Juan Camilo Cadavid Rivera
E
ntre mares de incertidumbre se camina en la oscuridad, desde los albores de nuestra historia hemos guardado una relación constante entre la vida y la muerte, danzante, cambiante y evolutiva. Nuestros seres queridos y antepasados ¿dónde vagaran? En este mundo o en otro. Centenares de ritos para honrar sus huellas en esta tierra de maravillas, Oh! Animero grandiosa ha sido tu labor y loable tu animo en circunstancias incomprensibles, temerario pues en noches de luna llena, en el día de las animas benditas del purgatorio, Sacas a pasear las almas que aquí se han quedado para penar; recorres las calles del pueblo en la más gélida penumbra, para desfilar con centenares de nosotros, para los que su tiempo ya ha terminado. Sigue caminando sin mirar atrás para ninguna maldición sufrir, sigue caminando animero para darles descanso a las almas que aquí se han quedado. Sigue caminando por este mundo frio que se alejó de la espiritualidad, sigue caminando para devolvernos la humanidad.
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Fin Animero p.5
Animero
«Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí.» Santo Tomás