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¿Juventud en problemas? Atención, calidez, empatía y psicoterapia Joel Montoya



C. Dr. Jesús Ancer Rodríguez Rector de la UANL C. Ing. Rogelio Garza Rivera Secretario General, UANL

C. Dr. Guillermo Hernández Martínez Director de Orientación Educativa y Vocacional, UANL C. Lic. Luis Gerardo Lozano Lozano Director de FAMUS, UANL C. Ing. Jaime César Vallejo Salinas Director General de Deportes, UANL C. Ing. Sandra del Río Muñoz Directora de la Preparatoria 16, UANL C. Dr. Celso José Garza Acuña Director de Publicaciones, UANL


Primera edición, 2014 © D.R. 2014, Universidad Autónoma de Nuevo León Pedro de Alba S/n, Ciudad Universitaria, 66450 San Nicolás de Los Garza, Nuevo León Impreso y hecho en México


AGRADECIMIENTOS

Imposible excluir de mi pensamiento las personas que me han acompañado al través de triunfos, pesares y momentos dubitativos; su apoyo, su presencia alentadora y sentimentalmente generosa fue hasta hoy lo más hermoso de mi laborioso transitar académico. Debo referirme con merecido reconocimiento y afecto a: mi esposa, Hilda Guadalupe, mis hijos Nora Hilda, Joel, Laura y Job y por supuesto a las plegarias al Altísimo musitadas por mis hermanos quienes en todo momento y bajo cualquier circunstancia recibí sus miradas y palabras de respaldo afectuoso e irrestricto. Mi corazón con ustedes Joel Montoya



Contenido PROLOGO INTRODUCCIÓN PREFACIO ANTECEDENTES POSTURA IDEAL DE LOS ADOLESCENTES LO INTELECTUAL Y LO AFECTIVO HACIA UNA RESPONSABILIDAD INSTITUCIONAL CAPITULO 1 HACIA UNA PROPUESTA ACADÉMICA • Orientación Educativa, Asesoría, Consejería • Propósitos esenciales de la Consejería CAPITULO 2 CONFLICTOS EN EL ADOLESCENTE • Muestreo de algunas problemáticas revisadas en la oficina • Aportación Psiquiátrica • Trastornos intelectuales y somáticos • Trastornos de conducta • Casos CAPITULO 3 PANORAMA DE LA CONSEJERIA EN LA UANL Y EN OTRAS INSTITUCIONES • Consejería en la UANL • Programas en las Universidades de E.U. • Diseño de espacios para la Consejería CAPITULO 4 EL CONSEJERO ESCOLAR • Campo de acción del Consejero • Actitud receptiva del Consejero • Postura del Consejero • Funciones del Consejero • Responsabilidad del Consejero • Personalidad del Consejero • ¿Que es la Consejería? • Medio ambiente necesario para la consejería CAPITULO 5 NECESIDAD DEL MAESTRO DE CONOCER EL MATERIAL HUMANO CON EL QUE VA A INTERACTUAR • Análisis del comportamiento de los jóvenes mexicanos • Información Psicológica • Aspectos Nacionales


• Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar • Condiciones fundamentales en el adolescente

CAPITULO 6 CONOCIENDO A LOS ADOLESCENTES PREPARATORIANOS • Conocimiento de los adolescentes de preparatoria • Epigénesis y ciclo de la vida • Identidad y crisis • Confusión de identidad • Actitud • Regla General • Problemas académicos • Problemas comunes • Descubrir sus problemas • Presiones paternas • Conflictos familiares • Agresividad • Estudiantes Pseudodependientes • Sobreexitación emocional e intelectual • Materias aversivas • Influencia exterior • Actitudes extremistas • Reacciones negativas • Situaciones peligrosas • Problemas amorosos • Fraude estudiantil • El maestro provocador de problemas • Sugerencias del Consejero estudiantil • El adolescente en el mundo del trabajo CAPITULO 7 MATERIAL TEÓRICO DE CONSULTA PARA EL LOGRO DE UNA RELACIÓN TERAPÉUTICA EFECTIVA • Características deseables del terapeuta • La interacción terapéutica • La colaboración terapéutica • Transferencias y contratransferencias • Resistencia al cambio terapéutico • Manejo cognitivo de conductas inadecuadas • Métodos para vencer la resistencia • Formas comunes de resistencia • Métodos para debatir creencias irracionales


• Actitudes inadecuadas del terapeuta cognitivo • Falta de habilidades del Terapeuta • Pensamiento disfuncional del terapeuta • Problemas y soluciones con las tareas en casa • El concepto de cognición interpersonal • Los triángulos terapéuticos CAPITULO 8 LA LIBERTAD DE LOS ESTUDIANTES • El porqué de la libertad estudiantil • Autoridad y disciplina • Los basamentos de la autoridad • Medios prácticos para obtener disciplina • Estrategias generadoras de ambientes agradables • Rendimiento académico • Incongruencia docente causantes de zozobra estudiantil • ¿Y si los alumnos evaluaran? • 5 padres de familia opinan sobre el castigo CONCLUSIÓN APÉNDICE • Modelo de consejería • Contrato psicológico • Ficha clínica • Organigrama • Homosexualidad • Suicidio • Emociones • Pensamiento mágico mexicano • Cosecha de milagrería • Exorcismo • A propósito de la muerte • Lo que dice nuestro cerebro • Acerca de la resilencia • La agresión • Violencia escolar

BIBLIOGRAFÍA


El objetivo de esta investigación es fundamentar el porqué es necesario establecer módulos de consejería en el nivel medio superior de la Universidad Autónoma de Nuevo León.


HIPÓTESIS Los estudiantes del nivel de educación media superior no disponen de mecanismos institucionales a los cuales recurrir cuando sus situaciones existenciales les provocan angustia o estados de confusión que les pueda llevar a problemas emocionales complicados, por lo tanto, es imperativo que la Universidad detecte esta situación, la revise y acepte la implementación de un SERVICIO DE CONSEJERÍA que apoyaría a los estudiantes en la solución de sus problemas.



PRÓLOGO “El hombre es el único animal que ríe y llora, porque Es el único que conoce la diferencia entre las cosas Que son y las que deberían ser” Hazlitt.

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uscamos un adolescente proactivo, reflexivo, crítico, limpio de mente, que sobresalga a los tiempos difíciles, que no se arredre ante situaciones o catástrofes sociales, que sea líder o prototipo de una generación fuerte, que sepa controlarse y se guíe con optimismo y con espíritu de lucha, que se integre a la sociedad con una postura inteligente, discursiva, propositiva, que deseche actitudes pusilánimes con firmeza ideológica, que sea receptivo y proclive a la defensa de los desheredados, de los humildes, convirtiéndose en un verdadero luchador social, esgrimiendo como arma, la justicia, la honestidad, la cultura y teniendo como objetivo los valores, sus tradiciones, su ideología, su patria y sus hermanos de raza. Necesitamos enseñar al estudiante a ser responsable de sus actos, a positivar sus acciones inyectando optimismo en su mente para que enfrente su ambiente y lo manipule con capacidad y seriedad, que se fije metas, que se haga propósitos y compruebe que él mismo puede planear su vida. Y cuando se presente la confusión, cuando baje su autoestima y se alteren sus emociones por conflictos existenciales, la voz pronta, acertada, amable y empática del CONSEJERO estará lista para ayudar al joven en problemas, para que se encarrile en un aprendizaje efectivo. El amor por el conocimiento depende de la personalidad que vaya formando el estudiante, de la calidad de enseñanza del profesor, de la Institución misma como entes especiales que habrán de despertar su interés o enterrarlo definitivamente.

Joel Montoya



PREFACIO Por desgracia la enseñanza actual es impersonal y masificada, cada vez es mayor el número de estudiantes que en algún momento de su escolarización precisa ayuda de un profesional de la psicología. Muchas ocasiones el estudiante presenta dificultades para estudiar, provenientes de facetas o aspectos poco comunes cuya solución no está al alcance de los profesores o de los padres y fácilmente observamos como decaen, desacreditan o fracasan; jóvenes normales que habían descollado en el mundo académico y que repentinamente plantean problemas de comportamiento inadecuado. A simple vista, el maestro de la materia otorga su evaluación sin percatarse de un desequilibrio latente y el alumno pasa a formar parte del grupo de morosos, informales, desatentos, reprobados, debedores de materias porque tal vez no hubo ese alguien que les tendiera la mano, que les corrigiera con visión profesional esa actitud que les perjudicaría emotivamente al final de cuentas. Afortunadamente, muchos profesores toman con seriedad su profesión y procuran a sus alumnos, les defienden, les ayudan, les respaldan. Su experiencia en el trato de adolescentes, su socialización inteligente y cordial les permite una posición de amigo, de maestro, de consejero. Pero no bastan las buenas intenciones, habrá que considerar algunos aspectos de personalidad que estén implícitos en su accionar y esto sólo lo da buscando una formación en psicología. Los adolescentes son una caja de sorpresas y a veces se necesita además del sentido común, un profundo conocimiento de los avatares propios de esa edad a fin de incidir positivamente en la solución de sus problemas. El trato profesional con adolescentes requiere de sensibilidad cuando se da el comportamiento inusual, a veces agresivo, contestatario, rebelde, otros tímido, melancólico, risueño, bromista, flojo y al revisar sus calificaciones recordar que esas oscilaciones son transitorias y totalmente relacionadas con el período adolescente. “Los cambios que se producen a nivel intelectual corren parejos con las vivencias afectivas experimentadas por el joven y, aunque este fenómeno se produce en todas las etapas evolutivas, en este tiempo adquiere vital importancia al hallarse ambos en plena efervescencia. Según como elabore el joven sus propias emociones, éstas le servirán de estímulo o limitarán la progresión de sus inquietudes intelectuales.”1

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Sánchez Ramírez, Emma “Psicología Evolutiva” Apreciación de las Edades p. 187



POSTURA IDEAL DE LOS DOCENTES La escuela es y seguirá siendo motivo de polémica, su acción es demasiado importante para que podamos inhibirnos de analizarla y proyectar sobre ella nuestra propia concepción del hombre y de la vida; por ello muchas de las afirmaciones vertidas acerca de este tema son más bien fruto de deseos que de análisis objetivos. La importancia definitiva de la escuela viene dada por la materia especialmente delicada que en ella interviene: Los alumnos, de allí que la acción del profesor no puede ser contemplada como una tarea profesional más: Estamos refiriéndonos a seres humanos en pleno período de conformación, especialmente sensibles a las influencias de los adultos con quien conviven. Absolutamente todo lo que vea, imite y aprenda conformará su nueva personalidad. El profesor, aunque lo quisiera, no se limita a trasmitirle conocimientos de matemáticas, biología o lenguaje sino también su currículum oculto en todas sus intervenciones u omisiones, y sobre todo, en la manera de concebir la relación educativa que proyectará siempre su cosmovisión buscando que sus alumnos lo secunden acercándose a ella. La cuestión es de tal acercamiento lo pueden entender como una sugerencia o como una presión, lo que equivale diferenciar entre una auténtica educación y el adoctrinamiento, aquí el alumno aprende a rebelarse, a ser crítico o a pensar ciegamente en los razonamientos de su maestro. Y que hay de sus problemas de existencialismo, de sus emociones incontroladas que interfieren en un aprendizaje significativo. Sabemos que la tarea será ardua, no realizable con sólo buenos deseos, porque la conciencia social de nuestros días nos ha hecho especialmente sensibles al autoritarismo que llevamos como lacra pues las formas que este fenómeno puede adoptar son variadas, muchas de ellas seguramente inconscientes para los propios protagonistas, pero en cualquier caso hemos de afrontarla. Para que disminuyan los problemas de conductas inadecuadas, deberá revisarse la autoridad; que haya libertad y se practique una convivencia social con afecto, con amor, que se integre la familia y que los intereses de una sociedad capitalista no pisoteen el respeto y la dignidad que la personalidad del educando merece, el profesor debe caminar sobre el sendero de la responsabilidad entendida ésta como consciente aceptación de nuestras acciones sobre decisiones libres, sin coacciones. Así pues, la situación escolar ha de proporcionar ocasiones para que el alumno adquiera hábitos de responsabilidad dejándole tomar decisiones que han de estar a su nivel de maduración, fases diferenciadas y períodos con creciente capacitación para discernir. Los alumnos deben participar en la toma de decisiones escolares a fin de integrarlo correctamente en los diferentes momentos evolutivos. La psicología y la pedagogía deben enlazarse para ayudar al inmaduro a que fije sus características personales y esta función de ayuda no debe soslayarse bajo ningún pretexto, los alumnos maduran a distintos ritmos y la función educadora del profesor ha de adaptarse a todos, no es justificable el abandono del alumno bajo el principio de que debe responsabilizarse por sí mismo. Hemos de confiar en la habilidad del profesor quien ha de encontrar la vía idónea para lograr todos los objetivos, sin obsesionarse, ni angustiarse... La situación escolar marca claras diferencias entre el alumno y el maestro, aunque los papeles pueden invertirse en algunos momentos, es decir aquello que los alumnos pueden adquirir por sí mismos y lo que precisa la acción directa del profesor quien ha de cumplir sus tarea pensando siempre en sus estudiantes y la sociedad por encima de sus apetencias personales, luego entonces, debemos contar con un marco favorable para atender a estudiantes porque la escuela no debe ser un lugar propicio para extremismos ni alegorías irresponsables.


LO INTELECTUAL Y LO AFECTIVO Los conflictos emocionales influyen determinantemente en el interés ¿Quién es capaz de concentrarse en el trabajo cuando tiene alguna preocupación importante o se siente preso de alguna angustia? Si el nivel de conflictividad o inseguridad propios de la edad se intensifican por cualquier motivo es muy difícil que pueda dedicarle la debida atención a los estudios y que tendrán que ocupar todas sus energías en la resolución de sus problemas, o también pudiera ocurrir que el joven se refugie, en caso extremo, en amistades perversas o en las drogas o en el mismo estudio si lleva una correcta formación familiar; en estos casos una profunda actividad intelectual le permitirá evadir sus propios conflictos aunque su carga emocional permanezca latente y pudiera desembocar en acciones sorprendentemente confusas que requieran ayuda profesional. Luego entonces, a este tipo de jóvenes es preciso brindarles ayuda psicológica, darles consejería profesional para guiarlos en la adopción de decisiones adecuadas y reconfortantes, preparar con ellos un plan de acción una estrategia para un horizonte que asegure su adaptación al medio escolar y social en el que está inmerso, que camine sobre posibilidades reales que poco a poco vayan reforzando una actitud optimista hacia la vida.


HACIA UNA RESPONSABILIDAD INSTITUCIONAL El maestro no puede permanecer indiferente a los impactos que ocasionan en nuestra sociedad las demandas planteadas por el avance de la ciencia y la tecnología; si admitimos la evidencia de una crisis social ocasionada, entre otras causas, por el fuerte desconcierto ocurrido por avances cibernéticos, las ideologías que tienden a cambiar los rumbos del pensamiento juvenil que en ocasiones se sienten confundidos, además de los violentos y profundos cambios en la esfera científica y tecnológica del mundo contemporáneo, tendremos que convenir en la necesidad de ir proveyendo a la juventud presente y futura de elementos que les ayuden a cegar los vacíos de satisfacción generados por tales desajustes. La juventud nunca antes como ahora había estado tan sola en sus preocupaciones y tampoco nunca antes fue tan incomprendida. Pocas veces la reacción social ante las manifestaciones de inconformidad juvenil había sido tan violenta y tan irreflexiva como lo está siendo en la actualidad y, si a esto le añadimos como complemento la circunstancia de no haber habido antes hechos que pudieran justificar las manifestaciones de rebeldía juvenil, como el presente, bien podemos confirmar la función que corresponde a la Universidad de defender su formación como responsabilidad institucional, la vigencia de todos los medios que puedan permitirle desarrollar una gran capacidad de investigación y una fuerte actitud de crítica para entrar con profundidad en el análisis de todos los fenómenos que constituyen parte de su competencia como líder muy destacado en la promoción y ejecución del cambio social. Sólo con una actitud crítica y una capacidad técnica bien fortalecidas por una sólida formación profesional será posible que el maestro alcance a entender las implicaciones que la problemática juvenil actual y futura pueda, en consecuencia, favorecer con su prestigio realizaciones provechosas para encausar en forma satisfactoria todo el potencial de acciones y de ideas que reserva la juventud para coadyuvar con éxito una verdadera transformación estructural, una formación que vaya consolidando en nuestros pueblos los principios de una justicia racional distante de todas aquellas componendas en las cuáles fundamenta la sociedad actual un cuadro de valores totalmente opuesto a los símbolos ideales de nuestra juventud. La Universidad debe a toda costa y en esta época con más razón que nunca defender y practicar una actitud crítica frente a las diversas situaciones que le exijan pronunciamiento o que le demanden decisión. De igual modo debe tener, como esencia fundamental de su conducta y como único credo de su fe, el respeto de la dignidad humana. Debe saber y enseñar que no hay más poder que la razón, ni arma alguna que establezca o justifique la lucha entre los hombres, capaz de sustituir las ideas. Nuestra juventud se está levantando dentro de una concepción social que ellos rechazan radicalmente como obsoleta e inútil, sin haber tenido tiempo o formación para definir un modelo completo con el cuál sustituirla. Saben qué es y dónde está lo que no quieren, pero aún no han llegado a definir cuantitativamente el perfil conceptual de aquello que aspiran.


Pueden fundamentar con abundantes e irrefutables argumentos la razón de ser de sus protestas, la justificación de sus negociaciones y la inutilidad de los conceptos y elementos que combaten; pero falla la intensidad de su vehemencia y parece vaciarse la robustez de sus posiciones en la búsqueda o apreciación de las fórmulas sustituyentes de todo cuando intentan cambiar. Estas consideraciones, antes que desatarlas como fallas de la juventud, son la resultante de una sostenida actitud errónea de los adultos pertenecientes a las últimas tres generaciones, al no saber desempeñar cabalmente nuestro papel dentro del mundo de transición en que hemos estado viviendo después de la última guerra mundial. No fuimos capaces de advertir que la función dialéctica de nuestro compromiso social adquirirá nuevos matices al transponer los umbrales de la civilización preindustrial, ni que con tales cambios obviamente empezarán a modificarse todos los esquemas culturales, políticos, económicos, sociales y también psicológicos dentro de los cuales se ha desenvuelto nuestra conducta. “Esta manera de visualizar la conducta humana ha desencadenado variadas reacciones acerca de las diferentes etapas de la vida. En el pasado el respeto y admiración por los valores intelectuales era asunto hereditario de generación a generación y era también la base de sustentación ideológica para el cultivo de las virtudes. Las relaciones de autoridad entre hombres seguía siendo lo tradicional: de padres a hijos, de gobernantes a gobernados, de maestros a alumnos; de adultos a jóvenes, de patrones a empleados; la creación y emancipación intelectual estaban más relacionadas con la madurez que con el saber”

2 Bartolomeis, Francesco de. “Ideologías y actitudes hacia la vida” Ed. Roca, S.A. México, 1972 p. 245 3 Bartolomeis, Francesco de. La Personalidad del Adolescente ante la interpretación social “La Psicología del Adolescente y la Educación” Ed. Roca Pedagógica México, 1972 p.73


Actualmente, la función social ha cambiado totalmente; pero parece que los adultos no nos hemos dado cuenta de tal hecho o tenemos una reacción subconsciente de abierta resistencia frente a esta inconfundible realidad. En diferentes niveles de nuestra acción social, no solo hemos desconocido, sino que hemos subestimado, rechazado u hasta pretendido silenciar la vivencia de la voz juvenil en muchas circunstancias en que una atención y consideración oportunas, además de convenientes, pudieron haber sido prevención más saludable de graves hechos desencadenados posteriormente como reacción de desbordamiento de las contenciones progresivas ocasionadas por el rechazo o la subestimación continuas. Muchas de las formas de violencia de nuestra juventud actual no pasan de ser el efecto de una incomprensión sistemática que la sociedad ha venido practicando a través de todas sus instituciones: el hogar, la Iglesia, el Estado y la escuela. Además, a todo esto se le añade la presencia de otra serie de circunstancias que, aun cuando no han tenido repercusión critica en otros estratos de la sociedad, si reflejan una incidencia indiscutible en el sector juvenil Luego entonces, habremos de reconstruir en primer término la postura magisterial respecto a la conducta juvenil, una actitud de comprensión plena apoyando en el conocimiento exhaustivo de la psicología de los adolescentes, en segundo término propondríamos soslayar las corrientes elitistas y azarosas donde solo tiene derecho el que goza de facultades intelectuales, hábitos y suficiencia emocional para afrontar los problemas; sin tiempo, por supuesto, para entretenerse con los estudiantes rezagados. Nuestra propuesta reside en una visión humanista, natural, de comprensión y respaldo a estos casos cada vez más grandes grupos de jóvenes que no encontraron eco en una sociedad institucional plagada de señalamientos y vacíos que repercuten dolorosamente en ese tipo de entes humanos que reclaman igualdad de condiciones y que sus aspiraciones se moldean en la legitimidad. Cuando se tengan sentimientos confusos, cuando estén dubitativos en el devenir de su presencia en el ambiente estudiantil, familiar o social en situaciones que requieren del respaldo de un profesional de la conducta quien con su actitud comprensiva, tolerante, sensata y apropiada le orille a recapacitar profundamente en su yo, que lo enfrente con objetividad y poco a poco se diluyan sus posturas aversivas y le permita una realización más plena de sus potenciales para que adquiera firmeza en sus decisiones que aumente su autoestima deslizándose hacia la continuación de un desarrollo integral, que le posibilite a la adquisición de nuevos horizontes claros y reconfortantes. Esto es básicamente lo que se busca en un proyecto de CONSEJERÍA ESTUDIANTIL que sea un oasis de tranquilidad donde expongan sus preocupaciones o problemas que le impidan un desarrollo óptimo. El hecho de que haya en la Institución estudiantil una Oficina de esta naturaleza coadyuvará significativamente en desarrollo organizacional de calidad.



“Una persona que nunca ha cometido Un error nunca intenta algo nuevo” Albert Einstein

Capítulo 1

Hacia una Propuesta Académica



Capítulo 1 Hacia una propuesta académica Cada persona es un individuo que tiene su propio valor por tanto debe ser respetado Joel Montoya.

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i estamos proponiendo la implementación de un módulo de consejería estudiantil es lógico que quien se encargue de esta área reúna ciertos requisitos de salud mental, de preparación profesional, de experiencia, relaciones humanas sensatas, además dela necesidad clara y urgente de discurrir atentamente en las profundidades de la psicología del adolescente, pues éste representa el material humano, con el deberemos trabajar y justificar nuestra presencia, si vamos a discernir entre los estudiantes que necesitan apoyo psicológico, nuestra óptica deberá ser acuciosa y reflexiva, pues al tener que implementar un seguimiento de la conducta del alumno en problemas, el profesional de la psicología deberá echar mano de todas las argucias técnicas a que está obligado para no parecer neófito, empírico o un farsante que juega con la salud mental del ser humano. Definitivamente en este trabajo no se puede analizar todos los matices que presenta la conducta adolescente, sin embargo, se echa mano delo representativo, de lo más común, se barajan conductas recurrentes de la idiosincrasia del estudiante mexicano y desde luego, el producto de las observaciones en el vasto campo educativo de nuestras escuelas preparatorias, se trata de mostrar que hurgamos vericuetos del comportamiento adolescente que consultamos algunos prestigiados teóricos de este asunto; que más o menos estamos empapados y congruentes sobre este tema, detalle que seguramente nos hará obrar con la pertinencia que sugiere el rigor científico. Luego entonces, el conocimiento del ambiente donde va desarrollar su tarea el consejero será fundamental, el manejo preciso y profesional del adolescente será el objetivo más importante, además del conocimiento profuso de las relaciones con su entorno; el consejero deberá conocer y atender perfectamente las interacciones del maestro – alumno; observar si los problemas del estudiante se dan en el aula con x profesor. Entender también la organización de la escuela, corroborar que ésta brinde al alumno el confort académico y humano que requiere esa edad. Obtener información del ambiente extraescolar donde se desenvuelve al alumno; de allí la necesidad de contactar con los padres de familia y establecer nexos cordiales y socialmente aceptables; verificar su amistad con amigos en su barrio, revisar la documentación, calificación y ficha psicopedagógica que trae de la escuela secundaria a fin de realizar un seguimiento exacto del caso.


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Hacia una propuesta académica

Mi propuesta girará entonces, sobre el desempeño de un consejero escolar en las escuelas preparatorias de U.A.N.L., su conocimiento ineludible del adolescente, de los maestros, de la administración, del ambiente escolar, extraescolar, familiar y otras connotaciones que inciden en el manejo apropiado de la conducta estudiantil del alumno preparatoriano. La propuesta de implementación del servicio de consejería en las escuelas preparatorias de la Universidad Autónoma de Nuevo León nace de varias circunstancias que se muestran a través de lecturas comparativas de los servicios de orientación que se brindan a los muchachos adolescentes en los países de habla inglesa, donde esas prestaciones están reglamentados de tal manera que otorgan apoyo real al estudiante desorientado o angustiado tanto en situaciones existenciales, dada su calidad de adolescente, como en asuntos de índole vocacional y emotivo. En nuestro país y particularmente en nuestra Universidad existen oficinas psicopedagógicas que se preocupan por el manejo psicométrico de las vocaciones orientando al estudiante para que refuerce su capacidad de elección en base a un análisis somero de las opciones profesionales del entorno; tales oficinas están regularmente manejadas por un pedagogo-psicólogo, un licenciado en educación o un psicólogo – orientador quien entre otras cosas maneja aspectos de orientación pedagógica de orientación afectivo –psicosocial y por supuesto de orientación vocacional. En nuestra universidad no existe un departamento, oficina o módulo donde el estudiante adolescente pueda apoyarse para solventar algunos momentos de crisis de identidad, de adaptación o de severas tensiones emotivas, por ejemplo, a estudiantes temporalmente apáticos o que su depresión o angustia los pudiera orillar a la toma de decisiones alienantes y peligrosas que alguna manera perjudiquen su avance académico. La propuesta gira en torno actuación de un CONSEJERO, pues tal es el término que según mi visión reúne la fuerza semántica alrededor de la orientación que debe dársele al estudiante en problemas. Se explica prolijamente las funciones del consejero, sus responsabilidades dentro de una institución educativa como la preparatoria, se revisan las ventajas del establecimiento de una función así, sus repercusiones negativas o positivas que pudieran presentarse en su implementación. En base a este trabajo, en la preparatoria 16 se permitió su funcionamiento de manera provisional, experimental; ahora solo falta su institucionalización en basa a la satisfacción de los apoyos técnicos que para su formalización se requieren. Hemos probado su practicidad y humanitarismo, basta con entrevistar a los estudiantes que recibieron la orientación en el módulo de consejería y el seguimiento profesional de su problema para darnos cuenta de su importancia en la vida académica de las escuelas para adolescentes. Hemos fundamentado los requisitos para su instalación; la perseverancia en esta experiencia nos ha abierto los ojos hacia un verdadero campo de acción para los psicólogos educativos, esto es, la rehabilitación, la ayuda oportuna y profesional a los adolescentes confundidos o angustiados cuyos problemas emotivos obran en detrimento de sus estudios.


¿Juventud en problemas?

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Esta propuesta viene a enriquecer la ya existente referente a orientación educativa en las preparatorias de la U.A.N.L., de ninguna manera se contraponen, solo falta redondear lo instituido dándolo un lugar al consejero, quien habrá de encargarse del seguimiento de los problemas emotivos de los alumnos e incorporarse a la “normatividad” académica de acuerdo a las posibilidades propias del estudiante. Hacemos hincapié en la personalidad del CONSEJERO, de su profesionalismo, de su perfil académico, orientado hacia la psicología adolescente, para que sus decisiones, su conducción de los casos, sus entrevistas, su capacidad de detección, su interacción personal, sea adecuada a los objetivos de un profesional de la consejería; pues hemos contemplado con tristeza la gran cantidad de personas que por su simpatía u otros detalles atraen infinidad de jóvenes quienes se aferran a sus orientaciones, dando, a veces, un giro discordante a sus naturales inclinaciones. Esto suele suceder por la existencia de consejeros empíricos muy dados en nuestro México cuya idiosincrasia es proclive al pensamiento mágico y por supuesto, todos los maestros y personas mayores se sienten con autoridad para proporcionarlo, todo en base a sus experiencias, sin revisar que existen diferencias individuales, por ejemplo o la necesidad de escudriñar los vericuetos de la psicología adolescente para una orientación más sensata y evitar malas interpretaciones que expongan al estudiante a riesgos innecesarios que pudieran tornarse peligrosos. En nuestras universidades no existe la carrera de consejero, aquí su lugar es tomado por el orientador que regularmente es improvisado, aunque no generalmente. Esto se refiere a que otros maestros sin el perfil idóneo en nuestras escuelas preparatorias dan el curso de orientación tomando como base el material enviado por el comité respectivo; fuera de esto, es todo lo que tenemos en nuestra universidad. Sabemos que en la Escuela Normal Superior de Nuevo León se ofrece la carrera de PsicólogoOrientador que pudiera acercarse un poco al perfil que deben reunir los consejeros escolares. Sin embargo, habrá que diseñar en nuestra universidad, posiblemente en la Facultad de Psicología, una vertiente que llene los requisitos de una carrera en este sentido. Los tiempos lo requieren, la necesidad de la existencia de CONSEJEROS en las escuelas preparatorias es cada vez más apremiante, para atender así, las demandas de una juventud más exigente en cuantos apoyos de profesionales de la psicología. Por otra parte, el consejero toma con propiedad su lugar correspondiente en la escuela pues parte de su estrecha relación con los alumnos pudiera convertirse ocasionalmente en asesor pedagógico haciendo recomendaciones, sugerencias o propuestas en torno al quehacer áulico, al trato o relación con aquellos alumnos que descollan por su comportamiento inusual o distinto a la generalidad y que de alguna forma provocan alteraciones emocionales en el maestro. Regularmente el maestro de preparatoria no está capacitado pedagógicamente para el ejercicio de la docencia y su basamento práctico lo hace según sus vivencias y modelos experimentados en


28 ‹ su vida estudiantil, sin embargo, no todo da resultado, se presentan problemas en su interaccionar con los estudiantes, a veces lo sacan de sus casillas y, según su formación, emite decisiones a veces viscerales no muy sensatas, que luego repercuten en su accionar docente. De acuerdo con la personalidad de algunos maestros pudiera haber deficiencias según sea ésta, es decir, habrá algunos maestros que arrastran severos traumas que afloran frente a sus alumnos ya que estos representan “clientes cautivos”, frente a los cuales el maestro, no muy saludable mentalmente, emite todas sus amarguras exigiendo se le escuche, se le acate y se le secunde, y, cuando esto no sucede todo su rencor es dirigido al alumno “indisciplinado”, todo esto, aunado a los problemas personales, ya sean familiares, económicos, de vialidad, de enfermedades físicas, etc. provocando en el docente no solo estrés, amargura o depresión sino odio que habrá que descargar en algo o alguien y generalmente sucede en sus subordinados; los alumnos. Existe también otro tipo de maestros que no dan muestras de enfermedad mental pero que no les interesa la vida íntima del alumno, quien es solo un número o un objeto en el que vaciará el programa de su materia; no tiene otro objetivo que proporcionarle satisfacciones personales en la búsqueda de un provecho, de un prestigio o la realización de ciertas ambiciones. Otra faceta del mentor es aquella en que se preocupa por la vida del estudiante para conquistarla y apropiársela orientándola hacia sí mismo para hacerse amar o imponer criterios a su gusto. Todos estos ejemplos nos dan idea de la importancia que para el consejero tiene el conocimiento de sus compañeros docentes que podrían provocar problemas en el estudiante adolescente por la emisión de un comportamiento ausente de la sensatez propia de un buen educador. No se trata de conformar una planta de maestros perfecta, en que todos manifiesten conductas adecuadas a su investidura magisterial marcada por los cánones pedagógicos, claro que no, pero el maestro debe estar consciente de sus aciertos y sus errores; sus alcances y limitaciones para disponerse a aceptar capacitación y actualización en las áreas en que se muestre débil; de aquí que el consejero al ostentar preparación y experimentar en algunas facetas que al maestro le son útiles, pudiera asesorarle en ese sentido y de esa manera fomentar una relación profesional sana y satisfactoria.


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ORIENTACION EDUCATIVA, ASESORIA Y CONSEJERIA Resulta un tanto complejo explicar diferencias entre algunos términos manejados en educación preparatoria, tales como ORIENTACION, ASESORIA y CONSEJERIA, sin embargo, habremos de reflexionar brevemente con relación a estos servicios que se dan en el ámbito de orientación al estudiante y se proporcionan en el seno de nuestras escuelas preparatorias, son servicios que de alguna manera se enlazan y su empleo es circunstancial. Desde hace mucho tiempo los educadores han reparado en la importancia de cubrir ciertas ausencias de información y de apoyo que provocan en algunos alumnos desaciertos o dudas y en otros casos la presencia de perturbaciones sociales, familiares o de otra índole que desequilibran el control emocional obrando en detrimento del desarrollo intelectual, a menudo se observa que el maestro no puede atender con eficacia en clase las dificultades del alumno o que los recursos disponibles para la asistencia individual son muy limitados y la capacidad para influir sobre los alumnos y conducirlos hacia modos de comportamiento más adecuados resulta una tarea ardua y complicada. Los alumnos presentan problemas al margen de lo considerado oficialmente como docente y requieren de apoyo extra. En nuestras escuelas preparatorias está perfectamente delimitado el campo entre ASESORIAS ACADEMICAS Y ORIENTACION EDUCATIVA; cuando el estudiante busca apoyo para afianzar sus conocimientos en una materia, busca asesoría, esto regularmente se presenta, por ejemplo, en Matemáticas y Física donde el alumno requiere de una explicación más fresca y acuciosa que le aclare sus dudas y le predisponga anímicamente para enfrentar un examen exitoso, que al final de cuentas es el objetivo del alumno. El estudiante busca asesoría para cumplir decorosamente con los trabajos académicos o laborales que debe cumplir o que se atreve a emprender; asesoría es una palabra común entre los estudiantes de preparatoria; “estoy en asesoría de Física”, “estoy elaborando un trabajo de investigación en la clase de Español, voy a buscar a la maestra Lety para que me asesore”. En este nivel de escolaridad no se les llama asesores a los Psicólogos o Consejeros, a menos que estos se desempeñen como tales en algún trabajo académico o de apoyo docente. En este rubro no hay confusión, los maestros más connotados, los que se han distinguido siempre por su sapiencia y sensatez son requeridos para apoyar tareas de asesoría en los diferentes estudios o investigaciones que los docentes se ven involucrados en su trayectoria de capacitación o superación profesional. En las esferas de la sociedad industrial en que nos desenvolvemos el termino de asesoría es aplicado con propiedad cuando se refiere a los diferentes campos de la ciencia y la tecnología o en los negocios; de allí que escuchamos que hay asesores en economía, en comercio, en agricultura, en mercadotecnia, en ingeniería, etc.; tales ASESORES se constituyen en verdaderos expertos en su campo de acción. Cuando se hace referencia al termino ASESORIA en los ambientes educativos, específicamente cuando se alude al maestro asesor, quizá nos atreviéramos a dejar de entrecomillar esa labor de “asesoría”, salvo honrosas excepciones, pues la postura de consejo mostrada frente a la diversi-


30 ‹ dad de problemas es criticable porque tales son casi siempre complejos de índole emocional, de adaptación, de agresividad, de personalidad que sobreviven en la brega cotidiana del accionar docente. Aquí radica precisamente nuestra propuesta; para este tipo de emergencias que son casi comunes en la etapa adolescente de nuestros alumnos, se hace necesaria la presencia de un elemento profesional dedicado de tiempo completo a la atención personalizada de estas pautas de conducta de nuestros alumnos. En México está establecido el Servicio de Orientación Educativa subrayado como un proceso continuo que debe estar presente desde la educación básica hasta las etapas más avanzadas del nivel superior y donde juega un papel muy importante la influencia de los padres de familia y los maestros. Entre los acuerdos con el objeto de posibilitar a los estudiantes una elección adecuada de opciones formativas y laborales futuras mediante la promoción, coordinación y difusión de los diversos elementos que incidan. A este respecto, la Universidad Autónoma de Nuevo León tiene implementado el servicio de Orientación Vocacional a través de un Comité donde un grupo de psicólogos y orientadores profesionales se encarga de difundir la literatura adecuada para que los maestros orientadores en cada preparatoria se aboquen a la instrucción del alumnado. Básicamente las indicaciones, estudio y preparación a los alumnos subraya en torno a la orientación pedagógica, la orientación afectivo-psicosocial y la orientación vocacional y para el trabajo. El diseño curricular para la implementación de esta materia frente a los alumnos permite tener un encuentro de una hora semanal hasta completar ocho sesiones por módulo, pero, no deja espacio para el trabajo de gabinete y de campo. La recepción de problemas del estudiante de índole adaptativo, de personalidad o circunstancias imprevistas se queda sin la revisión oficial profesional y expuesta al consejo improvisado que no obstante, de buena voluntad, está sujeto a rotundas fallas en detrimento del solicitante. Por otra parte, en las escuelas preparatorias emergen infinidad de problemas que son atendidos en áreas no especializadas, en ocasiones por generosidad, por condescendencia, por humanitarismo y otras inconscientemente sin reflexionar, sin medir consecuencias o alcances según el receptor. Esto definitivamente es tarea del Consejero, pues las características intelectuales, emocionales, físicas y sociales que influyen sobre las fuerzas ambientales en que se desenvuelve el alumno dándole una personalidad única que debemos conocer prolijamente para respaldar su desarrollo íntegro, y, ésta es una buena y ardua tarea para el especialista en consejería. Porque a diferencia de asesoría, constituida esta como un recurso de ayuda en general, el consejero desarrolla un cuadro más amplio y más especializado. Todo encaminado a conocer el porqué de la conducta emitida por el estudiante, el porqué de sus problemas que inciden en un insuficiente aprovechamiento, el consejero se provee de datos de varias fuentes, por ejemplo: de los informes escolares, con los padres, los test psicológicos, el comportamiento circunstancial e informal, sus reacciones en momentos claves, entrevistas en cubículo, etc. para luego acceder a su análisis e interpretación.


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EL consejero tratará de contestarse preguntas como: ¿Qué clase de persona es el alumno?, ¿Cuál ha sido la duración y gravedad de sus problemas? ¿De qué tipo son sus dificultades reveladas: internas, externas o ambas a la vez?, ¿Qué influencias pasadas parecen tener relación con sus problemas actuales?, ¿Con que recursos cuenta para hacer frente a sus problemas sin ayuda?, ¿Existe equilibrio entre su activo y su pasivo?, ¿Qué tipo de ayuda ha recibido anteriormente?, ¿Qué tipo de asistencias necesita ahora? Luego entonces, el manejo que hacemos en este estudio se espera que el consejo de orientación al estudiante preparatoriano sea hecho por un profesional de la psicología para que ostente un soporte técnico, que sea guía, prudencia y valoración estimulante y tranquilizante permitiendo al aconsejado encontrarse y reconocerse y que no se confunda con el proceso de asesoría que, definitivamente, en nuestro ambiente educativo no se refiere al tratamiento de conflictos emocionales o regulación de comportamiento. Por tanto, la implementación de un consejero en una institución educativa del nivel medio superior debe ser fundamentada en la acción, en el aliento a la creatividad, la imaginación, la adaptabilidad y la capacidad del propio consejero para seguir madurando y superándose en su propia personalidad y en el trabajo a diferencia de los llamados asesores que se desenvuelven en los ambientes educativos como expertos en “x” materia y sus recomendaciones no llenan los requisitos de un consejo como los emitidos por los profesionales en consejería.

PROPÓSITOS ESENCIALES DE LA CONSEJERIA √ Facilitar los pensamientos automáticos y significados asociados e idiosincráticos. √ Buscar evidencias para los pensamientos automáticos y significados personales. √ Diseñar procedimientos conductuales para probar la valides de los pensamientos automáticos y significados personales. √ Determinar áreas problemáticas del sujeto en términos de comportamiento conductuales, emocionales, cognitivos, motivacionales y físicos. √ Determinar áreas relacionadas que afecten; análisis funcional conductual. Godoy 1991. √ Coleccionar datos sobre la historia del problema. √ Conceptualización cognitiva de los problemas. √ Modificación de los círculos viciosos. √ Hacer al sujeto menos vulnerable a ciertas interacciones y disminuir recaídas. √ Generar alternativas.



“La emoción emoción culminante culminante no no puede puede “La perturbar pero pero el el conocimiento conocimiento perturbar del ser ser SI SI PUEDE” PUEDE” del A. Maslow Maslow A.

Capítulo 2

Conflictos en el adolescente Muestreo de algunas problemáticas que la oficina de consejería ha revisado a fin de brindar ayuda en el momento preciso que el alumno lo ha solicitado



Capítulo 2

Muestreo de algunas problemáticas que la oficina de consejería ha revisado a fin de brindar ayuda en el momento preciso en que el alumno lo ha solicitado. “Un hombre que no llega a interesarse por el conocimiento sigue siendo un peligro para la sociedad, pues tenderá a malentenderse todo lo que haga o diga a otras personas y permanecerá inconsciente del significado de las cosas que él mismo hace” Schumacher

R

esulta muy importante detectar la existencia de problemas estudiantiles que la universidad puede revisar si se quiere recapacitar en el camino hacia la excelencia académica. El ser y quehacer de la Universidad nos prohíbe soslayar detalles de índole humanista cuando se cuenta con elementos y herramientas necesarios para solventarlos. Es imperativo aprovechar los profesionistas de la psicología inmersos en nuestra institución para decorar el academismo universitario con un toque humanista sensato y experto que redefina el rumbo de nuestra Alma Mater. Desde esta visión nos permitimos mostrar e ilustrar algunas facetas del mundo del adolescente preparatoriano. Mientras una situación pueda atemorizar a una persona, a otras las puede enfadar, frustrar o provocar reacciones diversas dependiendo del estímulo o de la capacidad del individuo para hacer frente a diversas situaciones; también depende de sus rasgos de personalidad así como de sus experiencias anteriores en situaciones similares. En el complejo mundo del adolescente se presentan nuevas vivencias que día a día intervienen en la formación de su personalidad, aquí hemos de referirnos a su medio ambiente familiar, escolar, su interacción con sus pares y sobre todo su capacidad de adaptación. Los investigadores en el área de la conducta concuerdan que las alteraciones en la efectividad y en el intelecto dan lugar a que la actividad y la productividad del sujeto disminuyan considerablemente. Comúnmente se presentan períodos de apatía, de agresividad, de pereza, se vuelven impuntuales, inventan enfermedades, se vuelven indolentes e incapaces de cumplir compromisos, y, en esta edad adolescente situaciones como ésta pueden tornarse peligrosas; el muchacho puede sentir el impulso de ingerir bebidas alcohólicas o probar otras drogas o fármacos que le originen dependencia; algunos casos se tornan tan álgidos que según los fundamentos de su personalidad, según su formación, podrían hacer intentos de privarse la vida. Estos rasgos emotivos, estos trastornos en la conducta se observan en los adolescentes cuando estos no han tenido el apoyo, la dirección o el respaldo debido de sus padres y maestros y su recurrencia puede dar origen a


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descensos considerables en su aprovechamiento académico, por este motivo creemos que muchos de estos casos definitivamente, son rescatables, requieren de apoyo profesional y consideramos que la Universidad Autónoma de Nuevo León, dentro de su normatividad de atención a los estudiantes y otros servicios de extensión debería proporcionarlo, ofrecerlo indistintamente, abiertamente, oficialmente, para que nuestra institución se muestre como otorgadora de una educación integral tal y como lo exhiben las Universidades de otros países del mundo. A largo de cinco semestres que nos hemos dedicado a la atención de los estudiantes que requieren ayuda para solventar etapas criticas propias de su personalidad adolescente, hemos recabado información registrando casos para diferenciarlos hemos procedido a etiquetarlos de tal forma que en nuestra oficina se han revisado o atendido asuntos relacionados con: √ Problemas académicos Fobia a la escuela, angustia en los exámenes, fracaso escolar, aprendizaje efectivo, rechazo inconsistente a una materia en especial, estudiantes superdotados, toma de decisiones, establecimiento de metas, defectos visuales y auditivos que interfieren con el aprendizaje, elección vocacional, estudiantes con defectos físicos. √ Problemas de conducta Adicciones, abulia, aislamiento, pigricia, uso de tiempo libre, el dinero, el dispendio, los mitos, la familia, amistades, entorno social, el amor. √ Problemas de personalidad Depresión, suicidio , perturbaciones emotivas, conflictos de conciencia, manejo de sus emociones, paciente psiquiátrico, trastornos psicosomáticos, homosexualidad, perversiones sexuales, agresividad, sentimiento de inferioridad, lagunas mentales, epilepsia, actitudes obsesivo-compulsivas.

APORTACIÓN PSIQUIÁTRICA EN CUANTO A TRASTORNOS AFECTIVOS SÍNTOMAS DEL COMPORTAMIENTO PATOLÓGICO √ Trastornos afectivos √ Trastornos intelectuales √ Trastornos conductuales


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La afectividad seriamente perturbada en el síndrome depresivo origina síntomas diversos Síntomas

Manifestaciones

Indiferencia Afectiva

Disminución o pérdida de intereses vitales.

Tristeza

Con o sin tendencia al llanto, ausente de las depresiones “sonrientes”

Inseguridad

Dificultad para tomar decisiones

Pesimismo

Enfoque vital derrotista, da origen a dependencia hacia la familia

Miedo

Específico o indiferente, en ocasiones absurdo(por ejemplo miedo a bañarse)

Ansiedad

Más intensa por las mañanas, puede ser confundida con síntomas depresivos

Irritabilidad

Con agresividad que da origen a problemas familiares y laborales TRASTORNOS DE LA ESFERA INTELECTUAL SÍNTOMAS

MANIFESTACIONES

Sensopercepción disminuida

Mala captación de estímulos

Trastornos de memoria

Dificultad para la evocación

Disminución de la atención

Mala fijación de los hechos de la vida cotidiana

Disminución de la comprensión

Dificultad de comunicación

Ideas de culpa

Autoevaluación. Incapacidad de enfrentamiento

Pensamiento obsesivo

Ideas o recuerdos repetitivos molestos.


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Conflictos en el adolescente TRASTORNOS SOMÁTICOS

SINTOMAS Trastornos en el sueño

MANIFESTACIONES Insomnio que se presenta al final o al principio del periodo de descanso. Dormir inquieto. En algunos casos hay hipersomnia

Trastornos en el apetito

Anorexia que puede originar pérdida importante de peso. En ocasiones hambre compulsiva.

Disminución del libido

Debilitación o desaparición del deseo sexual

Trastornos cardiovasculares

Trastornos de la frecuencia o del ritmo cardiaco, disnea suspirosa etc.

Otros

Mareos, prurito, alopecia TRASTORNOS DE LA CONDUCTA

SINTOMAS Actividad, disminución

MANIFESTACIONES Descuido de sus obligaciones y de su aseo personal

Productividad disminuida

Mal rendimiento en el trabajo

Impulsos suicidas

Ideas o deseo intenso de privarse la vida

Impulsos a la ingestión de alcohol y Tendencia a beber o a utilizar drogas como un mecanismo otras drogas de escape a la ansiedad Homosexualidad: Descripción de Casos Hay aportaciones muy interesantes y apropiadas de S. Freud y otros investigadores que anotamos en el Apéndice, la idea fundamental en este caso no es intentar eliminar su personalidad homosexual sino su adaptación e integración al ambiente estudiantil heterosexual. (Tendencias agresivas)


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Caso Conchita: (Deficiente aprovechamiento académico) Fue un asunto que cae en el campo de acción del personal de asistencia educativa, sus padres, maestros y convocados tres de sus amigos íntimos y después de cuatro sesiones con el Consejero pudimos sacarlo adelante. Caso Carlos Jorge (Deprimido) : Me trasladé hasta su hogar para reunirme con su familia, en su propia casa, en la entrevista con ellos noté que faltaba comunicación y deseos de respaldar, los supuestos personales estaban confundidos, luego toda la familia reiteró su adhesión y acercamiento a Carlos, ahora conviven se ayudan y se toleran. Caso Juan (Deficiencia en el estudio): El caso lo tomó el Orientador, aseveró que podía encausarlo positivamente; citó a los padres, tuvieron un acuerdo en coordinación total con este alumno; posteriormente Juan vino a mi Oficina sin remordimientos y dispuesto a contarme sus cuitas. Caso Fermín: Alumno de la Facultad de Música de 23 años con mucha inteligencia y capacidad extraordinaria, se confiesa tímido y lleno de estrés cuando le toca participar; en mi clase de psicología también se muestra reservado, sin embargo sorprende con sus excelentes calificaciones en los exámenes escritos, tiene aceptabilidad entre los compañeros, le dan calidez y le aconsejan, sus relaciones interpersonales son sensatas y empáticas. Él pidió que lo tratara y confesó la incomprensión familiar a su carrera. -Habló con lujo de detalles de su pánico escénico. -Se refirió a la incomodidad de hablar frente al grupo a pesar de que le estiman. -Persona seria sin programas amorosos pero deseándolo. Proceso de Intervención: Tomando en cuenta que los principales componentes de los trastornos psicológicos se encuentran a nivel de pensamiento, a nivel cognitivo se trabajó con: a) Sus creencias irracionales b) Sus preferencias c) Sus expectativas nacionales d) Sus pensamientos automáticos e) Su pasado histórico (niñez sin afecto) f ) Rechazos amorosos y recuerdos negativos g) Sus actividades valorativas h) Sus referencias a sus metas de éxito conforme a su habilidad personal i) Emociones inapropiadas vs emociones apropiadas Trabajamos con técnicas grupales de Zarzar Charur, que él personalmente dirigió y se distinguió por su ubicación, sensatez y diligencia que sus compañeros le hicieron saber. Aún no concluimos pero hay positividad en sus participaciones.


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CASO EVERARDO Duelo patológico. Lo convencieron sus amigos de que se presentara a esta Oficina; sus compañeros subrayaron un cambio drástico en su comportamiento; antes eran bromista, amistoso, participativo, social y ahora se muestra retraído, muy serio, no se ríe, no participa y a veces le notamos lágrimas; cuando nos dimos cuenta de la posible causa acudimos a Ud. Para que lo tratara porque creemos que esto es un asunto para un psicólogo. Lo que sabemos es que ocurrió algo muy trágico, pues a su hermano lo mataron los criminales por equivocación, lo confundieron con otro. Tratamiento: Tomé en cuenta la obra de S. Freud, Duelo y Melancolía, 1917., Ramsay, 1977 y Bow Iby, 1980. Utilicé técnicas cognitivas a fin de descatastrofizar, reatribución y autoaceptación. Diálogo narrativo de sus pesares y su futuro. Propuestas del Consejero para caminar por el sendero de la reconciliación consigo mismo buscando maneras de auto consuelo cambiando los pensamientos trágicos y de venganza por momentos de amor a sus semejantes. Genaro. Un caso de suicidio. El candidato observado presentaba depresión aguda, amargura, desesperanza y despecho, sus síntomas físicos era lánguido, hambriento, desencajado, no comía y le dio por perderse varios días sin que nadie le encontrara, había abandonado a sus amigos y familiares, nada le importaba, ni que sus padres sufrieran por su ausencia. Aparecía después todo derrotado, pusilánime y venía a la prepa donde se presentaba esporádicamente; de un estudiante de excelencia se había convertido en descuidado e irresponsable. Al contactarlo explicó que no deseaba expresar su problema que ya no quería vivir, que ¿para qué? Ya no le interesaba el estudio, su familia, sus amigos, quería estar solo, había perdido el apetito y su higiene personal se descuidó. Sugerencias del Consejero. Se le explicó al paciente en palabras sencillas que la salud mental no es un constructo dicotomático sino un continuo integrado de varios puntos. El objetivo de la terapia es aprender a resolver eficazmente los problemas personales que Ud enuncia. Es posible una recaída pero ya tiene una estrategia de rehabilitación de acuerdo con las reflexiones con el terapeuta. Se trabajó con sus distorsiones cognitivas. Se ayudó al paciente a generar pensamientos y conductas alternativas y adaptativas. Se atribuyó los logros terapéuticos al trabajo del paciente sobre la base de tareas en casa. Casos donde se aplicó una terapia semejante: Dora, Héctor, Pedro, Ana, María, Mary, Sofía y Dora.


