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Puerto Impetuoso... el armonico renacer...

Llegó el día Jueves eran las 4:00 pm. Salí de mi casa en la esquina del Molo con Sanfuentes, viré a la derecha y emprendí rumbo yendo contra el tránsito por Sanfuentes. Salí algo raudo porque entre el almuerzo, la apurada siesta y la ducha que tomé sentí que el tiempo no me daba alcance, pero estaba bien en la hora. Me fui por Sanfuentes calle que cobijó toda esas épocas de niñes donde las partidas callejeras de fútbol eran el pan de cada día. Las partidas duraban toda la mañana, toda la tarde y toda la noche. Partidas eternas que se extendían por semanas, meses y años. Donde siempre estuvieron ligadas las dos potencias futbolísticas: Puerto Barrancas y Llolleo. Este si que era el mejor de los clásicos. Con el pasar de los años Sanfuentes se había transformado en una zona de oficinas gubernamentales y municipales, bueno, ese era el destino de todo este barrio residencial. Un destino pronosticado con mucha anterioridad. Mientras tanto yo ya llegaba a la esquina de la calle 5 Sur con Sanfuentes, ponía un pie en la vereda donde comenzaba la cuadra. En ese momento una chica llegaba y entraba al edificio pensé, ¿dónde irá esa chica? Entró en el edificio que ostentaba una nueva fachada. Entré en la recepción en la cual estaba una señorita fina y delgada cuyo nombre no recuerdo que estaba recién conociendo. Yo a veces pensaba que no tenía mucha llegada a pesar de que mi prima directa se desempeñaba como guardia y el Sr. de la recepción era primo de mi padre, bueno, yo estaba de apoco acostumbrándome a esta institución y a su nueva construcción, con su administración y gente nueva. Yo era de la época de la Srta. Joly y la Srta. Nicy, las antiguas encargadas, con ellas trabajamos en varios eventos como capacitaciones de computación y creación de páginas web.

Ya dentro del recinto y después de haberse registrado, la chica que llegó antes de mi, creo que se llamaba Maggie por lo que vi mientras escribía su nombre en la hoja de asistencia. Ingresé al salón, lo hizo también Maggie, que aún no conocía, bueno nadie se conocía pues era el primer día. Se sentó al centro del salón yo entre y tomé asiento en la 2da fila. Después de mi llegó una chica se sentó delante mío. Una vez sentado la chica que se había ubicado delante mío estaba acompañada por otra chica, parece que solo la acompañaba. Ella se levantó en ese momento en que empezaban a llegar todos. Una joven se sentó con la chica que se había quedado sentada sola. Delante mío luego llego un joven que vestía la camiseta de colo-colo. Pensé en mi amigo el hermano de Pupi y en su hermano mayor. Nosotros éramos amigos de toda la vida nos conocíamos desde muy niños. Circunscribíamos todo Sanfuentes de punta a punta desde el Liceo Fiscal hasta el Liverpool, una picada para los trabajadores portuarios que quedaba a la entrada del puerto. Finalmente ya eran las 4:00 pm...

