vacunas, medicina, aviación, telecomunicaciones, procesos de fabricación, etc…). En contrapartida, la ciencia mal entendida e instrumentalizada con otros fines menos confesables constituye la llamada pseudociencia o falsa ciencia.
La pseudociencia no utiliza el método científico, sin embargo, como creencia, afirmación o práctica, se dice a si misma científica sin serlo. Y no sólo eso, sino que utiliza, sin escrúpulos, como referentes, en muchas ocasiones, conocimientos científicos como elementos que puedan darle credibilidad, y aprovechar la respetabilidad social de la primera y resulta sorprendente que en pleno siglo XXI exista y además, de forma bastante arraigada en muchas personas y círculos sociales.
Bajo estas premisas se encuentran conocidas numerosas actividades como la astrología, la alquimia, la homeopatía, magnetoterapia, cerealogía, flores de Bach, frenología, grafología, numerología, parapsicología, piramidología, psicoanálisis, psicología transpersonal, gemología, feng-shui, quiropráctica, radiestesia, ufología, sinergética, terapias alternativas numerosas y variadas, etc… El propio Carl Sagan lo explica bastante bien:
“La ciencia plantea hipótesis de modo que puedan refutarse. Se confronta una sucesión de hipótesis alternativas mediante experimento y observación. Desde luego, cuando se descarta una hipótesis científica se ven afectados los sentimientos de propiedad, pero se reconoce que este tipo de refutación es el elemento central de la empresa científica. La pseudociencia o las supersticiones son justo lo contrario. Las hipótesis suelen formularse precisamente de modo que sean invulnerables a cualquier posibilidad de refutación, por lo que en principio no pueden ser invalidadas. Los practicantes se muestran cautos y a la defensiva. Se oponen al escrutinio escéptico. Cuando la hipótesis de los pseudocientíficos no consigue cuajar entre los científicos se alegan conspiraciones para suprimirla.” Carl Sagan, el mundo y sus demonios”. Es decir, las pesudociencias son subjetivas, parten de otras formas de conocimiento donde nuestros sentidos juegan un rol importante, son por ejemplo la magia, la religión, la astrología, la alquimia, las formas de medicina alternativa, de lo que suponemos es real desde nuestros sentimientos, no toman en cuenta el raciocinio. Y se basan en creencias, sentimientos, convicciones, terror, ideaciones, etcétera, donde juega un papel fundamental el subconsciente, algo que la ciencia no es puede explicar. Quizás, entre tanto engaño y superchería, lo más útil sea utilizar las características que nos permiten distinguir estas pseudociencias y poder apartarnos de su camino, ya que además, casi siempre hay espurios y oscuros intereses en sus promotores. Una pseudociencia no se adhiere al método científico y por veamos alguno de los indicios que nos pueden poner en alerta y reconocerlas: - Terminología específica: Usan palabras con connotaciones y sonido científico como cuántica, geobiología, energía, vibraciones, ondas, holístico, integral, natural, cristalino, etc…,
- Apela al personalismo, anécdotas, experiencias personales, o “a mí me funciona”: Cuenta casos que corroboran de forma individual la utilidad y funcionalidad de lo afirmado. - Hermetismo: Sus conjeturas no se someten a pruebas independientes y si acaso, aprovechan algún estudio científico que parece demostrar algo parecido para ayudar
a la refutación, cuando no lo inventan o falsifican. - Ancestral: apela a conocimientos y tradiciones muy antiguos. Remedios y procedimientos usados por civilizaciones milenarias que se presuponen moralmente superiores a la nuestra. - Negación de críticas: rechaza todo tipo de críticas y se achacan siempre a conspiraciones para intentar acallar sus verdades y revelaciones. Los poderosos temen la verdad y harán lo que sea para silenciarlos o por que las multinacionales no quieren perder beneficios. Rechaza la crítica, alegando que está motivada por dogmatismo o por resistencia psicológica. Recurre pues al argumento ad hominem en lugar del argumento honesto. -Invoca entes inmateriales o sobrenaturales inaccesibles al examen empírico, tales como fuerza vital, alma, superego, creación divina, destino, memoria colectiva y necesidad histórica. -Es crédula: no somete sus especulaciones a prueba alguna. Por ejemplo, no hay laboratorios homeopáticos ni psicoanalíticos. Corrección: en la Universidad Duke existió en un tiempo el laboratorio parapsicológico de J. B. Rhine; y en la de París existió el laboratorio homeopático del doctor Benveniste. Pero ambos fueron clausurados cuando se descubrió que habían cometido fraudes. -Es dogmática: no cambia sus principios cuando fallan ni como resultado de nuevos hallazgos. No busca novedades, sino que queda atada a un cuerpo de creencias. Cuando cambia lo hace solo en detalles y como resultado de disensiones dentro de sus propios practicantes. - Específicamente no utilizan las leyes generales de la ciencia sino que inventan y crean sus propias leyes. Además sus principios suelen ser incompatibles con leyes ya establecidas (conservación de la energía, teoría cuántica, hipótesis atómicas, teoría de partículas, etc…). Los científicos, en cambio, buscan o usan leyes generales.Sus principios son incompatibles con algunos de los principios más seguros de la ciencia. Por ejemplo, la telequinesis contradice el principio de conservación de la energía. Y el concepto de memoria colectiva contradice la perogrullada de que solo un cerebro individual puede recordar. - Ostracismo: se mantienen al margen de la comunidad científica, a los que consideran parte de un complot para desacreditarlos. Por tanto, no interactúa con ninguna ciencia propiamente dicha y sus cultores no publican en revistas científicas ni participan de seminarios ni de congresos abiertos a la comunidad científica. Los científicos, en cambio, someten sus ideas a la crítica de sus pares: someten sus artículos a publicaciones científicas y presentan sus resultados en seminarios, conferencias y congresos. En particular, ni psicoanalistas ni parapsicólogos tienen tratos con la psicología experimental o con la neurociencia. A primera vista, la astrología es la excepción, ya que emplea datos astronómicos para confeccionar horóscopos. Pero toma sin dar nada a cambio. Las ciencias propiamente dichas forman un sistema de componentes interdependientes.
Poster de la serie Expediente X
-Es fácil: no requiere un largo aprendizaje. El motivo es que no se funda sobre un cuerpo de conocimientos auténticos. Por ejemplo, quien pretenda investigar los mecanismos neurales del olvido o del placer tendrá que empezar por estudiar neurobiología y psicología, dedicando varios años a trabajos de laboratorio. En cambio, cualquiera puede recitar el dogma de que el olvido es efecto de la represión, o de que la búsqueda del placer obedece al «principio del placer». Buscar conocimiento nuevo no es lo mismo que repetir o siquiera inventar fórmulas huecas. - Impredecible: Son incapaces de reproducir sus resultados o de hacer predicciones fiables. -Sólo le interesa lo que pueda tener uso práctico: no busca la verdad desinteresada. Ni admite ignorar algo: tiene explicaciones para todo. Pero sus procedimientos y recetas son ineficaces por no fundarse sobre conocimientos auténticos. Es decir, las pseudociencias son como las pesadillas: se desvanecen cuando se las examina a la luz de la ciencia. Pero mientras tanto infectan la cultura y algunas de ellas son de gran provecho pecuniario para sus cultores. El mercado del ocultismo y las pseudociencias produce uno enormes beneficios al año, que por desgracia van al bolsillo de personas sin escrúpulos y a costa de la credulidad de los incautos. Lo que refuta el refrán «no es oro todo lo que reluce». Muchas personas, que practican estas pseudociencias, acusan a los científicos de ser integristas, cerrados y sin comprensión de la realidad, fundamentalistas y otro tipo de epítetos que intentan desacreditar, cuando no confundir, sobre la verdadera naturaleza de sus actividades y creencias. En definitiva, cualquier argumento es
bueno y factible por tal de no pasar por el método científico que seguramente destrozaría y arrojaría luz sobre sus montajes y falsedades. Muchas personas piensan que tampoco tienen nada de malo, pero el problema es que no funciona, y cuando algo no funciona, suele haber perjudicados, por ejemplo, a nadie se le ocurriría subir a un avión pilotado por un camarero o pasar por un puente construido por un veterinario. Si funcionasen serían ciencia. Lo trágico viene cuando un enfermo abandona, por ejemplo, tratamientos médicos científicos para caer en las manos de curanderos y cuentistas que les hacen perder el dinero, pero sobre todo, y más importante, un tiempo precioso en la curación de una enfermedad, que habiendo avanzado se vuelve incurable, véase el caso, por ejemplo, de Steve Jobs. Además desde el punto de vista psicológico también contribuye a estas creencias el que todos nos queramos sentir singulares, parte de algo superior, más grande, y especial que dé sentido a nuestra individualidad frente al resto común de los mortales. En este punto ayuda el creer en supercherías y pseudociencias, que aunque no funcionen, nos dan ese toque intelectual y prepotente sobre los demás, como conocedores de secretos y sabiduría inescrutable para el resto de nuestros míseros congéneres. De esta forma salimos de esta vida insípida, gris y mediocre. En el fondo el problema es el desconocimiento que tiene la población, en general, de la ciencia y la tecnología. Eso hace que sean víctimas fáciles y crédulas de este tipo de especulaciones y mentiras. En realidad, creer es muy sencillo, sólo hay que ponerse.
Silvia Navas-Parejo Casado Hubo y hay muchísimos, pero voy a presentaros a dos. El primero, en el siglo XVI: Francisco Vázquez de Coronado (1510-1554) llegó al Virreinato de Nueva España en 1535, y poco a poco fue haciendo méritos hasta llegar a convertirse en gobernador de Nueva Galicia. Aquí tenéis dos mapas, uno del Virreinato de Nueva España en 1510 (no aparecen las Islas Filipinas) y otro de EEUU, en 1800, para que comparéis:
En la página anterior se recoge una carta (https:// www.gilderlehrman.org/history-by-era/exploration/ resources/spain-authorizes-coronado%E2%80%99sconquest-southwest-1540) en la que Carlos I autorizaba s Francisco Vázquez de Coronado que emprendiese su conquista de la zona suroeste del actual Estados Unidos. La carta la firma Francisco García de Loaysa, a la sazón, presidente del Consejo de Indias.
Vázquez de Coronado había oído en varias ocasiones comentarios de ciudades llenas de riquezas, y consiguió organizar una expedición para lo que no dudó en emplear todo el dinero que buenamente tuvo a su alcance, incluido el suyo propio. La expedición se inició en 1540. Estaba compuesta de unos 340 españoles y varios cientos de indios mexicanos. Se adentraron en tierras completamente desconocidas, con pueblos de costumbres extrañas, y se enfrentaron a la falta de alimentos, a terrenos escarpados, sin caminos de ninguna clase y a todo tipo de inclemencias y variedades climáticas. Los españoles no perdieron el sentido del humor y a un indio que llevaba un sombrero parecido al de los árabes lo llamaron “el turco”, y a otro que tenía mostacho lo llamaron “el bigotes”. Aquí tenéis el siguiente mapa la ruta que siguieron: En el mapa podemos ver en letras verdes el “Coronado National Memorial” o Centro Nacional en Memoria de Coronado, y la ruta que siguieron que llega hasta pleno centro de EEUU, Kansas. Descubrieron el Cañón del Río Colorado, y reunieron valiosa información sobre el suroeste norteamericano. A Francisco Vázquez de Coronado lo recuerdan algunas islas, avenidas, escuelas, hoteles, urbanizaciones, centros comerciales y miles de negocios del suroeste de los Estados Unidos y norte de México, que llevan su apellido Coronado.
También es recordado en muchos lugares de España, en calles, plazas…que llevan su apellido. En el cine, aparece en la película Indiana Jones y la última cruzada, de Steven Spielberg, en la que el joven Indiana Jones quiere arrebatar a unos ladrones de tumbas la Cruz de Coronado, una joya que supuestamente Hernán Cortés regaló a Coronado en 1520.
En la imagen anterior, un sello postal de los EEUU, recordando la efeméride del centenario de la gesta de Coronado en 1940 (http://arizonaexperience.org/remember/coronado-expedition).
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Organizaci%C3% B3n_territorial_del_Virreinato_de_Nueva_Espa%C3%B1a
Ihttps://tshaonline.org/sites/default/files/images/handbook/VV/ viceroyalty_of_the_new_spain_1800.jpgmรกgenes: http://ontheworldmap.com/usa/usa-and-mexico-map.jpg https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/77/ Coronado_expedition.jpg/1050px-Coronado_expedition.jpg
Supra: en la imagen, carta autรณgrafa de nuestro personaje Francisco Vรกzquez de Coronado, fechada en octubre de 1541 (http://online.nmhistorymuseum.org/threadsofmemory/documents/letter-signed-byvazquez.php)
El segundo personaje del que voy a hablaros es Bernardo de Gálvez. Este es su retrato. A causa de él se celebra el 4 de julio la independencia norteamericana en un pueblecito de la Axarquía malagueña, Macharaviaya. Bernardo de Gálvez estaba en el sureste de lo que hoy día es EEUU unos 240 años después de la llegada de Vázquez de Coronado a tierras americanas. En aquel momento, aquello for-
maba parte del Virreinato de Nueva España, era la Luisiana y las Dos Floridas, de las cuales Bernardo de Gálvez era gobernador. Allí se casó con Felicitas de Saint Maxent, una mestiza india-francesa hija de un rico hombre de negocios. Nos encontramos en el contexto de la guerra de la Independencia norteamericana. España no quiere apoyar abiertamente a las colonias rebeldes por dos motivos: por no provocar una nueva guerra contra Inglaterra, por una parte, y, por otra, porque Carlos III no ve conveniente azuzar una rebelión que muy bien podría servir de inspiración y de modelo a las propias posesiones españolas en América. Sin embargo, secretamente sí que se están enviando pertrechos, armas, ropa y dinero al recién nacido ejército de los norteamericanos. Este secretismo ha dado lugar a que no se haya conocido hasta hace poco tiempo esta ayuda que España prestó a EEUU, que se considera ahora más importante incluso que la de Francia. Finalmente, estallan las hostilidades entre España e Inglaterra en la zona, y Bernardo de Gálvez, después de un asedio de dos meses, les arrebata varias plazas a los ingleses, entre ellas la de Pensacola.
http://www.onemagazine.es/nacional/historia/bernardo-galvez
De esta manera, no solo recuperó territorios para España, sino que también obligó a los ingleses a desviar parte de sus esfuerzos bélicos a esta zona, restándolos de las fuerzas que luchaban contra los colonos independentistas. Además,
tomó el control sobre el comercio y el tránsito de bienes y productos por el Misisipi, lo que también les vino muy bien a los incipientes EEUU, que, a través de territorios españoles, tenían ahora salida al mar. Hace unos años, Teresa Valcarce, una española que estaba viviendo en EEUU, descubrió que el recién nacido Congreso de EEUU de finales del siglo XVIII había querido honrar a Bernardo de Gálvez por su ayuda a conseguir la independencia. Se había aceptado una resolución en la que se establecía que se iba a poner un cuadro de él en el Capitolio. Con el paso del tiempo, y habiendo muchos asuntos urgentes que resolver en aquellos años, la cosa cayó en el olvido. Esta mujer estuvo luchando hasta que consiguió que se llevara a cabo en diciembre del 2014. Además, a Bernardo de Gálvez se le concedió la ciudadanía honorífica estadounidense, privilegio que solo han recibido algunos grandes personajes como Winston Churchill o Teresa de Calcuta. En Florida se celebra el “Galvez Day”, día en el que se hace una representación histórica de la batalla de Pensacola. Resulta muy curioso ver a norteamericanos gritando “viva Galvés”, portando banderas de los Tercios españoles. Bernardo de Gálvez es también muy conocido en en Texas, donde pervive “Galveston” (“Galveztown”), una ciudad fundada por él. La cultura angloparlante lo ha cubierto todo, pero el importante sustrato hispano de siglos está aflorando, como es natural. Son sus raíces. Los reyes de España inauguraron una estatua de Gálvez junto al Departamento de Estado en Washington en 1976, pero ha sido en los últimos años cuando este político y militar se ha convertido en un héroe admirado en el sur de EEUU. Esto ha traído como consecuencia una gran simpatía hacia España por parte de las personas que van conociendo su historia y un gran deseo de conocer nuestra cultura y a nosotros: un grupo de norteamericanos viajó a Macharaviaya desde EEUU para conocer a los compatriotas de un hombre al que saben español pero que sienten como propio. Hay otro retrato suyo en la ciudad anteriormente mencionada de Galveston, en Texas, en el hotel Bernardo de Gálvez, y se dice de este cuadro que sigue con la mirada a los que pasan por delante, y solo se le pueden hacer fotos si le pides permiso previamente. Si no lo haces ¡la foto no sale bien! A diferencia de Vázquez de Coronado, sobre Bernardo de Gálvez hay mucha información en internet. Aquí dejo varios enlaces, pero hay muchísimos más. Fuentes Para conocer su vida: 1.- https://www.google.es/url? sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&cad=rja&uact=8&sqi=2&ved=0ahUKEwihyfu uz8zTAhXK7RQKHQKIA_UQFghgMAk&url=http%3A%2F%2Fwww.biografiasyvidas.com% 2Fbiografia%2Fg%2Fgalvez.htm&usg=AFQjCNGJ8HAWlWjWFCFZxafoL8TNW3E99g
2.- https://www.google.es/url? sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=8&cad=rja&uact=8&sqi=2&ved=0ahUKE wihyfuuz8zTAhXK7RQKHQKIA_UQFghRMAc&url=http%3A%2F%2Fwww.elmundo.es% 2Fla-aventura-de-la-historia%2F2014%2F07%2F18% 2F53c8d09dca47415a348b4574.html&usg=AFQjCNFp6hpXpfmsNSWg-vUqKrRqQS2tgw Sobre la batalla de Pensacola: 3.- “History.com”: http//bit.ly/2mG7xqW En relación al cuadro en el Capitolio: 4.- https://www.google.es/url? sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&cad=rja&uact=8&sqi=2&ved=0ahUKEw ihyfuuz8zTAhXK7RQKHQKIA_UQFggtMAE&url=http%3A%2F%2Fcultura.elpais.com% 2Fcultura%2F2014%2F12%2F10%2Factualidad% 2F1418173275_198089.html&usg=AFQjCNFe80gUNSbhgNxiJupmhT66cJiSow Imágenes: Retrato del personaje. http://pics2.city-data.com/city/maps/fr568.png
http://www.bernardodegalvez.eu/noticias/algunas-curiosidades-de-bernardo-de-galvez/
De la extraordinaria personalidad de Bernardo de Gálvez, hablan sus dibujos. De los que recogemos este, perteneciente a una imagen -de su propia mano- que ilustra sus escarceos en el mundo de la ingeniería naval del momento. En concreto, un proyecto de chalupa mecánica, que llegó a experimentar directamente en el Canal del Manzanares, en 1874.
COMO EJEMPLO
DE FICCIÓN ÚTIL 394087-abadia-del-sacromonte-granada.html
http://www.ojodigital.com/foro/urbanas-arquitectura-interiores-y-escultura/
EL SACROMONTE
José Luis Abián Plaza I Suelen diferenciar los historiadores entre hechos y procesos históricos. Para decirlo a bote pronto, un hecho es un suceso o un acontecimiento que no suele durar mucho tiempo, pero que es en sí mismo relevante, mientras que un proceso es un periodo de tiempo que se nutre de hechos históricos y en el que la sociedad va conformándose de un modo novedoso. El que un hecho sea en sí mismo relevante es algo que requiere matización. Un acontecimiento como una catástrofe nuclear puede ser un hecho histórico de primer orden si influye sobremanera en la marcha posterior de la sociedad; puede ser visto como un hecho por los propios habitantes de la comunidad en la que se da tal catástrofe, pero lo más seguro es que un hecho sea histórico si así lo interpretan quienes dan sentido a los procesos históricos, es decir, los historiadores. Como los historiadores son quienes significan hechos y procesos, los acontecimientos que originan hechos históricos son sobre todo narraciones, dotaciones coherentes de sentido que se manifiestan en retrodicciones, pues el sentido se da desde el presente hacia el pasado. Ello implica la voluntad de conocer los hechos en su desnudez y para ello el historiador ha de acompañarse de cuantos instrumentos puedan servir para dotar de objetividad a la narración que cuenta el hecho, pero en tanto que el historiador cuenta desde su presente es imposible que la cosmovisión desde la que piensa no influya en la propia narratividad y, por tanto, en la donación de significado del hecho investigado. El hecho desnudo, el hecho mismo, sería entonces imposible de conocer en su esencia. Del mismo modo en que los hechos del pasado influyen en el presente a través de los procesos históricos, el presente influye en los hechos a través de la significación. Ahora bien, del mismo modo en que los diferentes instrumentos en los que se apoyan los historiadores (testimonios, libros, documentos, hallazgos materiales) no pueden dar significaciones ilimitadas, las interpretaciones han de tener un mínimo de coherencia con tales instrumentos; uno de los males más señalados del llamado revisionismo histórico es precisamente la falta de coherencia con los mismos. (1) Así que es indispensable que a la hora de abordar un hecho histórico sean necesarios tanto el acontecimiento como el que lo narra, lo que en términos de la epistemología clásica se denominan el objeto y el sujeto. La propia epistemología ya se encargó de poner en duda la objetividad de los hechos en sí mismos considerados. Caído en desgracia el realismo que los grandes pensadores sistemáticos griegos y medievales, e incluso puesto en solfa el subjetivismo trascendental cartesiano, que mira al sujeto como algo que, en su pureza permite el conocimiento objetivo, las últimas tendencias persiguen sobre todo contentarse con sacar algo en claro sobre el enredo en el que se ve envuelto el propio acto de conocer. En el juego del conocer se ocultan las cosas mismas, el sujeto se construye a partir de su voluntad racional de objetividad, pero también desde su pertenencia a distintos trasfondos sociales de comprensión de lo ‘real’; la materia del conocimiento nos viene ya preformada por nuestra fisiología y nuestros paradigmas interpretativos; la forma de conocer, intentando explicar -o comprender- aquello que significamos como valioso para ser conocido supone poner más de lo debido en el acto cognoscitivo: perspectivas, anhelos, cosmovisiones propias, etc., que dirigen la atención a unas zonas más que a otras… Así pues, ¿dónde se puede entrever lo objetivo que la enunciación del sujeto cognoscente anhela para otorgar verdad a lo dicho sobre el hecho mismo? El Archiduque de Austria fue asesinado por el serbio Princip. Eso fue un acontecimiento que se convirtió en hecho histórico al considerarlo como la causa próxima de la Primera Guerra Mundial. ¿Supo Gavrilo Princip que su acción homicida llevaría a Europa a una terrible guerra? El Archiduque era el heredero del Imperio austrohúngaro. ¿Conoció Francisco Fernando el riesgo político que suponía el viaje a Sarajevo? Seguramente sí. Entonces, ese viaje arriesgado, la intención de hacerlo, ¿no puede considerarse también como una causa próxima de la guerra? No podemos olvidar que algunos teóricos de la historia consideran que un proceso histórico es considerado como tal cuando ha dado lugar a una forma distinta de actuación política. Pero, ¿sabían lo que hacían quienes impidieron a Hitler matricularse en su escuela de arte por falta de calidad? Cabría la posibilidad de que un Hitler artista hubiera sublimado sus instintos nacionalistas a través de los pinceles, y no hubiera llegado entonces a ser canciller de la República alemana. Si suponemos que en historia son las tendencias y no las leyes las que marcan la pauta, como dice Popper (2), entonces el conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial podía haberse quedado en una mera posibilidad, o la Primera Guerra acaso en un conflicto regional. Queremos decir con esto que tal vez lo único que podemos suponer como objetivo es la acción racional humana en un momento determinado. Esto no exonera al azar, que forma parte del entramado histórico, pero al menos puede dar cuenta de algunas cosas. Cierto es que la acción racional se mueve por intereses y estos vienen dados por instancias que van mucho más allá de lo que uno puede controlar conscientemente, pues en los intereses están indicados los valores sociales y los personales, los anhelos y los miedos, las expectativas y los deseos. Pero la acción racional marca un camino en el que se incluyen el cómputo de las consecuencias próximas y un vislumbre de algunas remotas. La acción racional supone la intervención de un sujeto racional en un acontecimiento con la intención de que esa intervención implique la modificación del estado de cosas; supone esto tanto la conciencia de los fines de la acción, como la voluntad de llevarla a cabo en
un instante de tiempo determinado, además de conocer la diferencia entre los fines y los medios necesarios para llevar esa acción a cabo. Para que podamos hablar de una acción racional sería también necesario subsumirla en el Principio del Propio Interés, que -según Derek Parfit en su magnífica obra Razones y personas- reza del siguiente modo: Para cada persona
hay un fin último y supremamente racional: que para ella su vida marche de la mejor forma posible (3). Como la expresión ‘su vida’ puede resultar incoherente en acontecimientos como el
asesinato del Archiduque por parte de alguien que tenía pensado morir matando, o en cualquier otro atentado de corte suicida, habría que o bien extender el concepto de modo que la acción pudiera originar en otros una vida supuestamente mejor, o bien considerar acciones de esta índole como algo desprovisto de cualquier racionalidad humana. Sobre la influencia de la irracionalidad en la propia acción racional, o sobre las consecuencias racionales de la irracionalidad se han escritos ríos de tinta (en los que el propio Parfit ha contribuido a la hora de ver las incongruencias entre lo racional y lo ético), pero como solía decir el multifacético Moustache del film Irma la dulce, esa es otra historia.