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Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979, Ellis, 1989. Buscamos siempre aceptación, empatía, y autenticidad, Rogers, 1951. En cada uno se trató los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como producto de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales; verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento. PERSONALIDAD HOMOSEXUAL DESCRIPCIÓN DE CASOS TRATADOS EN LA OFICINA DE CONSEJERÍA CASO “HOMOS” Hemos recibido solicitudes al servicio de la consejería para atender a cuatro adolescentes, tres mujeres y un hombre quienes luchan por una aceptación o rechazo de una personalidad homosexual; ellos han recurrido motu proprio a nuestra oficina agobiados por un tipo de sentimientos encontrados que han provocado conflictos disímbolos que generan manifestaciones conductuales rebeldes o depresiones de tal manera que su rendimiento académico ha ido a la baja, se han agudizado sus conflictos intrafamiliares e incrementado su relación con grupos delictivos; en general, han entrado en una etapa en donde ellos mismos están sorprendidos. Han manifestado abiertamente al consejero sus tendencias homosexuales, sus impulsos incontrolables hacia el mismo sexo por lo que decidieron acercarse a buscar ayuda profesional para adaptarse a un ambiente generalmente heterosexual. Debido a la prensa y a todos los medios de comunicación todos saben de la revolución que se ha armado a fin de incluir a los homosexuales a la vida pública y privada sin discriminaciones. Ellos alegan que son seres humanos y que tienen derechos iguales a todos, el derecho de género; no desean ser heterosexuales lo afirman, aspiran a vivir así pero con respeto. El problema está en la socialización en un ambiente heterosexual, su inclusión en el medio sin recibir burlas, epítetos y otros peyorativos lastimosos. El consejero dio una plática en los grupos donde estaban incluidos; habló de compañerismo, de amistad, de respeto y de apoyo; hizo terapia de grupo intentando que se integren inteligentemente a sus compañeros. Se trabajó con ellos en forma individual primero y después en grupo durante varias sesiones para buscar actitudes de comportamiento ante diversas situaciones para llegar placenteramente a una integración grupal sana y optimista.


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Las sesiones tuvieron éxito, ellos ahora conviven sin extravagancias e intentos perversos. Hay aportaciones muy importantes de Freud y otros investigadores que anotamos en el apéndice, la idea fundamental de este caso es no la eliminación de su personalidad homosexual sino su adaptación e integración total al ambiente estudiantil. CASO: “MARY” “No sé qué me pasa a la hora de los exámenes, estudio como loca, macheteo y macheteo, me desvelo, compruebo lo que estudie y cuando empieza a acercarse el momento del examen comienzo a sentirme débil, me sudan las manos, me duele la cabeza y lo que es peor, olvido mucho de lo que repasé, me hago toda bolas y me dan ganas de llorar” Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979 y Ellis 1989- Buscamos siempre aceptación, empatía y autenticidad, Rogers, 1951. Se trató en cada uno los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como productores de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales. Verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento. CASO: “SOFIA” “Todo mundo me pregunta que qué me pasa, que soy otra, que me veo triste, qué porque salgo ahora reprobada en las materias, que era la mejor- la verdad, maestro, me siento deprimida, triste, muy triste, dicen por “ay” “No me calienta ni el sol”. Eso me ocurre, “ora verá”, desde finales del semestre pasado… Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979 y Ellis 1989- Buscamos siempre aceptación, empatía y autenticidad, Rogers, 1951. Se trató en cada uno los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como productores de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales. Verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento.


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CASO: “JUAN” …En mi casa no creen en mí, me han olvidado, relegado, todos dicen que no la voy hacer, no les importa mis calificaciones, batallo para que me compren ropa, dicen que soy muy renegado, que muy contestón, que no soy como mi hermano, que solo ando con mis amigotes. Bueno pos “la verda” ya no quiero venir a la escuela, ¿pa´ que vengo? Y luego pa´cabarla de amolar ese chavo que me buscó pleito, él fue ya que me había agarrado de su “puerquito” y pos´nos dimos un entre y le gané, dicen que estaba yo como loco que me no me podía parar, de eso si no recuerdo. Lo único que sé es que se la “partí”, no sé, yo tengo mucho coraje, siento que todos “la train” contra mi…. Nota del psicólogo: este muchacho de 16 años del 3er. Semestre, fue recomendado por el profesor de matemáticas quien le confeso su deseo de salirse aun cuando en sus materias destaca. CASO: “DORA” ..”Ya he estado bajo tratamiento psiquiátrico, mire, esto estoy tomando, tomo una pastilla cada que me siento mal, dice el psicólogo que lo mío es claustrofobia, pero sólo a veces me siento que me ahogo, me mareo, siento ansiedad y tengo que salir del salón; mi mamá se preocupa mucho por mí, ya conoce a todos mis maestros, siempre está pendiente para ayudarme…” Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979 y Ellis 1989- Buscamos siempre aceptación, empatía y autenticidad, Rogers, 1951. Se trató en cada uno los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como productores de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales. Verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento. CASO: “LAS BRUJAS” Así les decían sus compañeros de clase; a todos les hacían saber que gozaban de poderes y que podían dominar y controlar con su magia negra a sus enemigos; hacían, a veces, algunos rituales delante de los estudiantes, quienes azorados intentaban dominar su miedo y hasta un profesor pidió que lo cambiaran de salón, le aterraba ver a esas dos mujeres adolescentes que le atormentaban con sus miradas. El grupo era un caos, se escuchan gritos o silencios temerosos, los directivos atendieron el caso con los psicólogos que contaba la Prepa. Llegó a mis manos y procedí a tratarlos vía terapia cognoscitiva.


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Conflictos en el adolescente Me amisté con las aludidas. Comimos hamburguesas en la cafetería y dialogamos amablemente. Narraron sus acciones, sus conflictos familiares, sus usos y costumbres. Eran originarias de Veracruz, allá aprendieron de los chamanes, conocían de herboraria y sabían cómo hechizar, sugestionar, crear, condiciones de control y ganarse clientes. Expusieron sus cuitas y controversias, hablaron de sus proyectos estudiantiles y familiares. Hice frente a sus distorsiones cognitivas. Se estableció el rapport. Manifestaron todos sus pensamientos. Siguieron con sus tareas en casa para contrarrestar sus pensamientos automáticos. Hubo éxito para la Prepa en sus conductas ulteriores.

CASO: “CONCHITA” “Mis papás no me tienen confianza, no puedo ir a una fiesta igual que mis amigos y volver tarde porque mi papá se pone enojadísimo al grado de decirme prostituta, el cree, que porque me gusta la música rock pesado y mi manera de vestir es más o menos como la de los muchachos que tocan en los conjuntos musicales ya por eso soy mala-¿Qué tiene eso de malo? Esos problemas de mi casa me tensionan y hacen que coma más, los nervios me hacen tragona y me estoy volviendo muy renegada hasta con mis profesores – yo creo que por eso choqué con la maestra de “Conta” y también creo que por eso se me va la onda”. Este caso fue un asunto de participación consiente y sensata del consejero, sus padres, maestros y tres de sus amigos. CASO: “CARLOS” “Vivo con una tía, hermana de mi madre , nosotros somos de Durango, antes ya se había venido mi hermano mayor y luego otro, ellos viven juntos allá por la expo de Villa de Guadalupe; primero me fui a vivir con ellos, pero de plano no la hice, ellos toman todos los días cuando llegan de sus trabajos, ya ninguno estudia cómo se lo hacen saber a mis padres cuando llegan a escribirles, no, no quiero llegar a ser como ellos, aunque aquí estoy sufriendo mucho, tengo que arreglar mi propia ropa, lavar los trastos, y comer lo que me dejan, no me trata muy bien mi tío y la tía trabaja y llega muy cansada, mis primos, dos de ellos no me pueden ver ni en pintura y me hacen la vida de cuadritos, solo mi tía me trata bien, pero ella no puede hacer mucho por mí porque casi no está en la casa. A veces me voy a lavar carros para sacar lana para mis libros, ya la libré el primer semestre pero cada vez la veo más difícil. Tuve una reunión con su familia, en su propia casa, faltaba comunicación y deseos de respaldar, toda su familia hizo votos de acercamiento a Carlos; ahora conviven, se ayudan y se toleran.


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CASO: “PEDRO” “No puedo concentrarme, sí quiero estudiar, de hecho me siento frente a mis útiles, quiero repasar lo que dijo el maestro pero a veces paso hasta quince minutos y no salgo de una página, se me va la onda y batallo para, como se dice, no divagar ¿Cómo le hago? El problema que también me sucede en el salón, hay muchas cosas que no agarro, eso pasa por que estoy en otro lado soñando yo sé que eso no es bueno por eso quiero que me ayude...” Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979 y Ellis 1989- Buscamos siempre aceptación, empatía y autenticidad, Rogers, 1951. Se trató en cada uno los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como productores de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales. Verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento. CASO: “GENOVEVA” “Me recomendó una maestra, me dijo que le contara a usted mi problema, aunque no creo que ya tenga caso, pues estoy a punto de casarme y tendré que salirme de la prepa. Bueno haga de cuenta que cuando me junto con mis amigas, ellos me reclaman, o sea, no están de acuerdo que yo sea amiga de Dora y para esto quiero decirle que según mi mamá, Dora es la causante de todo. Dora es una muchacha que viste toda de negro, yo tengo 18 años, ella 20 años más o menos, el detalle está en que todas partes quiere andar conmigo, me sigue, me espía y cuando voy a bailes no me deja bailar, ni juntar con amigos, solo chavas, le gusta que tome cheve y cuando ando mareada se aprovecha para manosearme y besarme como si ella fuera hombre. Ella no quiere que me case y a mi novio le inventa un montón de falsos. Ellos, mi novio y ella, no se pueden ver, el caso es que mi novio ya se desesperó y me dijo “ella” o yo, pero a “ella” no me la puedo quitar de encima parece mi sombra y hay una cosa que quiero confesarle, cada vez que pasan más días tengo menos fuerza para rechazarla – pero también quiero a mi novio y quiero casarme, por eso he venido a ver que me aconseja…” Nota: el siguiente caso me lo recomendó el director de la preparatoria quien a su vez es amigo del padre del cliente. Este es un caso para un psicólogo clínico, de hecho fue turnado a un especialista después de ocho sesiones de consultoría


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CASO: “SUSANA” La cliente es una muchacha de 17 años, muy inteligente, temperamental, de mirada penetrante, alta, fuerte, viste siempre de negro, pantalones vaqueros ajustados, pelo rizado más o menos largo, morena clara, diría bonita, no muy femenina; jefa de una pandilla de hombres a quienes ajusta de todas formas, se la achacan delitos graves de robo y pandillerismo, domina a base de fuerza física y deducciones muy lógicas – las maestras le temen no soportan su mirada, prefieren que se quede fuera. Nadie le ha podido probar sus relaciones delictivas a pesar que es secreto a voces. En un principio se negaba a cooperar aduciendo que asistía a las sesiones por obediencia al director, pero no porque ella estuviera de acuerdo, poco a poco, fue bajando su resistencia, después de ocho sesiones fue dada de alta, concluyó su preparatoria satisfactoriamente, actualmente está en facultad. Observación: Su expediente y pormenores del tratamiento están en poder del departamento de psicología de la preparatoria 16 CASO: “NORBERTO” “Todos se burlan de mí, por eso no participo en la clase, a veces, cuando no puedo evitarlo. ¡Que sufrimiento! Tengo que hablar con la mirada en el piso porque no quiero ver a mis compañeros que se rían y se burlen de mí. Así me la he pasado desde que llegué a la prepa, a lo mejor desde antes: he tenido muchos pleitos ¿y cómo no voy a tenerlos si se me quedan viendo bien feo?…” Nota: Muchacho de buen record académico, el solo se acercó a platicar su problema; en colaboración con los maestros que le dan clase, confeccionamos un plan que incluían algunas dinámicas vivenciales y sesiones de terapia de grupo que nos dio excelentes resultados al lograr que Norberto recobrara su presencia abierta y franca a sus compañeros, además de su confianza en sí mismo al elevar significativamente su autoestima.

CASO: “ANA” “Tengo un problema, casi siempre que necesito hablar de mis sentimientos me encuentro que no tengo nadie en quien confiar. Antes, acostumbraba a hablar con mi madre, pero últimamente no nos llevamos bien, me gusta hablar con mi novio pero me preocupa que él cuente mis cosas a otros y podríamos romper, no sé con quien hablar.”


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“Sólo puedo hablar de mis sentimientos con mis amigos. Ellas comprenden mis problemas y me ayudan. Supongo que esto se debe a que ellos tienen los mismos problemas que yo. De hecho, hasta nos divertimos cuando discutimos nuestros problemas. Pero ellas me dicen y yo reconozco que la única persona que puede resolver los problemas soy yo, y “deveras” que me estoy desesperando, por eso vine aquí”. Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979 y Ellis 1989- Buscamos siempre aceptación, empatía y autenticidad, Rogers, 1951. Se trató en cada uno los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como productores de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales. Verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento. CASO: “MARIA” ¿Qué cuál es mi problema? fíjese bien en mi cara, en mi pelo, ¿Qué nota de raro? Eso me pasa casi siempre en el período de exámenes; me pongo nerviosa se me empieza a caer el pelo, me sudan las manos, tiemblo y lo peor del caso me revuelto toda. ¿Qué puedo hacer? Por eso he venido a verle. Los objetivos terapéuticos se basaron en Beck, 1979 y Ellis 1989- Buscamos siempre aceptación, empatía y autenticidad, Rogers, 1951. Se trató en cada uno los componentes cognitivos, afectivos, motivacionales, conductuales y fisiológicos. Detección y modificación de sus pensamientos automáticos como productores de distorsiones cognitivas. Identificación y modificación de supuestos personales. Verificación, seguimiento y ejercicio de su nuevo comportamiento. CASO: “JUAN” Me preguntó mi papá si había aquí en la prepa un orientador, o un psicólogo que más o menos me aconsejara en que puedo utilizar todo mi tiempo que tengo de flojo- mi papá dice que pierdo el tiempo miserablemente; que ya no le hago caso, que pregunte a alguien que sepa para ver quién tiene razón, él o yo. Lo cierto es que no creo que pierdo el tiempo porque estoy en la prepa, cuando salgo llego a mi casa y ¡a comer! Luego veo televisión y me acuesto a oír música, luego llegan mis amigos y me voy a rebanarla un rato. ¿Qué tiene de malo eso?


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El casó lo tomó el orientador, aseveró que podía encausarlo, citó a los padres, tuvieron un acuerdo en coordinación total con el hijo. Juan vino a mi oficina después, sin remordimiento y dispuesto a contarme sus cuitas. CASO “ELISA” Mi problema es que tengo secuela de epilepsia, bueno, me han dicho que así se dice; bueno desde hace mucho que no me pega, ya casi no, no sé qué está pasando pero el miedo lo tengo aquí, vivo con él, siento que mi problema me va a avergonzar de repente; imagínese usted si me toma aquí delante de mis compañeros, ¡imagínese! Qué pena, yo creo que no volvería a la escuela, aunque me bajen el cielo y las estrellas, aunque me esté yendo muy bien; bueno mejor no quiero ni imaginarlo, por eso estoy aquí, eso nada más lo saben mis padres, hermanos y mi mejor amiga que fue la que me dijo que se le contara a usted. Me puse de acuerdo con el médico, revisó los medicamentos y psicofármacos neurolépticos, me asesoré con un neurólogo. Disminuimos los ansiolíticos, detectamos los momentos en que ocurría la crisis, le enseñamos técnicas de relajación sistemática por inhibición recíproca para emplearlas personalmente cuando creía que iba a ocurrir el petit mal. Hemos hecho un seguimiento preciso y espaciado y notamos un cambio positivo, Elisa está feliz no ha desaparecido su mal pero ha aprendido a controlarlo. CASO: RIÑA ENTRE ALUMNAS: Muy común en las escuelas situadas en barrios populosos donde pudiera proliferar el pandillerismo u otras conductas antisociales. Las muchachas adolescentes se dejan llevar por modelos sacados del mismo barrio o de los programas televisivos extranjeros donde se frecuenta la violencia en todas sus facetas. CASO: En una escuela preparatoria que alberga alumnos de una escala socioeconómica baja, en un barrio muy popular se presentó con frecuencia un cuadro muy emotivo donde la población estudiantil se constituía en un fervoroso público al alentar con porras y gritos a quien querían ganara la pelea. Siempre era lo mismo, se corría la voz de que fulana de tal pelearía a la hora del descanso con sutana de tal. Había mucha expectación. Hasta apuestas; y, las eternas chismosas hacia su trabajo para aumentar el odio a su rival. Sucedía el evento, provocando en los espectadores adolescentes una especie de placer morboso por que las protagonistas atentaban contra lo prohibido. Violaban flagrantemente las normas de una institución educativa, ateniéndose a las consecuencias- las protagonistas creaban admiración entre los adolescentes de su edad. El motivo que aducían era que peleaban por “x” muchacho, todos lo sabían y el muchacho en cuestión era admirado por la comunidad estudiantil.


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CONSECUENCIAS INTITUCIONALES: La autoridad escolar aplicaba un castigo que aparentemente terminaba con la aparición de eventos de esa naturaleza. Ellos notificaban a sus padres y junto con sus hijas involucradas firmaban una carta condicionante donde se amenazaba con expulsarlo del plantel si algo similar volviese a ocurrir. INVESTIGACION: Se procedió a la detección de los reforzadores que mantenían la conducta de riña; habiendo concluido lo siguiente: • Causaba mucho furor, gran expectación y provocaba morbo contemplar peleas entre muchachas. • Las muchachas más comunicativas (chismosas) se encargaban no sólo de crear la atmósfera de expectación sino podríamos afirmar que en sus enredos y difamaciones provocaban tantos pleitos que cuando menos se presentaban uno quincenalmente. • Las muchachas reñían en los descansos había mucho público, muestras ruidosas y expectación placentera. • Las muchachas protagonistas se sentían heroínas antes sus compañeros, no importando las consecuencias institucionales, ellas creaban una atmósfera de admiración en su torno. • El refuerzo que mantenía la conducta de reñir eran los gritos o muestras jubilosas y el escándalo que creaban sus compañeros al presenciar el acto. • No reñían por los novios, eso era una excusa, peleaban por llamar la atención, por la admiración y algarabía hacia ellas que era lo que realmente mantenía tal conducta. • La satisfacción de expectativas hacia ellas opacaba la posible rivalidad, pues una vez “castigado” el evento y ante la imposibilidades de realizarlo dentro del plantel, se resistían al eco de las propuestas de las compañeras para ejecutarlo. • Fuera de él, pues la mayoría de los alumnos tomaban camino a su casa, e ir a pelear a escondidas no tenía caso no había publico suficiente para la satisfacción de su ego “exhibicionista” • Los maestros, los psicólogos, los orientadores y los admiradores del plantel se dieron la tarea de armar eventos donde las muchachas pudieran distinguirse; así iniciaron: obras teatrales, deportes de conjunto, grupos musicales y de danza que absorbieran la atención del alumno. • La creación de reforzadores alternativos sustitutos fue determinante para erradicar la conducta de riñas entre mujeres.


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VOCABULARIO SOEZ REFERENCIAS: Es frecuente en los muchachos de preparatoria que integren su vocabulario de palabras soeces, hay muchas explicaciones entre ellas y la más contundente pudiera ser; las amistades, los amigos que frecuenta, los modelos en el grupo cuando no está el profesor, en los descansos y salida de clases, además de ciertas películas y el ejemplo de los padres en algunos casos. PLANTEAMIENTO: Raúl era en la clase el más maldiciente, con el menor estímulo profería una serie de palabras soeces de tal forma que en los eventos formales denotaba pobreza de vocabulario culto, esto representaba un problema: 1.- La contaminación hacia sus compañeros. 2.- Raúl era un alumno inteligente y podría ser más efectivo en su clase de español específicamente en composición y redacción. 3.- El escándalo que provocaba cuando Raúl empezaba a hablar generalmente sus ideas iban salpicadas de maldiciones. REGISTRO Se anotó detenidamente los momentos en que Raúl profería maldiciones, particularmente, ante que estimulación y, se concluyó lo siguiente: a) Los compañeros le molestaban buscando emitiera palabras que en los muchachos provocaban una mezcla de gracia y admiración. b) Regularmente acontecía cuando no había maestro o cuando el docente en turno daba lugar ya fuera de la dinámica de interacción o por el no control del grupo. c) Las participaciones orales de Raúl eran pocas y presionadas por el maestro, prefería no participar. d) Fuera de clase, con sus amigos, Raúl se confundía, el lenguaje era parecido y pasaba desapercibido APLICACIÓN Se utilizó una técnica de moldeamiento o aproximaciones sucesivas; se instruyó a todos los docentes y paradocentes que tuvieran contacto con Raúl, socializando en su ambiente mismo en las horas de descanso, se platicaba con ellos, (Raúl dentro), se buscaba su participación teniendo cuidado de que no hubiera presión. Se reforzaba socialmente junto a Raúl las respuestas del lenguaje culto y se cambiaba de tema cuando ocurrían palabras soeces, se procuraba hablar en forma correcta delante del grupo donde estaba Raúl durante los descansos. Los maestros se turnaban para no dejar solo ese grupo


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de amigos. En clase se buscaba preguntas de fácil contestación pero con un buen número de palabras para desarrollar la idea y se reforzaba cuando introducía un vocablo nuevo que tomaba del profesor o del libro. Así cada que Raúl emitía un vocablo “nuevo” o elegante era reforzado contingente a la respuesta. Inicio con palabras luego frases y oraciones hasta armar un pequeño párrafo; la atención estaba fija en Raúl sin que él lo notase. El programa duró cinco semanas con seguimiento diario, el objetivo era que Raúl modificara su lenguaje, cambiando sus palabras soeces por vocablos nuevos o simplemente no utilizar maldiciones. Los maestros mismos al final del experimento notaron el cambio significativo en la conducta oral de Raúl. Ya no aceptaba sugerencias, de sus compañeros para emitir maldiciones; disminuyó en un buen porcentaje la aparición de estas palabras. Sus respuestas en palabras “nuevas” aumentó considerablemente. Sus participaciones orales se hicieron frecuentes. Los maestros continuaban platicando con él fuera del programa constatando su cambio y reforzándolo. REFORZADORES SOCIALES UTILIZADOS Muy bien Raúl, que bonito hablaste, que elegante palabra utilizaste, que buena dicción tienes, bien Raúl así se hace, te felicito, oye que bien integraste esa idea, me sorprendiste, que bien te expresas, me satisface tu manera de explicar esto, etc.., aparte saludos de mano y palmadas. NOTA: Estos reforzadores se aplicaron indiscriminadamente en sus compañeros, pero registro minucioso de cambios se aplican sólo a Raúl. CASO Aplicación de la técnica de moldeamiento en clase de química buscando tres objetivos: a) Diseño elegante. b) Hacer el trabajo. c) Desarrollar el gusto por la materia.


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REFERENCIAS: La maestra que daba química en el grupo No. 7 de esa escuela preparatoria tenía problemas de disciplina, de aprendizaje y de atracción hacia su materia, los alumnos armaban escándalo ocasionalmente, se resistía al realizar las actividades propias para reafirmación de lo explicado y cuando lo hacían solo cinco alumnos completaban su trabajo con acierto y buen diseño. REGISTRO Se investigó comprobándose que los cinco alumnos buenos de la clase de química habían desarrollado ese hábito distinguiéndose desde el primer grado y en todas las clases de tal forma que poseían ya un reforzamiento intrínseco. Los demás alumnos jugaban con el débil carácter de la maestra convenciéndola con sonrisas, a pesar de sus trabajos de baja calidad, incompletos; ella reaccionaba castigándolos con bajas calificaciones, pero no había cambio. APLICACIÓN Primer paso: se inició la capacitación de la maestra en el empleo de reforzadores sociales y se le indicó como controlar poco a poco la disciplina a base de reforzamientos de los pequeños avances hacia el objetivo principal que era lograr buenos diseños, los alumnos que no estuvieran trabajando o trataran de distraer a los demás, simplemente se reforzaba a quienes trataban de distraer, o sea los alumnos que trabajaban. La maestra se proveyó de material gráfico para ilustrar el “empleo de la simbología en la elaboración de mapas”. Los muchachos se inician en un trabajo sencillo como elaborar señales que existen en carreteras, señalamientos de tránsito en la ciudad para luego pasar a la elaboración de escalas de gráficas de población a población. Sus diseños en un principio eran malos, sin embargo se reforzaban a los pequeños avances hacia el objetivo, cuando vieron que algunos compañeros “inquietos” obtenían felicitaciones, los demás apresuraban buscando reglas, colores, plumas, etc., buscaban que sus diseños no tuvieran borrones ni manchones, letra clara, atractiva en las ilustraciones, pie de grabado y simbología se pulían para tener más calidad en su trabajo. Segundo paso: aprendieron la composición del átomo y su representación gráfica, la clasificación periódica de los elementos y aprendieron también con mucha facilidad a realizar configuraciones electrónicas de los elementos. a) En un límite de tres semanas sin interrupción de clase la maestra logró en base a la utilización de reforzamiento contingente a la respuesta que se aproximaba al objetivo, que todos los


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alumnos (35) sintieran atracción por esa materia, con gusto hacía sus trabajos en casa y les satisfacía estar aprendiendo cosas nuevas y les agradaba que les alabara sus trabajos. b) El comportamiento en clase cambio por completo, hacia el carácter de la maestra, con gusto la esperaban y estaban listos para recibir las clases nuevas; había una completa integración. c) Todo este cuadro referencial requirió de preparación minucioso de clase en clase, confianza en sí misma, material variado, paciencia y reforzar invariablemente todos los avances. d) Se creó un clima de trabajo, confianza y alegría, el tiempo transcurría rápido, los muchachos llevaban una gráfica personal de sus logros, de sus calificaciones que eran más altas que en las demás clases; también el diseño de sus libretas tuvo, más calidad. OBSERVACIONES A QUIENES PARTICIPEN EN PROGRAMAS DE MODIFICAION DE CONDUCTA 1.- Tomando en cuenta que se trabaja con la formación de seres humanos el esfuerzo que se realice buscará en todo momento la calidad total. 2.- Las reuniones de evaluación, los seminarios, de actualización y demás formas que contribuyan a hacer más eficiente el servicio serán indicativas de cualquier estrategia implementada al respecto. 3.- En la educación formativa de los muchachos sobre todo de los adolescentes se requiere además preparación, de ecuanimidad, de respeto y comprensión hacia quienes son susceptibles de cometes errores en su afán por descubrir sus potencialidades y que desde luego debe otorgárseles el derecho de una nueva oportunidad. 4.- La aplicación de correctivos debe ser una postura afectiva-humanística sin que ello afecte su seriedad y firmeza, desechando la aplicación autoritaria, egoísta e irascible que tradicionalmente se practica. 5.- Los aplicadores de correctivos institucionales deberán dar marcha atrás cuando las respuestas no sufran modificación. 6.- Simultáneamente al programa de extinción de una conducta indeseable deberán reforzarse las conductas deseables. 7.- Deberá pensarse en la construcción de un ambiente motivante, variable, de tal forma que refuerce la estancia de los muchachos en el plantel. 8.- Los deportes y juegos organizados, clubes de pintura, danza, teatro, poseía coral, oratoria, etc. y la atención cuidadosa en las confrontaciones de equipos proporciona una mayor integración en las escuelas. 9.- Si se agotaron las posibilidades de prescindir del castigo la aplicación de este deberá ser inmediato a la infracción de la regla, sin expresiones viscerales, registrado y con un seguimiento eficaz. 10.- Si usted trabaja en ambientes educativos y se descontrola fácilmente, persigue a quien osa faltarle el respeto, se desanima, le falta el carácter, no lo respetan, discrimina, le causan aversión ciertos muchachos, no soporta sus bromas, sus risas, no le interesan sus aficiones, reprueba flagrantemente sus modas, no le buscan como amigo o respaldo, no convive con ellos. Que le parece si reflexiona al respecto y si hay algo de esto, rectifique o abandone este asunto no es para usted.


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11.- Resulta peligroso que personas de preparación dudosa, indolentes o con severos problemas de personalidad sean asignados a instituciones educativas para la conducción de alumnos. 12.- Dominio sobre sí mismo. Esto es; mente fría y calculadora, que prevalezca la inteligencia sobre las actitudes viscerales. Desarrollar la capacidad de mantener su genio quieto, no olvidar que quien se enoja pierde. La ira es causante del fracaso de muchos programas de terapia conductual. 13.- Confianza en sí mismo. Hasta en los casos más álgidos, recordar que todo tiene solución, el equipo de parapsicólogos de la institución sabrá decidir al respecto en forma profesional, humana y acertada. Repasa así mismo- me gusta el reto, lo acepto encontré la solución, yo puedo resolver esto. 14.- Preparación. El terapeuta nunca termina su proceso de actualización, que deberá siempre andar en la búsqueda de nuevos caminos, lecturas especializadas, conferencias, intercambio de ideas, publicación de experiencias positivas. 15.- Humanitarismo. Algo muy importante en este asunto, es sin duda alguna el material con el que estamos trabajando: Sumamente delicado, cambiante, heterogéneo, pensante, inteligente, temperamental y demás aspectos que reúnen los seres humanos por tanto nuestra postura ante ellos deberá ser de buen trato, seria, sin mucho palabrerío, escuchar cuando el sujeto quiera hablar, paciencia, empatía, no olvidar que para nosotros es un paciente y deberá recibir atenciones que ayuden a trabar una mistad franca y fraternal que permitirá que nos involucremos en su vida como factor de respaldo, de ayuda, de amistad, de guía. La inquietud y curiosidad por profundizar en lo recóndito, lo abstracto de la mente humana le permitirá ser más eficiente en su desempeño. CASO: “ENRIQUE” Enrique 32 años, casado, un hijo, consulta por indicación de su gastroenterólogo, a raíz de una úlcera: de no haber sido por esta indicación no lo habría hecho. Sin embargo está motivado a hacer “cualquier cosa” para aliviar su sintomatología. Trabaja como administrativo en una pequeña empresa familiar, y algunos de los últimos episodios ulcerosos coincidieron con la visita del inspector de la DGI, al que tuvo que atender personalmente. El tratamiento se extendió a lo largo de cuatro meses y medio en el que se realizaron 13 entrevistas. La estrategia implementada se basó en la prescripción de la observación del síntoma a los fines de “investigar el origen de sus episodios ulcerosos”. En primer lugar, Enrique aportó dos hipótesis: la primera que llamaremos “de disparo directo” rezaba que cada situación estresante era seguida de una eclosión sintomática. Esta hipótesis fue rápidamente descartada. La segunda, que denominamos “la de la gota que rebasa el vaso”, según la cual el estrés se iría acumulando y se descargaría en un desencadenamiento de los síntomas a posteriori de algún evento estresante, sin importar su magnitud. Esta hipótesis tam-


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bién fue descartada luego del seguimiento de hechos altamente estresantes que no provocaron ninguna consecuencia. Investigando esta situación, Enrique arriesgó la hipótesis de que la crisis dependía de su propia actitud frente a los primeros síntomas. Mientras lo habitual era que frente a ellos se derrumbara anímicamente y comenzara con la batería de medicamentos, a la espera de la hecatombe, en esta oportunidad actuó asertivamente, “presentándole combate”, al malestar. A partir de este momento las crisis disminuyeron en cantidad e intensidad, quedando como remanente algunas molestias pasajeras, estas fueron connotadas positivamente como una luz roja frente a la sobrecarga de estrés, de tal manera que, si desaparecieran, debería reemplazarlas por una rutina de descarga. CASO: “PATRICIA” Patricia 26 años, soltera se queja de sufrir descomposturas de vientre, mareos, lipotimias sin motivos orgánico aparente. Fue tratada a lo largo de 30 sesiones durante 8 meses. Derivado por su clínico, declara tener poca confianza en la psicoterapia. Ya que el médico ocupa este lugar de influencia frente a la consultante, resultaba imperioso ponerse en contacto con él, debido a que él es quien detectó el componente psicológico del problema. En estos casos se hace imprescindible el trabajo en equipo con el médico. Luego de unas charla telefónica en la que se escucharon sus ideas respecto del caso y se llegó a un acuerdo respecto a la estrategia a desarrollar, la consultante comentó que “ahora si tengo confianza en esta terapia”. La estrategia empleada fue nuevamente la prescripción de la observación del síntoma a fin de investigar los motivos de dichas descomposturas. La hipótesis explicativa aportada por Patricia en el curso de esta investigación (y luego de recorrer diversos temas) fue que ella no sabía decir que no, y de esta manera se cargaba con los problemas de todos, especialmente los de los padres. Esta sobrecarga repercutía en sus descomposturas. Para poner a prueba la hipótesis comenzó- con dificultades por cierto- a decir que no, comprobando que las descompensaciones disminuían en cantidad e intensidad. Este hecho la decidió a continuar por este camino con más firmeza, al cabo de unas pocas sesiones más se pactó el alta. similar.

El seguimiento muestra que en los 3 años subsiguientes no se produjo ningún episodio

CASO: “MARCOS” Marcos tiene 31 años, 2 años de casado, es técnico químico y trabaja en una fábrica; su hermana es psicóloga. Consulta por iniciativa propia, porque desde hace tres años sufre trastornos intestinales tanto en el trabajo como en situaciones sociales frente a personas desconocidas. El tratamiento duró 7 meses totalizando 24 entrevistas.


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La estrategia aplicada fue, en primer lugar prescribir la observación minuciosa de los síntomas, para establecer con precisión qué era lo que desencadenaban. Una vez identificados los factores desencadenantes (p.ej. ir al comedor de la fábrica) la prescripción fue no evitarlo, sino enfrentarlos para reunir más datos acerca del funcionamiento de este trastorno, los trastornos fueron despareciendo paulatinamente. En el momento de la última entrevista, los trastornos en situaciones laborales habían desparecido totalmente, y el paciente manifestaba que estaba más sociable y la gente lo notaba más contento, el malestar aparecía solo en algunas situaciones sociales (fiestas p.ej.) pero en una intensidad mínima que no evitaba su concurrencia. De cualquier manera, rescataba la metodología de no evitar situaciones que le provocaran malestar. Llegado a este punto pactamos el alta. En el seguimiento realizado 10 meses después, marcos manifestó haber mantenido los logros alcanzados durante el tratamiento. Pero al mismo tiempo explicó cierta insatisfacción por no haber descubierto el porqué de su afección, quedándole una sensación de proceso incompleto. DISCUSIÓN En el primer caso, enrique ante la imposibilidad de aludir las situaciones estresantes, al sentir las los primeros síntomas, intentaba evitar la crisis ulcerosa con la batería de medicamentos. Al mismo tiempo pensaba que la crisis era inevitable y por lo tanto se sentaba a esperarla, derrumbándose anímicamente. En el tercero Marcos, evitaba directamente las situaciones que le desencadenaban sus trastornos aunque en algunos casos la evitación resultaba imposible, enfocando toda su atención en los síntomas que ya consideraba inevitables. Ambos consultantes coincidían en desplegar una estrategia de evitación, y, simultáneamente considerar inevitable la crisis, poniéndose anímicamente en una posición defensiva, dando todo por perdido. La atención de ambos entonces, se dirigía selectivamente a detectar síntomas, actuando probablemente como amplificador, a modo de una profecía autocumplida. En los tres casos la estrategia desarrollada por el terapeuta fue prescribir la observación del síntoma con fines de investigación, invirtiendo de esta manera la solución intentada por ellos. Los síntomas fueron connotados positivamente como fuente de nuevos datos, valiosos para el proceso psicoterapéutico; de esta manera se invirtieron también las valencias anímicas de los mismos. Y la atención de los consultantes fue desviada de los síntomas al contexto en el que manifestaban, impidiendo así la función amplificadora de la misma. Ahora bien, aunque en los tres casos los resultados, fueron una disminución significativa en frecuencia e intensidad de los trastornos, el grado de satisfacción (considerado en términos subjetivos) es disímil. En nuestra opinión, la insatisfacción de Marcos está determinada por el hecho de no haber tomado en cuenta debidamente sus expectativas. Marcos, no sólo quería aliviar su sufrimiento, sino también entender el origen de su trastorno. Estas expectativas no fueron debidamente satisfechas; no se ofreció al consultante una hipótesis que las satisficiera.


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CONCLUSIONES: Como bien sabemos, la psicoterapia no “cura” lo orgánico. Por lo tanto nunca podríamos pactar un motivo de consulta en torno en un problema orgánico, sin embargo, la psicoterapia puede aliviar, mejorar, transformar situaciones, relacionales y/o actitudes que facilitan el desencadenamiento y evolución de los trastornos orgánicos. Como terapeutas estamos llamados a intervenir sobre esos factores psicológicos (en sentido amplio) que condicionan a la enfermedad orgánica. Con quienes suponen una causa psicología en la etiología de su organicidad, pactamos un motivo de consulta en torno de dicha causa, cuya elección recae en el consultante. Si el consultante no tiene una hipótesis, se puede trabajar con él para ayudarlo a elaborarla. En ambos casos, la prescripción de la observación del síntoma se ha mostrado como una herramienta eficaz en el alivio de la sintomatología psicosomática. Lo que resulta importante en estos casos, más que en otros, es la formulación de la prescripción. Por otra parte, deberíamos dar por supuesto que nunca las molestias desaparecerán en forma absoluta; sería como pretender que desapareciera para siempre los refritos. Por ellos es conveniente contar con una buena reformulación (1) para su prescripción en el momento del cierre del tratamiento (p.ej., cumplir la función de luz roja en el caso de Enrique, o necesidad de proteger al padre, en el de Patricia.) Otro punto para destacar es la importancia de tener en cuenta al médico derivador e incluirlo en la estrategia. Por ejemplo, en el caso de Patricia, el médico era de la opinión de la necesidad de realizar una psicoterapia profunda, de dos o tres veces por semana. En la charla telefónica, aceptando en principio esa indicación, sintomatológica somática, para luego darse el tiempo necesario en profundizar la terapia. De esta manera, el médico acordó con nuestra estrategia y la apoyó frente a la paciente, que así pudo comenzar la tarea psicoterapéutica. Los resultados alcanzados dejaron satisfecho al médico, quien en una nueva comunicación telefónica estuvo de acuerdo (sugerencias del terapeuta que ya contaba con su confianza gracias a los resultados obtenidos) en lo inoportuno de encarar una psicoterapia profunda que “podría llevar al resurgimiento de los síntomas somáticos”. Siguiendo este ejemplo, creemos inoportuno ponernos a discutir con el médico acerca del tipo de indicación psicoterapéutica. El médico tiene una mentalidad enfocada a conseguir resultados palpables, y eso es lo que nosotros debemos ofrecerle, antes que darle una clase acerca de las diferentes psicoterapias y las ventajas de la nuestra. El médico es un consultante más (en algunos casos el más unido una tratamiento psicoterapéutico) y debemos responder a su demanda y expectativas respetando su punto de vista. Por último, queremos destacar la importancia de tomar en cuenta la cosmovisión y las expectativas del paciente. Tenerlas lo suficientemente presentes nos va evitar empañar, como en el caso de marcos.


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CASO: “REBECA” En verdad, la salud puede verse afectada por mucha influencia interna y externa. En cuanto a la interna puede ser fijaciones mentales. El caso de Rebeca es el sufrimiento angustioso ante los exámenes. A causa de la relación entre su mente y cuerpo, se explica que la mente puede crear aparentes desórdenes corporales inducidos por perturbaciones emocionales al llevar a cabo un resultado específico que se desea. Rebeca experimentaba ciertos problemas en la espalda cada vez que era convocada a un examen de física o química, no le gustaban esas materias, quizá había una reacción negativa hacia la maestra pero la verdad, decía ella, no me siento suficientemente preparada para presentar el examen. Sus dolores eran tan fuertes que creía no poder levantarse de la cama y esto no era fingido, de verdad sufría. Una característica peculiar del dolor era que a eso de las 6:30 pm continuaba cuando la preparatoria cerraba las puertas, el mal continuaba y cuando en esa tarde la visitaban sus amigas el dolor había desaparecido maravillosamente. Ella había sido ayudada por un psicólogo consejero y el respaldo religioso, que ella sustentaba y que la ayudo definitivamente. APLICACIÓN DE LA CONSEJERÍA Por supuesto que en el encuentro con el paciente se hace hincapié en el fomento de las relaciones interpersonales tolerantes, cordiales e inteligentes pues así se dispone de un clima cálido para que afloren los problemas del aconsejado detectando así las posturas extremosas que les afecten; con este trato, cualquier problema emergente se asesoraría con suficiencia ayudando a que se seleccione correctamente la ruta a seguir. METODOLOGÍA: Sustentada en las aportaciones de Beck-Ruiz. 1. Los renglones técnicos no pueden obviarse, esto es: la historia clínica que incluyen datos de filiación; síntomas referentes a nivel afectivo, conductual, motivacional, físico, y algunos datos emergentes objetivos. 2. Detección de áreas afectadas. a) ¿Cuál es el problema? Descripción amplia y profunda a manera de catarsis. b) ¿A qué se atribuye el problema? c) Historia y episodios similares, colección de datos.


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d) Tratamientos anteriores y actuales. e) Relación familiar, social, laboral, estudiantil, educacional, sexual-afectiva. 3. Adaptación al proceso terapéutico. - nuevo estado emocional, cambio de conducta. - Cambio de pensamientos automáticos, diferencia de la inicial. - Intensidad de su estado emocional. - Nuevas situaciones y su enfrentamiento. - Diseñar procedimientos conductuales para probar la validez de los pensamientos automáticos y significados personales. 4. Conceptualización de los problemas. - Evaluación inadecuada de los hechos (distorsión cognitiva) - Atribuciones inadecuadas, causales, erróneas, que mantienen la conducta cuando se describe así mismo. - Inadaptaciones, estrategias de acción inadecuadas o deficientes. - Expectativas irreales, predicciones erróneas. - Necesidades urgentes de solución a sus problemas reales. - Supuestos personales, fijaciones, buscar evidencias. - Determinar áreas relacionadas que afecten análisis funcional conductual, Godoy 1991. - Conceptualización cognitiva de los problemas. PROPUESTAS DEL TRATAMIENTO DE RET, ELLIS 1989. Nos propuso una clasificación muy técnica y apropiada hacia los procesos cognitivos. 1° Detección de las creencias irracionales perturbadoras. 2° Refutación: el terapeuta contrasta las creencias irracionales y los pone en tela de duda para incitarlo a la reflexión y la seguridad en su opinión. 3° Discriminación, se pone sobre la mesa las creencias racionales e irracionales. 4° Auto registros en casa, temas generales y biblioterapia RET. 5° Definición: se incita al paciente a utilizar el lenguaje en forma racional, correcta y optimista. 6° Técnicas referenciales: Que el paciente haga un listado de aspectos positivos de una conducta. 7° Imaginación: Imaginación racional, proyección en el tiempo, hipnosis, técnicas hipnosugestivas en conjunción con frases racionales. 8° Técnicas emotivas a) Se acepta al paciente a pesar de la negativa de su conducta (auto aceptación). b) Métodos humorísticos: dramatizar hechos con humor. c) Autodescubrimiento: Mostrar la cara humana del terapeuta donde hay problemas similares. d) Uso del modelo vicario: se emplean historias, leyendas, parábolas para exhibir irracionalidades y modificaciones. e) Simulación de racionalidad; observación de los efectos. f ) Soportar vergüenza. g) Ejercicios de riesgo, miedo al rechazo. h) Repetir las frases racionales a modo de auto instrucciones.


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i) Construcción de canciones, redacciones, poesías, ensayos para distanciarlo de lo irracional. j) Técnicas conductuales (RET-ELLIS 1989). - Exposición de situaciones evitadas. - “Quedarse allí” –recordar hechos incómodos y cómo tolerarlos. - No dejar tareas para mañana. - Uso de recompensas y castigos. - Entrenamiento de asertividad, habilidades sociales. - Cuidado con la hostilidad, vuelta contra sí mismo. OBSERVACIÓNES: En base a tal seguimiento y aunado a mis experiencias y no olvidado que se trata de CONSEJERÍA: Expongo a continuación algunos de los CASOS que hasta la fecha he consolidado: NOMBRE: Héctor Balbuena, Edad: 17 años, 4° semestre de preparatoria. PROBLEMA: Control de estrés (sic) DESCRIPCIÓN: - Los maestros son exigentísimos. - Si eres bueno, te exigen más. - Mis metas no coinciden con la de los maestros. -Los muchachos aquí en la prepa son más rebeldes, “de ondas más chidas” pero cuidado con contradecirles, te hacen bullying. - Me incitan a fumar, beber, y tener relaciones sexuales. - Me “chocan” los exámenes, me fastidian con sus exageradas tareas. -Mis padres me presionan. - Las expectativas (dijo lo que piensan) de mis padres muchas veces no coinciden con los momentos que estoy pasando. PROPUESTAS DEL CONSEJERO • Clasifica las causas de tu estrés en dos grupos, los que puedas controlar y los que no y empieza a comprobar los más viables. • Intenta tener una estrategia inteligible (explicación). • Pide ayuda a quienes les tengas confianza, padres, familiares, amigos maduros, algún profesor que te trate bien, en tu iglesia, etc. • Acuérdate que te tratarán como tú lo hagas con los demás, la escuela puede parecerte horrible, ingrata, pesada, todo una pesadilla, pero en ella aprenderás a enfrentarte a las mismas presiones que experimentarás en la sociedad donde te desenvuelvas. • Es cierto que no todos pueden controlar su estrés, pero debes intentar erradicarlo, manejarlo sin perjudicarte; acuérdate de que tu mente es poderosa y tú puedes controlarla, y cuando lo hagas, te sentirás realizado, feliz por ese triunfo de tu fuerza de voluntad sobre tu negatividad. • Acuérdate de un proverbio bíblico (22-3) “El que es inteligente, ve el peligro y lo evita, el que es tonto sigue adelante y sufre las consecuencias”. • Imagínate lo que puede pasar con tus agobios y planea enfrentarlos con todas tus fortalezas.


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• Haz una lista de tu estrés, marca el que te lastima y gánale. • Haz ejercicio frecuentemente. • Procura dormir al menos 8 horas de sueño tranquilizarte. CASO #2 NOMBRE: Samantha Cruz, 17 años, 4° semestre de preparatoria. PROBLEMA: Exigencia de libertad. • Yo quisiera ir personalmente sin chaperonas (sic) a las fiestas que me inviten, pero no es así. • No confían en mí, mucho menos en mis amigas. • Preguntas, preguntas, sólo preguntas, es un bombardeo que va hacia la desconfianza en lo que hago. • ¿A dónde vas? ¿Con quién? ¿A qué hora regresas? ¿Qué teléfono tienen tus amigas? ¿Dónde viven? ¿Quiénes son sus padres? Etc. • Me da mucha rabia que me interroguen de esa manera. • Creo que ya tengo edad suficiente para decidir. • Mis padres creen que si se presenta un problema difícil, no sabré que hacer. • Establecí correspondencia electrónica con un chavo que me gustaba; mis padres se enteraron y me lo prohibieron terminantemente, prometí no hacerlo pero reincidí, supliqué perdón pero volví a hacerlo, mis padres dejaron de confiar en mí. •Mis padres también me quitaron el teléfono un mes. PROPUESTAS DEL CONSEJERO. - No uses la libertad como excusa para hacer el mal (comentarios del consejero). - ¿Le estás dando motivos a tus padres para desconfiar de ti? - ¿Dices siempre la verdad? - ¿Son exagerados en tiempo tus telefonemas? - Dicen que cuando se es joven no se le da importancia a la confianza de tus padres. ¿Tú qué dices? - En vez de quejarte ¿podrías esforzarte en ser confiable? - ¿Podrías perseverar e intentar respetar la hora de llegada que tus padres te proponen? - Ser puntual. - Respaldar en las tareas de tu casa comenzando con tu cuarto. - Proponte ser moderada en el uso de la computadora, teléfono y demás objetos cibernéticos. - Cumple lo que prometes. - Aprende a administrar el dinero. - Acepta errores y discúlpate. - Que un sí que expreses signifique un sí. - Practica la obediencia a tus mayores. - Explícales cómo vas a esforzarte en ganar su confianza.



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“El mundo no es más que un escenario y hombres y mujeres simples comediantes salen y entran en escena y cada uno interpreta varios papeles”

W.Shakespeare.