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En el salón estaba un joven con un proyector y una chica con un computador portátil. Se presentaron él se llamaba Juan y ella Carla. Ellos nos guiarían en este proceso de creación que entre todos buscábamos terminar de forma satisfactoria...Juan dijo esperemos hasta las 4:15 pm por si llega alguien en eso aún no llegaba Pupi con Mimie. Le mandé un WhatsApp para apurarles el tranco (vivían al frente del nuevo edificio construido de acuerdo al avance del puerto). Pupi era muy rápida en 2 minutos ya había llegado junto a Mimi. Proyector y computador portátil en mano comenzaba Juan vestía de polera gris y Carla de minifalda negra se veían agradables y simpáticos. Explicaron cómo funcionaría este transitar que todos buscábamos que llegara a buen puerto. Venían de una productora de obras artísticas. Eran de Quito o algo así con sede en Valparaíso no entendí bien, pero eso no importó. Mi vida era relajada y sin preocupaciones de ningún tipo. Me levantaba a las 8 de la mañana, tomaba un desayuno consistente en un té, un pan de molde, con queso, jamón y dos yogurt, que es, producto de mi sobrepeso al llegar del lejano país traía en mi cuerpo. Dieta que decidí seguir cuando fui a la nutricionista. Después del desayuno me duchaba a menudo para ir al negocio del padre de Pupi, mi amigo (su hermano) trabajaba allí, le ayudaba a su padre. La Srta. Joly vivía en la otra cuadra en la que estaba ubicado el negocio de mi amigo. Era la calle Lautaro que comenzaba no se sabe donde y terminaba en Curicó, la cual daba, bajando por esta calle al paradero 8. Era la parada donde se encontraba aquel moderno edificio. Esta calle era paralela a Barros Luco. La ubicación geográfica era la siguiente. A orillas de puerto estaba la calle Angamos, como paralela a esta venía Sanfuentes y luego Barros Luco y después paralela al cerro venía Lautaro y más arriba Independencia. Las paralelas eran cortadas por los Sur que empezaban en el Molo, que era el punto cero de la ciudad. Los Sur se ubicaban a la derecha, yendo del mar al cerro y los Norte a la izquierda. La avenida principal del puerto Barros Luco era donde se alzaba el más hermoso de los paseos, simple, sencillo, naturaleza que no se podía ver, ni menos pensar, solo imaginar por aquella gente de alba tez, fría como la nieve que los vio vivir y cobijar en el gélido septentrional continente europeo donde la naturaleza era artificial. Esta avenida principal, Barros Luco, era del gusto de los atletas que hacían de este su ruta preferida. Un paseo en el cual se alzaban altas gruesas y grandes palmeras que se encumbraban hacia el cielo azul y celestial, quizás desde que años existían estas palmeras. Yo desde muy niño las recuerdo. El centro del puerto siempre fue Barrancas zona residencial por excelencia que con el pasar de los años había corrido la misma suerte que Angamos Sanfuentes y todo el centro de la ciudad. Barrancas comprendía Barros Luco, Angamos, Sanfuentes, Lautaro e Independencia. Barrancas era el centro cívico donde estaba ubicada la Municipalidad la Delegación Provincial y colegios emblemáticos y tiendas comerciales y de servicio. Ese era el centro del puerto del milenio. Al andar habían muchas cosas bonitas, pero parece que nadie las podía valorar. Para Europa en general, este puerto sería el más hermoso de los países naturales. Yo creo que nombrarlo un paraíso sería poco: un excelente clima, mar, playas, flora y fauna marina, multitud de lugares hermosos de ensueño hacia el Sur y Norte pero nadie valoraba ni se daba cuenta de esto. Un puerto como este sería único en otro lugar del mundo. Mi mente se transportó a otra época. Pero bien, volví a donde estábamos después de este breve viaje, pensé que Juan tenía un leve acento pues como no entendí bien la introducción sobre la editorial pensé que podría ser un profesional de algún país extranjero tal vez podría ser así. Empezamos. Debíamos presentarnos. La presentación partió con la chica que estaba sentada delante mío, dijo que se llamaba Laura. Se veía una chica simpática, se presentó se veía muy entusiasmada y con muchas ganas de participar. Bueno quizás yo estaba más nervioso que ella, pero yo creo que todos estábamos en la misma situación. Ella decía que le agradaba el puerto y sus lugares: los paisajes, el mar y toda la naturaleza. Luego vino el turno de Rita ella era una joven muy clara dijo ser escritora

Avanzábamos en la presentación y le tocaba el turno a Mimi la hija de la hermana de mi amiga de toda la vida. Ella con un presentación seria y silenciosa se presentó. Era una chica de 18 años muy silenciosa y ya estaba en la universidad. Me tocó a mí y yo con miedo, producto de años y años en los que no participaba de grupos literarios ni de ningún otro tipo de agrupación me sentí algo tímido, me sentí entrecortado, pero tenía que expresarme. Luego le tocó a Pupi, mi amiga la atleta rápida como el rayo. Siguió el turno de un chico que vestía polera del colo-colo, tenía una editorial se llamaba Seba se presentó y luego preguntó a Carla si el papel del cuadernillo que nos entregaron para hacer una bitácora de proceso que decía Habitar lo cotidiano, era de caña. Ese lapsus fue como un código de editores; el saber y conocer de los materiales de impresión. Este mismo material me sorprendió a mi cuando llegué a casa y empecé a dibujar en el cuadernillo. Me impresionó la resistencia del material que nos pasaron para escribir. La bitácora el papel era bastante resistente pues con los dibujos y trazos gruesos resistió

Después le tocó a Maggi era una chica que no estaba muy motivada por vivir en el puerto tal vez tuvo un mal día. Le tocó el turno a un par de amigas Caro y Julie ambas era diseñadoras gráficas las dos dijeron que estaban algo descontinuadas en el sistema editorial y querían actualizarse. Por último don Walter era un señor mayor dio su amplio curriculum en esto de la escritura.

