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Círculo Mercantil Mutualista de Monterrey

MEMORIA GRÁFICA

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Círculo Mercantil Mutualista de Monterrey

Mesa Directiva 2023

Cargo Nombre

Presidente Ing. Hugo Minero Arroyo

Vice Presidnete C.P. Carlos Benavides González

Secretario Sr. Antonio Covarrubias Rojas

Pro Secretario Sr. Rolando Cárdenas González

Tesorero C.P. Julio Alejandro Mitotes Boca

Pro Tesorero Lic. Rodolfo Martínez Lozano

Vocal 1 Sra. María Isabel Calderón de Rodríguez

Vocal 2 Profr. Julio César Massa Valle

Vocal 3 C.P. José Alejandro Franco Govea

Vocal 4 Sr. Javier Cerda Torres

Vocal 5 Lic. Ricardo Córtez Guzmán

Vocal 6 Ing. Jesús González Martínez

Comisario C.P. Jorge Velíz Rodríguez

Pro Comisario C.P. Luis Alberto Garduño Ruiz

La fraternidad y el progreso de una ciudad

“La asociación mutua, alentados por una idea de fraternidad y de progreso.”

El Círculo fue fundado por un grupo de animosos jóvenes, de ideas frescas y progresistas, influenciados por el romanticismo imperante a finales del siglo XIX. Según una publicación de 1925, se trataba de unos muchachos empleados en los clásicos comercios de la ciudad, con ansias de emanciparse económicamente, de ampliar sus contactos sociales, de obtener un recreo sano, de mejorar su seguridad futura y de participar activamente en el crecimiento de la pujante ciudad industrial. En sus horas de ocio, solían reunirse en la Maderería de don Fernando Martínez, ubicada en la calle de Zuazua curz con Morelos. En dicho lugar, poco a poco fue naciendo la idea de formar una sociedad que fuese además de centro de convivencia y esparcimiento, una garantía de seguridad a través de un sistema de ayuda mutua. Para tal efecto, organizan la que sería la primera institución en su género todo el país: el Círculo Mercantil Mutualista de Monterrey. Los pioneros de esta obra social fueron los señores Lorenzo López Bosque, Abel Saldívar Tapia, Daniel Healy, José Rendón, Juan José Rodríguez, Rafael Fernández Saldaña y Bernardo Nandin, todos ellos destacados representantes del comercio regiomontano.

Se le denomió “Círculo” pensando en la obra del benemérito Círculo de Obreros que existía desde antes de 1890, “Mercantil” porque quienes lo formaron eran empleados de empresas mercantiles y “Mutualista” debido a que se sustentó en la aportación pecuniaria de todos en bien mutuo.

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La asmblea constitutiva se efectuó el día primero de junio de 1901, a las 9 de la noche, en el antiguo Teatro Juárez, donde posteriormente estuvo el Teatro Rex. Los iniciadores levantaron una acta en donde estampa su firma el primer presidente de la agrupación: don Manuel E. Gómez y el primer secretario don Joaquín V. Escamilla. En el patrimonio y objeto de la sociedad quedaron claramente definidos los objetivos de la agrupación: “La sociedad no tendrá fines de lucro; su objeto es formar y estrechar lazos de unión y fraternidad entre sus miembros; procurar su delanto moral, físico e intelectual; su instrucción y honesto recrero, proporcionándose mutua protección, ayuda y asistencia en sus enfermedades y fomentar las actividades deportivas y culturales.”

La publicidad de las actividades primigenias estuvo a cargo del periodista Lic. Francisco de P. Morales, director del diario “La Defensa”, en cuyas columnas difundió lo aconecido en el Círculo. El emblea de la sociedad fue diseñado don Miguel Treviño García, durante la presidencia de don Manuel E. Gómez, el cual consiste en una Cruz de Malta con colores rojo y gualda. Los primeros impresos del escudo fueron distribuidos entre los socios de entonces, quienes los conservaron como la raíz sagrada del frondoso árbol del Círculo.

Las primeras reuniones se realizaron en varios lugares de Monterrey: en el “Ojo de Agua” como se refería entonces al antiguo edificio de la Alberca Monterrey, en el segundo piso del Banco Mercantil y algunas veces en el Hotel Iturbide. Lugares estos que eran facilitados gratuitamente por sus propietarios. Sus juntas se realizan con regularidad envueltas en un ánimo de cooperación y crecimiento gremial. Esta labor constante se verá reflejada en sus finanzas que apenas en cinco meses logran recaudar por cuotas la cantidad de $1, 814.64 pesos. Esto le permitirá participar activamente en asuntos de interés común tanto para los socios como para la sociedad regiomontana.

