Que la paz secuestre tu vida, el amor
inunde tu alma y la felicidad refleje
en tu cara. Que se cumplan tus ilusiones,
tus propósitos. Que hagas de tu vida un
sueño y de tu sueño una realidad. Que la
lluvia de la felicidad te agarre con el paraguas
roto, te empape y salpique a todos los que están a tu alrededor. Que cierres
los ojos y pienses en todo lo que te hizo
sonreír en el año que termina, olvidándote
de lo demás, y ojalá que tus sonrisas se
multipliquen por 2011.