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Editorial Volvemos una vez más con mucha fuerza y con muchos aprendizajes a las espaldas. Han sido dos años cargados de ellos. En cada presentación se han tejido lazos duraderos que nos traen a este tercer número algunas colaboraciones. Ahora somos un proyecto que se siente arropado por cada vez más caras conocidas pero que está inquieto por seguir conociendo más y más personas. Sabemos que el feminismo es el camino para la transformación radical de la sociedad y queremos contribuir desde estas líneas a generar debates que nos pongan en frente nuevos horizontes. Jaén, Madrid, Sanlúcar de Barrameda, Móstoles, Aranjuez, Sevilla, Bilbao, Jerez de la Frontera, Murcia y todas las ciudades y pueblos que estáis por venir. Gracias por hacernos un hueco, por leernos, por organizar, por acudir, por apoyar, por difundir. labioasesino@gmail.com Labio Asesino Fanzine Labio Asesino Fanzine Buscamos colaboradoras que quieran escribir sus preocupaciones, sus inquietudes, sus rebeldías, sus poemas, sus llantos, sus alegrías... que quieran, en definitiva, compartir(se). Ponte en contacto con nosotras si quieres formar parte de este viaje. Todos los textos no firmados son de Araceli Pulpillo, coordinadora del fanzine, así como la maquetación y corrección.
¡de norte a sur, de este a oeste la lucha sigue, cueste lo que cueste!
ÍNDICE
PSYQUÉ Y ANTHROPOS
De la aculturación a la apropiación cultural 4 AQUELARRE Ruda FM 6 NUESTRAS BRUJAS Casilda La Miliciana 8 ENTRE[vista] Pastori Filigrana 13 CULTURAMAZONAS La importancia de hacerse selfies 18 REFLEXIONEANDO
Una aproximación a la vida desde el enfoque de la economía feminista 21 RAREZAS Yo todavía sangraba... 23
PSYQUÉ Y ANThROPOS
Aculturación y apropiación cultural por Araceli Pulpillo
Collage: Araceli Pulpillo
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La aculturación es el proceso por el cual una persona o una comunidad adquiere, adopta o asimila las costumbres, normas y elementos de otra cultura que no es la propia. Normalmente esta adquisición se da de forma involuntaria y requiere de una comunidad que adoctrina a la fuerza a la otra. Además, en la mayoría de los casos conlleva la pérdida de la propia cultura. Para que estos procesos lleguen a calar en las comunidades, imaginad la violencia que viene acompañada hasta llegar a acabar con tus propias raíces culturales.
a primera vez que vi la palabra aculturación fue haciendo una pequeña búsqueda de conceptos para darme ideas de cara a dar nombre a una sección de este fanzine (práctica que suelo usar muy a menudo y que me enlaza de forma encadenada a imágenes, conceptos, historias… nuevas). Cuando leí esta palabra, a simple vista, me gustó. Claro, hasta que leí su significado y entendí la implicación del mismo en sociedades colonizadas, hasta que fui consciente de la opresión de unos modos de vida frente a otros que suponía.
Dándole una vuelta al concepto, Marcela Lagarde, en su artículo “Aculturación 4
feminista”, escribe ideas interesantes sobre la necesidad de dar valor a la cultura feminista. Son más de doscientos años creando teoría y práctica, sin embargo, Lagarde apunta que «el feminismo es una cultura y no sólo un movimiento». Cree que las feministas deberíamos aculturar a las mujeres para generar cambios significativos en la sociedad, pues este proceso «conlleva al descubrimiento de lo enajenante de lo propio […] conduce a construir nuestra memoria, exige desmontar la misoginia en la cultura y la subjetividad de cada mujer». Aunque, como señalaba anteriormente, es importante hablar de cultura feminista, bien es cierto que difiero en muchas cosas con ella en su artículo, que ahora no puedo detallar por la extensión. Pero no se puede hablar de un solo feminismo, por lo tanto no hay una única cultura feminista, de esto ya nos hablaba Silvia Agüero en su artículo “Ante los continuos intentos de apropiación, protesto”, publicado en Afroféminas, donde nos adentra en otro concepto que en cierta forma tiene que ver con la aculturación aunque, podríamos decir, a la inversa. Nos referimos a la apropiación cultural.
es una expropiación, para sacar rédito económico desposeyendo éstos códigos del valor cultural que tienen en la sociedad de la que proceden. Y es que se hace un consumismo de lo exótico sin saber de dónde viene, algo que Kjerstin Johnson ya nos advierte «[el] que no experimenta esa clase de opresión es capaz de “jugar”, temporalmente, con algo exótico, sin vivir la discriminación diaria a la que se enfrenta la otra cultura». Encontramos muchos ejemplos. Modelos de Victoria Secret´s desfilando con penachos de los nativos americanos; vestidos con el estampado de la kufiyya, símbolo de la resistencia palestina; influencer utilizando trenzas “al estilo afro”; Netlé sacando una colección de tazas que unos artesanos mexicanos reconocieron como suyas; motivos indígenas en colecciones de marcas de ropa multinacionales; Rosalía fusionando trap con flamenco e imitando el acento andaluz en sus canciones; Miley Cyrus haciendo twerking en sus conciertos... son solo algunas muestras de este expolio cultural que se queda con lo bonito sin hacer cuentas de lo que para las culturas de procedencia implica. Desde aquí creemos en que la cultura es de todos, pero, parafraseando a Moha Gerehou, lo cierto es que la cultura todavía es poder ya sea por una u otra forma, lo que desde aquí proponemos es la responsabilidad de informarse siempre de los elementos culturales que nos son ajenos si realmente queremos incorporarlos en nuestra vida, saber de dónde vienen y reivindicar su procedencia para hacer justica.
