Boletín Extraordinario del Centenario

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índice 1. Cartel del Centenario 2. Índice 3. Carta de la Casa Real 4. Saluda de la Presidenta de la Junta de Andalucía 5. Saluda de la Alcaldesa de Benacazón 6. Escrito del Presidente de la Hdad. de Benacazón 8. Carta del Obispo de Sevilla 10. Entrevista al Obispo Auxiliar de Sevilla 13. Carta del Obispo de Huelva 14. Carta del Obispo de Asidonia-Jerez 15. Carta del Vicario General 17. Carta del Director Espiritual 19. Escrito del Rector del Santuario 20. Carta del Presidente de la Hdad. Matriz 21. Semblanza del Vizconde de Dos Fuentes 22. Carta del Vicepresidente del Centenario Edita: Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón. Imprime: Imprenta Las Baderas, teléfono: 954750077. Pilas (Sevilla). Dirige: Manuel Jesús Pérez Luna, Presidente, Juan Ignacio García Conde, Vicesecretario 1º.

23. Reflexiones del Relaciones Públicas 24. Cultos Extraordinarios de febrero 25. Cultos de la Romería del Centenario 26. Carta del Presidente de Villamanrique 27. Carta del expresidente de Villamanrique 29. Carta de la Hermandad de la Vera+Cruz

Redacción y maquetación: Presidencia y Secretaría de la Hermandad, Imprenta Las Baderas.

31. Carta de la Hermandad de la Soledad

Fotografías: Hermandad del Rocío de Benacazón, Fotos Soriano, colecciones particulares, Facebook.

34. Saludo de la pregonera

33. Carta de la Hermandad del Rosario 35. Palabras del presentador 37. Impresiones del Grupo Joven 39. Coro Amigos Rocieros de Benacazón 41. Escrito de José Montoro “Pastor” 42. El Año de la Misericordia 44. Imágenes para el recuerdo del Centenario

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SALUDA DE LA EXCMA. SRA. PRESIDENTA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA PARA LA HERMANDAD DEL ROCÍO DE BENACAZÓN (SEVILLA) Amigas y amigos de la querida Hermandad del Rocío de Benacazón, gracias por la invitación para participar en este especial de vuestra revista, que llega motivado por una grata noticia: el centenario de vuestra corporación. Cien años de forma oficial, pero no lo olvidemos, muchos más de caldo de cultivo, de benacazoneros y benacazoneras abonando el terreno; de carboneros y piñoneros que, en su día a día, se dejaron llevar por esa pasión desbocada que provoca en tantas personas la Señora de Almonte, la Virgen del Rocío. Una pasión y un fervor que fue prendiendo en la localidad hasta dar lugar a la constitución oficial de esta Hermandad. Es, pues, tiempo de repasar, actualizar y divulgar ese cúmulo de caminos surcados cada Pentecostés desde esta querida localidad aljarafeña. Pero más aún: es ocasión de recordar a aquellos rocieros y rocieras que abrieron la espita y de reflexionar sobre los valores que han hecho que vuestra Hermandad sea modélica dentro del amplísimo movimiento rociero. Tenéis en vuestras manos un valioso legado amasado a base de fe, respeto y devoción por la Virgen del Rocío. Pero también de compromiso, porque el ser rociero no es una pose o un sentimiento volátil, sino una exigencia y un compromiso de hacer cuanto esté en nuestras manos por ser mejores personas y por ayudar a los más vulnerables y necesitados. Queridos hermanos y hermanas de esta entrañable Hermandad del Rocío de Benacazón, os deseo que esta efeméride os sirva para estrechar aún más si cabe ese compromiso, y, por supuesto, os mando un afectuoso saludo en este momento tan especial para la gran familia rociera de esta localidad. Susana Díaz Pacheco.

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SALUDA DE DOÑA JUANA MARÍA CARMONA GONZÁLEZ, Alcaldesa Presidenta del Excmo. Ayuntamiento de Benacazón Agradezco enormemente a la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Benacazón la distinción de permitirme dirigir unas palabras en este Boletín Extraordinario con motivo del Centenario de la Hermandad. Como Alcaldesa y benacazonera, es un honor para mí poder compartir y participar en todos los actos y eventos que se están celebrando con motivo de este Centenario. Todos los días del año se celebran efemérides; un motivo para recordar y aclamar una conquista, un logro, una lucha o una meta obtenida. Sin embargo, esta celebración es mucho más que eso. Este Aniversario es el aniversario de Benacazón, del triunfo de todo un pueblo y de la historia que compartimos: la conmemoración de Cien Años de Tradición Rociera. También un centenario de transformación y adelantos, en el que los medios de transporte y las nuevas tecnologías han acercado nuestro pueblo a todas partes. Pero lo que no ha cambiado, eterna en el tiempo, ha sido la tradición de nuestro pueblo; la fe y la convicción de tantas generaciones de benacazoneros y benacazoneras que durante cien años no han dejado de hacer su camino, palpar sus arenas, dormir en su Palacio, beber en su Quema, bailar su cante, admirar su Virgen y ver cumplida una promesa de vida. En estos 100 años, los rocieros de Benacazón han sido ejemplo de Hermandad, hospitalidad, unión, compañerismo, trabajo en equipo, solidaridad, voluntariado, compromiso hacia los más desfavorecidos... Y es precisamente ésta la mejor herencia que en este Centenario nuestros antepasados nos han dejado y que ahora debemos dejarle a nuestros futuros rocieros. Felicidades a todos y todas, y que la Virgen del Rocío nos permita conmemorar muchas festividades más. Por otros cien. LA ALCALDESA,

Juana María Carmona González.

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CIEN AÑOS DE PEREGRINAR Cien años de Hermandad. Cien años de historia. Cien años de Rocío. Cien años de alabanzas a una Madre. Cien años de miradas, de encuentros y visitas. Cien años de amor. Cien años de sentimientos, de momentos vividos. Cien años de pisadas, de caminos. Después de esos cien años seguimos volviendo la mirada hacia Ella una vez más, y damos gracias por su eterna presencia en esas marismas, que nuestros hermanos y vecinos mantengan viva la llama de la Fe por ti, Rocío y por tu Divino Hijo el Pastorcito, para que la historia de esta insigne Hermandad siga latente y podamos mostrarnos ante nuestra Madre del Rocío como una Hermandad comprometida. Que todos los que nos sentimos identificados con este bendito pueblo mariano, que son los que a lo largo de este tiempo han seguido manifestando con sus formas de ser y de vivir el Rocío su compromiso diario, vivan este Centenario con alegría, con fervor, porque son hombres y mujeres que han luchado por conseguir que Benacazón sea una Hermandad pionera, con carácter, sabedores de la verdadera historia y esencia del Rocío. Tanto aquí en Benacazón como allí en el Rocío, hemos aprendido a ser Peregrinos. El verdadero Camino que nos lleva a Ella sintetiza muy bien lo que es nuestra vida, día a día, y lo que Ella representa. El Camino es alegría, es Fe, es fraternidad, amistad, es convivencia, son semblanzas, es oración. La Santísima Virgen del Rocío quiere que ese Camino de gloria nos lleve allí con corazones renovados, se alegra por todos nosotros, esa alegría, es la que nos lleva a su encuentro, no es instantánea, no es superficial, ni bullanguera, expresa el gozo interior del Alma de cada uno de nosotros, es humilde y modesta. página 6


Tenemos que seguir peregrinando y andando alegres por los senderos de la gloria. Por muchos caminos que nos conduzcan hasta Ella, nuestros cantos son oraciones, para hacer de ese camino, seguro. Cantos y alabanzas que el Rociero de Benacazòn sabe dar y apreciar en muchos momentos del mismo, delante de la Carreta, en las paradas en la Raya Real y en las noches bajo las estrellas. El Camino siempre debemos hacerlo juntos, hay que mantener nuestra idiosincracia y nuestras costumbres, tenerla siempre presente junto a su Divino Hijo, como hermanos que somos, eso hará que seamos uno, que todo lo solucionemos juntos y a la vez nos hará ser más humildes, que es la base principal del Rociero, del Peregrino. No hay nada más placentero que vivir bajo su amparo. Ella es Madre de puertas abiertas, Ella es Camino de Esperanza, es nuestra razón de ser. Desde este Boletín especial del Centenario, animaros a seguir labrando el Camino de la Fe y de la Vida y a seguir fortaleciendo a esta vuestra Hermandad del Rocío, manteniendo nuestras tradiciones y que hasta ahora nos han llevado hasta su presencia, porque Ella fue Camino antes que Aldea. Un abrazo fraternal en el Amor a Nuestra Bendita Madre del Rocío en el Centenario de nuestra Hermandad del Rocío. Sin más, me despido atentamente. EL PRESIDENTE,

Manuel Jesús Pérez Luna.

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LA MISERICORDIA DEL SEÑOR LLENA LA TIERRA Las palabras que dan título a estas líneas, tomadas del salmo 32, son el mejor resumen del Antiguo y del Nuevo Testamento y de la entera Historia de la Salvación. La misericordia es uno de los contenidos centrales de la fe cristiana. En la bula de convocatoria del Jubileo de la Misericordia, que tiene como título Misericordiae vultus, el papa Francisco no se aparta un ápice de la mejor tradición católica. Recuerda la enseñanza de san Juan XXIII, que hablaba de la “medicina de la misericordia”, y del beato Pablo VI que llamó a la Iglesia samaritana de la humanidad. El papa Francisco nos invita a contemplar el rostro de Cristo, que rezuma piedad, misericordia y amor. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre, «rico de misericordia» (Ef 2,4), quien después de haber revelado su nombre a Moisés como el «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y rico en amor y fidelidad» (Ex 34,6), en la plenitud de los tiempos, envía a su Hijo nacido de la Virgen para revelarnos de manera definitiva su amor. Las personas que se le acercan contemplan algo único e irrepetible. Como nos dice el Papa, los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él está falto de compasión. Su misericordia y su compasión tienen su culmen en el Calvario, en el que se inmola libremente por toda la humanidad. El Papa nos dice también que “la misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia”. Afirma además que es su deseo que en el Jubileo, cada uno de los hijos de la Iglesia viva y sienta la experiencia de la misericordia, el sentirse amado por Dios nuestro Padre, que “nunca se cansa de abrir la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida”. El Papa insiste en la experiencia del perdón de Dios, que después nosotros debemos ofrecer a nuestros hermanos. Insiste además en que la Iglesia debe ser la casa de la misericordia, la casa del perdón, del servicio gratuito, de la ayuda y del amor. Nunca debe cansarse de ofrecer misericordia, estando siempre dispuesta a confortar y perdonar. página 8


Si esto es así, la misión prioritaria de la Iglesia es ser signo y testimonio de la misericordia. Todo en la acción pastoral de la Iglesia debe estar revestido por la ternura con que se trata a sus hijos. Nada en su anuncio de Jesucristo y en su testimonio ante el mundo debe carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del amor misericordioso y compasivo. El Papa reconoce con humildad que en el pasado, en ocasiones, nos hemos olvidado de caminar por la vía de la misericordia, y afirma que la primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo, del que nosotros, hijos de la Iglesia, debemos participar viviendo el perdón, la entrega y el servicio humilde, haciéndonos siervos y servidores de los hermanos. Por tanto, allí donde la Iglesia esté presente debe hacer vidente la misericordia del Padre. Nuestras parroquias, comunidades, asociaciones, movimientos y hermandades deben ser oasis de misericordia. La vida de la Iglesia es auténtica y creíble cuando hace de la misericordia su razón de ser. La misericordia es su primera tarea. Ella está llamada a ser testigo veraz de la misericordia, viviéndola como el centro de la revelación de Jesucristo. El Papa nos invita en este Año Santo a abrir el corazón a cuantos viven en las periferias existenciales, en situaciones de precariedad y sufrimiento, de las que son víctimas aquellos hombres y mujeres que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado por el egoísmo de tantos. Ahora y siempre la Iglesia está llamada a curar estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. Para ello, el Papa pide al pueblo cristiano que reflexione en este tiempo de gracia sobre las obras de misericordia corporales y espirituales, todo un programa para este año jubilar. Todos los hijos de la Iglesia estamos llamados a una conversión profunda y sincera, a volver a Dios, dispuesto siempre al perdón y a la misericordia, que cada uno de nosotros debemos experimentar en este año, y que desde siempre el Padre derrocha con nosotros en el sacramento de la penitencia, del perdón y de la reconciliación con Dios y con los hermanos, que todos debemos estimar y aprovechar, de modo que ocupe el lugar que le corresponde en nuestra vida personal y comunitaria, como manantial de fidelidad y de santidad, como sacramento de la paz, de la alegría y del reencuentro con Dios. Concluyo estas líneas deseando a los miembros de la Hermandad del Rocío de Benacazón un fructuoso Año Santo. Que sea para ellos un verdadero tiempo de gracia y de renovación espiritual, en el que todos dediquen tiempo a la escucha orante de la Palabra de Dios, para contemplar su misericordia infinita y asumirla como propio estilo. + Juan José Asenjo Pelegrina Arzobispo de Sevilla

