Narrativa Reflexiva: Iniciemos visualizando una breve escena de una jornada de trabajo con los niños de 2° de nivel preescolar, el primero en aparecer es Dhylan con el comentario “con la Pa de Pamela” en respuesta a la pregunta ¿Con qué letra empieza el nombre de Patricia?, enseguida realizo una segunda pregunta: ¿Qué dice aquí? Señalando la palabra “Melisa”, con tres respuestas idénticas otorgo la palabra a Ulises quien rectifica seguro “Mario”, claro está que la palabra no dice Mario por lo que se le pregunta a Mario si es correcto y con un efusivo movimiento de cabeza dice que sí, enseguida agita la cabeza de modo negativo y confuso, pero a Ulises le sigue pareciendo que la palabra señalada dice Mario argumentando que si porque empieza “con la Ma de Mario” haciendo referencia la letra “M”.
La pregunta a rescatar a partir de esta breve experiencia es ¿Qué es lo que se ha hecho para que los niños señalen e identifiquen la letra inicial de su nombre y el de otras palabras? y ¿Cuál es el propósito o finalidad de que el niño realice estas actividades? En automático la respuesta se encuentra en la planeación didáctica entendida como “una actividad profesional, un espacio privilegiado para valorar y transformar la actuación docente sobre lo que sucede o podrá suceder en el aula, vinculada estrechamente con la evaluación de la práctica educativa” (Farías). Las experiencias que se suscitan el aula son resultado de la adecuada o mala planeación didáctica.
Desde este punto los planes de clase son una herramienta que nos permite delimitar que es lo que esperamos que aprendan los niños a través del desarrollo de situaciones de aprendizaje organizadas en un tiempo específico, es a partir del diseño de la planificación didáctica como iniciamos el resultado de experiencias de trabajos como la descrita inicialmente pero aún queda una pregunta por responder y la que da sentido a la planeación didáctica ¿Cuál es el propósito o finalidad de que el niño realice estas actividades? Desde mi experiencia docente quiero compartir una de mis tantas experiencias en el aula para tratar de dar respuesta a esta última pregunta.
Esta narrativa es retomada de mi diario de la educadora del mes de Junio de 2015 previo a las actividades del día del padre “Una carta para papá”.
Jueves 11 de Junio 2015.
Hoy llamo mi atención que al momento de preguntar a los niños si sabían que era una carta ninguno y lo subrayo nuevamente, ninguno de los niños tenía idea de lo que era una carta, situación que realmente me sorprende pues he trabajado contadas veces con el aprendizaje esperado “Participa en actos de lectura en voz alta de cuentos, textos informativos, instructivos, recados, notas de opinión, que personas…” no me sorprende que el hecho de que no puedan definir que es una carta aunque debo reconocer que aún intento que lo hagan, pero lo que realmente me confundió fue que al ir abriendo la carta y señalando sus características los niños no daban sentido para que sirve una carta lo que me hace cuestionar si realmente he trabajado correctamente este aprendizaje esperado o quizás no hubo una suficiente motivación.
Viernes 15 de Junio 2015
Como el día anterior me había sorprendido que los niños no supieran que es una carta cuando hice la lectura de la carta de Anita la arañita, al finalizar la clase de ayer se hizo la invitación fugaz a los padres de familia para que el día de hoy algunos de los padres de familia asistieran por la mañana para hacer la lectura de cartas, actividad que se dejó de tarea pero que en un principio no se había contemplado la participación de los padres de familia. A la clase solo asistieron dos padres de familia, el papá de Jorge y Dhylan, antes de iniciar la lectura de las cartas se presentó a los papás con la finalidad de que identificaran quienes eran y que harían, posteriormente se les pidió que nos explicaran que es lo que habían hecho para que identificaran los niños el material escrito como una carta, la presencia de alguien desconocido casi siempre otorga atención al invitado lo que permite que los niños estén atentos a lo que hacen y esto fue el resultado, los niños estaban atentos a lo que se hacía y decía, cuando llego el momento de leer la carta se les cuestiono a los padres de familia ¿Qué era? ¿Quién la escribió? y ¿Para quién la escribió? esto permitió a los niños tener más claro que es una carta, al finalizar la lectura las preguntas era hacia los niños ¿Qué nos dice la carta que escribió el papá de Dhylan? las respuestas fueron limitadas pero recataban un breve mensaje: que lo quiere mucho, que juega futbol con Jorge, un pedazo de mi corazón fueron las aportaciones de los niños. Por último la última respuesta amplio más la idea de los niños en cuanto ¿Qué es una carta? al preguntarles ¿Nos dice algo la carta del papá de Jorge y Dhylan? Pocas respuestas dijeron que si y su mayoría que no, la respuesta de Cesar era la más clara para el – si dice, dice que lo quiere con el corazón-. La mayoría sigue en el proceso de concretar que es una carta para ellos y para qué sirve.
Claro está que toda situación didáctica persigue el logro de aprendizajes esperados “que definen lo que se espera de cada alumno en términos de saber, saber hacer y saber ser” (SEP, 2011) es así como se diseñan diversas actividades que permitan alcanzar el logro de los diversos aprendizajes esperados establecidos en el programa preescolar.