La apropiación cultural por definición es la adopción o uso de elementos culturales por parte de miembros de otra cultura. Aunque a simple vista parece algo inofensivo, en realidad vemos que son culturas dominantes, como la sociedad occidental capitalista, la que usa códigos estéticos, prácticas o elementos de culturas de países colonizados o de minorías oprimidas para comercializar con ellos. Así multinacionales, grandes marcas de moda, sellos discográficos o influencer utilizan esta apropiación, que más bien
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aquelarre Ruda Fm por Irene Bebop
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er feminista es un continúo viaje lleno de hallazgos y aprendizajes y la radio feminista ha sido una de las cosas que más me está enamorando en este camino. ¿Qué posibilidades abre ponerte manos a la obra y montar tu radio feminista? Considero que muchas: aprendes a editar, a cacharrear cables y micros; a exponerte, si quieres, sin cuerpo, pero sí con tu voz. Pero bueno, creo que eso viene después, al principio recuerdo escucharme y darme vergüenza subir el programa piloto. El ejercicio de volver a escuchar lo que dices, descubrir medio con sorpresa, medio con vergüenza cuál es el sonido que desde fuera se escucha de tu voz… para mí todo ese camino fue muy poderoso. Pero a la vez un reto para superar inseguridades que sigo 6
teniendo, pero que he aprendido a escuchar menos. Como siempre que dudo de algo de lo que hago, mandé el programa piloto a una amiga para que lo escuchase y me dijese qué le parecía. Siempre el apoyo de las demás porque: sola no puedo pero con mis amigas sí. En este sentido tampoco se me hubiera ocurrido hacer radio de no haber sido por Bea Esteban, que con su podcast Hacia el Sur en el Atlántico me acompañó en el proceso de arranque. Tejer redes así, ayuda a que nos sintamos más seguras y nos lancemos a poner en marcha proyectos propios, y es que creo que de eso va lo de la radio feminista, de asumir que también somos generadoras de contenido y cultura feminista. A veces pienso que si alguien se animase a montar un fanzine o una radio con sus colegas por haber escuchado Ruda FM el proyecto en sí tendría ya todo el sentido del mundo. Me gusta imaginar radios libres que incendian cabezas, que deciden montar su propio sarao para hablar de lo que les interesa.
¡Que la fuerza de la radio feminista nos acompañe compañeras!
María Sabater, primera voz que se pudo escuchar a través de los micrófonos de la emisora EAJ1, Radio Barcelona, el 14 de noviembre de 1924, día que la radio comenzó su andadura en el Estado español.
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nuestras Brujas
Casilda la miliciana por Araceli Pulpillo
IlustraciĂłn: SuĂŠ Art
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ablar de Soledad Casilda Hernáez Vargas es narrar una historia llena de historias. Su vida fue una vida consagrada a la lucha por la justicia, el anarquismo, la emancipación de la mujer y el antifascismo. En ella podemos encontrar un ejemplo vivo de mujer dispuesta a todo por un ideal, o mejor dicho, por un sentimiento. Un sentimiento tan grande que llegó a inundar sus acciones. También en su historia encontramos nuestra propia historia, encontramos hechos que han pretendido ser borrados y que tenemos el deber de narrar. Pero empecemos por el principio. Nació un 9 de abril de 1914 en la Casa Cuna de Fraisoro (Zizurkil, Gipuzkoa). Adela Hernaéz, su madre, era soltera cuando dio a luz, por este motivo las religiosas le hicieron pagar todos los gastos ocasionados, estuvo dos meses trabajando gratis allí hasta que la dejaron salir con su hija. Su familia era de origen anarquista y bohemio. Su abuela era gitana y vivía en los carromatos de aquella época, conoció a un carabinero con el que tuvo tres chicos y dos chicas y luego la abandonó. Adela, debido a esta situación, trabajó en San Sebastián desde bien joven, luego se casó y tuvo más hijos, de hecho, Casilda supo que había nacido sin padre años más tarde, en su primera detención. Casilda tendrá un cálido recuerdo de su madre, la cual le apoyó siempre, hasta en sus actividades revolucionarias, y no renegó nunca de ella. La infancia la pasó en el barrio de Eguía, donde asistió a la escuela pública de Atocha. Allí aprendió a leer y escribir. Sin embargo, era una escuela que adoctrinaba en el catolicismo. Esto chocaba con sus valores familiares, que eran anticlericales. Además, la mayoría de la familia de su madre pertenecía a la CNT. Recuerda Casilda que el entierro de uno de sus tios fue de los primero que se hicieron sin cura y con la bandera de la CNT en el féretro, un gentío de trabajadores acompañó a la familia en esos momentos de duelo. Y es que Casilda reconocerá que su pensamiento político era el que había mamado en su familia. En 1931 se afilia a las Juventudes Libertarias. Pasará largas horas en la sede de CNT formándose y organizándose con compañeras. Participará en muchas acciones de la agrupación Mujeres Libres, dirá que ellas «se lanzaron a una lucha no solo social sino también humana por la liberación de la mujer». Así participó en las huelgas de talleres de mujeres, donde denunciaron el sexismo de la patronal y la persecución sindical que sufrían. Su primer encarcelamiento le vendrá por hacer un llamamiento a la huelga de las trabajadoras de una fábrica de corchos, donde pegaron fuego a pilas de corchos y se encararon con las esquirolas. También participó en diversas huelgas de mujeres: la de los discos Columbia, la de la casa inglesa Regal, la de las hojas de afeitar La Palmera (llamada Huelga de la 9
Palma), la de las zapaterías… En estos años republicanos su práctica del nudismo en la playa de Zurriola, en el barrio de Gordo, fue causa de escándalo entre el vecindario.
