Cartas a quien pretende enseñar Paulo Freire Nombre de la carta
Descripción
En esta carta las palabras claves son: Aprender Primera carta Enseñar Leer “Enseñar-aprender. Esto es por el hecho de que los docentes no Lectura del mundo-lectura de la palabra” pueden hablar de una enseñanza sin aprendizaje y que siempre para que exista una enseñanza y un aprendizaje debe estar presente la lectura. Se dice que alguna cosa es difícil cuando el hecho de enfrentarla u ocuparse de ella se Segunda carta convierte en algo penoso, es decir, cuando presenta algún obstáculo. “No permita que el miedo a la dificultad lo Miedo es un sentimiento de inquietud paralice” frente a algo real o imaginario. Frente al miedo, es preciso que primeramente nos aseguremos con objetividad de la existencia de las razones que nos lo provocan; si existen realmente, las comparemos con las posibilidades que disponemos para enfrentarlas con probabilidades de éxito y por último, que podemos hacer para si este es el caso, aplazando el enfrentamiento del obstáculo, volvemos más capaces de hacerlo mañana. El miedo paralizante que nos vence aun antes de intentar, más enérgicamente, la comprensión del texto. Estudiar es un quehacer exigente en cuyo proceso se da una sucesión de dolor y placer, de sensación de victoria, de derrota, de dudas y alegría. Estudiar implica la formación de una disciplina rigurosa que forjamos en nosotros mismos en nuestro cuerpo consciente; no puede sernos dada ni impuesta por nadie. La necesidad de la lectura como experiencia dialógica en la que la discusión del texto realizada por los sujetos lectores
aclara ilumina y crea la comprensión grupal de lo leído. Podemos contribuir con los alumnos a su fracaso con nuestra incompetencia, mala Tercera carta preparación o irresponsabilidad. Pero también podemos contribuir con nuestra “Vine a hacer el curso de magisterio responsabilidad, preparación científica y porque no tuve otra posibilidad” gusto por la enseñanza. La necesidad que tenemos de poder luchar cada vez eficazmente en defensa de nuestros derechos, de ser competentes y de estar convencidos de la importancia social y política de nuestra tarea, reside en el hecho de que, por ejemplo, la indigencia de nuestra salario no depende solamente de las condiciones económicas y financieras del Estado o de las empresas particulares. Todo esto está íntimamente relacionado con cierta comprensión colonial de la administración, de cómo organizar el gasto público, jerarquizando los consumos y priorizando los gastos. Como maestras, debemos aprender a adaptarnos a los alumnos, con todo lo que Cuarta carta esto incluye, como lo es su contexto, su estilo de vida, sus estilos de aprendizaje, “De las cualidades indispensables para el etc. Esto con el fin de atender a sus mejor desempeño de las maestras y los necesidades, ya que si nos referimos a maestros progresistas” adaptar a los alumnos a nuestro estilo de trabajo no lograremos llegar a atender a sus necesidades. No debe haber discriminación, siempre debemos ser congruentes y plantearnos nuestro papel como docentes. Es importante dar a los alumnos un lugar en donde se sientan cómodos y satisfechos, que se puedan alejar de los problemas que dentro del lugar en donde se desenvuelven. Las cualidades indispensables para ser un docente progresista: Humildad Tolerancia Seguridad Paciencia
Quinta carta “Primer día de clases”
Valentía Bondad Alegría de vivir Decisión Parsimonia verbal Capacidad de decisión No se debe estar casado con nuestras ideales, debemos tener apertura con las nuevas ideas que pueden llegar a surgir, dentro y fuera del contexto. Asumir el miedo es no huir de él, es analizar su razón de ser, es medir la relación entre lo que lo causa y nuestra capacidad de respuesta, asumir el miedo es no esconderlo, solamente así podemos vencerlo. Frente al miedo, lo que lo contraindica para ser educador es la importancia de luchar para sobreponerse al miedo, y no el hecho de sentirlo o no. Asumir y enfrentar