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Historia del Go en la República Argentina por Horacio A. Pernía
Introducción del Go en Argentina
Al hablar del Go en la República Argentina, debemos retroceder unos treinta años en el tiempo y recurrir a la memoria de los personajes que hicieron posible, de una u otra manera, que el Go se conozca en nuestro país. La práctica del Go en la Argentina, tuvo su origen en la década del ´70 (1970), cuando el Ing. Hilario Fernandez Long conoció el juego del Go e inició gradualemente su difusión. ¿Pero dónde conoció el Go?, el mismo Fernandez Long nos dejó impresiones muy vívidas de su experiencia al respecto: “Cuando yo era chico (hace unos 70 años), acostumbraba a visitar la oficina de un tio mio, ingeniero, y allí me dedicaba a curiosear planos, libros y revistas. Entre las revistas, recuerdo que estaba una de arquitectura llamada "Architectural Record" (norteamericana). Una vez apareció allí un artículo sobre un juego oriental, llamado en Japón, Go. Para las explicaciones, en lugar de diagramas en blanco y negro, aparecían figuras en colores, de trozos de tablero, casi en escala natural. Más que por las explicaciones, quedé fascinado por las figuras, con el color de la madera y el brillo de las piedras. Nunca se me borró de la memoria. Cuarenta años después, la novia de un hijo mio me trajo otra revista, también de arquitectura, pero argentina, y en blanco y negro, que traía una descripción detallada del juego. Me vinieron a la mente las figuras en colores, y me dediqué a descifrrar las explicaciones. Después conseguí libros en inglés, y me puse a jugar con mi hijo. Y enseguida me dio por hacerme fabricar piezas y tableros. Las piezas me las fabricaba un japonés, fabricante de botones, de San Martín. Y empecé a dar cursos. Porque tomé el asunto como una religión que había que propagar. Di muchos cursos en el Centro Argentino de Ingenieros y en la Sociedad Central de Arquitectos, y tomé contacto con el Agregado Cultural de la Embajada Japonesa, que me ayudó mucho. Pero enseguida aparecieron seguidores, que se encargaron de consolidar la Asociacion de Go, encontrar lugares para runirnos, organizar torneos etc. Y así empezó la cosa. El primer curso en el Centro Argentino de Ingenieros fue en abril de 1971 (En noviembre de 1970 yo habia dado allí una conferencia sobre el Go)”. Esa fue la primer sede oficial de la Asociación Argentina de Go”.
Creación de la Asociación Argentina de Go Hilario Fernandez Long fundó la Asociación Argentina de Go (AAGo) el 11 de septiembre de 1971 y el primer primer Presidente fue el Ing. Adalberto Moderc. En aquellos años el Ingeniero Hilario Fernandez publicó sus libros "Manual de Go" e "Introducción al Go" sirvieron para que el juego se conozca rápidamente en Buenos Aires y con el correr de los años y la práctica, llegaran a aparecer jugadores de muy buen nivel. Una de la visitas más notables que envió la Nihon Ki-in a la Argentina, fue la Iwamoto Kaoru, el 9-Dan porfesional japonés que realizó varias giras por Latinoamérica y a fines de los ´70 estuvo en Buenos Aires donde jugó una serie de partidos ante los aficionados argentinos, tanto en la Asociación Argentina de Go, como en la Asociación Japonesa. En la foto está jugando con Enrique Lindenbaum (por ese entonces uno de los jugadores más fuertes del país), a quien le dio 7 piedras
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de hándicap y le ganó en 242 movimientos por 59 a 48. La Asociación Argentina de Go surgió con fuerza y pronto se organizaron torneos, con y sin handicap como los denominados "Torneo de Invierno" y el "Marco Polo", entre otros, que sirvieron para mejorar el nivel de los participantes. También en distintos medios escritos, se publicaron artículos sobre Go, teniendo mayor relevancia los que se publicaron en el diario "La Nación", de Buenos Aires y el curso de Enrique Linbenbaum (ex-campeón argentino) en la revista Joker (mediados de los '70). La Nación publicaba todos los viernes un cuarto de página (no tabloid), con noticias de Go. Estaba a cargo del maestro internacional de ajedrez, Julio Bolbochán. Enrique Lindenbaum, que es técnico informático y docente, fue Campeón Argentino de Go y siempre estuvo ligado de alguna manera este juego. Aquí nos deja sus impresiones de aquella nostálgica época, en su estilo muy particular: Jugadores y anécdotas “Mi primer contacto con el Go fue por un artículo de divulgación en la revista de LA NACIÓN, con entrevista a Hilario Fernandez Long y A. Moderc. La idea del juego me gustó tanto que me dibujé un tablero, compré fichitas planas y empecé a jugarlo en casa. Disgresión Siempre fuimos muy jugadores en casa, damas, ajedrez, scrable, podrida, tute, Dama de Pique (el ahora informatizado corazones). Era casi cotidiano jugar algo de "pensar" como sobremesa. De chiquito viene la idea de la casa de Tomás y Enrique (yo).... Continúo: como en la revista las reglas estaban "contadas" solamente, yo jugaba con varias indeterminaciones, no tenía idea de los dos ojos, ni siquiera sabia como contar el territorio, me quedaban pocos cuadraditos "enteros" y no sabía como contar los partidos. Pero me gustaba y trataba de jugar. Al cabo de un tiempo, estaba haciendo la colimba (conscripción) en el hospital militar (1970) y sale otra nota en el diario anunciando que la Asociación Argentina de Go funcionaba en la Escuela del Sol, que quedaba cerca del Hospital y allí fuí volando. Cuando tuve en mis manos el primer folleto claro con las reglas, fué como una revelación, se me aclararon todas las dudas y arranqué jugando fuerte, fué una aproximación "piagetiana" al juego. La primera y segunda Copa La Nación las ganó Noboru Hara, que era para nosotros inalcanzable, hasta que empezamos a ganarle, evité que se quedara con la copa, se la llevaba el que la ganaba 3 veces seguidas. Hara nos enseño, nos invitó a jugar a su negocio y cuando le ganó también Franklin Bassarsky, nos invitó un domingo a jugar a la Asociación Japonesa. Fue una impresión terrible, el que para nosotros era el mejor jugador resultaba ser el más "pichi" (el de menor categoría) entre ellos. Con una humildad y cordialidad inimaginable para nosotros, ellos fueron enviando jugadores cada vez un poco más fuertes y a medida que íbamos aprendiendo nos subían el nivel, sin humillarnos. todavía recuerdo cuando al invitarlo a uno de los torneos el viejo Hara dijo "ustedes han avanzado mucho, ahora va a venir un amigo mío que juega mejor". De aquellos primeros años recuerdo largas noches jugando en casa de Sergio Orce con toda la barra, con Franklin jugando y repasando y los domingos en la Asociación Japonesa, donde todo era silencio y concentración hasta que estaba listo el almuerzo, en que nadie demoraba más de 10 segundos en dejar la partida y bajar a comer, ó en el medio de una partida alguno metía la pata grueso y todos se levantaban a ver, lo cargaban y seguían nuevamente s ilenciosos y concentrados como si no hubiese pasado nada, por supuesto que de los comentarios nosotros no entendíamos mucho, me pregunto si eso lo habrá llevado a Eduardo a estudiar japonés. Uno de los medios de estudiar que conseguí fueron las revistas en japonés, no entendía nada pero repetía las partidas varias veces, en algunas uno abandonaba y era tan poca la diferencia que me quedaba sin saber porqué. Sin embargo el "leer" tantas partidas me ayudó a desarrollar una visión dinámica del juego, al analizar las variantes veía las fichas correr, veía distintos dibujos y posiciones con rapidez, sin embargo nunca tuve mucha paciencia para analizar todas las variantes en situaciones locales. Estamos hablando por supuesto de historia antigua, ahora hay mejores métodos de estudio y muy buenos analistas, en aquel tiempo creo que el único que hacía análisis profundo de verdad era Franklin. Yo no terminaba de entenderlo, pero podía ganarle. Haciendo memoria también Burzyn analizaba bastante, en fin, los años y el alcohol hacen estragos en la memoria, me gustaría que algunos más de los históricos hagan sus aportes. La anécdota graciosa de aquellos años fué el famoso "sonó a gote", cuando aprendíamos a golpear las fichas en el tablero...¡ y la que puse sonó horrible..! Los sábados en la Escuela del Sol, el sótano del bar en Yrigoyen, el Centro de Ingenieros, no necesariamente en ese orden, hemos recorrido un largo camino del cual a mi me faltan algunas etapas, Ricci seguramente recuerda la grappa con miel del bar. En aquellos años Franklin no la estaba pasando muy bien y habitualmente comía verduras y fideos, un sábado estaba jugando con un estilo mucho más agresivo que lo habitual y se me ocurre preguntarle ¿Comiste carne?. Efectivamente, venía de comer asado... En la escuela empecé a jugar simultáneas, fué durante una partida con Franklin, él pensaba mucho y yo leía una revista, alguien se sentó al lado y creyendo que yo estaba libre me invitó a jugar, empecé en broma, pero después llegué a dar hasta 8, me hicieron puré, 6 partidas con jugadores de bastante menor nivel me las bancaba bien, excelente ejercicio, el cerebro terminaba licuado .... La memoria viene un poco desordenada, hoy recordé algunos de los excelentes momentos pasados con Franklin,
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quiero terminar esta nota agradeciéndole la perseverancia, el humor y la generosidad que siempre puso para educarnos y ayudarnos a crecer...
