Presente
ASPU PRESENTE No.7 Boletín Informativo de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios ASPU Seccional Tolima. Ibagué. AÑO 5, SEMESTRE A-2018, VOLUMEN 7 ISSN: 2422-2720
Contenido: Gonzalo Palomino cuando yo era un colegial (retrato en tinta indeleble) - Nelson Romero Guzmán Hasta siempre, campeón - José Ledesman Díaz
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Palomino, ecólogo de los pueblos: Comandante por siempre - Luis Carlos Hernández
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Gonzalo Palomino Ortiz: Una voz por la defensa de Gaia - Gustavo Adolfo Vallejo
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Al final el hombre destruyó su mundo que se llamaba tierra - Gonzalo Palomino Ortiz
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1918: La reforma universitaria de Córdoba - Pierre Díaz Pomar
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Manifiesto: la universidad que queremos - Ricardo Andrés Pérez
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El impacto financiero de la cátedra en la UT Alexander Martínez Rivillas
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Formalización laboral del profesorado universitario: un imperativo - Oscar Abel Cardona
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Del cinturón a la austeridad - William Alexander Medina
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Una mirada al rol del profesor en la administración académica - Yenny Fernanda Urrego
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Esfuerzos y compromisos por fortalecer el plan de acción en la seccional ASPU-UMNG - Wilmar Aníbal Peña
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Declaración política ENEES - Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior
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JUNTA DIRECTIVA ASPU TOLIMA Ricardo Andrés Pérez Nelson Romero Guzmán Cesar Augusto Fonseca Oscar Abel Cardona Alexander Martínez Rivillas Elmer Jefrey Hernández Clara Lucia Pradilla Andrés Tafur Villarreal William Alexander Medina José Ledesman Díaz
Hasta Siempre, Campeòn Gonzalo Palomino (1937-2018)
Editorial
Gonzalo Palomino cuando yo era un colegial (retrato en tinta indeleble)
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Nelson Romero Guzmán la Universidad del Tolima, acompañado de otras personas, Profesor IDEAD a conocer de cerca los momentos conflictivos por los que pasaban los mineros artesanales y en general los habitantes Me entregaron un puñado de tierra para que ahí viviera del municipio de Ataco, levantados en permanente ……………………………………………………………….. protesta contra la International Mining Company que ya Cerré entonces la mano, lo hice puño y decidí pelear había descargado las piezas de la paladraga transportada Por aquello que otros nos arrebataron. desde Toronto, Estados Unidos, para comenzar a explotar el territorio aurífero de los alrededores de la cabecera Fredy Chikangana, poeta yanacona municipal, con el uso del mercurio. Para ese tiempo el nombre de Gonzalo Palomino tenía una gran fuerza no sólo En mis años de estudiante del colegio “Martín Pomala” de en la academia, sino en la opinión pública por su constante Ataco, gustaba en las tardes cruzar a nado el río Saldaña lucha en defensa del medio ambiente y los recursos de la para ir hasta las minas de oro de Santa Rosa a rebuscarme naturaleza, oponiéndose ante los medios y las instituciones algunas pepitas de oro en el tiempo libre que me dejaban mis estatales y defensoras del medio ambiente, para que ese tareas de desaplicado bachiller. Pero probé que mi suerte nocivo proyecto de explotación minera no se llevara a definitivamente no estaba para el oro y ni siquiera para cabo, como se pudo lograr finalmente. De esta manera, su graduarme con honores en el colegio. Fue en esos tiempos ideario intelectual y académico estuvo siempre al servicio de juventud que conocí, o mejor, vi de cerca a Gonzalo de la vida y en defensa del equilibrio social arraigado en Palomino cuando visitó al pueblo en su misión comprometida las ideas ecologistas, tan necesarias para la sociedad de de defensor del medio ambiente, que fue la apuesta de toda hoy que continúa amenazada por la fuerza arrasadora del su vida. Recuerdo que llegó como prestigioso ecologista de capitalismo.
El Gonzalo Palomino que para esos años vi en Ataco por primera y última vez, para nada ha perdido en mi memoria el brillo de ese momento. Recuerdo que esa tarde seguí a la comitiva que él lideraba, hasta el embarcadero del río Saldaña donde las canoas cruzaban a los mineros que seguían la ruta hasta las minas de oro de Santa Rosa. El hombre vestía jean azul y camisa de tela gruesa del mismo color, con boina azul, botas de cuero, morral cruzado, gafas oscuras, barba semipoblada, de estatura y complexión mediana y tez morena. Así, vestido a la moda de los intelectuales de la época, mostraba un cierto toque artístico en su porte e indumentaria, sin que su presencia impusiera nada pretensioso y más bien lo revestía de un aura a la vez de sencillez, austeridad y gracia. Lo revivo tranquilo y expectante bajo el sombrío de un árbol de payandé, en medio de un ancho paisaje pletórico de luz, aguardando al barquero. Como el bueno de don Quijote, debía frisar los cincuenta años. ASPU rinde un homenaje en estas páginas a la figura de Gonzalo Palomino, como un símbolo de la lucha contra la desmesura de los poderes de Estado que vienen haciendo de la naturaleza y sus recursos un tendal de mercancías para engordar el capital de las trasnacionales. Palomino, con sus propuestas de defensa al medio ambiente, presagiaba esta etapa de desencanto en que hemos ingresado, porque la humanidad entera ya ha venido tomando conciencia de la necesidad de proteger la naturaleza y sus recursos a través de movimientos y campañas ecologistas a nivel mundial y local. El rechazo de quienes quieren hacerse ricos de la noche a la maña acortando la vida del planeta, parece que está tocando su fin. Por eso el legado de Gonzalo Palomino hoy se hace sentir. En este boletín sus amigos y colegas del trasegar por la Universidad del Tolima, testigos de la vida y de los compromisos que acompañaron a Gonzalo Palomino, dan cuenta de la admiración y afecto que sintieron por este hombre que hoy se erige como uno de los profesores más importantes que han pasado por la universidad, dejando un legado invaluable a las futuras generaciones. También se publica un artículo del mismo Gonzalo Palomino, escrito desde el corazón de la tierra. Por lo demás, esta entrega del boletín ASPU hace una mirada histórica y presente al devenir de la institución universitaria, desde los cien años que celebramos de la reforma universitaria de Córdoba, Argentina, hasta la mirada del rol del profesor
en la universidad del presente. Tal vez, como lo pedía Walter Benjamín en sus escritos de juventud, se requiere de una reforma urgente de la espiritualidad de la universidad, antes que centrar su papel en la profesionalización.
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Hasta siempre, campeón
José Ledesman Díaz Profesor catedrático IDEAD UT
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Enamorados con la vida resentidos con la muerte a la vida, por fin, daremos todo a la muerte jamás daremos nada. Chucho Peña Abril 18. Hace tres meses, seis horas y veinte minutos, a la edad de 81 años, falleció Gonzalo Palomino Ortiz, profesor pensionado de la U del Tolima, agrónomo consciente, ecólogo consecuente, militante de la vida, amante de la naturaleza, defensor del agua, combatiente antiminero y uno de los pioneros en las justas luchas ecológicas del Tolima y Colombia. A Gonzalo Palomino le debemos la formación ambiental de varias generaciones de jóvenes de la Universidad del Tolima. A comienzos de la década del setenta, su gesta ecológica tuvo epicentro en los escenarios académicos de la UT, pero también sembró semillas de resistencia ciudadana en contra de la revolución verde y la minería del oro en la zona de Ataco en el departamento del Tolima y, en general, en contra del nocivo “desarrollo” que señalaba el proceso por el cual un país debía transitar por los senderos universales de la modernización capitalista. A Gonzalo Palomino le debemos la gestación del Primer Grupo Ecológico de Colombia, colectivo que en los años setenta articulaba a amplios sectores universitarios y diversas expresiones ambientales, sociales y políticas. El objetivo del grupo ecológico era luchar por un planeta alejado del desastre consumista y sensibilizar a la ciudadanía para que un día y noche cualquiera asumiera la necesidad de parir un nuevo estilo de vida, un estilo de vida de militante. De ahí surge otro gran espacio de articulación social y ambiental, la publicación S.O.S. Ecológico, una hoja suelta, de color amarillo y de circulación mensual que también buscaba sintonizar al lector con los ritmos de la madre tierra.
A Gonzalo Palomino le debemos la promoción del pensamiento crítico entre los jóvenes universitarios y activistas del punk que a mediados del año 2003 autogestionaron la Primera Jornada Libertaria en la Universidad del Tolima. En esta ocasión Gonzalo participó en conversatorios ecológicos para la naciente generación de “crestudos”, sus enseñanzas se centraban en el conocimiento de la tierra y sus misterios, en los ritmos de la vida y la sintonía con la naturaleza. Su pedagogía crítica partía del hecho de que la juventud, en su práctica cotidiana y en la observación directa de los fenómenos, era parte y arte en la salida a los conflictos ambientales. Gracias a Palomino, los jóvenes del ayer aprendieron una lección para la vida: transitar del conversatorio ambiental diurno al concierto punk nocturno y seguir haciendo “ruido” pero con alta sensibilidad social y ambiental.
El profesor Palomino además lideró las reflexiones ambientales que dieron origen a los cascarones organizativos del movimiento ambiental del Tolima. A mediados del año 2008, jóvenes universitarios y activistas culturales, cada semana se encontraban en cercanías del Parque Ducuara para luego ir al viejo salón del bloque 15 y tomar notas de las enseñanzas del ecologista militante. En estos encuentros temáticos, surge la idea de crear un espacio llamado La Reversa, en honor a las célebres sentencias de Palomino, quien afirmaba que la única opción para frenar el cambio climático era La Gran Retirada, es decir, “cambiar el estilo de vida del crecimiento económico acelerado”.
por la soberbia del capitalismo, semillas que dieron sus mejores frutos en las movilizaciones ciudadanas y consultas populares que hicieron del Tolima el departamento antiminero de Colombia. Hasta siempre, campeón, a vos te debemos los primeros escarceos ecologistas en el Tolima y Colombia. A vos te debemos el amor a la vida y la enemistad con la muerte.
Justamente La Reversa se configuró como el primer escenario de articulación social para liderar la resistencia a cielo abierto en contra de la explotación minera en el municipio de Cajamarca Tolima; tiempo después, La Reversa se transforma en espacios organizativos como el Comité Ambiental en Defensa de la Vida y la Red de Comités Ambientales del Tolima y campañas ciudadanas como las movilizaciones denominadas Marchas Carnavales, cuerpos, corazones y mentes que en últimas terminaron configurando un poderoso movimiento ambiental que fue determinante para detener a la multinacional Anglo Gold Ashanti y frenar los proyectos mineros en el departamento del Tolima. Es por ello que hoy despedimos al gran campeón, al ecologista militante, como amante de la vida y defensor de la naturaleza, pero sobre todas las cosas, como Gonzalo Semillas no sólo por su tendencia a liderar la siembra de árboles cada 5 de junio, sino también porque sembró las semillas de resistencia en las generaciones de ayer, de hoy y de siempre, semillas que jamás podrán ser arrancadas
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Palomino, ecólogo de los pueblos: Comandante por siempre
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Luis Carlos Hernández Ingeniero Forestal Universidad del Tolima Desde que se vinculó como profesor de la UT en 1969 el agrónomo Gonzalo Palomino (q.e.p.d.), quedó prendado y deslumbrado de las inconmensurables riquezas naturales del Tolima, razón suficiente para que un costeño raizal decidiera convertirse en defensor a ultranza de sus ríos, planicies, montañas y páramos, y en especial de la vida en todas sus manifestaciones durante cinco décadas de su octogenaria existencia (1937-2018). Para concientizar y empoderar a las juventudes con su quijotesca misión de vida, creó en 1973 con universitarios el primer grupo ecológico de Colombia, que con su Boletín Ecológico S.O.S mensual, se convirtió en el pionero y referente de las alertas ecológicas en toda la geografía colombiana. Forjador de campeones Fue el comandante inspirador del pensamiento crítico y del liderazgo universitario, campesino, indígena y arrocero, que desencadenó en la gran gesta social y ecológica del Tolima, que salvó al río Saldaña en Ataco, de la ecocida pala-draga de Mineros el Dorado a mediados de los 70. De ahí en Adelante saludó a sus conciudadanos con el característico “Hola campeón”, por ser todos potenciales campeones de la vida y la defensa del patrimonio ecológico tolimense.
EJEMPLAR” en la Categoría de Medio Ambiente Persona en 2.011. También en su honor en 2.015 la Facultad de Ciencias de la Educación de la UT instituyó la “Cátedra Ambiental Gonzalo Palomino Ortiz”, para perpetuar su legado en las nuevas generaciones. Por el contrario, un exrector de su universidad física y santenderísticamente le carameleó su más preciado deseo, como era escribir su edificante biografía. La última gesta Siempre estuvo seguro que la tierra habla, como nadie interpretó los “ecos de la tierra” convirtiéndose en su vocero más fidedigno, lo que lo llevó a ponerse en pie de lucha en 2.005, cuando conjuntamente con ECOTIERRA escuchó los estertores de las fértiles tierras cajamarcunas, por la soterrada exploración e inminente explotación de La Colosa.
Palomino fue un visionario un adelantado al cambio climático, porque avizoró décadas atrás los impactos y degradaciones ecológicas, que está ocasionando el acelerado crecimiento económico con su desmesurado consumismo sobre el planeta. Sabía más que nadie que los jóvenes eran los indicados para encabezar y liderar un cambio drástico en el estilo de vida, como la única opción que nos queda a la raza humana para frenar el cambio climático, lo que sabiamente denominó LA GRAN RETIRADA. Por eso durante años desarrolló los “Martes Ecológicos en el Sena”, con estudiantes universitarios, de bachillerato y primaria de Ibagué y el Tolima, “sembrando semillas de ecologismo social, actuar ético y responsable con la madre tierra”. Labor que complementó con la página ecológica que escribía religiosamente, todas las semanas para El Nuevo Día durante dos décadas, que se convirtió en la biblia ambiental coleccionable por profesores, padres y alumnos. Reconocido en vida Su titánica militancia fue premiada con quince distinciones, entre ellas el PREMIO GLOBAL que las Naciones Unidas ONU le entregó en Londres en 1.988 y el galardón del periódico El Colombiano como “EL COLOMBIANO
Seguidamente calzó sus botas y se marchó con los cajamarcunos de ECOTIERRA a la megamina de Yanacocha en el Perú, en donde al apreciar la catastrófica destrucción de 30.000 hectáreas de montañas en 18 años de explotación, atónito exclamó ¡COMO PUDO DIOS DEJAR QUE ESTO SUCEDIERA! A su regreso como un “taita”, recomendó resolver el colosal conflicto ecológico mediante los mecanismos de participación ciudadana, por eso disfrutó y celebró como ninguno la gesta de sus campeones en las consultas de Piedras y Cajamarca. Los ciudadanos del mundo esperan que la familia cumpla su voluntad y esparza sus cenizas en las alturas de su entrañable y amado Páramo de Anaime en Cajamarca, para que continúe siendo el faro de las luchas planetarias. El comandante partió tranquilo a su viaje cósmico, porque sus legionarios ya están salvando al Tolima y Colombia de las garras de la catastrófica y depredadora locomotora minera. “Parecemos transgénicos de rodillas ante el oro y la destrucción de la naturaleza, destruimos todo para sacar un metal que no necesitamos….utilizado solo para respaldar riquezas utópicas” (Gonzalo Palomino).