Capítulo 3

Panorama de la consejería en la U.A.N.L y en otras instituciones y fuera del país



Capítulo 3 1.- CONSEJERÍA EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN. Si pudiéramos aplicar el término “CONSEJERIA” a los servicios que la Universidad Autónoma de Nuevo León presta a nivel escuelas preparatorias, este dejaría mucho que desear debido a variadas circunstancias que ocurren alrededor de este asunto; lo primero que debería revisarse es la postura de las decisiones técnico- pedagógicas en que cada preparatoria daría el rumbo académico y administrativo y, definitivamente, el establecimiento de una oficina de consejería podría dar un giro a favor, en contra, o indiferente a lo que ocurra en torno a los alumnos; las instituciones afortunadas dejarán entrever su organización y ambiente, los frutos del funcionamiento de esa oficina que sienta las bases humanas y psicopedagógicas para intentar en el adolescente una formación integral; que bueno fuera que en todas las preparatorias de nuestra U.A.N.L se diera preponderancia a este asunto. En nuestro recorrido por las instituciones del nivel medio superior del área metropolitana de monterrey nos dimos cuenta de la acción de muchos profesionistas- maestros que de acuerdo a su visión y reclamando la presencia del psicólogo en las escuelas han logrado rescatar un área donde básicamente se ventilan asuntos psicopedagógicos a nivel de psicometría a fin de otorgar asesoramiento efectivo a los alumnos que requieran apoyo vocacional, además de respaldar programas de mejoramiento docente a nivel áulico. Regularmente las oficinas psicopedagógicas de las preparatorias de la U.A.N.L se abocan a programar, analizar o discutir el contenido de los programas oficiales de Orientación Vocacional que se lleva en este nivel, y, que por supuesto se llegan a conclusiones interesantes en la búsqueda del aprendizaje provechoso basado en los folletos de orientación que representan un material excelente para los alumnos de preparatorias, el problema reside en el enfoque que cada maestro le da, la manera de llevar su clase, los temas que propondrá; su asistencia, la personalidad del maestro, su preparación, el atractivo de su clase, el interés de sus alumnos y todos los detalles que giran alrededor de una cátedra realmente interesante que los impacte. Sin embargo esto está muy lejos de suceder, muchos administradores le dan poca o nada de importancia a esta materia y su funcionamiento está determinado para rellenar horarios de los compañeros maestros, no importa su perfil profesional y hasta se dan casos que los mismos psicólogos se quedan sin cargas académicas de este rubro. Los funcionarios de la Secretaría Académica de orientación recomiendan otorgar las cargas de la clase de orientación a los profesores cuyo perfil sea idóneo y no a colegas que nada tienen que hacer como orientadores, es decir, a compañeros cuya personalidad presenta visos de deterioros neuróticos por ejemplo o aquellos que no se distinguen precisamente por su responsabilidad. Esto es lo grave, asesinar flagrantemente esta cátedra con la indiferencia, con la pigricia,


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con el antiacademismo, con la improvisación que provoca a los muchachos desaliento, aversión de una ORIENTACION que debería ser agradable, generosa, edificante y valiosa. Así en la U.A.N.L se le ha dado, o más bien se le ha intentado vía programas de Orientación y libros, que los muchachos concluyan su preparatoria con una decisión vocacional adecuada a su personalidad, a su preferencia, a sus intereses, habilidades y destrezas de tal manera que su elección de carrera los haga mejores estudiantes y destacados universitarios, no obstante, de acuerdo a los señalamientos anteriores los estudiantes avanzan al primer peldaño no estando totalmente convencidos de su decisión. Pienso que en este asunto, un equipo de psicólogos- orientadores perfectamente bien capacitado podrá responder en cada institución con resultados positivos de acuerdo a una planeación, verificación y retroalimentación correcta de cada paso que se da en este renglón. En cuanto a la oficina de consejería, propiamente dichas haya un psicólogo de tiempo completo atendiendo a los alumnos que lo requieran, no existe, nosotros estamos brindando este servicio desde hace dos años en plan experimental y con bastante éxito solo falta moldear ciertas asperezas, burocratismo y criterios opuestos para dar un servicio profesional y humano a ese grupo de estudiantes que lo necesitan. 2.- CONSEJERIA A LOS ADOLESCENTES EN LAS UNIVERSIDADES DE ESTADOS UNIDOS. Los psicólogos escolares en los Estados Unidos empezaron desde finales de los 80´s a concentrarse en la salud mental de los alumnos y a menudo evaluando y orientando a los que sufren de algún problema psíquico; a los que no dan buen rendimiento escolar y a los que tienen problemas en su elección vocacional. Los servicios de consejería son parte esencial del total del proceso educativo en las universidades estadounidenses sobre el nivel high- school y en los primeros semestres de college. El propósito de los Servicios de Consejería es aportar o asistir a estudiantes para que realicen sus objetivos educacionales, incluyendo academias, cuidado y desarrollo personal. Las universidades estadounidenses cuentan con programas de consultoría dirigidos a: 1.- Asesorar el nivel de habilidades académicas de los estudiantes y asistirlo en la selección de objetivos educacionales, en el desarrollo del plan, individual educativo para alcanzar estos objetivos. 2.- Asistir a los estudiantes para asesorías en sus propias aptitudes y habilidades e intereses, proporcionarles información actualizada acerca de futuros empleos y enseñarles a manejar múltiples opciones donde encajen sus propias habilidades y aprendan a seleccionar por sí mismos. 3.- Asistir a los estudiantes a quienes su formación o experiencia personal interfiera con su


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ajuste a la preparatoria donde acude, proveerlo de información apropiada de los servicios y derechos que se prestan en la institución a fin de que le apoyen. 4.- Asistir a estudiantes para que superen barreras académicas enseñándoles a desarrollar estrategias para sobreponerse antes estos hándicaps. 5.- Apoyar a estudiantes para transferirlos a facultades ad hoc a sus habilidades, destrezas y objetivos futuros. 6.- Relacionarlos con facultades, industrias u organizaciones comerciales que ellos mismos soliciten y coordinar visitas de estudio, observación y adaptación. 7.- Coordinar y complementar funciones de consejería a estudiantes que lo soliciten incluyendo aquellos con necesidades especiales, probar sus habilidades y orientarlos hacia metas que se adapten a su personalidad. 8.- Recibir, orientar, respaldar a estudiantes que están pasando por periodos críticos y que requieren ayuda profesional. 9.- Apoyar a estudiantes a quienes tienen éxito en los planes de estudio de las instituciones pero que desean sobresalir en cuanto a su calidad académica. 10.-Orientar a estudiantes para prevenir adicciones generando apoyos para el uso adecuado del tiempo libre. 3- Diseño del espacio de consejería para las Universidades en Estados Unidos a nivel High School. Las instituciones cuidan de que se cuente con facilidades, instalaciones y presupuestos adecuado para un funcionamiento efectivo e ininterrumpido. ▪ Oficina privada. ▪ Espacio suficiente para grupos de estudiantes. ▪ Aparatos de grabación, pantalla, videos, materiales audiovisuales, archiveros, etc. ▪ Biblioteca especial, revistas de psicología, sociología economía, televisión, ajedrez, etc. ▪ Referencia institucional post high school. ▪ Catálogo industrial ▪ Copiadora, computadora, calculadora, máquina de escribir. ▪ Laboratorio de psicometría. ▪ Una trabajadora social que ayude a llevar los cuestionarios previos para los estudiantes. ▪ Bolsa de trabajo para estudiantes. Preparación y papel profesional del consejero desde el punto de vista de la Asociación Americana del Personal de Orientación Esta Asociación afirman que los programas de formación de consejeros deben ser planeados cuidadosamente para promover la excelencia en la profesión, su educación debe ser concebida


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para alcanzar metas cuidadosamente formuladas y basadas en una filosofía que refleje su nivel superior de conocimientos acerca de la tarea del consejero cuidando sus diferencias personales en cuando a capacidad, metas antecedentes educativos y experiencia todo relacionado con el marco en que el consejero trabajará de tal manera que se conciba su actitud como una persona capaz de lograr la calidad de desempeño necesaria para alcanzar la excelencia en el consejo; esto deberá lograrse si existe realmente aptitudes personales para impartirlo y el dominio pleno de los requisitos académicos y de una depurada técnica de acción que habrá de conjuntarse con las experiencias de laboratorio tales como las pruebas psicométricas y de personalidad, análisis de casos , entrevistas, desempeño de funciones y trabajo con materiales educativos y ocupacionales. Se subrayan las experiencias de aprendizaje en los alumnos como factores que alientan el pensamiento creativo y la curiosidad además proactiva la capacidad para emplear la investigación y evaluación como herramientas profesionales como parte del proceso de maduración profesional. Tanto la Asociación de Personal de Orientaci0on como la Asociación Americana de Consejeros Escolares coindicen en la experiencia supervisada del consejo así como el énfasis en teoría, filosofía, conocimiento científico y apoyo financiero institucional. En los Estados Unidos se ha dado mucho el énfasis en las preparación de los consejeros escolares porque ellos estiman el trabajo del consejero escolar es exigente y complicado en grado sumo. En las escuelas de Estados Unidos los consejeros no son los del todo auténticos profesionales, quizá esto se debe a las presiones ocasionadas por la escasez de trabajadores en este rubro. Ello también ha motivado a la creación de muchos programas de preparación de consejeros. La selección de los profesores en la educación media superior que se hará cargo de la consejería siempre queda en, mano de los administradores y estos desgraciadamente bajo criterios subjetivos llegan a decisiones donde no siempre encajan los consejeros profesionales. La diferencia de papeles del consejero resulta una verdadera encrucijada, sobre todo cuando no se tiene la más mínima idea de su función y del área que abarca. La mayoría opina que los consejeros deberían ostentar cartas de psicólogos y otros sostienen que además deben tener experiencia docente- la National Vocational Guidance Asociation- cuando se refiere a la preparación del Consejero afirma que entre los requisitos básicos que giran alrededor del currículo profesional del consejero destacan:


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Una buena cultura basada en: √ artes, humanidades y ciencias sociales. √ Ciencia de la conducta y ciencias biológicas √ Psicología del desarrollo y educación √ Apreciación educativa y psicología √ Teoría y procedimientos de grupo √ Psicología y sociología del trabajo y del desarrollo ocupacional √ Ética legal y profesional del consejo y la educación. Ellos afirman que la preparación del consejero debe ser sistemática, individual y adaptada a los antecedentes particulares de cada cargo y desde luego sostienen que la preparación es permanente y debe hacerse hincapié adicionalmente en las características filosóficas y emocionales de los consejeros. Las funciones y las circunstancias de cualquier escuela de adolescentes obligan al consejero a ir más allá en su preparación profesional, orientándose hacia la psicología a fin de ofrecer apoyo terapéutico a un cada vez numeroso grupo de estudiantes que lo solicitan. Fuente: American Personnel and Guidance Association the Counselor Professional Peparation and Role. Personnel and Guidance Journal #42 24 de enero, 1964, NY p. 436-541



“El fruto del espíritu, es el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la amabilidad, la confianza, la gentileza y el autocontrol” Gálatas 5,22

Capítulo 4 El consejero escolar

1.- Sus Sus funciones funciones 1.2.- Su Su responsabilidad responsabilidad 2.3.- Personalidad Personalidad del del consejero consejero 3.4.- ¿Qué ¿Qué es es la la consejería? consejería? 4.5.- ¿Por ¿Por qué qué existen existen consejeros? consejeros? 5.6.- Riesgo Riesgo yy oportunidades oportunidades 6.7.- Medio Medio ambiente ambiente necesario necesario para para la la consejería consejería 7.-



Capítulo 4

EL CONSEJERO ESCOLAR El consejero se ve empujado incluso a prolongar su acción más allá de los consejos porque, en su espíritu, la orientación es provisional, tal vez progresivamente afinada y, si es necesario rectificada, al menos mientras el adolescente está en la escuela, e incluso después. Como nunca ha dejado de pensar que el adolescente debe participar en su propia orientación, el consejero no puede conformarse con formular una opinión y documentar al interesado. No solo por costumbre profesional, sino también por fidelidad a sus métodos de trabajo, el consejero debe informar, y por lo tanto prever, una verdadera iniciación a la vida social y profesional susceptible de hacer al adolescente permeable y receptivo a la información. Pero también hemos visto que el ejercicio de esta función lleva en seguida a superar el marco de sus atribuciones iniciales, porque la organización social evoluciona con él o sin él y, por definición, tiene que adaptarse a ella. Y además, como profesionalmente está obligado a anticipar estas transformaciones, no tiene necesidad de esperar a que se produzcan para sus perspectivas de trabajo. Dicho de otra forma, tiene que hacer frente continuamente a exigencias contradictorias, ser de su época sin ser necesariamente de la hora actual, ser de todas partes sin ser de un lugar. Así se comprende que, aunque trabaje en un sector público o privado, sea funcionario, empleado y otro tipo de categoría en una organización, el consejero de orientación solo puede trabajar con una organización muy particular. No se trata de un exclusivismo, sino de una posición razonable, porque el problema es de orden nacional y, aunque los individuos son privados, las estructuras a las que tiene que adaptarse siempre son públicas. No se puede ocultar el problema real, y debemos decir que el consejero de orientación cuya función no se reduce a la de psicólogo, solo puede ejercer en serio su oficio en un organismo público. El plan de trabajo precisa sobre toda la importancia relativa de los sectores de actividad y principios que guían las intervenciones que se hacen fuera del centro. En efecto, el consejero no trabaja solamente en el centro donde recibe a los niños, a los adolescentes y a los educadores que vienen a consultarle, sino que va por delante de los problemas de orientación; va a prepararla a construirla progresivamente, por aproximaciones en la observación individual o colectiva, asistiendo a los consejos de clase ayudando a poner en marcha nuevas estructuras que faciliten la formación general o profesional. Esto no puede hacerse sin un plan de acción conocido y aceptado por las autoridades académicas. Pero el consejero sigue dominando sus propias técnicas. Es responsable de la forma en que examina a los diferentes aspectos de la situación en la que se encuentra el adolescente que debe orientar; y también es responsable de la manera como elabora y da el consejo.


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Con bastante frecuencia, los participantes de la orientación, educadores, medios o administradores, ponen en mala situación a los consejeros de orientación y les obligan a dar pruebas de su legendaria cortesía. No hay que pedir a un consejero de orientación que sea un simple operador, que proporcione elementos en bruto de sus investigaciones dejando en manos de los profanos la tarea de sacar conclusiones; de esta forma se le menosprecia, se le obliga a relegarse de su papel, y se rebaja a sus propios ojos, sobre todo cuando está en condiciones de dar su opinión. ¿Se trata de independencia o de una reacción de amor propio? Ciertamente no. Las justificaciones de sus actitudes son principalmente el sentido de la moderación, las limitaciones de sus técnicas, la prudencia y el sentido crítico metódicamente desarrollado por sus maestros, y la viva conciencia de sus deberes, de sus obligaciones y de sus responsabilidades como trabajador social. El consejero no sólo es responsable de su actividad frente a sus superiores jerárquicos; también lo es ante los usuarios y los que reciben sus consejos. Como no se trata de una cuestión moral, aunque sea muy importante, sino de un problema social con todas sus aplicaciones y prolongaciones humanas, culturales y económicas, es normal que los consejeros, o al menos el centro de orientación que agrupa, expliquen sus actividades a los usuarios a sus representantes. Por eso, la reglamentación actual prevé la formación y las reuniones de consejero de perfeccionamiento de los centros públicos de orientación escolar y profesional. En este caso las preparatorias de nuestra universidad están siendo coordinadas por un Comité de Orientación formado por Psicólogos especialistas en Orientación de adolescentes que trabajan afinando detalles de los programas preparatorianos y actualizando o capacitando a los señores profesores encargados de suministrar la orientación a los adolescentes de la Educación Media Superior de la U.A.N.L. El Psicólogo que labora en la escuela pude participar en cualquier momento en trabajos psicopedagógicos en el sentido más riguroso del término, puede ayudar a actualizar los procesos mentales o las actitudes necesarias al alumno ahora adquirir tal o cual noción, y es fácil imaginar todas las repercusiones de esos trabajos. ACTITUDES RECEPTIVAS DEL CONSEJERO Recibe en primer lugar informaciones emitidas por el “sujeto”, al que llama “consultante” por qué no puede llamarle por su nombre propio. En orientación no se recibe nunca a nadie preguntándole ¿de qué se trata? Y un psicólogo no suele estar detrás de una ventanilla. El psicólogo recibe las informaciones en una entrevista, en un verdadero diálogo que aumenta progresivamente de intensidad. La técnica de la entrevista lleva a registrar las reacciones espontáneas, los mecanismos de defensa y las respuestas rutinarias. La conducción de una entrevista exige un largo aprendizaje, mucha simpatía, disponibilidad y sangre fría. Es cierto que la actitud “paternalista” debe proscribirse, que hay que ir con cuidado al usar el nombre propio, que la presencia de un reloj o de un teléfono puede ser inoportuna, que esta entrevista no puede realizarse en cualquier parte, etc.


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Los consejeros reciben también las informaciones proporcionadas por las familias. Para todas las familias la toma de contacto con un consejero a propósito de la orientación de un hijo es una ocasión para expresar libremente sus preocupaciones y sus inquietudes. La orientación no es un monopolio de uno solo, sino que es tarea de un equipo y uno de los primeros trabajos consiste en recoger informaciones en los medios escolares de origen del futuro orientado. Para él no puede limitarse a sus relaciones con la escuela al intercambio de fichas escolares previstas por la ley y a sus propias observaciones. La ficha escolar tiene, como máximo, un valor de documento escrito metódicamente elaborado por los educadores y los consejeros que trabajan en común. Esto es tan cierto que las entrevistas con los educadores suponen una gran parte del tiempo de los consejeros. En el transcurso de estas conversaciones, coloquios organizados o consejos de clase, la cantidad de información trasmitidas por los educadores es considerable. Y todos los directores de centros un poco enterados saben que el día que viene el consejero de orientación escolar y profesional hay que prever consejos de clase de más larga duración. Estas entrevistas individuales o en grupo permiten también precisar aspectos del comportamiento del alumno que no se aclararían si no se plantearan ciertos problemas inductores. El consejero también busca informaciones más generales para poder situar al joven en su sociedad de origen. Aplicará y provocará la aplicación de técnicas de encuestas y sondeos. De esta forma, recogerá información sobre los gustos, los proyectos, los niveles de aspiración, los conocimientos, etc. se dirá tal vez que estas son precauciones superfluas e inútiles, pero los educadores aprecian en su justo valor los sondeos de conocimiento rápidamente de la complementariedad de las observaciones realizadas a nivel grupo. En lo que se concierne a los gustos y los proyectos, sin duda bastará con decir, que por ejemplo, el deseo de ser electricista no tiene la misma significación si solo hay un joven que lo expresa, que si lo comprarte con el 80% de los alumnos de la clase que frecuenta. El consejero recogerá también informaciones analizando los resultados de los test psicológicos que habrá hecho pensar a los alumnos de la escuela. Interpretará los datos, tanto en función del nivel escolar como en función, de la edad del joven. La mayoría de las veces, tendrá en cuenta simultáneamente ambos factores, aparte de otros, por ejemplo en la elección de test. No hay que creer, en efecto, que el psicólogo aplica un test omnivalente; sino que utiliza test escogidos entre una amplia gama de pruebas en función de los caracteres supuestos de los alumnos. No valora las respuestas a los test con respecto a una escala de valores absolutos, sino que califica las pruebas estudiando la distribución de los resultados obtenidos. Si la situación cambia, también cambia la modificación de los criterios (reforma de estructuras, programas, etc.) la composición de las baterías de test debe ser examinanda nuevamente y trasformada de acuerdo con las necesidades. Así se comprende que el consejero intente reunir una documentación de las encuestas sobre organización escolar y sus condiciones de funcionamiento (mapas escolares, estadísticas, programas de y todo tipo de documentos administrativos y pedagógicos).


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Procede de la misma manera para recoger información sobre los medios escolares o profesionales susceptibles de acoger a los adolescentes. Negándose a orientar a los alumnos hacia escuelas, profesiones o grupos sociales que no conozcan suficientemente, el consejero empieza a reunir una abundante documentación que, por otra parte, tiene en su poder al día constantemente. Estos datos escritos en fichas no siempre le resultan suficientes. Y mediante entrevistas y sondeos, completa los documentos y les añade lo que se podrá llamar documentación de uso interno y la información se completa. En el sector geográfico en el que ejerce su actividad, el consejero intentará precisar fundamentalmente los criterios de adaptación y de éxito de vigor en esos grupos. No pone en duda la veracidad de las indicaciones recibidas, pero intenta encontrar los medios que le permitan comprar en cierta forma los criterios de adaptación en esa media de acogida eventual y en los medios de origen del alumno. Los medios pueden ser sondeos de actitudes, preparación de esquemas de observación de conductas y test psicológicos. Mediante diversos exámenes colectivos e individuales en adolescentes ya orientados, rasgos significativos, el psicólogo intenta determinar en esas escuelas a profesiones, después compara las exigencias de los múltiples medios para determinar las diferencias significativas entre los diferentes criterios. POSTURA DEL CONSEJERO Llámese consejero, psicólogo o consejero en orientación escolar y profesional, el maestro encargado o simplemente aficionado a abordar problemas de orientación tiene la obligación, como mínimo moral, de dar un consejo, aunque sea a través de terceras personas. La única solución para no cumplir con este deber es transformarse en un operador psicotécnico, pero tanto su formación como sus costumbres o las solicitudes de que es objeto le impiden tomar ese camino. Tanto si aconseja directamente a los adolescentes y a las familiar, como si da su opinión a los que tendrán a que asumir la responsabilidad de la decisión de orientación, no puede dejar de tener en cuenta que no hay métodos posibles de elaboración de un consejo. Una primera forma de justificar un consejo puede expresar así: el pasado determina el futuro. Queriendo fundamentar una orientación en elementos con valor asegurado, el psicólogo, y los otros consejeros, buscarán en el pasado del individuo las razones de la estabilidad de las conductas actuales. Adoptando una actitud prudente, sólo tendrá en cuenta las tendencias, las aspiraciones, las necesidades y las capacidades confirmadas por el tiempo. Una orientación, aunque sea provisional, compromete al individuo por un tiempo. Lo que importa, en el momento de darle un consejo, no es saber lo que es, sino que se va poder convertir. Simplificando muchos los problemas, haciendo muchas hipótesis de estabilidad, se ha podido creer, que estudiando cuidadosamente los criterios de adaptación a diferentes medios, era posible hacer un pronóstico a través de pruebas de las exigencias mínimas como los profanos se han encargado de señalarlos. Pero los criterios son inestables, vagos o indiferentes que se com-


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prende por qué los pronósticos resultan tan difíciles. Por eso, estamos obligados a expresarnos en términos de probabilidad. En un mundo en periodo de trasformaciones cada vez más rápidas, no es posible considerar el futuro como una proyección del presente, hay que tener una visión en perspectiva para prever los caracteres de la organización social del mañana. Como nosotros orientamos a los hombres del mañana, quizá haya que tener en cuenta estas previsiones para dar un consejo adecuado. Intentaremos conocer las exigencias de los medios susceptibles de acoger al adolescente del que nos ocupamos y, sabiendo lo que ha sido, y apreciando lo que parece ser en este momento, intentaremos hacer un diagnóstico de adaptabilidad. La orientación escolar se va precisando de esta forma mediante aproximaciones sucesivas. Lo mismo ocurrirá con la orientación profesional. De una etapa en la que se hacía una elección entre opciones de tipo muy general, se pasará a otra en la que el número de opciones posibles aumente. En este sentido decimos que una orientación progresiva tiene siempre algo de provisional. Hay que añadir que es de humanos equivocarse y que no basta con poder afinar una orientación, sino que hay que tener los medios para rectificarla en caso necesario sin que el orientado sufra las perniciosas consecuencias de un error que no siempre es suyo. Solo de esta forma conseguiremos una orientación que sea probablemente racional y, con toda seguridad, humana. Siendo consciente de la importancia de los intereses en juego, pero también de los dificultades existentes para resolver estos problemas de orientación que muchas veces se plantean en términos de conflicto, el consejero no puede conformarse con observar el mundo y dar su opinión, por eso insistimos enfáticamente en el carácter educativo de su acción, pero aún tenemos que insistir en el carácter social de sus intervenciones. Insistimos en el matiz humano de la acción de un consejero que intenta crear condiciones favorables para la conquista de la felicidad del futuro hombres cuya vida social ha decidido guiar, la sociedad obtendrá siempre un beneficio de estas acciones, aunque muchas veces le será dado por añadidura. En su contacto con las realidades cotidianas, el consejero difícilmente se dejará convencer de la existencia de una sociedad sin hombres capaces de formarla. Y si bien rechaza las hipótesis, no por ello hay que suponer que es un hombre ahogado en el presente. El consejero desplegará sus esfuerzos y perfeccionará todas sus técnicas para ayudar a resolver los problemas de orientación planteados por individuos designados y conocidos por él. Por eso, no se conformará con verlos desde un determinado punto de vista; ya que para él, la imposibilidad de comprender totalmente a los demás ya es una restricción ampliamente suficiente. Tampoco se limitará a considerar a su consultante como un familiar, un alumno, un escolar, un aprendiz o un trabajador. Y, aunque la evolución actual le induce a prestar mayor atención a la


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orientación escolar y, por lo tanto, el aspecto del alumno o de escolar del individuo que tiene ante sí, no por ello aceptará fácilmente que el hombre en que se convierte el joven solo sea un antiguo alumno, se sabe y se siente testigo de las necesidades, de los sueños, de sus aspiraciones. 1.- SUS FUNCIONES ◦ El papel primario del consejero es de ayuda, de asistencia, a los estudiantes en su acción de elegir, de ayuda en su adaptación y de orientarlos en sus problemas de personalidad propios de la adolescencia. ◦ La consejería en las escuelas preparatorias deberá tomarse como un servicio de apoyo a la formación del estudiante tomando como base la democracia, la justicia, la igualdad e independencia ◦ El consejero debe preocuparse por colaborar en programas de respaldo para la correcta integración de los nuevos alumnos a las escuelas preparatorias proporcionando el autoconocimiento, la autoaceptación y la autosuperación a través de diversas actividades. ◦ El consejero debe fomentar las relaciones interpersonales entre los alumnos y todos los elementos de la comunidad académica. ◦ El consejero debe ser fuente de asesoramiento para aquellos estudiantes que busquen respaldo para enfrentar sus problemas de aprendizaje ◦ El consejero ayudará al estudiante que lo solicite en cuanto a asuntos de carácter afectivo que interfieran negativamente en su conducta académica y en caso de crisis habrá de canalizarlos hacia instituciones especializadas. ◦ El consejero intentará concientizar a los estudiantes de las ventajas de aprender a seleccionar por si mismos su rumbo vocacional para lo cual contará con las herramientas técnicas necesarias y el material informativo conducente. ◦ El consejero participara en las investigaciones institucionales relacionadas con su campo de estudio aplicable a nivel educativo y que sirvan para orientar a los estudiantes. ◦ El consejero detectará las necesidades derivadas de la identificación y afirmación de la personalidad considerando las características propias de la adolescencia. ◦ El consejero reconoce el carácter evolutivo de su profesión y promueve efectivamente su crecimiento, su cambio, su devenir histórico, su desafío futuro y trata de reafirmarse en su posición profesional.


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◦ El consejero escolar es miembro de una nueva profesión de servicio público. ◦ El consejero escolar tiene ante sí una labor complicada y exigente. ◦ El consejero requiere de experiencia y amplia preparación para ayudar a los jóvenes a predecir su futro y el de la propia sociedad. ◦ El consejero deberá estar libre de carga académica docente, administrativas o de oficina que interfiera su responsabilidad profesional como consejero. 2.- SU RESPONSABILIDAD De acuerdo a al AACE el consejero escolar presta un servicio estudiantil único que sólo a él le corresponde proporcionar dentro del contexto y estructura educacionales, por esto, el consejero tiene la responsabilidad de: ◦ Brindar a cada alumno ayuda suficiente y efectiva para desarrollar su capacidad personal en la toma de decisiones. ◦ Ayudar a cada alumno a reconocer y aceptar sus aptitudes, intereses, actitudes, habilidades y oportunidades de autorrealización. ◦ Concientizar al alumno en la necesidad de entenderse a sí mismo en relación con el medio psicológico y social en que vive. ◦ Apoyar a todos los miembros de la comunidad escolar en su empeño por comprender al alumno individual proveyéndoles de información material asistencia y lo necesario en su esfuerzo. ◦ Informar a los docentes de los cambios importantes en los ambientes escolares y no escolares que tengan implicación para instrucción y bienestar psicosocial de los alumnos. ◦ Promover entre los familiares y padres de familia que lo requieran el progreso evolutivo de su hijo necesidades y oportunidades a fin de conjugar esfuerzos hacia el mismo fin. ◦ Comprender el propósito, el potencial y la limitación de la educación masiva en su sociedad y sus implicaciones para la ejecución de programas de consejería. ◦ Entender a sus colegas maestros en relación con sus problemas docentes. ◦ Dominar la teoría del consejo y sus procedimientos para buscar efectividad a corto plazo.


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El consejero escolar ◦ Escudriñar la esencia de los conflictos filosóficos y psicológicos que se manifiesten en la interacción de alumnos, maestros y demás personal de la institución. ◦ Buscar capacitación para planear y estructurar programas y procedimientos de apreciación del alumno para su interpretación y aplicación con eficiencia y sentido. ◦ Tener amplio conocimiento de las tendencias educacionales, psicológicas y vocacionales, además los recursos de información adecuadas para asegurar que los alumnos puedan obtener la información suficiente en lo que concierne a oportunidades educacionales, vocacionales, psicosociales e integración de su personalidad. ◦ Establecer los nexos suficientes y adecuados con instituciones y especialistas a los cuáles remitir alumnos para su tratamiento u observación especializada. ◦ Conocer la disponibilidad funcional de recursos y oportunidades asequibles para alumnos con problemas especiales. ◦ Mostrar eficiencia e iniciativa en el descubrimiento de nuevos métodos para ejercer con responsabilidad profesional en el ambiente cambiante en el que actúa. ◦ El consejero entiende que cada individuo goza de libertad real en función directa a su autodesarrollo, a la toma de decisiones y sus inherentes consecuencias. ◦ El consejero se percata del conflicto que se halla implícito en la propia estructura educacional y actúa como mediador para regular una conducta e inclinarla hacia un esfuerzo académico que le reditué satisfacción. ◦ El consejero debe ayudar al individuo a alcanzar su autorrealización en una sociedad cambiante, proporcionándole la herramienta necesaria para su adaptación como persona. ◦ El consejero explica que la fuerza y salud de una democracia dependen de las contribuciones que cada miembro haga con los demás por tal motivo, el aconsejado ha de ser libre por sí mismo de las aportaciones a realizar y que posea autocomprensión substancial y una perspectiva personal sobre las que pueda basar sus decisiones. ◦ El consejero escolar ayuda a desarrollarse de acuerdo a sus valores en una sociedad democrática de la que forma parte. El consejero trata de reconocer claramente sus propios valores y necesidades, y se esfuerza efectivamente para distinguirlos de sus aconsejados. ◦ El consejero entiende la vinculación dinámica entre consejo y aconsejado, por ello acepta la responsabilidad de verse involucrado en la vida de los alumnos con clara y humilde noción de las implicaciones.


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3.- PERSONALIDAD DEL CONSEJERO ◦ El consejero deberá creer en el valor inherente a cada individuo, en su capacidad de maduración y cambio y en su habilidad para enfrentar situaciones disímbolas; cree también que bajo condiciones favorables puede desarrollarse positivamente y establecer sus propios valores y metas. ◦ El consejero tiene una preocupación principal por el individuo como persona cuyos sentimientos, valores, metas y éxito son importantes; respeta y aprecia la individualidad incluyendo el derecho y la necesidad de los aconsejados a encontrar sus propios valores. ◦ El consejero está interesado en el universo que lo rodea, le interesa comprender al hombre y las fuerzas que afectan sus metas y sus avances para conquistarlas. Es una persona que las luchas, los logros y las creaciones de la especie humana tiene significado y añaden riqueza a la vida. ◦ El consejero debe tener amplio criterio para respetar intereses, actitudes y creencias de sus aconsejados, es receptivo a ideas nuevas, logros y hallazgos durante su investigación. ◦ El consejero tiene una comprensión de sí mismo y de las formas en que sus valores, sus sentimientos y sus necesidades puedan afectar su trabajo. ◦ El consejero ha comprobado y se siente satisfecho de su vocación profesional como medio para ayudar a los individuos en el desarrollo de sus potencialidades. ◦ El consejero tiene una preparación profesional y una experiencia que le permite alcanzar la competencia y el nivel de ejecución óptimo. ◦ El consejero tiene amplia cultura y esmerada educación que le ayude a comprender a la gente con la que trabaja y su medio; respeta y aprecia los valores e ideas de otros, posee capacidad para adaptarse a los cambios sociales, culturales, económicos, científicos que le permite adecuarse a la sensatez de su consejo. ◦ El consejero entiende los conocimientos psicológicos y los principios en lo que se basa su consejo; está consciente de los supuestos e hipótesis en que apoya su trabajo; constantemente evalúa su trabajo y mantiene un interés constante por acrecentar su aptitud en la humana profesión del consejo. ◦ El consejero emplea técnicas funcionales en los procedimientos de consejería con suficiencia y estricto apego profesional buscando siempre un alto nivel de excelencia, tiene habilidad para relaciones humanas, comunicación efectiva, sensibilidad humana ya que la excelencia de la comunicación en consejería presupone la simpatía entre el consejero y el aconsejado.


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El consejero escolar ◦ El consejero propone pautas reales para la adaptación social, emocional y física del estudiante. ◦ El consejero tiene responsabilidad de brindar asistencia a un individuo por la vía del consejo a fin de que utilice sus propios recursos y sus oportunidades ambientales en el proceso de autocomprensión, planeación toma de decisiones, desarrollo, actividades educativas y vocacionales. ◦ El consejero mantiene un alto nivel de práctica ética. ◦ El consejero espera que se le brinde la oportunidad de ejercer libremente su profesión, ejercitando ésta con honestidad, responsabilidad, profesionalismo y solidaridad. ◦ Caracterizar al consejo como una relación confidencial, aceptante, no evolutiva, permisiva, y de careo en la que el consejero utilice su conocimiento profesional y sus aptitudes para ayudar al alumno a resolver aquellos problemas y dilemas propios de la edad. ◦ El consejero comprende y respeta el medio en que trabaja, las formas en que las funciones del consejero pueden contribuir a los objetivos institucionales profesionalmente aceptables, los objetivos profesionales y papeles de sus colegas de institución y el lugar laboral que le corresponde al consejero. ◦ El consejero reconoce distinciones históricas entre el consejo educacional, vocacional y personal, aceptando, las limitaciones correspondientes. El consejero entiende el aconsejar conectando con la persona en su integridad y por ende, como de la naturaleza inevitablemente personal y psicológica. ◦ El consejero se limita a proporcionar el consejo de acuerdo a la necesidad del cliente, utiliza, por supuesto, algunas estrategias terapéuticas sin llegar a profundizar en una terapia rehabilitaría que correspondería a profesionistas especializados. ◦ El consejero deberá adoptar frente a sus estudiantes un papel de apoyo, de transferencia o remisión, de servicio a los alumnos y a sus colegas profesores. ◦ El ideal del consejero es conseguir que sus colegas maestros obtengan una comprensión plena de cada alumno a fin de que asista a sus necesidades a lo que la escuela pueda ofrecer y de paso prepararle para una actitud en el que se transcienda íntegramente. ◦ El consejero interpreta una relación estrecha entre la Consejería y la Educación en un plan conjunto para conseguir en los estudiantes una personalidad más feliz e íntegra. ◦ El consejero organizará simposios, conferencias, mesas redondas y paneles para discutir problemas propios de los adolescentes.


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◦ El consejero coadyuva para que el estudiante adquiera conocimientos, habilidades y hábitos. ◦ El consejero ayuda al estudiante a pensar independientemente adquiriendo sensibilidad e intereses culturales. 4.- ¿QUE ES LA CONSEJERIA? Hay un campo llamado de entrevista previa y asesoramiento que no se considera como un tratamiento de una neurosis o psicosis sino como una prevención, un entendimiento y especialmente una relación comprensiva dirigida a aliviar al paciente de las penas propias del hombre y aconsejar sobre sus decisiones prácticas en base a un muestreo de opciones y de una actividad inteligente en torno al arte de decidir personalmente. COUNSELING: En los de habla inglesa es muy común acudir al consejero (Counselor) para solicitar ayuda, asesoría u orientación a fin de solucionar asuntos de índole escolar ya sea académico o vocacional; familias con problemas de integración, formación, fricciones matrimoniales, etc. De tal forma que el consejero es un elemento significativo ya que coadyuva en la búsqueda de soluciones que permiten al paciente un equilibrio emocional positivo. Actuamos como consejeros en todo momento o situación en la cual se nos haga alguna consulta en la que: √ La persona nos vea como “Conocedores de un Tema”. √ Tengamos experiencia en algún campo del conocimiento. √ Seamos percibidos por los demás como personas confiables y capaces de orientar adecuadamente en algún asunto específico. √ Se inspire confianza en dicha relación. Aconsejar es una actividad del área de servicio que: √ Es atractiva; da status. √ Fácil; todo mundo puede opinar. √ Común; es frecuente ver personas que aconsejan de todo a todos. √ Sencilla; “no se requiere de un ambiente especial, ni herramientas complejas”. √ Implica riesgos en ambas partes aunque rara vez se perciben. Aunque parezca increíble abundan hoy en día los consejeros formales e informales casi sobre cualquier tema y asunto.


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El consejero escolar √ Aconsejamos cuando estamos tratando de cambiar o mejorar una situación sin que tengamos control sobre su implantación y resultado final. √ Aconsejar es tener influencia sobre una persona, un grupo de personas o toda una organización. √ La consejería es una actividad milenaria.

5.- ¿POR QUÉ EXISTEN LOS CONSEJEROS? Porque: √ Hay personas que necesitan orientación. √ Existen personas especialista en áreas de la ciencia o la técnica. √ Se tienen presiones de solución de problemas en períodos breves de tiempo. √ Algunos de los aconsejados tienen “expectativas mágicas” que esperan que todo sea solucionado con poco o nada de esfuerzo de su parte. √ Cada día los problemas son más complejos y difíciles de solucionar. 6.- RIESGOS Y OPORTUNIDADES • Aún y cuando la ayuda es solicitada y dada con el mejor de los motivos humanos, puede traer consigo un efecto no planeado, en detrimento de la persona ayudada. Por las siguientes razones: • La persona que está siendo ayudada experimenta una pérdida de auto- estima y puede recibir la ayuda como que es incompetente, siendo acompañada esta interpretación por sentimientos de dependencia, abandono, inferioridad e inadecuación. Estos sentimientos pueden traer resentimiento y culpa. • Una gran cantidad de investigadores muestran que algunas relaciones de ayuda pueden ser destructivas o al menos no tener algún impacto favorable. • El actuar con la presumible meta de que está ayudando a alguien o haciendo algo por alguien para que cambie, es una cualidad arrogante que conlleva soberbia y ésta implicación de superioridad puede despertar sentimiento de hostilidad en el ayudado. • El principio de que la ayuda debe ser solicitada más que impuesta, es un tanto confuso, debido a que habrá casos en que la persona no pueda hablar o no pueda solicitar la ayuda. • Debemos comunicar a la persona orientada nuestra confianza y reconocer su capacidad para moverse hacia las mejores metas para sí y para la sociedad, siendo su


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responsabilidad su definición de sus metas y que el consejero no haga nada sin su consentimiento, para evitarse comportamientos manipulados y destructivos. 7.- MEDIO AMBIENTE NECESARIO PARA LA CONSEJERIA La responsabilidad profesional del consejero requiere de ciertas condiciones coherentes con los objetivos de su proyecto de consejería donde destacan condiciones de trabajo psicológico y materiales. a) Lo que se refiere a condiciones de “trabajo psicológicos” se refiere substancialmente a un clima de libertad donde el consejero se desenvuelva en pleno ejercicio de sus cualidades. Nos referimos, por ejemplo, a relaciones interpersonales favorables donde todo el personal que le rodea le brinde sensaciones de respaldo, de respeto, de camaradería; una atmósfera permisiva dentro del programa de consejería y una política de alto nivel académico. b) En cuanto a condiciones materiales o físicas, el consejero debe contar con una oficina privada con características y utilería siguiente: Oficina amplia donde exista sala de espera que tenga televisión, música, revistas y asientos para diez personas cuando menos. Cubículo privado para entrevistas individuales con archivero, computadora, grabadora, teléfono, calefacción, aire acondicionado y copiadora. La sala deberá estar en una zona relativamente libre de ruido y de confusión donde los alumnos usen materiales de referencia e información, pizarrón, boletines y zona de exhibición, moblaje adecuado para acomodar por lo menos dos personas además del consejero; esto es, una secretaria y una trabajadora social que no sean alumnos.



“Sean humildes y gentiles, sean pacientes entre ustedes y sean tolerantes con las faltas de los demás por su amor”. Efesis 4,2

Capítulo 5

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Capítulo 5 “Comenzad por estudiar bien o vuestros alumnos porque seguramente no los conocéis”. J.J. Rousseau ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DE LOS JÓVENES MEXICANOS. Considerada la adolescencia como época de vida situada entre la infancia, de la que es continuación, y de edad adulta. El período ingrato marcado por las transformaciones corporales entre los doce y los trece años y acaba entre los dieciocho y los veinte aunque estos límites son imprecisos, pues el comienzo y la duración de la adolescencia varía según los sexos, las condiciones geográficas y los medios socio- económicos. En el plano psicológico, se caracteriza por la reactivación y florecimiento del instinto sexual, por las afirmaciones de los intereses profesionales y sociales, por el deseo de libertad y autonomía, por la riqueza de la vida afectiva. Se diversifica la inteligencia, se precisan las aptitudes particulares y crece el poder de abstracción del pensamiento. La función de la adolescencia es dar a conocer en todas las virtualidades desplegadas, las posibilidades de cada cual, que permitirán a los individuos escoger un camino y lanzarse a la vida adulta. Pero también es función suya descubrir más íntimamente a los seres humanos a sí mismo y a los otros, y establecer nuevos lazos con ellos. Los adolescentes constituyen un conjunto social, particularmente rico y dinámico. Los hombres de Estado se poyan en ellos de buen grado y procuran utilizar su entusiasmo y su disponibilidad, pero raras veces los tratan como merecen. Los adolescentes necesitan encontrar, fuera de su familia, una estructura educativa que les permita desarrollarse. A falta de una organización de esta clase, cabe temer el aumento del número de jóvenes inadaptados y, lo que es aún peor, para la gran masa la esterilización de su entusiasmo y de sus cualidades afectivas, y la limitación de sus ambiciones a la satisfacción egoísta de sus intereses inmediatos. Aunque en la primera mitad del presente siglo los esfuerzos de los estudiosos se han dirigido fundamentalmente hacia el niño, tratando de resolver sus problemas los hechos han venido hablando elocuentemente en el sentido, de la urgente necesidad de atender con más cuidado también los problemas juveniles. La aparición en todas las partes del mundo de grupos de jóvenes entre los que, unos de modo primitivos, otros de manera delictiva y otros con aspectos de mucha inteligencia, muy diversos países ha venido a dar la señal de alerta respecto a esta etapa de vida tan importante, como es aquella en la que el ser se transforma de niño a hombre. Todos los psicólogos están acordes en los grandes problemas que afronta la juventud, pues muchos de


90 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar ellos expresan su conducta sus deseos de seguir siendo niños, de retroceder según las tres grandes direcciones interpretadas de estos hechos dados, respectivamente, por Freud, Fromm y Erikson ya clásicamente. Los psicólogos por su parte han informado acerca de que es durante la juventud cuando aparecen o se fijan diversos mecanismos neuróticos, variadas formas de esquizofrenia, etapas evolutivas de homosexualidad con todas sus variantes, pero también sabemos que puede ser la etapa decisiva en la que se fincan las bases de los futuros sabios, dirigentes y hombres de trabajo. Es decir, se trata de un periodo clave para la vida humana una verdadera encrucijada de caminos, y el momento decisivo de una buena o inadecuada elección, generalmente sin mayor orientación de parte de los demás. Siendo muchísimos los problemas juveniles, y en vano intentar aplicar a cada uno las medidas psicológicas apropiadas intentaremos describir solamente algunas de ellas, partiendo no de los datos más conocidos de la psicología normal juvenil sino de otras, también típicas y que son en lo general menos del dominio público. Información Psicológica. A veces el joven se muestra nervioso y apasionado, como niño; poco después se abroga la decisión de la conducta de un hombre. Se masculla viejos volúmenes, se digieren a medias a poetas y filósofos, se detesta y se elogia con pasión; se envidia y se habla de amor y de la muerte. Se crean día por día las propias aventuras con parte de los acontecimientos mismos y con buena parte de la imaginación. Se va identificando con la vida en todas sus manifestaciones, haciendo verdaderas exploraciones e intentos, sean buenos, malos o regulares sean acertados o equivocados, como ejercicios necesarios para el joven, que a través de esas personales experiencias, va abriéndose camino dificultosamente. Son, el mundo de lo social y de la conducta, los equivalentes de los primeros pasos de un niño, con caídas y recaídas, con lesiones y llantos, con equivocaciones y lamentos, pero indispensables para poder erguirse más tarde, suficientemente firme ahora. Es la repetición de la teoría biológica de los tanteos y de los errores, pero ahora serios a juicio de los adultos, pues se mueven los jóvenes en el mundo de las experiencias múltiples de toda clase de manifestaciones vitales. Se relatan entre sí mucho más de lo que hacen. Toman aires de emancipación o juegan a los héroes, a los santos, a los bravucones cinematográficos, a los gánsters de la noticia periodística y, a veces, y a retos, son todo eso, y, sin embargo, puede hacerse permanente. La mayoría son tímidos sobre compensados, apenas en el camino de la civilización psicosocial de sus manifestaciones. Son hambrientos de la vida, que a veces lloran como niños mal nutridos, y con ello, son también los que más alarde hacen de fortaleza. Con facilidad, ya sea individualmente o por contagio, se persuaden de que una mala cara corresponde a un reo evadido, o de que la policía los vigila a ellos directamente. Las bandas de jóvenes tienen con frecuencia ganas de armar ruido, hacen tentativas en sitios discretos o alejados para, cada vez, con más confianza invadir después sitios céntricos y vigilados. Se sienten desesperados y como presa de vértigo, sintiendo zozobrar al mundo, con un choque afectivo o un problema emocional que les afecta. Pero, en cambio, al sentirse amados podrán ser hostigados, calumniados o condenados, pero se sentirán triunfantes. A veces logran no hacerse comprender, y se sienten solos, abrumados, víctimas de los adultos que forman una raza aparte, ante y contra lo que hay que reaccionar y abrirse paso. A veces son solo explosiones de pujanza, sin intención dañina, como mecanismo de autoafirmación, pero con frecuencia por respeto o vencimiento, se encierran


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a sí mismos con sentimientos de protesta muda, sintiéndose heridos e incomprendidos, aunque no siempre hacen lo necesario para que se les comprenda. También vergüenzas e inhibiciones y otras insospechadas; no siempre les es posible ocultar o retener un alud de sentimientos, como presa que se rompe, pero con esto se mezcla con violentas ingenuidades infantiles de retroceso, y enrojecimiento oportunos. Tienen delicadezas infinitas al lado de brusquedades aparentemente inexplicables. Exultan de alegría o se retraen. En sus asociaciones con otros jóvenes y aún más con adultos que se aprovechan de ellos, adquieren reglas de valor mágico en sus asociaciones, reglas que obedecen sin haberlas captado y bien comprendido, sino solo por su valor afectivo, o por la importancia personal que parece imanar en ellas. Se someten a juramentos tácticos a los que no les es posible después cumplir y menos romper. Sus actos parasociales o delictuosos, lo son de modo especial del grupo, a veces lo hacen por motivos insospechados, o por similitud con los héroes de buen corazón que los admiran en los films estadounidenses o bien piensan en cubrir los hurtos o los deudas, haciendo otros, o a la espera de sumas que piensan que llegarán. Engrosan las filas de lo que en las ciudades son los representantes de una nueva vida nómada, cambiando con frecuencia de barrios, de lugares, explorando la vida nocturna, los sitios de mala fama, probando el tipo de vida de ellos, a manera de pica y huye, salvo que no siempre pueden huir a tiempo. Al amalgamarse juventud e inteligencia, en grandes dosis, se produce con facilidad el dejarse dominar por el escepticismo, como una reacción hacia los adultos y viejos, y como desesperanza personal. Por eso dicho escepticismo es un tanto extravagante, matizado con rasgos de humor, o pueril credulidad irritante y de contraste. A los hechos a pesar de hablar pomposamente de ellos, casi nadie hace caso, es preferible una versión imaginativa de los hechos; los jóvenes con frecuencia tratan de adaptarse no a las circunstancias en si sino a la modificación parcializada de los mimos, lo que para ellos tiene un mayor valor afectivo, y parece estar de más de acuerdo con su personalidad o formación. Las impresiones inmediatas les guían con más facilidad a los razonamientos sólidos, las simpatías y antipatías repentinas, los elementos de institución son mucho más valederos que la reflexión madura, aunque en momentos son capaces también de ella. La admisión o el rechazo de opiniones, tiene también una secuela afectivo- emocional predominante. Hay verdadera duplicidad, o sea la ambivalencia de los psicólogos de los hechos imaginativos parcialmente y de los que obedecen por entero al sentido de lo real. Una cara bonita, o una actitud simpática modifican los juicios y predisponen a la aceptación. El sentido de contraposición de los niños frente adultos se va atenuando, pero en ocasiones estalla al fijarse los elementos de la normatividad de la conducta. La tendencia a la autonomía del yo, en sus escarceos con la vida en torno, crea conductas a veces perfectamente irracionales y paradójicas, y suple el conocimiento de la experiencia con los impulsos y creencias intuitivas sujetas a ciertos pero también graves errores. Todo esto indica cuan falso es, y de qué modo tan simplista, se ven con frecuencia, los problemas de esta época de la vida, en que se traducen los datos de una conducta que la sociedad madura exige y el joven en formación no puede dar sino paulatinamente, y que no se trasformará en conducta socializada completamente sino hasta el momento en que exista el sentimiento del semejante, cuyas raíces deben echarse desde los cuatro años de edad, pero cuyas frondas empiezan a extenderse en una comprensión de armonía universal, hasta la aparición de la juventud normal, del sentimiento de amor, y a la aparición de los valores normativos, no por imposición sino por deseo y sentimiento propios y elevados.


92 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Se comprende que por todos estos motivos puede formarse una banda juvenil, pero con un sentido distinto a la de los adultos. Desempeñan su papel el deseo de autoafirmación, la tendencia de la voluntad dirigida hacia la autonomía del yo, lo que produce el querer tener siempre razón, lo que paradójicamente puede ir muy bien unido a una conducta y a unos juicios perfectamente irracionales (por ser preferentemente afectivos). Poseyendo ya todas las energías espirituales necesarias, se carece de la experiencia, se tiene el sentimiento de soledad partiendo de la necesidad de complemento afectivo que puede muy bien no llegar, o suplirse mediante la imaginación, un sueño, un ideal previsto, deseados tan intensamente que parece ser ya propio y tener carta de naturalización, pero que aún se confunden un poco con el auténtico sentido real. Todo esto que cada vez más claramente orienta el estudio de la delincuencia juvenil, está muy lejos de hechos en los que se mezcla el orgullo patológico con el deseo de prevalecer siendo inferior, y al desconocimiento voluntario de las normas, sean personales o sociales, y de la actitud adulta de selección de caminos de conducta, bajo la presión de emociones y pasiones de toda clase, como acontece en el delincuente adulto. Siendo los motivos fundamentales ideo-afectivos en la conducta juvenil, la sociedad ha tenido siempre con sus actos irregulares una particular tolerancia, siempre se les ha denominado errores de juventud y hasta los jueces se sienten inclinados, hacia a benevolencia respecto a los pecados de amor juveniles. Ello es porque, aun sin conocer todos los datos apuntados y muchas más que faltan, la sociedad y los adultos intuyen hurgando en su propio pasado que el tratamiento que debe darse a tales errores, infracciones o delitos, no puede ser del mismo tipo represivo-punitivo, que los estudios jurídicos más estrictos que van tratando de hacer desaparecer de los reglamentos policiacos indicados hacia la conducta criminal. Por estas razones, que creemos bien fincadas, consideramos que las medidas para la atención de la auténtica delincuencia de menores de 18 años, amerita tratamiento peculiar. Pero también consideramos que las medidas para la atención de la delincuencia juvenil necesitan revisarse, es decir, de los 15 a los 18 años, amerita disipaciones distintas de las de los menores, y diversas también de los establecimientos carcelarios oficiales para los delincuentes juveniles. Hay otras consideraciones que refuerzan nuestro criterio, y que se refieren, no solamente a situaciones psicológicas y sociales de siempre, respecto a los jóvenes, sino relativas a situaciones peculiares del mundo actual mexicano. La vida actual tiene características especiales que la distinguen de las etapas apenas pasadas. Una de ellas es la rapidez con que se vive y se adquieren elementos de culturación y aun de inter-culturación, que antes tardaban años en admitirse, y que hoy influyen de manera preponderante. La auténtica información y en cierto sentido, la educación que un joven recibe de las películas estadounidenses, sobre problemas humanos pero que, sin embargo, tienen dimensiones y modos de sentir diferentes según los países y particularmente con los de los patrones de conducta mexicanos; con un poderoso medio de difusión de conductas irregulares y anómalas que los


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jóvenes asimilan como naturales, ejemplificadas como están en otros países del mundo, a través de relatos que no por novelizados, son inferiores en principio a la realidad misma. La maduración psicosocial de un hombre, se hacía antes más lentamente, se le daba más tiempo. Ahora se exige con mayor rapidez, y en forma más perentoria. Se pide al adolescente que fije sus miradas en su próxima juventud, y al joven que tenga la actitud del adulto. Y lo cierto es que los hombres no siempre están en posibilidad de seguir esa marcha y ese ritmo acelerado. Las diferencias culturales, de experiencias y costumbres, entre una generación y otra, se acentúan y separan cada vez más de sus componentes. La situación es bien distinta de la que imperaba en las sociedades primitivas, y aun en las recientes, la ciencia nos lleva al galope, la carrera de los inventos, la tensión política-económica, la pugna de las ideologías y religiones, la urgencia de conocimientos bastantes para la lucha por la vida, son todas cosas punzantes, que nos apremian. Nosotros apresuramos también a los jóvenes, y les pedimos prisa, serenidad, certidumbre de juicios, capacidad y conocimientos, menos deleite y juegos, menos tanteos y menos errores, más responsabilidad y conocimientos cada vez sin pensar en que la maduración no se hace por igual ni en la misma época, que hay quien madura mejor más lentamente, y que no se puede fijar en edades físicas, un problema que es psicológico y social mucho más que somático. Tampoco tomamos en cuenta otro factor. Sin guerras, y con las conquistas de la medicina, el número de adultos y de viejos que pesan en cierto modo sobre los jóvenes, es cada vez mayor, y así también su presión social, física, económica e ideológica. Es de esperar que sus tensiones y explosiones, buscando salidas, sean más frecuentes y más intensas, pero también el número de nacimientos aumentan, los niños mueren en menor proporción cada vez, y los jóvenes sienten también esa presión de los que vienen atrás, en forma más punzante, aunque inconsciente. Los medios, los psicólogos los sociólogos y los profesores en parte son responsables de este fenómeno. Hemos fijado la atención sobre la niñez y pedido a la sociedad que respete sus derechos. Pero no hemos hecho igual con la adolescencia y la juventud, cuyos representantes, sin embargo no se dejan despojar fácilmente. Cada vez con más frecuencia, oímos la manida frase: “quiero aprovechar mi juventud”, a veces alargándola al máximo y aún más allá de toda posibilidad mediante artificios, apariencias y recursos, y este aprovechar la juventud, no es sino la resistencia a sentirse y comportarse “como adulto”, lo que vale decir, ser hombre y ser responsable en toda su plenitud de obligaciones y derechos. En las aulas escolares y universitarias, el alud de alumnos hacen que los conocimientos se impartan con dificultad, baja la categoría de los mismos, los maestros no tiene tiempo para explicaciones individuales, lo que es por una cosa u otra se rezagan, ahí quedaran; antes el maestro dedicaba esfuerzos para comprender a su alumno y facilitarle sus problemas. Hoy se pasa por encima de ellos, estandarizando los datos, sin importar las debilidades o los flanqueos. Pero, en cambio, la precisión de la ciencia y de las técnicas modernas. Han traído como consecuencia un mayor espíritu crítico en los propios jóvenes, la iniciativa, y la voluntad de independencia, la libertad y en algunos casos el libertinaje. Los estudios se han alargado, las carreras tiene más años de estudio, y quienes a los 19 años conviven con jóvenes de 16 se sienten un poco como ellos, y se hacen su vida similar, a pesar de las diferencias experimentales.