Con el tecno ardiendo y la gaseosa a media asta y después de haber escrito hasta como las 3 de la mañana seguía con el texto que debía escribir para el taller literario. Me habían levantado a las 8am. Como cada día me prepare un té que acompañé con dos yogurt y un trozo de torta que había traído mi madre el día anterior.

El día martes era el segundo día del taller. Teníamos poco tiempo ya que en 7 días debíamos terminar el libro y ya quedaban 5. Juan y Carla nos dijeron que todos debíamos llevar planificado algo, una bitácora de edición. Yo lleve mis antiguos trabajos que ya eran algo añosos, como mis libros que publiqué años atrás, antes de irme de Chile. Al volver me enfoqué en el libro que quería publicar, sin apuros ni preocupaciones, pero después de que mi señora se fue, dejé de escribir. Quería tiempo para mí para poder disfrutar la vida, no lo pase mal pero podía haber sido todo mucho mejor Nos tocó presentar nuestros trabajos. Partí yo presentando mis obras. Unos dibujos y uno escritos. Después siguió la chica llamada Laura. Tenía muchas ganas de participar, se notaba muy alegre. Presentó sus obras y trabajos. Se basaba en historias que hablaban del puerto. Yo sabía o por lo menos conocía esa historia. Ella tenía algo de Neruda y un acento característico del puerto en sus textos.

Este segundo día Maggie parecía más alegre se notaba más entusiasta. Presentó su obra, dibujos como algo de collage o bricolaje temas femeninos manuales.

Rita se presentó el segundo día, su obra se veía muy segura y directa. Era profesora, de ahí su forma clara de expresarse y seguridad. Puso su cuota de historia al proyecto. En eso llegó Seba, el chico conocedor de los materiales de edición, él ya conocía estos métodos pues había dicho que quería aprender más y reforzar sus conocimientos. Presentó su texto, era un texto de historia con atisbos de periodismo análisis y política. Mimie la hija de Pupi no asistió ese día al taller. Yo algo distraído andaba sin lápiz y como escritor, un escritor sin lápiz, pensaba yo, no sirve de nada. Es como un futbolista sin zápatos de fútbol. Fui a la casa de Pupi, le pregunté a Mimie si tenía algún lápiz que me prestara, ella me facilitó uno de la universidad, un lápiz muy bonito para mí. Me gustaban tanto los lápices como los relojes.

Julie era amiga de Karo y las dos tenian pasta de lider me pareció que Julie tenía algo de jefa siendo breve en su opinión y presentación del tema.

Karo era una mujer casada. Presentó su obra. Dijo que a ella le gustaba dibujar. Nombró muchos lugares bonitos dentro de la provincia y del puerto. Habían, en su descripción, lugares de los cuales solo había oído hablar, pero mi dejo de sedentarismo no me había dejado conocer ya que no me gustaba mucho salir del Puerto. Esto debido a que me gusta mucho vivir aquí, sin salir a ningún lugar, ir al paseo del puerto, caminar por barros Luco, por la 21 de mayo, Lautaro Llolleo, etc. Este era un lugar perfecto para mi, nunca lo había echado de menos todo el tiempo que viví fuera del pais, pero al llegar me di cuenta que era un lugar muy hermoso y bonito, que la gente local no valora y que es un lugar excepcional en el mundo. Tal vez deberíamos unirnos más para trabajar y hacer cosas que nos ayuden como puerto, para avanzar si temor al progreso ya que el progreso trae bienestar material y económico para todos en este puerto tan bonito.

2023

San Antonio

▪ Edición y diseño colectivo

▪ Impresión digital

▪ Encuadernación artesanal

▪ Portada en serigrafía

□ Versión digital imprimible con manual de encuadernación

Este libro fue realizado colectivamente en el marco del taller

-Habitar lo cotidiano: El oficio editorialEn la biblioteca Pública Vicente Huidobro de San Antonio.

2023

El puerto da y quita.

Tensiona, aturde, transforma. San Antonio es más que un puerto. Es su gente. El paisaje es más que una imagen, es hogar. La cotidianidad volcada en el libro que tienes en tus manos es una breve radiografía de la diversidad, pero también de la conciencia social que conforma el latido de esta ciudad.

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