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n MAR DEL PLATA n DOMINGO 12 DE SETIEMBRE DE 2010

X JORNADAS LA LITERATURA Y LA ESCUELA

Otra ocasión para seguir tejiendo redes

Dado que la literatura nos permite vivir distintos papeles, experiencias y miradas y ensayar ser muchos otros, bajo la piel de nosotros mismos, yo pienso que entre todos podemos transmitir a las nuevas generaciones, con palabras viscerales y sencillas, el sentido de la experiencia literaria, que consiste en construir esas habitaciones donde los sueños se encuentren con la realidad y donde es posible que cada quien invente su propia vida”. Yolanda Reyes POR CLAUDIA SEGRETIN Y FERNANDA PÉREZ Asociación Civil Jitanjáfora

itanjáfora. Redes sociales para la promoción de la lectura y la escritura sigue trabajando para que docentes, bibliotecarios, trabajadores culturales y mediadores en general continúen creando ocasiones para la experiencia literaria, con el propósito de que todos los niños y jóvenes puedan inventar su propia vida y, en consonancia con la Convención de los Derechos de la Infancia, sean sujetos plenos de derechos, merecedores de respeto, dignidad y libertad. Con ese objetivo, los días 20 y 21 de agosto se realizaron las X Jornadas La Literatura y La Escuela, que contaron con la participación de casi 200 docentes, bibliotecarios, estudiantes y mediadores de todo el país, convocados por el interés en la promoción de la lectura, la escritura y los lenguajes artísticos en la infancia y juventud. El evento contó con el apoyo de organizaciones de gobierno y ONGs, empresas y editoriales que año tras año auspician y acompañan de diversas formas para que el encuentro siga siendo posible. Al igual que en las dos últimas ediciones, las actividades se llevaron a cabo en las instalaciones la EET Nº 3. Estas jornadas de actualización, reflexión y capacitación comenzaron el día viernes con la charla y proyección “Leyendo los clásicos con ojos modernos” a cargo de la ilustradora Mónica Weiss, quien inauguró una muestra artística en torno a algunos personajes de la literatura infantil y realizó una visita guiada para los asistentes. Durante la apertura oficial de las Jornadas y después de que su actual

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presidenta, Mila Cañón, pronunciara las palabras de bienvenida, comenzó la actividad central del día viernes en relación con la esperada visita de la escritora María Teresa Andruetto, presente en la ciudad por gentileza de Editorial Sudamericana. La escritora participó de una entrevista pública coordinada por la Mg.Elena Stapich y la Lic.Ma. José Troglia y el intercambio fue seguido de la narración de algunos textos de su autoría a cargo de Mariela Kogan y

de una dramatización dirigida por el profesor Marcelo Bentivoglio. A su término, la escritora Iris Rivera y la ilustradora María Wernicke contaron los procesos creativos de dos libros realizados en colaboración: El cazador de incendios (Edelvives) y Haiku (Calibroscopio), en un encuentro de autor coordinado por Ana Clara y Carola Hermida. El día sábado la actividad comenzó muy temprano, con una ronda de 7 talleres ofrecidos a elección de

los asistentes, coordinados por especialistas de nuestra ciudad o traídos especialmente por las editoriales. Las temáticas de los talleres incluyeron la lectura de literatura o de la imagen, la selección de textos para diferentes niveles educativos, el trabajo con la música y con el cuerpo, la lectura en la red, el acercamiento a las historietas, los libros de formatos no convencionales, las poéticas de algunos autores canónicos, entre otros. Simultáneamente,

Las 8 preguntas para Rafael Oteriño (*)

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¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer? - Un texto literario, como toda obra de creación, es un advenimiento. Viene a decir algo. Lo que puedo reprocharle es que no lo diga. O que lo diga de manera no original, repitiendo más de lo mismo. Cuando esto ocurre, se me cae de las manos y ya no recuerdo nada de él.

(*) Rafael Oteriño es poeta. Nació en La Plata en 1945 y vive en Mar del Plata. En 1997, el Fondo Nacional de las Artes publicó su Antología poética. Es Miembro de la Academia Argentina de Letras, habiendo recibido los premios del Fondo Nacional de las Artes (l966), Pondal Ríos de la Fundación Odol (1979), Coca-Cola en las Artes y en las Ciencias (1983), Primer Premio de Poesía de la Secretaría de Cultura de la Nación (1985/88), “Konex” de Poesía (1989/93). Es profesor de Derecho Civil en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Algunos de sus libros publicados son: Altas lluvias, (Cármina, 1966), Campo visual (Cármina, 1976), Rara materia (Cármina, 1980), El príncipe de la fiesta (Cármina, 1983), El invierno lúcido (El imaginero, 1987), La colina (Ediciones del Dock, 1992), Lengua madre (Grupo Editor Latinoamericano, 1995), El orden de las olas (Ediciones del Copista, 2000) y Cármenes (Vinciguerra, 2003).

se llevaron a cabo talleres para niños, con propuestas lúdico – expresivas de lectura y escritura. A media mañana del sábado se inauguró la feria de libros, con la participación – a través de stand -de algunas de las más prestigiosas editoriales que contemplan en su oferta libros para niños y jóvenes y material pedagógico, como Santillana Alfaguara, Edelvives, Aique, Novedades Continúa en página 4


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C U LT U R A NUEVO ESPACIO DE ARTE EN LA UTN

EN EL RINCÓN

MIJO y el Soho escondido de Mar del Plata

La apariencia no es sincera POR SEBASTIÁN CHILANO

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ontra lo que el Diablo pensó, nadie estaba demasiado enojado con él. Ni el presidente ni el periodista le pidieron la renuncia tras su estúpida iniciativa de calentar el mar argentino. Todo lo contrario. Aparentemente, por un negocio de compra y ventas de inmuebles, las ganancias para todos habían sido considerables. El comité de crisis había propuesto invertir en propiedades en la costa y su propuesta había sido acertada. Haciendo partícipe al periodista, todo había conseguido olvidarse usando la lesión del mejor defensor de la selección nacional de fútbol, y del amorío de su mujer con el capitán de la selección argentina de béisbol, a quien había conocido cuando su auto, camino a Ezeiza, se rompió en la autopista frente al campo de entrenamiento de la selección de béisbol. –Quieren agradecerle –le dijo la Tabla al Diablo entrando en su despacho. El Diablo, sin levantar la cabeza porque estaba jugando por quinta vez al buscaminas y no podía ganar debido a que su lucha era contra el tiempo y no contra las minas ocultas, le preguntó quiénes querían agradecerle. –Los demás ministros –le dijo la Tabla y dejó caer una tarjeta sobre el teclado de la computadora. El Diablo puso mal una banderita en el campo minado y perdió, justo para ver salir a su secretaria. No tenía nada de culo. Nada de nada. El día anterior había intentado cambiarla por dos gemelas japonesas que conoció a través de Facebook, pero no tuvo suerte. Miró la tarjeta sobre el tejado: alguien había garabateado una dirección y un horario. A la hora y en el lugar señalado el Diablo se presentó. Lo detuvo el portero que primero sugirió cobrarle la entrada y después, cuando el Diablo dijo que era su primera vez, lo dejó pasar. –Acordate de mí con alguna propina cuando salgas –le dijo el portero. El Diablo entró. Era un restaurante. O eso parecía. Lo primero que vio fue un travesti. Y luego otro. El segundo lo conocía de algún lado. De la televisión, sí. –Bienvenido –le dijo una chica que lo agarró de la mano. Con solo mirarla una vez el Diablo pensó que al fin había encontrado un reemplazo para su secretaria. La chica lo llevó entre mesas de gente que no conocía hacía una enorme mesa llena de hombres vestidos de traje y algunas mujeres casi sin ropas. –Sentáte, querido –le dijo el secretario de acción social. Se sentó junto al ministro de agricultura y su hija. Más tarde supo que no era la hija. Tuvo que pasar media hora y una botella –la más cara del mundo– de vino espumante para que se sintiera cómodo. Vio desfilar en un improvisado escenario a strippers varones, strippers mujeres, acróbatas, bailarines. Escuchó cantar a travestis, magos, barítonos, transexuales, tenores. Cantó felices cumpleaños a desconocidos, le deseó buena suerte a toda la sexta división de un club de fútbol que viajaba al otro día en una gira por España, saludó con besos a tres parejas de swingers y los ayudó a decidir su destino de cruces esa noche, y finalmente se enamoró de una novia que festejaba su despedida de soltera sentada sobre un supuesto stripper cubano nacido en Dock Sud. Pero cuando la noche hizo silencio, y las luces se apagaron solo para encenderse sobre el escenario, el Diablo se sentó para ver salir a una mujer hermosa vestida de secretaria que se parecía mucho a la Tabla –y que de hecho lo era– y que cuando se quitó toda la ropa para celebrar su venida al mundo como Eva le demostró al mismísimo demonio que muchas veces las apariencias engañan. (Continúa la próxima semana)