94 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Finalmente no podemos olvidar que al lado de todo dicho, están otros factores de tipo positivo. Es en la juventud, se ha dicho cuando se hacen las peores y mejores acciones. Los sentimientos son lo más puros, hay menos hipocresía, las mismas ficciones son más sinceras, cualquiera que ella sea, es más diáfana y más generosa, al mismo tiempo que más potente y sin vericuetos de la estilización o lo sofisticado o trasformado en rutina y ritual. Aspectos Nacionales Cuando, después de ahondar en los mecanismos de la psicología y psicopatología de la conducta, después de haber intentado asomarnos a los móviles de la conducta delictiva de adultos y los errores de conducta de los niños y jóvenes, nos interrogamos acerca de las peculiaridades de la juventud mexicana actual, y de los motivos del incremento de los actividades de los grupos juveniles, y de los factores que inducen al mal llamado pandillerismo a determinadas acciones en conjunto. El joven mexicano se encuentra ante una situación determinada por lo que para él es historia y para los adultos apenas un presente acabado. Un conjunto de ideas prevalentes, y de índole social, política, económica, religiosa, se han cernido a manera de una moda, sobre un grupo dominante que más o menos logró estandarizar sus gustos, aficiones y preferencias respecto a los valores de la vida. Las minorías disidentes, la minoría excelente, de Ortega Gasset, las partidistas, las conservadoras, las nihilistas, el enorme grupo de los anómalos que entran en favor de la ebullición de las ideas en efervescencia agresiva y disolvente, cuentan, todas juntas, menos que aquella que logró hacer preponderar un tono, un clima ideal con razonamientos que caen en ideas que parecen elevarse, cosas nuevas y cosas viejas resucitadas. El joven actual se encuentra pues ante un mundo dado, prefabricado, que le presenta atractivos y resistencias, se sabe dueño del futuro simplemente por ser joven (no por merecerlo, o quizá si), lucha por abrirse paso o atropella con su fogosidad vibrante, absorbe algo de los viejos, pero se apresta contra la mayor parte de sus ideas considerándolas añejas. Para el joven la etapa guerra de la Revolución es un “recuerdo de padres”, la efervescencia del PRD, un descanso en el camino para reflexionar o fijar ideas, la etapa de consolidación del PRI, preponderancia de los hábiles y de los sin escrúpulos, la época institucional una prolongación de oportunidades para arribistas, para los audaces y los improvisados, los falsos y de mera apariencia. Y cuando ellos, los jóvenes abrieron los ojos a la vida, se encontraron con que los asesinos, las fortunas, las posiciones adquiridas por los padres mismos, o por los conocidos, o los personajes de hoy, no tienen la solidez práctica, ni moral de los principios que se les sermonea. Parece siempre haber algo de falaz detrás de cada enseñanza, de cada clase de moral social o individual, de cada rasgo de la historia. Todo puede por lo mismo, ponerse en duda y además la juventud puede hacer lo mismo que ellos. Para esta posición, derivada de los fermentos mexicanos anteriores, y de los ejemplos, posición que parece desconfiada, dubitativa, escéptica y a veces cínica en los jóvenes, han contribuido además, muchas otras cosas.


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Cuando el joven escucha algo de los hombres maduros, desea aprender, pero al mismo tiempo normalmente, sobrepasar. Cuando oye virtudes piensa, que hubo detrás; cuando se le muestran caminos abiertos, piensa en los atajos y en las derivaciones. Se siente en realidad fuerte sin confianza en el pasado; capaz, sin haber mostrado aun aptitudes, sin comprender bien a lo que se opone; iconoclasta, sin saber el valor de los íconos; es, como dicen los filósofos de esa hipótesis, “el que tiene que hacer su vida, constantemente nueva”. Para fabricarse su propia vida, no puede apoyarse solo en lo que encuentra hecho, pues por el contrario, trata de destruir una parte. Para fabricarse su presente y su futuro, tiene que echar mano de materiales; veamos los materiales existentes. Si para las generaciones pasadas, la adaptación fue difícil, entra la imperante religiosidad, las costumbres, las ideas revolucionarias, y hubo de aprender lo mismo cristianismo que socialismo, tomar partido en lo colectivo y en lo individual, en lo ideológico y en lo espiritual; para las actuales generaciones jóvenes, la situación es mucho más difícil y más ardua. Verdad es que ya no hay pugnas guerreras, ni posturas impositivas, radicalistas, pero en cambio encuentran un México pujante, en crecimiento de edad intelectual y de mayoría de edad política, social y económica en plena iniciación industrializada, con gobierno democrático revolucionario, paz y libertades de la que se puede usar y a veces abusar. Pero las ideas sobre determinados valores, han sufrido transformaciones hondas, y ya no existen los antiguos refugios de precisas posturas personales, religiosas, míticas o en los valores de antaño. Las cosas han cambiado, México ha recibido la influencia, además de su propia evolución, de dos guerras mundiales y de los vaivenes y desquiciamientos contemporáneos y posbélicos, de tanta importancia que han modificado la faz del mundo y la nuestra. El psicoanálisis cambia la moral sexual, la ciencia progresa en todo, especialmente en el sentido de destrucción el ser humano se maquiniza y se estereotipa, los Estados fuertes, cambian y caen, se yerguen otros, y los valores humanos tiene ahora las siguientes expresiones, los jóvenes modernos son escépticos, cínicos y destructores en la mayor parte de las naciones llamadas de civilización occidental, aceptan totalmente la filosofía liberal y tienen un país repleto de recursos naturales, que ellos van a explotar. Tienen por lo tanto una fe, y una tarea específica, hay objetos cercanos y precisos, es necesario hacer carreras para prepararse a ello. Hay una creencia que forma conciencia popular, de la que no es difícil escapar o ser disidente, pues tiene fundamentos sólidos. Sin embargo, en Latinoamérica, los jóvenes son entusiastas y ocupados, febriles y creyentes porque tienen esas características en vista de situación de los países, su psicología y sus riquezas naturales de su suelo. En Inglaterra, EUA, Francia etc., los jóvenes se encuentran en distinta situación. Para ellos los nacionalismos, el trabajo fortalece, la fe, etc., son expresiones de inmaduros, creencias transitorias de atención y de esfuerzo. Los viejos, en la civilización occidental enseñan cómo han pasado por esos trabajos y esos fracasos. La juventud lo oye todo pero no capta el valor necesario para la primera etapa de esfuerzo, y en cambio asimila rápidamente la segunda, la desilusionante, se rompe el ídolo de creencia, antes de llegar a ser tal creencia, y menos a la fe. Pero la juventud reacciona además, por lo general contra lo que los viejos enseñan, y crea un evangelio propio. Si ese evangelio es de uniformidad mediocre, alimentado de cine, computadora, ciencia de mera divulgación, opinión periodística y propaganda, tampoco ella es


96 ‹ satisfactoria, y es mejor no creer ya en nada. Ya no se requieren la lealtad, la religión, la patria, la verdad o la belleza. La religión misma, intelectualizada, ha perdido su intensidad de fe. Dios es solamente un creador de todo originalmente (las cosas posteriores son todas comprendidas a la manera evolucionista), y es además un poder externo, que pide una molesta y pesada rectitud. La idea de Dios se subordina a las necesidades de la vida humana; Dios fue, en parte, creado por el hombre, y para el hombre, porque esa idea es útil. La idea de patriotismo (fuerte aun en muchas naciones), es útil para ganar libertad, pero cuando esta se ha conseguido, el patriotismo se vuelve un sistema de opresión, como los partidos políticos, como el clero; incluso se llega a pensar que el patriotismo se vuelve una maldición estereotipada que genera sentimientos antihumanos, favorece guerras y debe atenuarse más y más. En cuanto a la idea de progreso, este se verifica sobre todo en cosas curiosas, útiles, de confort, pero no en las cosas fundamentales del hombre, que son las relaciones humanas. La belleza misma, se sienta ya de manera diferente; parece como si los artistas, en su rabia contra el mundo, crearan más bien inquietudes, ideas, posturas políticas, y no la serena contemplación de la belleza. Si se analiza todo lo anterior, podrá verse con mayor claridad por que el joven moderno inteligente, se encuentra ante una desvalorización general de hechos, situaciones y creencias que antes le sirvieron de guía. En cuanto a los mediocres, y más aún los tontos, no hacen sino seguir la moda marcada por los primeros, dando su fuerza de número. La mayor parte de las opiniones han señalado sucesivamente a los siguientes factores; errores paternos en la educación, creciente desorganización hogareña, influencia de cine, novelas, bailes y moda, relajación general de las costumbres morales que no hacen sino reflejarse en los hijos, errores educaciones gubernamentales anteriores, el rencor pasado, el hecho de que se vive una época de vértigo en lo que no hay tiempo para la maduración de los jóvenes social y moralmente cuando entraron en modo personal a la vida activa, inexistencia de medidas preventivas y represivas suficientes, creciente irreligiosidad, las ideologías contradictorias dominantes en el mundo, y que se acaban para lograr falta de confianza en todas, en el ánimo de los jóvenes, estímulo social decadente, etc. Aparte de las motivaciones individuales, en las que deben considerarse los factores psico-bio-sociales de cada joven, así como los del mundo circundante peculiar de cada uno, e incluir herencia, influencias morbosas, enfermedades, etc., son muy dignas de estudio sobre todo tomando en consideración actualmente no se admiten ya que una sola causa baste para la determinación de los errores de conducta, sino que siempre son influencias de causa que se verifican en un momento dado, son una serie de factores que no son peculiares, patrones culturales, historicidad, costumbres, mitos creados y destructores, situaciones religiosas, influencias recientes, factores cada vez más importantes. Nuestros jóvenes son entusiastas y ocupados, febriles y creyentes, nacionalistas patriotas, con creencias políticas de aspiración a la democracia que va lográndose cada vez más. Aun en


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ellos lealtad, amor a la libertad, a la belleza, al arte y al amor, con características muy nuestras y que compartimos con variantes con los restantes pueblos latinoamericanos. Aun somos idealistas, soñadores escapamos con frecuencia de la realidad y tenemos refugio introversiones, reservas y desconfianzas, y si predomina el escepticismo y la desesperanza es porque somos un pueblo joven. Los jóvenes ven triunfar por doquier la improvisación, el compadrazgo, la necesidad de correr tras el poderoso para lograr un modus vivendi haciendo transacciones con nosotros mismos, que la mayor parte de los jóvenes no alcanza a oír el ideal superior, la sabiduría de los siglos, sino que se hartan y se detienen, se están apartando los valores de nuestra raza así como las de las altas conquistas del espíritu, para aprender a pelear solo por mezquinas ambiciones. Que el espíritu público padece de atrofia, que hay maestros de la juventud, pero sus voces están opacadas por la penuria social. Que el ideal del pensamiento superior conjugado con la acción, el culto a la belleza y a la conducta moral deben conservarse si queremos que la juventud madure espiritualmente. Son importantes los esfuerzos de los especialistas para hacer tratamientos individuales de los anómalos, de los enfermos mentales, de los jóvenes neuróticos, de los grupos y pandillas, pero mucho más importante parece, tomar las medidas conjuntas bajo la comprensión de lo dicho. Los jóvenes no han querido nunca y menos aún ahora, sermones y consejos, sino ejemplos buenos y elevados. Es necesario que el mundo de los adultos, eleve su tónica, de la vida colectiva mexicana para que los jóvenes adquieran confianza en ella y en su país. Parece necesario purificar el ambiente moral y social, lleno hoy de embates extraños, ideas encontradas, culturización de divulgación en vez de verdadera ciencia. Aparece necesario también dejar orientar la conducta desesperadamente hacia el dinero, poder, el placer la supremacía y la gloria pasajera, para buscar los verdaderos valores. El patriotismo no basta, el socialismo, ni el capitalismo, ni el arte, no el orden público, ni la mayor parte de las iglesias y religiones dadas. Todas estas cosas son indispensables, pero ninguna basta. La civilización pide de los individuos una devota identificación con las supremas causas del hombre. Identificación que debe acompañarse de un esfuerzo consciente y sostenido por alcanzar la trascendencia a la vida universal del espíritu. La ciencia o la verdad, a veces son trasformadas en ídolos. Pero ambas, sin esperanza, sin fe, no valen nada, y son solo un ídolo, que a veces se transforma en un monstruo sediento de sacrificios humanos, las de nuestra época actual. Se requiere una acción coordinada, del Estado y de los particulares, de los maestros de la juventud, de la Universidad, de las instituciones todas de estudio, de las fuerzas pensantes del país, para modificar la situación precaria en que nos encontramos, y dar a la juventud lo que busca y merece: Orientación correcta, libertad de pensamiento constructivo, oportunidades académicas y laborales, conducta ético-social propia, exenta de modas y falacias, improvisadas y fraudes intelectuales. Deben los grupos de jóvenes estudiosos, inclinados en sus libros y laboratorios, en sus grupos escolares, transformarse en el mejor de los frentes, ante los anómalos, los contagios sno-


98 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar bistas, los adoradores del “vive como quieras” por todos medios a su alcance y guiados por sus maestros y autoridades. Por ello nuestra propuesta adquiere presencia y se torna importantísima, se necesita establecer módulos de consejería en nuestras preparatorias y desde allí difundir a la sociedad las orientaciones hacia la juventud referente a; vocación, maduración paulatina de la personalidad psicosocial, sin estridencia ni prisas excesivas, consultas sobre reacciones situacionales o neuróticas transitorias, psicoterapia superficial familiar cuando el caso lo amerite, etc. NECESIDAD DEL MAESTRO DE CONOCER EL MATERIAL HUMANO CON EL QUE SE VA A INTERACTUAR Todos los maestros que trabajamos con adolescentes hemos sentido la satisfacción del deber cumplido cuando logramos nuestras metas educacionales que son entre otras; los objetivos de aprendizaje y la correcta integración con los estudiantes; no pocas veces hemos coincidido con la alegría de nuestros alumnos; la condescendencia y la comprensión han sido factores importantes en el trato con ellos, sin embargo, algunas ocasiones dejamos entrever algunos vacíos en el conocimiento de su conducta; no entendemos el porqué de algunas actitudes y no alcanzamos a veces a descifrar comportamientos “extraños”. Uno de los argumentos más frecuentes del adolescente es que los demás no lo comprenden, especialmente los adultos. La actitud de las personas que conviven con ellos puede agravar o alivianar la situación. Lo más frecuente es que se presente un choque entre la forma de ver el mundo que tiene el joven, con lo del padre, o el maestro y se generen crisis que pueden llegar a crear graves problemas. Los adultos, con una lógica que difiere o choca con la del joven sienten la necesidad de imponerse, de hacerse respetar, y por otro lado, el joven requiere hacer sentir que sus puntos de vista son válidos. Los adultos olvidamos que los adolescentes también tienen necesidades afectivas y físicas y los jóvenes pierden de vista que ellos no son los únicos que importan. Es necesario que todos los involucrados abran canales de comunicación permanente y que permita utilizar cualquier situación conflictiva y establecer un clima de afecto que favorezca la convivencia. No se trata de estar de acuerdo en todo, pero sí que se reconozcan los derechos, obligaciones y sobre todo el respeto por los demás no importando su rango, su nivel socioeconómico, raza, credo, etc.


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Los adolescentes buscan independizarse en cuanto a la toma de decisiones dejando atrás la época en que sus padres definían situaciones y poco a poco se acercaban a la resolución de sus problemas con juicio crítico y con la conciencia de tener que afrontar situaciones, sin embargo, habrá que ayudarlos a que consoliden esta etapa. Los investigadores de la psicología de la adolescencia han aportado datos significativos, útiles para los padres y maestros que interactúan con adolescentes, de tal manera que su utilidad y vigencia apuntan a la necesidad de su estudio exhaustivo y substancial que hagan del maestro si no un experto al menos alguien que goce de pertinencia en su desempeño laboral. Cuando revisamos las características de los adolescentes comprobamos que esta época se agudizan las necesidades de comprensión, de apoyo y de comunicación. Los elementos que van hacer crisis los situaríamos en dos renglones: los estrictamente biológicos relacionado con el desarrollo sexual y el sociocultural. El adolescente tiene que escoger a que va a dedicar su vida en cuanto a trabajo, tiene que decidir su posición respecto a los problemas fundamentales como religión, filosofía, etc. Se plantea importantes preguntas sobre el mismo, su naturaleza y su misión en este mundo. En suma, tiene necesidad psicológica de conformar su yo, su personalidad. Por otra parte, el adolescente vive desagradable y ambigua situación de ya no ser un niño y todavía no ser un hombre, de sentirse con derechos y posibilidades que biológicamente aun no alcanza y que la sociedad no le concede y sin embargo, muchas veces se le exige conducta y responsabilidad de adulto. Esta situación perdura por varios años y lo que más contribuye a complicarla son los prejuicios, nuestra organización familiar, patriarcal y autoritaria en la que el padre es un personaje que impone su voluntad a veces con actitudes tradicionales, caprichosas, que frustran constantemente a este ser que empieza a construir su propio yo. Frecuentemente el joven se le impone por circunstancias diversas vivir esta etapa de su vida. En algunos medios sociales, debido a condiciones económicas desfavorables, el adolescente y aun los niños deben afrontar responsabilidades económicas, de trabajo y de solucionar los problemas de una madre viuda o abandonada, de una familia numerosa, etc. y el chamaco tiene que trabajar antes de recibir alguna preparación, para hacerlo, tiene que enfrentarse a la crudeza de la lucha por la existencia, en medio hostilidades a veces y el chico tiene que hacerse hombre prematuramente, ya que se le dan tareas de hombre. Y no pudo, pues, ser un joven. En otros ambientes sociales, la sobreproducción y los prejuicios originan actitudes frustrantes exigiendo al joven que siga siendo niño a los 14 o 15 años. Ya se puede confiar en él, pero no se le da la libertad; se le resuelve todo y no se le concede iniciativa; debe seguir siendo un niño


100 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar dependiente. Así pues, estos jóvenes, también son privados, del lugar que les corresponde, de la atención, comprensión y necesidades que requiere esta etapa de transición y ajuste. Por fortuna, experiencias tan desagradables son frecuentemente veladas por una especie de olvido de esta fase de la vida, de la que queda una idea general, precisamente porque es dolorosa y porque el hombre tiene que olvidar lo que le duele. De ahí que no recordamos mucho lo que nos sucedió en esta época. Hay que insistir entonces en la necesidad de comprensión, afecto, interés y respeto que el adolescente requiere. Si los padres quieren tener derecho al respeto de los hijos, deben empezar a respetarlos a ellos y esto es particularmente importante en esta edad en la que la inteligencia y la curiosidad, los conceptos de derecho, la justicia y la razón ponen sus bases y son reclamadas, en que el adolescente trata de afirmar su propia personalidad y no puede agacharse y callarse tranquilamente como un niño, en la que hacen crisis sus deseos de respeto y cariño hacia los padres, oponiéndose a su necesidad de independencia. HAY TRES CONDICIONES QUE SON FUNDAMENTALES EN EL ADOLESCENTE Una de ellas se refiere precisamente al amor de los padres. Este amor debe significar comprensión y conocimiento de los hijos, no el manejo arbitrario de ellos, considerando que lo que los padres quieren a veces, es lo que desearon para ellos, es lo mejor para los hijos, significa interés y respeto por la voluntad, los intereses, las aspiraciones y aptitudes del hijo, pero un interés y un respeto que permitan estimular lo positivo, aun cuando a veces discrepe de la ideología o del modo de ser de los padres y emplear la persuasión y caminos racionales para reprimir una educación previa de los padres, que no se ha previsto en nuestra moderna sociedad. El segundo punto se refiere a la necesidad que el adolescente tiene que ser orientado, instruido en los problemas relacionados con el sexo. Es costumbre, por tradiciones erróneas tratar de reprimir, de mantener oculto y considerar pecaminoso todo lo relativo a los problemas sexuales, ni considerar que ésta es una función normal psicológica, inherente a la naturaleza humana; pero que por sus repercusiones requiere de mayor orientación y cuidado en su realización. Se puede hablar con todo pudor de los problemas sexuales y ésta es también una tarea que deben desempeñar los padres: a las hijas, las madres y a los hijos. La mejor manera de hacerlo es fomentando con anterioridad un ambiente de amistad, de respeto y de intimidad que permita a los jóvenes acercarse a sus padres a preguntar sobre sus dudas e inquietudes. Cerrar las puertas a estas consultas es exponer al joven a buscar información en otras fuentes, a veces no muy recomendable y con frecuencia se les condena a vivir una vida llena de prejuicios, de errores, de angustia y de sentimientos de culpa. Con sencillez, con verdad y con cariño se pueden dar las informaciones necesarias. También debemos tomar en cuenta la necesidad del adolescente de independizarse, de salir de casa, de adquirir nuevas relaciones y contactos, de irse enfrentando al mundo y a sus iguales en sus propios terrenos. La sociabilidad es una de las características humanas, el hombre es una animal social por definición.


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El muchacho y la muchacha buscarán sus propias compañías de acuerdo a como hayan sido sus relaciones en el hogar, de acuerdo a como hayan sido satisfechas sus necesidades de afecto, de curiosidad y de respeto, y de acuerdo con ellas se conducirá con sus amigos. Convivirá con ellos en un plan de igualdad y de colaboración en la realización de los valores humanos superiores, si ellos le han sido infiltrados en su propio hogar. Si por el contrario ha sido frustrado y rechazado en su curiosidad y en su demanda de amor, tendrá dificultad para relacionarse e inconscientemente buscará la alianza de personas en estado de ánimo semejante al suyo a así podrá enfrentarse a la autoridad, que él considera irracional e injusta. En esta forma es como surgen conflictos en la escuela y es así mismo como se forjan grupos de jóvenes dispuestos a violar la ley, para desahogar las necesidades que no pudieron satisfacer adecuadamente donde tenían derecho a hacerlo: en su propia familia. Por otra parte, en los dos últimos lustros ha habido una serie de espasmos socioeconómicos que de alguna manera han afectado la estabilidad del sector docente. Con conocimiento de causa, las autoridades oficiales han coincidido en la necesidad de mejorar la imagen de la profesión, elevándola al rango de “profesiones mayores”. Definitivamente, habría que incrementar la calidad de la educación: habría que considerar algunos aspectos que en otros países del “primer mundo” están en boga; ni para qué hacer reminiscencias de los años románticos en que el maestro mexicano era estimado por su entrega, por su abnegación y su vocación de servicio a toda prueba; hoy en día tales maestros se cuentan con los dedos; luego entonces, habría que recuperar algunos detalles referentes a conciencia ética, respeto, calidad humana basada en una relación social constructiva, espíritu de solidaridad, capacidad y sobre todo equilibrio emocional. Este último aspecto es algo relevante en nuestro día, épocas de movimientos sociales, sobrepoblación, apresuramiento, ansiedad, stress y otras muchas etiquetas que los estudiosos de la conducta humana describen con propiedad, de tal forma que resulta preocupante la capacidad y preparación del docente para enfrentar con éxito este tipo de problemáticas. Es imprescindible un entrenamiento previo, un conocimiento de causa, una base experiencial que solo la da la práctica docente, apoyada en una sólida fundamentación teórica que facilite el conocimiento pleno del ser humano. Todo docente que busque la excelencia en el ejercicio de la profesión, deberá buscar acceso a una bibliografía especializada en conducta humana; la constante práctica, la observación, la experimentación, la consulta, la perseverancia; el control emocional deberá arrojar buenos dividendos. Los conocimientos psicológicos del docente y su correcta aplicación convertirán su clase en un emporio de afectividad y, en consecuencia un porcentaje más alto en el logro de objetivos de aprendizaje.


102 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Por otra parte, es indudable que cada maestro, frente a sus alumnos, encuentre la oportunidad de verter en ellos, asuntos que a él le han convencido; su ideología irá implícita en su práctica curricular y algunos detalles de su personalidad que lo agobian o que le alegran, los subrayará consciente o inconscientemente, dándole a su clase un matiz original, distintivo, bueno o malo para los muchachos, no importan los cánones institucionales que tanga que cumplir. Ante esta situación, habrá que considerar que el maestro en los próximos años subrayará su actuación con un verdadero profesionalismo, no solo en la concepción tradicionalista de transmisor de conocimiento sino capaz de aceptar un menor margen de proyección como docente, más responsable como consultor de aprendizaje, una persona especializada en la organización de experiencias que no solo permitan sino que faciliten el aprender de sus alumnos. Rousseau sostenía “Comenzad por estudiar bien o vuestros alumnos porque seguramente no los conocéis”. Este adagio en la pedagogía moderna tiene validez permanente, el número de inadaptados escolares han aumentado significativamente, así como la cantidad de desertores; esto pone en relieve la importancia de reforzar los estudios psicológicos de los maestros; se hace necesaria una revisión de obras especializadas en psicosociología y psicología genética, que esclarezca procesos evolutivos del alumno, así como los mecanismos de relación con el medio físico y humano; aspectos de importancia vital para la función del educador. El maestro moderno enfrenta acciones distorsionadas, producto del medio en que el estudiante se desenvuelve; desequilibrios emocionales provenientes de caos familiar, malas compañías, corrupción de costumbres, delincuencia, drogas, etc. Dentro del aula, la acción socializante del grupo generará conductas que el educador deberá interpretar para poder capitalizarlas de acuerdo a lo planteado; en un grupo numeroso, dichas conductas – cuando son inadecuadas- tienden a perturbar un orden establecido y contagian con más facilidad que las conductas de orden institucional. El maestro que no está preparado para enfrentar psicológicamente problemáticas de comportamiento, el maestro que no conozca las etapas evolutivas de sus alumnos, el maestro que no logre interpretar actitudes, que no entienda el porqué de las pugnas, los debates, los gritos, la violencia, los silencios, las frustraciones, el aprendizaje mismo, no estará en condiciones óptimas para desarrollar un clima de comprensión y afectividad como primer paso para un aprendizaje más sólido. Entonces, justo es reconocer que nuestros compañeros deberán hacer un esfuerzo por permanecer actualizados haciendo énfasis en el conocimiento profundo del alumno, de tal manera que brinde suficientes opciones para socializar e integrar un grupo efectivo de aprendizaje.


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La preparación psicológica del maestro será fundamental para la correcta conducción del respaldo oportuno y el logro de esa confianza, de esa amistad, de esa comprensión que deberá surgir entre estudiantes y profesores, cuando se tiene la certeza de lo que se está haciendo.



“Cuando un hombre es sombrío, todo parece marchar mal, cuando está alegre, marcha bien!” J. Montoya

Capítulo 6

Conociendo a los adolescentes preparatorianos



Capítulo 6

CONOCIENDO A LOS ADOLESCENTES DE PREPARATORIA 1.- Actitudes de los adolescentes en este nivel 2.- Problemas académicos 3.- Problemas comunes 4.- Descubrir sus problemas 5.- Presiones paternas 6.- Conflictos familiares 7.- Agresividad 8.- Estudiantes Pseudodependientes 9.- El problema de la sobreexcitación emocional e intelectual 10.- Materias aversivas 11.- Las influencias exteriores y el estudiante influenciable 12.- Las Actividades extremistas 13.- Cambios de actitud, las reacciones negativas 14.- Situaciones peligrosas 15.- Problemas amorosos 16.- El hábito de acudir al fraude estudiantil 17.- El maestro provocador de problemas 18.- Ejemplos de algunas sugerencias del consejero al estudiante en problemas 19.- El adolescente y el mundo del trabajo


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Conociendo a los adolescentes preparatorianos

CONOCIMIENTO DE LOS ADOLESCENTES DE PREPARATORIA Creo firmemente que todos los profesores que ejercemos la docencia con adolescentes requerimos de un conocimiento exhaustivo de los pormenores de esta edad para poder mostrarnos pertinentes en la interacción con ellos y si algún estudiante presenta una actitud conductual heterogénea, especial, difícil, compleja habrá que echar mano de un especialista, de alguien que escudriñe a fondo el motivo y busque brindar al joven ayuda eficaz, profesional y efectiva. Al final de cuentas los adolescentes en el mundo son los mismos, seres en desarrollo, curiosos, medrosos, cautelosos que despiertan ante el alud de vivencias y motivaciones diversas que hacen ruido en su cerebro. Se hace necesario hurgar entre los apuntes de los investigadores en este asunto, para normar criterios, adjuntarlos a nuestras observaciones. Me parece prudente subrayar las aportaciones de Erik Erikson por sus concepciones profundas acerca del comportamiento juvenil en sus aseveraciones teóricas que el titula: Epigénesis, ciclo de vida y búsqueda de identidad EPIGÉNESIS El Epigénesis se refiere al crecimiento o desarrollo. En el concepto de Erikson, la Epigénesis consiste en una secuencia de etapas de desarrollo en las cuales determinada parte de personalidad llega a ascender en cada etapa. El individuo debe pasar por todas estas etapas antes de adquirir un sentido de su propia identidad. CICLO DE VIDA Erikson identifica cinco etapas entre el nacimiento y la adolescencia, durante la infancia, la primera etapa, él debe experimentar una multitud de reconocimientos con la madre, mutualidad que es la base para que surja un sentimiento de confianza en el infante. Faltando la confianza, el bebé podría estar seriamente impedido en las siguientes etapas; por tanto, este periodo es extremadamente importante. Cuando el niño tiene confianza en su medio ambiente, puede empezar a desarrollar independencia y un sentido de su propia autonomía, lo cual ocurre normalmente en la niñez temprana. Todavía en la niñez pero cuando aún no ha ingresado a la escuela, el niño adquiere iniciativa. Aprende a hacer cosas por si, mismo sin que se lo digan, y empieza a practicar varios roles que tendrá que representar más tarde en la vida. Durante los primeros años de escuela, la cuarta etapa en el ciclo de vida, el niño aprende a como trabajar y ser industrioso. Se identifica con las tareas que tiene que desempeñar. El desarrollo de la sensación de confianza, autonomía, iniciativa e industria son antecedentes necesarios para el período tan crucial de la adolescencia, durante el cual uno adquiere la identidad.


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IDENTIDAD Durante la adolescencia, el individuo experimenta un sentido de su propia identidad como un ser humano único. Aprende que tiene sus propias características inherentes, sus propias preferencias y sus propias aspiraciones y que él controla su propia vida. Es el tiempo de definir lo que es y lo que quiere ser. El agente activante en la formación de la identidad es el yo consciente. Cuando el adolescente adquiere lo que Erikson llama identidad del yo, puede pasar a formar su propia identidad. El yo posee su propia identidad en vez de identificarse con otras, reconoce qué talentos, qué aptitudes y destreza que identificamos con otra gente y con el medio ambiente, que defensas contra amenazas y ansiedad, y qué impulsos, necesidades y roles son los más apropiados y efectivos para el individuo. Todas estas características del yo selectivo se agrupan e integran por el yo para formar la identidad propia. CRISIS DE INDENTIDAD Cada nueva etapa de ciclo de vida constituye un riesgo potencial, debido a que cada una es un punto decisivo en el desarrollo del individuo. Si las condiciones no son favorables para el desarrollo de la confianza, será difícil que el niño llegue a ser autónomo; y si no llega a serlo, será difícil para el adquirir iniciativa. Sin iniciativa, no puede llegar a ser industrioso Con mucho, la crisis más seria que afronta una persona ocurre durante la formación de la identidad. Es grave a que el no enfrentarse a la crisis con buen resultado, tiene consecuencias muy trascendentes. Una persona sin una identidad bien formada tropezará con un problema tras otro durante su vida adulta. Erikson señala que una crisis de identidad puede ocurrir en cualquier momento; no está restringida al período de la adolescencia. CONFUSION DE INDENTIDAD Durante la etapa de la formación de identidad, es probable que el adolescente sufra, más profundamente que nunca antes o en el futuro de confusión de roles, o la que Erikson llama confusión de identidad. Este estado causa que el adolescente se sienta aislado, vacío, ansioso e indeciso. Siente que debe tomar decisiones importantes, pero no es capaz de hacerlo. También siente que la sociedad lo está impulsando a tomar determinaciones, y él se resiste. Durante la confusión de identidad, el adolescente puede sentir que más que progresar, está retrocediendo y, de hecho, el refugiarse en la niñez parece ser agradable alternativa a la involucración compleja en una sociedad de adultos. Su conducta es muy inconsistente e impredecible durante este caótico estado. En un momento, tiene una renuncia interna de no comprometerse


110 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar con nadie por temor a ser rechazado, defraudado o engañado. Al momento siguiente puede querer ser un seguidor, amante o discípulo, sin importar las consecuencias de tal compromiso. También es importante echarle un vistazo al factor fisiológico pues quien cree entender el comportamiento adolescente deberá conocer la etapa de cambio hormonales que le provoca una gran alteración de sus estados de ánimo, la hormona de crecimiento altera la conducta del adolescente pues al producir grandes cantidades de serotonina cerebral les genera sueño o pereza, también existe una explicación a nivel neurológico que afirman que las descargas eléctricas de nivel de tallo cerebral les provoca estados de excitación, emoción o energía; todos estos cambios biológicos aunados a los culturales representan una alteración profunda en su individualidad. En cuanto a su aspecto intelectual los muchachos desarrollan una gran capacidad respecto al pensamiento lateral, creativo e imaginativo al emplear gran receptividad y agudeza de juicio frente a las problemáticas que se les presenta; por eso al carecer de experiencia su discernimiento se muestra difícil y tienden a personalizar todo lo que les sucede. Erikson afirma que los adolescentes tienen una gran necesidad de definir, conformar, y armar su identidad porque se muestran susceptibles hacia todo lo que gire en torno a esto. Podríamos subrayar que los adolescentes se muestran, a veces displicentes a riesgos cuando intentan planear algo por lo que sus esfuerzos en este sentido son reducidos porque ellos poseen grandes ideales con una visión muy futurista y con un gran apego a la satisfacción inmediata de sus gustos y necesidades. Ante todo está su sentido humanitario, su idea de justicia que se traduce en acciones sentimentales de altruismo y nobleza por el género humano. También podemos señalar su postura totalmente contradictoria frente a toda información que tenga visas de autoridad o imposición, porque ellos son leales a sus padres, a sus ideales y a lo que ellos consideran justo, saben darse incondicionalmente y responden sorprendentemente bien cuando sienten compromiso emocional de por medio. La competencia y la contrariedad son procesos que les permiten ir definiendo su identidad por ello consciente o inconscientemente rivalizan y confrontan, pues eso les ejercita hacia su objetivo de identidad. Por ello los que somos profesores de adolescentes debemos asumir una clara responsabilidad, un compromiso de conocimiento profundo de estos seres humanos para actuar en consecuencia. A primera vista, lo que impresiona en el adolescente son su falta de espontaneidad, la exagerada conciencia que tiene de sí mismo y la inseguridad y torpeza de sus movimientos cuya expresión más dramática es la perdida de las formas infantiles con las que se habían defendido hasta entonces.


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El desequilibrio resulta que la madurez biológica se completa antes y deja atrás el crecimiento psicológico, de tal manera que las tendencias bilógicas poderosas son confiadas a un organismo del que podría decirse que aún no está preparado para ello, por ello el sufrimiento de aquellos individuos que fueron lesionados en su infancia. Los adolescentes tienen que acertar las alteraciones morfológicas y sexuales, ante estos cambios, se llenan de dudas e inquietudes acerca del valor de su figura y su preocupación se basa en lo que los demás pueden opinar de él. Ellos temen no estar a la altura de las exigencias sociales y amorosas. Sigmund Freud afirma que la sexualidad en esta etapa es definitiva pues todas sus acciones son de alguna manera matizadas de sexo, las palabras, objetos, valores, se tiñen de sexualidad; esta erotización modifica su capacidad de amar, aunque eso no quiere decir que se extremase pues se podrá afirmar por ejemplo, que una atracción homosexual momentánea sea definitiva, pues simplemente busca su individualidad que al final lo hará con solvencia pues tiene que hacerla compatible con la realidad social. M. Mead en su estudio sobre las características de los adolescentes subraya enfáticamente la variación significativa en la conducta sexual de los adolescentes de acuerdo a la cultura, pues en su sociedad como en la nuestra no es “lícito” que los adolescentes practiquen la reproducción biológica; pues lo que se constituye una divergencia entre la madurez sexual y la madurez socioeconómica y por consecuencia agravan los problemas sexuales del adolescente. En otra línea de estudio de los adolescentes, Erik Erikson hace hincapié en la situación difícil del adolescente por sus cambios en sus sentimientos vitales como los referentes a mismidad y continuidad. El adolescente se desliga de su pasado pero se inconforma con el presente, sus motivos son variados les gusta ayudar a otros, tomar desquite, afirmación personal, ostentación, autodefensa, respaldo a sus padres, críticas a los demás, quejas, rebeldía a normas establecidas, etc. Creo que la inconformidad del adolescente está implícita en su propia personalidad y sigue un patrón evolutivo constituido desde su historia. Estas experiencias les provoca enfrentamientos con la sociedad y desde luego perjudican su adaptación personal y social; regularmente y de acuerdo a su entorno social son blancos de crítica con padres, hermanos, parientes, apariencia, manejo del hogar, pares, preparatoria, universidad, comunidad, asuntos nacionales etc. Algunos estudiosos de este tema indican que la rebeldía y alienación son más perjudiciales para la adaptación personal del adolescente que el reformismo y el activismo, pues, este fenómeno es raras veces una fase transitoria, sus efectos de largo alcance, son con más frecuencia más perjudiciales que benéficos para su adaptación.


112 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar El adolescente, dice Erikson, utiliza, parte de su energía mental para soñar despierto e imaginar su porvenir en proyectar angustiosamente su yo hacia el futuro porque sabe que necesita, aparte de la presión adulta encontrar su lugar en la sociedad dentro del marco de una ocupación que le permita tener prestigio social y capacidad económica. En sus esfuerzos por orientarse y encontrarse así mismo, se identifica con modelos y levanta ídolos que fácilmente elimina y sustituye por otros o bien se sobre identificar con su grupo en un intento por logar su identidad. El adolescente necesita darle un significado nuevo a su existencia particularmente del mundo de los valores, y las ideas según sea su desarrollo de abstracción y sus intereses. Se da cuenta que su hogar dista mucho de su atracción por el mundo y todo lo aprendido y manejado es puesto en duda, por primera vez se preocupa por el más allá y su enfrentamiento a la vida, sus concepciones religiosas o las acepta dogmáticamente o las pone en tela de duda; de repente se ve atrapado entre el ascetismo y la religiosidad moral y otra hacia la búsqueda hedonista de diversión. Si el adolescente se opone al mundo mientras adquiere conciencia de su yo deberá rebelarse contra toda autoridad inclusive de sus vínculos protectores familiares que lo obliga a buscar una esfera más amplia, en este trance su sentimiento de soledad se agudiza por ello las relaciones sentimentales con sus padres. Les gusta compartir, necesitan probar que domina sus temores, el problema es que probablemente deberá ajustarse a ciertas necesidades ajenas para ser querido y aceptado. Cuando el adolescente no logra su propia afirmación por conductos normales, pretende hacerlo apartándose de ellos; o se es mejor o se es peor, eso, para él, es tener personalidad. Sus conflictos se agudizan cuando los padres pretenden ejercer control como en la etapa infantil, cuando lo ridiculizan, o intentan orientarlo vocacionalmente. Esa incomprensión paternal se ahonda con los factores culturales, facilidades educativas, conceptos distintos sobre moralidad, disciplina, libertad, etc. Esa relación se va tornando en adaptación conforme va resolviendo sus problemas, de separación psicológica de la familia, de selección e iniciación vocacional, sexualidad y aceptación de sí mismo. Luego entonces pudiéramos afirmar que el camino hacia la madurez en la adolescencia se muestra más desastroso cuando se enfatizan los aspectos negativos que habrá de desequilibrarlo y vulnerarlo, porque si bien es cierto que, los cambios bioquímicos y estructurales le impulsan poderosamente a la independencia y responsabilidad personal de alguna manera le trastorna. Los cambios por lo que pasan los adolescentes inciden en muchos aspectos de su vida; de ahí que no deba sorprenderse que ejerzan un influjo moldeador en su personalidad, Erik Erikson


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demostró que el alcanzar la propia identidad personal es una función propia del adolescente. Ellos saben lo que la gente, adultos y compañeros piensan de ellos. Conocen las etiquetas que les aplican (buenos, picaros, tontos, valientes, atractivos, etc.). También están conscientes de sus impulsos biológicos y su cada día mejores habilidades físicas y cognoscitivas. Pueden soñar en ser aquella persona y representar esos papeles en su vida, pero no reflexionar sobre quienes son ni a donde se encaminan en la vida. Los niños viven su presente; los adolescentes empiezan a pensar en el futuro. Si quieren conocerse a sí mismos, los adolescentes deben pasar por lo que Erikson llama crisis de identidad, época de muchos cambios y tensiones durante la cual se preocupan por saber quiénes son. Varios factores contribuyen a desencadenarlos, entre ellos los cambios fisiológicos y cognitivos, lo mismo que el despertar de los impulsos sexuales y la posibilidad de una nueva clase de intimidad con el sexo opuesto. Los adolescentes empiezan a ver el futuro como una realidad, no como un simple juego. Saben que han de afrontar las casi infinitas y, a menudo antagónicas posibilidades y opciones que les depara el futuro. En el proceso de evaluar el pasado y prever el futuro, comienzan a pensar en sí mismos. Es un proceso doloroso, lleno de conflictos internos, pues se ven desgarrados entre el deseo de afirmar su responsabilidad única y el ajuste; sólo resolviéndolo podrán lograr un sentido integrado del yo. El término crisis significa que la adolescencia es un periodo de tensiones casi agobiante, la transición del adolescente a la madurez exige un rompimiento radical con la experiencia infantil. Aunque esta etapa está llena de tensiones podría construir una suave transición a la etapa subsiguiente. Probablemente Erikson centró su estudio en los adolescentes con perturbaciones psíquicas que acudían en busca de tratamiento psiquiátrico. Aunque aparentemente los adolescentes preparatorianos no dan señales de crisis, quizá es necesario investigar lo que hay detrás de cierto tipo de comportamientos que fácilmente conducen a problemáticas que interfieren en un desarrollo normal, será en resumidas cuentas; la comprensión, el trato justo, humano, sensato, lo que dará la pauta para la formación de una juventud más promisoria. 1.- ACTITUDES DE LOS ADOLESCENTES EN ESTE NIVEL “No soy ningún tonto... He estudiado la situación por la cual atraviesa la adolescencia y la juventud. Estoy en esa crisis por ello no puedo estudiar. Además, tengo derecho a disponer de mi tiempo y a vivir mi juventud...” Cierto, en la adolescencia se requiere adquirir nuevos hábitos, lograr adaptaciones sociales y familiares. Sin embargo... si le preguntáremos a un adolescente: ¿cuántos adultos ve usted todos los días? Diría miles. Pues bien, todos ellos tuvieron muchos problemas, iguales o mayores que los suyos pero supieron soportarlos y pasarlos.


114 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Los psicólogos, educadores y maestros estudian la adolescencia, pero la mayor parte de las veces, esta transcurre sin que el que pasa por esa edad reflexione en ella. Ahora bien, si un estudiante no quiere entender y un adulto no quiere aceptar algo que puede ser posible, es y será inútil todo lo demás. Nadie puede convencer a quien se empeña en no escuchar razones. Por ello los estudiantes que no quieren seguir con su estudio es mejor que pronto confiesen esta resolución a sus padres y no les engañen más tiempo. También el adulto que está dispuesto a empeñarse a que su edad es una rémora, no será posible convencerlo de lo contrario. “Hay una regla general y sin excepción: los estudiantes toman una resolución trascendental para su propia vida en épocas de euforia o en las de gran pesimismo.” En el primer caso, la constatación de la realidad puede ocasionar fracasos y, en el segundo, se corre el peligro de optar por una solución desacertada o inalcanzable. Es siempre preferible, en caso de carecer de una actitud reflexiva y serena, abrir paso al optimismo y abocarnos a las tareas que provocan entusiasmo y nos alientan. En tales circunstancias, cuando se va a dejar los estudios o tomar resoluciones graves, una pausa de reflexión, no menor de veinte días, es absolutamente obligada. La estabilidad y el bienestar emocionales son condiciones obligadas para el estudio provechoso. El bienestar emocional depende de la condición física de la persona. Si una persona está cansada o enferma no puede estudiar con provecho y, asimismo, si se encuentra preocupada, por asuntos familiares, tampoco es posible retener los conocimientos. Es frecuente entre los adolescentes, tanto en muchachos como en muchachas, aún en maestros en ejercicio, agrandar imaginativamente los problemas pequeños hasta sufrir estados de verdadera angustia. Ellos deben saber si se empeñan en crear “monstruos”, luego no podrán vencerlos. Juzgar un asunto en sus proporciones justas es propio de la edad madura, pero en todos deben aprender a enfrentarse a las más adversas circunstancias, con valentía. Algunas veces alguna falta cometida se oculta, creando una cadena interminable de circunstancias penosas que realmente son difíciles de solucionar. Mientras más pronto se “ataque” el problema, mejor. Ahora bien, respecto a la salud, los estudiantes dejan pasar trastornos a los cuales no les dan importancia hasta que llegan al momento en que pueden detener sus estudios. Por ejemplo: las caries dentales, los dolores y neuralgias frecuentes, la miopía incipiente y los catarros continuos.


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El mismo consejo es válido para cortar a tiempo un proceso infeccioso, prevenir una enfermedad o controlar una indisposición física. El adolescente debe saber que se encuentra en un período en el cual la emotividad puede jugarle malas pasadas. Con frecuencia se sentirá desalentado; otras veces, por el contrario, le acometerá un excesivo entusiasmo. Pero, lógicamente, el futuro se presenta ante él como un terreno ante el cual se siente sin armas y con gran preocupación. Hathmay, S.R. Psichotherapy and Couseling: Sumary of Discution, Psichol Diccionary, 1956, Cap. 12 pp. 90 – 91 Washington University Press El tema de la vocación profesional, religiosa, científica o técnica, se agrava con problemas económicos a los cuales no puede darles solución. En algunos adolescentes y jóvenes, estas circunstancias son tan visibles, que su temor, angustia o miedo, se advierten hasta en sus actitudes personales. El estudiante debe proceder en la siguiente forma: conocer su problema, estudiarle con buen juicio y buscarle soluciones diversas. Después de un tiempo razonable de reflexión, dejar de pensar en el asunto y “ponerse de inmediato a trabajar, estudiar o hacer algo de provecho”. No hay actitud peor que dedicarse a darle vueltas al asunto, continuarlo una y otra vez y hacer del mismo, un monstruo, al cual después no podemos sujetar. El trabajo es la actividad positiva, son las mejores soluciones para una mente atormentada. Si el asunto tomó perfiles demasiado angustiosos, un cambio de ambiente, un viaje y otras actividades, le permitirán ver “a distancia” el asunto y juzgarlo sencillamente. En eso consiste precisamente el bienestar que se experimenta en los viajes. O sea, que a distancia, las preocupaciones se ven en sus justas dimensiones. 2. - PROBLEMAS ACADÉMICOS Quizá el problema más común en esta área es la reprobación de algunas materias que resultan abstractas. Si el alumno se atrasa y no aprueba en la 2ª. Y 3ª. Oportunidad comienza a sentirse en desventaja y avergonzados con respecto a los nuevos estudiantes que vienen empezando vigorosamente desplazando a los displicentes. El miedo a x materia le hace resistente al aprendizaje y éste se torna superficial dado la angustia que experimenta al examinarse. Durante la adolescencia es habitual que los jóvenes cambian de actitud frente al estudio. Las motivaciones y los módulos personales de referencia por los que seguirá el adolescente van a cambiar y, por tanto, es probable que también se produzcan variaciones en áreas como el estudio


116 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar o la actitud ante la preparatoria. Durante la infancia, el niño buscaba apoyo y consejo en el núcleo familiar y este era el que ejercía un mayor control sobre su comportamiento; pero con la llegada de la adolescencia los deseos de autonomía impulsan a los jóvenes a alejarse de la dependencia familiar y dirigirse a grupos de amigos en busca de modelo, apoyo y reconocimiento personal. Es frecuente observar que cuando un muchacho se integra a un grupo escolar con un alto nivel de exigencia, los resultados mejoran, pero si, por el contrario, en el grupo no se valora (o incluso se desprecia) la obtención de calificaciones elevadas, el rendimiento disminuirá. Es probable que la capacidad de estudio en la adolescencia aumente y que se produzca un notario desarrollo intelectual que favorece la adquisición de hábitos de estudio y la aparición de inquietudes intelectuales basadas en la importancia del saber y del conocimiento. Surgen capacidades nuevas como la de concentración, la atracción por resolver problemas abstractos, se introduce ahora en el ámbito de las ideas. Aunque al reverso de la moneda nos dice que los jóvenes permanecen frente a los textos horas sin aprender nada. Algunos investigadores dicen que la causa de estas distracciones o ausencias se encuentra en que su atención se ha vuelto selectiva y ahora intensifica su dedicación a ciertos temas y relega a segundo término otros, entre ellos los estudios. El adolescente discrimina siguiendo el dictado de sus aficiones y reflexiones individuales. También ellos tienen mucha facilidad para ensimismarse inmunizándose respeto a la estimulación externa, su intensa vida interior resta interés al mundo externo. Si el nivel de conflictividad e inseguridad propios de la edad se intensifica por cualquier motivo es muy difícil que pueda dedicarle la debida atención a los estudios, ya que todas sus energías los dirigen a la resolución de sus problemas. Sin embargo, cuando los problemas académicos los agobian deciden enfrentarlos y se refugian tímidamente en la actividad intelectual, luego se dan cuenta que ésta les proporciona detalles interpersonales gratos, les resulta motivante pasar una materia, decirlo, hacer aspavientos; todo en él se torna alegre porque se dio cuenta que echar mano de su capacidad le reditúa buenos dividendos, por otra parte, este fenómeno natural que se registra en nuestras prepas, integra a los muchachos en un proceso conciliador consigo mismos e inteligente enfrentamiento a ese claro desfase entre los sistemas docentes y la ideología juvenil. Los profesores que trabajamos con adolescentes, básicamente, los que nos desenvolvemos en el nivel medio superior nos damos cuenta del proceso de socialización e integración que va ocurriendo con el joven preparatoriano. C. Sikezetmihalhyi, M y Larsen R. “Being Adolescent: Conflict and Growth in the Teen age years. P. 73 – 74 Ed. Basic Books, Inc. 1984 – NY. Muchas veces se trata de actividades pasajeras propias de la adolescencia, pero otras nos dejan perplejos, preocupados y conscientes de la necesidad de hacer algo por ellos.


