EL MILIARIO EXTRAVAGAI{TE, BOLETÍN TRIMESTRAL PARA EL ESTUDIO DE LAS VÍAS ROMANAS Y OTROS TEMAS DE GEOGRA¡'ÍE HISTÓNICN
ISSN:0214-1051 Depósito Legal CA 613/88
Ne 67
Editor, director, redactor-j efe, administrador y mecanógrafo: Gonzalo Arias Los Rosales, 20 29380 Corles de la Frontera (Málaga)
Diciembre 1998 Secretaria:
Hilde Dietrich de Arias
Teléfono: 95 2154499 Fax: 95 2154473
Correo electrónico: gzlarias*@,jet.es
SUMARIO Página Conclusiones del Encuentro de amigos de El Miliario Extravagante ................ LaCalzada de Quinea del'Cantar de Myo Qid' ,por Guillermo García Pére2............ Áspero territorio, de ricos celtíberos poblado, por Luciano Pérez Vilatela................... Suplemento : Mapas 20 y
56.........
2 4
l3
Páginas centrales, sin nttmerar
De Lugduno Convenarum a llerda por el Valle de Arán, por Gonzalo Arias ............ Lo que dicen nuestros corresponsales Consideraciones sobre la Beturia. Escribe Alicia M" Canto desde Madrid El Guadiana como frontera provincial. Sigue escribiendo Alicia Mu Canto Ecos, extractos y reffitos :
29
................. 32
............... 32
A la cola para eUlos próximos números : -+ Itinerario de Diego Cuelbis (manuscrito de fines del XVI) ; ya quedó en espera en el número anterior. -+ Pérez Vilatela tratará de la indumentaria militar entre los antiguos hispanos. -+ José A. Cezón se adentrará animosamente en las vÍas romanas de Marruecos. --> Hemos recibido, talrbién de Cezón, el anticipo de un trabajo sobre interpretaciones del mapa de Ptolomeo.
-+ Loewinsohn investiga la A27 al Este de Brigeco. -+ Minería y calzadas romanas en la región del Guadiato : comentario de un artículo recibido. -+ Una visión de la red viaria navara en un reciente trabajo publicado por la Universidad de Navarra : comentario
+
Información sobre dos miliarios anepígrafos hallados en Cualedro (Orense) que podrían pertenecer a nuestra G10.
-+ Comentario de la hoja KJ-3 I de la Tabula Imperii Romani.
conclusiones del Encuentro de amigos de El Miliario Extruvugunte El 9 de octubre tuvo lugar en la
de la Escuela de Caminos o de cátedras
Escuela de
Caminos de Madrid, tal como se había anunciado, el
"Encuentro de Amigos de El Miliario Extravagante". El número de asistentes (26) correspondió a las previsiones, pues aunque no todos cuantos se proponían venir pudieron hacerlo, sus ausencias se compensaron con otras personas no anunciadas' La toma de contacto entre personas unidas por
unas mismas aficiones pero 9u€, con
pocas
excepciones, no se conocían hasta ahora entre sí fue
el
primer objetivo de
la
reunión, que
quedó
satisfactoriamente cubierto. A partir de aquí puede ' haber contactos más frecuentes, y es de esperar que
El Miliario
Extravagante amplíe su elenco de
colaboradores.
En cuanto a las posibilidades de continuar
los
mapas del Atlas Histórico unavez pasados a limpio los borradores actualmente disponibles, se confirmó 1o que podía ya deducirse de los contactos preliminares a la reunión : que será muy difícil encontrar continuadores para esta empresa, pero que
ello de ningún modo debe significar la suspensión de El Miliario. El sentir unánime de los asistentes era que nuestro boletín debe continuar, sin Atlas si no hay más remedio, pues la publicación desempeña
un papel que, con toda su modestia, no
tiene académicas. revistas parangón entre las más sesudas El editor, director, redactor-jefe etc. tranquilizó a
los asistentes: queda descartada la opción
de
suspensión o eclipse temporal del Miliario. I'a tercera época de éste puede estirarse a todo el año
1999, dedicando uno
o
dos números finales
a
índices. E incluso puede pensarse (aunque esto no se
dijo en la reunión) en publicar en el año 2000, en cuatro hojas en color de tamaño A3 (es decir, lo que ahora son los mapas del Atlas) un Mapa-Indice de las vías romanas de Hispania más claro y completo que el actual. Queda pues tiempo para alimentar la esperanza de que el Atlas encuentre un día continuadores.
Se habló también de la difusión y de las posibilidades de emprender una campaña de promoción, especialmente en universidades, bibliotecas y otras instituciones. Varios asistentes pro¡netieron su ayuda al respecto. El director anunció su propósito de hacer accesible en Internet el Ma¡taIndice y el Catálogo de vías lomanas. Otra forma de difusión sugerida por el director, con efectos quizá a
más largo plazo, consistiría en que se le clé la oportunidad de explicar personalmente a estudiantes
[67]2
de
arqueología o de historia antigua o medieval lo que es El Miliarlo, los títulos de que se enorgullece, sus polémicas, sus manías o caprichos, etc. Se explicó a los asistentes la situación financiera de la empresa, que no es mala este año : pese a la existencia de suscriptores morosos (3 1 en la fecha
de la reunión), había un saldo positivo de 221'520 pesetas, lo que se explica sobre todo por el abaratamiento de las fotocopias en color. [-a conveniencia u oportunidad de mejorar la presentación del boletín dio lugar a un debate animado, en el que se perfilaron dos opiniones contrapuestas. Por un lado, los que creían que una hoja de portada en cartulina o papel más fuefte y con una cabecera en uno o dos colores supondría poco esfuerzoy ayudaría al prestigio y por lo tanto a la mayor difusión de El Miliario Extravagante. Pot otro lado, quienes pensaban que el prestigio y el atractivo del ME no estaban en la presentación sino precisamente en el contraste entre la solidez de su contenido y la austeridad o modestia de su aspecto,
y que sería un error
tratar de rivalizar
con
publicaciones académicas en aspectos puramente formales. En vista del ajustado equilibrio de ambas opiniones fue necesario recurrir a la votación, ganando por tan sólo dos votos de diferencia los
partidarios
de
mantener
la actual austera
presentación.
Otra cuestión debatida fue
la propuesta
de
reproducción de algunas obras o textos históricos de
acceso. Había una propuesta concreta respecto al Reportorio de caminos de Villuga. Del cambio de impresiones resultó la conclusión de que esta iniciativa ocuparía demasiadas páginas del boletín, y que dadas las actuales facilidades para la fotocopia sería suficiente que el ME se ofreciese a facititar copia a quien la solicite de aquellas obras o textos que estén a su alcance. En el caso de Villuga, no obstante, no está enteramente excluido que el consejo editorial decida ofrecer en un número prórinio un mapa que facilite la consulta de unos caminos que, en la versión original, aparecen un
difícil
tanto revueltos. Finalmente, varios asistentes expresaron el deseo cle que se repitiera el encuentro, recalcando qtizá más su carácter de seminario de investigadores que el de consejo de gestores. Veremos, veremos...
G.A.
ya la competencia de Guillermo García Pérez como investigador de rufas cidianas y otros temas conexos (cf. ME 27,10s 44,21s y 45,13). El artículo que sigue, publicado primeramente enRevista de Soria (n'21, 1gg8), es de los que El Miliario Extravagante habría deseado por ofrecer en primicia, ya que tanto por el análisis lingüístico como por el seguimiento topográfico y Como boletín. nuestro de y el espíritu en ias ,otas polémicas encZ¡a perfeitamente en nuestra temática por otra parte el Wp, i¡eie mucho sentido practico y no se avergüenza de aprovechar materiales 'ajenos qi" ,up de interés para sus lectores, ofrecemos aquí el artículo, en versión revisada por el I,,luestros lectores conocen
autor. Conste nuestro agraáecimiento a éstey aRevista de Soriapor darnos su autorización'
LaCalzada de Quinea del'Cantar Por Guilleñno García
de
Mio
Ql,d'
érez Catedrático de la Universidad'Politécnica de Madrid
En el'Cantar de
Mlo Qd' (s.XII),
en la "ruta del
destierro", en el tramo comprendido entre S.an Esteban de Gormaz (Soria) y Navas de Palos §avapalos), exclama el poeta: La Calgaza de Quinea yvala tras passar(v. 400): Atravesó (cruzó) por allí (y) la calzada de Quinea.
siguientes
comentarios: "Consérvanse bien visibles restos de ella
[la
calzada
de Quinea] en una faja liega de unos 3 metros de ancho, que atraviesa las aradas de las inmediaciones del Duero y parece prolongarse como una línea recta, que une el Burgo de Osma- al Norte del río, con Ines, al Sur. ...Y Jamás se rehunde', ni se forman en ella 'bazacadas' con el paso de los carros; añaden que alguien, queriendo cultivar los trozos abandonados, la ha logrado arar, pero sin que haya producido nada el
terreno, por ser duro
y
lleno de guijo. Bien
se
Iría
de
comprende que se trata de una calzada romana.
a la
antigua Termancia. Hoy se
la
llama simplemente 'la Calzada' (nombre que se extiende a todo el paraje de su entorno), pero la denominación d¿ Quinea, que se le daba en tiempos del Cid, es común a otras vías romanas españolas"t (subrayado aquí).
Osma
Pero,
en
1973, Antonio UBIETO ARTETA
cuestionó estos hallazgos con las siguientes palabras: "La anti-historicidad del Cantar es terminante frente a la documentación del siglo XII y XIII, que denomina 'calzada de Guinea' a la que une Mérida con Astorga, mientras que esta fuente literaria fel 'Cantar'f la hace
por San Esteban de
Gormaz,
con un a un
despropósito geográfico que haría enrojecer
Ramón MENÉNDEZ PIDAL (1908) ilustró este
con los
que hay, además, un "Puente de Guinea" en Galisteo (Plasencia), una "Senda de Quinea" entre,Astorga y Carrión y una aldea llamada "Guinea" en Alava.
pasar
Los términos de una vieja Polémica
pasaje geográfico-literario
P
Y, para avalar este último aserto, recuerda el maestro en una extensa nota a pie de página que la denominación "Calzada de Quinea (variante Guinea)" figura en el Fuero de Plasencia (l 189), en la Historia de España ryIf.7) de R. XtvÉNEZ DE RADA (c. 1243), en relación con la división del reino de Alfonso VII (1157), y en la Crónica de 1314; y I M. P., R.: Cantar de Mio Cid. LG. I'1, sucesivas ediciones; en la 5^, 1976, Í. I, pp. 4245. [ncluye dos fotos de la calzada. En una de ellas aparece doña Maria. su enloncesjoren esposa.
peón de camineros actual... " (P' 6). "La aflmación [de Menéndez Pidal], señalando que 'la denominación de Quinea que se daba en tiempos del Cid. es común a otras vías romanas españolas'... es una pura .fantasía ...La documentación recogida para los siglos XII y XIll denominan 'calzada de Quinea' o con variantes seme.iantes solamente a la que unia Mérida con Astorga" como vamos a ver seguidamente..." (P. 76).
"Está en contra de la historia real del siglo XII la afirmación de que la calzada de Guinea pasase el Duero por Navapalos. cerca de San Esteban de Gormaz" (p.188):.
El profesor zaragozano concluye diciendo que el poeta del Cid desconoce, y en consecuencia se inventa, toda la geografía del entorno de San Esteban de Gormaz.
Las posiciones de Ubieto han sido muy aireadas después por cierlos autores cidianos próximos al historiador valenciano-aragonés, y por algunos hispanistas británicos. Sin embargo, la geografía, la toponimia, la arqueologiay la historia implicadas en esta disputa, así como una observación más atenta de
la cuestión, permiten afirmar que, en esta polémica, larazón estaba de parte de MenéndezPidal.
2 UBIETO ARTETA, Antonio (1972): El 'Cantar de Mio Cid algunos problemas históricos Valencia. 1973.pp.6,76 y ss., 187-188
[67] 3
exhibe ahora enhiesto a la entrada del Museo de Tiermes. El fragmento intermedio, el que contiene la inscripción qué hu permitido fecharle, había sido ,""ogido dos o tres años antes por alguno de los urqréólogot que trabajan en el yacimiento de Te^rmes, quien, al parecer, despreció y abandonó como inútil el resto del guijo3 o "cipo", como lo
llamó de oídas Pedro de PALOL en
cierta
Foto 2 - Fuente de [a Venta' Fragmentos del miliario. en el lugar en que los encontré
Siguiendo la senda que discurre
torentera donde encontré
Foto
I - Termes'.
Itinerario
Tiermes. Enlosado, bajo la ermita'
de la calgada de Quinea
de Termes a (Jxama se conserva aún visible en varios tramos de su recorrido' Parte de (pasa por) la ermita románica de Tiermes (Termes, Soria), donde, tras las correspondientes excavaciones, puede verse ahora un trozo enlosado' Se dirige desde allí hacia "Los Castillejos" (Hostal), y, manteniendo siempre la misma orientación, hacia la Fuente de la VenÍa (Venta-Malo), que estaba a la derecha de la carretera de Retortillo a Ayllón'
La
calzada
Este último tramo, en el paraje
a la vera de
el miliario,
la ullos
doscientos metros más arriba de la carretera aparece enseguida un camino ancho y bien marcado: es la calzida, que remonta el laderón con pendiente
uniformea.
En los días claros, esta línea,
perfectamente definida en la ladera, se puede ver, contemplar y fotografiar desde la propia carretera' Arriba, a la derecha, el alto de San Ginés (1'262 m); a la izquierda, el pueblecito de Torresuso'
llamado
Cornicabra (higuera u olivo silvestre), está borrado' Es terreno de labrantío, muy degradable en las calzada reaparece de nuevo como senda junto a la próxima torrentera, a la derecha de la
torrenteras.
La
mencionada calretera: la "Fuente de la Venta" y venta desaparecidas). En 1985, en circunstancias sintetizadas en mis Rutas del Cid, encontré allí abandonado, sobre el cirato de la finca a la derecha de la torrentera, dos de los fragmentos, el primero y el terminal, ambos anepígrafes, de un miliario de la época de Decio (c. 250 d.l.e.c'), que se
(fuente
16714
l-oto 3 - Acceso al Alto de San Ginés de epigrafia 3 BOROVIO, Maria -v otros: "Diez años (y dos siglos) soriana", C e It i be r iq'7 4 (1987 ). pp. 246-247'
+ ceRcÍe PÉREZ. Guillermo (1993): Elpha. "Caminos antiguos del eutorno deTermes" (mapa)'
Qd' pp l28-129
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Tramos hiqotéticos
CALZADA DE QUINEA
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éá*¡no en dirección calzada
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Mapas topográficos facilitados por el autor
Tratamiento digital
:
Antonio Zanón Ballesteros Mapa del conjunto por
el servicio cartográfico de El Miliqrio Extravagante (La Calzada de Quinea es la vía
Gc5l del Mapa-índice del M.E.)
[67] 5
En dicho alto, la calzada gira un poco a la derecha'
Se cruza por
allí con el "Camino de
Camascosa a
Torresusoi (puentecillo romano sobre el río a la salida de Carrascosa). Atraviesa luego como senda un vallecillo, y reaparece de nuevo en la llanura (El Raido), a la vera del "Camino Real", donde, en Hoz de Aliba, llaman "la carretera romana")' Entre el Raido y el Mojón Blanco -un hito con tres letras grabadás en sendas caras (C, A, Q) que dividía las Íi"..us de Caracen a, Ayllón y puintanas Rubias (villa incorporada a San Esteban de Gormaz)-, se el agger casi intacto por espacio de más de "onr"*u una legua. Y, salvo en el tramo del citado paraje de Cornicabra, al parecer borrado ya en la Edad Media, entre la ermita de Termes y el Mojón Blanco esta calzada sigue sirviendo, a su vez, de mojonera o marca de límites entre la Tierra de Ayllón (Segovia) y la de Caracena (Soria). Orientación natural para quienes deseen recorrerla: a nuestra espalda, el cerro Bordega (Termes); al frente' el Otero de Quintanas Rubias, que marca la dirección de Urama.
calzada cruza después, casi en vertical, la carretera de Montejo de Tiermes a Las Hoces' esta Quienes viajen en automóvil pueden aprovechar
La
vía para observar
el agger mencionado' Lo
ambos lados de la dicha carretera, alejándose un poco en ambos casos, al toparse con
encontrarán
a
las primeras matas de enebro (sabino) de ese monte' A partir de dicho cruce, la calzada discurre casi
paralela a la línea que marca el monte, siempre a la izquierda del Camino Real (transitable con coches de campo), hasta dicho Mojón Blanco (en la carretera de
Monte-io a Quintanas Rubias)' Deja un poco más a la izquierda, y la espesura un vallecillo de la mata del monte a la derecha. En el Mojón Blanco -un guijo de más de un metro de alto que yace desmontado y abandonado a la vera de dicha carretera agraria- nuestra ruta vuelve a gkar un poquito a la derecha, para continuar por espacio de una media legua, hasta La Asomadilla, por la mencionada vía parcelaria de Montejo a Quintanas Rubias. Allí, cuando esta pista gita ala derecha para dirigirse a Quintanas Rubias de Arriba, la calzada confinuaba con su orientación predominante, es decir, sin girar, hacia Quintanas Rubias de Abajo (Véase la senda correspondiente en el mapa topográfico del IGN, Hoia 105). Ahora hay que caminar campo a través por espacio de I km, y procurando no perder la orientación, para volver a encontrarla. Pero los viejos labradores recuerdan aún
tiera de
Foto 4 - El Raído. Uno de los chozos -construidos, Ialvez' con piedras de la calzada- quejalonan el itinerario'
y
antes de que apareciesen los tractores, la marca que dejaba en los sembrados la mies cofta y escuálida que lograba crecer sobre la vía roturada.
en ese tramo, junto a la senda,
calzada crüza el "Camino de Ayllón a Berlanga" en la vaguada de "La Puntilla", donde aparece como zanja. Desaparecido en ese tramo cualquier rastro de agger o de calzo, continúa como senda por esas lastras (Los Losares), y al asomar a Quintanas Rubias de Abajo, reaparece de nuevo
La
como zanja.
Desde este pueblo se dirigía hacia Ines'
Se
recuerda un enlosado en la parte más fangosa de la
Dehesa, en
el Camino de "La Villa" a Ines' Se
recuerda asimismo un agger, muy marcado, antes de que se hiciese la carretera actual, entre el cruce del Arroyo Madre y el pueblo de Ines; a la vera del camino ordinario, a su derechau.
Desde Ines, dirigíase hacia la Ermita del Santo (San Hipólito), siguiendo la dirección de la carretera actual. Y, tras salvar el paso del Duero, reaparece de nuevo en la vega de Pedraja: paraje conocido como "La Calzada". En torno a los límites actuales del témino de este pueblo (barrio de San Esteban de Gormaz) con el de La Rasa (barrio de Osma)' Del examen de los datos sobre nombres y distancias de parajes contenido en el Catastro del Marqués de la Ensenada (San Esteban de Gormaz, ano tZS:¡ se deduce que en el bamio o arrabal de Pedraja se llamaba "La Calzada", en esos años, al espacio comprendido entre el 114 y el 112 de legua, en sentido de la marcha del Cid (hacia Navapalos), el
5 RABAL, Nicolas (1888): "Una visita a las ruinas de Termancia"; BR4H, p.452, registró ya una expresión semejante: "lo que los naturales llaman antigua carretera".