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Gonzalo Palomino Ortíz: Una voz por la defensa de Gaia, desde el Tolima para Colombia y para el mundo* Gustavo Adolfo Vallejo** Recibí la honrosa invitación para presentar en el día de hoy un perfil del profesor Gonzalo Palomino Ortíz, en la celebración del día mundial del medio ambiente, durante la cual varias instituciones del departamento del Tolima expresarán su reconocimiento por la labor desarrollada durante 40 años ininterrumpidos como profesor, investigador y coordinador del Grupo Ecológico de la Universidad del Tolima.
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Conocí a Gonzalo Palomino hace 40 años, a comienzos de la década de los 70s en la Universidad del Tolima, pues fui uno de sus primeros alumnos en su cátedra de Recursos Naturales. Me sorprendió que Gonzalo pareciera más bien a un personaje sacado de Cien años de soledad, la entonces reciente novela escrita por Gabriel García Márquez en 1967 y que con frecuencia leyéramos en los centros literarios o en los cursos de Humanidades de la Universidad del Tolima. Gonzalo con su lenguaje costeño franco, claro y mamagallista, con su carácter y su vestimenta propia de la costa norte, me hacía evocar al gitano Melquíades. Pero Gonzalo en cambio de presentarnos las últimas maravillas de los sabios alquimistas de Macedonia, nos producía sobresalto intelectual con sus análisis y datos sobre la explotación irracional de los recursos naturales del país como la flora, la fauna, los suelos, los bosques, el agua, el petróleo, los minerales y otros más. Cada estudiante preparaba un seminario basado en lecturas dirigidas por Gonzalo. Cuando las presentaciones del seminario no se hacían en el claustro universitario, las realizábamos en la “Librería Universitaria” en donde con frecuencia, nuestra presencia interrumpía las discusiones que sostenía Gonzalo con jóvenes de la época como Antonio Camacho Rugeles, Roberto Ruíz, Manuel León, Germán Llanos, Francisco Quiroga, Jacid Palomino, Ramón Rodríguez, Chucho Rodríguez, Chucho Bejarano, Andrés Rocha, Chepe Mosquera y otros intelectuales que se citaban en la “Librería Universitaria”, un lugar equiparable a “La Cueva” de Barranquilla, en donde se leían y discutían textos sobre sociología, historia, arte, literatura, economía política y ecología. Gonzalo Palomino Ortiz nació en Chimichagua (Cesar), 200 km al sur de Aracataca (Magdalena). Su padre Tácito Rafael Palomino Escalona, no llevó al niño Gonzalo a conocer el hielo, como lo había hecho en Macondo el padre del coronel Aureliano Buendía; pero de la mano de su padre Tácito Rafael y de su madre Carlota Ortiz el niño Gonzalo conoció desde muy temprano el mundo mágico, exuberante y biodiverso de los ecosistemas fluviales del río Magdalena y de la ciénaga Zapatosa que marcaron para toda la vida su amor por la naturaleza y su espíritu conservacionista Gonzalo también tuvo el privilegio de recibir su educación primaria y secundaria en diversos ámbitos biogeográficos y culturales,
pues transitó por instituciones educativas de Mompox, Chiriguaná, El Banco, Santa Marta y Barranquilla(1). Probablemente estas tempranas experiencias marcaron posteriormente la independencia y el compromiso de su espíritu explorador de los recursos naturales del país, pues son numerosos y frecuentes, en todos estos años, sus viajes a la Isla Gorgona, al Parque Natural de los Nevados en la Cordillera Central, al río Magdalena y sus afluentes, a la Sierra Nevada de Santa Marta, a la Amazonía y al desierto de la Tatacoa en donde realiza actividades de docencia y de investigación con sus estudiantes. Terminado su bachillerato, Gonzalo se convierte en soldado de la patria, se gradúa como ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de Palmira en 1961 y realiza posteriormente cursos de postgrado sobre “Ecología y Desarrollo” en la Universidad de Maracay (Venezuela) en 1967, sobre “Introducción a América Latina” en la Universidad Nacional Autónoma de México en 1968, una “Especialización en docencia de la Biología” en la Universidad del Tolima, en 1994 y una “Maestría en Desarrollo Sostenible de Sistemas Agrarios” en la Pontificia Universidad Javeriana en el año de 1996. Antes de vincularse como profesor de la Universidad del Tolima, trabajó en el ICA de Palmira, posteriormente en un proyecto de “agro-sociología” en Yopal (Casanare) y como profesor de conservación de suelos de la Universidad de Nariño(2). Todos los amigos de Gonzalo hemos disfrutado de su enriquecedora amistad, de su sinceridad, de su compromiso, de su transparencia intelectual y de su capacidad de asombro frente a la naturaleza, la cual es una característica de los grandes naturalistas, quienes poseen la excepcional capacidad de ver los fenómenos que pasan desapercibidos para la mayoría de los mortales. Su trayectoria como
maestro e investigador nos ha mostrado su incansable dedicación al estudio de los temas fundamentales de la Ecología, de modo que al lado de autores como James Lovelock y Lynn Margulis, Gonzalo Palomino, ya nos había advertido varias décadas atrás sobre el advenimiento del cambio climático y sus efectos sobre la fauna, la flora, los suelos y los recursos hídricos del país. Como investigador experimentado, Gonzalo se ha dedicado durante estas cuatro décadas a transferir los métodos y las normas que rigen las ciencias medioambientales, a las nuevas generaciones de investigadores y de ecólogos del Tolima, de Colombia y de los países a donde llegan sus publicaciones. Son numerosos los trabajos publicados por Gonzalo (3), quien a mi juicio, posee una de las mayores producciones intelectuales de un docente investigador en la Universidad del Tolima. Dentro de sus obras se destacan entre muchas otras: El indio y sus recursos (1977), 93 números de la publicación periódica SOS Ecológico entre 1978 y 1991, Redes Sena-Tolima, publicación periódica entre 1980-1989, Ecología de un desastre (1986), El SENA y la Ecología (1988), La parte erótica del planeta (1989), La biosfera (1989), El desarrollo sostenible y las organizaciones colombianas (1992), Pasaporte a Gaia: Red Nacional de Reservas (1993), Ecología de los páramos tropicales (1994), La palma de cera en el Quindío (1994), El clima nuestro de todos los días (1995), Ecología y cultura de las reservas naturales (2001) y Agricultura a escala humana: Búsqueda de la soberanía alimentaria (2002). Semanalmente desde 1998 hasta la fecha, Gonzalo viene publicando la página ecológica del periódico “El Nuevo Día”, con valiosos y originales aportes sobre el impacto del Hombre sobre la naturaleza. Gonzalo Palomino a través de sus columnas nos ha llevado permanentemente a reflexionar sobre el riesgo que tiene el “triunfalismo científico” de los
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investigadores frente a los nuevos desarrollos tecnológicos, sin la valoración de los efectos que estos adelantos puedan tener sobre el equilibrio de la naturaleza, pues la ciencia no es una fuerza única, omnipotente que por sí misma, mejore siempre al mundo y al universo. Por el contrario, los logros científicos en el pasado no han demostrado ser inequívocamente benéficos y positivos, ni para la especie humana ni para el planeta.
Aureliano Babilonia usted continuará descifrando los signos y las señales de la naturaleza para indicarle a las nuevas generaciones el camino a seguir para que puedan tener una segunda oportunidad sobre la tierra y evitar ser condenados a cien años de soledad y a la pérdida irrecuperable de los recursos naturales. Muchas gracias.
Gabriel García Márquez expresó que Cien años de soledad es un extenso vallenato de 462 páginas. Los amigos de Gonzalo Palomino, creemos también que su obra es un extenso vallenato lleno de importantísimos datos, visiones didácticas sobre la ecología y valerosas denuncias sobre la explotación irracional de los recursos naturales. Muchos de sus amigos hemos recibido en diferentes épocas la honrosa invitación de Gonzalo para participar en diversas organizaciones ambientalistas, algunas de ellas fundadas por él mismo, como: el Grupo ecológico de la Universidad del Tolima, la Red de Acción en Plaguicidas para América Latina (RAP-AL), la Fundación Herencia Verde, la Corporación Semilla de Agua, la Red de Reservas de la Sociedad Civil, la Fundación Ecosistemas del Caribe, la Asociación Vida Sana de Barcelona (España) y la Red por una América Latina Libre de Transgénicos.
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Gonzalo Palomino ha recibido importantes distinciones y reconocimientos entre los cuales se destacan: Conservacionista del año, Propúblicos – Bogotá, 1980; Orden del Ocobo, Gobernación del Tolima, 1982; Condecoración José Celestino Mutis, Ministerio de Salud, 1984; Protector de la Naturaleza, Instituto Dominicano de Bioconservación, 1985; Orden Árbol de la Paz, Fundación Renacer, 1986; Titulo Hijo Ilustre del Tolima, Fundación para el Desarrollo de la Democracia Antonio García, 1986; Exaltación a la labor en Prevención de riesgos, Procuraduría Regional, 1988; Premio Global 500, Naciones Unidas, 1988; Beca WWF – Príncipe Bernardo- WWF – Suiza; Orden del Búho, Contraloría del Tolima; Orden “José Celestino Mutis”, Concejo Municipal de Ibagué, 2000; Reconocimiento por la creación de movimientos ecológicos, Cortolima, 2001; Exaltación académica y gratitud Institucional, Universidad del Tolima, 2002. Leyendo la declaración de principios de los fundadores de la Universidad de los Andes de Bogotá, firmada el 16 de noviembre de 1948, ellos afirmaban que: “Quienes solo hacen por sus semejantes aquello a que la ley los obliga, no están cumpliendo a cabalidad sus deberes, ni son buenos ciudadanos, ni merecen la estimación y el respeto de los demás”(4), sin lugar a dudas, por el contrario, Gonzalo Palomino ha hecho muchísimo más a lo que la ley lo obliga, pues como intelectual, como maestro y como investigador identificado con la defensa de los recursos naturales, ha demostrado su permanente compromiso durante las 24 horas del día y durante los 365 días del año en los últimos 40 años de vinculación con la Universidad del Tolima. Consecuentemente la sociedad tolimense está en mora de rendir admiración, respeto y reconocimiento por la labor de este insigne maestro. Apreciado Gonzalo, finalmente sus entrañables amigos aquí reunidos, queremos expresarle nuestro profundo agradecimiento por la generosa amistad que nos ha brindado durante todos estos años y queremos agradecerle también, porque estamos seguros, que a diferencia de
Referencias bibliográficas 1. Blanco Botero Carlos Armando. (2000). Gonzalo Palomino Ortíz: El chimichagűero que nos enseña a amar y defender los recursos naturales. En: Facetas Ibaguereñas. Reminiscencias. Blanco Botero C.A. Edit. Editorial Aguas Claras S.A. pp 125-127. 2. Pérez Salamanca Camilo. (1996). Como Gaia… defiende la tierra de la hecatombe. En: Reportaje a la Universidad. Talleres de la División de Recursos Educativos de la Universidad del Tolima. pp. 233-236. 3. Pardo Carlos Orlando. (2002). Diccionario de Autores Tolimenses. Pijaos Edit. 289 pp. 4. Arango Daniel. (1998). Los primeros diez años de la Universidad de los Andes. Ediciones Uniandes. 295 pp. * Palabras en el homenaje ofrecido por el Centro Cultural de la Universidad del Tolima, a la vida y obra del profesor Gonzalo Palomino, con ocasión del día de la Tierra, 5 de junio de 2010. ** Profesor Universidad del Tolima. Laboratorio de Investigaciones en Parasitología Tropical (LIPT). Facultad de Ciencias. *** Artículo publicado en la revista del Centro Cultural Universidad del Tolima, Aquelarre, edición N° 18, semestre A de 2010.
Al final el hombre destruyó su mundo que se llamaba tierra*
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Por Gonzalo Palomino Ortiz ** En la antigüedad de las culturas primarias cada persona, cada animal, cada planta, cada colina, cada cristal, cada materialización, correspondía a un espíritu, a un ser abstracto, a un alma que le otorgaba esencia, razón de ser, protección. I.- El último minuto Los inteligentes no pueden marginarse de la situación ambiental que nos amenaza y convierte sus indicadores en tentáculos pegajosos y con capacidad de adhesión; con García Márquez lo veíamos venir y lo buscábamos en sus escritos, sin embargo, nunca aparecieron hasta hace muy poco tiempo cuando le tocó afirmar que «...es ahora cuando tengo la certidumbre de que los grandes poderes económicos, políticos y militares de estos malos tiempos parecen concertados para arrastrarnos hasta un mundo de desigualdades insalvables. Contra ellos, que son dueños de todo, no quedan más poderes que los de la razón, con las armas de la inteligencia y la palabra para inducirlos al último minuto de reflexión que hace falta para salvar el mundo»(1).