II Así, que vamos a tener que lidiar con el asunto de la intencionalidad de los actos racionales, el propósito que mueve a los agentes racionales a hacer cosas. Si seguimos el Principio del Propio Interés, el propósito último es, naturalmente, el bien propio. Conocer los motivos, las razones por las que la gente hace algo es saber de un modo objetivo lo que supuso para el agente racional hacer algo que sirviera para cambiar la historia desde un punto de vista procesual, porque, aunque nos esté vedado conocer los entresijos mentales totales de un individuo, sí que podemos saber a través de las consecuencias menos remotas lo que este individuo pretendía con su acción. Establezcamos el momento histórico de la creación de lo que podemos llamar el mito fundacional de la Granada post-islámica en el periodo de transición de la mentalidad renacentista a la barroca, esto es, las últimas décadas del siglo XVI. Han pasado casi cien años desde el momento en que la ciudad ha capitulado ante los monarcas católicos de España. La cristianización de la población se realiza de manera pacífica, a través de los catecismos traducidos al árabe y desde el establecimiento de colegios para el adoctrinamiento de los moriscos jóvenes, entre los que cabe citar el Colegio de San Miguel, que nació al tiempo en que se funda la Universidad de Granada. El arzobispo Pedro Guerrero, en un principio muñidor del intento de cristianización pacífica de la población morisca, acabó abandonándose al poco conciliador espíritu tridentino tras las guerras de las Alpujarras, reacción morisca a la pragmática de 1567 que impedía la religión y los usos islámicos y la lengua árabe. Es bien sabido que el final de los tres años de guerras supuso la deportación de más de cien mil moriscos del Reino de Granada, la mitad de su población, y la llegada de unos cuarenta mil cristianos de otras zonas de España. Nos encontramos pues con un sustrato de población de origen musulmán muy disminuido en número y sus fundamentos culturales cortados de raíz, que ven como muchas familias de colonos cristianos van ascendiendo en la escala social en detrimento de la mayoría de las familias granadinas de origen musulmán. La acendrada posición cristianizante en las instancias de poder civil y eclesiástico y la desconfianza hacia los nuevos católicos de raíz musulmana y la sospecha de que muchos de ellos fueran realmente criptomusulmanes hacen temer a los moriscos granadinos una nueva pragmática de expulsión. Esta desconfianza mutua entre moriscos y cristianos viejos no era algo nuevo, la Real Cédula de diciembre de 1528 supuso el primer intento de aculturación de la población granadina musulmana y si bien este proceso de eliminación de las raíces culturales se quiso hacer de modo pacífico, pronto marcará la línea de acción que desembocará en la expulsión definitiva de la población morisca en la primera década del siglo XVII. Hasta aquí un brevísimo resumen del momento histórico que rodea a la Granada de esa época. Los hechos que nos interesan comienzan el 18 de marzo de 1588, y son bien conocidos. Unos obreros encargados de las obras de demolición de la Torre Turpiana, el alminar de lo que fue la mezquita mayor de Granada, descubrieron en una cajita embetunada o de plomo una pequeña tabla con la imagen de la Virgen María, un lienzo, un fragmento de hueso que se atribuyó a una reliquia de san Esteban protomártir y un pergamino enrollado con textos en latín, castellano, árabe e inscripciones griegas, que refería una profecía de san Juan el evangelista sobre el fin de los tiempos, en la que se hablaba de la venida de Mahoma en el siglo VII, en forma de oscuridad, y la aparición de Lutero en el XVI, éste con forma de dragón. En el escrito narraba san Cecilio que esta profecía la había recibido en Atenas de san Dionisio Areopagita. En otro escrito, un canónigo llamado Patricio afirma que él se encargaría -por mandato del santo iliberitano- de esconder debidamente la madera, el pergamino y el hueso. Poco o nada se sabía entonces de este Cecilio, salvo que la tradición lo señalaba como uno de los siete discípulos de Santiago que vinieron en a finales del primer siglo o a principios del segundo a cristianizar Hispania, y que se consideraba por ello como el primer obispo de la ciudad.
En la página siguiente, grabado de Pedro de Castro: http://fundacioncarlosballesta.com/colecciones/objetos/verdadera-efigie-delilmo-y-venerable-pedro-de-castro-vaca-y-quinones
Grabado imaginado de la torre Turpiana Los hechos que nos interesan comienzan el 18 de marzo de 1588, y son bien conocidos. Unos obreros encargados de las obras de demolición de la Torre Turpiana, el alminar de lo que fue la mezquita mayor de Granada, descubrieron en una cajita embetunada o de plomo una pequeña tabla con la imagen de la Virgen María, un lienzo, un fragmento de hueso que se atribuyó a una reliquia de san Esteban protomártir y un pergamino enrollado con textos en latín, castellano, árabe e inscripciones griegas, que refería una profecía de san Juan el evangelista sobre el fin de los tiempos, en la que se hablaba de la venida de Mahoma en el siglo VII, en forma de oscuridad, y la aparición de Lutero en el XVI, éste con forma de dragón. En el escrito narraba san Cecilio que esta profecía la había recibido en Atenas de san Dionisio Areopagita. En otro escrito, un canónigo llamado Patricio afirma que él se encargaría -por mandato del santo iliberitano- de esconder debidamente la madera, el pergamino y el hueso. Poco o nada se sabía entonces de este Cecilio, salvo que la tradición lo señalaba como uno de los siete discípulos de Santiago que vinieron a finales del primer siglo o a principios del segundo a cristianizar Hispania, y que se consideraba por ello como el primer obispo de la ciudad. La muerte del entonces arzobispo de Granada, Juan Méndez de Salvatierra, impidió que el proceso de autentificación de los materiales, en el que tuvieron un papel activo san Juan de la Cruz, Benito Arias Montano -muy escéptico con el contenido- (4) y unos moriscos de la intelectualidad granadina de la época, el licenciado Alonso del Castillo y Miguel de Luna, pudiera terminar de llevarse a cabo. Pero en una ciudad ya cristiana de facto que esperaba portentos no se sabe si como premio por haberse allegado a la fe de la cruz, o porque eran esos unos tiempos de búsqueda de la certidumbre a través de lo inverosímil, el caso es que el hallazgo de la Torre Turpiana dejó a los habitantes con ganas de más. Escribe Manuel Barrios Aguilera, el historiador que más se ha ocupado de esta cuestión: “Este primer hallazgo no es más que el prólogo de lo que seguiría. Se inserta en el ambiente de exaltada religiosidad y de credulidad, común a toda la geografía hispana, pero también en la exuberante imaginación popular, predispuesta al hallazgo de tesoros, más atractivos cuanto más misteriosos. Por sus circunstancias históricas, Granada era la tierra más abonada, donde el imaginario popular contaba con los mejores alimentos, casi nueve siglos musulmana tras su pasado romano. Por ello, no debe extrañar que el hallazgo turpiano se hubiera instalado tan firmemente en ese imaginario popular que de alguna forma anhelaba su continuación” (5).
Hallazgos de la Torre Turpiana, según un gtabado de la época. https:// literaturayotrosmundos.wordpress.com/2016/02/21/el-pergamino-ylaminas-de-granada-y-el-quijote/
Y ello ocurrió algunos años más tarde. En 1590 se hace cargo del arzobispado Pedro de Castro y en 1592 se reanuda el proceso. En la colina de Valparaíso se encontraban unas cuevas que fueron visitadas por unos buscadores de tesoros, un granadino y un jiennense, provistos para el caso de un libro de recetas para dar cuentas de hallazgos maravillosos. El 21 de febrero de 1595 se encontraron con unas láminas de plomo escritas en un alfabeto que recordaba al árabe, si bien no era exactamente igual. Se le llamaba en la cubierta de una de las láminas ‘alfabeto salomónico’. Había también textos escritos en latín (6). Tras varios días de búsqueda se encuentran en total 19 tablillas de plomo, huesos y cenizas que pronto se atribuyeron a san Cecilio, Septentrio y Patricio. El contenido de las tablillas, pronto denominadas ‘Libros Plúmbeos’, era variopinto (7), pero del conjunto es interesante señalar tres elementos, una teología no demasiado complicada pero que parecía querer imbricar aspectos esenciales de la doctrina islámica en el cristianismo, incluyendo la virginidad de la concepción de María; una historia de la cristiandad española que ponía el acento en la cualidad arábiga de quien sería llamado Cecilio, el legendario primer obispo de Granada, y que además lo hacía discípulo directo de Santiago el Mayor; y, por último, la referencia expresa a Salomón en uno de los libros. La temática teológica incluía algunos aspectos de sumo interés, como era la afirmación de la unicidad divina y la consideración de Jesús como ‘espíritu de Dios’, lo primero casaba perfectamente con la doctrina musulmana; lo segundo era suficientemente ambiguo como para no ser rechazado en primera instancia por los aspectos doctrinarios básicos de ambas religiones, aunque cargaba la balanza en el platillo islámico más que en el cristiano a causa de la creencia musulmana de Jesús como hombre al que Dios había insuflado su espíritu. Pero además de todo esto, se hacía referencia a la universalidad de la religión. En el llamado Relato de la verdad del santo evangelio, supuestamente escrito por san Tesifón, en el que se cuenta que Santiago, tras un diálogo con María, le encarga a éste que transporte y oculte en el sur de Hispania la verdad evangélica, se dice “Entonces me aparté de ella satisfecho y convoqué a mis discípulos Tesifón el árabe, su hermano Cecilio, Hiscio el Hebreo, Torcuato el Ario, Fetón el Griego, Eufrasio el Caldeo y Segundo el Samaritano” Los pueblos más significados del Viejo Mundo -excluyendo a germanos y latinos- coinciden en la tarea de cristianizar el sur de Hispania y ocultar la verdad hasta que los tiempos sean propicios para su descubrimiento y la nueva revelación religiosa. Sin parar en lo irónico del asunto, lo interesante es que, de las tres religiones del Libro, solo la judía es particularista; el cristianismo y el islam tienen voluntad universalizadora. Caso aparte es la insistencia en la virginidad esencial de María. No solo se afirma que fue siempre virgen, sino que al decir de ella que era inmaculada, se estaba afirmando también que su concepción fue también pura, sin el pecado hereditario que se trasmite a través del acto sexual. Hay que recordar dos cosas, que esta doctrina casa con lo afirmado en el Corán, y que en esos momentos había una acendrada batalla doctrinal entre los concepcionistas y los que no lo eran. De este modo, los libros de plomo entraban en el juego dialéctico de la inmaculada concepción, idea que se defendía en tierras granadinas por buena parte del clero, y de la que el nuevo obispo, Pedro Castro, era ferviente valedor. Según se desprendía de los textos, la historia de la cristiandad debía no sólo parte de su doctrina sino su extensión por Europa occidental a los árabes. De hecho, según los Plomos el legendario obispo Cecilio era él mismo árabe. Santiago por el norte y Cecilio por el sur cerraban el cristianismo en la península, pero si había que atender a la sangre de este último, ser árabe no debía de significar ningún oprobio y además, si los textos eran correctos entonces había afirmaciones coránicas que -avant la lettre- formarían parte del núcleo doctrinal cristiano desde su origen. Esta nueva historia, sumada a la historia del apóstol Santiago, podía además acabar con la primacía de Toledo en el ámbito eclesiástico español, e incluso dotar a Granada de pruebas contundentes de la existencia y martirio de uno de los legendarios siete varones, cosa que en el caso del santo compostelano estaba bastante complicado a causa del largo debate sobre la autenticidad de los restos de Santiago. Uno de los libros trataba sobre la historia del Sello (o anillo) de Salomón, escrito “por Si’si l-iyuh ibn al-Radí, [es decir, san Cecilio] discípulo de Santiago Apóstol” que trascribe otra conversación entre María y Santiago. El Sello de Salomón era un emblema cargado de simbología mágico-hermética que desde hacía siglos se usaba como amuleto. No sólo lo usaron los judíos (la Estrella de David es el Sello de Salomón), sino también los cristianos, que lo colocaron en algunas iglesias, como se puede ver en la Catedral de Burgos y, por supuesto los musulmanes. Dado que en el Corán se afirma que Salomón construyó su templo ayudándose de seres mágicos, y que un antiguo relato judío cuenta cómo un ángel le da a ese rey un anillo con poderes extraordinarios de conocimiento y de magia, el Sello de Salomón y sus poderes formaba parte del imaginario popular de los fieles de las tres religiones, pero seguramente más en los del colectivo de raíz musulmán. Investigaciones recientes parecen indicar que en el libro plúmbeo que nos ocupa se oculta un mensaje que incide de nuevo en la unicidad divina (8), pero fuera de esto, el símbolo salomónico pronto se convirtió en el emblema católico sacromontano. El libro está provisto de la aureola de magia que se espera de un escrito que trata sobre un artefacto mágico, pero el análisis del emblema salomónico también ofrece una alegoría no sólo sobre la unidad divina, sino también sobre la unidad esencial que surge la pretensión de una síntesis espiritual que permitiera abonar cierto sentimiento de sincretismo religioso.
Hallazgos sacromontanos, según un grabado del setecientos http://morisquillos.blogspot.com.es/2013/03/los-libros-plumbeos-del-sacromonte.html III
El nuevo arzobispo pronto se encarga de investigar estos hallazgos y el estudio de los mismos y la defensa de su autenticidad serán parte de la obra de su vida, tanto en la silla episcopal granadina como en la posterior sevillana. La otra parte de su obra consistió en hacer de la colina de Valparaíso un centro de estudio y de religiosidad a partir de la creación de una abadía y colegio universitario que sirviera no sólo para centrar la nueva efusión religiosa granadina, sino también para irradiar desde allí la importancia de la concepción originaria del cristianismo hispano y, de paso, hacer de la ciudad un foco espiritual de primer orden (y eso en esta época es mucho: supone peregrinación y riqueza; pero también -y paradójicamente- la saturación de manifestaciones no ciertamente afectas a lo musulmán, es decir, francamente católicas: cientos de cruces de piedra, ingente cantidad de peregrinos que quieren visitar las santas cuevas donde aparecieron plomos y reliquias de Cecilio y sus compañeros, conversión de Cecilio en patrón de Granada en detrimento del anterior, san Gregorio Bético; cambio de nombre de la colina, que será en adelante el Sacromonte y no Valparaíso, etc.) y, no menos importante, superar en un suspiro de tiempo el déficit de cristianismo respecto al resto de la Península que el Reino de Granada había tenido en sus casi novecientos años de realidad musulmana. Bien es sabido que pese a la voluntad de Pedro de Castro de que los portentosos hallazgos fuesen considerados auténticos y ciertos, pronto se impuso otra realidad. Las sospechas acerca de que los Libros de Plomo fueran un fraude contemporáneo a su hallazgo eran crecientes, los mismos intelectuales moriscos -cristianos nuevos- que tradujeron el manuscrito turpiano fueron llamados para hacer lo propio con los Libros Plúmbeos y no tardaron mucho en ser señalados bien como autores, bien como parte necesaria de un complot encaminado a suavizar la visión que se tenía de la población morisca e intentar de este modo que se pudiera desactivar la creciente idea en los círculos políticos y eclesiásticos de que era necesario expulsar de España a toda la población morisca que no había sido forzada al exilio en los años anteriores. Los plomos fueron llevados a Roma y un siglo más tarde de su descubrimiento fueron considerados falsos y su contenido tomado como herético. Pero se dictaminó que las reliquias eran verdaderas. Para entonces ya se había decretado y llevado a cabo la expulsión de los moriscos y sólo quedaba reafirmar lo que la tradición afirmaba acerca de la antigüedad del cristianismo granadino. La figura legendaria del varón Cecilio se había materializado en esas reliquias sacromontanas. Lo que entra en el juego de los libros plúmbeos es la intención de dos de los actores más importantes: la de quienes crearon los materiales hallados y la del arzobispo Pedro de Castro. De los primeros, una vez que la historiografía parece haber consensuado la autoría de (al menos) Miguel de Luna y Alonso del Castillo, nada impide suponer que la invención de los docu-
Plomos inscritos del Sacromonte, según el grabador F. Heylan (s. XVII) mentos y las reliquias hubieran sido una forma de buscar un entronque del islam con el cristianismo con objeto de conceder más poder y visibilidad a la población de origen musulmán en el conflicto con el catolicismo rampante y sobre todo de evitar un nuevo éxodo, del que con toda probabilidad formarían parte ellos mismos o miembros de su familia (9). Del segundo, el arzobispo, la historiografía se muestra dividida entre quienes piensan que Pedro de Castro defendía la pervivencia de la población morisca con el mismo ahínco con que defendió los Plomos y las reliquias y quienes consideran que los documentos que existen -y que revelan que, efectivamente abogó el clérigo porque no se expulsara a la población morisca, que ya era cristiana en su mayoría- muestran a un claro ejemplo no ya del espíritu poco conciliador de la Contrarreforma, sino de su acendrado talante antimusulmán e incluso antimorisco (10). Cuando un agente racional actúa cuenta su intención, pero la intención al ser inobservable no es objeto de prueba porque sólo se puede probar lo que es posible percibir (11). Podríamos pensar entonces que la acción racional sería correcta si las consecuencias de la misma maximizan la utilidad esperada de la decisión tomada. Los teóricos de la elección racional consideran que en un entorno paramétrico -esto es, en el que la acción es independiente del conocimiento del estado de cosas futuro- el agente racional decide buscando que el futuro le sea favorable, a pesar de la incertidumbre inicial. En este sentido, podemos pensar que Alonso del Castillo y Miguel de Luna no consiguieron sus propósitos iniciales, los de crear un estado de ánimo conciliador entre cristianos viejos y moriscos. Ahora bien, que las consecuencias no fueran las esperadas no significa que su acción no fuera racional. Significa más bien que si
su intención fue realmente la antedicha (siempre que ellos hubieran sido, efectivamente, los creadores del fraude), su elección personal no sólo fue tomada en condiciones de incertidumbre, sino de riesgo si se terminaba de descubrir la autoría del artificio. Por así decirlo, si convencían ganaban -al menos y, sobre todo- tiempo, pero si perdían lo perdían todo, su tierra y su identidad morisca, esa mixtificación de catolicismo nuevo, de viejos usos y costumbres y lengua árabe. Por otra parte, si la intención del arzobispo no era tanto la de defender a los moriscos, como afirma Barrios Aguilera, entonces bien pudo ser la de hacer de su episcopado algo grande (tomémoslo como un egoísta racional) o de Granada una ciudad ampliamente católica e importante tras la despoblación de la primera expulsión (tomémoslo entonces como un altruista). En cualquier caso, si es cierto que Pedro Castro creyó firmemente en la totalidad de los hallazgos, las consecuencias remotas, una vez sentenciados los plomos como hecho fraudulento, fueron claramente contrarias a sus expectativas. En definitiva, ni los moriscos se quedaron más allá de un par de décadas tras el hallazgo de los plomos, ni Granada devino un foco importante de la cristiandad; tan solo algunas familias de origen morisco tuvieron permiso para seguir, y aunque Granada se llenó de conventos e iglesias, no lo fue en mucha mayor medida que el resto de las ciudades españolas. Pero sí en cierta medida. El siglo anterior fue el de la Reforma, el de la búsqueda de un cristianismo más sencillo y más cercano a las prácticas originales. En la España post-trentina también se busca reformar el cristianismo haciéndolo más vivo y entusiasta, pero también más místico. Este siglo en la Granada católica había de serlo también así, y la nueva piedad popular que surgía en los rincones de las ciudades españoles anidó a través de los portentos, los montes y las cuevas. Las del Sacromonte, asociadas a una abadía y colegio universitario, parecían imitar a las estancias sagradas que se originaron en el norte de Italia de la mano del franciscano Bernardino Caimi, quien quiso hacer del monte Varallo una nueva Jerusalén espiritual. Antes del Sacromonte granadino ya había en Italia tres sacri monti, el del monte Varallo, el Sacro Monte de Santa María Asunta y el de San Francisco. Este, al menos, fue un resultado que cumplió con las expectativas del arzobispo Castro (y con buena parte de su fortuna personal). Si Pedro de Castro no tuvo que ver con el fraude de los Plomos, sí que supo aprovechar ese hecho fortuito para él y convertirlo en un lugar sagrado. Hasta aquí, los fines de los supuestos hacedores de los plomos y del arzobispo crédulo (o pragmático). Vayamos ahora a un somero planeo sobre los medios. El morisco Miguel de Luna, traductor oficial del árabe del rey Felipe II al igual que su yerno Alonso del Castillo, había confeccionado uno de llamados falsos cronicones o historias inventadas sobre el pasado remoto español, una historia sobre el rey don Rodrigo, la pérdida de la España visigótica y la conquista árabe, en la que entre otras cosas se defendía que el castellano había sido desde siempre la lengua de los españoles (desde el siglo I) y se alababa también al ‘rey’ Miramamulín Almanzor. Aun siendo descubierta con cierta prontitud la falsedad de su crónica, la obra tuvo distintas ediciones e incluso se tradujo al toscano. Con su querencia al artificio, el Barroco se llenó posteriormente a los hallazgos plúmbeos de falsos cronicones como forma de enderezar los hechos históricos o como manera ciertamente alambicada de interpretarlos. Lo importante no era tanto que en estas falsas crónicas se encontrara alguna verdad, lo que interesaba era que sirvieran a los verdaderos intereses (12). Realmente, lo que interesaba no era tanto la verdad sino el arraigo de los principios. Si para ello había que inventar, no importaba demasiado. Pero este falseamiento de la historia estaba permitido desde hacía más de dos mil años por alguno de los pensadores más influyentes. En La república Platón admite la eficacia de la ‘noble mentira’ en el final del libro segundo y a comienzos del tercero. A diferencia de la falsedad, la noble mentira o mentira útil enraíza su veracidad en sus intenciones políticas de armonización social. Lo que importa no es que algunos relatos sean verdaderos o falsos, lo que los hace valiosos es la verdad que surge de sus aplicaciones prácticas y de la intención noble, es decir, verdadera. En este estado de cosas, la mentira útil adquiere una suerte de forma simbólica o mítica de conocimiento práctico. Junto a la falsificación de los hechos, el Renacimiento tardío y el Barroco es la época en la que lo simbólico se observa como un modo especial de acceso al conocimiento. Es el Renacimiento la época de los símbolos científico-políticos, que adquieren una muy especial relevancia en la literatura utópica. La sociedad basada en el conocimiento y en la razón, caso de Moro, Bacon o de Campanella, o basada en el amor en Rabelais es un desiderátum de los propios autores, que tratan de imaginar las condiciones que hacen posible la perfecta armonización social. Como no es posible hallar en la faz de la Tierra lugar alguno donde los dogmas y las pasiones se encuentren sepultados, imaginaron espacios irreales. Sin embargo, no se trata solo de que esos lugares sean inexistentes, sino más bien de que son no-lugares, si la razón perfecta es imposible, la naturaleza completamente dadivosa tampoco lo es. Y más allá del espacio, estas sociedades falsas, estas ficciones útiles, no son del ahora ni de después ni de antes. Los autores encuentran sus preocupaciones y soluciones políticas en un futuro inasible o en un pasado neblinoso. Lo que sirve de hilo conductor de estas utopías no es sólo el recto uso de la razón, la espiritualidad también forma parte de ellas y en todas adquiere la forma de armonización religiosa, de sincretismo diríamos hoy. Ahora bien, ¿es posible imaginar que el medio para conseguir los fines de los moriscos granadinos fuese una suerte de sincretismo utópico? Dado que los Plomos son una mixtificación sobre una ciudad existente y remite a un pasado lejano para influir en el presente cercano, es imposible tomarlos como ejemplo de utopía; son más bien un ejercicio palmario de fraude. Pero la suerte de sincretismo religioso que
surge del contenido de los mismos aboga -siguiendo en parte el simbolismo renacentista, plagado de hermetismo y magia- por la idea de la unicidad divina y la de la unicidad de origen de las religiones. Ningún símbolo es inocente o se da por azar, y el símbolo por excelencia de los Plomos es el Sello de Salomón. En la plúmbea Historia del Sello de Salomón se modifica uno de los sellos para hacer coincidir las bases de los dos triángulos con las paralelas superior e inferior de un cuadrado. De este modo el sello no sólo se inserta en el cuadrado, sino que forma parte del mismo. De forma que el Sello no sólo sería un emblema que relaciona a judíos, cristianos y musulmanes, sino que -según Philippe Roisse, que lo ve como una síntesis del pensamiento hermético- “por una vertiginosa combinación de correspondencias, simboliza la síntesis de los opuestos y la expresión de la unidad cósmica, reduciendo la diversidad de la materia de lo múltiple a lo uno” (13). La historiadora Frances Yates, especializada en el Renacimiento, narra en un interesante libro otra ficción útil, otro elaborado engaño que ha tenido mayor fama en el imaginario colectivo europeo (14). Cierto es que no incluye objetos materiales ni reliquias (ni debía haberlas, pues la ficción se da en el contexto protestante), sino solo palabras. Los Manifiestos rosacruces también son anónimos, aunque se atribuyen a un legendario Christian Rosenkrautz e incluyen supuestos viajes por la sagrada Jerusalén, el paso por la católica España para intentar convencer a sus sabios y el establecimiento definitivo en tierras alemanas. Los manifiestos son un compendio de simbología hermética de la época, incluyendo hermandades, criptas y cavernas en las que no entraba la luz de sol, sino la de un sol interior etc., pero no se conocía cabalmente el interés implícito de los mismos. La tesis de Yates es que amén de las creencias herméticas de los actores, entre los que se encontraría el matemático, astrónomo y hermetista John Dee, la intención principal fue preparar y aprovecharse de la llegada al trono bávaro de Federico, el Elector Palatino, amante él mismo de la ciencia y del ocultismo, y hacer de este modo que Inglaterra pudiera estar a la cabeza de los países protestantes; sin embargo, también existía el propósito último de buscar una solución a través de la filosofía hermética a los conflictos que se estaban planteando entre católicos y protestantes: “Esta aventura (…) también fue la expresión de un movimiento religioso que se había gestado durante muchos años, fortalecido y alimentado por las influencias secretas que se movían por Europa; fue un movimiento que pretendía resolver los problemas religiosos de acuerdo con el sentimiento místico sugerido por la influencia hermética y cabalística.” (15) No sería tan descabellado entonces encuadrar los Plomos en el contexto de misticismo hermético que había anidado en el Renacimiento y en la idea de sincretismo religioso que tal misticismo celebraba. Que lo místico se enmarcara también en los aspectos políticos formaba parte de muchos de los pensadores de la época. Y aunque era harto complicado que el caso granadino pudiera llevarse a cabo, tal vez pensaron sus artífices que eso era mejor que la mera inacción ante el vacío del exilio o la presión de otro inminente conflicto. Es cierto que los Plomos no son los Manifiestos, pero es posible encontrar cierto aire de familia. Los Plomos del Sacromonte son tan atractivos por la paradoja de su desenlace, pero también lo son por su forma de mostrar expectativas ocultándolas. Y su diseño de juego de mostraciones y ocultaciones permite pensar no ya en la ficción como motor de la historia y del ser, como hizo Ignacio Gómez de Liaño en un curioso libro donde se mezcla la filosofía, la historia y la literatura, y lee el hecho de los plomos como un juego en el que lo posible y lo irreal hace pensar en lo vacío como esencia íntima de las cosas (16), sino que además abre el paso a pensar la historia desde la perspectiva de la narración. La historia de los Libros Plúmbeos es también la historia de la narración de los mismos y como ya se ha dicho, en toda narración el presente interviene en el pasado por medio de las frases del narrador. Las frases esconden no sólo el qué sino también el para qué, aunque que lo hacen de forma implícita, y en el para qué -y en menos medida en el qué- todo el mundo presente del narrador, el historiador, se hace presente en el pasado y los hechos se preñan de nueva significación. En pocos años, las investigaciones sobre los Libros Plúmbeos se han multiplicado y, con ellas las diferentes significaciones del hecho y del posterior proceso contrarreformista de la ciudad de Granada.