Casilda (rodeada de blanco) con 15 o 16 años, junto a un grupo de compañeras y compañeros, probablemente de la CNT.
En octubre de 1934 vino su segunda detención por su implicación en la Huelga Revolucionaria que tuvo lugar del 5 al 12 de octubre. En esta semana hizo de todo en las calles. Fue tras darle un alto un Guardia Civil cuando le encontraron una cesta llena de panfletos llamando a la huelga y explosivos. La condujeron al fuerte de Guadalupe, prisión militar situada en el monte Jaizkibel, en Hondarribia. La condenaron a 29 años de cárcel. Poco después la trasladaron a la cárcel de mujeres de Ventas en Madrid. Su partida en la estación estuvo repleta de mucha gente que fue a despedirla. Tenía 20 años. Al llegar a Ventas participó de una huelga de hambre para mejorar las condiciones dentro de la prisión. La ganaron y mejoraron la comida que se les daba. Allí conoció a Aurora Rodríguez, madre de Hildegart Rodríguez, de la que ya hablamos en uno de nuestros fanzines. Dirá de ella que no la encontraba bien de la cabeza, que era excéntrica y que salía muy poco de su celda, cuenta que aunque le parecía una mujer agradable no daba crédito al trágico final que le causó a su hija. Ganadas las elecciones por el Frente Popular en febrero de 1936, se llevó a cabo la amnistía general que concedió la libertad a innumerables presos políticos, entre ellos a Casilda. En el camino de vuelta en tren hacia San Sebastián coincidirá con Felix Likiniano, el que sería su compañero de vida desde entonces. Cinco meses después, el 17 de julio se produjo el Golpe de Estado contra el gobierno de la República. Ya meses antes llegaban rumores del alzamiento, así que su grupo de anarquistas (el Grupo Likiniano) estaba preparado para los acontecimientos: pólvora, dinamita, pistolas. 10
Con todo este panorama, y llegado el momento, el aparato administrativo cayó y se crearon nuevas estructuras, más justas, equitativas y horizontales, que se venían luchando desde tiempo atrás por el anarquismo. Aquí empezará una lucha sin cuartel contra el fascismo y los golpistas, contra toda idea ligada al poder, en favor de la Revolución Social y del Comunismo Libertario, que tan efímeramente se vivió en algunas regiones del Estado. Iniciado el conflicto, combatió en los cuarteles de Loyola, donde también trabajó de cocinera, y en las Peñas de Aya (los macizos montañosos más antiguos de Guipúzcoa) donde estuvieron más compañeras como ella. Recuerda Casilda que cuando se perdieron las Peñas de Aya los requetés se cebaron con las milicianas que allí se encontraban. Tras esto cruzaron Irún hasta San Marcial, donde italianos, requetés y legionarios no tuvieron piedad con la ciudad. Así los días siguientes la asolaron con miles de piezas de artillería, aviones y buques de la armada bombardeándola. Se calcula que arrojaron 150 bombas sobre Irún. No les quedó otra a Casilda y sus compañeros que coger un barco desde Fuenterrabía hasta Hendaya, un pueblo francés. En el camino se cruzaron con miles de migrantes huyendo de Irún, estampa desoladora de un pueblo huyendo de la barbarie. Al poco, el gobierno francés los devolvió a Puigcerdá, un pueblecito de Gerona en la frontera. Se dirigieron a Barcelona, con entusiasmo descubrieron en aquella ciudad los principios de la Revolución Social instaurados, el Comunismo Libertario dando sus primeros pasos, todo pertenecía a las colectividades libertarias, las calles repletas de hermanas y hermanos organizándose desde abajo, sin burguesía, dirigiendo sus propias vidas. Aquello la conmovió. De allí se dirigió al Frente de Aragón, donde formó parte de la Columna Hilario Zamora. Los meses previos a mayo del 37 los vivió con tristeza y decepción, ya que los comunistas estaban truncando la Revolución Social desde las propias filas antifascistas, dirá:
«En nuestra casa, aquí, la Revolución ya estaba en marcha, había cambiado las estructuras, había cambiado la atmosfera de la comunidad, había abierto un horizonte inmenso para todos, y los comunistas venían a pretender corregir y rectificar todo este trabajo. Es algo que solo se le ocurre a algunos cerebros, no cuadrados, sino agujereados, como los de los comunistas.»