[67] 6
6 Puede observarse una situación similar. etr otro camlno' Pedraja y el Molino de los O.ios.
entre
río Duero y el "Cno. de Pedraja a La Olmedar. En el mapa topográfico del Instituto Geográfico Nacional (Hoja 377, datos de 1954), el "Camino de Ines a El Burgo de Osma" es casi una línea recta, salvo en el entorno del Duero. Y figura todo é1, desde Termes a Osma, como camino carretero. Además, en
le llamaba también "Camino de los "Camino de los Guiiarros", denominaciones que suelen corresponderse con calzadas romanas. Estamos, por tanto, sin duda alguna razonable, ante la calzada conocida por el poeta del Pedraja se
Moros"
y
Cid como calzada de Quinea.
En Portuguí, nuestra calzada se unía con la que venía de Ocilis (Medina), Barahona, Valerianica (Berlanga), y Gonnaz hasta (Jxamct, accediendo juntas a la acrópolis ("Casa de los Plintos", etc.) de la ciudad rorlana. Las huellas de este acceso están excavadas en la roca en las inmediaciones del puente actual, junto a la alcantarilla de la carretera, en la palte izquierda de la torentera. Y, además, unos 50 m más arriba: al tomar una nueva torrentera, la que
sale por la derecha. Desde ese punto hasta la puerta
de la muralla (ruinas), se deja aún seguir
cotr
facilidad bordeando el precipicio de la cantera actual.
El paso del Duero, un problema por aclarar
No se sabe a ciencia cierla por dónde ni
cómo
cruzaba el Duero esta calzada de Quinea' La ermita de El Santon'. Sa, Hipólito, seguramente
Hipólito (protector griego de los cameteros, en particular án los pasós ae las aguas con carros)ro, sugiere que este paso estaba en su entorno. Tal vez hubiese un puente romano a la vera de la ermita, donde más se estrecha el cauce del río. En tal caso,
podrían proceder de aquí los miliarios (285-293 y 305 d.l.e.c., Museo Numantino) del Molino de los Ojos (San Esteban de Gormaz), que se encontraron unos 4 km río abajo.
Foto 5 - El Raído. Aspecto acfual del agger.
Hoy día, en la vega de Pedraja, en el
tramo
comprendido entre La Barca, sobre el río Duero, y la vía muerta del ferrocarril, ese camino, la calzada, aparece transformado en pista agraria (transitable con turismos). Pero vuelve a verse en su traza vieja, por espacio de unos 500 m, entre dicha vía férrea y el cruce con el "Camino de Alcubilla del Marqués a La Olmeda". A partir de este punto desaparece en unos 500 m, borrada en el descenso a esa vaguada por las labores de los modernos tractores y, en la falda de ascenso, por profundos arroyamientos. El camino ahora borrado continuaba casi recto, en dirección al collado que aparece a la vista al coronar
la lomilla. Desde el collado se dirigía, también
en
línea recta, hacia Portuguí (río Ucero, parte baja de la
ciudad de Uxama). Aún se pueden ver algunas huellas del mismo (agger entre atroyamientos en la subida, pared en el descenso, etc.) en el entorno de dicho collado (El Portillo)8, donde la sustituye ahora una pista agraria.
7 AYUNT. DE SAN ESTEBAN DE GORMAZ: Catasfto lr4arqués... Respuestas Cenerales. Eclesiásticos,
I y ll. fols. 501 v.
del
545"
637, "Vadocarros", fbls. 544 r., 544 v., 545 r., y los que figuran aquí una reférencia posterior. No tuve tiempo para consultar los libros Seculores \3 tomos). La muestra me parece. no obstante. suficiente.
en de
8 ORTEGO. Teógenes: Tiermes... (1982), p. 17. "El S.O. de la prov. de Soria en época romana", mapa, ofrece un trazado aproximado.
9 PALOMERO PLAZA. Santiago (1985): "Sobre algunas ermitas y romerías y su relación con la arqueología y las vías romanas de la actual
provincia de Cuenca", en ll Jornadas de Etnolopiía de Cas¡illa-La Mancha (Ciudad Reol. 1981),Toledo" 1985, pp. 273-287
I0GRAVES. Robert (1985): Los mitos griegos, t. I. pp. 445 y ss.: Víctima de las calumttias de Fedra. su tía y madrastra, que no consiguió de él los favores amorosos que tanto anhelaba, Hipólito tuvo que salir de Atenas con su carro a toda velocidad. "Cuando pasaba por la parte estrecha del Istmo. una hola gigantesca... se lanzó rugiendo hacia la costa, de su cresta surgió un gran lobo marino (o, según dicen algunos, un toro
.v
blanco) que bramaba y arrojaba agua. Los cuatro caballos del carro de Hipólito se desviaron hacia el risco, enloquecidos de terror, pero como Hipólito era un aurigo experto. impidió que se precipitaran por el borde. Entonces el animal corrió alilenazadoramellte tras el carro e Hipólito no pudo conseguir que sus caballos avanzaran en línea recta... Hipóltto. enredado en las riendas..., murió arrastrado por sus caballos, mientras su perseguidor desaparecia... Ártelnis ordenó a los trecenios que rindieran a Hipólito honores divinos, y que desde entonces todas las novias trecenias se cortaran las coletas y se las dedicaran. Fue Diómedes quien dedicó a la intagen de Hipólito el antiguo templo de Trecén -v el primero que le
olreció r¡n sacrillcio
El
anLral...
ánima de Hipólito descendió
al Táfaro, y
Arternis, ntuy
indignada. pidió a Asclepio que resucitara su cuerpo. Asclepio... tocó tres veces el pecho de Ilipólito con la hierba que había resucitado al cretense Glauco, reprtiendo ciertos encantamientos, y al tercer toque el difunto levantó la cabeza cle la tierra... Ártemis (Diana) después de vacilar entre Creta y f)elos como lugares mas adecuados para ocultarlo, lo llevó a su bosquecillo sagrado en la italiana Aricea. Alli, con el consentimiento de la diosa, Hipólito se casó con la ninfa Egerirt, y todavía vive junto al lago entre espesos encinares. rodeado de precipicios escarpados... En el templo de Asclepio en Epidauro una tablilla constata que Hipólito le dedicó veinte caballos en agradecimiento por haberlo resucitado... Sin embargo, los trecenios dicen que Hipólito no murió, y que los dioses se lo llevaro¡r para ponerlo, como ejemplo de auriga excepcional, entre las estrellas" (Constelaoión del Carro). Hipólito significa en griego Caballo de Piedra.
16717
Los tres pasos mencionados obligan a hacer un pequeño quiebro en la línea recta que marca la áirección de la calzada. Tal vez quepa, pues, seguir buscando un cuarto paso (es tarea para arqueólogos subacuáticos) en el tramo comprendido entre El Santo y la Barca. En el mapa del S.G. del Ejército (1959, Hoja 377) figura una islita en este lugar. No pude verla, sin embargo, cuando lo exploré. Pero ádui",to que fue un día en que, a causa de lluvias recientes, bajaba el río muy crecido. El cerro de la derecha de La Barca se llama La Campana (983 m)' Visto desde el Nofte, no tienen forma de campana' torre¿Hubo alguna Yez en sus inmediaciones alguna de suerte alguna campanario o debemos pensar en campana para avisar a los barqueros?.
Foto 6 - Presa de Olmillos
Otra posibilidad es que se pasase el Duero por un badén empedrado. En este supuesto, el badén (forma usada con cierta frecuencia por los romanos), estaría
Calzada de Quinea, una denominacbn generalizada
bajo la Presa de Olmillos, unos 300 m aguas abajo de
la ermita, donde se advierten aún un islote
y
las
huellas de un vado, al que se accede desde la calzada por la vega de Pedraja. En el pueblo de Olmillos se
dice que, cuando cortan el agua del Duero para desviarla al Canal, se puede ver aún por unos instantes, entre hierbas y malezas, el enlosado de sillares del vado: Bodomoros (Vadomoros), Yadocatros. Pero, lamentablemente, no he podido presenciar este fenómeno. Explorando deprisa el entorno, yo mismo vi en una ocasión, a la izquierda del río, y un poco más abajo, un sillar calizo
Y
supuse que procedería de ese badén. (En San Esteban de Gormaz se dice lo mismo sobre el celebrado Vado de el Cascajar, situado a 114 de
descabalado.
legua, aguas abajo, del pueblo)r'. En el mismo pueblo de Olmillos, un poco más abajo, se han encontradop ondus de telar y otros restos romanos. LaBarca, a unos 500 m, aguas arriba de la ermita, ha sido el medio habitual de pasar el río por ese entorno, camino de los mercados y demás servicios de El Burgo de Osma, hasta los años sesentar2. Y dicen que, en los duros inviernos, cuando se helaban las aguas del Duero, algunos mozos pasaban sobre la capa de hielo con sus bicicletas.
ll
Catastro del Marqués-.. Respuestas Generales Eclesiásticos' t. 17 53, op. cit. : "La Calzada", fols. 2 l v., 22 r., 84 v., 241 v.. 636 v., 696 v., 671 v., 684 v., 779 v., 826 r. 827 r., 83I r. y v ; "Vadocarros", fols. 67l v., 695 v., 790 v., "Ribera del Vado"" fols. 106 r., 107 r.; "Santinaria", fol. 780 v. La toponimia complementaria a poner en juego en el estudio de esta calzada es la siguiente: "El Cubitlo". fols. 85 v., 86
I y ll, año
r.,102 v.,778; "Cubillejo", tbl.828; "LaTorrecilla", fols. l13, l13 v.
"El Guiio", fol 449 v.; "EI Guijoso", fol. 450; "La Media Legua", lol. 473: "La Crucera", fol. 820 v., 824 v.; "El Portillo de Pedraja", fols. 381 v., 475, 477. 735. 737, 849;'Portillalbo", tbl 369 v "Portillo de
Se me ocurre, además, que, así como Fuente Dé (Cantabria) -por poner un ejemplo- es un apócope de Fuente Deva (del río Deva), así el mencionado PortuGuí podría ser ulta contracción de Puerta de Guinea,
Guijosa (Agriza), del Guijo o de Guijarro (miliario). De hecho, en el mismo lugar tenemos un "Fábrica de la Güera", aÍérisis de Agüera. Ramón MsNÉNopz PIDAL y Antonio UBIETo convienen, según se ha visto, en que la conocida Calzada de la Plata se llamó antes, al parecer por bastante tiempo, calzada de Quinea. En efecto, en relación con las divisiones de reinos de Fernando I (1065), y de Alfonso VII (1157), la calzada de Quinea o de Guinea (Q y G se intercambian aún hoy día con bastante frecuencia, en especial en las trasliteraciones del árabe) figura como límite entre los reinos de León y Castilla en decenas de manuscritos de la Biblioteca Nacional. No es preciso detallar aquí las referencias. Cabe añadir, no obstante, que figura también en un tratado acordado entre Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla en 119413. R. M. PIDAL afirmó que "la denominación de Quinea... es común a otras vías romanas españolas". Pero no aportó pruebas concretas. Y Antonio Uelero replicó, por su parte, según se ha visto, que tal aseveración era "pura fantasía". En efecto, en principio, salvo el Guinea alavés, todos los casos citados por M. Pl»el están, como ya señaló UelETo, sobre la Calzada de la Plata. Sin embargo..., no llevaba raz6n UglEto: la llevaba don Ramón'
de
;
Carrazamala", fol. 272 v.
l2
ver allí unas escalerillas de
tierra Aún se cleterioradas en el lugar donde atracaba la barca de remos que sutituyó a la ba¡caza movida con filaroma que transportaba carros. animales y personas.
t6z 8
pueden
l3 GONZÁLEZ, Jnlio. Alfonso 1{ t. II, Madrid, 1944. p. l17: "Ef tenninus que concluditur inter flumen Xerit et riuum Verneliam et calciatam de Quinea qui est in regno legioni populari non debet sed remaneat in regno legionis".
Veamos:
Perazancas (Palencia), entre Aguilar de Campoo (Villegia) y Cervera de Pisuerga (Pisoraca),
En
se conselva aún un "Tras Quinea"l4 en torno al camino que conducía hacia el conocido Puerto de Piedrasluengas, acceso por esta parte al valle de la Liébana (Potes: portes, puentes) y al Oriente de Asturias (desfiladero de la Hermida:ermita).
y a unos 6 km. al O. del Km.220 de la N-ll, hay un Alto de Carra-guineal1. Está, precisamente, en el Cno. de Villangómez a"LaCalzada" (Lerma). En Bañuelos de la Calzada, coto redondo, y casa que fue de Alfonso X, situado entre Spinaz de Can (Espinosa de Cervera), Caleruega y los Arauzo/s (Burgos), llamaban asimismo (1272) "Calzada de Quinega"ts. La monja archivera del convento dominico de Caleruega me comunicó hace unos años por carta que ella había visto las expresiones "calzada de Quinea" o "de Quinega" en bastantes documentos. Y, según Emilia Cámara (B.N.)' en los años cincuenta se oía aún hablar en Caleruega de una calzada de Quinea.
Claudio SÁNcHpz-ALBoRNoz menciona otro
Quinea en los Picos de Europa, entre Posada de Valdeón y Poncebosl", aunque me inclino a creer que es una mala lectura de Cares.
Parece, incluso, que el nombre de la calzada de Quinea del'Cantar del Myo Qd'ha llegado también hasta nosotros, autlque sea el1 formas y variantes más o menos deformadas. Veamos: E,n el citado Catastro... Respuestas... San Esteban de Gormaz,
Foto 7 - La Rasa. Salida de la Vega de Pedraja
En 1874, C. Men'rÍNEZ GoNZÁLp.z dice que "el tramo de la calzada de Astorga a Carrión, que corre de una y otra banda del Bernesga por las inmediaciones de éste, era denominado Senda de Quinea"ls. Y, en efecto, se consetva aún el topónirno Quinea,junto a un paraje denominado Valle [de la] Calzada, entre Calzada del Coto y Calzadilla de los Hermanillos (unto a Las Quintanas, Valdequinta y
Eclesiásficos, t. I y II, año 1753, figuran, en el entorno de "La Calzada" acotado anteriormente, las siguientes denominaciones: "Senda Sanchinaria" (léase Senda Quinaria, fols. 547 t., 547 v', 640 r., 640 v.), "Senda San C/zinaria" (léase Quinaria, fol., 639 r.), "Sanlittaria" (fol. 603 r.), "San/inario" (fol. 580 r.), "San/ina./ia" (fol. 244f0
.
u.
otros topónimos ro-anos) En Villangórnez, a unos 30 km. al Sur de Burgos, l7IGN: MIN, l:50.000, Hoia 238, L'illargonzalo 14 CORDALIZA APAzuCIO, F. Roberto
yJ M
CANAL
SÁNCUpz-peCiN. Toponimia palentinq Palencia, 1993, p. 369.
l8 MARTÍNEZ. Eduardo: Colección diplomática de Caletuega. Vergara, l93l " p.22. "Otro [mojón] en la calzada deQuinegd' .
la
15. HERNÁNDEz Gtl,tÉNEz, Félix: "El convencional espinazo montañoso, de orientación Este-Oeste. que los geógrafos á'rabes atribuyen a la Península lbérica", en Al-Andalus. XXX (1965), pp. 201-277"
19 SÁNCHEZ-ALBORNOZ, Claudio: Origen de Oviedo, 1974, t. II. p. 165. "Curso del Quinea".
recogido en lDEtt¡. Estudios de geografia histórica española' vol.llMadrid, 1994, pp.295-371, p. 356. El lector y yo debemos este dato a la diligencia de Ángel ALMAZÁN, que me proporcionó la pista olvidada por mí, que me ha permitido concretarlo. Al parecer. MARTÍNEz aludió al tramo más cercano a la ciudad de León. No he podido encontrar su texto. En realidad, el Bemesga viene a ser el eje de simetría del trayecto completo Astorga-Carrión. Esta calzada se deja seguir aún con cierta facilidad en los correspondientes mapas topográficos: Astorga (h. 193): Estébanez-La Calzada, Hospital de Orbigo (Puente romano) . Santa María del Páramo (h. 191). "Calzada de los Peregrinos"; León (h. l6l). en
20 AYUNT DE SAN ESTEBAN D. G. Y ARCH. HIST. PROV. SORIA: Calas¡ro del lvlarqués..., op.cit. Enfiendo que San- es yerro de Senda (send.. sda.)^ de donde sale el absurdo Senda San- (send ): sendasenda. Y, a su vez, que c/ri equivale a Qui-' Cui-. como en la forma canaria Cálnea. Supongo que en los libros correspondientes a las propiedades de los seglares. Seculares (3 tomos), apareceran topónirnos similares. No tuve tiempo para consultarlos. El seguimiento de las degeneraciones de la fornta itrcial (Quinea, s. XII), podrá haoerse, en base
paralelo al Camino de Santiago, por debajo en el mapa. encontramos Las Calzadinas y La Calzada. Esta última entre Fresno del Camino. Quintana" El Jano (853 m) y La Plata. Mansilla de las Mttlas (h I 95): La Calzadu al N. de Burgo Ranero; SaiagtÍn (h. 196). Hermanillos de la Calzadilla. Quinea. Yalle Calzada y Calzada del Coto. Carrión (h. 197) . Calzadilla de la Cueza
y Calzada de los Molinos.
16. I.G.N.: Mapa Topogr. Nacional de España' l:50.000, hoja 196, Sohagun, Madrid, 1974. Obsérvese que R. M. PIDAL, que no supo de este Quinea, coltocía bien, sin embargo, la existencia del topónimo "Senda de Quinea" citada porMARTÍNEZ.
nación..
a las donaciones en las que figuran. en los correspondientes archivos , en particular en las eclesiasticas (Alcubilla, Hospital de San Agustín. "lglesia
de Osma"). El Catastro utiliza también "Calzada de las Virias" (1h./en.
fol. 581), que corresponde a la parte mejor conservada (no acondicionada por la Soc. Azucarera). es deoir. el tramo comprendido entre el "Cno. de Alcubilla a La Rasa" y el colladillo inmediato La parte principal de "La Calzada" fue repasada.v acondicionada para sus fines por la Sociedad Colonia Agraria e Industrial del Duero en los primeros años del siglo XX. según puede verse en las Actas de las Sesiones del Atltnlamiento de la l,'ilta de San Esteban de Gormaz. año 1900, fol. 37 v, y en la carta del gerente de la Colonia. cosida al final del libro. Documentación y noticia que aporto gracias a la diligencia al respecto de Félix GencÍ¡. PALoI\IAR' Muchas
gracias
t67] g
Quinea, Kineo, Guinea...
Kineo es un pico (1.788 pies) en Maine, Estado norteamericano colonizado en 1602 por exploradores y emigrantes procedentes de la región francesa del mismo nombre. Guinea es, como se sabe, adernás de un territorio africano y un caserío canario, el nombre de un pueblo de Álava, en el que, según UBIEto, no se conocen huellas de calzada. Arguineguin es un pueblo con playa en el sur de Gran Canaria. Y, por otro lado, tengo la impresión de que si, ahora que se dispone de ordenadores, se le ocurriera a alguien hacer un índice sistemático de toda la toponirnia registrada en los mapas topográficos peninsulares aparecerian varios casos más. Guinea es, por otro lado, y a título complementario, bastante conocido como apellido. Se suele dar en Cantabria, Euskadi2r, Extremadura, Las Islas Canarias, San Esteban de Gormaz (Soria), etc. No he encontrado, sin embargo, Quinea. Dí con un caso en Madrid, pero al comprobar se demostró que era una mala transcripción de Guinea. En Canarias toma, sin embargo, las fomas Chinea (Quinea) y Xinea (Quinea): Chi-, Xi-, Gi-, Ki-, Gui-.
traído de) y las gallinas de Guinea, así como el maíz y los tejidos llamados guinea son, en realidad, otras tantas denominaciones de origen. En Guinea existen,
río y un territorio
asimismo, ut-t
denominados
Guinalá.