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POR JULIÁN TEUBAL

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na de las atávicas y a la vez actuales circunstancias de la obra de arte, es sin duda la puja, un poco conceptual, un poco práctica, entre la libertad de la invención (en su sentido más amplio) y las restricciones autoimpuestas por su creador. Adorno, comentaría que esa fricción, finalmente, debería ser enmascarada por la factura, aniquilada, y en la que la obra finalmente aparecería como liberada de esa tensión, como si hubiera sido compuesta avant la letre Quizás, el talento de un artista (esa mezcla de inteligencia y sensibilidad) resida en la capacidad de integrar el impulso de libertad y el de represión en un nuevo impulso, sin tener que llegar a ninguna atadura dialéctica superativa. Un ejemplo de esto es el curioso espacio de Arte Contemporáneo que la Universidad Tecnológica Nacional abrió hace ya algunos meses, en el corazón del puerto de Mar del Plata, lentamente devenido en un nuevo Soho local. MIJO (el nombre de la sala-pared-espacio) es un muro de 18 metros de largo por 4 de alto, ubicado en el segundo piso de la sede. Nada más. Entonces, la propuesta es simple: mes a mes, un artista -preferentemente de estos pagos y/o de la zona- deberá partir de las restricciones (represiones, por qué no) que le impone la pared y sobre

ella, más simple aún: hacer lo que quiera. Y hasta ahora, esta modesta situación, generó que las dos primeras muestras hayan sido verdaderamente ricas, ya que, a la luz, lo que salta de este dispositivo, es la reflexión a nivel formal que se vuelve a poner en el tapete en cada uno de estos trabajos. La primera muestra se llamó “Hecho en Porlan” del multifacético Sebastián Valdivia (Acampante). En un impecable contexto -realmente es notable lo cuidadas que están toda las paredes de la Universidad- sobresale el mencionado muro pintado de negro, y en un trazo esquizo, a mano alzada, las serpientes-relato-monstruos-mitos del artistas colapsaron la pared a penas con un blanco delineado. Costó creerlo, pero, para la segunda muestra, nuevamente el negro lo cubrió todo, dejando ya en el corazón de sus ladrillos el trabajo de Acampante, inaugurando un palimpsesto viviente. Segunda muestra: desembarca el Club del Dibujo, en una inusual muestra bifronte. De un lado, un tapado de la ciudad, Tomás Rodríguez Martín (quien se lució con un comic sin relato, una suerte de drama gráfico sin cadencia). Del otro, en la inauguración, los concurrentes pintaron ad limitum y después pegaron sus trabajos en donde les convenía. La polifonía es poderosa: rescata, precisa-

mente, lo más contemporáneo de lo contemporáneo. Y MIJO, también, es el vértice de un triangulo que espontáneamente se armó en la ciudad y que está pulsando un nuevo campo de acción para el arte en Mar del Plata. Otro vértice es Baltar contemporáneo, un espacio ubicado dentro del Restaurant Puerto Gallego, mentado por Marcela Baltar y en el que desde 2003, viene siguiendo a paso firme la noble tarea de presentar muestras de artistas del país. Resta Mundo-Dios, una galería-centro-casa-espacio-atelieres ubicado enfrente al Centro Comercial Puerto. Pocas veces estaría mejor utilizada la categoría desterritorialización de Deleuze acá, pues: en el plano que este triangulo despliega, está sucediendo un cambio de poética territorial (histórica) del puerto, hacia la de suburbio refinado del arte actual. Por suerte, aunque invisibles, los verdaderos asuntos de la filosofía siguen existiendo, más allá de los licenciados de filosofía que no saben ya leerlos. Las personas involucradas tras la sombra de este proyecto son: la directora de UTN – MDP, la Lic Juana Bau, el coordinador del Área de Cultura, el Lic. Martín Virgili y el curador del espacio (otro notable artista y trabajador por el arte local) Yamandú Rodríguez n

Las 8 preguntas para Rafael Oterniño

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¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte? -Hay un poeta polaco a cuya sombra escribo: Czeslaw Milosz. Con su poesía

comparto el ansia de ver más y el deseo de retener lo vivido. Ambos extremos son el fundamento de la creación literaria. Ver, describir, recordar serían, desde tal ángulo, pasos de una escritura.


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CLAUDIO NEGRETE Y “NECROMANÍA”

Lugar común: la muerte “Los argentinos siempre nos pasamos de la raya, porque solemos manipular a los muertos y su memoria”, aseguró Claudio Negrete, autor de “Necromanía”, libro que acaba de editarse.

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etrás del culto exacerbado a los muertos célebres, la sociedad argentina encubre una cierta incapacidad para clausurar el pasado, esboza el periodista Claudio Negrete en su libro “Necromanía”, una investigación que consigna los componentes morbosos de una cultura plagada de cuerpos profanados, manipulación de cenizas y funerales mediáticos. “El cuerpo habla”, dicen los peritos forenses en la antesala de una autopsia, una expresión que también podría aplicarse a la forma en que una sociedad se despide de sus muertos, ese compendio de rituales que según el antropólogo francés Louus-Vincent Thomas diferencia a la especie animal de la humana, “la única para la cual la muerte biológica, hecho natural, se ve constantemente desbordada por la muerte como hecho de cultura”. En “Necromanía. Historia de una pasión argentina”, recién editado por el sello Sudamericana, Negrete presenta los resultados de una investigación iniciada en 1996 y asociada parcial-

mente a la escritura de su libro anterior, “La profanación de las manos de Perón”, aunque en este caso convergen otros disparadores que permiten detectar “una serie de manías abusivas en torno al tema de la muerte”. El periodista plantea una genealogía que arranca en los tiempos de la Revolución de Mayo y articula distintos ejes: disputas políticas en torno a los cuerpos de Juan y Eva Perón, la mitificación de ídolos populares muertos como Carlos Gardel, Gilda o Rodrigo; los funerales mediáticos de Sandro o Mercedes Sosa; y la cuestión de los desaparecidos. Negrete asegura, que “la necromanía argentina se alimenta de recuerdos que son idealizados”, y sostiene que aunque el vínculo conflictivo con la muerte es un tema común a la especie humana, “los argentinos siempre nos pasamos de la raya, porque solemos manipular a los muertos y su memoria”. -¿Qué podemos leer en una sociedad que venera casi enfermizamente a sus muertos? -Los argentinos hemos desarrollado una cultura muy particular respecto a la muerte. La necromanía es un comportamiento que no se circunscribe solamente a los cadáveres sino que abarca la manipulación de su figura postmorten, las fechas patrias que recuerdan el fallecimiento de los próceres de la historia argentina, la utilización mediática de los ídolos populares muertos y la cuestión más compleja que son los desaparecidos. Si tomamos todo ese abanico tenemos varias aproximaciones que nos llevan a pensar que en esta recurrente