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ENTREVISTA A DON SANTIAGO GÓMEZ SIERRA, OBISPO AUXILIAR DE SEVILLA 1. Valore VE lo que significa que una Hermandad del Rocío alcance el siglo de existencia. Contemplar un siglo de existencia de la Hermandad del Rocío de Benacazón, por una parte nos está hablando de unas raíces profundas en la historia de la piedad cristiana, de la piedad popular que se ha expresado en esta devoción a la Virgen del Rocío, y por otra parte, nos está hablando también mirando al futuro y al presente de que no podemos convertirnos en un museo con un siglo de antigüedad, sino que hay un compromiso, esa historia de un siglo nos está exigiendo también un compromiso de vitalidad de la experiencia religiosa que sigue siendo el suelo nutricio donde nace esa devoción grande a la Virgen del Rocío. Por tanto, como gratitud por esa historia y orgullo por esa historia y al mismo tiempo el compromiso de mantener la fuente que no se seque, la fuente viva. Y la fuente es la experiencia cristiana de Dios y de amor a la Santísima Virgen. 2. La antigüedad de la Hermandad de un pueblo pequeño como Benacazón es un triunfo de la devoción transmitida de padres a hijos, un mérito de la familia ¿está de acuerdo?. Estamos totalmente de acuerdo en que el ámbito donde se produce la primera transmisión de la fe es la familia, de una forma espontánea y viva. Sin embargo, hay que ser conscientes de que en algunos casos este proceso natural se ha interrumpido, no tanto algunas costumbres como la propia devoción cristiana. Y por eso también es necesario contar con el despertar religioso en la parroquia, donde a veces llegan niños que no saben hacer ni la señal de la cruz. 3. Qué sentimientos nos puede contar de su experiencia en la celebración de nuestra Misa Estacional el pasado mes de septiembre. En la Misa Estacional del día 26 de septiembre pasado pude ver la devoción a la Virgen del Rocío. Dando gracias a Dios por esa historia que celebrábamos, por esa devoción sembrada en el corazón de los cristianos de Benacazón. Y al mismo tiempo, una súplica al Señor de que ese compromiso por mantener viva la fe y mantener vivo ese amor a la Virgen fuese un compromiso del presente para construir el futuro. 4. Su opinión sobre el papel de la advocación del Rocío en el desarrollo y extensión de la fe en Andalucía e, incluso, España. Yo creo que hoy la peregrinación a la Aldea del Rocío es la mayor Romería de España. No creo que haya otra concentración en torno a un Santuario tan numerosa como la que se produce allí en la Aldea del Rocío. Yo creo que tiene todos esos valores que son muy propios de la fe, que forman como un cuerpo que da un cierto perfil a la devoción de la Virgen del Rocío: la alegría, la fiesta, la convivencia página 10


familiar, el hecho de peregrinar, de caminar que está tan unido a la experiencia de lo que es la vida, y de lo que es la vida cristiana, como un camino. La Iglesia se ha hecho tantas veces en caminos, en peregrinación. Bueno pues yo creo que todo eso es una riqueza grande para la fe... con tal de que no nos quedemos en lo externo, sino de que sean medios para vivir la experiencia de que Dios camina con nosotros, que a veces hoy en nuestra cultura tenemos un poco la sensación, mucha gente tiene la sensación de que estamos solos, de que estamos huérfanos, de que estamos en este mundo por azar, un poco así por casualidad y así nos vamos a ir, y entonces pues comamos y bebamos que mañana moriremos. Pero esa no es la fiesta del Rocío, esa no es la alegría, comer y beber porque mañana moriremos no es la alegría del rociero. El rociero de fe vive esa alegría porque sabe que tiene un camino, que tiene una meta, y que esa meta, como tantas veces cantáis, pues son esas arenas del cielo donde esperamos llegar, y que ahora peregrinar al Rocío es un anticipo de esa alegría que esperamos del Señor. 5. ¿Tiene sentido la pequeña rivalidad que se aprecia algunas veces entre las Hermandades de Sevilla y Huelva en el ámbito rociero?. Lo cierto es que esas dos provincias tienen una historia común, hemos sido una sola iglesia particular que era la Archidiócesis de Sevilla, hasta que ya a mediados del siglo pasado pues se constituyó Huelva como Diócesis independiente de Sevilla. Por tanto hay una historia común. Pero además de eso es que la rivalidad en la iglesia no es un buen síntoma, es síntoma de nuestros pecados y de nuestras limitaciones, desde luego no va con la identidad ni de ser cristiano ni de ser rociero cuando surgen esas rivalidades o esas pugnas. La iglesia y los cristianos en esta devoción a la Blanca Paloma tenemos que ser testimonio de UNIDAD, para dividir ya hay mucha gente y no hacemos falta nosotros. Y además, en torno a la devoción a la Virgen, una madre que quiere, cual es el sueño de una madre y la alegría de una madre: ver a sus hijos unidos. Y el dolor de una madre, verlos peleados o verlos separados. Nos une la devoción a la Virgen del Rocío y a nuestra madre, y por tanto cuanto más verdadera sea la devoción a la Virgen más impulso encontraremos interior y más resortes interiores para reaccionar ante cualquier conato de división o de rivalidad. página 11


6. Qué le diría a los rocieros jóvenes de Benacazón ante el futuro que les ofrece continuar la historia de la Hermandad. Los jóvenes rocieros de Benacazón son el futuro del Rocío y de la Hermandad. Es ley de vida, las generaciones nos vamos pasando el testigo. Y ¿cómo podrían recibir ese testigo? No desnaturalizando la devoción a la Virgen, que está apoyada en los valores de la fe cristiana, y si no descansa sobre el amor a Jesús, la amistad con Jesús y el amor a su madre, la Virgen María, no hay garantía de que perdure. 7. Qué retos principales enfrenta la Hermandad centenaria para seguir creciendo y mejorando en su labor y su riqueza religiosa y humana. El Rocío, porque es parte de la Iglesia, afronta el reto mismo de la Iglesia, que es el reto de la fe. El Papa Benedicto XVI, cuando convocó el Año de la Fe, decía que la fe a menudo la damos por supuesta y nos dedicamos a las consecuencias sociales o culturales, o de costumbres en las que la fe se expresa, dando la fe por supuesta, y el Papa decía entonces que resulta que ese supuesto a veces puede faltar, no podemos dar la fe por supuesta sino que tenemos que atender las raíces de la fe. Pues bien, yo creo que el reto de la Hermandad del Rocío como el reto de la Iglesia es éste: una vida contando con el calor del Amor de Dios que hemos conocido gracias a la Virgen, que Ella ha encarnado a Dios, que Dios no es una imaginación, que Dios es el Hijo de María, que lo hemos conocido en un hombre concreto, no es que algo tiene que haber y no sabemos qué, sino que se nos ha revelado, que se nos ha dado a conocer en un rostro concreto, el Pastorcito Divino como los rocieros llamáis a Jesús. Contemplando a la Virgen del Rocío, lo que Ella nos presenta por delante es a su Hijo. Bien pues yo creo que ese reto de mantener esa fe viva en ese niño, en ese rostro humano que la Virgen del Rocío nos presenta en sus manos está la verdad del hombre, está la verdad de Dios. 8. Un deseo para 2016. Ahondar en esa verdad es lo que nos asegura poder afrontar sin miedos el futuro. Vais a vivir el Centenario de esa primera peregrinación justo cuando el Papa Francisco ha convocado el Año del Jubileo de la Misericordia, que ha comenzado como sabéis el día de la Inmaculada el 8 de diciembre en la Iglesia y terminará a final de noviembre de 2016. Yo os deseo a todos los rocieros de Benacazón que hagáis la experiencia de la Misericordia de Dios, de sentir que cada uno, hombres, mujeres, jóvenes, niños de la Hermandad del Rocío experimenten que DIOS LOS QUIERE, que Dios los quiere de verdad, a cada uno personalmente, aunque seamos mediocres y aunque sepamos de nuestros pecados, esa es la Misericordia, que Dios pone su corazón incluso en nuestro miseria y en nuestra pobreza humana, cristiana y personal. Que Dios nos quiere. Y al mismo tiempo, yo deseo que sea un año en que, hecha esa experiencia personal, sepamos ofrecerla a los demás, ofrecer perdón, ofrecer comprensión, ofrecer también paciencia con los defectos del prójimo, interés por los otros, no quedarnos en nuestro propio interés, en nuestro propio egoísmo y, sobre todo, interés por los más pobres. Yo creo que ése es un camino de felicidad que yo deseo para el 2016 a todos los hermanos y hermanas de la Hermandad del Rocío de Benacazón. página 12


CARTA DEL OBISPO DE HUELVA Atendiendo a la petición que tan amablemente me hace el Presidente de la Real, Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón, con mucho gusto os hago llegar mi felicitación por este Centenario de vuestra Corporación. En los cien años de peregrinación a las Marismas de Almonte, para rendir tributo de veneración a la Madre de Dios, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rocío, muchas habrán sido las gracias que el Pastorcito Divino habrá deparado a cuantos han acudido a la intercesión de tan buena Madre. Celebrar un centenario debe ser para la Hermandad un reto, un punto de partida, nunca un final, para ser fieles a la devoción a María, que impulsó un día a vuestros antepasados a la creación de la misma. Es pues, este año, un momento de acción de gracias, que coincide, además, con el Año de la Misericordia. Varias generaciones de vuestro pueblo han experimentado la mirada de esos “ojos misericordiosos” de la Virgen, se han sentido mirados con misericordia. Igualmente nosotros hemos de ejercer esa misericordia con aquellas personas que más necesitan sentir la compasión y el amor misericordioso de Jesús. Buen homenaje sería éste, ofrecer a la Virgen las mejores “flores” de las obras de misericordia para que adornen su trono, porque exhalan el buen olor del Maestro. Como dice el Papa Francisco: “La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia” (MV, 12). Que la Virgen del Rocío os acompañe en vuestra peregrinación en el seno de la Parroquia de Benacazón, de la Archidiócesis de Sevilla. Que crezcáis en vuestra adhesión a la Iglesia. Así lo pido yo para vosotros a nuestra Madre. Con afecto os saludo y bendigo. + José Vilaplana Blasco,

Obispo de Huelva.

