I.- INTRODUCCIÓN
Para iniciar este recorrido, primero debemos comprender que el Valle de la Mariquina fue habitado ancestralmente por 10 linajes mapuche williche, de ahí deriva su nombre Mariküga, (mari = diez, küga= linaje o familia). Dan cuenta de esta situación distintos sitios arqueológicos del periodo alfarero documentados en el valle. El lugar donde se ubica actualmente la ciudad de San José y la misión del mismo nombre, correspondía a un asentamiento indígena que tuvo sus rukas en la ribera del Rio Cruces. Más tarde, con la llegada de los españoles, se da inicio a la ocupación hispánica de este territorio y comienza el proceso de evangelización de Mariküga, para el 1649 se construye el Fuerte San Luis de Alba y la primera residencia misional jesuita, desde ahí en adelante este territorio pasará a ser conocido como la Frontera de la Mariquina, esto porque correspondía a la frontera sur de la Araucanía y su rol (junto al Fuerte San Luis) fue el de mantener alejados a los araucanos de la ciudad de Valdivia y asegurar la ruta del Camino Real que unía las ciudades de Concepción con Valdivia. Podemos afirmar que Mariquina jugó un rol clave en la historia de la ocupación hispánica del sur de chile, y desde el siglo XVI fueron 3 las órdenes religiosas que misionaron, en distintas épocas, en el valle: la franciscana, jesuita y capuchina.
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II.- PLANO RUTA MISIÓN CAPUCHINA
Extensión de la ruta: 950 metros. Modalidad: peatonal
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(1) Vista parcial de San JosĂŠ de la Mariquina, dĂŠcada de 1970. 3
III.- HITOS HISTÓRICOS 1.- Misión de San José La Misión de San José, según las palabras de Gabriel Guarda (1999), es tal vez la Misión Jesuita más antigua de Valdivia, data del año 1752 cuando se funda la misión en terrenos cercanos al actual cementerio. Al mismo tiempo, que se da inicio al funcionamiento de una escuela, hito importante ya que la labor de los misioneros en Mariquina los llevo a ser un referente en temas educativos. Para 1820 la iglesia fue destruida por los patriotas en la época de la Independencia de Chile. Muchas misiones del sur fueron destruidas, pero la misión de San José se levantó, ubicándose, ahora ,en el mismo lugar donde hoy se encuentra, frente a la plaza de la ciudad. La nueva iglesia se construiría a manos de los misioneros capuchinos en el año 1879. Estos misioneros llegados a la comuna en 1849 venían con el claro encargo del presidente Bulnes de incorporar los territorios del sur del Cautín a la soberanía nacional. Ya para 1928 la Misión de San José se convierte en sede del Vicariato Apostólico de la Araucanía, adquiriendo la condición de Cuasiparroquia. Pero en en 1947 su iglesia fue nuevamente consumida por un incendio. Sería hasta 1950 que se inauguraría la actual parroquia que aquí vemos. Este es el edificio parroquial que soportó los embates del terremoto de 1960 y que se mantiene en pie hasta hoy, siendo uno de los grandes tesoros patrimoniales que posee Mariquina.
(2) Vista exterior Parroquia San José. 4
(3) Vista interior Parroquia San José.
(4) Antigua Cuasi Parroquia inaugurada en 1879. Misión de San José. 5
(5) Incendio antigua Cuasi Parroquia. Misión de San José 1947.
(6) Construcción actual templo parroquial. Misión de San José 1950. 6
2.- Ruinas Seminario San Fidel de Sigmaringa Lo que aquí encontramos corresponde a las ruinas del Seminario Mayor y Menor San Fidel de Sigmaringa, construcciones que fueron consumidas en su totalidad por un incendio el año 2000. Como dijimos anteriormente, la labor educativa de los misioneros se transformaría en un referente en el sur de Chile, y estas ruinas dan cuenta de ello. Aquí funcionaron 2 grandes edificios del tipo neoclásico, uno correspondía al Seminario Menor, donde se impartían clases a los niños y jóvenes del pueblo, el otro, sería el Seminario Mayor que se enfocaba en la formación sacerdotal. La importancia en el sur de Chile de este seminario, se debía a que entregaban métodos pastorales para un clero con un alto componente mapuche como lo era el del Vicariato de la Araucanía. Este Seminario Mayor, además, acogía a los misioneros europeos llegados al sur en la primera mitad del siglo XX con el objetivo de que estos aprendieran el idioma para posteriormente trasladarse a la misión que se les había asignado. Han pasado muchos años y las ruinas no se recuperaron, transformándose en un claro ejemplo de abandono del patrimonio. Sin embargo, hoy existe un grupo de jóvenes sanjosinos que trabajan por la recuperación autogestionada de este lugar que denominan Espacio Cultural Las Ruinas.
(7) Ruinas Seminario San Fidel de Sigmaringa. 7
(8) Incendio Seminario San Fidel de Sigmaringa. A帽o 2000.