Con este sentimiento regresó a Barcelona, a la retaguardia, donde empezó a organizar un taller confederal de confección. Por eso las luchas callejeras de mayo del 37 le pillaron allí. Ella participó defendiendo “La Casa Grande” (el edificio Cambó de la Vía Laietana, donde estaban instalados los comités Nacional y Regional de la CNT) . Vuelve a la carga diciendo:
«Para mí, los comunistas hacían de caballo de Troya en nuestra guerra y en 11
nuestra revolución. Desde mayo de 1937, atacaron el movimiento revolucionario. Cogían a gente de la CNT, a socialistas y trotskistas, a todo aquel que se manifestara un poco independiente del partido comunista. Todos al pozo.»
Al poco dejó su trabajo con los calzones -como ella diría- para volver al frente, a la 153 Brigada Mixta, formada por la antigua columna «Tierra y Libertad», donde participó en la Batalla del Ebro. Ahí fueron mermando todos los ánimos, retrocedían cada vez más hasta que una retirada tras otra dio lugar al fin de la guerra. A principios de febrero de 1939, con sus compañeros, se dirigió a Perpiñán, a través de los Pirineos. Cuenta que aquello era un drama, el éxodo de un pueblo que había sido masacrado, pasó andando la frontera: frío, dolor, desesperación. ¿Se puede narrar el horror? En Francia pasó del campo de refugiados de Argélès-Sur-Mer al de Gurs, cuenta las calamidades que pasaban allí, el hambre y la persecución de los gendarmes, también narra la solidaridad de los vecinos que les daban algo de comida para el sustento. Tras salir de allí se dirige a la ciudad portuaria de Lorent, donde Likiniano trabajará en la construcción de la base U-Boot que sirvió a los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, allí vivieron el bombardeo por parte de las tropas aliadas de la ciudad. Su casa fue de las pocas que quedó en pie. Dieron refugio a muchos militantes antifascistas, de hecho su casa era conocida como el Consulado Vasco, gran parte de la resistencia española pernoctó en su hogar. Era una tapadera para que los alemanes no los encontraran, de hecho estos pensaban que Casilda vivía sola. Estuvieron en París cuando la CNT en el exilio tuvo contacto con militantes clandestinos del interior de España. En 1943 se instalaron en Biarritz hasta 1980, allí también les pilló el bombardeó del 27 de marzo de 1944. En 1963 se casa formalmente con Félix. Tras el debilitamiento del movimiento anarquista, la pareja se solidarizó con el independentismo vasco y con los primeros miliantes de la organización Euskadi Ta Askatasuna. El relato de la vida de Casilda es tumultuoso, como los acontecimientos que le tocó vivir, sin embargo ella siempre se reconoció como una mujer que no deseaba la violencia. Hoy la conocemos con el apodo de “La Miliciana”, pero ella siempre prefirió que se la conociera como “La Revolucionaria”, ya que nunca fue mujer de uniforme ni adoctrinamiento. Ella estuvo siempre impulsada por el sentimiento firme de las ansias de libertad, lo que la hizo posicionarse siempre de un lado y mancharse las manos para conseguirla. El 31 de agosto de 1992 muere de cáncer en el pueblo francés de San Juan de Luz. En su lápida, a petición de su amiga Begoña Gorospe, se inscribió: Andra! zu zera bukatzen ez den sua (Mujer, tú eres el fuego que no se apaga). 12
Entre [vista]
Pastori Filigrana
FotografĂa retocada de Stefania Scamardi.
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Para empezar, ¿Quién es Pastori Filigrana según la propia Pastori Filigrana?
qué. Lo del feminismo llegó más tarde, cuando una adquiere cierta madurez política. Creo que el primer colectivo feminista lo pise a los 26 o 27 años.
Una muchacha de barrio. Una fugada de su destino, casi por casualidad. Ayer me hice un Twiter y he puesto esto: «Abogada en la cooperativa Jarsia Abogados y activista por los Derechos Humanos muchos ratos. Andaluza, trianera y mestiza gitana todo el tiempo.» Nadie antes había ido a la universidad en mi familia, se me daba bien el cole y llegué a la Universidad con beca hasta el final. No me gustaba el Derecho, pero las hijas de obreros somos abogadas o médicos, y yo era de letras. Luego vi que era una buena herramienta para los temas sociales que me preocupaban. A los 23 ya era la asesora jurídica de lxs gitanxs en Polígono Sur, luego fui de las migrantes y de lxs refugiadxs… hasta que a los 30 me puse la toga para ir a tribunales y montamos la cooperativa. Me siento en deuda con aquellas que lucharon antes que yo e hicieron que hoy pueda hacer esta entrevista. Esta deuda me empuja a seguir.
