DE LA ARTESANÍA CANARIA:
EL BORDADO CANARIO
GUÍA PARA EL PROFESORADO
Realiza (2024): Cabildo de Tenerife
Empresa Insular de Artesanía S.A. Artenerife. Museo de Artesanía Iberoamericana de Tenerife. MAIT
Los hilos que nos conectan
1. La importancia de la materia prima
Tras la conquista de Canarias, los colonos introdujeron nuevas prácticas, estilos de vida y materias primas, tales como las fibras textiles. Estas últimas se convirtieron en la base de oficios como el bordado, el calado y la tejeduría. La introducción de estos nuevos sistemas de cultivo basados en fibras textiles generó un cambio significativo en la forma de vestir y decorar de los habitantes de las islas.
“La manufactura textil en Tenerife tuvo una temprana implantación.
Apenas comenzaba la colonización y organización económica de la isla, empiezan a regularse las actividades artesanales conforme a las necesidades del país, y ya en la primera mitad del siglo XVI comienzan a aparecer referencias textuales que demuestran el interés del Cabildo de la Isla, en organizar y ordenar los oficios, tendiendo a regular la calidad y procesos de producción de las manufacturas con el fin de proteger al consumidor”. (Núñez Pestano et al.,1984, p13)
Las fibras textiles que se fueron incluyendo en inicio fueron la seda, la lana o el lino, cultivado en Canarias o traído del extranjero. Estas materias primas fueron tan importantes que supusieron un cambio, que se incorporaron en el uso habitual en las islas. De esta forma, un poco más tardío se fue introduciendo a finales del siglo VIII, el algodón que se fue fomentando su uso en los oficios tradicionales como el bordado. (Núñez Pestano et al., 1984).
Las nuevas materias primas trajeron nuevas telas, nuevas técnicas, nuevos oficios y un sinfín de formas de vestirse. Gracias a ello tenemos un legado textil extraordinario, donde se conecta con la identidad de cada lugar. Esto lo podemos ver en los trajes típicos de cada isla o municipio. Y en este caso, el bordado se encuentra muy presente en esto.
2. La contextualización del oficio
En el archipiélago, se puede apreciar una gran variedad de oficios tradicionales canarios, observándose grupos que están interrelacionados en términos de práctica, proceso, uso de materias primas, así como el contexto o los lugares en los que se realizan. Estos grupos de oficios pueden explicar una parte significativa de la sociedad canaria y su cultura.
Los oficios que incluyen actividades como bordados, calados, la confección de esteras, hilados, la creación de jaulas y tejidos tienen en común que son realizados como actividades domésticas. La producción de estos a menudo se lleva a cabo de manera complementaria a otras actividades y se realiza de forma parcial. Francisco M. Mireles Betancor (2016) indica que, con la excepción de la elaboración de jaulas, todas las demás actividades son llevadas a cabo principalmente por mujeres.
En el pasado, estas actividades se realizaban generalmente por encargo. Normalmente, a través de intermediarios, los productos eran solicitados y luego distribuidos, y se realizaban principalmente en las casas. El hecho de que no se requiriera un taller o grandes infraestructuras permitió que estas prácticas se llevaran a cabo en cada hogar, proporcionando utensilios domésticos o realizando y reparando elementos necesarios para las familias. Además, estas actividades proporcionaban un ingreso económico adicional para el hogar, contribuyendo a la economía familiar.
“(…) Hay una gran cantidad de actividades secundarias o subsidiarias, como se les suele llamar, que se consideran habitualmente artesanas y, sin embargo, sus artífices no las practican como oficio, ni se ganan la vida con ellas, a veces representan pequeñas y modestas ayudas y en ocasiones, simples ejercicios de diversión o distracción”. (Limón Delgado, A., 1982, p. 15)
De esta manera, las actividades domésticas y artesanales eran transmitidas de madres a hijas e hijos, convirtiéndose en un aprendizaje familiar que se transmitía de generación en generación. Este aprendizaje se producía a través de la repetición de las actividades, donde los jóvenes iban adquiriendo gradualmente las habilidades necesarias para la creación de productos de calidad. Este método de enseñanza contribuía a la formación de una memoria colectiva que aún perdura en nuestros días. Como señala Gibbens (1997), a diferencia de las simples costumbres, los rituales portan un carácter vinculante que combina elementos morales y emocionales. Este carácter vinculante hace que estas prácticas se mantengan vivas en la memoria colectiva, y sigan siendo parte integral de nuestra cultura y tradiciones.