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La queja más frecuente en el estudiante ante el psicólogo o consejero versa sobre dificultades para con el estudio. Si le añadimos las quejas de tensión, angustia y depresión – directamente relacionadas con la obtención de malas calificaciones o con el miedo de resolver mal su trabajo durante su curso – tenemos que cerca del 50% de los estudiantes que caen dentro del ámbito de la categoría de los problemas de estudios, de una u otra especie. La mayor parte de los estudiantes cuya atención real está muy por debajo de los potenciales intelectuales medidos por los “tests” y tablas sobre inteligencia innata. La severidad de los problemas presentados varía desde un grado muy moderado de morosidad a lo que hemos denominado “una mente cerrada”. Hemos encontrado que un tratamiento sumamente intensivo puede ayudar en este último caso, pero no es suficiente para derribar la punta de resistencia obstinada a hacer un trabajo asignado: resistencia que por lo común proviene del inconsciente y que el propio estudiante se niega a admitir tanto en su propia mente como en sus diálogos con el terapeuta. Es una paradoja que los estudiantes de altas dotes intelectuales y cuya motivación para utilizarlas parecen ser fuerte en la superficie, rindan tan poco en la realidad. “Las fuerzas que trabajan en el inconsciente, en la mayor parte de los casos, pero por lo común, se pueden aislar una o dos que predominan. Una vez delimitadas y conocidas, su efecto se elimina o supera, con lo cual puede lograrse un estudio mucho más efectivo y productivo”. No sólo las fuerzas inconscientes se oponen a la utilización de un potencial sólido algunas veces. El estudiante conoce conscientemente su desagrado hacia el curso que está preparando y con conocimiento de causa sólo estudia lo suficiente para lograr pasar la asignatura, o decide disfrutar los placeres no académicos de la escuela hasta ser desplazado a la fuerza por las circunstancias. Estos “flojos” obvios rara vez acuden a solicitar ayuda a una persona especializada. De todos modos, ocasionalmente buscan una excusa médica a su pereza y ello con la esperanza de continuar en la escuela superior bajo el pretexto de hallarse enfermos y necesitar un tratamiento antes que ser dado de baja por falta consistente de esfuerzo. Estos estudiantes simuladores son fáciles de descubrir y es importante que los identifiquemos. Alcanza a la administración una parte de la responsabilidad por la cantidad de excusas que los consejeros y psicológicos dan en defensa del estudiantado. Piensa, a veces que los médicos defienden la pobre actuación de los mismos con base a la enfermedad, es importante que el médico marque claramente que su diagnóstico tiene claro conocimiento de la existencia del estudiante perezoso. Cuando habla del alumno incapaz de estudiar por sus propios problemas emocionales cuida de distinguirlo en su propia mente de la que conscientemente hace burla de la educación y, en realidad, no desea ser ayudado. 3.- PROBLEMAS COMUNES Los estudiantes se quejan a menudo de tensión incontrolable e insomnio cuando tratan de estudiar lo que se les ha asignado. En la medida en que se empeñan en actividades no muy claramente estructuradas correspondientes a su escuela, se sienten más capacitados de alcanzar cierta eficiencia y productividad. Sin embargo, tan pronto como se disponen a escribir


118 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar o a preparar una asignatura, se dejan dominar por la angustia y han de posponerlo hasta tanto vuelvan a tomar ímpetu. Este intenso desasosiego es, muy corrientemente el resultado de alguna ansiedad que proviene de un problema presionante no necesariamente relacionado con su vida académica. Factores económicos, desengaños amorosos, enfermedad de algún pariente muy allegado, etc., pueden ser las fuentes de su inquietud y está dispersará sus energías y pesará sobre sus poderes de concentración a tal grado que lo incapacite para realizar cualquier estudio consistente. Con frecuencia dirá que aunque reconoce la presencia de “otro problema” se debe más bien a la materia que trata de estudiar, o a que es una manifestación de una perturbación emocional seria que afecta a su capacidad intelectual. El terapeuta consejero al concentrarse en sus pláticas con el estudiante en el problema y ahondar en él; estará facultado para presentarle la ayuda que precisa para tomar una resolución por sí mismo, o, cuando menos, a expresar sus sentimientos ocultos en el resultado de la disminución de su angustia al extremo de poder reanudar sus estudios con buen aprovechamiento. Conger, John, “Adolescencia”, Ed. Latinoamericana, México. 1980 p. 123 Ilustración Un muchacho, en posesión de un brillante historial estudiantil de promedios altos y envidiables calificaciones, experimentó súbitamente un desplome en ocasión de los exámenes indicativos, concienzudamente preparados. Entonces se averiguó que durante los primeros meses de su primer año había continuado trabajando bien con un promedio semestral que lo colocaba en los diez primeros de la clase. Al principiar noviembre, no obstante, sus profesores notaron que no atendía algunas clases y que no preparaba las demás. Muchos trabajos que se le encargaban los hizo mal y de mala gana. Sus calificaciones bajaron al nivel de su clase, no pudiendo explicarles que era lo que sucedía. Cuando se le interrogó por vez primera, sólo habló de sus dificultades en términos de los cursos que estudiaba, diciendo que encontraba el trabajo más difícil y que el material se presentaba en forma distinta. Creía que esto contribuía a su incapacidad para mantener sus buenas calificaciones. Planeó ir también a una Escuela Técnica con el deseo de completar sus estudios en tres años: creía que la presión externa que se impuso y los cursos adicionales que tomó para complementar los requisitos que se le pidieron para pasar las materias que debía y que tenía que ver con su problema a la hora de estudiar. En relación con otros problemas no emparentados con su trabajo académico, los negó manifestando que se sentía capaz de descartarlos en su mente y


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que estaba seguro de que no había por qué preocuparse por ellos. No obstante, una vez que fue presionado, los expuso en detalle, resultando que era una persona que le agobiaban sus problemas familiares y en especial la situación económica crítica. En general en esta etapa de transición muchos incidentes y detalles de la vida diaria hacen recapacitar al adolescente, pues cuando no ha adquirido la seguridad necesaria para un óptimo desenvolvimiento personal sus problemas se agrandan por ejemplo: En la adolescencia sigue demostrando ciertos comportamientos que denotan vergüenza que podríamos llamar timidez transitoria porque en esta edad el muchacho tímido tiene un agudo sentido del ridículo, aunque sueña con ser un protagonista de un papel brillante en ocasiones claves, aquí es cuando la conducta de estudio reemplaza esta actitud y el joven se distingue por sus logros. El individuo tímido se siente observado y juzgado, teme defraudar a los demás o que éstos hieran sus sentimientos, se preocupa por quedar bien ante los demás y es tanta su ansiedad por lograrlo que actúa con nerviosismo y torpeza. El joven tímido huye de las relaciones sociales porque teme al ridículo. Otro tipo de problema en la adolescencia se refiere a los inicios en el fumar y en el beber e incluso según el ambiente, serán los primeros pasos hacia una adicción en el consumo de otras sustancias como la marihuana, por ejemplo. Las motivaciones que llevan al joven a consumir este tipo de tóxicos pueden ser de origen social, psicológico, educativo, cultural, curiosidad, diversión, etc. Si la adolescencia se encuentra en una etapa de inseguridad y de búsqueda de identidad en que tiene la necesidad de poner a prueba sus posibilidades físicas y psíquicas, el joven desea descubrir nuevas sensaciones y tener nuevas experiencias por lo que su atracción hacia las drogas resulta explicable. Los jóvenes cuya formación infantil fue defectuosa se ven atraídos poderosamente buscando quizá superar sus inhibiciones o simplemente alcanzar momentos placenteros. El potencial ideológico de una sociedad es el que habla más claramente del adolescente ansioso de verse afirmado por sus padres, de allí los brotes de delincuencia juvenil al verse inspirado por estilos de vida que valgan la pena según su idiosincrasia adolescente. El joven espera la confirmación de sus amigos más que de sus padres o maestros, aunque también eso quisiera pues no le conviene tener problemas; en la jungla social de su existencia no puede sentir que existe, que está vivo si no reafirma su sentimiento de identidad. Aunque los adolescentes se ayudan mutuamente en esta época de la vida donde el cuerpo cambia de proporciones, la imaginación divaga, hay confusión de identidad; es cuando forman pandillas, se estereotipan a sí mismos, a sus enemigos, a sus ideales y se ponen a prueba frente a una diversidad de conflictos. Los investigadores de esta etapa de la vida como Juan del Ball y Erikson subrayan para un estudio más fidedigno la fijación de una terapia acertada, recurrir a la historia del joven, revisar los episodios recurrentes, verificar logros y rechazos en la etapa infantil para que haya una definición más cercana a su probable conducta ulterior.


120 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Los problemas que los adolescentes enfrentan y que la mayoría de los psicólogos coinciden son: sexualidad definida, estructuración total del yo desde el punto de vista psicológico y corporal, integración social, capacidad de selección vocacional, autocontrol y autosuficiencia, independencia corporal, integración familiar sensata, cordial y manejo ético de los valores adquiridos. 4. - DESCUBRIR SUS PROBLEMAS He aquí, pues, un buen ejemplo de la necesidad ineludible de ojear tras la pantalla de humo que presentan las quejas inmediatas hasta encontrar los problemas que, muy hondamente producen la angustia. El estudiante no necesita más apoyo durante su carrera, dentro y fuera de la escuela, pero estos interrogatorios ocasionales encajan de lleno mucho mejor dentro del tipo del consejo directo – con el terapeuta actuando como padre sustantivo – que el que se necesita en un principio, más interpretativo e indagador. Algunas personas son capaces de trabajar ardientemente en lo que sea, aunque no sepan que han de merecer recompensa alguna, sea ésta material o no. Para muchos estudiantes en cambio, una recompensa emocional de aprecio o afecto de los demás es el premio más meritorio por el cual competir. Más esto es ignorado a menudo. El estudiante piensa que quedará satisfecho con su propio sentimiento de gratificación íntima, resultado del logro de buenas calificaciones. Y así como es aplicable a algunos aquel proverbio afirma que “la virtud es su propio premio”, parece que la mayoría necesita una expresión de aprecio más tangible y real por parte de quienes son importantes para ellos. Los estudiantes que sienten que sus padres están tan embebidos con sus problemas intrínsecos que no guardan sentimiento alguno para invertirlo en la carrera de sus hijos tienden a desarrollar en su trabajo una sensación de vacío y disminuye su interés por los estudios. Suponiendo que el pensar de los jóvenes respecto a sus padres o parientes sea de resentimiento porque no aplauden sus logros o no los respaldan en sus problemas y no hay comprensión, debemos aprender que a través de su adolescencia se darán muchas situaciones de ésta índole sobretodo porque la sociedad en la que se desenvuelve no existe una demostración que pueda ofrecer a los adolescentes ideales para ser compartidas por sus padres en otros medios diferentes, que se subraye la autonomía como forma de independencia y que se aboque por la iniciativa como trabajo constructivo. Los jóvenes deben ser capaces de convencerse de que los que triunfan asumen junto con el éxito la obligación de ser mejores. La adolescencia constituye un regenerador vital en el proceso de la evolución social, porque, la juventud puede ofrecer su lealtad y sus energías por lo verdadero y por lo que juzga rescatable; por ello estoy de acuerdo con Erikson cuando afirma que la ideología es guardiana de la identidad. Según Towlwe D. Brooks en su psicología del adolescente el joven presenta en esta etapa, diferentes disturbios emocionales a medida que se descubre a sí mismo; él tiene dudas sobre su


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nacimiento y tiene que despejarlas, a veces cree que le engañan, que no lo tratan como se merece, de vez en cuando siente vergüenza por lo que se refiere a sus padres, al hogar, a su reputación o defectos de compararlos con los que admira, siente soledad y muchas ocasiones de nostalgia frecuentemente, no deja de ser vanidoso y egoísta y duda en muchas ocasiones de la creencia religiosa que le inculcaron sus mayores, muchos de ellos tienen la idea de que carecen de atractivos, sobre todo las muchachas, muestran muchas dudas hacia la educación sexual y se rebela contra las restricciones que para ella no son razonables, los brotes de indisciplina se tornan frecuentes. 5. - PRESIONES PATERNAS A quienes no han trabajado con esta clase de estudiantes afectados de trastornos les es difícil admitir que uno de ellos, que llega solicitando ayuda para vencer su incapacidad estudiosa, pueda querer en realidad otra cosa como faltar a sus obligaciones. Desde luego, desea todo lo contrario, en un nivel consciente, pero a pesar de sus fuerzas en busca del éxito y la excelencia académica, encuentra que no puede, simplemente, despertar el esfuerzo tendiente al logro de calificaciones satisfactorias. Cierta fuerza inconsciente sabotea, sin duda, su buena disposición. A menudo, en el curso de la terapia, la naturaleza de esta fuerza inconsciente emerge a la superficie y se hace evidente. Entonces, puede comprenderse la paradoja de “inteligencia brillante e intenciones excelentes pero sin resultados”. Parece haber dos impulsos principales inconscientes que socavan los logros estudiantiles. Uno de ellos es la repugnancia a ser lo que otra persona quiere que sean, en vez de una insistencia en el logro individual de acuerdo con la idiosincrasia de cada uno, incluso aunque signifique una pérdida de prestigio a los ojos de todos menos a los propios. El segundo impulso es rebelde y representa un desquite contra los padres, inconscientemente resentidos. Los adultos caracterizan la edad adolescente desde una óptica formal, bajo preceptos y cánones de una sociedad materializante y perfeccionista donde el joven se siente incapaz de asumir tal postura y se evade de diferentes maneras como inasistiendo a su escuela, abandonando el empleo, llegando tarde a su casa o aislándose en actitudes caprichosas e incomprensibles; el problema reside en que los enjuiciados de tales conductas, desconocedores de la dinámica adolescente lo tildan de manera inadecuada y hacen de ese ser humano un ente delincuente sumándose a ese grupo que están etiquetados como tales. En esta etapa el adolescente juzga según su ilusión chocando con el criterio adverso lo que produce un conflicto; se da cuenta que de lo que se dice y de lo que se hace dista mucho de la realidad, por ejemplo el cinismo de los adultos, su doble moralidad le dejan una gran interrogante, sobre todo cuando le juzga de novato para la realización o inserción en trabajos propios de los adultos, se le aísla y margina hasta que logra probar por méritos propios su eficacia. En la juventud hay retrogresión y detención ideológica retomándose ésta a conflictos infantiles porque allí es donde aprende a ser moral o sea a internalizar las prohibiciones de los


122 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar que le son significativos, sus conflictos morales continuarán en la adolescencia pero bajo un pensamiento ideológico. Ellos hacen alarde de morales negando toda autoridad y una posición antiautoritaria que condena el mundo adulto y conmina a no rendirse al sistema existente. 6. - CONFLICTOS FAMILIARES A veces, los estudiantes son empujados al fracaso como medio de lanzarse contra los padres, por los que sienten quizá inconscientemente, un fuerte resentimiento o antagonismo. Algunos estudiantes incapaces de oponerse directamente a sus padres por el medio de la argumentación o la desobediencia, encuentran la manera de expresar su rebelión reprimida bajo la forma del fracaso en los estudios. Para muchos padres es mucho mayor la humillación y dolor de ver a su hijo abandonar la escuela que no los que reportaría una rebelión abierta, cosa que el estudiante puede sentir inconscientemente y tomar el subsecuente desquite tan irracionalmente. Desde luego es lo que hiere mucho más al estudiante, a largo plazo, que a sus padres, no siendo el método de rebeldía que escogería por sí mismo. No siempre es posible, terapéuticamente, limitar la expresión de un antagonismo antipaterno reprimido. A menudo, se han de tolerar bastantes fricciones interfamiliares antes de conceder la suficiente libertad a esos resentimientos para romper la pauta del fracaso académico. Este tipo de fricción, de todos modos, se tolerará mucho mejor a largo plazo, por lo común que el fracaso continuo, y es mucho menos dañino para la futura carrera del estudiante. Gran número de alumnos tiene un profundo sentimiento de inferioridad justo bajo la superficie, que se resiste obstinadamente a los embates de la lógica. Así por ejemplo, alumnos que han contestado en forma excelente los tests de inteligencia y a los cuales se les han dado los resultados, pueden estar aún poseídos por un sentimiento de imperfección. Este sentimiento es a veces inconsciente y se manifiesta como abulia para desarrollar un esfuerzo total. Aunque aparentemente trabaja con aplicación, la verdad es que nunca hace un trabajo exhaustivo y sus calificaciones finales son mucho más deficientes que su real potencial de logros. Parece necesitar una excusa cada vez que se acerca un fracaso. En tanto pueda decir que no trató, nadie puede acusarlo de incapacidad. Prefiere que se le llame de cualquier manera y no torpe. Es difícil ayudar al que se aferra a estos sentimientos irrazonables de imperfección, y de conseguir que se sobreponga. Se originan, comúnmente, en actitudes paternas durante la niñez, actitudes que dan por resultado un sentimiento de deficiencia, innata en cierto sentido, y de habilidad menor que la de sus compañeros. La juventud rechaza con frecuencia a los padres y familiares, les da poca importancia porque él está en la búsqueda de individuos y acciones que le reconozcan.


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La juventud es sensible a cualquier sugerencia de que pueda estar irremediable determinada por lo que ocurrió antes en las historias de su vida. Esto podrá constituir identificaciones irreversibles en la infancia que privarían al individuo de una identidad propia. Cuando llega la adolescencia se da realmente la capacidad para una formación sistemática de síntomas; sólo cuando la función histórica de la mente está consolidada, las omisiones y represiones significativas pueden acentuarse lo bastante como para causar una formación de síntomas coherente y una formación caractereológica identificable. ¿Por qué el adolescente choca con sus familiares y los adultos? Aventurado una respuesta basada en los investigadores de la conducta adolescente, adelantaríamos que el adolescente busca una oportunidad de tener el consentimiento de los otros (sus padres) para decidirse porque quiere la oportunidad de ser definido. Cuando hay órdenes de sus mayores muchas veces no encajan con su mentalidad y al ejecutarlas teme hacer el ridículo ante sus padres, algunas o muchas ocasiones se ven obligados a obedecer ejecutando tareas que no están de acuerdo, aunque si hay química entre él y el adulto, y éste se las ingenia para estimular su imaginación hacia sus aspiraciones, entonces, depositan ciegamente su confianza en ellos. 7. - AGRESIVIDAD Los problemas de la agresividad ocupan el primer lugar en el rango en el estudio clínico neurótico. Freud explicaba este fenómeno situándolo en un plano libidinal de insatisfacción que conduce a cierto tipo de conductas agresivas complicadas y disimuladas ya que el individuo implicado tiene miedo de su propia violencia al igual que de su propio desdén. La agresividad se muestra casi siempre inhibida y se manifiesta por medio de sarcasmos, terquedad, indiferencia, ociosidad, indecisión o actos frustrados. Si los psicoanalistas sostienen que la frustración engendra la agresividad, es fácil comprender que el líbido y la agresión son dos movimientos elementales en la vida instinto- afectiva. Un grupo de psicólogos contemporáneos: Dollard, Doob, Miller, Mowrer, y Sears, sostienen que la agresión debería dársele un énfasis especial pues la conducta agresiva se ha entretejido en la tela de nuestra cultura con nombres como: hostilidad, odio, intimidación y animosidad. Ellos propusieron la hipótesis de frustración - agresión afirmando que la agresión es un acto de respuesta – meta, nociva a la persona o cosa percibida como responsable por la frustración. Esta hipótesis, formulada en términos psicoanalíticos sería: El ego maltratado y sin éxito, no se parece al ideal del ego del superego; y este castiga severamente al ego con sentimientos de inferioridad. El ego no puede neutralizar la frustración y liberarse de la ansiedad, alivia sólo sus sentimientos de inferioridad por medio de un mecanismo especial del ego: la agresión. El individuo, entonces, ataca, física o verbalmente, a la persona o cosa que supuestamente es responsable de la frustración. Cuando la frustración fomenta la agresión en contra de la persona o cosa responsable de


124 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar la frustración, el ego calcula riesgos y si el castigo es probable, el ego desplaza su agresión hacia otra persona o cosa conveniente pero potencialmente inofensiva, o cuando el responsable de la frustración no esté al alcance de un ataque directo. Para los jóvenes, los estudios y la agresividad son miembros de una ecuación y aquellos que dudan de su capacidad para controlar sus impulsos destructivos se encuentran inhabilitados por lo que se refiere al estudio, escribir o sumirse en un libro requiere tanta energía y gasto emotivo como la que se necesita para participar en una empresa física. Para quienes tenemos confianza en nuestro mecanismo de control, no existe problema alguno en hacer las cosas con entusiasmo, en cambio la participación entusiasta y espontánea les parece peligrosa a quienes temen perder el control. Los jóvenes que temen a sus impulsos de agresividad y que se sienten con espíritu destructivo y en peligro de perder su control, necesitan ayuda para comprender los mecanismos de éste que poseemos disponibles las personas. Con ella adquieren seguridad y confianza en sí mismos en gran medida. Necesitan obtener un mayor conocimiento de la naturaleza de sus impulsos. Cualquier estudiante que atraviese por una de éstas situaciones puede aprender a canalizarlo hacia áreas productivas sin ocasionar dolor o destrucción en sí mismos ni a los demás. 8. - ESTUDIANTES PSEUDODEPENDIENTES La adolescencia es un estado intermedio, toda la fuerza, devoción, coraje e ingenio de la juventud también pueden ser explotados por demagogos mientras que todo el idealismo retiene un elemento juvenil que puede transformarse en un mero pretexto cuando cambia la realidad histórica, si el adolescente se identifica con lo que él cree significativo y se inclina por x ideología entendemos el porqué de su entusiasmo y su procesos fundamentados en su perspectiva histórica. Por eso su pasado histórico sobrevive en los prototipos ideales y malignos que guían las imágenes admiradas y coloran los cuentos de hadas, la ciencia ficción, la superstición, las murmuraciones y las simples lecciones de la infantil carga verbal aprendida. La conciencia histórica de los jóvenes se ve invadida por los mitos, religión, política, cine, ficción, etc. Las respuestas y acciones de los jóvenes retratan su pensar así como repudian, confirman, renuevan, regeneran todo lo que aquejan al joven en épocas como la actual en donde el peligro armamentista, ansiedad por los traumas infantiles típicos, el tema existencial, viene a provocar dudas profundas y severas limitaciones. La juventud en esta etapa del yo activo, selectivo, está a cargo de una estructura social que lo capacita para ello le concede a un determinado grupo de edad el lugar que cree necesario, considera bueno sólo lo que funciona y se siente aceptado sólo si las cosas funcionan, manejar y ser manipulado puede convertirse en el placer y en el valor predominante para él, necesitan sentir que pertenecen a una clase especial (ocupación, tribu, nación, casta, familia, tipo) cuyas insignias usarán con unidad, o convicción y dependencia contra todos. En los países de habla inglesa es muy común acudir al consejero para solicitar ayuda u orientación a fin de solucionar conflictos que surgen en la escuela, en la familia o en el trabajo,


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refiriéndose éstos a problemas académicos, vocacionales u otros; esto no quiere decir que esta instancia es la panacea de todos los males o que los estudiantes se tornen dependientes y no lleguen nunca a mostrarse autosuficientes, recordemos, dice Erikson que la conducta juvenil es inspirada por el vigor de una nueva era como retrogresión en la medida que para insistir en simplezas desgastadas y en mostrar regresiones sorprendentes. El grupo de amigos que respaldan a sus padres facilita al adolescente medios de resistencia colectiva contra la fiscalización de los adultos en general y contra la dominación de sus padres en particular, la lucha del adolescente contra la autoridad de sus mayores se sostiene mucho más efectivamente como miembro del grupo de iguales de lo que sería sin tal apoyo. Los amigos siempre constituirán un núcleo de apoyo para aquellos estudiantes que se muestran indecisos y provisionalmente independientes que al formar un grupo de iguales no es la única fuente de apoyo psíquico durante la adolescencia. Estas asociaciones extra familiares con sus iguales son muy importantes porque aceptan invariablemente las normas de sus compañeros de edad y al ser aceptados por ellos logran una identidad social que le da seguridad. Existe otra categoría de estudiantes que representan un problema académico. No tiene la tenaz determinación pero creen que no están haciendo todo lo que podrían fuera de la escuela y que estarían en mejor situación con uno o dos años alejados de los estudios en los que pudieran seguir sus propias inclinaciones. Para muchos de ellos es una decisión difícil de tomar, y muy seguido viene o son mandados al orientador para ayudárseles a formar la idea. A veces toma varias sesiones y un largo intervalo para que comprendan qué es lo más conveniente que podrían hacer. Para muchos tomar una buena decisión es de lo más complejo y agradecen que se les ayude en ese aspecto. Este tipo de estudiantes se distinguen por el rasgo distintivo de una fuerte repugnancia a buscar y aceptar cualquier ayuda para resolver los problemas básicos que se ocultan detrás de sus dificultades académicas. Por esta razón, sólo buscan la atención del consejero cuando están a punto de dejar la escuela y, muy a menudo, por indicación directa de la oficina del secretario académico o de algún miembro de la escuela. Es característico de este grupo el no adolecer de ningún otro tipo de dificultad. No son extravagantes ni violan las reglas oficiales. Con frecuencia aparecen solitarios e introvertidos, casi carentes de toda actividad social, y habiendo tenido muy poca interacción. Bajo observación clínica se expresan con soltura, agradecidos por la oportunidad de discutir sus dificultades que, en el caso de muchos, no se atreverían a exponer por sí mismos. Es característico en estos estudiantes, un alto grado de intelectualidad heredado de su procedencia de familias prominentes, profesionales de este rango, o de otra que aún sin serlo poseen altas aspiraciones para sus hijos. Han merecido calificaciones envidiables y han sido firmes promesas en la escuela. Tienen acusados rasgos obsesivos – compulsivos en su personalidad y están sujetos a frecuentes disposiciones de ánimo depresivas. Parece que sufre considerable angustia, no sólo relacionada con el trabajo sino también con sentimientos de confusión sexual.


126 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar De todos modos son por lo común pacientes con su constante angustia. Tienen una colección muy ambiciosa de metas y es extremadamente difícil para ellos concebir conscientemente la posibilidad de alternarlas según su capacidad real. Como grupo responden bastante bien cuando se les orienta adecuadamente. Intentamos establecer relaciones, aunque sean tenues y breves con estos estudiantes, no tanto para prevenir su partida de la escuela sino con la esperanza de dotarles con algún conocimiento sobre los determinantes de sus dificultades, de manera que su alejamiento pueda convertirse, en última instancia, en una experiencia significativa y constructiva y no en un mero fracaso. Intentamos, especialmente, puntualizar el modo en que su pedido de independencia impida su búsqueda de ayuda en otros hacia la solución de sus conflictos. Debe remarcarse que estos estudiantes, prometedores, llegan a ser buenos si les da el tiempo y la oportunidad de resolver sus problemas durante un lapso lejos de la vida académica. Es considerable el número real de muchachos que por propia iniciativa deciden abandonar la escuela. Factores tales como los promedios, síntomas previos de inestabilidad emotiva, historiales de divorcios o separaciones de familia, y los tipos de escuelas secundarias a las que asistieron. “Una tal restricción emotiva puede explicar su ruptura con la escuela en términos de su falta de capacidad para verse envueltos emocionalmente en cualquier actividad incluso la escolar, o es posible que sea el resultado de haber pasado por test justo antes de irse, cuando ya se han sacudido el polvo de la escuela”. Esta falta de emoción e interés árido en los hechos de una actitud conocida por los psicólogos como anti-intracepción. Estos muchachos que abandonan la escuela no miran en su interior, es más, no parecen ser capaces de atacar sus sentimientos por cualquier objeto interno. A menudo son sólo felizmente indiferentes, viven vidas autosuficientes. Desde luego, jóvenes tan imperturbables pueden abandonar las aulas con un mínimo de sentido de pérdida. En apariencia sienten poca culpabilidad, al igual que sentido de fracaso, simplemente se van. Una teoría que sugiere señala que los verdaderos intereses de estos estudiantes se encuentran en cualquier lugar. La escuela puede ser sólo “aquél donde no viven”. Es verdad que no están vacíos de recursos. Su conducta revela lo que no son y su capacidad de simples cifras emotivas e intelectuales. ¿Dónde viven? A veces, puede que en su casa. La realidad es que la escuela pida un nuevo yo. El papel del “hombre de escuela” puede ser incompatible con el papel temprano de protector de la familia o religión. Un tipo importante de alumno de los que se marchan tiene una mística de clase baja que sólo comprende la necesidad de aprender un oficio y para quien el papel de labrarse una educación es del todo incomprensible.


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Más a menudo, de todos modos el test clínico y el proyecto sugieren que el muchacho está de acuerdo con la urgente tarea del desarrollo en la adolescencia, tomar su lugar en el universo correcto. Esta tarea tiene dos mitades: Gordon S., Everly K. “El aumento de la autoestima en los estudiantes vulnerables”. Impar 85-8-U. Press Universidad de Syracuse. 1985. Una concerniente a la identidad personal, el desarrollo de un yo adulto fuera del abanico de posibilidades que se le presentan al post-adolescente. Este es el problema de la “crisis de identidad”. La otra mitad es definir el mapa cognoscitivo del universo de modo que cuando se desarrolla el Yo tenga un lugar en qué estabilizarse. Esta vertiente del problema origina el maduro interés del adolescente en sus abstracciones y conceptos absolutos. Dios, la crisis económica, la creatividad, lo bueno y lo malo, la evolución, la autoridad y toda una serie de ideas que encierran algo importante, personal, para él. Al escogerlas, escoge su Yo. Sobre este aspecto de su tarea de desarrollo no se hace el hincapié necesario en la literatura psicodinámica; consejeros y psicólogos, a menudo, tienden sobrevalorar las relaciones humanas y a subestimar la importancia de la comprensión puramente cognoscitiva de la naturaleza de las cosas. 9.- EL PROBLEMA DE LA SOBREEXITACION EMOCIONAL O INTELECTUAL. El desarrollo del yo usa los poderes psicosexuales del adolescente para exaltar sentimientos de estilo y de identidad, muchas veces los estudiantes se sienten distintos, curiosos, nerviosos, inestables y claro le echan la culpa a cualquier problema, lo cierto es que las presiones autoritarias, la búsqueda de su identidad y la maduración genital largamente demorada es una fuente incalculable de energía pero también los efectos de su psique, el proceso de desarrollo en la búsqueda de sus objetivos personales son muchas veces lo que provocan impulsividad a veces incontrolable que le lleva a una frustración que le acongoja, le irrita y tarda en salir de ese estado. En la juventud la fuerza del yo emerge de la confirmación mutua del individuo y la comunidad, el sentido de que la sociedad reconoce al individuo joven como el portador de energía nueva, casi, podríamos decir que se acostumbra a esos desplantes, a esos cambios de emoción, a los desplazamientos de energía hacia actividades inútiles o a la adquisición de hábitos perniciosos que le llevan a realizar sus responsabilidades por vías más fácil también la pigricia se posa generosa en la personalidad adolescente y a veces persistente. De todas formas estos individuos la sociedad los reconoce, los arropa como un proceso viviente que inspira lealtad y que recibe, no importa sus destellos en los cambios de vitalidad el joven guarda fidelidad, respeta la confidencia del mismo modo que la exige por ello sus fraudes académicos son secreto de estado. La fidelidad que se da en todos estos trances ya sea abiertamente o encubierta porque representa la virtud y la calidad de la fuerza del yo adolescente, pudiéramos decir que es algo así como la herencia revolucionaria


128 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar del hombre, con frecuencia se encuentra escondida en una confusa combinación de cambiante devoción y súbita perversidad, aquí es cuando se descubre una búsqueda de cierta durabilidad en el cambio, ¿dónde? Yo creo que en la sinceridad, la obediencia de los relatos, en la imparcialidad de las reglas de juego en la autenticidad de la producción artística, en la legitimidad de las convicciones y la confiabilidad de sus compromisos. Creo que en la escuela preparatoria es un círculo de convivencia donde los muchachos curiosean y observan, se dan cuenta de sus obligaciones y sus derechos, rechazan lo que les perjudica o se animan subrepticiamente a cometer actos delictuosos que de alguna manera les resuelve problemas con sus padres, aprenden a convivir, a integrarse en forma distinta a la familia; es en la preparatoria donde se viven procesos de socialización, identificación, pertenencia, juego de poder; los patrones de relación con maestros y compañeros reafirman su personalidad interior. Hay estudiantes “sobreexcitados”, “nerviosos”, “temperamentales”, cuyo estado físico y mental les impide no solamente aprender y memorizar sino hasta permanecer con sosiego en las clases. Se les mira diariamente desarrollar una multiplicidad de ocupaciones y actividades, que realizan “a todo vapor”. Estos estudiantes carecen de serenidad para concentrarse y estudiar. Es una ventaja disponer de tanta energía, pero es conveniente controlarla y encauzarla metódicamente, sobre todo en las tares del estudio, ya que de otro modo vivir así es como correr sobre un caballo desbocado. La primera condición para normalizar una vida enteramente dispersa, es volver a organizar el tiempo desde antes de lanzarse a tantas actividades inútiles o por lo menos sin rendimiento eficaz. En consecuencia, debe llevarse una agenda, libreta de apuntes u hoja de papel en la cual se apunten metódicamente todas las actividades que el individuo se propone hacer. Después, inmisericordemente, tachará aquellas que no tengan coordinación o carezcan de importancia para dar mayor énfasis a lo trascendente. PROBLEMA: No-aprendizaje por excitación Yo creo que aquí encaja lo que Erikson llama la moratoria psicológica período en el que el joven puede dramatizar fingiéndose niño o adulto, la auténtica moratoria proporciona tiempo extra para valores intemporales. Los jóvenes líderes de hoy, transitorios, declaran que el mundo que está más allá de la juventud es completamente vacío e indefinido. Algunas ocasiones se revela pero no se da cuenta que toma prestados roles de las revoluciones pasadas pero sin consolidarse con ellas. Se vuelven perversos y tratan de alejarse de la familia y de la escuela, todo lo tratan de resolver por medio del retraimiento, del aislamiento, conspiran contra todos y es cuando buscan estar inmersos en grupos delictivos o sea aquellos que al igual que ellos repudian las autoridades oficiales si no se une a estos tipos de grupos se aísla porque siente aversión a la existencia de tales y hacia sí mismo.


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Cuando este tipo de muchachos delinquen son tratados muchas veces en forma equivocada porque no hay manera de influenciar a las autoridades en el uso de la terapia adecuada, su etiquetación y correcciones lo empujan hacia la delincuencia por eso el alto índice de criminalidad porque los jóvenes en plena fase de formación de identidad la sociedad los orilla a sobreexcitarse y decidir visceralmente. 1.- El estudiante concurre a la escuela pero no pone atención a las explicaciones. 2.- Asiste a la biblioteca pero no obtiene ningún provecho. 3.- Visita a sus amigos en busca de apuntes pero solamente pierde el tiempo. 4.- Permanece muchas horas dentro de su hogar pero no encuentra “su sitio”. 5.- Compra o pide prestados libros, pero no los lee. 6.- Existe en el estudiante una corriente de dinamismo y fuerza, pero mal encausada y desaprovechada. Hay también la falta de aprendizaje por inhibición, contrario al caso anterior de excitación. “Soy perezoso, abúlico, apático e indolente” Me digo que tengo “flema”, temperamento, filosofía, pero la verdad es que parezco “una llanta de carro, reventada”. No pueden darse en este caso soluciones definitivas, porque cada persona, en cierto modo, posee un temperamento, una condición física, un medio ambiente y una situación especial. Generalmente, este tipo de estudiantes han llegado a grados superiores debido al esfuerzo de los padres y maestros, que lentamente van apuntalando las subidas, pero en realidad, la persona no ha hecho nada por sí mismo para llegar a controlar la situación. Los más frecuentes es que, por simple costumbre, sigan pasando de un grado a otro, debido a su talento. Algunas veces así como de pequeño se valió de su apatía para mantener los nervios excitados y la atención de las madres, han mantenido de adolescente esta situación, como una protesta o como una situación que explota en su provecho. Poco puede hacerse con este tipo de individuos semiparásitos. Sin embargo, debe existir entre ellos un poco de voluntad para marchar adelante con dignidad y no a pequeños tirones, lo cual exige precisamente seguir la actitud contraria al caso anterior.


130 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar 10.- MATERIAS AVERSIVAS El aprendizaje moral así como la responsabilidad como preparación para el futuro subrayado tradicionalmente y autoritariamente en la infancia y en la adolescencia así como la consolidación ética representan tareas que deberían cumplir los humanos en su fase de desarrollo e integración. El aprendizaje académico muestra fallas en la conjugación de las facetas de enseñanza y aprendizaje, regularmente el alumno asocia al profesor con una imagen grata o aversiva si la imagen desagradable persiste porque el profesor no es capaz de desvanecerla entrará en conflicto con los adolescentes referentes a dispersión de la atención, disciplina lagunas mentales y al final el muchacho rechazará la entrada de tal conocimiento a su mente; requiere de afrontar el problema pero con la participación amable y comprensiva de la que tenga más experiencia, en este caso el maestro que se encargaría de correlacionar la emotividad y canalizar convenientemente también se deba abandonar ciertos cánones de los adultos hacia los jóvenes para ayudarle a reforzar o abandonar un pasado vergonzoso o desconcertante, para que el joven pueda experimentar logros, ideales, y sea sujeto de confianza. No se puede negar también que algo ocurrió respecto a cierta materia aversiva, en la historia del muchacho, hubo conflictos maestros – alumno, padre – hijo o irritación desastrosa con sus pares, esto contribuye poderosamente a que el muchacho se bloqueé. Aquí es donde el consejero entra para ayudarle a solucionar sus conflictos respaldándole en su afán de elevar su autoestima y refuerzo de su yo porque toda acción del consejero con sus alumnos en la que inevitablemente intervienen aspectos afectivos y axiológicos de manera natural le llevan a identificarlo como una figura alternativa, neutral, confiable, experta, capaz y preparada para alentarlo y sacarlo de ese atolladero. “A mí me indigesta la historia o la geografía o las matemáticas. Sin embargo debo estudiarlas para pasar”. Tal vez esta antipatía no sea necesariamente a la materia, sino al maestro, al ambiente o a simple autosugestión. La simpatía proviene también de la falta de preocupación en esa materia, desde los grados inferiores, así es que se tiene que volver a repasar empezando por los fundamentos de la asignatura. En la vida necesitamos, por obligación salvar ciertos obstáculos para poder seguir adelante. Por ejemplo: someternos a una intervención quirúrgica, ingerir un purgante, saludar a una persona que no nos agrada, admitir nuestros errores y demás; sus condiciones que, en un momento determinado, aparecen como vitales, o pasamos o ahí nos quedamos para siempre. En consecuencia debemos dejar de lamentarnos por ello y ¡adelante! 11.- LA INFLUENCIA EXTERIOR Y EL ESTUDIANTE INFLUENCIABLE Yo creo que la sociedad actual está constituyendo un adolescente muy especial. Los medios de comunicación (tv, radio) los van conduciendo hacia una mentalidad hedonista y consumista


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favorable a los explotadores que confunden u orientan al adolescente pero no cabe duda que están llenando su mente con una visión muy peculiar de las guerras, las amenazas, los cambios estructurados en la organización de algunos pueblos, armas nucleares, polución, hambre, miseria, discriminación, fenómenos políticos, económicos, asesinatos, violaciones, depravaciones, etc. De allí que los modelos televisivos, sobre todo en las películas norteamericanas les infunden atracción (gánster, jefes de pandillas, héroes y heroínas valientes y fuertes) los jóvenes toman nota de su actitud, de su vestimenta, de su verborrea de su actividad y tratan de imitarlos. No obstante debemos reconocer que los muchachos aman y siempre están en actividad, esto es una exuberancia natural, ese estar en constante locomoción se comprueba en su inclinación en deportes, baile, uso y abuso de los animales, máquinas veloces, defensa personal, juegos violentos y cuando no logran incluirse buscan combinaciones en grupos pequeños que están ocupados en juegos serios, en tonterías bien intencionadas, en travesuras crueles y belicosidad de tipo delictivo. Es el automóvil el símbolo de nuestra tecnología y el prototipo de la juventud moderna a la que aspiran y sueñan sobre todo cuando se apoyan en películas motivacionales donde la velocidad y destreza se unen a una mezcla de sexualidad, violencia y furor que los jóvenes hacen suyos. La parte positiva es que el automóvil los motiva hacia el desarrollo tecnológico por eso intenta conocer y cuidar máquinas, sugiere modificaciones y respeta a los que ya superan esta etapa. Cuando la juventud no se ajusta o no disfruta de la tecnología explota en un movimiento desordenado. La función de la adolescencia en la sociedad y en la historia se basa en los procesos de identificación con personas significativas y con fuerzas ideológicas que se hacen cargo de la fuerza o debilidad juvenil. “Hay un grupo de compañeros, a quienes considero lo más inteligentes, que parecen despreciar la vida metódica y rutinaria. Ellos concurren con frecuencia a los billares, pasan largas horas en las esquinas o en los automóviles de los amigos y algunos hasta ingieren bebidas embriagantes. No sé cómo le hacen; pero lo cierto es que han logrado salir adelante en los estudios. Yo me siento atraído hacia ese tipo de vida, los admiro mucho y pienso que a veces ellos tienen razón y es una tontería que yo desperdicie mi juventud o mi vida como si fuera un viejo, estudiando y preocupándome constantemente.” De verdad que tiene razón; este asunto es uno de los problemas de la juventud de mayor trascendencia. Solamente podemos tratar de convencerlo con algunas opiniones y escueta realidad; pero, desgraciadamente en este asunto su decisión será la única que cuenta para orientar la vida. Es decir será inútil que nosotros nos empeñemos en decir algo que el estudiante juzga de antemano como inadecuado, torpe, pasado de moda u otros adjetivos que no queremos consig-


132 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar nar aquí. Es decir, que aquí está en juego su propia inteligencia para juzgar y que los resultados caerán también en él obligadamente. La influencia educativa no termina en la universidad. Por ello urge hacer entrar el mayor número de veces que se pueda en las Sesiones de Consejería, ayudarles a examinar sus actos, enseñarles a confesarse a sí mismos su conducta, a observarse: en suma, a vivir moralmente y sugerirles, como consecuencia, un papel moral por medio del sentimiento, de la emoción y sobre todo, la elocuencia, las funciones dramáticas, las exposiciones, las fiestas, los museos, todo debe ir hacia allá, y todo debe ir fortalecido por reuniones formales con maestros expertos en Relaciones Humanas. ¿Cómo podremos orientar expresamente a los alumnos de manera que las actitudes, la visión y la conducta que adquieren contribuyan a su propio bienestar y al de la sociedad? A pesar de que hace mucho tiempo hemos reconocido que las escuelas deben enseñar algo más que hechos e ideas, como señala Edgar Dale; “los educadores hemos venido aprendiendo el cómo podemos ayudar al alumno a comprenderse a sí mismo a comprender también sus motivos, metas, de manera que esté mejor capacitado para elegir más inteligente y democráticamente su futuro.” La educación en relaciones humanas ayuda al alumno a lo anterior, y a comprender a los demás igual que a comprenderse a sí mismo. Fomenta su comprensión de los motivos y metas de los que lo rodean, ayuda a que los muchachos entiendan a las muchachas y que éstas los entiendan a ellos. Ayuda al individuo a aceptar diferencias: las diferencias de talento, de capacidad, de emoción, de raza, de religión, de legado cultural y demás cuestiones con ello relacionadas. Muchos de los más grandes problemas del estudio parten de la desorientación. Con ser muy encomiable la orientación vocacional, es menester que el estudiante sepa conocer sus propios caminos, tener la responsabilidad de tomar una actitud personal y vigorosa frente a la vida. Dale, Edgar. “Audiovisual Methods Inteachirs”, Reverté México S.A., 1964 p. 429 Cuán lamentable es escuchar a los jóvenes culpar a sus padres, maestros, orientadores y, en general a cualquier persona e institución en quienes quieren descargar su responsabilidad. 12.- LAS ACTITUDES EXTREMISTAS En cierto modo este es un asunto relacionado con una desordenada actitud ante los estudios y falta de buenos hábitos. Siempre será más fácil la línea del menor esfuerzo, pero ella generalmente conduce al fracaso. Los estudiantes han llamado, en un lenguaje muy particular, a las actitudes más frecuentes entre los alumnos, con los nombres de matados, macheteros y aventados.


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Son los primeros, los que estudian obsesivamente, de tal manera que corren el peligro de fatigarse demasiado pronto, sin dar primacía a sus estudios, por no tener el talento de administrar sus energías a pausas bien aprovechadas. Los “macheteros” son estudiantes nerviosos que repasan una idea una y otra vez, pero nunca tiene la sensación de seguridad. Tampoco es aconsejable esta situación, porque el buen estudiante debe ser equilibrado, sereno y alegre. Los audaces son llamados “aventados”, no estudian y se confían demasiado en su suerte o en aprovechar circunstancia que los favorezcan. Son ellos precisamente los que forman esas “élites” de estudiantes brillantes, pero que pocas veces logran terminar con éxito sus estudios. S. Freud subrayó que la sociedad actúa como supresora de la individualidad y el intelecto, controla los medios y estimula los blancos de la violencia, se pronunciaba por la supremacía del insight. La orientación psicoanalítica del yo, ha venido a estudiar aquellos procesos sociales adaptativos que deben proteger y apoyar el desarrollo del yo en la infancia y proporcionar fuerza y dirección a la identidad adolescente. En épocas de confusión ideológica y marginalidad de identidad extendidas puede incluir no sólo tendencias rebeldes sino también desviadas, delictivas y autodestructivas, dice E Erikson el hombre es un animal mentiroso, simplemente porque trata de ser el único sincero; tanto la distorsión como la corrección forman parte de su equipo verbal e ideacional. Para obtener valores estables debe absolutizarlos, para tener un estilo propio debe creerse el rey del universo. 13. - CAMBIOS DE ACTITUD, LAS REACCIONES NEGATIVAS Los adolescentes de hoy y del futuro luchan por definir nuevos tipos de conducta para aplicarlos en sus vidas, a veces cambian su laboriosidad por su eterno hedonismo en un tipo de disentimiento caracterizado por la negativa de concluir la etapa de identidad bajo condiciones adultas. Los hechos cognoscitivos establecidos por Piaget dice que la juventud piensa ideológicamente con una combinación narcisista y egocéntrica. Erikson dice que este tipo de conducta es inspirado por el vigor de una nueva era aunque parezca irónico pero se inmerge en un proceso retrogresivo en la medida que parece insistir es simplezas desgastadas, en pereza y regresiones sorprendentes y que tales actitudes, imágenes y vocabularios de la actualidad transmiten ideales de identidad, personalidad, y eficacia aunque


134 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar difíciles por las formaciones educativas, familiares, idiosincrasia y las complejidades tecnológicas legales y burocráticas. Piaget reconoce en la juventud la capacidad para apreciar que cualquier proceso puede entenderse cuando se retrocede en sus diversos pasos y de este modo se lo invierte en el pensamiento. Los jóvenes deben tener en cuenta que aprender es progresar y que, para ello, se requieren hábitos positivos, que nos defiendan de las temporadas de pereza o de abulia. En muchas ocasiones un pequeño fracaso en la escuela, ocasiona que el estudiante se desanime; pero es necesario aprender que la vida no es una serie continua de triunfos y que hay que ser fuerte, cuando se fracasa o se recibe una observación del maestro. También es necesario tener en cuenta que el crecimiento y el desarrollo físico, plantean problemas psicológicos y biológicos, todos ellos normales y naturales, propios de la adolescencia y de la juventud. Los estudiantes deben saber que ellos son los que más pierden dejando de estudiar; su obligación fundamental es superarse y ser mejor cada día. Si se siente aturdido, incapaz de dejar los conocimientos en su memoria, descansar un poco, le harán meditar en su responsabilidad y recordar como la curiosidad y el amor el estudio le podrán generar situaciones placenteras, de tal manera que le hagan trabajar con entusiasmo. En unos cuantos días se recuperará mentalmente y verá que su capacidad para asimilar los conocimientos se desenvuelven magníficamente y con cuánta rapidez recuperó el tiempo que dedicó al descanso, Además, es conveniente que en esa breve temporada de asueto, se analice y haga un balance de su actuación para que encuentre la razón de su pasajero desinterés por el estudio. Existe el tipo de estudiantes que se deja influenciar por otros que tienen como doctrina no hacer ningún esfuerzo y pasar la vida en la forma más negligente y divertida posible. Entre estos estudiantes que influyen en los demás – y que a su vez han sido influenciados por otros, hay muchos que sostienen el argumento de que ha habido grandes “genios” en ciencias y en las artes que han llegado a serlo, no obstante haber sido malos estudiantes. Además entre esos mismos estudiantes no falta quienes prediquen rebeldía contra todo argumento y disciplina. Es natural que en todo conglomerado humano haya personas proclives a un sentido anárquico de la vida, a quienes enferman el orden de la vida y el esfuerzo creador coordinado. 14. - SITUACIONES PELIGROSAS La juventud es conducida a creencias en las que las fronteras entre las travesuras y la delincuencia, la aventura y el drama político son regularmente difíciles es definir y discernir; en los líderes, la histeria y el histrionismo se mezclan con el auténtico carisma; las acciones de los jóvenes son siempre en parte y por necesidad reacciones a los estereotipos sostenidos frente a ellos por sus mayores.


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En cada individuo existe un potencial; una adolescencia intensificada una fase crítica marcada por la exasperación recíproca del conflicto interno y la desorganización social. Parece ser disidente a la inversa, es decir, demasiado enfermos para el malestar de moda de su tiempo, demasiado aislados para el disentimiento común pero demasiado sensibles para la simple adaptación. Durante esta etapa parece experimentarse fuertemente y de modo pasajero una autotrascendencia a veces precoz como si hubiera que mantener una identidad pura, libre de complicaciones psicosociales. Creo que debemos recordar que la rebelión juvenil se ubica en la pasividad y actitud dependiente, desafía a todas aquellas instituciones existentes que monopolizan los procedimientos de aceptación juvenil al cuerpo principal de la sociedad. Estas confirmaciones, graduaciones e inducciones han intentado siempre unir la profecía juvenil con las imágenes del mundo existentes ofreciendo una variedad de ritos caracterizados por estados especiales de difusión ceremonial del propio yo. De momento es muy atractiva cualquier diversión; mas se debe tener en cuenta que hay diversiones peligrosas que pueden llevar a cometer faltas graves y aún delitos. Se debe procurar elegir bien a los amigos, para no caer en situaciones de riesgo en formas de conducta que pueden llevar a fracasos definitivos. Es una fábula el que los “genios” logren serlo sin estudiar. Se puede tener talento, inteligencia extraordinaria, pero ella de nada servirá sino se adquieren los conocimientos suficientes para hacer las cosas bien. Por “genial” que sea un individuo, será absolutamente incapaz de crear o inventar nada, si no domina los conocimientos necesarios. En cuanto a la indisciplina y la rebeldía a los reglamentos y a los horarios y al cumplimento de las tareas, el estudiante debe pensar que quien sufrirá las peores consecuencias será el mismo. Las leyes, las normas morales y la disciplina escolar, han sido creadas para la protección individual y la colectiva. Por lo tanto, cuando el estudiante desobedece a sus maestros, prepara el camino para abandonar la escuela por sus propios pasos y, si persiste en esa conducta en el medio social en que vive, corre el riesgo de alejarse de su familia y, más tarde de no ser aceptado en otros medios, tales como los centros de trabajo, las agrupaciones técnicas e intelectuales y la sociedad misma. No parece correcto aceptar influencias o presiones de quienes son rechazados institucionalmente; pensar que porque alguien que jamás fue a la escuela pudo amasar una gran fortuna sea la regla general; por el contrario, esos casos son la excepción. Miles y miles de estudiantes han fracasado, por ilusos o rebeldes, y no tiene usted porque formar parte de la suma de fracasados que interrumpen sus estudios. Hay que ver quienes han salido de la escuela antes de tiempo. Los cuales están esclavizados en tareas de poco rendimiento económico y escasa jerarquía y ver también cómo otros han caído en el vicio. Su mejor protección es el estudio.


