Xero Arquitectura 2

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2 edición #

La revista NO oficial de la FAU

Quejas

Enero2016

Ciudad Mesa: Fernanda Espinoza 9no semestre

Por: Kléver Vásquez Docente FAU. Taller 5

E

l segundo número de Xero Arquitectura continúa con las opiniones, comentarios y pensamientos de los estudiantes; pero sobre todo, continúa con las quejas. Característica que ahora también viene de los docentes; los mismos que se quejan de las quejas; porque, definitivamente ésta no es una revista académica: es amarillista. Los docentes también están hablando; y aunque no lo hagan con su puño y letra, hay quien lo hace a través de sus pupilos; quienes poseen cierto talento, a pesar que sigan irreflexivamente a su mentor; el mismo que les ayudó a construir su primera arquitectura cimentada en ego. Pero, no sólo se encuentran ese tipo de quejas acá; también están aquellas críticas auténticas que nacen propias y no influenciadas, que mencionan con nombre y apellido lo que les parece torcido; como aquel texto que considera injusta una acción mía al tomar una prueba… Nótese que también me estoy quejando; no puedo evitarlo, soy parte de ésta Facultad. Sin embargo; y aunque parezca que sólo hay quejas, también se encontrarán en éste número, otro tipo de textos de otro tipo de personas.


puede saltarse las reglas y hacerlas a su manera

Por: Fabricio Zumárraga 9no semestr

H

ay veces; que uno, como estudiante, no piensa que pueda ser tratado diferente a los profesores o autoridades; pero, lastimosamente se da, y no sólo en una situación, sino, varias veces durante la carrera -y ojo que son experiencias que a mí me han pasado-. Por ejemplo; en cierta ocasión, salíamos a desayunar con mis amigos en el carro; todo el mundo conoce a Don Marquito, el señor cuidador del parqueadero; nosotros al querer salir del mismo y Don Marquito al estar; que se yo, a dos metros o menos de la soga de salida; se regresa al divisar un auto de profesor que desea salir del parqueadero. Y qué hace don Marquito; pues, se regresa a dejarle salir primero a ese profesor; incluso espera a que salgan o entren otros autos; para luego, regresarse a abrirnos a nosotros. ¿No se supone que todos tenemos los mismos derechos? ¿Por qué darle preferencia a un profesor o autoridad que puede tener menos prisa que tú? Me parece que la mejor forma de arreglar ésta situación es; dejando salir o entrar a la persona que llega primero, independiente que sea estudiante, profesor o autoridad; eso me parecería más justo, y así ninguna persona pueda lleguar a sentirse menos que otra. Eso por un lado. Otra ocasión donde he visto estos “preferitismos”, si se puede denominar así; es en la biblioteca; en la copiadora más específicamente hablando, y me pregunto: ¿no debería existir una fila para, según como llegas, te atiendan? Pero basta que sea profesor, para que inevitablemente se le atienda al momento; aunque tengas que sacar urgentemente esas copias para examen… Por el simple hecho de ser profesor o autoridad, puede saltarse las reglas y hacerlas a su manera. Otro; y el último aspecto del que les voy a hablar -porque de hecho hay varios más- se da en el bar; a veces, los estudiantes hacemos cola en el bar de la Facultad para poder comprar algo de comer, y mientras esperas en la fila, te das cuenta de profesores sentados esperan en las mesas a que vayan a atenderlos; lo que es normal. Pero; lo que no me parece, es que se tenga que esperar a que les atiendan o les sirvan los alimentos a ellos primero, para luego ponerse a cocinar para los estudiantes. Como se puede ver en la mayoría de casos; es la misma pérdida del respeto a la persona que espera. Todos tenemos los mismos derechos y aparte de eso; pagamos nuestras cosas, no son gratis, porque si fueran así; ahí estaría bien esperar que les atiendan a los que pagan. Pero no… Nuestro dinero es válido tanto como el de ellos. Bueno, espero que ésta situación cambie algún rato y que las personas que realizan trabajos internos en la facultad reflexionen y se den cuenta; empezando a tratar a todos por igual.

