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Capítulo XXIV. La elaboración de un cuadrado mágico
from Elizabeth Horowitz
by Kosmic Bluez
Capítulo XXIV. La elaboración de un cuadrado mágico.
¿Cómo elaborará Vd. un cuadrado mágico?
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Con todas las palabras y números que hemos encontrado a lo largo de los ejercicios anteriores. Vamos a insertarles dentro de un cuadro, empezando por las cuatro esquinas. Conservamos la representación teórica de Jung referente a las cuatro funciones como base de inicio.
Cuadrado mágico: Ángulo Sentimiento: Objeto, situación, apreciados. Compartir – Comulgar – Reunión – El cuadro nos reúne. Ángulo Pensamiento: Objeto, situación, esperados (aguardados según la realidad). Castillo, La galería de cuadros está llena de antepasados y escenas bucólicas. La cascada de las palabras.
En la parte central entre ambos ángulos: María – Antonieta está en su ventana y mira los corderos.
Ángulo Sensación: Objeto, situación, concretos. Un cuadro evocando la muerte – Libro – Escultura – En un cuadro vivo. El calor sale del cuadro y el alma atraviesa el tiempo y los siglos. Ángulo Intuición: Objeto, situación, esperados (anticipados, deseados). Fusión – Empatía – Estado oceánico – La naturaleza me invade con su dulzura – el calor me envuelve. La naturaleza es infinita de riquezas.
En el centro del cuadro mágico: Para que brote la fuente de la inspiración, hay que comulgar con la naturaleza.
Cuadrado mágico. P. 267. Del libro.
Empezamos por colocar la palabra encontrada en la cripta, en el ángulo de nuestra función inferior. Colocaremos en las cuatro esquinas las palabras que intuitivamente corresponden a nuestras cuatro funciones. Nos iremos acercando al centro de la hora en espiral, escribiendo las palabras y las frases que aflorarán simplemente de nuestro inconsciente. Es un ejercicio que se debe hacer rápidamente sin pensar, para no impedir que nuestro inconsciente produzca estas palabras. Para las palabras referentes a la Sensación, hablaremos preferentemente de objetos y situaciones palpables, para las que se refieren a la Intuición, de una situación que se anticipa, las palabras referentes al Sentimiento hablarán de lo que se sabe apreciar, y las sobre el Pensamiento, de lo que se espera de la realidad.
¿Al final, se formará una frase en el centro?
Sí, servirá inmediatamente de punto de salida para un texto que debe volver a utilizar todas las palabras de nuestro cuadrado mágico y contar una historia que hablará de nuestros poderes, de lo que pensamos hacer mejor. Luego volveremos a coger este primer texto, lo volveremos a escribir con las mismas palabras de base, pero insistiendo sobre nuestras carencias, lo que pensamos hacer menos bien. Estos textos son muy extraños, llegan directamente del inconsciente. No se debe buscar en ellos ninguna lógica rigurosa. Así, tenemos a nuestra disposición dos textos, uno sobre nuestros poderes (cualidades) y uno sobre nuestras carencias (defectos).
¿Por ejemplo, puede Vd. citarnos los textos de una participante…
El texto sobre sus poderes: “En el compartir del pensamiento, encuentro que me falta la vista. Mi mano dibuja signos y me aparece el mundo inundado de sol. Ando entonces en la luz, dejo la callejuela, la sombra en donde me consumía el frío. Poder me está dado para romper una nuez y recoger en el desierto, la piedra cálida que calienta el frío del corazón. Así, dejé, triunfante, el desierto de los Tártaros, sin ya tener miedo. La muerte cruzada 33 veces, veo el sol levantarse encima de los techos de Casablanca.
Mi palabra clave: Casablanca. Mi cifra mágica: 33
¿Y el texto sobre las carencias?
“Escalera de piedras frías, callejuela oscura en donde el frío me consume, estoy tan sola como el héroe del desierto de los Tártaros. La muerte está por todas partes, no hay mano tendida, hago sola, una y otra vez, mi viaje a los orígenes. El secreto mora indescifrable, secado como el corazón de una nuez olvidada en el suelo y el miedo me fija de frío. Mi carencia primordial, es la ausencia del signo de vida, trazada en la frente el día de mi nacimiento.”
La persona escribirá ambos textos sobre un cuadro grande. A su vez, se sienta al lado de su texto y deja que trabaje el grupo. Lo que podemos subrayar en seguida, es la presencia de palabras simbólicas que se vuelven a encontrar en la alquimia. Por ejemplo: Sol, que es la energía, la consciencia; Tártaros, que es una personificación del Infierno; 33 la edad de Cristo en su crucifixión.
Todo el grupo y/o el terapeuta estudia en detalle estos textos y debe en este ejercicio destacar la paradoja. Se buscan los fallos (carencias) de la persona, en su texto sobre el poder e, inversamente, su poder oculto, en el relato de sus carencias. Hay que llegar a las desarmonías de lo que creemos ser nuestras cualidades más evidentes e, inversamente, las cualidades sin explotar en lo que calificamos nosotros mismos de defectos. Frecuentemente se sorprende la persona de que toda la pasión puesta en su texto sobre sus cualidades esconde unas carencias e, inversamente, su texto donde confiesa sus defectos, revela sus cualidades ocultas, de las cuales dispone sin saberlo. Hay que destacar lo que hemos hundido desde mucho tiempo en nosotros, que proyectamos sobre los demás, y que solo piden que nos revivifiquemos.