Junio 2013 Número 03
Fabricarse el paraíso Consejos para el escenario y sugerencias para la trama
Fernando Contreras, Darío Corbeira, Luis Magrinyà, Alexis Nolla, Alberto Olmos, Marcos Ordóñez, Óscar Palmer, Servando Rocha, Joaquín Rodríguez, Santos Zunzunegui…
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editorial
No-instrucciones para fabricarse el paraíso Antes que nada, comience con un gran No: un No certero, inquebrantable y riguroso; no como el de una prohibición o el de una señal que impide el paso, sino el No de un rechazo literal, de una ruptura, un No que le permita cambiar de dirección, tomar la distancia necesaria para no verse salpicado, un No frente a la deriva absurda de un mundo que seguramente sentirá que cuanto menos le concierne más le atrapa. Reúna toda la rabia y la indignación de ese No y colóquela como basamento; procure que las dudas de la indiferencia y la fatiga del compromiso no generen burbujas de inestabilidad. Sobre estos cimientos, disponga cada una de las columnas que sostendrán el techo y las paredes: la honestidad con la que afronta sus asuntos, mirando al norte; la alegría con la que comparte una tarde con sus amigos, sitúela más bien al sur, junto a la sinceridad; el amor y el deseo conviene que ocupen el centro; la curiosidad, las ganas de descubrir y recorrer el mundo o la creatividad, puede orientarlas tanto al este como al oeste, según sus preferencias. De imaginación estarán forjadas las vigas del tejado; colóquelas formando una trama y distribuya sobre ella abundantes láminas de memoria entrecruzándolas, para que así evoquen tantos personajes, diálogos, intrigas y situaciones como le venga en gusto.
Las paredes estarán formadas por palabras; concédase un momento de tranquilidad y deléitese mientras fluyen: justas, sutiles, musicales, cada una buscando su lugar preciso. Manténgase vigilante y no permita que se entrometan los neologismos, los lugares comunes, tantas palabras hueras como a las que recurren una y otra vez los políticos y la mala prensa. Finalmente, olvídese de estas instrucciones: todo lo que necesita para fabricarse el paraíso está en los libros, elíjalos en libertad y déjese llevar. Pero no olvide que su paraíso nunca será una invención solitaria; si lo ha edificado sobre el No de su rebeldía particular, ha iniciado al tiempo una aventura compartida en un gesto que a todos nos concierne: «Que la vida sea vivible o no lo sea incumbe hoy a la humanidad entera… vivimos hoy total mente comprometidos: por lo que hacen los demás, por lo que comen los demás, por lo que respiran los demás, por lo que ensucian los demás… No hay margen, no hay escapatoria» (Marina Garcés).* Déjenos sugerirle que ante el umbral de su nueva edificación coloque una alfombrilla con esta otra inscripción, hoy tan pertinente: «Yo me rebelo. Por tanto, nosotros existimos» (Albert Camus). * Marina Garcés. Un mundo común. Bellaterra, Barcelona, 2013, p. 65.
Ilustración de Stevens en El dinero en The New Yorker Libros del Asteroide, 2012 pvp: 23.95 €
Índice Literatura Cómic Ensayo Arte y Artes escénicas Infantil y juvenil Miscelánea Inclasificados
Créditos Editor Ediciones de la Central, 2013 Coordina Fani Manresa Núria Solsona Redacción Sílvia Aymí Eloise Barighini Nacho Borraz Neus Botellé Ignacio Caballero Jesús Casals Álex Cerrudo Luis de Dios Marta Hereu Noemí Jiménez Èlia Llach Elena Martín Carles Masdeu Elisabeth Massana Daniel Parellada Oriol Pastor Cristina Pérez Mireia Pérez Piccolomini Meritxell Ral Antonio Ramírez Abel Ramon Marta Ramoneda Susana Sánchez Juan Miguel Santiago Armando Sousa Mireya Valencia
Diseño gráfico Hermanos Berenguer Impresión Rotimprés D.L: B.7077-2013
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literatura
Damas que cuentan
Alice Munro Mi vida querida Lumen, 2013 pvp: 22.90 €
George Eliot Escenas de la vida parroquial Alba, 2013 pvp: 25 €
Colm Tóibín Nuevas maneras de matar a tu madre Lumen, 2013 pvp: 22.90 €
Maylis de Kerangal Nacimiento de un puente Anagrama, 2013 pvp: 19.90 €
Richard Russo Sobre mi madre Alfaguara, 2013 pvp: 19.50 €
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propuesta
«El cuento es un medio difícil y especial y, en contra de una superstición popular muy extendida, no tiene una fórmula que pueda aprenderse en un curso por correspondencia». K. A. Porter
Las mujeres aquí presentes han escrito historias y relatos asombrosos que deberían ser leídos para disfrutar de pequeños interludios de felicidad lectora. Son todas distintas, pero tienen como denominador común las escenas de la vida cotidiana y unos personajes que podríamos ser nosotros mismos en busca de una felicidad que siempre está un paso por delante. Sobre ellas planea una misma sombra: la de Antón Chéjov. Alice Munro. Sus cuentos, terriblemente humanos y capaces de transformar lo cotidiano en algo asombroso, giran en torno a personajes que andan perdidos en una historia de la que saben tan poco como el lector. Algunos de sus relatos se inspiran en recuerdos personales –Mi vida querida– o rememoran la historia de sus antepasados que emigraron de Escocia a Canadá –La vista desde Castle Rock–. Sus maestras literarias son Flannery O'Connor, Carson McCullers, Eudora Welty y Katherine Anne Porter. Lydia Davis. Reciente ganadora del prestigioso premio Man Booker concedido al itinerario literario de su autor, Davis juega con una prosa experimental de relatos muy breves y pinceladas de realidad que dejan al lector con una sensación de desconcierto y, a la vez, con la necesidad de leer más y más sus cuentos. Sus historias están protagonizadas por gente corriente, fracasados o decepcionados de la vida que, bajo su mirada, se convierten en pequeños héroes de su entorno. José María Guelbenzu nos sugiere: «Mi consejo para una lectura feliz de este libro extraordinario es: termine el día, métase en la cama; el libro es-
tará en la mesilla de noche; lea un solo relato: le absorberá tanto que seguirá leyendo otro y luego otro o quizás otros. Deténgase ahí o puede que no duerma en toda la noche. La lucidez produce insomnio. Siga así hasta que comprenda que un talento excepcional le ha mostrado, para bien y para mal, el envés nuestro de cada día». Las cuatro magníficas. Siempre de la mano en cualquier antología de literatura del sur de los Estados Unidos. Aunque comparten lugares comunes, cada una de ellas tiene su genial singularidad. 1. Katherine Anne Porter. Escribió artículos para diversos periódicos, vivió las revueltas mexicanas de los años veinte e hizo de México referente y escenario de algunos de sus cuentos. La maldad y la crueldad, las relaciones oscuras de familia, la sensualidad y la locura son temas recurrentes en su obra. Fue ella quien introdujo a Eudora Welty en el mundo literario. 2. Eudora Welty. El marco geográfico de sus historias suele ser su Jackson natal. Admiradora de Virginia Woolf y de los cuentos de tradición oral, creó un mundo de personajes tiernos y resignados, tristes y humorísticos. En palabras de Porter, «Welty eleva el relato breve y extraordinariamente sórdido a un nivel superior a su hábitat natural, y su realismo parece casi de la calidad de la caricatura, como suele ser el realismo perfecto… Tiene otro tipo de narraciones en las que el acto exterior y la vida interior silenciosa de la imaginación humana confluyen y se mezclan casi en ese umbral misterioso que separa la vigilia del sueño». 3. Carson McCullers. Cuando se instala en Nueva York, conoce a los hermanos Klaus y Erika Mann y se enamora de Annemarie Schwarzenbach, a quien dedica Reflejos en un ojo dorado (Annemarie, viajera infatigable, arqueóloga y reportera, también escribió una
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literatura
serie de cuentos recogidos en Con esta lluvia, en los que mezcla el relato de viajes a Oriente con la problemática personal y la situación sociopolítica de los personajes). En McCullers, el amor, el desamor, la pérdida de la inocencia se conjugan con un resultado de una sensibilidad demoledora. 4. Flannery O'Connor. Su fervor católico no le impidió odiar a Carson McCullers. Sus problemas de salud apenas le permitieron dejar su ciudad, salvo para hacer un viaje espiritual a Roma, Lourdes y Barcelona. Ella misma admitía que su religión nunca limitó su escritura de ficción, aunque Grace Paley piensa que esa condición, junto con su enfermedad, la hizo una especialista en la muerte y la violencia. Precisamente en Lourdes, aunque muchos años antes, tuvo que pasar una noche –al perder el tren– doña Emilia Pardo Bazán, autora de cuentos de temática de lo más variada: desdeel de fantasmas al patriótico, pasando por el costumbrismo rural y la funesta situación de la mujer en la España del XIX . Isak Dinesen. Cuando viajó a Estados Unidos siendo ya una anciana, quiso conocer a Marilyn Monroe. Fue Carson McCullers, gran admiradora de su obra, la que organizó el encuentro entre las tres. Dinesen tuvo una vida amorosa muy poco afortunada, así que volcó todo su potencial en escribir relatos y alguna que otra novela. Sus cuentos tienen una marcada tradición oral; su libro favorito fue Las mil y una noches y nunca se cansó de embelesar con todo tipo de historias a sus interlo cutores. Tuvo una granja en África y dejó un genial legado literario. Dorothy Parker. Fue, sobre todo, aquella mujer diminuta que se movía en los círculos sociales e intelectuales de la Nueva York de su época con una lengua afilada y mordaz. Su vida sirvió de inspiración para la obra de muchos, incluso para la suya. Crítica teatral y literaria, trabajó en Vogue, Vanity Fair, The New Yorker y Esquire. Edmund Wilson la tildó de pérfida, y su sarcasmo la llevó al insulto en sus críticas. Sus cuentos reflejan la soledad del amor y los problemas de comunicación entre personas que comparten el mismo espacio vital. Mercè Rodoreda dijo que nadie debería escribir un cuento sin antes haber leído a Dorothy Parker. Katherine Mansfield. Virginia Woolf la calificó como «una inteligencia terriblemente sensible». Frecuentó el grupo de Bloomsbury y DH Lawrence le contagió una tuberculosis que años más tarde acabó con ella. Así, su vida estuvo dominada por la enfermedad, la
huida de la presión materna y la muerte de su hermano, su único lazo afectivo familiar, en la Gran Guerra. Sus cuentos reflejan la soledad, el cuerpo enfermo, los celos, la hipocresía en los matrimonios de la clase media; y buscan refugio en los paisajes de su infancia, en Nueva Zelanda, donde la relación con la naturaleza y el código moral son muy diferentes de los de la Europa en la que se encuentra. Clarice Lispector. Con su primer sueldo compró Felicidad de Katherine Mansfield, autora con la que se sintió plenamente identificada y de la que adoptó una aparente simplicidad cotidiana en las situaciones tranquilas que detrás esconden un abismo. Como esposa de diplomático, Lispector se nutrió de escenas mundanas y supo destilarlas en los cuentos, un género ideal para el retrato íntimo. Pero su principal característica es la no historia de los relatos: sólo cuenta la mirada de la autora sobre las escenas, una mirada introspectiva y obsesiva, cargada de sensibilidad. Mavis Gallant. Gran admiradora de Eudora Welty –de quien adopta la intrincada simplicidad–, colaboradora de la revista The New Yorker, no ha dejado que la escritura periodística interfiera en su obra de ficción. Instalada en París desde 1950, escribió un libro de crónicas sobre el Mayo francés. Grace Paley. Poco prolífica, escribió unos magníficos cuentos en los que ella, su padre, su madre y sus maridos revolotean bajo las ropas de ciertos personajes, y donde está presente su parte poética a la par que cáustica. Fue activista contra la guerra de Vietnam y las nucleares, y dejó su huella en la obra de la nueva generación de escritoras como Amy Hempel, Lorrie Moore o A. M. Homes. Amy Hempel. Como dice Rick Moody, sus cuentos han salido de debajo de las faldas de Grace Paley. Frases, las necesarias: la autora se gana la vida haciendo autopsias, y sus cuen tos son pequeñas vivisecciones a las que no les sobra nada. Un profundo desasosiego y la nostalgia van de la mano. Hempel sólo se parece a si misma. Lorrie Moore. Tiene entre sus favoritas a Alice Munro y a Margaret Atwood, y eso se nota en el hilo conductor que une a los personajes de sus libros de relatos: la tristeza y el desencanto de la realidad de la gente normal, pero introduciendo un humor muy sutil. Neus Botellé
«Incluyan a Hans Keilson en esa lista que cada uno de nosotros debe componer por sí mismo de los mejores escritores del mundo.» Francine Prose, The New York Times
Mirza Muhammad Hadi Ruswa Umrao Yan Ada, la cortesana de Lucknow Alba, 2013 pvp: 19.50 €