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Por el simple hecho de ser profesor o autoridad,

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opinión crítica

P R E F E R I T I S M O

Foto y Texto Por: Daniel Maroto

9no Semestre La interpreto como la representación del interior de la mente, cada imagen colocada al “azar” es testigo de hechos que se convierten en momentos luctuosos de una realidad inconsciente. La visión pasa a un papel secundario y la mente toma el control. COLLAGE: génesis ingenuo para disfrutar nuestra locura. 02

La NO revista de la FAU

“ EL TODO

U N I F I C A DO ”


opinión crítica

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NADIE

L E I M P O R TA ! LA ECOARQUITECTURA DE BARRIO

Luis Felipe Borja 9no semestre

U

n día como todos; universidad y trabajo. Me dirigía hacia mi trabajo después de la universidad. Transcurría el día normal, hasta que llegó la hora del almuerzo y salí al restaurante donde habitualmente voy; en el camino, casi cerca de llegar al restaurante mire a un señor que estaba caminando tranquilo, pero no sé si era una persona indigente, porque llevaba una leva vieja, unos pantalones sucios; pero en su mano tenía un maletín. De una distancia prudente parecía, entre comillas, alguien normal; uno de los tantos ejecutivos que hay por esta zona y que salen a su hora de almuerzo. De repente, esta persona comenzó a toser de una forma abrupta; lo que me hizo caminar un poco más lento para ver qué le sucedía. Esta persona, de tanto que empezó a toser, tuvo que apoyarse en la pared, porque era muy fuerte la tos y luego se sentó en el piso, porque parecía que ya no podía más. Pero lo que me llamó la atención es que a nadie le importo que esta persona estuviera casi ahogándose con su propia tos; nadie se detuvo a preguntar si se sentía bien o si le podía ayudar en algo. No sé si era por su aspecto; pero me puse a pensar en las personas que te tratan como te ven; si no te ves; entre comillas bien, la gente no te trata bien; no te toman en cuenta. A la final te dejas llevar por ese medio, por esas apariencias; porque, para ser sincero, yo tampoco me acerqué al señor y entré al restaurante. Continué con mi día; pero me quede con la duda del por qué hacemos esto.

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Por: Carolina Velazco 9no Semestre

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espués de casi 200 años de la Revolución Industrial, las construcciones pasaron de ser pequeñas y escultóricas, a verse a gran escala e imponentes en la ciudad, debido a las ventajas que proporcionan las propiedades del acero. Edificios de mas de 500 metros de altura, monumentos que se los puede observar a kilómetros de distancia, construcciones que parecen no necesitar un soporte para mantenerse erguidos; son los paisajes que ahora encontramos a nuestro alrededor. Pero todos estos Gigantes de Acero, ¿qué tanto aportan a la naturaleza? Día a día, en todos los países, y por miles de personas, se buscan maneras de cómo ayudar a conservar el ecosistema; sin embargo, muchos de estos métodos, lo único que producen son desechos. La arquitectura no solo debe ser agradable a la vista de las personas, también debe gustarle a la naturaleza, y llevarse muy bien con ella como nuestros antepasados lo hacían; ellos sin la necesidad de tanta tecnología y sin tanto elemento, construían sus viviendas con lo que les proporcionaba únicamente la naturaleza: “El Barro”. Fácil de conseguir, moldeable, grandes resultados a nivel estético, reciclable, material antisísmico; son muchas los beneficios que obtenemos gracias a él; sin mencionar, las variaciones de materiales que obtenemos del mismo para continuar con la construcción de las viviendas. Se pueden construir casas hechas de barro en toda su forma, desde las paredes, la cubierta, hasta la misma cimentación, gracias a las múltiples propiedades que posee. El comportamiento térmico del material resulta excelente, conduce poco el calor y actúa como equilibrador térmico. El aislamiento acústico del adobe y la tierra es de un nivel destacable; los muros de barro son gruesos y su densidad semejante a la del hormigón armado. Con superficies internas rugosas se logra amortiguar el sonido fácilmente. Es un material económico y ecológico, se obtiene del lugar mismo donde se levantará la obra y se transforma en material útil, creando el adobe, el ladrillo, el bloque, entre otros. Los resultados que se obtiene con el barro, son realmente agradables, tanto para quienes lo utilizan en las construcciones, como para el sitio donde va a ser implantado. Debemos recordar que el arquitecto más que sólo un constructor es un artista, y lo que se logra con el barro; son precisamente obras de arte que sobrepasan cualquier medio tecnológico actual.

