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12. Acceso a la tecnología y educación. Ricardo Cañarte
Acceso a la tecnología y educación.
David Ricardo Cañarte.
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Es necesaria la reflexión de la situación actual del sistema educativo, de la necesidad que existe de políticas educativas oportunas y pertinentes que permitan desarrollar las habilidades necesarias para trabajar desde
entornos educativos digitales y que los estudiantes accedan en igualdad de condiciones a la educación en
línea. Luego de un año de implementar entornos virtuales de aprendizaje en el Ecuador debido a la pan-
demia, el avance en el tema de educación ha sido propagandístico, las brechas de acceso a tecnologías
educativas han sido una deuda histórica, la mayoría de colegios del área rural y urbana desde antes de la
pandemia no contaban con un servicio de internet y las que cuentan con internet no tiene la capacidad de
cubrir las necesidades de las personas usuarias de la institución. El personal docente y estudiantado debieron
acoplarse a la modalidad en línea, con los desafíos y las limitaciones que esto implicó, ha sido un gran reto
debido a la situación económica de los hogares ocasionada por el mal manejo de la pandemia, las decisiones
políticas poco acertadas, la corrupción y los niveles de violencia a los que se exponen la niñez y adolescencia
permiten reflexionar sobre la importancia de la educación y de las comunidades educativas y de su rol en la cohesión social.
tiempos de la pandemia de COVID-19, menciona que:
“… incluso antes de enfrentar la pandemia, la situación social en la región se estaba deteriorando,
debido al aumento de los índices de pobreza y de pobreza extrema, la persistencia de las desigualdades
y un creciente descontento social. En este contexto, la crisis tendrá importantes efectos negativos
en los distintos sectores sociales, incluidos particularmente la salud y la educación, así como en el
empleo y la evolución de la pobreza”
La Emergencia Sanitaria global ha traído graves consecuencias en la educación de los estudiantes
sobre todo en Latinoamérica, la brecha económica, digital y la inclusión social es un aspecto trascendental
y que a pesar de los esfuerzos del Ministerio de Educación por dar el salto inmediato a entornos virtuales
de aprendizaje. Según un comunicado de prensa de UNICEF (2021) 4.4 millones de estudiantes dejaron de
asistir a clases presenciales debido a la emergencia sanitaria de los cuales: “Los niños, niñas y adolescentes
en mayor situación de vulnerabilidad –con discapacidad, en situación de pobreza, refugiados y migrantes, y
las niñas en particular– enfrentan mayores barreras en el acceso a la educación” .
Si analizamos el caso de Ecuador particularmente, la modernización de la educación aún es una
deuda pendiente, histórica y que se agravó por la situación económica, la corrupción y la falta de inversión en
educación. Tanto docentes como estudiantes a nivel nacional somos parte del plan de continuidad educativa,
y han realizado acciones edu-comunicativas a través de los medios masivos de información. Según los datos
del INEC (2021) en su estudio sobre tecnologías de información y comunicación el 52,3% por ciento de
hogares en Ecuador tienen acceso a internet, de los cuáles el 61,7% corresponde al área urbana y en el área
rural el porcentaje es de acceso a internet es de 34,7 %.
Tanto como para docentes y para estudiantes fue un reto, por la situación económica, el miedo
generalizado y la necesidad de continuar con las actividades académicas, en el contexto de despidos
intempestivos, flexibilización laboral y el confinamiento en el que se redujo el salario de docentes, se dejó de pagar a tiempo, la inversión del ministerio de educación en colaciones escolares a pesar de que no
asistían a clases los estudiantes y las ineficaces políticas de salud implementadas que permitieron que la situación económica, emocional, física y emocional de la comunidad educativa se vea afectada. De acuerdo
al estudio: La deserción escolar: Una perspectiva compleja en tiempos de pandemia, se identifica que de los adolescentes dejan el sistema escolar en un 53% por problemas económicos, en un menor porcentaje se
encuentran los problemas de salud o familiares.
educativo realizada por la UNICEF en el año 2020 se puede identificar que:
“Antes de la emergencia sanitaria, aproximadamente 268.000 niños, niñas y adolescentes ya estaban
fuera del sistema educativo5 y aproximadamente 187.277 tenían rezago escolar de más de dos años6.
La pandemia ha profundizado esta problemática. Según estimaciones de UNICEF, alrededor de90.000
estudiantes estarían fuera del sistema educativo….Se estima que el 78% de estudiantes matriculados
en instituciones públicas acceden de alguna forma a internet…. solo 2 de cada 10 estudiantes
cuentan con equipos para su uso personal….el 85% de docentes están en contacto individual con sus
estudiantes, de manera habitual”
En el contexto social y político actual latinoamericano hay que reconocer la fuerza de los movimientos
estudiantiles, la necesidad de un cambio cultural que permita darle el presupuesto y la importancia necesaria
a la transformación social a través de la educación, si analizamos el estallido social de Ecuador, Chile y
actualmente de Colombia, la inversión en seguridad es mucho mayor y hace que el monopolio de la violencia
estatal mantenga el control de la sociedad, en donde aún no se resuelven las muertes, el uso excesivo de
la fuerza, la falta de una justicia independiente y de mecanismos de participación ciudadana que permitan
llegar a consensos en la toma de decisiones sobre todo en temas sensibles que afectan a la ciudadanía. Según
UNICEF en Ecuador se encuentran más de 64.000 niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad
humana. El mal manejo de la pandemia redujo los ingresos económicos en el 84,3% lo que aumentaría la
tasa de deserción escolar.
Aún tenemos pendiente la democratización de los medios de comunicación desde la sociedad
civil, las instituciones educativas, desde los adolescentes, las redes sociales funcionan como empresas de
información pero en los momentos críticos como los estallidos sociales, los cercos mediáticos impiden que
la información llegue y cale profundamente en la sociedad, la oportunidad de estar conectados a través de
la tecnología y de fortalecer la democracia, el poder popular, la conquista de derechos, la construcción de
un estado plurinacional y de una educación libre y de calidad que permita que la ciudadanía se empodere
y participe activamente en la toma de decisiones es un reto en contra de la tiranía neo liberal con un guion
pautado por el FMI.
Según una encuesta sobre la situación actual de las niñas, niños y adolescentes en su actual proceso
educativo realizada por la UNICEF en el año 2020 se puede identificar que:
fuera del sistema educativo5y aproximadamente 187.277 tenían rezago escolar de más de dos años. La
pandemia ha profundizado esta problemática. Según estimaciones de UNICEF, alrededor de 90.000
estudiantes estarían fuera del sistema educativo….Se estima que el 78% de estudiantes matriculados
en instituciones públicas acceden de alguna forma a internet…. solo 2 de cada 10 estudiantes
cuentan con equipos para su uso personal….el 85% de docentes están en contacto individual con sus
estudiantes, de manera habitual”
Este año ha sido un salto de la educación tradicional, de que muchas escuelas y colegios del área
urbana y rural no tengan internet a que a diario la convivencia educativa sea en entornos virtuales, a los
que acceder aún es un privilegio más que una necesidad. Los programas en medios de comunicación y la
información en redes sociales han sido parte del plan aprendamos juntos en casa del Ministerio de educación
pero a un año de su implementación se debe cuestionar su efectividad, el que los estudiantes no se encuentren
en el sistema educativo formal les expone a muchas problemáticas sociales debido a la situación en la que
se desenvuelve el país.
Bibliografía
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