Personajes notables que conocieron el Go Entre los personajes notables que conocieron el Go, merece destacarse el escritor, poeta y ensayista argentino Jorge Luis Borges, quien fuera una de las figuras literarias más importantes e innovadoras del siglo XX. En 1978, conoció el Go y al respecto, escribió lo siguiente:
Hoy, 9 de septiembre de 1978, tuve en la palma de mi mano un pequeño disco de los trescientos sesenta y uno que se requieren para el juego astrológico del Go, ese otro ajedrez de Oriente. Es más antiguo que la más antigua escritura y el tablero es un mapa del universo. Sus variaciones negras y blancas agotarán el tiempo; en él pueden perderse los hombres como en el amor o en el día. Hoy, 9 de septiembre de 1978, yo, que soy ignorante de tantas cosas, sé que ignoro una más, y agradezco a mis númenes esta revelación de laberintos que ya no exploraré... El periodista deportivo Julio Ricardo, hace poco (año 2002) fue al Club Argentino de Ajedrez a pedir información, porque en Seúl, adonde fue por el Campeonato Mundial de Fútbol, lo impresionó el ver todas las plazas con mucha gente jugando al Baduk (Go, en coreano), y le picó el bichito de nuevo. Julio Ricardo daba noticias de Go por Radio Rivadavia, y creo que también por Canal 7. También la conductora de televisión, Mirtha Legrand, en uno de sus famosos almuerzos, entrevistó a un chico que se destacaba en este "entretenimiento de mesa", según sus palabras, "gou", el chiquito era Fernando Aguilar y el juego era nuestro querido Go. Sedes, torneos y finanzas... En 1978 la AAgo organizó la Copa Joker, con el patrocinio de publicación del mismo nombre, dedicada a la difusión de juegos y crucigramas. Fue mi primer torneo y resulté vencedor en la 4º categoría siendo 19 Kyu. A partir de allí, fui un asiduo concurrente a las reuniones de la AAGo. Entre 1979 y 1986 se logró el patrocinio de entidades bancarias que culminaron con la organización del Torneo Sudamericano (1979) en la sede central del Banco Ciudad de Buenos Aires y el torneo Pluscard de GO (1986) que contó con el apoyo financiero del Banco Mayo. En dicho torneo participaron además de los miembros de la AAGo, jugadores de las comunidades Coreana y japonesa. En ese torneo finalicé en 4º lugar, fui el no oriental mejor clasificado. Otros torneos de menor importancia, también se llevaron a cabo en el citado período, los que sirvieron para difundir el juego y elevar el nivel de los competidores locales. Pero no todo fueron flores para la AAGO, debido a los
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vaivenes de la economía argentina, era muy dificil para los socios sostener un local propio, y la sede de la asociación fue pasando del Centro Argentino de Ingenieros a la Escuela del Sol, calle Bolivar, calle Bernardo de Irigoyen, calle Hipólito Irigoyen y calle Solís. Allí, un grupo de unas 10 personas, que jugaban los sábados por la mañana, se escindió y comenzaron a reunirse en un bar de Federico Lacroce y Cabildo, conformando el Club de Go de Buenos Aires (los hermanos Grimoldi, Lamarca, Wolf, etc.). Continuaron las dificultades económicas y decreció en número de socios y la AAGO se mudó al Club Argentino de Ajedrez. En el transcurso de la década de los ochenta habían desfilado como presidentes de la entidad, los Ingenieros Ernesto Cepeda, Federico Lasaigues y Guillermo Zucal. Por aquel entonces, de mañana yo me reunía ocasionalmente con el grupo que conformó el Club de Go de Buenos Aires y por la tarde iba a la sede de la AAGo, hasta que cerraban el club, a las tres o cuatro de la mañana. Pero un grupo de jugadores integrado por Alaluf, Giardinaro y quien relata, entre otros, teníamos un tablero en un bar de la avenida Corrientes y la seguíamos hasta las ocho ó nueve de la mañana. Algún sábado nos escapábamos de la AAGo y nos dirigíamos al club de los coreanos, ya que allí había jugadores muy fuertes y muy buena comida tradicional. El "club" era regenteado por una persona de apellido Kim, muy amable y siempre dispuesto a participar de los eventos que organizaba la AAGo. Entre las medidas que se adoptaron para incrementar la atención de las personas hacia el Go, es de mencionar la participación de socios de la AAGo en la feria del libro, con un stand propio. A mediados de los ochenta se hizo cargo de la Presidencia de la AAGo Hugo Scolnik, quien acompañado de un grupo de jóvenes socios, le dio un impulso renovador a la actividad. Además en su gestión se logró atraer la atención de la comunidad japonesa, residentes que antes eran reticentes a participar de nuestras actividades. Por un breve lapso la sede de la AAGo se fijó en el Club del Progreso, retornando nuevamente al Club Argentino de Ajedrez, actual sede de la AAGo. Las palabras de Hugo Scolnik en septiembre del 2001, reflejan su convicción de que trabajando en equipo, todo es posible: Renovación de la AAGo "La Asociación Argentina de Go se fundó el 11 de septiembre de 1971 y luego de distintas vicisitudes relacionadas -en parte- a las que atravesó el país en general, se encuentra actualmente en un período de expansión gracias al esfuerzo de muchos de sus miembros. Dentro de los objetivos naturales, como ser los de difusión del juego en nuestro medio, mediante cursos y torneos de principiantes y para kyus, la interacción creciente con las comunidades orientales desempeña un rol social fundamental. Por ejemplo, a partir de los cursos que dimos en la Asociación Okinawense, surgieron fuertes lazos amistosos que nos permiten encarar actividades conjuntas como la realización de la Copa Toyota-Denso, 1° Campeonato Mundial de Go Oza y 3° Campeonato Iberoamericano de Go (11 al 13 de Octubre). En dicha ocasión entregaremos diplomas de socios honorarios al Ing.Hilario Fernández Long, como muestra de agradecimiento por haber introducido el Go en nuestro país, y al Dr. Jian Hua Wang, por sus numerosas contribuciones a nuestra Asociación. Asimismo varios de nuestros jugadores asisten regularmente a los clubes de la comunidad coreana. En lo relativo a las relaciones internacionales actuamos como miembros de la FIG (Federación Iberoamericana de Go), y muchos de nosotros hemos concurrido a torneos en Brasil y Cuba, que han servido para estrechar lazos con distintos países. En ese sentido, la Copa Toyota-Denso servirá como un instrumento fundamental para la integración latinoamericana al financiar la participación de los miembros de la FIG, que de otro modo sería casi imposible de lograr. También hemos coordinado distintas actividades con la Nihon Ki-In de Japón, esencialmente al lograr la visita de destacados profesionales que han impartido sus enseñanzas mediante conferencias, simultáneas, y análisis de partidas. Nuestra Asociación participa en distintos eventos internacionales como el WAGC (World Amateur Go Championship), en la Copa Fujitsu, y en torneos femeninos y de parejas. Es de destacar que el representante argentino en el WAGC 2001, Fernando Aguilar, obtuvo el noveno puesto, y también ganó el torneo de la FIG realizado por Internet. Mediante un acuerdo con la European Go Federation corregimos la versión preliminar de un librito de introducción al Go, imprimiendo ejemplares que están siendo usados en varios países hispanoparlantes. También Fernando Aguilar ha escrito una cantidad de artículos muy interesantes que esperamos se concreten en un libro. Por otra parte, Eduardo López Herrero ha expresado su deseo de escribir un libro sobre fuseki, en cuanto sus tareas se lo permitan. Otro paso relevante - aunque no novedoso - ha sido la fabricación de tableros y piedras para satisfacer la demanda de los nuevos jugadores. El retorno al edificio del Club
