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por Joaquín LostalBeneharnoCaesraugusta -El miliario del Somport y la vía

El miliario del Somport y la vía Beneharno Caesraugusta

Joaquín Lostal Pros.

El conocimiento de la vía transpirenaica que une Caesaraugusta con Beneharno está rodeado de una serie de circunstancias adversas que hacen difícil su estudio.

Ciertamente la vía es recogida por el Itinerario de Antonio (452, 6- 453, 3), aunque con un serio problema de partida: el número total de millas (CXII) -que por otro lado coincide con la suma de las distancias parciales-, no llega ni de cerca a la distancia real existente entre ambas ciudades.

Esta cuestión ha tratado de ser resuelta de dos maneras distintas, que no son excluyentes entre sí. La primera solución, enunciada por Antonio Blázquez, sería que la distancia total (112 millas) no se contabilizaría desde la misma Caesaraugusta, sino desde un empalme que nacería de la vía Caesaraugusta-Osca. Este punto se ha pensado que estaría en la mansión de Gallicum (en torno a Zuera o San Mateo de Gállego), última mansión de esta vía, a tan solo XV millas de

Caesaraugusta.

La segunda solución, propuesta por Eduardo Saavedra, fue la de considerar que el recopilador de los datos del Itinerario se habría saltado la mansión de Iacca (Jaca), la ciudad más importante de esta zona del Pirineo, y que se situaría entre las de Ebellino y Summo Pyreneo.

Últimamente Gonzalo Arias ha lanzado una tercera

posibilidad para explicar la paradoja: que la unidad

de medida utilizada en esta vía, que se extiende

en parte por territorio galo, no fuese la milla (m.p),

sino la legua (leg), como sucede en otros ejemplos

del Itinerario, sobre todo galos 1 .

El Anónimo de Ravena, como es sabido, también se hace eco de esta vía, o mejor diríamos de este entorno, pues al hecho genérico de no señalar distancias entre mansiones, hay que añadir el desconcertante desorden de las mismas, entre las que –esta vez sí- aparece Iacca (Pacca). Ello puede ser debi

do a un simple error o a la combinación de distintos tramos de vías. El hecho es que en esta fuente Ebellino aparece después de Pacca (Iacca), amén de otras mansiones no recogidas por el Itinerario, como Julia, Salam o Anabere (seguramente la Anabis citada por Ptolomeo (II, 6, 71).

K. Miller 2

propuso en 1916 una combina

ción de ambas fuentes, aceptando la ausencia de la mansión Gallicum y reordenando la lista dada por el Anónimo, pero sin ningún tipo de fundamento:

Caesaraugusta...........(Zaragoza) Gallicum....................(San Mateo de Gállego) Foro Gallorum...........(Gurrea de Gállego) Julia............................(¿?) Ebellino......................(al sur de Murillo de Gállego) Salam..........................(¿?) Anabere.......................(¿?) Iacca (Pacca)..............(Jaca) Summo Pyreneo..........(Puerto del Somport) Foro Ligneo................(zona de Urdos) Aspalluga....................(Accous) Ilurone.........................(Oloron) Benearno......................(Pau)

Figura 1: El fragmento de miliario de Somport en la Maison du Patrimoine d’Oloron et Haut Béarn

Otra cuestión, que tampoco viene a dar luz en este sentido, es la inscripción viaria conservada en el Monasterio de Siresa en el valle de Hecho, conocida ya en este lugar desde el s. XVI. La presencia de esta inscripción en el valle de Hecho (río Aragón Subordán) abrió a comienzos del siglo pasado (Antonio Blázquez y Claudio SánchezY decimos que tampoco viene a dar luz porque no podemos asegurar que la inscripción viaria conservada en Siresa haya estado siempre ahí. Ni tampoco lo contrario. A favor de la primera posibilidad actúa el relativo poco peso de una lápida de mármol que mide 79 cms de altura, por 57,5 cms de anchura y sólo 6 cms de grosor (entre 70 y 76 kilos), y el innegable factor de atracción cultural que

Albornoz) la posibilidad de que la vía citada por el Itinerario de Antonio pasara por este valle y no por el de Canfranc (río Aragón) como se había supuesto siempre.

desempeña un monasterio a lo largo de la Edad Media que actuaría en el sentido de conservar documentos y monumentos, sin ningún valor para los habitantes de la comarca. A favor de la segunda podríamos aducir que la descripción geográfica contenida en las líneas 7-12 correspondería a un paisaje como el de la "Boca del Infierno".

El trazado de la vía tampoco sirve, a nuestro en

tender, para aclarar el problema. No hay, por el

momento, restos de calzada claros, salvo, al pare

cer, en la zona próxima al puerto del Palo 3 .

Tampoco queda ningún puente que se pueda catalogar como romano.

En consecuencia la reducción de las mansiones varía de un autor a otro, a veces con grandes diferencias, debido a la elección de trazados distintos, que bien pudieran pertenecer a vías diferentes.

Tampoco hay, hasta la fecha, miliarios en el tra

mo hispánico de la vía, pero sí uno justo en el

puerto del Somport , no lejos de la cima, pero ya

en la vertiente francesa, del que dieron noticia

Hirschfeld y Zangemeister (C.I.L. XIII, nº 8894) y

que ha pasado desapercibido o mal interpretado

para la mayoría de los autores 4 .

El fragmento de miliario fue descubierto en 1860 al hacer una carretera que aprovechaba en parte el trazado del antiguo Camino de Santiago. El lugar del hallazgo se sitúa en el ravin de Paillete, barranco situado junto al actual aparcamiento de la Estación de Esquí de Fondo del Somport, por donde ascendía el camino de peregrinación.