el miedo es primer paso para convertirlo en valentía, lo que nos permitirá capacitarnos para la lectura de la clase, del espacio y del cuerpo con los educandos. De la clase: La maestra debe estar atenta a todo, a los más inocentes movimientos de los alumnos, a la inquietud de sus cuerpos, etc. Del cuerpo: La cuestión de la sociabilidad, de la imaginación, de so sentimientos, de los deseos, del miedo, del valor, del amor, del ocio, de la pura rabia, de la sexualidad, del conocimiento nos induce a la necesidad de hacer una lectura del cuerpo como si fuese un texto, en las interrelaciones que componen su todo. Del espacio de la clase Que alberga los miedos, los recelos, las ilusiones, los deseos y los sueños de las maestras y de los educandos, debe constituirse en objeto de lectura de aquella
y de estos, entendiendo que el espacio de la clase se entiende al del recreo, a de las inmediaciones de la escuela, al de toda la escuela. ¿Qué pasa cuando en la práctica educativa no existe un relación coherente ente lo que Sexta carta la maestra dice y lo que la maestra hace? “De las relaciones entre la educadora y los En nuestra relación con los alumnos no educandos” debe faltar la permanente disociación en favor de la justicia de la libertad del derecho a ser Sin la intervención democrática del educador, o de la educación no hay educación progresiva. Sin esto no tenemos acceso a su modo de pesar y difícilmente podremos percibir lo que saben y como lo saben. Es importante que vivamos la experiencia equilibrada y armoniosa entre hablarle al Séptima carta educando y hablar con él. Esto quiere decir “De hablarle al educando a hablarle a él y que hay momentos en los que la maestra, con él; de oír al educando a ser oído por él” como autoridad, le habla al educando, dice lo que debe ser hecho, establece límites sin los cuales la propia libertad del educando se pierde en la permisividad, pero estos momentos se alteran, según la opción política de la educadora, con otros en los que ella habla con el educando. Hablar desde la altura hacia abajo, convencida de su certeza y de su verdad. Y hasta cuando habla con el educando es como si le estuviese haciendo un favor a él, subrayando la importancia y el poder de su voz. Es preciso y hasta urgente que la escuela se vaya transformando en un espacio acogedor y multiplicador de ciertos gustos democráticos como el de escuchar a los otros, ya no por puro favor sino por el deber de respetarlos, así como el gusto de la tolerancia. Identidad de los sujetos: Cuestiones del plan de estudios
Octava carta “Identidad cultural y educación”
Novena carta “Contexto concreto y contexto teórico”
Ultima carta “Una vez más, la cuestión de disciplina”
Lo oculto como lo explicito Procesos de enseñanza aprendizaje
y
La práctica y la teoría deben empatar una relación de dialogo, no de oposición, son complementarias. Estos dos elementos se asumen como una interacción capital, en la que la práctica adquiere un papel relevante, por lo que debe ser sabia y debe ser objeto del saber. De tal forma, que plantear una ciencia de la práctica, lo cual le lleva a afirmar que la ciencia descubre verdades acerca del mundo. Pero no solo debemos estar abiertos a la realidad teórica, que ella ofrece sino que también el educador debe estar dispuesto que los alumnos aprenden de relaciones que encuentra en el contexto de ellos mismos. Los educandos deben construir la disciplina intelectual con ayuda de la educadora. Trabajo intelectual La lectura seria de os textos La estructura cuidada La observación y el análisis de los hechos. Ni los establecimientos de las relaciones entre ellos. Y que todo esto no le afecte e gusto por la aventura. Noción de limites Irresponsabilidad Objetivos Para que haya disciplina es preciso que la libertad no solo tenga el derecho de decir “no”, sino que lo ejerza frente a lo que se e propone como la verdad y lo cierto. La libertad precisa aprender a afirmar negando, no por el puro negar sino como criterio de certeza.