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Argentino de Ajedrez mediante el alquiler de la mitad del segundo piso ha sido un paso muy importante que, conjuntamente con los cursos introductorios dictados por Franklin Bassarsky y los más avanzados a cargo de Diego Ruiz, han aumentado sensiblemente el número de jugadores de ambos sexos. También existe el proyecto de dar cursos por Internet pues es un medio idóneo para llegar no solamente al interior de nuestro país, sino también a los países de la región. En lo personal siento que el excelente núcleo humano formado por los miembros de la AAGo demuestra que es posible encarar proyectos cada vez más ambiciosos, a pesar de las limitaciones que impone un período de crisis".
Actualmente la actividad se concentra principalmente en Buenos Aires y en el interior del país hay grupos aislados en Rosario, Mendoza y Misiones. Los torneos anuales más importantes del calendario de la AAGo son el tradicional Torneo Argentino, del que surge el campeón de nuestro país y el Torneo Clasificatorio, que sirve para designar al jugador que participa en el Torneo Mundial Amateur (WAGC) que organiza en forma anual la Nihon Ki-in (Japón) y la FIG. Los mejores jugadores que ha dado el país y reconocidos a nivel mundial son Fernando Aguilar y Eduardo López Herrero, que actualmente reside en Japón y con quien tuve la posibilidad de elaborar el ensayo “Historias de Go”. Para ellos, este pequeño homenaje por lo que significan para el Go argentino. Finalmente, no puedo dejar de mencionar que desde 1999 funciona en Argentina una lista de correo electrónico denominada "CursoGo", donde se pueden encontrar comentarios técnicos y filosóficos -en español- sobre los distintos aspectos del Go y a la que usted se puede suscribir - en forma gratuita- y participar dando a conocer sus opiniones. Desde febrero de 2001 y mientras elaboraba éstas páginas surgió la idea de Nikkai, un boletín gratuito, en castellano, con artículos y noticias del go mundial. El fuerte jugador argentino Roberto Alaluf, escribió una nota en Nikkai que refleja fielmente el espíritu filosófico que el juego generó entre los miembros de la AAGo, que de a poco descubrían –café de por medio- otros aspectos relacionados al go: Luego de algunos años de práctica he advertido ciertos aspectos psicológicos que se presentan durante el curso de un partido de GO y que son dignos de ser tomados en cuenta. En primer lugar, todo el mundo sabe que este juego se basa en un hecho perceptivo fundamental, que consiste en el intento de captación de la totalidad del juego, que llamamos el tablero. Tal vez es esto lo que hace del GO algo tan fascinante, o sea el verificar al jugarlo -a veces de manera dolorosa- que nuestras opiniones y gustos, pueden no tener nada que ver con la "realidad", que sería lo que estaría pasando "verdaderamente" sobre el tablero. Esto, creo que es descripto por el Ingeniero Fernández Long en un libro donde dice algo así como: "repentinamente la realidad del juego se presenta como en un amanecer al jugador de GO...". Adicionalmente diré que de un modo más "esotérico", un profesional 7-Dan me dijo a boca de jarro, hace varios años: "Ud. comprenderá el juego el día que obtenga la iluminación de las piedras ..". En un artículo de hace varios años, Eduardo López Herrero mencionaba algo que creo fue publicado en la revista "GO World". Dicho artículo señalaba que en los lugares 'serios' donde se juega al GO, hay un cartel que hace referencia al estado de la mente conocido como 'mushin' ... que sería una suerte de estado de claridad en donde las cosas se hacen evidentes por si mismas. Considero entonces que primero viene el acto de ver lo que está pasando sobre el tablero, en un momento dado, y luego se puede analizarlo a fin de saber como actuar en consecuencia. Digo se puede analizarlo y no que habrá que analizarlo, porque entonces puede intervenir la intuición -como ocurre normalmente-, que es una suerte de pensamiento sintético que -sin mediar análisis- nos dice con sensación de certeza donde hay que jugar. Sin embargo la intuición no se puede tomar como una herramienta sistemática, porque se acaba y uno tiene que entrar a analizar. Las categorías en GO no se hallan bién definidas y es muy dificil contraponerlas lógicamente. Nociones como influencia, fuerza, debilidad, potencial, (atsumi, aji, etc), son para decirlo de alguna forma, funciones de la posición en constante variacion y por lo tanto, es la posición total la que finalmente debe ser tomada en cuenta. En cierto sentido, esos conceptos no tienen existencia propia, sino relativa al todo, que llamaré el uno. Si al revés de lo aquí expuesto, se intenta primero analizar sin la captacion del tablero, se puede caer en la situación que está muy bién descripta en el cuento Sufí de los ciegos y el elefante: cada uno de los ciegos conocía una parte del elefante por contacto, e insistía que esa parte era el todo y de ahí extraía conclusiones. Por supuesto con esto quiero marcar tendencias y no absolutos. Es decir intentar captar tanto como se pueda para luego jugar y no pretender una suerte de captación sobrenatural que finalmente derivaría en una parálisis. Una vez que, en mi opinión, es superada ésta etapa, sobreviene otra mucho más dificil. La llamaré la "lucha contra las propias tendencias negativas". Está claro que en cualquier actividad que una persona desarrolle, se refleja parte de su forma de ser. Esto en GO es notablemente cierto. Tan cierto que se
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podría decir sin exagerar que el juego refleja nuestra forma de ser, maravillosamente. Paso a ejemplificar: Hace poco en un torneo por Internet estuve a punto de perder una partida jugada con Diego Ruiz, por un exceso de agresividad completamente injustificado. Podría haber perdido igual, porque creo que Diego jugó mejor. Finalmente gané y lo atribuyo a un hecho notable: mantuve la calma a partir del preciso momento que me dí cuenta que mi temperamento sería la causa principal de mi derrota a manos de Diego, y esto sin quitarle mérito a él. Entonces, me dediqué a realizar jugadas simples y razonables sin desesperar - porque perdido por perdido ...y tal vez Diego se confió, bajó la guardia y pude ganar por unos pocos puntos. En una partida anterior, encuentro un ejemplo más notable. Esta fue jugada con Fernando Aguilar. En un momento dado de equilibrio entre ambos bandos, me tocaba jugar algo defensivo muy simple, nada especial. No pude con mi temperamente y no me permití jugar algo tan "sencillo" .. a sabiendas de la debilidad que dejaba expuesta. Fernando invadió y empezaron los problemas. Como venía con cierta "idea" en la cabeza continue desafiando a Fernando - pero más que nada a la realidad - aunque todavía contaba con alternativas que hubiesen achicado el daño, que ya era importante. Abandoné algunas jugadas después. Tendría que haber contado estos dos ejemplos al revés. Porque fue el darme cuenta de cómo influyeron mis aspectos negativos en la partida con Fernando, lo que me dio fuerzas para contrarrestarlos en la que jugué con Diego. Usé entonces la "paciencia" y la "calma" como antídotos y .. funcionaron. Ejemplos como estos hay en cada partida que haya jugado desde el dia uno. Considero entonces, que el intento correcto de contrarrestar algunas de mis actitudes destructivas, mejoran mi juego en general y en particular las posibilidades concretas de ganar una partida. Estoy tan entusiasmado con este descubrimiento -al que hoy, le doy mas importancia que a la "iluminación de las piedras" citada arriba- que quiero compartirlo con mis amigos, los jugadores de GO.