E,l hijo de Herakés (constructor mítico de las calzadas) y de Alcmena se llama precisamente Girreo (Gzineo, Kineo).
En 1 139, aparece un Queneo, hijo del conde británico Coil, en la Historia de los reyes de Brifania23
. Y
hacia I 140 un Guinebald
y
un
Guinebold, guerreros imaginarios franceses, en el Canfar de Guillernto2a. Recuérdese, además, que guineu, elt cafalán, es zorrola, raposa, vulpe (astuto/a). Én relación con el origen, difusión y significado de
la palabra, otras formas a estudiar, aunque más
alejadas, son Gunia, Ginia, Ginaea, Guina, Gina,
Quina, Guiena (Aquitania), Guiana
(Guayana), (árabe), Quinet, Quinicio, Quines, Quinaux, Quinena Guinoda, Guiddno, Guynedd, Quinoy, Quinault, Cu inoy. qu inario. etc:'s.
La denominación Guinea, en los territorios medio occidentales de África productores de oro al otro lado del Desierto del Sahara, podría ser prerromana. Los egipcios, que circun-navegaron Africa en el año 605 a.d.l.e.c., debieron encontrarse allí con algún 23 MONMOU lH, Ceofliey: Hist. de los reyes de Britania (1138' I 139). Madrid. 1981. P. 234.
24 Cantar de (]uillerno, CLXXXIII. trad. de Joaquin Rubio' Madrid. 1997. p. 26 y' 188. Añádase el Cuinena¡ de la Chanson de Roland. 25 Guiena, Guienia (Aquitania). se usa. al menos, desde 725 (cfr': SANDOVAL, P.. ttist. tdctcio. p. 86). La Qurna (Burdeos. Fr.)' lugar con restos humanos del Paleolítico Superior (cfr.. Atlas Hist- El País-Aguilar" 1995 " p. I I ). Quinoy. Cuinoy. yacimiento de época romana en la Calatorao (Zaragoza). calzada romana Guines, villa boloñesa (s lX)' Paso de Cafais (Fr.). Gulnia, Anlaldo de Guinia (cfr. Codex Calix¡ ed' MORALEJO, pp.5l7 y 646). Guina" esposa de Adga Peláez. en 1033 (cfi. FERNÁNDEZ CONDE. F.J.: Libro de los Test. Oúedo' 1971, pp. 1g0.224.245). Guineia de Artials, nombre de varón, en 1313, en Casau, Valle de Arán. Huesca. (cfr. ACA. Perg. 3. 157, Jaime II REGLÁ J, Francia y la Cor. cle Aragón. Í. ll. Madrid, 195 l, p. 4l 6). Ginaea, Dienin (M. BESNIER). Quinicia Talmes, alqueria repartida al Concejo de Sevrlla
Madrid.
Foto 8 - Entre Pedraja y la Rasa.
En Las Palmas llaman guinea a una hierba y a un calabacín. El guineo es una suerte de plátano,
lsí
en
Las Palmas como en Macondo (Colombia)22. La moneda inglesa llamada guinea (fabricada con oro z-t
tÓpez ir¿fNozÁgeL, baac. Etimologíaía de los apellidos
1958. Guinea (Ginea), en Lakarnonte, Ála',al en Orozco, Vizcaya. en 1476; en Amubio, Álava, en Zeanaurri, Vizcaya; y en la villa de su nombre en Álava, s. XV. Signifrcaría pastizal Es variante de A-guinoa; lugar de te-1os; variante de Aguinag4 Lo que le lleva hasta Aguilar, Eguilar y Eguilaz. Especúlese, en tal caso, sobre su posible relación con guijos, grijos, miliarios.
vascos.
B. Aires,
22 GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel: Cl¿¡r años de soledad. segunda mitad: numerosas ediciones. A finales de la Edad Media, en Andalucía y en Portugal, llamaban asimismo guineo "a los habitantes del Átiica subsahariana (Sudán) que llegaban a sus puertos, generalmente como esclavos", Cfr.: LADERO QUESADA, Miguel Ángel: El Mundc¡ de los viajeros medievales,Madrid, 1992, p. 92
[67] 10
"Quinicia. voz árabe que remite a lgleja": Iglesia (cfi. Dicc Goegr. Arábigo Etinológico. Desde P has¡a Z, ¡¡¡s., B.R.A. Hist. 9/6031) Kynon, personaje literario de los tiempos del rel'Arturo (cfr': Mabinogion, Madrid. 1989. pp. 162 y ss lbidem: Mael-Gwyn. rey de Gu¡,rrecld. y embalse tle Guyddno en Gales (s.XIII). Guine-vera: Ginebra, esposa del rey Arturo. Quina. nombre de mujer, en época romana- en San Esteban de Gomaz (cti.: ALBERTOS, L.. La Onont pp 202-206: JIMENO. A.: "Nuevas aportac.", Celtiberia' 84, 1992, p. 94) Guinoda, nombre castellano de mu.jer en el Cartulario de Arlanza. Quinet. Kinneir aparecen fonnas ¡, Quinault son apellidos fianceses, y en el area catalana idénticas o sin.rila¡es. Qurnas del escudo de Portugal. Parece que alude a quinal. clrco. Quina. corteza, perf-ume siriocinco castillos.
,
Qlrinario. iudio. suerte de vino. eto. Quinena, topónimo y cunya árabe Quineni' Kinnesrin (cfr.. Ajbar ivlachnuá. pp. 59. 69, 70, 80. 82. 81, 85' 102. I I l' 205.227: etc.). Kinneret, lago de Palestina. Aguineese. Aginesse. gtnio de la fuente (cfr.: QUINTANA PRIETO, A.: "La relig. pagana ", p 28)'
nombre. Hacia el año 365 a.d.n.e', los fenicios llegaron, según unos hasta el Golfo de Guinea26 y, según otros, hasta, por lo menos, lo que es ahora Guinea Occidental. En Alejandría, en las procesiones isíacas del siglo IV a.d.l.e.c., precedentes seguros de otras católicas actuales, desfilaban, entre otras especies, las gallinas de Guinea27. En De Chorographia del "gaditano" Pomponio Mela, escrita hacia el año 44 d.n.e., figuran la "colonia y río Gna", de donde han derivado, por una pafte, Gana, y, por otra, Gena, Gina, Guina, Guinea. Y este Gna viene a comesponderse con el "no Ger" §í-ger) que menciona Plinio el Viejo en la misma época. En los mapas más antiguos, Guinea, las tierras productoras del oro al otro lado del desiefto, desde Mauritania hasta el Golfo, aparecen con las formas Ginya, Ginia, Ghenei, Ginyia y Gineua28. Los frisos de la ermita de Quintanilla de las Viñas (s. VII) contienen, entre otras figuras, gallinas de Guinea, especie que sigue pululando en los corrales de nuestras aldeas, aunque no sé si por tradición o por reciente importación.
parte, me inclino a pensar que Guinea (Quinea) podría ser de origen beréber-ibero-vasco. Y, con menor confianza, que tal vez esté relacionado con construida (fabricada.¡. coll casa. mansión, posta, torre o algo sirnilar.
Foto 9 - Calz.ada de Quinea. excavada en roca, en Portugui'
En vascuence, Kenea, Quenea, remite, al parecer, a construcción ' Dome-Kenea (¿Casa de Kenea?),
Calzada cle Quinea, un topónimo a descifrar. Ahora bien, 1o que me parece en principio mucho más dificil es poder decir algo indudable sobre el significado de la expresión "calzada de Quinea". Las
variantes, y las aproximaciones a la Yoz que acabamos de mencionar dan pie para fonnular distintas sueftes de acertiios y conjeturas. Por mi
Dorni-Quenea, Done-Quenea, Donu-Quenea. Y un refrán recogido en el siglo XVI por Esteban de Garibay dicá: "l'{ore vere gozog echa-guineau2e: cada uno según su pensamiento hace f¿construye?] su casa.
Pero cabe pensar también en un origen griego: Kinaros está en el Mar Egeo; kinados, zorro (guineu
en
catalán); kinadom, espuerta;
kinathisma,
26 GONZALVES GRAVIOTO, Enrique: "Algunas observacrones acerca del periplo de Hannon",Hisl. Antiqua, XVII (1937), pp.7-20.
agitación, movimiento kinema, cinema, movimiento, que podría estar relacionado con Celeri: "ruta más
27 BLANCO FREIJEIRO, Antonio: "Mitología de las procesiones. Antecedentes paganos de las procesiones cristianas", BRAH, CLXXKI
rapida" (RAVENATE30); kinós, perro, cínico3r, Gineo, hijo de Hércules; Grineian, apelativo de
(1985), pp. 4-53. GULICK, Charles Burton (fransl) Athenaetts Deipnosophists,London, MCMLXXI, vol. VII, pp. l2-13 y 55.
The
28 SCHULTEN, A. y J. MALUQTJER: Fo¡rf¿s Hispanise Antiqtta. Barcelona, 1987, pp. 12,112.32 y 131 Según la Encyclopaedia Britannica, s.v. GuineA esta voz "deriva de la palabra beréber aguinat o gnar¡o. qüe significa hombre negro (y de aquí aka n-iguinctmet?. o t¡era
Vll,
de los negros). el término fue primeramente adoptado por los y, en las formas Guinui4 Giny4 Gheneoa, ¡r Guine4
portugueses,
el siglo XIV en adelante". Ahora bien. la documentación aquí citada evidencia que Quinea o Guinea está bien introducida en el castellano desde, al tnenos, el siglo XI. Según Juatr VERNET: "Navegaciones medievales a lo largo de la costa atlantica marroquí", en el manuscrito ns. 1636-ll de la Biblioteca de "El Esoorial, anónimo, existe un mapa. hecho en 1 192. en el que figura la costa norte tlef Golfo de Guinea (Actas del I Congreso Arqueológico del l¡4arruecos EspañoL. Tetuá1, 1953). Véanse, ademas, VERNE'1, Juan (1953): "lnfluencias musulmanas en el origen de la cartografia náufica", Bol. de aparece en los mapas desde
Soc. Geográfica. LXXXIX (1953), pp. 35-62. Bt-ÁZQUEZ. Antonio: "Estudio acerca de la cartogralia española en la Edad Media". Bol. de ta R. S. Ceográ., XLUII (1986), pp. 190-237 REY PASTOR. Julio: "Problemas cartográficos de la Edad Antigua", Rev. de la Univ de Madrid, | (1952), pp. 7-23. LIROLA DELCADO, Jorge: "El poderio naval en el Occidente Musulmán (siglos Vlll-X): Fuentes para su estudio". Actas del It Col. Hispano'Marroquí de Ciencias Hislóricas (G ranada, I 989). Madrid, 1992. pp. 25 I -260.
la R.
Apolo.
Y hay, además, algún fundamento para postular un origen árabe: calzada de adoquines o adoquinada, es decir, empedrada con quinas (s-quinas) o piedras labradas, y señalada con piedras labradas. Según el Diccionario de la RAE, adoquín viene del árabe addukkan, piedras labradas, escuadradas. ¿De quillas. de quinae, de Quinea?.
29 ESPARZA. Emilio: "Toponimia navara", Prmcipe de l'iona' 94-95 (1964-1965) pp. 67-126. Domekene4 casa I.te 13 en lrrañeta, 1' casa t'P... en Larrapil" p. 107: casa llarnada Domukenea. Dominchenea casa: Domin chenea. casa, p. 108. Elxe: casa. Kene- razi, derribar. destruir (cy'. MÚCICA BERRONDO. Plácido: Dlcc. I/asco-Castellano Bilbao. 198 I ) 30 ARIAS, Gonzalo (1988): Índice de ntansiones y ciudades de la Hispania rotnana. s.t,. (leleret / Celeri.
3l BAILLY.
Dicctionnar¡re Grec-Francais.Paris, 1959'
^.: 1671 11
de los miliarios, ¿Calzada construida?32 ¿Calzada de la mansión, de la casa, de la iglesia, de los perros, de los zoros? ¿Calzada hacia Aquitania? ¿Hacia Cádiz
y
Guijarros"...,
se llaman con ciefta
frecuencia
galiana/s (¿blancas, hacia las Galias?)'
Guinea?. ¿Calzada de quinas (castillos,
torres o adoquines)?. En Francia las calzadas aparecen con frecuencia con los nombres "de Brunehaut"33, "de la reina Blanche"34, etc. Gastón PARIS "sospecha -dice R' M. PIDAL- se trate de una personificación de Roma, de una diosa gala o, acaso, de Semiramis, la gran ingeniera" (loc.cit.). España, además de "de la
pláta"3t, "de los Moros", "de las Brujas", "de los
32 Dicc. R.A.E. 1956. l8a ed.): "Calzada (Del latín calciata via' de calx, calcis. piedra para hacer cal). f. Camino empedrado y cómodo por su anchura ll romana: cualquiera de las grandes vías construídas por io,.o,llunor, de que ha1' aún muchos restos en España" Algunos piensan que Quinea (véase antes), remite a negro. Pero, al-lnque es problema rjistinto. la conexión entre caliza (blanca) y calzada deja casi luera de
juego tal posibilidad. SÁENZ GARCÍA, Clemente: "Cuatro notas de beografia histórica soriana". Celtiberia' 28 (1964). p 157' propone' siguiendo a F. ZAMORA LUCAS, "equinea' de caballos" Pero como dije en otra ocasión, los caballos tro precisan calzadas para transitar' He
leldo otro artículo en esta misma revista donde ya se relacionaba Quinea con el Guinea de Álava, pero no 1o tengo a mano. Me parece qu-e el autor ., p.rnundo sÁENz nionuEJo. Finalmente, Timoteo RtAÑo y M Carmen CUTIÉRREZ, evocaron de nuevo quiñon en 1994: "El autor del Cantar de Mio Cid tiene que ser de la Extremadura Oriental Caslellana"' Ce
ltibe rica, 87-88. PP. 265-21
1
Brunequilda).
34 La reina Blanche designa sin duda a la coudesa Blanca de Navarra que, en 1273, impulsó ya la construcción de calzadas a cambio derechos
de
peaje.
El
documento conespondiente relata
las
disposiciones que toma en esta ocasión Blanche de Navarre para construir "la cal:ada de Baudemont. al sur de Sézanne, que comprendia a la vez el
establecimiento de la ruta y el de dos puentes. La reina Blanca de Navarra. condesa de Champagne, concede por siete años al preboste de Sézanne y a tres empresarios los peajes a percibir sobre la nueva ruta, baio la cóndición de que ellos ejecutaran cada año la séptima parte de la cilracto. l,a condesa se encargará únicamente de proveerlos de la madera bruta necesaria para la construcción de los puentes. Al final del acta se estipula que toda la calzada deberá estar pat'irnentada al término del
séptimo año del contrato" (Cfr.: HubeÍ, Jean,1959, "I'es routes du Moyen Age", en Les routes de Ftance despuis les origines jttsquitá nos jours, p.38). 35 El primer registro conocido de este nombre, según mis noticias.
está en una carta enviada por el almirante Cristobal Colón a su hijo Flernando, hacia 1500, en la que le dice: llevaréisla por la calzada de la Plata rel'rriéndose a la que sigue conociéndose hoy día como Ruta de la Plata. En versión latina (via nobilissima : argentea vulgo diciur), figura enseguida después en la Repetición sexta sobre las tnedidas de Helio Antonio de NEBRTJA "leída en 1510. publicada en 1527 y reeditada en facsírnil por la Unrversidad salmantina en l98l con traducción y notas de "De Jenaro COSTAS RODRÍGUEZ" lCfr.: ARIAS, Conzalo : y el origen p. 24) Pero. 1998. M8.66' medida", antflteatros y unidades de significado de esta denominación sigue siendo muy discutido Deriva'' ,.gún unot, del a¡abe al-áalat; el camino, que habría dado 'al-palat' y' finalmente, "la plata"; y, según otros. de vía lata: ancha (Cfr.: SAI-INAS DE FRÍAS. Manuel l otros: ¿¿r Ruta de la Plata. De Sevilla a Gijón' León. 1993, p. 5). Se conoce una Vía Lata en Rol.na, otra en Gerona' etc'
t67t 12
Otra posibilidad es que, como ocurre tantas veces en toponimia, sea ulla tautología: camino del camino' Según A. CARNOY (1953), en Boulonge se dan las formas Quemm -b er ghe s (9 66), Kene -b er, Quemb ert, que derivan Quenne-val, Kendale, etc., topónimos todos de camm(i)nus, y que se corresponden con las Chin-mon:, Chin-vaux del país de Lieja'
.
