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EL SÉPTIMO SUCESOR DE DON BOSCO, DON EGIDIO VIGANO VISITO MÉXICO

on ocasión de los eventos que se están celebrando en México por elCentenario de lamuerte de Don Bosco, el Rector Mayor, M.R.P. EGIDIOVIGANO, estuvo con nosotros diez días inolvidables llenando de gozoespiritual a todos los miembros de la Familia Salesiana en México

Para él, como antaño para Don Bosco, los viajes fueron muy pesados, pero con muchas satisfacciones. Para nosotros significóun arsenal de retos y desafíos

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¡Cuántas experiencias tan profundas! Miles delabios que querían besar con devoción la mano del Séptimo Sucesor de Don Bosco, con una fe grande y sencilla, como lo es la fe de nuestro pueblo mexicano.

Querétaro, El Cubilete, León, Irapuato, México, Distrito Federal,Guadalajara y Monterrey fueron escenarios de un unísono grito que todavía resuena en sus calles y plazas como un eco: "Un corazón tan grande como las arenas del mar, aunque han pasado cien años, no ha dejado de amar"

Nos ha dejadouna riqueza incalculable con su presencia, con su saludo de padre, con sus mensajes de la más auténtica salesianidad, con su animación espiritual para todos los sectores de la Familia Salesiana, especialmente a los futuros Salesianos del siglo XXI, con sus Eucaristías centradas en Cristo, en María, en DonBosco, en el Papa, en la Iglesiay sobretodo en la juventud preferidapor el Santo Fundador

¿Qué pasaría si después de esta sacudida que nos dio Don Boscocon su visita uniéramos másorganizadamente todas las fuerzas del México Salesiano?

La respuesta es obvia: "Aunque han pasado cien años y pasen otros cien, no ha dejadoni dejaráde amar", porque nosotros,la Familia Salesiana de los siglos XXy XXI no le dejaremos morir

No es un triunfalismo sino un reto, el que nos desafía a cada uno de los que hemos bebido el espíritu de Don Bosco, a continuar su carisma. Es muy grande la fe y el amor de nuestro pueblo a María Auxiliadora y a Don BoscoSanto: que lo digan las multitudes de León, la ciudad de Querétaro, El Cubilete...

No podemos quedarnos con lasmanos cruzadas, laureados con las alabanzas, cuando la herencia que nos dejó Don Bosco en el lecho de la muerte fue: ¡TRABAJO, TRABAJO, TRABAJO!

Gracias cordiales de Don Bosco: * a quienes contribuyeron para los pagos delB.S.

* a quienes ayudan a las obras salesianas: * a quienes ayudan a las misiones salesianas.

B'O'L'E'T'I'N

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