Existen muchos jugadores argentinos que viven en el interior de nuestro país, donde no pueden practicar el go en forma asidua y mantener un nivel competitivo, y otros que están diseminados por el mundo, todos dedicados a difundir el juego. Un gran número de ellos practican Go en IGS, la fabulosa red mundial dedicada al Go por Internet. Participación Argentina en los Torneos Internacionales En 1977 se jugó en Buenos Aires y fue el primer torneo de caracter continental, denominado "Confraternidad Argentino-Brasilera", del que participaron 3 jugadores de Brasil y 5 de Argentina, incluyendo a las colectividades japonesa y coreana, resultando campeón Hisao Uyama (Brasil). En 1978 y 1979, el torneo se transformó en Sudamericano, del que se jugaron dos ediciones una en San Pablo (Brasil) y otra en Buenos Aires (Argentina), en la sede del Banco Ciudad de Buenos Aires (foto).
Aquí participaron 4 jugadores de Argentina, 2 de Brasil y 2 de Chile, resultando vencedor Fernando Aguilar y 2º Eduardo López Herrero. En los siguientes veinte años, no se disputaron competencias a
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nivel continental, hasta 1999 en que se oficializó el torneo Iberoamericano. El siguiente relato pertenece al argentino Diego Ruiz (4-Dan), quien nos dejó sus impresiones de aquel primer iberoamericano: Entre el 9 y el 12 de Octubre (día del descubrimiento de América, de la Raza, de la Hispanidad, de la Masacre, o de lo que más gusten o disgusten; en todo caso feriado) se llevó a cabo el Torneo Iberoamericano de Go de São Paulo (Brasil). Lamentablemente de Iberoamericano tuvo mas bien poco ya que finalmente participaron sólo argentinos, brasileros y residentes en Brasil. Viajamos a São Paulo diez (10) argentinos incluyendo a los dos 6-dan: Eduardo López Herrero (llegado desde Tokyo) y Fernando Aguilar (venido desde Formosa City - Argentina). El torneo sirvió además para la integración de los cuatro clubes o asociaciones de go de São Paulo: la Nihon Kiin do Brasil, el Club Chino de Go, el Club Coreano y la Asociación Brasilera (los de ojos redondos). El torneo se jugó por sistema suizo a 7 rondas en el edificio (ENVIDIABLE) de la Nihon Ki-in do Brasil y repartió 2000 dólares en premios (500 al 1º) aportados por las distintas asociaciones. Los árbitros y comentaristas fueron los profesionales Tokimoto 8-dan y Hisajima Kunio 9-dan que estuvieron en SP como parte de la gira sudamericana que realizaron. Como había anticipado Hugo el nivel del torneo era muy fuerte y de un total de 44 jugadores había 12 de nivel 6 ó 7 dan. El desarrollo del torneo tuvo alternativas muy interesantes como por ejemplo: -Uyama le ganó a todo aquél que se le puso enfrente incluyendo cinco 6 y 7 dan. -Kim Chul Soo era un firme candidato después de ganarle a Aguilar en la 4a ronda, sin embargo olvidó que el lunes se jugaba más temprano y perdió por ausencia. En la ronda siguiente perdió inesperadamente con Miguel Flusser. -El 5º puesto de Flusser fue una hazaña. Mostró determinación y muy buen juego. De paso, con el premio recuperó parte de la inversión: Su empresa fue una de las auspiciantes del torneo. :-) -Wang Sen Feng se tomó revancha de la Final Sudamericana de la Copa Fujitsu y le ganó a Fernando Aguilar: el score pasa a estar 3-3. -Modestamente, quien escribe (Ruiz) le ganó a dos 6d para meterse ahí entre los de arriba. Con eso me gané un ascenso a 4d (además de unos pesos). Perdí con Wang y con Flusser en un partido terrible que terminamos con menos de 5 minutos cada uno (se jugaba a 1 hora 30, sin byo yomi) Después del Torneo, Tokimoto 8-dan jugó un partido con Uyama con dos piedras y 5 puntos y medio de ventaja. Mientras tanto Hisajima comentaba para el público y Eduardo traducía. Ganó Tokimoto. Después jugué con Hisajima con 5 piedras y Tokimoto comentaba. Gané por abandono pero debo confesar que los comentarios ayudan bastante (como cuando dicen "ahí el negro se está metiendo en problemas", "hay que pensar en cortar..." y todo eso) Con respecto a la organización fue inmejorable: la programación de las mesas, los cómputos de resultados y sorteo de rondas, todo hecho de la mejor manera posible. Se jugó en un clima de torneo "en serio" pero también hubo espacio para compartir experiencias, analizar partidos y charlar de la vida. No tengo a mano los nombres de todos los organizadores pero quiero destacar a Seiichi Ikeda y André Cymbalista. Los extranjeros nos alojamos en el hotel Ginza que hizo un precio muy conveniente y los precios en Brasil de comida y transportes eran muy baratos (en relación a Argentina al menos). "Casualmente" en el hotel Ginza funcionaba también el club Chino de Go. Para los que tengan pensado ir el año que viene o estén en duda: No se puede decir que São Paulo sea una ciudad bonita (que me disculpe Caetano Veloso) como La Habana; pero si quieren participar en un torneo fuerte pueden ir a São Paulo por tres o cuatro días y después recuperar energías en la "Cidade Maravilhosa" de Rio que está muy cerca o escapar a las playas de Bahia, o hacer como Eduardo y perseguir serpientes por el Amazonas, etc. Brasil es grande.
En 1989 Sudamérica fue invitada a enviar un representante para participar de la Copa Fujitsu y dicho representante se dirimiría en un match entre argentinos y brasileños. Desde 1989 hasta 2002 el encuentro clasificatorio lo disputaron Wang Sen Feng (Brasil) y Fernando Aguilar obteniendo 7 triunfos cada uno. Una versión del Iberoamericano, se juega por Internet y el dueño absoluto de las cuatro ediciones disputadas es Aguilar. En dicha competencia que -se juega desde 1999- participan jugadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Venezuela y España. Otro torneo que se disputa en Iberoamérica y concita la participación de jugadores argentinos, es el San Cristobal de la Habana (Cuba) que ya lleva cuatro ediciones desde 1997. En 1998 el argentino Eduardo López Herrero obtuvo el torneo por primera vez para la Argentina. La participación de los jugadores argentinos en los torneos internacionales extracontinentales, ha sido buena y en algunos casos muy exitosa. En el año 2002 se jugó el Primer Torneo Mundial Universitario de Go del que participaron 16 jugadores: 3 de Japón, 3 de China, 2 de Korea, 2 de Taiwan, 3 de Europa (2 de Hungria y 1 de Rusia), 1 de Tailandia, 1 de Estados Unidos y 1 de Sudamérica. El representante por Sudamérica fue el argentino Santiago Lapagne.