Hunter S. Thompson El último dinosaurio Gallo Nero, 2013 pvp: 21 €
Arnold Bennett Enterrado en vida Impedimenta, 2013 pvp: 20.95 €
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literatura
Sebastian Barry En el lado de Canaán Alba, 2013 pvp: 19 €
Alasdair Gray Historias inverosímiles, en general Rayo verde, 2013 pvp: 20.95 €
Juan Cárdenas Los estratos Periférica, 2013 pvp: 17 €
Ismet Prcic ´ Esquirlas Esquirlas, además de una muy buena primera novela, es –sobre todo– la mejor manera que encontró el autor de no volverse loco. Con un ritmo frenético, alguien también llamado Ismet Prcic ´ nos cuenta su infancia en Tuzla antes y durante la guerra, además de su interés adolescente por el teatro. Pero no estamos ante una novela lineal y simple: a base de pedazos narrativos (esquirlas) encontramos, por lo menos, tres líneas narrativas importantes: la del adolescente en Bosnia, la del Ismet inmigrante en los Estados Unidos y la historia de Mustafá, otro joven bosnio, que supone un giro especular estimulante. Así, de golpe, pasamos desde el joven actor de instituto post-soviético hacia los relatos brutales sobre cómo uno escapa del mortero serbio; o desde su cada vez más deteriorada vida en los Estados Unidos hacia unas cartas desesperadas a su madre depresiva. Además de las historias espectaculares sobre la vida de Mustafá y su familia. Y como a Ismet le han dicho que «escribirlo todo» quizás le ayude, nos parece que Mustafá es tan solo un personaje más. Aun así, cuanto más avanzamos más nos damos cuenta de que, de la misma forma que el
Ismet-personaje es una versión del Ismet-autor, Mustafá, el héroe de guerra que no salió nunca de Bosnia, es otra distorsión del propio Ismet. Más allá de grandes temas como la guerra o la identidad y sus dualismos básicos guerra-paz, aquí-allí, Ismet-Izzy (como le llaman en California), esta novela habla de la mentira de escribir sobre uno mismo y de la ficción involuntaria de la memoria, la lucha para encontrar la mejor forma posible de expresar la locura manteniéndote cuerdo y el desquite que supone coger unos recuerdos, redactarlos y que se conviertan en otra cosa. Daniel Parellada
Esquirlas Blackie Books, 2013 pvp: 23.90 €
Marta Sanz
Daniela Astor y la caja negra
Daniela Astor y la caja negra Anagrama, 2013 pvp: 16.90 €
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Esta es la historia de Catalina Hernández, una adolescente en la España de los setenta que, como su país, quiere ser mayor, quiere empezar a construir su historia adulta, hacer su propia transición. En ese país del destape y de las revistas del corazón, de las Susana Estrada, Maria José Cantudo y Bárbara Rey, Catalina imagina su cuerpo, sus ideas, su acción, dando vida a Daniela Astor. Junto a su amiga Angélica (o lo que es lo mismo: Gloria Adriano en la vida adulta), observan el mundo gris y rutinario de
sus padres, de sus abuelos, con sus ambivalencias morales y cotidianas; mientras en paralelo, alternando con ese relato, la narradora ofrece un gran ejercicio de reconstrucción documental y real de la prensa amarilla y el cine de fantaterror, que evocan a los famosetes de los acontecimientos mediáticos y que, a su vez, ayudan a sobrellevar la tragedia que se cierne sobre el hogar de Daniela Astor… Jesús Casals
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literatura
Juan Bonilla
Javier Marías Tiempos ridículos Alfaguara, 2013 pvp: 18.50 €
Prohibido entrar sin pantalones Si la forma es el fondo y el fondo es la forma, la vida de un poeta revolucionario y futurista como fue Vladimir Maiakovski en la Rusia bolchevique sólo puede escribirse así, como lo ha hecho Juan Bonilla: con una prosa veloz de la que afloran cientos de acciones y pensamientos, el reflejo vivo de una época que persiguió la libertad y un ideal social y político hasta que, poco a poco, se atropelló a sí misma. En ella (sobre)vivió este «poeta nacional» que, ya desde muy joven, impuso su presencia física y su ímpetu oratorio para sacudir la conciencia de sus conciudadanos: «Voy a excitar, con el trapo sucio sanguinolento de mi corazón, vuestras mentes fofas enclaustradas en cerebros somnolientos, cebados lacayos en un mugriento sofá», escribe el narrador, trasunto del poeta, autor en esa época de La nube en pantalones o Una bofetada al gusto público. Maiakovskivive la guerra civil entre rojos y blancos y la llegada al poder de Lenin como el inicio de una nueva era, y por ello se siente impelido a «dejar constancia artística y documentalmente de este grandioso momento de la historia en su impulso revolucionario». Pero la vida del laureado poeta nacional tropieza constantemente con obstáculos políticos y sentimentales. Su amor por Lily (casada con el escritor Osip Brik, quien admira tanto al poeta que tolera la infidelidad de su mujer con Maiakovski) muestra la parte frágil y depresiva de un personaje que se creyó figura pública de peso, por mucho que ni la crítica, ni la clase política, ni el obrero raso le prestaran la atención que creía merecer. Ese coqueteo constante con los límites hará que la relación con Lily se tambalee. Y que, en sus visitas al extranjero, nunca falten los amores efímeros. En otros países, su obra es traducida con interés, y él viaja allí para recitar, con ímpetu poético, ante Diego Rivera, Frida Kahlo o la juventud neoyorquina. Irónicamente, en la capital estadounidense, Maiakovski se rinde
a los encantos de una ciudad veloz, metálica, grandilocuente, atributos propios del futurismo ideal. Sin embargo, en sus crónicas públicas se empeña en resaltar los males del capitalismo por temor a parecer burgués. Nos dice el narrador maiakovskiano que «las calles son nuestros pinceles, las plazas públicas nuestras paletas, los muros de los edificios nuestros lienzos» y Nueva York, al fin y al cabo, es un lugar de explotación capitalista dominada por una minoría. Los años pasan, Lenin enferma, Trotski se mantiene al margen y Stalin impone su dureza mientras el poeta nacional cae del cetro en el que alguien supuso que estuvo en algún momento. Sus vanos intentos de promocionar artísticamente el espíritu revolucionario quedan frustrados en sus vertientes periodísticas (la revista LEF), cinematográficas, teatrales y poéticas (como «el poema» de la revolución, 150.000.000). El creciente desprestigio del futurismo, calificado como «juego de niños», lo acabaría de hundir. Ni tan sólo el interés que había generado en el extranjero puede considerarse realmente un éxito: gustaba, sí, pero como gustan las cosas exóticas y distintas. Más como animal revolucionario que como la bestia artística que fue. Su espíritu, sin embargo, permanece. Y Juan Bonilla, en un ejercicio literario tan logrado como distinto de sus obras previas, recupera sus textos, su vida y su voz, su alma… Y lo resucita. Le insufla toda la vida de la que fue capaz, y nos deja constancia artística y documental de este grandioso poeta de la historia.
Andrés Trapiello Miseria y compañía Pre-textos, 2013 pvp: 25 €
Felipe Benítez Reyes Cada cual y lo extraño Destino, 2013 pvp: 18 €
David Ohle Motorman Periférica, 2013 pvp: 16 €
Jesús Casals
Rosa Montero La ridícula idea de no volver a verte Seix Barral, 2013 pvp: 18 € Prohibido entrar sin pantalones Seix Barral, 2013 pvp: 18.50 €
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literatura
Junot Díaz
Miguel Ángel Hernández
Así es como la pierdes
Intento de escapada
Chuck Palahniuk Condenada Mondadori, 2013 pvp: 19.90 €
VVAA Diez bicicletas para treinta sonámbulos Demipage, 2013 pvp: 18 €
Edward Abbey El vaquero indomable Berenice, 2013 pvp: 18 €
M. A. West El viento y la sangre Navona, 2013 pvp: 13 €
Tras ganar el premio Pulitzer en 2008 por su anterior obra La maravillosa vida breve de Óscar Wao, Junot Díaz se lamentaba: «Yo no encontraba de niño novelas que explicasen por qué los hombres en mi país ponen cuernos a sus mujeres, cómo es ser un carajito inmigrante. No encontraba eso en Shakespeare. Dicen que ahí está todo, pero es mentira». Con su último libro de cuentos, Así es como la pierdes, Díaz retoma a Yunior (protagonista de anteriores novelas y trasunto del mismo autor), un inmigrante dominicano establecido en Nueva Jersey del que traza un mapa sentimental a través de diferentes momentos de su vida: desde el niño recién llegado a Estados Unidos que descubre su condición de ciudadano de segunda, pasando por el adolescente que se enfrenta a las primeras experiencias sexuales, hasta el solitario cuarentón que trata de aceptar que se ha convertido en el infiel congénito que fueron su padre y su hermano. Junto a Yunior aparece un catálogo de personajes latinos dispuestos a calamidades sin fin por la vocación de un futuro más brillante y confortable. Díaz trata con una prosa ágil y repleta de términos en espanglish la lucha por la integración de la comunidad hispana en la cultura americana; un proceso que no parece tener fin y que el padre de Yunior, con una botella de Chivas Regal en la rodilla, pretende zanjar, tras pisar tierra estadounidense, con un ingenuo: «Ahora ustedes son americanos». Ignacio Caballero
Al contrario de lo que su título hace suponer, Intento de escapada nos sumerge en una de las facetas menos conocidas y más truculentas del arte contemporáneo, un universo donde los egos y caprichos de artistas consagrados prevalecen sobre cualquier forma de ética profesional, donde la dignidad humana sucumbe a las ansias personales y a la compra-venta de voluntades. No debemos olvidar que, al final, «el arte es dinero». Intento de escapada ofrece una imagen del arte de vanguardia contada desde dentro por Marcos, álter ego confeso del propio Miguel Ángel Hernández, quien con sus vivencias y experiencias personales teje una novela purificadora a la manera de Thomas Bernhard: narrar y expresar lo que se lleva dentro o enfermar, contar aquello que tu subconsciente te repite hasta la saciedad o desfallecer y convertirse en un malogrado. Al igual que el protagonista necesita profanar uno de los templos del arte mundial, el Centro Georges Pompidou de París, el autor siente el impulso de escribir una vivencia personal al límite, el verdadero argumento de un mundo que lleva estudiando muchos años y que resulta extraño para él, la confrontación entre la teoría y la práctica, entre lo sagrado y lo profano. Como el propio autor confiesa, Intento de escapada constituye la culminación de un proyecto de juventud, un rito de paso personal entre la ingenua etapa estudiantil, con sus anhelos, angustias y esperanzas, y otro periodo más reflexivo donde se produce una descreencia en el arte, en la elevación espiritual propia de la modernidad y de esos rituales de prestidigitación en los que la mentira es más real que la verdad. Luís de Dios
Philip K. Dick Esperando el año pasado Minotauro, 2013 pvp: 17 €
la central
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Así es como la pierdes Mondadori, 2013 pvp: 16.90 €
Intento de escapada Anagrama, 2013 pvp: 16.90 €
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literatura
Richard Price
Velibor ˇolic C ´
The Wanderers. Las pandillas del Bronx
Los bosnios
No os dejéis confundir por el encasillamiento de la colección en la que se ha publicado la primera novela de Richard Price: The Wanderers no es novela negra ni policíaca. The Wanderers es un canto épico a la juventud, algo así como un libro de recuerdos de adolescencia colectiva que, entre gangs rivales, familias desestructuradas y sexo muy ocasional, nos revela, en un relato coral, la vida de unos pandilleros del Bronx en los sesenta. Este es un libro de excitación y contrastes: el ambiente hostil, miserable y violento de cada día choca con la vitalidad de ser joven (la música, las chicas, el alcohol). Pese a la crueldad que viven cotidianamente los protagonistas, nos hace ver que es entonces cuando más vivo estás, cuando todo se recibe con intensidad, cuando el más simple de los problemas es una cuestión de vida o muerte (como enamorarte, que te respeten en la banda o ganar a los bolos). Pero la crueldad es más que un personaje secundario: es el ambiente, es la calle, es lo que lo rodea todo pese al hedonismo natural de estos chicos italoamericanos. Las bandas rivales, claro (negros, asiáticos, irlandeses enanos…), pero también la escuela, la casa, la familia. Y unos padres que, en el mejor de los casos, te ignoran, cuando no te pegan una paliza. Y no estamos sólo ante un buen retrato sociológico de los barrios bajos: las historias dan pavor por su oscuridad, porque retratan la pérdida de inocencia más dura posible, la de aquellos que se dan cuenta de que nunca podrán tener una vida mucho mejor que la de sus padres… También dan pavor porque Price les mira con la melancolía de saber que así eran él y sus colegas con 16 años.