manipulación de la muerte subyace una apropiación nostálgica del pasado, una recordación de lo que cada muerto representa simbólicamente y la imposibilidad de aceptar que hay etapas históricas, sociales e individuales que se cierren, terminan y, valga la palabra, mueren. La sociedad argentina evidencia una actitud casi adolescente que lleva a no cerrar cada etapa, a no asumir el duelo que significa ese cierre. Entonces se recurre permanentemente a la utilización de los muertos con la intención de mantener vivo el recuerdo y determinada simbología, o tal vez de utilizar al pasado y a los muertos como instrumentos de vínculo con los vivos y, en el caso de la política, como instrumento de convocatoria. - ¿La necromanía se puede leer, entonces, como un rasgo de identidad que también involucra a otras manifestaciones como el tango? De alguna manera ambas expresiones simbolizan ese gesto recurrente de mirar al pasado con un dejo de melancolía... - Sí, el tango tiene muchas de esas manifestaciones, así como el folclore también. El Himno Nacional, incluso, termina con la frase “Oh juremos con gloria morir”. Es sorprendente que el mensaje que le podemos dejar hoy a un chico sea que para tener gloria hay que morir. Ese tipo de consignas tenían cierta lógica en la etapa de la emancipación, pero hoy el mundo funciona de otra manera. En ese sentido, nuestra vida cotidiana está plagada de expresiones coloquiales que refieren a la muerte: cuan-

Claudio Negrete.

do queremos expresarle nuestro afecto a un amigo le decimos “a vos te banco hasta la muerte”, o si estamos esperando la llamada de la persona que amamos solemos decir “si no llama me mato”, o si un jugador de fútbol tiene un mal partido le gritan “sos un muerto”. Todo esto no es bueno ni malo: mi idea es instalar el tema para después reflexionar si es necesario que la muerte tenga tanta presencia en nuestra cultura y en nuestro lenguaje. Me pregunto de qué manera esa impronta define nuestra identidad. - ¿Rendir culto exagerado a la muerte implica necesariamente que una sociedad esté preparada para afrontar sus duelos? Se podría pensar incluso que este culto exacerbado encubre por el contrario una negación de la muerte...

- Por distintos motivos, hay etapas y situaciones que el argentino medio y preeminentemente urbano se niega a cerrar y no puede terminar de resolver. Un caso muy sintomático es el de los desaparecidos: la imposibilidad de hallar los cuerpos y de encontrar documentos que permitan esclarecer qué pasó con ellos, es decir, convierten a esta etapa de la historia argentina en un duelo irresuelto que obliga a seguir reclamando, con los muertos como principal estandarte. Esos muertos siguen siendo la carga más fuerte que tiene hoy la sociedad argentina. Incluso, de esta manera, el mismo sistema represor que desapareció los cuerpos está teniendo un mensaje de presión sobre los vivos. En esa línea tenemos el ejemplo de Jorge Julio López, que desapareció en democracia y aún no se sabe nada de él n

EL PLAGIO, UNO DE LOS TEMAS ABORDADOS EN UN ENCUENTRO DE ESCRITORES

En los límites de la intertextualidad El plagio fue uno de los temas que más interés suscitó en el Festival “Lettretage”, que esta semana ha reunido aquí a escritores jóvenes argentinos y alemanes, en el marco de las actividades de intercambio cultural a desarrollarse este año entre ambos países. ¿Dónde comienza el plagio y dónde termina la adaptación, dónde se encuentra en este complejo lo propio y lo ajeno de cada autor? fue la pregunta lanzada por los organizadores Timo Berger y Tom Bresemann. Los escritores invitados coincidieron en que la cuestión está “necesariamente ligada a la necesidad de relacionar este concepto con la divulgación de textos por internet”. “La situación está llevando a que se modifique el concepto de autor, algo que va a cambiar y hasta uno puede imaginar libros construidos a partir de parches de textos ajenos. Pero yo considero que cuando

hay un trabajo sobre un material ajeno va a terminar por ser propio”, aseguró Laura Alcoba. La autora de “La casa de los conejos” afirmó que “siempre hubo reescrituras, como en el Siglo de Oro español. Lo que hoy nos preguntamos es: ¿Quién fija los límites?, hay un cambio de paradigmas y en Buenos Aires ahora se empieza a discutir el formato digital”. El caso de la escritora Helene Hegemann, nominada a recibir el premio a la mejor narradora en la reciente Feria del Libro de Leipzig por su novela “Axolotl Roadkill” (“Paperback”), y que fue acusada de plagio, sirvió a los alemanes como referencia para la discusión. Hegemann, de 17 años, que intenta reflejar en su novela el retrato de toda una generación, donde abundan las drogas y el sexo desenfrenado, fue acusada por un escritor escondido tras el seudónimo de Airen, de haber tomado partes de su li-

bro “Storbo” para su propia novela. La joven no estuvo de acuerdo con la acusación de plagio y justificó la cercanía con la novela de Airen argumentando que se trataba de intertextualidad. Dijo que extrajo pasajes del blog de este autor, algo que considera legítimo. “El problema de plagio para los argentinos es algo moral y en cambio los alemanes lo ven desde un punto de vista legal. Lo cierto es que hay una dificultad de definir el plagio, de establecer una diferencia con la intertextualidad”, opinó Pablo Ramos. Durante el festival, los escritores se agruparon de a dos para realizar distintos recorridos literarios por la ciudad, mientras intercambiaban experiencias y visiones acerca de sus ficciones. La proximidad entre los escritores se ve reforzada por la traducción al alemán o al castellano de algunas obras. La última novela de Nora Bossong, “El protocolo de Weber” está

siendo traducida al castellano por la editorial Eterna Cadencia, al igual que la novela “Seguimos cerca”, de Tilman Rammstedt. El libro “Poesía civil”, de Sergio Raimondi y la novela “El origen de la tristeza”, de Pablo Ramos, ya están traducidos al alemán. Y serán publicados este año: “Para un diccionario crítico de la lengua” (Raimondi); las novelas “Los topos” y “1976” y el relato “Unimog” -que aparecerá en una antología esta primavera-, de Félix Bruzzone. Y “La casa de los conejos”, de Alcoba. Entre las inquietudes planteadas por el público -que sólo participó al final de cada jornada- alguien preguntó: “¿La escritura es un acto solitario?”, y disparó de inmediato la respuesta de Bruzzone: “La literatura no es un acto solitario”. “La escritura -recalcó- se inserta en una comunidad, y hay una responsabilidad por el impacto social que tiene lo que uno escribe”. Una

posición compartida por Alcoba, quien después de la publicación de su novela tomó conciencia “de esta responsabilidad a través de la devolución de los lectores”. Raimondi dijo que “la escritura es algo forzosamente político en un sentido amplio”, en tanto Alcoba y Bossong -que viven la primera en Francia y la segunda en Italiaseñalaron que el hecho de vivir lejos y explorar el pasado reciente en sus novelas “ayuda a escribir”. Sin embargo, aunque la autora de “La casa de los conejos”, escribió su novela en francés, “las palabras más fuertes” están escritas en su “idioma de origen”. Además de los escritores argentinos nombrados, participaron del festival -que se inscribe en las actividades argentinas rumbo a su participación como invitada de honor en la Feria de Frankfort- los alemanes Daniel Falb, Nora Bossong, Julianne Liebert, Tilman Rammstedt y Julia Zange n

Las 8 preguntas para Rafael Oteriño

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¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras? -Del tramo geográfico que va de la escollera Norte hasta el Torreón. Es uno de los espacios

más intensos, de mayor belleza que tiene la ciudad. Reservo el nombre “Playa Grande” para uno de los títulos que podrían agrupar mi poesía. Fuera de su contexto urbano, proyecta un continuo que es una promesa y una esperanza.


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Otra ocasión ...

