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Puede hacerlo en una reunión de la empresa a través de un boletín informativo por correo electrónico o incluso a través de un Chat en WhatsApp dedicado a generar camaradería y levantar la moral.

4. Trate a los compañeros de trabajo con empatía

Dados los eventos de los últimos dos años, no existe tal cosa como mostrar demasiada compasión en el trabajo. Evite la falta de comunicación compartiendo claramente lo que siente en este momento. Si se siente estresado, dígales a sus colegas que tiene mucha presión y está luchando para mantenerse al día. De esa manera, entenderán su perspectiva si se encuentra tenso o ansioso.

Este también es un buen momento para comunicarse con los demás. Tómese unos minutos de su día para preguntarle a alguien cómo está y si hay algo que pueda hacer para ayudar. Si recibe un correo electrónico que parece directo o agresivo, no asuma que la persona es así intencionalmente. Trate de darles el beneficio de la duda, pensando lo mejor en lugar de esperar lo peor.

5. Enfóquese en lo que puede controlar

Si es un perfeccionista o un “microgerente”, es posible que tenga problemas para ceder el control en el trabajo. Pero dejar ir las cosas que no puede controlar es esencial para seguir siendo feliz y productivo.

No puede ser responsable de cómo se comportan otras personas, pero puede controlar cómo reacciona. De hecho, habrá momentos en los que todo lo que puede controlar sea su actitud y el esfuerzo que ponga. Cuando se sienta ansioso, pregúntese, qué teme que suceda.

A menudo, el peor de los casos no es tan malo como podría pensar. También ayuda a desarrollar mantras saludables como "Puedo hacer esto" o "Puedo manejarlo". Afirmaciones como estas le ayudarán a combatir las dudas sobre sí mismo y lo mantendrán mentalmente en forma.

El pensamiento positivo en el trabajo ayuda a la toma de decisiones, facilita la interacción y aumenta la resiliencia. Si bien no garantiza que todo saldrá bien, ayudará a poner los obstáculos en perspectiva. La positividad también tiene un impacto en los demás. Eso es porque es contagioso y, con el tiempo, puede influir en sus compañeros de trabajo.

Entonces, en lugar de esperar a que cambie su cultura laboral, tome el asunto en sus propias manos. Al poner en práctica estas estrategias, pronto verá cómo puede cambiar el mundo y las personas que lo rodean.