3. El Bordado Canario
El Bordado Canario, como recoge el Decreto 320/2011, de 1 de diciembre, consiste en una forma de adornar una tela con un trabajo en relieve o realce, realizado con aguja e hilo. Se utiliza una base de tela que se va cubriendo con puntadas, creando trazos de un diseño previamente seleccionado y estampado en la tela. Así, el bordado adorna manteles, sábanas, tapetes, cortinas, ropa o cuadros. De esta forma, el Bordado Canario posee una notable variedad en su realización, cada isla ha sabido dejar su huella distintiva sobre la tela.
El Bordado Canario ha experimentado grandes cambios a medida que la sociedad canaria evolucionaba, adaptándose siempre a sus necesidades. Como señala José Sixto Fernández (1982), la artesanía fue durante mucho tiempo el único sustento de muchos hogares urbanos y rurales, incluso en lugares remotos, por lo que ha sido testigo de muchos procesos.
Este oficio estaba presente tanto en casas modestas como en casas de alta alcurnia. En islas como Gran Canaria, se podía observar una diferenciación entre las bordadoras debido a los distintos estratos sociales, dando lugar al bordado de pacotilla y el bordado fino.
En hogares donde el capital económico era escaso, las bordadoras "de pacotilla" no contaban con las herramientas de las personas más adineradas. La mayoría de las bordadoras de este grupo eran jornaleras que no requerían de grandes utensilios, bastándose con unas pocas agujas, hilo y tela. A veces, estas telas eran proporcionadas por los intermediarios entregadas "a cuenta". "El tambor apenas se usó como instrumento para bordar, e incluso, a veces, se empleaba solamente un cojín que sería de base de apoyo a la bordadora" (Betancor, 2016, p. 70). Las bordadoras realizaban trabajos sencillos, de ahí el nombre, bordado de pacotilla, y recibían una retribución monetaria muy baja, proporcionando poco dinero adicional para la economía de su hogar.
Estos bordados representan la importancia que las vivencias y experiencias aportan al producto artesanal, así como las relaciones de solidaridad que se forman entre las personas artesanas. Esto crea reacciones en cadena desde la obtención de las materias primas hasta la venta del producto.
“En estas tramas los recursos circulan entre los individuos a través de vínculos basados en el parentesco, la amistad, la proximidad, de tal forma
que, las relaciones funcionaban como un intercambio mercantil de utilidades sociales extrínsecas” (Narotzky, 2004, p.113)
3.1. Tipos de puntadas y bordados
El Bordado Canario presenta una serie de técnicas, que han derivado en un lenguaje específico para cada puntada o estilo de bordado. Los más significativos son los siguientes:
•1Bordado en “Realce”: Es una técnica que busca crear volumen y relieve a la superficie bordada, este método es utilizado en general en todos los dibujos y lo que se realiza son puntadas en trozos específicos que conforman dibujos y formas aportando una dimensión rellena al bordado. Para esta técnica se pueden utilizar diferentes grosores de hilos para aportar mayor textura o hilos del mismo grosor para presentar un acabado más homogéneo, los colores varían dependiendo de la elección de la persona artesana.
• 2“Bodoques”:
Esta técnica consiste en crear puntos redondos utilizando el método de “realce”, similares a pompones hechos de hilo. Se utiliza para decorar y proporcionar nuevas texturas en la tela.
1 Imagen 1: Bordado de realce. Fuente: bordadoartístico.blogspot
2 Imagen 2: Tejido con Bodoques. Fuente: RiveroTejidos.
• 3“Presilla”:
Esta técnica consiste en un cordón de puntadas paralelas y compactas. Se utiliza para crear un borde decorativo que también proporciona resistencia al producto. Las puntadas se encuentran en los exteriores de la pieza, en los interiores de los "ojales" y en las formas huecas de los bordados "Richelieu".