AGUSTIN FERNANDEZ MALLO HABLA DE UNA LITERATURA QUE ESTA EN PLENA MUTACION

Continuación de página 1 Educativas. Otros fondos editoriales especializados estuvieron presentes a través de la Librería Palito, como Fondo de Cultura Económica, Pictus, Sudamericana, Del Eclipse, Iamiqué. También se hicieron presentes con un stand algunas asociaciones civiles hermanas como Momusi (Movimiento de música para niños) y La vereda, de CABA. La ilustradora María Wernicke y la escritora María Teresa Andruetto acompañaron la actividad con la firma de ejemplares. A lo largo de la mañana, los asistentes también tuvieron oportunidad de recorrer el aula temática “Representaciones de infancia”, concebida y coordinada por Mariana Castro, Luciana De Vera y Natalia Ramallo; asistir al ciclo de proyecciones de animaciones breves y segmentos del programa Calibroscopio (Canal encuentro) denominado “Palabras, imágenes y sonidos en movimiento. Los lenguajes artísticos en la web y en la televisión pública”, a cargo de Claudia Segretin; participar de las mesas de experiencias y asistir a un encuentro de autor. Por la tarde se realizó la segunda ronda de talleres y se llevó a cabo la segunda parte del ciclo de proyecciones. Se realizaron dos presentaciones de libros: Un señor en su lugar, de María Wernicke (Edelvives) y Estimado Sr. Plumafuente. Los archivos perdidos de la Compañía de Historias, una edición de autores locales, a cargo de Lucía Couso, también autora y miembro deJitanjáfora. Como última actividad, la Prof. Lidia Blanco (Novedades Educativas) ofreció una conferencia plenaria con el nombre “Representaciones de la infancia”, que contó con un espacio de intercambio con los asistentes. Al cierre de la muestra de ilustración, se entregaron las menciones a los autores de ilustraciones del clásico Caperucita Roja seleccionadas por el público y se sortearon entre los asistentes, libros de editorial Pictus. Estas intensas y estimulantes décimas jornadas finalizaron, pasadas las 20:00 hs. con la presentación de alta calidad y calidez interpretativa de Coqui Dutto (Momusi – Córdoba), con su espectáculo “Canciones de cuna”. Una vez más, Mar del Plata fue sede de un evento de carácter nacional, que constituye un espacio para el intercambio, la reflexión y el crecimiento y que posibilita que las redes de lectura se extiendan y se fortalezcan. Porque, haciendo nuestras las palabras de Lidia Blanco, “Nosotros, acá reunidos, tenemos algo para construir, algo para hacer renacer, porque los chicos y los jóvenes se merecen docentes esperanzados, y transgresores, para ir, para ir….contra el viento de la mentira y la sombra del fracaso. La literatura puede ser un arma poderosa contra la mala onda, en principio, y un arma filosa contra los que no quieren poner el hombro. Y un arma bella, para los que andamos de sueño en sueño, poniendo color en las aulas, y en la mirada de los pibes argentinos”n

La disciplina que evoluciona El escritor presentará en nuestro país ‘Nocilla Lab’, el último libro de una trilogía que marcó a toda una generación de autores que fueron bautizados por la crítica como la generación ‘Nocilla’, en honor a la creación del autor español.

SOCIEDAD DE POETAS Estéticamente, marca el escritor, ‘‘no somos iguales, aunque hay una afinidad, una especie de sociología, pertenecemos a una generación que ha crecido y que se fija en cosas parecidas más allá que ca da uno ca na li ce su obra con una for ma, es truc tu ra, y mundo particular’’.

Ella

Con Luz Propia (Fotografía de autor)

POR PATRICIA NIRO Ilustración: Joaquín Abruzza

Diagonal

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l escritor Agustín Fernández Mallo presentará en Bue nos Ai res la úl ti ma novela de una trilogía integrada por ‘Nocilla Dream’, ‘No ci lla Ex pe rien ce’ y ‘Nocilla Lab’, al tiempo que participa de un encuentro en el Centro Cultural de España sobre Literatu ra Mu tan te, un tí tu lo ba jo el cual se reúnen una serie de autores bautizados por la crítica como la generación Nocilla. Fernández Mallo (La Coruña, 1967) recuerda que cuando surgió ‘Nocilla Dream’ en 2006 y se convirtió en un boom ‘‘había ya en España una serie de escritores haciendo cosas muy buenas pero no eran visibles y con la salida de esta novela la prensa nos puso el tí tu lo de ‘Ge ne ra ción No ci lla’. No lo in ven ta mos no so tros, ni nos hemos reunido, ni tenemos un manifiesto, fue la crítica’’. ‘‘Hu bo un tér mi no de Juan Francisco Ferré que es uno de los escritores y también teórico: esa idea de una li te ra tu ra del si glo XXI en plena mutación, novelas no de ma sia dos re gla das por las convenciones de la literatura, en las cuales nos permitimos experimen tar, me ter un cos mos muy horizontal, todo en un mismo nivel’’, desgrana en la entrevista. Y subraya la necesidad de que todo este combo narrativamente funcione. Una idea que fue teorizada por Fernández Mallo en el ensayo ‘Postpoesía, hacia una nueva paradigma’, que fue finalista del Premio Anagrama de Ensayo 2009.

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Fer nández Mallo presenta su última novela, ‘Nocilla Lab’.

‘‘Antes se creaba desde el conocimiento, hoy se crea desde la información -observa-. Antes había que ser erudito en algo, un modelo romántico, y hoy día nadie es erudito en nada, es imposible, y recibimos información que el autor recicla a su manera y devuelve en su escritura’’. ‘‘El libro (por ‘Nocilla Lab’) se va haciendo a medida que escribo, yo soy poeta y un poema no se puede programar porque se estropea, no funciona y la narrativa la abordo igual, sin pensar. Parto de una imagen, algo que me emociona co mo un poe ma’’, des cri be Fernández Mallo. ‘‘No sabía que este libro -publicado por Alfaguara- iba a ser el último de la trilogía, empecé a escribir un texto y dije: ‘esto a lo mejor me lleva a un poema, a un ensayo’ y de repente ya estaba en una novela sin saber bien a donde iba’’, desliza. La idea de la tri lo gía No ci lla (crema untable de cacao de origen español) surge a raíz de una viaje a Tailandia donde el autor fue atropellado por una moto y de bió per ma ne cer vein ti cin co días en cama. Después de escribir la primera novela, confiesa, ‘‘quería seguir contando cosas en un formato parecido. No sabía qué, pero había algo ahí, un horizonte, un territorio vastísimo que no lo conozco pero sé que existe. Y pensé que me daba para dos libros más sin saber

si esto era real. No pensé que las iban a editar’’.

mental y la forma de relacionarte con las cosas’’.

BORGES, SU MAESTRO En ‘Nocilla Lab’, como en las otras dos, ‘‘es como un día en la vida de cualquiera de nosotros, lle ga la no che, te acues tas y tu día no ha tenido un argumento porque estás lleno de cosas que te han lle gado y no has po dido pro ce sar. Pe ro tu día ha te ni do sentido sin necesidad de ningún argumento’’, reflexiona el autor. El tex to plan tea ‘‘una lec tu ra transversal de lo que hay alrededor: desde lo más popular, hasta la más alta cultura, todo al mismo nivel de importancia en el papel. No hay jerarquía porque para mí un spot publicitario puede ser tan sublime como una obra de Borges -menciona, uno de mis maestros absolutos’’. ¿Por qué Borges? ‘‘Aunque la gente no hable mucho sobre eso me parece un gran humorista, yo me río con sus cuentos, me parece lúdicos, sin evitar el artificio. Me interesan los simulacros en contraposición con la naturaleza. Toda cultura es un artificio’’. ¿Cómo la física influyó en tu escritura? ‘‘Una importancia capital. Yo me recuerdo estudiando fí si ca y sin tien do una emo ción estética, poética. Las ciencias no son el mundo, son una representación y como tal están sometidos a criterios estéticos. Y la ciencia con di cio na tu es truc tu ra

