CINCUENTENARIO DE LAS OBRAS SALESIANAS EN MEXICO

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1892

1942


A MU6STRO AMADO PADRG Y FUMDADCR

SAN JUAM Bosco EN LAS BODAS DE ORO DE LA OBRA SALESIANA DE MÉXICO D E D I C A M O S


INCUENTA años surgen ante nosotros como arco de triunfo invitándonos a la recordación.

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Se nos muestran no con inerte quietud de monumento, sino con inquieta vitalidad de ramaje que se desprende de árbol centenario. Por ellos circula la misma savia milagrosa que agigantó al minúsculo grano de la parábola mesiánica. N.o sólo conocieron florecimientos primaverales, dulces cargas de frutos de otoño y músicas de aves y brisas. Conocieron también las trágicas sacudidas del huracán y los desolados despojamientos del invierno. Hoy, superada la prueba heroica, engalanados de nuevas hojas y frutos nuevos, son un cántico de júbilo que sonríe a las esperanzas del porvenir. Llegaron a nuestras playas los primeros cinco Salesianos hace medio siglo, el 1^ de diciembre de 1892. ¿Qué año más augural .lie el año centenario del descubrimiento de •América? ¿Y qué mes de mejores pronósticos que el .de la Inmaculada, de la Guadalupana y de la Navidad? Con el nombre lúcido de DON ÁNGEL G. DE LASCURÁIN, quien tendió la hospitalaria mano a los recién venidos, se abrió nuestro álbum histórico. Pléyade incontable siguió su ejemplo. Y nació la Obra teniendo por cuna una modesta casa de la Colonia de Santa María. Fueron después surgiendo prodigiosamente los magnos colegios salesianos de Santa Julia, de Puebla, de Morelia y de Guadalajara, ricos panales que se poblaron de enjambres de niños.

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Esos niños, ahora hombres encanecidos, pueden, mejor que nadie, hablar de aquellos tempranos, luminosos tiempos, de aquellas paternas figuras salesianas que abrieron el primer surco, de aquel estrellado manto azul de María Auxiliadora que nos ofreció su eterno amparo, y de aquella conquistadora sonrisa de Don Basco que iluminó nuestro amanecer. Tras esos primeros, han venido otros y otros niños, en cadena irrompible. Y sus coros de voces blancas no se las robó el viento. Para cantar a Don Basco el himno de la gratitud, hoy se congregan de todos los rumbos en un milagro de evocación. Las escuálidas estadísticas. no son en el repaso panorámico del pasado las que dan la visión precisa. La suma infinita de fatigas anónimas que alzaron el edificio espiritual salesiano en estos cincuenta años sólo Dios la conoce y El solo' puede dar la cumplida recompensa. Seguramente cuantos se agrupan en la lista imborrable de constructores de nuestra Obra cuentan con un perenne florecer de bendiciones que brotan de los puros labios infantiles. Nuestro JUBILEO DE ORO, fecha trascendental, queda grabada no en estrechas lápidas conmemorativas, sino en la ancha superficie de la Patria, como singular beneficio del Cielo y, también, como alentadora promesa que, por fijar en Dios toda su confianza, estará mañana trocada en sorprendente multiplicación de cosechas evangélicas.


BENDICIÓN DE SU SANTIDAD PIÓ XII Felizmente reinante. CIUDAD DEL VATICANO, 8 de Noviembre de 1942. Arzobispo México. Augusto Pontífice ocasión CINCUENTENARIO llegada México Padres Salesianos impárteles implorada Bendición Apostólica, prenda nuevas gracias trabajos ministeriales.-—Cardenal Maglione.


ADHESIÓN DEL EXCMO. Y RVMO. SR. DR. D. Luis M, MARTÍNEZ, Arzobispo de México. Con grande regocijo y con profunda gratitud debemos celebrar el 509 aniversario de la venida a México de los RR. PP Salesianos; pues han hecho mucho bien en este medio siglo; ya que, como buenos hijos de S. Juan Basco, saben adaptar, a las necesidades de la época el perenne apostolado de la iglesia. México, Octubre de 1942. ^ __ 4

Luis M. MARTÍNEZ, Arzobispo de México.


ADHESIÓN DEL REVMO. RECTOR MAYOR DE LA CONGREGACIÓN SALESIANA

DON PEDRO RICALDONE Cuarto sucesor de S. Juan Bosco. "Nada puedo negar a esos inolvidables amigos. Muéveme sobre todo la persuasión de que Uds., prescindiendo de lo demás sabrán leer en estas breves frases el acendrado afecto que les profeso. Lo que más recuerdo es la bondad de nuestros numerosos Cooperadores, su cariño no desmentido a las Instituciones de San Juan Bosco, la generosidad con que contribuyeron a la erección de esas Obras admirables que tan alto hablan de la nobleza de sus corazones. Es justo por lo mismo que los Salesianos después de haber elevado el himno de la gratitud a Dios y a María Auxiliadora por este Jubileo, hagamos llegar a ellos la manifestación de nuestro más profundo agradecimiento, a la que asociamos los votos más ardientes de felicidad para ellos, para sus familias, para su amada Patria. ¡Vuelva de una vez la serenidad más apacible a hermosear el Cielo Mexicano y a la sombra del orden y, al calor de la caridad que une los corazones, florezcan más pujantes las obras del progreso bendecido por la Religión de aquel Jesús que colocando a los hombres en las sendas de la Civilización no puso más límites a las aspiraciones de su perfectibilidad que las mismas perfecciones insondables de Dios! y entonces en la nueva eflorescencia de las innúmeras obras que para bien de la humanidad, brotan de la fecundidad inagotable de la Iglesia crecerán más lozanas y se multiplicarán en todos los ámbitos de esa república también ¡as Instituciones Salesianas de cuyo seno irán saliendo cada año falanges de obreros, de agriculto-

Estos son mis votos que deposito a los pies de María Auxiliadora pidiéndole que este año de las Bodas "de oro" de la llegada de los Salesianos a México sea el alba de aquel día esplendoroso en que se labren las nuevas y más fúlgidas grandezas de ese hermoso país. Afino, amigo, SAC. PEDRO RICALDONE ; Rector Mavor.

ADHESIÓN DEL M. R. P

INSPECTOR

DON ENEAS TOZZI Discípulo de San Juan Bosco. Amadísimos Hijos y Beneméritos Cooperadores: Llénense nuestros corazones de agradecimiento a la bondad de Dios, que regaló a México desde hace "cincuenta años" a los primeros Misioneros Salesianos. ¡Cincuenta años que María Auxiliadora por medio de San Juan Bosco obra prodigios en ¡as tierras Mexicanas! Recibamos con reverencia

la BENDICIÓN DEL SUMO PONTÍFICE que

representa a Jesucristo en la tierra. Prometámosle a nuestro Padre trabajar en favor de las almas, si es posible con más intensidad. Vaya nuestro voto de acción de gracias a todos los bienhechores que nos han ayudado durante tantos años. Siempre unido a vosotros os acompaño en vuestros festejos y actividades. María Auxiliadora derrame sus bendiciones y gracias sobre la Obra Salesiana de Don Bosco en México. Vuestro Afmo. in C. J. SAC. ENEAS TOZZI.


ADHESIÓN DEL EXCMO. Y RVMO, MONS. D. GUILLERMO PIANI Delegado Apostólico de Islas Filipinas. Beneméritos Cooperadores: "Es muy justo que se desprenda un himno de acción de gracias de tantos corazones agradecidos a Dios Todopoderoso que en el transcurso de "cincuenta años" ha derramado a manos llenas sus gracias y bendiciones sobre los humildes trabajos de Los Salesianos en México. "Sean estas fiestas también una manifestación de gratitud a los insignes FUNDADORES Y BIENHECHORES que con generosa caridad, con su protección y cariño han alentado y sostenido en sus principios y en su desenvolvimiento la Obra Salesiana. A vosotros carísimos hermanos y beneméritos Cooperadores mi adhesión más sincera"

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Afmo. S. 5. in C. ] >J< GUILLERMO, Delegado Apostólico.