"El hombre tierra fue, vasija, párpado del barro trémulo, forma de la arcilla, file cántaro caribe, piedra chibcha, copa imperial o sílice araucana". pablo neruda

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La NO revista de la FAU

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opinión crítica

CUANDO DE LO I N VA D E

L A N O S TA LG I A VIVIDO NOS

NOMBRE: Aracely Caisatoa 9no semestre

L

as personas estamos hechas de recuerdos, de experiencias y vivencias que de cierta forma edifican lo que somos ahora. Una de las facultades que nos propicia el mundo emocional es sin duda esa sensación de nostalgia, pues como estudiante de los últimos niveles de la carrera es inevitable sentir invadir esa sensación en nuestro interior, y a la vez tristeza al aproximarnos al final de una meta cumplida; tantos recuerdos añorados de ese: nuestro álbum particular del pasado invadido de experiencias en nuestra querida facultad. Sin saber cómo, cada día que pasa, como si el tiempo se acelerara sin explicación, nos vemos de pronto arropados por multitud de imágenes, sensaciones, palabras y acciones de ese ayer que nuestra memoria y corazón guardan en silencio. Los recuerdos tejen lo que somos, y parte de nuestro crecimiento como personas prolongó; y en otros casos, inició en aquel espacio de aprendizaje y de encuentros con amigos y compañeros de nuestra facultad; que ciertamente está impregnada de vivencias, de aquellos estudiantes que ahora sólo forman parte de un pasado, y año tras año han albergado momentos de alegría, tristeza; y por qué no, de estrés y preocupación que muchos sentimos en aquel afán de ver cumplida una tarea. Sin embargo, toda esta experiencia nos servirá para avanzar, no para quedarnos estancados. La nostalgia al dejar nuestra facultad, sin duda formará parte de nuestro archivo personal, ahí donde podremos volver de vez en cuando. Sin más palabras “cuando la nostalgia de lo vivido nos invade” trae consigo un aroma triste, trazos de un lapso de vida recorrida que nos deja cierta sensación de añoranza de un ayer que, tal vez, concentró mucha felicidad en nuestra querida facultad.