Camila Montesinos, de GRAIN en Chile, citada por Silvia Ribeiro, diseña Resistencias Ambientales: «...una de las cosas más necesarias en la época que vivimos es mantener la noción de lo absurdo, la capacidad de seguir asombrándonos y no dejar que los embates de la colonización neoliberal también nos colonicen la mente. Es una resistencia contra las lógicas perversas diseñadas contra las tendencias de la manipulación económica, social y mental... como aquella que propone una ‘apertura gradual a los transgénicos’ con ‘zonas de protección para las razas de maíz mexicano’, bajo la lógica de ‘trabajar adecuadamente con la biotecnología, para convertir el cultivo de maíz en un emporio en el país en donde tiene su origen genético el grano’. La apertura gradual es como es como proponer a las monjitas aceptaran para los embarazos de sus internas solteras “módicas cuotas mensuales”(2). Es que el sinnúmero de hechos que se suceden, que se incorporan a nuestra vida cotidiana flotan en la ignorancia, generalmente se quedan sin ex explicación, pero comienzan a ser parte de nuestro consumismo de cada día. Es por ello
que el rollo de los genes entró, se instaló y ya hace parte del léxico, del mercado, de la ciencia y nos está colonizando; frente a ellos hemos perdido nuestra capacidad de asombro. Si deseamos comprender rápidamente de qué se trata la biotecnología moderna, debemos ponerle un toque de espiritualidad, y salvarnos de su emboscada; debemos observarnos, vernos a nosotros mismos como formados y gobernados por moléculas. Gracias a ellas nos desarrollamos desde microscópicos huevos fertilizados hasta seres humanos completos. II.- La rebelión de los genes La vaina con los genes es que, ahora de moda, aparecieron en primera plana de la noche a la mañana, sin pasado, sin contenidos históricos ni culturales. Si deseamos comprenderlos debemos partir de las mismas moléculas que son simples combinaciones de media docena de elementos comunes, todas del mismo tipo en donde todo lo vivo funciona básicamente de manera idéntica. Y es allí en donde opera la biotecnología, donde desaparecen las partes de las aparentemente sólidas barreras entre las especies. Lo que realmente hace la biotecnología es reorganizar la coreografía de las complejas danzas entre las moléculas.
Pero ese hecho científico en manos de las transnacionales, del gran capital, en manos de los anónimos dueños de Monsanto, y de las productoras de semillas, es lo que hace peligrosas las coreografías resultantes. Consiguen así que las comunidades o grupos dentro de ellas compitan entre sí, abandonando muchas veces sus propios cultivos y formas de manejo histórico y bajo su control. Lejos de ser un tema solamente del medio rural, se introduce otro elemento más general y nocivo: la biodiversidad, el agua, los bosques, el aire, pasan a ser «servicios» que se compran y se venden, (Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo ETC) inicialmente «pagados» a través de aparentes «premios», pero cuando éstos se cortan, alguien tiene que seguir pagando. Se introduce así subrepticiamente la mercantilización y privatización de recursos colectivos a los que todos deberíamos tener derecho, respetando y fortaleciendo a sus custodios históricos y sus formas de vida, para entregarlos a los que puedan pagar por ellos. Para la mayoría de la población, éste es un tema menos obvio que la contaminación transgénica del maíz. Sin embargo, integran la misma lógica perversa: legitimar el asalto a los bienes comunes y su privatización.
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Pero el callejón sin salida se debe a que nuestros países, en manos de los grandes poderes económicos, no han tenido ni van a tener una «apertura gradual» a los transgénicos: han sido violentamente invadidos, contaminando muchas de las razas, de muchas especies, de nuestras comunidades campesinas e indígenas en donde ya se encontró contaminación de maíces nativos. Posiblemente también existe en otros cultivos y animales manejados clandestinamente.
El gran salto del ADN lo percibimos, paradójicamente, en un montón de estatuas mejicanas que exhibían deformaciones de tipo genético, el cual ha generado una teoría sobre la decadencia de los mayas. Pero cuando conocí a los sobrevivientes de la aldea de pescadores de Minamata, Japón, con sus síntomas mutantes, comenzamos a dudar de la seguridad que nos ofrecía la manipulación y mutación de variedades, polen, y algunas incipientes experiencias con células.
Promover y presentar los transgénicos como alternativa en lugar de lo que es, un grave problema, no hace sino un favor a las pocas multinacionales que los controlan, aceptando en la práctica la privatización de los cultivos campesinos mediante las patentes y el control monopólico del mercado.
Los primeros síntomas de enfermedad de Minamata, como se llama en todo el mundo, se diagnosticaron en l953, y ya en 1966 habían muerto 43 personas y otras 68 estaban permanentemente incapacitadas, especialmente por parálisis cerebral. La causa de la enfermedad fue un
envenenamiento con metilmercurio, que es teratogénico (que causa deformidades). Un uso importante de los compuestos de mercurio, que todavía continúa, es como protector de las semillas para evitar el crecimiento de hongos: en Irak hubo cientos de casos de envenenamiento con mercurio cuando, por error, se usaron semillas tratadas para comer; en Ibagué nos ocurrió exactamente igual con la familia Monak que ingirió semillas tratadas. Cuando la explosión de Seveso, en 1976, el reactor químico emitió una nube de dioxina que contaminó 18 km 2 del campo cercano, lo cual obligó a evacuar a 900 personas; y durante el año siguiente el índice de defectuosos congénitos fue mayor a 40 %. Vietnam sigue siendo noticia: su famoso Agente Naranja 2,4,5-T y 2,4,D, utilizado masivamente por las fuerzas norteamericanas, registra un índice de defectos congénitos en las áreas en donde se utilizó, el cual ha subido en un 50%. Los veteranos de la guerra informaron que sufrían de enfermedades que iban desde el cáncer del hígado, defectos relacionados con la reproducción, daños genéticos y desordenes. III.- Agricultura y espiritualidad Del DDT, el DES, la Thalidomida, nos envían sufragios sobre los químicos actuando sobre los cuadros genéticos humanos, y los científicos lo corroboran: no podemos seguir jugando en la misma cancha con genes y manipulaciones. Y es cuando Mario Mejía Gutiérrez, intenta un trabajo muy complejo, con la pretensión de hacer un aporte al movimiento de retorno al campo, de rescate y valoración de culturas rurales primarias, de rechazo a la apropiación de la vida por la cultura industrial, de diálogo de saberes, de reafirmación de la vida como primer valor, de apoyo a la consigna otro mundo es posible. Alguna vez el maestro Mejía nos sorprendió cuando el periodista le preguntó sobre sus escritos con esa dedicación e intensidad; Mario Mejía Gutiérrez respondió: «para la eternidad». Habíamos viajado hasta los altos del Río Pance para enriquecernos con uno de sus talleres sobre Agricultura Ecológica; a Mauricio Veloza, periodista, quien ha descrito el mayor número de fincas especiales en Colombia, casado con la causa, le pareció una magnífica oportunidad para una entrevista «in situ» en una granja espectacular, con un entorno precioso, que ofrecíamos para 50 estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Tolima. Además del trabajo académico, en donde Mario destila sabiduría, se charló sin tapujos sobre sus intimidades intelectuales. El Periodista tenía la ventaja de ver, como en un evento de tenis, los servicios de un lado y el grado de atención y motivación por el otro. Mario puede tener unos 70 años. Lo conocí cuando, primíparo yo, él estaba listo para terminar Agronomía en Universidad Nacional, sede Palmira. Había llegado transferido de Manizales y estaba empeñado en la utopía de erradicar los pajonales convertidos en hábitat de las culebras que con frecuencia se colaban al espacio universitario. En su peregrinación profesional debemos rescatar su afán por transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones;
y así lo encontramos en las universidades de Manizales, Palmira, Bogota, Ibagué... en donde nos empeñamos en convertir las ruinas militares en un frente novedoso de docencia agrícola. Fue Rafael Parga Cortés, de grata recordación, quien un buen día realizó el milagro de localizarlo en Armero, en una tentativa de cultivar y procesar aceite de maní, y conquistarlo para que se vinculara al potro cerrero de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Tolima. Del diálogo entre dos tercos, ganó la nobleza del rector Parga. La historia de la Universidad reposa en las actas olvidadas y empolvadas de la Granja de Armero, para esa época de propiedad del Ministerio de Agricultura y convertida en centro de recreación por y para los militares en la tétrica noche tolimense. Pero la berraquera estudiantil se aferró, en la huelga más prolongada, en su recuperación para la docencia universitaria. Entre construcciones militares, piscinas, y caballos se salvaron algunas especies vegetales exóticas y unos potreros que le permitían conservar el nombre de la granja. «Reconcíliate con todos los seres del cielo y de la tierra... todo entonces será tu amigo... y nada en el universo podrá hacerte daño» (Oración Seicho no ie de Masaharu. Taniguchi, 1936). Para el libro en cuestión, Agricultura y espiritualidad, Mario Mejía Gutiérrez se inspiró en su elaboración; diseñada en diferentes aspectos: historia, filosofía, ética, política, espiritualidad, y una sexta parte sobre nuestros compromisos con la tierra y con la vida. Insiste en que la armonía es clave en la relación Agricultura y espiritualidad vistas como objeto y finalidad. Se trata de crear culturas donde simultáneamente, las personas, las sociedades, son criadas y sustentadas por sistemas de producción, a la vez que ellas crían esos sistemas en armonía social y con la naturaleza. Todo ello, para impedir su absorción por la cultura del urbanismo, bajo la connotación de ecoturismo, modalidad en boga, convertida en bandera de la sociedad de consumo, en donde remanentes con sensibilidad espiritual se consuelan de su incapacidad de retorno a la cultura campesina y se refugian en alternativas capitalistas. Pero cuando le apunta a las ideologías del ambientalismo, comienza a repartir garrote con el Animismo, considerado desde las culturas primarias, en el concepto de que cada persona, cada colina, cada cristal, cada materialización, correspondía a un espíritu, a un ser abstracto, a un alma que le otorgaba esencia, razón de ser y protección. En el mundo occidental, el ecologismo tuvo antecedentes con las expediciones científicas y los jardines botánicos del siglo XVIII, íntimamente ligados a la expansión del colonialismo europeo, a cuyo servicio, por supuesto, trabajaron los luego afamados científicos, viajeros y exploradores de aquella época; esos orígenes, afirma Mejía, culminan con el ecologismo de Henry David Thoreau (18171862), el padre de la desobediencia civil, y sus escritos sobre su vida solitaria en los bosques de Walden durante tres años. Después de un análisis sobre la evolución de lo más reciente
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Se insiste en ese capítulo sobre el hecho de que «los insumos permitidos no son la agricultura orgánica» y se señalan al agricultor y su derivado, el sistema de producción, como los pilares fundamentales de las agriculturas alternativas. Se describen las principales herramientas o insumos permitidos con mayor posibilidad de éxito para Colombia en particular y el trópico en general tal como se han desarrollado en su finquita en Pradera Valle, que divulga, como su nombre lo sugiere, El Manantial, una irrigación de saberes, en donde se vive en la práctica todo lo planteado por Mario en sus disertaciones.
del ecologismo, a Mejía le toca aterrizar en los orígenes de las agriculturas alternativas, pasando rápidamente por la primera revolución verde, la segunda, la tercera revolución, que instaura el reino de los agroquímicos a partir de 1840 y que deriva, ante el fracaso de estos, a propuestas de ingeniería genética a partir de l990. El fundamento de las agriculturas alternativas lo deriva de los postulados de salud con base en alimento abundante y sano para todos como derecho humano.
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«La agricultura orgánica es una actividad de vida, mientras que las revoluciones verdes se apoyan en instrumentos de muerte». Con este concepto entra de lleno en la ética de las agriculturas alternativas, y hace una revisión de los campos de batalla más importantes desde «La primavera silenciosa» hasta «Nuestro futuro robado», dejando una carga de profundidad al uso de herbicidas en Vietnam, en donde sus efectos aun persisten. La agricultura orgánica, más que negocio, explora éticamente la utilización de alelopatías como repelentes y protectantes; métodos de cultivos como las rotaciones, el barbecho, las asociaciones; trampas; microorganismos entomopatógenos y predadores; reciclaje en fincas de materiales para abono; semillas rústicas, etc. que se resumen en una frase: la producción de insumos amigables con la vida. Abre el capítulo sobre política con una frase del Príncipe Carlos de Inglaterra « La ingeniería genética lleva a la humanidad a ámbitos de la sola competencia de Dios». Es por ello tal vez que Mario, en su práctica agrícola, hace honor a la afirmación de que nada tuvieron que ver la ciencia y la tecnología en la invención de la agricultura y que remanentes actuales de diversas culturas primarias, muestran cómo todavía es posible la construcción social e individual con base en saberes primarios, precientíficos y en este texto se regocija con las culturas primarias americanas, especialmente con los amazónicos, mayas y aymaras.