CON COMIC INCLUIDO La novela incluye fotografías intervenidas, ‘‘el artificio del artificio, como alguien -de unas imágenes que capta al azar de la televisiónpuede narrar parte de su biografía, esto entra para mí en el arte conceptual’’, y un cómic del historietista catalán Pere Joan: ‘‘Estaba escribiendo esta parte última, más onírica, más cercana a lo que se entiende por poesía. La escribí primero en texto y no me funcionó. Y dije: esto para mí requiere imagen. Quiero que salga Enrique Vilas Mata que habla de la disolución del autor y el personaje de Fernández Mallo -que no tengo por qué ser yose diluye también, incluso la palabra, para pasar a ser imagen’’. La ima gen de una si tua ción muy absurda en una plataforma petrolífera: ‘‘Tiene algo del director de cine David Lynch que descon tex tua li za mu cho las co sas, me te ele men tos li ge ra men te mons truo sos y bue no así fue el asunto. Hice un documental de sesenta minutos que está colgado de mi blog (el hombre que salió de la tarta)’’. ‘‘Para mí los libros de la trilogía son como poemas, en mi cabeza no llego a separarlos de mis libros de poesía debe ser que todo viene de la misma raíz y todo se mezcla’’, concluye n

al vez porque del lugar de donde provenía, no había, o simplemente porque ya desde chiquita, desde su apodo, “la gorda”, que le había servido para construir su imagen, o vaya a saber por qué otro motivo, nunca le llamaron la atención los espejos. Prefería los vidrios, ventanas amplias, puertas vidriadas, para mirar la calle... Ella miraba, desde la mesa, sentada, nunca un bostezo, que indicara aburrimiento, nunca gestos de ansiedad, de cansancio, o de inquietud, por llegar al final, y retornar a casa. No importaba si eran bailes, o pic-nics, si el tiempo dispensado era diurno o nocturno, todo daba lo mismo. Mostraba un entusiasmo inusual, a la hora de los juegos, la preparación de los cumpleaños, dibujando chanchos, para ponerles la cola, llenando platos de harina, para buscar la moneda o el caramelo con las manos atadas a la espalda, la manzana colgada, para morder con la boca... Ella miraba y se reía... Siempre se ufanó de su habilidad para hacer el rol, para adelante y para atrás, “la vuelta carnero”, así la llamaba ella, y cada vez que lo hacía, se encargaba de remarcar, su agilidad, a pesar de los kilos de más. Siempre primera en la cooperadora de la escuela, haciendo tortas y mirando los juegos de los chicos en los recreos, mirando las uñas largas y perfectamente rojas de la Señorita Sofía, mirando cómo bailaban el folklore, la elegancia de Fany y su pareja le gastaban la mirada y ahí, en ese preciso momento, la sonrisa, traspasando el vidrio de sus anteojos, le salía por los ojos. Decía que le gustaba vernos actuar, y bailar, y alentaba los “asaltos” en casa, habilitando la terraza. Siempre se quedaba despierta, y nos miraba... al otro día, mate de por medio, casi seguro que con poleo o peperina, elogiaba, mis pasos de rock, y lo bien que seguíamos el ritmo de la música mi hermana y yo. Escuchaba con nosotras a Sui Generis, pero le gustaba mucho La Biblia, de Vox Dei, ese “long-play”, se sentaba a escucharlo, cuando nosotras lo poníamos en el “Ken Brown”, que había comprado mi viejo. Cuando salíamos, se pegaba a nuestras tentaciones de risa, más de una vez alentó el ring raje y practicó la cara de póquer, frente al descubri-

POR JUAN CARLOS GIORGI

miento, de algún vecino insomne. No había pijamas party, pero ella fue una precursora, nunca fuimos a la quinta sin un batallón de amigas. Una de esas veces, saltando, rompimos un elástico de la cama, y muerta de risa, disfrazó la situación, no recuerdo muy bien cómo, pero volvió a armarla, y cuando fue de noche esperó a que mi viejo se sentara primero en la cama, para que se caiga, y poder decirle “ay viejo”, viste que yo te dije que sos muy torpe, cuando te sentás. Así era mi vieja, original, muy original para su época, el desorden, era el signo de mi casa, que siempre tuvo la puerta abierta, sin llaves, ni manías de limpieza. Le encantaba escuchar de nuestros amoríos, pero nunca dejó de remarcarnos que tengamos cuidado, “porque la mujer es siempre la que pierde”... Pero nosotras crecimos, nos casamos, nos fuimos, y ella se quedó sin poder mirar todo lo que podía mirar antes. Se puso “triste”, decía sentirse inútil, que nadie la necesitaba, que sola con mi viejo, se aburría, pero seguía tratando de acercarnos a ella. Los 31 de diciembre se hacían bailes de disfraces, ella cosía el disfraz de mi viejo, y, nos miraba bailar... y ahí era feliz. Y llegaron los nietos, y recuperó motivos de alegría, había tanto para mirar en cada uno de ellos... Después murió mi viejo, ella no quiso

volver a su casa, se quedó en la mía, por casi un año, claro, nosotros, éramos tantos, que siempre había algo para mirar... Un día, ella ya cumplía sus 70 años, me sentó, y me dijo que quería volver a su casa, pero que antes quería renovarla. Cambiamos camas, cortinas, pintamos, fuimos a comprar cubrecamas nuevos, y, después de esto, dijo contenta: - Ahora sí, me voy a mi casa, porque acá estoy muy bien con vos y los chicos, Juan me trata de maravillas, pero acá, yo no puedo aprender a bailar el tango, por los horarios, ¿viste? Y así se fue, a los 70, no quiso mirar más, no por las cataratas o el glaucoma, sino nada más ni nada menos que por su vida. Yo sentí que por primera vez, deseaba estar del otro lado de la vidriera. Sentí que con sus años y su soledad, se estaba encontrando, su vida empezaba a pertenecerle, no quería seguir exclusivamente mirando, el crecimiento y la vida de sus hijas, y nietos, sino que empezaron a ser importantes los espejos, porque en ellos, sólo en ellos, ella podía mirarse, verse, reconocerse... Yo ahora en mis 45, acabo de entender lo que le pasó en su vida, es por eso que ayer, le pedí a mi hija de 8 años que me prometa, que aunque ahora muy bien no lo entienda, me prometa tener siempre presente, que :”La vida no se mira, se baila” n

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oy fotógrafo profesional y laboratorista, nacido en la ciudad de Dolores. Actualmente resido en Mar del Plata y mis comienzos en la fotografía se remontan a 1980 en el foto club Casino, donde fui discípulo de Ricardo Tomic y Pablo Caldarella. En el año 1984 empecé a trabajar profesionalmente en laboratorio color y blanco y negro en forma artística. Participé en concursos nacionales e internacionales, en los

cuales tuve la fortuna de lograr premios y distinciones. Desde el año 1994 formo parte de la “Peña Fotográfica Marplatense” y soy autor de varias campañas publicitarias a nivel local y nacional. Actualmente dicto talleres de iluminación profesional y fotografía en mi estudio particular. Esta serie de fotografías gira en torno a la Diagonal Pueyrredon, lugar emblemático de Mar del Plata y testigo de gratos recuerdos n

Las 8 preguntas para Rafael Oteriño

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¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?

-El diálogo de Baudelaire titulado “El extranjero” de “Pequeños poemas en prosa” (Spleen de París): -“¿Por quién sientes más amor, hombre enigmático, por tu padre, por tu madre, por tu hermana o por tu hermano? (....) -Amor me inspiran las nubes... las nubes que pasan... ¡las maravillosas nubes!”.

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Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿cuál sería y qué haría?

-Fabio Cáceres de “Don Segundo Sombra” y trataría, en el capítulo final, de ayudarlo a retener a Don Segundo, para no verse obligado a pronunciar esa frase tan argentina como universal: “Me fui, como quien se desangra”.