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La NO revista de la FAU

EL

GRITO DE LA CALLE

Por: Gabriela Miranda 9no semestre

A

l hablar y pensar en espacialidad, es usual que vengan a nuestra mente palabras como: forma, materialidad, entorno y toda clase de conceptualizaciones “arquitectónicas”; claro, como cualquier buen diseñador y empero buscador de lo nuevo, lo innovador, y por qué no, de algún mínimo reconocimiento y alabancioso “renombre”. Seamos realistas, es el ego de todo arquitecto, queremos cambiar el mundo desde la “modestia” de lo externo y no desde lo cotidiano, queremos transformar nuestras ciudades en prototipos de lo que al parecer funciona en contextos totalmente diferentes al nuestro, pero claro, de alguna forma, siempre aplicables. Esto nos ha llevado a olvidarnos de ese diario vivir en el que el usuario es su propio arquitecto, mismo que la mayoría de veces no se preocupa por detalles, sino, de acomodarse con lo que se pueda y como se pueda, según nuestra realidad. Es ahí, donde a mi parecer se encuentra el meollo útil olvidado por muchos. Es que en medio de tanto desorden y fronteras espaciales que creamos, siendo segregativos y olvidadizos, se encuentra la transposición de lo visualmente agradable y detalles que pasan desapercibidos. Pero, ¿qué es eso visualmente agradable? ¿En verdad existen detalles meritorios a tomar en cuenta? ¡Por supuesto! Cada ampliación o reducción, cada bloque, ladrillo, ventana y puerta que en esas calles se abren, se colocan o quitan, tienen un significado y valor que trasciende mucho más que aquellos muros esbeltos acompañados de guardias de seguridad que separan lo árido de lo activo. En esa acción (en esa transposición) aparentemente desordenada y visualmente no agradable para muchos, está la realidad que deberíamos llevar a nuestras calles, a nuestra arquitectura. Es que, en medio de ese caos existe más apropiación, más uso, más cotidianidad e intercambio, es ahí donde los guaguas juegan y brincan, las comadres cuchichean y los gritos de las vendedoras, de olorcito apetecible, te invitan a callejear. Existe de una u otra forma ciudad en medio de lo “deplorable”, justo ahí donde las calles no vividas gritan a viva voz su existencia. Qué tal si empezáramos a ver nuestra ciudad desde lo inverso, desde el eco de las voces y pasos que reflejan cada cubierta y bloque mal trecho; que guarda lo que en realidad queremos como ciudadanos y más aún deberíamos querer como arquitectos; una ciudad vivida, aspirada y sentida cuyas fronteras espaciales se rompan con las voces callejeras.

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Queremos cambiar el mundo desde la “modestia” de lo externo.

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opinión crítica

R E F U G I O Por: Darwin Sánchez (SAMANIEGO)

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PERO NUNCA EN PENSAR POR SI MISMO

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Quizá como estudiante uno piensa en deberse a alguien

uerte nefasta, conclusiones adelantadas, ideas descartadas, mal dichas, mal entendidas, mal escritas, pensamientos hechos dibujos, dibujos ilusiones, ilusiones catástrofes, en este caso arquitectónicas. Para mí quizás no, para mí eran pensamientos propios, arraigados de un sentido intrínseco, cada proyecto, cada idea, desde el principio hasta hoy me ha dejado grandes satisfacciones y a la ves grandes preguntas, me recuerda a cualquier libro de filosofía entre leído… Quizás ahí radica todo. Preguntas sin responder, conjeturas, propuestas, ideas, entrelazamientos, cual sería mi aspiración en esto (citando a A. Rossi), cuando todo está dicho, cuando la mano impávida de experiencias, sumilla cualquier rastro de geometría encontrada en un proyecto. Quizá no mucho, porque quizá la arquitectura al igual que la vida sea un hecho complejo. Quizá como estudiante uno piensa en deberse a alguien, en seguir cierta idea, en tener cierto criterio, en tener un modelo, en ser pensado, y callar y dibujar. Pero nunca en pensar por sí mismos, nuca se usa la razón propia como arma… Estúpida idea la instaurada en los primeros años, la arquitectura no se enseña por completo no se aprende por completo. No espera a ser aprendida, espera ser encontrada.

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La arquitectura como instrumento de descubrimiento de ideas