Mario Mejia ha escrito muchos artículos y libros sobre el tema ambiental, pero el que más me gusta es Agriculturas para la vida, en el cual se refiere a los Movimientos Alternativos frente a la agricultura química, (1995), tal vez por lo oportuno, por su amplia aceptación y por haber llenado un vacío cuyas enseñanzas circulan por colegios y universidades. El último capítulo de Agricultura y espiritualidad se parece al cofre de las abuelas, en donde se atesora lo más valioso de la existencia familiar y de toda la dinastía: el agricultor orgánico está convencido que su mejor negocio es ser honesto: de esta manera funciona la solidaridad, el respeto del productor al consumidor, y se merecerá la reciprocidad: dar para recibir. El agricultor no es, pues, el objeto de una propuesta agrícola, sino actor de su proyecto de vida personal, de su proyecto de organización veredal, de su proyecto de construcción social. El libro Agricultura y espiritualidad, está recién salido, ha sido pensado, escrito, impreso y mercadeado dentro de la mejor utopía, no tiene fines de lucro y los productos de su venta están donados a una Fundación para atención a discapacitados. Ahora solamente hace falta leerlo, estudiarlo, aplicarlo y meditarlo como la «Nueva Biblia», que muy seguramente, nos mostrará el camino hacia las nuevas resistencias. Notas García Márquez Gabriel. Con las armas de la razón y la palabra. En: La Jornada. 6 noviembre 2003 México. Silvia Ribeiro. 2004. Lógicas perversas, transgénicos y servicios ambientales. La Jornada, México D. F. Martes 29 de junio de 2004. * Artículo publicado en la revista del Centro Cultural Universidad del Tolima, Aquelarre, edición N°6, semestre A de 2004. ** Profesor. Grupo Ecológico de la Universidad del Tolima
1918: La reforma universitaria de Córdoba
Pierre E. Díaz Pomar Profesor de Planta FCHA UT Hace cien años los estudiantes cordobeses en Argentina se organizaron para expulsar al poder monárquico y eclasiástico de la universidad que con sus funcionarios, hábitos y prácticas habían hecho de la universitas el lugar de las burocracias terratenientes incapaces de entender el espíritu de los tiempos modernos que aquel grupo de jóvenes concebía como autonomía, democracia, oposición de méritos y libertad de cátedra. Darcy Ribeiro define el movimiento de 1918 como “la principal fuerza renovadora de las universidades”. Pasados cien años el clero ya no se sienta en el consejo superior de las universidades públicas y no tiene a su cargo la enseñanza de buena parte de los cursos impartidos, pero hay actores heterónomos, antidemocráticos y dignos representantes de la modernidad abyecta que pretenden tomarse a la universidad para convertirla en el proyecto educativo y económico de las elites locales y del proyecto neoliberal que mercantiliza el conocimiento, hace de la educación un servicio, que define al profesor como una máquina productora de puntos salariales, proyecta al estudiante como mano de obra barata, acrítica y sobrecalificada y supeditan los principios de la universidad a las exigencias del mercado laboral. Es sobre esta realidad en el ámbito educativo universitario que el manifiesto de Córdoba aún puede decir algo a sabiendas de que hay temas y realidades surgidas en el siglo XX que no fueron tenidos en cuenta en 1918. Contexto histórico La Pontificia universidad de Córdoba fue fundada en 1613 por la compañía de Jesús, fue una de las universidades más antiguas del Virreinato de Perú y en la colonia se dedicó a impartir estudios de teología y filosofía para estudiantes
que en su gran mayoría eran religiosos de la compañía. Expulsados los jesuitas, desde 1767 los franciscanos tomaron la dirección de la universidad dando paso a los estudios de derecho y ampliando el ingreso a los hijos de funcionarios virreinales y de familias prestantes. Para 1800 el clero secular dirigió la que desde entonces fue la “Real y Pontificia” y abrió materias de matemáticas y áreas afines. Luego de la llamada revolución de mayo de 1810, la universidad mantuvo al eclesiástico Deán Funes, que fue rector desde 1807 y quien al parecer apoyaba la ruptura con la corona española, y solo hasta 1864 se eliminaron los estudios teológicos. Por decreto del ejecutivo en 1854 la universidad adquirió la calidad de “nacional” y en 1879 en Argentina se reglamentó que las universidades nacionales albergarían estudios de física y matemáticas, medicina, derecho y filosofía y humanidades. Sin embargo, había un abismo entre lo decretado y lo puesto en práctica y en el siglo XX los pocos estudiantes de la clase media argentina que habían logrado ingresar a la universidad confirmaron la desconfianza de la sociedad: la universidad seguía siendo un aparato burocrático del poder monárquico y eclesiástico garante del poder terrateniente argentino en desprecio del conocimiento científico, la democracia y la libertad. Las ideas republicanas, liberales, un tanto las socialistas, y curiosamente las ideas pacifistas y demoliberales del presidente estadounidense intervencionista Jhon Woodrow Wilson sirvieron de marco teórico para la juventud universitaria hija de pequeños comerciantes, de la pequeña propiedad rural y de la industria naciente. Argentina en 1916 por sufragio “universal”, según nos ha querido contar la historia (solo participaron los varones), votó para que el radicalismo llegara al poder y el presidente HipólitoYrigoyen apoyó la lucha estudiantil para derrotar la gauchocracia, es decir al poder terrateniente atrincherado en la universidad.
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5. La propuesta de la enseñanza como una obra de amor, 5. El derecho sagrado a la insurrección, 6. La posibilidad de que el estudiante elija a sus maestros quienes deben ser “verdaderos constructores de almas, los creadores de belleza, de verdad y de bien”, 7. La necesidad de extender socialmente la universidad y 8. Consolidar los estudios científicos modernos.
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La clase media en Argantina había crecido y la ciudad también. El socialismo se convirtió en un referente económico-político mundial con la revolución bolchevique. La primera guerra mundial expulsó de Europa a anarquistas, socialistas y demoliberales, a campesinos, carpinteros, carniceros y zapateros que encontraron en Argentina un refugio donde se encontraron con gente indignada con un régimen señorial que parecía nunca acabar. En América Latina se dio un movimiento intelectual que sabía de la insuficiencia emancipadora de los “procesos independentistas” de principios del siglo XIX, y desde finales del siglo XIX llamó a la independencia y descolonización definitiva: la reivindicación de la nación independiente, el rechazo a la historia colonial y la crítica al proyecto antimoderno de las elites está presente en la poesía, en la intervención en el auditorio, en la charla universitaria, en la cantina, en el ensayo literario y en la nota de la prensa ilegal. José Vasconcelos desde México y su propuesta de raza cósmica, José Enrique Rodó desde Uruguay y su libro Ariel como llamado al nuevo hombre americano, José Ingenieros definido por algunos como el “agitador y guía del movimiento“, el socialismo de Alejandro Palacios, Alejandro Korn y su invitación a reflexionar filosóficamente sobre los principios del movimiento para garantizar una respuesta americana, además de ser autores leídos son hombres escuchados porque leen críticamente la escena contemporánea y porque invitan a los estudiantes a que se tomen las universidades. Para algunos historiadores la visita de Ortega y Gasset a Buneos Aires en 1916 y su idea de generación, entendida como grupo poblacional con sus propias responsabilidades históricas capaz de distanciarse-independizarse de las generaciones anteriores, hacen parte de las influencias múltiples presentes en la cosolidación del movimiento. Por supuesto son las propias lecturas de los estudiantes, su vida en las aulas marcada por el acontecer nacional y mundial lo que los conducirá a proponer un manifiesto que reforme la universidad. El 21 de junio de 1918 “La juventud Argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica” redactó el documento conocido como el Manifiesto de Córdoba. Los objetivos planteados por los estudiantes fueron: 1. Romper con la dominación monárquica y monástica, 2. Erradicar el derecho divino defendido por los profesores anticientíficos, seniles dignos representantes de la sociedad decadente, 3. La reivindicación del estudiante como cuerpo democrático fundamental de la universidad, 4. el llamado a una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende,
Firmado por quince estudiantes, el manifiesto del 21 de junio de 1918 son seis cuartillas que sintetizan la lucha histórica de la universidad por la universidad. El llamado romántico e idealista a la “vinculación espiritual”, a las “fuerzas espirituales”, al “sentimiento” moderno, va articulado con la exigencia positivista de un quehacer científico universitario. El Manifiesto es un llamado a articular el espíritu con la ciencia, “Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las universidades”. Este grupo de estudiantes sabía que sin la unión de dos mundos hasta entonces opuestos, ciencia y espíritu, ciencias duras o puras y ciencias del espíritu, es imposible crear una nueva universidad latinoamericana. En 1928 José Carlos Mariátegui afirmó que la reforma de Córdoba fue el comienzo de una nueva generación latinoamericana espontaneamente revolucionaria que con el tiempo logró definir su posición ideológica contra un aire demoliberal influenciado por el talante reformista del presidente estadounidense Wilson. Para el autor de los Siete ensayos de la realidad peruana el movimiento estudiantil latinoamericano, diez años después del manifiesto de la Universidad de Córdoba, había comprendido que su proyecto revolucionario no se limitaba al ámbito universitario sino que correspondía a un proyecto de renovación latinoamericana. Córdoba generó ruidos continentales que dentro de poco se sintetizaron en las decisiones de los congresos estudiantiles: En México se defendió la docencia y la asistencia libre y la participación de los estudiantes en el gobierno universitario; en Chile se declaró la autonomía universitaria y la posibilidad de los estudiantes de decidir entre el mejor profesor a través de un sistema de excelencia, la revisión de los métodos y de los contenidos de los estudios y propusieron la extensión universitaria para “la vinculación efectiva de la universidad con la vida social”. En Cuba los estudiantes acordaron una verdadera democracia universitaria, una apertura pedagógica y científica y la popularización de la enseñanza. En Colombia además de la independencia (autonomía), la participación estudiantil en el gobierno universitario y la incorporación de nuevos métodos de trabajo, los estudiantes propusieron la apertura de seminarios, cursos especiales, la publicación de revistas y la consolidación de la carrera docente a través de concursos de méritos. En Uruguay, Perú y Guatemala los estudiantes plantearon algo similar a lo propuesto por jóvenes de otros territorios continentales que solo se conocieron entre ellos por el intercambio epistolar y algunas notas de prensa que lograban cruzar las fronteras nacionales. Las críticas a la reforma propuesta en el manifiesto de Córdoba no han sido pocas. Para el ensayista dominicano José isidro Giménes Guillón “La Reforma de Córdoba y de las demás Universidades latinoamericanas fueron, pues, nítidas expresiones de una clase social en auge, ciega o indiferente ante la servidumbre de nuestro campesinado
y la explotación de nuestra naciente clase proletaria. No obstante el paso de avance que tradujo, no obedeció a una filosofía revolucionaria, que respondería a nuestras realidades socioeconómicas y espirituales y acusara un sentido humanístico.” En una línea similar a la de Guillón se expresará en 1970 el sociólogo argentino Jorge Graciarena: El Movimiento reformista no fue revolucionario ni en los hechos ni por propia confesión [...] En su Manifiesto Liminar de 1918 se puede leer: ‘Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de un orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros´. En su etapa inicial, la reforma siempre fue consecuente con este principio, nunca pidió o exigió otra cosa que lo que le era pertinente como movimiento que representaba intereses de clase media, excepto en lo relativo al cogobierno paritario”.
y luchas contemporáneas que abogan por otra educación y por otra universidad. El manifiesto de 1918 fue firmado por hombres clase media. Para el 2018 el manifiesto de la universidad debe ser suscrito por gente de todas las orientaciones sexuales, de todas las clases socieconómicas y apuestas políticas y culturales comprometida con un proyecto emancipador de la sociedad.
Sin embargo, a la línea citada por Graciarena viene la siguiente que es una de las afirmaciones de mayor beligerancia del manifiesto de Córdoba: (…) Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estímulo; la redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son –y dolorosas- de todo continente. Como lo expresó Mariategui, para 1928 Córdoba y sus estudiantes se habían tomado América Latina generando congresos, huelgas y publicaciones que modificaron el quehacer universitario. La extraña mezcla de romanticismo y positivismo sintetizada en 1918 va a ser complementada, revaluada y contextualizada por estudiantes del continente que radicalizarán su posición antiimperialista, antieuropeista y a favor de una universidad propia, popular entendida como una universidad latinoamericana. Las limitaciones y contradicciones ideológicas del proyecto de Córdoba se evidencian con el paso de las décadas. Mujeres, indios, negros, campesinos y trabajadores no son nombrados en el manifiesto. Sin embargo, Córdoba ha significado un giro universitario que aún se alimenta de las tensiones universitarias entre los sectores amigos de la vida y del conocimiento emancipador y los admiradores de las relaciones coloniales. A cien años de la reforma… El manifiesto de Córdoba responde a las preocupaciones de un grupo de estudiantes de la clase media argentina que cuestionaba el carácter señorial de la universidad que en pleno siglo XX seguía siendo la negación del quehacer científico moderno y funcional a los intereses de la clase monástica y terrateniente que educaba a sus hijos para mantener el modelo de vida colonial. Si bien es cierto que el manifiesto sigue hablando en el 2018 porque es claro que muchas universidades siguen ancladas en el mundo colonial, es claro que los objetivos del manifiesto responden a un momento histórico concreto con sus especificidades, sujetos y circunstancias, lo que significa que para hoy debe ser actualizado y también cuestionado desde las realidades
17 Tomado de galería de fotos Unoversidad Nacional de Córdoba
En 1918 los jóvenes de Córdoba pelearon por la consolidación de un quehacer científico moderno capaz de abdicar las verdades del clero y del poder monárquico. Para el 2018 es clara la oposición que se debe hacer desde la universidad a la ciencia supeditada a la guerra y a los intereses de las multinacionales que atentan contra los ecosistemas, el trabajo digno, la vida y el mundo. El pluralismo científico en clave emancipatoria debe ser la exigencia de una universidad que hace un uso ético de su producción académica e investigativa. En 1918 eran pocos y solo hombres los que tenían acceso a la universidad. En el siglo XXI la universidad debe ser gratuita y debe garantizar el ingreso y las condiciones totales de permanencia en la institución para el estudiantado socioeconómicamente más desfavorecido. Los jóvenes de Córdoba se manifestaron por la modernización de la universidad y de la sociedad convencidos de que era la única manera de romper con el cordón histórico colonial que mantenía postergada la modernidad. Para hoy solo es posible la universidad emancipada y emancipadora que acoge entre sus aulas y ambiente la modernidad crítica, las modernidades alternativas y las alternativas a la modernidad productoras de conocimiento que dignifica la vida de todas las especies, comprende la necesidad del cuidado de la naturaleza (que también es el cuidado de sí como especie humana) y se opone al modo de producción del capital.
A diferencia del discurso universitario de 1918 que entendía la universidad como institución garante del proyecto de nación moderna, monolingüe y liberal y que aún veía como prototipo de sociedad latinoamericana a Europa o los Estados Unidos de Norte América, ahora urge una universidad que reivindica el continente multisocietal constituido por múltiples espacialidades y temporalidades históricas emancipadoras. Esto significa que el racismo, el machismo, el sexismo, la explotación laboral y la discriminación no pueden estar presentes en ninguna institución universitaria y además de eso la universidad debe ser un lugar de cuestionamiento y acción permanente contra cualquier discurso y práctica excluyente. A diferencia de los comienzos del siglo XX cuando el proyecto de progreso auspiciado por la universidad no reflexionaba sobre los efectos ambientales, en el siglo XXI es inadmisible una universidad concebida para favorecer cualquier proyecto de explotación que atente contra la vida en todas sus manifestaciones.
