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Segontia, por Elena Martín

La calzada romana entre Emerita Augusta y Caesar Augusta a su paso entre Complutum y Segontia

El presente trabajo es un resumen de lo presentado en el X Encuentro de Historiadores del Valle del Henares.

La infraestructura viaria romana desarrollada durante el Imperio no sólo fue un importante éxito, sino también un hecho de profundo significado. Proporcionó la base para establecer y mantener un Imperio con la máxima durabilidad de la Historia Europea. Así mismo establece las líneas por las que mercaderes, población, soldados, etc., intercambiaron ideas, cultura y formas de vida, otorgando una mayor homogeneidad al Imperio. Además determinó la localización de algunos de los grandes centros urbanos europeos, hoy en día aún vigentes.

Los romanos aprendieron de los etruscos la habilidad de construir carreteras. Los etruscos, desde el siglo IX a.C., dejaron testigos en la actual Toscana que demuestran su habilidad como ingenieros 1 . Fueron ellos quienes enseñaron a los romanos a construir acueductos, puentes, carreteras,… pero los romanos dieron un paso más: pavimentaron milla a milla de cada una de sus vías principales.

Otro factor fundamental en el impulso de la red viaria romana fue el cursus publicus o correo estatal, implantado en el siglo III a.C., que adquiere con la llegada del Imperio unas dimensiones desconocidas hasta el momento en ninguna civilización.

En cada una de las provincias romanas dos o tres ciudades servían como nudos en las vías de comunicación. En Hispania tenemos a Caesar Augusta, Corduba y Emerita Augusta. La economía del Imperio romano dependía directamente de las carreteras, esta infraestructura otorgaba una facilidad expansiva mayor.

El último paso en la construcción de una calzada es la colocación de miliarios. Se colocaban cada milla, en Italia cada uno de ellos contenía una inscripción dando la distancia desde Roma o desde la ciudad donde la carretera comenzaba. En cambio, en las provincias, los miliarios mostraban la distancia entre ciudades, entre la cabecera de la carretera,…ocasionalmente contenían más información

Elena Martín Blas

como las distancias entre tres o cuatro puntos principales de la calzada o la distancia de un extremo a otro de la misma. Estos miliarios eran muy útiles y necesarios para un viajero o transeúnte de la calzada, que quisiese conocer cuanto camino le quedaba, donde podría comer o donde descansarían los animales.

La política viaria romana llegó hasta Hispania, estableciéndose numerosas vías principales que unían las diferentes urbes y zonas importantes de la península, entrelazándose a su vez con otras de carácter secundario. Tal fue la obra realizada, que la península quedó totalmente comunicada entre sí, y con el resto del Imperio, sobretodo con la capital: Roma.

En el caso de Hispania observamos que la continuidad de estas vías llega hasta el mismo siglo XIX, incluso en la actualidad, muchas de las carreteras nacionales que la surcan corren paralelas a antiguas calzadas romanas.

Gracias a diferentes fuentes epigráficas y literarias, nos ha llegado hasta la actualidad una visión de lo que representaron estas calzadas, y a su vez una ayuda para poder continuar nuestras investigaciones acerca de las mismas. Una de estas fuentes principales 2 para el estudio es el "Itinerario de Antonino", un recorrido detallado por las principales rutas de Hispania con los puntos de descanso y cambio de postas, en cada una de ellas y las distancias parciales entre los mismos. Existen varios problemas acerca de esta fuente, ¿quién era Antonino? Se supone que se refiere a uno de los emperadores Antoninianos pero es algo hipotético, ¿Cuál era el fin de este documento?,…preguntas sin respuesta lo que la convertiría en una fuente poco fiable pero la realidad es que es de las pocas con las que se cuenta para el estudio de las calzadas romanas en Hispania, algunos autores lo fechan en los años ochenta del siglo III, en época de Diocleciano.

Otra fuente es el Anónimo de Rávena, una cosmografía del mundo conocido hasta entonces, realizada supuestamente en el siglo VII d.C., perteneciendo a un autor cristiano lo que se nota en la

obra. Se piensa que se fundamenta en la Tabula Peutingeriana y en otros mapas realizados por geógrafos anteriores.