NOTAS 1. Frente a los grandes relatos deterministas de la historia y frente a la historiografía fragmentaria es posible deslizar la idea de la historia como narración. “Si no es posible hablar del sentido de la historia nada nos prohíbe encontrar sentido en la historia” (Benavides Lucas, M.: Filosofía de la historia, Síntesis, Madrid, 1994, p. 43). 2. La miseria del historicismo (1944-45) Alianza Taurus, Madrid 1981. Trad. Pedro Schwartz 3. Razones y personas (1984), A. Machado Libros, Madrid 2004. Trad. Mariano Rodríguez 4. Arias Montano fue especialmente crítico con la idea de que pudiera existir el castellano como idioma desarrollado en el siglo I o II d.C. 5. Barrios Aguilera, M.: La invención de los libros plúmbeos. Fraude, historia y mito. Universidad de Granada, Granada 2011, p. 81. 6. La descabellada idea de que los primeros cristianos usaran el castellano, como implícitamente afirmaba el manuscrito turpiano, parecía haber sido rectificada en las tablillas sacromontanas. 7. Hagerty, M. J.: Transcripción, traducción y observaciones de dos de los ‘Libros Plúmbeos’ del Sacromonte, Tesis doctoral. Microfichas. Universidad de Granada, 1989. p. 131. http://hdl.handle.net/10481/6092 8. Véase Roisse, Philippe,“La historia del sello de Salomón en los Libros Plúmbeos. Estudio, edición crítica y traducción comparada” en Barrios Aguilera, M. y García-Arenal, M. (Eds.), Los plomos del Sacromonte. Invención y tesoro. Publicacions de la Universitat de València, Valencia, 2006. 9. Alonso de Luna, hijo de Miguel de Luna y nieto por vía materna de Alonso del Castillo, que también estuvo involucrado en las traducciones de los Plomos, fue efectivamente expulsado y es posible que volviera entonces a la fe de sus ancestros. Anduvo por Turquía y por la Europa cristiana y en 1618 fue procesado por la Inquisición. Tras esa fecha se perdió su pista. Véase G. A. Wiegers: “Nueva luz sobre Alonso de Luna, alias Muhhamad B. Abi L-Asi, y su proceso inquisitorial (1618)”, en Barrios Aguilera, M. y García-Arenal, M. (Eds.), obra citada más arriba. 10, Esta es la postura de Barrios Aguilera (v. La invención de los libros plúmbeos. Fraude, pasado y mito, pp. 443-450). 11. La intención está al mismo nivel que la convicción: ambos son inobservables y por tanto no están sujetos a certeza. Sólo es cierto lo perceptible. Un chiste del economista Sen revela los problemas de este enfoque: Un positivista se encuentra con otro, se saludan y el primero le dice al segundo ‘Te veo bien, ¿yo cómo estoy?’ 12. Francisco Martínez Medina escribe respecto de la nueva religiosidad que imperaba en la Granada de la época: “La Granada contrarreformista buscó sus raíces religiosas más antiguas y las vinculó a la tradición apostólica para demostrar que la reconquistada Iglesia granadina del siglo XVI y XVII era la auténtica heredera de la única iglesia fundada por Jesucristo sobre los apóstoles y sus sucesores; con esto se emulaba lo acaecido en Roma, cuando, frente a la negación de la autenticidad de su tradición apostólica por los protestantes, se esgrimió el argumento de su continuidad con la tradición que la vinculaba a la Roma subterránea de los mártires y de las catacumbas” (Cultura religiosa en la Granada renacentista y barroca (estudio iconográfico), Universidad de Granada / Facultad de Teología de Granada, Granada, 1989, p. 269). El autor -que conoce el fraude del Sacromonte- parece indicar que lo que importa es la verdad de la tradición (las raíces) puesta al servicio de la nueva religiosidad. 13. Roisse, obra citada, p. 148. 14. Yates, Frances, El iluminismo rosacruz, (1972) Trad. R. Gómez Ciriza, FCE, Madrid 1999. 15. Yates, ob. cit., pág. 59. 16. Gómez de Liaño, Ignacio: Los juegos de Sacromonte (Editora Nacional, 1975), Estudio preliminar de Manuel Barrios Aguilera y César García Álvarez, Editorial Universidad de Granada, Granada 2005.
JUAN LATINO O JUAN DE SESSA, GLORIA DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS (Primer esclavo negro y culto de la humanidad) (¿Baena? 1518 – Granada ¿1596?
Juan Naveros Sánchez
I. BIOGRAFÍA El esclavo negro Juan Latino es un rarísimo ejemplo de lo que pueden conseguir la voluntad, el esfuerzo y el tesón, incluso en la poderosa, rancia y superclasista sociedad española del S. XVI. Tras esta contundente afirmación, surgen de inmediato cuantiosas preguntas: ¿Cómo consiguió un esclavo negro, destinado a vivir y trabajar en las caballerizas de las casas señoriales, dar a su vida un giro tan radical, hacia la universidad, las bibliotecas, las tertulias y la creación literaria? ¿Qué circunstancias concurrieron para que fuera posible su acercamiento a los poderosos y la adquisición de tan vasta cultura? A pesar de tratarse de un autor reconocido y famoso en su tiempo (1), hasta el punto de que las autoridades granadinas y grandes personalidades que por aquí pasaban, se preciaban de su amistad y de merecer sus consejos, se desconoce de su vida más que se sabe. Y este poco que se sabe, provoca más interrogantes y no menos incredulidades. En contrapunto al mucho interés internacional que se muestra en torno a este autor tan singular, hemos de traer a colación una vez más el genuino desconocimiento y desinterés patrios por todo lo que conforma nuestro extraordinario patrimonio cultural y literario (2). Juan Latino era esclavo porque nació de esclavos etíopes al servicio del segundo Duque de Sessa y, posiblemente, en Baena (Córdoba), donde tenía su residencia principal. Son muchos los autores, críticos y estudiosos que, dejándose llevar de la imprecisa afirmación de Juan Latino sobre su origen etíope, término que, en su acepción griega (3), conocida por él, significa ‘rostro quemado’, afirman que nació en África (4), apoyándose en el propio testimonio del autor: Haec, Ioannes Latinus Aethiops Christicola, ex Aethiopia usque infans aduectus, excellen tissimi, et inuictissimi Gonsalui Ferdinandi a Corduba ducis Suessae Gonsalui Magni His paniarum ducis nepotis seruus, ab ipso infantiae lacte simul nutritus, cum ipso a rudibus animis liberalibus artibus instructus, et doctus, et tandem libertate donatus, Garnatae ab illustrissimo, pariter et Reuerendissimo Petro Guerrero Granatensi Archiepiscopo extra om nem aleam doctissimo, Sanctae Ecclesiae Garnatae Cathedram Grammaticae et Latini ser monis accepit moderandam, quam per uiginti annos foeliciter moderatus est, sub Catholico Philippo Hispaniarum Rege translationi regalium corporum scripsit Epitaphia, ad hono rem et gloriam omnipotentis Dei, et Sanctissimae uirginis Mariae matris eius. Garnatae an no aetatis sui quinquagessimo octauo. (Juan Latino, cristiano etíope, traído desde Etiopía cuando era niño, esclavo del Excelentísimo e Invencible Gonzalo Fernández de Córdoba, duque de Sessa, nieto de Gonzalo el Gran Capi tán de las Españas, alimentado por éste, educado e instruido a su lado en las artes liberales y, finalmente, obsequiado con la libertad, recibió en Granada para regirla, del Ilustrísimo y Re verendísimo Pedro Guerrero, Arzobispo de Granada, muy sabio sin duda alguna, la Cátedra de Gramática y de Lengua Latina de la Santa Iglesia de Granada, que rigió felizmente durante veinte años: en el reino del Católico Rey de las Españas escribió estos epitafios con motivo del traslado de los cuerpos reales, para honor y gloria de Dios omnipotente y de su madre la Santí sima Virgen María. En Granada, en el año cincuenta y ocho de su vida) (5).
Además, el término etío pe en el siglo XVI no se re fería a la actual región de Abisinia, pues no se conocía como tal, sino, genéricamente, al continente africano. Por tanto, quería decir que nació en África, de padres traídos como esclavos a Sevilla u otro puerto, donde se ría posteriormente vendido a algún convento que, tras una breve instrucción, lo revendería al Duque de Sessa, según costumbre al uso en la época. Y esta explicación, a pesar de estar justificada en el mismo Juan Latino, no resulta muy convincente por el alto grado de improbabilidad de que un niño de cin co o seis años pudiera resistir las inhumanas condiciones de hacinamiento y desnutrición, durante tantas jornadas de lenta y penosa nave gación, que provocaban una selección natural del ébano negro, Retrato de negro etíope. (Alberto Durero, 1508) como le llamaban los portugueses, sus principales traficantes. Asimismo, la adaptación tan completa a un medio tan distinto, la perfecta formación de su carácter y de su inteligencia, hasta hacer de él no sólo un hombre culto, sino sabio, un perfecto conocedor de las lenguas y literaturas clásicas, en maestro eminente y, sobre todo, un poeta latino extraordinariamente fecundo, no hubiera sido posible en una naturaleza sin ninguna instrucción desde su natalicio. Sólo viviendo casi desde su nacimiento en un ambiente palaciego y con tratamiento especial, se explica y aún es de admirar, un resultado tan sorprendente. El testimonio impreso de Juan Latino, especialmente aireado y difundido, posiblemente intentó contrarrestar o al menos dejarlo al margen de las habladurías muy extendidas por Granada, que pretendían desprestigiar al duque y a su familia afirmando que Juan Latino nació en Baena de una esclava negra y del Duque de Sessa, Luis Fernández de Córdoba, padre de su amigo y protector Gonzalo Fernández de Córdoba, tercero del mismo título.
En apoyo de este rumor hay dos testimonios, de relevancia desigual, que afirman el nacimiento en Baena de Juan Latino: el del dramaturgo sevillano Diego Ximénez de Enciso (Sevilla, 1585 - 1633) y el de Francisco Fernández de Córdoba, Abad de Rute (Baena, ¿1565? - Rute, 1626). El primero, sin mencionar nunca la fuente, lo pone en boca de Juan Latino, a través de su comedia homónima (6). Mucho más valiosa es la escueta noticia que da el Abad de Rute, en su rigurosa y bien informada genealogía de la Casa de los Córdoba (7). En ella, el hijo natural de un primo hermano del cuarto Duque de Sessa, hablando de la educación del tercer duque, Gonzalo, dice que tuvo por compañero en los estudios a Juan Latino, nacido en su casa de Baena, aunque de padres guineos y no libres. Si a todo lo dicho, añadimos que era intérprete del monocordio y un hábil tañedor de vihuela, órgano, laúd y arpa, con partituras, amén de cantante de suave voz, tendremos que concluir que debió venir lactante de África, hecho bastante improbable, o nacer en Baena, en 1518 (8), y vivir bajo la atenta tutela de una persona poderosa, que le proporcionó la infrecuente y sospechosa oportunidad de una educación esmerada. La vida de Juan de Sessa transcurrió de forma paralela a la del pequeño duque y, de soslayo, fue asimilando las enseñanzas, básicamente gramaticales latinas y griegas, que impartían a su señor. Primero en Baena y luego en Granada, en un palacio del que sólo quedan los graneros y la iglesia en la calle San Matías y adonde se trasladó la familia tras la muerte del segundo duque de Sessa, D. Luis Fernández de Córdoba, en 1530. En él vivieron hasta la conclusión del actual palacio de Los Córdoba en la cuesta del Chapiz. En Granada, Juan de Sessa asistió junto al joven duque, tal vez a través de la rendija de la llave, a la cátedra del famoso gramático Pedro de Mota y con tal aprovechamiento, que así lo reconoció el propio duque: Rara avis in terra corbo simillima nigro. Mientras tanto, la Universidad de Granada acababa de nacer en 1526, cinco meses después de la llegada del emperador a la ciudad y, tras la bula papal, empezó a graduar bachilleres el año de 1533. El 4 de Febrero de 1546, ante el Arzobispo, el oidor de la Real Chancillería, Conde de Tendilla, y otros
Edición de la comedia sobre Juan Latino de Ximénez de Enciso.
muchos caballeros, recibió el ya rebautizado por los granadinos como Juan Latino, junto a treinta y ocho condiscípulos, el grado de Bachiller. Tenía entonces veintiocho años. A partir de este momento, la rareza y esclavitud de este intelectual cultivado y perspicaz, lo convirtió en uno de los personajes más conocidos de la vida pública granadina, a quien gustaban frecuentar las personalidades más importantes. Una de las casas que frecuentaba para impartir sus doctas y variadas enseñanzas gramaticales y musicales era la del administrador del duque, el Licenciado Carleval, cuya hija, famosa en toda la ciudad por su extraordinaria belleza y prometida por su padre a D. Fernando de Valor, futuro Abén Humeya, recibía clases. De la frecuencia de las visitas y el trato afable, se pasó pronto, con no pocas resistencias, finamente recreadas en la co- Dedicatoria de la Austrias Carmen de Juan Latino media aludida de Ximénez de Enciso, provenientes de prejuicios y rangos, a uno de los idilios más sorprendentes y novelescos de nuestra historia literaria (9). Sin duda, la prohibición familiar habría bastado para hacer imposible la relación y mucho más el casamiento que tendría lugar en 1547 ó 1548, de no haberse encontrado con algún hecho consumado. Y aun así habría resultado inadmisible si no hubiera contado con el apoyo incondicional del duque, quien aparte de concederle la libertad, propició que su esposa María de Mendoza fuera madrina de Juana, la primera hija mulata de tan pintoresca unión, en el bautizo acaecido el 30 de Junio de 1549 (10). El 4 de Abril de 1552, nació su segundo hijo, Bernardino; el 22 de Julio de 1556, Ana; y finalmente, el 5 de Marzo de 1559, Juan. Una magnífica prole mulata que colmó de felicidad un domicilio familiar que estaba situado en la calle de Santa Ana, entre la iglesia del mismo nombre y la placeta del puente de Cabrera, dando al río Darro. La viabilidad económica de la familia fue posible al heredar Ana Carleval, parte de los bienes paternos y por la consecución por Juan de la cátedra de Gramática de la reciente Universidad de Granada. Una cátedra que había quedado vacante por la muerte del eminente Pedro Mota y que le fue concedida por influencia del arzobispo Pedro Guerrero, gran amigo y defensor de Juan Latino, el 8 de Agosto de 1556, a pesar de
una fuerte oposición y de furibundos ataques racistas. Ese mismo año, el 31 de Noviembre, se le otorgó la Licen ciatura, por lo que asistió desde enton ces y de pleno derecho a los claustros universitarios. A él se debió la lección inaugural, hoy desaparecida, del curso universitario de 1565, con asistencia de los principales señores de la ciudad y el Cabildo Catedral, puesto que todos se olgarían de irle a oyr (11), con gran demos - tración de respeto y admiración, hablar lar sobre la vida y obra de los poetas más celebrados de la antigüedad. Andaba muy agitada la vida en Granada por la inestable situación de los moriscos, que habían sido soliviantados, aún más, por la política coercitiva del presidente de la Real Chancillería, D. Pedro de Deza, incondicional amigo de Juan Granada. Puentes de Cabrera y Espinosa Latino. Los incidentes del Albaicín del 25 de Diciembre de 1568 acabaron por convencer a Felipe II de la conveniencia de acabar definitivamente con el problema de los moriscos, mandando a D. Juan de Austria a Granada con su disciplinada tropa de mercenarios, el 13 de Abril de 1569. Durante la estancia de D. Juan en Granada, sugirió Deza a Juan Latino la idea de escribir un gran poema que cantara las hazañas del primero en versos latinos. Para recabar información de primera mano, aprovecharía la ocasión de alguna de las muchas visitas que le hacía Juan Latino, junto a otro ilustre negro dominico, Fray Cristóbal de Meneses. Entre la milicia venía un buen número de militares-poetas, prototipos renacentistas, con los que tuvo la oportunidad de trabar amistad, contrastar ideas literarias y hacer lecturas de poemas. Famosa fue la tertulia de la Cuadra Dorada en la casa de D. Alonso de Granada y Venegas, adonde Latino acudía junto a Luis Barahona de Soto, Gregorio Silvestre, Diego Hurtado de Mendoza, Hernando de Acuña, Pedro Padilla, etc. Son conocidas algunas anécdotas relacionadas con el color de su piel, como la protagonizada por el poeta portugués y organista de la catedral, Gregorio Silvestre, quien, ante la queja de Latino de ignorarlo en la conversación, le contestó: Perdone, señor maestro, que entendí que era sombra de uno de estos señores (12). En Granada estaban también, y tal vez los llegaría a conocer, Boscán, Garcilaso y Juan Rufo Gutiérrez. El año de 1576, año de la publicación del libro de poemas De translatione..., tras dos redacciones y aplazamientos, muere el arzobispo Pedro Guerrero.
Grabado de Plaza Nueva de Girault de Prangey. Granada 1835
El de 1578, moría D. Juan de Austria, el príncipe D. Fernando, a cuyo nacimiento había cantado en su primer libro de poemas, y finalmente, el 3 de Diciembre, su protector más incondicional y valioso, D. Gonzalo Fernández de Córdoba, que era enterrado en Granada, por expreso deseo del rey Felipe II. Juan Latino le dedicó una sentida y profunda elegía a su protector, incluida en ediciones posteriores de De Translatione..., en la que recordaba lo mucho que le debía por haber sabido superar prejuicios, tratarlo como a un hermano y permitirle, en definitiva, ser un hombre libre y culto. Tanto pueden las letras, le comentaba Juan Latino al nuevo arzobispo, D. Juan Méndez de Salvatierra, también de humilde cuna, que al faltarnos éstas, ni vos salieredes del campo tras de un arado, ni yo de una caballeriza almohazando caballos (13). La hasta entonces inquebrantable salud de Juan Latino empezó a dar síntomas de resquebrajamiento con la grave enfermedad sufrida durante 1586 y por la que dejó de asistir a los claustros universitarios de casi todo el año. Hay constancia de su asistencia, nuevamente, el 12 de Marzo de 1587, aunque ya muy mermado de visión hasta la ceguera total, que no le impidió proseguir su labor docente, mediante la ayuda o suplencia de su alumno predilecto, Melchor Navarro. La fecha, documentación y demás circunstancias de la muerte de una personalidad tan
reconocida e importante en su tiempo, en buena lógica, no deberían estar rodeadas del misterio y controversia que la circundan hoy. En el epitafio de su tumba (14), probablemente escrito por él mismo, se grabó el año 1573 como el de su muerte. Al ser imposible que muriera este año, puesto que hay constancia documental de actuaciones posteriores, cabe pensar que se tratara de la fecha en que mandó esculpir el epitafio con motivo de la muerte de su esposa. No obstante, resulta imposible fijar con exactitud la fecha de su muerte, pues no aparece su partida de defunción en los libros de enterramientos de la parroquia de Santa Ana, cuyo primer libro abre en Mayo de 1596 y termina en 1603. Tampoco aparece en el correspondiente libro de la cercana entonces, y desaparecida hoy, parroquia de San Gil, que comprende el pe ríodo de 1583 a 1597. En el claustro universitario del 20 de Noviembre de 1599, Imagen de 1855 de la Iglesia de Santa Ana. En su yerno, el maestro Fuentes, indica la muerte su cripta está enterrado Juan Latino. de su suegro Juan Latino. Considerando esa fecha y la del último claustro al que acudió, 1594, puede concluirse que Juan Latino murió entre 1594 y 1596, siendo enterrado en la cripta del altar mayor de dicho templo. La zona central de la cripta, curiosamente, está tapiada en la actualidad para permitir el trasiego de una cofradía de Semana Santa. Sus diligentes artífices se molestaron en hacer una nueva lápida, colocada en el exterior de la pared con la inscripción: D. O. M. IOHANNES Latinus - Niger Anno DNI. MDXCVII Franciscus Bermúdez de Pedraza Rerum gestarum conscriptor Anno DNI. MDCLV Joseph Risueño / Sculptor Egregius. Anno DNI. MDCCXXXII PAX VOBIS
Inscripción actual que señala el enterramiento de Juan Latino
Hemos de añadir finalmente, como colofón a tantas pérdidas documentales y literarias, que tampoco se conserva ningún retrato suyo, a pesar de que debió existir, tal vez encargado por Don Juan de Austria, y que varios autores recuerdan haber visto. Cierro el presente artículo con la esperanza de que la profesora del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Granada, Aurelia Martín Casares, con su nuevo seminario de estudios sobre Juan Latino, recupere lo aún recuperable del legado del primer afro-europeo que escribió obras de creación literaria en un latín erudito. Ojalá su labor sea el inicio de una nueva actitud ante nuestro pasado y ponga punto y final a tanta desazón como impregna el espíritu de los investigadores histórico-literarios en nuestro país. Aplazo el análisis de la escasa producción poética conservada de Juan Latino para una segunda publicación.
II. NOTAS (1) Conocida es la cita de Miguel de Cervantes en el poema previo de cabo roto, de Don Quijote de la Mancha, Urganda la desconocida, donde dice: Pues el cielo no le pluQue salieses tan ladi-
Como el negro Juan Lati-, Hablar latines rehu-. Igualmente conocida es la cita de Lope de Vega en su comedia La dama boba. (Vid. Edición de ZAMORA VICENTE, Alonso: Peribáñez y el Comendador de Ocaña y La dama boba. Edición “Clásicos Castellanos”. Madrid, (Pág. 225). En la escena veintiuna del segundo acto, tiene lugar un diálogo entre Octavio y sus dos hijas casaderas, Finea y Nise y dice éste: No era tan blanco en Granada Juan Latino, que la hija De un Veinticuatro enseñaba; Y siendo negro y esclavo, Porque fue su madre esclava Del claro Duque de Sessa, Honor de España y de Italia, Se vino a casar con ella; Que Gramática estudiaba, Y la enseñó a conjugar En llegando al amo, amas; Que así llama el matrimonio El latín. El poeta granadino, Rodríguez de Ardilla, le dedica en 1645 el siguiente poema: Negra la pez para el vino Y en las naves para brea... Negra es el águila fuerte De todas las aves reina; Tres negros ha de tener Toda extremada belleza: Negros ojos y pestañas, Negras y un arco las cejas Moreno fue Juan Latino Gloria del duque de Sesa, Maestro de tantos buenos, Honra de tantas escuelas. Igualmente, el poeta granadino Juan de Arjona, muerto en 1603, le dedicó este otro poema: Nuevo Apolo granadino pluma heroica, soberana, Alma de Estacio latino Que con su voz soberana Haces su canto divino. (2) Sirva de ejemplo del interés que suscita Juan Latino, la aparición de una novela de José Vicente Pascual, que lleva por título Juan Latino. Edit. Comares. Granada, 1998. La reciente monografía Juan Latino. Talento y destino de Aurelia Martín Casares, Editorial Universidad de Granada (EUG). De la misma autora, Free and freed black Africans in Granada in the time of Spanish Renaissance, en K. Lowe y Th. Earle (ed.); Black Africans in Renaissance Europe, Cambridge University Press, 2005; Masó, Calixto C.: Juan Latino: Gloria de España y de su raza. Chicago. Northeartern Illinois University, 1973. En el ámbito de la Aschomburg Center for Research in Black Culture Detroit, EE.UU., a cargo de Arthur A. Schomburg, el artículo “The Negro Digs Up His Past”; Jacob Lawrence, “The Curator”; También los estudios de Linda Collins, “Juan Latino, a 16th century writer in Spain”, U.K.; Henry Louis Gates y María Wolff, “Una aprecia-
apreciación global de Fuentes en la Vida y obra de Juan Latino, el Humanista etíope”, de la Prensa Universitaria de Indiana, Bloomington. EE.UU. Asimismo, se invetiga sobre Juan Latino en el ámbito de la literatura negra africana, americana e hispánica en “The Andrew W. Mellon Fondation”, “Moorland Spingarn Research Center” de Chicago… (3) Del latín Aethiopus, y éste del griego antiguo Αἰθίοψ (aithíops), derivado de αἴθω (aítho), ‘arder’, y ὄψ (óps), ‘cara, rostro’. (4) BERMÚDEZ PEDRAZA, en su obra Antigüedad y Excelencias de Granada (Madrid, 1608, por Luis Sánchez, impresor de su Majestad), dice que era “natural de Berbería; el cual fue traído siendo niño, cautivo con su madre a España a la edad de cinco o seis años”. AMBROSIO DE SALAZAR, en su Espejo General de Gramática (Rouen, 1615, pág. 482), comenta “del negro que trajeron de Etiopía de edad de doce años”. Este testimonio es poco fiable, no sólo porque está inserto en un texto que pretendía servir de prácticas a los estudiantes de español, sino por el error de afirmar que llegó de Africa a los doce años, cuando llegaba de Baena en 1530, habiendo nacido en 1518. Antonio MARÍN OCETE, en su ensayo biográfico y crítico, El negro Juan Latino (Granada, 1924. Revista de Estudios Históricos de Granada y su reino, XII, 2), se basa en la supuesta autoridad de Bermúdez Pedraza para afirmar lo mismo que él y desautorizar los testimonios contrarios de Ximénez Enciso y Francisco Fernández de Córdoba. Y olvida que el testimonio de Bermúdez Pedraza, aun estando muy cercano en el tiempo, es muy parcial, pues enfatiza especialmente los aspectos más frívolos y novelescos de su vida. (5) Juan Latino, De translatione corporum regalium. (Ad Lectorem). Granada, 1576, Fol. 6 vuelto. De esta obra se conservan dos ejemplares en la Biblioteca Nacional (Sección raros). (6) El Encubierto y Juan Latino. Segunda parte de Comedias escogidas de las mejores de España... Madrid, 1652. Fol 35 y ss.
Hijo de esclavo soy, nací en Baena, Donde las letras aprendí primero; Crecí siguiendo el centro verdadero Premio que a la virtud el cielo ordena. No me ha estorbado mi amorosa pena, Que sea de Granada Racionero, Orfeo, Marte, Cicerón, Homero, En voz, en armas, en Latín, en vena. Catedrático fui, Griego excelente, Y en fin varón insigne, pues que llego A ser deste lugar Colector digno. Y como le llamó por eminente La antigua Roma a su adriano, el Griego, La noble España, me llamó el Latino. (7) Historia y descripción de la Antigüedad y Descendencia de la Casa de Córdoba. Manuscrito de la Biblioteca Nacional. También publicado en el Boletín de la Real Academia de Ciencias y Bellas Letras y Nobleas Artes de Córdoba, LXXII (1955), (pág. 102) y ss. Considerado como el mejor nobiliario de la época. (8) Si De Translatione... se escribió en 1576 y en ella dice “Aetatis suae anno LVIII”, se deduce el año 1518. Sirva también, como contraste, el hecho de que, en la citada obra, dice que llevaba veinte años en la Cátedra de Gramática, que fue fundada en 1556 y él fue su primer catedrático, lo que confirma la supuesta fecha del natalicio. (9) En la citada comedia el personaje teatral de Juan Latino dirige a Ana este apasionado soneto: No eres de mármol no, que a haberlo sido
El hierro de mi vida te labrara, Ni eres de hierro, porque te ablandara El fuego que en mi pecho has encendido. Ni eres de fuego, porque no han podido Apagarte las fuentes de mi cara. Ni eres de agua, porque te alterara El viento de las quejas que despido. Viento eres menos, porque tal dureza Muy mal puede tener tan firme asiento En cosa tan contraria a la firmeza. Según esto, vendrá a ser mi tormento Un monstruo que crió naturaleza, Que monstruo es ser mujer y no ser viento. (10) Primer libro de bautismos de la iglesia de San Gil (hoy en Santa Ana de Granada), fol. 6. (11) Actas Capitulares. Archivo Eclesiástico de Granada. (12) CÁCERES ESPINOSA, Pedro: Discurso breve sobre la vida y costumbres de Gregorio Silvestre Rodríguez y Mesa, que precede a las obras de éste. Lisboa, Manuel de Lyra, 1592. (13) BERMÚDEZ PEDRAZA, Historia eclesiástica de Granada. Ms. en la Biblioteca Universitaria de Granada. (14) La inscripción, hoy desaparecida, pero que transcriben Marín Ocete (op. cit.) y Gallego Burín (op. cit), es la siguiente: DELMAESTRO JUAN LATINO CATEDRATICO DE GRANADA Y DOÑA ANA DE CARLEVAL SU MUGER Y HEREDEROS. MDLXXIII. Granatae doctus, clarae doctorque juventae, Oratorque pius doctrina et moribus unus, Filius Aetiopum prolesque nigerrima patrum, Infans illaesus praecepta salutis, Augusti Austridae cinitque gesta, latinus: Conditer hoc cippo: surget cum conjuge fide. III. COMPLEMENTO VIDEOGRÁFICO https://www.youtube.com/watch?v=2BXDGQ8iMN0
Juan A. PACHÓN romero
Este trabajo constituyó la base de unos paneles informativos destinados a la explicación didáctica de los contenidos del Museo Arqueológico de Osuna. Los objetivos y la especificidad de aquellos carteles hace que podamos, aquí, mostrar una documentación en gran parte inédita, que puede servir para ilustrar un aspecto del Patrimonio Cultural que, pocas veces, se da a conocer en los currículos educativos de las enseñanzas secundarias. Pero que, contrariamente, es fundamental para la comprensión de la red de museos de todo el territorio peninsular, donde los fondos de cerámicas de época romana son mayoritarios y necesarios para entender el devenir de la cultura material de la civilización occidental.