En la actualidad se conserva en la Maison du Patrimoine d’Oloron et Haut Béarn, museo municipal al cuidado de Pierre Louis y Anne Giannerini. Lo vi el 10 de octubre de 1997.

Se trata de un fragmento de miliario labrado en piedra arenisca de color amarillo anaranjado, del que se conserva la basa y el arranque de la columna. Mide 93 cms de altura, de los cuales 48 pertenecen a la parte cilíndrica con un diámetro de 34 cms. La basa tiene 45 cms de altura y 33 cms de lado aproximadamente.

De la inscripción sólo se conserva parte de las dos últimas líneas, en bastante mal estado, aunque se

Figura 2: calco del miliario de Somport

aprecia la elegancia de una Capital Cuadrada monumental clásica. El campo epigráfico es de (22) por (18) cms. Altura de las letras: Línea 1: (7) cms. Espacio interlineal: 2,5-1,5 cms. Línea 2: 9 cms. Restitución (Fig. 1, Lám I): - - - - - - - [ab] iluro[ne] - m p [- - -]

Bibliografía: Directa:

* CIL XIII, nº 8894. * Fabré, G. Carte arqueologique de la Gaule. Pyrénées Atlantiques, 64. París, 1994, p. 62. * Moreno Gallo, I. Vías romanas. Ingeniería y técnica constructiva. Ministerio de Fomento. Madrid, 2004, pp. 180-182. * Moreno Gallo, I. El Summum pyraneum aragonés, El Miliario Extravagante, nº 88 (4ª época, febrero de 2004, pp. 14-17.

Indirecta: * Lacoste, C. Chemins roumieux et hopitaux en Bearn, en "Rev. Historique et Archeologique du Bearn et du Pays Basque". 1937, (obra citada por: Beltrán, A. El puerto del Palo y la vía romana que lo atraviesa, en "Rev. Caesaraugusta", nº 6. Zaragoza, 1955, p. 138). No he logrado consultarla.

Del texto conservado no se deduce ninguna infor

mación de carácter cronológico directo, aparte de

la que aporta el tipo de letra. En cambio, el hecho

de ser un miliario mensurativo nos permite fecharlo

indirectamente, es decir con un cierto grado de

certeza estadística, entre los siglos. I-II d.C., época

a la que pertenecen 36 de los 40 miliarios mensu

rativos que hemos podido estudiar en esta parte

de la Tarraconense 5 , es decir, el 90% de los casos.

Los otros cuatro pertenecen dos a Maximino, uno a Decio y otro a Constancio Cloro.

Fabré lo data en el s. II d.C., en tanto que P. Sillières lo considera del s. IV.

Como conclusión creemos que del análisis de este miliario se pueden deducir dos cosas: primera, que la vía romana de Caesaraugusta a Beneharno, citada por el Itinerario de Antonio, pasa por el Somport y no por el puerto del Palo (algo que perpetuará el Camino de Santiago durante la Edad Media), y la segunda, que la unidad de medida en

esta vía es la milla (m.p.) y no la legua. Siguen

quedando en pie otras incógnitas, como son, sobre

todo, el problema de las distancias, la posible omi

sión de la mansión de Iacca, la reducción de las

mansiones, o la sorprendente cortedad de las di

stancias en el lado galo 6 .

NOTAS

1. Arias, G. La legua romana en el Itinerario de Antonio, en "El Miliario Extravagante", nº 76 (4ª época), marzo de 2001, pp. 13-15. Ibidem. La vía transpirenaica construida por legionarios galorromanos, en "El Miliario Extravagante", nº 76 (4ª época), marzo de 2001, pp. 16- 21.

2. Miller, K. Itineraria Romana. Stuttgart, 1916, p. 152.

3. Beltrán, A. El puerto de Palo y la vía romana que lo atraviesa, en Rev. Caesaraugusta, nº 6. Zaragoza, 1955, pp. 127-140. Magallón, Mª. A. La red viaria en Aragón. Zaragoza, 1987, pp. 120-128. Ambos consideran que la vía principal cruzaba el Pirineo por el puerto del Palo, y no por el Somport. En cualquier caso pensamos que de esos restos no se puede deducir que la vía a la que corresponden sea la citada por el Itinerario de Antonino. Rico, C. Pyrénées romaines. Essai sur un pays de frontière (III siècle av. J.C.-IV siècle ap. J.C.). Casa de Velázquez, Madrid, 1997. Este autor, citado por G. Arias, se inclina de nuevo -como Saavedra- por el paso del Somport, desestimando el puerto de Palo como paso principal. Véase en este sentido la transcendental aportación al estudio de las vías romanas de Moreno Gallo, I. Vías romanas. Ingeniería y técnica constructiva. Ministerio de Fomento. Madrid, 2004, pp. 180-182 y 224-225, y también su artículo: El Summum pyraneum aragonés, en "El Miliario Extravagante", nº 88 (4ª época, febrero de 2004, pp. 14-17.

4. A. Beltrán (Op. Cit. p. 138) corrige las fuentes por él consultadas (Lacoste, C. Chemins roumieux et hopitaux en Bearn, en Revue Historique et Archeologique du Bearn et du Pays Basque. 1937, y una cita de Soler del que no da indicación bibliográfica). Magallón no lo recoge.

5. Lostal, J. Los miliarios de la Provincia Tarraconense (Conventos Tarraconense, Cesaraugustano, Cluniense y Cartaginense). I.F.C. Zaragoza, 1992, pp. 229-237 y 367.

6. Véanse a este respecto los interesantes artículos de Denis van Berchem, La annona militar en el Imperio Romano en el siglo III, y Los itinerarios de Caracalla y el Itinerario Antonino, publicados por Gonzalo Arias en Anexos de "El Miliario Extravagante", nº 4. Diciembre de 2002

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