CAPITULO III VIVIR Y APRENDER, UNA CONCEPCION NUEVA Y VIEJA DEL PROCESO DE APRENDER. •
El punto de vista psicológico: el aspecto de aprender, como concebir el proceso del aprender y el aspecto del programa como organizar las lecciones en el programa escolar.
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El aprender que tiene sentido Ebbinghaus el método del ensayo y error.
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El tercio superior o la mitad de la escala, donde los seres humanos viven y actúan ordinariamente, en la mitad inferior, donde viven los animales y donde vive el hombre cuando no piensa mucho en lo que hace.
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El método es viejo porque a través de la historia ha habido hombres que han examinado el aprender desde el extremo superior como un modo de proceder reflexivo.
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En cualquier caso de experiencia activa el aprender se realiza en todo momento de la experiencia.
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Nosotros no aprendemos principalmente con referencia al futuro.
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Si no aprendemos la primera mitad de una frase no podremos unir la segunda con ella para que tenga sentido.
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El aprender es para el escuchar con éxito.
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El aprender es absolutamente necesario con el fin de que el estado sucesivo de lo que podamos hacer pueda construirse adecuadamente sobre el que acaba de preceder.
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Se evocan sentimientos y se aceptan para actuar cuando hacemos cualquier cosa, surgen de la experiencia pensamientos, sentimientos e impulsos, y para que estos sirvan en cualquiera otra experiencia se tienen que aprender en este grado de la experiencia como base podamos pasar inteligentemente al grado siguiente.
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Nosotros vemos u oímos lo que se hace y lo aceptamos o lo rechazamos.
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Constituye una parte inherente de la actividad de la vida y raramente hacemos en todo lo que realizamos un esfuerzo para tal aprender.
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La parte del aprender viene por si misma, la importancia que las cosas tienen para nosotros nuestros intereses y notamos esta importancia en el grado que sentimos la situación.
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Aprendemos algo en el grado en que le concedemos importancia.
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Si es de poca importancia lo aprendemos ligeramente, y lo olvidamos pronto, pero si es de mucha importancia lo aprendemos profundamente.
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La definición de aprender, este es el cambio en el propio ser producido por la propia experiencia.
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Vivir es actuar y actuar es reaccionar.
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Cuando les oigo hablar a ustedes, no aprendo lo que ustedes dicen, aprendo lo que yo pienso que ustedes dicen.
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Cuando las reacciones se presentan, las examinamos, las aceptamos o no y si las aceptamos las aprendemos como las aceptamos, lo aprendemos con las limitaciones con que lo aceptamos.
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El aprender persiste en nosotros en el grado en que concedemos significación o importancia al asunto.
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La ley del efecto de Thorndike, de que aprendemos a hacer lo que satisface y no aprendemos lo que molesta.
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Aprendemos hacer lo que nos da placer y no aprendemos lo que nos da dolor.
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Cuando algo nos interesa lo aprendemos mucho más rápido.
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Primero observamos y distinguimos cosas que atañen a nuestro interés, en segundo lugar relacionamos lo que observamos con lo que hacemos.
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En tercer lugar, aceptamos en algún sentido y grado lo que hemos relacionado y lo aceptamos en algún modo para actuar sobre ello.
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Durante todos los instantes de la vida, el niño esta observando y relacionando y aceptando y actuando en algún sentido, y transformando lo que acepta en su carácter.
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Lo nuevo que se acepta esta entretejido con lo viejo, lo nuevo rehace lo viejo y lo viejo rehace lo nuevo.
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Nuestros niños no aprenderán realmente la democracia hasta que vivan democráticamente.
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Aprendemos lo que vivimos en el grado en que lo vivimos, en el grado y dentro de las limitaciones con que lo aceptamos para actuar.
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Nuestros niños aprenderán lo que viven en el fondo, lo que vivan en sus corazones, y asi escogerán su modo de vivir.
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Nosotros no podemos controlar sus corazones, la cualidad de vivir surge dentro del corazón nacen las decisiones de la vida.
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Podemos ayudar, estimulando dando oportunidad para las cosas buenas. Lo que importa es lo que ocurre en el corazón.
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Lo que acepta por sí mismo en el fondo de su corazón lo convierte en carácter y esto es lo que cuenta en la vida.
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Debemos tener una nueva y diferente preocupación sobre el proceso de la educación, nuestra preocupación no debe ser que el niño aprenda las materias.
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Tenemos que ayudarle en algún modo de vivir vidas dignas de convertirse en carácter.