TERRA SIGILLATA Típica cerámica romana (Oswald-Pryce, 1920), caracterizada por sus superficies enlucidas de rojo, cuyo nombre deriva de la costumbre de acompañarse de una marca epigráfica en relieve (sello) colocada en distintas zonas del cuerpo, aunque mayormente en las bases de la vasija, indicando la procedencia del taller alfarero que las había elaborado. En este sentido, fueron habituales improntas con determinadas fórmulas en latín como F / FE / FEC = Fecit = hecho ...; M / MA / MAN = Manu = por la mano de ...; EX OF / OFC / OFFICI = ex officina = del taller ..., seguidas por los nombres de los artesanos que las hicieron; aunque en otras muchas ocasiones solo aparece el nombre del alfarero. Las improntas se enmarcaban en cartelas cuadradas o rectangulares, propias del perfil geométrico del sello metálico que las originaba. También fue usual enmarcar esos nombres en contornos de pies, en lo que se ha dado en llamar marcas in planta pedis.
El ORIGEN de la sigillata parece proceder de las formas tardías de las producciones alfareras de la zona peninsular italiana de Campania, donde desde tiempos anteriores se venían fabricando cerámicas de tradición griega, pero con superficies negras brillantes. Muchas de las formas se mantuvieron o derivaron hacia modelos diferentes, pero parecidos, sobre todos en los vasos abiertos y planos, que funcionaron como platos o bandejas y, además, con el añadido de sus superficies que empezaron a ser rojas. Un cambio tecnológico había marcado la diferencia: los hornos anteriores, donde se cocían las cerámicas en ambientes de reducción (abundancia de humo), se habían transformado en ambientes de oxidación (muy aireados) que aportaban el nuevo color superficial rojo intenso. Aunque empezaron a fabricarse en la península itálica, se acabó extendiendo su uso y producción por todo el territorio romano, por lo que los talleres y variedades acabaron siendo muy diferenciadas. Al tiempo que, de ser una vajilla de lujo bastante cara, pasó a ser una cerámica de uso corriente muy habitual en los asentamientos romanos, donde componen uno de los restos cerámicos más abundantes. Se conocen, tanto ejemplares lisos como decorados, con la peculiaridad de que estos últimos, abandonando las técnicas ornamentales previas en las que primaban las representaciones pintadas superficiales, se convierten ahora en ornamentaciones plásticas en relieve que recorren las paredes externas con una amplia gama figurativa: escenas mitológicas, cotidianas, circenses, heráldicas y vegetales. Hay otras decoraciones más simples de tipo geométrico, aplicadas con ruedecilla, o líneas de curvas y contracurvas en relieve con acanaladuras (estrígilos) que, habitualmente, se consideran propias de las formas lisas. La mayoría de las decoraciones se confeccionaban con moldes donde las representaciones se realizaban en negativo, por el interior de la matriz, para que al trasladarlas al vaso quedaran en positivo sobre las superficies exteriores. Los relieves decorativos empezaron siendo de una gran calidad, posiblemente por tratarse de imitaciones muy cercanas a modelos paradigmáticos de producciones metálicas , como los vasos en plata. Con el paso del tiempo, los modelos ornamentales perdieron detalle, redujeron el muestra-
rio de variables temáticas y los moldes se emplearon en exceso, dando lugar a producciones de bajo nivel con volúmenes decorativos desdibujados y faltos de contraste. Únicamente, en periodos tardíos del imperio, algunas producciones africanas recuperaron repertorios decorativos de renovada perfección, aunque alejados de los programas ornamentales de principios de la producción de sigillata itálica. Como curiosidad, en algunos alfares de sigillatas, se produjeron ejemplares con las mismas formas y decoración, aunque con las superficies vidriadas, pero siempre en series escasas y poco habituales en los yacimientos.
En la Península Ibérica se conocen buena parte de las distintas variedades productivas de las sigillatas, aunque de forma masiva fueron más habituales las itálicas (antiguas aretinas), las producidas en la actual Francia (sudgálicas), las propiamente peninsulares (hispánicas) y las procedentes del Magreb (africanas). Todas, con particulares características que permiten diferenciarlas en las excavaciones arqueológicas, derivar cronologías y localizar los talleres de origen.
CENTROS DE PRODUCCIÓN DE INTERÉS PENINSULAR
SIGILLATA ITÁLICA (TSI)
Según M. Passelac (1993: 554), el grupo cerámico comprende la antigua sigillata aretina, nombre derivado de los yacimientos de Arezzo que no sirve hoy, por el gran número de talleres que la produjeron en otras áreas itálicas. Así, la antigua TSA ha pasdo a ser TSI, quedando la primera abreviatura para la serie africana. La itálica recoge tradiciones etrusco-campanienses, sumando técnicas de cocción y decoración que suponían un cambio radical en la demanda. Se trataró de una vajilla de mesa con barniz arcilloso rojo, cuya mayor producción empleó formas lisas, quedando el resto para la decoración en relieve hecha con moldes. Los vasos realizados en Arezzo tienen la pasta fina de color rosáceo a marrón, superficie roja luciente al naranja y manchas claras al interior del vaso, mientras el fondo exterior se reservó sin el característico revestimiento rojizo. Las formas son diversas, pues las distintas clasificaciones han complicado el repertorio, a medida que los diferentes autores añadían las novedades que aportaban las sucesivas excavaciones de sitios muy diversos. Las tipologías habituales son las de Dragendorff (1895), Loeschke (1909), Goudineau (1968) y Ettlinger (1990), sin un criterio único de clasificación. Según estudios recientes, la sigillata itálica reuniría al menos cincuenta y cuatro formas divididas en ocho series, que derivan de vasos etruscocampanos de barniz negro: las sigillatas precoces, mayormente lisas, a las que añadieron pequeñas decoraciones plásticas superficiales de formas onduladas y remates espirales. Las formas decoradas complejas son posteriores, pero su secuencia temporal no se ha determinado claramente. En conjunto, la sigillata itálica tuvo un uso temprano, estando presente en la Península Ibérica, donde se conocen formas arcaicas, incluso de barniz negro en Cataluña (Ampurias); hecho que facilitó las futuras producciones hispánicas.
SIGILLATA SUDGÁLICA (TSG) Poco antes de interrumpirse la producción itálica de sigillata, en el territorio provincial romano se inició una fabricación similar de series cerámicas conocida como sudgálica, en el taller de la Graufesenque (sureste de Francia), que alcanzaría una distribución relevante por todo el espacio imperial, gracias sobretodo a la posterior multiplicación productiva de otros alfares que siguieron su labor en la Galia Central y Oriental. De superficies más rojas y brillantes que la sigillata fundacional, probablemente supuso una mayor universalización de su uso, casi una fabricación industrializada a costa de una simplificación de los repertorios decorativos, junto a una mayor estandarización de los motivos ornamentales y, quizás, una progresiva pérdida de calidad del producto que, pese a todo, no influyó en la extensión de las formas vasculares. La vajilla lisa comprende unos cuarenta tipos principales: fuentes, platos, boles, tazas, fabricadas indistintamente porr todos los artesanos en las mismas épocas. La clasificación de formas utilizadas actualmente, lleva los nombres de los primeros arqueólogos que las establecieron, como hicieron Dragendorff (1895), Déchelette (1904), Curle (1911), Ritterling (1913), Knorr (1919) o Hermet (1934). Algunas decoraciones simples se obtenían mediante gotas de arcilla muy líquidas (barbotina), que no solo se emplearon en las sigillatas sino en otras variantes como las vasijas de paredes finas. El vaso, colocado sobre el torno, se cubría, con ayuda de una pipeta de gotas de barbotina que quedaban más o menos adheridas a la pared. Se realizaron así guirnaldas de hojas o racimos de uva. Las decoraciones más complejas las hicieron varios miles de punzones distintos que grabaron personajes mitológicos, escenas cinegéti-
Cas de
circo (carreras, luchas de gladiadores), animales comunes o exóticos y gran cantidad de vege-
tales. La variante con superficie marmórea (marmorata) también fue una especialidad particular de los alfares de la Graufesenque que, salvo sus muy diferentes tonalidades, se moldearon en las formas habituales del taller. Su menor representación en los yacimientos estaría relacionada con el corto
periodo de vigencia, frente a otras producciones de este grupo cerámico, que no parece ir más allá de los tres cuartos de siglo. No obstante, tampoco cabría desechar en este mismo sentido que pudo tratarse de una variación estética que nunca alcanzó demasiado demanda, si no es que se comercializó como una especialidad minoritaria, cuyo valor de mercado la hacía prohibitiva a la mayor parte de la población y explicaría su reducida implantación. SIGILLATA HISPÁNICA (TSH)
La Península Ibérica también produjo sigillata, como otras partes del imperio, incluso desde épocas tempranas, quizás influida por los centros alfareros itálicos y sudgálicos, aunque las fechas de sus primeras hornadas cabe paralelizarlas con las más antiguas del país vecino, si no las precedieron en algún caso. La demanda y popularización de su uso exigió una extensa difusión, así como la proliferación de un buen número de centros fabriles para acercar sus artículos a los consumidores, facilitando la distribución y abaratando los costes. La generalización subsiguiente debió ir pareja de un deterioro de la calidad, por lo que la simplificación del repertorio de formas, su propia transformación, la reducción de los patrones y espacios decorativos, así como la irregularidad de las superficies, acabaron conformando el conjunto más remarcable de características de la sigillata hispánica, a las que habría que añadir –en momentos más avanzados– productos propios, en los que no faltó un marcado influjo indígena (Mezquiriz, 1961, 1985 y 2004).
En su comjunto, la Terra Sigillata Hispánica ofrece unas peculiaridades físicas que facilitan su clara diferenciación respecto de las restantes producciones de sigillata, destacándose sus pastas de color beige-rojizas, anaranjadas y rosadas, con aspecto poco uniformes en las que no son extraños algunos núcleos vacíos (vacuolas) e inclusiones de tamaño fino o muy fino en tonos del blanco al gris, pasando por el amarillo. Por su parte, los tonos superficiales fluctúan desde los marrones a una cierta variabilidad de rojos, de muy diferentes calidad; pero, en la mayor parte de los casos, más mates que lucientes y con escasa homogeneidad.
Conocemos dos alfares hispanos básicos: uno, afecto a la zona de La Rioja con centro en Tritium Magallum, la actual Tricio que, con varias sucursales alfareras, proveyó buena parte de la demanda norte peninsular. El segundo, constituyó el centro de sigillata del sur ibérico. Localizado en Los Villares de Andújar, la Isturgi romana, en su momento de mayor desarrollo creó factorías secundarias como la habida en la actual Granada (Cartuja). SIGILLATA AFRICANA (TSA)
Este tipo cerámico (Hayes, 1972 y 1980), procedía del espacio geográfico norteafricano de Mauritania y de las actuales Argelia y Libia, con un núcleo fundamental en Túnez. Es la tradicionalmente conocida como terra sigillata clara (Lamboglia, 1941), aunque el mejor conocimiento de sus producciones exige hoy emplear la denominación sigillata africana (Carandini, 1981). De todas las series conocidas, es la más prolongada en cuanto a su producción, abarcando un extenso periodo entre los siglos I y VIII d.C. En este sentido, es curioso comprobar cómo un área secundaria de producción de sigillata llegó a superar la cronología de sus modelos, pero se explica fácilmente por tratarse de un territorio que vivió más aislado de sus parientes del norte mediterráneo, frente a las crisis que provocaron el colapso del Imperio Romano de Occidente. Esa mayor pervivencia también provocó una trayectoria fabril independiente de alrededor de cinco siglos, que hizo viable una importante variabilidad de productos originales, tanto en formas como físicamente, que se han venido diferenciando nominalmente con distintas letras mayúsculas de la A a la E. Por lo demás, una nota distintiva de la serie africana es la ausencia de sellos alfareros.
Los grupos más relevantes quizás sean las seres A, C y D, aunque en el solar ibérico encontramos de todos los tipos (Serrano, 2005). La segunda mitad del siglo primero inicia la producción de sigillata africana del grupo A, alcanzando el control mercantil de la cuenca mediterránea oeste a fines de la centuria. A ello contribuyó que, entonces, las formas eran simples y sin decorar, siguiendo la pauta de las producciones sudgálicas. Su carácter más llamativo es su color exterior anaranjado intenso y homogéneo en toda la superficie. Pese a todo, al inicio del siglo III su sustitución casi generalizada por el tipo C, podría indicar una clara crisis de la serie anterior, que son sustituidas por vasos de elevada calidad que se decoraban y recuerdan a las producciones itálicas de Arezzo, al utilizar su misma técnica de relieves aplicados en la superficie sobre formas de botellas con doble asidero, cuencos y fuentes. Estos espectaculares artículos procederían de la zona de Cartago y se han encontrado también en la Península Ibérica. La producción del grupo C, no es del todo homogénea, pues hay una importante variabilidad de barnices superficiales que han permitido diferenciar hasta cinco subclases. La producción D es la más tardía de este gran grupo, presenta también superficies barnizadas de color roj0 ladrillo a anaranjado, pasando por el rosa, con la característica de dejar en reserva el exterior del recipiente; suelen ser vasos de paredes muy gruesas, que en ocasiones alcanzan el centímetro de espesor. Por su parte, las decoraciones son estampilladas, mayormente por el interior de las vasijas y, en algunos casos, también en el borde. Los motivos son más esquemáticos que los del relieve aplicado y alcanzan un alto grado de geometrización con abundancia de palmetas, aunque no se olvida del todo el sistema de aplicación de moldes. La producción de africana E es muy reducida, abarcando solo un siglo de actividad entre mediados de los siglos IV al V, puede asociarse con la serie estampada B que estableció J. W. Hayes y se reduce a formas muy planas de platos y escudillas de gran tamaño, junto a algunas copas. La decoración de ruedecilla está presente y las superficies con barniz marrón-rojizo en toda su extensión. La serie B, quizás escape actualmente del conjunto africano, porque su producción parece centrarse en la zona del Ródano, pese a lo cual ofrece características físicas que las ha venido asimilando tradicionalmente a este grupo. También denominadas brillantes y prebrillantes, ofrecían un barniz con irisaciones metálicas, que nunca tuvo demasiada influencia dentro de esa zona francesa y de su hinterland, que se tradujo en una tímida afección en algunas producciones hispánicas dentro del siglo III. TERRA SIGILLATA FOCENSE TARDÍA (TSFT) Un grupo final lo componen estas cerámicas, que tuvieron un periodo menos extenso de desarrollo que las sigillatas africanas y algunos de cuyos componentes decorados recuerdan ciertos individuos de las procedentes de su serie A. Ptoducidas en Asia Menor, se distribuyeron por el Mediterráneo hasta llegar en la zona atlántica hasta las Islas Británicas. De pasta consistente, las superficies rojizas, de castaño a anaranjado, se cubren de barniz por dentro y fuera, puliendo el interior y pudiendo mostrar el borde con tonos grises y negros. Mal conocida todavía, ofrece un repertorio de formas muy escaso, estando ausentes los grandes recipientes y las formas cerradas. En cuanto a la decoración, se han comprobado los estampillados y la ruedecilla.
BIBLIOGRAFÍA CARANDINI, A. [Ed. (1981)]: Atlante delle forme Ceramiche. Ceramica fine romana nel bacino Mediterraneo: medio e tardo impero. Enciclopedia del’Arte An e Orientale, vol. I. Istituto Della Enciclopedia Italiana, Roma.
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VIAJE CULTURAL A MÉRIDA, SALAMANCA Y ÁVILA Santiago Freire Morales
MÉRIDA La fundación de la ciudad de Mérida se remonta a finales del siglo I a. de C. cuando Publio Carisio, legado del emperador Octavio Augusto, decidió asentar a los soldados veteranos, licenciados o eméritos de las Legiones V “Alaudae” y X “Gemina” en unas fértiles tierras pertenecientes a la “Ulterior Lusitania”, justo a orillas del “Flumen Anas” (río de los patos). Nació así la ciudad de “Emerita Augusta”, en el año 25 a.C. Por su situación estratégica, en el cruce de importantes calzadas romanas (Salmántica-Híspalis, Olisipo-Toletum), pronto fue promovida a capital de la provincia de Lusitania. La abundancia de edificios públicos como foros, templos, termas, teatro, anfiteatro, circo… habla por sí sola de la importancia que adquirió la ciudad, que llegó a convertirse en la más populosa de la Hispania romana, llegando a alcanzar casi los 50.000 habitantes.
Los vestigios arqueológicos que conserva permiten reconocer dos fases en su desarrollo urbanístico: la fundación “augustea” adoptó la planta cuadrangular y el callejero reticular, dividido en cuatro cuadrantes regulares por las calles “cardo” y “decumana”, esquema que se amplió posteriormente hacia el sur hasta completar un rectángulo de 2.400 x 350 metros.
Durante siglos y hasta la caída del Imperio romano de Occidente, Mérida fue un importantísimo centro jurídico, económico, militar y cultural. Los suevos, en el siglo V, instalaron en la ciudad la capital de su reino, al igual que posteriormente harían los visigodos. La llegada de los árabes a la península y la pronta ocupación de la capital visigoda por las tropas de Muza traerá consigo el declive de la ciudad. Reconquistada en el año 1230 por el rey Alfonso IX, recuperaría parte de su importancia en la época de los Reyes Católicos. Por su situación fronteriza con Portugal se verá envuelta en continuas refriegas y batallas en época de Austrias y Borbones, sin ningún beneficio político ni económico. La invasión francesa supondría la pérdida de parte de su patrimonio históricoartístico y el inicio de una fase de decadencia económica que alcanzará hasta la segunda mitad del siglo XX. En las últimas décadas su posición como nudo de comunicaciones la ha convertido en el centro industrial de Extremadura, contribuyendo a su desarrollo el interés de arqueólogos e instituciones por sacar a la luz la inmensa riqueza arqueológica que posee. Su Conjunto Arqueológico fue declarado “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en diciembre de 1993. Mérida fue designada capital de Extremadura en 1983, convirtiéndose desde entonces en el centro administrativo y terciario de la comunidad autónoma. En nuestro recorrido por la ciudad visitamos los siguientes monumentos: 1.- Teatro romano
Construido en las laderas del cerro de San Albín, las obras se iniciaron en el año 18 a.C. por orden de Agripa, yerno de Augusto, inaugurándose entre los años 16-15 a. de C., si bien fue objeto de varias reformas a lo largo de los siglos II y IV d. de C. Se ubica en uno de los extremos del recinto amurallado de la ciudad y su planta es semejante a la de los grandes teatros imperiales: - El graderío o “cavea”, de planta semicircular, con capacidad para 6000 espectadores. Se construyó, en parte, aprovechando la ladera del cerro de San Albín. A él se accede desde el exterior a través de 13 puertas o “vomitoria” (singular “vomitorium”), y está dividido en tres sectores que responden a la diferenciación social de la época: uno inferior o “ima cavea” con 22 gradas y un pequeño espacio central destinado al culto imperial; la “media cavea” y la “summa cavea” (media y superior) poseen cada una cinco filas de gradas, siendo las últimas las que se conservan en peor estado. - La “orchestra”, semicircular, en la que se situaba el coro, pavimentada con losas de mármol, y rodeada de tres gradas de honor reservadas a las autoridades. - El escenario o “púlpitum”, que estaría cubierto originariamente con madera, donde se desarrollaría la representación. El frente de la escena es la zona más espectacular: sobre un basamento de sillares recubiertos de mármol rojo, se levantan dos cuerpos de columnas de orden corintio, en el que se combina el mármol azulado de los fustes con el blanco de basas y capiteles. Sobre cada cuerpo de columnas se dispone un entablamento con arquitrabe, friso y cornisa ricamente decorados. Un gran muro de mármol cierra la escena. Entre las columnas, una serie de esculturas (copias de originales conservadas en el Museo de Arte Romano), completa la decoración: Plutón, Proserpina y retratos imperiales.
Tres puertas permiten la entrada de los actores a la escena: una central o “valva regia”, sobre cuyo dintel superior descansa la diosa Ceres, y dos laterales o “valva
hospitalia”. Por otro lado, una serie de dependencias adosadas a los extremos y a la parte posterior era utilizada por los actores y técnicos como camerinos y almacenes. Y más allá se construyó una zona ajardinada rodeada de columnas, el “peristilo”, que sirvió como área de esparcimiento, en uno de cuyos extremos, en un nivel superior, se pueden ver los restos de las letrinas.
Abandonado durante muchos siglos, su excavación comenzó en el año 1910. Más adelante el arquitecto Menéndez Pidal dirigió su reconstrucción a partir de 1964. Es el único edificio que tras su recuperación ha vuelto a cumplir su función original: en él se celebra todos los años el Festival de Teatro Clásico. 2.- Anfiteatro romano
La construcción del anfiteatro se planificó junto con la del teatro, realizándose su obra pocos años después. El edificio se inauguró el año 8 a. de C. y con él se completaba el proyecto de dotar a la colonia “Augusta Emérita” de una gran área pública para espectáculos, acorde con su categoría política y administrativa. En el anfiteatro se celebraban luchas entre gladiadores, luchas entre animales, y combates entre hombres y animales (“venationes”). Estos eran los espectáculos preferidos por el público. Incluso se podía transformar la arena en un estanque, librándose entonces combates navales o “naumaquias”.
Es de planta elíptica (126 x 102 metros), tenía capacidad para 15.000 espectadores, y consta de dos partes: - El graderío o “cavea”, que se construyó en parte –como el teatro- sobre el cerro de San Albín. 16 puertas “vomitoria” facilitaban el acceso al interior, siendo la principal la situada en el extremo del eje occidental. Como el teatro, sus gradas se dividen en tres sectores: “ima, media y summa cavea” (inferior, media y superior) reservadas a las diferentes categorías sociales. Apenas quedan restos de la superior, y en la inferior se aprecian las restauraciones que efectuó Menéndez Pidal en los años 50. Dos tribunas se construyeron sobre las primeras gradas, en los extremos del eje menor del edificio: la del oeste reservada a las autoridades, y la del este ocupada por la persona que financiaba el espectáculo. - La “arena” era la zona donde se desarrollaba el espectáculo. Un alto muro recubierto de mármol, con redes de protección, la separaba del graderío. En el centro de la arena se cavó una gran fosa en forma de cruz, probablemente estuvo cubierta con un entarimado y su interior sirvió para almacenar las jaulas de las fieras y el material escénico. Dos largas galerías permitían la entrada de los gladiadores a la arena, a cuyos lados se abren habitaciones, posiblemente los vestuarios. 3.- Templo de Diana
En época romana este templo destacaba dentro de una gran plaza conocida como “Foro de la Colonia”. Rodeada de importantes edificios públicos, fue el centro urbanístico y el principal lugar de encuentro de los ciudadanos. Aquí transcurría la vida política, se administraba justicia, se hacían transacciones financieras y mercantiles y se ofrecían sacrificios en honor de los dioses. El templo, flanqueado por dos estanques, se ubicaba en la cabecera de la plaza, en un espacio sagrado conocido como Temenos, donde se celebraban actos religiosos al aire libre. Delante del templo existía una tribuna pública, elevada sobre la plaza. Desde ella, las autoridades se dirigían a los ciudadanos. El templo fue construirlo con granito procedente de canteras locales y revestido con estuco. Estuvo rodeado de columnas en todos sus lados. Estas apoyan en un podio de tres metros de altura. Mientras el templo estuvo en uso, se accedía a su interior subiendo una escalera monumental, hoy perdida. Desde el siglo XVII, es popularmente conocido como Templo de Diana, aunque actualmente sabemos que estuvo consagrado a Roma y al Emperador. Plaza y templo se planificaron al fundarse la ciudad en época de Augusto, siguiendo el modelo urbano de las nuevas ciudades imperiales.
A finales del siglo XV, siguiendo los gustos de la época por los vestigios de la antigüedad, Don Alonso Mexía, caballero de la Orden de Santiago, construye su residencia palaciega sobre los restos del templo romano. Actualmente se conserva parte de la fachada principal del palacio renacentista. En ella, destacan una sencilla portada y una ventana decorada con reminiscencias góticas. Del interior del palacio se conserva la arquería de un patio. Fue levantada en dos pisos y aprovecha columnas y capiteles romanos, visigodos e islámicos. La construcción del Palacio de los Corbos, popularmente conocido como “Casa de los Milagros”, facilitó que el templo llegara a nuestros días en un excelente estado de conservación. 3.- Obras de ingeniería Mérida conserva importantes obras de ingeniería, entre ellas dos puentes, uno sobre el Guadiana, y otro sobre el río Albarregas. Así como dos acueductos destinados a garantizar el abastecimiento de agua potable. El Acueducto de los Milagros fue construido sobre el río Albarregas (afluente del Guadiana), y formaba parte de la canalización que traía agua desde el embalse de Proserpina, distante 5 km. de Mérida. Su construcción data de dos momentos diferentes: una primera fase de época de Augusto o del momento fundacional de la ciudad, y la segunda de finales del siglo III. Mide 830 m. de longitud por 25 m. de altura máxima, y consta de tres pisos de arquerías sustentadas por grandes pilares
de hormigón (mortero) recubierto de sillares de granito e hiladas de ladrillo. El Acueducto de San Lázaro medía 1.600 m. de longitud por 16 m. d e altura. Conducía el agua a la zona del teatro y anfiteatro y al centro de la ciudad desde el embalse de Cornalvo, situado a 16 km. de Mérida. Pero solo se mantienen en pie tres pilares unidos por dos arcos.
El Puente sobre el río Albarregas es de tiempos de Augusto. Mide 145 m. de longitud, y de él partía la Ruta de la Plata hacia Astorga. El Puente sobre el Guadiana tiene una longitud de 792 metros, con 60 arcos. Consta de tres tramos, siendo el primero de los tres el que mejor conserva el estilo original. Data de la fundación de la ciudad, pero ha sido objeto de numerosas restauraciones, las más importantes en los siglos XVII y XIX. Característicos son los aliviaderos colocados entre los arcos principales, que permitían un mayor paso de agua en época de crecidas del río.