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Fangio, Vilas, Maradona y Aguilar Entre las figuras más destacadas del deporte argentino, todos a nivel mundial, han escuchado hablar de las hazañas deportivas de Juan Manuel Fangio, fue cinco veces campeón mundial de automovilismo, Guillermo Vilas, fue Nro.1 del tennis mundial durante un año y Diego Maradona, futbolista campeón del mundo y autor de uno de los goles más famosos de la historia de los mundiales. Pero.. ¿ y de Fernando Aguilar (en la foto)?... es probablemente, el jugador más fuerte del continente Americano y uno de los mejores amateurs de occidente. En 1982 finalizó en 5º lugar en el 4º WAGC, derrotando a Sidney Kobashigawa (EE.UU.) en el play-off y en el 2001 -tras una larga inactividadocupó el 9º lugar en el 23º WAGC. En el siguiente extracto de un comentario sobre el desarrollo del torneo mundial amateur en Hyuga (Japón) el lector podrá entender la capacidad y categoría de Fernando, leyendo como se preparaba minuciosamente para cada uno de los partidos que debía jugar: El campeonato mundial en sí comenzó ese mismo día por la tarde. Eran 8 rondas distribuidas en 5 días, desde la tarde del día 10 hasta la mañana del día 14 inclusive. Creo que esa forma de distribuir las rondas, jugando un solo partido tanto al principio como al final del torneo, es muy buena.Las actividades del día comenzaban en el hotel con un opíparo desayuno, momento en el cual nos juntábamos la barra de iberoamericanos a charlar de diversos temas y gastarnos bromas. Luego nos llevaban en micro al Centro Cultural, un complejo de edificios que tenía en su entrada un gran sector al aire libre donde había pequeños puestitos de venta de productos artesanales, una parte cubierta con toldos en la que había juegos de Go para analizar los partidos y un patio - escenario donde se realizaban los números artísticos. En el interior contaba con el mini-estadio donde se jugaron los partidos, grandes pasillos en los que vendían juegos de Go, un sector en el que la gente podía conectarse a internet, y en un edificio contiguo un saloncito donde nos daban unas cajas "bento" para el almuerzo y un auditorio donde se hizo el último día la ceremonia de entrega de premios. Luego de pasar todo el día allí, volvíamos caminando al hotel para salir a cenar en grupos y/o ir al salón reservado para los jugadores para seguir dándole duro al Go. Los árbitros del torneo fueron Kato Masao, Kiyonari Tetsuya y Yasuda Yasutoshi, todos profesionales 9-dan que estuvieron muy dispuestos a comentar nuestros partidos, apoyados por el equipo de traductores. En particular resultaron muy agradables los comentarios de Kiyonari, un jugador de la Kansai Ki-in que conocí en la copa Fujitsu, y muy claros los de Kato Masao, que casi no necesitaban traducción porque una vez que ubicaba la piedra sobre el tablero quedaba todo dicho. El primer día estuvo presente Otake Hideo, que conversó un rato con Eduardo y le dio a entender con su acostumbrada buena onda que estaba contento con mi participación en el campeonato. Como mencioné antes, en la primera ronda me tocó jugar con Keun Tae Ko de Corea, un niño de 14 años de categoría 6-dan (?) que cometía la irrespetuosidad de mirar para otro lado después de jugar. Me tocaron negras y arranqué con un planteo similar al que había preparado para mi partida con Rin Kai Ho: jugué nirensei, y ante su respuesta de hoshi + komoku hice un ogeima kakari contra este último. De entrada planteé un juego a la influencia cediendo territorio, aunque según me enteré más adelante, mi juego adolecía del defecto de estar demasiado volcado hacia un sector del tablero. Sin embargo, mi adversario hizo una invasión demasiado profunda de mi moyo y tomé claramente la iniciativa. La ventaja la perdí pocas jugadas más adelante por imprecisiones en mi ataque que fueron capitalizadas inmediatamente. Mi juego se fue deteriorando rápidamente y en la jugada 110 ya era un bochorno, así que abandoné. Mi joven rival me señaló en 5 minutos cuáles habían sido los puntos clave donde me equivoqué yo y dónde jugó mal él. La desazón por la derrota se vio atemperada unos días después cuando este chico le ganó a Kato Masao un partido amistoso con el handicap combinado de una piedra y unas copas de más. En segunda ronda jugué con Abel Rakotoarisoa 2-kyu de Madagascar, un muchacho delgado de piel morena que hablaba solamente francés. El partido se definió rápidamente cuando le comí un grupo después de 82 jugadas. Al terminar, me hizo un pequeño obsequio y nos fuimos juntos al sector exterior del edificio donde nos comentó el partido Kato Masao, quien hizo gala de su capacidad didáctica para transmitir conceptos independientemente de la calidad del juego. Abel Rakotoarisoa sacó en definitiva 2 puntos por sus victorias frente al jugador de India y al de Perú, lo cual le valió el premio al espíritu de lucha. En la tarde del segundo día me enfrenté en tercera ronda con Thomas Heshe de Dinamarca, un 5-dan que contrarrestó mi sanrensei con un juego activo y llevó al planteo de una gran pelea que estuvo a punto de ganar. Sin embargo, en el momento crítico saqué a relucir un par de tesujis que no contestó con la precisión neceseria, y terminó perdiendo por tiempo en un momento en que yo tenía el partido ya bajo control. En la cuarta ronda me enfrenté con otro durísimo jugador europeo: Franz Huttler 4-dan de Austria. Planteó con negras
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un juego creativo en el fuseki y comenzamos tempranamente una pelea que se fue trasladando de un sector al otro del tablero. El partido fue muy reñido y ambos consumimos el tiempo de reloj y entramos en byo-yomi. Cuando el último grupo mío involucrado terminó por vivir pasamos rápidamente al yose y alcancé a ganar por 4 1/2 puntos. El partido fue tan largo que apenas nos quedó un rato para el descanso del almuerzo. Recién el último día nos juntamos en el salón del hotel para comentarlo. Según él fue su mejor partido de los que jugó en el campeonato. A lo largo del torneo los organizadores fueron publicando los resultados parciales con los totales de puntos, SOS y SOSOS. También imprimieron los partidos que iban anotando, un total de 10 por cada ronda. Las partidas que no eran anotadas debían ser registradas por uno mismo en caso de tener interés por conservarlas. Eso fue lo que hice al final de cada día, así que tengo el registro de todas mis partidas, aunque en algunos casos el orden de las jugadas no responde fielmente al original. El día 12 por la tarde se jugó la quinta ronda. La novedad