ADHESIÓN DEL EXCMO. Y RVMO. Su. DR. D. PEDRO VERA Y ZURIA Arzobispo de Puebla. Estimo como un grande beneficio de Dios Nuestro Señor el haber encontrado en Puebla, cuando comencé a regirla, por disposición de la Providencia Divina y gracia de la Santa Sede Apostólica, la Obra Salesiana en pleno desarrollo y actividad. Existía un magnífico Colegio, la Escuela de Artes y Oficios con sus talleres bien montados, los Oratorios festivos, el Colegio de María Auxiliadora y el templo dedicado a la misma Virgen Santísima. La ola de la revolución barrió con todo, pero no pudo arrancar la buena semilla que plantaron y cultivaron con tanto celo y amor los beneméritos hijos de San Juan Bosco. Puebla, a 24 de octubre de 1942. >J< PEDRO VERA, Arzobispo de Puebla.


ADHESIÓN DEL EXCMO. Y RVMO. SR. DE. JOSÉ GARIBI Y RIVERA Arzobispo de Guadalajara. Al cumplirse cincuenta años de la venida a México de los hijos de S. Juan Sosco, y al congratularnos con justicia /oí Prelados Mexicanos por todo el bien que estos piadosos religiosos han hecho, recuerdo con gusto una anécdota que me contala el Excmo. y Rvmo. Sr Arzobispo Dr D. Francisco Orozco y Jiménez (d. s. m.) : Era él todavía alumno del Colegio Pío Latino Americano de Roma, cuando S. Juan Basco fue por última vez a la ciudad eterna, me parece que fue el año de 1887; varios estudiantes fueron a verlo a la Iglesia del Sgdo. Corazón en Roma, y al conversar con él, Mpns, O ronco le dijo: "R. P. ¿cuándo irán los Salesianos a México f "Irán después de .mi muerte", contestó el Santo. Era tiempo en que ya en la capital de la República estaba todo arreglado para que vinieran, puesto que la persona que ayudaba a la obra había arreglado convenientemente la casa etc., y se quiso violentar la venida, pero por un motivo o por otro, lo cierto es que sólo se pudo realizar la venida de los Salesianos después de la muerte del Fundador Sus obras en cincuenta años ya han dejado huella, y si no han podido todavía realizar todo lo que yo mismo he visto en otras naciones del Sur de la América, como en Argentina, es porque -en México no han contado con todo el apoyo que

en aquella progresista Nación. Sin embargo, mucho han hecho, y más esperamos de sus esfuerzos, de su abgenación y de su celo en días no lejanos. Como Prelado es mi mayor anhelo que sus obras se difundan lo más que se pueda en mi Diócesis. Guadalajara, noviembre 2 de 1942.

9 JOSÉ, Arz. de Guadalajara.

ADHESIÓN DEL EXCMO. Y RVMO. SR. DR. D. LUIS ALTAMIRANO Arzobispo E. de Morelia. Al cumplir la Congregación Salesiana cincuen-, ta años de haber iniciado en México sus trabajos apostólicos, no puedo dejar de bendecir a Dios con toda el alma, por haber concedido a nuestra Patria, y especialmente a la Arquidiócesis de Morelia, apóstoles tan dignos como ¡os beneméritos hi¡os de San Juan, Basco. Tanto en el campo importantísimo de la educación cristiana de la niñez y juventud, como en las demás actividades propias del Sacerdote y del Religioso, han recogido, con la gracia de Dios, ricos y copiosos frutos de bendición, y aún en los años más adversos y aciagos para la Iglesia, lejos de abandonar el campo confiado a su celo, permanecieron firmes, constantes y abnegados en sus labores, sembrando la buena simiente en medio de dolorosas lágrimas, para poder levantar un día con gozo y júbilo santo, las doradas espigas de almas preparadas para la vida eterna. para, regocijo del cielo, consuelo de la Santa Igle Que Dios Nuestro Señor, por ¡a intercesión de sia y bien de innumerables almas. la Sma. Virgen María Auxiliadora, multiplique Morelia, Mich., 12 de noviembre de iQdS. entre nosotros a estos amados hijos e hijas de Sf Luis M. ALTAMIRAKO, San Juan Basco, bendiga ampliamente sus Obras, Arzobispo E. de Morelia. y las haga florecer y fructificar cada día más,


DON MIGUEL RÚA, PRIMER SUCESOR DE DON Bosco en Turín el 8 de junio de 1837, noveno y último de los hijos en una familia acendradamente cristiana. Cursó los estudios de primaria con los Hermanos de las Escuelas Cristianas. A los ocho años conoció a Don Bosco y comenzó a frecuentar su Oratorio. Desde entonces no se separó jamás de Don Bosco. En sus manos hizo los votos religiosos en 1855, siendo del primer núcleo de profesos que dieron vida a la Congregación Salesiana. Pronto fue el insustituible colaborador de Don Bosco. Asistente, Consejero escolar, Prefecto y Ecónomo, Director del Oratorio de San. Francisco de Sales, primer Inspector y Maestro de novicios, al fin secretario particular y consejero íntimo de Don Bosco. En 1888 Don Bosco pudo morir en paz. Dejaba a la cabeza de la Congregación un alter ego. Don Rúa gobernó la Congregación durante 22 años. Aumentó el número de los salesianos de 1,224 a 4,516. Envió misioneros al Brasil, al Ecuador, al Congo Belga, a China. Estableció la Obra Salesiana en la mayor parte de los Países Europeos. Visitó dieciocho naciones, despertando a su paso oleadas de entusiasmo por Don Bosco. Murió de 73 años, el 6 de abril de 1910. Pronto se introdujo la causa de canonización de este Siervo de Dios, considerado por todos como un segundo Don Bosco. México tiene para con él una deuda de gratitud inmensa, pues fue quien, hace medio siglo, envió a nuestra Patria los primeros Salesianos, y bajo sus solícitos cuidados se desarrolló aquí rápida y vigorosamente la Obra Salesiana. DON PABLO ALBERA, SEGUNDO SUCESOR DE DON Bosco Nació en None, Piamonte, en 1845. A los 1-3 años entró como alumno al Oratorio de Don Bosco. De inteligencia clara y memoria prodigiosa, adquirió cultura vastísima que aprovechó como arma poderosa de apostolado y dejó patente en riquísimas páginas, especialmente ascé-