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FELIZ CENTENARIO Queridos hermanos en Cristo Resucitado, Es para mí un honor dirigirme a la Real, Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón para felicitar a todos los hermanos en la celebración del Centenario de la fundación de la misma. En primer lugar, quisiera manifestar mi reconocimiento y mi gratitud hacia todos los hombres y mujeres de Benacazón que tuvieron a la Virgen del Rocío y al Pastorcito Divino en el centro de su vida, a tantos hermanos y hermanas que vivieron su amor a la Blanca Paloma y que supieron transmitir el cariño a la Reina de las Marismas. No me resisto, aun corriendo el riesgo de que alguien se enfade, a mencionar algunos nombres y familias que para mí fueron claves para valorar la devoción rociera: Candi y su hermana Ana a las puertas de su casa recibiendo a las hermandades de Murcia y Almería, Manolito el Sacristán, Félix Perejón y sus letras rocieras, Rocío la del chico Marcelo y su familia, la familia Pérez Luna y especialmente Manolito el del peine, Pepe Maraco, su mujer María Dolores y los marqueses con los que compartí tantas horas de camino, D. José Oropesa, su mujer Dolorcita, y toda su familia y tantos otros, que me gustaría seguir nombrando pero que no podré hacerlo, pues me excedería en tiempo y en espacio en este boletín. En segundo lugar, este cumpleaños debe ser un estímulo para que la vida de piedad, que vivimos en torno a la Virgen del Rocío, nos ayude a todos a ser testigos de Cristo Resucitado. Que la celebración del aniversario nos dé la fuerza para encender, en medio de nuestra sociedad, cada día más individualista y materialista, los cirios del compartir, del perdón y de la luz de Dios que tan claramente resplandecen en los caminos rocieros. En tercer lugar, la celebración del Centenario nos lanza el reto de incorporar a ella a las jóvenes generaciones. Reto que llegará a buen puerto si somos fieles al espíritu que hizo posible el nacimiento de nuestra hermandad y que es su razón de ser, esto es, el amor a Cristo y a su Iglesia. Y para ello es necesario abrir nuestros corazones al Espíritu Santo que nos ayude a saber mostrar con nuestra vida que la auténtica alegría no la da el egoísmo sino, como bien nos enseña la Madre de Dios, la entrega y el servicio a los más necesitados. Y sobre todo en este año de la misericordia debemos como esa Blanca Paloma acoger la misericordia en nuestra vida para poder presentar al Pastorcito Divino, fuente de misericordia, y pueda así alcanzar a todos el amor de Aquel que por nosotros cargó con su Cruz. Mi saludo fraterno y mi bendición, especialmente a los enfermos y a aquellos que se encuentran solos. A todos os encomiendo a María Santísima Nuestra Señora del Rocío para que os consuele y os ayude a caminar tras las huellas de su Hijo. Feliz centenario. Jerez de la Frontera, Noviembre de 2015. + José Mazuelos Pérez,

Obispo de Asidonia-Jerez.

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JESUCRISTO, TRIUNFO DEL AMOR MISERICORDIOSO DEL PADRE La misericordia de Dios se ha hecho personal y conmovedoramente cercana en la vida, en los gestos, en la enseñanza, en la muerte y en la resurrección de Jesucristo: “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible, y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret”. Con estas hermosas palabras abre el Papa Francisco la Bula de convocatoria del Jubileo de la misericordia. En la vida pública de Jesús encontramos los primeros signos de su admirable misericordia. La mirada de Jesús a Zaqueo destruye el demonio del apego a la riqueza reemplazándole por una actitud acogedora del Maestro, que despierta en el publicano una inmensa generosidad. El demonio del orgullo arrogante es descabalgado por la mirada misericordiosa del Salvador, que provoca en Pedro lágrimas de arrepentimiento y humilde deseo de una futura felicidad. La historia del perdón misericordioso de Jesús tiene un punto culminante en la Cruz. La narración de la crucifixión y muerte del Señor lleva a la plenitud la descripción de los dos grandes ejes del Evangelio: Dios es un Padre de ternura y misericordia, y Jesús es el Señor a través de quien descubrimos la paternidad y la misericordia de Dios. Sus últimos gestos en la Cruz son significativos. Jesús muere perdonando a sus verdugos: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc 23,24). Por su muerte en la Cruz aceptada voluntariamente y sin la más mínima rebeldía, Jesús rompe la maldición e inaugura el único acceso a la vida auténtica. Dios lo resucitó de entre los muertos y ratificó su camino como el Camino para que la humanidad pudiera quedar liberada de la muerte y abierta a la vida. Misericordia y perdón son el único camino para acabar definitivamente con el cáncer del pecado de soberbia y egoísmo. El gesto del crucificado se completa con el gesto del Resucitado. El Señor no puede permitir que la traición de sus íntimos destruya los vínculos de amistad y fraternidad. Se apresura a encontrarse con los discípulos y ofrecerles incondicionalmente la paz que comporta benevolencia y misericordia, resaltando así la dimensión escatológica de la misericordia. La misericordia recibida nos adelanta la gran misericordia de la vida eterna. Dios quiere tenernos eternamente cerca de sí, obsequiándonos con la comunión con Él y acogernos junto a Él. La experiencia de la misericordia del Señor es para nosotros fuente de vida, de trato íntimo con Dios, restablece página 15


nuestra libertad, nos devuelve la alegría y ensancha nuestra esperanza para reanudar un nuevo camino. Un camino, ciertamente, no exento de dificultades, pero arropado por los frutos de la reconciliación: la paz y el deseo de perdonar como hemos sido perdonados. La alegría del creyente que ha recibido la misericordia del perdón le convierte en mensajero entusiasta del gozo que comporta darla a los demás practicando las obras de misericordia. La tradición de la iglesia ha extraído del Evangelio un elenco de obras de misericordia. Y el Papa ha expresado explícitamente: “Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta de si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia a las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos” (Bula Misericordiae vultus, n. 15). La importancia cristiana de la misericordia tiene un sólido fundamento. Jesús nos ofrece un fundamento inconmovible: “Cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis… Cuando dejasteis de hacerlo con uno de estos pequeños, conmigo dejasteis de hacerlo” (Mt 25, 31-46). Los pequeños de esta parábola son los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnudos, los enfermos, los presos. Necesitan misericordia. Unos se la ofrecen, otros se la niegan. Lo más sorprendente es que quien hace misericordia se la hace a Cristo y quien la niega se la niega a Cristo. Los necesitados son presencia latente del Señor Crucificado. Antes de ayudarlos hemos de reconocerlos con la fe. Los acogemos porque están necesitados y Jesús mismo se acerca en ellos a nosotros y nos dice: ¡Ayúdame! Con realismo evangélico nos dice el Papa Francisco: “En cada uno de estos más pequeños está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga… para que nosotros los reconozcamos, los toquemos y los asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de San Juan de la Cruz: “En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor” (Bula Misericordiae vultus, n. 15). La misericordia de Dios tiene en María una aliada incondicional. En María, Dios se acerca amorosamente a la criatura humana. Dios dice en María sí al hombre, a cada hombre y a cada mujer, a pesar de la historia de infidelidad de éste. Dios quiere salvar definitivamente al hombre, pero salvándole desde dentro, desde lo mejor de sí mismo. Tanto amó Dios al mundo que preparó a una mujer para que fuera su madre. Tanto amó Dios al mundo que le entregaría a su propio Hijo, nacido de mujer. Es el triunfo del amor apasionado de Dios, del amor entrañable y misericordioso del Padre. Teodoro León, Pbro. Vicarío General.

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CARTA DE NUESTRO DIRECTOR ESPIRITUAL Queridos hermanos y devotos de Ntra. Sra. del Rocío de Benacazón: Me produce una gran alegría encontrarme entre vosotros en este año en el que celebráis vuestro primer centenario. No me resulta nada paradójico que coincida con el Año Jubilar de la Misericordia que nuestro santo padre el Papa Francisco haya querido otorgarnos. Como él mismo dice: El Hijo de Dios, que se hizo carne para nuestra salvación, nos ha dado a su Madre, que se hace peregrina con nosotros para no dejarnos nunca solos en el camino de nuestra vida, sobre todo en los momentos de incertidumbre y de dolor. María es similar a un brillante cuyas facetas nos revelan una particularidad de la hermosura de su ser. En este año, podríamos apreciar en el rostro de nuestra Madre del Rocío, esa misericordia que Ella nos hace llegar con su mirada amorosa. Ya otro papa, S. Juan Pablo II nos decía de ella: “...Dirigimos nuestra mirada a María Santísima, a la que hoy invocamos con el título dulcísimo de “Mater misericordiae”. María es “Madre de la misericordia” porque es la madre de Jesús, en el que Dios reveló al mundo su “corazón” rebosante de amor. En esta peregrinación que es la vida, no caminamos hacia Ella, sino hasta a Aquél que nos muestra entre sus manos. Así se nos presenta como la fuente de la misericordia, fuente de vida y perdón frente a la fragilidad y pecado del hombre. Ante los obstáculos del camino y la dureza de las inclemencias del tiempo, María nos invita a alzar la mirada y ver más allá de las nubes, un Rocío celestial al que nos llama su Hijo. A este paraje divino estamos convocados todos y todos mostramos con nuestra generosidad, caridad, fe y esperanza, nuestro anhelo de estar en él, con la Reina del Cielo. Es por ello, que tenemos la oportunidad en este año de esta doble celebración y posibilidad de que nuestro “camino” sea distinto a los de otros años, no sólo por lo página 17


que podamos ofrecer a los demás sino también por lo que Dios nos tiene reservado otorgarnos. Acudamos a María, de la cual nos dice S. Ambrosio: «su vida es enseñanza para todos». María invita a todo ser humano a acoger esta Sabiduría. También nos dirige la orden dada a los sirvientes en Caná de Galilea durante el banquete de bodas: «Haced lo que él os diga» (Jn 2, 5). No habiendo conocido el pecado, se muestra capaz de compadecerse de toda nuestra debilidad, comprende el sufrimiento del hombre pecador y lo ama con amor de Madre. María, modelo de entrega a Dios, nos interpela a que no temamos a acortar distancias con Él, pues parte de su bondad tener al hombre sostenido entre sus brazos. Ella está al servicio de su Hijo para que nos llegue su paz, culmen y plenitud de la felicidad. La Llena de Gracia, espera poder compartir su dicha con todos sus hijos que permanecen unidos en el amor de Jesús. Es hora de cumplir muchos años más pero también mejores en ese camino, no podemos desperdiciar nada que proceda de Ella, porque a su vez todo lo que da lo recibe del que porta en sus manos. Que no nos engañe el bienestar de este mundo, gocemos de las alegrías que Dios nos regala en la Tierra, padeciendo con perseverancia los sufrimientos de este suelo, mirando con esperanza en ver cumplidas las promesas de encontrarnos con María en las marismas del cielo. ¡Viva la Virgen del Rocío!. José Antonio Morón Pardo, Pbro. Párroco de Ntra. Sra. de las Nieves de Benacazón.

