El libro de Nuala Gardner relata la experiencia de una familia, frustrada y desesperada ante la imposibilidad de romper el muro de incomunicación con su hijo autista, y deciden intentarlo a través de un perro, un cachorro de Golden Retriever.El resultado es que se encontraron en casa no una mascota, no un juguete, sino un verdadero terapeuta especializado para tratar a su hijo Dale.La evolución de Dale con Henry ha sido espectacular. Dale es hoy un adulto con una amplísima autonomía, que trabaja como voluntario ayudando a otras personas con autismo. El libro de Nuala Gardner abre un ilusionante campo de posibilidades para el tratamiento del autismo.