ticas. Ya profeso en la Congregación, ensayó sus primeras tareas de educador con Don Rúa en el Colegio de' Mirabello. Ordenado sacerdote, fue fundador de la casa de Marassi. Trabajó después en Sampierdarena y más tarde fue Superior de las Casas Salesianas de Francia. En 1892 fue nombrado Director Espiritual de la Congregación Salesiana. De 1901 a 1903 visitó, en nombre de Don Rúa, nuestros Colegios de América, también nuestras Obras de México, dejando entre nosotros imborrable recuerdo. Desde 1910 estuvo al frente del gobierno de la Congregación como Rector Mayor. Visitó las Casas de Europa. No obstante las enormes dificultades provenientes de la Guerra Europea, el número de Salesianos durante su rectorado aumsentó en 740; y el de casas fundadas en 103. Confiriéndole títulos y honores varias Naciones, Academias y Asociaciones. Piadosísimo, de labor reposada e intensa, dejó al morir el 29 de octubre de 1921, recuerdo imperecedero de bondad. DON FELIPE RINALDI, TERCER SUCESOR DE DON Bosco Nació en Lü Monferrato en 1856. Muy joven profesó en k Congregación Salesiana. Inició sus experiencias pedagógicas en el Colegio turinés de San Juan Evangelista. En España, donde estuvo como Superior nueve años, dejó implantadas una veintena de fundaciones. Al mismo tiempo regenteó las Casas Salesianas de Portugal. Desde 1901 ocupó el cargo de Prefecto General de la Congregación. En los veinte años que desempeñó tan delicado oficio fue el brazo derecho, primero de Don Miguel Rúa y, después, de Don Pablo Albera. Fue elegido Rector Mayor el 24 de abril de 1922. Durante los diez años de su Rectorado demostró una actividad inagotable, dando a la Obra desarrollo maravilloso. A su muerte, acaecida el 5 de diciembre de 1931, los Salesianos llegaban ya casi al número de 10,000 y como 700 eran las Casas Salesianas. Tuvo la dicha de ver en junio de 1929 la beatificación de Don Bosco, a quien trató du-


rante muchos años. En horas de prueba tuvo frecuentes palabras de aliento para nuestras Obras de México, a las que no cesó de ayudar con todos los medios que pudo.

DON PEDRO RICALDONE CUARTO V ACTUAL SUCESOR DE DoNÍ BoSCO

De Mirabello, Italia Superior, seminarista, a punto de comenzar la teología, se alistó entre los hijos de Don Bosco. En España desde 1890 fue fundador y primer director de la Casa de Sevilla. Propulsor inicial de la "Editorial de María Auxiliadora", con ella emprendió una obra gigantesca, la "Biblioteca Agraria Solariana", hoy integrada por más de 140 volúmenes. La Enciclopedia Espasa lo presenta como uno de los modernos adalides del progreso agrícola. En 1902 fue nombrado Inspector de Andalucía; dio entonces a nuestra Obra insospechadas proporciones. En el año 1908 visitó las Casas de Sudamérica en calidad de Visitador Extraordinario. En 1911 fue nombrado miembro del Capítulo Superior de la Congregación, desempeñando por once años el cargo de Consejero Profesional. De 1922 a 1932 fue Prefecto General y brazo derecho del Rector Mayor. Dio vigorosísimo impulso a las Escuelas Profesionales y Agrícolas, enriqueciéndolas con Programas y Teorías que han sido alabadas como perfectas por técnicos muy reputados. Dio a las Misiones incremento cada vez mayor. Emprendió, después de su viaje de Visitador al Extremo Oriente, la gran cruzada de las Becas Misioneras, cuyo objeto es asegurar la vida y la formación de centenares de Casas de Formación misional, siendo entre ellas la Escuela Agrícola de Cumiana la que más marcada lleva su sello personal. Fue elegido Rector Mayor el 17 de mayo de 1932. En esta década el florecimiento de la Congregación en todo el mundo, muy particularmente en lo tocante a las Vocaciones, ha sido sorprendente, llegando hasta un millar los novicios con que anualmente ha contado la Congregación.. Estuvo en México como Visitador Extraordinario en 1913, y siempre

ha seguido, paso a paso, el desarrollo de nuestras actividades, por las que ha manifestado un interés particular. Dios nos conserve por muchos años a este Padre incomparable que tan al vivo perpetúa la figura sonriente y dinámica de San Juan Bosco. Hoy día con entusiasmo vela por nosotros. Nos ha suplicado que, como adhesión a tantos Salesianos que en los campos de batalla sufren, como un acto de desagravio por los dolores de la Congregación Salesiana, no hagamos ostentación faustuosa de este Cincuentenario. Que lo celebremos íntimamente uniendo a nuestra alegría espiritual, nuestras oraciones y mortificaciones por aquellos fcermanos que sufren. Así lo haremos saboreando en la sencillez de esta fecha perdurable que hemos tenido, la dicha de vivir.


N U E S T K OS

dador de la Casa de Lima, en Perú. A él le tocó bendecir la bella Capilla de Santa Julia dedicada a María Auxiliadora.

A /j ENCION singular merecen nuestros pilotos, los que con sere•*•*•*• no y seguro pulso nos han marcado el derrotero, los que en las tormentas han afrontado a la vanguardia los peligros, los que a todas horas con su ejemplo y sus palabras alentadoras nos han dicho: ¡Adelante!, en nombre de Don Bosco. Imposible, ert la brevedad de una lacónica reseña, delinear la personalidad de cada uno. Pero, al pasarlos en rápida lista, pronunciamos reverentes sus nombres con la devoción de hijos agradecidos. Fue el M R. P José Lazzero el primer Superior, de 1892 a 1899. Desde Italia atendió con solicitud nuestros incipientes pasos. Bajo sus cuidados nacieron y desarrolláronse las Casas de Santa Julia y Puebla y fue engrosándose el personal con valiosos elementos. Lo sustituyó de 1899 a 1902 el M R. P. Antonio Riccardi, quien había sido antes secretario de Mons. Cagliero y fun-

El M. R, P Luis Granáis fue el prime'iSPa ro que estuvo entre nosotros con carácter de Inspector, de 1903 a 1909 ¿Quién, que lo haya conocido, no recuerda a este gran corazón? Entonces se cimentó y desarrolló la Casa de Morelia y se obtuvo la dirección de la Iglesia de Santa Inés en la Capital,

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Xjas el breve período del M. R. P Miguel Foglino, a quien tenaz enfermedad le impidió continuar en su delicado cargo, vino el período inolvidable del M R. P Guillermo Piani, de 1912 a 1922. Le tocaron tiempos difíciles. Pero por eso precisamente brillaron más sus dotes no comunes de gobierno, y el temple de su espíritu genuinamente salesiano. La labor de celo fecundo que desplegó durante los diez años de su estancia entre nosotros, aun perdura en los corazones que tuvieron la fortuna de disfrutar sus ternezas paternales. En el año 1922 fue encumbrado a la jerarquía arquiepiscopal, como Delegado Apostólico de las Islas Filipinas, donde aun sigue prodigando sus energías en bien de la Iglesia. Le sucedió el M. R. P Pablo Montaldo, de 1922 a 1929, quien ya había trabajado por muchos años en nuestra Patria, primero como Director y Fundador de la Casa de Morelia y, después, como director de la Casa de Santa Julia. La ola terrible de la persecución, vino a estorbar el progreso que infundiera en la Obra de D. Bosco. Como experto piloto defendió hasta el último momento el timón y al ser obligado por el mal a abandonar nuestra República, supo desde Cuba por varios años seguir forjando la obra de sus antecesores. Sus cartas, su espíritu siempre alentaron con magnanimidad a los suyos que bregaban en medio de un proceloso mar. Varón de singular criterio, de imperturbable serenidad y notable don de gobierno, aún vive fresco entre nosotros su recuerdo y su cariño. M. R. P. D. ENEAS TOZZI Actual Inspector. — 10 —


