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¿Es posible cambiar la personalidad?

¿Cuántas veces escuchamos a alguien explicar que no puede cambiar porque “es así”? Eso es la personalidad: el conjunto de rasgos que nos definen y nos hacen únicos. Pero…, ¿hasta qué punto podemos cambiar nuestra personalidad?

es heredada, no se trata de una configuración definitiva, como en el caso de algunos síndromes (por ejemplo: X Frágil o Síndrome de Down). Y como la personalidad uno de los filtros que usamos para relacionarnos con el mundo, y el mundo es un entorno cambiante.

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establecer pequeños cambios cotidianos a corto plazo. Los cambios duraderos y positivos son los que se cocinan “a fuego lento”.

La personalidad no es algo definido completamente por nuestros genes, y gracias ello podemos intervenir y lograr cambios. Y como se trata de un concepto tan importante en psicología, en este artículo hablaremos sobre qué es la personalidad y cómo podemos influir de manera consciente en los cambios que se produzcan en ella.

¿Qué es la personalidad?

Existen varias definiciones, y la mayoría coinciden en que la personalidad es un constructo psicológico que se refiere a las características psíquicas que tiene un individuo y que determinan sus tendencias de comportamiento, pensamiento y emoción.

Dentro de todos los rasgos de personalidad que existen, podemos encontrarnos con dos tipos: los rasgos de temperamento y los rasgos de carácter. Mientras que los rasgos de temperamento son tendencias de comportamiento que tienen una mayor carga genética y biológica (nacemos con esas características), la definición o concreción de los rasgos de carácter sería más bien el resultado de la interacción entre la persona y el ambiente.

Dentro del grupo de rasgos de temperamento encontramos algunos que son básicos y universales como la Búsqueda de Sensaciones, Evitación del Riesgo, Impulsividad, Actividad y Persistencia. Y por otro lado, en el grupo de rasgos de carácter están la Autodirección (confianza y capacidad para dirigir el comportamiento, metas valiosas para uno mismo), Cooperatividad, y Trascendencia (gusto por lo estético y espiritual).

Todos estos rasgos dan forma a la personalidad y nos diferencian de los demás. Dicho de otro modo, todas las personas tenemos estos rasgos y nos diferenciamos en función de cuán marcado tenemos un rasgo u otro.

¿Podemos cambiar nuestra personalidad?

Sí, y además influir en la dirección y el grado en el que queremos que se produzca la trasformación. A pesar de que una parte de la personalidad

Los rasgos de carácter son más fáciles de cambiar: la influencia genética sobre ellos es menor y se han desarrollado al interactuar con el ambiente. Cuando en terapia se busca un cambio de rasgos que son temperamentales, como la impulsividad, la persona suele experimentar una mayor resistencia al cambio.

Aunque se trate de una persona de edad más avanzada, cambiar la personalidad es posible. Lo que suele ocurrir es que cuanto mayor es la persona, más resistencia al cambio suele existir: lo que se está buscando es cambiar la manera de ser, aquella manera con la que nos identificamos y nos reconocemos a nosotros mismos. Esa misma que ha sido “cocinada” a fuego lento durante años.

Por este motivo, la persona evita cambiar algunos rasgos de su personalidad, y se excusa en su edad o en que “así ha sido siempre”. ¡Pero estas son excusas! Cambiar es posible, sin importar la edad, y los límites de estos cambios los pone la persona.

¿Cómo podemos cambiar la personalidad?

En primer lugar, es imprescindible que la persona quiera realmente cambiar. Y en segundo lugar se tienen que

Si te planteas cambiar de la noche a la mañana tu misión ya ha fracasado. Por otro lado, en caso de conseguir algún cambio, lo más probable es que vuelvas a la posición que estabas antes.

Recuerda

Necesitas tiempo para que tu sistema psicológico se reestructure y aprenda a funcionar de otra manera. Tienes que identificar qué rasgos quieres cambiar y en qué comportamientos cotidianos se plasman esos rasgos. Te recomiendo que hagas un listado de todo aquello que quieras cambiar y te pongas manos a la obra con aquellas transformaciones que pienses que te van a costar menos.

Si el rasgo a cambiar es la impulsividad, tienes que saber cómo darte cuenta de que eres menos impulsivo. Y una posible “medida” es que cuando te enfades seas capaz de contar hasta 10 antes de responder.

Si contamos con rasgos de personalidad que no nos gustan o nos traen problemas, lo recomendable sería que acudiéramos a la consulta de un psicólogo. Además, si con este artículo te han quedado dudas, será el psicólogo el que nos pueda explicar mejor que nadie cómo cambiar nuestra personalidad. •

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