Construido como una sucesión de viñetas de una crueldad casi insoportable, Los bosnios es también un relato dotado de una fuerza poética estremecedora. Los episodios han sido despojados de cualquier ornamento, reducidos a escenas límpidas en las que unos personajes familiares y simples, tan naturales como el mismo paisaje, caen arrasados, víctimas de la embriaguez de violencia y bestialidad a la que, de pronto, se entregan los que hasta hace nada eran sus vecinos, sus iguales. El narrador da cuenta de estos hechos con un lenguaje delicado, con la voz tenue de un testigo que se reconoce perplejo. ˇolic Velibor C ´ recoge momentos del estallido de la guerra de los Balcanes en 1991, en su pueblo natal, Modrica. Enrolado en el ejército bosnio e incapaz de soportar la gue rra, decide desertar un año más tarde y refugiarse en Francia. En su escritura ha intentado dar cuenta de la inmensa conmoción vivida entonces; en este libro lo ha logrado con gran lucidez y hermosura. Es difícil encontrar otra manera más sobrecogedora y emotiva de mostrar el absurdo de la guerra, la impotencia ante el terror. Por su estilo desnudo y preciso, estos relatos recuerdan por momentos las historias de Varlam Shalámov.
Friedrich Christian Delius Mi año de asesino Sajalín, 2013 pvp: 19 €
Antonio Ramírez Jorge Ibargüengoitia Los relámpagos de agosto RBA, 2013 pvp: 20 €
Daniel Parellada
Leonardo Sciascia Para una memoria futura Tusquets, 2013 pvp: 15 €
The wanderers. Las Pandillas del Bronx Mondadori, 2013 pvp: 17.90 €
Los bosnios Periférica, 2013 pvp: 16 €
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literatura
Miradas a Oriente
Paul Morand Fin de siglo El Aleph, 2013 pvp: 18 €
Un viaje a través de la lectura
Helen Oyeyemi El señor Fox El Acantilado, 2013 pvp: 22 €
Rikki Ducornet Netsuke Blackie Books, 2013 pvp: 18.90 €
propuesta
Oriente ha suscitado una gran fascinación entre escritores y viajeros occidentales casi desde siempre. Tierra de contrastes, espacio geográfico casi indefinido y concepto comodín, su construcción literaria y cultural aún está en perpetua renegociación. El «viaje a Oriente» ha devenido escapada, huida hacia adelante y una cierta promesa de posibilidad para el viajero occidental, un oeste americano exótico donde esconderse y redefinirse, como hará Bloom, el personaje principal de Viaje a la India de Gonçalo Tavares. Son casi infinitos los relatos de viajes a Oriente, desde la travesía de Flaubert, a los relatos de Vita Sackville-West en Teherán o Annemarie Schwarzenbach en Persia, Evelyn Waugh en Israel o Lafcadio Hearn en Japón. Oriente ha sido también espacio de aprendizaje. Antonin Artaud refleja parte de sus manifiestos por un teatro de la crueldad en el teatro balinés, mientras que Le Corbusier asienta las bases de su arquitectura revolucionaria en su propio periplo oriental de Berlín a Constantinopla. Pero, primordialmente, Oriente ha sido un espacio donde perderse y conocer al otro. Para Pasolini, el viaje
a la India será una posibilidad de entrar en contacto con otras religiones –quedará especialmente fascinado por el hinduismo, igual que E.M. Forster–, pero sobre todo con otras formas de entender la relación entre religión y Estado. La imagen que dará Alberto Moravia será más higienizada, menos periférica, evidenciando que la mirada que ejercemos sobre un nuevo espacio es, en gran parte, reproducción de nuestra propia forma de entender el mundo. En estos relatos que nos intentan explicar Oriente, más allá de la fascinación exótica, nos encontraremos, sobre todo, a nosotros mismos. Elisabeth Massana
Pier Paolo Pasolini El olor de la India Península, 2013 pvp: 13.90 €
Henri Cartier-Bresson Les danses a Bali Delpire, 2013 pvp: 23.20 €
David Peace Tokio, año cero
Tokio año cero Mondadori, 2013 pvp: 22.90 €
la central
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Un inspector de la policía japonesa, un obseso que bordea la esquizofrenia, investiga la violación y muerte de varias jóvenes en Tokio en los días de la rendición imperial al final de la Segunda Guerra Mundial. El producto de este artefacto de Peace va mucho más allá del escalofrío producido por el terror y la repugnancia del horror. Una reflexión efectiva sobre la pérdida de la identidad y de la memoria que se produce en un proceso traumático: un nuevo mundo horripilante basado en la fuerza des-
tructiva de la tecnología barre el antiguo modo de vida japonés, mientras un endeble ser humano intenta reordenar sus referencias. Pero no hay que preocuparse, ya que formas sociales vendrán a reemplazar a las viejas: el nuevo crimen organizado sustituirá al anterior, la prostitución por un pedazo de pan a la de por un puñado de monedas, la crueldad irracional al abuso de poder, la locura y la neurosis de guerra a los esquemas lógicos mayoritarios… Espeluznante e hipnótica.
Nacho Borraz
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literatura
En busca de la Gran Novela Americana
propuesta
«El oeste siempre había sido el futuro. Sin embargo, era el pasado». Marc Saporta, Historia de la novela norteamericana
Dirección oeste. Siempre dirección oeste. Los pioneros, los oakies de Steinbeck, los cowboys-existencialistas-contempladores-delcrepúsculo, los beatniks. Siempre buscando. Persiguiendo a la muerte. Eduardo Lago lo explica muy bien en un artículo de hace un par de años. El término fue acuñado en 1898 por John William de Forest en el ensayo «La Gran Novela Americana». En él se decía que la obligación de todo novelista nacido en el país era dar cuenta de la realidad social de los Estados Unidos en toda su complejidad. La maldición llegó después. Y huelga decir que ya entonces muchos habían escrito novelas. Nathaniel Hawthorne en 1850, Herman Melville en 1851 y Mark Twain en 1884 habían publicado, respectivamente, novelas tan grandes como La letra escarlata, Moby Dick y Las aventuras de Huckleberry Finn. Posiblemente la Gran Novela Americana sea al mismo tiempo síntoma y diagnóstico. El país más poderoso del mundo tiene en su génesis una permanente apuesta con el futuro. Uno podría aventurar que la condición esencialmente revolucionaria de Estados Unidos, tintada de épica desde los inicios, constituye un reto fundacional. Las epopeyas que hemos conocido de culturas con más años de existencia las viven los escritores de Estados Unidos cada vez que intentan explicarlo todo. Así pues, al mismo tiempo que los ciudadanos escribían su historia, los escritores relataban el intento de hacerse mayores e incluso grandes. Democracia, condición híbrida, aventura, Hollywood, Monumental Valley. Todo muy grande. Bigger than life. Inevitablemente grande. No hay espacio aquí para delimitar características o mencionar intentos. De Hawthorne a Franzen, varios escritores lo han intentado: Scott Fitzgerald (1925), Faulkner (imposible
ecir cuál), Dos Passos (1938), McCullers (1940), d Mailer (1948), Kerouac (1951), Gaddis (1955), Lee (1960), Capote (1966), Pynchon (1973), McCarthy (1985), Foster Wallace (1996), DeLillo (1997), Powers (2003), Ford (2006), hastaMichael Chabon (2000) o Jonathan Lethem (2004). Pero también Dreiser, Lewis y L ondon; Nabokov, Updike, Bellow y Roth. Imposible concretar condiciones. ¿Por qué son claramente Grandes Novelas Americanas las obras de Faulkner y no Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson? ¿Por qué sí, indiscutiblemente, Moby Dick, pero no El viejo y el mar, de Hemingway? ¿Quién dictamina que Las uvas de la ira es una Gran Novela Americana –innegable– y no lo son las obras de James Agee o la fantástica El octavo día, de Thornton Wilder (felizmente publicada por Automática Editorial)? La Gran Novela Americana bien podría ser en realidad un poema (Whitman, 1855; Lee Masters, 1915; T. S. Eliot, 1922) o, en este nuestro mundo catódico, una serie (Six Feet Under, The Wire, Deadwood, Mad Men). Los escritores americanos buscando maneras de superar a la muerte, deshaciendo el camino de sus personajes, en el sentido contrario al galope de los pioneros, tras la gran ballena blanca, reescribiendo la luz. Dirección este. Siempre dirección este.
«En tiempos donde la Democracia parece tambalearse hay que pensar en Whitman». Bob Dylan
Theodore Dreyser An American Tragedy Library of America, 2003 pvp: 38.67 €
Scott Fitzgerald El gran Gatsby Sexto Piso, 2013 pvp: 19 €
Abel Ramon
Mark Twain Huckleberry Finn Gredos, 2012 pvp: 26 € Henry David Thoreau Walden ErrataNaturae, 2013 pvp: 18.50 €
Thornton Wilder El octavo día Automática, 2013 pvp: 27 €
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literatura
El papel no se rinde
Joël Dicker La verdad sobre el caso Harry Quebert Alfaguara, 2013 pvp: 22 €
Parte 1
Georges Pelecanos Lo que fue El Aleph, 2013 pvp: 19 €
Fogwill La gran ventana de los sueños Alfaguara, 2013 pvp: 17 €
R. L. Stevenson De vuelta del mar Reino de Redonda, 2013 pvp: 21 €
Dorothy Parker Los poemas perdidos Nórdica Libros, 2013 pvp: 21.50 €
la central
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entrevista
Los libros pesan, ocupan, huelen, se gastan, se doblan, se rompen, se ensucian, se agotan, se pierden. La lógica de la desmaterialización nos aleja cada vez más de lo físico, nos incita a desprendernos, a convivir con la obsolescencia de los objetos, a ser cada vez más tecnológicos y menos orgánicos. Lo que nos rodea es cada vez más renovable, más intercambiable, en definitiva, más prescindible. La tecnología, como ya ocurrió hace cinco siglos, vuelve a marcar los designios de la cultura escrita. Porque el libro en papel, acordemos esto, no es más que una tecnología. Una tan afinada que no ha tenido rival durante todo este tiempo. Hoy presenciamos una nueva era en el modo de transmitir contenidos: los nuevos soportes generan nuevos canales, y estos incluso tienen influencia en la generación de nuevos lenguajes. Hoy, el soporte es el mensaje. En este sentido, hay en el libro en papel un alegato contra los nuevos tiempos. Contra la velocidad de los cambios que nos acontecen. Apagar el mundo y abrir un libro supone un desapego mental hacia lo ordinario. Es probable que en los próximos años el libro mute de hegemónico alternativo, y que la lectura en papel quede como el espacio de escape de una sociedad que no para de generar información y ruido a partes iguales. En un mundo a toda velocidad, la lentitud se ha convertido en un valor, el de la distancia y la reflexión. De la puesta en duda de los comportamientos gregarios. Supone, como en tantos otros momentos de la historia, un espacio de rebeldía. No son pocos los que asumen este tablero, y apuntan hacia una revisión de la edición en papel para jugar en terreno hostil. Hemos hablado con los ponentes del ciclo «Paper Lovers» para que nos den su versión sobre el presente y el futuro del libro. 1. ¿Estamos asistiendo al fin de la gran industria del libro en papel? ¿Es posible sustituirlo?