• 4“Ojetes”:
Pequeños agujeros redondos terminados en presilla alrededor de estos. Se realizan mediante la presión con un instrumento cilíndrico de hueso o, de manera más rudimentaria, con un pico de pitera. Estos agujeros se rematan con presillas o realces de diferentes grosores y formas. Se utilizan de manera decorativa para realzar el diseño, jugando con la superficie de la tela y los espacios recortados en ella.
3 Imagen 3: Presilla de hilo en contorno Fuente: Estelas Bordados Artesanales.
4 Imagen 4: Tira de bordado con ojetes. Fuente: La tienda de Labores.
• 5Bordado “Richelieu” o “Reche”
Este es un tipo de bordado bastante complejo, originario de la isla de La Palma. Ha ganado tanta popularidad que ahora se realiza en todas las islas. Se caracteriza por hacerse generalmente en telas de color blanco o beige y por sus presillas, que están unidas por otra presilla en el aire. Una vez recortada la pieza, estas presillas le dan toques delicados y sofisticados. En el realce, se borda con motivos muy llenos, con puntos derechos u oblicuos, perpendiculares a los puntos del relleno. Este método se usa especialmente en el bordado de flores, hojas e iniciales. (Sixto, 1982)
• 6“Calado” o “Filtiré”:
Esta técnica consiste en adornos de malla o real que se logran deshilachando las hebras de manera controlada y luego uniéndolas o "amarrándolas" para crear nuevas texturas y formas en el producto. Esta técnica es parte de los bordados "Richelieu".
5 Imagen 5: Mantel con Richelieu. Fuente: lagerterana.
6 Imagen 6: Mantel con Filtiré. Fuente: Marcacanaria.com
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• “Punto de Cruz”:
Este es uno de los estilos de bordado más populares y comunes. Consiste en puntos de costura que forman una cruz con el hilo y se agrupan para formar dibujos. Este tipo de bordado abarca una amplia variedad de temáticas, lo que le brinda una gran cantidad de posibilidades en cuanto a diseños. Entre las opciones más buscadas y populares, se encuentran las plantas, flores, animales, e imágenes que representan diferentes tipos de celebraciones. Asimismo, las representaciones de personas vistiendo atuendos tradicionales son particularmente apreciadas. En la actualidad, esta técnica de bordado no solo ha ganado gran popularidad y reconocimiento, sino que también se ha convertido en una de las más utilizadas a nivel nacional.
• 8“Punto perdido”:
Esta técnica se utiliza en trabajos en color, que pueden tener diferentes matices, ser monocromáticos o sombreados. Las puntadas son paralelas y superpuestas, lo que gradualmente intensifica el color del hilo. No se sigue un patrón estricto en este caso; las puntadas libres se guían según lo que requiera el colorido del producto.
7 Imagen 7: Ejemplo de Punto de Cruz. Fuente: Las tijeras mágicas.
8 Imagen 8: Ejemplo de Punto perdido. Fuente: Chabela.over-blog
3.2. Materiales y herramientas
Las materias primas son fundamentales para el proceso de bordado. La tela actúa como un lienzo donde se aplican las técnicas para crear productos ornamentales, y los hilos representan los trazos de las personas artesanas. Esto resalta la importancia de las telas de lino, así como los hilos de lino, ya que este material es el principal en la producción de bordados. También, existen otras telas que son mezclas de materias primas, usualmente lino combinado con algodón, tergal y batista, conocidas como telas de semihilo. Por otro lado, tenemos los hilos de colores que pueden ser de algodón o de seda, dependiendo de la petición del cliente y de la elección de la persona artesana.
En cuanto a las herramientas, estas son variadas, según recoge el Decreto 320/2011, de 1 de diciembre, estas dependerán del proceso que esté realizando la persona artesana. Mostrándose una gran selección de herramientas y dejando al artesano la elección de muchas de ellas.