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C U LT U R A

Grandes libros, pequeños lectores Dahl, Roald: LOS CRETINOS. Buenos Aires: Alfaguara Infantil, 2009. 112 páginas. Serie naranja. Ilustrado por Quentin Blake

POR CLAUDIA M. SEGRETIN

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os cretinos narra las cretinadas que cometen el cretino Sr. Cretino y su cretina esposa contra sí mismos y contra otros y la manera en que sus víctimas (niños y pequeños animales como pájaros y monos) logran, mediante la unión en la acción, deshacerse de tan singulares y cretinos personajes y ponerlos “en su lugar”. Se distinguen dos momentos en esta breve novela. Primero, la presentación de los personajes (unos feos, sucios y malos, al mejor estilo Scola y en la tradición de otros adultos villanos de la propia obra de Dahl). Esta presentación incluye numerosas interpelaciones del narrador al lector destinadas a construir complicidad desde la enunciación: “¿Has visto alguna vez una mujer con una cara tan fea como esta? Lo dudo”, “ Todo esto suena a tontería para ti y para mí. También les sonaba a tontería a los monos”. Luego, la narración propiamente dicha de las andanzas de estos dos cretinos que arremeten con crueldad contra el mundo que los circunda y que culmina con la restitución del orden a cargo de los animales organizados. Esta segunda parte, contiene numerosos marcadores metaficcionales, como cuando el narrador afirma: “Pero ya es suficiente. No podemos continuar siempre observando a estos desagradables personajes haciéndose cosas desagradables el uno al otro. Debemos proseguir la historia”. Las ilustraciones simples, casi garabatescas, de Quentin Blake, acompañan el relato y dan carnadura a la fealdad de los cretinos y, como en otras oportunidades, a la obra de Roald Dahl.

Domingo 12•09•2010

“Doberman”, de Gustavo Ferreyra se quedó con el premio Emecé

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a novela “Doberman”, de Gustavo Ferreyra, se alzó con el Premio Emecé de Novela 2010, por la decisión unánime del jurado integrado por Tununa Mercado, Martín Kohan y Fabián Casas en una ceremonia que tuvo lugar en el Museo Metropolitano. “Estoy muy emocionado”, atinó a decir Ferreyra (Buenos Aires, 1963), apenas se dio a conocer su nombre, mientras muchos escritores y periodistas -que se dieron cita en el museo- intentaban acercarse para felicitarlo. “Es una alegría y un reconocimiento porque yo tengo una vieja trayectoria en la literatura y éste es mi primer premio”, confesó a Télam el autor de las novelas El Amparo (1994), El Desamparo (1999), Gineceo (2001), Vértice (2004), El Director (2005) y Piquito de oro (Seix Barral, 2009), y el libro de relatos El Perdón (1997). “Doberman es un tour de force hipnótico por la mente de un hombre atormentado por la alienación en un ambiente tan enfermo como él. Con un estilo absolutamente personal, Gustavo Ferreyra construye una trama fantasmal y poderosa, en la que por momentos resulta difícil discernir la realidad de la psicosis”, sintetiza el jurado en su fallo. “Es una novela compleja porque transcurre en dos niveles del protagonista: es chofer de un funcionario durante la época de (Carlos) Menem y también se metamorfosea en locutor y showman. Y estos distintos niveles se cruzan en la trama”, contó el galardonado. “La trama tiene un fondo muy realista y a la vez con toques fantásticos ya que el protagonista (Joaquín Riste) también se piensa como un doberman -es difícil de explicar-, el disparador fue un cuento de Kafka (`Josefina la cantora o el pueblo de los ratones`)”, comentó. El poder de un relato, señaló Tununa Mercado, “está en la capacidad de atraer a un lector hasta inmovilizarlo en una expectación permanentemente realimentada. Doberman ha entrado a mi casa entre una docena de novelas finalistas y se ha impuesto sin desmerecer a ninguna”. “`Ladró más fuerte`” -me atrevo a decirlo- con una voz sorprendente y me mantuvo cautiva hasta su última línea. Cuando eso sucede es porque la lectura ha ganado el espacio de la escritura fundiéndose con ella”, añadió la escritora e integrante del jurado. Por su parte, Martín Kohan dijo que “`Doberman` no nos perturbaría tanto si se limitara a hacer del perro una metáfora del hombre. Pero pronto notamos que no se sabe con certeza qué sería exactamente metáfora de qué; y de inmediato ya no podemos ni siquiera estar seguros de que se trate en verdad de metáforas.” Fabián Casas, el tercer miembro del jurado, comparó la literatura de Ferreyra “como un buen golpe de karate: certero, con kimé, e imposible de eludir. Un maestro de la impecabilidad”. Refiriéndose a la literatura argentina, Ferreyra rescató en medio de un clima de algarabía, la diversidad y la cantidad de buenos escritores que hay: “La camada que va desde Alan Pauls hasta Oliverio Coelho o Fabián Casas”. Aunque se muestra partidario de los premios literarios “porque dan visibilidad”, Ferreyra opina que el tiempo se encarga de decantar quiénes tienen realmente méritos para permanecer. Hay premios más literarios y de prestigio como éste, y otros más rutilantes que buscan títulos de mucha masividad en las ventas”. Este galardón está dotado con la suma de 25.000 pesos que se considerarán como pago a cuenta de los derechos que correspondan al autor, calculados a razón del 10% sobre el precio de tapa de los ejemplares vendidos.

Con una trayectoria de más de sesenta años y una amplia proyección internacional, Emecé ha sido desde siempre una de las principales editoriales argentinas y hoy encabeza un grupo de prestigiosos sellos de Planeta. Su variado catálogo, de reconocida riqueza, cuenta con autores como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Albert Camus y Antoine de Saint-Exupéry, por citar unos pocos nombres. El Premio Emecé de Novela, el primero establecido en la Argentina en forma privada y que perdura hasta hoy, fue creado en 1954, año en el que lo ganó Beatriz Guido. Desde entonces, entre los muchos escritores que lo obtuvieron figuran Griselda Gambaro, María Esther de Miguel, Angélica Gorodischer, Daniel Guebel, Eduardo Mignogna y Angela Pradelli n

Zapping POR ROMÁN ONGUINO

(Clic)…en la parte inferior del carburador se encuentran tres tornillos de sujeción, asegúrese de apretar fuerte los…(clic)…dos huevos, quinientos gramos de manteca, un pote de crema, batimos la mezcla hasta que tome consistencia y dejamos reposar mientras pelamos… (clic)… la pistola calibre treinta y ocho es

el arma elegida por los asaltantes según el departamento de estadística de la Policía Federal. Pasamos a otro tema, la actriz Lorena Pereira fue distinguida anoche con el galardón a la más… (clic)… traidora, es lo que tú eres, María Marta. Cállate, Luis Alberto, eres un hipócrita. Tú me llamas así, cuando eras tú quien se acostaba

con María Melinda. Pero sabes qué, no verás ni un solo melocotón de la plantación, si, así es, la herencia es mía, el hijo que llevo en mi vientre es de…(clic)… el arzobispo, Hugo Meirena, hizo público nuevamente su reclamo contra la inseguridad y p r o p u s o e n v i a r … ( c l i c ) … G AT O a l 2020…(clic) n

Las 8 preguntas para Rafael Oteriño

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¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?

-En todo caso me he demorado en devolverlo. Ahora mismo me acaban de prestar en España “Ventanas altas” de Larkin y no sé cuándo lo devolveré, porque ya ha ingresado a mi biblioteca.