33 Brunehaut. Brunegilda o Brunequilda, hija de Atanagl/do, rey visigodo de España, nació en 534; casó primero con Ligeberto' re.v de los Frañcos de Auitrasia, y en segundas nupcias con Meroveo Victima de las guerras fraticrdas que instigó y declaró, murió en Renéve (Borgoña" Francia), en 613, atada por los cabellos a la cola de un caballo, que la destrozó. Su reinado se distinguió por las importantes obras públicas' especialmente carreleras, que llevo a cabo (Enci Espasa' s.t''
de
Foto 10 - Acceso a Llxama de la calzada' marcada en la roca'
M. SALINAS y otros. op. cil., toman como eje de su argumentactÓn "albalata", topdnimo inexistente se conocen lres Albalat (Valencia)' varios Albalaie (Huesca. Teruel. Cuenca Guadalajara)
y un Albalatillo
(Huesca), pero ningún Albalata'. lgnoro, pues, qué razones científicas ha
tenido esia rnedia docena de profesores de las universidades
de
Salamanca- Extremadura, Oviedo y Castilla-La Mancha' para acuñar este
nombre. Otra posibilidad es que tal nombre aluda al agger: plateau en tiancés. plató, platea. plano, etc. En esta misma linea (el misrno campo semántico). tenemos. además, la forma griega plateia (derrvada de platus): plana. ancha. que se aplicaba en la Antigüedad a las vias 'sagrac)as' (I-IAIJSSOUI-L[ER. Bernard: "La voie sacrée de Milet a Didymes", Bibliothéqtre tte t'kote des Hautes Etudes' n' 230' 1921. pp'
Sobre la aplicación del término plateia a las vías sagradas, véase, según este misrlo autor CURTIUS. E. (1854 y 1894): "Zur Gesclrichti des Wegebaus bei den Criechen", en Gesamnelte Abhancllugen, I. p. 27, nota 1.lr'.a calzada de Mileto a Dídimo se puede aún obseivar elt torno a las ruinas de esta antigua gran ciudad (SINANOCLU, AhnteL. Diclynra. M¡letus Priene, Estarr,bÜl, 1997, p' 9)' ia solución podría ser, siu etnbargo, mucho más sencilla calciata detapitlata: calzada enpedrada. Y eso es, sobre cualquier otro atributo o coniideración. "En la'l'itlo de Satt Ansbert', obispo de Rouen (Francia), muerto hacia 692. se hace referencia a una vía publica ac delapidata (lttfon. Germ. llist. Suipt. rer. merov.' f v.' llita Ansberl¡ ¿pri. p 639). lo que debe traducirse ciertamente conto ruta ptiblica y enpedrada. una vez que delapidata había perdido en el bajo latín su sentido originario"
85-i0l).
p' Desde thUBen, J., 1959, "[.es routes de Mo.ven Age",loc. cir, 30) bufanfe y al-balat de pasar a "deJa-plata": fácil muy es rlelapitlata
difi;il. Detop¡dala: deJa-piata. <ie la plata. Olvidado el sentido de delapírlata, calciatld delapiclata cobraría de nuevo sentido lógicolinguistico en oastellano col¡o calzada de-la-plata. No pongo en duda que el a|-balat rentita a cctnülo, sea normal, real, arreci;fe o pavimentado Lo que cuestiono ahora Qtrnimentum: piso o suelo altitlcial construido). ás que al-briat. catnino. calzada, haya dado plata Ademas de las diflci¡lta¿es fonéticas. es1á la falta de se,tido lógico. La transfbnnación sc podría haber producido. en toclo caso, por medio de "camino de al-balal" en nuestra ila yuxtaposioión o redundancia es un fenómeno muy común iopári,"¡al o calzada de al-balat: calzada'de plala' Por otro lado' alb)hd, una voz muy prórima. es "el pais" Pero, insisto' la solución más lógica y' sencilla me parece calciata delapidata :'"calzada de-la-plata"
Plata (delapidata): calzada pública empedrada. Una
Gemechenne lez Dinant viene de geminas cantntinus, y se encuentra en las bifurcaciones de calzadas. lYez' la-Chine se traduce por sobre la Chinelle, y chine-
denominación propicia
quine-, remite con frecuen cia a calzadáí . Talvez estos Cñi-. Ki- estén relacionados coll Kar: piedra, pela, pere, pele... En todo caso, los dafos y argumentos manejados aquí sugieren que Calzada de Quinea (adoquinada) es lo mistno que Calzada de la
I CARNOY. A.: " Dcs Clraussées romaines en Belgique et dans les regions avoisinaríes". L' Antic¡ttité.'Toponymie C lass iq tre. XXll ( 1 953)'
a
generalizarse en
el
área
hispanoárabe.
pp. ZOI-llt. pp. 304 i 308. y Xxlll (1954). pp 5-28, p
7'
Áspero territorio, de ricos celtíberos poblado Por Luciano Pére z Y tlatela
principales,
1. Caracterización de la riqueza
Cuando Estrabón (III 4,12) nos dice que la Celtiberia es "amplia y desigual (anomalos)", perg oorocosa y con esteros" l, que en su mayor parte es apreciación que repite poco después (III 4,13) con "áspera/rocosa" trachy, no está caracterizando un
país rico, pues para los antiguos
el
criterio fundamental acerca de la riqueza de un territorio era 2 la fertilidad de la tierra. Así, nos ha catactetizado oofértil" audaimonike -y en la Turdetania como consecuencia, bien dotada de ciudades (III 2,5)- o del mismo modo, otro autor griego, Apiano de Alejandría, podrá caracterizar la Carpetania como
"fértil" (Iber. 64). No debe ser ajeno a
esta que tuviese olivos. En
consideración el hecho de todos los autores grecolatinos peffnanece la misma
constante. La consideración de fertilidad, de riqueza
agraria llevaba aparejada además
algunas connotaciones, la primera, casi obvia para ellos, que
hubiese abundancia de grano entre
sus
producciones. Pero el lujo agrícola lo representaban los dos cultivos arborícolas mediterráneos
' O
acaso "pantanosa" como propone Capalvo A.,
p 49, lo cual beneficiaría teóricamente la continuidad del pensamiento de Polibio XXXIV 9,12, sobre la inclusión de las fuentes del Anas en Celtiberia, Zaragoza, 1996
Celtiberia, pero también cuanto menos, la parte meridional de Palencia en Celtiberia, ya que entonces
estaba la laguna hoy desecada de La Nava' ' Finley M., La economía de la antigúedad,México, 1986 p 150 s ; Ruiz Galve Mu L., "Sobre la pobreza de los celtiberos", en Burillo F.,PérezCasas J'A., de Sus M" L.,
la vid y el olivo. Es curioso
que
Estrabón incluya el olivo y la higuera -así como las
raíces tintóreas
y los
castores- entre
las
producciones citadas después de la etnografía celtibérica (III 4,15), lo cual no coresponde a la imagen de la barbarie típica (aunque la coexistencia de recolecciones y caza con la arboricultura señalada es de una promiscuidad ciertamente poco civilizada), pero en estas líneas más bien parece referirse al conjunto de lberia o a la parte más oriental de Celtiberia. De este modo, cuando Estrabón dice (supra) que es panphokos kai polyphoros añade un elogio a otro, queriendo significar que Turdetania era productora "de todo" y además "en abundancia" (lll 2,4). Pero antes de cualquier otra cosa, debemos sobreentender que era productora de grano.
Sin embargo, la Celtiberia (entendida en sentido amplio) anterior a la conquista romana no era considerada como gran productora de grano, antes al contrario. Sin embargo en este punto hemos
de considerar que celtíberos y vácceos organizaban con efectividad una rápida cosecha del grano aúr-t verde, antes de dejarlo a merced de los romanos en varias de las campañas documentadas. Así Apiano
(Iber. 54
y
80-83) dedica unas líneas
padecimientos de la tropa romana en 151
y
a
los
136 a'C' de grano
Intercatiay Palantla, debido alafalta -no de comida- y por tanto, al verse obligados a consumir carne de ciervo y caza en general, los estómagos itálicos, habituados a la dieta de la civilización, padecían graves trastornos. Desgraciadamente, la documentación de la conquista sólo ante
eds..Celtíberos,Zaragoza 1986, p 187 s.
l0zl t s
incide en los aspectos políticos de las decisiones económicas, no en la misma economía, como la aludida cosecha de mieses aún verdes por los 3 vácceos en 134 a.C. (Iber. 76) En otros pasajes de la Geografía, Fstrabín ha acudido a un criterio accesorio para la evaluación de las posibilidades económicas de un paisaje, de un chorioln. Acude para ello a una observación de Posidonio de Apamea, según se ha revelado por el análisis filológico, procedimiento algo vidrioso por cierto -el uso de aliteración con pi entre otrosa- : tal criterio de da en la descripción de cieftos pasajes 'odesolados" como los dominios de Hades/Plutón y así nos presenta las contornadas (norteñas) del río Betis junto a Cástulo (ll12,l l y en parte, 10) cuya aridez se compensa por la existencia de filones de plata : "siendo que el país de los iberos está lleno de ellos 1de metales), no todo é1 es pues tan fértil y rico y menos aún la región rica en metales" (lll 2,8)' Y prosigue : "...sucede raras veces que una región sea ambas producciones y también es raro que la ii"u ",-r misma región sea en poco trecho rica en diferentes metales" (Str. id.). También es probablemente de origen posidoniano según Schulten la aludida expresión t 'trachys que utiiiza frecuentemente Estrabón' Sin embargo, el juego de palabras enfre plouÍos "rico" y Plouton de Str. lll 2,9 ha sido comparado con justicia con un uso similar de Agatárquides6 en Diodoro de Sicilia (lII 15) a propósito de una polémica entre aquél y Posidonio. Por lo tanto, debemos ser muy cautos a la hora de atribuir la paternidad de un pasaje acudiendo sólo a criterios estilísticos y probablemente hayamos exagerado todos la mano oculta de Posidonio en Estrabón'7 El elemento geográfico está considerado como causa de barbarie, arrancando el argumento de los celtíberos para aplicarlo a toda Iberia'8 Con r
Wattenberg F., La región vaccea, Madrid 1959 p 35 s'; Solana J.Mn, "La expedición de L. Licinio Luculo contra los vacceos", Estudios en homenaie a C' Siinchez Albornoz. Anexos de Cuad. de H' de Esp., Buenos Aires 1983 p 37 s.
' Mun, R., Poseidonios und Strabo I : Vorunter' suchungen, Gotinga 1929 p l, 40-46. Le sigue Schulten A., Fontes Hispaniae Antiquae VI. Estrabón. GeograJía
ciefta contradicción, Estrabón (lII 4,10) manifiesta a propósito de Celtiberia que los geógrafos griegos no dan informaciones acerca de regiones "pequeñas, bárbaras y subdivididas". ¿No era Celtiberia "amplia" ? Pero en el párrafo que nos ocupa parece que el póntico está constatando el balance negativo
indagaciones documentales sobre las divisiones internas de los celtíberos y aprovecha' una vez más, para ampliarlo a buena parte de Iberia'"
d" .ui
F,nvarias ocasiones, una derrota o retirada de los combatientes celtíberos -no necesariamente en
2.
"Celtiberia"- es la causa y condición necesaria de una posterior presa de botín. Así, ya en 207 (Liv' XXVIII 2,13) cuando Silano elude a los celtíberos de Magón y de Hannón, puede concluir su campaña con laioma de Orongis (XXVil 213 a XXVIII3,1) o en 195 cuando M. Helvio, quien tras vencer a los celtíberos junto a lliturgis regresó a Roma con 14J730 libras de plata en lingote, 17 '023 bigati y 1 0,1 s) ; 1 19.000 en argentum Oscense (Liv. XXXIV en l95 los celtíberos pidieron a Catón 200 talentos por su apoyo (Pluf. Cafo maior Lo, 3 s)' En 184 L' Quinctio Crispino y Cn. Calpurnio Pisón triunfaron uno y otro sobre "lusitanos y celtíberos", apoftando a su triunfo cada uno 83 coronas de oro y 12'000 libras de plata (Liv. XXXIV 42, 5 s)' En 182 Q' Fulvio Flaco, tras muchas bajas habidas en varias batallas junto a (Jrbicua saqueó la ciudad .Y
abandonó el botín a los soldadot 1f-iu. XL 16,7 s)'10 En fin, que en las fuentes de la conquista romana se nos ofrece un curioso rudimento del costo del "sector servicios" militares, dado en metal precioso y sangre, pero más raramente en esclavos' Que en ias fuentes es relativamente frecuente la asociación entre celtíberos vencidos o retirados y botín -o en el peor de los casos para Roma, entre celtíberos independientes y soldada-. Pero a ningún autor
latino se le ocurrió explicar a sus lectores cuáles eran las fuentes de riqueza, el paisaje o las relaciones socioeconómicas de Celtiberia misma, Thollard P., Barbarie et civilisation chez Strabon' Etude critique cles livres III et IV de la Géographie,Bisenzona-
París1987p8sy19s.
'
Pérez Vilatela L., "Etnias y divisiones hispano-romanas Estrabón" . Kalathos 9110, 1989-90 p 205 s ; id',
en
y la división provincial de Hispania en 27 a.C.", Polis 2, l99O p 99 s ; Capalvo, Celtiberia, op'cit, p
de lberia, Barcelona 1959 P 252.
"Estrabón
'u Schulten, FHA VI, op.cit. P 247 . tbid. p tl9.
55
' Así Lafftanque M., Poseidonios d'Apamée. Essai de mise ai point, París l9'/7, se muestra más escéptica respecto a estas presuntas transmisiones a Estrabón'
t
y barbarie en Esfabón", Actas Congr. Andaluz de Est- Clas., Jaén 1981 p 16;
Lomas F.J., "Bárbaros
rlel
I
[67] 14
s.
de los indígenas 'o Fatás G., "Un aspecto de la explotación
por Roma : los botines de guera de la Citerior", Estudios
de
la
Llniv. de Zaragoza, 1913
p 257 s; Knapp R',
Aspects oJ'the Roman experience in lberia 206-100 B'C', Vitoria 1975 p 165 s.
factores que posibilitaban la acumulación de metales preciosos entre los celtíberos.
3. El criterio geográfico para la caracterización de la riq;ieza a juicio de Estrabón perjudica al Oeste frente al Este, a la humedad frente a la sequedad, al Océano frente al Mediterráneo. El paradigma lo
constituye el húmedo Cantábrico, concreción geográfica de la pobreza y batbarie (Str. III 4,16), ionu qr" limita con los celtíberos, por lo que no hay que hacerse demasiadas ilusiones sobre ellos, pese al hecho de que algunos ya visten la toga (lll 4,20)' Sin embargo, desde la perspectiva de los años de la conquista romana, una cosa es que el país fuese frugífera y metalíferamente pobre -acaso el criterio tomado de Posidonio-" y otra que los habitantes de tal o cual región (aquí, de Celtiberia) fuesen pobres también. Se trataba de una mecánica de tesaurizaciln progresiva (celtíberos) y desamortización en beneficio de extraños (romanos), quienes además
hicieron acuñar a los celtíberos la plata que aún quedaba en sus manos y que a través del comercio y los impuestos iba también a parar a las arcas itálicas' Dado que Marco (Claudio) Marcelo pudo obtener de Celtiberia un tributo de 600 talentos (de plata
obviamente), los celtíberos no podían ser "pobres" (Str. III 4,13).
mentalidad antigua era abiertamente favorable a la riqueza. Algo muy distinto es que hubiese una mentalidad capitalista en la sociedad romana, que es un asunto debatido desde Rostovzeff. La riqteza era deseable por sí tnisma, pese a las matizaciones de estoicos y cristianos' Pero la riqteza por sí misma era despreciable si no proyectaba una imagen social del propio rico y de su entorno (V particularmente de sus clientes y allegados). El rico debía ser generoso, vestir con decoro, sopoftar y mantener parásitos y clientes' La racanería del rico era entonces mucho más censurable socialmente que hoy día -baste leer los Caracteres de Teofrasto o las chanzas de Plauto en Aulularia y otras comedias, basadas en similares piezas de la "comedia nueva" ática-. Y los bárbaros tenían el inconveniente de hacer un uso inadecuado de la riqueza : llevaban demasiada sobre el cuerpo, pero se resistían a amonedar o incluso prohibían la circulación de metales preciosos ; no explotaban al
La
máximo sus filones (así, los astures)... ; en conjunto
su barbarie económica venía motivada por
tendencias amortizadoras.
sus
La economía de la Antigüedad, como la de algunos regímenes contemporáneos, estaba subordi-
política. La polis frataba de ser autosuficiente para poder ser autónoma, poder
nudu
a la
gobernarse a sí misma. Los romanos aprovecharon ál creciente sentimiento poliada de los celtíberos Segeda) desarbolando a sus enemigos y
§umancia, favoreciendo las acuñaciones de diminutas polismata (micro-ciudades) de modo que el sentimiento "poliada" no condujese a economías cerradas, puesto que los romanos introdujeron redes comerciales en todas las tierras que dominaron : no
les irnporló tanto que las ciudades sometidas mantuviesen sus leyes mientras continuasen
p4gando sus tributos, y pagándolos claro está en moneda, todos o parte. La autarquía acababa por ser
más reprimible que una considerable dosis
de
autonomía.
Tenemos pruebas de que algunas naciones
bárbaras occidentales
se preciaban de ser tan
autárquicas que asolaban los límites de su territorio
en detrimento del desarrollo del comercio'
Así Julio procedían las eürias germanas que conoció
César (BG
VI 23,1 s).
E,sta actitud
era
completamente deliberada : estas razas occidentales opinaban, como César, que el comercio desbrava y
afemina a las naciones (-BG lY 2,1 s; Yl 24,4-5)' Dado que además casi nunca podemos operar con magnitudes macroeconómicas en la Antigüedad, se nos hace todavía más patente la imposibilidad de hablar de la economía de un pueblo antiguo sin
acudir
a todo
conocimiento posible sobre
organización social
La
su
Y Política.
sociedad celtibérica, como
otras
precapitalistas, no se preocupaba por el aumento de la productividad de sus fuentes de riqueza' Esto no
empecía para que grupos sociales y ciudades atesorasen metales preciosos. No conocemos hasta
qué punto los dirigentes políticos o de las gentilidades podían disponer de los bienes del óonjunto. Ni siquiera sabemos si la propiedad de la tierra estaba en manos individuales o de las gentilidades. No nos extrañará sin embargo que las
facultades de distribución del botín estuviesen atribuidas a los cabecillas militares, como Viriato entre los lusitanos. Sospechamos que en el período de conquista romana e incluso después las "gentilidades" en genitivo plural y las cognationes vácceas debieron tener facultades jurídicas de propiedad.
podían ser "ricos" los celtíberos en ul1 país pobre ? Básicamente gracias a tres factores, de
4. ¿Cómo rr
Thollard, Barbarie et civilisation..., op.cit., p 59
s'
1671 15
importancia económica muy desigual. De hecho, el fundamental y frecuentemente el único debió ser el primero : a) El sistemático mercenariado entre otros pueblos de Hispania y del Mediterráneo, hasta el
punto de haber contraído algunos de ellos la responsabilidad suprema de la defensa de otras etnias hispanas ante enemigos extrapeninsulares'
pecuarias, de las cuales la mejor pagada era la de equinos' Esta exportación se deduce del párrafo estraboniano ""'el pelo de los caballos (celtíberos), que es atabanado, cambia de color al llegar a las costas de [beria"'" (Str. III 4,15). Antes de la intervención romana debió ser excepcional, tanto por el valor de las monturas como tal vez -aunque mantengo serias dudas- por la precaución de no abastecer a posibles enemigos. Sus mercados de destino además de la costa oriental pudieron ser, como en la E'dad Media, las Galias y Sicilia, además por supuesto de Italia, desde la intervención de los romanos. En cualquier caso, la exportación no perjudicó las remontas en la propia Celtiberia, dado que perduraba en el Bajo Imperio hispano como la más importante de Occidente. Plinio alaba la excelencia de las burras
b) Las expoftaciones
celtibéricas (¡i11
VIll
1
70).
Entre las otras producciones pecuarias destaca la lana de ovicápridos con la que se elaboraba el vestido tradicional de los varones celtibéricos, el sagutn. Materia y prenda son aludidas varias veces en las fuentes de la conquista romana.
El
sector cerealista, aunque existente, sólo
sirvió para la exportación por
la
fuerza de las
requisas romanas, cuando éstos lograron sotprender a los celtíberos antes de la cosecha. Pero no puede hablarse propiamente de exportación sistemática de excedentes en estas condiciones'
Mayor mercado por su mayor especializacióny rarezay dentro de unos estrechos lírnites de "productividad" alcanzaban algunas recolecciones con valor económico, singularmente la de la cochinilla del roble y las raíces tintóreas (Plin. 1V11 XVI 32 y Str. III 4,16). No creemos que estas producciones diesen origen a grandes fortunas, pero según Plinio las gentes pobres de Hispania podían pagar la mitad de los tributos con la cochinilla, hecho económico nada despreciable y más beneficioso para los indígenas que la mayoría de regímenes tributarios. Es difícit saber si algunas otras producciones, como la pera numantina (Plin. ¡/11 XV 55) eran objeto de un comercio que no fuese local,
[67] 16
puesto que el prestigio de este producto puede ilaberse referido a una modalidad originaria de Celtiberia, pero adaptada a otros lugares' En este caso, optamos por la exportación de un cierto excedente, pero en época imperial ; no sabemos si también en la de indePendencia. c) Respecto a los metales, sabemos que la asociación entre el armamento celtibérico y la
montura equina promovieron la aparición de la potencia celtibérica.lt Este punto está generalmente aceptado, pero nos resulta difícil saber hasta qué punio los celtíberos independientes comerciaban ton manufacturas metálicas. La aparición de ajuares celtibéricos fuera de su territorio estricto parece obedecer más bien a las otras instituciones de dinámica exterior de los celtíberos (mercenariado, jefaturas, enclaves poblacionales e intercambio de presentes). Pero en una sociedad como la teltibé.ica, ¿,cómo apear de 'olo económico" toda esta clase de servicios ? En cualquier caso este tipo de relaciones predominan sobre el mero comercio, según opinamos. Sin embargo, a la llegada de los romanos esta situación se modificó, pero según las fuentes conservadas, más bien en función de la imposición tributaria ("monedas mineras", entrega de armas ; fabricación intensiva en el período sertoriatto, etc.). En algunos casos pudo producirse un enriquecimiento de determinados talleres, pero subordinado al allterior proceso.
