RAZร N PARA AFERRARSE Juan Lรณpez Juan Cruz Cruz Lรณpez
I
Haber llevado el fuego un solo instante razĂłn nos da de la esperanza.
JosĂŠ Ă ngel Valente
I Miro una y otra vez este paisaje mudo. Aprendo a conocerme contemplando cómo cambia el mundo. Amo las cosas que morirán conmigo y aún más aquellas que verán el declinar del hombre. Que la tierra nos perdone el daño que le hicimos. Mientras deseo conmoverme cada día ante el regalo de un amanecer distinto. Me crece la vida conforme siembro arrugas.
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II Me planto quieto con una sombra de poema cosida en la chaqueta como un remiendo. Quisiera que esta calma se hiciera universal y se parase el mundo. Me pregunto qué puede frenar el caos si no es este lenguaje mudo que parece suspender la vida haciéndola real y mensurable. Quizás sea esa la única riqueza del poeta ahora: poder rehuir la farsa que alimentamos todos, poder hallar verdad donde reina la mentira y la insignificancia.
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III Leo un poema carente de artificio y tiemblo. Brilla como un rescoldo antiguo en esta noche muda y limpia mis heridas cuando lo siento dentro. Duele menos mi dolor al saberlo universal, lejano y misterioso como una estrella muerta.
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IV En este tiempo de torrentes turbios y todavía más rápidos sea la poesía océano en calma para surcar sin prisa, sea oasis viejo, amplio y generoso donde habitar la vida en paz.
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En confinamiento coronavĂrico Yuncler (Toledo) MARZO 2020