(9) Se aprecia a la derecha, el edificio que alberg贸 al Seminario Menor y al centro, la construcci贸n correspondiente al Seminario Mayor. 8
3.- Sanatorio Santa Elisa “El Sanatorio Santa Elisa nació para efectuar la Terapia Kneipp a los misioneros extranjeros y a los sacerdotes, que por su intensa labor necesitaban de un descanso y recuperación integral” (1). Para este fin, en 1932, fue construido el primer pabellón del Sanatorio por Monseñor Guido Beck de Ramberga. Sin embargo, fueron las hermanas de la Santa Cruz las encargadas de administrar este centro de salud, el primero de Chile en el que se llevaba a cabo el sistema de hidroterapia Kneipp, impulsado en el país por el padre Tadeo de Wisent. “En el transcurrir del tiempo y dada la alta eficacia de la terapia Kneipp, conocida y practicada por lo demás en toda Europa, hizo que el Sanatorio Santa Elisa abriera sus puertas a los laicos y público en general” (1). Debido a la gran afluencia de enfermos que llegaba a este lugar buscando sanación, en el año 1937 se construyó una segunda etapa de este edificio, esta nueva construcción abarcó la capilla de concreto y un pabellón de madera dedicado a salas tanto de hombres y mujeres. Hoy en día, el Sanatorio Santa Elisa es conocido como un Centro de Salud Natural que ofrece diversas terapias de relajación y tratamientos naturales que mezclan la hidroterapia de Wisent con las plantas medicinales de la zona. En la parte posterior se encuentra un jardín donde se cultivan las plantas medicinales que se utilizan para los tratamientos y al costado derecho del Sanatorio, se construyó en la década del 50 el Hospital Santa Elisa, el cual sigue atendiendo a la comunidad local. El Sanatorio Santa Elisa, es el único patrimonio arquitectónico que queda en pie en el sector de la costanera, lugar donde se levantaron en la década del 30 la mayor parte de las construcciones neoclásicas capuchinas de San José de la Mariquina.
(1) Recuperado de http://www.sanatoriosantaelisa.cl/nosotros-2/
(10) Sanatorio Santa Elisa 2012 9
(11) Sanatorio Santa Elisa luego de la construcci贸n, en 1937, del segundo pabell贸n y capilla.
(12) Primer pabell贸n Sanatorio Santa Elisa. Construido en 1932. 10
4.- Ruinas Convento Capuchino Las ruinas que vemos en este lugar son el resultado de la última gran tragedia que afectó al patrimonio sanjosino, el 28 de diciembre del recién pasado año 2015 el Convento de la Orden Capuchina fue consumido por un incendio, luego de pasar meses deshabitado y en abandono. Este inmueble se construyó en 1955 con el fin de radicar la Orden Capuchina en el Vicariato Apostólico de la Araucanía, y para la década del 60 se constituye como la Sede Superior Regional de la Orden. Hasta los años 80 era común ver en San José a los sacerdotes con sus túnicas y su larga barba blanca, quienes, además de las labores sacerdotales, administraban un huerto que se ubicaba al costado del Convento. Este huerto sería la verdulería de la ciudad por más de 20 años, donde gran parte de la comunidad local compraba frutas, verduras y hortalizas sacadas en el mismo instante desde la tierra. El convento fue desocupado en 1987, cuando la Orden Capuchina se retira definitivamente de la Comuna de Mariquina luego de 134 años de misión en este territorio. Estas ruinas simbolizan el cierre del histórico paso de los capuchinos por el Valle de la Mariquina, quienes, junto a los colones alemanes, impulsaron el desarrollo urbano y arquitectónico de la ciudad, además de dejar arraigada una identidad religiosa, medicinal y educativa que aún vive en los sanjosinos, ejemplo de la última son el Colegio Santa Cruz, Colegio Padre Luis Beltran y el Liceo Seminario Menor San Fidel, tres emblemáticas instituciones educativas de San José.
(13) Ruinas Convento Capuchino. 11
(14) Convento Capuchino 2012.
(15) Incendio Convento Capuchino. 28 de diciembre de 2015. 12
(16) Convento y sacerdotes capuchinos en la dĂŠcada de 1970.
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5.- Cementerio Municipal Para finalizar visitaremos el Cementerio Municipal, lugar donde descansan los restos mortales de los Misioneros de la Orden Capuchina y de la Congregación Hermanas de la Santa Cruz. Destacan 3 sectores, el altar donde se encuentran 7 tumbas y sus respectivas placas de los sacerdotes, también la zona donde se erigió un pequeño monumento en honor a los capuchinos y donde se encuentran las sepulturas de estos; y el sector donde se ubican las tumbas de la Congregación Hermanas de la Santa Cruz. Son más de 60 sepulturas de religiosos, en las cuales destaca la de un último misionero que pasó la etapa final de su vida en Valdivia, pero que fue sepultado en este cementerio, nos referimos al Padre Isidoro Schwamm, fallecido el 2006 a los 93 años de edad. Según el Diagnóstico del Patrimonio Cultural del MOP (2010) este cementerio es de origen hispánico y tiene una data de existencia del año 1810, cuando era administrado por la Misión de San José liderada por la Orden Franciscana. Recordemos que en ese entonces, la misión aún se encontraba ubicada cercana a los terrenos de este cementerio, lugar donde la habían fundado anteriormente los misioneros jesuitas en 1752. En el año 1953, el Vicariato Apostólico de la Araucanía, cede el Cementerio Particular de la Orden Capuchina a la Ilustre Municipalidad de Mariquina, institución que la administra hasta hoy.