2. ¿Existen nichos para una supervivencia a largo plazo del libro? ¿Por dónde pasan? Alberto Olmos (escritor) 1. Quizá sí estemos asistiendo al fin del adjetivo de esa industria: grande. Es difícil pensar que, dentro de diez años, ese sector vaya a mover las cantidades de dinero que mueve ahora con el libro impreso. Sin embargo, la industria editorial, incluso la «artesanía editorial», no cabe duda de que sobrevivirá, pero con menos lujo y menos presencia en la sociedad. 2. Pasan básicamente por asumir que los lectores, al menos los lectores de alta literatura o de literatura que se ve a sí misma como algo más que un entretenimiento, existen y son rigurosos, y quieren comprar y leer nuevos libros de calidad. Son pocos, pero son, que diría el poeta. Y habrá que cuidarlos y convertirlos en una comunidad bien asentada y bien surtida. Luis Magrinyà (Alba) 1. Vivimos al parecer en una cultura del pronóstico que a mí me resulta totalmente ajena. Además, se me da fatal pronosticar. Es algo que nunca hago. 2. La palabra supervivencia parece implicar una situación agónica o, al menos, muy comprometida. Yo no veo demasiados síntomas de agonía. El libro forma parte hoy de la cultura mainstream, y para que el libro estuviera en peligro tendría que estarlo también la cultura dominante. Otra cosa es que la cultura dominante haya pensado que puede pasar sin libros… Pero creo que no, que no entra en sus planes prescindir de algo que la alimenta y favorece tanto. Servando Rocha (escritor, La Felguera) 1. Estamos viviendo un ciclo que, en el caso de la industria cultural, plantea la creación y definición de nuevos territorios, o lo que es lo mismo, de nuevos modelos de negocio. Para
literatura
la industria, que cuenta con capacidad para impulsar nuevos hábitos de comportamiento como la lectura o la forma en que consumimos y asimilamos la información, es posible sustituir el libro en papel. Es una cuestión estratégica. Sin embargo, existen y existirán «resistencias». 2. Veo un futuro en el que el libro en papel ha resistido al cambio de formato, pero tam bién considero que estaremos ante un tipo de lector que, siendo más cuantitativamente reducido, será más fiel y, cualitativamente, vinculado a industrias de «lo pequeño»: lectores que estarán más cerca de una sociedad secreta que de un club de lectura y auténticos fans del libro en papel. La industria, por supuesto, seguirá su curso, pero el papel (eso espero) no desaparecerá. Joaquín Rodríguez (escritor, editor, Los futuros del libro) 1. El libro en papel subsistirá, qué duda cabe, pero no como soporte único, ni siquiera principal. En el nuevo ecosistema de medios digitales para la creación, difusión y consumo de contenidos, el libro tradicional ya no será, necesariamente, el centro de gravedad de la lectura y el conocimiento. Muchos de nosotros, sin embargo, seguiremos reverenciándolo como uno de los inventos fundamentales de la historia de la humanidad. 2. No cabe duda de que Internet puede propiciar formas de reactivación del uso y del comercio de los libros en papel, como demuestran las cadenas de librerías de viejo y segunda mano; las publicaciones digitales que, una vez generada una comunidad de adeptos, la aumentan mediante su difusión en papel, en un movimiento retrofuturista; las publicaciones web to print, en las que los usuarios pueden decidir en cualquier momento que un contenido en formato nativamente digital se encarne, para su placer y uso, en papel; las ediciones de lujo o de libros objeto, con tiradas agotadas antes de salir siquiera al mercado… Tampoco será una anomalía completa que sobrevivan las librerías que ofrecen a esta congregación de amantes de los libros en papel el soporte que –en el fondo y a veces de manera vergonzante– siguen prefiriendo; y podremos incluso destacar y hacer sobresalir las cualidades que el papel tiene sobre otras formas de publicación y difusión (entre ellas, la de permitirnos leer sosegadamente sin necesidad de compartir nada con nadie). Darío Corbeira (Brumaria) 1. Difícil pregunta. No sé si estamos asistiendo al fin de la gran industria del libro en papel. Sí, desde luego, a su progresivo debili-
tamiento. Este debilitamiento se debe tanto al avance de los nuevos recursos tecnológicos y sus correspondientes herramientas como a los cambios de paradigma en los nuevos modos de aprendizaje y conocimiento. Cambia la industria del libro en consonancia con los cambios, cuando no mutaciones, de todas las disciplinas de la cultura creativa. 2. Sin ningún género de dudas. Hay nichos, muchos, para que el libro viva, superviva y perviva. La relación intelectual, emocional, táctil y visual con los objetos impresos en papel se hará más pequeña, especializada, reducida y dirigida a un público minoritario. Todo ello, además, sujeto a los cambios vertiginosos en los modos de adquisición de saber a través de los diversificados ítems de lectura. Fernando Contreras (librería Fernando Contreras) 1. Me temo que sí, aunque esto no quiere decir que desaparezca completamente. Pero, poco a poco, o más rápido de lo que desearíamos, la industria del libro hará sus mayores ventas gracias a los nuevos soportes. Ya han apostado por ello. Los fabricantes de los nuevos soportes son los que dirigen el mercado. El negocio está en la venta de los aparatos electrónicos, en nuevas versiones que reproduzcan más fidedignamente un libro. Y digo reproducir: nunca será un libro.. ¿Sustituir el libro? Es imposible. Lo llaman libro «digital» o «electrónico». En esencia no son libros, son otra cosa: sólo son reproductores de textos. 2. Nadie sabe en qué medida va a permanecer el libro tal y como lo conocemos hasta ahora. Si en este siglo XXI apostamos por lo bello y dejamos de lado el «feísmo» que nos ha acompañado gran parte del siglo XX, no me cabe ninguna duda de que el libro permanecerá. Seguro que no en la profusión a la que estamos acostumbrados, pero se seguirán haciendo ediciones en papel. En la actualidad Internet es ya un «nicho» del libro, si tenemos en cuenta el gran número de ventas que se efectúan por este medio, sobre todo de libros viejos y antiguos que se han convertido, por el desmedido interés mercantil de las editoriales, en el refugio del «libro de fondo» de librería. Álex Cerrudo
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cómic
Pratt y Maltés
Hugo Pratt Corto Maltés (Cofre 1) Norma, 2006 pvp: 38 €
Una dualidad indisociable
Hugo Pratt La balada del mar salado Norma, 2012 pvp: 25 €
Guido Fuca y Lele Vianello La Venecia secreta de Corto Maltés Norma, 2005 pvp: 15 €
Tom Gauld You're just jealus of my jetpack Drawn & Quartely, 2013 pvp: 17.70 €
la central
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propuesta
Nadie duda de que Hugo Pratt es el gran maestro por excelencia de la novela gráfica histórica. Dibujante y narrador virtuoso, influenció prácticamente a la totalidad de los autores de tebeos que venimos leyendo desde los años setenta hasta hace bien poco. ¿Quién no conoce a Corto Maltés? El marino creado por Pratt saltó la barrera de lo meramente tebeístico y se convirtió pronto en un icono romántico, superando con creces la fama del resto de la obra del autor. Sin embargo, la vida de Pratt no tuvo nada que envidiar a la de Maltés. Lo podemos comprobar leyendo El deseo de ser inútil, su increíble fue publicada en España en 2012 por la editorial Confluencias. El libro recopila una serie de entretenidas conversaciones de Pratt con su amigo el historiador especializado en historieta y experto en Hugo Pratt, Dominique Petitfaux. De esas mismas manos, hace unas semanas ha visto la luz en español A la sombra de Corto, que podría tomarse como una extensión de la misma biografía, pero centrada en la obra del italiano. Cuenta Petitfaux que su objetivo cuando conoció a Pratt era establecer
Joan Cornellà Mox Nox Bang, 2013 pvp: 15 €
una cronología de la vida de Corto Maltés. Pronto se da cuenta, como hará el lector, de que ambas vidas van de la mano: como autor, la experiencia personal de Pratt va ligada absolutamente a su trabajo. De ahí que una vida increíble tenga como resultado una obra maravillosa. A la sombra de Corto y El deseo de ser inútil son dos lecturas indispensables. Primero para el fan, pero también para cualquiera que quiera comprender la historia de Europa en primera persona y la vida de uno de los mayores talentos que dio el siglo XX. Mireia Pérez
Hugo Pratt El deseo de ser inútil Confluencias, 2012 pvp: 29 €
Jaime Hernández Rocky Fulgencio Pimentel, 2013 pvp: 17 €
Hugo Pratt A la sombra de Corto Confluencias, 2012 pvp: 29 €
Nacho García Pulir Fulgencio Pimentel, 2013 pvp: 22 €
cómic
Corto Maltés por Alexis Nolla
V.V. A.A. Panorama, la novela gráfica española Astiberri, 2013 pvp: 22 €
Eddie Campbell Baco Astiberri, 2013 pvp: 17 €
Jim Henson Cuento de arena Norma, 2013 pvp: 24.95 €
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ensayo
Borja de Riquer Alfonso XIII y Cambó RBA, 2013 pvp: 20 €
Steve Pincus 1688. La primera revolución moderna
Neil Lochery Lisboa 1939-1945 El País - Aguilar, 2013 pvp: 17.50 €
Artemis Cooper Patrick Leigh Fermor RBA, 2013 pvp: 25 €
Predrag Matvejevic Nuestro pan de cada día Acantilado, 2013 pvp: 20 €
Florian Werner La materia oscura Tusquets, 2013 pvp: 17 €
la central
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En este libro brillante y provocativo, el profesor Steve Pincus desarrolla una nueva y polémica teoría sobre la Revolución Gloriosa de Inglaterra en 1688. Como nos anuncia el título, su idea principal es que la revolución inglesa de 1688 fue la primera revolución moderna. Igual que otras revoluciones más recientes, fue popular, disgregadora y violenta. No fue un golpe aristocrático o una invasión holandesa (como se ha ido interpretando de manera tradicional), sino un rechazo popular de la política de Jacobo II –que promulgaba una modernización del Estado de corte absolutista francesa y católica– a favor de una visión alternativa angloholandesa con relieve en el consenso, la tolerancia religiosa, el libre debate y el comercio. Inglaterra, gracias a esta revolución, transformó la economía política, la religión, la política exterior y la naturaleza del Estado. Y esa revolución, según el autor, es la que marcó el patrón para todas las revoluciones modernas que la sucedieron, desde la Revolución Francesa a la revolución de Cuba en 1959; revoluciones que son producto del conflicto entre movimientos modernizadores rivales que culminan en una profunda transformación del Estado. El autor aúna un ejercicio de historia política, religiosa y económica, analizando numerosos textos teóricos sobre las revoluciones y la modernización que le ayudan a definir adecuadamente esos conceptos clave y una impresionante cantidad de fuentes, realizando una obra más próxima al trabajo del sociólogo Charles Tilly que a una obra de historiografía clásica. El resultado es un texto combativo y altamente estimulante, escrito en una prosa vivaz y enérgica, muy bien argumentado, que sin duda abrirá nuevos debates historiográficos en la materia. El primer capítulo examina la forma en en que la revolución de 1688 fue vista por distintas generaciones. El autor intenta explicar
cómo, si 1688 fue realmente revolucionario, la imagen que se tiene en la historiografía tradicional británica es la de un acontecimiento conservador, moderado y pacífico. Pincus sugiere que los radicales del siglo XVIII le dieron la espalda porque la veían como una revolución incompleta. Tanto los moderados como los radicales acabaron pensando en 1688-89 como en una revolución conservadora, aunque el primer grupo la celebrase por ello y el segundo la despreciase por la misma razón. Pincus critica a la comunidad académica contemporánea por haber aceptado unánimemente que las vidas de la mayoría de los británicos se habían visto poco afectadas por esta. El segundo capítulo analiza qué es una revolución, cuándo se lleva a término y cuáles son sus consecuencias. Pincus opina que todas las revoluciones se originan con un intento por parte del gobierno de modernizar el Estado. Los cinco capítulos siguientes (la segunda parte del libro) examinan la Inglaterra prerevolucionaria. Mireya Valencia
1688. La primera revolución moderna El Acantilado, 2013 pvp: 49 €
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ensayo
David Abulafia
Pêro Vaz de Caminha Carta al descubrimiento de Brasil Acantilado, 2008 pvp: 12 €
Historias de mares y hombres
propuesta
Dentro de la última obra de Abulafia, El gran mar, hay un capítulo con el título «Los caminos del mar» donde el autor explica las experiencias de dos viajeros del siglo XII que, además de adentrarse en el Mediterráneo, dejaron escritas sus vivencias. Uno de ellos es el valenciano Ibn Yubair (A través del Oriente): sus descripciones sobre cómo se viajaba en barco y su contacto con gente de culturas tan diferentes, en ciudades que compartían el mismo mar, hacen la narración de Abulafia más rica. Realmente, esta historia no es sólo una historia del Mediterráneo: es una historia de los hombres que han ocupado este mar. Sin perder el hilo cronológico, e intentando no alejarse demasiado de las orillas del mar, las principales preocupaciones del historiador italiano son los vínculos y la creación de identidades. David Abulafia escribe la historia así, más humana, más humanista. En otra obra suya disponible en castellano, El descubrimiento de la humanidad, estudia los viajes transatlánticos y los descubrimientos ultramarinos. Aunque los diarios de Colón y la obra de Bartolomé de las Casas sean sus obje-
tos de estudio más intensivo, el autor analiza también otras crónicas de la época, como la Carta del descubrimiento de Brasil de Pêro Vaz de Caminha. A través de este ejercicio pretende narrar la experiencia del encuentro con el otro, adentrándose en el fuerte debate de la época sobre los derechos humanos que culminó con la Junta de Burgos. Los dos libros son historias de mares y de cómo el hombre supo navegar en ellos, pero los planteamientos de Abulafia son también reflexiones sobre el multiculturalismo y la tolerancia.