P I L O T O S El M R. P. Luis J Pedemonte, Inspector de 1929 a 1934, también dejó una página imborrable en nuestra historia, por su actividad y su celo, especialmente en el cultivo de las vocaciones. Por breve tiempo pudimos disfrutar de la dirección del M R. P Francisco Mazzpcchio. (1934-35.) Pero el surco que él antes abrió en nuestra patria en el espacio de 15 años de dinámico, celosísimo trabajo, está como perpetua bendición a su memoria. Breve también fue el período del M R. P Domingo Soldati (1935-36), a quien le tocó la hora tenebrosa de la tribulación; la clausura y pérdida de nuestras casas. Desde 1937 los Inspectores de Estados Unidos, primero el M R. P Ambrosio Rossi, y actualmente el M. R. __________„ ^____, P. Eneas Toz?i, han tenido a HdiÉlH MÉflB^ ^a Por me(¿io cíe sus su cargo el gobierno de nuestra R Delegados, han hecho Obra en México. ¿Cómo enuH en bien nuestro y por merar lo que .ya personalmente, sí» t|g e 1 resurgimiento d e nuestra Inspectoría? Jamás sabremos agradecerles bastante sus desvelos paternales y sus favores sin cuento. El M. R. P Santiago Szaforz, primer Delegado Inspectoría!, de 1938 a 1942, había estado ya muchos años en México, ocupando destacados cargos de dirección. Recto, activo, alentador, fue una providencia y una bendición de Dios en época crítica de reconstrucción. Entre sus méritos sobresale el de haber asegurado el porvenir de nuestra Inspectoría con la reapertura y cimentación de la Casa de Formación. Hace apenas unos meses que fue sustituido por el M R. P. Roberto Wieczorek, quien también está identificado con México por multitud de circunstancias. Aquí dejó, desde 1898, sus mejores energías juveniles. Ordenóse de sacerdote en la Santa Iglesia Catedral de México. Fue Director de los colegios de Morelia y Puebla. Más tarde, en Estados Unidos, ha sido director de los colegios de Goshen, Ramsey, y New Rochelle, Watsonwille, Los Angeles y Richmond, Calif. y ha dejado allá obras perdurables. Dinámico y entusiasta, trabaja ahora entre nosotros con el confiado empeño de hacer resurgir nuevamente, pujante, la .poderosa y bienhechora obra de Don Bosco. Para estos Superiores quede siempre un re cuerdo imperecedero. A los que han volado a la eternidad ofrendémosle la rosa encarnada y el laurel de la victoria. A los que viven, la siempreviva del recuerdo y del amor. Son ellos los representantes de San Juan Bosco, los custodios de su espíritu, los capitanes que al frente de nuestras huestes han dado por nosotros sus energías y su vida.

M. R. P D. SANTIAGO SZAFORZ

M. R. P. D. ROBERTO WIECZOREK, Actual Delegado Inspectoría!. — 11 —


1. R. P. Rafael Piperni.—2. R. P. Clodoveo Casteüí.—3. R. P. Juan Scamuzzi.—4. R. P. Juan Zamíen.— 5. R. P. Agustín Oscila.—6. R. P. Bernardo Maranzana.— 7. R. P. Adrián Marconcini.—8. R. P. Nicolás Grondona. —9. R. P. José Sutera.—10. R. P. Juan Ignacio Arias.—11. R. P. Ángel Maldotti.—12. R. P. Felipe de Jesús Valdés. —13. R. P. Juan Pedroni.—14. R. P. Natalio Croce.—15. R. P. José María Lozano.—16. R. P. Fernando Oropeza. 17. R. P. Alberto M. Pattini.—18. R. P. José Marcelino Scagliola.—19. R. P. Francisco Jano.—20. R. P. Antonio Gardini 21. R. P. Pedro Mayerhoffer.—22. R. P. Sergio Carraglia.—23. R. P. José Rosso.—24. R. P. Luciano M«jchrzycki.—25. R. P. Rafael Noguer.—26. R. P. Jo»é Ranoglio.


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Pablo Stalmansinski.—29. Coadj. Antonio Cano.


PREDICCIÓN DE SAN JUAN Bosco.—Era el año de 1887, penúltimo de la vida de San Juan Bosco. Coronado con esa diadema inmortal que da la santidad, fue a Roma para asistir a la Dedicación del Templo del Sagrado Corazón de Jesús. Multitudes sin cuento se aglomeraban a las puertas de su estancia, para pedir su intercesión y conseguir milagros del Altísimo. Entre los visitantes se presentaron varios alumnos teólogos del Colegio Pío Latino Americano, en su mayoría mejicanos. Padre, le dijeron después de platicar amenamente un rato con el Santo, ¿cuándo irán los Salesianos a México? "No me tocará a mí, enviar a los Salesianos a México, contestó. Mi sucesor hará lo que yo no puedo ahora hacer. No lo dudéis" Así sucedió. Fue un vaticinio que se ha cumplido. San Juan Bosco volaba al

Cielo el 31 de enero de 1888 y, años después, su sucesor, el inolvidable Don Miguel Rúa enviaba los primeros misioneros. ORIGEN DE LA OBRA.—En México florecía el Círculo Católico. Sus miembros entusiasmados al leer las proezas evangélicas de los hijos de San Juan Bosco que habían llegado a varias repúblicas hermanas, se reunieron el veintitrés de junio de 1889 para nombrar una Junta que lograra la venida de Salesianos a la República. El insigne caballero Don Ángel G Lascuráin fue nombrado Presidente. Quedó como Secretario el Sr Don Claudio Limón Seguí; y Tesorero, el Sr Don Francisco Villagrán Araoz. Estos adalides de la causa de Cristo, llenos de entusiasmo se presentaron al Excmo. y Revmo. Señor Arzobispo Don Pelayo Labastida y le manifes-

LOS PRIMEROS MISIONEROS

SALESIANOS EN MÉXICO: Sentados de izquierda a derecha: R. P. D. Ángel Pkcono y R. P. D. Simón Visintainer. De pie: CI. Agustín Osella, R. P. D. Rafael Pipcrni y Coad. Pedro Tagliaferri.

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taron su deseo. El Señor Arzobispo no sólo aprobó la iniciativa, sino la bendijo y ayudó para que cristalizara un día en dulce realidad. Semanas más tarde llegaban las primeras misivas al sucesor de San Juan Bosco. Este contestó agradecido por los trabajos preparatorios y envió a todos los de la Junta sus nombramientos como los PRIMEROS COOPERADORES SALESIANOS MEXICANOS. Más aún, prometió enviar a sus Salesianos apenas llegara el momento, pues recordaba las palabras y deseos de Don Bosco. EL PRIMER COLEGIO.—En los planes de la Divina Providencia, que muchas veces el hombre ignora, estaba dispuesto que se comenzara más de cerca la preparación para la llegada de los hijos de Don Bosco. Una señora, cristiana y llena de fe supo los trabajos del Comité, Doña Luisa García Conde de Cosío, y entrevistó a Don Ángel Lascuráin para poner a su disposición una de sus propiedades: la casa número 2805 de las calles de Santa María. Don Ángel Lascuráin, hombre de fe ardiente y fecunda, aceptó la casa y escribió inmediamenta a Don Miguel Rúa, y puso a su disposición el regalo que la Divina Providencia había enviado. El Padre contestóle aceptando la casa para Asilo y nombrando al mismo Sr. Lascuráin Director de ella, mientras mandaba los primeros Salesianos. El edificio se acondicionó. Se pidieron los permisos debidos, y el 4 de febrero de 1890 después de la solemne bendición de la casa que hiciera A el Sr. Labastida, se comenzó el nuevo Colegio con nueve asilados. Era el grano de mostaza. que más tarde debería albergar centenares y millares de niños pobres y extender su ramaje como árbol gigantesco. LA LLEGADA DE LOS PRIMEROS MISIONEROS.—Dos años más, que para el Sr. Don Ángel Lascuráin fueron siglos Don Rúa preparaba el personal para enviarlo a México. Reiteradas instancias le llegaban continuamente. Vino por fin el momento de Dios. Un anuncio a Don Ángel le llegó, diciendo que habían salido de Turín los cinco primeros! Misioneros Salesianos que pronto llegarían a playas mexicanas. Cinco héroes que abandonando patria, parientes y amigos, llevando en su corazón encendida la llama del amor1 a Dios, se despidieron de Don Rúa oyendo de sus labios sus últimas recomendaciones. Eran cinco pedazos del corazón del Padre. El día primero de diciembre arribaron felizmente al puerto de Veracruz. Hasta ahí fueron Don Ángel Lascuráin y demás miembros del Comité a recibirlos en nombre del Excmo. Sr. Labastida. Con extraordinario cariño fueron acogidos. El día dos de diciembre llegaban a la Capital, en donde los esperaban una pléyade dfc admiradores de Don Bosco y de Cooperadores Salesianos. La estación estaba llena de gente. Vítores y aplausos saludaron al Padre Don Ángel Piccono que venía como superior; al Padre Don Rafael Piperni, que debería ser más tarde el primer Director de las Obras de Puebla; al Padre Don Simón Visintainer; al clérigo Don Agustín Oscila, y al Hermano Coadjutor Don Pedro Tagliaferri. Uno solo vive, el Sr. Tagliaferri que para los Salesianos es una reliquia viviente, y que, en nombre de todos los demás que han volado al Cielo después de regar con sus fatigas el suelo mejicano, recibirá el agradecimiento de todo México Salesiano. UNA GENEROSA OFERTA.—El pequeño Asilo dirigido por ese puñado de almas nobles fue pronto insuficiente para dar cabida a tantos niños necesitados. A la vera de Don Ángel Lascuráin se unió el Lie. Don Eduardo Zozaya, que lleno de entusiasmo quiso cooperar en esta magna Obra. La generosa Sra. Doña Julia Gómez de Escalante ofreció veinte mil metros cuadrados de terreno, sito en la Colonia denominada Santa Julia en su memoria, para que se edificara un Colegio. El Padre Piccono expuso el Sr. Ing. D. JOSÉ HILARIO ELGUERO Sr. D. ÁNGEL LASCURÁIN, Primer Cooperador Salesiano Sr. Lie. D. EDUARDO ZOZAYA.


