Miedos internos capitulo cinco

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[MIEDOS INTERNOS]

CÁPITULO V - Megan Estaba nervioso. Matt estaba allí, delante de la terminal. Miraba constantemente, intentando encontrara a Megan entre los viajeros. La lanzadera que unía el transporte y el planeta ya había aterrizado. Ver a ella sería un bálsamo para él, para su alma. Otra cosa era de la forma que reaccionaria ella. Cuando hablo con por videoconferencia le pareció distante. Seguro que habían sido imaginaciones suyas. Había leído la carta mil veces y en ella ponía claramente que quería verlo, hablar con él. El tiempo había pasado rápidamente desde que lo dejaron, y dice que el tiempo cierra las heridas. Tal vez no todas, pero si la mayoría. Matt sabía que lo que pasó entro los dos fue serio, muy serio. Se dijeron muchas cosas, se culparon mutuamente y eso fue lo que más daño les hizo. Durante aquellos dos años lo tuvo siempre en su cabeza. Intentó olvidarlo, pero fue demasiado fuerte y complicado para hacerlo. Aún así consiguió terminar en la Academia siendo el mejor de su promoción, más que nada gracias a su entrenamiento en la Legión. Volvió a mirar y entonces su corazón le dio un vuelco. Estaba allí, era ella. Saludo con la mano y ella le contesto. Vio como una sonrisa aparecía en sus labios y como le señalaba un puesto de aduana cercano. Se sentía mareado. Estaba aterrorizado. Aquello era más de lo que podía soportar. No creía que ver a Megan le iba a turbar tanto. Notó como unas incipientes lágrimas le humedecían la pupila. Cuando la abrazara estallaría, eso lo podía asegurar. Se sentía débil. ¿Cómo estaría ella?, tal vez sentía lo mismo que él. La observo en la distancia y no noto nada especial. Estaba más delgada, volvía a tener el cabello más corto, casi tanto como Style, su compañera de la Legión. Sonrió cuando recordó como la conoció, cuando supo su relación con su amigo Sable. Poco imaginaba en aquel entonces lo que ocurriría. Había salido ya de la aduana y se dirigía hacia él. Ya no podía soportarlo. Las incipientes lágrimas se convirtieron en un mar que le nublaba la vista. Ahora de verdad estaba nervioso, estaba a pocos metros de él. El corazón palpitaba a una velocidad endiablada, sentía que se le salía de su cuerpo. Aquellos segundos le parecieron una eternidad, pasaban lentamente. Cada paso que ella daba hacia él era casi a cámara lenta o por lo menos él lo percibía de esa forma. Megan lo vio cambiado. No era el Matt que recordaba. Aquel uniforme le hacía parecer más adusto, más serio. Pero al mirar sus ojos noto que si era él. Ya no le importaba nada, estaba allí. La maleta le estorbaba al andar e intentar acercarse a él. Vio cómo su rostro se congestionaba. Aquello le confirmó que Matt la echaba de menos. Todo quedo olvidado, la pelea, los insultos, lo que se dijeron aquel maldito día cuando rompieron. Tiro la maldita maleta y corrió a su encuentro. Se lanzó a sus brazos. Él la abrazó, y ella a él. Notó como al besarlo las lágrimas de ella y las de él se mezclaban. Aquel abrazo era un bálsamo para sus heridas. Página 23 de 25


[MIEDOS INTERNOS] Ambos se miraron a la cara y entonces se besaron de forma apasionada. El acaricio su rosto y ella lo acaricio también a él. Lo peor había pasa ya, pensó Matt. O bien intentó pensarlo. Era muy difícil para él pensar con claridad con ella allí, tan cerca de él. -

Hola- dijo ella casi en un susurro. Hola- le contesto el casi mecánicamente.

No pudieron decir nada más. Tampoco hacía falta que dijeran nada más. Ambos conocían sus sentimientos. Eran tan profundos, eran tan trasparentes que solo con mirarse lo podían saber. Pero la sombra de una duda. ¿Aquel momento de felicidad seria solo eso o algo más?

Cuando iban en el auto el silencio entre ambos se hizo palpable. Ninguno de los dos dijo nada. Tenían tanto que contarse que en realidad no sabían por dónde empezar. Matt la observo mientras conducía. La veía distante, demasiado. Él tampoco es que estuviera muy hablador. Quizás aquel no era el momento para hablar seriamente. Esa charla, pese a que podría resultar ser embarazosa, la tenían que tener. Era obligatoria, ya que podía ser retrasada más. En realidad tuvo que llevarse hace dos años. Así pensaba Matt. No tenían que haber terminado de aquella forma. Cada vez que pensaba en aquello le dolía. Había llegado el momento de enfrentar aquel problema.

Megan se alojaba, momentáneamente, en un apartamento perteneciente a la Policía de Paradise. Matt lo había solicitado para ella unas semanas antes de su llegada. Estaba próximo a las viviendas de la comisaria. Estos apartamentos normalmente los usaban los agentes destinados en el planeta que traían con ellos familia. Era un piso amplio. Estaba amueblado de forma bastante sobria. Megan lo miro con agrado, no necesitaba nada más. Miro a Matt y le sonrió. Se estaba acercando ese momento que tanto temía. No sabía cómo reaccionaría y menos aún él. La explosión de alegría que habían tenido en la terminal la había tranquilizado algo. Poco en realidad, pero por lo menos estaba segura de que Matt la había echado de menos tanto como ella a él. Matt no quería ni mirarla. Se sentía demasiado culpable para ello. Se dio la vuelta y se puso a tontear con las maletas. Su cabeza en ese momento era un torbellino. Y no digamos nada su corazón. Sentía como bombeaba litros de sangre, su pulso estaba acelerado y tenía una palpitación en el cerebro. Estaba muy nervioso. Tenía miedo a tener un ataque de pánico, a los cuales era muy propenso cuando se encontraba en situaciones de elevado stress. Una secuela no deseada de su “enfermedad”. - Matt- dijo ella con voz queda. Él se volvió de repente, casi dando un respingo. Al mirarla se encontró desarmado. - Gracias por esto- dijo ella-. Es un sitio muy bonito. Página 24 de 25


[MIEDOS INTERNOS] -

No es nada- se sorprendi贸 Matt al hablar. Su voz estaba cambiada. Era muy profunda

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