Ya en época Renacentista contamos con las obras de Ambrosio de Morales, cronista de Felipe II y Antonio Agustín, personaje de gran importancia, estudiosos de la numismática y de la toponimia peninsular. Sus obras beben de fuentes antiguas, principalmente de las obras de Estrabón, Mela, Ptolomeo, Avieno, Itinerario de Antonino,… 3

Dentro de este amplio tema, el objeto de esta exposición no es más que intentar ofrecer toda la información posible acerca del tramo entre Complutum y Segontia, etapa perteneciente a la vía encargada de comunicar Emerita Augusta (Mérida) con Caesar Augusta (Zaragoza).

Si tomamos un mapa de Hispania en época imperial con sus trazados de vías observaremos rápidamente que la mayoría de estas se encontraban situadas en las costas, recorriendo las principales urbes costeras y uniéndolas entre sí. Este tipo de calzadas serian denominadas como Viae Publicae, es decir, vías que comunicaban ciudades principales y estaban a cargo del Estado.

La vía Augusta o Heraclea unía la mismísima capital del imperio, Roma, con la otra punta del mismo, de forma literal, Gades, el recorrido de esta queda bien explicado de forma detallada en los famosos Vasos de Vicarello, pasando por todo la costa mediterránea peninsular. La Vía de la Plata se trazaba entre Emerita Augusta y Asturica Augusta, uniendo la provincia de Sur a Norte. Otra vía importante sería la del norte, recorriendo la etapa comprendida entre Astorga y Tarragona, atravesando ciudades importantes como Clunia, Numantia o Caesar Augusta. Todas estas vías se unirían en diferentes puntos entre si para de esta manera poder acceder a todos los puntos de la provincia Hispana.

Aún así si nos fijamos en el mapa resultante del recorrido de estas vías nos daremos cuenta que el interior peninsular quedaría supuestamente incomunicado.

Pero el "Itinerario de Antonino" nos habla de una vía 4 muy importante que atravesaba de suroeste a noreste la Península, partiendo de Emerita Augusta y llegando hasta Caesar Augusta. Recorrería numerosos puntos siempre siguiendo una técnica constructiva muy depurada, saltando los impedimentos orográficos que ofrece la geografía peninsular. Esta calzada estaría dentro del grupo de las vías principales ya que une dos de las principales ciudades romanas hispanas.

Al llegar a la etapa Complutum-Segontia, tras pasar por diferentes zonas, tomaba el corredor del Henares como paraje natural que ofrece una forma sencilla de paso y así facilitar el tránsito. Aquí el principal guía del camino es el Río Henares. Podemos observar cómo los romanos eran verdaderos ingenieros de caminos, no solo tenían una desarrollada técnica constructiva sino que también sabían aprovechar los pasos naturales que les eran ofrecidos.

Entre las dos mansiones Complutum y Segontia, la vía tomaría el Río Henares como recorrido y seguiría su trazado a lo largo del Valle 5 , como explica topográficamente Abascal Palazón en su libro sobre las vías de comunicación romanas en la provincia de Guadalajara, intentando ofrecer una hipotética visión del paso de esta calzada por tierras alcarreñas.

El camino en esta zona toma un perfil longitudinal, ofreciendo una capacidad portante con lo cual estaríamos ante una calzada de rodadura, que facilitaría el paso de mercancías. Lo cuál queda comprobado al aparecer materiales procedentes de otros lugares del Imperio en el centro peninsular, tales como cerámicas o mármoles exóticos.

En la primera etapa del tramo, nos encontramos con la mansión de Complutum. Algunos autores explican al estudiar más detenidamente el Itinerario de Antonino, que esta mansión está escrita en caso acusativo concluyendo que Complutum estaría cerca del paso de la calzada 6 .