136 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Si un estudiante se ha estado sintiendo “genio”, tiene que poner en juego su inteligencia y su voluntad y no dejarse guiar por las baladronadas de sus compañeros “supersabios”. Con razón, el doctor Francisco Larroyo, quien fuera director de la Facultad de Filosofía Letras de la UNAM dice, en su libro titulado Pedagogía en Enseñanza Superior: “La leyenda romántica del estudiante holgazán, travieso y juerguista, es seductora como motivo de sainete o novela ligera; pero está ya caduca. En algún tiempo quizá –cupiera aunque lo dudamos – el estudiante profesional, vivo de inteligencia, pero irresponsable que gusta de placeres fáciles y aprendía el curso con alfileres durante los dos últimos meses... ahora no cabe”. Efectivamente los tiempos han cambiado. No vivimos ya en época de improvisaciones. El profesional, el maestro, el técnico, el obrero, el campesino, debe saber muy bien lo que hacen, porqué lo hacen y con qué lo hacen; y en la vida de México actual no tienen cabida los ignorantes. 15. - PROBLEMAS AMOROSOS El amor adolescente dice Erikson es un intento de lograr una definición de la propia identidad, proyectando sobre todo la imagen difusa de su yo, que así se ve reflejada y establecida gradualmente, por ello la mayor parte del amar de los jóvenes se traduce en conversación y podríamos afirmar también que este sentimiento constituye una manifestación característica en las dudas del adolescente sobre su identidad; sus amoríos tienen por objeto llegar a una definición de su propia identidad. Rank ha hecho notar que el adolescente no se atreve a establecer vínculos amorosos estables porque teme perder en ello parte de sí mismo y de su recién conseguida libertad. Todas las manifestaciones ordinarias de amar satisfacen al yo, todas proporcionan al joven un sentimiento de seguridad y todas satisfacen algunas de sus principales necesidades. Las experiencias más simples como la conversación y el deseo constante de compañía mutua no causan daño psicológico, al contrario es una ayuda para que el adolescente deje un poco su mismidad y se interese en el mundo circundante y así disipe su egocentrismo. Si hablamos de amar, tiene que haber un involucramiento sexual y la educación sexual tiende a liberar el sexo tanto del peligro de las inhibiciones como de la intromisión que haga desviar y perturbe todas las demás actividades necesarias. Es decir los adolescentes logran suficiente equilibrio emotivo que fundamenta su carácter y su personalidad. Esta etapa culmina con la formación de la identidad sexual. Aquí los procesos predominantes son la renovación del complejo de Edipo (Freud) y sus conflictos, así como la desconexión de los primeros objetos de amar infantiles; esto en la renuncia al objeto incestuoso y el abandono de las actitudes bisexuales y narcisistas, para hacer posible la orientación hacia el objeto heterosexual. La consolidación de la adolescencia es un proceso de estrechamiento, limitación y canalización, y nunca de simples alternativas. No podemos por tanto, hablar de soluciones a problemas amorosos, tensiones y desequilibrios, sino más bien, de su desorganización de acuerdo con pa-


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trones o sistemas. También debemos relacionar a este asunto los cambios que los adolescentes sufren en su sistema endócrino y que son causas muy decisivas de alteraciones radicales en su metabolismo que al excitar su sistema neurovegetativo, acentúan las sensaciones internas, cinegéticas, produciendo una desconocida inquietud de ansiedad, de expectativa, de angustia. Este sentimiento produce hiperfunción en las cápsulas suprarrenales que aumenta la adrenalina en la sangre y esta intensifica la emotividad, la sangre se ve invadida de hormonas sexuales. Estas alternaciones metabólicas, neurovegetativas y hormonales explican la tendencia del adolescente a la inquietud, al sobresalto, a la facilidad para ruborizarse en sus escarceos amorosos, a la violencia a reacciones inesperadas y a la aventura. Entre los jóvenes, ellos mismos dicen: “Me da mucha pena confesarlo pero lo que realmente pasa es que estoy enamorado. No puedo pensar en otra cosa que no sea el amor, de tal suerte que ni atiendo mis clases, ni pongo cuidado en mi trabajo personal, ni logro interesarme en las explicaciones de los maestros y pierdo gran parte de mi tiempo en dar vueltas para ver la persona que juzgo que es el único objeto de mi vida”. Esta situación es además muy frecuente en todas las etapas de la vida, tanto más explicable en la juventud. Además, el amor siempre ha tenido una forma positiva en el mundo literario, el arte o como estímulo de superación. Tiene sin embargo, sus consecuencias negativas y estas son las que interesa precisar aquí, para poner sobre aviso al estudiante y al maestro. La afectividad es una corriente que debe estar sujeta a nuestras facultades superiores. Es la inteligencia la que debe orientar su dirección. Quien sabe aprovechar sus propias pasiones, posee en caudal inagotable de impulso creador o renovador; pero el que se deja dominar por ellas, es un pobre diablo, sujeto a su temperamento, víctima de sus propias obsesiones, inmaduro y sin voluntad. Según Pavlov, la carga emocional tiende a transferirse en el agrado o desagrado, el miedo o la tribulación. Todos hemos sentido, además sus afectos nocivos en el cuerpo humano, cuando ante un grave temor, la descarga de adrenalina que se encuentra en las glándulas suprarrenales se vierten en la sangre y logra acelerar la respiración y excitar los órganos de la defensa. Si por estudiante se entiende aquél que por inclinación personal ha decidido entregar gran parte de su vida a las actividades que demandan un continuo ejercicio de la voluntad, del valor, del acto consciente y de la inteligencia, incluso muchas de las profesiones tienen esta exigencia. ¿No es, pues, inadmisible que un estudiante no aprenda lo más pronto posible a educar su afectividad y obrar de acuerdo a sus facultades superiores? Si hoy está vencido por un sentimiento, mañana lo estará por un temor ante una intervención médica, por falta de serenidad para aplicar la ley, por la imprevisión para actuar en los laboratorios, por la carencia de responsabilidad para enseñar y mantener una conducta digna. Es pues necesario educar la sensibilidad ¿Cómo hacerlo?


138 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Urge pues, que ante sí mismo, se pruebe que sí tiene capacidad de control emotivo y fuerza para educar la sensibilidad. Mediante el estudio de nuestro propio caso, apreciándolo en sus verdaderas proporciones, sin obsesiones ni distorsiones mirando más allá de las propias circunstancias, por medio de la experiencia de su propia vida, no en sus excepciones, sino en sus generalidades y, finalmente, evitando suponer que nosotros vamos a ser la excepción de la regla. Ejemplo: “El amor todo lo puede... Por lo tanto, yo lograré que por amor, esa persona abandone un vicio y así se los demostraré a mis padres”. Falso. Aquí sé está considerando que el amor es intenso, sostenido y tan sublime que puede cambiar una vida, pero no quiere recordar que en este asunto cuenta otra voluntad que no está a su alcance. Es muy difícil abandonar un mal hábito, como por ejemplo: fumar; pues bien más difícil, por no decir casi imposible, es destruir un vicio, ya que el que sufre queda potencialmente enfermo. Otro ejemplo: “Nos casaremos secretamente. Viviremos románticamente una doble existencia. Así yo podré continuar mis estudios... y no habrá consecuencias porque tomaremos algunas previsiones, aunque están penadas por la ley moral y tal vez por las leyes del país. Yo sé que la historia cuenta que... Si alguien supone que puede hacer de su vida una novela de amor, nos vamos a convencerle de lo contrario, solamente hay que pensar que quienes hicieron tal drama en la historia, no fue por decisión propia sino por muy especiales circunstancias, entre las cuales figuraba el desinterés, la nobleza, un sacrificio sin límite y, principalmente, un talento muy singular. Bien difícil, pues, es creer que poseemos talento de genios para violar normas y dejar una huella positiva de nuestro paso en la historia de la humanidad. Reducido se puede decir, que el amor no debe perturbar sus estudios y que se debe probar ante sí mismo que es capaz de saber amar y sujetar sus instintos para darles, a su debido tiempo, soluciones más acertadas. 16.- EL HÁBITO DE ACUDIR AL FRAUDE ESTUDIANTIL Muchos estudiantes creen que el único objeto de asistir regularmente a clases es el de alcanzar, a como dé lugar, el derecho a ser promovidos al grado inmediato superior, independientemente de que haya aprendido o no las materias de un curso. Estos malos estudiantes utilizan con frecuencia los sistemas de los“acordeones”, esos pedacitos de papel donde previamente han anotado los puntos clave de una prueba o de un examen, para copiarlos simplemente procurando no ser vistos por el maestro. Desde luego eso es un fraude, un engaño. Pero los verdaderamente defraudados o engañados, son los propios malos estudiantes que recurren a tan reprobable sistema. Porque aun cuando consignan una calificación, así sea la mínima para“aprobar”, en realidad no aprendieron, carecen de esos conocimientos y esa laguna de estudios se revelará cuando se intente adquirir preparación superior. Pick de Weiss, Susan., Vargas Truxillo, Elvia., “Yo Adolescente”. Ed. Planeta, México, 1992 p.112


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No obstante, no todo es negativo en la habilidad de quienes lo hacen. Preparar uno de esos “acordeones”, los obliga a sintetizar lo que dicen los textos, o lo que ha enseñado oralmente al maestro. Ese cometido de realidad deben hacerlo en sus apuntes, en los cuales es conveniente anotar con el menor número de palabras, el meollo, la esencia de un conocimiento determinado. En esta forma es muy fácil memorizar ese conocimiento y esto puede servirles después de base para desarrollar, cuando haga falta, la lección, el capítulo o la respuesta que debe dar a una pregunta determinada, bien durante una clase, en las pruebas o en los exámenes. Así procederán con honradez hacia su maestro y hacia sí mismos, y especialmente obtendrán todo el provecho en cuanto a conocimientos a que los obliga el programa de estudios. Los malos estudiantes, que acuden a presentar pruebas o exámenes, provisto de “acordeones”, para simplemente copiar, en realidad sólo se engañan a sí mismos y a la larga, son víctimas de su propio procedimiento. Es conveniente para todo estudiante saber cómo sintetizar la esencia de un conocimiento determinado. La síntesis servirá después de base para desarrollar con acierto, los puntos del temario de la asignatura de que se trate. El estudio sistemático y ordenado es lo único que puede capacitar al estudiante. Para ello no existe substitución alguna. Cualquier laguna en los conocimientos, por falta de aplicación en los cursos, se revelará a la hora de seguir estudios posteriores. 17.- EL MAESTRO PROVOCADOR DE PROBLEMAS El sistema pedagógico, por su carácter aparentemente científico de adaptación a la realidad provoca, la adhesión de algunos educadores. Pero desgraciadamente, en el estado actual de su aplicación contiene, en el plano psicológico, grandes lagunas que falsean los resultados. Nada puede ser mejor que considerar al alumno particular en su psicología diferencial. Pero es necesario hacerlo con una perspectiva más justa. En muchos maestros existe la tendencia de considerar al alumno, en el mundo escolar, como un fenómeno aislado. Ese es el error de apreciación que deseamos señalar, no hay que olvidar que ese alumno se encuentra en determinada situación, no sólo respecto a sus camaradas sino, sobre todo, a su educador. Es por error que sería inútil estudiar a un alumno sin examinar al maestro correspondiente. La interacción psicológica de ambos es de fácil comprobación, el contenido de la psicología efectiva es, a menudo, el resultado de la posición sentimental del maestro, si este es autoritario provocará un temor paralizante en el alumno; si trata de hacerse amar provocará en el alumno reacciones de complacencia; quien aparezca como el malo provocará sentimientos de actitudes de oposición que llevarán a una educación falseada; asimismo, los educadores, colocados en ciertas condiciones, no reaccionan sentimentalmente de la misma manera ante los alumnos, unos los miman sinceramente; otros los quieren mal, llevados por problemas psicológicos que los hacen defraudar la noble causa de la educación.


140 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar Las reacciones sentimentales del maestro variarán a menudo de acuerdo con cada alumno según sus éxitos escolares, su conducta, su carácter. En la actitud educativa que coloca frente al educador y al alumno, la atracción o la repulsión surge de la confrontación de dos caracteres. Todas esas actitudes sentimentales sobre los métodos, arriesgando desnaturalizarlos y provocando en el alumno rudas transformaciones afectivas, más o menos favorables a la enseñanza. La instrucción dada por un maestro presenta aspectos que pesan sobre ella para darle un carácter original y personal, variando, desde luego con cada uno de los alumnos que recibe; tal parece que un maestro tiene más poder que un libro. La pedagogía olvidada, a veces, otro elemento importante que nace de esa presencia recíproca, que es la calidad del diálogo estableciendo entre el educador y el educando, el cual se origina de la presencia concreta de dos seres colocados en una cierta situación y que crea entre ellos un vínculo original o que los separa por obstáculos infranqueables. Hay que destacar que el mismo maestro, frente a todos sus alumnos, no establece con cada uno de ellos el mismo diálogo pues, unas veces se caracteriza por una comprensión recíproca o por un acuerdo perfecto, mientras que, en otras, existirá una hostilidad sorda, sin que el maestro haya presentado dos rostros distintos. En su caso, se dirá que el maestro domina a tal o cual alumno; en el segundo, que no pudo “entrar en contacto” con tal o cuál otro. Cuando dos personas se encuentran y entablan una conversación no ocurre que, de golpe, se confronten dos caracteres en la totalidad de sus aspectos, suele haber, primero, una actitud sentimental, irreflexiva y a menudo súbita que motiva la simpatía o antipatía y que va a influir en el diálogo. Es así como la educación supone, desde el primer contacto con un determinado alumno, el nacimiento de la pareja afectiva, cuya armonía o desacuerdo puede dirigir toda la enseñanza, hacia diversos caminos o desviaciones. Es por eso que los numerosos retratos que podemos hacer del mismo educador no son siempre iguales, varían según la iluminación que cada uno de ellos les da en particular. No hay duda que tanto el alumno como el educador deben ser estudiados en función de sus datos caracterológicos. Este estudio es necesario, pero no suficiente, en virtud de la influencia reciproca del educador y el alumno, si el alumno no puede ser estudiado completamente sin el educador, que le da a su paisaje psicológico una coloración particular; el educador, a su vez, no podrá ser examinado haciendo abstracción de los alumnos que actúan sobre él. Hay que ver al educador en relación a los alumnos y, recíprocamente, el alumno será descrito según la resonancia de tiene en el la presencia del maestro. Los caracteres tendrán entonces un aspecto movedizo, en razón de la variación de las parejas afectivas y de la diversidad de los alumnos que tenga que atender el educador. Se puede notar, como prueba de estas modificaciones, cuando un educador, de carácter irritable con ciertos grupos, cambia totalmente con otros, según la atmósfera particular en las que se establecen las relaciones entre él y sus alumnos. Es esa noción de la pareja afectiva educador- alumno la que ha orientado mi enfoque. El maestro siempre tiene libertad de elegir una actitud y una conducta particular frente a sus alumnos, colocado dentro de una pareja educativa frente al educando, puede encarar esa situación desde tres puntos de vista:


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a) El maestro debe ignorar completamente el interés y la vida íntima del alumno, el cual tiene una significación o menos consciente para el maestro, si se coloca a su servicio. La colectividad académica, para dicho educador, no tiene otro fin que proporcionarle satisfacciones personales en la búsqueda de un provecho, de una buena reputación o de la realización de ciertas ambiciones. La posición de la pareja educativa así establecida, es considerada bajo el signo del egoísmo del maestro y su indiferencia respecto al joven como tal. b) Por otra parte, el educador puede preocuparse de la vida del joven, en lugar de desconocerla sistemáticamente, con la intención de conquistarla y de apropiársela orientándola hacia sí mismo. Se dirá, para emplear los términos usados correctamente en la psicología del adolescente que el maestro reduce al joven a sí mismo o que él lo asimila, según las exigencias de su egocentrismo. Reducción el joven a sí mismo; asimilación del joven por el maestro; transformación del alumno en objeto de provocación de automatismo, a gusto del maestro, según su deseo de dominar, de hacerse amar o imponer ideas; tales son los términos que nos parecen sugerir mejor el autoritarismo del maestro, bajo cuyo signo podrá ser examinada la pareja educativa. c) La tercera perspectiva consistirá en conocer la vida del adolescente para respetarla y enriquecerla, sea establecido un intercambio afectivo o intelectual entre ella y la vida del maestro, sea ampliándola con todo lo que el maestro aporta generosamente, practicando el don de sí mismo y regatear. Será la pareja educativa colocada bajo el signo de intercambio y del reconocimiento. Esta clasificación de los tipos existenciales solo puede ser dada a título indicativo, no se podría encerrar a tal o cual maestro un cuadro fijo, ya que siempre puede cambiar de actitud. Pero, aun cuando ni haga no podemos considerarlo en forma definitiva. Actúa sobre el alumno, mientras éste a su vez suscita en él una reacción; uno y otro por la acción variable de las dos presencias, aparecen entre nosotros con la más grande movilidad. Todo lo que de ellos podemos tomar es la ligazón de las relaciones vividas que impiden considerarlos al uno sin el otro. 18.- EJEMPLOS DE ALGUNAS SUGERENCIAS DEL CONSEJERO AL ESTUDIANTE EN PROBLEMAS. •

Cuando se está cansado o enfermo, lo importante es tener suficiente reposo, en el primer caso o seguir prescripciones del médico, en el segundo y no tratar de estudiar durante la enfermedad.

Si tiene una preocupación, cuya raíz sea el remordimiento por una falta o por un error que haya cometido, encare la situación y resuélvala, dé las disculpas necesarias a quien haya ofendido o enmiende su error, y así verá como descansa de lo que lo tenía acongojado.


142 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar

Si su problema es de miedo, porque no ha estudiado bien o porque se siente débil en alguna materia, hable con el maestro y empéñese en adquirir los conocimientos que le hagan falta.

Cuando se enfrenta con el problema de que su padre o madre o un ser querido están en dificultades, su obligación es atenderlos y cuidarlos, pero en nada le ayuda dejando de estudiar.

Si examina usted alguno de sus problemas que en el pasado le angustiaron, los verán pequeños. Esto les enseñará a calibrar con más cuidado los problemas presentes.

Si tiene una preocupación, no le esté dando vueltas; “al toro por los cuernos”. Analice el origen del pensamiento que le atormenta y resuélvalo de inmediato; de otra manera, con una morbosidad inconsciente, hará que esa preocupación crezca e invalide su voluntad.

Hay un problema que no puede resolver por sí mismo; otros que tienen que resolverse con la ayuda de los padres, de los maestros, los parientes o los amigos. Si el problema que le preocupa es del segundo orden, piense que debe buscar las soluciones correctas para que no vaya a causar daños graves.

Si su problema es de aquellos que no dependen de usted y de su voluntad, sino del tiempo, confórmese con haber hecho todo lo que le correspondía y no se inquiete más. La vida es una extraña mezcla de trabajo, lucha y esperanza. Luego, en consecuencia es de gran sabiduría acertar en los casos en que es necesario “dar tiempo al tiempo”.

Me siento sujeto a problemas, no puedo hacerlo a un lado a veces supongo que es una idea obsesiva. Afronte el problema. Encárese a él con la serenidad y valentía. Estúdielo en sus justas proporciones. Si quiere y le es posible, coméntelo con alguna persona sensata, pero la decisión debe salir de usted mismo, tanto para que empiece a madurar, como para eludir esa sobreprotección que actualmente demandan todos los grupos sociales, como si ellos mismos no tuvieran las facultades necesarias para tomar decisiones sobre la propia vida.

“Recuerde todas las situaciones que le causaron temor cuando era pequeño. Muchas de ellas le darán ahora risa por insignificantes. Pues bien, algún día estos dramas del momento se encontrarán, reducidos a sus justas proporciones, pero usted tendrá la conciencia de haber logrado triunfar sobre sus propias dificultades. Esta conciencia de que todo tiene solución, aunque por el momento no nos parezca la más feliz, debe convidar a los jóvenes a dejar a un lado tantas aprehensiones”.


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19.- EL ADOLESCENTE EN EL MUNDO DEL TRABAJO De acuerdo al nivel socioeconómico de la mayoría de nuestros preparatorianos entendemos que se ven esforzados a entrar en el mundo del trabajo prematuramente o sea antes de haber recibido una suficiente educación general y una orientación profesional, de repente se ven ante la necesidad de adquirir cierta madurez ante la realidad del trabajo que requiere de responsabilidad y actitudes especiales en su desenvolvimiento laboral, ellos muestran que pueden tener responsabilidad cuando se requiere mostrando esfuerzos extras. Esta madurez así adquirida tiene como contrapartida el sacrificio de ciertas exigencias fundamentales del desarrollo personal que de alguna manera deteriora el avance de la psique que se nota en el rendimiento profesional; este tipo de adolescentes trabajadores presentan algunas veces y como consecuencia de su desarrollo persistencia agresiva, escasa capacidad social, bajo nivel de orientación critica, ingenuidad, violencia, rudeza moral; no precisamente que el adolescente se encuentre en un estado de dependencia sino que estas confrontaciones le permiten lograr la madurez a veces más rápido. Los jóvenes parecen más orientados hacia las tendencias tecnológicas, económicas, ideológicas que llenan su ego juvenil y ejercitan su vitalidad por ellos se identifican perfectamente no nuevos roles de competencia e invención. La elección de una ocupación va más allá de la remuneración y del estatus; ellos quieren ser originales prefieren la satisfacción personal. La sociedad remplaza al ambiente de la infancia de tal forma que los problemas del adolescente adquieren una nueva dimensión, toda su oportunidad para presumir que pueda ostentar un puesto que implique deber y responsabilidad pero también teme al ridículo, por ello entendemos que los jóvenes realizan actividades a veces no muy de su convicción, no solo para satisfacer a sus mayores, aparentemente sus expectativas sobre la economía, tecnológica e ideología parecen llenar su vitalidad juvenil, por ello aceptan sus nuevos roles de la competencia tecnológica e ideología, si el siempre busca la aceptación de su pares y adultos con los que se relaciona, entonces cuando se decida a buscar empleo, habrá una relación estrecha entre el trabajo escogido y sus ideales o entre su empleo y quienes le rodean. Erikson se refiere a la selección, comprobación e integración de imágenes de sí mismo, derivadas de crisis psicosociales en las niñas con referencias al clima ideológico y selección laboral escogida en la adolescencia porque en esta etapa se da la virtud de la fidelidad, la capacidad de ser leal a una visión del futuro diseñada o imaginada desde la niñez y estructurada fantásticamente en la adolescencia en cooperación con sus pares; aquí incorpora las imágenes infantiles y la fe es más precisa sincronizada a un universo ideológicamente coherente y su necesidad innata de combinar el orgullo tecnológico con un sentimiento de identidad. Entra en una etapa donde la competencia es la fuerza especifica que trae desde edad escolar sin embargo en el período de adquisición de cada uno de sus logros que ahora revolucionan su mente deja la marca de la experiencia infantil en sus más orgullosas realizaciones a medida que avanza y lo dejan expresar su creatividad en el trabajo que el buscó, así como la edad del juego lega a todas las actividades metódicas una cualidad que posteriormente pudiera decepcionar, la edad escolar deja al hombre con una ingenua propensión a aceptar lo que funciona hasta que lo


144 ‹ Necesidad del maestro de conocer el material humano con el que va a interactuar examina, lo analiza, lo utiliza mientras que no llegue otro algo que llena sus expectativas y curiosidad por el que cambia de inmediato y se identifica de inmediato con los roles de competencia e invención. Habrá que revisar el porqué de las preferencias y rechazos a través de los trabajos remunerativos que intenta, por ejemplo se supone el arrastra una vocación, está latente en sus decisiones en una etapa infantil dio muestras de ello de ahí que estar muy complacido cuando encuentra el trabajo que en su mente había delineado; no obstante habrá de reconocer que lo que más perturba a los jóvenes y que regularmente alcanza un indicio alto de integrantes, es su falta de habilidad para ocuparse en una identidad ocupacional; por ello se relacionan esporádicamente con pandillas u otros grupos activos quienes consumen su vitalidad y les ayudan involuntariamente a hacer un alto en el camino en su búsqueda de su individualidad. Por último, el papel que juega el consejero se refiere: a) b) c) d) e) f )

A su ayuda a identificar, enfrentar los conflictos que impiden la elección Facilitar una interpretación correcta de la realidad socioeconómica y cultural Corregir imágenes profesionales distorsionadas Estimular al adolescente a que asuma un rol activo en su elección Jugar un papel preventivo ante la frustración y el fracaso de una mala elección Asumir un papel psicoprofiláctico.


“Yo estaba solo y tú me hiciste sentir bienvenido” Mateo 25,36

Capítulo 7 Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva



Capítulo 7 Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva Vamos a dedicar este capítulo a describir los elementos básicos y necesarios de la relación terapéutica que permiten el buen desarrollo de la terapia. Para ello nos vamos a referir tanto a la descripción que hace Beck (1979) como Ellis (1989) de estos elementos relacionales. 1.- CARCTERISTICAS DESEABLES DEL TERAPEUTA: En la C.T (Beck, 1979) se consideran como necesarias, pero no suficientes, que el terapeuta posea tres competencias relaciones (Rogers, 1951); Aceptación, Empatía y Autenticidad. Por aceptación se entiende el interés mostrado por el terapeuta hacia el paciente y su problemática. Interés que no debe ser demasiado efusivo ni proteccionista. Hay que señalar que las muestras de este interés terapéutico son interpretadas por el paciente, y que el grado de aceptación percibida pesa más que la conducta del terapeuta al respecto. Para detectar esas percepciones es útil utilizar preguntas de feedback dirigidas al paciente, y utilizar sus respuestas para modular las expresiones de aceptación (p.ej. “¿Qué piensas y sientes sobre mi forma de relacionarme contigo? ¿Qué piensas que siento sobre ti?”). La empatía se refiere a la habilidad del terapeuta de entrar en el mundo del paciente y experimentar cognitiva y afectivamente el mundo como lo hace este. El terapeuta puede facilitar esta labor si devuelve al paciente expresiones referentes a su modo de percibir los eventos y sus estados emocionales asociados, haciéndolo en forma de hipótesis a contrastar por el feedback del paciente (p. ej. “cuando usted se encuentra en una reunión y nadie le dirige la palabra parece pensar que nadie se interesa realmente por usted y entonces comienza a sentirse muy triste y solitario, le gustaría que alguien tomara la iniciativa, pero nadie parece hacerlo… ¿podría ocurrir así?”). Incluso el terapeuta empático puede evitar hacer juicios peyorativos sobre la conducta del paciente y sus problemas de relación (p.ej. resistencias) si tiene la habilidad de tener empatía hacia estos problemas. Puede incluso desarrollar “ensayos cognitivos” sobre las actitudes y emociones del paciente (p.ej. imaginándose asumiendo actitudes y emociones similares a la del paciente) y generar así alternativas a la misma. La ultima habilidad, la autenticidad, se refiere a la franqueza del terapeuta con el paciente, para que este tenga una imagen realista de lo que puede y no puede esperar sobre el terapeuta o la terapia. Sin embargo es conveniente que esta franqueza sea conjugada con la diplomacia y se manifieste en momentos oportunos. Al igual que las otras dos habilidades la percepción del paciente sobre ellas es el principal determinante de su reacción, por lo que las “preguntas de feedback” son fundamentales para adecuarlas a cada caso concreto. La R.E.T. (Ellis 1989) comparte, en general, los principios antes expuestos con respecto a la C.T además puntualiza otra serie de factores. Señala la conveniencia de no mostrar una excesiva cordialidad hacia el paciente; ya que aunque esto podría hacerle mejorar a corto plazo, reforzaría


148 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva sus creencias irracionales de aprobación, dependencias y baja tolerancia a la frustración. Otro factor es que los terapeutas es deseable que tengan inclinación personal de tipo filosófica y cognitiva para aplicar esta terapia de manera más congruente. Se apunta también a que el terapeuta sea capaz de manejar, si aparecen (cosa frecuente) sus creencias irracionales de aprobación, éxito y autovaloraciones respecto a las manifestaciones del paciente y la evolución de este. El humor es otra característica deseable; ya que puede suponer un recurso antidogmático importante ante la excesiva “seriedad” dada, a veces a la visión de los problemas y la terapia. Y como ultima habilidad se apunta la flexibilidad con la propia terapia, adecuándola al caso concreto; y no siempre “teniendo que” desarrollarla de forma directa y con el mismo “manual”. 2.- LA INTERACCION TERAPEUTICA: La psicoterapia cognitiva considera que hay 3 factores básicos que ayudan a mantener la relación terapéutica iniciada (Beck, 1979): La confianza básica: Se trata de la percepción del paciente que ve la relación con el terapeuta como seguro y no amenazante y que le permite expresar sus dificultades con la esperanza de encontrar solución a sus dificultades. El terapeuta sopesa su intervención (p.ej. elicitando feedback del paciente) y ajusta su rol (directividad, formalidad, límites, etc.) a las respuestas del paciente. En general, en la primera fase del tratamiento suele emplear la empatía, aceptación y autenticidad para así fomentar la confianza básica. En una segunda fase se refuerza de modo progresivo la autonomía del paciente (p.ej. planificado con él las agendas y tareas para casa, y usando las atribuciones internas a sus logros). El rapport: Se refiere en general, a un acuerdo de metas, objetivos y procedimientos terapéuticos entre el paciente y el terapeuta. Es útil que el terapeuta clarifique las expectativas terapéuticas que el paciente trae a terapia; que las contraste con el paciente si le parece poco razonable o inadecuadas (p.ej. “¿Cree usted que su hijo estará dispuesto a colaborar conmigo en la terapia si usted le amenaza con lo que podría perder si no viene?”). También el terapeuta se pone en la misma “onda” del paciente a través de la empatía, aceptación y autenticidad (con la ayuda del feddback). El explicar al paciente la duración del tratamiento, la frecuencia de las sesiones, el proceso terapéutico y las fluctuaciones; y recoger sus respuestas al respecto, puede facilitar el llegar a un acuerdo mínimo sobre estos puntos, o no iniciar la terapia si el paciente trae un marco de trabajo excesivamente restrictivo (p.e Fisch y cols. 1984). La colaboración terapéutica: El terapeuta y el paciente forman un equipo de trabajo que tiene como fin detectar los pensamientos negativos, los supuestos personales y trabajar en su modificación (empirismo colaborativo). Se explican al paciente las tareas a desarrollar (p.ej. mediante modelado directo o cognitivo), se aplican como tareas para casa, se revisan esas tareas en consulta, y progresivamente el paciente va teniendo un papel más autónomo en este proceso. En la fase de socialización terapéutica se inicia esta actividad.


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3.- LA COLABORACIÓN TERAPEUTICA Como acabamos de apuntar la psicoterapia cognitiva necesita que el paciente y el terapeuta conformen un equipo de trabajo. Veamos ahora cuales son las tareas que ambos tienen que desarrollar (Beck, 1979). LA COLABORACION TERAPÉUTICA Trabajo del paciente

Trabajo del terapeuta

1.- Manifestar sus pensamientos, emociones y conductas referentes a sus dificultades (“datos brutos”) 2.- Registrar eventos que proporcionen relaciones entre pensamientos afectosconductas

1.-Enseñar al paciente la relación entre pensamientosafectos-conductas y como registrar esas relaciones

4.- Aplicar experimentos personales

4.- Revisar los experimentos personales. Prepara al paciente para el alta/seguimiento. Identificación de problemas al respecto

2.- Enseñar al paciente a modificar sus pensamientos automáticos a través de habilidades cognitivas-conductuales. Programar tareas para casa para su puesta en practica 3.-Aplicar tareas para casa de tipo 3.- Revisar con el paciente esas tareas y desarrollar sus cognitivo-conductuales para contrastar habilidades con ellas. Recoger datos sobre hipótesis de sus pensamientos automáticos supuestos personales. Proponer al paciente su revisión mediante experimentos

5.- Expresar preocupaciones respecto al 5.- Alternativas a esas preocupaciones. Prevención de alta y recaída recaídas.

6.-Acuerdo sobre el alta. Resumen de 6.- Acuerdo sobre el alta. Resumen de la terapia la terapia

4.- REACCIONES DE TRANSFERENCIA Y CONTRATRANSFERENCIA: El esquema desarrollado en la figura anterior está lleno de dificultades en su aplicación y consecución. Uno de los principales problemas es la aparición de reacciones de transferencia y contratransferencia en la terapia.


150 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva La C.T. y la R.E.T (Beck, 1979; Ellis 1989) consideran que estos problemas derivan igualmente de cogniciones disfuncionales, y que normalmente aparecen en relación a la aplicación de las tareas para casa y a la evaluación de los progresos terapéuticos. Ambas terapias consideran que la transferencia deriva de una percepción errónea o irracional del paciente sobre el terapeuta y lo que puede esperar de este, y que le lleva a experimentar una serie de sentimientos (positivos o negativos) y a manifestar una serie de conductas (p.ej. resistencias) que impiden el desarrollo adecuado de la terapia. La contratransferencia derivaría igualmente de la percepción errónea del paciente por parte del terapeuta y lo que puede esperar de este, y que le llevaría a experimentar sentimientos (positivos o negativos) hacia este, de modo que su conducta resultaría, improductiva para la labor terapéutica. Ambas terapias no conceden un status especial a estos fenómenos (p.ej. en divergencia con la terapia psicoanalítica cognitiva que defiende Bowlby. El tratamiento de estas dificultades es similar al que tienen otras distorsiones y creencias disfuncionales. Sin embargo tanto Ellis (1990) como Beck (1979, 1982)) han dedicado una especial atención a estos temas refiriendo a una serie de cogniciones disfuncionales que contribuyen a estos problemas y cómo manejarlas.

5.- RESISTENCIA AL CAMBIO TERAPÉUTICO: Para la psicoterapia cognitiva “la resistencia” viene definida por la conducta del paciente (y del terapeuta) que es anti terapéutica para el logro de los objetivos de modificación cognitiva. La causa de la resistencia se encuentra en actitudes y conductas por parte del paciente y del terapeuta que no facilitan la colaboración terapéutica (Ellis, 1983; Beck, 1979). Nosotros compartimos la exposición de la C.T y de la R.E.T. pero consideramos que cuando los métodos usuales para manejar estas dificultades son infructuosos, una estrategia alternativa es la utilización de intervenciones paradójicas (p.ej. Fisch, Weekland y Segal, 1984; Watzlawick, 1974; Dowd y Swoboda, 1984) o constructivas (p.ej. Guidano y Liotti, 1983). Las intervenciones paradojales se pueden considerar intervenciones cognitivas en tanto y en cuanto tiene en cuenta para su prescripción el “marco de opiniones personales del paciente” (marco o esquema cognitivo p.ej. Fisch y Cols. 1984). Básicamente consiste en reformular la resistencia de modo positivo (atribución positiva) prescribirla, de modo que si el paciente se opone a su realización deja utilizarla, o si la sigue se pone bajo la “dirección” del terapeuta. Para realizar esta intervención de modo prudente, antes se ha de recabar información sobre las cogniciones del paciente (sobre todo sus atribuciones). Desde el punto de vista constructivista (p.ej. Guidano y Liotti, 1983) la resistencia es un proceso normal que se genera al ser revisado los esquemas cognitivos tácticos, y un proceso que hay que respetar, más que eliminar si se pretende que el cambio sea progresivo, en vez de regresivo. Para estos terapeutas cognitivos la resistencia se trabaja detectando las emociones y cogniciones a su base y después rastreando históricamente sus origines y el papel que desempeñaron en otra época. Solo desde esta “toma de conciencia” el paciente puede reorganizarlas en sus esquemas cognitivos, y solo él, decidir, sobre su utilidad.


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En resumen tenemos dos estrategias para el manejo de las resistencias: Estrategia de modificación: Consiste en detectar las cogniciones y conductas inadecuadas a su base y ofrecer alternativas para su modificación (el enfoque de la R.E.T. y la C.T). Estrategia de respeto: Consiste en detectar, igualmente la cognición y conductas a su base y ofrecer una explicación aceptable para el sujeto de las mismas, de modo que cambie su función sin necesidad de oponerse a ellas (p.ej. reformulándolas como positiva o viendo su relevancia historia-fucional). A continuación, de modo esquemático, ofrecemos los métodos de la R.E.T (T.R.E) (Ellis 1983) y C.T (Raymi, 1975; Beck, 1979) para el manejo estos problemas. ACTITUDES Y CONDUCTAS INADECUADAS DE LOS PACIENTES, MANEJO COGNITIVO A. EJEMPLOS DE RAYMY (1975) 1.- EL CONCEPTO ERRONEO DE SER UNA PERSONA ESPECIAL (NARCICISTA): Manejo: Evitar la confrontación directa del concepto Iniciar su revisión solo cuando se han podido recoger una serie de incidentes de rechazo “Jugar doblemente” diciéndole al paciente aclaraciones del tipo: “por supuesto tú no eres responsable de haber adquirido tal concepto erróneo… tú no te has mimado, sino que han sido otras personas quien te han mimado”. 2.- EL CONCEPTO ERRONEO DE LA INCAPACIDAD (“COMPLEJO DE INFERIORIDAD”) Manejo: a) Aclararle al paciente que este concepto se alimenta de dos fuentes: falta de habilidades personales reales y aversión fóbica-evitativa (miedo) a afrontar ciertas tareas. b) Clarificar con el paciente cuáles son sus déficit y aversiones; y trabajar con ellos c) Tener en cuenta que el paciente confunde el “No puedo” con el “no quiero” (aversivo).


152 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva

B. EJEMPLOS DE BECK (1979): (Adaptados de la depresión neurótica) 1. “LA TERAPIA COGNITIVA SE BASA EN LA UTILIZACION DEL PENSAMIENTO POSITIVO”: Manejo: a) Los pensamientos positivos no son necesariamente válidos o correctos. Una persona puede engañarse a sí misma durante un tiempo con tales pensamientos, pero se desilusionaran cuando compruebe que no son reales. b) La terapia cognitiva se basa en el uso del poder del pensamiento “realista”, el uso de habilidades para corregir las distorsiones cognitivas; sobretodo mediante la comprobación empírica de estas distorsiones 2. “YO NO ESTOY DEPRIMIDO (O ANSIOSO, IRRITADO...ETC) PORQUE DISTORSIONE LA REALIDAD, SINO PORQUE LAS COSAS VAN REALMENTE MAL. CUALQUIERA SE SENTIRÍA ASI EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS” Manejo: a) El terapeuta expone que no sabe ciertamente si las cosas son tan malas como el paciente las pinta, pero que quiere conocer antes los hechos para tomar una postura. b) El terapeuta ayuda a distinguir los problemas reales de los pseudo problemas; y en ambos ayuda a manejar pensamientos catastróficos y acciones de afrontamiento (p.ej. enviar a una mujer que había recibido malos tratos a una Asociación de defensa de mujeres maltratadas). c) Mostrar también que gente distinta responde de modo distinto ante situaciones similares 3. “SE QUE ME INTERPRETO LAS COSAS EN SENTIDO NEGATIVO, PERO NO PUEDO CAMBIAR MI PERSONALIDAD” Manejo: a) En primer lugar el terapeuta pregunta al paciente porque cree que no puede cambiar


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b) En general, el terapeuta expone al paciente que no es necesario (o ni siquiera posible) cambiar toda su personalidad, sino solo algunos de sus modos de pensar y actuar habituales. c) A continuación el terapeuta puede preguntar si el paciente ha cambiado creencias y acciones en el pasado (p.ej. algo que decían sus padres, maestros…etc.), llevar o confeccionar una lista de conductas modificadas en su pasado, o de acciones difíciles superadas.

4. “CREO LO QUE USTED ME DICE EN EL PLANO INTELECTUAL, PERO NO EN EL EMOCIONAL” Manejo: a) Informar de la confusión emoción-pensamiento en el lenguaje b) Tener en cuenta que el paciente puede mantener dos posturas ante un tema. El paciente puede entender lo que le dice el terapeuta pero no lo cree (y por ello no modifica su emoción al respecto) c) Trabajar la modificación de creencias o supuestos personales

5. “NO PUEDO MANEJAR MIS PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS CUANDO ESTOY ALTERADO”: Manejo: a) Decirle que espere a estar menos alterado y entonces trabaje la modificación de P.A. o… b) Utilice técnicas de distracción (p.ej. relajación desviar la atención, etc.) y cuando esté más tranquilo modifique sus P.A…o c) Decirle que con la práctica lograra mayor habilidad, e incluso programar tareas de dificultad creciente


154 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva 6. “YA QUE NO ME GUSTA PENSAR EN MIS PENSAMIENTOS NEGATIVOS Y LOS TENGO ES PORQUE QUIERO ESTAR ASI O ASI SOY” Manejo a) Mostrar que los P.A. son automáticos e involuntarios y no, producidos voluntariamente b) Mostrar al paciente las desventajas de los P.A y si desea tenerlos c) Diferenciar entre hábitos y personalidad.

7. “QUIERO UNA GARANTIA DE QUE ESTA TERAPIA CURARÁ MI TRASTORNO” Manejo: a) Informar al paciente que vivimos en un mundo problemático y que no existen garantías absolutas para ninguna empresa. b) Sin embargo, comentarle que para obtener resultados buenos el paciente tiene que esforzarse y trabajar en las tareas que le asignan c) Si al paciente mantiene la creencia de que él no tiene que hacer ningún trabajo y que es el terapeuta quien debe de sacarle de su estado; el terapeuta puede preguntar al paciente si en su estado superó problemas de este modo, que tipos de problemas y con qué resultados; y además si eso devolvió al paciente la confianza en sus recursos personales.

8. “LA TERAPIA COGNITIVA SE OCUPA DE PROBLEMAS SUPERFICIALES Y NO DE LOS SERIOS PROBLEMAS QUE ME HACEN SENTIR ASI”: Manejo: a) Reconsiderar las expectativas terapéuticas del paciente b) Cualquier tema que sea importante para el paciente es objeto de discusión (P.ej. los sueños, los temas existenciales, las experiencias, infantiles, etc.,) c) El terapeuta en esos temas, igualmente trabajará con las distorsiones cognitivas.


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9. “SI LAS DISTORSIONES COGNITIVAS NEGATIVAS ME HACEN SENTIR MAL, ¿LAS DISTORSIONES COGNITIVAS POSITIVAS ME HARÍAN SENTIR BIEN?”: Manejo: a) El terapeuta puede decir que en la manía están presentes las distorsiones cognitivas positivas. b) Se trata de tener un desarrollo del pensamiento realista y empírico.

10. “LLEVO VINIENDO CUATRO SEMANAS A TERAPIA Y NO HE MEJORADO”: Manejo: a) Contrastar con el paciente si sus expectativas son realistas b) Informarle del curso en zigzag de la evolución y las recaídas

11. “NO PUEDO TRATAR DE MI TRASTORNO SIN VER TAMBIEN A LA PERSONA X. ELLA ES LA CAUSA DE MI TRASTORNO”: Manejo: a) El terapeuta muestra que las emociones extremas dependen de los P.A y S.P más que de los eventos externos. b) Pero puede ser útil entrevistarse con esa persona para incluirla como colaboradora en la terapia o sugerirle un marco terapéutico más amplio (pareja, familia); en este último caso si ésta no accede, le dice a la persona que ha perdido ayuda que el problema se puede trabajar, aun así.

12. “SOY MAS INTELIGENTE QUE USTED, ¿CÓMO VA A PODER AYUDARME?”: Manejo: a) El terapeuta puede decirle a este paciente, que es posible que en muchas aéreas sea más brillante que él, pero que él está especializado en el área terapéutica.


156 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva b) Además si este paciente inicia un debate intelectual, el terapeuta puede cortarlo preguntándole directamente: ¿Esta actividad intelectualizante le ha servido alguna vez para resolver sus problemas emocionales?

13. “LA TERAPIA COGNITIVA NO DARÁ RESULTADO PUES MI TRASTORNO TIENE UNA BASE BIOLÓGICA”: Manejo: a) Contrastar al paciente con fracasos farmacológicos anteriores. b) (Lógicamente estamos hablando de casos donde los fármacos no ocupan una posición preponderante o exclusiva). c) Informar al paciente de la idea trasnochada de separar mente y cuerpo; y que la terapia produce un cambio bioquímico.

14. “TENGO QUE AFIRMAR MI INDEPENDENCIA NO PERMITIENDO QUE EL TERAPUETA HAGA SURGIR LO MEJOR DE MI”: Manejo: a) Este paciente suele negarse a realizar las tareas para casa o discutir frecuentemente con el terapeuta. b) El terapeuta dice al paciente: “yo no puedo obligarle a creer o a hacer algo. Usted es el último responsable en colaborar o no conmigo. Yo no puedo ayudarle a colaborar con su terapia. Yo puedo ayudarle a modificar algunas de sus creencias y conductas, desarrollando otras más adaptativas, pero no puedo obligarle a realizar este trabajo”. c) Además el terapeuta con este paciente le pide con frecuencia sugerencias, opiniones, etc. d) También puede exponer las desventajas de decir “no” a todo


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C. EJEMPLOS DE BECK (1988): (Adaptados de la terapia de parejas) 1. OPINIONES DERROTISTAS (“MI CONYUGE ES INCAPAZ DE CAMBIAR”, NADA PUEDE MEJORAR NUESTRA RELACION”…ETC): Manejo: a) Informar al paciente que si el efectúa algunos cambios puede promover cambios en el otro. Se puede comenzar redefiniendo los problemas específicos, seleccionando los más susceptibles de cambio y generando alternativas. b) Las opiniones derrotistas se ponen a prueba en general, seleccionando problemas específicos susceptibles de cambio y generando alternativas. c) La táctica general es dividir la “gran montaña de problemas” en problemas específicos abordables; y poniendo los abordajes a prueba como argumento empírico contra la desesperanza.

2. OPINIONES DE AUTOJUSTIFICACION (“ES NORMAL COMPORTARSE COMO YO “CUALQUIERA EN MI LUGAR HARIA LO MISMO”, ETC.): Manejo: a) ¿El hecho de que su cónyuge reaccione igual es una razón válida para usted en el sentido de si cambia algo? b) Alguien debe tomar la iniciativa del cambio, y bien podría ser usted.

3. ARGUMENTO DE RECIPROCIDAD (“NO HARÉ NADA A MENOS QUE LO HAGA TAMBIEN MI CÓNYUGE”, “NO ES JUSTO QUE YO HAGA TODO EL TRABAJO”): Manejo: a) Usted está aquí y él/ella no. Bien podría hacer usted el cambio b) No es necesario, lo necesario es la presencia del cónyuge para iniciar el cambio. c) Si usted mantiene esta idea de la equidad a toda costa, ¿Qué beneficios le encontrará de cara a su relación?


158 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva 4. ARGUMENTO DE QUE EL PROBLEMA ES EL CÓNYUGE (“MI CÓNYUGE ES IMPOSIBLE, ESTA ENFERMO, LOCO…””LA CULPA ES SUYA”): Manejo: a) Pedir pruebas para comprobar el grado de veracidad de esas opiniones. b) Explicar que podría ser una buena solución entrenarse en ignorar, al menos inicialmente, la irracionalidad del cónyuge y centrarse en lo que podría hacerse para reducir el conflicto. c) Informar de que en las luchas encarnizadas ninguno quiere ceder, creyendo que al hacerlo el otro gana ventaja. Mostrar la falacia de tal argumento, redefiniendo esta debilidad como actitud fuerte basada en la habilidad.

D.

MÉTODOS DE LA T.R.E PARA VENCER LA RESISTENCIA- (Ellis 1983) 1.- DEFINICION DE RESISTENCIA: La conducta de cliente que el terapeuta califica de anti terapéutica (y la del terapeuta) 2.- LA CAUSA DE LA RESISTENCIA: En gran parte se debe a las consignaciones y creencias explícitas o implícitas del cliente. (Y del terapeuta) 3.- CREENCIAS IRRACIONALES COMUNES A LA RESISTENCIA: a) “Debo cambiarme perfectamente, y soy un paciente incompetente e incurable si no lo hago así” b) “El terapeuta (y otros) deben ayudarme a cambiar, y si “no lo hace son personas despreciables” c) “El cambio de mí mismo debe ocurrir rápida y fácilmente, y es horrible si no ocurre así

Nota: lo mismo respecto al terapeuta.


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4.- FORMAS COMUNES DE RESISTENCIA

1) RESISTENCIA SALUDABLE: Cuando los terapeutas mantienen atribuciones y hacen interpretaciones crónicas de la conducta de sus clientes que estos no comparten (P.ej. Edipo, Gestalt incompleta…), la resistencia es ¡La del terapeuta!

2) RESISTENCIA UN MAL EMPAREJAMIENTO PACIENTE-TERAPEUTA: Se les asigna un terapeuta que no les gusta por diversas razones (ideas políticas, edad, masculinidad, feminidad, etc.). El terapeuta puede trabajar con los prejuicios anti terapéuticos y o (a menudo, acertadamente) concluir la relación.

3) RESISTENTCIA POR PERTURBACIONES TRASFERENCIALES: Se buscarán las creencias irracionales subyacentes y se debatirán (P.ej. “mi terapeuta debe responder como lo hacía mi padre; de lo contrario no podré seguir la terapia”)

4) RESISTENCIA POR LA CONTRATRANSFERENCIA DEL TERAPEUTA: Los terapeutas pueden encontrar clientes que no sean de su agrado por diversas razones y condenarles intolerantemente por ello. Es aconsejable entonces que detecten sus propias creencias irracionales y las debatan (P.ej. “Este cliente actúa tan agresivamente como mi padre lo hizo conmigo, ¡No debería actuar así! Y ¡es una persona horrible por actuar así!”).

5) RESISTENCIA DEBIDAS A LAS ACTITUDES MORALISTAS-CONDENATORIAS DE LOS TERAPEUTAS: Muchos terapeutas condenan a los clientes y así mismos por diversas conductas, bloqueando la relación (P.ej. “¡Mi cliente debería trabajar y no lo hace... fanfarrón!, “Hoy me he enfadado con el cliente y no debí hacerlo, ¡soy un pedazo de neuroticazo!)


160 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva 6) RESISTENCIA RELACIONADAS A PROBLEMAS DE AMOR-ODIO ENTRE CLIENTE Y TERAPEUTA: Algunos veces terapeutas y clientes demoran la terminación de las terapias (o la aceleran) debido al surgimiento de experiencias afectivas intensas de uno hacia el otro (que puede estar basadas en datos reales como el atractivo físico y no necesariamente en restos de experiencias infantiles)

7) RESISTENCIA POR MIEDO A REVELARSE: Alguno pacientes experimentan a veces deseos o sentimientos ¡demasiados conscientes para ellos! Y temen revelarlo a sus terapeutas por vergüenza y/o temor al rechazo (P.ej. “Debo de evitar que el terapeuta se entere de que tengo deseos sexuales por mi madre, pues si lo hago me rechazará y eso sería horrible”).

8) RESISTENCIA PROCEDENTE DE LA BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACION: Algunos pacientes desean evitar la ansiedad perturbadora producida por el esfuerzo terapéutico para quedarse con sus beneficios inmediatos (P.ej. “No puedo soportar que el cambio sea tan costoso e incómodo, las cosas deberían ser más fáciles).

9) RESISTENCIA DE LA GANANCIA SECUNDARIA: Algunos pacientes obtienen ventajas de sus síntomas (P.ej. evitar acudir a un trabajo desagradable por una parálisis histérica). Esas ganancias secundarias son estimuladas por creencias irracionales, más o menos conscientes como “Ya que el trabajo es malo, debo evitarlo a toda costa y decidir inmediatamente, pues sería horrible que se enteraran de mi opinión”).

10) RESISTENCIA PROVENIENTE DE SENTIMIENTOS DE DESESPERANZA: Algunos pacientes se resisten al trabajo terapéutico porque creen que no tienen esperanza de cambiar y están desesperados por ello. Tan pronto como retroceden o recaen, aunque sea un poco (proceso común en toda terapia) concluyen en sus creencias irracionales y se desesperan (P.ej. “Este retroceso prueba que no tengo esperanzas, y que nunca venceré mi depresión ¡Esto no debió de ocurrir, soy un depresivo, podría suicidarme!”)


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11) RESISTENCIA MOTIVADA POR EL AUTOCASTIGO: Algunos pacientes se culpan de experimentar ciertos sentimientos o realizar ciertas conductas y ¡expían! Su culpa, mediante síntomas (P.ej. “Odio a mi hermana, eso es terrible, merezco sufrir y tener esta depresión por ello”).

12) RESISTENCIA MOTIVADA POR EL MIEDO AL CAMBIO O AL FRACASO: Algunos pacientes tienen una exagerada necesidad irracional de seguridad y certeza y prefieren los límites impuestos por el campo de acción de sus síntomas a experimentar una incomodidad mayor ante el cambio. Otros prefieren estar protegidos contra posibles trabajos (P.ej. un problema de timidez, donde la evitación social previene del fracaso en una relación afectiva íntima).

13) RESITENCIA MOTIVADA POR OPOSICIONISMO DE REBELIÓN: Algunos pacientes se oponen o rebelan contra su terapeuta porque perciben sus acciones como una intromisión en su libertad. Mantienen creencias irracionales como: “Tengo que evitar que el terapeuta (y otros) me digan lo que tengo que hacer, pues me controlarían y podría suceder cosas horribles (como humillaciones o engaños)”.

14) RESITENCIA POR EXPECTATIVAS TERAPÉUTICAS ERRÓNEAS O DISTINTAS A LA TERAPIA: Algunos pacientes no revelan sus expectativas de tratamiento verdaderas hasta avanzado el tratamiento, o algunos terapeutas no la detectan previamente produciéndose resistencias en la terapia: P.ej. un paciente que desea ser ayudado exclusivamente por medicación, ya que no cree o no quiere tratamiento psicológico.


