Lizbeth Carolina Vázquez González INVESTIGACIÓN, INVESTIGACIÓN DE LA PRÁCTICA, REFLEXIVIDAD Y FORMACIÓN DE DOCENTES Luciano González Velasco
La investigación: un trabajo con pretensiones científicas y de producción de conocimiento LA INVESTIGACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA. En la década de los „70‟s, en este país, campeaba la idea de que la investigación y la profesión de educar eran tareas incompatibles, argumentando que en una había producción de conocimiento y en la otra simplemente difusión del mismo, se privilegia tener a la educación como oficio, y al profesor como una persona que domina la técnica y el arte de dicho oficio” Formar al profesorado se convierte en el proceso de aprendizaje del oficio de la enseñanza, que fundamentalmente se realiza a través de ensayos y errores por parte de los actores en formación Stenhouse, (1996), es quizá el impulsor y teórico más importante para definir la posibilidad de que sea el propio educador quien indague sobre su propia práctica. LAS PRÁCTICAS PROPIAS COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN. “usando nuestras aulas como laboratorios y a los alumnos como colaboradores, vamos cambiando la manera de trabajar con ellos a medida que observamos el aula sistemáticamente a través de la investigación”, (Hubbard y Power,2000:13). El resultado es una mejoría en la práctica pues “al transformarnos en investigadores, esperamos encontrar estrategias para desarrollar una práctica en el aula mejor fundamentada” (Hubbard y Power, 2000:15). LA INVESTIGACIÓN DE LAS PRÁCTICAS COMO CAMPO DE PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS. los diferentes planes y programas para las licenciaturas en educación que definió la SEP a partir de 1993. Lo que implica que la formación primera de los educadores se apoya en la investigación. investigación participativa, de la que se pueden rescatar muchas experiencias, incluso en campos diferenciados como la educación de adultos, la educación comunitaria y otras. La investigación también se entiende como “auto indagación reflexiva”. Para Imbernón (1998), es una nueva forma de cultura profesional. la reflexión, Kemmis y McTaggart, (1992), la establecen como indispensable para lograr la mejoría y la comprensión, al señalar que ofrece “un enfoque flexible de la mejora escolar a través de una acción y una reflexión críticamente informadas, apropiadas para las circunstancias reales, complejas y a menudo desorientadoras, de la escuela moderna” (p 12). García y Pérez, (1989:75), proponen a la investigación pedagógica, estableciendo “que tiene como objeto la educación en cualquiera de sus manifestaciones”. Señalan que “evita la práctica rutinaria, reflexionando con sentido crítico sobre el valor y la eficacia del quehacer educativo”.
Lizbeth Carolina Vázquez González La reflexión se propone, principalmente con el apoyo de la investigación. Representan asuntos contiguos y necesarios: a) la persona debe cambiar su conducta y no sólo saber sobre el pensamiento reflexivo; b) se identifican Categorías del conocimiento sobre la enseñanza y el aprendizaje para analizar o cambiar la práctica; c) se posee interés sobre la justicia social y ética en la educación. (Brubacher, Case y Reagan, 2000:43).
“se comprende mejor la investigación cuando no se la considera un proceso estático sino dinámico, que procura tomar en cuenta la increíble complejidad de los seres humanos y de los ámbitos sociales” (p 72).
Kemmis y McTaggart, (1992:9-10), por su parte, proponen a la investigación acción como una manera de mejorar y comprender mejor lo que se hace. La definen también en el sentido de ser “una forma de indagación introspectiva colectiva emprendida por participantes en situaciones sociales con objeto de mejorar la racionalidad y la justicia de sus prácticas sociales o educativas así como su comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que éstas tienen lugar”. La propuesta de Segovia (1995:14-15), es la de “enseñante como investigador”. En ella afirma que es una manera eficaz de “mejorar la racionalidad y justicia de las propias prácticas”. Considera así, a la “investigación en la acción”, unida al estudio de las fuentes del currículo, como “núcleo central de la formación permanente del profesorado, de manera que los conceptos de investigación educativa y formación permanente aparecen mutuamente implicados”. Se denomina a esta manera de investigar como “investigación activa porque ‟toma sus problemas de la realidad e intenta desembocar en una norma práctica de actuación‟” (García y Pérez,1989:75). A MANERA DE CONCLUSIONES. Lo más destacable es que la fuerza de los hechos ha venido demostrando que la investigación hecha por los propios educadores es algo posible. proponer a la reflexividad como un aspecto formativo y concomitante a la investigación que hacen los educadores. Esta postura va de acuerdo con la de Diker y Terigi (1997), quienes afirman: ...”la idea de investigación de la propia práctica ha ido reemplazando progresivamente a la noción de análisis de la práctica, colocando así a la investigación en el centro de la actividad formativa y profesional docente.”(pag.125). Resulta esencial, entonces, que se atienda y no se pierdan todas las modalidades de investigación sobre las prácticas educativas en la formación y actualización de docentes.