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Eficiencia | Sostenibilidad | Negocio

Descarbonización del sector tecnológico

Laboratorio con energía solar en Andalucía

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Con una inversión total de cercana a 100000 euros, CyG It Sustainable Tech crea en su sede de Bollullos de la Mitación (Sevilla) un laboratorio de tecnología alimentado por paneles fotovoltaicos, una instalación que es capaz de proporcionar una potencia media de 33 kWh. Esta iniciativa permite ahorrar a la atmósfera una media de 44 toneladas en emisiones de C02 cada año, al tiempo que otorga al laboratorio autonomía energética y neutralidad en emisiones. La sostenibilidad en el sector tecnológico es uno de los ejes estratégicos que se lleva aplicando en Andalucía desde hace 17 años. Su fórmula se basa en impulsar un modelo de economía circular, que apueste decididamente por la reparación y reutilización de dispositivos, tanto a nivel empresarial como particular, rompiendo así con el modelo lineal de producción y consumo de alto coste para el medioambiente. En este contexto, CyG repara una media de 500000 dispositivos al año utilizando plataformas de inteligencia artificial y big data, ahorrando más de 100000 toneladas en emisiones de C02 asociadas a la fabricación de nuevos equipos. Más allá del compromiso con el impulso de modelos de economía circular, la compañía quería dar un paso más en favor de la sostenibilidad y la descarbonización, incorporando a sus instalaciones y procesos nuevas fuentes de energía limpia que contribuyen a la transición ecológica del sector.

La alternativa del hidrógeno verde

Desarrollo de Atos y HDF Energy

Los centros de datos tienen grandes necesidades energéticas, funcionan las 24 horas del día, los 365 días del año, y no pueden sufrir el más mínimo fallo energético. Todo ello en un momento en el que el consumo energético de los centros de datos se está convirtiendo en una cuestión clave y resulta esencial considerar nuevos modelos energéticos. En este contexto, Atos y HDF Energy han anunciado su plan para desarrollar una solución completa de extremo a extremo para suministrar a los centros de datos hidrógeno verde generado por energía renovable. Esta solución, disponible para centros de datos con cargas de trabajo de alto consumo energético, busca desarrollar —en 2023— el primer centro de producción completo operado con hidrógeno verde. El objetivo es permitir anticiparse a las posibles limitaciones futuras establecidas por las autoridades reguladoras, ofreciendo una solución sostenible y fiable, sin comprometer su negocio de sus clientes. La solución propuesta por Atos incluirá tanto el diseño como el hardware, el software y los servicios de integración necesarios para aprovechar la electricidad producida por el hidrógeno verde en los centros de datos. Esto incluye el uso de tecnologías de inteligencia artificial para optimizar el consumo de energía. Por su parte, HDF Energy suministrará una central eléctrica que proporcionará electricidad predecible y firme gracias a sus células de combustible de alta potencia, que se alimentarán de hidrógeno verde derivado de parques fotovoltaicos o eólicos.

Centros de datos sostenibles

El origen de la energía y la eficacia en su uso

Juan Manuel López

Responsable de Ventas Data Centers

Los datos impregnan nuestra vida cotidiana. Si miramos alrededor, hay pocas industrias y servicios que no hayan cambiado debido a la forma en la que se usan los datos. De forma similar, en las próximas décadas seremos testigos de cómo la sostenibilidad impregnará todo lo que hacemos. Ya se puede ver un marcado cambio a la hora de enfrentar el desafío del cambio climático, pero aún queda mucho por recorrer para garantizar que la sostenibilidad se considere en todos los niveles de actividad económica y social. Sin ir más lejos, es significativo que la mayoría de las multinacionales tengan ya fechas límite —que van desde 2030 a 2050— por las cuales se comprometen a reducir sus actividades que generen emisiones; esto representa una transformación a gran escala en la forma de hacer negocios. Aunque somos conscientes de la importancia de los datos, no solemos considerar el hecho de que aquellos con los que interactuamos se encuentran en una red de centros de datos. De esta forma, a medida que la sostenibilidad cobra un papel protagonista, los requisitos de energía de estas infraestructuras son más difíciles de pasar por alto. Los centros de datos pueden ayudarnos a eliminar o reducir las emisiones de muchas formas: el edge computing acerca los datos allá donde se usan para hacer que la red sea más eficiente; la adopción de energía renovable; o un uso más inteligente de la infraestructura energética en estos espacios. A pesar de ello, teniendo en cuenta el gran volumen que se maneja, los datos consumen cada vez más energía. Vivimos un momento en el que es imperativo reducir el consumo, y si queremos mantener los centros de datos en línea con el progreso que estamos logrando en otros contextos, debemos comenzar a planificar esta eficiencia y sostenibilidad antes de que sea tarde.

/ REPENSAR EL CONCEPTO DE EFICIENCIA Desde hace más de una década, la medida principal de la eficiencia energética de un centro de datos ha sido su eficacia en el uso de energía, o PUE (power usage effectiveness). Es una métrica simple, se calcula dividiendo el uso total de energía en un centro de datos por la potencia eléctrica total que consumen los sistemas de TI. Esto ofrece una representación acerca de cuánta energía se está usando en ámbitos como la iluminación, el aire acondicionado… y también las pérdidas en el sistema eléctrico. Desde luego, este es un sistema de medición claro, fácil de calcular y comparable en instalaciones de diferentes tamaños, pero quizás también está respondiendo a la pregunta incorrecta. Aunque es cierto que nos informa sobre hasta qué punto el operador del centro de datos ha logrado minimizar los gastos generales y concentrar la energía en las partes productivas de la instalación, no dice nada sobre de dónde proviene esa energía o cuánta productividad está logrando. EATON IBERIA

eaton.com/es

“PUE no dice nada sobre de dónde proviene la energía del centro de datos o cuánta productividad se está logrando

Una ironía en todo esto es que el propósito de construir un centro de datos es permitir entradas y salidas, recibir comunicaciones de los usuarios y responder con la información que solicitan; mientras tanto, la eficiencia energética se mide solo en términos de entradas. Además de ignorar de dónde proviene la electricidad, PUE ignora la eficacia con la que ésta se utiliza cuando llega al gabinete del servidor. Encontrar una alternativa a esa métrica y, lo que es más importante, innovar en formas de mejorar la eficiencia del centro de datos en un nivel más significativo, requerirá un esfuerzo entre industrias que reevalúe de verdad lo que significa la sostenibilidad en este contexto. Un requisito clave será una mejor comprensión acerca de cómo fluye la energía en el centro de datos. Un enfoque de sistemas en el que los componentes energéticos no sean secundarios al equipo de TI, sino que estén completamente integrados y sean conscientes de la energía que utilizan, brindará la información necesaria para garantizar que estas infraestructuras reduzcan sus demandas de energía, incluso a medida que escalan.

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