Sr. D. FELICIANO ARENO proyecto al Excmo. y Revmo. Sr. D. Próspero Alarcón y Sánchez de la Barquera, entonces Arzobispo de México, que aprobó y bendijo el proyecto. Unióse a este movimiento el inolvidable Sr. Arquitecto Don Antonio Torres Torija, Director de Obras Públicas, y preparó los planos del futuro Colegio desinteresadamente, LA

PRIMERA PIEDRA.

El

29 de enero, festividad de San Francisco de Sales en el año de 1893, el Excmo. y Revmo. Sr. Arzobispo de México, Don Próspero Alarcón bendijo la primera piedra, mientras la banda de música de la municipalidad de Tacuba tocaba. Miles de personas acudieron a presenciar el acto. Estaban invadidos todos los alrededores. Firmaron el acta el Excmo. Sr. Arzobispo, los donantes Sra. Doña Julia Gómez de Escalante y Don Eduardo Zozaya, más los padrinos: el Dr. Don Rafael Lavista y su señora esposa Doña Concepción Solar, Don Antonio Friani, la Srita. Guadalupe Caballero de los Olivos, Don Ricardo Sáinz y su esposa, Doña Guadalupe Cordero, Don Pablo Escandón y su señora, Doña Catalina Cuevas. El acta al ser lacrada, llevaba una medalla de María Auxiliadora y algunos cabellos de San Juan Bosco. Para poder extender la Obra Salesiana, el Sr. Lie. Don Eduardo Zozaya prestó la hacienda de La Ascensión para convertirla en colegio. Se trasladaron dos sacerdotes con los niños más pequeños del Asilo de Santa María. INAUGURACIÓN DEL PRIMER COLEGIO.—Meses más tarde, el 26 de noviembre de 1893 se inauguró el primer Colegio de Don Bosco en México. La caridad exquisita del pueblo mejicano apoyó la Obra con donativos y verdadera generosidad. Más aún, se había levantado el Colegio para que también las Hijas de María Auxiliadora llegaran a México y trabajaran en favor de las ni-

ñas pobres y necesitadas. Así lo anunció el Padre Piccono en una carta a los Cooperadores Salesianos, determinando a la vez el traslado de los talleres al nuevo edificio. Nuevos Cooperadores se unieron con su valiosa ayuda, entre ellos el Sr. Don Feliciano Areno y el Dr. Don Adrián Garduño. En 1896, terminada la planta alta, se separaron los jóvenes estudiantes de los artesanos. El día 19 de marzo de 1897 el Sr. Arzobispo bendecía la primera piedra del hermoso templo que se iba a levantar a María Auxiliadora. El 31 de diciembre de 1900 se levantó el Oratorio Festivo contiguo al Colegio. Fue padrino el benemérito Cooperador Lie. Don Fernando Orvañanos. Estuvo presente el Excmo. Sr. Magliano, Ministro de Italia. Siendo el Padre Luis Grandis Inspector de la Obra Salesiana de México, considerando la gran necesidad de que hubiera un Centro de Vida Salesiana para los Cooperadores, suplicó al Sr. Arzobispo concediera una iglesia en el corazón de la ciudad. Sus deseos fueron satisfechos, pues el Sr. Arzobispo puso a disposición del Padre Grandis EL HERMOSO TEMPLO DE SANTA INÉS. LA OBRA SALESIANA EN. PUEBLA.—El R. P. Don Rafael Piperni fue a Puebla para formar oficialmente la Pía Unión de los Cooperadores Salesianos. El 26 de febrero, con la asistencia del Vicario General de la Diócesis, canónigo Don José Victoriano Covarrubias, representante del Sr. Obispo de la Diócesis, Mons. Francisco Melitón Vargas, de varios señores canónigos, Ordenes religiosas, sacerdotes etc., de los Presidentes del Círculo Católico, Sr. Ignacio Benítez y José M? Orlando, se puso la primera piedra del Colegio en Puebla. Fueron padrinos el Sr. Don José M? Botello, José de la Luz Traslosheros y Eduardo Ovando. Madrinas, las señoras Dolores Bulnes, Inés Carrillo de Alvarez y Concepción E. de Ovando. Se dio al Colegio el nombre de San Ignacio, en memoria del insigne fundador y generoso bienhechor Don Ignacio Benítez. El 22 de abril se inauguraba ante la presencia del Sr. General Mucio Martínez, Gobernador del Estado de Puebla. Recordamos entre los insignes bienhechores de Puebla también al Sr. Ing. Pacheco y al inolvidable Sr. Ing. Don Francisco Tamariz Oropeza que, en nombre de su madre y, más tarde de todos sus hermanos y hermanas, diera terrenos para edificar un Oratorio Festivo y aportara su cooperación para estas obras, per-

Sr. Dr. D. ADRIÁN GARDUÑO


petuándolas hasta el día de hoy por medio de su hermano el Sr. Bernardino Tamariz Oropeza.