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Muchas de las iniciativas de Córdoba siguen estando vigentes y son de suma obligación en cualquier universidad que se digne democrática: La participación del estudiantado en la elección de las autoridades y en la toma de las decisiones; el principio de autonomía que le permite a las universidades darse sus propias leyes, autocuestionarse y criticar a los gobiernos nacionales y sus políticas educativas cuando atentan contra el bienestar social; la necesidad de extender socialmente la universidad, entre otros. También sabemos de los inconvenientes generados por una interpretación oportunista y amañada de lo manifestado en Córdoba: sindicatos de trabajadores que en ciertas universidades latinoamericanas decidieron, en nombre de la autonomía universitaria, romper con cualquier compromiso ético y social pensando en sus intereses corporativistas y
creyéndose los nuevos y únicos dueños de la universidad; gobiernos y cogobiernos dominados por la pugna políticoideológica regional que desampararon el fin académico de la institución; profesores con pocos méritos académicos pero con una gran verborrea ideológica que con apoyo estudiantil y profesoral terminaron convirtiéndose en catedráticos vitalicios nietos de Torquemada o en burócratas paquidérmicos ajenos de un proyecto académico. Sería de gran ingenuidad plantear que lo firmado en 1918 por quince estudiantes de la Universidad de Córdoba recoge de manera fiel las exigencias que cien años después acompañan la lucha estudiantil y universitaria latinoamericana y del mundo. No obstante, es innegable el valor histórico de lo consignado en el manifiesto por cuanto es la evidencia de que las ganancias universitarias solo son el resultado de la lectura crítica sobre la propia universidad y la organización diversa y manconcomunada capaz de llegar a un acuerdo sobre lo fundamental garante de una universidad creativa, multiversa y emancipada. Bibliografía - Daniel Mato (2008). “Actualizar los postulados de la reforma universitaria de 1918”. Clacso. Disponible en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/ gt/20101109082231/16mato.pdf / https://www.unc.edu. ar/sobre-la-unc/or%C3%ADgenes - Carlos Tunnerman (2008), Noventa años de la reforma universitaria de Córdoba (1918-2008). Argentina, clacso. - “La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica” (Manifesto del 21 de junio de 1918) (Córdoba, 1918). Clacso, disponible en http://bibliotecavirtual. clacso.org.ar/clacso/gt/20101109083227/20juve.pdf
Estudiantes arrestados por la policía. Tomado de galería de fotos Universidad Nacional de Córdoba
Manifiesto: La Universidad que queremos
19 Ricardo Andrés Pérez Profesor de Planta FCHA UT I Empecemos por clarificar que la educación no es un servicio público, sino un derecho para todas las personas que como tal es inalienable y que se materializa en el proceso que vive el ser humano desde su concepción, luego su crecimiento y en definitiva su participación en una sociedad, en la que ha de tener la posibilidad de alcanzar el máximo desarrollo de su ser. El saber y el conocimiento son la substancia de la educación y por eso mismo deben ser buscados con ahínco, en una dialéctica que se puede plantear como la de maestro y discípulo; o, más bien, la de diversos seres libres que interactúan entre sí para abrir caminos de experiencia del mundo y de aprehensión del mismo. II Para rastrear un orden en los procesos educativos, necesario para definir la universidad que se anhela, podemos empezar por la educación dada por un padre y una madre que originan un ser y le cuidan; o por aquellas personas que, por diferentes circunstancias, crían, velan y responden por el bienestar de un infante. Son estos los maestros iniciales que “muestran” o “propagan” un saber, una manera de apropiarse y desenvolverse en el mundo. Luego viene la educación dada en el llamado jardín infantil, en otros casos con una madre sustituta que muchas veces ha sido un recurso para que los hijos estén en algún lado, al cuidado de alguien que responda por ellos. Así ocurre muchas veces en nuestro país.
Naturalmente, desde el siglo XX y según el grupo social con bajo o alto recurso económico, podemos decir que los dispositivos de los medios masivos de comunicación han estado presentes para posesionarse de maestros casi ininterpelables; y que definitivamente han transformado la percepción, que es el proceso de apropiación de la realidad, definitivo en cualquier proyecto educativo. Continúa en el proceso educativo la institución de la escuela o colegio, que mayormente ha estado direccionada en pos de la acumulación de conocimiento, con pocas posibilidades reflexivas, y apagando el espíritu curioso y de experimentación natural en el ser humano. Y, para muchos, simplemente ha sido el espacio en el cual queden los niños, mientras los padres trabajan en pos de la sobrevivencia diaria.
El espíritu creativo e investigativo tan inherente a los niños ha sido en numerosas ocasiones sepultado por una educación coercitiva y de mera acumulación de conocimientos.
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En Colombia se propuso una prueba piloto con la implementación de la promoción automática en la primaria en 1.987; un piloto que nunca se completó y que terminó por legalizarse y extenderse al bachillerato sin que se desarrollaran las nuevas pedagogías, ni la activación del educando como creador partícipe de la clase, y hubiese un verdadero seguimiento personal a los estudiantes. Todas las “buenas intenciones” quedaron literalmente exterminadas por la baja inversión en el sistema educativo al que los gobernantes y las políticas dictaminadas desde el exterior, le obligaban a ser rentable dejando relegado el aprendizaje, con la regla de que nadie (o bueno, un bajísimo 5% de los estudiantes de cada grado) podía repetir el año educativo. Entonces se graduaba personas en serie sin que hubiese posibilidad alguna de perder el año, lo que ocasionó una epidemia de cero estudio, cero esfuerzo y cero aprendizaje, debido a que desde hace mucho tiempo la mayoría de seres humanos y en este caso los colombianos, nos hemos acostumbrado a una clara cultura del premio o el castigo para cumplir con labores de la vida; y al no haber problema o “castigo”, entonces: ¿Para qué estudiar? Además el sistema educativo público ha tenido eximia inversión para la formación y el salario de los profesores de educación primaria y secundaria; también escaso para los profesores de universidad, sobre todo los que tienen la condición de ser catedráticos, es decir con contratos de pago por impartir determinadas materias y horas de clase sin vinculación permanente, ni con todas las condiciones que debe tener un empleo digno. Esto se ha sumado al caldo de cultivo del país sobrepasado por la práctica y venta de estilos de vida en los que el dinero fácil y el menor esfuerzo se han practicado, desde el gobernante más connotado hasta la persona nacida en la pobreza absoluta. Y luego de la secundaria es cuando debería venir la universidad, que se ve relegada por la necesidad apremiante de las personas de subsistir; de resolver la comida diaria, las cuotas mensuales o, en resumidas cuentas, el bienestar de la familia. III Dado el caso de que la educación universitaria pueda ser cursada, debería equivaler a un germen de libertad, o por lo menos, a la educación más libre que retorne al espíritu amplio, curioso y experimentador inherente al ser humano,
como cuando empieza a conocer el mundo, en su primera infancia. La universidad debe ser plural con espacio para el mundo de las ideas, de la teoría, de la práctica, del debate, del conocimiento y del saber expresado en obras. Es el campus para soñar, es el campus de la investigación y la creación. Y más allá de funcionar en un conjunto de edificios, es decir campus; funciona en las mentes, se desarrolla es en las mentes de los individuos que la conforman y en ese devenir es también ella una utopía, aquella como la isla fabulada por Tomás Moro(1) a la que se llega con inclusión, libertad y regulación propia. Es decir con una verdad. Con relación a la palabra “verdad” y su significado, podemos citar a Jaques Derrida cuando escribe: Sin duda el estatus y el devenir de la verdad, al igual que el valor de verdad, dan lugar a discusiones infinitas (verdad de adecuación, o verdad de revelación, verdad como objeto de discursos teórico-constatativos o de acontecimientos poético-performativos, etc.). Pero eso se discute justamente, de forma privilegiada, en la Universidad y en los departamentos pertenecientes a las Humanidades. (2). Y la universidad, con el poder de la utopía y de la verdad, es aquél espacio en el que confluyen las diversas personas que quieren educarse, tanto el estudiante, como el profesor, como la comunidad; en general los niños, jóvenes y adultos que propenden por compartir, intercambiar y adquirir conocimientos y saberes que les han de ser útiles en la construcción de un país o de una humanidad. Y entiéndase en este caso “humanidad”, como el devenir de la comunidad de seres vivos que conviven en un equilibrio, sin que ninguna especie se crea superior a las demás y dueña de las otras para exterminarlas, para acabar con su posibilidad de perpetuarse dignamente o de dañar el hábitat común de todos los seres. IV La universidad es el espacio de la “educación en lo superior y para lo superior”(3), por lo cual no debe educar direccionada exclusivamente a un mundo laboral y según los intereses empresariales, sino que debe educar para la formación integral del ser y para la vida, para pensar, investigar y crear y para que los conocimientos y saberes generados desde ella lleguen a la sociedad y la región en la que existe. Nunca está al vaivén de las carreras que generan ingresos, o productibilidad o tecnología, porque la principal tecnología es la del pensamiento: ilimitado, no reduccionista y que se ocupa del ser y del estar en el mundo y de todos los problemas metafísicos y físicos que ello conlleva. Así mismo la región en la que está fundada debe ser materia de investigación y de trabajo académico, porque debe hacer avanzar a su territorio nativo con modelos y pensamiento propio, no importados ni impuestos desde afuera. La investigación se puede trabajar más allá de las fronteras de las disciplinas que son delimitadas en los programas de la universidad. La investigación parte del mundo y confluye hacia el mismo, y el mundo es plural, entonces la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad son posibles en la investigación. Por esto es que desde los primeros semestres los estudiantes deben tener una conciencia de su sociedad e inclusive una participación en proyectos de investigación en los que estén implicados su gente, sus
territorios y el contexto que les rodea. El territorio rural, el urbano, la naturaleza, deben ser espacios de actuación y objetos de estudio de la universidad. Se debe pensar, por ejemplo, en la posibilidad de trabajos y proyectos en instituciones como las de educación básica primaria y secundaria para que haya un permanente fortalecimiento y retroalimentación de la educación hacia un progreso conjunto y regional. Se trabaja con la gente de su entorno, se conocen sus necesidades, anhelos y, en consecuencia, se propende por el mejoramiento común de las condiciones de vida. V Las políticas de la educación no pueden venir dictaminadas desde entes internacionales como el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el banco mundial (ni tampoco ninguna otra política de un país soberano). Tampoco desde convenios europeos como el de la reforma de Bolonia (iniciada en 1.999) que al final impuso que las universidades produjeran graduados para las necesidades del mundo empresarial, produciendo –entre muchas consecuencias- la marginación de las Ciencias Sociales, las Humanidades y las Artes.
Esa reforma dictaminó las políticas de las universidades pero no solo las europeas sino se extendió a la mayor parte del mundo como por ejemplo Latinoamérica, en la política de educación de cada nación. La disminución de los semestres con la consecuente recarga académica en la que quedaron los programas; el establecimiento de los “másteres” y posgrados como negocio y menú especializado; la falta de actividades, oportunidad y tiempo para pensar cada país se propagó por las universidades latinoamericanas como un virus; así como también las políticas de establecimiento de programas técnicos y tecnológicos que cursados en dos o tres años suplen la necesidad de empleos específicos para emporios o multinacionales que usufructúan de recursos naturales o del sector de consumo de servicios. Se continúa una dominación cultural y reconversión neoliberal con tratados de libre comercio, con extracción de los conocimientos, extracción de recursos naturales por multinacionales que arrasan el medio ambiente y capturan el ADN de toda la biodiversidad para patentarlos en el “primer mundo”. Hay que acabar con la “estratificación” de países impuesta desde los intereses que buscan mantener un orden mundial piramidal de explotación y colonización neoliberal que exprime a unos pueblos y destruye el planeta y sus recursos. La educación debe ser libre y para seres libres sin opresiones, sin explotación. Las investigaciones de la universidad tampoco deben ser ordenadas desde los emporios empresariales, sino que nacen del pensamiento formado en ella, aunque en distintos
casos se relacionará con empresas y entidades prestas a trabajar el denominado “desarrollo”, no como una meta impuesta en dirección colonialista y neoliberal, sino con un modelo propio construido desde la memoria histórica y planeado para las condiciones de vida y de bienestar en relación con la identidad propia y autónoma. De manera equivalente a como lo han planteado los pueblos indígenas en Ecuador y Bolivia con el concepto de Sumak Kawsay o Buen Vivir. Es por esto que la condición impuesta, que determina estratificaciones del desarrollo se debe rechazar y anular; en ese sentido, el autor Gustavo Esteva define: El subdesarrollo comenzó, por tanto, el 20 de enero de 1949. Ese día, dos mil millones de personas se volvieron subdesarrolladas. En realidad, desde entonces dejaron de ser lo que eran, en toda su diversidad, y se convirtieron en un espejo invertido de la realidad de otros: un espejo que los desprecia y los envía al final de la cola, un espejo que reduce la definición de su identidad, la de una mayoría heterogénea y diversa, a los términos de una minoría pequeña y homogeneizante. (4) VI La universidad existe como institución, que debe ser la más autónoma de las instituciones estatales, y es el espacio para pensar, afianzar y crear la mirada crítica a la región, al país y al mundo. Debe ser un modelo de democracia participativa en la cual prácticas de la política en Colombia como las dádivas, compromisos de contratos, el serrucho de los recursos, las amenazas o fraudes no tengan lugar. La planta profesoral y la vinculación de funcionarios debe ser siempre por concurso público de méritos, su organigrama administrativo debe ser repensado para que no haya espacio para la burocracia o el clientelismo. Las reformas, los planes de desarrollo y su orientación deben ser construidos en colectividad de conciencia y ética pública, no escritos exclusivamente desde los ministerios o las directivas. Se debe crear una conciencia de lo público, de nuestra participación como sujetos políticos que definen un destino de bienestar colectivo. Luego de formar esa conciencia, las elecciones deben funcionar por voto de los estamentos para cargos directivos, con la verdadera opción de candidatos distintos con planteamientos propios. La independencia y la autonomía han de ser el sello de identidad de la universidad, necesarias para formar seres pensantes, autosuficientes y propositivos. VII La universidad pública debe tener dos columnas financieras: la regional y la nacional. Su financiación es pública, a través de los impuestos de todos los ciudadanos y ciudadanas. Porque debido a que el bien más valioso es la educación, por eso mismo esta debe tener las condiciones de gratuidad o de valor simbólico o ínfimo en sus matrículas. En la matrícula se empeña la palabra, al estilo de lo valioso que esta es para nuestros ancestros indígenas, es decir que quién se compromete a estudiar, lo hace con la entrega total que le da el hecho de haber dado la palabra y el valor simbólico en una matrícula. Y si alguien se compromete como profesor, también ofrece el mejor esfuerzo y toda la experiencia en la que el maestro que orienta un proceso
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de enseñanza, siempre también aprende y se amplía el pensamiento de estudiantes y profesores. Finalmente, quién realiza trámites, administra o maneja recursos, lo debe hacer con honestidad y trasparencia; o sino debe renunciar o la comunidad revocarle su mandato, principio básico de la democracia participativa y de la autonomía universitaria. La matrícula es un valor simbólico que representa mucho más, no a nivel económico sino al nivel trascendental de recibir una educación y construir y compartir conocimiento y saberes. La matrícula nunca puede seguir una lógica consumista, por lo menos en una universidad pública. VIII
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La universidad debe ser capaz de mirar el conocimiento y los saberes en su completa amplitud; es así como debe trabajar la Naturaleza, las Humanidades, las posibilidades de la tierra, el Arte, las culturas, la Justicia, el bienestar animal y humano, las Ciencias, los desarrollos tecnológicos y sus inciertas fronteras; para poder encontrar su lugar como guía de visiones del mundo en la construcción de una ética respecto del devenir social y humanista, entendiendo la última palabra a partir de la definición del numeral III de “humanidad”: el devenir de la comunidad de seres vivos que conviven en un equilibrio, sin que ninguna especie se crea superior a las demás y dueña de las otras para exterminarlas, para acabar con su posibilidad de perpetuarse dignamente o de dañar el hábitat común de todos los seres. IX La universidad no persigue figurar, la mayoría de las veces su labor es certera, silenciosa e irrefrenable. Da permanentes insumos de justicia social y de equilibrio antibélico a través de su labor educativa. X La universidad es capaz de crear sus propios entes fiscales que la autorregulen permanentemente, y acepta la revisión de entes gubernamentales porque su naturaleza debe ser
la transparencia, para que emprenda acciones al existir una falla de la autorregulación. XI La universidad es también una unidad, organismo vivo imbricado al resto del cuerpo de una región y de un país, por lo cual es centro transformador y reflejo del Tolima y de Colombia; y así como en un “Aleph”(5), vislumbrado por Borges en su cuento del mismo título, en ella confluyen el conocimiento y el saber universales que serán decantados por la región. Y desde ella se proyectarán sus conocimientos y su saber hacia su territorio nativo y hacia el mundo. Es esta universidad la que relaciona el escarabajo con el colibrí, la que debate e investiga cómo organismo vivo y pensante a su región y a su país; la que construye identidad y memoria en contra de la indefinición, la dominación, el olvido y la indiferencia. La que inventa, crea y desarrolla obras que transforman con arraigo, fortaleza y beatitud su entorno… ¡Es esa la Universidad del Tolima que queremos! ¡La que queremos y soñamos! REFERENCIAS (1) MORO, Tomás. pensamiento.