Desde luego el feminismo me ha quitado muchas culpas y vergüenzas y me ha enseñado que puedo elegir más de lo que creía. Pero también me ha contrariado muchas veces. Tengo el pelo muy largo de siempre, llevo tacones, escotes y pendientes grandes y alguna vez me han dicho que así no podía ser feminista. La verdad que eso era antes, el feminismo de mi entorno ha madurado mucho y no tiraniza tanto con la estética.
“la conciencia de clase o la conciencia racial llegó antes
Estoy reconciliada ya con el feminismo. Ahora veo todo con una mirada descolonial cada vez más profunda, busco mis propios referentes feminista en mi historia y mi identidad, he dejado de idealizar los referentes externos y me siento más cómoda y feliz ahora. Además es una búsqueda que siento que es muy honda y cada vez me lleva más lejos…
¿Cómo llegó a ti el feminismo o como llegaste tú a él? ¿Y cuál ha sido tu relación con el mismo hasta llegar a hoy?
Desde muy joven has estado implicada en movimientos políticos y sociales y sensibilizada con las injusticias, de hecho estudiaste Derecho en la Universidad de Sevilla donde
Pues la toma de conciencia feminista fue en la segunda vuelta. Quiero decir que la conciencia de clase o la conciencia racial llegó antes. A los 20 años hicimos la asociación de Mujeres Gitanas Universitarias y a las 24 me sindi14
afrontas este reto en los tiempos tan complicados que estamos viviendo?
formaste, junto con otras compañeras, la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias. ¿Qué te llevó a formarla? ¿Y para qué fue y es necesaria?
¡Ay! Lo leo y me canso…pero son ciertas, he hecho esas cosas estos últimos años. A mí me mueve un ímpetu que no es mío, es colectivo y viene de antiguo. Algunas veces me he preguntado: ¿Qué hago yo haciendo todas estas cosas en vez de casarme y recogerme ya? Pero nunca soy capaz, porque es una fuerza evolutiva que empuja a la humanidad para construir algo mejor. Es la única explicación que me doy porque después de tantos siglos de violencia y represión siguen naciendo locas que sueñan con utopías. Errores de socialización.
Unas estudiantes gitanas estaban bullendo la idea y nos buscaron a mi hermana y a mí. Nos conocíamos de antes, de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla, en torno a la que mi padre nos crió. Y bueno, nos implicamos. Era algo importante que hacíamos por primera vez. Solo 1 de cada 100 estudiantes era gitana, fue muy ilusionante. Yo no sigo en activo ahora, mi hermana sí. Las relaciones institucionales siempre me han costado, las disidencias de veinteañera todavía me siguen… AMURADI, ahora federada en FAKALI, sigue haciendo una labor admirable, han puesto el discurso de las mujeres gitanas en primera línea en Andalucía. Hacen un trabajo muy real en los barrios, y han puesto en valor a la juventud gitana más allá de los difíciles estereotipos de la gitana como delincuente o artista.
“han puesto en valor a
la juventud gitana más allá de los difíciles estereotipos de la gitana como delincuente o artista
Como abogada, has trabajado por defender las injusticias. Fuiste abogada en las Tres Mil Viviendas de personas gitanas, formas parte del Sindicato Andaluz de Trabajadorxs y has montado la cooperativa andaluza “Jarsia”, donde luchas contra los abusos de la patronal e hipotecarios y contra la represión política. Cuéntanos, ¿Cómo
Pues afronto estos retos contenta porque estos caminos están llenos de gente maravillosa (como vosotras). Cuando una mira al mundo, y después mira a la gente bonita, luchadoras incansables que le rodean, tiene la certeza de estar ha15
ciendo lo que tiene que hacer. La represión política a veces si me ha llegado a pesar mucho y a ponerme las cosas difíciles, pero ahora tengo estrategias y no me dedico solo a defender sino también a hacer otras actividades propositivas. Imaginar el mundo nuevo y no solo defendernos de los ataques de los malos. Cosas como participar en la Revista del Topo Tabernario son mis vías de fuga propositivas.
por las Hipotecas o los Grupos contra la Represión son para mí ejemplos de este sindicalismo social. En mi experiencia el sindicalismo social sirve, porque la gente se organiza desde sus propios dolores de barriga y no solo en torno a teorías políticas abstractas. Las personas que participan en las luchas sindicales toman mucha conciencia de que las cosas se pueden cambiar y que si se juntan y se organizan se cambian antes y mejor.