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Al contar con más recursos rentaron un pequeño local anexo al Colgio Porfirio Díaz, propiedad del profesor don Jesús A. Rojas, situado en la esquina sureste de las calles del Roble (actual Juárez) y Allende. Este fue propiamente el primer local del Círculo. Los socios de entonces lo describen como “un pequeño jacalón con seis u ocho sillas y una mesa por todo mobiliario, pero los socios tenían derecho al “Gimnasio” del Colegio, que tenía una barra fija, un volantín y unas argollas.” Este inmueble se ocupó por año y medio.

Posteriormente trasladan la sede a una casa contigua al Banco de Milmo, que posteriormente ocupó la Casa de Cram, por la calle de Padre Mier. Tiempo después se cambia a los bajos de la casa del notario don Tomás Cresencio Pacheco, por la calle de Escobedo.

Cuando mejora la situación económica, el Círculo se muda a una casa propiedad de doña Juanita Flores Vda. de Lozano, situada en la calle Hidalgo, en un tramo comprendido entre el callejón de la Azucarería y la casa que perteneció al general Bernardo Reyes. Este local fue más amplio que los anteriores, disponía de un pasillo, dos salas al frente, varios cuartos interiores y un patio donde se construyó un gimnasio. También se adquirió una barra fija, argollas, cable, pesas, floretes y espadas de combate, así como diversos implementos para la actividad deportiva. En esta casa se instalaron diez baños con sus correspondientes casetas de madera, realizádose el desagüe por un canal provisto en el callejón referido, el cual desembocaba en el Río Santa Catarina. Se instalaron además, tres libreros, unas mesas, una máquina de escribir y diversos implementos de oficina.

En 1911, después de los años díficiles vividos en la casa de la Plaza Degollado, el Círculo se muda a una amplia casa localizada en la calle de Matamoros, en donde permanecerá hasta 1933. En una remembranza publicada en este año, de manera literaria se hizo un balance de estas dos décadas en las que la sociedad alcanza su madurez y donde da cuenta de los grandes personajes que se dieron cita en este emblemático inmueble:

El afán de superación, de florecimiento, de madurez, nos ha impulsado a caminos más amplios y de mayores horizontes. Pero…

Al dejar la vieja casa que alentó nuestra dorada adolescencia y las quimeras de la juventud florida, hay un sentimiento en el corazón que quizá no pueda traducirse en las palabras escritas, por que es la voz íntima que no puede brotar porque la ahogan los precuersos felices: el desfile de las horas interminables de la tertulia, de la pugna deportiva, de la noche fascinante del baile, de las cenas literarias donde asomara la figura del prócer de José María Lozano, del ilustre paisano Nemesio García Naranjo; las visitas agradables del Lic. José Vasconcelos, el Marqués de Berna, Embajador de España, el Dr. Jinarajadas, Alfonso Reyes, Alfredo Ramos Martínez, Emilio Carranza; la reunión literaria y la velada teatral; la fiesta cómica y el desfile pintoresco del Carnaval, todo, todo lo que ha formado nuestro eslabón de compañerismo desinteresado y alegre y optimista: todo lo que ha sido motivo de recuerdo agradable, y acaso, de entre los recuerdos dispersos, la nota amarga de un amigo ido para siempre…

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Durante la década de los veinte, personalidades del mundo cultural visitan el Círculo para conocer de cerca uno de los espacios más emblemáticos de la vida social y deportiva, en el que participaban como socios activos destacadas figuras del arte, el periodismo, la historia y el humanismo. En septiembre de 1924 se da cita en este lugar el regiomontano universal don Alfonso Reyes, quien dejó plasmado el siguiente párrafo:

Amigos y paisanos míos:

He visitado vuestro círculo por breves instantes. Mis impresiones tienen que ser apresuradas. Acaso vale más así, si he de atenerme a esas evidencias de la primera visión que son como las acciones del alma. He pasado por aquí muy de prisa, tanto, que –afortunadamente– no tengo tiempo de alambicar ni sutilzar mi pensamiento. Un elegio para vuestro esfuerzo tiene que expresarse a través de esos venerables lugares comumnes que no por comunes son menos venerables: elogio a la continuidad de un noble empeño, –el de lograr almas sanas y cuerpos sanos; elogio al desprendimiento y al tezón– cualidades que son, al fin y a la postre, características de los hombre de mi tierra.