Ibn Yubayr A través del Oriente Alianza, 2007 pvp: 32.69 €
Armando Sousa Peter Burke Hibridismo cultural Akal, 2013 pvp: 11.50 €
El gran mar Crítica, 2013 pvp: 38 €
El descubrimiento de la humanidad Crítica, 2009 pvp: 35 €
Otto Dov Kulka
Paisajes de la metrópoli de la muerte En septiembre de 1943 fueron deportados a Auschwitz más de 5.000 judíos del gueto de Theresienstadt. Entre ellos había un niño judío-checo de diez años: el futuro historiador del holocausto Otto Dov Kulka. Este libro es un ejercicio de memoria y de análisis de la mitología privada de aquel niño, donde aparecen, en una cosmovisión kafkiana, recuer dos y fotografías que hacen pensar en W. G. Sebald y pasajes de silencio y desolación. Todo ello filtrado por el mejor recuerdo de
la infancia, la inocencia y la belleza del cielo azul de Auschwitz, pero también por la gran ley inmutable, el único prisma con el que mirar el mundo, el destino sellado: la muerte. Un notable esfuerzo de consciencia que es también la consciencia de la comunidad judía y su atomización ante la irreversibilidad de la muerte, la irreversibilidad de sus sueños y de la poesía a las puertas de las cámaras de gas. Carles Masdeu
Paisajes de la metrópoli de la muerte Taurus, 2013 pvp: 16 €
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ensayo
David Harvey
Assata Shakur
Ciudades rebeldes
Una autobiografía
Amador Fernández-Savater Fuera de lugar Antonio Machado, 2013 pvp: 14.90 €
Jaron Lanier Who owns the future? Penguin, 2013 pvp: 21 €
Marina Garcés Un mundo común Bellaterra, 2013 pvp: 12 €
Philip Coggan Promesas de papel El hombre del tres, 2013 pvp: 23 €
Sería un error esperar del nuevo libro de David Harvey un texto panfletario sobre los recientes movimientos urbanos como Occupy Wall Street o el 15-M. En cambio, encontramos un riguroso diagnóstico de la economía que sirve como base para teorizar sobre una lucha anticapitalista efectiva. Todo esto mediante herramientas marxistas y llevándonos simbólica y físicamente a la búsqueda persistente del lugar: dónde radica, se expresa y debería resolverse el problema. El autor señala que la urbanización ha sido siempre uno de los medios clave para el control de la acumulación de capital y de los procesos de producción en manos de una minoría de poderes financieros, que crean una alianza de clase y destruyen la ciudad como bien común social, político y vital. La cuestión central en la lucha anticapitalista es, por lo tanto, reclamar la democratización de este control y reivindicar el poder y el acceso a los bienes comunes, creando lazos entre las distintas fuerzas populares. La ciudad es donde mejor se materializa este proceso, regido por las mismas leyes de la macroeconomía general. Por este motivo, en la revuelta urbana convergen los elementos comunes de lucha de clases y representa el lugar de esperanza para una verdadera re volución del sistema. Impregnarnos de la teorización de Harvey quizá nos lleve a sentir cierto amor-odio por la ciudad, al notar esta tensión entre lo que quisiéramos que fuese y lo que es realmente. Y, al final, quizá también nos preguntaremos, como él, si no tendría razón Henri Lefebvre cuando decía que la revolución de nuestra época será urbana, o no será.
El 2 de mayo de 2013, el FBI incluyó a Assata Shakur en la lista de los terroristas más buscados y aumentó la recompensa por su captura a… ¡2 millones de dólares! ¿Quién es y qué hizo para merecer tal «honor»? Capitán Swing nos ofrece la posibilidad de leer por primera vez en castellano la auto biografía de Assata Shakur, un manifiesto contra el racismo escrito desde el exilio cubano en el que su autora vive refugiada desde 1984. En sus páginas se retratan unos estados Unidos distintos a la versión oficial que nos ofrecen los medios de comunicación: un Estado represor, heredero de las fobias del macarthismo y del siniestro J. Edgar Hoover, un estado donde la lucha contra los movimientos pro derechos civiles es la obsesión de las distintas administraciones. Orquestada por el FBI, la detención de Assata Shakur el 2 de mayo de 1973 forma parte de la lucha del Estado contra los movimientos de emancipación. Sufrió, según afirma la autora además de varias organizaciones por los derechos civiles, una farsa de juicio que la condenó, en 1977, a prisión por asesinato. Bajo lamentables condiciones, Assata va pasando por diferentes prisiones estatales y federales donde la tortura y la humillación son la norma, hasta su fuga en 1979. La narración de todo este periodo va acompañada de pasajes de su infancia, capítulos que explican la trayectoria política de la autora: un periodo que transcurre entre los Estados del sur y la ciudad de Nueva York, un tiempo marcado por las figuras de Luther King y Malcom X, y por el racismo imperante en la sociedad norteamericana de la segunda mitad del siglo XX.
Marta Hereu
Susana Narotzky (ed.) Economías cotidianas Icaria, 2013 pvp: 23 €
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Ciudades rebeldes Akal, 2013 pvp: 16 €
Oriol Pastor
Una autobiografía Capitán Swing, 2013 pvp: 20 €
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Vuelve Talese El periodismo hecho a mano
propuesta
No quiero aquí a nadie sin chaqueta y corbata, suelta Sinatra, y el gerente del club de Beverly Hills traga saliva como en su vida antes de largar de un portazo a un par de jovenzuelos en botas de piel y pantalones de pana. Nadie le tosía a Sinatra en los sesenta. En una ocasión, enfureció de tal modo al ver su coche sucio que mandó contratar a un equipo especial que viniera en mitad de la noche a darle inmediatamente una mano de pintura. Al rato, cuando llegaron los chicos, Sinatra no recordaba nada de aquello y no sabía qué carajo hacía esa turba de indeseables en su garaje. Talese jamás habló con Sinatra, le resultó inaccesible. El artista rechazó reunirse con él y colaborar en modo alguno con el perfil que habría de publicar para la revista Esquire. Sin embargo, a base de retazos, intuiciones, olfateos y tres meses de seguimiento al padrone y su séquito, Talese montó una de las crónicas más legendarias de la historia del periodismo. Ahí estaba Sinatra, intocable, una rubia en cada brazo, y golpeado, en cambio, por una circunstancia tan cotidiana como irresistible a la pluma del escritor neoyorkino. Un resfriado.
Talese siempre buscó en lo más recóndito, buceando en las entrañas de los personajes hasta dar con una historia. En realidad, pretendía escribir relatos usando nombres auténticos. Tom Wolfe, un personaje a medio camino entre James Bond y Pedro J. Ramírez, llamaría a todo esto Nuevo Periodismo, pero a Talese nunca le pareció que hubiera ahí nada nuevo. Sólo escribía como aquellos a los que leía, y únicamente pretendía hacer reportajes de los de toda la vida, contar las historias que nadie contaba, mucho tiempo después de que ocurrieran las noticias, cuando la actualidad ya se había desplazado a otro lugar. La pluma puede correr todo lo que quiera, pero la historia no puede no ser cierta. Hace poco, a los setenta y nueve, a Talese le dio por ver los toros, cogió un vuelo y se plantó en Las Ventas. Merendó en el Ritz y, una vez en la plaza, cuando los caballos retiraban uno de los últimos morlacos ya fiambre, le pudo la profesión: «¿Ahora lo cortarán en pedazos?», dicen que soltó el bueno de Gay.
Jacques Bouveresse El conocimiento del escritor Ediciones del subsuelo, 2013 pvp: 20 €
Álex Cerrudo Terry Eagleton El acontecimiento de la literatura Península, 2013 pvp: 25.90 €
Enzo Traverso
La historia como campo de batalla 1989 es la fecha icónica que señala el final del «corto» siglo XX que definía Hobsbawm y, con ello, la desaparición de la bipolaridad que regía el mundo. Este hecho supone para Enzo Traverso un cambio en el panorama historiográfico que abre la brecha para el debate. El libro, estructurado en ocho capítulos, reinterpreta este panorama conceptual, con el concepto de violencia como denominador común (los totalitarismos, la historia global, el comparativismo histórico entre el genoci-
dio y la singularidad del Holocausto, así como el exilio y biopoder), y finaliza redefiniendo la memoria respecto a la historia como medio de interpretar el pasado. Cabe destacar la influencia de Walter Benjamin, que transita por la obra impregnando el trabajo de Traverso, no tanto en el carácter metodológico como en el peso intelectual, tildando este nuevo panorama historiográfico de melancólico, fruto de la visión del vencido. Noemí Jiménez
La historia como campo de batalla Fondo de Cultura Económica, 2012 pvp: 22 €
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David Foster Wallace
Peter Sloterdijk
Todo y más
Muerte aparente en el pensar
Steven Johnson Futuro perfecto Turner, 2013 pvp: 19.90 €
Lawrence M. Krauss El universo de la nada Pasado y Presente, 2013 pvp: 22 €
Para neófitos: ante todo, no tengan miedo de esta historia de las matemáticas en mayúsculas. Su autor es poseedor de un talento grandioso que hace posible no solamente entender los episodios más interesantes de la ciencia matemática, sino que además consigue que sea un placer. Y, para aquellos más avezados en materia de números, advertirles que cada tema contiene una gran cantidad de información técnica y fascinantes explicaciones que enriquecen el alcance de las teorías y, que por ser opcionales para el lector, abren el texto a diversos niveles de comprensión. Con el infinito como horizonte, David Foster Wallace traza un apasionado mapa de los descubrimientos de los grandes genios y su maravilloso poder de abstracción. Cristina Pérez
Gilles A. Tiberghien Amistar Díaz y Pons, 2013 pvp: 20 €
Al hilo de su anterior obra, Has de cambiar tu vida, Sloterdijk despliega en esta conferencia una fecunda observación sobre el quehacer científico. Caracterizada como una antropotécnica ejercitante, la ciencia adquiere a través del concepto articulado de ejercicio una perspectiva nueva para su consideración. Husserl y Sócrates aparecen como los filósofos que representan una profunda intención de conjunción entre verdad y filosofía más allá de la teoría. Las condiciones de posibilidad del comportamiento teórico se despliegan mediante el concepto de epojé, por medio del cual el autor construye su interpretación de este fenómeno. Y, finalmente, a través de la inquietante sentencia de Sócrates según la cual de lo que se trata para el verdadero amante de la sabiduría es de estar, ya en vida, tan muerto como sea posible (filosóficamente hablando, por supuesto), llegamos al reverso del proceder científico, promotor de conocimiento. C.P.