“que contextualicen
No me he casado ni he tenido hijos, si no todo hubiera sido mucho más difícil seguramente.
históricamente la realidad actual del pueblo gitano que es el resultado de siglos de persecución y genocidio
Como mujer sindicalista, dinos unas palabras del porqué ser sindicalista a día de hoy, cuando ya casi nadie confía en los sindicatos. Hay razones para no confiar en los sindicatos mayoritarios, estos, junto a la derrota histórica del movimiento obrero, hacen que no suene muy bien definirse como sindicalista. Llevo años apoyando el sindicalismo alternativo, en el SAT. Aquí en Sevilla hemos conseguido que todos los sindicatos pequeños estén en una plataforma que se llama La Lucha está en la calle.
Está claro que el horizonte es el fin de la explotación capitalista, o sea que no tengamos que vender nuestra fuerza de trabajo y nuestros cuerpos para adquirir los bienes básicos para la vida digna. Pero mientras avanzamos hacia ahí es necesario que no exista la paz social y el sindicalismo combativo es un buen vehículo para eso.
El sindicalismo tiene que reinventarse o quizás volver a lo que fue en sus primeros tiempos: un sindicalismo social. La opresión no solo está en el tajo, no solo la plusvalía es la forma de explotación. La vida entera se ha puesto a producir y el enemigo tiene muchos frentes. La Plataforma de Afectad@s
Como ya sabes Antoinette Torres es la que nos puso el reto de entrevistar a una feminista gitana, pero además nos lanzó una pregunta para ti. ¿Cuáles son las principales reivindicaciones a día de hoy del feminismo gitano? 16
El feminismo gitano tiene como principal reto poner en valor sus propios referentes identitarios. En las formas históricas de vidas gitanas hay muchos ejemplos de empoderamiento de mujeres, y de estrategias de resistencia a la jerarquía de género que no son visibles. El feminismo blanco ha puesto la línea de lo que es o no feminista según su propia realidad y narraciones. Decostruir estas narraciones y poner en valor las nuestras es el principal reto. Beatriz Carrillo, presidenta de la Federación de Mujeres Gitanas de Andalucía, lo explica muy bien en uno de sus últimos artículos frente a algunos paternalismos payos desacertados:
revisen privilegios.
Para finalizar te pedimos que nos propongas a quién te gustaría que entrevistásemos en el siguiente número de Labio Asesino (no nos lo pongas muy difícil); y que nos digas qué pregunta te gustaría que le hiciéramos. Pues a mí me gustaría que entrevistarais a alguna de las mujeres que están dando la batalla en el estado español frente a la islamofobia. Las que cuestionan que el feminismo tenga que medirse por lo que llevas sobre la cabeza y no dentro de ella. Salma Amzian es una chica rifeña que se ha criado en Vic, ahora está en Granada y tiene experiencia en organizaciones de mujeres racializadas. Su discurso y su investigación son muy potentes. En esta misma línea también está Fátima Aatar, antropóloga de la Universidad de Barcelona o mi admirada Sirin Abdli, autora del libro la Cárcel del feminismo.
«…antes de que vuestras antepasa-
das pudieran liberarse del arquetipo de la virtud victoriana, a nosotras ya nos perseguían por subversivas, liberales, rebeldes e indomables por no someternos al fundamentalismo occidental religioso e integrista de control patriarcal y racista. Sistema de dominación machista que tu cultura ha impuesto en la mía…»
Y la pregunta: ¿Cuáles son los retos de las mujeres musulmanas organizadas en el Estado español?
¿Qué reivindicamos? Yo creo que, más que reivindicar, que al final se traduce en que alguien externo te reconozca un derecho que ya tienes, lo que pedimos es que no nos pongan voz, que se callen respetuosamente para que se escuche la nuestra. Que la sociedad sea consciente de su pensamiento situado frente a las gitanas y que contextualicen históricamente la realidad actual del pueblo gitano, que es el resultado de siglos de persecución y genocidio. Que asuman responsabilidades. Que
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cULTURAMAZONAS
La importancia de hacerse selfies por Sandra Seldas
L
a historia de las Venus paleolíticas es muy similar a la de muchas de nosotras, pese a que nos separen unos veinticinco mil años a unas y a otras. Las primeras de estas pequeñas estatuas femeninas con los rasgos abultados las descubrieron los historiadores y arqueólogos franceses Édouard Piette y Salomón Reinach hacia finales del s. XIX, y después se encontraron cientos de ellas por todo el sur de Francia y la mayoría de Europa Occidental. Aparecieron tantas, y con tantas diferencias, que su datación cronológica y su categorización se hacían muy complicadas. De modo que rápidamente la etiqueta “Venus” valió para todas ellas más o menos por igual, se las leyó como exvotos cargados de misticismo y el debate osciló en si simbolizaban la figura de una Gran Madre Naturaleza o si era una diosa de la fecundidad que representaba, exagerándolos, los rasgos sexuales o los cánones de belleza. 18