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Un encuentro que suscita en el interior del ser. Es un REFUGIO al igual que cualquier pensamiento propio, que cualquier palabra o idea, es íntimo, incomprensible muchas veces. Quien entiende esta profesión ahonda en descubrir el secreto de su pasión, empieza a descubrir lo que le es innato a ella, sus cualidades tangibles e intangibles, lo conmovedor o absurda que puede llegar a ser. Jeanneret, Khan, Mies, Rossi, Boulle, Piranessi, Vitrubio, Palladio, Grassi, Ledoux, Wright, Leonidov, Baeza ; grandes arquitectos. No. Para mí, grandes pensadores. Su arquitectura está plasmada de ellos, plasmada de la búsqueda de sí mismos, su arquitectura, aquella que marca “tendencias“, que marca incluso la expresión de un tiempo, en realidad los plasma a cada uno en su búsqueda de una verdad, quizás, hasta la búsqueda por ser ellos mismos. Ahí radica, y en un sentido muy amplio, la arquitectura. No sólo son hechos que determinan la realidad, también son hechos que determinan al ser, no pecan de vanidad, ni de una suerte de genialidad, lo único que tenían a su haber era su mente y se encontraron en el camino un REFUGIO (sus ideas), su arquitectura. La arquitectura como instrumento de descubrimiento de ideas, la arquitectura como refugio del hombre no sólo utilitario en el sentido objetual, sino, en un sentido que la vuelve trascendental, monumental y poderosa, LA ARQUITECTURA COMO REFUGIO DEL PENSAMIENTO.

Collage: Alfonso Bolívar La NO revista de la FAU

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opinión crítica

e s ce n a r i o s Por: Alvaro Lascano 9no Semestre

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El despertar Son las 8 de la mañana. ¿Estoy despierto? No, aún no; si lo estuviera escucharía la voz de Marshall Bruce Mathers, recitando mockingbird. Después de unos segundos; efectivamente ahí está, despierto al fin. Olvido el odio que siento por la humanidad en domingo y trato de ser útil. Hora de recorrer la ciudad antes que la lluvia de la tarde limite la experiencia. Día soleado; no necesito alegrarlo con música, así que será aleatorio; ahora agua, cámara, libro, chompa, más agua, aspirina, 2 dólares que sobró de las impresiones; finalmente mochila; todo lo necesario para sobrevivir al apocalipsis o a un día en Quito. El Recorrido Tomo mi bicicleta, paso por el parque de mi barrio; un espacio, para variar, vacío; parada obligada para todo aquel que en la delincuencia desee iniciarse. Acelero, 20 años viviendo en el mismo barrio me han vuelto infalible, al menos hoy. Siguiente parada “El seminario”. Llego; espero a un amigo, la puntualidad no es virtud de ninguno; mientras, observo; ¿foto? No, sólo me limito a observar personas llegando, saliendo, perro, gente que cruza inapropiadamente; parecería que a ninguno le importa el espacio en el que estamos; al parecer, todos vivimos como si estuviéramos de paso. Llega mi amigo; ahora, hacia la calle Amazonas, para tratar de avanzar hacia el norte; el sur no nos parece adecuado; ¿por qué? Porque no. Avanzo por la Amazonas; semáforos en rojo ordenan detenernos, nos hemos unido a un grupo de ciclistas (un padre y su hijo de 8 años) calculo 8, me gusta ese número; pienso que la ciudad se ve diferente a 1.20 del suelo, a diferencia de los 2.5 metros a los que vas en un autobús. Sientes la ciudad, sientes el peligro, aprendes a hacer tuya la calle y tratas de entender que hace especial a un lugar y por qué las personas lo anhelan. El Accidente Pedaleo; mi amigo no está, se adelantó; yo por mi parte voy delante de una chica desde un par de cuadras atrás. Llego a la Eloy Alfaro; veo el semáforo, podemos pasar, vuelvo a revisar; nunca falta el atolondrado que confunde los pedales, después de unos segundos; tal cual, como en una escena de la película Premium Rush lo veo; acelero, acelero, acelero más; crucé, lo sé; ahora estoy solo. El sonido de metal chocando me lo dice todo; unos cuantos metros atrás es el escenario color sangre de la chica en el pavimento. No está tan mal; puede levantarse, llega su familia que venía metros más atrás; dura lección, no salir a ocupar espacios del automóvil; así se nos enseña a las personas a limitarnos, a cerrarnos y a respetar a la máquina; ingenuos atolondrados del volante. El otro domingo saldré igual.