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C U LT U R A

Domingo 12•09•2010

Los asesinos del tango POR JOSÉ LUIS DRANUTA

n Lecturas

Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires

Libros más vendidos de la semana Ficción: ”Blanco nocturno” ”La venganza de los patriotas” ”El rey blanco”

Ricardo Piglia Miguel Bonasso Gyorgy Dragomán

Anagrama Planeta Del nuevo extremo

Daniel Gutman Felipe Celesia y Pablo Waisberg Francis Mallmann

Sudamericana Aguilar Vergara y Riba

Ed Jimena Busefi Mario Sampaolesi

Desde la gente Ediciones del Arbol Ediciones del Dock

$59 $69 $59

No ficción: ”Sangre en el monte” ”Firmenich. La historia jamás contada del jefe montonero” ”Siete fuegos. Mi cocina argentina”

$59 $69 $139

Recomendados: ”Monoambientes. Micro relatos del noroeste argentino” ”Contra el revés del cielo” “Malvinas”

$18 $38 $30

“La camisa del hombre feliz”, de María Teresa Andruetto S

on una secta. Hoy lo comprobé cuando subí al metro en la estación de Atocha RENFE y me entregué a la nada, esperando que el eterno lapso de treinta minutos hasta Plaza de Castilla discurriera en un infinitésimo. Nunca has de esperar que sucedan imposibles pero no hay que descartarlos. En Antón Martín subió uno de esos rumanos de la secta de los “Asesinos del Tango”. Todos se me antojan iguales, caucásicos pero de pelo oscuro, medio gorditos como los gitanos de la Avenida Jara de Mar del Plata que compran y venden autos, en chanclas de cuero, pantalones pinzados y camisas de mangas cortas. Ingresan al vagón y en pésimo castellano casi ensayado dicen: “buenas tardes señoras y señores; un poco de música”. Hasta ese lugar, la tarde se comporta de una manera y en ese momento el aire torna a enrarecerse. Algunos nos miramos de reojo. Comienza a sonar una variante que ni al mismísimo Piazzola se le hubiese ocurrido de “El choclo”, que en un abrir y cerrar de puertas en Tirso de Molina, muda de melodía y pasa a ser “Cielito lindo”, especie mexicana de canción circular. Unos acordes más y arribamos a Sol. Allí comete el asesinato de “La cumparsita”, para que Matos Rodríguez, o el mismísimo Aníbal Troilo resuciten y se vuelvan a enterrar antes de escuchar esos acordes que giran y giran: ”Verás que todo es mentira”. Antes de llegar a Gran Vía el asesino rumano del acordeón ya pasó la gorra, que en rigor de verdad es una bolsita de cuero de los que venden a un euro en la puerta de los Jardines de Retiro. Cuando la puerta del metro se abre en Gran Vía el asesino se lleva entre tres y cinco euros del vagón en monedas que algunos incautos y otros adrede depositaron, y la satisfacción de otro crimen impune. Rápidamente desciende del vagón y cambia a otro en el ínterín de la parada. Me quedo dubitativo y sacando cuentas. Este crimen le llevó algo así como cuatro minutos. Si repite la

operación entre ocho y nueve veces a la hora, con suerte dispar, durante 5 horas diarias, lo cual es más que probable y descansa dos días a la semana es posible que a fin de mes se alce con tres mil euros y unos casi mil asesinatos de melodías argentinas. Sin en cada vagón hay un promedio de treinta personas al fin del año unas trescientas cincuenta mil habrán escuchado y convalidado su destrucción de los acordes míticos rioplatenses, al punto que dentro de unos años ya no existirá la versión oficial de “La cumparsita” sino este degeneración genética de la música globalizada. No hay dudas de que son más de cien los del ejército de los asesinos del tango. Sin duda la cifra se parece más a un par de millares. Si fueran dos mil de estos neo gurcas musiqueros a fin de año unos setenta millones de personas tendrán su oído desfigurado y entenderán como propia esta nueva balada para un loco, que para un argentino y resentido como yo, escuche y vea incrédulo como la gente sigue soltando monedas de forma indiscriminada. Ya sé, en Argentina tenemos otros problemas, una distribución no equitativa de los ingresos, inseguridad, ausencia de justicia en tiempo y calidad, problemas en la educación, baches en el sistema de salud. Nuestro país allá en el sur sigue su marcha y deliberadamente no está en condiciones de declararle la guerra a Rumania ni, mucho menos, a este infinita troupe de criminales de la música. Pero que lindo sería saber que un día llegan nuestros nuevos “comandos lagartos musicales” y desembocan aquí para taparle la boca y abrirle los oídos a tanto europeo y de lo otro que hay por aquí y, Dios mediante, copásemos cabecera de playa en la peatonal de Preciados, en Plaza Santana o en la mismísima Plaza Mayor, para enseñarles a éstos cómo tratar a una partitura, que es femenina, que necesita cariño y un poco de rigor, aunque más no sea del que se ejerce cuando se respeta la clave de sol y las notas del pentagrama n

(Incluido en “El anillo encantado”, editado por Sudamericana) La historia que voy a contarles sucedió hace muchísimos años en el corazón de Siam. Esta es la tierra donde viven los tai. Una tierra de arrozales atravesada por las aguas barrosas del Menam. Hace muchísimos años, el Rey de los tai se llamaba Ananda. Ananda tenía una hija, la princesa Nan. Y Nan estaba enferma. Languidecía. Ananda, que era un Rey poderoso y amaba a su hija, consultó a los sabios del reino. Y los sabios del reino dijeron que la princesa languidecía de aburrimiento. -¿Qué la puede curar?- preguntó el Rey con la voz en un temblor. -Para sanar –contestaron los sabios-, deberá ponerse la camisa de un hombre feliz-¡Qué remedio tan sencillo!- suspiró aliviado el Rey. Y ordenó a su asistente que fuera

a buscar al primer hombre feliz que encontrara, para pedirle la camisa. E l a s i s t e n t e s a l i ó a b u s c a r. Recorrió uno a uno los enormes salones del palacio. Habitaciones tapizadas de esteras, adornadas con paños de seda colorida, aromadas a sándalo. Y regresó sorprendido adonde estaba el Rey. -Señor mío -le dijo-, he recorrido los salones de todo el palacio y no he encontrado a hombre alguno que fuera feliz. El Rey, más sorprendido aún, mandó a llamar a todos sus servidores y les ordenó que recorrieran el reino de parte a parte. De norte a sur. De este a oeste. Hasta encontrar a un hombre que fuera feliz y pedirle la camisa. Los servidores recorrieron el reino de parte a parte. Buscaron entre los tai más honorables. Pero no ha-

bía entre los tai más honorables, hombres felices. Buscaron entre los escribas, cultos y sensibles. Pero no había entre los escribas hombres felices. Entonces buscaron entre los trabajadores de la seda. Y entre los trenzadores de bambú, entre los fabricantes de barcazas, entre los pescadores de ostras y entre los campesinos sencillos. Pero entre todos ellos no había un solo hombre que fuera feliz. Hasta que llegaron al último pantano del reino y le preguntaron al más pobre de los arroceros. -En nombre del Rey Nuestro Señor, dinos si en verdad eres feliz. El más pobre de los arroceros contestó que sí, y los servidores de Ananda le pidieron la camisa. Pero él no tenía camisa n

Premio para Eduardo Galeano Eduardo Galeano se encuentra en Suecia para recibir el premio otorgado por la Asociación de Amigos de Stig Dagerman (Stigdagermansällskapet) en reconocimiento a su trabajo literario. El escritor y periodista fue galardonado el pasado 19 de mayo con el prestigioso premio que lleva el nombre del desaparecido periodista y escritor sueco Stig Dagerman. La fundamentación del premio Dagerman indica que: “Su literatura invariablemente siempre ha estado del lado de los condenados de la Tierra. Galeano no es ningún vocero de ellos, porque como él mismo lo ha señalado todos ellos, cada uno de ellos, tienen su propia voz, pero el mundo no les escucha- Galeano sí los escucha.” Galeano recibirá el premio en el poblado de Laxön en Älvkarleby, lu-

gar de nacimiento de Dagerman, el martes 14 de setiembre a las 18 en la Universidad de Estocolmo. El Premio anual de Stig Dagerman, emitido por la Sociedad Stig Dagerman, se dio por primera vez en 1996. Se inspira en el poema In Dagerman “de dag aret” modo de funcionamiento que establece una visión de paz para la humanidad al imaginar un día de cada año en el mundo libre de violencia. Se concede a una persona o una organización que, en el espíritu de Stig Dagerman, apoya la importancia y disponibilidad de la palabra “libre” (libertad de expresión), la promoción del entendimiento intercultural y la empatía. El destinatario recibe 50.000 coronas suecas de la Sociedad en colaboración con las autoridades locales Älvkarleby n

Las 8 preguntas para Rafael Oteriño

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Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Sólo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los sacrificados y cuáles los salvados?