fue que el aire acondicionado del lugar donde jugábamos, que estuvo descompuesto los tres primeros días, por fin lo habían podido arreglar, así que el ambiente pasó de estar caluroso a fresco tirando a frío. Me tocaron negras contra Zhiqi Yu 6-dan de Canadá y nuevamente planteé un sanrensei. Jugué la apertura a una velocidad mayor a la aconsejable, en parte porque el cansancio del partido anterior y el frío del ambiente me restaron mi cuota de paciencia. Cuando entré en clima de juego hice un par de maniobras dudosas y quedé claramente en desventaja, según vimos después con Yasuda 9-dan. A partir de ahí hice lo posible por complicar el partido y tuve éxito hasta cierto punto porque fui recuperando de a poco la ventaja. Sin embargo, pese a que la diferencia final fue de sólo medio punto, analizando el partido fríamente creo que en ningún momento tuve oportunidad de ganar. Simplemente fui recuperando y me faltó una pizca para dar vuelta el resultado. La anécdota graciosa fue que el día anterior había perdido por medio punto César Sánchez de España, y lo estuvimos cargando un rato largo para levantarle el ánimo. En una de las bromas, Juan Rivaud de México preguntó cuál era la mínima diferencia por la que se podía perder un partido. En ese momento contesté que la mínima diferencia es medio punto luego de perder el último ko de un punto de valor por sólo una amenaza. Sin embargo, en mi partido se dio la circunstancia de que mientras estábamos arreglando los territorios para contar, mi rival olvidó una piedra capturada en la tapa del cuenco, y tardamos un rato en darnos cuenta. Así que después me vi obligado a corregir la definición y admitir que la mínima diferencia es medio punto cuando el rival encuentra la piedra capturada que le faltaba. Lo que no fue tan gracioso es que en quinta ronda ya tenía dos partidas perdidas, así que quedaba relegado en la carrera por los primeros puestos. De todos modos, vale como experiencia. En sexta ronda me tocó jugar con blancas contra Steve Kim 5-dan de Nueva Zelanda. El tema de conversación se produjo por un kakari que hice contra un hoshi, ante lo cual respondió con una pinza alta de un punto, pese a que según él mismo contó después su intención era jugar una pinza de dos puntos y se le corrió la mano. En la primera parte de la partida tomé ventaja en el balance de territorios, y cuando le llegó a mi rival el momento de capitalizar su influencia no acertó a jugar en los puntos clave. Entonces tomé una ventaja clara y terminé ganando por 20 1/2 puntos. El análisis que hizo Kiyonari fue sumamente didáctico. Por la misma sexta ronda jugaron el partido que decidió el campeonato Dai Chun Li 7-dan de China y Moriei Kanazawa 7-dan de Japón. El coreano había quedado fuera de carrera al perder con Hong Kong en cuarta ronda. En un partido sumamente reñido se impuso el chino por 1 1/2 puntos. El primer día supuse que este joven de 23 años era candidato al título por la personalidad que demostraba, pero en los hechos se vio que no le resultó tan fácil. En el corte del almuerzo me acerqué a la zona en la que había unas computadoras para entrar a internet. Allí estaba Irwin Hernández de Venezuela conectado a IGS. Le pedí una mano para ver si había algún argentino presente. Al único que ubicamos fue a "dobleOjO", quien lamentablemente no contestó nuestros llamados. Por la tarde del día 13 jugué en séptima ronda con Michiel Eijkhout de Holanda, un 5-dan que salió tercero en el campeonato de su país. El fuseki reprodujo casi exactamente mi partida de primera ronda con el coreano. El comentario de Kato Masao fue lo que me hizo dar cuenta que mi juego estaba demasiado volcado a un sector del tablero. Sin embargo, mi rival invadió prematuramente mi moyo y me facilitó las cosas. Aún así, en una escaramuza en un rincón yo leí inadecuadamente las posibles variantes y le di oportunidad de tomar ventaja, pero afortunadamente para mí no acertó con la secuencia justa y por el contrario fui yo quien quedó con una posición claramente superior. A partir de ahí mi rival desarrolló un juego que estuvo por debajo del nivel que uno esperaría, así que fui consolidando la ventaja hasta que rematé el partido comiéndole un grupo. La sensación de Eduardo era que mi adversario podría estar desanimado porque a esa altura del torneo ya tenía dos partidas perdidas (contra el de Taiwan y contra el de Australia). Si ese fue el caso no sería yo quien le niegue su derecho a deprimirse. Con este triunfo alcancé los 5 puntos, que era mi expectativa de media, y encaré la octava ronda para llegar a mi expectativa de alta, o sea completar 6 puntos. Esa noche me enteré que mi rival de última ronda sería Antoine Roche 3-dan de Francia, que sorpresivamente le ganó a Radek Nechanicky de República Checa, un 6-dan que en al año '98 alcanzó el noveno lugar. Calculo que A. Roche en realidad es 5-dan. Analicé las dos partidas que había anotadas de él y no pude sacar grandes conclusiones, salvo que aparentemente le gusta el komoku. Yo había jugado hasta ese momento en general komoku + san-san con blancas y nirensei o sanrensei con negras, pero esta vez me sentía más inclinado a jugar una apertura de hoshi + komoku. Como las dos partidas mías que había anotadas eran sendos sanrensei, supuse que mi adversario prepararía una apertura para contrarrestarlo. En el nigiri me tocaron negras. Cuando jugué hoshi en el rincón superior derecho me contestó con 5-3 en el rincón superior izquierdo, una jugada aparentemente destinada a contrarrestar la
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influencia del sanrensei. Entonces jugué komoku en el rincón cruzado y la apertura se derivó rápidamente en un fuseki similar al de Shusaku. Se desarrolló una pelea equilibrada hasta que logré estabilizar un grupo a través de un ponnuki y cortarle otro grupo que terminó viviendo en ko. Al hacer dos jugadas consecutivas como amenaza de ko terminé con un imponente atsumi en el centro que me daba una posición ganadora. Sin embargo, a partir de ahí comenzó a complicarme el partido con gran habilidad, hasta que por fin logré capturar los grupos que había arriesgado y se vio obligado a abandonar. De esta manera completé los 6 puntos. Para determinar la ubicación final era necesario apelar al sistema de desempate, dado que era probable que el chino terminaría con 8 puntos, el japonés con 7 puntos y luego vendríamos 7 jugadores con 6 puntos. Mis dos derrotas tempranas me tiraron abajo el SOS, así que estaba bastante claro que no podría alcanzar mi expectativa de máxima de estar entre los 8 primeros.