Una realidad es que en el siglo III d.C., la ciudad de Complutum se trasladó desde el Cerro del Viso a su localización actual, más cerca del propio Río Henares, y si tomamos las indicaciones dadas por Abascal, sobre la situación y paso de la calzada por Complutum, más los miliarios encontrados 7 , podríamos llegar a pensar de que realmente la vía llego a pasar por Complutum, además contamos con varios datos arqueológicos que demuestran el paso de ésta cerca de la ciudad.

El cambio de localización de la misma podríamos achacarlo a un interés económico más que geográfico, ya que la nueva zona de expansión elegida añade un problema de agua, es decir, a menos

de un metro bajo el suelo se encuentra agua, entonces ¿porqué este traslado desde una zona con un suelo mejor para poder construir? Posiblemente por la causa anteriormente mencionada, un interés económico, ya que al situarse en un cruce de caminos y en el paso de una vía importante como lo era esta, se diera el empujón necesario para que Complutum se desarrollara como urbe importante dentro de Hispania y dentro del Imperio, así como una forma de dar salida, más fácilmente a sus productos comerciales.

A partir de Complutum y saliendo de la ciudad por el antiguo Camino de los Afligidos, de época visigoda, la vía continuaría paralela al curso del río Henares, recorriendo numerosos enclaves hasta

El sector Complutum - Segontia de la vía Emerita Augusta - Caesar Augusta, según Roldán.

llegar a la siguiente mansión mencionada por Antonino, Arriaca.

A lo largo de este trazado intermedio, numerosos vestigios arqueológicos nos demuestran el paso de la calzada, a la altura de Azuqueca de Henares, ya en la provincia de Guadalajara, se encontraron y se excavaron dos villas romanas, las dos con una cronología del siglo II d.C. pero en diferentes enclaves geográficos. Una de ellas en el polígono industrial Comendador, situada paralelamente al recorrido del ferrocarril (Madrid-Barcelona) 8 . Se encontraron varias estancias construidas con muros así como varios materiales, entre ellos cabe destacar unos fragmentos de terra sigillata hispánica, cuyo estudio podría confirmar la relación con los alfares riojanos 9 , cuyas producciones llegaron a casi toda la Península Ibérica, incluyendo el corredor del Henares, lo que muestra un factor importante para demostrar la importancia de esta calzada a nivel comercial y económico.

La otra cercana al río Henares y dentro de la propiedad privada de la Finca Acequilla, perteneciente al Marqués del Valle de la Colina 10 . Aquí, aparte de vestigios que demuestran la existencia de una villa romana, se encontraron varios elementos de acepción visigoda pertenecientes a varios ajuares funerarios.

Cabe mencionar, que en la actualidad a tres kilómetros de Azuqueca de Henares, en el pueblo de Alovera, se están realizando trabajos arqueológicos, dando en primera instancia unos resultados que hacen pensar en procedencia romana 11 . Situados en una zona cercana a las vías del ferrocarril y dentro del marco territorial de las villas romanas encontradas en Azuqueca de Henares, mencionadas anteriormente. Además de numerosos asentamientos que han ido apareciendo según se va industrializando el corredor.

Esto plantea la hipótesis de que en la etapa entre Complutum y la siguiente mansión Arriaca, existía una amplia densidad poblacional demostrada con los últimos descubrimientos realizados, llegando a la conclusión de un yacimiento romano cada 2’5 kilómetros en esta zona 12 .

El trazado verdadero de la vía en esta zona es bastante desconocido, aunque se encontraría posiblemente en el camino central que dejan estas villas y asentamientos, en el recorrido actual de la carretera Nacional II, que transcurre dirección Madrid -Barcelona.

Siguiendo el camino marcado en el itinerario de Antonino, la siguiente parada sería Arriaca. Identificada por algunos autores con la actual Guadalajara, aunque algunos restos encontrados hace pensar que su verdadero emplazamiento se encontraría en el triangulo formado por las poblaciones de Usanos, Marchamalo y Fontanar. A partir de esta zona, la vía seguiría el cauce del río Henares hasta llegar a Caesada, en la actualidad perteneciente al municipio de Espinosa de Henares, donde en 1980 hubo una excavación con resultados que demuestran la existencia romana en la zona, además el perímetro urbano de dicho yacimiento coincide con las 46 millas mencionadas por Antonino desde Complutum 13 .