• Para el dibujo:
Se suelen utilizar papeles como el vegetal, de grasa o de seda que permiten traspasar el diseño de un lugar a otro debido a que son ligeros y fácilmente se pueden picotear para pasar el dibujo a otra superficie. Además del papel, que cada artesano elige cuál le parece más acertado, se utilizan lápices, gomas, reglas, afiladores y un tablero donde se puede trabajar en el dibujo.
• Para el perforado:
En esta fase se puede utilizar una máquina para picotear el papel por donde se van a traspasar el dibujo a la tela o se puede realizar a mano con la ayuda de un punzón y un tablero de corcho, donde se va picando el dibujo.
• Para el cisnado:
Este proceso implica el uso de petróleo para preparar e impermeabilizar la tela, añil en polvo para transferir el diseño y una prensa o pesos. También se necesita una mesa grande, una esponja, un recipiente de cristal, un forro para la mesa, tijeras, cinta métrica y el dibujo perforado. Es importante tener cuidado en este proceso, ya que el pigmento azul del añil puede manchar partes de la tela o el mobiliario que no se desean teñir.
• Para el bordado:
Este proceso requiere una almohadilla como soporte, agujas de diferentes tamaños, alfileres para sujetar la tela y el diseño, tijeras, un dedal, un ojetero de hueso o de pico de pitera, hilos más gruesos para el relleno, e hilos para bordar de distintos colores y grosores.
3.3.
El proceso de elaboración
El bordado consta de una serie de etapas bien estructuradas. Aunque pueda parecer un proceso sencillo, requiere habilidad manual, preparación, conocimiento de técnicas, materiales y, sobre todo, tiempo. La preparación de una pieza bordada toma tiempo, ya que se debe seleccionar el tamaño de la pieza a bordar, el dibujo a plasmar y la distribución de los trazos decorativos que conformarán el diseño completo.
a. Elección de los hilos y diseño:9
Primero, se realiza una selección del dibujo que se desea representar en la tela. Las opciones pueden incluir paisajes, figuras, flores, temática festiva o dibujos geométricos. Una vez seleccionado el diseño, se elige la tela adecuada y los hilos de los grosores y colores deseados. De esta forma, se realiza el dibujo en un papel ligero como el papel vegetal y se procede a perforar el papel con la aguda de un punzón, aguja o perforadora. Después de este proceso, se mide y corta la tela necesaria para confeccionar la pieza.
9 Imagen 9 y 10: Elección de los hilos y diseño
b. El proceso de cisnado o traspaso:
Posteriormente, en un cuenco, se mezcla petróleo con pigmento añil. Después, se coloca el papel vegetal perforado sobre la superficie de la tela. Con la ayuda de un paño de fieltro o esponja empapado en el petróleo azul, se frota encima del papel vegetal. Esto permite que el pigmento pase por los agujeros perforados y transfiera el dibujo a la tela, convirtiendo la silueta de los trazos en líneas de puntos azules.
10 Imagen 11 y 12: Traspaso de dibujo con papel vegetal y perforación del papel.
11 Imagen 13 y 14: Proceso de cisnado y resultado
c. El bordado:
Una vez realizado el cisnado, la pieza se deja secar. Cuando está seca, se selecciona un cojín o bastidor que mantenga la tela tensa, facilitando el proceso de plasmado y bordado. A continuación, se inicia el proceso de bordado. En este paso, se rellenan las zonas de realce y se hacen presillas para los bordes de la tela o los tramos de tela que quedan "al aire".
Después de hacer las presillas, se aplican las demás técnicas siguiendo un orden específico. Las técnicas más delicadas y propensas al deterioro se realizan al final. Si la pieza incluye calado o filtiré, se debe tener un cuidado adicional, ya que la superposición de diferentes técnicas puede comprometer la resistencia de la obra.
d. Lavado:
Una vez finalizado el proceso de bordado, se lava la pieza para eliminar los posibles rastros del pigmento añil y se deja secar al sol.