En el año 2001 Aguilar ganó el 3er torneo Iberoamericano y derrotó a Wang Sen Feng en el clasificatorio para la Copa Toyota-Denso. Para tener una idea de la categoría de su rival, es importante señalar que Wang ocupó dos veces la 7º colocación en el WAGC. En el año 2002 durante su participación en la 1era Copa Toyota-Denso, venció a dos jugadores japoneses profesionales, ambos 9-Dan. En marzo superó a Hasegawa Sunao y en septiembre a Yoo Kagen, otro fuerte profesional taiwanés que milita en la Nihon Ki-in, después sería eliminado por el actual Nro. 1 del mundo, Lee Changho, que además se coronó campeón en dicho torneo. Respecto al primer triunfo, la revista Go Weekly (pág. 2, Nro. del 1° de abril) publicó: "Copa Toyota - Denso, 1ra. ronda. La mayor conmoción del día la causó el argentino Fernando Aguilar, representante de Centro y Sudamérica, derrotando magníficamente con blancas, por tres puntos y medio, a Sunao Hasegawa 9 dan. En el diagrama de abajo mostramos parte de la partida. Cuando negro le corta la salida con 1 y 3, blanco (a partir de 4) hace Furikawari por el rincón, en una secuencia que muestra la indudable fuerza de Aguilar. Blanco pierde su grupo del centro, pero el territorio negro de arriba a la derecha pasa a manos blancas y, según Michael Redmond 9 dan, "la partida está pareja". Para Hasegawa era una partida que "no podía permitirse perder"; quizá por eso jugó con una solidez a todas luces excesiva. Aguilar, por el contrario, y como él mismo nos dijo: "Pensé que tenía pocas probabilidades de ganar. Por eso me concentré en tratar de rendir al máximo y jugar como quería, para no tener de qué arrepentirme después". Esa diferencia en la actitud de ambos jugadores se vio reflejada directamente en el resultado. "En el pasado he tenido la oportunidad de jugar con Otake, Rin y otros maestros. Se puede decir que a ellos les debo lo que soy. Siento que con mi victoria de hoy al fin he podido devolverles parte del favor. Espero con ansias la segunda ronda en septiembre". En esa ocasión le toca enfrentarse con Yoo Kagen (Tang Chia Yuan) 9 dan. Nosotros también esperamos con interés verlo nuevamente en acción". A los argentinos, Fernando nos hizo tocar el cielo con las manos, algo que no creíamos posible. Los amateurs más fuertes del mundo provenientes de Holanda, Alemania, Gran bretaña, Francia y EE.UU., no lograron pasar la 1º ronda de
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la Fujitsu. Por eso, digo que lo de Fernando Aguilar fue una hazaña, eliminó a dos de los profesionales japoneses que la Nihon Ki-In designó para la ocasión. Ese momento histórico para el Go de nuestro país y el de Latinoamérica, quedará estampado en éstas páginas, comentado por su autor y retratado en esta memorable partida:
1º CopaToyota-Denso World Oza, 1º Ronda Blanco: Fernando Aguilar, 6a, Argentina Negro: Hasegawa Sunao, 9p, Japón Tokio, 19/03/2002 Resultado: Ganó Blanco por 3,5 puntos komi: 5.5
figura 1 (1-50) Ante su primera jugada en komoku respondí en hoshi de acuerdo al plan. A continuación jugué otro komoku en diagonal, y entonces ocupé el cuarto rincón en komoku. Había imaginado una apertura basada en hoshi, pero me encontré jugando el tradicional tasuki fuseki. Naturalmente continué con un shimari (Negro 5), y ah me detuve a pensar algunos minutos porque se me ocurrió la idea de desarrollar una estrategia basada en permitir que hiciera dos shimaris. Finalmente la descarté y jugué kakari (Blanco 6) para continuar luego con una pinza baja de tres puntos (Blanco 8). Era una apertura que estudié hace casi 30 años en el libro "Modern Joseki and Fuseki Vol. 2" de Sakata Eio. El juego subsiguiente se aparté de los lineamientos tradicionales porque mi adversario jugué una contra - pinza con Negro 9 (el planteo moderno, en lugar de desarrollar su shimari) y yo opté por dejarme confinar en ese rincón a cambio de establecer posiciones en ambos bordes (Blanco 10 y Blanco 24). En el comentario que hicimos después del partido, Hasegawa criticó su juego en la secuencia hasta Negro 23. El hecho es que fijé la posición e impedí futuras acciones contra mi rincón, dejándome en una situación cómoda. Después de un joseki que siguió a un kakari contra mi hoshi (Negro 25), jugué de manera de achatar su posición contra el borde (Blanco 30). En general el partido se estaba desarrollando de manera normal. Cuando intercepté (Negro 39) una extensión larga mía, salté hacia el centro (Blanco 40) con la piedra que haba quedado separada y reforcé el grupo que quedó confinado en el rincón (Blanco 42), acordándome de la estrategia que haba desarrollado Diego en su partida con Eduardo por el Torneo Argentino. Llegamos así a mi jugada Blanco 44, donde se produjo el primer incidente. La jugada evidente era una extensión de un punto en tercera línea contra el lado bueno de su shimari, pero en el sector opuesto tenia la posibilidad de penetrar en su posición, o al menos hacer un kikashi para inhibir su desarrollo. Me pasa a veces que ciertas jugadas resultan demasiado tentadoras y me apuro a hacerlas pasando por alto que hay otros puntos más grandes o urgentes. Hasegawa contestó (Negro 45) mi jugada de manera que quedé con una posición sólida pero a costa del sente
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figura 2 (51-100) 85 a la derecha de 76; 90 en 82 y a continuación me atacó en el sector donde yo debí reforzar (Negro 55). El ataque resultó ser severo y pronto me vi en la disyuntiva entre moverme con dos grupos débiles o reforzar uno y arreglármelas con el otro. Si decida lo primero iba a trabajar muy bien su influencia, así que tomé el segundo curso de acción (Blanco 60). La segunda disyuntiva apareció cuando tuve que decidir qué hacer con mi grupo atacado; opté por sacrificarlo (Blanco 68) y producir un furikawari, entrando como compensación en el rincón que haba ocupado con su shimari. Considero que Hasegawa tomó ventaja en esta escaramuza, pero a continuación hizo una jugada sólida (Negro 79) para asegurar la captura y me permitió agrandar el rincón que acababa de conquistar (Blanco 80). Este punto fue la segunda crítica que hizo Hasegawa de su juego. Sobrevino lo que parecía ser una lucha de ko, pero yo opté por dar atari por abajo (Blanco 86) con la intención de conectar por el borde. Hasegawa podría haber conectado frente al atari dejando mal aji en el rincón, pero no vio la secuencia de continuación. En cambio fue a jugar en el sector opuesto (Negro 87 y 89) donde yo previamente había establecido una posición sólida. Entonces invertí una jugada (Blanco 90) para capturar las dos piedras que haban quedado en atari y con eso conecté mis grupos de manera segura y quedé con una buena porción de territorio. Además, contesté eliminando el aji de mi grupo capturado (Negro 91), así que pude volver a jugar en el otro sector (Blanco 92). Se acercaba la hora del corte para el almuerzo y el partido se desarrollaba a un ritmo regular. Logré pasar la crisis producida por mi jugada apresurada del comienzo del medio juego, y la captura de mi grupo no le daba a mi adversario ventaja territorial pero sí un importante atsumi que hacía sentir su presencia en el centro del tablero. A continuación, Hasegawa presionó (Negro 93) sobre mi posición amenazando un corte. Si yo defendía en forma pasiva quedara inferior porque su atsumi iba a trabajar bien, así que repliqué (Blanco 94) con una jugada que pretenda ser kikashi, resistiéndome a conectar. El también se resistió (Negro 95 y 97) y sobrevino una escaramuza en la que estaba en juego, por un lado, el trabajo que realizara su atsumi central, y por el otro la plasticidad de mi posición que me diera la posibilidad de ahorrarme la jugada de conexión en gote. Maniobré sobre el límite que daba la posición buscando hacer sabaki, y Hasegawa daba muestras de no encontrar el modo de refutar mi juego, pese a que pensó unos cuantos minutos cada una de las jugadas.