El camino desde

Caesada

hasta

Segontia

(Sigüenza), parece bastante incierto, ya que continuaría por el margen del Río Henares, hecho bastante complicado por la geografía de la zona. Llegaría hasta el pueblo de Matillas y abandonaría el Río Henares para continuar por el Río Dulce, exactamente por el margen derecho del mismo, seguidamente seguiría su trazado por un camino paralelo o cercano a la carretera entre Mandayona y Sigüenza, así hasta llegar a Segontia 14 .

En realidad no se ha encontrado ningún camino o prueba que demuestre la existencia del paso de esta vía por la zona. Con lo cual cualquier afirmación acerca del trazado original del paso de la calzada entre Arriaca y Segontia parece bastante aventurada e hipotética, solo se pueden realizar varías lápidas funerarias romanas, datadas alrededor del siglo II d.C. Entre ellas destacan:

a) [Va]lerius / [Vale]rianus / Segontinus / annor(um) XXII / h(ic) s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) 15

suposiciones por el momento.

En cambio si que se han encontrado pruebas epigráficas que documentan el paso de personas por la zona. Estas pruebas son inscripciones funerarias encontradas a lo largo de la etapa explicada, estos personajes fallecidos a su paso por las diferentes zonas de la calzada se caracterizan porque en su lápida se especificó su lugar de origen.

Por ejemplo, en la fachada de la Catedral Magistral de Alcalá de Henares se encontraron mismo topónimo entre los arévacos, en la rivera del Duero. Si fuera así, Segontia no dependería del conventus caesaraugustanus sino de Clunia.

Vista de la ciudad de Sigüenza; la ruta 24 del Itinerario de Antonino discurriría a espaldas de la ciudad, quedando en segundo plano en la imagen

En este caso estamos ante un Segontinus, un topónimo inusual, ya que solo existen dos inscripciones más, una encontrada en Tarraco 16 y otra en Azuqueca de Henares 17 (Guadalajara). Este topónimo normalmente se identifica con la actual Sigüenza, en este caso es una solución factible ya que según el Itinerario de Antonino Segontia se encontraba a 63 millas de Complutum, coincidiendo con la localidad de Sigüenza, pero no hay que olvidar que Ptolomeo, Plinio y Estrabón sitúan el

b) D(is) M(anibus)/ Corelli(o) / Saturnino / ann(orum) XXX/ Corell[i]us / limicus fra/tri piissimo / s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) 18

Aquí nos encontramos ante un limicus, topónimo que pasa a engrosar la larga lista de foráneos que aparecen en las inscripciones de Complutum.

c) Herculi / sacrum / G(aius!) Annius et/ Magia Atia/ Clun(ienses) ex vot(o) 19

d) L(ucio) Sepronio Lovi/ [filio] an(orum)/ ux[a]mensi/ [P]er [pe]na/ [f(aciendum)] c(uravit)

Dos ejemplos de clunienses encontrados en Complutum. Normalmente los celtibéricos elegían como lugar de migración los territorios situados al oeste, pero también los de la Meseta Sur Oriental, siendo Complutum un lugar de paso obligado 20 . Este segundo caso destaca porque los habitantes de Uxama Argaela destacan por su capacidad migratoria 21 .

Cabe mencionar también la pieza encontrada en Azuqueca de Henares cuyo protagonista es otro seguntino y que fue encontrada siguiendo la vía en dirección Arriaca, cerca del curso del Río Henares:

e) Dis Man(ibus) / M(arco) Messio Abscanto / Seguntino / Iulia Scinti(l)a Marito / Pientisimo et sibi 22

La zona estudiada en profundidad ofrece numerosos datos que demuestran el continuo paso de transeúntes y mercancías por la calzada. Varios ejemplos citados con anterioridad de asentamientos romanos aparecidos y estudiados, situados en las cercanías de esta etapa de la calzada, además de numerosas inscripciones de personajes que perecieron en el camino y que fueron enterrados junto a su correspondiente lápida, dejando un testigo de su paso por la calzada.