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En 1926, durante la presidencia de don Anastacio A. Treviño Martínez, en plena efervesencia de la celebración de las Bodas de Plata del Círculo, directivos y socios llegaron a la conclusión que el local donde habían estado más de 20 años ya resultaba insuficiente; debido a que la asociación crecía y se demandaba más espacio para el desempeño deportivo y la vida social. A partir de entonces comienza a proyectarse la idea de contar con un espacio propio y digno, en el que pudieran desarrollar sus actividades los cientos de socios que constantemente se incrementaban en número.

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PLAN DE LA OBRA

Círculo Mercantil Mutualista de Monterrey MEMORIA GRÁFICA PLAN DE LA OBRA

Presentación institucional

Introducción

Antecedentes

1. El mutualismo como fraternidad universal

2. El contexto histórico regional. El porfiriato y el régimen de Bernardo Reyes

3. Primeras organizaciones mutualistas en Nuevo León

4. La necesidad de una organización promotora del deporte y la sana convivencia en Monterrey

I. Organización del Círculo Mercantil Mutualista, 1901

1. Acto protocolario

2. Los fundadores

3. Actividades iniciales

4. Las primeras sedes

II. La construcción de su inmueble, 1930-1933

1. El antiguo sitio histórico: el templo de San Francisco

2. Planeación del edificio

3. Rasgos estéticos: la estructura, el diseño, el mobiliario

4. Inauguración y primeros eventos sociales y deportivos

5. Consolidación como patrimonio artístico nacional

III Principales actividades deportivas, sociales y culturales

1. Organigrama y programas de fomento al deporte

2. Organización de actividades deportivas y de convivencia a diferentes grupos sociales (género, edad, nivel de competencia, etc.)

3. La participación de los socios en las justas deportivas locales, nacionales e Internacionales

4. Logros alcanzados en los certámenes deportivos

5. La vida cultural y el compromiso comunitario

IV Testimonios de los protagonistas

1. Directivos

2. Deportistas

3. Socios

4. Trabajadores y empleados

5. Cronistas y difusores

6. Personajes destacados de la vida económica, política y cultural

V Secciones Especiales

1. Justas deportivas:Olimpiadas locales, nacionales e internacionales; giras deportivas; principales escenarios deportivos; encuentros atléticos; futbol y futbolito; basquetbol; ciclismo; boliche; esgrima; box y lucha; excursionismo; eventos gimnásticos; orientación deportiva y educación física para atletas y público en general.

2. Cambios en la organización

3. Adecuaciones materiales al inmueble

4. Otras Anexos

1. Lista de Mesas Directivas

2. Planos

3. Publicidad, carteles, emblemas, diplomas, trofeos, etc.

4. Informes, documentos, gráficas

5. Otros

Cronología 1901-2023

Perfil de las instituciones patrocinadores (en caso de haber)

Fuentes bibliohemerográficas

Referencias y créditos iconográficos

Glosario

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CUERPO DE TRABAJO

Coordinador general:

José Antonio Olvera

Investigación histórica:

José Antonio Olvera

Diseño y Arte:

Isaías de Dios Muñoz

Fotografía y reproducciones gráficas:

Isaías de Dios Muñoz

Relaciones públicas y enlace:

José Antonio Chávez Álvarez

más que de

debe ser grano que germine y dé fruto que satisfaga a generaciones futuras más que a la nuestra. Así iremos pagando la deuda contraída con quienes nos legaron esta honorable Institución.”

“Nuestro grano,

arena

¡Viva El Círculo!

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Notas:

1. La investigación documental e iconográfica se lleva a cabo en diferentes acervos del área metropolitana: Biblioteca del Círculo Mercantil, Capilla Alfonsina y Biblioteca Magna de la UANL, Archivo General del Estado, Archivo Municipal de Monterrey, Fototeca de Nuevo León, Capilla Cervantina del ITESM, Biblioteca de la Sociedad de Historia en la UDEM, archivos particulares, entre otros.

2. El proceso de la investigación consiste en la búsqueda de datos en documentos, impresos y gráficos correspondientes a la época de estudio, así como entrevistas a personas emblemáticas del Círculo.

“Nuestro grano, más que de arena debe ser grano que germine y dé fruto que satisfaga a generaciones futuras más que a la nuestra. Así iremos pagando la deuda contraída con quienes nos legaron esta honorable Institución.”

¡Viva El Círculo!