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VIVENCIAS La tarde cae sobre la aldea. El silencio se va adueñando de un paraje cargado de colores, recuerdos, vivencias y momentos inolvidables. El blanco de sus casas se va tornando poco a poco en gris sombrío anunciando que la noche se hace presencia, como cada día. Sus calles alfombradas de arena anhelan las pisadas de peregrinos y caminantes, que trasiegan de aquí para allá, dejando hundidas sus huellas en el suelo al que un día deberán retornar. La marisma acariciada por los cabellos plateados de la luna se arropa con el manto negro de estrellas que le proporciona el firmamento. Solamente el viento, con su musiquilla suave y propia del tiempo, quebranta en forma de nana la paz en la que ha sido envuelta toda esta tierra marismeña. ¿Cómo me gustaría detener el tiempo? Para quedarme con ese instante preciso que sólo se vive aquí y ahora; para grabar en la retina y en mi memoria que fui parte de ese momento que no se repetirá más en mi historia. Para que ese cuadro permanezca en mi vida a través del tiempo y sólo el devenir de los años lo vaya dejando en un vago recuerdo. En toda esa obra parida de las manos del mejor pintor y alfarero sobresale tu casa, mi casa, nuestra casa, la casa de todos. Sencilla y diáfana; acogedora y abierta; dispuesta y majestuosa,… donde tu mirada recorre cada rincón penetrándolo de luz y gracia, donde la fugacidad del tiempo es efímera, hasta llegar a detenerse, donde la santidad se hace vida y se palpa por doquier sin apenas pedirla, donde la Palabra que en ti se encarnó quiere hacerse carne en nosotros para que comprendamos de una vez el inmenso amor que nos ha tenido y nos tiene el Padre. Ese niño, tu Hijo, al que tú miras con desvelo, al que tú nos ofreces sin descanso, con sus manos me pide que lo acoja, que lo abrace con todas mis fuerzas para experimentar el Amor en toda su pureza, para que en esa fusión de cariño me haga uno con Él y descubra el mayor tesoro que el ser humano puede poseer. Quisiera que ese momento no pasara, que del sueño nunca me despertara y acunado en un rincón pequeño de tu casa pudiera descansar en tú regazo, protegido siempre con tu mirada y arropado con tu manto hasta que la luz del alba rompa de nuevo la oscuridad de la noche y despierte un nuevo día con todo su esplendor y colorido. Pero la vida sigue, y a mí ese momento no me lo puede robar nadie, porque es mío y de nadie más. Desde ahí en adelante, guardaré con celo ese instante, lucharé con todas mis fuerzas contra la memoria para que no desdibuje ni disipe ese recuerdo y cantaré siempre con el poeta versos que en todas partes me hagan revivir ese especial encuentro:

Tan cerca, y de pronto tan lejos. Con palabras, pequeños versos que van más allá de la pura caricia. Odio al tiempo que rompe el abrazo y me hace sentir tan cerca y, a la vez tan lejos. Francisco J. Martín Sirgo Párroco de Almonte

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SALUDA DEL PRESIDENTE DE LA HERMANDAD MATRIZ Atiendo gustoso la amable invitación de la Hermandad del Rocío de Benacazón, para colaborar con este artículo en su Boletín, pues ello me permite poder transmitir a todos sus hermanos mi felicitación y enhorabuena, al cumplirse el centenario fundacional de esta querida Hermandad. Y también mi agradecimiento, por ese siglo de fe y de amor a la Virgen, que ha contribuido, de manera muy especial, por las características propias de vuestra Hermandad, a difundir la devoción a María Santísima del Rocío. Será éste un año muy especial para vuestra Hermandad, y año de misericordia para toda la Iglesia, que servirá para estrechar más, si cabe, los estrechos lazos de unión y de sincero aprecio y cariño, que siempre tuvisteis, con ésta Hermandad Matriz, lo que se verá reflejado en ese momento tan singular y esperado, cuando el próximo 27 de febrero, lleguéis hasta el Rocío, ante las plantas de la Virgen, en extraordinaria peregrinación desde vuestro pueblo, con el Simpecado en su carreta. Pero no olvidemos, que la celebración de estos acontecimientos, no debe quedarse en el mero recuerdo conmemorativo de lo que ocurrió en el pasado, sino que ha de convertirse para nosotros, en retos y compromisos de futuro, estando llamados a recibir responsablemente de nuestros mayores, este rico legado de fe y devoción a la Virgen, que tenemos que conservar y transmitir, con toda su pureza y autenticidad, a nuestros hijos y a las nuevas generaciones de devotos de la Virgen. Y esto sólo lo conseguiremos, si con nuestro trabajo, con nuestro ejemplo y con nuestro testimonio, somos capaces de hacer del Rocío, en palabras del santo Juan Pablo II, en su inolvidable visita al Santuario, un “camino de vida cristiana”. Sólo así cobrará sentido lo que estamos celebrando. Concluyo reiterando mi felicitación a la Hermandad del Rocío de Benacazón, a todos sus hermanos, que os hago llegar como Presidente y en nombre de la Hermandad Matriz, y con mis deseos de que sea éste que comienza, un año de gracia para vuestra Hermandad y para todo el Movimiento Mariano Rociero. Juan Ignacio Reales Espina,

Presidente de la Hermandad Matriz.

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SEMBLANZA DE MIGUEL LASSO DE LA VEGA MARAÑON, VIZCONDE DE DOS FUENTES

A nadie se le puede escapar que el Vizconde de Dos Fuentes, don Miguel Lasso de la Vega y Marañón, fue un hombre muy importante para la historia de la Hermandad de Benacazón, de la que fue Hermano Mayor desde 1956, fecha en la que cortó por primera vez el Bizcocho, hasta 1961. El Vizconde profesaba una inmensa y profundo devoción a la Virgen del Rocio y por la Hermandad de El Rocio de Benacazón, que durante toda su vida significó algo muy especial para él. Esta devoción por la Virgen del Rocío viene después de la guerra, donde él estuvo destinado como alférez provisional en la playa de la Higuerita. Ahí estaba destinado un destacamento del ejército, por la previsión durante la II Guerra Mundial de que fueran a entrar los alemanes por allí, en los años cuarenta. Y desde esa época junto con sus temporadas en Castilleja de Talhara, la devoción del Vizconde a la Virgen fue continua. Ayudó cuanto pudo a la Hermandad, quedando patente con la donación del Simpecado de Plata realizado por Marmolejo, así como su gran generosidad durante todos los años que duró su mandato como Hermano Mayor, llegando la Hermandad a entrar en el Rocío con 42 carretas tiradas por bueyes, según me ha contado, entre otras muchas curiosidades y anécdotas, mi padre e hijo de el Vizconde, el actual Marqués de las Torres, don Miguel Lasso de la Vega y Porres. Quiero con estas líneas dejar una pequeña semblanza sobre la devoción de mi abuelo con la Virgen de El Rocío y con la Hermandad de Benacazón, que tan importante fue para él y tanto marcó su vida. Miguel Lasso de la Vega Valdenebro,

Vizconde de Dos Fuentes.

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PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE DEL CENTENARIO

¡Que todo el mundo sea rociero!. Mensaje que nos dejó el Papa Juan Pablo II cuando visitó la aldea del Rocío. Este ser rociero es lo que nosotros debemos inculcar a nuestros hijos. Vivir el Rocío como promesa, como convivencia, como camino en hermandad para poder llegar a nuestra Madre que es intercesora ante su bendito hijo. Los niños deben ser en la hermandad parte fundamental de la misma ya que ellos serán los futuros rocieros que acerquen la devoción a la Virgen a los corazones de generaciones venideras y que a través de la historia se vea en ellos reflejado el trabajo de estos 100 años que hemos cumplido y que sea la base fundamental en la vida de tantos rocieros que seguirán apareciendo en la hermandad. Y son niños los que a lo largo de tantos años han sentido la presencia muy cercana y el amparo de la Virgen con su manto, demostrándose en momento de peligro como cuando aquel año un mulo con el charret se desbocó y llegó cerca del Simpecado donde había tantos niños jugando, o cuando más recientemente volcó la carreta en la Raya, llena de tantos niños, dando gracias a Dios y a nuestra Madre del Rocío por quedar solo en simples incidentes. Motivos suficientes para seguir llevándolos al Rocío, porque ellos son la semilla benacazonera de nuestra hermandad rociera. Deseo que lleguemos a culminar todos los actos del Centenario en unión, en amistad, en amor a nuestra Madre del Rocío y a la Hermandad, y con el propósito de seguir trabajando para que estos niños sigan las huellas de tantos rocieros de Benacazón y que sepan llevar el nombre de nuestro pueblo y nuestra Hermandad por el camino de la fe rociera. Antonio Cotán-Ramos Perejón, Vicepresidente del Centenario.

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REFLEXIONES DEL RELACIONES PÚBLICAS

Estimados hermanos en el Amor a María Santísima del Rocío, parece que fue ayer y han pasado ya ocho meses… Ocho meses desde que celebramos aquella esplendorosa Misa de Acción de Gracias llena de colorido, sentimiento y Fe y donde nuestro siempre Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo nos regaló esas inolvidables palabras en su homilía… Ocho meses llenos de actos, acontecimientos, espectáculos, ponencias y cultos, todos ellos realizados y dedicados para su mayor gloria a esta CENTENARIA HERMANDAD DEL ROCÍO DE BENACAZÓN (no todos los días se cumplen cien años), y de todos ellos se me quedará para siempre algo que recordaré el resto de mis días, pero quizás el que más destacaría es la salida extraordinaria del pasado 26 de septiembre, lo vivido aquella tarde/noche para este rociero que os escribe es difícil de describir, ¡¡las caras!! de las personas mayores o enfermas en sus puertas al paso de nuestra blanca carreta con nuestro venerado Simpecado, las presentaciones a nuestras queridas hermandades locales, la despedida a todas las hermandades e instituciones invitadas en la plaza del ayuntamiento, los cantos, los poemas, los versos, las plegarias, las emociones, la noche, los recuerdos, las lágrimas, los vivas, el respeto, la magia, la ilusión, en definitiva, la gran Fe de un pueblo rociero que supo estar en cada momento y en cada centímetro del recorrido a la altura de tan magno acontecimiento. Pero no quisiera solo centrar mi escrito en estos ocho meses vividos, sino también en los que nos quedan por vivir y disfrutar!! Y, entre ellos, la peregrinación extraordinaria de febrero. ¡Qué expectación e ilusión ha creado esta peregrinación! Y creo que no es para menos, con mi medio siglo de existencia ya un poquito pasado, podré tener la dicha de rememorar esos rocíos de antaño, los más mayores a recordarlos y los más jóvenes a vivirlos, porque de esto se trata, de rememorar los primeros caminos que realizó esta centenaria hermandad. Y para terminar, como nos dijo don Santiago Gómez, Obispo Auxiliar de Sevilla, en su inolvidable homilía de la Misa Estacional de septiembre, pidamos a la Virgen que Ella nos haga mirarnos unos a otros como lo que somos, como hijos de una misma Madre. Qué más felicidad puede tener una Madre que ver a sus hijos unidos en paz y armonía. Antonio Valero Santana, Relaciones Públicas.

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SOLEMNES CULTOS En Honor y Gloria de MARÍA SANTÍSIMA DEL ROCÍO Benacazón (Sevilla) Días 16, 17 y 18 de Febrero de 2016

SOLEMNE TRIDUO

A las 19.00 h. en la Parroquia de Santa María de las Nieves, ocupando la Sagrada Cátedra

Don José Antonio Morón Pardo, Director Espiritual de la Hermandad.

SANTO ROSARIO. EJERCICIO DEL TRIDUO. SANTA MISA

Las intenciones de la Santa Misa serán aplicadas por el eterno descanso de nuestros hermanos difuntos (Q.E.P.D.A). Las Misas serán cantadas y dedicadas por: Día 16: Coro Asociación de Mujeres 5 de Agosto, dedicada a carreteros, carreros, tamborileros y coheteros. Día 17: Grupo “Menta y Romero”, dedicada a Pregoneros y Rocieros del Año. Día 18: Coro Ntra. Sra. del Rocío de Espartinas, dedicada a Presidentes, miembros de Junta y Hermanos Mayores.

ASAMBLEA COMARCAL DIÓCESIS DE SEVILLA Día 20 de Febrero: Hermandades Caminos de Sevilla. Hora: 17.00 h. - Lugar: Hotel Abades Benacazón.