Además no hay que olvidar que el recorrido entre Emerita y Caesar Augusta era una forma de atravesar el centro peninsular, por un camino relativamente llano y por consiguiente relativamente fácil, que a través del Valle del Ebro, cuya situación natural hacen de él un camino con salida hacia el mar y por lo tanto con posible dirección al centro del imperio Roma.

Todos estos datos expuestos a lo largo del documento ofrecen una visión primaria de lo que pudo ser y significar el corredor del Henares en época romana, lógicamente solo son pequeñas pinceladas dentro de un lienzo que aún queda por terminar de determinar, y de encajar todas las piezas.

Notas

1) Casson, Lionel, Travel in the Ancient World, The Johns Hopkins University Press, London, 1994. 2) Roldán Hervás, J.M., Itineraria Hispania. Fuentes antiguas para el estudio de las vías romanas en la península ibérica, Dep. de Hª Antigua, Universidad de Valladolid, Madrid, 1975. 3) V.V.A.A., Rutas, ciudades y monedas en Hispania, Archivo Español de Arqueología, Anejos de AEspa XX, Madrid, 1999. 4) Se trata de la vía número 25 según la división realizada por Antonino. 5) Abascal Palazón, J. M., Vías de comunicación romanas de la provincia de Guadalajara, Guadalajara, 1982. 6) Arias, Gonzalo, Repertorio de caminos de la hispania romana, 1987. 7) CIL II, 4912, Imp(erator) Nerva / Caesar Aug(ustus) / Traianus Ger(manicus) / pont(ifex) max(imus); CIL II, 4913, Imp(erator) Nerva Cae/sar Au[g(ustus)] Trai/anus Ger(manicus) pont(ifex) / max(imus) trib(unicia) pot(estate) / [II]II p(ater) p(atriae) co(n)s(ul) I[I] res/tituit a / Compl(uto) 8) Balbín, R y Valiente, J., Carta Arqueológica de la provincia de Guadalajara, Arqueología de Guadalajara, Patrimonio Histórico-Arqueológico, Castilla- La Mancha, Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha, Toledo, 1995. La denominación de esta excavación es "Polígono Industrial UG-XVI" 9) Cardín López, Isabel y Cuadrado Prieto, Miguel Ángel, Una casa romana en el polígono industrial de Azuqueca de Henares (Guadalajara), Actas VIII Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, Alcalá de Henares, 2002. 10) Vázquez de Parga, L., Informe provisional sobre las excavaciones arqueológicas en Azuqueca (Guadalajara), Noticiario Arqueológico hispánico, VII, 1963. 11) En el último Congreso de Musealización de Yacimientos Arqueológicos (Santiago de Compostela, noviembre de 2006), se presentó un primer avance de los resultados de la excavación dirigida por Ernesto Agustí, en Val de la Viña, donde, efectivamente, se documentó una zona productiva de una villa romana [N.

del Ed.]

12) Cardín López, I. y Cuadrado Prieto, M. Á., Una casa romana..., Actas VIII Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, Alcalá de Henares, 2002. 13) Abascal Palazón, J.M., Vías de comunicación romanas de la provincia de Guadalajara, Guadalajara, 1982. 14) Ibidem n. 13 15) HEp I, 460. 16) CIL VI, 3853. 17) Abascal Palazón, J.M., Epigrafía romana de la Provincia de Guadalajara, Wad-Al-Hayara 10 (1983), pp.69-71, n.15. 18) CIL II, 3034. 19) CIL II, 5855. 20) Gómez-Pantoja, J., Inscripciones romanas de la catedral magistral de Alcalá de Henares, en C. Alonso del Real et al. (eds.), Urs Aeterna (Actas y colaboraciones del coloquio internacional "Roma. Entre la literatura y la historia. Homenaje a la Prof. Carmen Castillo) Pamplona: 2003, pp. 493-511. 21) Haley, E.W., Migration and Economy in Roman Imperial Spain, Barcelona 1991, p.87. 22) Abascal Palazón, J.M., Vías de comunicación romanas de la provinca de Guadalajara, Guadalajara, 1982.

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