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El regreso Comienza a llover, es hora de regresar; lluvia, peligro, carros acelerando, charcos de agua, CCI, finalmente Oki Doki; reviso, se ha caído un dólar, y en ese lugar no fían, no es doña Isabelita; no es la tienda de barrio, no es tuyo. Sigo mi recorrido; me despido de mi amigo, interesantes charlas durante el recorrido serán motivo de otra redacción; por ahora, aprendo a querer a mi ciudad, a valorarla, a conformarla y a revisar la pantaloneta antes de salir. Esta es la experiencia que tuve; observando y siendo actor de algunos de los escenarios de mi ciudad; la veo con respeto, con agrado y a la vez, con recelo; siento que no he visto nada aún; se tendrá que salir esta vez hacia el sur; nuevos escenarios nos esperan, y en realidad quiero entenderlos todos. Por cierto, Bruce Marshall Matters es Eminem.

Comienza a llover, es hora de regresar; lluvia, peligro, carros acelerando, charcos de agua..........

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uicentro, 45 kilometros, montañas, ruido, buses compitiendo, parque La Carolina y doña Isabelita: dueña de la única tienda que fía y la única de la que todos se saben el nombre. Ésta es mi ciudad: dispersa y sectorizada; donde es imposible hablar de un único escenario. Nos brinda; por el contrario, una secuencia de imágenes que nos muestran como actores urbanos en escenarios cambiantes; así pues, siento que quiero verlos todos, o al menos, los que el día me conceda, recorriendo en mi bicicleta los kilómetros que las horas de buen tiempo de un día domingo me permitan.

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La NO revista de la FAU


opinión crítica

¡ K l é ve r ! Por: Álvaro Pinán 9no Semestre

L

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a idea de crear una revista; en primera instancia, fue motivo de intriga; en ella todos buscaron participar y resaltar. Esta idea nació del profesor de la materia de Arte Urbano; quien, junto con la participación de la clase, buscaron un nombre para la revista; siendo resultado del mismo: Xero Arquitectura. Sí, con “X” El nombre tuvo la aprobación de la mayoría; pero, muchos también se reservaron el derecho al voto; ya que ninguno de los nombres propuestos les sonaba muy convincente. Se necesitaba también un logo para mostrarse en la revista, y ese sería el deber para la siguiente clase. Miércoles, 14 de octubre del 2015. Esta fecha será recordada como el día. Día en el cual los logos debían ser presentados. Expuestos en el pizarrón yacían muchos logos, no todos los estudiantes los realizaron, y ninguno de ellos presentaba el diseño esperado; razón por la cual el enojo del profesor quedo entrevisto: Repetir el logo dos veces a mano y a computadora decía mientras la frustración lo invadía; al mismo tiempo, estudiantes que mostraban su descontento con la revista lo hacían notar; mientras quienes la defendían también daban sus puntos de vista. Los artículos o las fotografías y dibujos; desde ese entonces, serían realizados sólo por quienes así lo deseen. Concluyó de esa manera la extensa charla… Eso pensamos; pero el profesor decidió continuarla en la clase del día jueves, donde expresaba su enojo hacia nosotros; o al menos, eso fue lo que estudiantes de esa clase manifestaron. Una nueva clase. La tensión en el ambiente es notoria, y el número de estudiantes es menor; muchos decidieron cambiarse de paralelo y la razón sólo ellos la conocen. Los papeles se habían invertido: la clase con más estudiantes pasó de ser la del miércoles a la del jueves. La actividad del día: rendir la prueba de dos lecturas con un alto nivel de exigencia; el resultado: hojas semivacías. El profesor que repetía no guardar rencor, no lo demostró en sus acciones. Así permitió a la clase “que no causa problemas” (la de los jueves) una ligera ventaja en la prueba; pues, mientras rendían ésta; él salió un momento en busca de un café. De cierta manera, terminó repitiendo la actitud caprichosa que sus alumnos habían tenido días antes en la realización de los logos. Las clases continuaron con una dinámica diferente, las conversaciones acerca de las lecturas se mostraban interesantes ante la reducida cantidad de estudiantes; el intercambio de opiniones y experiencias se hacía cada vez más dinámico y entretenido. Al parecer todos los inconvenientes habían sido superados. El profesor en tono de broma dice haber preferido la clase del día jueves, pero que eso ha cambiado, que ahora la clase del miércoles, es donde se siente más cómodo. Admitiendo sus acciones realizadas a manera de consuelo; dice haber terminado con el rencor, y sin embargo, la exigencia sigue siendo mayor. La secuela: Notas bajas que contrastan con las altas notas del día jueves, preocupan a los estudiantes; quienes deberán esforzarse un poco más. El Kléver puede no ser rencoroso pero es injusto.