Todo y más RBA, 2013 pvp: 20 €
Muerte aparente en el pensar Siruela, 2013 pvp: 17.95 €
Bee Wilson
La importancia del tenedor
La importancia del tenedor Turner, 2013 pvp: 24.90 €
la central
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Se han escrito una infinidad de libros sobre la cocina y su mundo, sobre cómo cocinar, sobre los alimentos, pero les aseguro que encontrarán pocos como La importancia del tenedor. Consciente del saber escondido detrás de cada utensilio que a diario usamos, sin pensarlo, en un acto cotidiano y universal como el comer, la autora despliega una impresionante riqueza documental para ofrecernos un libro sin duda fascinante. La forma de cubrir esa necesidad básica ha variado según el momento histórico, y lo
que marca la diferencia son los utensilios que usamos. Los artefactos que nos rodean son el legado de una tecnología que ha cambiado y evolucionado y que nos acompaña y condiciona desde los albores de la humanidad: Una tecnología de lo cotidiano en forma de cucharas, ollas y cuchillos que, sin inventores conocidos, revolucionaron la humanidad de un modo que quizá ni las virguerías virtuales de nuestros días harán. Oriol Pastor
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Ombra mai fu Elogio de la verdura romántica
François Flahault El crepúsculo de Prometeo Daniel C. Dennet Intuition pumps and other tools for thinking Penguin, 2013 pvp: 23.75 €
propuesta
Por estas latitudes europeas quedan pocas avenidas que no estén sembradas de pestíferos y enfermizos plátanos. Jerjes, al menos el de Händel, no atinaba mucho al cantar las bondades de tal «vegetal». Ahora que en el cielo predomina el Boyero, nos sorprende gratamente la fragancia salutífera de un tilo al atardecer. Su olor embriagador nos invita a un paseo por el imaginario del amor romántico. Los amores patrios ocurren «a la sombra de una sombrilla de encaje y seda», quizás porque por aquí no hay demasiada variedad de sombras ni frondosidades. Sin embargo, por poco que viajemos hacia el norte, ins Grüne, encontraremos numerosos amores felices y aciagos, de los cuales el tilo es testigo único, privilegiado y confidente. Cabe pensar en un desdichado Coleridge, sentado bajo un tilo, componiendo su This lime-tree bower my prison. Entre los alemanes, gente que dispone de un erario poético incomparable y tiene la sana costumbre de musicarlo todo, se cuentan famosos tilos, inmortalizados por el verso y por el canto en la obra de ilustres parejas. Así, por ejemplo, tenemos el Minnelied de Tieck-Mendelssohn o el maravilloso Der Lindenbaum de Müller-Schubert, de vital importancia en La montaña mágica. El mejor de los músicos poetas alemanes, Gustav Mahler, corona el ciclo del camarada errante con una marcha tenebrosa en el registro y fúnebre en el ritmo. Los dos ojos azules son dolor y tormento. En este momento de angustia aparece misteriosamente un tilo en el camino del viajero. Sus flores olorosas, como el agua del Leteo, le otorgan el don del olvido y el nacimiento de una nueva felicidad, donde todo se confunde y se resuelve armoniosamente, todo, amor, dolor, mundo y sueño. ¿Hallaremos jamás un símbolo semejante en nuestro camino urbano?
«Si uno no se ha visto rodeado de agua por todas partes, no tiene ningún concepto del mundo ni de su relación con el mundo», anota Goethe en algún lugar de Italia. La tarea aquí emprendida por Flahault propone una mirada a esa inconmensurable cavidad oceánica del corazón humano que retiene a ese titán Prometeo que, irresponsable, viril y vanidoso, se cruza de brazos frente a un mundo atónito. Esboza Flahault una suerte de genealogía de lo que considera el ideal prometeico –del cual participan tanto Jesucristo y Karl Marx como Milton Freedman– para presentar dos encarnaciones paradigmáticas: la versión sublime del romántico Julio Verne y la visión ultraliberal de la escurridiza Ayn Rand. Se atreve el autor, en la cuarta y última parte, a señalar los errores del espíritu prometeico ofreciendo si no la extirpación del mismo, sí un cierto mensaje consolador y emancipatorio. El deseo de escapar de la condición humana –dice ahora– forma parte de la condición humana. Acabáramos. En cualquier caso, resulta tonificante la visión de paralaje de esta contribución a la historia de la desmesura (sic), no sólo por la agilidad del discurso y la generosidad de sus propuestas de lectura, también porque uno cierra el libro, mira el mundo que le envuelve y se da cuenta de que sigue rodeado de agua por todas partes.
Peter Watson The german genius Pocket Books, 2013 pvp: 13.10 €
Alain Corbin La douceur de l'ombre Fayard, 2013 pvp: 25.60 €
Juan Miguel Santiago
David George Haskell The forest unseen Viking Press, 2012 pvp: 25.75 €
El crepúsculo de Prometeo Galaxia Gutemberg, 2013 pvp: 22 €
Piccolomini VVAA La botanique de Rousseau Presses Universitaires de France, 2012 pvp: 41.15 €
Sergio Rossi Un viaje por la Antártida Tusquets, 2013 pvp: 19 €
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arte y artes escénicas
En el curso del tiempo
Jean Luc Nancy La partición de las artes Pre-textos, 2013 pvp: 20 €
invitado
Cualquier buen aficionado a la música conoce ese momento que acaece en el acto primero de Parsifal, la postrera ópera de Richard Wagner, en el que Gurnemanz, el más anciano de los caballeros que custodian el Grial, explica al joven e ingenuo protagonista, mientras le conduce al interior del templo, que aquí el tiempo se convierte en espacio (zum Raum wird hier die Zeit, en la ambigua expresión alemana). Mientras tanto, el decorado se transforma alrededor de los personajes que, prácticamente inmóviles, ven cómo el mundo se metamorfosea a su alrededor. Que la ópera de Wagner, estrenada en 1882, preceda en unos pocos años a la aparición del cinematógrafo permite establecer un parentesco entre las imágenes en movimiento y la idea de la obra de arte total preconizada por el músico alemán. En el fondo, el cine iba a proponernos la posibilidad de desplegar el tiempo a través de un relato que se iba a encarnar en formas espaciales. No han sido pocos los estudiosos del séptimo arte que han destacado el hecho de que los filmes proponen al espectador un viaje inmóvil al interior de un mundo que es escrutado en todos sus recovecos, ofreciéndonos la sensación de observar los seres y las cosas en cada momento desde el mejor de los puntos de vista posibles. De la misma manera que el pensamiento de Freud revolucionó nuestra comprensión del mundo psíquico, sacando a la luz el inconsciente pulsional, el cinematógrafo lo hizo con nuestras formas de captación del mundo perceptivo, tanto óptico como acústico. Si esto era posible, se debía al hecho, apuntado por Walter Benjamin, de que, a diferencia de lo que ocurría en tiempos pasados con el mago y el pintor, capaces tanto de mantenerse a una «distancia natural» de los datos que manipulaban como de producir una «imagen total» de los acontecimientos con los que interactuaban, la cámara cinematográfica, a la manera de un cirujano, es capaz de
«adentrarse hondo en la textura de los datos», produciendo «una imagen troceada en partes que se juntan según una ley nueva». Gracias a esta capacidad del cine para descomponer y recomponer la realidad visible, a través de esa multiplicación de puntos de vista, el hombre del siglo XX vio aumentar sus ámbitos de acción de tal manera que devenían susceptibles de ser sometidos todos ellos al implacable escrutinio del ojo mecánico. Lo que el cine traía a escena era nada más y nada menos que, de nuevo en palabras de Walter Benjamin, la posibilidad de «hacer primeros planos de nuestro inventario, subrayar detalles escon didos de nuestros enseres más corrientes, explorar entornos triviales bajo la guía genial del objetivo» (las comillas son mías). Por eso, continuará Benjamin, el cinematógrafo nos ofrece la posibilidad de liberarnos del «mundo carcelario» en el que vivimos, y cuando «parecía que nuestros bares, nuestras oficinas, nuestras viviendas amuebladas, nuestras estaciones y fábricas nos aprisionaban sin esperanza», ha hecho su aparición para permitirnos «emprender entre sus dispersos escombros viajes de aventuras».