Antes de los romanos, las armas celtibécomo las mejores del mundo reputadas ricas, antiguo (Maft. I 49, 4-12; I 14,33 ; IV 14,35) debieron estar estrechamente unidas a sus propietarios. Sertorio fue el promocionador de su fabricación en grarl escala (Liv. fr. XCI) ; pero después de esta guerra, las forjas debieron volver a un volumen de producción tradicional. La forja no sólo se empleaba para las armas, sino para el "acero" antiguo en general, como testimonia Marcial (vid. tb. Liv. XXXI 34,4 pata e[ impacto del acero hispano contra los griegos en manos de soldados romanos). En época del bilbilitano eran famosas por su foria Bilbilis y Plafea(s).
Pericot L., "Los celtíberos y sus problemas", Celtiberia l, 195 1, p 5l s. En realidad Marcial parece haberlo advertido ya en el siglo I d'C., Mart. I 49 videbis altem, Liciane, Bilbilint ec¡uis et armis nobile¡z si se acepta la 12
jetura del humanista Femández de Córdova que enmienda aquis por eqtris, vid. F. Moya, "La Dídascalia con
multiplex de F. Femández de Córdova : sus aportaciones
a
la Filología clásica', Homenaie a P. Sainz Rodríguez, Madrid 1986. tor-no ll.
No todos los celtíberos emigraban de la misma manera : los establecidos en Beturia y
Serranía de Ronda (Plin. ,n/f/ III 13-14) llevaban generaciones asentados alli a la llegada de los púnicos y romanos. También había otro núcleo en la zona de Cástulo, al NE de Jaén (Str. III 2,11) cuyo
aflujo continuaba en época de las fuentes de Estrabón -acaso Posidonio y con mayor seguridad, datables en la primera mitad del s. I a.C.-. Otros
celtíberos regresaban a su patria con su soldada' Y volvían a enrolarse paru campañas posteriores'
Opinamos que durante sus desplazamientos pudieron valerse de ovicápridos transhumantes, siguiendo cañadas similares a las medievales, cuyo origen sería pues antiguo.
No podemos establecer hasta qué punto las poleis celtibéricas intervenían en los beneficios de estos desplazamientos como agentes económicos y ni siquiera su se molestaban en hacerlo, pues no cabe duda de que tales instituciones socioeconó-
micas
y militares
estaban acaudilladas por
duces, príncipes y en alguna ocasión reges. Frente a púnicos y romanos, las fuerzas de los 'oestrategos"
,
celtíberos debían tener frecuentemente
una
composición abigarrada, suprapoliada. De esta manera es imposible comprender la sociedad y economía celtibéricas sin instituciones como el hospitium atestiguado por Diodoro de Sicilia (V 34) que había permitido a los celtíberos establecer una retícula de relaciones por toda la península e incluso regiones e islas cercanas. El hospitiufi es una consecuencia insoslayable en una sociedad que producía tantos viajeros. Pero aunque incluía sin
duda un intercambio de regalos (pues así se documenta en abundantes pueblos indoeuropeos y del Próximo Oriente) y tenía pues un componente económico, los mecanismos de esta institución quedaron truncados antes de que se pudiese desarrollar eventualmente un sistema de relaciones comerciales estrictas, tal como había sucedido con los colonos focenses de Occidente. El hecho de que las téseras de hospitalidad conservadas daten de época romana'' no empece para el hecho de que la
institución existiese previamente, incluso
con
elementos ergológicos
que
de reconocimiento
pudieron haberse labrado en materiales fungibles, en tatuajes corporales o de cualquier otra manera. De hecho se hallaron téseras anepigráficas en Alcácer
do Sal en la Lusitania, en contextos
claramente
prerromanos. Este yacimiento está muy influenciado por la ergología celtibérica. 13
Dopico Mu D., "El hospitium celtibérico. Un mito que desaparece", Latomus 48, 1989 P 28 s.
mecanismos de obtención de sus honorarios por parte de los celtíberos eran tal'l complejos como su sociedad. El enrolamiento de mercenarios debió estar relacionado con otras instituciones sooioeconómicas reseñadas, pero la militancia específica y la contrata de los servicios de la tropa así constituida se llevaba a cabo tratando con los jefe s (así Moericus y Belligenus en Siracusa, l-lv. XiVl 21,13 ; Alluquius en Carthago Nova)'ra No son estos ejemplos los que muestran la llamada "tremenda desigualdad económica" entre los celtíberos, alltes al contrario : las clientelas y el mercenariado eran mecanismos de integración social y de creación de lazos duraderos entre los contratantes con obligaciones mutuas. Por otra parte, utr celtíbero muerto de hambre ni podía resultar un buen soldado ni podía pagarse su panoplia, que en Celtiberia era además de excelente
Los
calidad.
producto de importación por parte de los celtíberos independientes y durante el período de incorporación a Roma fue el vino que compraban a los mercaderes que "costeaban" epipleo hasta allí (Diod. V 34) que consumían en el symposiunt. Es
5. El principal
más probable que esta costa fuese la
del la caso, Mediterráneo que la del Cantábrico. En este
costa de los ilercavones es la más indicada por su cercanía. Se ha pensado en instituciones como el onos arcaico griego en estas costas a tenor del topónimo Onus(s)u." Se ha conjeturado que la élite gala del siglo poder acceder al precio del vino que para I a.C. importaban de Italia (Diod. Y 23,6) procedía a un intercambio de presentes, entregando esclavos a los romanos a cambio del vino.16 Sin embargo, l'lo tenemos constancia literaria o arqueológica de que
entre los celtíberos se hubiese producido
un
fenómeno semejante.
Otro aspecto poco notado de la conquista romana, en relación con el anterior, es el de las restricciones impuestas por los romanos a los
H García y Bellido A., "Moericus, Belligenus y
los
mercenarios españoles en Siracusa", en Veinticinco estampas cle la España anÍigua, Madrid 1968 p 6l' Sobre el episodio de Alluc¡trius,las fuentes enBlázquez J.M , La romanización I, Madrid 1974 P 195 s. " PérezVilatela L.,"Onus(s)a: toponimia y comercio antiguos en el litoral del Maestrazgo", Polis 6, 1994 p 269 s' 16 Daubigney A., "Relations marechandes méditer-ranéennes et procés des rapports de dépendence (maqu- ef ambactes) en Gaule protohistoriqte", MEFR' Modes de contact et processus de transformations dans les sociétés ,l983. anciennes, Roma
167117
pueblos occidentales respecto a la plantación de olivos y viñedos fuera de ltalia y concretamente en las provincias occidentales. Dice así el texto de Cicerón (Rep.3,16): "... somos los rnás justos de los hombres quienes no permitimos a los pueblos situados más allá de los Alpes plantar olivos y viñas, de modo que nuestros propios olivos y viñas valgan más". Sabemos con seguridad que otras regiones de Hispania prerromana conocían sobradamente ambas plantas y se valían de ellas. ¿Qué ocurrió cuando se produjo la conquista romana ? Realmente sabemos
muy poco, salvo que Cicerón se refería fundamentalmente a la Galia Transalpina. pero
también que
1o
hace en plural, genéricamente.
En definitiva : Estrabón a propósito de la Celtiberia está describiendo un proceso de "desamortización". Da la impresión de que en el pensamiento de Estrabón (o de Posidonio, su primera fuente) la mecánica de obtención de los seiscientos talentos por pafte de Marcelo proyecta un reflejo mecánico retrotraído a los celtíberos. De la misma manera que se habría originado el excedente, era ahora librado por los romanos al mundo civilizado. Además, el elogio de Claudio Marcelo no lo es realmente. Es una alabanza envenenada y probablemente sea cierto, etl este dato concreto, que proceda remotamente de Polibio a través de Posidonio -aunque en las líneas de este último perdiese una bueua parte de su veneno, sospecho-.
E,l dato está extraído de una
caracterización
"negativa" de Marcelo (cónsul en 152 a.C., el cual buscó la paz y conciliación con los nutnantinos, previo el pago especificado (App. Iber. 49 ; Pol. XXXV 2, 1-3) frente a un sector del Senado, encabezado por Escipión Emiliano -el futuro destructor de Numancia- que buscaba la guerra abierta y la completa sumisión y destrucción de Numancia. Polibio, con la mala fe que le es propia sobre todo cuando se frafa de evaluar a los adversarios de los Escipiones, en un fragmento de su libro XXXV acusa a Marcelo de haber abandonado
el "androceo por el gineceo" (andronifis por
el
gineconitis) (fr. 102) o sea la sala de los varones por ia de las mujeres : el insulto de Polibio se dirige concretamente a sus acciones tras haberse visto librado de la guerra contra los lusitanos, lo cual me extraña un tanto, puesto que según se ha estimado
la fecha primero se ocupó Marcelo de la guerra numantina (Pol. XXXV 2,2, toma de
hasta
Nerkobriga, sic). Le acusa Polibio de haber llevado la guerra a "otra parte" tras haberse librado de los lusitanos. Pero sabelnos que no luchó.-contra los
?'' La forma salornónica y por tanto arbitraria de resolver esta aporía sería la muy cómoda de entender que los "lusitanos" ,l,ouortavoí de
cehíberos. sino que pactó. ¿A qué parle
quienes se había librado Marcelo eran realmente los "lusones" de Celtiberia con los que ciertamente Marcelo trató pues la Nerlóbriga celtibérica fue ocupada por 5.000 arévacos (App lber. 50) tras el fracaso de la negociación de éstos en Roma (Pol' XXXV 2). Pero no pasa esto de ser una conjetura'
Además, el rTreollo de la guerra eraya Numancia y contra ella (contra los arévacos) fue contra quienes el Senado romano acució a Marcelo para llevar la
guerra (Pol. XXXV 2,3). Los 600 talentos de Marcelo sott cara a la mentalidad belicista romalla, apologética, el precio de la cobardía -lo cual no era se apercibió incluso Schultenl8-, en tanto urí, "Á,ro que el ridículo premio a la valentía está cifrado en los siete denarios que recibió cada soldado en su triunfo de matros cle Escipión tras haber destruido la ciudad (Plin. 1/11XXXIII, 141). La mentalidad que traslucen las fuentes está tan mediatizada por el pensamiento senatorial belicista republicano que no es capaz de entrar en la valoración de la "paz" sino de la "cobardía". Las fuentes sobre la conquista de Hispania contienen muchas trampas saduceas de esta paz.
17 Capalvo, Celtiberia,
o.c., P 154
s.
18 A. Schulten, Fonfes Hispaniae Antiquae IV. Las guerras de I 51-72 a. de J.C. Barcelona 1937 p 20'
Arqueología del paisaje Recomendamos a nuestro lectores intemautas que visiten la siguiente página web : http ://www-gtarpa.usc.es Se trata de un "Grupo de lnvestigación Arqueológica del Paisaje", unidad autofinanciada de la Universidad de Santiago que ofrece servicios en tecnologías para la gestión integral y la evaluación del patrimonio arqueológico.
Los lectores no internautas pueden recabar infonnación por teléfono (981 590555), fax (981 598201) o correo (Apd".
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Arqueología albacetense Comentario Rubí SANZ GAMO. Cultura ibérica y romanización en tierras de Albacete : los siglos de y transición. Albacete: Instituto de Estudios Albacetenses,199'7.398 págs. Numerosos mapas dibujos. I .600 pesetas.
Esta tesis doctoral (resumida) de la directora del Museo de Albacete es, mucho más que un trabajo encaminado a la obtención de un título, un hito en una carrera profesional yajalonada con buen número de publicaciones.
La obra tiene el carácter de recapitulación, compendio y sistematización de trabajos propios y
ajenos de investigación y excavación. El marco espacial es la provincia de Albacete, y el temporal desde fines del s. III a.C. hasta el I d.C. La bibliografía manejada es muy extensa, prácticamente exhaustiva. Se consideran en sendos capítulos los yacimientos, la cerámica, las fuentes (epigráfrcas, numismáticas, literarias), las vías de comunicación y los asentamientos y necrópolis, con un capítulo final sobre el proceso de romanización y un anexo de inventarios numismáticos. Inevitablemente, las muchas páginas dedicadas a descripción e inventario de yacimientos, piezas cerámicas y numismáticas, etc., pueden aburrir al no especialista; pero no falta la visión de conjunto sobre la evolución histórica de los pueblos y las tierras de esta comarca que constituyó una encrucijada decisiva en los primeros tiempos de la penetración romana. La utilidad del volumen como obra de referencia es pues innegable, y ojalá dispusiéramos de un trabajo análogo para cada una de las provincias españolas. *{<*
Sin embargo... Sí, no hay más remedio que apuntar ciertos peros, más que nada en aspectos fonnales.
>
Los mapas, aunque trazados con precisión, son insatisfactorios desde varios puntos de vista. Nunca se indica la escala (que no es siempre la misma)' A menudo es difícil distinguir entre ríos y curvas de nivel. Los rótulos son muy insuficientes, y los signos convencionales no siempre están bien explicados.
Tampoco muchos (quizá la mayoría) de los fragmentos de cerámica y otros objetos dibujados llevan escala, y lo mismo ocurre con las plantas dc construcciones. A veces hay una regleta gráfica
>
cuyas divisiones podrían indicar centímetros, pero no se dice.
>
Un índice alfabético de yacimientos y topónimos
citados habría sido muy útil.
*** Tres núcleos de población (núms' 3,4 y 5 en el mapa de RSG aquí reproducido) habrían jugado en
tierras albaceteñas
un papel importante en
organización del territorio
§
l¿r
:
Libisosa (Lezuza), cu1'a categoría de colonia
está bien documentada.
*
El Tolmo de Minateda, donde una inscripcióu que menciona a los duuntviri revela que hubo un municipio. Éste podría ser la llunutn de Ptolomeo, nombre del que sería eco la vecina Hellín' Habiéndose constatado también niveles visigodos en este lugar, se ha evocado asimismo una posible
relación fonética entre lllunum, Ello y la lyi@) musulmana (mencionada por Al-Udri entre Cieza y Tobarra).
#
condicionada por el reconocimiento de que los yacimientos seleccionados para el análisis detenido "constituyen un muestreo entre el más del centenar citados a lo largo de la investigación", y que "del total, urr 260A han sido excavados y ofrecen datos fiables." Queda pues ull amplísimo campo de investigación todav ía inexplorado.
La Piedra de Peña Rubia (Etche de la Siema). Los numerosos hallazgos y una inscripción relativa a una curia hacen presumir también la existencia de un municipio, cuyo nombre se ignora. Las indicaciones de Sanz Gamo no facilitan mucho la ubicación de este oppidum en la hoja 867 del Instituto Geográfico: no parece que sea el vértice geodésico Peñas Rubias (950 m), a sólo 6 km a poniente de 1671 1e
Elche de la Sierra, ya que un texto antiguo sitúa los restos de población romana a dos leguas del pueblo' A esa distancia (más bien a 16 km por carretera, pero
ésta hace muchas curvas) veo en el mapa una barriada "Peñarrubia", dominada por un monte escarpado (cota 933) en cuya falda un cortijo lleva el ,ro*br" de "Prado de Peñarrubia"' Este debe ser el
lugar. Notemos también la hipótesis de que a finales de'í siglo I o algo después esta entidad de población se traJladara al yacirniento de Villares de Elche de la Sierra (o Castillicos de Villares), 3 km al SE de la
Segobriga", ya que en ese trayecto todos estamos de acuerdo.
@
La atribución a Estrabón de una distinción entre
una vía "exterior" y una "interior" de Italia a la Bética, derivada de la arbitraria traducción del autor griego por García y Bellido, debe desecharse como creo haber aclarado en ME 46,9. Si me equivoco, me gustaría que me lo haga notar un buen conocedor del griego. cuando veo que alguien sigue refiriéndose a una supuesta Vía Augusta por Illci, Eliocroca y Acci. Repetiré mi grito tipográfico
ciudad actual.
@ Grande es mi desolación
La propuesta de ubicaci6n de Laminio en Los Castellones (El Bonillo) y La Pasadilla (Villarro-
de
bledo), por la que aboga El Miliario Extavagante desde 1963, apenas merece alguna escéptica alusión de pasada. No se examinan nuestros argumentos basados en la medición de la ruta A31. Por otra parte, se nota en el conjunto de los mapas de la obra que toda la zona noroccidental de la provincia, más allá de Lezuza. ha recibido escasa o nula atención de los arqueólogos. Se diría que, después de los testimonios de nuestro antiguo colaborador García Solana hace más tle treinta años sobre restos romanos observados en superficie en La Pasadilla, nadie ha mirado aquellas tierras con ojo de arqueólogo o de investi gador afi c ionado.
*** En cuanto a la red viaria, puede notarse que la estructura radial con centro en Saltici propuesta por RSG coincide bastante con lo que nuestro MapaIndice propone para la comarca- No obstante, no puedo por menos de expresar mi pesar al observar que una conocedora de El Miliario Extravagante desde hace bastatttes años sigue asumiendo algunos
de los conceptos que desde estas páginas se
han
combatido tenazmellte como errores transmitidos sin discernimiento de autor en autor y de generación en generación. He aquí algunos puntos de divergencia : La que nosotros llamamos Vía del Esparto (C1) se menciona como vía de Contplutum a Carthago ly'ova. Bueno, no vamos a negar el derecho de cada cual a suponer en Complutum un extremo de esta vía, aunque ello diste de estar ni comprobado ni medianamente argumentado. Pero en atención a los muchos que creemos que la vía venía de Salamanca
@
por la Calle de Atocha de Madrid, podía haberse mencionado esa opinión, o bien haberse referido a la vía como "de Carthago Nova a pasando
t67l20
ME 58,3 :
NI EN LAS FUENTES ANTIGUAS' NI EN LOS MILIARIOS, NI EN I,A GEOGRAFÍA, NI EN LAS FUENTES ÁRABES, HAY RAZÓN I]-CUNA PARA COLGAR LA
ETIQUETA "VIA AUCUSTA" A LOS
TRAMOS DE LA RUTA ANTONINIANA A2 DESDE ADELLO HASTA CASTULONE.
"... la presencia de ad en el acusativo señala la dirección...i' Lo siento, pero no es así' Ni Roldán Hervás en el trabajo que se cita para apoyar esta afirmación, ni el que esto escribe antes que é1, hemos dado nunca al ad el valor de un indicativo de
6
dirección (pese a ser preposición de acusativo), sino de contigüidad :'Junto a",'oal lado de", "en"' Otras discrepancias menos estridentes son
:
Es cuando lnenos osado discrepar del trazado tradicionalmente atestiguado de la Vía del Esparto por La Gineta ("Camino de los Romanos", IG 765) y iuego equidistante entre el Júcar y La Roda, dando más valor probatorio al miliario de los Pontones a orillas del Júcar. Pienso más bien que o el miliario fue desplazado, o perteneció a otra vía que cruzara el río camino de Tarazona de la Mancha.
e
e
topónimo "Calzadizo" (pág. 253) también me engañó a mí en otro tiempo, pero no tiene relación con camino empedrado. García Solana nos explicó E,l
hace mucho tiempo (Repertorio.", p' 133)' que *calzadizo" o "calzado de agua" se llamaba en su tierra (Munera) a "un pequeño túnel que se forma con piedras en el subsuelo y después se tapa con tierra, para facilitar el desagüe casi natttral de las
Íierras situadas en hondonadas...", añadiendo que "en las proxinticlades del pueblo hay uno de rentolísimct factura' (yo lo he visto reseñado en documentos muy antiguos) que vierte sus aguas al río Quintanor y son las meiores aguas del pueblo'" Como se ve, se trata exactamente de los "viajes" de agua maravillosamente documentados por Jaime Oliver Asín en su libro célebre Historia del nombre "Madrid".