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Una nueva clase. La tensión en el ambiente es notoria, y el número de estudiantes es menor; muchos decidieron cambiarse de paralelo y la razón sólo ellos la conocen.

La NO revista de la FAU

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opinión crítica

No me gustan los hippies No me

gustan los chismes

No me gusta hablar Prefiero dibujar

... jódanse todos ¡No

entiendo por qué tengo que publicar en una revista! No quiero compartir nada con desconocidos y sentirme obligado a mostrarte algo que a mí me interesa, porque si tengo que hablar de algo tiene que ser de algo que me agrade, y es por eso que voy a utilizar mi espacio para expresarme en este artículo. Para quejarme; quejarme de algo que me obligan a hacer para tener buena nota. Esto me enferma de sólo pensarlo. Lo siento, pero por el momento no quiero compartir lo que pienso y menos con desconocidos. Creo que como arquitecto en formación, las palabras son necesarias; pero no para andarlas repartiendo ahí como besos; prefiero dibujar, porque esto me da otra forma de aprendizaje de lo que me rodea. Sólo algunos arquitectos tienen el talento para escribir. Y otros tantos solo te confunden utilizando palabras sofisticadas e inentendibles. Yo no soy ni escritor ni dibujante, lo único que puedo asegurar que puedo hacer es pensar, -ni siquiera sé si bien o mal- sólo pensar, y por eso quiero recalcar que si sigo enviando artículos para que sean públicos, sólo serán dibujos. Actualmente se dice que la información es de todos. Pues me han enseñado que es del que la busca.

Contenido Logo: Por: Ximena Cargua

Esta pintura la realicé por una extraña situación: Me encontraba de viaje por Guaranda, en un sector rural por motivos de trabajo. En una casa que daba a una calle alejada; una pareja se estaba peleando frene a un niño de más o menos unos 6 años de edad. El esposo, totalmente violento, le golpeaba a su esposa; y el niño le suplicaba que no le pegara… Se arrodilló y se puso a rezar. Por esa razón realicé ésta pintura. Pintura y texto: Mario Durán. 9no semestre

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Ciudad Mesa

El Grito de la Calle Por: Gabriela Miranda

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Por: Aracely Caisatoa

Quejas

¡Kléver!

Por: Klever Vásquez

Refugio Por: Fabricio Zumárraga

2

Por: Darwin Sánchez Samaniego

Inmersión Por: Cristian Guerrero

A Nadie le Importa Por: Luis Felipe Borja

Por: Álavaro Lazcano

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Cuando la Nostalgía de lo Vivido nos Invade

Por: Fernanda Espinoza

Preferitismo

Escenarios

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Collage

7 Por: Álvaro Pinán

5 No me Gustan... Por: Esteban Sánchez

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Diagramación y Diseño: Vinicio Velasco Daniel Maroto.

Por: Daniel Maroto

La Eco Arquitectura de Barro Por: Carolina Velazco

Edición: Kléver Vásquez

La NO revista de la FAU

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