J.F. Yvars La ardilla de Braque DeBolsillo, 2013 pvp: 14.96 €
Thomas Mann Richard Wagner y la música DeBolsillo, 2013 pvp: 9.95 €
Santos Zunzunegui
Federico Fellini La dulce visión Gallo Nero, 2013 pvp: 12 €
Santos Zunzunegui Lo viejo y lo nuevo Cátedra, 2013 pvp: 14.99 €
Santos Zunzunegui La mirada plural Cátedra, 2008 pvp: 14.99 €
VVAA Salvador Dalí. Todas las sugestiones poéticas TF / Museo Reina Sofía, 2013 pvp: 49.90 €
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arte y artes escénicas
Hechos escénicos
Claudia Faci Construyo sobre el olvido Pliegos de Teatro y Danza, 2013 pvp: 5 €
Sobre los «Pliegos de Teatro y Danza»
Esteve Graset Velocidades y quietudes Pliegos de Teatro y Danza, 2012 pvp: 10.70 €
Angélica Liddell La desobediencia, hágase en mi vientre Pliegos de Teatro y Danza, 2008 pvp: 5 €
Elena Córdoba El amor y la herida. Expulsadas del paraíso Pliegos de Teatro y Danza, 2008 pvp: 5.36 €
Rodrigo García Versus. Dibujos Pliegos de Teatro y Danza, 2008 pvp: 5 €
la central
/ junio 2013
propuesta
Vinculado con el Teatro Pradillo desde sus inicios, Antonio Fernández Lera es uno de los referentes de la escena teatral madrileña. Quien fuera redactor de El Público y editor de Fases y Contextos, es traductor de infinidad de autores, entre los que destaca Shakespeare (El Rey Lear, Trea, 2003). Ante todo escritor, es director de la Cia. Magrinyana desde 1998 y editor del proyecto «Pliegos de Teatro y Danza» del que este año celebramos más de 50 títulos publicados. Para Fernández Lera, la palabra es la materia a la que hay que buscar las dimensiones necesarias para que empiecen a suceder cosas sobre la escena. Esta búsqueda podría aplicarse a la colección «Pliegos de Teatro y Danza», verdaderos documentos escénicos. «Los Pliegos nacieron como un objeto y un acto de complicidad. Un deseo de acompañamiento de la creación contemporánea». Los Pliegos recogen un compromiso y son testigos cómplices del proceso del arte escénico: «La creación escénica, basada entre otras cosas en el tiempo, se disuelve en él, y el efímero papel sigue ahí, para quien lo quiera. Los Pliegos están vinculados a realidades escénicas, no a obras dramáticas como tales o como literatura "independiente" de la escena». Los autores Elena Córdoba, Mónica Valenciano, Carlos Marquerie, Fernando Renjifo, Rodrigo García, Angélica Liddell, Elisa Gálvez y Juan Úbeda del malogrado El Canto de la Cabra, Sarrió, Fresneda, Faci, Giménez y Fidalgo, entre otros, acompañan sus escritos con dibujos, fotografías, conversaciones y textos sobre los autores. Tal es el caso de los dibujos de Marquerie, los de Rodrigo García o un texto sobre la obra del escultor Juan Muñoz en Tiempos como espacios de Fernando Renjifo. Teatro y danza se dan la mano en los Pliegos cuestionando los límites de la palabra y de la acción, cuestionando la posibilidad de
un sentido unitario: «me cuesta pensar en términos de literatura dramática. Puedo entender de géneros, pero prefiero no hacerlo. Me interesa el teatro que tiene más que ver con todas la artes y con la sustantividad de lo escénico. No sé si lo que escribe gente como García, Marquerie y otros autores de los Pliegos es teatro, es danza…». Esteve Graset En palabras de Fernández Lera "Esteve Graset es fundamental en la creación teatral del siglo XX y el libro Velocidades y quietudes, en palabras de Fernández Lera «es una deuda conmigo mismo». Es un pequeño libro que Esteve dejó terminado y listo para publicar antes de morir en 1996. Mezcla muy personal de información, textos para la escena y diario de todo el proceso final de su vida, su batalla contra la enfermedad y la muerte. Su ausencia me provoca todavía lágrimas de ira. Creo que cualquier persona que pretenda crear desde su propio ser, con libertad, sin repetir fórmulas manidas ni académicas, debería conocer este pequeño libro. Los autores de los Pliegos comparten con Graset el deseo de cambiar algo en sus propias vidas y en las vidas de los demás, el deseo de romper la rutina y la pereza mental. Y, aunque pudiera pensarse que defienden un tipo de teatro concreto, Fernández Lera insiste: «Los Pliegos no defienden nada, solamente muestran algo que existe y que seguirá existiendo: el rescoldo como un elemento del fuego». Èlia Llach
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arte y artes escénicas
Escenarios de teatro
Marcos Ordónez Un jardín abandonado por los pájaros El Aleph, 2013 pvp: 20 €
Microdiccionario parcial
invitado
Grec Oigo la palabra «Grec» y salivo una imagen cretácica, gentileza del director Juan German Schroeder (q.e.p.d): «El Grec lo abrimos la actriz Mercedes de la Aldea y yo. En mayo del 52, Mercedes había montado Edipo Rey, protagonizado por Lluís Tarrau, en el patio del Hospital de la Santa Creu, con mi asesoría. La versión era de Leopoldo Longhi y la música de Mestres Quadreny. Mucha gente se quedó sin poder entrar, así que decidimos reponerlo en un aforo más amplio. El Grec estaba cerrado desde antes de la guerra: Era una ruina, un agujero negro que no interesaba nadie. Cuando pedimos el permiso, nos miraron como si estuviéramos locos, pero nos lo dieron. En pocas semanas encalamos paredes, improvisamos camerinos, limpiamos de escombros las gradas y el escenario… Y el 6 de julio, a las siete de la tarde, para aprovechar al máximo la luz natural (porque no nos quedaba dinero para focos), presentamos la función. Fue un enorme éxito, hasta el punto de que el ayuntamiento costeó la reinauguración oficial del recinto, que tuvo lugar el 21 de septiembre de nuevo con Edipo Rey. Pero nadie parece acordarse de todo eso». Avignon Mis primeros años allí fueron una locura, una devoración continua: teatro por todas partes, noches insomnes, incendiadas. Luego me cansé del teatro francés y de las motos centroeuropeas que nos querían vender cada año, pero quien no lo haya pisado nunca puede sentir el mismo calambrazo iniciático. Advertencias: el off es inabarcable y la Cour d’Honneur es el lugar más incómodo del universo. El clima es ferozmente altibajónico. Días que rozan los cuarenta grados (las murallas blanquísimas forman una olla perfecta, una mampara reflectante) y noches en las que comienza a soplar el mistral: de repente la temperatura se vuelve alpina, reparten mantas en los espacios abiertos
y las plateas parecen campos de refugiados. Lo mejor era (no sé si sigue siendo) la reinvención de los espacios: la cantera Callet que albergó el Mahabharata de Peter Brook, la mansión de las afueras que se convirtió en la residencia de Las tres hermanas y los claustros de Carmes y Célestins, la capilla Pénitens Blancs, la cartuja de Villeneuve y un largo etcétera. Londres «En verano no hay teatro», os dirán. Mentira podrida. El teatro en Londres no se para nunca. Y en verano sigue habiendo mucho, porque se nutre de los turistas. Ahora es un buen momento para ir reservando, porque la libra está baja. Las entradas son caras, eso sí, sobre todo en el West End: el alquiler de los teatros es prohibitivo y los musicales son pozos sin fondo. Atentos también a las programaciones «abiertas» (en Regent’s Park, en el Inside Out del National). A descubrir: el Menier Chocolate Factory, junto a la estación de London Bridge y muy cerca de la Tate Modern. Ofrecen packs de cena y función a precios decentes. Otra recomendación: el Sheekey Oyster Bar, en St. Martin’s Court: sofisticado, art déco, escondido, tranquilo. No es precisamente barato (nada es barato en Londres), pero tampoco es brutalmente caro. Y cierra a las doce de la noche. Edimburgo Vale, muy bien el festival, pero tenéis que saber dos cosas: a) los lugareños no hablan inglés sino edimburgués, un idioma arcaico críptico especialmente inventado para desconcertar visitante; y b) hay un hotel lujoso en las afueras, con pavos reales en el jardín, que está levantado, enplan Poltergeist, sobre un osario de la Gran Guerra. Allí tuve yo las pesadillas más salvajes de mi vida, o sea que no lo recomiendo, a no ser que os apetezca el teatro mental, facción Dragon Khan onírico. Marcos Ordóñez
Marcos Ordónez Telón de fondo El Aleph, 2011 pvp: 15 €
Marcos Ordónez Turismo interior Lumen, 2010 pvp: 19.90 €
Peter Brook (prólogo de Marcos Ordónez) El espacio vacío Península, 2012 pvp: 15.90 €
Wadji Mouawad Cielos KRK, 2013 pvp: 19.95 €
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infantil y juvenil
Anna Carretero, Marcela Hattemer y Anna Purroy Mochila 100% algodón con ilustraciones Madeleine Robinson Coq en pâte , 2013 pvp: 35.80 €
Gorro de playa 100% algodón con ilustraciones Madeleine Robinson Coq en pâte , 2013 pvp: 15 €
Virginia Lorente Mis casas favoritas
Mironins Mironins nos permite aproximarnos a la obra de Joan Miró de una manera divertida y educativa. Se trata de un libro-juego en el que unos personajes que escaparon de un cuadro, los Mironins, nos explican la biografía del artista a través de ejemplos y de propuestas distintas, ya sea una idea para pintar o un juego de observación. La amplia trayectoria de Miró nos permite observar técnicas diversas, como el collage, o aprender del poder de la imaginación de un artista que ve formas en las nubes y escaleras que separan el mundo real del de los sueños. Este libro nos da las claves para que niños y niñas a partir de tres años conozcan a un gran artista del siglo XX, su trayectoria y algunas de sus obras. Meritxell Ral
«Un tejado triangular, ventanas cuadradas, una puerta en medio… ¡y una chimenea! Te enseñaré que una casa puede ser mucho más, puede ser todo lo que tú quieras…». Así nos invita el Modulor de Le Corbusier a visitar sus casas favoritas. Premio Crítica Serra d’Or 2013 en la categoría juvenil de conocimientos, Mis casas favoritas acerca el mundo de la arquitectura contemporánea a los más jóvenes. Visitamos con el Modulor algunas de las casas más emblemáticas de la arquitectura del siglo XX, como la casa Fallingwater de Frank Lloyd Wright, la Villa Mairea de Alvar Aalto o la casa Farnsworth de Mies van der Rohe. Después de una guía tan ilustrativa como divertida, imaginamos cómo sería una casa en la luna, en un acantilado o en medio de un bosque… ¡Dejemos volar la imaginación y hagamos de arquitectos dibujando nuestra propia casa! Sílvia Aymí
Cuchara-juguete de madera Donkey Creative Lab, 2013 pvp: 13.55 €
Mironins Gustavo Gili, 2013 pvp: 9.90 €
Mis casas favoritas Genèric, 2012 pvp: 15 €
Janosch
Vamos a buscar un tesoro
Vamos a buscar un tesoro Kalandraka, 2013 pvp: 15 €
la central
/ junio 2013
El pequeño Oso y el pequeño Tigre salen en busca de lo mejor del mundo. Y, para nuestros amigos, lo mejor del mundo es encontrar un gran tesoro de monedas y hacerse ricos, para poder cocinar fantásticas truchas con eneldo y no tener que comer más coliflor con mantequilla. Juntos vivirán penas y alegrías y, para su sorpresa, encontrarán otros tesoros que no habían imaginado. Atravesando mares y bosques frondosos conocerán al león de los pantalones azules que les guiará hasta un burro viajero llamado
Mallorca, para quien lo mejor del mundo siempre está en la lejanía y esta nunca queda donde está uno; también a un topo feliz que piensa que lo mejor del mundo es tener buen oído. Con esta pareja de amigos, al igual que en su día le ocurriera a Arnold Lobel con sus Sapo y Sepo, Janosch consiguió fama mundial como ilustrador infantil. El mensaje está lleno de una sabiduría y un conocimiento que delimitan muy bien un estilo marcado por la emoción, la ternura y la calidez. Susana Sánchez
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infantil y juvenil
Arthur Conan Doyle e Iban Barrenetxea
Màriam Ben-Arab Jardineria fácil para niños
La liga de los pelirrojos Bolsa de tela de cometas de kitesurf reutilizadas Demano, 2013 pvp: 27.75 €
La liga de los pelirrojos es un relato ilustrado para jóvenes y adultos que nos narra una aventura del famoso personaje de Conan Doyle, Sherlock Holmes. Este clásico de intriga nos cuenta el extraño caso del señor Jabez Wilson, un hombre que, alentado por su empleado Vincent Spaulding, ve una oportunidad de mejora económica en una insólita oferta de empleo sólo apta para pelirrojos. Ocho semanas después de ir cumpliendo con su trabajo de copiar la Enciclopedia Británica, el señor Wilson llega a la oficina y ve que ha sido clausurada. Ante estos hechos tan característicos, decide visitar a Sherlock Holmes para que descubra qué se esconde detrás de La liga de los pelirrojos y el porqué de este trabajo tan poco común. Una vez más, una narración clásica nos sorprende por su simplicidad y corrección en un caso que sólo Sherlock Holmes y Watson son capaces de resolver.
Con el libro Jardinería fácil para niños, los pequeños a partir de seis años podrán hacerse una idea de cómo crear un auténtico jardín donde cultivar lo que más les guste (flores, hortalizas, plantas aromáticas…). Encontrarán información útil sobre las plantas y su funcionamiento, ideas sobre cultivo ecológico y manualidades para personalizar de forma divertida su propio rincón verde; todo ello acompañado de sugerentes ilustraciones y contado con un lenguaje sencillo. La idea es que, con este libro, los más pequeños adquieran nociones de jardinería y ecología y que, a su vez, entiendan la importancia de respetar y cuidar las plantas, pasando un buen rato y aprendiendo a responsabilizarse.