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figura 3 (101-150) 27 abajo de 21 Cuando dio atari a una de mis piedras (Negro 101) respondí con una maniobra evasiva (Blanco 102) que me daba continuaciones posibles sobre el borde o en el centro. Mientras Hasegawa analizaba cómo continuar, se preguntaba a sí mismo: "wakaru no deska?" Lo que interpreté de la expresión es que dudaba si yo habría analizado todas las continuaciones posibles. Finalmente capturó mi piedra (Negro 103) y quedó con una posición sólida, pero la misma se superponía con el atsumi que haba construido previamente. Por mi parte logré avanzar (Blanco 104) sobre el borde con perspectivas de transformar un bosquejo territorial suyo en territorio mío. La situación estaba muy complicada porque mi posición presentaba varias debilidades pero no estaba muy claro cómo podría atacarlas. Si se desarrollaba una pelea, el atsumi de él podría trabajar pero mi grupo capturado retenía un mínimo de aji que podía incidir. Haba varias variantes para considerar y Hasegawa llegó al corte del almuerzo sin decidir qué curso seguir. A los jugadores de Asia, América y Europa nos invitaron a pasar a una oficina en el mismo edificio donde nos dieron una caja bento con comida japonesa. En otra circunstancia mi impulso natural hubiera sido ponerme a analizar variantes del partido, pero eso lo único que hubiera logrado sería ponerme nervioso. Lo que hice en cambio fue ingerir una cantidad moderada de comida, relajarme un rato e ir al bao. Entre una cosa y otra se me pasaron unos minutos de la hora de juego, pero mi adversario amablemente me esperó sin poner en funcionamiento el reloj. Cuando reanudamos, Hasegawa optó por una variante que evitaba complicaciones (Negro 105 y 107) y de esa manera pude defender mis debilidades (Blanco 108). El resultado neto fue que mi rival hizo unos cuantos puntos de territorio en el centro mientras que yo gané puntos en lo que antes haba sido su bosquejo territorial. En cuanto a intercambio de territorios el resultado fue parejo, pero el efecto adicional que tuvo el desenlace de la escaramuza fue que su atsumi no había sido utilizado de manera apropiada, debido a lo cual logré emparejar el juego. A continuación, un intento de Hasegawa de agrandar su territorio y cubrir los defectos de su posición (Negro 109 y 111) condujo a un nuevo furikawari en el que tomé territorio a lo largo de todo el borde a cambio de una mayor cantidad de puntos en el centro. Finalmente conecté en el punto en el que haba querido forzarme en un principio (Blanco 128), pero al hacerlo quedé con una posición muy sólida sin puntos débiles. Comenzó entonces el yose y el partido estaba parejo; por alguna razón me sentía muy confiado. Hasegawa no había forzado el juego en ningún momento, posiblemente porque pensaba que tarde o temprano volcara la balanza a su favor, pero el partido avanzaba y en todo caso daba la impresión de que yo tenía una muy pequeña ventaja. Nuevamente jugó a mi favor la calma que mantuve durante todo el partido, porque en lugar de desesperarme buscando un camino seguro para la victoria, me concentré en hacer las mejores jugadas posibles. Hasegawa por su parte daba muestras de preocupación porque se terminaba el partido y no lograba dar vuelta el resultado. Utilizó mucho tiempo de reloj y sobre el final entró en byo-yomi, pero pese a sus esfuerzos no logró recuperar la desventaja. Como puntos sobresalientes del yose podemos mencionar a Blanco 132, que la hice porque me parecía muy grande y sente, pero corra el riesgo de que Negro no contestara y cerrara un gran territorio en el centro. Cuando reproduje el partido y analicé ese detalle pude comprobar que la vida del grupo negro del rincón estaba comprometida, debido a lo cual las jugadas defensivas Negro 133 y 135 fueron necesarias. De esa manera pude avanzar en el centro con Blanco 136. La jugada Blanco 138 era grande, pero también lo fue Negro 143, y Blanco perdió la oportunidad de hacer un hane en 141 (si Negro contesta, Blanco hace tenuki y a
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continuación a Negro le queda la captura de una piedra pero con gote) antes que Negro juegue allí con sente.
figura 4 (151-204) 95 en 52 Más adelante, me pareció que Negro 151 era relativamente chica comparada con Blanco 156, aunque dudo que Negro tuviera chances de revertir el resultado. Cuando jugué Blanco 162 sentí que ganaba el partido. Al final llegué bien con el tiempo y me sobraron unos minutos para chequear que efectivamente estaba ganando por dos o tres puntos, pero con la emoción que tenía no pude calcular de antemano la diferencia en forma exacta. En el conteo estuvo un tanto desprolijo el arreglo de los territorios y quedó un punto que no estaba claro si era territorio mío o no. Hasegawa consultó con los que anotaron la partida, pero éstos no sabían qué decirle. Entonces apareció Kudo Norio y dijo en japonés: "eso es territorio blanco", en un tono que no dejaba lugar a dudas. La diferencia final fue entonces de 3 1/2 puntos a mi favor. A mí me llamó la atención el margen y a Hasegawa lo sorprendió: pidió la copia del partido y estuvo un rato largo confirmando que era efectivamente as. Cuando hice el amague de comentar algún detalle del juego, volvió a revisar la copia hasta que finalmente se convenció del resultado. Entonces reprodujimos el partido desde el comienzo para comentarlo. Después de su crítica a la variante que eligió al comienzo para confinarme en el rincón permitiendo establecerme en los laterales, pasamos al furikawari con el que entré en el rincón que haba ocupado con su shimari. Le mostré la variante que tenía para aprovechar el mal aji de mi rincón y se quedó pensativo un rato porque no la haba visto. Se acercó Rin Kaiho y Hasegawa le mostró la variante con una sonrisa forzada, como si dijera: "esto no lo vi". A continuación nos concentramos en analizar la pelea que se produjo en el centro, con la cual equilibró el partido. Hasegawa me preguntó qué hubiera jugado yo si él escogía la variante más complicada. Le mostré lo que tenía pensado jugar, y en la continuación vimos que el aji de mi grupo capturado hacía que la variante funcionara. Ah se quedó definitivamente pensativo mientras los asistentes guardaban todos sus papeles y se retiraban. Creo que Hasegawa se dio cuenta de que mi comprensión de lo que estaba pasando en el partido era mayor de lo que él imaginaba. Nos levantamos entonces para ver qué suceda en los otros partidos. Por ahí estaba dando vueltas Otake Hideo y me daban ganas de decirle: "Sensei, lo logré".
En septiembre la víctima fue Yo Kagen y otra vez a levantar los brazos y aplaudir. Nuevamente la revista Go Weekly reflejó emotivamente la hazaña: Copa Toyota-Denso, 2da. ronda ¡Hazaña de Aguilar! [...] Pasadas las cuatro de la tarde, la jugadora surcoreana Park Si Un 3 dan, que había derrotado a Yoda Norimoto meijin en la primera ronda, perdía ante Yu Bin 9 dan. Poco después, el público que seguía las partidas en la sala de comentarios rompió en aplausos: Fernando Aguilar, 6 dan amateur, había vencido a Yoo Kagen (Tang Chia Yuan) 9 dan por dos puntos y medio. Acerca de esta hazaña informaremos en detalle en una entrevista a publicarse próximamente. Kobayashi Satoru 9 dan, encargado del comentario público, elogió enfáticamente el juego de Aguilar. Un amateur "propiamente dicho", formado a fuerza de leer libros, había derrotado consecutivamente a dos 9 dan en una competición internacional. Un día para recordar. Pie de foto: "Aguilar le dio emoción al torneo".
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Conmoción en el equipo japonés De las ocho partidas de la segunda ronda, la de Yoo Kagen 9 dan y Fernando Aguilar era quizá la que despertaba menos interés. Aunque la diferencia en puntos no era mucha, Yoo desarrollaba su juego favorablemente. Cuando estaba en camino a definir la partida, trató de hacer una jugada de yose en sente y dio lugar al inesperado desenlace. Aguilar contraatacó con todas sus fuerzas y dejó a Yoo fuera de combate. Chinen Kaori 3 dan (esposa de Yoo) seguía la partida en el monitor de la sala del equipo japonés. Comenzaron a reunirse jugadores a su alrededor, y hacia el final se los veía a todos contando muy serios el territorio... Pie de foto (arriba): Yoo tenía la partida a su favor, pero... Pie de foto (abajo): Inquietud en la sala del equipo japonés al comprobarse que Yoo perdía.
Conclusión Las hazañas de Fernando seguramente serán difíciles de emular para otros jugadores argentinos. Indudablemente es un jugador distinto y ojalá pronto surjan aficionados en el país que se le equiparen en categoría. Los miembros de la AAGo -incluidos Aguilar y López Herrero- y Nikkai están aportando lo suyo para desarrollar la actividad con más fuerza, poniendo a disposición de los nuevos aficionados, distintos medios que les permitan allanar el camino hacia el entendimiento de los principios tácticos y estratégicos que regulan este inigualable juego.
© Nikkai, Febrero de 2003