El Embalse de Proserpina, también llamado de Albuela, es el mayor de los construidos por los romanos en Hispania. Formaba parte del dispositivo hidráulico que aseguraba el abastecimiento de agua de la ciudad de Mérida, si bien en la actualidad su función es puramente recreativa. Ocupa una superficie de 70 Ha, embalsa 6,5 hm3 de agua, y su presa mide 427 mts de largo x 8 de alto x 6 de ancho. Recoge el agua del arroyo de las Pardillas.
Otras importantes construcciones de época romana son el Arco de Trajano, el Pórtico del Foro, la Casa de Mitreo, la Casa del Anfiteatro, el Circo romano, etc. Un espacio muy importante de esta ciudad es el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR). Fue inaugurado el 19 de septiembre de 1986 en su emplazamiento actual, obra del arquitecto Rafael Moneo. Se trata de un centro investigador y difusor de la cultura romana donde, además de acoger los hallazgos arqueológicos de la ciudad, se celebran congresos, coloquios, conferencias, cursos, exposiciones y otras muchas actividades de ámbito nacional e internacional. Por falta de tiempo no lo podemos visitar.
La Alcazaba: Se construyó en el siglo IX, siendo emir de Córdoba Abd-al Rhamán II. Su misión era defender la ciudad ante cualquier ataque, por lo que albergaba una guarnición permanente de soldados. En el interior del recinto se conserva un interesante aljibe excavada en la roca. Reconquistada Mérida por los cristianos se convirtió en un convento. Y en la actualidad alberga la sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura.
SALAMANCA Nada cierto se sabe acerca de sus orígenes, probablemente fuera asiento de culturas prerromanas, como lo atestigua el “verraco” ibérico del puente romano. Ahora bien, bajo la dominación romana vivió un periodo floreciente, pues la antigua “Helmántica” constituía el punto intermedio de la Vía de la Plata que recorría el occidente peninsular, desde “Artúrica Augusta” (Astorga-León) y las minas de oro leonesas de las Médulas, hasta las fértiles tierras de “Emérita Augusta” (Mérida). Testimonio de su intensa romanización son sus murallas y el extraordinario puente sobre el río Tormes, en excelente estado de conservación: de sus 26 arcos, 15 son romanos, construidos en el siglo I d.C. Pertenecía a la provincia romana de Lusitania. De época visigoda se conservan escasas referencias. En el año 712 fue conquistada por los árabes, siendo reconquistada por Alfonso VI de Castilla en el 1085. El acontecimiento histórico más importante de la ciudad fue la creación, en 1218, de los Estudios Generales, por orden del rey Alfonso IX, que se transformaron en Universidad en 1254, durante el reinado de Alfonso X el Sabio. En esa época constituía uno de los cuatro centros universitarios del mundo (junto con París, Bolonia y Londres), y el primero de España. Reyes y Papas impulsaron su desarrollo. Desde finales del siglo XV a comienzos del XVII fue uno de los focos culturales más importantes de Europa y el primero del Imperio Español: en el siglo XVI llegó a tener 70 cátedras y 12.000 alumnos. Entre las muchas personalidades que aquí enseñaron destacan Fray Luis de León y D. Miguel de Unamuno.
En la actualidad continúa siendo una ciudad cultural, con gran número de centros universitarios y un verdadero museo de arquitectura. En 1987 la UNESCO le concedió el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Toda Salamanca es un monumento en el que junto con el Plateresco renacentista están representados todos los estilos artísticos (románico, gótico, barroco…), y todo tipo de edificios (conventos, iglesias, palacios, catedrales, colegios, universidad…). Sus construcciones quedan armonizadas por el uso de la misma piedra, la arenisca de las canteras de Villamayor, de colores amarillentos y ocres, piedra que confiere a la ciudad su característico color dorado. Visitamos los principales espacios de la ciudad, iniciando nuestro recorrido por su incomparable Plaza Mayor. 1.- Plaza Mayor Es uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes del barroco español, y el que mejor refleja la atención que se prestó a las cuestiones urbanísticas durante el siglo XVIII. Sin duda la plaza más bella y armoniosa de España. Promovió su construcción Felipe V entre los años 1.729 y 1.755, en agradecimiento por la fidelidad de Salamanca durante la Guerra de Sucesión. El proyecto inicial es de Alberto de Churriguera, quien dirigió las obras los primeros años, hasta que por desavenencias con las autoridades salmantinas fueron concluidas por Andrés García de Quiñones. La plaza está porticada con arquerías de medio punto (88 arcos) sobre robustos pilares, con medallones de reyes y personajes significativos de la historia de España en las enjutas. Sobre los pórticos se elevan tres plantas con balcones de hierro y una sencilla decoración barroca. En el lado norte destaca la fachada del Ayuntamiento, obra de García de Quiñones, y en el sur el Pabellón Real, obra de Churriguera, decorado con un busto del Primer rey Borbón, Felipe V. La plaza es el centro de la vida salmantina. Allí late el pulso de la ciudad. De sus arcos arrancan las vías que dan consistencia al trazado urbano de Salamanca. Y en sus alrededores se encuentran los principales monumentos de la ciudad. De hecho, una de las puertas de la iglesia de San Martín mira a la Plaza Mayor: esta iglesia, fundada en 1103, se considera el punto de arranque del románico salmantino.
2.- Puente romano Situado sobre el río Tormes es posiblemente de tiempos del emperador Augusto. De época romana se conservan los 15 arcos más próximos a la ciudad, mientras que los restantes, hasta una longitud de 700 metros aproximadamente, son de restauraciones posteriores, principalmente del siglo XVII. Los arcos tienen todos una luz (anchura) de 9,75 metros y descansan sobre pilares recubiertos de sillares de granito sin alisar. 3.- La Catedral Vieja Se comenzó a edificar en el segundo tercio del siglo XII, concluyéndose en el siglo XIII. La planta, columnas, capiteles y arcos exteriores son de estilo románico, los arcos interiores y las bóvedas son de estilo gótico. Consta de tres naves longitudinales con terminación absidal, la central más alta y ancha que las laterales, cubiertas con bóvedas de crucería que descansan sobre robustos pilares decorados con capiteles de animales fantásticos y escenas de torneos. En el centro del crucero se levanta una espectacular cúpula sobre pechinas o cimborrio, con doble tambor de ventanas y linterna rematada en el exterior por una veleta con forma de gallo que le da nombre: Torre del Gallo. Sobresale su gigantesco Retablo Mayor, pintado al temple en 1445. Su autor es desconocido, aunque se atribuye a Nicolás Florentino. Consta de 53 tablas que representan algunas escenas de la vida de la Virgen, si bien la mayoría se refieren a la vida de Cristo. Hay que comenzar a examinarlo de abajo arriba y de izquierda a derecha. Sobre el retablo, en la bóveda exedra, está representado el Juicio Final.
En el centro, la escultura de la Virgen de la Vega, patrona de Salamanca, en madera recubierta de chapa de bronce sobredorado con esmaltes en el trono, de estilo románico, de la segunda mitad del siglo XII. A los pies de la catedral, en el lado izquierdo, se encuentra la capilla de San Martín, con dos pinturas murales del siglo XIII que representan 5 profetas y 5 ángeles con instrumentos musicales. En la pared del evangelio existen otras pinturas murales, que representa 18 hechos tenidos por milagrosos, atribuidos al Cristo de las Batallas, de comienzos del siglo XVII. Esta nave, además, se estrechó un poco al construirse la Catedral Nueva.
El claustro románico primitivo ha desaparecido casi por completo a consecuencia del terremoto de Lisboa de 1755. El actual es neoclásico, de finales del XVIII, obra de Jerónimo García de Quiñones. Al claustro se abren varias capillas de gran interés. La de Talavera, llamada así porque su fundador fue D. Rodrigo Arias Maldonado, catedrático de la Universidad, de finales del XV y comienzos del XVI, que era natural de Talavera (Toledo). Posee una bóveda muy original, con ocho nervios pareados que no se cruzan en el centro, determinando una estrella. La de Santa Bárbara, fundada en el año 1344 por el obispo D. Juan Lucero. Desde tiempos muy lejanos se celebraban en ella muchos actos universitarios, entre otros el de la publicación del nuevo rector de la Universidad, y todos los ejercicios necesarios para recibir el grado de Licenciado. Destacan, en el centro la sepultura del fundador; en su cabecera un retablo plateresco del siglo XVI; y en la cubierta una interesante bóveda de nervios. Y por último la capilla de Anaya, mandada construir en 1422 por D. Diego de Anaya, obispo y cabildo de Salamanca, para enterramiento suyo y de sus familiares. Es un verdadero museo en miniatura, con tres piezas de gran categoría: el sepulcro de alabastro, con figura yacente del fundador, bellos relieves, e interesante reja; el órgano, uno de los más antiguos de Europa, colocado sobre una tribuna mudéjar del XVI; y debajo del órgano, el sepulcro de D. Gutiérrez de Monroy y Dª Constanza de Anaya, uno de los más logrados del Renacimiento. 4.- Catedral Nueva No sustituyó al edificio anterior, sino que fue construida junto a él. Un historiador, con bastante acierto la llama “el último suspiro del gótico”, porque comenzó a edificarse en 1513, cuando el estilo estaba ya agonizando, pero como las obras finalizaron dos siglos más tarde se aprecia una mezcla de estilos, pese a lo cual predomina el gótico tardío con incorporaciones posteriores renacentistas y barrocas. El proyecto inicial es de Juan Gil de Hontañón, continuando las obras su hijo Rodrigo, y más tarde Juan de Álava y los Churriguera: José, Joaquín y Alberto. Su fachada occidental, denominada del Nacimiento, es de estilo plateresco y está profusamente decorada. La componen tres portadas, la central con motivos religiosos que desbordan el tímpano y las arquivoltas: la Natividad, la Epifanía y el Calvario, enmarcado por las estatuas de S. Pedro y S. Pablo. La puerta norte, denominada Puerta de Ramos, ha sido muy restaurada, hasta el punto de ofrecer detalles tan curiosos, por anacrónicos, como la figura de un astronauta.
Posee planta rectangular, con tres naves longitudinales, la central más alta y ancha que las laterales, las cuales rodean el Altar Mayor formando una girola o deambulatorio recto. Crucero de una sola nave y multitud de capillas que se abren en las naves laterales y en la girola. Sobresalen las bóvedas estrelladas, los esbeltos pilares y la riqueza de la decoración. El Altar Mayor carece de retablo, pues se destruyó en 1743 el que diseñara Alberto Churriguera. Actualmente lo ocupa una figura de la Asunción titular de la catedral, rodeada de ángeles. En la capilla central de la girola, en un retablo churrigueresco, se venera el Cristo del Cid o de las Batallas, románico del siglo XI. En la nave central se levanta un coro del XVIII.
5.- La Universidad Salamanca es, ante todo y sobre todo, su Universidad. Y aunque, es sabido, “Quod natura non dat, Salmantica non prestat” (lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo otorga), lo cierto es que la impronta universitaria domina la ciudad desde que Alfonso IX creara el estudio salmantino en 1218 y Alfonso X el Sabio lo elevara a la categoría de universidad en 1254. El edificio histórico de la Universidad son las Escuelas Mayores, edificadas en el siglo XV a instancias del Papa Luna. Destaca la extraordinaria fachada plateresca del siglo XVI totalmente recubierta de decoración escultórica, como si de un tapiz se tratara. Los relieves se distribuyen en varios compartimentos en los que la escala va aumentando con la altura. En el cuerpo inferior, sobre los arcos carpaneles de la puerta, hay un medallón con los bustos de los Reyes Católicos. A continuación, los escudos del emperador Carlos V, de los Reyes Católicos y del Imperio. En el cuerpo superior, y rodeando un relieve del Papa y otros clérigos, se encuentran Venus y Hércules entre medallones que representan las Virtudes. Portentosa fachada, más obra de orfebres que de canteros, que hace honor al estilo plateresco. Con paciencia puede localizarse la famosa rana que, según la tradición, da suerte en los exámenes a quienes la descubren. En el interior destaca el Paraninfo, decorado con tapices de Bruselas y un retrato del rey Carlos IV obra de Goya, y el Claustro, al que se abren las aulas. En el Paraninfo, el 12 de octubre de 1936, tuvo lugar el célebre incidente entre el, entonces rector de la Universidad, D. Miguel de Unamuno, y el general del ejército franquista, Millán Astray. Merece citarse el aula donde Fray Luis de León enseñaba Teología, que aún conserva el mobiliario de la época, hoy tosco pero un lujo entonces, ya que normalmente los alumnos permanecían de pie o sentados en el suelo. Las aulas de Francisco de Vitoria, Francisco de Salinas o de Miguel de Unamuno. Igualmente sobresalen la escalera plateresca que conduce al Claustro alto, bajo bóveda de crucería estrellada, el artesonado mudéjar de casetones decorado con mocárabes, que cubre el ala oeste del claustro superior, y la Biblioteca, reconstruida en el siglo XVIII, que alberga 3600 manuscritos y 400 incunables de los siglos XVI al XVIII.
La Universidad cuenta, además, con numerosos rincones: el Patio de las Escuelas Mayores, con la estatua de Fray Luis de León frente a la fachada de la Universidad; las Escuelas Menores, equivalentes aproximados de los actuales institutos, con su Claustro de arcos mixtilíneos; el Colegio de Anaya, frente a la Catedral Nueva, edificio neoclásico que hoy alberga la facultad de filología, etc.
6.- Casa de las Conchas Es el monumento civil más representativo de la época de los Reyes Católicos. Debe su nombre a las 400 conchas de vieira, emblema de la Orden de Santiago, que decoran sus dos fachadas. A esta orden pertenecía el caballero Rodrigo Arias Maldonado, quien lo mandó construir a finales del siglo XV. Aunque de estilo gótico tardío, posee elementos renacentistas y mudéjares. Su recogido patio interior consta de una doble galería de arcos mixtilíneos adornados con leones y escudos, sostenidos
por pilares y columnas. En el exterior, además de la singularidad de las conchas que han convertido el edificio en uno de los símbolos emblemáticos de Salamanca, destacan las preciosas ventanas isabelinas, las del piso bajo protegidas por afiligranadas rejas de hierro forjado. Ha sido recientemente restaurada y convertida en biblioteca. 7.- La Clerecía y la Universidad Pontificia La Clerecía o colegio jesuita del Espíritu Santo, comenzó a construirse en 1617 por orden del rey Felipe III, según proyecto del arquitecto real Juan Gómez de Mora, si bien las torres, de García de Quiñones, no se terminaron hasta 1755. Consta de una grandiosa iglesia que sigue el modelo de la Compañía de Jesús introducido por Vignola en “Il Gesu” de Roma, dos grandes pabellones destinados a residencia de religiosos y estudiantes y un claustro llamado “de los estudios” al que dan las aulas. 8.- Convento de San Esteban Fue iniciado en 1524 por el arquitecto Juan de Álava y muestra la supervivencia en época tan avanzada de elementos góticos (pináculos de los estribos laterales) coexistiendo con otros ya plenamente renacentistas plasmados en la fachada. Esta constituye un verdadero tapiz de piedra de estilo plateresco enmarcada por un grandioso arco triunfal, cuya bóveda de medio cañón ofrece una decoración en artesonado de estilo italiano. En el centro destaca la escena del martirio o lapidación de San Esteban, titular de la iglesia, obra de Ceroni de principios del XVII, núcleo central alrededor del cual convergen estatuas de doctores de la Iglesia y santos de la Orden de los Dominicos (a la que pertenece en convento). La parte superior de la fachada, separada de la inferior por finísimos relieves calados, se centra en torno a un Calvario de tres figuras obra de Cellini, y en la cima un medallón con el Padre Eterno y varios ángeles. La fachada es una obra maestra donde se combinan armoniosamente arcos renacentistas, doseles flamígeros góticos, grutescos y medallones platerescos…
A la derecha de esta portada un pórtico renacentista del XVI de inspiración toscana, sobrio y sencillo, da paso al interior del convento. En él destaca el Claustro de los Reyes y, sobre todo, la iglesia. El Claustro es obra de principios del XVI y expresa el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna, el interior es gótico y el exterior plateresco. Trabajó en él el escultor y arquitecto Juan de Badajoz. Los pilares de la arcada inferior están decorados con medallones de profetas, en su mayor parte mutilados. En los cuatro pilares de los ángulos se destacan hornacinas con representaciones de la vida de Cristo, de las cuales solo se conserva una intacta. En la arcada superior los pilares están adornados con capiteles mitológicos, muchos de ellos también mutilados. En el Claustro se abren cinco puertas que dan acceso a la Iglesia, Sacristía, Sala Capitular, y a otros dos claustros reservados a la comunidad.
La Iglesia es monumental, tiene planta de cruz latina, de una sola nave. Sus dimensiones son de 84 metros de largo, 14,50 de ancho, y 27 de alto (44 en el crucero). El arquitecto principal es Juan de Álava, empezó a construirse en 1525 y no se terminó hasta principios del siglo XVII. Su decoración es plateresca. En su interior destaca el Retablo del Altar Mayor, obra de José Churriguera, terminado en 1693, con una profusa decoración barroca de tonos dorados: descomunales columnas salomónicas recubiertas de pámpanos y racimos rodean el gran Tabernáculo central, entre ellas hay dos estatuas, de Santo Domingo de Guzmán y de San Francisco, atribuidas a Carmona, y como coronación del conjunto el cuadro de Claudio Coello representando el martirio de San Esteban.
También destaca el Coro, asentado sobre un gran arco carpanel rematado por una pesada balaustrada de piedra. La sillería es del XVII, de estilo sencillo y clasicista, con un pequeño cuadro enmarcado en la crestería que se atribuye a Rubens. Lo más interesante del Coro es el gran fresco de Palomino que representa el triunfo de la Iglesia por medio de la Orden de los Dominicos.
9.- Convento de las Dueñas Fundado en 1419 por Doña Juana Rodríguez Maldonado, esposa de Don Juan Sánchez Sevillano, contador del rey Juan II de Castilla, que donó su casa palaciega a la comunidad de religiosas Dominicas. El palacio era de estilo morisco, del que se conserva un arco apuntado con zócalo y finos alicatados. Sobresale el Claustro, verdadera joya del primer renacimiento español o plateresco, construido en la primera mitad del XVI. Es de planta pentagonal irregular y consta de dos cuerpos o pisos: el inferior lo forman unos arcos rebajados muy sencillos, entre los que se intercalan medallones; el superior, más rico, es adintelado, y sus capiteles se decoran con grutescos sumamente originales.
ÁVILA Está situada en un escarpe rocoso que domina el valle del río Adaja. Ávila es la capital de provincia más alta de España: 1131 metros sobre el nivel mar. El clima rudo de la meseta resulta aún más extremo en estas alturas abulenses: inviernos muy fríos, con frecuentes precipitaciones en forma de nieve, y fuertes vientos. Fue localidad celtíbera y romana, dominada por los musulmanes desde el 714, ocupada varias veces por los cristianos hasta que Alfonso VI de Castilla la conquistó definitivamente a finales del siglo XI. Desde ese momento Ávila se convirtió en una de las grandes ciudades de Castilla. A comienzos de la Edad Moderna disfrutaba de gran prosperidad. Su concejo fue uno de los principales organizadores de las Comunidades y en ella se estableció la Primera Junta de Comuneros. A pesar de las pérdidas producidas por esta guerra y por la expulsión de los judíos Ávila conoció durante el siglo XVI una etapa de prosperidad. Su decadencia se inició, como la de otras ciudades castellanas, en el XVII con la expulsión de los moriscos y la progresiva disminución de la industria y el comercio. Un estancamiento económico y demográfico del que está intentando recuperarse en las últimas décadas.
1.- Las murallas medievales Ávila conserva el más completo y antiguo recinto amurallado del medievo español y europeo. Fue construido hacia el año 1100 y se conserva en todo su perímetro. La muralla mide 2500 metros de longitud, por 12 de altura media. Posee 90 torreones salientes de refuerzo y 9 puertas de acceso a la ciudad. La torre más grande es el llamado Cimorro, en el sector oriental, que es en realidad el robusto ábside de la Catedral.
2.- Monasterio de Santo Tomás El Real Monasterio de Santo Tomás, construido a finales del siglo XV, fue residencia veraniega de los Reyes Católicos y Universidad. En el interior destacan sus tres Claustros y la Iglesia. El Claustro del Noviciado es el único espacio que queda del antiguo convento dominico, cuyas obras se iniciaron en el año 1482 a expensas de Don Hernán Núñez de Arnalte, tesorero secretario de los Reyes Católicos. Es de estilo renacentista toscano: arcos rebajados en la galería inferior y carpanel en la superior, todos sobre pilares ochavados de granito. Su autor pudo ser Juan Guas. El Claustro del Silencio llamado así por ser lugar de lectura, meditación y oración de los monjes dominicos, es de estilo gótico isabelino. También se denomina Claustro de Difuntos por ser lugar de enterramiento conventual. La galería inferior está cubierta con bóvedas de terceletes, contrarrestados por medio de gruesos estribos, y en el ángulo suroriental se distingue el Lavabo de las abluciones previas a la comida, pues el refectorio se encontraría tras una puerta situada a la derecha. Esta zona se debe al arquitecto Martín Ruiz de Solórzano. Por la Escalera Real se sube a la galería superior, decorada con bolas en los pilares y en los arcos rebajados lobulados. En las enjutas internas y externas, aunque predomina la decoración vegetal (granadas especialmente), hay algunos elementos de fauna. En la balaustrada aparecen blasones o escudos dominicos, con el yugo y las flechas de los Reyes Católicos, flores y formas geométricas.
Al Claustro de los Reyes se accede atravesando la Sala “De Profundis”, también llamada Tribunal de la Inquisición. Era la zona reservada a Palacio Real, y también se conoce como Claustro de la Universidad porque desde 1504 funcionó en él un Estudio General dominico con rango universitario. Este Claustro impresiona tanto por su grandeza como por su sobriedad. La Iglesia es una de los ejemplares más importantes del estilo gótico isabelino. Tiene planta de cruz latina, con una sola nave y capillas laterales, cubierta con varias bóvedas de nervios, realzada la del crucero. Merecen especial mención los arcos carpaneles que sostienen el coro y el altar mayor. Fue su autor Martín de Solórzano, quien la construyó entre 1482 y 1493. Destacan en su interior el Retablo Mayor, realizado por Pedro Berruguete, que representa escenas de la vida de Santo Tomás de Aquino; el sepulcro del Príncipe Don Juan, único hijo varón de los Reyes Católicos, muerto a los 19 años, tallado en alabastro con delicados relieves renacentistas por el italiano Doménico Fancelli (el mismo que realizara el sepulcro de los Reyes Católicos para la Capilla Real de Granada); y el sepulcro de Don Juan de Ávila y de su esposa Doña Juana Velásquez de la Torre, preceptores del Príncipe Don Juan, esculpidos por Pedro de Salamanca a mediados del XVI.
El Coro de la Iglesia es una pieza maestra de talla gótica flamígera. Predomina la decoración geométrica, y en menor medida vegetal y faunística. 3.- Basílica de San Vicente Al igual que Santo Tomás, está situada extramuros de la ciudad medieval. Es un edificio de estilo románico iniciado a finales del siglo XI en el lugar donde, según la tradición, fueron martirizados en los primeros años del siglo IV los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta. Estos hermanos sufrieron la persecución de Daciano, gobernador de Hispania en tiempos del emperador Diocleciano. Cuenta la leyenda como Vicente, cristiano de probada virtud, vivía en Évora (Talavera de la Reina). Encarcelado y forzado a renegar de su fe, logra escapar con la ayuda de sus dos hermanas. Alcanzados en Ávila se les martiriza hasta darles muerte. Sus cadáveres son abandonados sin enterrar en un descampado rocoso a las afueras de la ciudad. Presenciando el suplicio un rico judío se burla de la suerte que han corrido los cuerpos sin vida de los tres hermanos, es entonces cuando una gran serpiente surgida de entre los peñascos se enrosca en su cuerpo hasta casi asfixiarle. Arrepentido promete construir una sepultura para los mártires y proclama su adhesión a la fe cristiana. La serpiente desaparece y el judío cumple su promesa, siendo enterrado a su muerte en la misma iglesia. Aunque románico en esencia, el edificio muestra añadidos y reformas posteriores, como un pórtico gótico de granito que precede a la fachada sur. De pureza románica es la portada principal occidental, que se abre entre dos torres inacabadas. Por su delicadeza y detallismo suele compararse con el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, y probablemente es obra del mismo maestro Fruchel, quien trabajó en aquella catedral.
El interior es de tres naves sobre pilares románicos, tribuna con tracerías caladas y bóvedas de crucería que responden ya a un estilo de transición que incorpora soluciones góticas. Pieza de gran belleza, lamentablemente situada bajo un gran baldaquino gótico, es el sepulcro de San Vicente y de sus hermanas, del siglo XII, con interesantes relieves referidos a su vida y martirio. Bajo la cabecera de la iglesia, en la cripta de Soterraña, según la tradición fueron enterrados los mártires. Se trata de una iglesia “juramental”, donde los vasallos juraban fidelidad al rey, ceremonia propia de la época feudal. 4.- Catedral Es la más antigua catedral gótica de España. Inició su construcción el maestro Fruchel en la segunda mitad del siglo XIV (aunque se observan añadidos posteriores). El empleo del granito como material constructivo y su papel de fortaleza integrada en la muralla explican la austeridad de su decoración exterior. El interior es bastante esbelto y elegante, con altas naves ojivales y un interesante juego cromático motivado por la combinación de piedras blancas y rojas. Contiene numerosas obras de arte, entre las que cabe destacar el trascoro plateresco, la sillería y los dos púlpitos de hierro repujado, el Retablo Mayor comenzado por Pedro Berruguete y continuado por Juan de Borgoña, y en el trasaltar –en el centro de la girola- el sepulcro del obispo de Ávila Don Alonso de Madrigal, comúnmente conocido como
“El Tostado”, obra de Vasco de la Zarza, una de las obras cumbres del plateresco escultórico español. Ávila conserva también pequeñas iglesias románicas como las de San Andrés, San Segundo, San Pedro… y algunos conventos relacionados con Santa Teresa (el de la Encarnación, el de San José…) pues Ávila fue la cuna de esta santa, cumbre de la mística española. Aparte de algunos edificios civiles de época gótica, lo más peculiar de la ciudad son los palacios renacentistas, de estilo sobrio y elegante, destacando entre otros el de Los Deanes y el de Valderrábanos.