12 Imagen 15 y 16: Proceso de bordado y resultado
d. Recortado y repasado:
Una vez limpia la pieza, se procede a recortar elementos no deseados, como hilos deshilachados. Luego, se revisa para verificar si los puntos realizados están bien ejecutados. En caso de que alguno no esté bien hecho o se haya comprometido durante el proceso de lavado, se repasan.
f. Planchado y embalaje:
Para terminar y que la pieza esté en óptimas condiciones, se procede a quitar posibles arrugas y dar un acabado liso mediante el planchado de la tela.
Este se suele realizar con la tela al revés para que el bordado no entre en contacto directo con la plancha y el trabajo se pueda ver comprometido. Una vez terminado con el planchado, la pieza está finalizada y es hora de embalarla para distribuirla a su futuro dueño.
13 Imagen 16 y 17: Lavado a mano y secado al sol.
14 Imagen 18: Recorte de los bordes de la tela.
4. Situación actual
En Canarias los oficios como el bordado tienen una larga tradición y sigue siendo una actividad que se realiza en la actualidad por un gran número de personas artesanas, en comparación con otros oficios. Aunque, ha pasado por periodos de expansión, como es la introducción y su consecuente demanda cuando entró el turismo en las islas o con la exportación de sus productos a países europeos como Inglaterra. Pero también ha visto periodos de escasez como es el periodo de guerras en España, donde escaseaban los recursos o con la competencia directa de “los bordados de Madeira y Azores a principios del siglo XX y los procesos industriales o la competencia oriental, concretamente de Hong-Kong y Taiwán, son inconvenientes con los que se encuentra este arte actualmente.” (Gobierno Canarias, s.f.)
Asimismo, el bordado en Canarias ha evolucionado significativamente, principalmente al separarse en gran medida del entorno doméstico. Hoy en día, la transmisión generacional de este oficio de madres a hijas e hijos en las casas ya no se lleva a cabo. Sin embargo, se han encontrado otros espacios para aprender y practicar, como asociaciones o museos, a través de talleres centrados en el aprendizaje básico del bordado que se puede aplicar a la vida diaria, o talleres más profesionalizantes centrados en obtener una certificación.
Así, el bordado es uno de los oficios artesanales tradicionales que ha logrado evolucionar y mantenerse al ritmo de la sociedad. En este sentido, la posibilidad de innovar en patrones, a la vez que se mantienen las técnicas tradicionales, hace que sea un oficio versátil. Aquellos que busquen esta relación con la materia y quieran aprender el oficio, encontrarán satisfacción en el proceso completo, disfrutando del tiempo y la dedicación que se pone en el producto.
5. Referencias
- Betancor, F. M. (2016). La patrimonialización diacrónica de un oficio artesanal: El caso de “la pacotilla” en los altos del municipio de Valsequillo, Gran Canaria. Boletín Millares Carlo, (32), 66-85.
- BOC (2011, diciembre 1). DECRETO 320/2011, de 1 de diciembre, por el que se establece la definición de los oficios artesanos de Canarias y se aprueban los contenidos de las pruebas para acceder a la condición de artesano.
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- Limón Delgado, A. (1982). La artesanía rural. Madrid. Ed Nacional.
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- Gobierno de Canarias (s.f.). Bordado Tradicional. https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/wiki/index.php?title=B ordado_tradicional
- Hernández, Gonzalo, P. (1988). La artesanía en Santa Cruz de Tenerife: constantes de diseño y color en las diferentes manifestaciones.
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- Mercería Online Sirés (s.f.) Tira bordada bodoques 3 Tienda de labores online. https://latiendadelaboresonline.com/tirasbordadas/446-tira-bordada-bodoques-3.html
- Narotzky, S. (2004): Antropología Económica, nuevas tendencias. Melusina. Barcelona.
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- Paula. (2022, 19 octubre). El calado canario, insignia de la artesanía isleña. Marca Canaria. https://marcacanaria.com/el-calado-canario-insignia-de-laartesania-islena/
- Rivero Tejidos. (2022, 4 mayo). Piqué bodoque bordado - RIVERO Tejidos. RIVERO Tejidos. https://riverotejidos.es/producto/piquebodoque-bordado/
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