(17) Acceso Cementerio Municipal. 14
(18) Altar. En sus costados se ven las placas de las sepulturas de los misioneros
(19) Sector sepulturas Congregaci贸n Santa Cruz. 15
(20) Sector sepulturas Misioneros Capuchinos de la Araucanía. La tumba de la izquierda con la cruz, corresponde a la del Pade Isidoro Schwamm.
(21) Sepulturas Congregación Hermanas de la Santa Cruz frente a la de los Misioneros Capuchinos de la Aracucanía. 16
IV.- CIERRE Para cerrar este recorrido por la Ruta de la Misión Capuchina, finalizaremos recordando los siguientes hitos históricos: Al visitar la Parroquia de San José pudimos conocer la importancia de la Misión en la época hispánica cuando Marquina era un territorio de frontera, condición que se mantiene luego de la Independencia de Chile, cuando tiene el rol de incorporar los territorios al sur del Cautín a la soberanía Nacional. LLegó a ser Sede del Vicariato Apostólico de la Araucanía. Las ruinas del Seminario San Fidel, cuya importancia en el sur de Chile fue la formación sacerdotal para un clérigo en gran mayoria mapuche, además de dejar un invaluable legado educacional para la ciudad. Luego, el Sanatorio Santa Elisa, el primero en aplicar la terapia Kneipp en Chile y que hasta al día de hoy sigue funcionando como Centro de Salud Natural. El Convento Capuchino, que llegó a ser Sede Regional de la Orden y que fue desocupado en 1987 cuando los misoneros se retiran definitivamente de la comuna, tras pasar 134 años misionando en el Valle de la Mariquina. La Misión de San José, fundada en el siglo XVIII por los Jesuitas, que se ubicó en los terrenos cercanos al Cementerio Municipal, lugar donde se encuentran las sepulturas de más de 60 misioneros que pasaron su vida o el final de ellas en San José. Este patrimonio (excepto la parroquia) forma parte de un conjunto misional que se configura paralelo al río Cruces, (lugar que fue habitado antiguamente por un asentamiento indígena) y que posee las características y valores para ser protegido como monumento. Sin embargo, el legado de estos misioneros que hoy vimos en esta ruinas y construcciones se encuentra sin ningún tipo de protección legal, lo que sumado a los repetidos incendios que lo consumen, sitúan este patrimonio histórico como elementos en alto riesgo de desaparecer. Esperamos que la comunidad local y las autoridades puedan gestionar proyectos de rescate y conservación de esta herencia histórica y arquitectónica de gran relevancia para el país.
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V.- BIBLIOGRAFÍA Libros Ministerio de Obras Públicas de Chile. (2010). Diagnóstico del Patrimonio Cultural. Región de Los Ríos. Valdivia MÜLLER, K. (2012). Mariquina Guía del Patrimonio Arquitectónico. Valdivia: autoeditado.. PEDERSEN G., P. (1992). Historia de San José de la Mariquina (1551-1900). Temuco: Ediciones Universidad de la Frontera. SALDIVIA D., S. (2013). Caminando con la Historia. Valdivia: autoeditado. SALDIVIA D., (2011). Mariküga entre historia y memoria, Valdivia: autoeditado SALDIVIA D., (2010). Misioneros de la frontera. Crónica de la Orden Capuchina en la comuna de Mariquina (1849-1987). Temuco: autoeditado VILLANUEVA, M. (2014). Misión de Pelchuquín: imágenes y relatos de los personal a lo colectivo 1950-1980. Valdivia: autoeditado Revista electrónica GUARDA, G. El Castillo San Luis de Alba de Cruces. Revista electrónica de Ciencias Sociales, 3, pp. 59-80. 1999. Consultada el 24 de abril de 2016, http://mingaonline.uach.cl/pdf/racs/n3/art05.pdf Web Nosotros. Consultado el 25 de abril de 2016, Sanatorio Santa Elisa, pág. web: http://www.sanatoriosantaelisa.cl/nosotros-2/
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VI.- FOTOGRAFÍAS
(1) Gentileza de Mauricio Villanueva. (2) Karin Müller. 2012. (3) Gentileza de Erwin Leal. 2014. (4) (5) (6) Gentileza Comité Museo Mariquina. (7) Gentileza de Violeta Aguayo. 2016. (8) Gentileza de Margoth Aguilera. (9) Gentileza Comité Museo Mariquina. (10) Karin Müller. 2012. (11) Gentileza Obispado de Villarrica. 1932 (12) Gentileza Hermadas de la Santa Cruz. (13) Gentileza Violeta Aguayo. 2016. (14) Karin Müller. 2012. (15) Karin Müller. 2015. (16) Gentileza Comité Museo Mariquina (17) (18) (19) (20) (21) Karin Müller. 2016.
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