PEREGRINACIÓN EXTRAORDINARIA DE FEBRERO

Día 26: Misa de Romeros. 7.30 h. Parroquia de Santa María de las Nieves. Día 27: Presentación Ermita del Rocío. 19.45 h. Día 28: Misa de Peregrinación Extraordinaria. 14.00 h. Presidida por

Don José Mazuelos Pérez,

Obispo de Asidonia Jerez y Curas Concelebrantes. Será cantada por el Coro Amigos Rocieros de Benacazón. página 24

SANTO ROSARIO a las 20.00 h. por el Real del Rocío


SOLEMNES CULTOS En Honor y Gloria de la SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROCÍO Benacazón (Sevilla) Días 26, 27, 28, 29 de Abril y 1 de Mayo de 2016 Días 26, 27 y 28 de Abril:

SOLEMNE TRIDUO

A las 21.00 h. en la Parroquia de Santa María de las Nieves

SANTO ROSARIO. EJERCICIO DEL TRIDUO. SANTA MISA

Las intenciones de la Santa Misa serán aplicadas por el eterno descanso de las almas de nuestros hermanos difuntos (Q.E.P.D.A). Día 26, ocupando la Sagrada Cátedra: Don Francisco José Ortiz Bernal, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral, Capellán Real. Cantada por el Coro de la Hermandad del Rocío de Huelva Día 27, ocupará la Sagrada Cátedra: Don Manuel Sánchez Sánchez, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral. Cantada por en grupo “Cantares de Huelva” Día 28, ocupando la Sagrada Cátedra: Ilmo. Sr. Don Francisco Echevarría Serrano, Vicario General de la Diócesis de Huelva. Cantada por el Coro de Ntra. Señora del Rocío de Espartinas Día 29 de Abril de 2016

XXXII EXALTACIÓN ROCIERA

A las 21.30 h. en la Parroquia de Santa María de las Nieves, a cargo de:

Doña Rocío Rodríguez Ramírez

Camarera de nuestra Hermandad y miembro de la Junta de Gobierno, la cual será presentada por: Don José Manuel Morales Rodríguez, Hermano de esta Hermandad. Día 1 de Mayo de 2016

FUNCIÓN PRINCIPAL DE INSTITUTO A las 11.00 h. Presidida por

Ilmo. Sr. Teodoro León Muñoz, Vicario General,

Presidente y Deán del Cabildo Catedral de la Diócesis de Sevilla. En el Ofertorio se hará Pública Protestación de Fe y Juramento de las Reglas. Después de la bendición final se proclamará a los Hermanos de la Hermandad como Rocieros del Año 2016. Dicha Función Principal será cantada por el Coro Amigos Rocieros de Benacazón. Día 8 de Mayo de 2016, a las 21.30 h.

SANTO ROSARIO

desde la Iglesia Parroquial de Santa María de las Nieves terminando en la Parroquia, acompañando al Simpecado representaciones de las Hermandades de Vera-Cruz, Soledad, Rosario, Autoridades Locales, hermanos devotos y vecinos de la localidad.

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PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA HERMANDAD DE VILLAMANRIQUE

Queridos Hermanos y Hermanas Rocieros de Benacazón, en el amor a la Virgen. Me dirijo a todos vosotros con la ocasión que me da este boletín extraordinario, y así poder felicitaros, públicamente, por vuestro cien cumpleaños como Hermandad del Rocío, un siglo de fe, cien años de caminar, cien abrazos con tu madrina delante de los escalones, antesala del encuentro con Ella. Este año cuando febrero esté llegando a su fin, estaré esperando nervioso y contento vuestro saludo, de ese paso extraordinario que tendréis delante de nuestro Simpecado, y tened por seguro que no estaré solo, estará Villamanrique entera, que sabremos darle importancia, porque dos pueblos rocieros saben la importancia que ese tiempo tiene.

Tu azul del cielo, yo rojo pentecostés, dos estampas de la Virgen y un solo querer. Y aunque el frio de febrero, se esté haciendo notar, el calor de ese saludo, con la Virgen en tu carreta, a toda la plaza alcanzara. Campanas manriqueñas, con toques piñoneros, anuncian que Benacazón, es centenaria Rociera. Recibid mi más cordial enhorabuena por estos cien años de Hermandad, de conservación de vuestras tradiciones, unidad y devoción a nuestra Madre del Rocío, Que la Virgen os guarde, por muchos más siglos, los sentimientos Rocieros. ¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCIO!! Roque Espinar Cardoso,

Presidente de la Primera y Más antigua Hermandad del Rocío.

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“BENACAZÓN-ROCÍO, CIEN AÑOS DE HERMANDAD Y MADRINAZGO” Desde niño me admiró sobre manera la frase escrita en la fachada de la Casa-Hermandad de Benacazón en la aldea del Rocío y que intitula este artículo, “Benacazón-Rocío”. Benacazón es un pueblo tremendamente rociero, donde se vive el Rocío con una intensidad e ilusión inigualables y con una Hermandad rociera que se ha distinguido siempre por la alegría de su gente, su fe y religiosidad popular, su solera y su manera especial de entender y vivir el Rocío. Las raíces rocieras de este pueblo se pierden en los orígenes del tiempo y parecen provenir del gremio de carboneros y piñoneros que, al menos desde principios del siglo XIX, marchaban a realizar sus tareas al Coto de Lomo de Grullo, entrando en contacto con vecinos de Villamanrique, Almonte e Hinojos. De aquí surgió el conocimiento y devoción a la Reina de las Marismas de los citados parroquianos benacazoneros. Durante el Siglo XIX, muchas familias de Benacazón, peregrinaban ya al Rocío, y en 1860 ocurrió un hecho prodigioso que lo refleja en el caso de que una rociera de Benacazón, que no pudiendo asistir a la Romería de ese año, se le apareció la Virgen vestida de Pastora y su efigie quedó marcada para siempre en el pez que tenía en sus manos. Desde entonces su fe rociera se fue acrecentando a la largo de los años, y a comienzos del siglo XX, intentaron plasmar su devoción en la creación de una Hermandad, que encauzara y dirigiera el amor de los benacazoneros a la Virgen, Reina de la Marismas. Eran fechas próximas a la coronación canónica de la Imagen de la Virgen Rocío, acontecimiento éste que produjo una auténtica conmoción en las tierras y pueblos aledaños de las comarcas del Aljarafe y Condado, fundándose una serie de Hermandades, en 1913 la de San Juan del Puerto, en 1915, la propia Hermandad de Benacazón y el mismo año de la Coronación, la de Rociana del Condado. La labor fundacional en Benacazón la encauzó una maestra almonteña, doña Juana Trujillo, que animó a una serie de rocieros como, los hermanos Mora, los Vitorinos, Rosario la de la Dazita, la Moralita, la Curra y los Poyatos a fundar una Hermandad del Rocío en el pueblo. Todos juraron presentarse en el próximo año de 1916 como Hermandad en el Rocío, figurando en su cabeza, don Juan Garrido Alvarado. página 27


Y efectivamente sería el sábado día 10 junio de 1916 cuando la Real, Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad del Rocío de Benacazón hizo su primera presentación en la aldea, acompañada de su Hermandad Madrina, la Primera y Más Antigua Hermandad del Rocío de Villamanrique de la Condesa. Ya hemos reseñado que, desde antiguo, Benacazón y Villamanrique mantuvieron unas relaciones cordiales a través de los cazadores y piñoneros, que frecuentaban los cotos, que se estrechó aún más con el acercamiento de sus hermandades rocieras. Porque Villamanrique y Benacazón son dos pueblos tremendamente rocieros, que viven el Rocío con una intensidad e ilusión inigualables y en muchos sentidos, parecido. Ha sido tradicional desde su fundación el cariño y admiración que han unido a estas dos hermandades, rocieros que se conocen y conviven una misma devoción desde hace más de un siglo y que yo tuve la inmensa suerte de proclamar en el Pregón rociero de su LXXV Aniversario fundacional. Desde su fundación, la de Benacazón ha sido una Hermandad muy especial en el Rocío por su propia idiosincrasia de vivir y conservar sus tradiciones rocieras, conservar su Carreta de madera, partir el bizcocho el Hermano Mayor, esa legión de borricos cargados de piñoneros y sobre todo para nosotros los manriqueños existe un hecho capital, haber sido la creadora del magnificado rito de subir los escalones de los porches de la iglesia parroquial de Villamanrique, que hoy día han seguido todas las hermandades y cantado en múltiples sevillanas, “Tiene Villamanrique siete escalones donde suben los bueyes entre oraciones, ¡Cancelín de la gloria, puerta del cielo, no hay un pueblo en el mundo más rociero! Otro suceso entrañable ocurrió en la Romería del Rocío de 1962 cuando la Hermandad de Benacazón llegaba a Villamanrique y se desencadena un auténtico temporal de lluvia y viento. Los romeros asustados buscan protección entre los manriqueños, que se desvivieron en atenciones, acogiéndolos en sus casas aquella noche y compartiendo con ellos alimentos y amistad. Y fueron también los Príncipes de Orleáns-Bragança, don Pedro y doña Esperanza, los que personalmente se aprestaron a ofrecer su Palacio para acoger el bendito Simpecado de Benacazón, de donde nació la relación de la Hermandad con la Casa Real española, que hoy acredita entre sus títulos el de “Real Hermandad”. Entre tanto las carretas quedaban alineadas delante de la fachada del antiguo convento franciscano y del propio Palacio, en la plaza del convento manriqueña. Fue una noche histórica y entrañable la que vivieron las dos hermandades, Madrina y Ahijada, en la que se veló y se convivió con el nombre de Rocío en el ambiente. La dilatada historia de la Hermandad del Rocío de Benacazón se dispone a celebrar en el año 2016 el primer Centenario de su fundación y madrinazgo, que nos va llenar de ilusión a todos los rocieros y marcará, seguro, todo un hito en su historia reciente y en los anales históricos del Rocío, Por todo ello la conmemoración de este primer Centenario debe ser algo grande, que recuerden nuestros descendientes, realzando aún más, si cabe, la brillante historia de esta señera Real, Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad del Rocío de Benacazón. Juan Márquez Fernández,

Ex Presidente de la Primera y Más Antigua Hermandad del Rocío.

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ROCIEROS Y VERACRUCEROS QUE FORJARON A GOLPE DE ENTREGA Y SACRIFICIO POR SUS HERMANDADES, UN HERMANAMIENTO QUE NO NECESITA SER REFRENDADO POR NINGUN DOCUMENTO... SÓLO POR AMOR “… Ciertamente, vivir anclado al pasado es un error, pero no deja de ser otro error, aún mayor si cabe, el no tener conocimiento de donde se viene, de quienes fuimos, de que éramos...”. Don Antonio Vergara González. Pbro.

Cien años de Hermandad. Quizás este sea el momento propicio, el punto ideal en la historia de nuestra Hermandad del Rocío para volver la vista atrás. La cifra redonda que nos lleva a recordar, a sacar del arca de nuestros recuerdos las fotos color sepia, las vivencias, los nombres y apellidos que fueron dando sentido a este siglo de fe y devoción a la Blanca Paloma y sumando años al sentir veracrucero. Desde aquel lejano año de 1916, siempre hubo entre las Hermandades de la Vera+Cruz y el Rocío, relaciones muy estrechas, personificadas en quienes dieron todo por ellas. No en vano, entre las familias fundadoras de la Hermandad Rociera, se encuentran los Mora, Los Vitorinos, la Moralita, los Ortiz Garrido, Rosario la Dazita, figurando a la cabeza Don Juan Garrido Alvarado, persona y familias de marcado sentir veracrucero y rociero. Germen del que a lo largo de estos Cien Años han ido floreciendo hombres y mujeres que han dejado su huella y han significado mucho para ambas instituciones. Personas como D. Manuel Daza Garrido “El Rubito” que fue aparte de insigne cofrade, benefactor y Hermano Mayor de la Hermandad de la Vera+Cruz y varias veces también Hermano Mayor de la del Rocío, quien consiguió, gracias a su esfuerzo en 1940, esa Carreta Blanca de madera que cautivó desde su hechura el alma de todos los rocieros de Benacazón. D. José Pérez Ramos “El Cano Hermandad”, del que tanto hablan los libros de actas y otros de nuestro archivo, donde quedan para la historia grabados su tesón y entrega veracrucera, siendo además Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío. D. Modesto Jaén Gozou Hermano Mayor nuestro que fue, así como de la Hermandad Rociera. Nombres que marcaron una estética común entre ambas corporaciones como D. Antonio Carmona Vega “Antoñito el Panza” vestidor de la Santísima Virgen de los Dolores quien a su vez exornaba tanto nuestro paso de palio como la carreta de nuestro Simpecado; su ingenio y sabiduría de la estética marcaron un estilo que perdurará siempre por los siglos de los siglos en sus dos Hermandades… y así hasta llegar a D. Marcelino Rodríguez Sánchez “Chico Marcelo”, quizás el máximo exponente de la vinculación entre la Vera+Cruz y el Rocío en este siglo de historia. Ocupó casi todos los cargos de la Junta de Gobierno de las dos Hermandades, Hermano Mayor y Mayordomo. En su casa se guardaban las llaves de la Capilla y la Carreta de nuestro Simpecado, Capataz de la Santísima Virgen de los Dolores, crisol donde se conjugaban perfectamente: amor y devoción infinitos por sus dos Hermandades. Propiciando estampas que podemos contemplar hoy día en fotos y videos, como la de las varas antiguas de la Hermandad de la Vera+Cruz, portadas por los romeros camino del Rocío… D. Juan Garrido Martín “Juanito Matajaca o Bigotes”, reconocido veracrucero y también Hermano Mayor del Rocío, D. Pedro Vargas “El Tomatero”, varias veces Hermano Mayor del Rocío En la época de estos cofrades y rocieros, siendo Hermano Mayor del Rocío D. Miguel Silva Amores, patriarca de una gran familia veracucera y rociera, tuvo lugar un acontecimiento histórico para los

