HISTORIA DEL APRENDIZAJE COLABORATIVO
Los antecedentes Históricos del aprendizaje colaborativo, se remontan a la misma historia social del hombre, fue la cooperación entre los hombres primitivos la clave para su evolución, a través del intercambio, la socialización de procesos y resultados así como toda la actividad grupal, todo esto conjuntamente con la propia experiencia laboral, el desarrollo de las manos y la aparición del lenguaje articulado, lograron materializarse en beneficio del desarrollo del cerebro. El filósofo griego Sócrates enseñaba a los discípulos en grupos pequeños, involucrándonos en los diálogos de su famoso “arte del discurso.” En los tiempos del Imperio Romano, Séneca se refería a “Qui Docet Discet”, que traducido literalmente significa, “cuando enseñas aprendes dos veces”, enfatizando así el valor de enseñar para aprender. La historia de los antecedentes del trabajo grupal en centros de enseñanza revela que uno de los métodos que con mayor frecuencia se aplicaban en la práctica pedagógica, a través de todo el siglo XX fue el “Método de Aprendizaje Colaborativo”. El “Método de Aprendizaje Colaborativo” es por lógica, la continuidad de la concepción del aprendizaje activo que se arraigó en los Estados Unidos en toda esta etapa; pero redimensionado a partir de los resultados de los experimentos clásicos de la psicología social acerca de las estructuras grupales competitivas, colaborativas y cooperativas. En los años setenta la investigación y práctica de los métodos cooperativos experimentan gran importancia, continúa evolucionando la teoría y aplicación de las técnicas cooperativas en el ámbito escolar sobre todo en Estados Unidos y Canadá. Actualmente se desarrolla y aplica esta metodología con sus características más esenciales en Israel, Holanda, Noruega e Inglaterra y se va extendiendo hacia países europeos como Italia, Suecia y España entre otros.