(2004).
Utopía. Weblioteca
del
(2) DERRIDA, Jacques. (2002). Universidad sin condición. Editorial Trotta. Pág. 10 (3) BORRERO, Alfonso, S.J. (1995). ¿Y el maestro universitario?. Orientaciones universitarias N°13. Pontificia Universidad Javeriana. Pág. 51 (4) ESTEVA, Gustavo, (1996). Desarrollo. En: Sachs, Wolfgang (Ed.). Diccionario del desarrollo. Una guía del conocimiento como poder. PRATEC. Pág. 53 (5) BORGES, Jorge Luis. (1995). El Aleph. Alianza Editorial.
El impacto financiero de la cátedra en la Universidad del Tolima
23 Fotografía: Tu Radio
Alexander Martínez Rivillas Representante de los profesores ante el CSU-UT Una vez revisadas las cifras de los años 2015, 2016 y 2017, es mi deber mencionar algunas conclusiones básicas sobre las medidas de austeridad que se han aplicado en la institución: 1. Los liderazgos de los docentes en las direcciones, departamentos, secretarias académicas, y las supresiones de otros cargos ya consabidas, nos llevaron a casi 8.000 millones de ahorros brutos anuales en el antiguo rubro de gastos de personal administrativo. No es cierto que estos ahorros sean meras apariencias, lo cual puede ser constatado en los informes financieros publicados en la página institucional y en mis presentaciones ante el profesorado[1]. De hecho, las unidades académicas de ciencias de la salud y de ciencias humanas y artes aún deben hacer esfuerzos adicionales para que sus profesores de planta ocupen los cargos respectivos, lo cual mejorará esta meta. 2. En virtud de los anteriores cambios, puedo afirmar que los avances en la gestión del currículo están a la vista, lo mismo que en los desarrollos del proceso ordinario de acreditaciones. Es necesario incrementar la planta profesoral, lo cual sigo exigiendo como un imperativo para asegurar la modernización académico-administrativa de la institución.
3. La Gobernación y la Nación han incrementado las transferencias en más de $4.500 millones anuales desde 2017, lo que ha contribuido y seguirá contribuyendo a enfrentar los números deficitarios que recibimos de la administración Muñoz Ñungo, los cuales alcanzaron los $25.000 millones al cierre del año 2016. 4. Los docentes hemos hecho enormes sacrificios para poder enfrentar el déficit generado, lo que solo se ha podido mitigar con algunos recursos para capacitación, proyectos de investigación y publicaciones. Queda mucho por hacer y sigo exigiendo la normalización de las inversiones en otros rubros, como es de conocimiento de muchos de ustedes. 5. En cifras globales, la institución cerrará el presente año con un déficit de 9.700 millones aproximadamente, cifra que puede ser menor o mayor dependiendo de decisiones como el levantamiento de la prima técnica, la aprobación de la modernización de la estructura académicoadministrativa, entre otras medidas. Recuérdese que si no se hubieran aplicado las medidas mencionadas en el punto 1, y otras relativas al plan de austeridad, el cierre del déficit de 2017 ascendería 36.000 millones aproximadamente, lo que nos hubiese colocado de nuevo ante un escenario de intervención y de impagos de salarios. 6. Si se observan los siguientes cuadros consolidados a partir de los datos suministrados por la Dirección Contable y Financiera de la UT, se pueden sacar las siguientes conclusiones (se advierte que las cifras son nominales):
6.1 (Véase la Tabla1) Ingresos por inscripciones y matriculas e inversiones en cátedras, 2015-2017. CÓDIGO
NOMBRE
PROGRAMAS DE PREGRADO Y POSGRADOS 02034201
PROGRAMAS DE PRESENCIAL
0203420101
Inscripciones
0203420102
Matriculas
02034202
PROGRAMAS DE DISTANCIA
0203420201
Inscripciones
0203420202
Matriculas
02034205
PROGRAMAS DE POSGRADOS
CÓDIGO
NOMBRE
HORAS CATEDRAS DE PREGRADO Y DE POSGRADOS 32012 HORAS CATEDRA DE PREGRADO 3201201 Cátedras modalidad presencial 3201202 Cátedras modalidad distancia 32013 HORAS CATEDRA DE POSGRADOS 3201305 Cátedras
VIGENCIA 2015 PRESUPUESTO RECAUDO DEFINITIVO ACUMULADO
36.908.530.106 9.536.271.262 580.516.777 8.955.754.484 21.509.525.018 1.311.768.066 20.197.756.952 5.862.733.826
42.953.513.403 13.065.588.741 794.260.862 12.271.327.879 21.847.922.643 336.859.274 21.511.063.369 8.040.002.019
0,491788931
• El recaudo de presencial de 2017 recuperó el nivel de 2015. • El recaudo de distancia no se ha recuperado dado el descenso de matrículas de 2016, derivado de la crisis Muñoz Ñungo, pero tiende a mejorar en 2017. • Las matrículas de presencial y distancia cayeron en 2016 pero tienden a mejorar en 2017. • El indicador de eficiencia (costos de cátedra contra ingresos de inscripción y matrícula) muestra que, por 1 peso que se recibió en matrículas e inscripciones, se pagó 0,49 pesos en cátedras (2015 de la gestión de MuñozÑungo). Para 2016, momento de la crisis heredada, el indicador sube a 0,72 pesos. Y en 2017, con las medidas tomadas, desciende a 0,57 pesos en cátedras por 1 peso ingresado, lo cual permite afirmar que, ante un incremento del recaudo de distancia para 2018, quizás se pueda llegar a superar el guarismo de 2015, pero sin generar déficit, lo que sí sucedió con Muñoz Ñungo.
6.2 (Véase la Tabla 2) Número de matrículas e inversiones en cátedras, 2015-2017. Presencial
Distancia
Matrículas A-2015
22.039
8.707
13.332
Matrículas B-2015
20.837
8.722
12.115
Total
42.876
492.678
Indicador de eficiencia (Costo cátedra en presencial y distancia/total matrícula año)
Presencial
Distancia
Matrículas A-2016
18.831
8.318
10.513
Matrículas B-2016
18.027
8.110
9.917
Total
36.858
540.981
Indicador de eficiencia (Costo cátedra en presencial y distancia/total matrícula año)
Presencial
Distancia
Matrículas A-2017
18.007
8.032
9.975
Matrículas B-2017
18.566
8.526
10.040
36.573
542.901
Total Indicador de eficiencia (Costo cátedra en presencial y distancia/total matrícula año)
32.302.109.927 8.212.434.463 472.876.635 7.739.557.828 16.976.357.089 428.745.933 16.547.611.156 7.113.318.375
27.506.653.692 9.163.961.738 773.886.992 8.390.074.746 12.135.168.539 500.165.120 11.635.003.419 6207523415
VIGENCIA 2017 PRESUPUESTO RECAUDO DEFINITIVO ACUMULADO
31.464.116.369 7.706.109.369 258.960.120 7.447.149.249 15.894.817.438 571.700.428 15.323.117.010 7.863.189.562
34.345.304.414 13.336.262.391 838.750.000 12.497.512.391 14.153.713.985 572.037.119 13.581.676.866 6.855.328.039
VIGENCIA 2015 VIGENCIA 2016 VIGENCIA 2017 PRESUPUESTO PRESUPUESTO PRESUPUESTO PRESUPUESTO PRESUPUESTO PRESUPUESTO DEFINITIVO EJECUTADO DEFINITIVO EJECUTADO DEFINITIVO EJECUTADO 21.124.062.453 21.124.062.453 19.974.313.128 19.939.474.418 19.878.226.562 19.855.504.031 16.613.388.038 16.613.388.038 16.841.360.525 16.840.191.100 15.659.721.623 15.659.721.623 7.508.768.219 7.508.768.219 7.660.185.480 7.659.016.055 10.564.265.549 10.564.265.549 9.104.619.819 9.104.619.819 9.181.175.045 9.181.175.045 5.095.456.074 5.095.456.074 4.510.674.415 4.510.674.415 3.132.952.602 3.099.283.317 4.218.504.939 4.195.782.408 4.510.674.415 4.510.674.415 3.132.952.602 3.099.283.317 4.218.504.939 4.195.782.408
Indicador de eficiencia de la inversión (Pago horas cátedras/Ingresos por inscripciones y matrículas)
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VIGENCIA 2016 PRESUPUESTO RECAUDO DEFINITIVO ACUMULADO
0,724896407
0,578114079
• En 2016 se cancelaron $540 mil en horas cátedras por cada matrícula año. En 2017 se invirtieron $542 mil en horas cátedras por cada matrícula año. Por tanto, entre 2015 y 2017 se presentó un aumento real del gasto de hora cátedra de $50 mil, y un incremento real de la hora cátedra de $1.836 millones para todas las matrículas atendidas en 2017. • El costo de las horas cátedras de pregrado y posgrado (tanto en presencial como en distancia) tiende a disminuir entre 2015 y 2017. No obstante, si discriminamos el rubro, distancia disminuyó el costo de cátedra, mientras que presencial pregrado lo incrementó en 3.000 millones, explicable por la contratación de horas cátedra para suplir los cursos que no pudieron ser asumidos por los docentes que ocuparon cargos directivos académicos. No obstante, se debe considerar que, otros profesores de planta también aumentaron sus horas de clase en posgrado, se optimizó el costo de contratación de catedráticos, entre otras medidas, por lo cual el aumento real del costo de hora cátedra en función de las matrículas totales atendidas de la universidad se acercó a $1.836 millones en 2017 respecto a 2015. Por tanto, gracias a los esfuerzos de los docentes de planta que ocuparon las direcciones académicas y a la supresión de los antiguos profesionales de apoyo, el ahorro neto asciende a casi $4.500 millones anuales aproximadamente, obtenido de restarle al ahorro bruto de $8.000 millones del punto 1, los $1.836 millones, los costos de incentivos y otros gastos menores, lo que contradice la especulación de los detractores de las medidas de ahorro.
Con las anteriores notas espero contribuir al debate universitario sobre las verdaderas dimensiones de la crisis financiera de la UT, y los impactos financieros que he podido constatar. Resultados que nos inducen a pensar que aún debemos realizar otros esfuerzos para una modernización aceptable de la institución. Notas
[1]http://asputol.blogspot.com.co/2017/05/ comparar-es-bueno-cuando-se-trata-de.html ; http:// unidosporlareformaut2016.blogspot.com.co/2017/11/ • En 2015 se pagaron $492 mil en horas cátedra por cada presentacion-asamblea-general-de.html. matrícula año (presencial y distancia).
Diferencia costo cátedra por matricula total 2015-2017 Valor anterior por matrícula total 2017
50.223
1.836.791.089
Formalización laboral del profesorado universitario: un imperativo
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Oscar Abel Cardona Hurtado trabajadores de la educación, pueden traer consecuencias Profesor catedrático Facultad de Ciencias negativas para las finanzas de estas instituciones, debido a que podrían verse obligadas a pagar indemnizaciones por Las universidades estatales colombianas vinculan sus el no acatamiento de fallos judiciales. Los gobiernos y los docentes básicamente utilizando tres figuras: planta, directivos de las universidades deben hacer los esfuerzos ocasional y hora cátedra. Los profesores de planta disfrutan necesarios para volver realidad la formalización laboral de condiciones laborales dignas; aquellos contratados de miles de educadores que prestan sus servicios a las como ocasionales, gozan de algunas garantías, pero no universidades públicas del país. tienen contrato por los 12 meses del año, y no cuentan con estabilidad laboral; los contratados por hora cátedra Según la ley cuarta de 1992, un catedrático, además de constituyen cerca del 80% de la totalidad, y padecen ser un individuo con experticia en un ámbito particular precarias condiciones laborales. Sin importar la forma de del conocimiento, debe ser un funcionario público, que vinculación, todos los profesores universitarios cumplen en horas en las que no realiza sus actividades laborales labores misionales en los centros educativos y tienen las cotidianas, se dedica a orientar cátedra en una universidad mismas obligaciones con los estudiantes y con la comunidad estatal. Por ejemplo, un Juez de la República que labora en en general. Desafortunadamente, se está abusando de la el día en el Juzgado, y en horas de la noche orienta clases en figura del profesor de cátedra, contratando la mayoría de una universidad pública es un catedrático. En la actualidad, docentes mediante esta figura, con el objetivo de invertir cerca del 80% de los docentes de las universidades estatales menos recursos económicos. La gran mayoría de cátedras son contratados bajo la figura de hora cátedra, y la gran en las universidades son asumidas por estos docentes en mayoría de estos no son empleados públicos ni expertos condiciones laborales precarias. Un requisito indispensable en un campo específico del conocimiento. Los directivos de para alcanzar una calidad académica real, y no en el las universidades abusan de esta figura, con el pretexto de papel, es una planta docente que goce de condiciones que no cuentan con el suficiente presupuesto para contratar dignas de trabajo. Las prácticas que se están realizando profesores de planta. en las universidades, violando los derechos de miles de
En la actualidad, ocho de cada diez docentes de las universidades estatales, son contratados por hora cátedra; a muchos de ellos se les llama en forma errónea catedráticos, son contratados por ocho meses al año (16 semanas por semestre académico), y solo se les reconoce remuneración por el trabajo que realizan en los encuentros presenciales con los estudiantes. Pero la orientación de una cátedra no se limita al encuentro con los estudiantes en el aula o en el laboratorio; antes y después de estos encuentros los profesores debe realizar otras actividades como: estudiar las temáticas, elaborar guías de clase y/o laboratorio, estudiar y preparar estrategias de enseñanza, preparar exposiciones, diseñar talleres, diseñar evaluaciones, asesorar a los estudiantes personalmente y por medios virtuales, calificar trabajos y evaluaciones, diligenciar formatos institucionales, realizar cómputos y registrar calificaciones en plataformas. Es decir, las universidades les brindan unas condiciones laborales precarias a la mayoría de docentes, y en contraste, les han trasladado una responsabilidad que no es de poca monta: la tarea de impartir el 80% de la enseñanza, tal vez la principal misión de la universidad.