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anales de nuestras Hermandades: la permanencia en nuestra Capilla de la Hermandad del Rocío durante las obras de la Iglesia Parroquial. Corría el año de 1972, allí radicó nuestra hermandad rociera, allí puso su Simpecado, allí celebró sus Cultos de Reglas, de allí salió el Santo Rosario y allí recibió e hizo presentación a las Hermandades rocieras que cruzan nuestro pueblo. Hecho que ocurriría también en las últimas obras en la solería de la Iglesia Parroquial. Hemos de recordar en esta época también a personas como D.José Roldan, D. Antonio Domínguez “El Palancar”, Hermano Mayor que fue del Rocío y que destacó como Secretario veracrucero en una época Crucial para nuestra Hermandad. D. Antonio Bernal, Hermano Mayor de la Vera+Cruz e incansable benefactor de la Hermandad del Rocío. D. Manuel Pérez “El Peine”, D. Diego Martín Villar “Camuña”, Hermano Mayor Perpetuo de la Hermandad del Rocío, D. José “El Veterinario”… y caminando en el tiempo, D. Francisco Limón “Curro el Maraco”, D. Francisco Velazquez, D. Manuel León “El Titi Tomasa”, D. Manuel Bernal “el Moralito”, D. José Garrido “Pepe Cuña”, D. Daniel Soriano “El Gafa”, Dulce y Bernardo… y un largo etc, en el que algunos, sin llegar a formar parte de la nómina veracrucera, pero con marcada devoción al Señor de la Vera+Cruz y su Madre Bendita de los Dolores, dejaron en sus familias marcado a golpe de sentimiento el amor a la Vera+Cruz y a la Santísima Virgen del Rocío, hecho contrastable perfectamente en nuestros días a través de sus hijos y nietos. Ya más reciente y en la memoria de todos, personas como D. Leonides Soriano que ya descansa en las marismas eternas gran veracrucero y rociero, ¡nadie adornó la Carreta Blanca con más amor que Leonides!. Y en vida: Dña. Roció Rodríguez Ramírez, Camarera de San Juanito y de la Hermandad del Rocío, además de haber sido junto a su marido D. Blas González Hermanos Mayores del Rocío, grandes benefactores de ambas Corporaciones. Presidentes rocieros como D. José Manuel Fernández Fernández, quien fuera secretario durante muchos años de la Vera+Cruz y D. Manuel Jesús Pérez Luna, gran veracrucero, costalero durante muchos años del Señor, que mana de una casa en la que se respira Vera+Cruz y Rocío por todos lados, Han marcado en el sentir rociero de Benacazón, una época de esplendor que destaca sobre manera en este siglo de Historia. Ambos, presidiendo mesas de Gobierno -más acentuado si cabe en el caso de José Manuel Fernández- con un gran número de Oficiales que han pertenecido a la Junta de ambas Hermandades. Herederos de ese hermanamiento al que hacemos referencia, incontables han sido y son las veces en las que los enseres y los priostes de la Vera+Cruz, personificados actualmente en Pedro Ramos Prioste primero y Felipe Manuel Fernández Vestidor de la Santísima Virgen de los Dolores dejan su impronta en los monumentos efímeros que se erigen para mayor gloria de la Blanca Paloma, La Santísima Virgen del Rocío, la Reina de las Marismas. En la seguridad de que en este artículo no están todos los que son y que sólo se trata de una pequeña muestra -no en vano el porcentaje de Hermanos Mayores rocieros y veracruceros es bastante elevado- vaya para todos ellos nuestro reconocimiento, admiración y respeto. No hay espacio material en este boletín -eso si, sin menospreciar a nadie y reconociendo la labor de todas las personas que han pasado por la Hermandad del Rocío- para albergar tanto amor veracrucero y rociero en este siglo de historia. Ya en 1991, al cumplirse el 75 aniversario de la Hermandad del Rocío, a la entrega de los frontiles que adornan nuestra Carreta, el Secretario de la Hermandad de la Vera+Cruz manifestó lo siguiente: “este presente quiere resaltar de una manera material, la unión y confraternidad existente entre ambas Hermandades, en los primeros años de historia de la Hermandad del Rocío”… pues en esa línea y felicitando muy efusivamente a todos los rocieros de Benacazón por este siglo de historia, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Vera+Cruz, en reconocimiento a tantos y tantos veracruceros y rocieros que fraguan este hermanamiento, acordó en Cabildo de Oficiales, visitar la Casa Hermandad del Rocío, de manera extraordinaria en este año, en la tarde noche del Jueves Santo, Día del Amor Fraterno, y encomendarnos a nuestros Amantísimos Titulares para que el Amor, siga siendo el lazo que siempre nos una. Sea todo ello para mayor gloria de Dios y de su Bendita Madre. Junta de Gobierno de la Hermandad de la Vera+ Cruz, Centenario de la Hermandad del Rocío de Benacazon.

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CARTA DE LA HERMANDAD DE LA SOLEDAD Hermanos/as todos/as: Constituye para la Hermandad de la Soledad y para mí, como Hermano Mayor de la misma, un honor y una gran satisfacción el hecho de haber recibido una invitación desde la Junta de Gobierno de la Hermandad del Rocío de Benacazón, para colaborar en el boletín especial que, con motivo del Centenario Fundacional, va a salir en fecha próxima, lo que agradecemos de manera especial. Nos vais a permitir que demos las gracias a los muchos hermanos que han hecho posible a lo largo de tantos años la vida de la Hermandad del Rocío, y, de manera muy especial, a aquellos que fueron los fundadores de la misma, allá por 1915, como fueron los Moras, los Vitorinos, Rosario la Dazita, la Moralita, la Curra, los Poyatos y Juan Garrido Alvarado. A cuantos, año tras año, caminan junto al Simpecado de Benacazón por las arenas para encontrarse con la Blanca Paloma. Y, ¡cómo no!, a aquellos hermanos rocieros de Benacazón que llegaron y entraron en las Marismas Eternas. Desde esta Hermandad de Penitencia queremos aprovechar también la ocasión para transmitir públicamente nuestra felicitación más sincera a la Junta de Gobierno de la Hermandad Centenaria del Rocío de Benacazón, por la manera tan sobresaliente en que habéis celebrado y continuáis celebrando tan importante efeméride en vuestra Hermandad, como es los 100 años de existencia. Y no quiero dejar pasar el momento sin hacer mención de las buenas relaciones existentes entre nuestras Hermandades, manteniéndose unos vínculos de colaboración mutua entre ambas, lo que ha hecho vivir una verdadera vida de Hermandad: participando en los distintos actos y cultos, ofreciéndonos unos a otros para cualquier necesidad cuando la ocasión lo requiere, siempre pensando, lógicamente, en el beneficio de una y otra hermandad.

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Hacer constar que muchos de los hermanos que forman la nómina de la Hermandad de la Soledad lo son también de la Hermandad del Rocío, habiendo llegado algunos hermanos de la Soledad incluso a ser Hermanos Mayores de la Hermandad del Rocío. Ese sentimiento dual de cuantos pertenecen a la nómina de ambas hermandades lo ha sintetizado en verso uno de esos hermanos que prefiere quedar en el anonimato y que lo ha exteriorizado de esta manera. La Soledad y el Rocío dos amores en mi vida, una me quita la pena y otra me da alegría. No llores mi Soledad, que se quite ya la pena, que hay en Benacazón una Hermandad rociera. Ya sale Benacazón, la Centenaria Hermandad, y en el corazón te lleva Virgen de la Soledad. Entre palmas y alegrías y los cantes piñoneros te cantan a ti Rocío Madre de los almonteños Y permitidme que, aunque solo brevemente, haga mención de esa fecha importante en el calendario rociero y benacazonero como es ese miércoles en que sale la Hermandad del Rocío de nuestro pueblo camino de la Aldea almonteña y, cómo no, el momento en que recibimos el Simpecado al pasar por delante de nuestra Capilla de la Soledad. En ese momento afloran los sentimientos: surgen lágrimas de emoción, suenan los vítores y vivas a las dos Hermandades, culminando con la entrega de un ramo de flores y el deseo para todos los peregrinos de que tengan un muy buen camino. Y para finalizar este artículo, decirle al pueblo de Benacazón que, a día de la fecha, aún restan vivencias muy importantes en relación con el Centenario de la Hermandad del Rocío de nuestro pueblo y, de manera especial, esa peregrinación extraordinaria en el mes de febrero. Nuestro deseo es que lo vivamos como hasta ahora, que guardemos cada instante vivido y los que restan por vivir en ese cajón de la memoria donde guardamos los momentos más felices, e intentemos retenerlos para que no se escapen en el tiempo. Reiterando nuevamente desde la Hermandad de la Soledad nuestra felicitación a todos los hermanos y a la Junta de Gobierno por el trabajo realizado, pues habéis dado y seguís dando ejemplo de buen comportamiento y buen hacer, solo nos resta desearos a todos que la Santísima Virgen del Rocío y nuestros titulares, el Santísimo Cristo Yacente y nuestro bendita Madre de la Soledad os protejan siempre. Hermandad de la Soledad.

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GLORIAS DE BENACAZÓN A escasos días de dejar mi cargo como Hermano Mayor de la Hermandad y Cofradía del Santo Rosario de Benacazón, cumpliéndose así los cuatro años que estipulan nuestras Reglas, se me vienen a la memoria cantidad de recuerdos. Recuerdos que siempre se convierten en agradecimientos, al hablar de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón. La Virgen Santísima del Rosario y su Hijo buscaron el cobijo de la Casa de Hermandad en aquél cada vez más lejano 25 de mayo de 2013 al regreso de su restauración, desde dónde realizó su salida en rosario público hasta nuestra sede canónica. Solo fueron unas horas, las suficientes, como para que los lazos de unión de nuestras Hermandades se estrecharan, y casi se convirtieran en una sola. Por vez primera la talla de dos Imágenes Sagradas presidían aquel lugar en el que todo el año, nuestro pueblo venera en su carreta blanca, el antiguo Simpecado de la Centenaria Hermandad del Rocío de Benacazón. Curiosamente, Nuestra Santísima Madre, también fue la primera en visitar dicha edificación cuando fue construida. Desde entonces, las casualidades entre nuestras dos Hermandades, las dos Hermandades de Gloria de nuestro pueblo, no han parado de sucederse. En noviembre de ese mismo año 2013, también se pasó a nuevo terciopelo el Simpecado de la peregrinación anual de Pentecostés, y nuestra Corporación lo recibió de nuevo en la Parroquia con todos los honores. Y por si fuera poco, el LXXV Aniversario de la hechura de nuestros benditos Titulares y su primera salida procesional a las calles de Benacazón, han ido cogidos de la mano con la conmemoración del primer centenario fundacional de esta querida Hermandad del Rocío. Dos Hermandades de Gloria, dos Hermandades residentes en una misma sede canónica durante todo el año, dos Hermandades situadas en el Templo a la derecha de la Madre, Nuestra Señora de las Nieves, la que es Patrona de Benacazón, formando esa particular Trinidad Gloriosa que los benacazoneros tenemos al entrar en nuestra Parroquia: Rocío, Rosario y Nieves. A pesar de no ser rociero, he aprendido también durante estos cuatro años que he estado al frente de mi Hermandad del Rosario, a querer a la Patrona de Almonte, como sólo los benacazoneros gustan y saben hacerlo, algo de lo que me enorgullezco enormemente. Por ello, la Santísima Virgen del Rosario mantendrá durante todo el periodo que dure la efeméride la medalla conmemorativa de este centenario fundacional que le fue impuesta el pasado 10 de octubre a la finalización de su procesión sobre su talle, reivindicando de esta forma, y dando el lugar que merece a un acontecimiento importante en el seno de una Corporación. Sin más, agradecer al Presidente y a la junta de gobierno de la Hermandad del Rocío de Benacazón la oportunidad que me ha dado de escribir éstas, mis últimas líneas como Hermano Mayor en una publicación oficial de nuestro pueblo, con mis mayores deseos de que los Cien Años de Historia de esta querida Hermandad sigan siendo celebrados acordes a la magnitud de lo que acontece. José Manuel Bernal Rodríguez

Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad y Cofradía del Santo Rosario.