Muy extraña me parece la propuesta (que la autora expuso ya en MB 59,26-27) de llevar la A31 desde ,Salrigi (Chinchilla) por Fuentealbilla, Ledaña
e
e Iniesta. En sus mapas se aprecia que la supuesta vía
tendría que hacer en Fuentealbilla un brusco viraje de 90 grados, que se justificaría por "la explotación
del manantial de agua salina" allí
existente'
Sorprendeute.
O
razón de que ella no las mide' No encuentro en su obra mención alguna del problema de la aparente insuficiencia de las millas consignadas
la sencilla
para cr-rbrir la
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stanc ia Ch i nch
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la-Z atagoza'
Un acieÉo de Rubí Sanz Gamo es el de recalcar la imporlancia de la vía del lolmo de Minateda a Cástulo (nuestra C3), que muchos autores desdeñan o postergan (por ejemplo, está
O
totalmente ausente de la voluminosa obra de Pierre
No importa que el
recomido concreto propuesto por entre los ríos Mundo y Segura no coincida exactamente con el propuesto en nuestro Catálogo de vías romanas de Hispania' Lo interesante es advertir el valor estratégico e histórico de esta ruta de penetración que en uno y otro sentido vio sin duda circular a ejércitos cartagineses )
Silliéres).
romanos'
G'A'
Me es imposible discrepar de RSG en
la por 31, vía la de miliarias las distancias medición de
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Rubí Sanz Gamo
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.: ir Principales vías de tránsito en el territorio de Albacete: A = miliarios; B = mansiones; C = municipios o colonias. 1. Saltici; 2. Parietinis; 3. Libisosa; 4. Ilunum? (El Tolmo de Minateda); 5. Castillico de Villares.
167121
Hitos de la frontera oriental lusitana Comentario Alicia M, CANTO. "La <<Piedra Escrita» de Diana, en Cenicientos (Madrid), y la frontera (Jniversidad oriental lusitana". CuPA(IAM, Cuadernos cle Prehisforia y Arqueología Autónoma de Madrid,2l, 7994, pp.27l-296. [Fecha real de aparición : 1997]
El objeto central de este artículo es el estudio de un monolito con relieves y una inscripción romana que se interpreta como pequeño oratorio dedicado a
posible hito en la frontera lusitanatamaconense. Su situación es 40o14'N y 4"26'W [Para quienes busquen en IG 580, año 1929, la longitud respecto al meridiano de Madrid es Diana
y
0045'1"W]. El mal estado de conservación de los relieves ha obligado a la autora a un minucioso trabajo de reconstrucción hipotética e interpretación, tratando de corregir anteriores interpretaciones "muy divergentes (y a veces disparatadas)". Retengamos en especial que la inscripción romana primitiva se leía probablemente ALS'SISC Q DIANAE (con la I de la última palabra inscrita en la D), es decir A(nimo) l(ibens) s(olvit votum)'Siscftnius ?) Ql) Dianae, pero que fue retocada en época medieval o *A las tres Marías". modema para que se leyera Dos aspectos nos interesan en especial de este trabajo: la situación respecto a las vías de comunicación y el probable significado como hito fronterizo. En cuanto a lo primero, maticemos la apreciación de que el monumento "no está próximo a ninguna vía de comunicación". En ME 63,24, recogiendo las observaciones de Manuel M" Valdés sobre puentes antiguos de la comarca, propusimos una vía L65 que desde la A29 a la altura de Sotillo de la Adrada iría al puente de Alamín, pasando por las inmediaciones de Piedra Escrita (que Valdés clasificaba como "monumento funerario romano"). La autora discrepa de la Tabula Imperii Romani (obra que "está recibiendo muy duras críticas") respecto al límite señalado para la divisoria provincial . Tiene mucha razón. Lástima que un claro lapsus calami al hablar de las Peñas de Cenicientos y Cadalso como límite entre las cuencas del "Tiétar-Duero" y del Alberche-Tajo, introduzca cierta confusión. Evidentemente el Duero no viene aquí a cuento. Afortunadamente los mapas son claros y ponen las cosas en su punto. La frontera que 167122
propone la autora se apoya no sólo en Piedra Escrita, sino también en los Toros de Guisando (en lo ,que coincide con nosotros, ME 34,21b), en otros hallazgos de verracos e inscripciones sepulcrales o votivas, y en indicios toponímicos como el río Cofio (confinium), "sierra de las Particiones" o el término cant- qte interpreta como "borde, límite o frontera". Véase el mapa. No todos los indicios tienen el mismo peso. No arrastran mi convicción, en especial, e[ verraco con inscripción funeraria de Puebla de Montalbán y la muy discutible ubicación de Lebura en este lugar (véase en este número la nota sobre Elbora). En cambio, me pregunto si alguien ha indagado el origen del otro topónimo "Piedraescrita" que he añadido al mapa. Tal vez cabría considerar la hipótesis de un línea fronteriza que uniese ambas "piedras escritas", pero desviada hacia el oeste para dejar en la Citerior a Talavera de la Reina, que no sería C e s arobriga sino Lebura- Elb or a. En el Norte del sector estudiado, invoca Alicia Canto un trabajo reciente de M' R. Hernando Sobrino para sostener que Ávila, "frente a lo que se
viene creyendo, no estaba en el convento cartaginense y la provincia Citerior, sino en el emeritense y la provincia lusitana". Esa opción es también la nuestra hace tiempo, sobre la base de un trabajo de E. Rodríguez Almeida (cf. ME 34,21b) En todo caso, las conclusiones de este trabajo
van a repercutir de inmediato en el trazado del límite lusitano en nuestro Mapa-Indice. Aunque en las primeras versiones de tal mapa (la publicada en el Repertorio de caminos de la Hispania romana y la de ME 35,12) tal límite cortaba el amplio arco del Alberche tocando las fuentes del Tiétat, en revisiones ulteriores desde 1992, movido por no recuerdo qué influencias, la hice coincidir con el Alberche en buena parte de su curso más oriental.
Hay que volver a la primera versión, en mala hora abandonada. Notemos además que un punto básico para mi interpretación de la rufa L29 (Per Lusitaniam...) ha sido siempre que ésta se detenía
precisamente en el límite de la Lusitania y el comienzo de la jurisdicción de Titultiam, siendo el añadido Caesaraugusta mansionibus supra scriptis un pegote arbitrario del compilador. Mi medición de las distancias me llevaba a fiiar el final de la ruta
hacia Rozas de Puerlo Real, punto distante apenas 4 km de la recta Piedra Escrita-Toros de Guisando' He
aquí, pues, otro indicio que puede añadirse a los G'A' aliegados por Alicia Canto.
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proptrest¿ clc restitución cle frontera.s; los asterisco.s scillan hallazgos de I'erracos y/o irrscripctc> res sepulcrales o !-otive:
(en La Jara En este mapa cle A. Caryto he añadido el segundo topónimo "Piedraescrita" al Sur del Taio "sierra de las Particiones" toledana, muy próximo ál enclave de Anchuias). Conviene notar fambién que la el espacio que ocupa el menos, o : más está más al NE y tiene menos extensión de lo que incJica el mapa rótulo "PUERCO". tG.A.l
167123
Ciudades y vías vasconas Comentario
Alicia M" CANTO. "La Tiera del Toro: AEspA 70, 7997,
Ensayo
de identificación de ciudades vasconas"
PP 3 1-70
He aquí otro trabajo de Alicia Canto que acredita la perspicacia de esta investigadora como rastreadora de indicios y su imaginación re-creadora del pasado.
Hablar de imaginación puede interpretarse mal' Claro que el exceso de imaginación sin amarres suficientes en la realidad puede desprestigiar a cualquier investigador, si no deslinda lo conjetural de lo probado. Pero, frente a una concepción de la historia como árida exposición notarial de datos testimoniados, prefiero mil veces al historiador o la historiadora que dé cierta libertad de vuelo a su imaginación para rehacer un paisaje histórico a partir de los restos o pistas que han llegado a nosotros. Si hay en ello algún riesgo de error, tanto mejor : así tendrá también el lector oportunidad de participar en la búsqueda.
I. La Tierra del Toro El trabajo que ahora comentamos consta de dos partes. En la primera se estudian los testimonios de culto al toro y a la luna como definidores del territorio primitivo del ager Vasconl,tm, en especial las muy características "aras taurobólicas" de Navarra y el Oeste de Zaragoza. Este territorio, distinto del Saltus Vasconum o Vasconia montañosa, tendría Pompaelo como punto más septentrional y Laguardia (Álava) como punto más occidental, siendo su límite oriental la Sierra de Luna y elmunicipio del mismo nombre. En una posición central, Ujué (santuario y lugar tü un.Ji* de peregrinación todavía hoy de todo el piedemonte navarro hasta La Ribera) podría haber desempeñado también en la antigüedad un papel de centro cultural y religioso.
Andelo, Grqcourís, Kalagorína, Káskonton, Ségia y Alauóna, en sus nombres ptolemaicos), se ocupa Canto de 15 ciudades de ubicación desconocida o discutida, más algunas otras de las que no trata con
interés del trabajo está en el confesado "ánimo de ofrecer hipótesis nuevas, aunque sean discutibles y polémicas, o incluso aunque no se demuestren todas acertadas con el tiempo"' Los criterios seguidos son sobre todo la lectura atenta de Ptolomeo y el Ravenate, las redes viarias deducidas del Itinerario de Antonino, de los miliarios y de los
detalle.
El
estudios sobre el tema, la numismática y la toponimia. Antes de ver las ciudades, diré unas palabras sobre dos de estos instrumentos de trabajo' Para Ptolomeo, dice A.C. haber utilizado la ed' de Münster (1540), la de Nobbe (1881), un msc' de la Universidad de Valencia y el fasc. VII de los FHA
que, reconoce, "contiene algunos effores en las cifras". En efecto, las coordenadas ptolemaicas en que basa su argumentación DIFIEREN EN SEIS CASOS de las adoptadas por Tovar y por Angel Ocejo en sus respectivas reconstrucciones del mapa,
que son las mismas de la versión publicada por nosotros en ME 64. De nuevo queda comprobada la
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vasconas Laparte dedicada a la identificación de ciudades
complementariamente a las vías romanas del territorio vascón, va a atraeÍ mucho más
y
nuestra atención, como es natural.
Dejando de lado las ciudades cuya identificación se considera tradicionalmente segura (Pornpailón,
167124
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II. Ciudades vasconas,
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Estelas y aras con motivos fauro-lunares en el ager Vasconum (según A.Canto y S. Luzón, simplificado.l
realmente, si los lectores no nos hubiesen animado a ello, por nuestra parte nunca habríamos pensado que nuestro Boletín pudiera aportar a los investigadores españoles algo tan elemental como una edición fiable de Ptolomeo. Cuatro de las seis coordenadas erróneas utilizadas por A.C. son de escasa o nula impoftancia, pero dos vician gravemente su argumentación : Andelos y
oportunidad de esa publicación
Nementourissa. Luego
1o
,
veremos.
En su consideración de las vías romanas,
nos satisface comprobar una amplia coincidencia en un
Almátrdoz" '. Reperforio, p 355), como puede verse en el siguiente calco de la hoja 90 del IG (año1953)' Obsérvese que el topónimo "Iterrizocoa" aparece en dos lugares. Nótese también que en la zona hay canteras y una mina de caolín' Suficiente para justificar una pequeña prospección arqueológica, aunque sea sólo de superficie, a la que me gustaría que se animara algún lector o lectora. '.,'
olz3 K ¡la cnei
¡¡!¡doz
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par de trayectos antoninianos por los que el ME caminaba casi en solitario. Alicia Canto ha tenido acceso a un viejo trabajo nuestro de 1968, pero tal vez no ha tenido oportunidad de consultar y aprovechar todo io publicado después en nuestro boletín. Veremos algo de esto. Por ahora, una matización de tipo general : cuando A.C. dice que las "ciudades de alguna relevancia... deberían estar unidas entre sí por calzadas", yo me creo obligado a
advertir que a menudo esta conexión se hacía no directamente sino mediante ramales que conectaban a una vía principal. Tal debió ser en especial el caso de Cara, a pesar de (o quizá en congruencia con) los miliarios que señalan coftas distancias a la ciudad, miliarios puestos verosímilmente por las autoridades municipales en el ramal de conexión y no en la gran vía pública. Y vamos ya con las ciudades.
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Oiassó, Oiarso: Oyarzun e Irún grafía pliniana tiene su sucesora sin duda en
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el cerro de Beraun, de Irún, dos muelles y más encontrados han donde se Oyarzun, pero es en
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abundantes vestigios romanos. De acuerdo con otros autores, A.C. piensa en un doble núcleo urbano : el interior vascón y el puerto potenciado por los romanos.
2)
E t ur is s a, (I)
Poriozlo ¿e V'ldte
úr is (s) a
:
¿lteruizokoa/Velate ? (Iturisa en el Ravenate, Turissa en el IA, Iturissa en Ptolomeo; A.C. dice que Eturissa está epigráficamente documentado, pero no veo que aclare este to
dato).
He aquí un hallazgo enormemente sugestivo. Después de recordar que "la gran mayoría de los autores se ha inclinado a identificarla por otra ruta más al E, en la zonade Espinal, y que "G.Arias... la
ubicó... poco antes de Almándoz", he aquí que Alicia Canto descubre un muy interesante topónimo en el que yo no había reparado, y casi exactamente por donde yo decía ("en la bajada de Velate a
Tengo la impresiórt, no obstante, de que Alicia Canto no ha tenido la oportunidad de considerar con
suficiente atención mis mediciones y mis conclusiones de 1968. Cuando dice que "por ninguna de las dos rutas, Espinal o Velate, encuentran acomodo las 40 millas totales que indica el Itinerario de Antonino entre Pamplona y el paso de los Pirineos, ni las l8 millas de su segundo tramo de EÍurissa a Suntmus Pyrenaeus", ignora mis laboriosos cálculos (Repertorio, p 354) que encajan
167125
perfectamente esas
millas entre Pamplona
y
de Ptolomeo, A.C. prefiere la que parece derivar de la raíz celta nenrcton : bosque. ,Ahora bien, las coordenadas en que se basa para Andelos (15o30' -
el
Lmplazamiento presunto de Turissct y entre éste y el Coilado Meaca (divisoria de aguas entre el Baztán que viefte al Bidasoa y las regatas que vierten al
43'30')
y
topográficos allegados componen aquí'oun aceptable estas dos
ruta antoniniana A34): "Tengo la impresión además de que, después de bifurcarse, la vía de Astorga entraba en Pamplona mejor por el S, por Araceli; no vendría mal entonces esta ruta de Estella (donde el eco del topónimo y la evocación religiosa se encontrarían en su monasterio de «lrache»), aunque ahora no entro en la cuestión, que precisa más estudio, ya que el topónimo Araquil, por el N, es también muy respetable, y supone argumentar una modificación casi completa de la vía desde Virovesca. Lo dejo, pues, sólo apuntado."
Espero que la autora desarrolle este punto algún día, pero la invito, cuando lo haga, a tener en cuenta que esa modificación casi completa de la vía desde Virovesca está ya argumentada con detenimiento y publicada en 1987 en mi Repertorio de caminc¡s de
(artículo "De Virovesca
a
Pompelone", pp 356-361 ). En aquel entonces fue el topónimo "Atizala" el que atrajo mi atención como candidato a heredero de Araceli. Pero en 1988 Arturo Soria y Puig puso
las cosas en su punto llevando la ruta por donde ahora dice Alicia Cantos. Véase el diálogo A.S.G.A. en ME 23, páginas 20-21. Canto y Soria coinciden pues en buscar Araceli en el entorno de Irache - Zarapuz - Villatuerta. Si las distancias cuadrasen en Villatuerta, y si filológicamente fuese viable la derivación Araceli>lrache, la emigración del topónimo a unos 4 km no sería obstáculo grave.
4) Nemeturissa:
¿San Tirso/Oteiza ?
Entre las variantes de este nombre en los códices 167126
43"25')
5) Kournóni¡¡1= ¿Tolfalla ? Los datos epigráficos, históricos, geográf,rcos y
La identificación de la primera de ciudades se propone con muchas dudas, sin descartar otras posibilidades como Muruartederreta o Vidaurreta. Pero al tratar esta cuestión hay una nota de pie de página sobte Araceli que yo voy a traer al texto y copiar íntegra, pues la creo de especial interés. Dice pues A.C. (refiriéndose a la
la Hispania romana
-
43"25.1o que trastoca la posición relativa de ambas ciudades. Por supuesto no nos toca aquí dilucidar el grado de fiabilidad de cada edición de Ptolomeo'
?
Araceli: ¿Irache ?
para Nemetouríssa (75"5'
contradicen las adoptadas en otras ediciones (Tovar, Ocejo, o la de Nueva York de 1932 recogida en ME 64), que dan respectivamente 1 5o - 43o30' y I 5"35' -
Nive, y uno de los pasos pirenaicos con camino de calzada que yo exploré hace 30 años). Aunque con buen criterio defiende el paso por Velate como ruta más directa y lógica desde Pamplona a Aquae Tarbellicae, no aparece el Collado de Meaca entre las tres opciones (ninguna de las cuales pretende 'ocuadrar las cifras") que propone desde Velate'
3) Bitourís, Beturri = ¿Cirauqui
y
conjunto de indicios, no definitivos pero sí muy sugerentes".
6\ Iúkka: ¿Ipsco/Iscu
?:
¿Ctstil-Iscar ? He aquí una de las aportaciones más novedosas del trabajo. "La identificación ya casi rutinaria dice la autora- de esta lakka ptolemaica con la Jaca de Huesca me parece imposible de compartir"' Jaca está demasiado lejos, argumenta, y además Estrabón presenta a los iacetanos como un pueblo con personalidad propia y no como pafte del pueblo vascón.
De deducción en deducción, llega A'C'
a
proponer que el topónimo Castiliscar nos pone "ante
casÍellum laka o, mucho mejor aún, ante un castellum Escar, lo que explicaría admirablemente el nombre moderno", e invoca topónimos cercanos como Escó, Escá y el río Esca. "Parece claro añade- que la fama de la Jaca de Huesca pudo llevar al copista de Ptolomeo (o incluso a éste mismo, de sus informantes) a escribir aqti lakka por Iska' Incluso la confusión entre las letras alfa y sigma
tn
interna griegas no es tan
difícil."
7) Ergavica, Erguti: ¿Berbinzana ? Hay una Ercavica celtíbera famosa y conocida, pero la Ergavica vascona de Ptolomeo sería la Erguti del Ravenate. La ubicación propuesta se apoya en la interpretación de la serie BeldalinErguti-Belurui del Ravenate como una vía paralela al río Arga. 8) Bettlalin : ¿Bega, Bagara
| : ¿Vergalijo ?