162 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva E. MÉTODOS PARA DEBATIR LAS CREENCIAS IRRACIONALES QUE SUBYACEN EN LA RESISTENCIA:

I.

Detectar el a-b-c de la resistencia (evaluación)

II.

Debatir las b.i.

III.

Usar autoafirmaciones racionales

IV.

Técnicas de referencia

V.

Auto debate

VI.

Proselitismo tre

VII.

Distracción cognitiva

VIII.

Uso del humor

IX.

Intención paradójica

X.

Sugestión e hipnosis

XI.

Filosofía del esfuerzo

XII.

Trabajar expectativas

XIII.

Distinguir insigths

XIV. Biblioterapia XV. Tre XVI. Modelado XVII. Playback


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F. ACTITUDES Y CONDUCTAS INADECUADAS DEL TERAPEUTA EN LA PSICOTERAPIA COGNITIVA (BECK, 1979; ELLIS 1987) (ADAPTACION: RUIZ, 1991). A. CONSIDERACIONES SEGÚN BECK (1979) 1. MINUSVALORAR LA RELACION TERAPÉUTICA: a) La expresión y discusión de las reacciones emocionales b) No respetar el estilo comunicativo del paciente c) No obtener feedback sobre las hipótesis cognitivas del paciente d) No tener en cuenta posibles reacciones emocionales de tipo transferencial y contratransferencial y su base cognitiva

2. Mostrarse excesivamente tecnicista y precavido a) Creer que la terapia consiste en la utilización exclusiva de un abanico de técnicas, ignorando el proceso terapéutico b) Mostrarse excesivamente cauteloso para no cometer errores

3. Mostrarse excesivamente reduccionista y simplista: a) Creer que la terapia consiste tan sólo en la detección y modificación de pensamientos automáticos; ignorando la detección y modificación de supuestos o creencias personales y de estrategias conductuales asociadas. b) Aplicar la terapia como un libro de recetas sin considerar la idiosincrasia y particularidad del paciente.

4. Mostrarse demasiado didáctico e interpretativo: a) Comunicarle al paciente sus errores cognitivos; sin apenas utilizar las preguntas empíricas


164 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva b) Interpretar los problemas del paciente sin que éste aun maneje mínimamente los procedimientos cognitivos y conductuales.

5. Reaccionar negativamente ante los pacientes: a) No tener en cuenta que el proceso terapéutico es muchas veces una tarea dura y pesada b) No tener en cuenta que el papel negativo de las interpretaciones peyorativas sobre la conducta del paciente c) Interpretar las resistencias terapéuticas del paciente en términos motivacionales (P.ej. “Usted no quiere…”), sin detectar su conexión en las distorsiones cognitivas y proponer alternativas de modificación (P.ej. “Parece que usted cree por lo que dice que si yo le sugiero una alternativa, y no soluciona usted mismo el problema eso demostraría, que usted es inútil: ¿es así?... ¿qué pruebas y en que se basa usted para mantener esa idea o creencia?).

6. Aceptar al insight intelectual como signo de progreso: a) Aceptar del paciente su afirmación de que el comprende lo que decimos sin verificar su efecto real aplicado por el paciente en su trabajo terapéutico (P.ej. “Si ya sé que mis problemas provienen de mi creencia de que necesito del apoyo de otros para afrontar mis tareas”… y el terapeuta junto con el paciente no diseñan “experimentos” para poner esta creencia o supuesto a prueba). b) Confundir erróneamente sentimientos con pensamientos (P.ej. “Me creo un fracasado y me siento por ello deprimido”). Este error de los pacientes y terapeutas es también extensible a teorías psicológicas globales.

7. No tener en cuenta ciertos factores que pueden maximizar el efecto terapéutico de la terapia cognitiva: a) Importancia del empirismo colaborativo; trabajar con el paciente en la detección y generación de alternativas a sus problemas.


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b) Importancia de las recaídas como oportunidad para detectar pensamientos automáticos, supuestos personales y estrategias conductuales relevantes. c) Dar importancia a que el paciente explore y descubra alternativas a sus significados personales de eventos relevantes, como por ejemplo la terminación de la terapia, la proximidad de un fin. d) Importancia de la detección de distorsiones cognitivas y el aprendizaje de alternativas en estados de perturbación emocional; más que en períodos asintomáticos.

8. Minusvalorar los procedimientos conductuales como procedimientos de modificación cognitiva: a) A través de ellos se pueden proporcionar “experiencias correctoras o experimentos personales para modificar las cogniciones disfuncionales b) Utilizar las técnicas conductuales como vías de modificación cognitiva a través del entrenamiento en competencias o experiencias que proporcionan evidencia de modificación cognitiva.

9. Actitud inadecuada de estereotipar al paciente, convirtiendo sus “rasgos personales en explicación de toda su conducta: a) Tener en cuenta que el paciente presenta problemas, pero no es en si el problema. b) Inadecuación de utilizar el rasgo sin detectar su base cognitivaafectiva-conductual, que ofrezca posibilidades de cambio. 10. Actitud pesimista ante el paciente: a) A menudo algunos pacientes tienen una larga historia de fracaso terapéutico y es difícil trabajar con ellos. Quizás en estos casos sea deseable rebajar el nivel, al menos inicialmente de las metas terapéuticas b) Es preferible en caso de no cambio, a veces remitir al paciente a otro terapeuta, otro tipo de intervención (a veces otro tipo de terapia) o


166 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva pedir asesoramiento de un experto en nuestra orientación. Es decir explorar otras opciones no nos cierra las alternativas. c) A veces también es útil utilizar otras técnicas de otras psicoterapias (aunque sean explicadas cognitivamente). Un ejemplo es el uso frecuente en terapia cognitiva de técnicas estratégicas, hipnosugestivas, etc…(p. ej. ver Lazarus: “Terapia Multimodal”

11. Detectar y hacer frente a las propias distorsiones cognitivas. Son frecuentes las siguientes: a) “Si el paciente no mejora es porque soy un mal terapeuta” b) “Yo he hecho mucho por el paciente y no me lo agradece”. c) “Este paciente es un X (rasgo o etiqueta peyorativa) y no debe actuar así conmigo” d) “Yo soy el último responsable de la conducta del paciente”

12. Mantener una baja tolerancia a la frustración Ellis desarrolla mucho este punto a) Por mantener creencias inflexibles sobre el desarrollo sin dificultades de ellos como terapeutas, la terapia o los pacientes b) Por guiarse inflexiblemente por creencias o supuestos en la línea de “éxito fracaso”

13. Mantener una actitud no orientada a resolver problemas: a) Es deseable especificar los problemas y que el paciente los verifique como tales. b) Adaptar las soluciones alternativas al paciente, sus características y recursos, de modo flexible. c) Poner a prueba las alternativas y si no funcionan buscar otras.


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14. Desatender las preocupaciones de los pacientes en relación a la terminación de la terapia. Por ejemplo: a) “No estoy totalmente curado y aun necesito” b) Cuando termine la terapia volveré a tener estos problemas, y yo necesito una garantía de que no reaparecerán. c) Tener en cuenta de que a veces una recaída hacia el final de la terapia puede deberse a que el paciente esté poniendo a prueba sus habilidades cognitivas, como “prueba de realidad”. d) Utilizar con el paciente el que el resuma la terapia y sus progresos y que problemas anticipa para programar su prevención. e) Programar, si es necesario sesiones de apoyo y seguimiento.

15. No explorar los deseos de terminación prematura de la terapia: a) Una mejoría rápida e inesperada de los síntomas: se desaconseja, poner un fin prematuro a la terapia, sin haber modificado los supuestos personales que hacen vulnerable a esa persona. b) Reacciones negativas hacia el terapeuta por el paciente: si es posible se clarifican las emociones y cogniciones asociadas a esas reacciones y/o se avisa al paciente de que será bien recibido, si más adelante desea volver a terapia. c) Ausencia de mejoría significativa o recaídas durante el tratamiento: se trabaja el manejo de las situaciones de mayor riesgo y la prevención-manejo de recaídas.

16. Recaídas después del tratamiento: a) Poner en práctica lo aprendido como una oportunidad para ello. El terapeuta aconseja esto, antes que una vuelta inmediata a la terapia b) Programar sesiones de seguimiento.


168 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva G. CONSIDERACIONES SEGÚN ELLIS (1987): 1.- FALTA DE HABILIDADES DEL TERAPEUTA PARA: a. Inducir a los clientes la terapia correctamente. b. Corregir expectativas terapéuticas irreales, como P.ej. “el terapeuta me resolverá mis problemas” c. Errores en la evaluación, y trabajar problemas inexistentes d. Fallar en demostrar la base cognitiva de los problemas. e. Fallar en demostrar la base de los problemas en las creencias irracionales (o supuestos o esquemas) y centrarse demasiado en los pensamientos automáticos. f.

Quedarse en la n°1 de insight y no trabajar el cambio con tareas para casa y su revisión.

g. No diferenciar problemas primarios y secundarios. h. Saltar en la misma sesión de la refutación de la perturbación por incomodidad (baja tolerancias a la frustración) a la refutación de perturbaciones del yo (necesidad de aprobación y/o competencia p.ej.) i.

Trabajar en un nivel o estadio donde el paciente no tiene aún habilidad.

2. Creencias irracionales del terapeuta a. “Tengo que tener éxito con todos mis pacientes todo el tiempo”. b. “Tengo que ser un terapeuta sobresaliente, mejor que otros”. c. “tengo que ser muy respetado y querido por todos mis clientes” d. Los clientes tienen que trabajar lo mismo que lo hago yo en la terapia”. e. “La terapia tiene que servirme a mí también mientras dure para resolver mis problemas o para divertirme”


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PENSAMIENTOS DISFUNCIONALES DEL TERAPEUTA A. Acerca de si mismo 1. No progreso. Yo no puedo ayudar al paciente. No soy lo bastante habilidoso. 2. Estoy dejando que el paciente empeore; el paciente no recibe por lo que está pagando. 3. No avanzamos con la rapidez suficiente. Debo de estar haciendo algo mal. El paciente debería estar mejor después de 12 semanas. No lo lograré. 4. Sé que he dado con el problema. Tendré que comenzar de nuevo. Estaba yendo por un callejón sin salida. 5. El paciente está progresando, pero no a causa de las técnicas cognitivas. El paciente simplemente está respondiendo al apoyo. No está aceptando el análisis de los pensamientos. 6. El paciente recaerá tan pronto como termine la terapia. Realmente no he alcanzado la raíz de este problema y no seré capaz de hacerlo. 7. Otros terapeutas serían más exitosos y más rápidos. Ellos no tienen fallas. 8. El paciente ya no estaría deprimido o ansioso si yo fuera más competente. 9. Tengo que usar las técnicas repetidamente. No estoy teniendo éxito. 10. No estoy teniendo éxito. Va demasiado despacio. 11. (Cuando el paciente me critica o actúa airadamente): no debo de estar manejando la relación correctamente.

B. Acerca del paciente. 1. La terapia cognitiva no es apropiada para este paciente. Los problemas del paciente están demasiado instaurados profundamente, son demasiados severos, demasiado crónicos. 2. Este paciente se me está resistiendo. No quiere mejorar. No quiere hacer lo que yo le digo a él/ella.


170 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva 3. Lo que el paciente teme (p.ej. perder el trabajo, etc...) es realmente algo temible y él/ella no serán capaz de soportarlo si sucede. 4. No me gusta el paciente. 5. El paciente tiene demasiados problemas que mejorar. 6. El paciente es (esquizofrénico, sociópata, trastorno del carácter, etc.) y por consiguiente no podrá ser ayudado. 7. El paciente tiene demasiados problemas para un enfoque centrado en el síntoma. 8. El paciente está demasiado enfermo, los problemas son reales y terribles. El paciente es resistente.

C. Acerca de la terapia cognitiva 1. La terapia cognitiva no es suficientemente efectiva, no funciona en realidad. 2. Eso es una terapia simplemente de apoyo. 3. La terapia cognitiva solo trabaja problemas superficiales y no profundos.

D. Soluciones 1. No atribuir la responsabilidad bien al paciente, bien al terapeuta. Recuerde que la terapia es un puzzle de factores, y usted debe mantenerse en búsqueda de soluciones. Intente una nueva aproximación o enfoque. 2. No coloque semana a semana las expectativas o metas de progreso. Espere semanas de buenas y semanas de malas. No conceptualice los cambios en forma lineal, sino en forma escalonada o en zigzag. Coloque un punto de vistas y evaluación a largo plazo (p.ej. diez semanas). 3. Pida consejo a otros terapeutas expertos o colegas.


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4. No conceptualice 12 semanas (veinte sesiones) como el plazo de solución final o “cura”. Todo el mundo tiene muchos supuestos disfuncionales que pueden ponerse en marcha, conforme cambien los acontecimientos. Las recaídas representan la formación de nuevas cogniciones o bien la activación de supuestos sumergidos. La terapia cognitiva no puede prevenir este proceso hasta ahora: No podemos deshacer o trabajar cogniciones hasta que los eventos las haya activado. 5. Cuando todo ha fallado y todas las sugerencias disponibles han sido seguidas intente técnicas de otras terapias. Puede mandar el paciente a otro terapeuta. La terapia cognitiva no es una panacea. La falta de éxito no es una desgracia. 6. No existe una cosa como “profundamente instaurado”. Rechace otros esquemas temporalmente. Emplea una formulación de supuestos de una forma persuasivas. Sea flexible, acepte el estilo del paciente.

PROBLEMAS Y SOLUCIONES CON LAS TAREAS PARA CASA (BECK, 1979) 1. EL PACIENTE DICE QUE NO SABE LLEVAR UN REGISTRO ESCRITO:

El terapeuta comprueba si el paciente ha realizado alguna vez registros para actividades cotidianas (lista de compras, preparativos, etc.), y si es así presenta las similitudes. Presentar el registro como una habilidad a aprender y su utilidad para el tratamiento

2. EL PACIENTE DICE QUE SUS PROBLEMAS SON MUY COMPLICADOS Y LAS TAREAS NO LE SERÁN DE AYUDA:

Explicar que incluso las tareas más complicadas (llegar al espacio, escribir un libro, etc. Se componen de pasos sencillos). Realizar un balance de ventajas e inconvenientes de pensar que sus problemas no se resolverán con tareas para casa.


172 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva Cuestionarle: “¿Es positivo creer, que incluso antes de intentarlo, las tareas no le ayudarán?”.

3. EL PACIENTE DICE QUE NO HACE LAS TAREAS PARA CASA PORQUE NO LE HAN AYUDADO EN OCASIONES ANTERIORES:

Informar que existen diversas formas de tareas para casa. Comprobar expectativas del paciente: “¿Espera un cambio rápido, fácil y sin dificultades?”. Comprobar a través del informe el grado real de ayuda recibida.

4. EL PACIENTE QUE NO HACE LAS TAREAS PORQUE AFIRMA QUE LE SON ASIGNADAS DE MODO AUTORITARIO O PERCIBE ERRONEAMENTE QUE ES ASI: Trabajar la relación terapéutica: si el terapeuta lo hace así, revisar su actitud y conducta, y cambiar a un rol más colaborador. Si es una distorsión del paciente: presentar las tareas según el modelo del consumidor: el paciente desea unos objetivos, el terapeuta conoce los medios. El paciente es libre de aceptar los métodos, como de comprar o no un producto en el mercado. Comprobar con el paciente qué entiende él por “autoritario” y la evidencia para ellos.

5. EL PACIENTE SE AVERGUENZA DE LA CALIDAD BAJA DE SU REGISTRO:

Idea al problema n°1. El terapeuta explica que no importa la forma sino su propósito Explicar las ventajas de asumir el riesgo de enfrentarse a la vergüenza. Pedir al paciente que lea sus registros si no desea mostrarlos.


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6. EL PACIENTE DICE QUE HA OLVIDADO HACER LAS TAREAS:

No especular sobre “el motivo inconsciente del olvido” Considerar al paciente “inocente” mientras no se demuestre lo contrario Introducir métodos o señales de recuerdo para las tareas.

7. EL PACIENTE DICE QUE NO HA TENIDO TIEMPO PARA REALIZAR LAS TAREAS:

terapia.

Discutir con el paciente las prioridades en sus actividades y la posición de la

Consideramos que la C.T (Beck, 1967, 1976, 1979, 1982, 1985) es la terapia cognitiva con fundamento empírico y teórico mejor desarrollada. Sin embargo pensamos que el conocimiento de otras terapias cognitivas puede ayudar al clínico práctico a desarrollar sus habilidades y conocimientos. En esta línea consideramos el interés que puede tener el manejo de la relación terapéutica como vía de cambio cognitivo (junto y/o aparte de las tareas de revisión cognitiva para casa). En concreto, compartimos la relevancia que puede tener la psicoterapia cognitiva los siguientes factores (y que no han sido incluidos suficientemente en la R.E.T y C.T.): 1. Las cogniciones tienen historias. Se generan en un contexto experimental y evolutivo. (Saranson, 1979; Wessler, 1986; Bowlby, 1971, 1973, 1980). 2. Tiene fuerza y grados de accesibilidad variables (Saranson, 1979; Arieti, 1978). Tienen dificultades distintas para hacerse conscientes. 3. Las cogniciones pueden interactuar entre sí, siendo a veces conflictivas entre ellas. (Saranson, 1979: Wessler, 1986). 4. La relación entre las cogniciones y los vínculos afectivos (Bowlby, 1971, 1973, 1979, 19880). 1. EL CONCEPTO DE CONGNICION INTERPERSONAL. Tradicionalmente se ha asumido en psicoterapia que la relación paciente/terapeuta proporcionaba una “experiencia emocional correctiva” (Alexander y French, 1965). La psicoterapia resultaría un proceso de reeducación emocional que facilitaría la adaptación a la realidad. Para ello


174 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva tendría que detectar los patrones de relación del paciente y ofrecer un contexto de modificación. Esta visión de la psicoterapia ha sido mantenida fundamentalmente por los clínicos psicodinámicos (Freud 1917; Malan, 1983). Solo recientemente en la modificación de conducta se ha prestado una atención suficiente a este punto, y fundamentalmente por los terapeutas cognitivos constructivistas (Guidano y Liotti, 1983; Mahoney, 1988) han elaborado teorías referentes al desarrollo, estabilidad y cambio de las estructuras cognitivas y su conexión evolutiva con los vínculos afectivos tempranos, como contexto de formación. A pesar de ello, ni los clínicos cognitivos “tradicionales” (Ellis, Beck), ni los constructivistas han empleado de modo sistemático y consciente la relación terapéutica como vía de cambio cognitivo en sí misma. Los clínicos de orientación psicodinámica-cognitiva (Arieti, 1978; Bowlby, 1979; Watchel, 1977) han resaltado la relación entre la cognición y los vínculos afectivos relacionales. En concreto, Watchel (1977, 1988, 1991) han desarrollado un modelo que intenta integrar la terapia psicodinámica y la conductual que contiene una serie de conceptos que relaciona aspectos cognitivos y relacionales: Destacamos los siguientes: Selectividad interpersonal: Seleccionamos aquella gente con la que interactuamos y evitamos a aquella que pueda modificar nuestros hábitos y patrones personales. También hacemos que los demás se comporten con nosotros de una manera determinada, siendo su conducta complementaria a la nuestra. Esta actividad está regida por esquemas cognitivos personales. Papel de las experiencias tempranas: Las experiencias tempranas son importantes para la formación de los esquemas cognitivos, sobre todo cuando son reforzadas por experiencias posteriores, produciendo sesgos en el desarrollo. Cambio: Las posibilidades de cambio dependen en gran parte del contexto social y relacional del individuo; ya que las nuevas situaciones de la vida ofrecen la oportunidad de modificar los sesgos del desarrollo, de revisar los esquemas cognitivos. Basándonos en los conceptos anteriores definimos la cognición interpersonal como el conjunto organizado de significados personales (a menudo tácitos) y evaluaciones cognitivas que se han desarrollado fundamentalmente en las relaciones del niño con sus padres y otros significativos, y que contiene los patrones de pensamiento-afecto y conducta que el individuo despliega en situaciones interpersonales o sociales. Esos patrones, a nivel cognitivo se relacionan con atribuciones, expectativas y evaluaciones respecto a si mismo y otros en situaciones interpersonales. Las interacciones con otras personas suelen


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derivar de los esquemas cognitivos tempranos. Aunque el individuo aprende habilidades sociales a lo largo de todo su desarrollo, tiende a “repetir” un esquema previo de relación más primitivo, sobre todo en situaciones que suscitan una fuerte respuesta emocional. En cierto modo la cognición interpersonal seria paralela a los conceptos de significado personal,, distorsiones cognitivas y pensamientos automáticos (Beck, 1979) en situaciones de relación con otros. 2. LA TEORIA DEL APEGO Y LOS VÍNCULOS AFECTIVOS Expondremos la teoría del apego de Bowlby (1979) relacionada al cambio cognitivo en función de la cognición interpersonal. La teoría del apego puede proporcionar una guía de intervención psicoterapéutica. Bowlby (1979) describe el proceso de exploración que llevaría una intervención terapéutica: EVALUACION DE LOS VÍNCULOS AFECTIVOS 1. Considerar el patrón de comportamiento de apoyo del paciente a partir de: a) Lo que refiere de cómo se relaciona con otros y consigo mismo b) Cómo se relaciona con el terapeuta. 2. Recoger su historia personal, sobre todo lo referente a separación y encuentros con otros (por eventos sociales, educativos, enfermedades, fallecimientos, etc.) y como el paciente reaccionó a ellos. 3. Prestar especial atención a las discrepancias entre la descripción de los hechos y las personas (respecto a eventos pasados) y sus recuerdos de esos eventos; como guía de hipótesis de disociación cognitiva. 3. EL USO TERAPÉUTICO DE LA COGNICIÓN INTERPERSONAL Mantenemos que nuestra definición de cognición interpersonal encaja perfectamente con la teoría del apego. Recabamos la propuesta psicoterapéutica definida por Bowlby (1979) y representamos utilizando unos gráficos o triángulos similares a los de Malan (1983) para explicar el proceso de la psicoterapia basada en la teoría del apego nos valdremos igualmente de los conceptos de la C.T (Beck, 1979).


176 ‹ Material teórico de consulta para el logro de una relación terapéutica efectiva EL PROCESO PSICOTERAPÉUTICO A. PROPORCIONAR AL PACIENTE UNA BASE SEGURA: FOMENTAR LA CONFIANZA. Evaluación-diagnóstico Facilitar una buena relación terapéutica Socializar al paciente con la terapia B. AYUDAR AL PACIENTE A HACER AUTOEXPLORACIONES: TRANFERENCIA SOBRE OTROS. Detección de círculos interactivos de pensamientos-afectos-conductas en situaciones sociales actuales. Hipótesis sobre supuestos personales. Detectar papeles o roles interpersonales derivados de los supuestos personales (p.ej. “controlador”, “evitativo”, etc.). Alternativas a pensamientos-afectos-conductas y supuestos personales a la base de las relaciones interpersonales problemáticas. C. AYUDAR AL PACIENTE A TOMAR CONCIENCIA DE CÓMO CONSTRUYE LA RELACION TERAPÉUTICA. TRANSFERENCIA TERAPÉUTICA. Detectar pensamientos-afectos-conductas implicados en la relación terapéutica y supuestos personales a la base. Alternativas a pensamientos-afecto-conductas y supuestos personales disfuncionales a la base de problemas de la relación con el terapeuta. D. AYUDAR AL PACIENTE A TOMAR CONCIENCIA DE LA RELACION ENTRE SUS RESPUESTAS A LAS SITUACIONES INTERPERSONALES, TERAPEUTICAS Y LAS RELACIONES TEMPRANAS CON SUS FIGURAS DE APEGO Pedir al paciente que describa las relaciones actuales y pasadas con las figuras familiares más relevantes, sobre todo en el periodo de la infancia y adolescencia. Seguir el mismo patrón pero ahora relacionado con recuerdos (“imágenes”) de esas relaciones.


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Confrontar al paciente con incongruencias entre los informes descriptivos y de recuerdos. Sugerir al paciente hipótesis sobre esas incongruencias y pedirle que siga evocando más recuerdos (p.ej. mediante el “flujo de conciencia”, una especie de asociación libre sobre un tema prefijado; o mediante el uso de evocación de imágenes, etc.

LOS TRIÁNGULOS TERAPÉUTICOS Triangulo cognitivo (1) P-A-C/Situación actual

Triangulo de las relaciones Si mismo/Otros

(2) Distorsiones

(2)

(3) Disociaciones de significados

(3) Figura de apego



“ Adúlame y tal vez no te crea, critícame y tal vez me desagrades, ignorándome y tal vez no te perdone, motívame tal vez no te olvidé” William Ward.

Capítulo 8

La libertad de los estudiantes



Capítulo 8

EL PORQUÉ DE LA LIBERTAD ESTUDIANTIL

“Piensen con regularidad en los presos como si ustedes mismos fueran presos en su lugar” Hebreos 13-2

Por qué se deserta de las instituciones educativas es un tema que no ha pasado de moda; los niños, los jóvenes tienen sus puntos de vista muy particulares sin embargo, en un muestreo estadístico encontramos coincidencias muy generalizadas, veamos primero lo que dice A.S. Neail al respecto. “Una organización que coloca a la criatura en una categoría para simplificar lo más posible la tarea del maestro; es escandaloso que un estudiante de cualquier edad deba decir “odio a mi escuela”. Temo que la producción en masa haya llegado para quedarse; hay que vaciar a todos los alumnos en el mismo molde; hay que educarlos para que jamás discutan nada y si los chiquillos sufren es algo que a nadie le importa”. Lo único que vale es el sistema coactivo, la estandarización del carácter para que todos piensen en la misma forma. ¡La uniformidad ante todo! Y miles de pobres alumnos indefensos lloran y se sienten desgraciados en sus escuelas. Siempre la misma historia, odio mi escuela, mis maestros hacen que todas las lecciones sean aburridas, no aceptan las respuestas que no figuren en el libro. Imponen un cúmulo de normas tontas, como la que no debemos hablar en los corredores cuando pasemos de un aula a otra. Es espantoso que se persiga así a los estudiantes. ¡Vidas jóvenes trituradas por autoridades inmaduras, despreciables! ¡El amor al estudio frustrado por una enseñanza tediosa! Dan ganas de llorar. Temo que la mayoría de los maestros odien su trabajo, odien a sus alumnos y se odien a sí mismos. ¡Qué egocentrismo! El profesor de matemáticas piensa que las matemáticas son el eje del mundo; para él es lo único que cuenta. El profesor de geografía piensa saber cuál es la capital de Madagascar es más importante que jugar futbol. Bernard Shau dijo en una oportunidad “quien puede, hace; quien no puede enseña”. Creo que muchos de mis exalumnos no quieren seguir la carrera de docente porque son demasiado equilibrados, demasiado vivaces para integrar a un sistema que los obligaría a convertirse en fanfarrones empeñados en exigir obediencia y sumisión.


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La libertad de los estudiantes

Habrá que considerar en la investigación de A.S. Neill algunos detalles que acontecen en la escuela mexicana, matices organizacionales que la escuela tradicional continua soslayando en perjuicio de la correcta formación del estudiante. Consideramos que la educación ha sido hasta hoy una función de autoridad; esto es, autoridad del maestro sobre sus alumnos, autoridad de los funcionarios administrativos sobre los pequeños pueblos, autoridad de la capital sobre la provincia, coacción participativa de los alumnos en su propia educación. Como ejemplo de la mala actuación de muchos maestros Elestin Freinet en su libro “Consejos a los Maestros Jóvenes” Editorial LAILA, Barcelona España, 1984, p. 188, cita el caso de “el caballo que no tenía sed” el cual es llevado por un individuo ajeno a las costumbres de los animales y de la granja, al abrevadero y pretende obligarlo a beber. El caballo obviamente no bebe y cuando a fuerzas logra que introduzca el hocico en el agua, el caballo resopla y escupe el agua. Así el maestro que obliga a sus alumnos a asimilar un conocimiento fuera de sus intereses comete ese grave error, pues el alumno opone una fuerte resistencia al grado de que puede rechazar el conocimiento, bloquearse, volverse agresivo e incluso desertar; porque se es participe de ese sentimiento porque ya se establece la conciencia de ello y no porque la autoridad lo exige. “Hay que conseguir que los estudiantes sean felices en el ámbito escolar y dejar que puedan expresar sus deseos sin ningún tipo de represión ni prohibición puesto que todos los males de la vida son creados por la limitación y la destrucción de la felicidad”. Los jóvenes estudiantes son buenos por naturaleza y todos sus instintos y deseos saludables, pero el mal surge cuando la sociedad mediante sus instituciones entre las cuales se encuentren la escuela, reprime sus deseos e instintos primarios, aparecen entonces las frustraciones y el dolor que incrusta en el corazón del alma juvenil y la hacen desdichada. El joven conoce entonces el odio que provoca todos los males. Por lo tanto, es la corrupción del mundo circundante y no alguna simiente en el alma o en el cuerpo lo que corrompe al adolescente. Ante esta situación la solución consiste en evitar que la represión social y escolar actúen sobre el estudiante, si esto se consigue el alumno se desarrollará sano y feliz dando libre salida a sus expresiones. Vivirá entonces la experiencia del amor con toda su plenitud y esto es importante dado que solo el amor puede superar al mundo. Si la escuela consigue que el estudiante viva feliz aquí y ahora sin subordinar esta felicidad a ningún fin propiamente escolar, estos alumnos figuraran a lo largo de toda su vida sin odio ni rencores de ningún tipo y se evitaran todos los males de la humanidad. Así la escuela se convierte en un oasis que permite a sus estudiantes crecer sin represiones ni prohibiciones.


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AUTORIDAD Y DISCIPLINA AUTORIDAD Para que la enseñanza de su máximo rendimiento es menester que los alumnos intuyan en su educador un poder legítimo; es decir, que sus mentalidades vean en ellos algo que les haga comprender la superioridad de su maestro. Keiffer, en su libro: “La autoridad en la familia y en la escuela”, dice “del concepto que de la autoridad se tenga depende la manera con la que el hombre la ejerce”. De nada servirá por ejemplo, que un maestro tuviera título de doctor en tres o cuatro ciencias, si sus alumnos lo único que les interesa es el futbol. Ese maestro podrá tener mucha autoridad en cátedra universitaria, pero nunca entre grupo de alborotadores jóvenes a quienes no les interesa nada que no sea su deporte favorito. Un profesor que supera a sus alumnos en fuerza, agilidad y técnica en los deportes, tiene mucho camino andado para lograr respeto e influencia en todos aspectos. Pero indudablemente no está en nuestra mano poseer toda la destreza que nos gustaría para influir en nuestros alumnos; sin embargo, no desconocemos que también es cierto que es cuestión de voluntad firme y enérgica corregir nuestro indolente modo de andar y la dejadez en los modeles y que, merced a la costumbre, fruto de un continuo ejercicio, se puede lograr serenidad en la mirada entonación en la voz, y precisión y seguridad en los gestos que nos den autoridad. LA AUTORIDAD DEL MAESTRO La autoridad del maestro es el ascendiente o predominio moral con que asegura en la clase, la disciplina y el trabajo. LOS BASEMENTOS DE LA AUTORIDAD Los verdaderos basamentos de la autoridad son: el respeto y el aprecio de los alumnos a su maestro; el afecto que los atrae a él; un prudente ejercicio del mando y el apoyo de las familias. Los alumnos tributan, espontáneamente respeto y profesan aprecio a ellos en quienes reconocen una superioridad patente; superioridad de saber, de la dignidad y sobre todo de su conducta moral. Si la ciencia y la virtud de un maestro les parecen aceptables, se entregan sin temores es decir, se ponen en sus manos, y le dejan por un acto de confianza, amplia libertad para que trabaje en su educación.


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Para establecer entre sus alumnos el buen espíritu y fortalecer su autoridad, debe el maestro con su conducta demostrarles que los aprecia; su sinceridad los apega a su materia y a su persona. La autoridad del maestro se mantiene especialmente por el arte de enseñar con suavidad y firmeza, con decisión y constancia. Mientras una orden, expresada con aspereza, indispone los ánimos, la suavidad en el mandato previene o modera la resistencia; y para no caer en una debilidad que comprometía prontamente los resultados esta suavidad tiene que hermanarse con la fuerza de voluntad, que respaldara la ejecución de las órdenes recibidas, y el respeto al reglamento de la escuela y hacer comprender a los transgresores que no pueden refugiarse impunemente en la pereza e indisciplina. La instrucción y la educación impartida en la escuela quedarían muy comprometida, si las orientaciones emanadas en ella fueran contradichas por aquellos que, para nuestros alumnos, representan la primera autoridad; sus padres. Es por ello que debe existir una muy estrecha relación y comunicación entre dos importantes factores educativos. Los gestos vicios y las manías son prueba evidente de falta de control físico, esto es debilidad y como es natural, cualquier debilidad hace que disminuya la autoridad. Hay que tener muy en cuenta que nuestros jóvenes son hábiles observadores, y, por lo mismo, desde el momento en que descubren la más leve falta en su maestro, cesa la admiración, disminuye la obediencia sufre grandes bajas la autoridad. El joven por naturaleza, y aun el adulto, quiere sentirse gobernado por alguien a quien reconoce superior, más adecuado; es decir quiere reconocer la superioridad en cualquier aspecto y admirado ese don, sujetarse a ella incondicionalmente. De ahí la gran responsabilidad que tiene el maestro de superarse si quiere que su labor sea positiva. La fe ciega que el alumno tiene por su profesor se manifiesta cuando dice; “lo dijo mi maestro”, y en esa frase manifiesta toda su adhesión a su profesor. Pero cuando ese estudiante descubre en su ídolo una injusticia, aunque esta venga a beneficiarlo, un tremendo desconcierto se apodera de su alma y ese profesar será respetado, obedecido, tal vez hasta querido, pero nunca tendrá autoridad en sus palabras en su corazón. Nota: No confundir “autoridad” con “disciplina” Dice el diccionario: Autoridad.-“poder legítimo de una persona revestida de mando”, “crédito y fe, que se le da a una persona”


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Disciplina.- “observancia de las leyes y ordenamientos de una profesión o instituto”. Pero en el aula, el maestro obtiene disciplina en razón directa a la calidad de la enseñanza y a sus valores humanos. Y la calidad de la enseñanza depende de la planeación que de ella se haga. MEDIOS PRACTICOS PARA OBTENER DISCIPLINA El alumno sabe, conoce, intuye que está obrando mal, su subconsciente está midiendo fuerzas, está probando hasta dónde puede llegar, y la voz tranquila, pero firme, le hace que no puede darse impunemente a la pereza o al desorden. No son los castigos, siempre irritantes, los medios por los cuales establece y mantiene el maestro disciplina. Algunas recomendaciones que utilizan maestros experimentados son las siguientes: • Explicar nuestra materia únicamente cuando el grupo está en perfecto silencio. • No dar llamadas de atención generales. Es mejor decir: Sr. Gómez, guarde silencio, que decir “Ya cállense”. • Nunca imponer castigos generales. • No permitir que platiquen durante nuestra explicación. • Nunca permitir que realicen trabajos de otras materias en el tiempo de nuestra lección. • Jamás darles tiempo libre. • Nunca permitir que circunde el escritorio más de un joven. • Utilizar cuatro o cinco alumnos para repartir trabajos. • No conceder permisos pasa salir del aula. • No “pambas” ni agresiones físicas. • Cuando un alumno altera el orden, preguntarle la clase, a nada responden mejor los alumnos que a las calificaciones. • Conceder la palabra solo a los alumnos que la solicitan en forma adecuada, no a gritos. • Jamás dialogar o discutir frente al grupo contra un alumno. ( cítelo usted en particular notará que su tono y sus argumentos cambian radicalmente)


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La libertad de los estudiantes

ESTRATEGIAS DE SENTIDO COMUN GENERADORAS DE AMBIENTES AGRADABLES 1. Conozca a sus alumnos, hábleles por su nombre, platique fuera de clase de cosas y asuntos que ellos sugieran, bromé, ría, juegue sin perder la personalidad, calcule y modere sus bromas, ayúdelos, entiéndalos, acuérdese que todos ellos son personas y merecen respeto. 2. Considere y respete a sus alumnos, acuérdese de que usted tiene más experiencia y por ende más recursos, mas formas de abordar problemas con éxito, nunca se burle de ellos, ni los exhiba. 3. Ármese de paciencia para que la resolución de los problemas sea en frio y sus posibilidades se extiendan; contar hasta diez ayudaría a no responder visceralmente. 4. Sincérese con sus alumnos, olvídese de hipocresías y falsas posturas; los muchachos son un libro donde usted está escribiendo, signe detalles positivos que le servirán luego. 5. Mantenga ocupados a sus alumnos, recuerde que una buena pedagogía, aparte de eficiencia docente, es la ocupación correcta del tiempo libre. 6. Una buena distribución del tiempo y un trabajo asiduo por parte del maestro dan casi por resuelto el problema de la disciplina. RENDIMIENTO ACADÉMICO EN LA ESCUELA PREPARATORIA Otra importante variable ambiental que determina el rendimiento académico es la importancia que la familia atribuye al éxito académico. Al repasar la literatura sobre las relaciones familiares de los muchachos inteligentes y de buenos logros y la de los muchachos inteligentes pero de logros mediocres (Morrow y Wilson (1961)) observaron que el muchacho de alto rendimiento en la mayoría de los casos proviene de un hogar en el que recibió una buena dosis de alabanza y aprobación, en donde había un sentido muy intenso de pertenecer a la familia, en donde se identificaba muy íntimamente con ellos. Por el contrario, el muchacho de logros mediocres en la mayoría de los casos provenía de una familia, en la que los padres eran exageradamente restrictivos o en la que había una buena dosis de tensión y desacuerdo parental. Los padres de estos muchachos tendían a exigir demasiado de sus hijos o exigir demasiado poco de ellos. En su propia investigación, Morrow y Wilson encontraron que muchas variables de moral familiar ayudaban mucho para explicar la diferencia entre los jóvenes de alto rendimiento y jóvenes de bajo rendimiento en la escuela preparatoria, pidieron a 48 muchachos inteligentes (CI de 120 o más) de escuela preparatoria, la mitad de los cuales tenia promedios académicos muy altos y la otra mitad tenia promedios muy bajos, que respondieran a un cuestionario que trataba de la moral familiar. Además de una puntuación global sobre la moral familiar, había 16 escalas parciales, cada una de


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las cuales comprendía seis puntos del cuestionario. Los autores encontraron que los muchachos de alto rendimiento gozan relaciones familiares en las que hay una mayor participación en el recreo familiar, una mayor confianza recíproca y una mayor comunicación de ideas, y que los padres de los jóvenes de alto rendimiento suelen dar frecuentemente muestras de que aprueban el buen éxito de sus hijos y que tienen confianza en ellos. Por su parte, los muchachos de alto rendimiento tienden a dar muestras de mayor aceptación de las normas de sus padres que los muchachos de bajo rendimiento. Finalmente, los padres de muchachos de alto rendimiento suelen ser menos exigentes en sus restricciones y en su disciplina. Otra manera de demostrar la importancia de las relaciones familiares para el rendimiento académico es examinando los antecedentes familiares de los jóvenes que abandonen la escuela preparatoria. Es un estudio en el que compararon a 150 desertores con un grupo idéntico de 150 muchachos que estaban terminando felizmente el último semestre del último año de escuela, Cervantes (1965) demostró que las relaciones familiares de los desertores se distinguían notablemente de las relaciones familiares de los que terminaban la escuela. El joven que abandonaba la escuela, con mayor frecuencia cuando provenía de un hogar en el que había muy poca comprensión y aceptación, y en el que raras veces recibía estímulo familiar para sus planes educativos y de empleo. Había una comunicación notable más escasa del hogar y apenas si se empleaba alguna parte del tiempo libre en actividades recreativas comunitarias. Finalmente, el desertor confesaba ser sensiblemente menos feliz dentro del hogar. Los estudiantes no pueden dedicarse y obtener éxito en las áreas de excelencia si no saben cuáles son estas áreas, y muchos de ellos no lo pueden saber si no se les ayuda. El término de comparación no tiene que ser los propios compañeros, sino más bien las propias habilidades. Dicho de otra manera, cuando los jóvenes quieren saber en dónde rendir mejor, se les debe ayudar a valorar sus propias fuerzas y limitaciones, sin tener que apelar a una comparación desagradable y competitiva con sus compañeros.

INCONGRUENCIAS EN EL ACCIONAR DEL DOCENTE CON REPERCUCIONES DIRECTAS CAUSANTES DE LA ZOZOBRA EN LOS ESTUDIANTES UNA QUEJA: (caso desahuciado) “Este grupo es insoportable, ya no sé qué hacer, hoy tuve que parar al frente a casi a la mitad; a mí no me traen la tarea, los pretextos son los mismos; no tengo libro; no la hice, no tuve


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tiempo, se me quedó en la casa”. “Ese grupo no sirve; el departamento de Orientación debía hacer algo, el Director debería respaldarnos”. OTRA QUEJA: (alienación) “Esos tres alumnos ya se propusieron a estar fastidiando en mi clase; ya busqué solución de muchas formas; hablé con sus padres, hablé con su asesor, con la orientadora, los mandé a la dirección y siguen igual: groseros, fastidiosos, peleoneros, no cesan de hablar en clase, por eso me decidí, ya no los quiero en mi salón, conmigo ya no entran, enójese quien se enoje”. OTRA QUEJA: (coacción) “Entro a ese grupo y es un desorden, no puedo iniciar mi clase porque no se callan; otros profesores coindicen en que es un grupo muy latoso, yo creo que tenemos que poner un hasta aquí, en ese grupo, no se puede dar clase, le voy a decir al Director que corra a esos cuatro alumnos, son manzanas podridas que van a contaminar a los demás; que corte por lo sano, asi se terminará el problema”. OTRA QUEJA: (confundido) “Los muchachos no se forman; el Director me exige que cumpla con mi obligación de Prefecto pero nadie me ayuda, los muchachos se forman cuando les da su gana, puro juego, peleas, yo creo que algo se tiene que hacer” OTRA QUEJA: (prejuicio) “Este grupo es muy distraído, es demasiado explícito y cuando los paso al pizarrón o les digo hagan el ejercicio en su cuaderno, no saben nada, no sé qué pasa, a ese grupo lo llenaron de puros atrasados”. OTRA QUEJA: (apremiante) “Ayer vi otra vez a ese muchacho haciendo señalamientos obscenos a esas muchachas, yo creo que el Director debe correrlo, ya se agotaron todas las instancias y no entiende, es un pendenciero, majadero e inmoral y yo creo que hasta pandillero; yo sí creo que debe ponerse un correctivo determinante”.


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¿Y SI LOS ALUMNOS EVALURAN? Si hubiera oportunidad, si a los alumnos se les brindara un espacio para expresar lo que sienten o simplemente para desarrollar un comportamiento adecuado a su edad; imagínese que pasaría o que sorpresas nos darían. Entrevistamos al azar a grupitos de alumnos que estaban fuera de sus escuelas preparatorias a la hora de la salida. Después de haber ganado su confianza y decirles que esto era un simple intercambio de opiniones acerca de estancia en la institución, acerca de su desenvolvimiento en clase, en los descansos, dentro de la escuela, en situaciones especiales, etc.; al oír respuestas francamente nos quedamos sorprendidos, podríamos decir que estas brotaron espontáneas, como una especie de catarsis que pocas veces oímos en nuestros alumnos pero está latente, subyace en los cerebros juveniles. Entrevistador.- hablen de la escuela, del trato que reciben, lo que les aqueja, lo que les gusta o disgusta, etc., tienen libertad de decir lo que les plazca, no tomaremos su nombre, ustedes exprésense con las palabras que desee. ALUMNO.- “A mí me gustaría que a los profesores se les tratara igual que a nosotros, o sea ¿Por qué se les deja traer el pelo largo? Y a nosotros nos corren y andan friegue y friegue detrás de nosotros”. ALUMNO.- “¡Nombre! Y también hay un profe que siempre anda oloroso a vino”. ALUMNO.-“No hay que ser, no es pareja la cosa, si llegamos tarde nos corren o nos castigan, pero ellos si pueden llegar tarde”. ALUMNO.-“Y eso que debes traer ropa digna si no, no entras; ¡como si fuéramos ricos! Yo tengo mi ropa y mi mamá cuando llego a casa quiere que me la quite para que no lo ensucie y lo pueda usar al otro día, pero cuando llueve o se me ensucia hay que lavarlo en la noche y si no se seca “pa que quieres” ALUMNO.-“En la clase de Historia el profe es muy exigente y muy enojón y a mí ya se me agarró de su puerquito; ya van dos veces que me corre nomás porque me estoy riendo o porque estoy hablando”. ALUMNO.-“A mí la otra vez que andaba en el patio con este chavo que está aquí y con Celestino; que de repente me sentí que me agarran del cuello por detrás, que dizque porque estábamos diciendo maldiciones; hay un profe rete maldiciento y ¿Quién le dice nada? ALUMNO.-“A mí también una vez me sacaron de la fila frente a todos ¡Que coraje me dio! Que porque me estaba riendo ¿Apoco si alguien dice un chiste tú no te ríes? Cuando uno no puede es cuando más ganas te dan ¿o no?”.


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La libertad de los estudiantes

ALUMNO.-“A mí me pusieron cinco en Biología y la profe dice que eso saqué pero yo traje todas las tareas y di clase y me fue bien en la prueba; a mí se me hace que se confundió y no quiere reconocer, pero si me le pongo al brinco sale pior”. Quejas, quejas del mal trato, acerca del abuso de autoridad, la prepotencia, el no reconocimiento de errores, en fin, los muchachos dicen sus verdades aunque hay que reconocer que también hubo bueno conceptos, palabras gratas y actitudes amables para algunos compañeros maestros que les han brindado apoyo, su comprensión y que a pesar de su firmeza en cuanto a la disciplina de la Institución tienen ratos dedicados a sus alumnos, sonrisas, palmadas, frases de aliento, convivencia en los descansos, paciencia, deferencia, etc. Nosotros creemos que en este asunto hay algo que debe revisarse; podrán ser las actitudes del maestro frente a los alumnos, o los severos encuadres disciplinarios institucionales o la socialización externa, o la formación familiar, que se yo, la idea es reflexionar sobre los resultados de una práctica docente, en este momento muy discutida. Seguiremos atento.

CINCO PADRES DE FAMILIA OPINARON SOBRE EL CASTIGO EN LA ESCUELA √ “Debe haber disciplina en la escuela, debe haber castigo si no ¿Cómo corriges a los alumnos? √

“¿Castigo? Yo lo llamo represión, hay maestros que abusan de su autoridad y vuelven al estudiante tímido, asustadizo”…

√ “Hay profesores que agarran “su barco” yo conocí a uno que se volvía sádico con casi todos los alumnos excepto con dos que tenían palanca, uno era hijo de un profesor, y el otro del presidente de la sociedad de padres de familia”. √

“Cuando yo estaba en primaria,-me acuerdo- la profesora de tercero me daba reglazos, la de cuarto, me pellizcaba y estiraba la patilla, y la de sexto me regañaba muy feo, quien sabe que pasaba, la verdad es que yo a lo mejor era muy inquieto y ellas tenían que castigarme”.

“Ya que habla usted de castigo, yo pienso que no hay peor castigo para los estudiantes que ponerlos en vergüenza”

Bien, reflexionemos en los puntos que a usted, hizo ruido en el cerebro, yo creo que usted y yo llegaremos a una conclusión interesante. MUCHAS GRACIAS


Conclusi贸n



A manera de conclusión Después de haber reflexionado en el contenido de este trabajo podremos darnos cuenta de que nuestra labor como maestros de adolescentes es digan, loable, esplendorosa, sobre todo cuando conocemos las actitudes de los adolescentes; por más elocuentes y eruditos que seamos en este asunto siempre habrá sorpresas, regularmente habrá casos difíciles, inexplicables, a veces, pero comprensibles para quienes se han enfocado más el estudio de esta etapa de la vida; un adolescente es un individuo que construye sistemas y teorías, algunos escriben y crean filosofías, políticas, etc. otros no escriben pero hablan, si el docente lo sabe, obrará en consecuencia, pero si no es así resultaría imposible lograr una enseñanza aceptable por no conocer al individuo con quien se trabaja. En este esfuerzo académico se enfocan los problemas de los adolescentes, se les atiende, se les comprende, se subrayan sus necesidades y sus principales parapetos para lograr un desempeño académico aceptable. Se trata de atender a aquellos muchachos que no se han adaptado a su preparatoria, aquellos alumnos cuya personalidad se muestra llena de conflictos y por ende la imposibilidad de sobresalir académicamente; se hace hincapié en el humanismo presente en nuestra Universidad. Se propone el establecimiento de un módulo de consejería en las escuelas preparatorias de la U.A.N.L como recurso para solventar o apoyar a estos grupos de jóvenes que de alguna manera son discriminados, defenestrados por falta de ese respaldo profesional que los psicólogos egresados de la U.A.N.L deberíamos brindarles. Trabajamos a favor del alumno preparatoriano, un ser en desarrollo psicosomático, psicosocial e interpersonal, un período de la vida del hombre que oscila entre la niñez y la adultez, trabajamos con el individuo adolescente que representa una época de la vida en que la biología, la psicología y la interacción social del individuo se pone en crisis. Dice Benedeck (1979) “Este proceso de la existencia, obliga al yo a realizar una difícil labor de integración. En virtud de que se presenta un resurgimiento de las energías psicosexuales, el yo debe dominar los primitivos conflictos infantiles y unificarlos dentro de las funciones de la personalidad absoluta”. Las adolescentes de las escuelas preparatorias viven en una época de duración discutida, determinada por la cultura, por la raza, por el clima y por factores individuales y familiares. Blos (1962) Explica que no existen etapas cronológicas sino evolutivas indispensables para la madurez de la siguiente, por ejemplo a los 15 años son extravagantes al vestir y a los 16 muestran gran felicidad, aunque ellos mismos expresan que no es total. En esta etapa se afianza el carácter a través del intelectualismo, el ascetismo, las fantasías, el uniformismo y el conformismo. Podríamos


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Conclusión

afirmar que en esta fase 15-16-17 años de los adolescentes preparatorianos prevalece un bloqueo característico que llamaríamos “fantasía de rescate” esto es, en lugar de vivir para realizar las tareas de la vida, el adolescente espera que las circunstancias de la vida le resuelva su tarea de vivir. Estos pensamientos son referidos a lo largo del trabajo buscando el conocimiento del adolescente y demostrar que una oficina de consejería es necesaria porque: •

Tenemos confianza en apoyar a quien lo necesita de una manera honesta, profesional y humana.

Trataremos de fomentar el amor, la seguridad, la autonomía, la disciplina estableciendo una comunicación verbal, clara y discreta.

Estableceremos un clima de aceptación, respeto, de tolerancia y de confianza para confesar problemas esforzándonos en conocer que se quiere, que se necesita, que se desea en función de su edad, sexo, carácter, etc.

Desechar la rutina, la monotonía, el ambiente cerrado en sí mismo.

Organizarse para combatir los problemas sociales, readaptando socialmente al sujeto y reorganizar su actividad.

Ejercer una orientación profesional, escolar, sexual, tiempo libre, hobbies, deportivos, nupcial, religiosa, metafísica, estética, política y emocional

Orientar a un estudiante de esta edad, un futuro hombre; consistirá en eliminar su camino los obstáculos susceptibles de desviar su carrera hacia la realización de su vocación.

Con una consejería u orientación adecuada se busca que el estudiante tenga inserción social, presencia en el mundo, inclusión, renuncia o compromiso, como dicen los adolescentes, pero también refuerzo del yo, ocasión de superación, satisfacción y armonía.

Se trata de ser congruente con relación a un sistema de valores trascendentes o admitidos por una sociedad determinada.

La postura del consejero está en función del diagnóstico, investigación y tratamiento; buscara entrevistas para recoger hechos, informar, motivar e influir, actitudes y características personales. Su historia desde su nacimiento, su vida familiar, su vida sexual, su efectividad en cuanto a emotividad, inestabilidad, problemas especiales, actitudes, su sociabilidad, su nivel socioeconómico, etc.


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Tener presente que en cualquier encuesta organizada por esta Consejería el orden preponderante deberá marcarse en sentido psicológico y no lógico.

Se trata de tener una relación especial “indolentis” es decir a ese grupo de muchachos que nada les interesa, solo su satisfacción, son hedonistas y no están dispuestos a ofrecer nada, ni cambiar nada, no tienen grandes ideales por los cuales luchar, simplemente quieren vivir su vida.