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PALABRAS DE LA PREGONERA Cuando mi presidente me comunicó que escribiera para el boletín del Centenario, de momento le dije que sí, porque estamos viviendo un año tan especial que no quería dejar pasar esta oportunidad. Cada acto y todos los acontecimientos que hemos tenido durante este Centenario los hemos vivido con mucha intensidad, no solamente los rocieros (que, por suerte, somos muchos), sino todo el pueblo, ¿quién no ha tenido o tiene algún familiar rociero?... Y lo haya recordado de un modo diferente, en cada acto que hemos realizado, y que hasta ahora todo ha salido tan bien, gracias a todo el pueblo, que con su participación lo hemos conseguido. Espero que en los actos que nos quedan siga esa misma convivencia, esa misma ilusión… La unión hace la fuerza y aquí se ha demostrado. Para mí es un año especial en todos los sentidos, primero por tanto trabajo que tenemos, no terminamos un acto y ya estamos preparando otro y, sobre todo, por el recuerdo de mi familia, aquellos que se fueron a las marismas azules y que los tengo presentes en cada acontecimiento. Para colmo, el nombrarme Pregonera en el año del Centenario, es tanta la responsabilidad que todavía no me lo creo. Yo sé que mi gente se alegra de que yo dé este pregón, me animan y me apoyan cada día, espero estar a la altura que esta Hermandad se merece y que la Virgen me dé fuerzas para poder expresar mis sentimientos rocieros. Este año nos hemos dado cuenta del pueblo tan rociero que tenemos y lo orgullosos que tenemos que estar de formar parte de esta gran familia. Estamos viviendo un año que se nos quedará grabado en nuestra memoria, que esperamos culminar con la misma fe y el mismo sentimiento que hemos puesto en éste nuestro Centenario. Qué año tan especial “pa” todos los rocieros, para los que lo vivimos y aquellos que están en el cielo. Con qué alegría decimos “nuestra Hermandad Centenaria”, caminando hacia el Rocío, que gracias a tantos hermanos hoy lo hemos “conseguío”… María del Rocío Rodríguez Ramírez.

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SALUDO DEL PRESENTADOR … a lo largo de la historia fueron tres los “Simpecaos” y tres fueron las carretas que a los tres han “cobijao”, y miles fueron las Salves que mi pueblo te ha “rezao”… Ante todo, quisiera darle las gracias a la Santísima Virgen del Rocío, reflejada en nuestro Bendito Simpecado, por nacer donde he “nacío”, por vivir lo que he “vivío” y por pertenecer a ésta nuestra Centenaria Hermandad. A mis padres y a mi familia por haberme inculcado la fe rociera, el legado más grande que pueda heredar un rociero, que, a diferencia de lo material, estamos disfrutando desde el mismo día en que vimos, por primera vez, la luz del sol reflejándose en las ráfagas de la Virgen del Rocío. No tengo palabras para poder expresar la alegría tan profunda que es el poder presentar a la Pregonera de la XXXII Exaltación Rociera, “El Pregón del Centenario”, a mi Tita Rocío, es una satisfacción tan grande, que nunca pasó por mi mente y es algo de lo que te estaré eternamente agradecido. Desde que me pediste que te presentara en tan magno acontecimiento… mi corazón empezó a palpitar al son del tamboril, durante todo este tiempo no he parado de rebobinar todos aquellos momentos rocieros que hemos compartido a lo largo de nuestras vidas, el camino, la arena… viviendo el Rocío todo el año y, sobre todo,… el orgullo de tener tu misma sangre… la sangre del Chico Marcelo y de la abuela Mariquita. En la noche del próximo 29 de abril, mi voz sonará de portavoz de toda nuestra familia y de todos tus amigos que tanto te quieren, en nombre de ellos, gracias por ser como eres y por tu infinita bondad. Quiero agradecer también al señor Presidente y a la Junta de Gobierno la confianza puesta en mi persona para formar parte de la Comisión del Centenario, aportando ideas e

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ilusiones y compartiendo con vosotr@s Rocío… mucho, mucho Rocío. Vivir el Centenario desde dentro es algo que jamás olvidaré, lo compartiré con familiares y amigos y que se lo contaré a la Virgen del Rocío el día que quiera llamarme a su vera… eso sí, le pediré que me deje bajar los Lunes de Pentecostés para agarrarme a la vara de nuestro Simpecado y vivir momentos de gloria en la tierra. Gloria entonemos gozosos a la Santísima Virgen de las Nieves por protegernos con su divino manto y, como Madre nuestra que es, esperamos cada año al principio y al final de cada camino. Gracias a este pueblo rociero por seguir haciendo grande nuestro Centenario, entre tod@s, cada uno aportando su granito de arena, hemos hecho de Benacazón una inmensa Raya Real, dejándole a las generaciones venideras una Hermandad del Rocío mucho más inmensa de la que heredamos. Sigamos disfrutando de cada gota de Rocío que nos da este inmenso caudal de fe que es nuestra Centenaria Hermandad, sigamos siendo ejemplo de unidad y de saber estar, sintámonos orgullosos de cada año y de cada momento de este siglo de vida… escribamos juntos, como hermanos que somos, cada renglón de esta bella historia rociera, cada uno en su sitio… que la Real, Ilustre, Antigua, Fervorosa y Centenaria Hermandad del Rocío de Benacazón siga siendo una de las más señeras que pisan las benditas arenas y espejo de los rocier@s de este mundo…

…cuando yo quiera buscarte y Tú lejos de mi estás, busco yo mi Simpecado, allí estas Tú “reflejá”, Él es mi luz y mi consuelo, la alegría de mi gente y el orgullo de mi pueblo… ¡¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO, VIVA LA MADRE DE DIOS, QUE MI PUEBLO A LAS DOS QUIERE, QUE VIVA BENACAZÓN Y LA VIRGEN DE LAS NIEVES…!!! José Manuel Morales Rodríguez.

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IMPRESIONES DEL GRUPO JOVEN Son cien años de camino, cien años de pisadas, cien años con ilusión caminando hacia un único destino; en definitiva cien años de Hermandad. Para nosotros, los jóvenes, es un privilegio poder pertenecer a esta Hermandad Centenaria y colaborar con ella en todo lo que proceda. Han sido muchos los jóvenes de nuestra localidad los que, de una forma u otra, han creado y formado parte de la juventud rociera de la Hermandad del Rocío de Benacazón a lo largo de todos estos años. Hoy en día, este grupo de jóvenes con inquietudes dispares, está colaborando en todo lo relacionado con la celebración de los actos de la Hermandad en este año tan especial. Por aquellos días previos a la romería del pasado año, hablábamos entre nosotros mostrando nervios e ilusión por la llegada del tan ansiado Centenario. En nuestra mirada se podía observar ese brillo que se crea cuando se desea algo con tantas fuerzas. Cuando llegamos de la romería, llegó el momento de convertir en realidad todos esos sueños que, sin querer aparecían en cada una de las conversaciones que manteníamos. Desde aquel tan recordado 5 de junio de 2015, todo parece un sueño hecho realidad. Ese día se celebró la Misa de Apertura del Centenario ofrecida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo emérito de Sevilla. Sus palabras no fueron más que alicientes para alimentar nuestros corazones por el espíritu, aquel espíritu que un día hizo que una Madre cuidara, creyera y amara a un Hijo incondicionalmente. Este día fue el comienzo de tantos y tantos días repletos de felicidad, días que aún seguimos viviendo y momentos que aún nos quedan por vivir, como por ejemplo, la Peregrinación de Febrero. Si tuviéramos que elegir un día mágico en nuestro pueblo, con seguridad y firmeza se elegiría el 26 de septiembre del pasado año. Ese día se celebró en la plaza de la Constitución la Misa Estacional. Esta eucaristía fue ofrecida por Excmo. y Rvdmo. Sr. Santiago Gómez Sierra, Obispo auxiliar de Sevilla. Cuando finalizó dicha celebración, Benacazón, vestida de gala, recibió con los brazos abiertos a nuestra carreta con nuestro bendito Simpecado. Los cantes, los rezos en silencio, los vivas,…no fueron invisibles. Los rocieros de Benacazón disfrutaron de una noche mágica donde los jóvenes nos impregnamos aún más de la Fe rociera que desde pequeño nos vienen inculcando. Sin lugar a duda, en el pasado mes de octubre, los jóvenes dimos rienda suelta a nuestra imaginación y a nuestras ganas de trabajar por una Hermandad. Creímos, aunque la inexperiencia en nosotros fuera evidente, que una de las formas para homenajear a todos los rocieros de nuestro pueblo sería con la creación de un museo donde se recreara la historia del Rocío de Benacazón. Fueron días incontables de preparación, días de mucho esfuerzo y sacrificio. Como todo buen trabajo, obtuvo su recompensa. Nuestras ideas, se plasmaron en cada detalle de aquel museo; nuestros sentimientos cobraron vida al ver las caras de satisfacción de todos los allí presentes; pero lo que sí realmente tomó sentido fue el revivir los 100 años de Hermandad del Rocío de Benacazón. Presidentes, página 37


Rocieros del Año, Hermanos Mayores, los escalones de Villamanrique, el traje de flamenca, la gaita y el tambor, los aparejos, el bizcocho,… Todo forma parte de NUESTRA HISTORIA. Desde aquí queremos dar las gracias a todas las personas que nos ayudaron y visitaron durante los días que se realizó la “Magna Exposición del Centenario”. Con noviembre vino el homenaje para aquellos rocieros que se encuentran en las marismas del cielo. El 14 de ese mes, por primera vez, nuestro venerado Simpecado visitó el camposanto de nuestra localidad. Allí, celebramos una eucaristía llena de tristeza y de alegría a la vez. Esa ambivalencia hizo que aquel momento fuese mágico e histórico. Para finalizar un 2015 repleto de alegrías y satisfacciones, qué mejor sitio que realizar Las Campanadas delante de ese timón que a todos nos guía por los senderos. La entrada del año 2016 fue sublime. Los rocieros de Benacazón dábamos la bienvenida a un año que nos deparará momentos inigualables, un año significativo, un año donde se cumplen cien años de camino. Nos vienen encima días de gloria. Febrero viene impregnado de romero y plegarias. La peregrinación extraordinaria que se celebrará los días 26, 27 y 28 de dicho mes, será un acontecimiento cristiano donde se reivindique la Fe Mariana de Benacazón. Desde aquí los jóvenes queremos desearos una buena peregrinación y que disfrutemos de cada pisada. Somos muestra de que la Fe hacia nuestra titular, María Santísima del Rocío, sigue viva en los corazones imberbes de nuestro pueblo. Sigamos caminado por el buen camino, por el sendero correcto; pero lo más importe es que este camino lo realicemos en Hermandad. Grupo Joven. página 38