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Una palabra que se escucha habitualmente en los pasillos de las universidades y que se puede leer en los documentos institucionales es: acreditación. Los directivos enfocan sus esfuerzos en buscar la acreditación de los programas académicos y la acreditación institucional, debido a que el Gobierno condiciona la transferencia de recursos económicos al logro de estas. Pero es difícil entender que el Gobierno le otorgue acreditación de alta calidad
a una universidad en la que ocho de cada diez docentes padecen lamentables condiciones laborales. Una condición indispensable para impartir educación de calidad, en la práctica, y no en el papel, es contar con una planta docente que goce de garantías laborales. Para realizar todas las actividades que demandan la orientación de una cátedra, los docentes requieren todo el respaldo de las universidades. Los profesores denominados catedráticos cumplen labores misionales en las universidades. En los centros educativos se violan los derechos de estos trabajadores con el tipo de contratación que se les brinda. Sentencias de la Corte constitucional como la C-006 de 1996 y la C-614 de 2009, son irrespetadas habitualmente. El no acatamiento de estos mandatos judiciales por parte de directivos universitarios, puede en algún momento obligar a las instituciones a pagar indemnizaciones por denuncias de sus trabajadores, y así causar detrimento patrimonial, poniendo en riesgo las finanzas de las universidades. Hay suficientes razones para exigirles al Gobierno y a las directivas académicas de las universidades, que urge la dignificación de las condiciones laborales de miles de docentes que prestan servicios a las universidades estatales. Para la agremiación ASPU, principal sindicato de docentes universitarios del país, en este momento, una de las principales banderas es lograr la formalización laboral de estos docentes a quienes se les violan sus derechos. Un objetivo como este es difícil de conseguir sin el apoyo y la movilización del profesorado.
Del Cinturón a la Austeridad
27 William Medina asumen solo por las instituciones educativas, debido a que Profesor catedrático FCHA UT la infraestructura, un cuerpo docente cualificado, procesos de investigación, entre otros implican el uso de recursos La frase acuñada por Ruddolf Holmes como ministro de propios, un nuevo pulso que pone aún más crítica la situación hacienda en los 90 fue ¡hay que apretarse el cinturón!, dicha y si le agregamos los malos manejos, la intromisión de la expresión se convirtió en una máxima de los gobiernos política y sus clientelas, termina siendo un coctel altamente colombianos, no solo fue para apalear la crisis económica destructivo. de un país que ingresaba al mercado mundial sino como fórmula para asfixiar las entidades públicas, no es de Pero si a nivel nacional el panorama es desalentador, los extrañar que en los últimos años, las entidades del estado menesteres locales no resultan muy halagadores, nuestra (las pocas que quedan) sufren una profunda desfinanciación amarga historia reciente, nos dejó al borde de la Ley 550 y la universidad pública ha sido una de las más afectadas. o ley de quiebras y en las puertas de una intervención del Ministerio de Educación Nacional, luego de deponer tan El déficit de las universidades públicas en Colombia asciende nefasta administración, el rescate del naufragio requería a los 16 billones de pesos, una cifra cercana a la mitad de su sanear el déficit presupuestal de la universidad que para presupuesto, que para el 2018 fue de 37,4 billones, muchas el año 2016 redondeaba los 24 mil millones. En nuestro de las causas del déficit se encuentran: en que la crisis de presente, la universidad ha informado que el déficit se ha financiamiento es estructural, debido a que el aumento reducido en un 64% lo cual lo ubica en 8 mil millones. de los recursos es vía IPC como se contempla en la ley 30 de 1992 partidas anuales que frente al incremento de los La reducción de déficit, ha contado con el apoyo de los gastos resultan escasas y si bien se han aprobado recursos docentes al ocupar los cargos de las direcciones y jefaturas después de la movilización estudiantil del 2012, estos se han en los respectivos programas y facultades, con lo cual destinado a un programa como Ser pilo paga, que sobre la se aportó a la disminución en la deuda de la universidad. base del mérito, apoya la formación de profesionales, pero Pero esto que ha traído beneficios para la comunidad en el destino de estos dineros son las universidades privadas. general, está funcionando en la actualidad en detrimento Aquello que no se logró por la modificación de la ley 30 (el de la misma. La crisis presupuestal ha llevado a la academia ánimo de lucro en la educación superior), se está haciendo a “procesos de austeridad”, asistencias a congresos, desde el desfinanciamiento de la educación pública. presentación de ponencias, publicaciones de revistas, fondos para investigación, entre otros, han sido recortados Pero en la coctelera de la crisis de la universidad entran los en sus apoyos y presupuestos. requerimientos para el registro de alta calidad, los cuales se
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Si bien el punto sensible es el déficit y su pronto saneamiento y para esto se han implementado estrategias que pasan por la llamada austeridad, esta ha llegado severamente a los procesos académicos, son muchos los inconvenientes que presentan los docentes para realizar su asistencia a eventos internacionales (la respuesta es, no hay plata) ¿pero cuando abra?, bien es sabido que el trabajo docente, se extiende más allá de las aulas, en espacios académicos que posibilitan la retroalimentación de temáticas, metodologías, investigaciones, enfoques, puntos de encuentro. Por supuesto, que la universidad haya logrado programas con certificación del registro calificado o en alta calidad, es de reconocer y aplaudir, pero no son señal de mejoría, porque para ello, se hacen necesarios, docentes cualificados en maestría o doctorado ¿se abrirá un concurso docente? El cual es necesario y pertinente ya que no es un secreto, que el sostenimiento del alma mater, se debe en gran medida al docente catedrático, pero esto a su vez, afecta tanto la condición laboral del catedrático como el fortalecimiento de lo misional en la universidad, se insta al cumplimiento del decreto 1279 de 2002, para mejorar las condiciones contractuales de los profesores catedráticos y la apertura de concursos docentes. En aras de ampliar el conocimiento y los datos referentes a procesos académicos, sus rubros y destinos, se solicitó información por derecho de petición a la Vicerrectoría Académica, sobre tres puntos: Asistencia a eventos internacionales, los docentes que recibieron apoyos para asistencia a eventos académicos nacionales e internacionales en los años 2012 – 2017. Apoyos a docentes en comisión de estudios: docentes que en el periodo 2012 -2017 han recibido apoyo económico para adelantar estudios posgraduales. Socialización y producción de conocimiento, aportes y apoyos destinados para la publicación de revistas y libros, entre el 2012 y 2017.
Frente al requerimiento la Vicerrectoría adjunto un amplio cartapacio, en este se daba respuesta a los dos primeros puntos, el tercero que compete a la oficina de investigaciones, hasta el momento no hay una respuesta, y este necesario conocerlo ya que las revistas que se editaban hace algún tiempo, ya son periódico de ayer, incluso el rubro destinado para la extensión cultural se ha reducido drásticamente de 200 millones en el 2012 a 80 millones en el 2018. Respecto al punto de asistencia a eventos internacionales, a continuación una tabla comparativa entre los años 2012 y 2017.
Todos los datos son suministrados por la documentación de la vicerrectoría academica.
En 5 años los apoyos se han reducido en más de un 25%, un retroceso que poco beneficia la construcción de universidad, pero más aún el avance de los procesos académicos y de investigación. La solución va más allá de una transmisión online, es pertinente un progresivo incentivo a la producción académica, un mayor presupuesto es atinente y perentorio. Por otra parte, la comisión de estudios que se adelanta en la actualidad reporta que desde el 2012 hasta el 2017, cursan estudios de doctorado 60 docentes, en maestría 6 y posdoctorado 5, resulta significativo que el cuerpo docente se cualifique, lo cual permitirá reforzar y consolidar procesos de diversa índole al interior de la academia, un esfuerzo que debe continuar con la apertura de una convocatoria
docente, hay que recordar que en los últimos años se han pensionado varios docentes, estas plazas vacantes deberían ser el primer impulso para consolidar un proceso de cualificación docente. Si los puntos precedentes le resultan ajenos, que tal los que le acontecen en el trasegar cotidiano, con los equipos, los cables, los computadores, ya profesor que se respete trae; borrador, marcadores, extensión, cable hdmi y si puede bafles, estas que resultan ser necesidades tan básicas, agobian la academia. Ante este panorama, la austeridad le ha resultado costosa a la universidad, lo que supone ser un ahorro, es más como un leve espasmo de estrangulamiento.
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Una mirada al rol del profesor en la administración académica
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Yenny Fernanda Urrego Pereira es un desafío, en una época donde no solo los estudiantes Profesora de Planta Facultad de Agronomía “más bien, todo el mundo” están pendiente del celular – WhatsApp-, del chisme en las redes sociales, de lo mediático Aunque nuestra labor docente no sea debidamente y efervescente de algunos medios, sin mencionar los reconocida, no podemos olvidar la responsabilidad social aspectos familiares, económicos, amorosos, psicológicos, tan grande que llevamos en hombros. Este compromiso de salud, entre otros, que llevan al estudiante o al mismo exige cada vez más nuestro tiempo y energía para profesor, a tener la mente o el cuerpo, o las dos cosas en responder a exigentes estándares de calidad académica, en otra parte. un escenario de precarización sistemática de la educación superior pública. A esto se le suma, encontrarnos en las aulas, laboratorios y demás espacios universitarios, a estudiantes que requieren más atención para construir mejores resultados en el análisis, discernimiento y reflexión. También, nos encontrarnos con una sociedad que de manera urgente, devenga actores para la trasformación. Por lo tanto, el quehacer docente va más allá del trato contractual plasmado en el acuerdo pedagógico para dar una clase; se trata de ayudar a transformar a esa persona que llega al salón, para que en algún momento tenga una identidad y cosmovisión que permita el diseño y reconfiguración de los escenarios sociales donde él o ella estén presentes; con lo cual, se aumenta el nivel de exigencia para el profesor.
Así, la cotidianidad de las clases, salidas y demás actividades Se supone que un maestro además de tener conocimientos académicas tiende a volverse sistemática y nos olvidamos profundos y actualizados e implementar estrategias de estas consideraciones. También, podríamos creer que pedagógicas, necesita cautivar a sus estudiantes. Esta tarea haciendo la tarea, es decir, escribiendo-leyendo-publicando-
dando clase, etc., está concluido el proceso de formación en la Universidad, pero últimamente me he dado cuenta de que no es así, porque se necesita la convergencia de muchos procesos donde participan nuestros compañeros administrativos, profesores y en especial, los estudiantes, quienes motivados son fascinantes. Hace dos años asumí la Dirección del Programa de Ingeniería Agronómica y en ese camino sí que he aprendido… en principio me he dado cuenta de que antes de empezar la clase, se debe activar una especie de “bluetooth” entre los estudiantes y el profesor, que marcan la dinámica de cómo empezar la clase y esta conducción queda como una señal disponible para no perder el hilo, que después se vuelve química, haciendo la labor más dinámica y divertida. También, he tenido tiempo para hacer amigos en las oficinas y reconocer el quehacer administrativo, esto me lleva a decir que en la UT también tenemos “hormiguitas”, personas muy chéveres, siempre dispuestas a desarrollar la logística de las actividades académicas. Antes de aceptar este compromiso con el Programa más tradicional de nuestra alma mater, no dimensionaba las necesidades de acompañamiento que requieren estudiantes y sus familias. Estas falencias se veían desde el momento de la matrícula, donde algunos (ojo algunos) estudiantes no se comprometían a cursar las asignaturas reprobadas, excedían el número de créditos por semestre, no cumplían con los prerrequisitos, etc.; o durante el proceso de formación, sin cancelar a tiempo las asignaturas donde no asistían (por olvido, error o lo que sea…), dejando una impresión de no tener partido en la responsabilidad que tienen a la hora de configurar su labor estudiantil; o temas de convivencia que en la mayoría de casos, entorpecen el desarrollo de la academia y sus propios procesos formativos. Estas necesidades de la juventud, si no se resuelven se trasfieren al tejido social y se heredan. Por lo tanto, cada caso de depresión, bajo rendimiento, violencia, y demás, atendido en la Dirección de Programa, y si es el caso, remitido a otras instancias competentes, hacen posible la formación integral y social universitaria y de paso,
humanizan la labor docente. La Dirección de Programa también es una oportunidad para fomentar el desarrollo curricular y el liderazgo profesoral, para que converjan estudiantes, egresados y diferentes actores en las reformas curriculares. Al trabajar simultáneamente desde los dos roles, docencia y administración académica, se puede apropiar lo aprendido en la labor administrativa, en este caso la dirección de programa para el desarrollo de la docencia. Sin embargo, se requiere tiempo y en especial, ser disciplinado, con horarios definidos, lo cual riñe a veces con la creación y producción académica. Por esta razón, es indispensable rotarnos estas labores entre compañeros profesores de planta. También, es perentorio trasladar al brazo administrativo muchas actividades operativas y mejorar la planificación al interior de cada proceso, ya que todos esperamos que la Universidad del Tolima a futuro, además de estar acreditada pueda contar con unos estatutos que respondan al proceso de modernización de la universidad, la cual se podría sentir si la UT pudiera, por ejemplo, abolir el verbo “patinar” a la hora de comprar, realizar una práctica, hacer una contratación, etc., haciendo de estos cargos cada vez más académicos, entre otras medidas de construcción colectiva.