El suicidio: Algunos investigadores con un marco de referencia de tipo sociológico han indicado que le suicidio está estrictamente conectado con la desorganización social, con la ausencia de instituciones y organizaciones, costumbres, ideales y objetivos comunes que ofrezcan al individuo una salida para sus necesidades e intereses y controles para su conducta. El ambiente impersonal y apático en las escuelas podría ser un detonador en este asunto.

Sin embargo, no es fácil en ocasiones descubrir indicios del problema suicida creemos que lo se debe hacer es brindar atención y respaldo a quienes se les haya detectado un cambio de personalidad que el consejero en resumidas cuentas será capaz de notar, una anormalidad psicológica indicativa de autodestrucción, y ese será el momento preciso en que la presencia sensata, pertinente y profesional del consejero podría rescatar ese individuo de esa etapa difícil de su existencia. ▪

El consejero está ocupado primeramente en desentrañar conflictos de conducta. El psicoterapeuta se relaciona con los problemas del núcleo de la personalidad, aquí se requiere de técnicas que permitan ablandar la resistencia y los sentimientos inconscientes.

El consejero oportuno, el reconocimiento personal, los modelos, y hábitos prevalecerán como herramientas básicas para el éxito en la relación alumno-consejero. Sin embargo, cuando el consejero y el cliente acuerdan de que el tratamiento debe ser más profundo e intensivo habrá de referirlo a un especialista.

Conocemos las actitudes ambientales de los adolescentes porque ellos odian y aman con la misma intensidad, a veces locos de alegría o profundamente tristes oscilan entre el pesimismo más negro y el optimismo más utópico.

En los adolescentes reconocemos su dinamismo o pasividad, su rebeldía y búsqueda permanente de identidad; pero una vez que consiguen orientarse y se sientan seguros se tranquilizan y desaparece su perturbación emocional.



Apéndice

“La proyección es la base de la percepción, el mundo que tú has puesto en él y nada más, es el testimonio de tu estado mental, la imagen exterior de un estado interior; tal como un hombre piensa así lo percibe, por tanto, no intentes cambiar el mundo, opta por cambiar tu manera de pensar en el mundo” Joel Montoya



APÉNDICE 1. Modelo General de Consejería 2. El proceso de cambio personal a. Negación b. Enojo c. Aceptación d. Decisión-acción e. Pasos a seguir por quien brinda ayuda f. Pasos a seguir por quien recibe ayuda g. Sistema de proceso de ayuda 3. El contrato psicológico 4. Ficha Clínica 5. Informe 6. Organigrama 7. Investigación sobre la homosexualidad 8. Acerca del suicidio en los adolescente 9. Las emociones 10. Pensamiento mágico de nuestro pueblo - LA COSECHA DE MILAGRERÍA - EXORCISMO - A PROPÓSITO DE LA MUERTE - MUERTE NAHOA - LO QUE DICE NUESTRO CEREBRO 11. Acerca de la Resilencia -LA AGRESIÓN ES RESULTADO DE UNA FRUSTRACIÓN

12. Violencia Escolar


Apéndice

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Modelo General de Consejería Clima de Confianza Ayudado

Ayudador

Necedad clara de que requiere ayuda

conocimiento + Experiencia

Deseo valido de mejora

Habilidades de consejería

Interés en ser ayudado

Buena voluntad para ayudar

Implantación de un proceso de mejora A diferencia de otras profesiones o actividades, en la consejería es la persona en si misma quien sirve de instrumento para el desempeño de su labor. Esto demanda que el consejero este constantemente preparándose y formándose a sí mismo, haciendo del aprendizaje su mejor método de mejora continua. El consejero no debe dejar de lado ningún aspecto de su desarrollo como persona. Todo lo anterior se basa en el concepto descrito por Landman quien dice que nosotros los seres humanos a diferencia de los animales ya no requerimos hacer ningún esfuerzo para superarse o mejorar, en cambio, “la imperfección del hombre es la que en compensación empuja a la auto-comprensión, que le dice como perfeccionarse…” El proceso de cambio personal Al combinar ideas de mejora personal, comportamiento organizacional y solución estructurada de problemas, se puede desarrollar una simple y poderosa metodología que se basa en cinco afirmaciones: 1. De conformidad a los requerimientos puede ser usada como una base para la mejora. 2. El proceso de cambio personal puede ser definido, descrito y administrado 3. El mismo proceso de cambio personal puede ser aplicado a los grupos en una forma estructurada, para lograr mejoras de grupo 4. Las técnicas estructuradas de solución de problemas pueden ser aplicadas tanto a situaciones personales como de negocios 5. El cambio está siempre presente, por lo que los individuos o los procesos de los grupos están siempre en movimiento


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El proceso de cambio personal puede ser en forma muy simple. 1. Desarrollar una visión 2. Establecer un compromiso 3. Hacer que suceda el cambio Negociación. Iniciamos el proceso de cambio cuando nos damos cuenda de que algo no funciona del todo bien y que necesitamos cambiar. Si no hay conciencia no sentimos la necesidad de cambiar. La negociación también aparece, cuando nos damos cuenta de algo, pero escogemos ignorarlo, lo cual es diferente a cuando escogemos no actuar sobre información conocida. Enojo. Es una reacción a otras condicionantes emocionales, como el miedo o la inseguridad. Independientemente de su origen, es un cambio de segundo orden, ocurre como resultado de una sorpresa. Negociación. Este paso contiene un punto crítico. De acuerdo a Jongaeward, existen seis maneras de reaccionar a la nueva información: • • • • • •

Retirada Rituales Pasatiempos Actividades Juegos Confrontación Auténtica

Los primeros cinco describen nuestra manera de llenar el tiempo, solo la sexta que es consigo mismo, si escogemos desde el numero 1 al 5, tomaremos por el lado izquierdo del modelo, pero si escogemos por el lado número 6, tomaremos por el lado derecho. Depresión y Aceptación: Este camino no es tan malo existen algunas situaciones fuera de nuestro control. no obstante debemos pasar a través de estos procesos o la situación permanecerá “abierta”, hasta que hagamos algo. Una vez que tomemos conciencia de que hemos sido alcanzados por la depresión, haremos algo para salir de ella. Decisión y Acción: Este camino se aplica a las áreas donde nosotros deseamos tomar una parte activa en producir un cambio. Debemos llevarnos a nosotros mismos a un punto donde decidamos tomar alguna acción y luego nos comprometemos a logarlo. Una vez que hemos alcanzado el estado de la acción, nosotros podemos aplicar una solución estructurada a los problemas, para definir exactamente qué acción vamos a tomar y cuales resultados debemos esperar.


Apéndice

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Finalmente, diremos que este no es el único modelo de cambio, pero provee de una estructura útil, para examinar el proceso. Pasos a seguir por quien brinda ayuda: 1. Plantearse si se cuenta con los conocimientos y habilidades requeridas para brindar ayuda en forma exitosa a las demás personas. 2. Preguntarse si es capaz de dar confort y apoyo a quien va a ayudar. 3. Identificar la manera en que se puede ayudar a lograr sus metas y expectativas por las cuales solicita apoyo. 4. Tener claro que es lo que espera de quien se va ayudar. (compromiso, responsabilidad, tiempo, esfuerzo, etc.) 5. Cuestionarse si realmente se requiere trabajar con esa persona. Pasos a seguir por quien recibe ayuda: 1. Preguntarse si la persona que le brindara ayuda es confiable. 2. Estar seguro de que la persona que le brindara ayuda realmente se ajusta a sus necesidades de apoyo. 3. Definir que tanto debe involucrarse. 4. Comprometerse en el proceso de ayuda y en la solución del problema en cuestión. 5. Cuestionarse sobre las fronteras de tiempo. Involucramiento y compromiso. Sistemas de proceso de ayuda La ayuda es en esencia auto-ayuda. Tipos de ayuda: Estructurada: Ayuda Profesional: Trabajadores sociales, sacerdotes y pastores, rabinos, psicólogos, psiquiatras, consejeros de escuelas, doctores, enfermeras, etc.


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Ayuda Para-profesional: Entrevistadores entrenados, recepcionistas, auxiliares en salud mental, rehabilitación, personas en escuelas correccionales, área educativa, empleo y agencias sociales. Voluntarios: Personas sin pago con entrenamiento corto en habilidades básicas de ayuda. Inestructurada: Amistades: Informal, mutua y relaciones inestructuradas de ayuda. Familiar: Sistema informal de ayuda mutua, interdependencia en grados variables. Comunidad e interés humano en general: Informal, inestructurada de acuerdo a las necesidades y actos de ayuda, para aliviar los peligros, riesgos, sufrimiento y depravación. El proceso de ayuda Personalidad Del orientador

Habilidades de ayuda

Rasgos Actitudes Valores

Para entender Para dar confort Para actuar

Condiciones que faciliten el crecimiento Confianza Respeto Libertad

Resultados específicos

Para la persona Para la sociedad Para el orientador

La ayuda esta mas relacionada con la amistad. •

Ayudar a otro ser humano es básicamente un proceso de habilitar a esa persona a crecer en la dirección que ha escogido para resolver los problemas y enfrentar la crisis

El orientador está consciente de las diferentes alternativas y tiene la voluntad de tomar la responsabilidad para actuar en una determinada dirección, de un grupo de posibilidades.

Ayudar involucra el facilitar la toma de conciencia de tales alternativas y evaluar la posibilidad de actuar

La ayuda debe ser definida por el orientador, quien selecciona las metas de su propio conocimiento y que después de todo, decide si quiere o no ser ayudado.


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Apéndice Contrato Psicológico Definición

Es un acuerdo y compromiso acerca de las expectativas expresadas mutuamente por los miembros de un grupo de trabajo. Contenido de un contrato psicológico √ √ √ √ √

Confianza Expectativas (necesidades y deseos) ¿Qué se hará? Y ¿Qué no se hará? (fronteras y roles) Tiempo Productos Reglas generales

√ √ √ √ √ √ √ √ √ √

Debe ser libremente aceptado. No se puede obtener algo por nada. Debe haber consideración de ambas partes. Todos los deseos son legítimos, por lo que no se le puede prohibir a alguien desear algo. Se constatarán conductas, no sentimientos. No se puede exigir algo que la otra persona no tiene, no puede o no quiere dar. No se puede ofrecer algo que no se puede cumplir. No se puede contratar algo con quien no está presente. Los contratos psicológicos son intransferibles. Un buen contrato psicológico requiere de fe y confianza. Es mejor hacer otro contrato, que rehacer uno viejo.

Contrato Escrito √ √ √ √

Si hay tiempo y energía para hacerlo. Debe estar redactado de manera clara y directa. Cualquier cambio debe ser re-negociado. El propósito es comunicar; no protegerse.


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Proceso de diagrama de flujo del contrato psicológico Se solicita ayuda.

Se inicia la relación con una solicitud abierta o encubierta de que se requiere orientación.

Compartir el entendimiento del Se puede decir que generalmente el alumno piensa que problema. su problema es el único. Necesidades y recursos del orientado. ¿Qué necesidad de mí? ¿Tienen claridad de su problema? Pensar y darse tiempo.

Si no existe la seguridad y confianza en dar o recibir ayuda, vale la pena pensar

Nuevos deseos y/o recursos.

Diferencias en las expectativas y posibilidades de realización.

¿Bloqueos otra vez?

¿Existen diferencias de opinión?

Analizar cómo se está llevando la Identificar el grado de energía, para sacar adelante el plática. problema o situación. Intercambiar necesidades y recursos. Si se logran acuerdos, adelante. ¿Todavía bloqueado?

Terminar o minimizar la sesio0n de trabajo.

Cerrar

Dejar la puerta abierta para un futuro


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Apéndice

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON Preparatoria N° 16 Departamento de consejería estudiantil Ficha clínica Nombre:______________________________________________________ Edad:_____ Sexo:____ Semestre:____ Gpo:____ Turno:______

Motivo de la consulta: ___________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________

Observaciones:____________________________________________________________


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OFICINA DE ATENCION ESTUDIANTIL CONSEJERIA Desde su activación el Departamento de consejería de la Preparatoria N° 16 de la U.A.N.L ha respaldado y modelado comportamientos conduciéndolos hacia situaciones de trabajo académico y significativo. A continuación enumeramos los casos que hemos enfrentado en dos semestres y lo que va de este año, ofreciéndoles ayuda profesional e incorporándolos al trabajo productivo

INFORME No.

casos

Tipología del problema

Dado de alta

En proceso

1.-

11

Capacidad deteriorada para el estudio diferencial

8

3

2.-

7

Perturbaciones neuróticas

7

-

3.-

22

Conflictos familiares

14

8

4.-

13

depresión

13

-

5.-

2

Exhibicionismo

2

-

6.-

5

Lesbianismo

-

5

7.-

4

Homosexualismo

-

4

8.-

3

Paranoia

3

-


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Apéndice

Investigación sobre la homosexualidad Algunos individuos funcionan heterosexualmente de acuerdo los indicios que presenta su cuerpo y conforme al sexo asignado desde su nacimiento, sin embargo, aun cuando su apariencia se refiere a “x” sexo pudiera haber algunas inclinaciones de acuerdo a la conducta de sus amigos íntimos que lo orillan a mostrar un comportamiento homosexual. Y si existiera algo en su orientación genética que le impulsara, y si decidiera tener sexo con sus iguales, quizá de ahí en adelante su postura sería homosexual. Según Simón Levang, de la Universidad del sur de California los individuos homosexuales sienten ese impulso desde su pubertad y el ambiente se encarga de su manifestación total. Levang neurólogo del Instituto Salk de la Jolla, California tuvo la oportunidad de examinar los cerebros de 41 cadáveres, incluyendo 19 homosexuales hombres; el determinó que una pequeña parte que se cree que controla la actividad sexual era menos de la mitad del tamaño de un homosexual en un heterosexual; fue la primera evidencia de que los homosexuales nacen diferentes. Otro investigador Dough Barnet, estudió los gemelos homosexuales y demostró que si un gemelo idéntico era homosexual el otro toma muchas posibilidades de ser homosexual que si fueran gemelos fraternales. Por otra parte John Money de Johns Hopkins University, compañero de Dough Barnet y uno de los más brillantes investigadores sexólogos, secunda las anteriores investigaciones respecto a las diferencias de cerebros, pero se pregunta qué ¿cómo llegó al cerebro? ¿Prenatal, infancia o pubertad? Aunque otros científicos subrayan que para que esta teoría tenga validez los gemelos tendrían que crecer separados. Laura Allen y Robert Gorski de la Universidad de California en los Ángeles, mostraron que una porción en el hipotálamo en el cerebro del hombre era dos veces más grande que el de las mujeres. Kenneth Klivington investigador del Salk Institute dice que la red del cerebro se puede reconfigurar como respuesta de ciertas experiencias. En esa misma línea Klivinston dice que una vez que el individuo nace, la interrelación cerebro-experiencia se vuelve más compleja y grande un círculo de retroalimentación en este comportamiento y experiencia sin embargo hay algo que queda claro; cuando el homosexual comprueba o ratifica su origen biológico libra su culpabilidad; por ese motivo Richard Isay Presidente del comité de asuntos homosexuales, lesbianas y bisexuales (A.P.A.S.) explica el error de algunos terapeutas al proponer cambiar a sus pacientes, resultando doloroso y baja autoestima. Joseph Nicolasi dice: “Thomas Aquinos” Psychology Clinic de Encino, California explica que cuando sus pacientes se quejaban de homosexualidad les da terapia de aceptación. Evelyn Hooker de la American Psichiatry Association, USA mostró que en exámenes psicológicos es difícil distinguir homosexuales de heterosexuales ¿por qué queremos saber la causa? Es mejor aceptarlos y entenderlos que intentar o proponer cambios.


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Otto Fenichel nos explica que los homosexuales masculinos no han dejado de ser excitados por las mujeres. Lo que pasa es que se reprimen y desplazan hacia los hombres la excitación originada por las mujeres; frecuentemente los objetivos masculinos de los homosexuales ostentan ciertas características de la madre o hermana del paciente. Según Freud, todos somos capaces de encubar sentimientos sexuales indiscriminadamente, y la búsqueda del objetivo está menos limitada por el sexo de lo que se supone comúnmente. En algunas situaciones en que no hay mujeres o no hay hombres como las prisiones, los internos establecen relaciones homosexuales, lo que Otto Fenicher denomina homosexualidad accidental, esto demuestra que en forma latente todo hombre o toda mujer es capaz de este tipo de elección de objeto. El homosexual masculino se identifica con su madre frustrada; al igual que ella ama a los hombres; hay algo singular en este hecho; el rechazo de la mujer por el homosexual masculino es generalmente un rechazo netamente genital pues a pesar de una buena relación amistosa les repugna o atemoriza toda idea de contacto genital, podríamos decir de esta situación Freudiana que ese individuo está bajo la influencia de un intenso complejo de castración. En el hombre esta etapa se caracteriza por la angustia homosexual que contrarresta a la angustia de castración. En el desarrollo femenino normal, la organización de los impulsos está denominada por la resistencia contra una fuerza regresiva hacia la madre edíptica. La pérdida de interés del adolescente respecto a los objetos de amar familiares – falta de catexis hacia estos – hace que sus amigos adquieran una enorme importancia, tanto para el muchacho como para la muchacha. La elección del objeto en esta etapa es de esencia narcisista. El individuo en esta etapa necesita poseer objetos a los que pueda admirar y amar (idealizar). Freud explica que esta expansión en la vida amorosa del individuo conduce a la formación del ideal del yo y, por lo tanto, se internaliza una relación de objetos que, de otra manera podrán conducir a una homosexualidad latente o manifiesta. La identidad sexual La identidad sexual implica la existencia de cambios catéxicos e identificativos; pero también, de presiones sociales que forzan la sumisión y que pueden producir un estado de confusión interna. Desde el punto de vista clínico, la ruptura de las funciones provoca los errores característicos del adolescente en el cumplimiento de las demandas normativas de su vida. Los estados de confusión representan un esfuerzo especial por evadir los procesos internos de transformación de la adolescencia mediante un comportamiento que simule los logros


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Apéndice

correspondientes a cada una de las etapas. Hay una tendencia pasajera a preservar los privilegios de la infancia y a gozar a la vez de los prerrogativas de la madurez. Luego entonces habrá en el desarrollo del joven algunas fuentes internas peligrosas que podrían ser decisivos como: el empobrecimiento del yo hasta un grado peligroso que le incline a tomar determinaciones drásticas en tal forma que se pudiera despertar una ansiedad instintiva durante el movimiento progresivo de lo líbido hacia la heterosexualidad. Por otra parte corroborando las afirmaciones de Fenichel podríamos aseverar que tanto en los hombres como en las mujeres existe una conducta homosexual latente; algunos individuos se aceptan y viven en la homosexualidad otros se resisten. En la mayoría de los adolescentes y los adultos la principal expresión sexual es heterosexual, no obstante, ocasionalmente podrán tener contactos homosexuales regularmente esto ocurre durante o después de excesos alcohólicos, en ambientes homosexuales, promiscuos por “onda” o también después de lesiones craneales. Algunos individuos se visten de mujeres en la búsqueda de la identidad sexual., otros que viven aislados, antisociales, resentidos. Estas personas les es difícil reconciliar sus impulsos correctivos hacia la dependencia y hacia la autoafirmación; tienen una relación ambivalente con la madre, y casi siempre crecieron en un hogar desintegrado. (Kinsey). La conducta homosexual tiene como base defectos en la maduración psicosexual. Para que haya un desarrollo sexual sano, desde la edad infantil debe haber identificación con su progenitor o con otra persona de su mismo sexo. El futuro homosexual tiene una relación muy estrecha con su madre que la fomenta y la estrecha y se afirma a falta de padre, por la indiferencia de este, el temor de odio; sigue la conducta de su madre, siempre dominante luego busca a otros hombre como compañeros sexuales motivado, ya sea por miedo al incesto o por miedo a chocar con la madre ya que al relacionarse con otras mujeres despertarían el rechazo materno. También el miedo a la castración, el resentimiento hacia las mujeres derivado de una hostilidad reprimida que se dirige hacia la madre. La homosexualidad masculina surge (Kallnam) cuando el niño ha estado lejos de toda mujer y ha crecido entre hombres toda su vida. Con esta situación la persona se priva del contacto heterosexual y aumenta su temor a las mujeres. En la homosexualidad femenina se presenta la misma reflexión dinámica sólo que al contrario. ACERCA DEL SUICIDIO EN LOS ADOLESCENTES En diferentes universidades de los Estados Unidos se han llevado a cabo investigaciones a fin de obtener datos preciso que conduzcan a estrategias que detecten y prevengan a los jóvenes suicidas. Son muchos los factores que se involucran para etiquetar a una persona como potencialmente suicida; se requerirá tal vez estudios o conocimientos muy extensos para destacar los detalles de predisposición que se hallan encubiertos, pues algunos de estos elementos son impulsos y fantasías primitivas profundamente inconscientes.


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Por supuesto, lo más fácil es encontrar elementos provocadores de una crisis emocional como depresiones, abiertas expresiones de desprecio o mención específica de suicidio sin embargo Burt Blaine Graham, dice que “no hay personalidad suicida”. Si nos ajustamos a la depresión, esta no siempre es fácil de identificar, se necesitará una observación más directa y casi permanente en un ambiente hospitalario donde miembros del cuerpo médico mantengan contacto entre sí. El candidato observado puede presentar signos de depresión como amargura, desesperanza, despecho y algunos síntomas físicos como falta de sueño, apetito, disfunción intestinal, agitación, inquietud, falta de humor, inestabilidad, cansancio e indolencia. Sin embargo esto sólo es posible para ciertos estratos de nuestra población y sólo algunas instituciones como el Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario ofrece enfáticamente ayuda a los adolescentes deprimidos. Lo que podría ocurrir en muchas escuelas es que alguien que tenga conocimiento de los adolescentes y sus crisis, esté disponible a bridar un examen más o menos profundo que detecte el elemento latente porque visto de esta manera el suicidio es el último paso de un proceso y no un acto aislado; en ninguno de los casos que hemos tenido se puede afirmar con seguridad que nos hallamos ante una personalidad sana que de pronto enferma y se destruye así misma. Algunos síntomas que podríamos encontrar cuando alguien se atreve a comunicarnos el cambio abrupto en la personalidad de un amigo o compañero. Cuando viene una perturbación extraña, no común como enfermedades físicas sino que el candidato a suicida le participó a su mejor amigo sus planes manifestándose tenso, alterado, o deprimido aunado a desordenes físicos como gripe, infecciones respiratorias, gastroenteritis o enfermedades graves como cáncer, sida u otros males desahuciantes que denuncian su decisión de morir, enseñando al mismo tiempo algunos elementos para el caso como: venenos, cápsulas, sogas o revólver, etc. En estos caso la comunicación de tales pensamientos tenía un propósito que el psicólogo deberá anotar, esto es. Una súplica inconsciente para que se le rescatara de ese intento y se le ayudará a combatir sus tendencias autodestructivas. Por otra parte, hemos notado que el deporte, los hobbies, el estudio, las artes son un escape a esas tendencias porque de alguna manera regulan agresividad y dan paso al desfogue de emociones permitiendo el autodominio y el sentido de plenitud. También es importante observar a los clientes detectados en el ámbito de escolaridad, revisado exhaustivamente sus notas, composiciones, trabajos originales, o diarios íntimos donde nos indican algunos de sus altibajos en su estado de ánimo; aunque siempre será una incógnita la verdadera causa, lo cierto es que debemos tener cuidado con la posibilidad de los adolescentes, no siempre somos cautos o inteligentes en las respuestas que de repente puedan dañar su


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Apéndice

animosidad que conducirán a perturbaciones graves, pues la culpa, la injusticia, el autocastigo son elementos que deben considerarse en el tema del suicidio porque estamos ante individuos únicos distintos a quienes conocemos por estudios o experiencias en forma genérica y no sabemos a ciencia cierta cómo responderían ante estímulos viscerales fortuitos. Luego entonces, podríamos concluir que entre nuestros estudiantes el aspecto del suicidio se presenta por diversas circunstancias como: fracaso amoroso, devoción religiosa entre otros. Algunos investigadores con un marco de referencia de tipo sociológico, han indicado que “el suicidio está estrictamente conectado con la desorganización social, con la ausencia de organizaciones, costumbres, ideas y objetivos comunes que ofrezcan al individuo tanto salida para sus necesidades e intereses como controles para su conducta. Esto es; instituciones con un ambiente impersonal, apático donde nadie se preocupa por lo que le pasa al estudiante, donde el maestro, orientador o consejero se le encuentra esporádicamente, circunstancialmente, situaciones que el estudiante evalúa, reniega y truena contra ese mundo regido por adultos donde él es sólo una pieza de ajedrez. LAS EMOCIONES Es cierto que las emociones son la sal de la vida pues se disfrutan o se sufren, éstas se graban en nuestra memoria según el impacto negativo o positivo en nuestras vidas. El equilibrio que se manifiesta entre el raciocinio y la emoción tiende a emerger en nuestras posturas personales y decisiones importantes porque el alto porcentaje de inteligencia emocional establece la diferencia y sitúa al individuo en actitudes optimistas, flexibles, realistas y capaces de enfrentar con éxito sus problemáticas; ésta es mi coincidencia en este enfoque. EL CORAZÓN ENERGÉTICO. El cerebro es la computadora que Dios nos dio a los humanos, recibe, manda, coordina, organiza a todos sus súbditos, por ejemplo, órganos y vísceras que reaccionan ante un estímulo x de acuerdo a la memoria cerebral. Intuiciones, memoria, personalidad, reacciones están regidas por el cerebro quien mantiene el control o descontrol; sin embargo razono semejante a lo que se refiere a coherencia cardiaca en armonía con todo el cuerpo dependiendo de la estimulación externa y nuestro aprendizaje acerca del control emocional que al final de cuentas nos redituará salud o enfermedad. Otra reflexión especial es cuando algunas personas han encontrado “la panacea de todos los males en la relajación” y a pesar de ello subsisten otras fijaciones y presiones en nuestra mente. Las repercusiones y satisfacciones seguirán condicionando nuestras vidas, por ello el Dr. Alan Downg se refiere con propiedad a una red de relaciones abiertas y positivas a fin de estar sano y feliz, una postura libre y positiva para estar permanentemente sano y feliz, sin prejuicios y dogmas donde la apertura sana e íntima provoca fluidez emocional. La coherencia


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se da cuando experimentamos sentimientos de gratitud y ternura hacia nuestros semejantes. Una entrevista terapéutica bien sustentada, con estimulación ad hoc apoyará la comunicación emocional empática fijando una correcta coherencia cardiaca. EL PENSAMIENTO MÁGICO DE NUESTRO PUEBLO Cuando te introduces en los vericuetos de los profetas, cartomancistas, santos, religiosos, adivinos, brujos, nigromantes, etc. ocurre un embotamiento emocional que impide cualquier rememoración de índole racional pues al contemplar los movimientos de brujos, adivinadores y médiums presenciamos una danza macabra que huele a chamusquina, todo lo exhibido resulta fantasioso e irreal para los observadores e investigadores del fenómeno que nos hace cruzar el umbral de lo incognoscible, la perplejidad, lo ignoto, lo mágico se descubre en las miradas perdidas o en una especie de trance hipnótico; hay rictus de amargura, de llanto, de asombro, de esperanza al observar y estar inmerso en ese ritual aunque sea de mirones, que por supuesto se tuvo que negociar nuestra estancia siempre y cuando no filmáramos ni tomáramos fotografías. Tal vez mi visión de este asunto sea diferente de mis colegas y coterráneos, pues mi percepción es tan subjetiva que a veces no coincide con el grupo; en mi lenguaje hay zozobra, peculiaridades definitorias; veo lo decente, lo pelado, lo brutal, lo delicado, lo crítico, lo aborigen, lo hipócrita, la mentira flotante introducida por sugestión, quizá deduzco lo que ellos llaman locura sagrada o bilis negra. Convencían a la gente, al público seguidor de que ellos estaban dotados de facultades extraordinarias y afirmaban que podían apoderarse del alma y la voluntad delas personas, y luego de esto, los poderes curativos se manifestaban. Todo se desarrolla entre fantasmas, monstruos y miedo enfermizo, ilógico que se meten en sus mentes y cuerpos y el temblor o rigidez que muestran les descubre, su mirada se pierde en la nada, huidizo y dubitativo, algunos acusan verborrea insulsa. Sin embargo, miren por dónde miren se nota que arrastran una añeja soledad. Peregrinaciones de hombres y mujeres desencajados, esperanzados, en procesiones, hincados, hambrientos, inculcándose sufrimiento en busca de esa cosecha de milagrerías que anotaba el poeta López Velarde en sus poesías. Muchos jóvenes viejos acosados por enfermedades graves, sugestionados, temerosos arrastran sus dolencia psicosomáticas debido a veces a su paranoia, a la presencia de sucesos irracionales provocadores de sus pánicos, emocionalmente turbios, viven abatidos en la angustia, se acaban sus vidas devoradas por el fuego lento de sus espejismos, sus visiones fantasmales, destructivas y posesivas. Signados por su negación a ver la realidad de los sucesos y escudándose en manera ilógica de ver la relación, se resisten a los enfoques objetivos y hasta se vuelven belicosos hacia quienes se los proponen, su actuación y accionar redunda en lo perverso, en lo ilusorio, en lo mágico. No sé pero después de percibir actitudes extrañas, vivencias inesperadas, obsesiones, me pregunto; ¿Por qué la gente cree en esto? ¿…pues aquí en este pueblo y en otros que nos tocó investigar, la gente peregrina que ha venido en ocasiones de muy lejos con una gran esperanza de sanación o de problemas muy especiales, ansiosa de un encuentro


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divino que les alivie sus vicisitudes. Se mezclan en ese conglomerado plural de seres humanos; gente rica, poderosas, ostentosas que también van en busca del mismo objetivo, pues allí no hay diferencia social, ni ricos ni pobres, ni malos ni buenos, criminales y piadosos. Por tanto, reitero, existe la fe ciega que involucra a todo tipo de personajes, de eso no hay duda, llevamos un poco o un mucho de ello desde la familia, sociedad, religión, el ambiente y compañías permanecen en la mente del ser humano, pues éste no es bueno como lo pretendía J.J.Rosseau, tampoco es malo por naturaleza, tiene potencialidades que a veces desarrolla pues la genética nos da capacidades y un interés social que nos educa para construirnos o destruirnos. LA COSECHA DE MILAGRERÍA David Home, 1776, aducía que un milagro es una violación a las reglas de la naturaleza; no corresponde a la evidencia de los sentidos, no hay comprobación científica, por ejemplo: El fenómeno de la levitación contradice a la ley de gravedad, lo mismo el resucitar, la motricidad en los inválidos y otros. Se debe investigar con precisión científica para despejar cualquier vestigio de fraude con intereses ajenos. Los milagros son vistos como episodios que son contrarios a la manera de cómo funciona el mundo, son especulaciones acerca de causas y orígenes, no hay pruebas fehacientes, regularmente se atribuyen a una intervención sobrenatural divina; pero la fe es seguridad para muchas personas y los milagros el sustento de ciertas religiones, necesarias para la moralidad, tranquilidad, ética y formación humana; aunque a veces, algunas situaciones que emergen en lugares de mucho magnetismo espiritual son atribuidas a milagros, no importa que estos sean casuales, circunstanciales o probablemente debido a la persistencia, tratamiento psicológico o a la acción de sustancias psicotrópicas. Gonzalo Balderas Vega, sacerdote, dice: “No es la ciencia sino la fe, lo inexplicable para la ciencia es vivido en la fe, lo que permite descubrir dónde está la acción de Dios, por tanto, sí creo en Dios, Él está en el origen del milagro, como la resucitación de Jesucristo” Hay una distinción entre la realidad y el mito; si vamos a la Biblia sería el origen divino del hombre y el milagro de la creación VS la teoría científica de la evolución. Estamos ante un sitio de desencanto y de poderes extraños que algunas personas dicen percibir hasta en el aire, imaginamos que se parece o se enfoca a una madriguera de cachorros con hambre en medio de un terrible ambiente. Un pueble indómito donde los pobladores sólo observan y venden lo necesario para subsistir a los peregrinos esperanzados. Aquí la realidad es fantasmal, no hay explicación lógica, se escapa al raciocinio y se enfoca en lo incomprensible a través de sus efectos que nos podrían llevar a lo trágico, a la locura. Lo que no podemos negar es el pensamiento cristiano que impera en México, el dogmatismo persistente, la adoración los santos como intercesores y la idea fija de la gente pensando en el cielo, en Dios, en el infierno, en el demonio, etc. Dice Brahim Zamora (UNAM) “La construcción de la verdad es algo más complejo que sentarse en el falso debate: ciencia –religión-espiritualidad “. No hay explicación racional, sólo los eventos como sustento de sus doctrinas, sus bases sólidas dependen del contexto religioso, cultural y ambiental; el sustento siempre será que después de la sequía venga el milagro de la


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lluvia gracias a los rezos y plegarias al Altísimo; en ocasiones en la ciencia médica hay asombro y buscan un motivo lógico a la desaparición de un tumor canceroso, y, aunque hay una explicación neurológica habrá resistencia hacia la ciencia. Por otra parte recordamos que el método científico no es aplicable a los milagros, estos no son materia de estudio, aunque podrían ser para la parapsicología continúa constituyéndose como eventos de atracción a las masas. Todo lo que el pueblo ha ideado, lo que elucubra bajo los efectos de la sugestión, drogas o fijaciones apoyados por personajes que el pueblo hace famosos por sanaciones, estatuas sangrantes, apariciones, médiums que científicamente pasan a ser condiciones psicológicas paranormales. Para muchas religiones los milagros reflejan una perspectiva optimista de los humanos acerca de la existencia y el mundo material, es un auto-cuestionamiento sobre el existencialismo; en la religión se fomenta la esperanza, sin embargo, todo esto se debe observar desde una perspectiva psicológica dependiendo de lo que el suceso signifique para el individuo, pues siempre estará presente su subjetividad, su formación moral y cívica, su herencia, su familia y su comunidad, Una señal muy especial que activa nuestras emociones porque nuestra personalidad está moldeada por un amplio espectro de creencias producto de experiencias, educación y entorno. EXORCISMO En algunos lugares de nuestro país, donde escasea la cultura, aún persisten ritos paganos, quizá ya no haya adoración a dioses prehispánicos pero sí existen creencias acendradas a los maleficios de brujas, hechiceros y seres mágicos; todo gira alrededor de pócimas, reliquias y figuras religiosas que junto al extenso manejo de la herbolaria sustituye de alguna manera a la medicina alópata; todo esto es quizá por la pobreza extrema, las tradiciones y creencias sumamente arraigadas que hacen de nuestra gente personajes alienados junto a las grandes multitudes del pueblo que muestra su rostro inclinado hacia los rumores extravagantes, fantasmagóricos, monstruosos, seres de otro mundo, ánimas del purgatorio y todo lo que llene su mente de temores para él reales y creíbles. Hay algunas iglesias, por ejemplo, en el estado de Veracruz que se dan a la práctica del exorcismo previo identificación de casos, en una etapa previa de preparación como una especie de protocolo donde se instruye a los fieles en las oraciones apropiadas para la expulsión de los demonios además de cantos carismáticos de sanación. En un recóndito lugar de este estado, Puente de Jula, cerca de Poza Rica, la parroquia católica del lugar practica el exorcismo, con misas de hasta tres horas de duración; el sacerdote en turno hace fervientes oraciones para la cura de enfermedades de enfermos desahuciados que forman largas filas con la esperanza en su mirada; los presbíteros los instruyen para que participen en la eucaristía, la comunión y la confesión para apoyo de sus enfermedades y expulsión de los demonios y también en este mismo camino se suman ritos paganos,, objetos sagrados para ahuyentar los maleficios de los hechiceros todo esto con una actitud exorcista.


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No obstante persiste la gran fila de enfermos y otros seres poseídos o endemoniados a lo que el sacerdote en turno arremete contra la idolatría, la magia negra, la brujería, maleficios y hechizos. Sin embargo, los sacerdotes están capacitados y mentalizados al respecto, ostentan una preparación especial para detectar aquellas señales de posesión demoniaca como: ecolalia, pronunciar palabreríos en lengua desconocida y con misterioso fervor alienado, movilización de objetos, cólera incontrolable, prácticas del ocultismo, manifestación de fuerza por encima de la naturaleza humana y la aversión a Dios. Se recomienda que el sacerdote recurra a médicos, psicólogos y psiquiatras antes de corroborar que es una posesión diabólica, pues una capacitación científica le permitirá discernir de lo real a lo imaginario y desde luego las enfermedades mentales psíquicas que corresponden a la psicología clínica o la psiquiatría. Hay conductas patológicas que atañen a la ciencia y que pudieran confundirse con posesiones diabólicas; hay confusión, sobre todo cuando viene de gentes que se supone de criterio superior quienes en el marco de su desesperación y actitud desahuciada van a todas incluso a objetos de adivinación como La guija y péndulas esotéricos. Jorge Montoya, investigador de la UNAM, dice al respecto:” Pero que no haya necesidad de recurrir al exorcismo no quiere decir que no exista el mal, que no ronda el demonio”; Satanás ha atacado a la humanidad en el campo de las ideas y a todas las corrientes de pensamiento que alejan al hombre de Dios, el investigador culpa particularmente a New Age quien con sus engañosas espiritualidades y ficticias soluciones mágicas y esotéricas ha abierto las puertas al demonio, quien se niega a ser ignorado, haciendo estragos en las personas que han creído y caído en sus garras. Explica que” la posesión más fuerte es la del corazón y que los hombres se hacen malos porque usan equivocadamente su libertad, los gobiernos de los hombres han legalizado todo lo malo: Drogas, aborto, casamientos homosexuales, juegos perversos, etc., esto es el resultado de la enfermiza sociedad en que vivimos, tantas muertes, tanta maldad sólo puede explicarse por la presencia del diablo”. A PROPÓSITO DE LA MUERTE Creo que ninguna sociedad en el mundo desea separarse de este mundo con la muerte, es algo a lo que le teme y el ser humano trata de evitarlo, sabe lo que va a tener que enfrentar, sabe que es imposible evadirlo, pero todos, todas las sociedades ostentan temor a la muerte. El catolicismo dice: No te preocupes porque después hay una vida eterna, ya sea de condenación o de gozo, tú puedes subsistir a través del alma, todos estos y otros más son los subterfugios que el hombre utiliza para tratar de evadir lo inevitable. No creo que exista un pueblo que en realidad celebre la muerte, me parece que las diversas culturas pretenden acercarse a ella con un sentido de transición hacia una vida mejor, donde la muerte no es una figura incomprensible que sustrae vitalidad, sino dadora de energía y plenitud en un plano elevado de existencia. Creen


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que La muerte no es motivo de llanto excesivo, sino una oportunidad para que la persona, el muerto, acceda a un plano de vida superior en compañía de Dios y de los santos. En este México folklórico el pueblo rinde culto a sus muertos en el mes de noviembre, con mucho colorido, comidas, bailes, música, flores y manifestaciones sensibles de cariño etílico, pues la botella de tequila es imprescindible. (Connotaciones de índole pagana). MUERTE NAHUA Para los nahuas, los muertos tenían tres moradas para el descanso, de sus almas según su manera de morir: Cielo o casa de sol para los muertos en guerra o peleando. Tlalocan, paraíso terrenal donde iban los muertos por rayos o ahogados, se sepultaban. Mictlán: lugar oscuro, sin luz, sin ventanas donde el viaje de los difuntos era de 4 años para luego sufrir una transformación en bellas aves; aquí, la explicación científica es que la tierra tarda en comerse el cadáver o en destruirse cuatro años. Y el nueve era un regreso al útero o matriz pues para nacer se necesitan nueve lunaciones, nueve menstruaciones que se detenían cuando había vida en el interior, por lo que en nueve meses nace y vive el individuo. LO QUE DICE NUESTRO CEREBRO Lo que ocurre cuando meditamos o rezamos, en ese proceso de significados abstractos serían ejercicios que activan mecanismos neurológicos entre los cuales el cerebro discierne entre el suceso real o imaginario. Durante este suceso el cerebro entra en un estado de agitación, se activa la corteza frontal la cual distribuye el neurotrasmisor glutamato que estimula el tálamo, al suceder esto se corta la comunicación con el lóbulo pariental superior impidiendo el análisis e integración de la formación sensorial, vista, tacto, oído de tal forma que la información la interpreta con la memoria de datos del lóbulo temporal. Cuando se percibe por los sentidos algo irracional porque se viola las leyes de la naturaleza o no funcionan con los mecanismos preestablecidos, se activa el sistema nervioso autónomo, esto es, la hiperactividad cerebral ocasionada por la impresión desconocida que dará lugar a la elevación del ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la respiración; esto sucede porque el lado izquierdo del cerebro, el lado racional, se bloquea al no poder procesar el evento, enviando una respuesta límbica. Este tipo de reacciones pueden ocurrir cuando nos espantamos, nos aterrorizamos por eventos, a veces naturales como sombras, espectros, programas escalofriantes de televisión, trucos de magia o también los estados alterados de conciencia provocados por el consumo de drogas psicotrópicas, podría ser que estos alucinógenos sean utilizados para provocar experiencias milagrosas al ser utilizadas en rituales religiosos donde la persona participa activamente. Es posible, estamos buscando su comprobación, que el sistema límbico y el sistema nervioso trabajen juntos para crear una experiencia emocional en respuesta a una información desconocida, quizá una experiencia milagrosa pudiera surgir en mayor o menor medida de los mecanismos activados por la ansiedad o el temor a situaciones desconocidas o inciertas, sin que éstas sean necesariamente de carácter divino. (Jorge Montoya, investigador de la UNAM).


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Por otra parte y permaneciendo en los estados de excitación, Leonardo Peralta investigador de temas de resilencia dice que nada es capaz de poner alerta nuestros instintos como la amenaza de muerte, algo pasa en nuestro cerebro cuando acecha el mayor de los peligros. El lóbulo frontal del cerebro está vinculado con el control ejecutivo, funciona como acción anticipatoria, el juicio, el pre planeamiento, la iniciativa, la socialización y espontaneidad, aunque se han descubierto que algunas deficiencias en esta zona provocan distorsión en la percepción de la realidad, por ejemplo: Que las personas han sido duplicadas o son impostores, o los que padecen epilepsia podrían tener experiencias achacadas como espirituales al ocurrir un incremento del flujo sanguíneo de las regiones frontales. Cuando se aplica una tomografía por emisión de positrones, el cerebro de quienes practican la meditación registra una alta actividad en esta área. Así sucede con los monjes tibetanos cuando están dados a la meditación, su cerebro registra un intenso flujo de sangre, probablemente la percepción e interpretación de un evento calificado como milagroso le hace tener nuevos registros. Los milagros podría activar el funcionamiento fisiológico de la corteza prefrontal y la disminución de la actividad en las regiones parentales posteriores superiores, sin embargo, esto no está muy claro, son suposiciones como la acción del tálamo por donde pasan todos los sentidos excepto el olfato, aun así, no importa la actividad cerebral, la ciencia investiga y llega a conclusiones que echan abajo los supuestos milagros; el teólogo Gonzalo Balderas pone el dedo en la llaga cuando algunas personas posesionadas muestran las estigmas de Cristo”, o sea sus heridas en manos y pies, esto es el poder de la mente,, la iglesia tendrá que juzgar si esto es verdad o es pura percepción psicológica, pues afirman que el caso de San Francisco de Asís fue real según lo registra la historia pero no lo presumió, no fue exhibicionista, no hizo alarde de ello. Así también las sanaciones milagrosas que evitan el punto científico pone en duda su propia veracidad y eficacia, hay un ejemplo que nos muestra Gonzalo Balderas que dice: “Si quiero probar el origen sobrenatural del ayate de Juan Diego y acudo a experimentos físicos y astronómicos, es de hecho, camino equivocado”, para mí el verdadero milagro está en la fe, más allá de que el ayate tenga origen sobrenatural está la capacidad de convocatoria lanzada hace más de 500 años. Los milagros se ven sólo con la fe, para mí es un error de visión pretender decir que eso es un milagro sólo porque un laboratorio lo afirma. La fe me dice donde se da la acción de Dios, un milagro ocurre para mejorarme la vida, como cristiano, como humano, para mejoría de las cosas. Miracles: God Science and psychology in the paranormal. - Harold Ellens.Ed.Green Wood PRESS, 2008.


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ACERCA DE LA RESILENCIA Totalmente comprobado que el ser humano puede sobrevivir bajo condiciones de aislamiento, encarcelamiento, hambre, actividad física extrema y muchas enfermedades graves de tal manera que en ocasiones se podrán explicar como un milagro. Los investigadores han descubierto que una serie de factores psicológicos y metabólicos permite que las personas en situaciones críticas se llenen de ánimo y fuerza en casos cuya única solución sería abandonarse a la muerte. Al respecto, el investigador J Montoya de la facultad, de estudios superiores de Iztacala de la UNAM, dice que la capacidad de las personas para no quebrarse y mantenerse íntegros en condiciones de gran adversidad se llama resilencia; dice que se trata de un proceso donde la mente tiene una capacidad primordial, los seres humanos contamos con facultades que aprendemos y nos permiten mantener nuestra integridad, incluso en desastres y que se les conoce como factores de protección y para situaciones de emergencia, no nacemos son ellas provienen de un aprendizaje informal en nuestras familias, de las experiencias previas y nuestra relación con la sociedad, es un mecanismo útil que se encuentra en nuestras mentes, está nutrido por las experiencias de la vida y es invocado en momentos de emergencia; en el nivel más profundo de la mente, este mecanismo aviva nuestra percepción del entorno y crea nuevas actitudes para enfrentar con éxito la situación emergente, permite que el individuo se enfoque en asuntos más urgentes que le permitan preservar la vida y se desconecte de todo lo que no sirva para lograrlo. Un ejemplo de ello es la joven holandesa Ana Frank que en los años de 1942 y 1944 escribió un diario con experiencias y reflexiones que le permitieron sobrevivir al encierro en una habitación donde se escondía de los militares alemanes, ella anotó:” mi alma está dividida en dos, una es mi alegría extrovertida, mis bromas, mi alegría de vivir y otra no tomarse las cosas a la tremenda” Aquí se subraya que el humor y la buena actitud son herramientas fundamentales para sobrevivir en los momentos de amargura o desesperación extrema. LA AGRESIÓN ES RESULTADO DE UNA FRUSTRACIÓN El punto de vista de los expertos acerca de la frustración se refiere al que la ostenta descarga agresión en una o varias personas ya sea el que la causó o un sustituto. Este razonamiento se da en los niveles infantil, adolescente y adulto y es una forma que ahora se llama bullying que en algunos casos se oculta o se acepta pero se encapsula mentalmente reconociendo el daño a terceros, sobre todo cuando los seres humanos aprenden como resultado de una convivencia social que les presiona a suprimir o restringir sus relaciones agresivas abiertas, sin embargo, éstas no quedan aniquiladas sino reprimidas temporalmente, retardadas, disfrazadas o desviadas de su objetivo inmediato y lógico, por ello, recordamos que existen aún y allí van a estar. Las conductas agresivas regularmente se dan en la escuela a cualquier nivel y cuando la ocasión es propicia y si allí no ocurre puede encontrar escape en su casa, con sus hermanos, otros familiares propicios o declararse abiertamente desobedientes y de conducta indeseable con sus


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padres. Dollard y sus colaboradores al referirse a la frustración-agresión sacaron las conclusiones siguientes: “La fuerza de la instigación a la agresión varía directamente con la proporción de frustración y grado de interferencia respondiente; grado de interferencia con dicha respuesta; número de secuencias de respuestas frustradas. La instigación más fuerte que provoca una frustración impele a otros actos de agresión. La inhibición de los actos de agresión directa es una frustración adicional pues otras formas agresivas se desplazan a diferentes objetos y se expresan en formas modificadas, (sublimación). La agresión se vuelve contra el yo que debe superar ciertas dosis de inhibición y se multiplica hacia sí mismo al sentirse responsable. Una expresión de cualquier acto de agresión es una catarsis que reduce la instigación hacia todos los demás actos de agresión. (desplazamiento). Johon Dollard, Neimiller, L.W. Doob, O.H.Mowrer, R.R. Sears.” Frustration and aggression” págs 1-2 New Haven, Yale, University, Press, 1939. VIOLENCIA ESCOLAR A partir del año 2000 empezó a tomarse en cuenta las agresiones entre escolares, debo decir que éstas siempre han existido y la intervención de los profesores ha sido exitosa, regularmente se presenta en los descansos o recreos, en la ausencia de docentes, durante los deportes, y en las clases en el aula cuyo maestro da lugar a ello. Cuando el maestro es acucioso, cuando es responsable y demuestra una vocación empática en el trato con sus alumnos, de alguna manera se diluyen los problemas de este tipo, el acercamiento, la convivencia con los alumnos les da las armas para disminuir o alejar los brotes de violencia. Yo creo que en todos los centros educativos el profesor tiene mucho que ver en los casos de problemas de conducta indeseable pues si el maestro sospecha que se están produciendo agresiones en la clase, no debe retrasar su intervención en el asunto pues es importante que empiece a hablar seriamente y de inmediato con el agresor y con las víctimas. El maestro debe ser una figura de autoridad y de simpatía de tal manera que se respeten sus consejos, instrucciones y recriminaciones capacitando a sus alumnos para una convivencia pacífica y productiva. Claro que esto no es sencillo, se necesitan muchos recursos de empatía para establecer un clima de cordialidad y paz sobre todo en las escuelas de adolescentes cuya diversidad social aquí en Monterrey es notable, algunos pertenecen ya a pandillas o grupos delictivos e intentan establecer su hegemonía en el propio salón de clases y en la escuela misma. Los muchachos son intimidados a todas horas con diversas señales, con la presencia de los delictivos y por los rumores de su crueldad. Así, cuando establecen su grupo comienza el desorden, la violencia está latente y de alguna manera mafiosa la hacen llegar a sus clientes; aquí la intervención de los profesores es decisiva y deben detectarla a pesar de los subterfugios empleados por los delincuentes, pues ellos son astutos y hábiles escapando de las reprimendas y exigencias de la autoridad escolar con tanta facilidad que les favorece, les da fama de invencibles dándoles un matiz de liderazgo contundente. Probablemente muestren una cara de víctimas y causen confusión en los profesores que investigan el problema. En esta situación, una terapia de grupo con los agresores, una vez identificados sea factible y resulte valiosa para


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el efecto. Pues ventilar el problema con los causantes y calibrar su peligrosidad, consecuencias e impactos sociales invitándolos a reflexionar al respecto podría ser una muy buena estrategia psicológica, aunque el hecho de la detección de infractores influiría a bajar sensiblemente el comportamiento indeseable. Las reuniones con el grupo delictivo pasa a ser una herramienta estratégica para contrarrestar y acabar con la violencia, de tal forma que debe haber una observación acuciosa alrededor de estos grupos. Por otra parte, en el aula debe haber normas de comportamiento donde la participación del profesor en turno acusa una gran responsabilidad pues habrá de corregir comportamientos y aportar observaciones prudentes para el efecto; todo ello podría ayudar a producir los cambios deseados. Una de las estrategias que ha sido positiva es lo presencia de ex drogadictos y ex pandilleros conversos y regenerados quienes con sus charlas, experiencias y tribulaciones vencen las tercas resistencias de los incorregibles, todo esto en auditorios apropiados deleitándose con los convivios que ofrece la institución. Regularmente la víctima tiene miedo de causar problemas a sus agresores y de que le acusen de “rajón” “chismoso” y otros epítetos vergonzantes que pone en predicamento a este tipo de alumnos, también es frecuente que haya recibido amenazas si hace efectiva sus denuncia por lo que la víctima sufre en silencio por miedo a las represalias de los agresores. Entonces, ¿Qué podemos hacer los profesores para garantizar a las víctimas una protección efectiva contra el hostigamiento? Habrá que ser observadores responsables y convocar a todos los maestros, directivos y padres de familia para implementar estrategias adecuadas y llegar a acuerdos que acaben con el problema.

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Lic. Nora Hilda Montoya Arámbula Correctora de pruebas. Dr. Héctor Salinas Ayala Tutoría y Asesoramiento básico. Apoyo bibliográfico. Lic. Ada Elizabeth Galarza de la Sobera Su comprensión y seguimiento académico. Actitud y voces de Aliento.

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Monterrey, N.L. Abril de 2013



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