Rechazando la identificación con 1a Bellisone antoniniana o la Bursao pliniana, la sugerencia de
Vergalijo se basa en que el Ravenate menciona esta ciudad enfre Gracuse y Ergufi. La existencia de una supuesta ciudad Bega/Bagara de la que Beldalin
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vla siglo XVI vías ci ertas
Caravi \ \ Belsio
vías posibles vía de Augusto Tarraco-liarso 15
30 Km
CAESARAUGUSTA
Ensayo final de identificación de 20 ciudades y lugares vascones, a partir de los datos de Ptolomeo y otras fuentes textuales y arqueológicas (mapa de A. Canto y S. Luzón). 167127
sería una forma corrupta se deduce de la mención de tn Begensis y un Bagctrens¡s en la epigrafía.
:
¿Layana-Sádaba ? Más que los argumentos, muy hipotéticos, para
9) Tarragal Terucha
esta identificación, nos interesan aquí
las
consideraciones de la autora sobre el camino de Pamplona a Monzón de Huesca descrito por Villuga y por Meneses en el siglo XVI, rüta que "pudiera
a \a más antigua y más corta hacia Caesaraugusta, al menos hasta Layna-Sádaba
corresponder
precisamente". Entre Pamplona
y
Sádaba se trata esencialmente de nuestra T73, con la salvedad de que a mijuicio la
vía primitiva no iba por Santacara (y ni siquiera por Tafalla) sino que estaba unida a Cara por un ramal : ver
ME 37,9-10. Entre Sádaba y Monzón de Huesca, la sugerencia
de que Villuga
y
Meneses sean herederos de
caminos mucho más antiguos es muy valiosa. Queda en cartera para próximas indagaciones.
señ. llamada Burdaspal, en la que existen las ruinas de una
l0) Muscari¿: Despoblado de Mosquera, c.Fontellas La propuesta no es nueva, pero se apoya ahora en nuevos elementos de juicio, en especial una fuente árabe que narrando una campaña conjunta de los
reyes Ordoño
y
Sancho
en
917
-918 dice
Quo,
sobrepasando Tudela y el río Kalas (Queiles), llegaron a "las aguadas de Musqira".
ll)
Olcu/Olcairun: ¿Olite
San Isidoro da Ologicum como fundación de Suintila en 621. Recurriendo a la numismática, A.C. propone que el nombre antiguo fuera Olca.
Ispallens¿s: ¿c. Urdax ? Y : ¿Zttbiri ? Pf inio cita unos Ispallenses o Spallenses entre los
13\ Seburi
pueblos estipendiarios del convento cesaraugustano. La novedad que aporta Canto es poner esta noticia
en relación con el relato de un famoso viaje de Eulogio de Córdoba en 848. Esto nos dará ocasión para volver al Mapa no 24 de nuestro Atlas Histórico e introducir alguna rectificación.
Dos de los monasterios visitados por San Eulogio entran aquí en juego. E,l principal es el Serariense citado también como de San Zacarías. Discrepando
de quienes lo han llevado a Siresa (Huesca), A.C. hace notar que hay que buscarlo a orillas del río 167128
igl. dedicada a San Salvador, viéndose también en este parage los vestigios de un monast. de monjes benediciinos, visitado por San Eulogio en tiempo que era su abad Dadilano." No seré yo quien dirima esta contienda. Sólo diré
que si esta última ubicación del monasterio de Urdaspal fuera la cierta, tal vez le sería también aplicable la idea de que la palabra contiene o es eco de los Ispallenses de Plinio.
?
Esta y las siguientes ciudades no se mencionan ya en Ptolomeo ni en el Ravenate.
12)
Arga y no del Aragón, ya que según Eulogio el río baia Seburi (Zubiri) y Pamplona antes de confluir con el Ebro. En efecto, recuerdo ahora (lo que no tuve en cuenta al hacer el Mapa 24 del Atlas) que ya en 1968 Martín Larráyoz, profesor del Seminario de Pamplona, me hizo notar lo mismo añadiendo una infoimación personal muy importante : que en el alto valle del Arga se conserva el recuerdo de un monasterio de San Zacatías(Repertorio, p' 351)' El otro cenobio, llamado Hurdaspalense, resulta más problemático. Canto lo busca cerca del actual Urdax, inmediato a Dantxarinea, que según una referencia tomada de Corona Baratech se llamaría "monte Urdaspal" en 1085. Pero ello significaría que San Eulogio habria conseguido efectivamente pasar a la vertiente norte de los Pirineos, lo que no casa muy bien con el contexto de su carta. Por otra parte, Ubieto Afieta, en sus mapas de "Las fronteras de Navarra" (Príncipe de Viana L y Ll, 1953) pone Urdaspal hacia Burgui, basándose talvez en Madoz, quien al tratar de esta villa dice lo siguiente : "Dentro del térm. y al E'/, leg. de la v. se halla la casa
14) Tutela
y
el Ager Tutelatus
:
Tudela
y
las
Bárdenas Reales En este sector de su trabajo, Alicia Canto hace gala de una erudición y unas dotes deductivas que
hacen de su lectura un placer comparable al derivado de las obras de Conan Doyle, Agatha Christie u otros maestros del género policiaco, con la ventaja de que aquí no se trata de llevar a la cárcel a un criminal.
Sinteticemos argumentación
los pasos sucesivos de
su
:
FF En la polémica sobre el origen latino o no latino del nombre de Tudela, la respuesta es afirmativa pese al silencio de las fuentes clásicas. Se invoca su mención en un epigrama de Marcial. F La noticia de la construcción por al-Hakem
en el 802 de la "nueva ciudad" de Tutila, y la ausencia de testirnonios romanos en la actual Tudela, se explicarían porque lo que haría al-Hakem
sería reedificar en
la
margen derecha del Ebro
(mejor protegida contra ataques cristianos) la ciudad que antes estaba en la margen izquierda (donde se conserva un llamado "barranco de Tudela"). iF Es significativo el vacío de testimonios de
población antigua en una superficie no inferior a 1300 Kmz correspondientes a las actuales Bárdenas Reales, tierras hoy esteparias pero que según diversos testimonios históricos estaban antaño muy arboladas. Tudela, aunque hoy al otro lado del Ebro, ocupa una posición central con respecto a ese extenso terreno
r
El indicio más claro sobre e1 papel que pudo caber en esto a la romana Tutela está en un texto elocuente del agrimensor Higinio : "Assignatae sunt silvae, de quibus ligna in reparationem publicorum munerltm traherentur. Hoc genus agri TUTELATUM dicitur". ("Asignados son los bosques de los que se extrae madera para la reparación de las obras públicas. A este tipo de campos se les llama TUTELADOS" Trad. G.A.).
r¡
La posibilidad de que nos encontremos ante una reserva de tierra asignada a sí mismo por el emperador viene corroborada en cierto modo por la
evolución ulterior de la que era una gran reserva forestal y ganadera. El territorio, "al menos desde el siglo XI ha permanecido vinculado, sin saberse la razón, al patrimonio real y, hasta el día de hoy, sigue siendo, al menos nominalmente, estatal." rs Para concluir: "Tutela... encontraría una muy adecuada justificación toponímica si era, como lo fue después y 1o es hoy, la principal base de control y/o vigilancia de un inmediato ager tutelatus." 15) Bascunes = ¿Rocaforte, Pamplona ?
El nombre procede de la numismática, viniendo de Alagón y de Tafalla los mayores lotes de estas monedas. Podría ser el nombre primitivo de Pamplona, pero A.C. cree preferible la identificación con Rocafofte, próxima a Sangüesa, que defiende la ruta de acceso a Pamplona desde el SE (nuestra T7), y a la que Ibn-Hayyan aplica el nombre de Baskunsa.
G.A.
De Lugduno Convenuruw, a llerdu por el Valle de Arán (T46) Por Gonzalo Artas Un breve viaje por tierras ribagotzanas y por el Valle de Arán me da ocasión para recapitular algunos datos sobre este viejo camino, sin duda practicado en tiempos romanos aunque no tuviese la consideración de via publica de primer orden' Según Nicole DUPRÉ (1983), la creación por Pompeyo de Lugdunum Convenarum (SaintBertrand de Comminges), después de su victoria sobre Sertorio en 72 a.C., desvió el tráfico de los Pirineos centrales del puerto de Bielsa al de Viella' Parece que el investigador francés R' Lizop (l) dejó claro que Pompeyo incorporó el Valle de Arán a la Civifas Convenarum, y por consiguiente a la provincia de Aquitania, aunque no estemos seguros de que ya por entonces existiese en el centro del valle un núcleo de población con el nombre de
(1)
R. t,lZOP
'.
flistoire de dets cité gallo-romaines
Les
Cont,enae et les (lonsoraLti. Toulouse, 193.l. No lo tengo a mi alcance. pero todos los autores posteriores se remiten a él'
Vétula. Puede darse por segura, en todo caso, una vía rotnana que ascendería por el Garona hasta [a actual Viella. Antes de que se hiciese el famoso túnel de Viella (empezado en 1926 y abierto a la circulación hacia 1950), es sabido que las nieves cerraban durante
largos l'neses los dos caminos tradicionales de comutricación del valle con la España sudpirenaica
el del Puerto de la Bonaigua hacia el
:
Noguera
Pallaresa y el del Puerto de Viella hacia el Noguera
Ribagorzana. Pascual Madoz, buen conocedor del valle del que
fue gobernador y juez de primera instancia
en
tiempo de la primera guerra carlista, nos ha dejado en st Diccionario cumplida descripción de aquellos caminos
:
"Hablanclo con propieclad. puede decirse que el valle de Arán sólo tiene un camino desde Tredós hasta Puente del Rey' generalmente bordeando el r. y cruzándole algunas veces
167120
Artíes' puentes , ya de madera, ya de piedra. como en Tredós' de madera' Vi.ttu. auU..t. Les y Puente del Rey : este último es entre ,agrrá, bastante anóho. corto. porque el r' va encajonado El francés' pasos del a 6 español terr. en sit. do-s peñascos, es Viella hasta generalmente es malo : desde Tredós peligroso; "amino bastante puntos algunos sólo pari caballerías, y en y aun carros de 4 desde la cap. hasta Puente del Rty uun carretas que algunas forradas ruedas, en iu *uyo, parte cle madera' bien para conducir las por bueyes ¿. t i.rro y tiraáas únicamente
51.
\
Berfr^- l ¿. Comrnin5ef
maderas de sus bosques..."
Poenfe áe( Rey
Creo lícito stlpoller que la
situación descrita (camino carretero desde la entrada del valle hasta Viella solamente, y ni siquiera a lo largo de todo el valle) fue esencialmente la misma desde los tiempos de Éo*p"yo hasta los de Madoz, pese a la adscripcón política del Valle de Arán a Ribagorza a mediados ¿el s. X y a la corona de Aragón desde llo 1036. Pero que los caminos no fuesen carreteros por transitados quiere decir que no fuesen
Lét
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»E ,qnÁrv A'bt't V¡¿llo
indica
la
existencia
de
relaciones comerciales
impofiantes a trar¡és de Arán entre la Aquitania región del Ebro.
de lado el camino de la
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caballerías y mercaderes también en tiempos ronianos. Según Lizop, los romanos cobraban en Lttgdunum Convenarutn un impuesto del 25 por ciento sobre las mercancías en tránsito, como hacían en las estaciones del Rin y de los Alpes, lo que
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Bonaigua'
Dejando ,"rn-,á. algo de lo que Macioz nos dice del puerlo de
Viella: ?a4
por la hora escasa de la cap. con dirección a España' Cataluña 1' parte de Vilaller para alcanzar la línea divisoria entre que dirige el camino lArugO, (...) se hálla el puerto cle Viella, al pero elevado y corto' es puerto El nombre. de lá ribera de este p.figr"t.: no oliece riesgos en las riberas de uno y otro lado' párq1.." uno )' otro hay localida<les seguras para socorrer a los cap'' y aun iesjraciados. Én ta parte set. está innrediatamente la de apuro' momento para un y cuadras cabañas dil'erentes antÁ hospital el halla se misnlo' ptrerto pn la m.ridional. al pie iel magnífico pertenece pobl' ; esta a porque dicho de Viella' en él un edificio. de mucha solidez y de gran capacidad: hay de los y sacerdote un f'amilia, su f-rorfirui.ro o arrendatario con viajero el : servicio este por turno hacen que valle, de ü cap. del .n.u.nt.u en este hoipital buena comidq buen cuarto' chimenea
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y buena cama..."
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[67]30
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Recalca Madoz la importancia comercial de este carnilto, pese a quedar intransitable para caballerías de noviembre a junio, y ensalza los laboriosos a esfuerzos de los naturales por llevar sus ganados del través de este puefto a las ferias más importantes
Despidámonos de Madoz reconociéndole el mérito de haber preconizado, un siglo antes de que la idea llegase a realizarse, la apefiura de un tunnel (así escrito y en cursiva: la palabra era entonces anglicismo ó galicisrno) que hiciese practicable el
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camino los 12 meses del año' En Senet el pasado 22 de agosto tuve ocasión de hablar con Antonio, campesino de 89 años y cabeza muy clara que recuerda muy bien el camino antes de la perforación del túnel. No era de calzada, evidentemente ; pero en ciertos tramos difíciles había sido preciso acondicionarlo con algún muro de contención y otros trabajos' Más al Sur. frente a Bono, el IG (hoja 180, 1988)
conserva la denominación "Camí Ral", confirmada por lo naturales. Parece que el camino iría casi siempre por [a margen izquierda del río Noguera Ribagorzana, salvo quizá un tramo de unos 4 km entre Pont de Suert y Puente de Sellés (lG 213 ; este
segundo puente debe estar actualmente sumergido en las aguas del Embalse de Escales). El valle es a veces muy estrecho, pero permite el paso del camino real. En Sopeira está el monasterio de Alaón, una joya románica, restaurado a principios del s. [X, época en
que Ribagorza y Pallars dependían del conde de Tolosa y nLlestro camino hubo de desempeñar por consiguiente una función decisiva' Tal vez de esa época es el puente situado a unos cientos de metros (foto). Inexcusablemente. el monasterio no está rotulado en ia hoja 251 de! IG.
y algo más abajo el natural, transitable camino un valle sigue siendo incluso a uno y otro lado del río. Pronto empieza la cola del iargo embalse de Canelles, y en IG 289 Hasta Pueute cle Montañana
(1950, cuando aún no existía el embalse) se aprecia que el río, metido por estrechísimos congostos entre las sierras de Mongay y Monsech, no admite ya caminos paralelos.
Rodrigo PIT'A MERCÉ ¡tOlS¡, al tratar del sistema de comunicaciotres romallo en la comarca, parece suponer que desde Ager a Porrt de Suert había que rodear por Tremp. Creo que es un despropósito. [Jesde Áger (acento en la inicial' no siempre marcado en los mapas) hasta el Collado de Ares en la Sierra del Monsech hay una "Cañada Real cie Balaguer" que, cerca de la cumbre, pasa por una significativa "F'te. del Hospital". En Puente de Montañana me confimaron que hay camino antiguo al Coll d'Ares, pasando por La Clúa y Alsamora'
Nos quedarnos con las ganas de reconocer tal oamino.
Entre Áger y Balaguer, el Camí Vell Pasaba, segírn Pita Mercé, por Avellanes y Vilanova de la Sal.
Tres rectificuciones Se nos han hecho notar tres efrores en nuestro número anterior (66). Lamentamos el atolondramiento de nuestro mecanógrafo, y rogamos a nuestros suscriptores los corrijan en sus respectivos ejemplares
:
Pág. 25, quinta línea después de "Primeras dudas" : donde dice "décima parte" debe decir "centésima parte". Pág. 30, segunda columna, párr. numerado2o,línea 6 : donde dice "que los senderos de Toledo" debe decir ooque los sederos de Toledo" (sederos mercaderes de seda).
:
Pág.31, segunda columna, final : donde inexplicablemente transcribimos "la Mernoria vaya firmada sólo por él y por mí", Carlos Caballero había escrito en realidad "la Memoria vaya finnada sólo por Pablo Herradón y por mí".
[67]31
Lo que dicen nuestros corresponsales CONSIDERACIONES SOBRE LA BETURIA Creo que le interesará también la cuestión de cómo la vía Xxlll va siguiendo, en territorio y badajocense, más o menos la frontera entre célticos
Escribe Alicia M" Canto desde Madrid (10.10.e8)
la vista de su mapa no 6, con ese gran vacío 156 a.C., en el territorio de que deja, - hasta el año
A
túrdulos, pero ello se debe a que coincide en un buen tramo coti una divisoria geológica notable (la llarnada
Beturiae (Celticorum y Turdulorum), le comento que, a mi juicio, existen datos para sostener
que treinta años antes, hacia el año 186-185 a'C', ya
"falla de Ossa-Morena") que, según he propuesto hace poco (CuPAUAM 1993 y Epigrafia Romana de la Beturia Céltica, Madrid, UAM, 1991), es la causa
Roma controlaba el territorio más inmediato al río Ana, y con mayor seguridad el de los Célticos : Me baso án que si los pretores Crispino y Pisón pueden citarse para la concentración de sus tropas (para la campaña militar de ese año) in Baeturia, antes de cruz.ar el río y pasar a combatir, al N. del Guadiana, a lusitanos y carpetanos, es porque a sus espaldas
del pacífico reparto de una misma enorrne comarca entre dos etnias tan diferentes (célticos y túrdulos)' A mi juicio, la razón última para este reparto es la minlría: Los Célticos, al O., se ocupan de la
dejaban una Beturia ya tranquila (publicado en Extr e madur a Ar que ol ó gica 4, | 99 5)
explotación de hieros y algo de cobre; y los Túrdulos, al E., del plomo y la plata de Los Pedroches y del mercurio de Almadén (en : Célticos y Túrdulos : La Beturict, Cuadernos Emeritenses 8, Mérida, 1995).
ámbas
-
EL GUADIANA COMO FRONTERA PROVINCIAL Sigue ecribiendo Alicia
M'Canto
Por otra parte (y esto ya a la vista de su mapaíndice), vengo defendiendo, desde 1989 (Geriónl), con Estrabón, Mela y Plinio, que el río Ana, en todo
su recorrido, es la frontera real entre Bética y Lusitania. En aquel trabajo (unto a la posible fundación cesariana de Mérida) expliqué el muy citado texto de la Pasión de Santa Eulalia (in finibus Baeticae no significa "en los límites" : cuando se usa
fines, en plural, se entiende como "territorio")'
Tampoco consigo creerrne que una calzada arterial como la XXIII "se pierda al entrar en la Bética", 56 km al S. de Mérida, como sostienen Silliéres y Corzo' Estas calzadas grandes y vitales no podían estar a merced de las provincias o de las ciudades. Y puede haber centuriaciones emeritenses en Bética sin tener
que llevar allí la frontera de Lusitania: Se trata, posiblemente, de una praefecfura (quizá Mullicensis),
en territorio bético pero
asignada
a
Emerita
(gromáticos). de los mapas [Estamos de acuerdo, contra la mayoría corrientes empeñados en acercar el límite LusitaniaBética a la actualfrontera hispanoportuguesa, en que el Ana marcaba aquel límite en la rnayor parte de su curso descendente hacia el Sur. Pero sigo creyendo
167132
inverosímil que lo fuera en las inmediaciones de Mérida y Medellín, y de todos nodos no pudo serlo en todo su recorriclo, ya que caput fluminis Anae queda muy adentrado en la Cartaginense. No entro en la traducción de "infinibus" ; habría que hacer un tedioso estudio casuístico para saber si iin*pru, y en especial en el latín medieval, significa "en el ferriforio" excltryendo la idea de proximidad a la fronterct. Pero si el miliario 38 al que alude la Pasión cle Santa Eulalia contaba las millas desde Mérida, parece probable que su colocación fuese decidicla por la auforidad provincial. En mi Reperlorio (p 31a)' apoyándome en un trabajo de F. Braun, recordé que Fronfino dice expresamente que en el año 25 a.C. se adiudicaron tierras a ambos lados del Anas a veteranos establecidos en Mérida. Me cuesta creer, como pretende Aliciu Canto. que eslas centuriaciones se hicieran en territorio bético. Respecto al argumento viario, hay alguna confusión que conviene aclarar. Ante todo, creo que A.C. no se refiere a la calzada XXIII (A23 en nuestra terminologíct) sino a la X (A10), que en su sector de Astigi a EtneriÍa parece no tener tnillas suficienÍes y por- eso se ha pensado que podría terminar en el límite de la Bética (cf. mi Repertorio, p. 316)' La resistencia a la idea de que una "calzada
(cf ME
es decir de ruÍas seguidas por tal o cual personaje o por tal o ocasionalmente cual unidad militar, especialmente con obieto de recaudar impuestos, lo que explica los zigzagueos y
arterial" termine o empiece en un límite provincial o conventual (caso que se da más de una vez, a mi juicio : A20, A29, A31...) viene de la confusión, siempre denunciada por nosotros, entre "vías" y "rutas". Machaquemos que el It. de Antonino no es
15,17-20),
los términos de ruÍa aparentemente arbitrarios. Dicho esto, no obstante, no es seguro que el límite provincial sea la explicación de esta ruta; nuesfro colaborador Zapico ha encontrado otra explicación
una guía de caminos. Es absurdo, en el caso que nos
ocupa sin ir más leios, proponer la A10 conto vía para ir de Hispalis a Emerita rodeando nada menos que por Asrigi. El lt.Ant. es una recopilación de hoias de ruta, como argumentó sólidamente Van Berchen
que podría ser tnás verosímil (ME 17,18).