Lieja, aceptando la nueva Fundación. Por fin, el 23 de marzo de 1905 salieron de México para Guadalajara los Salesianos que iban a encargarse de LA OBRA SALESIANA EN MORELIA.— la fundación. Como Director fungía el R. P. La primera idea surgió en la mente del Sr. ArzoDon Nicolás Grondona. Más tarde, a petición bispo de Morelia, Exorno, y Rvmo. Sr. Dr. Don del Sr. Arzobispo, esta Obra dejó la casa deIgnacio Arcigá. En. la casa del Sr. Don Eutimio nominada Asilo Vicentino, para establecerse en Vallejo se formó la Junta protectora. El Padre el hermoso Colegio de Artes y Oficios del EsRúa contestó aceptando la nueva Fundación. Un píritu Santo que cedió el Sr. Canónigo Azpeinuevo núcleo de Salesianos fue enviado por Don tia, Vicario General del Arzobispado. El I 9 de Rúa para esta Obra. Llegaron el 25 de diciemabril de 1906 se instalaron los talleres. bre a Veracruz. La expedición estaba formada Este fue el desarrollo de la Obra de Don por el Padre Pablo Montaldo, primer Director Bosco en nuestra República. El vendaval azotó de Morelia; los clérigos Alberto Pattini, Juan estas obras. Hoy día se comienzan a levantar Bertazzo, Santiago Szaforz; hermanos Coadjutonuevamente, siempre llenas de vida y de pujanza. res Juan Bertolotti y Antonio Ruggeri. Los inVayan desde estas páginas nuestra perenne grasignes Cooperadores Mons. Francisco Venegas, titud a todos los Bienhechores insignes, que por más tarde Obispo de Querétaro, Sr. Lie. Don falta de espacio no hayamos recordado, y siemFrancisco Elguero, Sr. Diác. Don Luis Pérez y pre a la vanguardia a DON ÁNGEL G. LASCUPadre Don José M. Méndez apoyaron con su RAIN. Para él, que sintetiza la generación de ayuda esta Obra. Cooperadores, depositamos en la urna que guarLA OBRA SALESIANA EN GUADALA- da sus despojos una rosa encarnada, símbolo de JARA.—El Excmo. y Revmo. Sr. Arzobispo de nuestro reconocimiento. Llevemos su nombre Guadalajara Don José de Jesús Ortiz, inició la hasta las generaciones venideras y grabémoslo llegada de los Salesianos/ a esta ciudad. El 16 de • con el áureo cincel del cariño en los nuevos abril el Padre Rúa contestaba desde la ciudad de soldados salesianos que han de venir. < JMJ^.J~5*^.S~5~^.^.}MÍ^^.jMjM}«^^.^^^

podemos olvidar en estas PAGINAS DE HONOR a todos aquellos Salesianos que han trabajado tanto por la causa mexicana. Con reverencia rememoramos los que han caído al pie del estandarte de San Juan Bosco dando su vida, y con gratitud y amor, a los que viven y que encontrándose en México o en otros países, llevan en su corazón la Patria Mexicana. Entre ellos recordamos a nuestros difuntos: Padres, Emilio Cozzani, Horacio Nicossí, José Villani, José M. Viecelli, Pedro Cerrutti, Juan Margiaría, Enrnanuel Regnier; Clérigos, Juan Bertazzo, Jenaro Maldonado, Tomás López y José de Jesús Pérez. Coadjutores, Joaquín Ríos, Jesús García, Luis Cimatti, Pedro Rocca, Trinidad Bravo. Añadimos los que aún viven: Padres José Brusadelli, Medardo Charry, Pío Cambronero, Mateo Cravero, Tiburcio Pérez Ca-

ñardo, Mariano Carrillo, Carlos Menéndez, Mario Aramendía, Florencio Mora, Antonio Flores, David Leyva, José Ortiz, Pedro Pescatore, Adán Haub, Mauro Garza y Francisco Gámez. Clérigos: Salvador Nava, Roberto Guzmán, Andrés Velasco, José Luis González, Jesús Solís, Paulino Montero,' Braulio Sánchez, Benjamín. Figueroa, Benito Romero, Gabriel Montiel, José Delgado, Ricardo Natera, Antonio Reyes, León Franco, y los Coadjutores Antonio Ruggieri, Pablo Squillace, David Torres, Tomás Morales, Tomás Mendoza, José Flores Cotta, Calixto Sommariva, Antonio Valdés, Luis Vega, Ramón Aguirre, L. González, M. Flores y S. Arroyo. Hagamos un acto de presente para todos aquellos cuyo nombre no estuviera inserto en este recuerdo. ¡A todos nuestra gratitud!


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R. P. RAÚL SYLVE. Coad. PEDRO TACLIA FERRI y Coad. PLACIDO PÉREZ

nos que son la gloria palpable de este JUBILEO COADJUTOR Pedro Tagliaíerri, Plácido Pérez, sacerdote Raúl Sylve, y Excmo. y DE ORO. Como un símbolo especial, cada uno de estos Revmo. Mons. Don Luis La Ravoire Mottow. Salesianos abarca una jerarquía propia y si:ña!a Cuatro primerísimas estrellas en el firmamenuna rama genuina del árbol salesiano: dos coadto salesiano de México. Cuatro luceros que aún fulguran en el cielo de la Patria y que con sus jutores, un sacerdote y un, obispo salesianos. Los luces señalan el derrotero a las nuevas genera- COADJUTORES, Don Pedro Tagliaferri y Plácido Pérez; el SACERDOTE, RVDO. P. Raúl Sylve y el ciones de jóvenes salesianos. OBISPO, Excmo. Mons. Luis La Ravoire Morrow. Fundadores, por decirlo así, de la falange Un cuadro glorioso de cuatro características de mexicana de Salesianos, estos beneméritos hijos las actividades salesianas; salvar las almas, acerde Don Bosco viven aún para contarnos, los he- cándolas a María, mediante el sistema de San chos gloriosos de esos primeros albores de la Juan Bosco. Ayer, cada uno de ellos arrojaron Obra Saleciana en México. Épicos luchadores la simiente de su vocación salesiana en el surco de los tiempos heroicos de esta Fundación, los mexicano, la regaron con sus sudores y sacrificuatro dignísimos Salesianos han contemplado el cios y HOY, gozan contemplando a la Otra que desarrollo de la Obra de María Auxiliadora y se ha hecho gigante, y admirando a esa pléyade de su hijo santo, Don Bosco, en este bendito de Salesianos que han seguido sus huellas y haAnáhuac, tierra mariana por excelencia, y a dón- cen el mismo bien. AYER, sobre sus hombros de la Virgen nos ha enviado lo mejor de sus descansaba el peso del trabajo abrumador y HOY, gracias. sobre su cabeza colocamos nosotros, ¡os que los Después del TE DEUM imperioso a la Reina festejamos, los que leemos estas primeras págidel Cielo y a su ínclito siervo San Juan Bosco, nas del historial salesiano, conmemorando con es urgente la felicitación a estos dignos Salesia- letras de oro sus cuatro nomlbres gloriosos, una

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diadema también de oro, con triple gema: la del amor, la de la gratitud, la de la oración. Don Pedro Tagliaferri, como dádiva palpable de la estimación del Venerado Sucesor de San Juan Bosco, Don Miguel Rúa, hacia México, que recoja en su persona el cariño, la gratitud, los votos sinceros de esta piadosa Nación Mexicana, de esta Inspectoría Salesiana. Don Pedro, que contempló el nacer de la Obra en el Belén de México, que con un pedazo de su cuerpo y con la vida entera, ha demostrado lo que quiere a esta tierra de Santa María de Guadalupe, que recoja nuestra correspondencia y la felicitación Sincera de esta alma mexicana. Que, como único superviviente de esos cinco primeros conquistadotes salesianos, certifique que en estas BODAS DE ORO mexicanas, late un inmenso espíritu salesiano, arde un fuego grandioso de culto a María Auxiliadora y que existe una profunda admiración para su Amada Congregación. Don Plácido Pérez que llamamos por varias décadas con el cariñoso nombre de "Placidito", fue el primer Salesiano mexicano que jurara ante ei santo altar fidelidad a Dios bajo la bandera de San Juan Bosco. Venerable anciano que en sus últimos años, cuando no podía ya trabajar, pasaba las horas ante el Santísimo Sacramento pidiendo para las generaciones nuevas sacrificio, abnegación y perseverancia. ¡Cuántas veces, cuando éramos niños, lo vimos llorar al recordar dulces añoranzas de otros tiempos que habían pasado! ¡Cómo recordaba con veneración y respeto i los Superiores que fertilizaron con sus sudores la tierra mexicana! Con su luenga barba blanca como el armiño, con su rostro dulce y afable velaba por los que luchaban en el campo del trabajo, repasando entre sus dedos las cuentas del rosario. "Placidito", nombre sagrado para todos los Salesianos que te vieron forjar un ideal en aras del sacrificio y para los que hoy hemos heredado la misión salesiana, y que te recordamos como un paladín caído heroicamente en el campo de batalla llevando en tus manos la palma y el laurel de la victoria. El Padre Raúl Sylve, el primer sacerdote salesiano mexicano, el levita primogénito de esta tierra de promisión, el superior siempre generoso, ¡loado sea! Que sus energías sacrificadas en el ara salesiana se vean centuplicadamente remuneradas en ese Hogar donde el Fundador espera a sus hijos fieles. Que, con la satisfacción de saber que fue el escogido para ser el primogénito