DOS AÑOS TRABAJANDO PARA APRENDER Y ENSEÑAR LA PAZ PROYECTO ERASMUS K219. Asociación Multilateral Justina Castillo García Ya en el número anterior de esta revista el año pasado hablamos del inicio de nuestro proyecto Erasmus+ titulado EUROPA EN GUERRA: UNA APROXIMACIÓN PARA EL APRENDIZAJE DE LOS ESTUDIANTES SOBRE COMO EVITAR CONFLICTOS. USAR LA PALABRA Y NO LA ESPADA. APRENDIENDO DE LA HISTORIA. En este proyecto, un total de cinco centros de otros tantos países (Italia, Noruega, República Checa y Turquía, junto con el nuestro) hemos estado y estamos trabajando con un total de 100 alumnos (20 de cada uno) y 22 profesores sobre cinco temas fundamentales: 1. Razones económicas, ideológicas y políticas para la guerra. La Guerra y sus consecuencias: División de Europa y la inestabilidad política 2. Guerra y Ciencia. Destrucción y efectos colaterales 3. Grupos minoritarios y problemas a los que se enfrentan en tiempo de guerra. 4. El papel de la mujer durante y después de las guerras: 5. Música, literatura, cine y propaganda política en tiempo de guerra. Análisis de las producciones más relevantes. En torno a estos cinco temas, otros tantos grupos de cuatro alumnos coordinados por el profesorado colaborador en el proyecto de cada uno de los centros, han estado trabajando en la elaboración de actividades didácticas CLIL, basadas en la metodología sobre la enseñanza de contenidos a través de la lengua extranjera analizada y desarrollada por compañeros de nuestro centro durante el proyecto Erasmus+ de formación del profesorado durante los años 201416 y de cuyos resultados ya hablamos en el anterior número de esta revista y que pueden consultar en este enlace: http://iesmigueldecervantes.es/es-es/revista-actividades/ proyectos/569-ka101 Desde el comienzo de las actividades el pasado septiembre_e de 2015, mucho es lo que hemos realizado junto al Los productos finales a los que han estado orientadas todas las actividades llevadas a cabo durante todos estos meses son esencialmente cuatro: ● Unidades Didácticas CLIL: Los alumnos han trabajado durante estos meses en cada uno
de los temas y en este momento nos encontramos en el proceso de montaje de las 5 Unidades Didácticas de cada uno de los temas del proyecto, basadas en las actividades CLIL que han realizado nuestros estudiantes bajo la supervisión de dos profesores coordinadores en cada grupo.
● Unidades Didácticas CLIL: Los alumnos han trabajado durante estos meses en cada
uno de los temas y en este momento nos encontramos en el proceso de montaje de las 5 Unidades Didácticas de cada uno de los temas del proyecto, basadas en las actividades CLIL que han realizado nuestros estudiantes bajo la supervisión de dos profesores coordinadores en cada grupo. ● Primer número de la revista “Peace Messenger” con artículos basados en las actividades realizadas y en las experiencias vividas tanto por alumnado como por profesorado. ● Creación de una asociación “Peace Messenger” para futuras actividades conjuntas entre centros, así como para futuras colaboraciones con otros países e instituciones educativas europeas ● Posters conmemorativos de la actividad Muchas veces he escuchado eso de “¿otra vez te vas de viaje con el Erasmus+?”…es cierto que puede parecer, porque así ha sido, que hemos estado fuera muchas semanas en este tiempo. Algunos de nosotros 6 semanas en estos dos años entre reuniones transnacionales e intercambios, otros de una a tres semanas entre el proyecto de formación del profesorado y el de la Asociación Multilateral. Y a eso se unen las salidas de los alumnos participantes en el proyecto a lo que en lenguaje “Erasmus+” se llaman “Movilidades”, que en nuestro caso han sido intercambios. Uno de los tipos de salidas de profesorado ha sido el que han realizado los coordinadores del proyecto, uno principal y otro lingüístico de cada centro. En nuestro caso, yo misma y Mercedes. Nos hemos reunido un total de cinco veces con el fin de coordinar y planificar todas las actividades del proyecto. Estas “Reuniones Transnacionales”, que así se llaman, se han celebrado en los cinco países de los centros educativos socios. En Granada se celebró la primera de ellas por ser el IES Miguel de Cervantes el Coordinador General del proyecto. Pero también es objeto de estas reuniones el conocimiento del funcionamiento del sistema educativo en cada país, así como su arte y cultura, de forma que, junto con el programa de trabajo que incluía 4 j ornadas matutinas de trabajo, se realizaron también otro tipo de actividades en horario de tarde y en el día restante de los cinco efectivos que cada reunión duraba. La experiencia de compartir y conocer otras ciudades, otros centros, otras formas de enseñar, otras formas de gestionar ha sido única. Pero sobre todo, tengo que decir que se ha generado una conexión ya de amistad entre los cinco centros, que nos lleva a plantearnos un futuro de intercambios bilaterales o incluso de nuevos
proyectos Erasmus+ tan o más ambiciosos que el que ahora estamos terminando. Cada alumno participante del proyecto ha tenido la oportunidad de compartir y mostrar el trabajo realizado con la visita a otro centro anfitrión en el que se han tratado cada uno de los cinco temas del proyecto. Al tiempo que el alumnado mostraba el progreso de su trabajo sobre guerra y resolución de conflictos enfocado a las causas, a la ciencia, a las minorías, a la mujer o al arte, el alumnado debía realizar también una presentación sobre un aspecto concreto de su país (turismo, música, arte, deporte…), así como compartir productos típicos en la noche que se denominó en todos los intercambios “International Evening” El primero de los intercambios tuvo lugar en Estambul, Turquía, donde se encuentra el centro socio Gurpinar IMKB MTAL. Este centro, con Kevser Can Veznely y Ümit Dimen como coordinadores, organizó un excelente programa en el que además de los momentos de trabajo, no faltaron la diversión, los juegos y, por supuesto, la visita a la impresionante y multicultural ciudad de Estambul. El objeto de este intercambio fue el primer tema del proyecto “Razones económicas, ideológicas y políticas para la guerra”, los alumnos aportaron sus primeras actividades, ya que el proyecto no hacía más que empezar, y los principales atractivos turísticos de cada país en un video. En esta primera experiencia las profesoras participantes, Mercedes León y Noelia Martínez y los alumnos: Paula Girela, Elvira Iáñez, Carlos Jerez, Isabel Galiana y Adela Iniesta, supieron que la experiencia había sido única, excepcional y que así sería para el resto…VIDEO
En Kongsberg, en el Kongsberg Videregaende Skole tuvo lugar el segundo intercambio donde nos recibieron Arne Johan Isaksen y Jorunn Jeshedal con un excelente programa de trabajo y de visitas relacionadas con la guerra, sus consecuencias y sobre todo con el ARTE, tema central de esta movilidad en Noruega. Aquí el trabajo de los grupos había avanzado más y pudimos mostrar y ver como nuestros alumnos, siendo los más jóvenes, habían avanzado extraordinariamente en el proyecto y todos admiraron tanto su trabajo como su jovialidad. Lucas Cabrera y yo misma y Felipe Bueno que no viajó con nosotros aunque coordinaba también el grupo, nos sentimos extraordinariamente orgullosos de Julieta Navarra, Paula Rodríguez, Celia Ruiz, Alicia Sedeño y Fernando Casas. La prensa local se hizo eco también del encuentro. VIDEO
El Tercer intercambio tuvo lugar en Praga, República Checa en el Malonstranske’ Gymnasium. 4 alumnas de nuestro centro: Julieta Contreras, Carmen Ortega, Laura Esteban e Isabel Sánchez, que habían trabajado sobre las minorías junto a nuestras profesoras Candelas González y Cloti García, mostraron las magníficas actividades CLIL que habían realizado sobre este tema, así como un video sobre la música y los músicos en España. Para ello también realizaron una pequeña audición tocando el piano y el Chelo. Jitka Voldanova y Ondrej Svorc, coordinadores en esta ocasión, nos ofrecieron un extraordinario programa tanto de trabajo, con jornadas a veces maratonianas de trabajo, seguidas de interesantes y maravillosas visitas a la hermosísima ciudad de Praga. Todo un descubrimiento tanto para nuestras alumnas, que volvieron enamoradas de la ciudad, como para las profesoras que tuvimos la suerte de estar allí.
En Granada recibimos en Noviembre de este curso a los estudiantes y profesores de los otros cuatro países que estaban trabajando en el tema número 4 sobre Mujer y Guerra. Fue todo un reto la organización, pero todos los compañeros se volcaron en que todo saliese perfecto, pese a que el tiempo no acompañó en absoluto. El alumnado también mostró videos, presentaciones y representaciones sobre artistas locales. Nuestros alumnos prepararon un video magnífico sobre poetas, pintores y músicos de otros tiempos y contemporáneos en el que contamos incluso con la colaboración del pintor granadino, Paco Pomet, del escritor Luis García Montero y de Almudena Grandes. Algunas de nuestras alumnas realizaron un espectáculo de música y danza española que hizo las delicias de todos los allí presentes. Luego… la fiesta con comida de todos los rin–
cones de Europa. Pero lo que más disfrutaron los alumnos fue la realización del Graffiti en las pistas del instituto con el tema central de LA MUJER Y LA GUERRA. Ahí ha quedado como expresión gráfica del trabajo de esos días, un trabajo coordinado por Pilar y por mí misma y con Gema Rodríguez, Irene Ramos, Anabel Palma, Inmaculada Sánchez y Alicia Sedeño, como autoras de las actividades.
El último de los intercambios ha tenido lugar en la primera semana del mes de Abril en Turín, Italia en el Liceo Scientifico Carlo Cattaneo con la coordinación de la profesora Giacoma Pace. El tema abordado allí ha sido el de la Ciencia y la Guerra y también se han mostrado videos y presentaciones sobre deportes y deportistas en cada uno de los países. Los coordinadores de este equipo han sido Amparo Ibáñez y Miguel Ángel Hitos y les ha acompañado Felipe Bueno en la coordinación de las actividades con las alumnas Paula Moral, Carmen Martos, Inés Guerrero, autoras de las actividades con Carlos Jerez y junto a las compañeras del grupo de la mujer que han preparado el video sobre los deportes, Anabel Palma, Gema Rodríguez e Inmaculada Sánchez. La ciudad de Turín, la experiencia adquirida tras los otros cuatro intercambios, así como la magnífica preparación por parte de la coordinadora y los alumnos italianos, han hecho de esta última movilidad de alumnado una experiencia casi perfecta, a la vez que inolvidable para todos los que en ella han participado. Queda ahora finalizar la publicación de los productos y la preparación de los informes finales en la última de las Reuniones Transnacionales en Estambul. Desde ella se fundará la
se fundará la Asociación “Peace Messengers”. También de allí saldrá el borrador de lo que hemos llamado “Erasmus+ Day” que celebraremos en todos los centros para mostrar y aplicar todo lo trabajado con nuestro alumnado, compañeros, centros de profesorado y autoridades educativas, así como cualquier miembro de la comunidad educativa que quiera conocer el resultado de dos años de intenso, interesante, fructífero e inolvidable trabajo y experiencia. Este proyecto para mí ha sido, está siendo, excepcional al tiempo que estresante y agotador en muchas ocasiones. Pero conocer, compartir, intercambiar experiencias docentes y personales con estos cuatro centros, países, con estas más de 120 (alumnos y profesores) ha sido la mayor y mejor experiencia de mi vida profesional y también muy especial a nivel personal, porque ahora hay muchos más amigos y compañeros ahí fuera, más cercanos, más conocidos, y también aquí cerca, en nuestro centro, donde he podido disfrutar trabajando con un magnífico equipo de compañeros, profesionales cuando había que serlo y extremadamente sensibles y presentes en los momentos difíciles o complicados de abordar. Gracias a todos los que os habéis implicado y colaborado en este proyecto y a nuestro director Alfonso Centeno y todo el equipo de dirección que han estado siempre al quite cuando ha hecho falta. Al resto de los compañeros, padres y alumnos os invito el próximo 31 de Mayo a que participéis activamente en el “Erasmus+ Day” y que conozcáis de cerca todo lo que hemos hecho y pensamos hacer en el futuro.
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Erasmus + : BrATISLAVA
Bratislava 2016-2017 La semana del 31 de Marzo-7 de Abril hemos visitado Bratislava, capital de Eslovenia con 25 alumnos de 3º de Eso. Estos mismos estudiantes recibieron a sus correspondientes en septiembre 2016. Y una vez más –es el segundo año que llevamos a cabo el intercambio-tenemos que hablar de éxito en la elección y realización de actividades así como de los aprendizajes implícitos en cada una de ellas. El programa ha incluido visitas a lugares llenos de historia y leyenda íntimamente conectados con la cultura eslovaca .También la cultura actual ha estado presenta con la visita al centro de arte moderno- La Danubiana, que tan perplejos y llenos de deleite nos dejó a todos. Difícil poner en palabras nuestros sentimientos, pero los artículos escritos por los alumnos participantes, reflejan el alcance y la profundidad de la experiencia vivida. Razones de espacio limitan la cantidad de artículos que se van a publicar; tenemos 25 relatos del día que mejor lo pasaron. El video no dejen de disfrutarlo. Manuel ha organizado las fotos que le han llegado de cada uno de sus compañeros (https://youtu.be/kom4L_vrwe0).
Juan Alcalde Millán This day started so well. We met at 9:00am at the bus station,we went to the museum of contemporary art. It was very strange and had some peculiar figures, after that we went to Viktoria´s house (a Slovakian friend) and we ate a delicious stew of meat.
Then we went to a party in their school and we saw a traditional Slovakian dance, after the party, everyone went to the shopping center and had dinner. After that my Slovakian partner and I went to her house and slept. The day was amazing but so tiring. I want to go again to Slovakia because it was a fantastic exper ience and I want to see my Slovakian friends again because I miss them.
Jorge Sánchez López-Tello
On Sunday we went to a village called Senec. This village was characterized by having several lakes around it. Senec is about 40 minutes from Bratislava by bus. We ate there and we rested on the shore of one lake. We played some card games and we took another bus to go back to Bratislava. Then, when we got to the city centre, we met colleagues in a shopping centre. We spent there the rest of the afternoon and we returned home. In this week I have learned some English words among which are: 1. Braided - Trenzado 2. Cabbage - Col 3. Picky - Dificil 4. Reliable - De confianza 5. Fall for - Caer en
6. Stranded - Atado 7. Sprain - Esguince 8. Rehearsal - Ensayo 9. Tanned - Bronceado 10. Snarl - Gruñir
I have also learned some Slovakian words such as: 1. Ahoj - Hola 2. Ďakujem - Gracias 3. Dobrý deň - Buenos dia 4. Dobrú noc - Buenas noches 5. Prosím - Por favor In this trip I have tasted new food. One of them is the cabbage soup which have some sausage slices and it's a little spicy. Another tasty food that I have tasted is the risotto with spinach which was really nice. And last but not least, a popular drink called Kofola which is similar to Cocacola but less sweet. In general I liked all the typical foood from Slovakia.
Luis Ramirez García Slovakia Exchange : Trip to Viena For me the best day was when we visited the city of Vienna. One of the reasons why this day was special for me is because that day we got to know each other better and we were very well. That day the first thing we did was to visit the Vienna palace which was huge and was not far from the city center. I liked Vienna very much. What I liked the most was the downtown street where there were many shops; Many of them were not in Spain. I really liked the cathedral and its surroundings. In the afternoon we visited some Spanish and our Slovakian friends in the center of Bratislava and had dinner there. In this exchange I have learned many things, not only about the Slovakian culture and the history of Bratislava, but also about making new friends although it is very difficult to communicate because of living thousands of kilometers from each other. This exchange has marked my life and I am happy to have met such good people. I look forward to going back. Palabras en eslovaco Uno: jeden Dos: dva Tres: tri Bien: dobre Mas: Viac
Miguel Damas Jiménez Friday 31st March
This day started at 2 o’clock in the morning, everybody in front of the bus saying goodbye to their families. We were very nervous because we were going to visit a new country, with another language; we were going to meet our Slovakian friends so only a few of us could sleep in the bus. We arrived at Malaga airport at 4 am. We did the check-in and the teachers let us 30 minutes to walk around and see the shops. We boarded at 6 am and we took off. We landed in Slovakia at 11 o’clock in the morning and each Spanish went to his Slovakian house´s friend, we were very happy. I went with Lukas, my Slovakian, to his house. We had lunch and we went to the city centre to meet the group to do a visit to the old town. I loved the visit because the tourist guide was awesome and he tried to make the visit enjoyable telling us stories about the city, but some of us were too tired to understand the guide in some moments, but at the end we had a delicious ice cream because it was also very hot in the city. When the visit had finished, I went with Lukas and some friends to “Eurovea” shopping mall located next to the Danube. Some people went shopping but I preferred to go to the zone next to the Danube and took some photos. When it was about 8 pm everybody went to his house except me and another friend. Our Slovakians took us to the city centre and at 11 pm I went back home very tired, but also very happy. The words I learned were: Dakujem (thank you), Dobre (okay), áno (yes) y prosím (please, excuse me)
Rafael Fernández Nevado INTERCAMBIO Thisday was amazing. It started at 8:00 in the high school. There we picked up the bus and we went to Viena. The trip was 2 hours long but it wasn’t boring because I played with my friends some cards games and it was very funny. When we arrived at Viena I was very happy because it is a very big and pretty city. The first thing we did, was to visit the Schonbrunn Palace. It is very big and is amazing outside but when you go into its much more amazing because it’s decorated with a lot of ancient jewellery and you can be informed with an audioguide. It was very interesting because you can learn about the life of Sisi (Isabel de Baviera). She was very crazy. Then we went to Viena city center and we visited the cathedral. It was very big and I was surprised because of its decoration. Then we went to eat to Mc’Donalds and we have a dessert in Starbucks. When we finished the food we went to buy some souvenirs. I just bought a cup of Viena. At the end we met in a very big garden with the teachers where we took some photos This trip was amazing and I want to come back to Slovakia to see our Slovakian partners
Blanca CebriĂĄn Pla
The picture was taken when we went to a museum. I have chosen this photo because the museum was very interesting, we really enjoyed there and we saw a lot of pictures. In the morning, we visited the museum with the teachers. Later we played laser games, it was very funny. Then we were in the city center to have lunch and buy some souvenirs. Later we went to the high school by bus to go to a party there, because it was the last day in Slovakia. We saw the traditional Slovakian dances. It was spectacular and we learned a lot about the Slovakian culture. At night we went to a karaoke.
Patricia Bullejos BermĂşdez
My best day in Slovakia was the last day, Thursday-6th. In the morning we went to an art gallery called Danubiana museum. It was very funny because the gallery had a lot of pictures too amusement, like this:
This represents the last supper but in a modern form, with the most famous celebrities and Jesus Christ.
https://www.getyourguide.es/turin-l390/
Erasmus + : TurĂn Felipe T. BUENO MAQUEDA Profesor de Lengua castellana Y Literatura
He tenido la suerte de participar estos dos últimos cursos en el Proyecto Erasmus + del instituto. Digo suerte porque, a pesar de que con anterioridad había sido tanto coordinador como participante en otros proyectos de esta índole, la verdad es que la experiencia profesional y personal ha superado todo lo vivido. Prueba de ello espero que sean las aportaciones que acompañan esta introducción de dos alumnas que han visitado Turín. Dos perspectivas únicas y diferentes pero ambas contienen la configuración de una identidad propia, la de descubrir en el viaje la experiencia social e histórica con la que se estructura nuestra organización cultural. En este sentido ha de entenderse este proyecto ya que se trata de conformar una serie de valores que afectan a la convivencia y a los hábitos sociales que se definen a modo de comportamiento. Es algo así como un refuerzo cultural necesario para conseguir el afianzamiento personal y, por ende, colectivo. Todo este trabajo sobre la guerra y la paz nos sirve para criticar aspectos injustos de la realidad cotidiana, para construir formas de vida más justas, para adquirir las normas de una sociedad democrática, para conseguir, en definitiva la autonomía y la autoafirmación bajo cánones de solidaridad y tolerancia, la aceptación de la diversidad, etc. Viajar siempre será una aventura, la odisea en la que reconocemos nuestros miedos o nuestra timidez, donde la ilusión no es sólo hablar en otro idioma en una experiencia que te hace olvidar la rutina, en la que la soledad que nos atenaza acaba con nuestros nervios y con la vergüenza de no ser capaz de comunicarse. Viajar es una experiencia que implica esfuerzo, que nos permite atesorar amistades eternas, recuerdos y sensaciones que nos devuelven las ganas de soñar sin miedo... Por todo esto que adelanto, tomado de las apreciaciones tanto de Inma y como de Carmen, creo en la necesidad de promover la reflexión personal, el autoconocimiento, los límites de cada uno, las aristas que nos conforman y que proyectos como este Erasmus + posibilitan al alumnado y más en una sociedad donde sólo priman los valores que se rigen por la utilidad.
TURÍN. Carmen Martos Borrego, 1º Bach C Haber participado en este intercambio ha sido una experiencia increíble. He de confesar que nunca antes había hecho ningún viaje del estilo, y que si sigue algún intercambio más, les va a costar superar este. Antes de viajar, tuvo lugar la parte más tediosa del proyecto, la creación de los trabajos. Y, aunque eran temas interesantes, no dejaban de ser tareas que hacer. Todo trabajo conlleva su esfuerzo, y, al menos yo, obtuve una gran satisfacción al presentar mi trabajo. Dejando atrás los temas técnicos del viaje, pasemos a lo que va a perdurar en el tiempo, las experiencias, los recuerdos y las sensaciones. Hace apenas un mes viajamos hacia nuestro destino, Italia, Turín. Estaba bastante nerviosa, pues a mí este tipo de cosas me encantan. En cuanto llegamos y empezó el intercambio en sí, solo deseaba que el tiempo pasase más lento de lo normal. Soy una persona muy abierta y habladora y no me supuso ningún esfuerzo hacer amigos. De entre ellos incluso a algunos espero no olvidarlos nunca. Convivir con un grupo de personas siete días hace que les cojas cariño, y que cuando llega el esperado ultimo día, repitas como una loca “No me quiero ir” y llores como una magdalena. Especialmente yo, que a sensible no me gana nadie. También cabe destacar, el que cinco diferentes culturas estuvieron juntas durante una semana, y de ello he aprendido mucho. Las formas de ser de los chicos y chicas de cada país, sus maneras de expresarse… Otro punto es el país, mi querida Italia que nunca dejara de sorprenderme. Es una nación que me emociona, que me deleita. Es posible que tenga este punto de vista por el hecho de que adore el arte en todas sus facetas, aunque también mis compañeras se quedaron prendadas de la ciudad. No obstante, lo verdaderamente importante es que nos reunimos en Turín por una razón. La paz y la guerra. Un tema que actualmente tiene por desgracia mucha vigencia y que es necesario conocer. Esa razón unió a cerca de 30 personas, que han terminado no solo trabajando por y para la paz, sino que además ha posibilitado la consolidación de unas grandísimas amistades que ojalá tengan la oportunidad de volverse a encontrar.
TURÍN. Inmaculada Sánchez Sedano, 1º Bach D Cuando me enteré de este proyecto no estaba segura de participar porque ninguna de mis amigas estaban dispuestas y a mí me daba miedo afrontar esto sola. Quizá para algunas personas esto no es importante pero teniendo en cuenta mi timidez y que las muchachas que participaban solo las conocía de vista, era bastante difícil para mí. Mis padres estuvieron animándome mucho para que participara, porque, total, no iba a perder nada, si no me cogían no importaba y si lo hacían pues eso que me llevaba, además a ellos siempre les ha hecho mucho ilusión todo lo que tuviera que ver con que yo hablara en otra idioma, así que, más por ellos que por mí, decidí intentarlo. Ahora solo puedo agradecerles todo el apoyo que recibí porque ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida. Yo nunca había viajado fuera de España y sinceramente la idea de tener que coger un avión me daba pánico. Todo me daba pánico realmente. Yo soy una persona a la que le gustaba seguir su rutina y no salir de ahí porque en nuestra zona de confort se está cómodo, por lo que cuando yo salía de ella todo me daba miedo. Veía a las demás chicas tan cómodas, tan abiertas, ilusionadas que me daban envidia porque en mi mente solo asaltaban dudas y miedos. Iba a estar una semana en otro país al que nunca había ido con personas con las que no tenía casi relación, me sentía un bicho raro, aunque es cierto que la idea de que tres profesores, los cuales me habían dado clase o me daban, venían con nosotros me tranquilizaba bastante ya que los conocía y sabía que si había algún problema podría contar con ellos. Cuando llegué me tranquilicé bastante ya que la chica a la que recibí en casa estaba allí esperándome con la que me acogía a mí. Estuvo el primer día con nosotras y se lo agradezco muchísimo. Sus padres eran muy cercanos y cariñosos, y esto me facilitó todo mucho porque realmente ellos hicieron que yo me sintiera como en mi propia casa. Debido a mi timidez en muchas ocasiones me sentía bastante sola, ya que el grupo de españolas iban por su cuenta y me daba vergüenza hablar con los demás participantes porque el hecho de equivocarme me daba miedo. Sí, el miedo fue mi único amigo en este viaje. El único momento en el que el miedo me dejó fue cuando íbamos por la ciudad solas, no tiene mucho sentido pero así fue. Entraba a las tiendas a comprar y a pesar de no compartir el idioma me sentía cómoda, quizá fue porque me supe defender en inglés, y hasta ese momento no me había dado cuenta, ya que no me relacioné casi nada con los demás chicos; yo simplemente los escuchaba hablar, pero cuando tenía que decirles algo me ponían tan nerviosa que era incapaz de decir algo coherente. Seguramente las personas que están leyendo esto se pregunten qué veo yo de bueno en todo eso, pues sí, de verdad que lo hay. Gracias a estar viendo cómo se comportaban mis compañeros me conocí mucho mejor, me di cuenta de que era una persona muy cerrada y me perdía muchos momentos que no volverían, estaba perdiendo el tiempo realmente. El tiempo no se va a parar a esperarme para que quiera aprovechar todos los momentos de mi vida, por eso ahora no me permito desperdiciarlos. Me di cuenta de que era capaz de hacer más cosas de las que yo me creía. Todas esas personas me dejaron marcada, estoy compuesta de pedacitos de cada uno de ellos. Lo único que puedo decir es gracias, a ellos por todo lo que me han aportado, a los profesores por preocuparse de que estuviéramos bien, a mis padres por apoyarme, y gracias sobre todo a las personas que me escogieron para participar en este proyecto, porque me habéis devuelto las ganas de soñar sin miedo.
https://www.flickr.com/photos/rinogas/24157271879
Felipe T. Bueno Maqueda Encarna Peña Sánchez
Eñcueñtros literarios eñ el Iñstituto Este año, Rafael Reig La Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro de la Secretaría de Estado de Cultura, dentro del Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio, lleva a cabo cada año programas de actividades literarias en Institutos de Secundaria que tienen dos objetivos fundamentales: desarrollar el hábito de lectura entre los estudiantes y difundir la obra de nuestros escritores. En el IES Miguel de Cervantes venimos participando en estos encuentros literarios desde hace muchos años; nos han visitado autores como Luis García Montero, Andrés Neuman, Antonio Orejudo o José Calvo Poyato, también hemos tenido encuentros con el creador de historietas José Luis Munuera y el cantautor y también escritor, Antonio Luque.