G,A.]
Ecos, extractos Y refritos Ptolomeo
Y
el País Vasco
Armando BESGA MARROQUÍN, en Letras de Deusto 78 (enero-marzo 1998) hace un largo, bien documentado y bien razonado estudio de las "Explicaciones sobre las diferencias entre las descripciones de los geógrafos romanos sobre los pueblos del País Vasco". Las diferencias difícilmente compaginables entre las informaciones de Estrabón, Mela, Plinio y Ptolomeo no se deben a que la situación descrita haya cambiado en el tiempo,
sino básicamente al mal conocimiento de la realidad por parte de los autores más antiguos y al progresivo conocimiento que se fue alcanzando al avanzar la
conquista y la romanización. El autor más informado, pese a sus errores y deficiencias, es Ptolomeo, y la situación descrita por él "no es sólo la
correspondiente a mediados del siglo II, sino la de todo el período precedente, probablemente incluso el G.A. anterior a la conquista romana."
Más sobre estadios Y medidas En la mismalarga cafta de la que hemos tomado párrafos en otra sección, Alicia Canto corrobora que Nebrija se refirió, al utilizar la expresión sfadium in circo, al hoy llamado circo, que según ella "nunca pudo servir para naumachia, debido a la cantidad de accesos y aberturas que tenía, a la escasa profundidad de la arena, y a que hubiera resultado ruinoso." No puedo entrar en esta apreciación técnica, pero insisto que -cosa que por lo demás no niega A.C.- en huella dejado había retina cuya Gaspar Barreiros, en el Circo Máximo de Roma utilizado realmente para juegos navales, se referió al circo emeritense llamándolo naumaquia. Parece, en cambio, que no se puede absolver a
Moreno de Vargas (yo me había mostrado aquí dubitativo) de su error al situar la "naumaquia", no ya
en el circo ni en el anfiteatro, sino en el teatro, del que en su época sólo se veían los graderíos superiores'
Alicia Canto nos ofrece también los resultados de diversas mediciones del circo emeritense en 1755, 1835, 1894 y 1986. Ninguna de ellas resuelve la incógrita de cómo midió Nebrija el Circo para hallar la longitud de un estadio, octava parte de la milla. En cuanto a la obra de Ernst Curtius Die Auspyabungen zu Olympia cuyo microfilm, como se recordará (ME 66,29), pedí a la Biblioteca Nacional, nueva decepción. En los cuatro tomos existentes en la
corresponden a las cuatro primeras excavaciones en Olimpia, no se da de campañas cuenta de las excavaciones en el estadio, que al parecer se realizaron en una quinta (o una sexta)
B.N., que
campaña.
G'A' t67133
El cuentamillas de Vitrubio reeditada en facsímiI en 1987, Editorial Alta Fulla" Barcelona' No se conserva ninguno de los dibujos con que tal vez la obra original. Ortiz y Sanz ilustró la suya con
Entre los muchos temas de que trató el romano Vitrubio está este hace dos mil años en sus Diez libros de Arquitectura
ilustró Vitrubio
más del cuentamillas, u odómetro como dicen otros con término camino). eruditolo6ó6' sigue es la traducción hecha por el presbítero El texto que -Ortiz y Sanz, publicada en Madrid en 1787 y Don Joseph
Del modo
cle
metlir
fluno, y dibuios de
iu.
hechura propia, pero no ilustro
el capítulo
que uqui nos ocupa tal vez por ver en.él alguna dificultad'
en ef-ecto existe como veremos más adelante'
las
millus en un camino
arquilla, los dientes del qual ajustarán al diente que el iímpano segundo tiene al lado. En este tímpano se harán tantos agujeros como millas suelen hacerse con carruage al dia, poco mas ó menos, y en cada agujero de estos se pondrá una bolilla redonda' En la uiqrittu que contiene este tímpano se hará un canalita, por donde las bolillas que tendrán quatro pies de diámetrol, para que agujero con una quando llegaren al puesto, vayan poniendolas una señal en el calce de su llevare el tímpano, de la caxa del carruage á vierto vaso de tircunferencia, y comenzando alli á dar vuelta en á dar dentro tierra, quando la señal llegare al estado en que bronce alli encerrado. 41 De esta suerte, como al caminar la rueda empezó el giro, sepamos haber caminado doce pies lleva consigo al tímpano de abaxo, y su diente en y medio. otro del segundo tímpano 40 Con esta prevencion, se pasará á fixar en la cada vuelta va rnordiendo sucederá, que quando el de parle interior del cubo de la rueda un tímpano con haciendole caminar, 400 vueltas, el segundo habrá dado una, un diente en su lado. Sobre este tímpano en la caxa abaxo diere al lado habrá tomado un diente del carruage se clava firmemente una arquilla con y el diente que tiene Dadas pues 400 vueltas el otro tímpano versatil, colocado verticalmente sobre iel tímpano horizontal. abaxo, y una el segundo, se habrán su exe; el qual tendrá en su perifería 400 dientes tímpano de pies de camino, que son mil pasos, y iguales, ajustados al diente del tímpano inferior' hecho ya 5000 aviso con el Ád.*u. de esto, en el tímpano de arriba se pondrá las boiillas que irán cayendo, darány el numero de que se caminare ; otro diente al lado y perpendicular á los otros' ruido de cada milla que se hubieren hecho al dia' las recogido, ellas Encima irá un tercer tímpano horizontalmente, dentado como su contiguo, y cerrado en otra a la [Dedica a continuación Vitrubio dos párrafos
39 inutil, y
Pasemos ahora á explicar una cosa nada enseñada con la mayor diligencia por nuestros mayores, c«¡n la qual, quando viajamos, podemos dentro del mismo carruage, ó nave si nur.gu-ot, saber el numero de millas que hacemos' Consiguese de esta forma. Las ruedas del carruage
I
Pudieran tener otra qualquiera dimension, con tal que se sigan los y proporciones Todos los códices que he visto, con los
demas cálculos
del Escorial y Sulpiciano leen aqui . pedum quoternum et s"':;tontis'
Perrault enmendó el texto quitando el sext(lntis, que realmente parece erroneo. diciendo luego Vitruvio, que un entero giro de la rueda eratr doce pies y medio, como vemos en todos los códices y ediciones' y excepto la de Philandro. Galiani sigue esta correccion de Penault, lo mismo hago yo en el texto, olnitiendo la voz sextdntis [Nota de Ortiz y
aplicación clel ntismo artílugio a las navegaciones, a hase de un eje qtte atraviese las amuradas de la nave y lleve en sus extrimos senrlas ruedas con "voladeras" que lleguen al agua para que éstrt las haga girar al avanzar la nave Y concltne :J
44
Creo haber explicado el modo de hacer las máquinas utiles y deley'tables en tiempos de paz y sin sobresaltos de guerra.
Sanzl
¿Funcionó alguna vez el artilugio de Vitrubio Ante el texto clásico transcrito. la Dirección de El Miliario f)xtrattagante pensó ingenuamente que un buen técnico no tendría mucha dificultad en dibujar un modelo del cuentamillas en cuestión para ofrecerlo a nuestros lectores. Consultado nuestro colaborador Ernesto LOEWINSOHN, éste hizo un doble trabajo : por un lado, hizo sus propios cálculos y tanteos que pronto pusieron de manifiesto que la cosa era mucho más dificil de lo que parecía pretender el ingeniero romano ; por otro lado. llevó a cabo una exploración bibliográfica que nos hizo ver que el tema había ya ocupado en los siglos pasados a muchas mentes preclaras. Loer'vinsohn comprendió de inmediato que el uso de un gran
167134
?
"tímpano" (rueda dentada) con 400 dientes, a 7 mm por diente. era "un trabaio de relo.iero. pues un pequeño desplazamiento de la rueda o el diente del cubo lo desconecta." Para que funcione -añade- tiene que
:
" 1. Estar hecho con mucha precisión. Estar colocado con mucha precisión, El tímpano vertical de 400 dientes debe pesar poco.
2. 3. 4. El tímpano
vertical debe frjarse al costado del carro
rígidamente.
5.
La rucda del camo. cuyo cubo está en contacto con el tímpano vertical. debe estar sobre un e.ie rígido, con defbrmaciones casi imperceptibles (lo cual quiere decir
que la calzada debiera ser muy lisa y libre de baches)'
Totat, que es una solución casi imposible que funcione' No creo que Vitrubio tenga un invento que funcione bien o fácilmente."
Era posible encontrar soluciones más practicables, pero sin seguir exactamente la descripción sino introduciendo variaciones. Las búsquedas bibliográñcas de nuestro colaborador le
llevaron
al
excelente estudio
de André
WEGENER
SLEESWYK , publicado primero en ScientiJic American 5' en traducción española con el título ''El odómetro de Vitrubio" en Investigación y Ciencia, diciembre de 1981 De este completísimo trabaio (cuya fotocopia podemos f-acilitat
a los lectores interesados) resulta que el artilugio pudo ser inventado por Arquímedes, que atrajo la atención de Leonardo da Vinci muchos siglos después, y que en tiempos
modemos se ha considerado más como lucubración teórica que como descripción de una máquina que pudiera funcionar (salvo que se operen importantes modificaciones' un tren en especial sustituir el engranaie de 400 dientes por "Creo -concluye de engranaies con reducciones sucesivas)' Wegener Slleswyk- que el odómetro resulta más interesante y' por"el ingenio que «lemuestra que por su utilidad práctica
poi la evidencia que lo asocia con grandes ingenieros det pasatlo : Leonardo, Vitrubio y, ahora-
sobre toáo.
Arquímedes."
Nota sobre Elbora Por Gonzalo Arias el año 304)
En varios de los mapas de nuestro Atlas Histórico (núms. l0 a 19) hemos colocado la ciudad de Elbora en la actual Talavera de la Reina. Esto requiere precisiones, explicaciones, y también alguna
se fecha en
rectificación.
civitatem... D e in rlb, adv eni en s T o I e t anam ur b e m, in gr e sus, "' Properans itaque Elboram, ingres sus, "'
Las fuentes antiguas (incluida aquí la época visigótica) que parecen referirse a esta ciudad son como máximo cuatro, que yo sepa, descontando una quinta que probablemente se aplica a otra ciudad' Veámoslas para emqezar
:
Primera : Ptolomeo. La incluye con el nombre de Libora entre las ciudades carpetanas, y por 10
tanto en la provincia Tarraconense. Sus coordenadas (go 25' - 40' 45') la hacen la más occidental de las ciudades carpetanas.
Segunda: Anónimo de Ravena. El nombre es Lebura,y el contexto es el siguiente : Iterum quomodo in media provincia ipsius Spanie dicitur civitas Complutum, cuius ffinalis est civitas quae dicitur Titultiam, item civitas Toleton
(Datianus) Post inde, arripuit' fe I ic is s imam C ae s araugus tam...
...Inde alacri profectu Complutensem ingredifur
Profetusque ab Elbora, Emeritensent ingredifur civifo.lem. Es decir, si no me equivoco "(Daciano) desPués de esto,
:
arremetió contra la felicísima Zaragoza'
...Saliendo raudo de allí entró en la ciudad de Complutum... Tras lo cual, llegado a la urbe de Toledo, entró"' Apresurándose así a Elbora, entró.'. Y habiendo salido de E,lbora, entró en la ciudad de Mérida."
numismática' Según Bayerri i Bertomeu, en el Monetario de la R.A. de la Historia hay monedas de Leovigildo y Recaredo con la leyenda Elvora. (Tovar, a mi juicio gratuitamente, Cuarta
: La
las atribuye a Ebora).
Lebura Augustabria Lomundo
Turcalion Rodacis
Lacipea
Tercera : La Passio Leocadirte. El texto es poco conocido, así es que 10 repetiré tal como lo dio a
conocer José Bueno
:
en ME 19,22b, aunque
lamentablemente no nos dijo de qué fuente (sin duda eclesiástica) lo tomó (el martirio de Santa Leocadia
La quinta fuente que es prudente descaftar es Livio, quien habla de una Aebura al narrar la campaña de Quinto Fulvio Flaco en 181 a'C' Tovar reconoce que la identificación con Libora "es paleográficamente tentadora" (AIBOPA -) AEBOTPA), pero la desecha en favor de la propuesta de Menéndez Pidal que lleva la acción de Flaco a Yebra, en el p j. de Pastrana (Guadalajara)'
¿Córno han utilizado los historiadores
fuentes ? He aquí unos breves apuntes
estas
:
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de T. la Yieia era Augusfobriga)' Sebastian Münster al editar a Ptolomeo en 1540, romana o'Libora" : Elbora olim, Talabrica hodie Francisco Coello, en su estudios sobre Vías apostilla en que romanas entre Toledo y Mérida (1889) reconoce vulgo Talauera. (la Líbora autores han querido identificarla Las Relaciones de Felipe II, en medio de otras "varios de Ptolomeo) con Talavera de la Reina que se llamó opiniones fantasiosas, dicen también de Talavera de y alguna vez Medina Télbora y Ébura"' No obstante' ia Reina : "El maestro Herrera, natural de esta villa más verosímil llevar Líbora a la dehesa muy docto en letras humanas, dice que se llamó éllncuentra de Santa María de las Albueras (sin duda el "Cerro E,lbora y Conrado Jesuhero dice que se llamó Libora de Santa María" y la "Labranza de Santa María" de o Elbora, pero entendemos que sería esto en tiempo del Tajo
Juan de Mariana, que por cierto era talaverano' conjetura: "sospecho quLe Tala en la lengua antigua de Éspaña es lo mismo que pueblo, como Talaván' Talarruvia, Talamanca, lo dan a entender; y que de Tala y Ebura primero este pueblo se llamó Talebura o Taiabura y de aquí con pequeña mudanza se forjó el nombre de Talavera." (citado por Madoz)' Miguel Cortés y López recurre al hebreo, incongiuencia frecuente en él y que Madoz le reprocha : Talavera vendría de Thel-Ebura' El propio Madoz parece inclinarse a la hipótesis que atiibuye a "los ilustrados editores valencianos de la Historiá de Mariana", según los cuales el nombre árabe intermedio entre el antiguo y el moderno sería Medina-Telbora. "Puede asegurarse -recalca el autor del famoso Diccionario geográfico- que cuando los árabes se hicieron dueños de la Península, la encontraron siendo aún ciudad notable y la llamaron Medina-Talbera.""' Pero no nos explica cómo surge esa "T", ni dice expresamente si las fuentes árabes que naffan el encuentro en Talavera en 712 entre Tárik y Muza apoyan esta denominación. ¿Puede aclararnos esto un arabista
?
Sumario de las Antigüedades... (1832) es uno de los primeros en
Ceán Bermúdez, en su
1952, en la orilla izquierda unos l0 krn aguas arriba de Talavera), donde hay "ruinas, sepulcros y otros restos antiguos"' No tengo elementos para rastrear la historia de las ubicaciones de nuestra ciudad en la bibliografía más moderna, pero veo en el trabajo de Alicia Canto sobre "Piedra Escrita" comentado en este número
lG 621, año
de los moros, porque Elbora es nombre arábico"'"
K. Mütler a fines del siglo pasado y F' Braun a principios del presente sugirieron Puebla de Montalbán, idea "que necesitaría algún otro apoyo epigráfico" según Canto. Tovar no aventura una op;niOn propia, pero cita las de Fita que es contrario
que
a Talavera y Bosch que propone Cuerva (Toledo)'
Pues bien
: vistas todas estas opiniones, yo
11o
veo motivos para desechar la ubicación tradicional' Sólo hay ull argumento con cierto peso contra la ecuación Elbora-Talavera de la R', y es el silencio del Itinerario de Antonino al describir la ruta A25, que sin la tnenor duda pasaba por allí' Pero lo cierto
que, de cualquier modo que midamos las distancias, no acefiamos a poner en Talavera una mansión citada en esta ruta; y por otra parte el
.t
fenómeno de que el Itinerario omita una mansión de ubicación cierta en una ruta, aunque no frecuente, no es desconocido.
embargo, gracias a este análisis llos percatamos de un par de inexactitudes que hay que dudar de la atribución a Talavera de la Reina de las en los mapas del Atlas' Primera, que menciones de la antigua ciudad romana, que él iectificar ha de considerarse según Ptolomeo prefiere trasladar a la otra Talavera : "Sus naturales Elbora y llevados tarraconense (y cartaginense después) y no lusitana' iO" r. O. la R.), deseosos de ennoblecerla, el consiguiente desplazamiento al oeste de la del amor a su patria, dicen que se llamó en tiempo de con que en el Mapa 19 es los romano s Libora, Ebura o Aebura y Elbora, línea fronteriza. Segunda, Elbora col'tlo presentar erróneo nombres que Tolomeo, Tito Livio, Estéfano y los probablemente deba a una se error que tal vez godos dieron a Talavera la vieja. Otros, con más tirAu¿ episcopal, Eboraiaz6n,la llaman Aquis o Aquense..-" (Recuérdese, no confusión con obstante, que hoy nadie discute que la ciudad SuscriPciones El precio de la
suscriPción anual
sigue siendo 4'000 Pts (8.000 Para instituciones o apoyo, 2.000 Para estudiantes). Con el próximo número (marzo) se incluirá un recordatorio para el pago del año 1999.
¡oz1So
Sin
Indices actualizados Los siguientes instrumentos siguen estando a disposición de quien los solicite : I Indices provisionales actualizados (Catálogo de v.r., Indice de mansiones y ciudades. Sumario sisterrático-geográfico, Indice de mapas y planos' Indice alfabético de autores y conceptos) : 350 pts.
I I
Bibliografia general del M.E. : 160 pts.
Mapa-lndice de las vías romanas de Hispania : 40 pts' El pago puede hacerse en sellos de correos, para mayor comodidad'