de la familia sacerdotal saksiano-mexicana, sepa también que sus hermanos y los millares de antiguos alumnos lo felicitamos con efusión y cariño y que le conste que el ejemplo de su vida ha sido y será en todo tiempo estímulo de vocaciones y de virtudes. Y ¿qué decir del Excelentísimo Mons. La Ravoire, hoy Obispo de Krisnagar en India, y ayer un alumno, neófito, clérigo, sacerdote de esta Inspectoría y fruto precioso de estos cincuenta años de vida salesiana en México? Dios mismo en su Providencia quiso preparar para el ÁLBUM de este Jubileo de Oro, la brillante joya de la vocación de "Mons. Luisito", como le llaman cariñosamente en las Filipinas a este abnegado hijo de Don Bosco. Todo un milagro, toda una epopeya es esta vida que por sí sola inmortaliza a la Obra Salesiana. Un alumno que pisa los umbrales del colegio sin tener siquiera la fe católica, que se hace clérigo, que se ordena con la mayor unción sacerdotal y se entrega en alma y cuerpo a los niños desamparados de los Oratorios Festivos y que, llevado a la Delegación Apostólica de Filipinas por el amadísimo Mons. Guillermo Piani, se hace notabilísimo en las misiones, que descuella entre los escritores culturales y católicos de esas islas antípodas y por su amor a Cristo es uno de los organizadores del Congreso Eucarístico en Manila. . ¿no es esta la mayor alabanza del Padre por ser la mayor gloria del hijo? ¿No es esta una legítima gloria salesiana, y a la vez de ésta en que se formó su vocación, y una gloria que dice mucho de los Salesianos que cooperaron a este triunfo?. . Don Pedro Tagliaferri, Don Plácido Pérez, el P. Raúl Sylve, Mons. La Ravoire: cuatro gemas engarzadas en este ostensorio salesiano que México guardará en el Tabernáculo de sus valores más sagrados. Un cuadro glorioso de salesianos dignísimos que sintetiza estos cincuenta años de actividad salesiana. Un cuadrilátero de hijos de Don Bosco que simboliza su lema: Da mihi animas, cociera talle."

Excmo. y P v _ 0 , M-n,. D. LUIS LA RAVOIRE MORROW — 19 —


A

YER! Hoy hace cincuenta años que fue ese bendito ayer, cuando la Virgen Auxiliadora, fijó su mirada en México y decidió enviarle las albricias de su Obra. "AQUÍ MI CASA, DE AQUÍ MI GLORIA", fue el lema que San Juan Bosco impuso al Santuario de su Auxiliadora en la ciudad de Turín y Ella, se encargó que su gloria se esparciera por todos los ámbitos del mundo. Y desde allá, desde Valdocco, nos envió sus primeros embajadores. Loor a esos cinco primeros hijos de Don Bosco y a los que después de ellos, dejando su patria y sus cariños, vinieron en busca de los niños mexicanos. Aquella simiente que hace cincuenta años echaron en el surco mexicano, es hoy un árbol gigante que, como la I parábola evangélica, ha extendido en toda la República, sus bienhechoras ramazones: el culto a María Auxiliadora, a San Juan Bosco, los Oratorios Festivos, los Internados y Externados, las Escuelas Nocturnas para obreros, los Catecismos, la Buena Prensa y la Cooperación de las Parroquias, Con esta fecha conmemoramos el Génesis de las actividades salesianas y desde luego afluyen a nuestra mente los nombres de los primeros pioneros salesianos. Un recuerdo también de gloria y de intensa gratitud a los Señores Obispos y a los beneméritos Cooperadores que influyeron en el establecimiento de tan querida Obra. Sucintamente bosquejamos los hechos más sobresalientes realizados por los Hijos de Don Bosco en cincuenta años de labor. Apenas llegados a la Capital luciéronse cargo esos primeros Salesianos de unos grupos de niños en la Colonia Sta. María, mientras se construían en Sta. Julia, barrio misérrimo, el primer internado. Enseguida fundóse el Colegio de Puebla con el primer Director el P. Rafael Piperni (1894) en otro barrio pobrísimo y utilizando unas casas viejas que paulatinamente se fueron mejorando y que en tiempos del P. Juan Scamuzzi y del P. Guillermo Schütte quedó magníficamente terminado, sobresaliendo los amplios Talleres Profesionales y la .sección de estudiantes. Posteriormente (1901) fundóse el Colegio de Morelia,


iendo su primer Director el P. Pablo rlontaldo. Con el mismo principio e pobreza, aquella casa era de lo más humilde y si hoy ostenta como istintivo especial el hermoso Santuario de María Auxiliadora, ello es idice de las glorias de Don Bosco y del esfuerzo de sus hijos. En 1905 ; fundó el Colegio de Guadalajara, con el primer Director el R. P Ni3Íás Grondona con su sección de estudios elementales, secundarios, Prepaitoria, y Artes y Oficios. A la vez los Salesianos se preocuparon simultáneamente de los niños más desamirados, y establecieron los genuinos ORATORIOS FESTIVOS. El Oratorio de a. Julia es un monumento perenne a la caridad salesiana y un recuerdo grandioso la Obra Salesiana en México. No hay tampoco elogios suficientes para el Orato3 de S. Feo. de'Paula en la ciudad de Puebla, modelo en su género, y como palpae demostración de su bondad ahí están los RR. PP. Alberto López y Daniel Zurita lidos de ese centro magnífico y ahí esta Mons. Luis La Ravoire Morrow, actual bispo de Krisnagar en la India. . Y no fueron menos los Oratorios de Domingo Savio, San Miguel, Don Bosco, in Antonio, Los Angeles y S. Pablo en la Ciudad de Puebla y los de Morelia y uadalajara, donde bullía el verdadero espíritu de Don Bosco. ¿Quién no recuerda riñosamente a Directores de Oratorios tan queridos como el P. Pattini en Puebla, P. Gardini en Sta Julia, al P Valdés, al P. Sandoval, al P. Majchrzycki etc. etc.? Junto con estas fundaciones los PP Salesianos aceptaron Capellanías y Templos, mo el de Sta. Inés en la Capital, donde al mismo tiempo que asentaron el culto María Auxiliadora, dirigieron a las Socias de esta devoción y a los Cooperadores lesianos. Y como complemento de sus actividades, ¡os Salesianos pronto se hicieron de osélitos para su Congregación y fundaron la Casa de Formación en la C. de Puebla. No omitamos en este acervo de merecimientos el esfuerzo de los Salesianos por i Buena Prensa, en las publicaciones del Boletín Salesiano, con el Supleento adjunto, las Lecturas Católicas, la Galería de Dramatización Saleina, las hojas doctrinales de "El amigo de la Niñez", etc, que son fili•anas de oro en este Jubileoí Salesiano. ¡Qué modo de rendir cuentas de estos diez lustros, de los esforzados hijs de Don Bosco! ¡Qué milagrosa bilocación la de San Juan Bosco; traslaar íntegramente su espíritu y su corazón a este país predestinado y acampar ara siempre entre nosotros!