Este año hemos disfrutado de una charla con Rafael Reig. Profesor de literatura, articulista, librero y sobre todo novelista. Nació en Asturias, en Cangas de Onís, en 1963. Realizó estudios de Filosofía y Letras en Madrid y Nueva York. Pasó su primera infancia en Colombia, su juventud en una reducida selección de bares de Malasaña y, más tarde, algunos años en Estados Unidos, donde se doctoró con la tesis Mujeres por entregas: la prostituta en la novela del XIX. Entre otros trabajos de investigación, ha editado y prologado la novela colectiva decimonónica Las vírgenes locas (Lengua de trapo, 1999). Reig cuenta con una extensa trayectoria docente que se ha desarrollado en universidades estadounidenses; tras ser profesor en la Universidad de Saint-Louis, actualmente enseña Literatura en Madrid, en la escuela de creación literaria de Hotel Kafka y ha editado obras de Mariano José de Larra, Benito Pérez Galdós y otros autores del XIX. También colabora en publicaciones de papel y de Internet, donde editó, a lo largo de 1999, la novela por entregas Razón de más. Entre 2006 y 2007 escribió una original serie de artículos a modo de sentencias: su "En primera instancia" publicadas en el elcultural.es de El Mundo. En 2007 fue nombrado redactor jefe de la sección de Participación del diario Público en el comienzo de su andadura, posteriormente abandonó esa función y continuó como columnista diario del mismo desde su 'Carta con respuesta' y su 'Papelera de reciclaje'. Dejó de escribir en este medio en octubre de 2009. Desde
2010 hasta 2012 escribió una columna sobre literatura en ABC Cultural. Tras esta etapa pasó a colaborar en eldiario.es, tanto en sus artículos de opinión como en su sección cultural Diario Kafka, recuperando la “Carta con respuesta” que tiempo atrás publicara en Público. Entre sus novelas destacan: Autobiografía de Marilyn Monroe, Sangre a borbotones, Guapa de cara, Hazañas del Capitán Carpeto, Manual de literatura para caníbales, Visto para sentencia (libro de artículos), Todo está perdonado (VI Premio Tusquets de Novela), Lo que no está escrito (Premio Pata Negra a la mejor novela negra 2013), Un árbol caído, Señales de humo, manual de literatura para caníbales I y La cadena trófica, manual de literatura para caníbales II. El encuentro, que tuvo lugar el 23 de enero de este año, fue un placer inmenso. Y utilizamos la palabra placer no como una fórmula de cortesía, habitual cuando se recibe a alguien, sino con todo su sentido. Siempre hemos empezado estos encuentros afirmando rotundamente que se trata de una actividad que hacemos por puro gusto, Rafael Reig, como los demás escritores que han venido al instituto, no es materia evaluable. Estuvo aquí porque queríamos suscitar las ganas de leer sus novelas, transmitir la emoción y contagiar el entusiasmo que nos ha producido a nosotros leerlas; en definitiva, seducir y no imponer ninguna lectura. En este sentido los encuentros literarios con un autor son siempre estimulantes, y además nos ofrecen la posibilidad de acercarnos a un autor de manera directa, de charlar con él, y no sólo de literatura; un autor cuya mirada sobre el mundo y las palabras que nos dirigió nos ayudarán a ir conformando nuestra propia visión de la realidad. Lo hemos invitado porque nos gusta, ¿Cómo podríamos transmitir entusiasmo - o siquiera interés - por algo que no nos gusta? Rafael es un autor sorprendente y divertido, con un sentido del humor extraordinario. Como él mismo dice, “la literatura trata de la realidad” y la visión de la realidad que se trasluce en sus historias
nos parece muy lúcida, aunque no se prive tampoco de la fantasía más surrealista y delirante. Nos gusta cómo narra, nos gusta que mezcle géneros, que mezcle ficción y realidad, que se invente un Madrid navegable, que nos hable de las ilusiones perdidas de la Transición, que utilice el ajedrez o el fútbol para articular una historia, que cuestione la historia oficial de España y nos presente de otro modo la historia de la literatura, que nos haga reír, que nos haga pensar, que nos haga querer seguir leyendo, porque ya forma parte de nuestro AGE, nuestro Archivo General de Emociones:
Si quieres saber cómo se formaron las montañas, estudia Geología. Si quieres entender por qué no llegas a fin de mes, a pesar de que trabajes diez horas al día, estudia Economía, lee a Marx a ser posible. Si quieres decidir qué material es el más indicado para construir un puente, estudia Ingeniería. Pero si necesitas aprender qué es la ambición, cómo enfrentarte a la culpa o al miedo, o cuáles son tus sentimientos ante la victoria de otro, lee novelas y relatos. Ahí está todo lo que hemos logrado aprender. Es nuestro Archivo General de Emociones (AGE), en el que hemos ido almacenando las enseñanzas de Mío Cid, de Lázaro de Tormes, de Julien Sorel, de Madame Bovary o de Juanito Santa Cruz. Ahí están, en el AGE, disponibles para quien quiera saber algo sobre sí mismo y sobre cómo vivir. Señales de humo. Manual de literatura para caníbales. Tusquets, Barcelona 2016
ENCUENTROS FUERA DE LA BIBLIOTECA
El 28 de Abril algunos alumnos de primero de bachillerato de Literatura Universal fuimos al colegio Generalife a contar cuentos a niños de 3 y 4 años. Todo empezó cuando Felipe nos mencionó, aunque sin mucha importancia, que podríamos tener la oportunidad de contar cuentos a niños pequeños. Al principio, la idea no me ilusionó mucho pero a mis compañeros les encantó y, aunque alguno podía que se presentaba como una pérdida de tiempo e incluso estar fuera de temario, fue una gran experiencia. Realmente esto nos sirve para prepararnos para lo que tal vez llegue en un futuro relacionado con los más pequeños, para hacer algo diferente y darle la oportunidad a niños de disfrutar de la literatura popular. Tras dos semanas practicando la lectura de los cuentos, llegó el día en el que fuimos al colegio a contarlos. Creo que fue increíble, tanto para nosotros, como para los niños que allí estaban, ya que la literatura, en este caso ofrecida en la pequeña dosis de relatos nos ayuda a escapar un poco de lo que nos rodea, sirve como entretenimiento y en definitiva, permite a los niños soñar a lo grande, hacerles pensar que pueden “Ser piratas”, “Probar un trocito de la luna” e incluso que aprendan que las verduras son divertidas si se mezclan en una ensalada multicolor. Por otra parte, a nosotros nos vale como experiencia ya que disfrutamos mucho de ese día; recuerdo cómo conseguimos mantener la atención de los niños con las imágenes que acompañaban a los cuentos y cómo pedían que leyéramos una y otra vez otro cuento. Y recuerdo que pensé que a todos aquellos que deseamos dedicar nuestra vida profesional a alguna actividad íntimamente relacionada con niños la experiencia era impresionante. Recuerdo también que algunos de nosotros estábamos nerviosos, sobre todo por el hecho leer ante un público tan exigente ya que queríamos transmitirles todo y conseguir que disfrutaran. En definitiva, la lectura de cuentos a los niños jamás debería perderse porque aporta aspectos muy gratificantes a la vida de los que pueden aprender mucho a la vez que se divierten. En este sentido, fue una gran experiencia y creo que conseguimos finalmente nuestro cometido, el placer de leer para disfrutar del placer de escuchar. (https://youtu.be/OJq_oUVchxk)
¿SE BEBE VINO DE JEREZ EN LA COMARCA DE
EL SEÑOR DE LOS ANILLOS?
Silvia Navas-Parejo Casado Como sabéis, el nombre del autor de “El señor de los anillos” es Tolkien. Quizás no sepáis que nació en Sudáfrica, aunque la familia se trasladó pronto a Gran Bretaña, y que Tolkien se quedó huérfano de padre de pequeño, y luego huérfano también de madre a los 12 años. La madre dejó estipulado antes de su muerte que se hiciera cargo de los niños, como tutor legal, un sacerdote católico, el padre Francis. Aquí tenéis su foto hacia 1924: Unos meses antes, este sacerdote había buscado un alojamiento en el campo para la viuda y sus dos hijos, porque estaba ya bastante enferma y no se podía valer.
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La viuda había dejado bienes bastante escasos para criar y educar a los niños, y el padre Francis añadía todo lo que iba faltando para mandarlos a estudiar, primero al prestigioso “King Edward’s School”, y luego a la universidad de Oxford. Su familia tenía negocios y a él le correspondía por derecho parte de los beneficios. Los niños se llamaban Ronald y Hilary, siendo el primero el que luego se haría famoso como es-
critor. El mismo año de la muerte de su madre, Tolkien le escribió a su tutor una carta en la que terminaba dedicándole un “limerick”, una quintilla cómica, bastante simpática, en la que muestra ya sus dotes para las letras. Los jóvenes huérfanos tenían libre acceso a los libros del despacho de su tutor. Ronald aprendió los rudimentos de la lengua nativa del sacerdote y con toda probabilidad leyó ávidamente cuanto cayó en sus manos, como hace cualquier amante de las letras. Lo mismo que su tutor, se aficionó a fumar en pipa. Cuando el padre Francis murió, Tolkien heredó de él un reloj que tuvo que viajar y superar varias peripecias hasta que pudo llegar a sus manos. Además, el sacerdote le dejó a cada hermano £ 1.000 en herencia. El nombre completo de Ronald era John Ronald Reuel. A su primer hijo lo llamó John Francis Reuel. Pero, ¿quién era este padre Francis, tan importante, como podemos comprobar, en la vida de Tolkien, cuál era su procedencia, y por qué conoció a la familia Tolkien? (1) ht t ps:/ /up lo ad.w ikim edia. or g/ w ik ipedia /c om mon s/th umb / c /c 4/ Francisxaviermorgan.JPG/220px-Francisxaviermorgan.JPG
Su nombre completo era Francis Xavier Morgan Osborne, y nació y se crió en El Puerto de Santa María. Además, supongo que os suenan los apellidos: El toro de Osborne, Bertín Osborne… Y es que, efectivamente, era tío abuelo de Bertín Osborne. También tenía parentesco cercano con Cecilia Böhl de Faber, que escribía con el pseudónimo de Fernán Caballero. Su padre, Thomas Morgan, era un galés que se estableció en El Puerto de Santa María como bodeguero y exportador de vinos de Jerez. Su madre era hispano-inglesa, hija del fundador de las bodegas Osborne. Él había ido a estudiar a Inglaterra y allí se hizo sacerdote católico. Conoció a los Tolkien cuando estos se encontraban en una situación de gran precariedad por la muerte del padre, unido esto al hecho de que se habían convertido al catolicismo, lo que en la Gran Bretaña de principios de siglo XX no te beneficiaba demasiado. Precisamente fueron a la parroquia del padre Francis buscando apoyo porque la familia los rechazaba por esa misma razón, y por su parte la madre no quería que a su muerte los niños volvieran a ser anglicanos. El idioma que le sirvió de inspiración para el “Naffarin”, lengua que Tolkien inventó de joven, fue el castellano. Y en la biblioteca del padre Francis entró en contacto, entre otras, con la obra de la escritora española citada más arriba, pariente del padre Francis, Cecilia Böhl de Faber. Una de las rimas que aparece en “El Hobbit” es muy similar a una de las de esta escritora. También parece haber recibido influencia de la literatura española costumbrista del siglo XIX porque describe ambientes alegres y vivarachos, más similares a lo que se había estado escribiendo en España que a la producción literaria británica de aquella época. Además, algunos opinan que las colinas de Lickey fueron la materia prima para su “Rivendel” de “El Señor de los anillos”. Os recuerdo que este lugar fue el que el padre Francis buscó para la viuda enferma y sus hijos. Hay un escritor, José Manuel Ferrández Bru, muy relacionado con todo este mundo de Tolkien que ha escrito el libro “La conexión española de Tolkien”, en el que ha sacado a la luz esta relación entre Tolkien y su tutor español, y cuenta una anécdota, (enlace número 5 al final de la entrada) que me ha hecho muchísima gracia. Se puso en contacto con la familia para saber más acerca de este padre Francis: «Me llamó el presidente de la compañía en persona, Tomás Osborne, y me espetó un '¿y qué quiere saber de mi tío Curro?'». Aquello supuso el descubrimiento de «una dualidad asombrosa en una persona con dos vidas paralelas: una en Inglaterra donde era un sacerdote adscrito a una reconocida institución y, por otro lado, otra en España donde era 'el tío Curro Morgan, que es cura en Inglaterra'». La conocida institución es el Oratorio de san Felipe Neri, creado por el cardenal Newman, escritor prolífico, del que el padre Francis había sido alumno. Finalmente, quiero añadir que los niños Tolkien pudieron estudiar sin problemas gracias a la fortuna de la familia jerezana del padre Francis, dueña de las importantes Bodegas Osborne. “Todavía hoy los descendientes de Tolkien reconocen con agradecimiento que pudiese estudiar gracias al dinero español del vino de jerez“, según aparece en la primera de las fuentes citadas, en la que podéis ver también fotos de Tolkien, de su tutor, de su familia gaditana…
Fuentes: 1.http://www.gentedelpuerto.com/2011/01/30/910-francis-morgan-yosborne-la-conexion-portuense-del-senor-de-los-anillos/ Sitio dedicado a personalidades del Puerto de Santamaría. 2.- https://es.wikipedia.org/wiki/Francis_Xavier_Morgan 3.- http://tolkiengateway.net/wiki/Francis_Xavier_Morgan 4.http://www.elmundo.es/loc/2016/10/24/580a35b0268e3e86778b45bb.html para profundizar en la relación entre Bertín Osborne y Tolkien.
http://cdn8.openculture.com/wp-content/uploads/2013/02/The-Fellowship-OfThe-Ring-Book-Cover-by-JRR-Tolkien_1-480.jpg
El uso de los mรณviles y su influencia en la lengua
(Notas apresuradas sobre el libro de Sherry Turkle En defensa de la conversación)
Una imagen vale más que mil palabras pero mil imágenes no valen un razonamiento. Un momento humorístico durante una visita de Eric Schmidt, el presidente ejecutivo de Google, a Boston ejemplifica este punto. Schmidt fue a la ciudad para hablar del libro que había publicado recientemente. Al entrar en la sala, preguntó al público «¿Cuántos de vosotros vais a utilizar el teléfono durante esta conferencia?» Cuando prácticamente todas las personas que estaban en la sala levantaron la mano, Schmidt contestó: «¡Muy bien! Eso es exactamente lo que queremos que hagáis».
Casi veinte años después de su optimista La vida en la pantalla. La construcción de la identidad en la era de internet (Paidós, Barcelona, 1997, traducción de Laura Trafi; el original inglés es de 1995) la psicóloga norteamericana Sherry Turkle, a la que ese libro convirtió en una «ciberdiva», publica En defensa de la conversación (Ático de los Libros, Barcelona, 2017, traducción de Joan Eoli Roca). Extraño título, si nos paramos a pensarlo. ¿Es que alguien ha ofendido o atacado a la conversación para que haya que defenderla? ¿O es que la conversación está acaso en peligro? A simple vista no parece ser así: no hay
más que levantar la mirada y posarla sobre cualquier grupo de personas y es más que posible que estén conversando. Sin embargo, en opinión de Turkle, la conversación está verdaderamente en peligro. Cuando aún no nos acabamos de sobreponer a los bajos índices de lectura y al empobrecimiento de la escritura en el mundo actual (especialmente entre adolescentes), ahora parece que también la conversación está amenazada. Y ¿de dónde procede el peligro? De los artefactos tecnológicos, de los móviles y los ordenadores, y especialmente de las últimas tecnologías de chat y WhatsApp, nos aclara Turkle. ¿Es esto así?, podemos preguntarnos; ¿está en peligro o está cambiando la conversación? La autora norteamericana opina que sí, como decimos, y aporta a lo largo de las más de cuatrocientas páginas todo tipo de argumentos, tipologías y casos sobre este asunto. Pero antes de pasar al libro tal vez vendría bien dar un rodeo y recordar algunos aspectos elementales (casi perogrulladas, podríamos decir) que nos pueden ayudar a centrar la cuestión. Podemos abrirnos camino a través de tres contraposiciones: 1) la contraposición entre lengua hablada y lengua escrita; 2) la contraposición entre presencia y ausencia; 3) la contraposición entre imagen y palabra. En torno a estas oposiciones (que no son siempre absolutamente excluyentes, ni funcionan en todo momento del mismo modo ni convierten a sus términos en incompatibles) se puede divagar un poco sobre diferentes (no todas) formas de comunicación rela-
cionadas con el uso de la lengua. Así, si pensamos en la conversación, parece evidente señalar que lo que predomina en ella es la lengua hablada (sin menoscabo de que un escrito sirva de apoyo, o ayuda o material de consulta, etc.), al mismo tiempo que es imprescindible la presencia (en el mismo sitio y a la misma hora, que diría la canción) de aquellos que conversan (que se supone que deben ser al menos dos, salvo en el caso de los que hablan solos, que no son tan pocos como pensamos…). El invento del teléfono (a mediados del XIX) y su propagación posterior dotaron a la palabra hablada de la posibilidad de viajar en el espacio, posibilidad que se ampliaría con la invención y generalización de la radio (que al principio solo transmitía la voz de la emisora pero que rápidamente, en combinación con el teléfono, pudo dar lugar conversaciones que podían escuchar el conjunto de los oyentes). Los diferentes mecanismos de grabación propiciaron además que la palabra hablada pudiera viajar en el tiempo. Pero ni estas grabaciones ni la radio (tampoco el teléfono) le robaron espacio a la conversación normal, a la conversación hablada entre personas: no eran más que una variante de la conversación con un apoyo tecnológico. La comunicación a través de la escritura, es diferente: sobra decir que requiere de la palabra escrita y, en la medida en que ese escrito pueda ser trasladado o reproducido, no es necesaria la presencia: la palabra escrita puede rebasar los límites espaciales y también los temporales. De ahí el antiguo dicho latino verba volant, scripta manent, «las palabras vuelan, lo escrito permanece»: por eso se usó desde el principio la escritura para aquello que debía permanecer, sobre todo códigos, leyes, contratos comerciales, etc.; y por eso también Francisco de Quevedo pudo escribir «vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos» para hablarnos de su retiro en la Torre de Juan Abad (también tú, lector que pasas ahora los ojos por encima de estas líneas estás viviendo en conversación con el difunto que ya es Quevedo). A estas contraposiciones (hablado/escrito, presencia/ausencia) debemos incorporar otros dos elementos que determinan la extensión de un mensaje y su conformación como texto: por un lado está la periodicidad y por el otro la presencia de elementos gráficos. Si miramos atrás, vemos que antiguamente, cuando la posibilidad de enviar un escrito y las faci-
lidades del transporte eran mínimas, los textos (privados) eran muchísimo más largos. Así, si alguien no podía comunicarse con otro en varios meses o incluso años, era normal que cuando lo hiciese le enviara una carta lo bastante extensa como para dar cumplida cuenta de lo ocurrido en ese período. Podemos poner como ejemplo las famosas «cartas de relación», propias de mercaderes, políticos, diplomáticos y viajeros, tan importantes en los siglos XV y XVI. En nuestra historia literaria tenemos las Cartas de relación de Hernán Cortés al emperador Carlos V. Es este modelo el que proporciona la estructura al Lazarillo de Tormes, que no es más que una larguísima carta que Lázaro envía al tal Vuestra Merced («vuestra merced escribe se le escriba…»), contándole el caso de su esposa con el arcipreste de San Salvador y aprovechando, de paso, para narrar su propia vida. Con el desarrollo posterior de los medios de transporte en los siglos siguientes y el establecimiento de los servicios estatales de correo (con una estructura más o menos fija y estable, mediante la creación de estafetas y el relevo de postas), la periodicidad aumentó, y las posibilidades de comunicación se extendieron a capas más amplias de la población. El resultado de ello fue que este tipo de escritos, las cartas, redujeron su extensión. Un efecto lateral de esta generalización de la escritura de cartas sobre la literatura lo constituye la aparición del ensayo en forma epistolar: podemos citar como ejemplos paradigmáticos las Cartas persas de Montesquieu y las Cartas Marruecas de José Cadalso, en el siglo XVIII, o las Cartas desde España, de Blanco-White, ya en el XIX; asimismo la novela epistolar, con títulos tan destacados como la obra de Samuel Richardson Pamela o la virtud recompensada (1740), Julia, o la nueva Eloísa (1761) de Jean-Jacques Rousseau y multitud de títulos en toda Europa a lo largo de varios siglos, entre los que encontramos obras tan llamativas como Drácula, del irlandés Bram Stoker (1887), e igualmente en España con títulos tan significativos como Pepita Jiménez, de Juan Valera. Son solo botones de muestra: el lector puede ampliar esta lista con los nombres que quiera. Fuera del campo de la literatura, y volviendo al ámbito de la vida cotidiana para no cansar al lector, quienes tenemos cierta edad recordamos que a mediados del siglo XX era relativamente habitual la comunicación privada por carta, que estas tardaban pocos días en llegar a su destino y que solían tener una extensión de varias páginas. Esta comunicación personal podía limitarse a la vida privada, pero tam-
bién sirvió para el diálogo literario o intelectual. De ahí la importancia de los epistolarios como fuente de documentación para el estudio de la historia, las ciencias, las costumbres, etc. ¿Qué fue de todo esto? Lo sabemos de sobra: hoy prácticamente nadie escribe cartas. Fueron sustituidas, en primer lugar por el teléfono (fijo), más tarde por el correo electrónico y últimamente por el teléfono móvil, que combina las dos posibilidades: la palabra hablada o el mensaje (sms y, sobre todo WhatsApp). Lo primero que hay que señalar es que se trata de comunicaciones instantáneas: el plazo de años que veíamos en las viejas «cartas de relación» y que luego se convirtió en mensual, semanal o diario se ha reducido a cero: hoy la comunicación se establece sin dilación alguna, como suele decirse, «en tiempo real» (anglicismo feo e incorrecto donde los haya), y la primera consecuencia evidente es la (posibilidad de) reducción del mensaje al mínimo, que podríamos fijar en el emoticono (que ni siquiera es un mensaje verbal). Es un auténtico grado cero de la escritura (si se nos permite usar, alterando el sentido, el viejo título de Roland Barthes). Es, en definitiva, el empobrecimiento absoluto de la lengua.