Tuvieron que pasar casi cien años hasta que en 1996, los catedráticos Catherine Hodge McCoid y Leroy D. McDermott, publicaran una teoría en la que introducían una nueva variable. Incluyeron la posibilidad de que las esculturas estuvieran hechas por mujeres y fuesen más bien figuras prácticas. Es más, defienden que cada estatua es una autorrepresentación de cada mujer, una suerte de selfie paleolítico. Esta teoría permite explicar las formas características y voluptuosas de las Venus como fruto de la perspectiva de la mirada proyectada sobre el propio cuerpo desde arriba. Las tallas suponían un ejercicio de autoconocimiento físico y biológico que les era muy útil para asegurar la supervivencia y la descendencia, y además eran un testigo físico de conocimiento. Representarse es un ejercicio de autoconocimiento. Lo era entonces y lo es ahora. Del mismo modo que el conocimiento acumulativo nos es clave. Saber lo que sucedió en el pasado nos ayuda a enfrentarnos al presente hasta tal punto que configura nuestra realidad y nos ayuda a no repetir los mismos errores. No se había contemplado que las Venus fuesen esculturas femeninas hechas por mujeres porque la cultura heteropatriarcal nos silencia y nos reduce para categorizarnos con facilidad, tanto a las Venus paleolíticas como a nosotras. Nosotras, como las Venus, también somos muchas, muy diversas, nos percibimos de maneras distintas y somos capaces de representarnos a nosotras mismas. Y pasarnos el testigo, conocernos a través de otras, de sus aciertos y de sus errores, también nos asegura seguir creciendo juntas. *Las imagenes de la página contigua pertenecen al siguiente enlace: https://www.jstor. org/stable/682890?newaccount=true&readnow=1&seq=3#metadata_info_tab_contents
Varias Venus 19
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reflexioneando
Una aproximación a la vida desde el enfoque de la economía feminista por Marina Checa Olivas
Collage: Araceli Pulpillo
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oy una superviviente de la deriva en la que se halla inmersa la disciplina económica. Igual esto puede parecer demasiado temerario, sin embargo, como economista, como investigadora, como feminista pero sobre todo, como mujer, he tenido que lidiar mil enfrentamientos en ámbitos tan hostiles como el jurídico o el económico. En la facultad, los modelos econométricos y la maximización de beneficio ocupan todo el espacio académico. La premisa es clara, economía es sinónimo de mercado, y la sociedad está compuesta por “individuos” que actúan bajo el interés propio. Así es como se fragua la ciencia económica, así es como se desliga del resto del ámbito de las ciencias sociales. Cual dogma, presenta a un seductor hombre económico y una lógica de mercado exacta y precisa. Lejos queda la esencia del concepto griego Oykonomia, término compuesto por oikos (casa) y nemos (distribución/administración). En la antigua Grecia, el oikos era considerado la unidad básica de producción, reproducción y economía, por tanto, significaba la administración del hogar. Sin embargo, la Economía contemporánea se ha ido 21
centrando sólo en una parte del sistema, la mercantilizada, relegando a los verdaderos hogares a un ámbito invisibilizado y entendiendo a estos como esferas movidas por la fuerza del amor, movidas por un deber innato y natural atribuido a madres y a esposas de estar al servicio del resto y proteger al otro. Fuera de los muros universitarios ocurre algo muy distinto, la economía mundial se va literalmente al garete. Pero esto no es objeto de crítica o duda alguna por los magistrados de la facultad o por la propia sociedad, se impone el principio de fe en las esferas financieras. Aquellas que tenemos la posibilidad (y el interés) de ver más allá de determinados adoctrinamientos, nos sobrecoge escuchar el discurso que existe en las aulas, en los telediarios, en las calles… Esto no es una crisis, es un sistema que destruye la vida. Al final, en tus manos está la posibilidad de construir un marco que visibilice otras propuestas y perspectivas de vida, aunque este camino denote, cuanto menos, complejidad al romper con las barreras disciplinares y sociales establecidas por el paradigma dominante. Todo este engranaje teórico asumido en los asientos de madera de determinadas bibliotecas, bebe de las luchas feministas en la calle, del 15M, de las conversaciones sororas e intensas con tus amigas de toda la vida. Y así es como comienzas a entender que la economía se resuelve mucho más acá, que la economía se resuelve en los hogares. Efectivamente, en esos hogares “armoniosos” se (re)producen toda una serie de estrategias de supervivencia para salir adelante, y las mujeres, o mejor dicho, los cuerpos feminizados, son los que están al frente de este barco. Mientras que las instituciones y sus representantes se ponen al servicio de la acumulación de capital, es en estas esferas domésticas donde se gestiona nuestro bienestar y donde accedemos a los cuidados necesarios para luego incorporarnos al dios mercado. Como decíamos, cuestionar la disciplina económica y el funcionamiento del conjunto social no es una tarea fácil, pues habitar los márgenes siempre supone y supuso un castigo. Pero hay que decir basta, basta a este discurso de políticas neoliberales, y transitar entre todxs hacia un modelo poscapitalista que coloque en el centro la sostenibilidad de la vida humana y no humana. Tejer redes sólidas y alianzas sororas que empujen a verdaderos cambios sociales, que visibilicen el trabajo realizado por las mujeres y las diferentes formas de opresión a las que hemos sido sometidas sistemáticamente. Y hablar desde nosotras, desde nuestras madres, abuelas y tías, que se han enfrentado a reajustes económicos, a desahucios, a dobles y triples jornadas y a cadenas globales de cuidados.