L

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A Obra Saíesiana de Hoy es una magnífica exposición que conmueve, sobre todo porque se han atravesado tiempos críticos de persecución y adversidades. El HOY de esta Obra sorprende porque en medio de un ambiente de ruinas y, diríamos, catacumbas, convida a porticipar del triunfo y a celebrar este JUBILEO DE ORO cantando un himno de honda emotividad. Aunque no es posible hablar del1 presente sin evocar la sustuosidad de lo pasado, y ello sin enjugar una furtiva lágrima, gocemos este HOY espléndido, hagamos el balance jubiloso de la Obra Saíesiana de Hoy. Si lo conseguido AYER nos carecía un heroísmo, lo presentado a la fecha es un MILAGRO. El culto de María Auxiliadora es al tsresente tan puiante como nunca. Díganlo esns ^unciones solemnísimas que se celebran en el Templo de Sta. Inés y en tantos, otros altares de nuestra predilecta Reoública. Certificante las Socias de María Auxiliadora, cada vez en más creciente número y el cúmulo extraordinario de favores que mensualmente se publica en la hoja de "María Auxiliadora y San Juan Bosco en México" Los grandiosos Colegios de otros días son un recuerdo, pero no uní desaliento, y en mínima escala celebran esta fecha dichosa las siguientes obras: En la Capital existe, como monumento el más brillante, como el exponente más significativo de los éxitos saíesianos, la Casa de Formación de la vecina Villa de Mixcoac. Existe un centro esrolar para alumnos externos que cuentan con cerca de 150 niños. Hay un Oratorio Festivo en Merced de las Huertas, donde al mismo tiemoo se atiende el templo del mismo nombre. Allí late el mismo espíritu de los Oratorios Salesianos, más genuinos, cobijando a unos 200 jóvenes en los días de fiesta y teniendo la Banda de Música, su Cuadro Dramático, Centro Social y Congregaciones piadosas. Además se atiende el Templo de Sta. Inés siempre lleno de fieles, centro principal de los Cooperadores Salesianos y corazón de/ la devoción a María Auxiliadora y S. Juan Bosco. En la ciudad de Puebla las actividades de los Hijos de Don Bosco arrojan un total sobresaliente. En la bella Angelópolis se atienden dos Iglesias, ía de Sta. Inés y la del Refugio quel es vicaría. Se sostienen dos centros escolares con varios centenares de alumnos externos, al mismo tiempo que existe un pequeño Internado. Hay una Academia nocturna para obreros y atiéndense también tres excelentes Oratorios o centros dominicales para hijos del pueblo, pero adonde acude toda cíase de jóvenes. La Unión de Ex-Alumnos es floreciente y publícase en su ambiente la Revista "DON BOSCO" Un creciente número de Cooperadores presta eficaz, ayuda a tan beneméritas obras y de este modo conmemora la Ciudad de los Angeles, las Bodas da Oro de la Obra Saíesiana.


En la Perla Tapatía, Guadalajara, late unísonamente el ambiente salesiano en las siguientes obras: el Templo de S. Francisco de Sales, el Templo de María Auxiliadora (en construcción), un Externado, una Secundaria, el Oratorio Festivo y la atención de los Cooperadores Salesianos, las Socias de María Auxiliadora, los Ex-Alumnos y los Cooperadores Salesianos. En Morelia, donde el sentimiento por lo enajenado empaña el regocijo de este Jubileo, dirigen los P. P., Salesianos el Santuario da María Auxiliadora, atienden un Externado, el Oratorio Festivo y el Centro Social "Don Bosco" con cerca de 500 hombres y jóvenes. Préstase atención a los Cooperadores y a los Antiguos Alumnos. No por la inferioridad de esta capital provinciana es menor la celebración y el entusiasmo de los cincuenta años de la Obra de San Juan Bosco. Además en Zacatecas, Chihuahua, Nuevo León, Guanajuato, Colima etc., y podemos asegurar que en toda la república se mantienen llenas de vida uniones de Cooperadores Salesianos, que comunican al tronco del árbol salesiano para recibir la savia bienhechora del Santo Fundador. Y a esta brillante Exposición de las actividades salesianas en el País, añádese la cooperación infatigable y altamente elogiosa de las Hijas de María Auxiliadora, que aunque con historial propio, pero al fin Obras congénitas del mismo Fundador, forman con el elemento femenino, parte integrante de la magnificencia de la» Obras Salesianas. Y únanse también los esfuerzos tan meritorios de algunos Cooperadores y Ex-Alumnos que dirigen obras similares a las salesianas, como el Oratorio y Orfeón de León, Gto., el Oratorio de Silao en el mismo Estado y varios otros centros de culto a María Auxiliadora y a San Juan Bosco, que alimenta el celo de los mismos Cooperadores y antiguos alumnos.


Personal Salesiano de ía Casa de Formación.

Personal Salesiano de Puebla.

Personal Salesiano de St Inés, Méx.

EL

PORVENIR

•V EL PORVENIR? Esta es la pregunta j6,San J uan Bosco con los brazos abiertos, dánC -1que nos hacemos. El porvenir es un doles todo el aP°y° moral X material que fuera horizonte indefinido pero brillante, pues está necesario.^ Entre^ las peticiones guardamos las iluminado por dulces esperanzas y grandiosos de siete Excelentísimos y Reverendísimos señores propósitos. Es un deseo, engrandecer la casa de Obispos que anhelan ver en sus diócesis las Obras Salesianas. Esperamos que llegue un día en que formación de Vocaciones Salesianas pues la presente es ya insuficiente para dar cabida a tantos sus deseos sean satisfechos. Día llegará, no lejano, jóvenes. Comienza a trabajarse por abrir un in- en que la bandera de Don Bosco ondee en muchas ciudades de la República y se levante nuevamente ternado para estudios y más tarde para Artes y Oficios en la Capital de la República. En la pujante y llena de vida en nuestra Patria la Obra Salesiana. Esos son nuestros deseos que esperamisma forma se prepara para Guadalajara y Puebla. De muchas partes nos llegan peticio- mos se cristalicen pronto en risueña realidad. Las y promesas para que abramos escuelas de Obras de Dios se imponen por sí mismas y llevan Artes y Oficios, de Estudios, Oratorios Festivos el germen de lo divino, al fin suscitadas para salvar almas y cooperar en la Magna Obra de la y demás Obras Salesianas: en Monterrey, San Luis Potosí, Zacatecas, Teziutlán de Puebla, en Redención. Bendiga desde el Cielo la Santísima Veracruz. Querétaro, León Gto., Cuautla de Virgen todas nuestras empresas y las acreciente paMoreíos, Huajuápam de León, Colima, Tamauli- ra bien de todos. pas, Chihuahua, Pachuca, Tacámbaro Mich. y Entretanto levantemos el corazón lleno de graotras muchas ciudades que recibirían a los hijos titud a la VIRGEN DE DON Bosco, MARÍA AUXILIADORA, por este CINCUENTENARIO de sus obras en nuestra República. A Dios sea dada la gloria de todo, el bien que se ha hecho, y nosotros en unión de nuestros beneméritos Bienhechores aceptamos nuestra responsabilidad del presente para lanzarnos, como los que nos han precedido, con todo entusiasmo y abnegación en el campo de la lucha para cumplir el lema de nuestro Santo Fundador: "¡DAME ALMAS QUÍTAME LO DEMÁSt»

Personal Salesiano de Guadaíajara.

Personal Salesiano de Morelia.

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DA MÍHI CAETERA

ANIMAS TOLLE


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