Pero este proceso de reducción de los mensajes a un tamaño mínimo, que afecta, en principio, sobre todo a la lengua escrita en la comunicación personal, se completa con un elemento añadido: la posibilidad de complementar el mensaje con un apoyo visual. Si pensamos un poco, hoy día cualquier persona, salvo en zonas muy aisladas del mundo, tiene la posibilidad de conocer el aspecto de la mayoría de las cosas de las que oye hablar (a menos que se trate de algo muy extraño o especializado): si escuchamos las palabras tren, cohete, cataratas, astronauta o catedral, sabemos de qué se trata, aunque no las hayamos visto nunca, porque todos llevamos dentro una enciclopedia visual que se ha ido conformando a lo largo de los años de nuestra vida. Esto no era así hace muy poco tiempo. Antes de la aparición del cine y, sobre todo, de la televisión, la mayoría de las personas solo conocían el aspecto de aquello que habían visto personalmente. Es cierto que había un apoyo gráfico a través de cuadros, ilustraciones, pinturas, etc. pero era bastante limitado si lo comparamos con las posibilidades actuales. Eso quiere decir que a la hora de transmitir una información la palabra tenía que bastarse por sí misma en la mayoría de los casos. Así ocurría en la novela del XIX y de ahí, entre otras cosas, sus dilata-
das, minuciosas y pormenorizadas descripciones, tanto de escenarios narrativos como de paisajes, personajes o sentimientos. No bastaba con decir «entró en el salón…», sino que había que detallar cómo era ese salón, qué muebles tenía, cuál era la distribución, los cortinajes, los adornos, los enseres, la iluminación, etc. y así hasta el ultimísimo detalle. Y para eso, decíamos, el novelista, y con él cualquiera que quisiera relatar una historia (fuera literaria o no), no contaba con otra herramienta que la lengua: la palabra tenía que salir al mundo a cuerpo gentil, sin ayuda, usando únicamente sus propios recursos para, como el barón Munchausen, sacarse a sí misma de la ciénaga de la comunicación por el procedimiento de tirar de su propia coleta. Hoy las cosas han cambiado. La novela, aunque conserva el uso de la palabra como herramienta única (también aquí se pueden encontrar excepciones, evidentemente) abandonó, por diferentes razones que no hacen ahora al caso, la prolijidad de las descripciones desde finales del siglo XIX, salvo que se quisiera utilizar intencionadamente la descripción como un recurso literario con fines distintos: así, por poner varios ejemplos a contrapié, po-
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demos recordar A sangre fría, de Truman Capote, en su intento de hacer una non fiction novel, y de ahí una de las excelencias de esta novela; o la subyugante El mirón, de Alain Robbe-Grillet, que lleva al paroxismo la descripción como recurso objetivista contra el sentimentalismo novelesco). Y fuera del ámbito literario, no solo en la vida cotidiana sino en el mundo intelectual o académico, cada vez es más habitual el uso conjunto de palabras e imágenes. Así, por poner un ejemplo señero, todos estamos habituados a las presentaciones de Power Point, como herramienta auxiliar usada por conferenciantes, publicistas, ejecutivos, etc. como soporte en cualquier tipo de acto público. Mediante su uso casi obligatorio (¿cuántos acostumbran hoy a dar una conferencia sin Power Point y cuántos, sobre todo, están preparados para mantener la atención el tiempo que dura una conferencia?) el Power Point , sin que lo notemos, ha ido transformando poco a poco la palabra de protagonista en ayudante, relegándola paulatinamente a simple presentadora de las imágenes que aparecen en la pantalla, imágenes que en muchos casos (¿la mayoría?) constituyen el único o el principal contenido de la «presentación» (a veces, como señala Turkle, las palabras escritas sirven para distraer de las otras imágenes: así ocurre en la «cinta» de titulares que aparece en las pantallas de televisión, que comenzó a usarse en Estados Unidos en 1981 para tener información inmediata sobre la situación de los se-
cuestrados en Irán, y que luego se generalizó). Las imágenes del Power Point, ese programa que, en opinión de Frank Frommer, nos vuelve estúpidos (El pensamiento PowerPoint. Ensayo sobre un programa que nos vuelve estúpidos, Península, Barcelona, 2011, traducción de Elisenda Julibert) pueden servirnos de ejemplo porque, del mismo modo, muchísimas conversaciones cotidianas se están convirtiendo, sin que nos demos demasiada cuenta, en intercambios de minipresentaciones inconexas de Power Point , donde el auxilio de la imagen (que incorpora la palabra escrita, la fotografía y el vídeo) procede del teléfono móvil de los hablantes, con lo que volvemos a nuestro punto de partida: la conversación y los peligros que la acechan. La palabra, decimos siguiendo a Turkle, puede llegar a convertirse en los tiempos del móvil casi en una especie de presentador de radio o televisión, en un mero auxiliar de un contenido que reside en la imagen que surge del teléfono. Pongamos un ejemplo, tomado de la vida diaria, que cada vez es más habitual, una auténtica plaga: si le preguntamos a alguien dónde ha pasado el fin de semana, o cómo está su sobrino, o cómo se lo pasó en la boda… es más que posible y hartamente probable que saque el móvil (si no lo tenía ya en la mano o sobre la mesa) y nos lo plante delante de la cara para enseñarnos una foto, añadiendo unas palabras que recuerdan a lo que en periodismo se conoce como pie de foto. Y así, lo que antes era una conversación (un intercambio de palabras) puede convertirse en una sucesión más o menos accidentada de pies de foto, en las que quienes hablan verdaderamente son las imágenes y a la palabra únicamente se le reserva una función ancilar. Así, a lo que denominábamos grado cero de la escritura (una sucesión ininterrumpida y permanente de mensajes muy cortos con escasa o nula corrección lingüística) se le suma un nuevo grado cero: la imposibilidad como hablantes de explicar algo sin el apoyo de imágenes que, al otro lado de la conversación, se convierte en la imposibilidad de entender algo si únicamente recibimos palabras (junto a la falsa ilusión de que ver una foto es conocer). Dos ceros como dos argollas que encadenan a los hablantes actuales a una expresión lingüística paupérrrima, que no puede dejar de mostrarse en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelvan y que a muchos de ellos los imposibilitan absolutamente para producir o entender textos de cierta complejidad. Pues, de un modo u otro, con la presencia cotidiana, habitual y generalizada del móvil se dina-
mitan desde dentro, se anulan o se alteran las contraposiciones que sustentaban la conversación (presencia/ausencia, palabra hablada/escrita, palabras/imágenes), y con ellas se van perdiendo la capacidad de hablar o escribir bien y la facultad de leer o escuchar con atención (eso que ahora se denomina zafiamente “«competencia comunicativa”» en la horrenda y asnal jerga pedagógicoadministrativa). Porque, además y entre otras cosas, para hablar y escuchar es necesario ser consciente de algo que parece claro pero que cada vez resulta más problemático: dónde estamos, qué estamos haciendo y qué posición ocupamos en ese momento. Así, si envías un mensaje de whatsapp a un amigo diciéndole que estás con otro amigo, ¿con quién de los dos estás realmente?; ¿y con quién está tu corresponsal al otro lado del teléfono? Si cuando estás con alguien os dedicáis a enseñaros fotos, ¿quién está hablando con quién, tú con la otra persona a través del móvil o un móvil con el otro a través de las personas? Por decirlo con los términos clásicos de la comunicación: ¿quiénes son realmente el emisor y el receptor, quién el canal? ¿O quizás el que envía o recibe algo a través del móvil está en realidad hablando con su móvil y todo lo demás no es más que una excusa, necesaria pero intrascendente, para jugar con el aparatito, para entretenerse en buscar la foto, para mirar las conversaciones, para sumergirse en las entrañas del chisme cediendo a su demanda de
atención permanente? Con una particularidad decisiva: la presencia del móvil, con su alteración de las oposiciones que conforman la comunicación y la conversación, no solo ha modificado las reglas de esta sino la propia vida de la que la conversación se nutre. A (casi) todos nos gusta contar nuestras cosas. Los que tengan cierta edad recordarán la legendaria anécdota de Luis Miguel Dominguín tras su noche de amor con Ava Gardner…; el mismo Gabriel García Márquez, maestro a la hora de titular libros, llamó Vivir para contarla a su autobiografía. Pero el problema surge cuando nos ponemos a contar nuestra vida ayudados por/ayudando a nuestro teléfono: necesitamos haberla grabado anteriormente. El que vive para contarla solo necesita de la memoria para retener lo vivido, el que vive para enseñarla en una pantalla necesita estar permanentemente fijándola en la memoria del móvil, es decir, recolectando información audiovisual que luego pueda ser reproducida y mostrada. Por eso todo el mundo está permanentemente grabándolo todo y fotografiándolo todo, y no hay concierto, museo, fiesta, manifestación o viaje (dejo intencionadamente de lado las escenas privadas) donde no veamos docenas de móviles recogiéndolo todo (para mostrarlo luego o para enviarlo inmediatamente). Por eso en las fiestas de bodas, y ya hasta en las de cumpleaños, se ha generalizado una pasarela de photocall, aunque en realidad, si lo pensamos bien, toda la fiesta puede ser un gran
photocall. Con su culmen paroxístico: el selfie. Pues cuando recopilamos información externa a nosotros (vivir es grabar) la cosa no va más allá, pero cuando nosotros mismos constituimos el contenido de la grabación la cosa cambia completamente: un yo que finge ser yo se graba a sí mismo en el momento de su impostura (vivir es posar, actuar para esa gran superproducción audiovisual llamada yo) para crear un material con el que alimentar a ese gran monstruo llamado las redes sociales, un monstruo que, como todos sabemos, se alimenta de vidas humanas y exige permanentemente de cada uno su ración: debes grabar tu vida y subirla a la red para ponerla a disposición de los demás y que estos puedan deglutirla, porque a ellos no les interesa tu vida sino el material que has creado tomando tu vida como materia prima (Sobre este escabroso asunto escribió Paula Sibilia excelentes páginas en La intimidad como espectáculo, FCE, México, 2008). De todas estas cosas nos habla Sherry Turkle en su libro. Por sus páginas, escritas a partir de innumerables entrevistas, veremos desfilar personajes y situaciones de toda laya: los hay que, en cuanto se quedan solos un instante, sacan inmediatamente el teléfono porque la soledad y la desconexión les dan pánico; y parejas que, cuando sube la tensión emocional dejan de hablar y pasan a chatear porque así se expresan mejor; hay otros que se manejan muy mal en la conversación y prefieren relacionarse con profesores o compañeros solo por mensajes, porque no están seguros de que hablando sean capaces de expresarse; y hay clases en las que, como los alumnos no se atreven a hablar, se abre en una pantalla electrónica un panel en el que cada uno va comentando lo que le parece desde su móvil; y podremos asistir a fiestas de fin de año online organizadas por empresas que envían a sus trabajadores dispersos por el mundo un paquete con una botella de champán y un matasuegras para que se diviertan con sus compañeros por videoconferencia; y conoceremos la «regla de tres», que es un protocolo mínimo de educación en la mesa, que establece que al menos tres de los reunidos deben estar sin mirar el móvil y hablando mientras los demás se entretienen con el aparatito, y aconseja maneras de entrar y salir de la conversación para que haya cierta fluidez, al menos aparente; y también nos toparemos con pacientes que en lugar de hablarle al psicólogo le leen los mensajes de su mujer o le dan el móvil para que busque allí lo que necesite saber; y amantes abandonados cuyo único re-
cuerdo de la persona amada son las conversaciones de chat que tuvo con ella; y madres que intranquilizan a sus hijas porque en sus mensajes de texto puntúan correctamente, sin emoticonos ni admiraciones repetidas, y sus hijas piensan que están enfadadas; y escucharemos la voz de esos seres angustiados que padecen FOMO, Fear of Missing Out (miedo a estar perdiéndose algo) y que atenazados por ese miedo no pueden dejar nunca de consultar sus redes, ya estén en clase, en el trabajo, en la cena familiar o de copas con los amigos, y por eso cuando su angustia es excesiva tienen que ir constantemente al baño no a evacuar sino a mirar el móvil: «Hoy en día, un estadounidense adulto consulta su teléfono cada seis minutos y medio»; y conversaciones sobre los propios teléfonos: «Con mis amigos, o bien no hay conversación o bien se conversa sobre lo que tenemos en el teléfono»; «Tengo la sensación de que las cosas de las que hablo hoy en día proceden de mi teléfono»; «Nunca hay una pausa en la conversación. Cualquier cosa que se le pareciera se rellenaría inmediatamente con algo que tengan en el teléfono o haciendo algo con él»; «Si la conversación no me aporta ninguna información, me pongo a mirar algunos de los vídeos de Youtube que tengo pendientes… o saco una foto del grupo y la publico»; y veremos a los atónitos profesores espiar a sus alumnos: «Los profesores escuchan subrepticiamente las conversaciones de los alumnos: "Entre ellos hablan de lo que tienen en sus teléfonos" » y lamentarse de que esos alumnos «No tienen la menor noción de las fechas, la geografía ni de la importancia de las cosas»; «Mis estudiantes están tan absortos en sus teléfonos que no saben cómo prestar atención ni a la clase ni a sí mismos ni a otra persona, ni tampoco cómo mirar a otro a los ojos y saber qué le pasa»; «Mis estudiantes son capaces de crear páginas web pero no de hablar con los profesores. Y los estudiantes no quieren hablar con el resto de estudiantes. No quieren sentir la presión que supone una conversación»; entre ellos la desconsolada y acomplejada Maureen: «Hemos hablado con Maureen, de treinta y dos años, que piensa que sin su teléfono "no tiene nada que decir". Maureen se compara con su madre, que se sabía poemas enteros de memoria. Ella no se sabe ninguno; es más, en la escuela nunca le pidieron que memorizara nada, "ni países ni fechas históricas". Cuando necesitaba un dato lo miraba en internet. Así es como Maureen ha terminado por sentirse vacía sin su teléfono»; y a médicos que no
saben medicina: «Los médicos teclean los síntomas del paciente, y la herramienta digital sugiere un posible diagnóstico y su tratamiento.». Y, para terminar nuestro recorrido, no tendremos más remedio que sufrir con enorme desconsuelo las penas de tiernos adolescentes como el apesadumbrado Mitch, que nos deja esta conmovedora confesión: Creo que mi madre se ha olvidado de cómo hablar. Me da la impresión de que el motivo de que tantos de nosotros continuemos utilizando el teléfono, aunque eso nos impida mantener conversaciones que tengan un significado, es que algunos se han olvidado de cómo mantener una buena conversación de verdad porque llevan utilizando sus teléfonos tanto tiempo que ya no saben hacer otra cosa que comunicarse a través de mensajes de texto. Se
vuelve extraño hablar delante de personas reales, porque no están acostumbrados. Creo que, sencillamente, no saben cómo hacerlo.
Todo esto y mucho más, decimos, podrá encontrarlo el lector que se interne en las páginas de En defensa de la conversación, un libro tan inquietante como entretenido que, sin ningún género de duda, cumple con el antiguo adagio latino de te fabula narratur pues, aunque parezca estar hablando de otros, nos ofrece un espejo en el que mirarnos para descubrir, quizás, en su superficie una imagen de nosotros mismos que tal vez desconocíamos. Es también, de este modo, una defensa de la conversación: de esa conversación que cada lector tiene consigo mismo cuando está siendo leído por el libro que lee. Parece un galimatías pero no lo es. Palabra.
Juan A. Pachรณn Romero
En septiembre pasado (2016) se cumplieron veinticinco años de la desaparición de un músico de jazz, probablemente irrepetible (http://www.jazzbiographies.com/ Biography.aspx?ID=287). Pese a que sus condiciones técnicas como trompetista no puedan calificarse de excepcionales, su trayectoria acabó siendo única para la música contemporánea. De Miles Davis (1926-1991) destacaba su enorme capacidad de adaptación a los diferentes estilos musicales que fueron surgiendo en los últimos tres cuartos del siglo XX, con los que no solo flirteó admirablemente, sino que tuvo la genialidad de incorporarlos al jazz, iniciando corrientes interpretativas que han llegado hasta nosotros, en un proceso vital de renovación constante, tanto musical como personalmente, que lo llevó a vivir intensamente en un periodo histórico, muy convulso en todos los sentidos, a lo que el artista no fue ajeno y que llevó al propio Miles a vivir intensamente en vertientes que estuvieron a punto de arruinar su carrera en varias ocasiones. Siempre resucitó y cada nueva reaparición representó giros profundos y trascendentales de su música, que no se han olvidado y que han llegado a superar la proyección que han tenido muchos de sus compañeros musicales e incluso de sus teóricos maestros, en los que inicialmente se fijara. Davis, también supo rodearse de figuras estelares de jazz, rock, blues, rythm and blues, soul, funk y un largo etcétera imposible de recordar aquí (http://www.jotdown.es/2015/11/bitches-brew-viajealucinante-a-la-mente-de-miles-davis/), con los que no solo encajaba a la perfección, sino a los que supo indicar el camino que habría de llevar el futuro de su música. Pero tampoco queremos aquí valorar una obra y una personalidad (https:// www.milesdavis.com/) que ya ha sido estudiada en numerosas ocasiones. Esta sección quiere recordar una publicación titulada tal como lo hace este artículo, obra del también trompeta y crítico musical inglés Ian Carr, ya fallecido (https://www.theguardian.com/music/2009/feb/28/obituary-ian-carr-jazz) que nos dejó una obra de gran interés y que convendría que leyeran quienes quisieran acercarse a la figura del gran trompetista estadounidense. The revised edition of Ian Carr’s classic biography of Miles Davis throws new light on his life and career from the early days in New York, with Charlie Parker, to his Birth of the Cool band, through his drug addiction in the early 1950s, and the years of extraordinary achievements, 1954-1960, during which he created a whole series of masterpieces on record, and drew to his band such unequalled talents as John Coltrane, Bill Evans, Wynton Kelly and Cannonball Adderly. Carr also gives a detailed descrip.tion of Miles’s dark reclusive period, 1975-1980, and his descent towards disintegration. He also tells how the events of one single day forced Davis to turn back to life and return slowly to music. The incessant activity of his last ten years the music-making, his painting and art exhibitions, his extraordinary trumpet playing, his marriage to and divorce from Cicely Tyson is recounted with fascinating insight. Miles Davis, whose work has been called one of the greatest musical legacies of the twentieth century’, remained controversial until the end, and this definitive biography examines the controversy from all sides. With acces to the inmer circle of Davis’s Friends and associates, Ian Carr includes new interviews with such jazz greats as Max Roach, George Russell, George Avakian, Ron Carter, John Carisi, John Scofield, Bill Evans and Jack and Lydia DeJohnette, and revisits those who contributed to the first edition, including Keith Jarrett, Dave Holland, Joe Zawinul and Paul Buckmaster. This new, revised edition is an essential source for those who want to understand Miles, his
music and the jazz life’.
(https://ww.harpercollins.co.uk/9780006530268/ miles-davis)
La publicación de Carr es doblemente interesante, porque analiza la vida y la obra de Miles desde el punto de vista de otro músico. Algo que añade a la lectura elementos de interpretación que difícilmente podría alcanzar cualquier otro que solo se dejase llevar por las impresiones tonales que la música de Davis es capaz de provocar en oídos más o menos sensibles, o más o menos habituados a su música. Por ello, el autor ha incluido en su estudio un repertorio de partituras, capaces de ayudar a los más entendidos en la comprensión de las creaciones y variaciones jazzísticas de algunos de los temas creados o interpretados por el artista.
No contento con ello, la edición distribuida en España incluía un DVD con la grabación del concierto que Miles dio en Munich en 1987, acompañado por una de sus últimas bandas, en las que junto a integrantes poco conocidos, ya se avistaban futuros músicos del espacio jazzístico actual, como el saxofonista Kenny Garret. El concierto refleja el tiempo final del desarrollo musical de Davis, dominado por la presencia de instrumentos de última generación y, por supuesto, mayoritariamente eléctricos. Los créditos de este interesante encuentro muniqués son los del siguiente cuadro: Y en cuya música encontramos un modo Personnel: Miles Davis (tp, kb), Kenny Garrett (saxes, fl), Bobby de entender el jazz que no a todos ha acabado Irving, Adam Holzman (kb); Benjamin Rietveld (b), de convencer, pero que se había iniciado muMarilyn Mazur (percussion), Joseph "Foley" McCreary cho antes, cuando Miles dio un giro total a su (g) & Ricky Wellman (d).
trayectoria, creando el mítico álbum Bitches Tracks: 1. Perfect Way, 2. The Senate, 3. Me & U, 4. Brew, en 1970, del que mucho se ha venido Human Nature, 5. Wrinkle, 6. Tutu, 7. Time After Ti- diciendo y aún sigue dando que hablar me, 8. Splatch, 9. Heavy Metal Prelude, 10. Heavy Me- (http://www.jotdown.es/2015/11/bitchestal, 11. Don't Stop Me Now, 12. Carnival Time, 13. brew-viaje-alucinante-a-la-mente-de-milesTomaas, 14. New Blues, 15. Portia. davis/). Enlace en el que pueden disfrutarse audiciones de los momentos más señalados de Recorded: July 18, 1987 at the Munich Philharmonic la evolución del artista. Pero en la que aquel Concert Hall, Munich (Germany). ZDF/3-SAT TV broadrevolucionario Bitches Brew significó la rupcast. tura con buena parte de los puristas del jazz. Muchos de ellos tardarían bastante en reconTotal Time: 132 mins. (approx.) ciliarse con un artista, que –en realidad– lo único que hizo en su vida fue experimentar y comunicarse con cualquier modo de expresión musical que iba encontrando. Eso sí, fundiéndolo con su sólida formación académica, en la que el jazz siempre había sido el núcleo a partir del cual formalizó toda su producción. Si queremos entender esta apasionante manera de entender la vida y obra de una personaje trascendental para la cultura contemporánea, como fue Miles Dewey Davis III, la lectura de esta obra, editada en castellano por Global Rythm Press en 2005 resulta aún imprescindible, aunque para nuestros bilingües lectores puede recomendarse la edición en lengua inglesa de Harper Collins.
Curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) Juan Manuel Prieto Tellado.
Durante el último trimestre académico se ha llevado a cabo un curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) dirigido al personal de este centro, que se realizó el día 18 de abril; experiencia que además está acreditada por el plan nacional de RCP de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Coronaria. Parte del profesorado y una conserje recibieron rutinas sobre reanimación básica, para que puedan actuar de forma eficaz antes de la llegada de la ambulancia y ayudar a salvar la vida de nuestros alumnos y alumnas, los propios profesores y otras personas que se pudieran encontrarse necesitados de estas prevenciones sanitarias. Este curso se ha realizado dentro de la comunidad escolar, gracias a la ayuda de algunos padres, médicos de urgencias, los doctores Lola Cárdenas Cruz y Francisco M. Parrilla Ruiz y un profesor de esta especialidad de la facultad de medicina, el doctor Antonio Cárdenas Cruz (instructores en SVA y SVB del plan nacional de RCP), que se han ofrecido a materializarlo en nuestro instituto; con lo que, una vez más, damos un gran paso en la colaboración entre familias y profesorado, ayudando al enriquecimiento de nuestra institución. Se trata de una formación sanitaria muy conveniente para docentes y personal de administración y servicios en centros educativos, ocupa poco tiempo y puede dar grandes beneficios. Su desarrollo contó con la participación de un grupo reducido de dieciocho participantes y ocupó una tarde, aunque podrá repetirse cuantas veces sea necesario para completar tan necesaria formación a todos los interesados. Esta actividad formativa implica una primera parte teórico-práctica y dos talleres: uno, sobre el uso del desfibrilador; otro, sobre actuación en caso de asfixia por atragantamiento. Todo, con la información previa y posterior facilitada, donde se adquieren los conocimientos y habilidades para la utilización de un desfibrilador externo semiautomático (DESA). Aunque, en principio no disponemos de ningún dispositivo DESA para el instituto, esperamos que, dada su extrema conveniencia, pueda procederse a adquirir una unidad para el próximo curso académico.
El cursillo empezó con un PowerPoint con información teórica de cómo se debía reanimar, para seguir con la parte más divertida en la que más se aprende, la práctica. Consistió en hacer la reanimación a maniquíes con la ayuda de mascarillas. Además, se explicaron las maniobras en caso de atragantamiento, para lo que se utilizaron maniquíes (adecuados para esta actividad), para saber cómo hay que actuar si se presume posibilidad de axfisia. Por último, se practicó con un aparato específico para reanimar que aporta descargas al afectado y se ensayaron algunos conocimientos entre los propios docentes (atención y posición de seguridad). Esta formación se realiza mucho más en otros países que han dotado a la mayoría de los centros públicos con desfibriladores automáticos o semiautomáticos. En nuestro país, se está implantando cada vez más; por ello, la conveniencia de que el personal no sanitario tenga esta formación, así tendremos mayor garantía y seguridad en nuestra sociedad, puesto que va creciendo el número de edificios públicos donde ya disponen de ellos, previniendo circunstancias infortunadas en las que nos podemos encontrar. El conocimiento de la técnica básica de RCP por diversos colectivos de personas genera un beneficio indiscutible, al mejorar el pronóstico de supervivencia ante ocasionales paradas cardíacas. El conocimiento de estas técnicas es muy sencillo, pero no es suficiente disponer de unos conocimientos teóricos, sino que es imprescindible un entrenamiento práctico y unos hábitos que garanticen su correcta aplicación. Una vez finalizado el curso, a través de la plataforma de nuestro centro en Google Apps, se ha ofrecido la información complementaria para trabajar en tutoría con nuestro alumnado. El fallo cardiopulmonar es una afección que puede producirse a cualquier edad, de esta forma, nuestros docentes podrán disponer de conocimientos básicos en reanimación, necesarios preventivamente hasta que venga el personal médico especializado, pudiendo ayudar necesariamente para salvar la vida del accidentado.
La reanimación cardiopulmonar, por tanto, es un procedimiento de emergencia para salvar vidas, que se utiliza cuando una persona ha dejado de respirar y el corazón ha cesado de palpitar. Esto puede suceder después de una descarga eléctrica, un ataque cardíaco, ahogamiento o cualquier otra circunstancia que ocasione la detención de la actividad cardíaca. La reanimación cardiopulmonar o RCP básica, es una técnica de primeros auxilios que puede ayudar a mantener a alguien con vida en caso de accidente, el tiempo suficiente, para que llegue la ayuda de emergencia. Los estudios muestran que una RCP correctamente realizada, también ayuda a mejorar la calidad de la salud para las víctimas de un ataque cardíaco después del accidente, y puede mejorar significativamente su recuperación. Hoy día, hemos de considerar que, aunque muchos trabajos requieren la certificación de RCP y primeros auxilios, como salvavidas y algunos puestos de enseñanza, el conocimiento de la técnica básica de la RCP puede ser útil para todo el mundo en el caso de que un amigo o familiar sufra un accidente. Sin embargo, la práctica incorrecta de las técnicas de RCP puede causar daño a una persona sana y podría complicar una situación potencialmente mortal. Así, las personas que están capacitadas y han obtenido el certificado para esta reanimación deben mantener sus conocimientos para estar al día; los que no, deberían formarse para obtener una certificación, antes de intentar realizar la reanimación cardiopulmonar. La práctica de una RCP básica solo ha de realizarse, cuando la respiración se ha detenido por completo y la persona no responde a estímulos físicos. La evaluación científica ha demostrado que no hay criterios claros, para predecir con seguridad la utilidad de una reanimación cardiorrespiratoria. La reanimación cardiopulmonar debe practicarse sobre toda persona en parada cardiorrespiratoria, es decir en los casos que una persona esta inconsciente lo que supone que la persona no se mueve espontáneamente, no reacciona ni al tacto ni a la voz, por otra parte en el caso de que
no respire, así sucedería después de la liberación de las vías aéreas (desabrochando la ropa que pueda molestar la respiración), cuando no se observa ningún movimiento respiratorio y no se siente el aire salir por la nariz o la boca. El tiempo de compresiones son, al menos cien por minuto, para lograr un RCP de calidad. Esta técnica combina, por tanto, respiración de boca a boca y compresiones cardíacas. La respiración boca a boca suministra aire a los pulmones de la persona. Las compresiones cardíacas procuran restituir la actividad del corazón. Todo ello, hasta que se puedan restablecer la función respiratoria y las palpitaciones cardíacas de manera natural, o bien de manera artificial mediante monitores cardíacos o respiratorios.
Hemos de tener muy presente que se puede presentar daño permanente al cerebro, o la muerte en cuestión de minutos, si el flujo sanguíneo se detiene; por lo tanto, es muy importante que se mantenga la circulación y la respiración, hasta que llegue la ayuda médica capacitada. En Europa hay una parada cardiaca cada cuarenta y cinco segundos, siendo vital la realización de RCP por los ciudadanos, antes de la llegada del servicio de emergencias e iniciar la resucitación temprana; así, efectuar una desfibrilación precoz (en uno o dos minutos) puede mejorar en más de un 60 % la supervivencia. Por este motivo, y para evitar tragos amargos, es de gran utilidad que los docentes sepan cómo actuar en caso de que esos momentos angustiosos se presenten. Deben conservar la calma y la cordura para ayudar a los accidentados con rapidez y efectividad, en vez de alarmarlos o complicar más la situación. La potencialidad de esta formación radica en su carácter inmediato y en su carácter de ser la primera asistencia que la víctima recibirá en una situación de emergencia. Otro aspecto en lo que se incidió fue la necesidad de proteger: es decir, prevenir la agravación del accidente, para lo que es necesario -ante todo- retirar al accidentado del peligro, sin sucumbir en el intento. Inmediatamente alertar: la persona que avisa a emergencias (o urgencias, en su caso) debe expresarse con claridad y precisión, indicando desde donde llama, para poder localizar exactamente el lugar del accidente, además de socorrer y hacer una primera evaluación, comprobando si respira y hablando a la víctima para ver si está consciente y, posteriormente, proceder a la reanimación según hemos explicado. Por ello, hemos propuesto en nuestro plan de formación y en el plan de autoprotección del centro continuar con este tipo de actividades, tratando de ofrecer un conocimiento general de los aspectos más relevantes de la prevención de este tipo de riesgos, y seguir fomentando la formación en la reanimación entre todo el profesorado.
Al finalizar el curso los participantes están capacitados para: ● ● ● ● ●
Evaluar al paciente inconsciente. Realizar compresiones torácicas de gran calidad y respiraciones. Utilizar correctamente un desfibrilador externo automatizado. Colocar en posición lateral de seguridad al paciente inconsciente que respira. Actuar en caso de atragantamiento.
También se realizó una encuesta de satisfacción en la que se muestran a continuación tanto los aspectos consultados como los resultados:
¿Señala aspectos que consideres positivos en este curso? Aquí las cuestiones a responder han sido en el siguiente orden: Debería incorporarse al Plan de Formación Utilidad y necesidad para el profesorado Me ha resultado muy útil y práctico Ha estado muy bien estructurado El nivel ha sido el adecuado para los participantes Capacidad comunicativa de los ponentes Curso muy recomendable Y los resultados han sido los que aparecen en el siguiente gráfico.
¿Qué puntuación darías a este curso? Sobre un máximo de 10 puntos.
Indica la utilidad o necesidad de este tipo de formación.
Puntúa estas cuestiones según tu opinión. Se pedía como muestra final, valorando de uno a cinco cada opción.
A la vista de estos resultados podemos apreciar el alto grado de satisfacción con el curso de la mayoría del profesorado asistente y la necesidad de que esta formación se realice por la mayoría del mismo.
Además, ya hemos comenzado con la ayuda del doctor Cárdenas, un segundo aspecto: la formación de nuestro alumnado con la elaboración de material didáctico, a través de una presentación que se trabajará en las tutorías y continuará con la elaboración de materiales didácticos que puedan ser utilizados por el profesorado y el alumnado de nuestro centro para el desarrollo de este tema. En definitiva, y a pesar de lo expuesto anteriormente, creemos que el proyecto debe estar abierto a todos los profesionales de este centro que quieran sumarse a él. Existiendo la posibilidad de que sean receptores de este curso de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) que, además, integre las situaciones de primeros auxilios y que, en una situación de emergencia, no deje hueco a ningún tipo de improvisación. Como proyecto de futuro, se evalúa la posibilidad para el próximo curso, para aquellos profesores o profesoras interesados en este tema, la realización de un proyecto de investigación con la UGR sobre formación del profesorado de Educación Secundaria en SVB y la transferencia de los conocimientos a nuestros alumnos y alumnas, proyecto que se muestra muy interesante para este centro educativo.