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rarezas Yo todavía sangraba... por Aline Part
M
e ha pasado por segunda vez. Una sensación de vacío. Algo raro como si detrás de mis párpados estuviera un abismo, un abismo que atrae, acogedor. La primera vez que me pasó fue este verano, fue después de haberte visto por última vez. Estaba allí tumbada en el coche, mi amiga conduciendo, su novio al lado y yo sola atrás. Tenía los ojos cerrados, cómoda en mi oscuridad, en mi ausencia, me quedé así una hora. Hoy he vuelto a tener esta sensación. No sé si era casualidad pero ayer me emborraché con esta gente, esta pareja y otra gente que también estaba cuando coincidimos por segunda vez. Estuviste en mi vida brevemente... siendo sincera hubiera preferido nunca haberte conocido. No me gusta tener la cabeza estorbada por recuerdos sin ninguna utilidad, recuerdos trastos. Sé que no es culpa tuya pero dejaste en mi boca un sabor amargo. Fuiste un obstáculo más que tuve que superar. No eres responsable de nada y seguramente conocerte no fue tan importante pero yo ya empiezo a conocerme y sé que el dolor no me lo inflingiste tú, lo tenía allí en la parte baja de mi vientre. Sé por experiencia que le gusta a mi mente cargarme de pensamientos sin mucha importancia y así tapar el motivo del verdadero sufrimiento. Todavía sangraba, eran como unos 10 días después de mi aborto, otro hombre, otro de tu estilo, un hombre atractivo, un hombre que no se quiere mojar. Fue 23
doloroso, estuve sola, sola en el hospital, las enfermeras no paraban de decirme con una voz suave: cuídate, relájate, no sufras, cuando yo opinaba lo contrario, yo pensaba que merecía sufrir. Veía en ellas unas criaturas angélicas, inocentes que no se daban cuenta de mi maldad... El aborto fue por aspiración, me dolió. Me hinché de respirar este gas relajante. No quería enseñar a las enfermeras que estaba bajo el efecto del gas, tenía como vergüenza del aspecto positivo de la experiencia: estar colocada...volví a la cama rápido, andando. Luego me tumbé en la habitación estando todavía bajo el efecto del gas. Me dolía, me dolía justo donde estaban estas células, esta mezcla de sus células y de las mías. Veía el enchufe sobre la pared en frente de mí y me parecía que se destacaba de él una corona de luz. Imaginé que era capaz de visualizar la energía, la electricidad, que tenía superpoderes. Envié un mensaje a mi madre, salía viva de la operación, la quería tranquila... Es raro porque salió de la nada una conversación la segunda vez que coincidimos: me dijiste que una de tus novias había abortado, que lo habías sufrido, yo me callé, yo todavía sangraba... Te conocí en esta ciudad del País Vasco que me gusta tanto. Ese día me sentía bien, no me suele pasar, ese día también sangraba pero ese día no le daba importancia, ese día fue un día agradable. Nos conocimos y te besé, ya sé lo que os gusta, os gusta tenerme escondida y yo me adapto. Te besé sin que nadie se diera cuenta y vi que eso te hacía feliz. A muchos hombres os gustan las raras pero no os gusta que se sepa... así va la vida. Nos volvimos a ver, no sé cuales fueron los mecanismos, no sé si fue voluntario, si me querías volver a ver o no. No sé parar de soñar y por mucho que lo intento mi cerebro es un terreno fértil para hacer crecer fantasías. Me imaginé que era de cierta manera especial para ti... cosa absurda... Contigo esta segunda vez estuve patética, yo era una mente perdida unida a un cuerpo que percibía mutilado, esta vez no pude hacer abstracción de este dolor psicológico. Era una figura patética que buscaba migas de afecto, agarrarme a algo y, como es previsible, fue un gran fracaso... lógico. Esta experiencia fue otro luto, mi tercera caída del verano. Esta caída tiene tu bonito rostro, mis caídas siempre tienen rostros de hombres. Fue un desencuentro, de éste saco una lección: me di cuenta que no sólo mis tripas están dañadas sino que mi piel también tiene unos estigmas, que mi cuerpo ya huele mal y no engaña a nadie. No puedo esconder mi malestar, este transpira por mucho que lo intento esconder. Se ve en mi manera de moverme, en mi manera de hablar, de mirar ... Tú lo hiciste perfecto, diste todo lo que me podías dar. Yo soy loca y las locas no les gustan a las mentes sanas. Tu todavía ignoras que la locura no siempre viene de nacimiento, a veces llega con la edad... Algunos traumas llegan rápido y son capaces de derribar cualquier base. 24