CORO AMIGOS ROCIEROS DE BENACAZÓN (1986-2016) Señor Presidente, Junta de Gobierno de la Real, Ilustre, Antigua, Centenaria y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón, hermanos y devotos de esta Hermandad, vecinos y amigos todos. Ante todo quisiéramos felicitar a la Hermandad del Rocío de Benacazón y su Junta de Gobierno por su Centenario y por todos los actos que se están organizando con motivo de este acontecimiento histórico y por brindarnos la oportunidad de poder escribir en este boletín. EMPEZANDO A CAMINAR “Siempre quisimos Paloma, con el corazón rezarte por fin llegó la alegría, y ahora queremos cantarte” (FRANCISCO PEREJÓN ORTEGA)

Este año, además de celebrar el Centenario de la Hermandad, será un año que también recordará este coro, como el año de su 30 aniversario, que se cumplirá como dice una de sus sevillanas “Por primera vez Paloma, día de la Virgen del Carmen” (16 de Julio). Agradecer a los que han pasado por este coro su aportación voluntaria y sin ánimo de lucro, bien sea como director, guitarra componente, compositor, etc. y esperamos celebrarlo con todos/as los componentes que han pasado por este coro, ya se ira informando o bien en el grupo público de Facebook que tiene este coro, correo electrónico o personalmente. 30 años han pasado ya desde aquella vuelta de la romería del Rocío de 1986, en el que un grupo de jóvenes rocieros de Benacazón, decidieron, como bien dice el enunciado de este artículo, ”Empezar a caminar”. Empezaron a caminar de la mano del párroco, por aquellos años que era D. Francisco José Blanc Castán, bajo la dirección de Manuel Felipe Fernández Soriano, que los animo a que este grupo de jóvenes, demostraran su Fe y su Devoción hacia la Virgen del Rocío, como solo ellos saben, que no es otra manera que cantando. Esa llama rociera que se encendió hace ya 30 años, aun sigue viva gracias a los rescoldos que quedan encendidos en tres de los miembros que están desde primera hora y siguen con la misma ilusión y ganas que cuando empezaron. Esas tres personas son Loly Bernal, Modesta Macías y Juan Francisco Ramos, gracias por seguir hay con nosotros. Gracias a los directores actuales Rafael Oropesa y J. Carlos Morales, gracias a sus actuales componentes y gracias a la Hermandad del Rocío por seguir confiando en nosotros. No han sido años fáciles como todos/as sabemos, hemos tenido pérdidas familiares, problemas personales, mal estado de salud, hemos perdido alguna que otra vez la ilusión y las ganas de seguir etc.. pero ante las adversidades siempre hemos salido adelante. En esto 30 años de vida de coro hemos hecho felices a personas en residencia de ancianos, niños/as huérfanos, personas marginadas y familias con problemas, colaborado con asociaciones, con todas las hermandades que han venido a nuestro encuentro, dándonos igual que fueran de nuestro pueblo o de fuera, página 39


en estos 30 años hemos llevado el nombre de nuestro pueblo y nuestra hermandad, por un sin fin de pueblos y ciudades, tenemos la satisfacción también de poder decir que “Mi flor se llama Rocío”, hemos ido, ”Un año más”, hemos podido ver que, ”Esta soñando el camino”, decir a boca llena que, ”De Benacazón son” en nuestras grabaciones y además desde aquí dar las gracias a Fely Perejón, por poder dejar grabada con nuestras voces y para siempre la Salve del centenario de la Hermandad del Rocío de Benacazón. También quisiéramos decir que toda persona o institución que quiera ponerse en contacto con esta familia y grupo de amigos/as que es el Coro Amigos Rocieros de Benacazón, lo pueden hacer mediante sus componentes, grupo de Facebook o correo electrónico; coroamigosrocieros@gmail.com. Para terminar con este artículo, quisiéramos tener un recuerdo para un sacerdote jesuita, escritor, poeta y rociero, que nos dejó el pasado año 2015 y que de él tenemos unas sevillanas que nos dio a este coro hace ya bastantes años. CANTA Voces que anuncian a coro igual que ángeles divinos, la paz de Dios a los hombres cuando van por los caminos. Coros que rezan cantando delante de la Señora, que entre cirios y entre flores en la marisma es Pastora. ESTRIBILLO Por la senda de la vida cuando tiemble la garganta con la cruz de cada día o con luces de alegría canta. (José María González de Quevedo y Álvarez) “Padre Quevedo”

¡¡Viva la Virgen del Rocío!! ¡¡Viva la Hermandad Centenaria de Benacazón!! ¡¡Viva el Pastorcito Divino!! y ¡¡Viva la Madre de Dios!! Manuel Rodríguez Márquez

Coro Amigos Rocieros de Benacazón

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CARTA A LA HERMANDAD Soy un viejo rociero que gracias a Ella puedo hacer el camino. Camino que comencé allá por la segunda mitad de la década de los cincuenta estando en Castilleja de Talhara. Camino que hice por primera vez con la vecina Hermandad de Espartinas, con la cual paré en el acebuchal junto a otras hermandades del Aljarafe y sobre todo vine a encontrarme con la hermandad de mi pueblo. En la que me fui entremetiendo por razones obvias y con la que desde 1960 hice el camino ininterrumpidamente hasta 1992. Año en el que, por las circunstancias que la vida te va poniendo en tu día a día, me sentí obligado a no peregrinar como lo venía haciendo. Fue entonces cuando pude descubrir ese otro Rocío que es el que viven los rocieros que no hacen el camino, pero que no les quita que su devoción sea la misma e, incluso, más grande que aquellos que, año tras año, peregrinan hacia la Aldea. Fue la primera mañana que tras irse mi Hermandad yo me quedaba. Salí de mi casa con esa sensación extraña de que algo me faltaba, de que no era un día como tantos otros, de que un vacío anidaba en mis adentros. No tardé en hacerme la pregunta: ¿se habrá ido ya la hermandad? Y así llegué hasta la plaza. Esa plaza que momentos antes había vivido momentos de gloria se encontraba ya sin un alma, y en ese momento me dije: en la plaza ya no hay nadie, la última ni se ve. Solo me encuentro en la calle cuatro flores de papel que bailando con el aire se volvieron sin querer. Me colé en ese punto de reunión que por entonces resultaba ser la casa de Antonio “Polvillo” y allí estaban esos otros rocieros que antes he mencionado y son los que no hacen el camino. Me invitaron a un copita y en la charla vinieron a decirme: “entonces ¿porque no haga el camino y no cante en el Quema ni pase noches al relente, no soy rociero? Yo el lunes estoy con Ella, en cambio otros después de haber hecho el camino ni a su puerta han llegado”. Por eso, en este año tan significativo para la Hermandad como es el año de su primer Centenario quisiera homenajear a tanta gente que siente y vive la devoción a la Santísima Virgen del Rocío en sus adentros, a su manera y sin que nadie se percate de ello. Entre los que se encuentra un buen amigo mío al que le dedico estas palabras en forma de poesía. Cien años hechos poema escrito en su corazón donde salió esa promesa que en un sueño dibujó. Poemas hacen al Rocío los acordes en su guitarra, plegarias hacia el camino y al despertar en Doñana. Cuánto le has dicho a Sevilla, al campo y a su color, a los ríos y marismas, al amor y al desamor. Segundo, “pastor” y compadre y tú, Fely Perejón, cuatro voces incomparables ¡Qué arte Aires del Sur! A ti Fely Perejón con un puñado de valientes hiciste el pueblo canción suena tu arte diferente al cantar Benacazón. José Montoro “Pastor”

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La iglesia católica vive un tiempo especial desde el 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016. En ese período invita a vivir y celebrar al Año Jubilar de la Misericordia. Se trata de un tema muy cercano a la manera de entender la religión que desde su llegada ha manifestado el papa Francisco, porque en él se centra la clave del mensaje del evangelio. Jesús vino a proclamar el Amor de Dios Padre en la historia de la humanidad. Y si es amor, es misericordia, bondad, comprensión, ternura. En la carta de anuncio de este tiempo especial, dice Francisco: “es mi deseo que el Jubileo sea experiencia viva de la cercanía de Dios, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que se fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio sea cada vez más eficaz”. Cuando se habla del “año de jubileo” hay que volver a la experiencia de Israel que cada siete años dejaba descansar las tierras, aprovechando solamente lo que naturalmente produjera; que debía dejar en libertad a los que hicieran trabajos de esclavos; que los que habían vendido sus propiedades podían recuperarlas, porque la tierra no se podía vender a perpetuidad. En la tradición cristiana el tiempo de jubileo fue tomando características propias, conservando la llamada a ponerse en paz con Dios, con el prójimo y consigo mismo. Pero se le fueron añadiendo simbolismos que pusieron un disfraz al verdadero sentido original: para demostrar la libertad interior del que vive el jubileo, había que hacer gestos exteriores: peregrinar a los santuarios (desde luego, a Roma) para pasar por “la puerta santa”; hacer signos penitenciales (acudiendo al sacramento de la reconciliación); realizando obras de caridad (ayudando materialmente a algún necesitado). El año jubilar ha ido tomando un tono de conversión personal que es necesario para cambiar el rumbo de la vida de la gente y de los pueblos, pero que se queda en eso: en pedir perdón cuando antes se debería pedir justicia. Hay una llamada pero no hay un compromiso para hacer descansar la tierra de tanta tropelía. Los bosques nativos siguen siendo reemplazados por los bosques de eucaliptus y pino que secan la tierra dejando el paisaje desolado y los bolsillos de los empresarios abultados. Los ríos siguen siendo envenenados con los residuos industriales de las grandes compañías multinacionales. Los campos agrícolas siguen experimentando químicos transgénicos parar multiplicar su página 42


producción, en una carrera por estrujar todas sus posibilidades. El ser humano sigue siendo un consumidor que se traga todas las propagandas, los slogans, las promesas de un futuro feliz en base al endeudamiento. Un “año santo”, proclamado como tiempo de jubileo, en el que la iglesia otorga con generosidad la indulgencia, debiera ser primeramente un tiempo de justicia además de un tiempo de santidad. La llamada “indulgencia” viene después a sanar en plenitud la vida de quien se considera pecador, se ha arrepentido y se ha sentido perdonado. Viene a cubrir con la misericordia la huella que queda después del error. Pero no viene a disimular las injusticias. El peligro está en quedarse mirando la puerta santa y no mirar al prójimo, a la naturaleza, al hecho social. El que experimente la misericordia de Dios en su vida debe convertirse en alguien que también derrame misericordia a su alrededor. Solamente así será posible un año jubilar. De lo contrario, podrá ser un año piadoso, y nada más. Desde la Hermandad de Benacazón queremos poner en práctica esta bendita filosofía que desde su llegada al Vaticano ha demostrado nuestro Sumo Pontífice, siendo capaces de aplicar los principios de la misericordia en el devenir de la vida cotidiana, que el jubileo lo sea no por una serie de actos oficiales o de gestos para la galería, sino que signifique una preocupación real por nuestros semejantes, una ayuda a los necesitados de verdad, una mejora de las relaciones entre nosotros mismos, hermanos todos del Rocío y miembros de una misma comunidad cristiana universal. Con nuestro Centenario estamos especialmente preocupados por renovar la vida de Hermandad no solo con tantos actos programados para celebrar el siglo de existencia, sino también redoblando nuestros esfuerzos para que la vida de la institución sea más que nunca ayuda a los demás, expresión de nuestras ideas a través de su aplicación en el amor y la misericordia, que sea un talante de vida que transmita y dé alegría como tantos misioneros por el mundo, tantos maestros como Teresa de Calcuta y Vicente Ferrer nos han enseñado, dar es más importante que recibir. Que así sea.

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