-Los salvados: “La Odisea”, “La Divina Comedia”, “Don Quijote” (y “El Martín Fierro”). Los sacrificados: los de recetas de cocina, porque nunca me enseñaron a cocinar; las enciclopedias que vienen por entregas en los diarios, porque encarecen en forma inconsulta los diarios.


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C U LT U R A

Domingo 12•09•2010

Arenas estancadas POR PAULA FERNÁNDEZ VEGA

Donde invento mis palabras y les doy forma de música estridente, hay alguien esperando por otras que yo gastaré, quizás, después. Las mías, mientras tanto, son alondras salvajes que vuelan en un mar sin fondo; una boca en una distancia con bordes azules y celestes y cielos flameantes con colmenas arrasadas por un viento ignífugo; son mentiras y sueños de laberintos contorneados, son espejos, deliciosos jugos de la muerte, paradojas de cuerpo hermoso, malolientes sobras de los pulcros. Son suaves caricias de huracanes y maleables corazones de los muertos con dibujos de caras en el centro, con versos indecisos en la mente.

Mis palabras tienen ruedas que giran en una arena estancada, maldiciones que nadie nombra en la sobriedad del mundo. Tienen intenciones definidas, resultados predecibles, invenciones sorprendentes. Tus palabras, sin embargo, son alondras salvajes que vuelan en un mar sin fondo...

Creación.1 POR LUCIANO W. FRANCO

El hombre y los dioses somos entidades diferentes, tanto que lo que nos hace desemejantes nos coloca a nosotros, a los del Cenáculo, a las divinidades, a mí, como quiera señor lector llamarnos, en una irrefutable inferioridad. Sí, aunque resulte difícil de comprender, el hombre tiene una ventaja sobre los dioses pero ese es un dato que jamás han analizado. Que ustedes jamás han analizado: ¿Quién nos creó a nosotros? A diferencia del hombre, nosotros no sabemos nuestro origen. El hombre es un privilegiado. Antes de mí no había nada. Yo aparecí de forma espontánea y luego vino todo lo que ya saben. Incluido este silencio final.

La Rencorosa POR ORNELLA GIGANTE

Extraño: Esto es para ti, extraño, que nunca supiste amar. Que no oye mi llamado ni mis plegarias mudas. Que jamás he podido ver ni tocar. Por el que lloro cada noche, pero no escucha nunca. ¿Dónde estabas cuando te necesité? ¿Por qué insististe en no venir, cuando sabías que cada minuto de espera, era una horca? ¿Para dónde corrías cuando, en mis lamentos, te busqué? Por lo menos dime, incógnito, dónde estás ahora. Y no das señal de vida, y mis esperanzas merman, poco a poco ¿Por qué te escondes, soberbia necedad, cuando tantos te necesitan? ¿Por qué huyes cuando yo lo hago, en mi ahogo? Quisiera pensar que vendrás, que lo harás, pese a que la espera lo contradiga. Todo este tiempo, he juntado rosas negras. Cada una, sobre un Altar mohoso, sobre un sueño moribundo, sobre una esperanza raída y austera… sobre el cadáver de cada uno de mis años. Diecisiete. Diecisiete años en los que me ahogo en tu ausencia, en tu indiferencia. Y tú nunca ves las burbujas, extraño. Eres una promesa quemada, jamás cumplida ¿Tienes culpa, sentimientos? Y no apareces, pese a mis sollozos, mis lágrimas escondidas ¿No sientes vergüenza, por lo menos? Segundos. Minutos. Horas. Te espero, pese a que no te conozca. Días. Semanas. Años. Tu indiferencia mata, extraño. Tu crimen es grotesco, prolongado y pesado. Muero, por dentro, con el peso del

sentimiento. Mi espalda se arquea, presa del dolor y el cansancio. Sólo quiero saber que existes, poder sentir tu mano. Y, por las noches, lloro hasta el cansancio. ¿Puedes sentir, en esta carta, mi lamento aguado? Besa, con ardor, estas letras que antes fueron un sentimiento, y ahora son tan sólo cadáveres de la resignación, provocada por el tiempo. Y ojalá sintieras mi dolor, y que esta tinta ponzoñosa pudiese contagiar tu sangre. Los años han enflaquecido mi corazón. La espera eterna me convirtió en una renegada implacable, en una criatura que ya no siente amor. Y este odio arde por mis venas infectadas e impías, hasta llegar a mis dedos, el teclado y la impresión. Tan contagioso es mi dolor. Ya no sueño con los sueños, ni creo en las promesas ¿No sientes culpa, aún? Ya verás, cómo volverá hacia ti esta horrenda sensación. Antes -¡hacía tanto tiempo!- te esperaba, con ardor. Ahora, sólo espero encontrarte, para poder darte este sermón. Qué curiosa la forma en que cambia el sentimiento, ¿verdad? Cómo puede convertirse el agua en fuego, el gato en un jaguar. Y, ahora, soy ese jaguar. Ya no estoy hambrienta de amor, sino saciada de tu maldad. Tan oscura mi alma, y te culpo a ti por tu ausencia ¡No sabes cuánto deseo tu mal, con cuánto esmero busco tu decadencia! Porque, personas como tú, lo merecen. Y no voy a ser complaciente. Porque, en casos como éstos, siempre el bueno pierde, y no es justo y lo sabes: si lo niegas, mientes.

¿Sabes qué es lo bueno de esta queja por escrito? Que jamás voy a poder escuchar tus réplicas ni desvaríos. Que no tendré excusas ni miradas perplejas. Que, pese a que jamás te encuentre, alguien leerá estas letras. Y cuando lo haga, sabrá lo cruel que eres -y fuiste- conmigo, y se compadecerá ¡Y quizá con suerte, logre que te odie tanto como yo! Y, entonces, lograré por fin que comprendas la consecuencia de tu terrible actuar. Sabrás lo que es hacer el mal, conocerás, por fin, el dolor. Pero, por ahora, tan sólo puedo contentarme con esta carta. Oscura y deprimente, como su autora. Amarillenta y cansada, por el peso de su demanda. Que busca justicia y venganza, con sus letras delatoras. Y si supieras- ¡tan sólo si supieras!- todo lo que yo hubiera hecho por ti… Amor, por tu amor yo hubiese matado. Y si tuvieses alguna noción de lo que me hiciste con tu ausencia, de lo que me has hecho sufrir… Amor, esta existencia vacía es peor que cualquier asesinato. Pero lo ignoras, y no vienes. Y no vendrás: me estoy acostumbrando a la idea de no verte, de no merecerte. Y esto lo sé, porque si no lo has hecho en todos estos años, ¿qué te haría recapacitar? Por estas razones, ya no esperaré. Sólo quería que lo supieras. Por si, algún día, decides venir: ten en cuenta, que yo no estaré. Estoy cansada de tejer sueños. No seré como Penélope, no daré mi vida a la espera. Hasta nunca, extraño, que tu incógnito sea la leña de tu merecida hoguera n

Las 8 preguntas para Rafael Oteriño

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Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pregunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría?

-A José Hernández: ¿fue fruto del amor o de la compasión el personaje Martín Fierro?; ¿debemos leerlo hoy como una radiografía o como un pronóstico sobre la Argentina?

Fin


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