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Esfuerzos y compromisos por fortalecer el plan de acción en la seccional ASPU-UMNG
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Wilmar Aníbal Peña Collazos Docente e investigador de la UMNG Consideramos que uno de los mayores problemas de nuestra asociación sindical profesoral (ASPU-UMNG) ha sido desde cuando iniciamos el 29 de mayo de 2015, la falta de planeación con unas directrices comunes claras y el seguimiento de un Plan de Acción, que nos hubiera permitido comprender bien toda la dinámica o estructura de necesidades, exigencias, peticiones, solicitudes, reivindicaciones laborales o derechos sindicales. Es necesario organizarnos muy bien como asociación profesoral, bajo el cumplimiento de la ley y con en el debido respeto personal que todos nos merecemos y trazar con mucho orden, confianza y sentido crítico los términos de nuestra planeación estratégica sindical, ser conscientes cómo cumplir los objetivos inmediatos, cómo cumplir los diferentes propósitos en distintos plazos e intensidades para otorgarle a nuestro movimiento profesoral mayor orden y una presencia acreditada frente a las distintas instancias endógenas y exógenas, frente a las directivas de la universidad, entes gubernamentales, instituciones de control, organismos sindicales y ONGs, para que no se pierda la credibilidad entre nosotros mismos, el sentido que perseguimos como asociación y crezcamos cada día con mayor fuerza, con un firme propósito de servicio a la comunidad de los profesores unigranadinos. Debemos trabajar todos más unidos, manteniendo un
sentido de cuerpo, fidelidad, correspondencia y autonomía, con mayor poder de decisión, deliberación y comunicación, sin caer en el despropósito de delegar todo el poder deliberativo, de interlocución y diálogo a una sola persona o a un grupo élite. Por eso nos proponemos distribuir de forma justa y equitativa diferentes tareas por comités permanentes y por comisiones transitorias, dependiendo de las coyunturas por las que pasemos, para alentarnos a solucionar nuestros propios problemas y ser agentes de nuestros cambios, reivindicaciones laborales y ajustes necesarios al medio académico para el bienestar de toda la comunidad docente UMNG. En estos momentos nuestra asociación se ha reducido en número de afiliados, debido a múltiples motivos que deberíamos evaluar con sumo cuidado, pero sin miedo. Quizás no hemos llenado la expectativa de los docentes o no hemos asegurado el cubrimiento de sus necesidades laborales más sentidas. Una de las tareas urgentes sería comprender el comportamiento de esa tendencia y trabajar mejor y con más sentido de equipo de trabajo para generar mayor confianza entre los profesores, invitarlos a agremiarse y trabajar sin buscar beneficios particulares, sentirnos más confiados, más empáticos, altruistas y unidos como organización profesoral. Consideramos incluso que nos hace falta invitar profesores de otras organizaciones sindicales de distintas universidades públicas para aprender de sus experiencias y logros.
Es escaso el tiempo que la universidad aplica como carga docente por el trabajo sindical. Además el tema de “carga académica” se ha tomado arbitrariamente como una imposición de la administración, sin tener en cuenta deliberaciones y decisiones de los profesores. Es sintomático de la administración sacar directivas, resoluciones y actos administrativos sin consultarnos, sin el consiguiente debido proceso por los diferentes consejos, entre ellos el académico y, más aún, sin tener consideración de la voz activa, deliberativa y consultiva de los docentes, a quienes se nos aplica el fiel cumplimiento de lo que se ordena desde arriba, de modo arbitrario. En ese mismo sentido, hemos constatado que existen profundos vacíos en el Estatuto Docente o Profesoral, como prefieren llamarlo; es decir, la universidad no tiene unidad de criterio para discernir y decidir sobre las condiciones laborales de los docentes, pues vemos que se presentan contradicciones en la administración para dar los lineamientos, y tampoco se maneja unidad de materia sobre un instrumento académico y administrativo que es la columna vertebral de nuestra función laboral en la universidad, puesto que cada administración expide nuevas reglamentaciones para modificar lo ya reglamentado. Por eso creemos que las mayores luchas las tenemos que librar en ese frente, por la unidad de materia del “Estatuto Profesoral” y por la autonomía docente para tener una voz activa y pleno derecho a la deliberación en esos aspectos, pues nos compete decidir sobre los documentos que
afectan las relaciones y condiciones laborales de todo el cuerpo docente UMNG. Estamos convencidos que nuestro Plan de Acción debe ser elaborado por medio de un proceso de discusión abierto y democrático con todos los docentes, permitiéndole a todas las compañeras y compañeros el sagrado derecho de autodefinir, colectivamente, las tareas que debemos emprender, los propósitos y plazos que nos trazamos como asociación libre y voluntaria. La Asociación Sindical de Profesores Universitarios debe establecer con claridad los objetivos de largo, mediano y corto plazo, sus estrategias y tácticas de acción inmediata. Cada miembro o asociado debe interpretar y comprender bien lo que buscamos todos como colectividad, puesto que nuestro Plan de Acción se configura desde este momento en nuestra bitácora de planeación. Por esa misma razón, la definición de los objetivos, de las estrategias y tácticas deben planearse de manera colectiva sin delegar su elaboración a un connotado círculo de intelectuales o a una supuesta vanguardia de mando, que luego se reúnan a deliberar con las directivas. Los objetivos de corto plazo vamos a revisarlos periódicamente, de tal modo que coincidan con las condiciones corrientes, sin perder de vista los lineamientos estratégicos, las tácticas o acciones que correspondan con los objetivos de mayor alcance trazados desde el inicio de esta administración.
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DECLARACIÓN POLÍTICA ENEES - ENCUENTRO NACIONAL DE ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN SUPERIOR brindar condiciones materiales dignas para garantizar la permanencia y culminación de los programas académicos por las y los estudiantes. La asfixia presupuestal tiene como efecto el detrimento de la planta docente y con ello de la calidad, la investigación y la formación académica al interior de las instituciones de educación superior. Toda esta situación tiene una repercusión directa en el acceso a la educación superior por parte de sectores populares del país, distintos grupos étnicos y diversidades sexuales.
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Frente a esta situación, exigimos plena financiación a la educación superior, el reconocimiento y pago de la deuda histórica que ha provocado el desfinanciamiento de las universidades públicas y cuyo monto asciende a cerca de 16 billones de pesos. Estos recursos son fundamentales para el mejoramiento de las condiciones de infraestructura, “Hombres de una república libre, acabamos de romper la formalización de la planta docente, investigación y bienestar última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua de nuestras Casas de Estudios. dominación monárquica y monástica. Hemos resulto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Manifestamos nuestro rechazo al Sistema Nacional de Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una Educación Terciaria y a los proyectos de Ley 262 que crea libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades el Sistema de Financiación Contingente al Ingreso y, el que nos faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias proyecto de Ley 275 que convierte el programa Ser Pilo del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una Paga en política de Estado. Estas iniciativas legislativas revolución, estamos viviendo una hora americana.” profundizan las lógicas de mercantilización y privatización de la educación superior mediante el fortalecimiento del Manifiesto Liminar, Federación Universitaria de Córdoba subsidio a la demanda y, con ello, el endeudamiento de 1918 miles de jóvenes y familias en el país, al tiempo que desvía recursos públicos hacia el sector privado agudizando la crisis A cien años de la Reforma Universitaria de Córdoba, nos presupuestal de las IES públicas. Hacemos un llamado al encontramos alrededor de dos mil estudiantes de múltiples estudiantado a estar alerta ante la intención de aprobación y diversos procesos de las diferentes instituciones de de dichas iniciativas legislativas. educación superior del país, en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá los días 17, Exigimos el retiro de estos proyectos y el desmonte del “Ser 18 y 19 de marzo, con el firme propósito de unir nuestros Pilo Paga”, garantizando la permanencia, graduación y no esfuerzos y voluntades por la defensa de la educación endeudamiento de las y los estudiantes que han accedido superior como un derecho fundamental y un bien común. a este programa. A su vez, proponemos un modelo de financiación basado en los principios de la universalidad El Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior y gratuidad de la educación superior, que garantice -ENEES-, representa un nuevo momento de la unidad y condiciones de acceso, permanencia y graduación. el renacer de la esperanza, la imaginación y la alegría de Levantamos la bandera de un sistema nacional de becas y las jóvenes generaciones de estudiantes colombianos, matrícula cero para estudiantes de las IES públicas como dispuestas a conquistar la conciencia y el corazón de las paso conducente hacia la gratuidad. inmensas mayorías del pueblo colombiano para luchar por un proyecto de país soberano, democrático y en paz. Por otra parte, la ausencia de democracia y autonomía en instituciones públicas y privadas cierra espacios de La educación superior en Colombia atraviesa una prolongada participación y vocería estudiantil, además de atar a las y profunda crisis producto del modelo neoliberal que se instituciones educativas a intereses particulares aislados evidencia en la desfinanciación de las Instituciones de de las necesidades que presenta la sociedad colombiana. Educación Superior –IES- Públicas; el endeudamiento de Respaldamos los procesos constituyentes de reformas miles de familias colombianas con créditos educativos del democráticas al interior de las IES como los que se ICETEX e instituciones financieras; el desvío de recursos adelantan en la Universidad Distrital y la Universidad de públicos para la financiación de instituciones privadas; el Nariño, donde nos jugamos el derecho constitucional a la desmonte progresivo del bienestar universitario que impide autodeterminación de las comunidades académicas.
El ENEES convoca al estudiantado de todas las instituciones de educación superior del país a fortalecer desde las bases los espacios asamblearios y las expresiones gremiales unitarias en aras de avanzar en la conquista de los objetivos programáticos del movimiento estudiantil. A su vez, hace un llamado a la más amplia confluencia de la comunidad académica, al movimiento educativo y de los diferentes sectores de la sociedad colombiana que históricamente han sido vulnerados y despojados de sus derechos, a proponer e impulsar estrategias conjuntas de pedagogía, comunicación y movilización que permitan consolidar procesos de lucha en defensa de las aspiraciones del estudiantado y del movimiento social popular. Llamamos a la lucha por la democracia y la autonomía universitaria. En los próximos días se elegirán en 23 universidades rectores y autoridades académicas, exigimos del gobierno garantías democráticas vinculantes para que la comunidad educativa pueda por fin definir sobre su destino. Nos solidarizamos con la movilización de las y los estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe contra la corrupción en dicha institución y las pretensiones de intervención del Ministerio de Educación Nacional desconociendo de las propuestas de la comunidad universitaria para darle solución a la crisis. Expresamos nuestro absoluto rechazo a la estigmatización de las universidades públicas y la criminalización del movimiento estudiantil. Las declaraciones del Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, sobre los hechos presentados en la Universidad Pedagógica Nacional son irresponsables, violan la autonomía universitaria y atentan contra la integridad de la institución y sus estudiantes. No aceptamos la imposición de la fuerza pública en las IES como forma de resolver los conflictos; en nuestras Casas de Estudios privilegiamos el diálogo y la confrontación racional de las diferencias, es decir, el debate argumentado de las ideas. Por otra parte, manifestamos nuestro dolor y repudio frente al sistemático asesinato de líderes sociales, defensores de DDHH, excombatientes y sus familiares a lo largo y ancho del país. La construcción de paz y reconciliación exigen el respeto a la vida y el derecho a la protesta. Exigimos al Estado colombiano las acciones y garantías correspondientes para que estos condenables hechos no se sigan presentando. A su vez, exigimos la libertad de las y los prisioneros políticos, en particular, del movimiento universitario.
Frente a las lesivas políticas que profundizan las desigualdades sociales y que afectan profundamente a la educación superior, convocamos a la realización del II Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior, para el segundo semestre del presente año, los días 14, 15 y 16 de septiembre, con el objetivo de darle continuidad al proceso de unidad estudiantil por la defensa de nuestras Casas de Estudios. El proceso de movilización se orientará hacia la acumulación de la fuerza estudiantil y la consolidación de un espacio amplio y democrático de articulación y coordinación nacional. El momento exige el fortalecimiento de la dinámica de movilización y la preparación de las condiciones para llamar a la realización de un paro nacional de la educación superior que confronte la crisis actual de la misma. Convocamos al estudiantado a la Jornada Nacional de Protesta los próximos días 24 y 25 de abril con un cese de actividades académicas en todo el país por la defensa del derecho a la educación, como también a sumarse a la agenda de movilización emanada de este encuentro. Somos la Generación del Centenario, dispuestos a escribir nuestra propia historia bajo el legado de los gigantes de Córdoba y de las precedentes generaciones que entregaron todo por transformar la educación. Reafirmamos nuestro férreo compromiso por conquistar para el pueblo colombiano educación pública, gratuita y digna para toda la juventud. Queremos vivir en un Macondo en paz, digno y feliz. ¡Seamos realistas, hagamos lo imposible! ¡Nos aguarda un futuro mejor, si el presente es de lucha! Bogotá, marzo 19 de 2018
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ELECCIONES NUEVA JUNTA DIRETIVA ASPU TOLIMA (2018-2020) VOTACIÓN EN URNAS 22 de Junio de 8:00 a.m – 4:00 p.m Muro de los Lamentos
Plancha No.1 1
NOMBRE Ricardo Andrés Perez Bernal
FACULTAD Ciencias Humanas y Artes
2
William Alexander Medina
Ciencias Humanas y Artes
3
Alexander Martinez Rivillas
Agronomía
4
Jorge Andres Tafur Villarreal
Ciencias Humanas y Artes
5
Ingrid Johana Benitez
Ciencias Humanas y Artes
6
Elmer Jeffrey Hernandez
Educación
7
Armando Moreno Sandoval
Ciencias Humanas y Artes
Plancha No.2
36 1
NOMBRE César Augusto Fonseca
FACULTAD Ciencias Humanas y Artes
2
Clara Lucia Pradilla Torres
Educación
3
José Ledesman Díaz
IDEAD
4
Oscar Abel Cardona
Ciencias Básicas
5
Dagoberto Salgado Horta
Educación
6
Jose Gregorio Sanchez
Educación
7
Millton Fernando Dionicio
Ciencias Humanas y Artes Marco normativo
• Se regula de acuerdo a los Estatutos de ASPU Vigencia 2012 • Referencias: Capitulo VII (De la Junta Directiva Nacional) Articulo 21. • Referencias: Capitulo XI (Sobre las elecciones) Artículo 21. Procedimiento • Apertura de inscripciones de planchas (Mayo 12). • Cierre de inscripciones (Mayo 22). • Reporte de planchas Bogotá (Mayo 23). • Elección Nueva Junta Directiva (Junio 22) Envíanos tus comentarios, dudas y reflexiones al correo: asputol@ut.edu.co Visita nuestro blog http://asputol.blogspot.com Convocatoria abierta: Boletín ASPU PRESENTE, Año 5, Volumen 8, Semestre B-2018. Tema: Feminismo y política universitaria.