Kit de manualidades Cosas buenas para niños Seedling, 2013 pvp: 23.80 €
Eloise Barighini
Meritxell Ral Kit de manualidades Colorea el mundo Seedling, 2013 pvp: 21.30 €
La liga de los pelirrojos Anaya, 2012 pvp: 12 €
Jardinería fácil para niños Larousse, 2013 pvp: 9.95 €
Marianne Dubuc y Mathieu Lavoie Pero papá…
Dentro de la literatura infantil, podríamos hablar del subgénero «padres que quieren ir a dormir ya, de una vez por todas». Libros en los que se relata el drama de poner a dormir a los niños y la desesperación paterna frente a la desobediencia de los niños contra el statu quo imperante: ¡antes de las nueve, todos a la cama! Pero papá… sigue esta idea que ya habíamos podido leer en La Campeona mundial de mantenerse despierta (Jimmy Liao, ed. Barbara Fiore) o en Hay un cocodrilo debajo de mi cama (Mercer
Mayer, ed. Corimbo), donde también se trata el concepto del miedo a la oscuridad. De la mano de un adorable papa chimpancé un poco despistado pero con más paciencia que un santo, el cuento explica cómo este consigue crear el ambiente ideal para que sus dos crías se vayan a dormir. Con un texto simpático y, sobre todo, con el trazo sencillo y adorable de MarianneDubuc, las páginas se van llenando de detalles, de la nada al punto de luz, para no tener miedo a los malos sueños. Noemí Jiménez
Pero papá… Juventud, 2013 pvp: 10.50 €
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infantil y juvenil
Bang! Una editorial de cómics para niños
Nicolás Martínez Cerezo La gorda de las galaxias Bang!, 2012 pvp: 20 €
Eun Hyang Jung Coco el cocodrilo Bang!, 2012 pvp: 13 €
Liniers Lo que hay antes de que haya algo Pequeño editor, 2013 pvp: 14 €
Tove Jansson Moomin builds a house Drawn & Quaterly, 2013 pvp: 8.80 €
Vera Brosgol El fantasma de Anya Norma, 2013 pvp: 22 €
la central
/ junio 2013
entrevista
¿Cómo surge la idea de editar exclusivamente cómics para niños? sde el principio, confiamos mucho en el proyecto. Luego te das de cara con la realidad del funcionamiento de la industria: la distribución, que los libreros entiendan que se trata de cómics y no de libros ilustrados, que apoyen el proyecto… Al final, los lectores ponen las cosas en su lugar y ves que no era tan mala idea. En cuanto a la idea en sí, surge de nuestra propia necesidad (la de Maxi Luchini y mía); como lectores de cómics que somos, además de ilustradores, notamos que faltaban cómics para niños como los que leíamos de pequeños. Además yo acababa de ser padre y me dí cuenta de que contarle un cómic a un niño pequeño era un trabajo dificultoso si lo abordabas con cómics de temática adulta. ¿Qué diferencia hay entre un infantil de hace treinta años y uno de actual? ¿Por qué lo llamamos cómic y no tebeo? De pequeño leía los cómics que se editaban en Argentina… Por un lado, había cierto halo de inocencia respecto de los cómics actuales; pero, por otro, al recuperarlos he notado que detrás de esa pátina naïve había a su vez un subtexto que llegaba hasta lo político. El ejemplo más claro es Mafalda. Le he pasado los cómics de Mafalda a mi hijo y, si bien se ha hecho fan enseguida, he notado la cantidad de «cajas» que hay que abrir a medida que avanza el texto… Todo está repleto de metamensajes, y lo que para nosotros no suponía demasiadas dificultades, al leerlo con mi hijo tuve que explicarle no sólo lo que quería decir Mafalda cuando la veía en la tele, sino el tipo de tele que veíamos y las cosas que sucedían en el país. Situar a mi hijo me llevó a resituarme a mí mismo. Más allá de Mafalda, había otros cómics, aunque no todos para niños; y a ninguno lo llamábamos cómic sino «histo rietas» (el tebeo lo descubrí más adelante, cuando comenzaron a llegar las publicaciones españolas).
El consumo de cómic adulto ha aumentado en los últimos años en este país. ¿Ha ocurrido lo mismo con el infantil y juvenil? Creo que los números han ido de la mano… Si aumentó el cómic adulto, quiere decir que hay más adultos que leen cómics, y muchos de esos son padres o tíos que llevan a casa cómics a sus hijos o sobrinos… Es decir, una cosa lleva a la otra. Nosotros, con la colección Mamut provocado lo mismo pero en sentido inverso: muchos padres descubren cómics para ellos a partir de comprarle uno a su hijo. ¿Creéis que los padres de hoy buscan y eligen los libros para sus hijos de una forma distinta a como lo hacían los de hace treinta años? Quiero creer que sucede como hacía años que no sucedía: que este momento es uno de los mejores momentos del cómic español… Aunque no lo puedo asegurar. Por otro lado –y esto es algo que no se puede obviar, hay una crisis enorme que obligará a bajar esos números, esa buena sensación, indefectiblemente… Espero que el cómic haya arañado a un sector del público lector de libros y eso consiga equilibrar un poco. ¿Cuál es el primer cómic que recordáis? ¿Y el primero que compartisteis con un niño? El primer cómic que recuerdo… es un cómic de Patoruzito (un personaje del cómic argentino), una revista que me compró mi padre cuando yo tenía 3 años y había caído enfermo. Uno de los primeros cómics que compartí con un niño pequeño… Lo recuerdo bien ¡porque fue con mi hijo! Uno de los primeros que leímos juntos fue el Astro-Ratón & Bombillita antes de editarlo en Mamut, en su versión pdf (¡en serio!). ¿Y el último? el Nowt de Gabriel Corbera (lo iba a leer él solo, pero se dió cuenta que necesitaba ayuda porque estaba en inglés). Sílvia Aymí
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miscelánea
Revista Vermouth
Sara Fanelli The onion's great escape
Vermouth es una delicia. Es una revista hecha por y para amantes de la cocina. Para aquellos a los que nos gusta disfrutar de la comida, haciéndola y compartiéndola. Bilingüe e impecablemente editada por Publications for Pleasure, con fotografías e ilustraciones deliciosas, Vermouth aborda distintos aspectos de la gastronomía como experiencia universal, tal y como bien reza su pequeño prólogo a modo de declaración de intenciones. De forma similar a como se comparte un vermut con los amigos en un día soleado, esta revista nos cuenta de manera reposada varias historias como la de Marta y Tanit, que hacen pan de castañas; la de Laura, que después de perder su empleo empieza a cultivar su huerto familiar y reparte hortalizas bajo el nombre de La Casita; o la de Les Mineres, que se reúnen con unos amigos para volver a lo básico, acudiendo a la matanza del cerdo en un pueblo de Zaragoza.
Hugh Fearnley-Whittingstall The river cottage fish book Ten Speed Press, 2012 pvp: 39.30 €
La multipremiada Sara Fanelli no puede evitarlo: con su desbordante creatividad y su gran mezcla de técnicas, crea libros maravillosos. Fanelli dibuja, pinta, fotografía, mancha, escribe y maqueta sus libros, y siempre nos cuenta algo más que un cuento. Esta vez nos reta a salvar una cebolla de ser hervida. Esta verdura amiga está en peligro, y la única manera de salvarla de la olla es contestar a todas sus preguntas. La cebolla nos pregunta acerca de nuestra vida, sobre cómo vemos las cosas y cómo es el mundo que nos rodea; preguntas que no sólo tienen una respuesta sino mil, como las mil capas de nuestra amiga. Si la ayudamos llegando al final, podremos liberarla y descubrir la gran sorpresa que esconde este maravilloso libro objeto de la primera ilustradora ganadora del prestigioso premio de honor de la Royal Designers for Industry.
Sílvia Aymí
Ricardo Cavolo y Mario Suárez Cocina Pop Lunwerg, 2013 pvp: 17.95 €
Louis Eguaras 101 cosas que aprendí de la escuela de cocina Abada, 2012 pvp: 14 €
S. A.
The onion's great scape Phaidon, 2013 pvp: 19.95 €
Vermouth Vermouth 2013 pvp: 15 €
Gazpachos y sopas frías Hay sitios en los que le ponen miga de pan seco remojada; en otros se considera delito utilizar un robot de cocina (o una varilla eléctrica), hay que majar a mano y mortero. Si preguntas por las proporciones de vinagre, ajo o aceite, verás cómo cada casa tiene sus reglas inamovibles. Cualquier plato popular que haya conocido el éxito tiene mil y una versiones… Y el gazpacho es el plato frío más exitoso de estos lares. Sopa fría, salsa o bebida. Tapita, entrante o acompañamiento, da igual cómo se defina o utilice, el gazpacho es
un manjar versátil y delicioso que ha tenido una descendencia fructífera. Al final, se trata de emulsionar un medio acuoso en un medio oleaginoso: las gotitas de aceite, más voluminosas y lentas que las moléculas de agua, retendrán el movimiento de estas y conseguiremos un resultado denso y untoso. A partir de aquí, la imaginación del ser humano cocinero: desde el gazpacho de bogavante al salmorejo de fresones; rojos, verdes, blancos, rotundos o sutiles. Buen provecho y feliz subidón de vitaminas. Nacho Borraz
Ramón Oró. Cremas y sopas frías Prensa Universitaria, 2012 / pvp: 3 € Martine Lizambard. Gazpachos Timun Mas, 2013 / pvp: 3.90 €
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inclasificados
Los libros de Viaje a la Luna
Manos a la obra
de Georges Méliès
Utilizar los recursos más cercanos para impedir que no exploten Todo se remonta a 1865, año en el que Jules Verne publica en el Journal des débats politiques et littéraires la novela De la Terre à la Lune. 37 años más tarde, y basándose en ese relato que por primera vez analizaba la problemática para alcanzar la luna, Georges Méliès estrena su 23ª película: Le Voyage dans la Lune. Méliès se inspira, además de en el texto de Verne, en dos obras más: por un lado, la ópera féerie Le Voyage dans la Lune de Jacques Offenbach, estrenada en 1875; por el otro, en Los primeros hombres en la luna, de H.G. Wells, escrita solamente dos años antes de rodar el filme. De la primera extraería la estética y gran parte de la historia; de la segunda, la visión de los selenitas que aparecen a media película. Con estas obras surge un nuevo género que resultará prolífico tanto en el cine como en la literatura: la ciencia-ficción. Si bien la paternidad del género literario por parte de Verne parece ser discutida (algunos la remontan a Shelley, otros la retrasan hasta Asimov), la de Méliès en relación al cinematográfico resulta indudable. Y, aunque no es el primero en usar los efectos especiales, sí es el primero en explotarlos. Méliès inaugura una nueva senda en la historia del cine: de él nace lo espectacular, los efectos especiales, Hollywood si queréis, enfrentándose a la concepción testimonial del cine de los Lumière. Donde los hermanos documentaban, Méliès inventaba. No resulta casual, entonces, que Le Voyage dans la Lune acabe convirtiéndose en la imagen icónica del cine, como si la capacidad inventiva e imaginativa –trucajes, fantasía, juegos ópticos, etc.– propia del creador constituyera la esencia ontológica de la cinematografía. Méliès fue, ante todo, un ilusionista: un hombre del espectáculo que usó el recién inventado artilugio para continuar maravillando a su público, sin perseguir objetivos artísticos. Aún así, su capacidad a la hora de experimentar con el lenguaje cinematográfico y buscar sus propios límites para descubrir nuevas formas de narrar lo emparenta con alguno de los escritores más experimentales: Queneau, Cortázar, Apollinaire… Elena Martín
Georges Méliès Georges Méliès. Vida y obra de un pionero de cine Casimiro, 2013 pvp: 7 €
la central
/ junio 2013
propuesta
Un puñado de frases hechas sobrevuela nuestro planetilla: «Crisis es oportunidad», «Esto es un cambio de modelo», «Piensa globalmente, actúa localmente»… Clásicos que vuelven de tanto en tanto para contribuir al famoso giro lampedusiano de la sociedad: tanta vuelta para quedarnos como estábamos (pero mareados). O lo que es lo mismo, la pasta manda. Claro que, desde hace algún tiempo, me fijo en que crece el número de seres humanos interesados en conseguir la autosuficiencia en todos los campos. Una de las razones para que la gente se haga sus propios zapatos, fabrique generadores eólicos caseros o dedique una buena parte de su tiempo a refugiar gallinas junto a las zanahorias de su balcón es, desde luego, la económica. A medio plazo resulta rentable el esfuerzo inicial, a largo plazo es la única manera de que esto siga tirando para todos. Pero no sólo la rentabilidad material mueve a buena parte de esta legión de diestros hacendosos. Tal y como están las cosas, la causa principal es la de la desconfianza: a ver quién se fía de las grandes empresas que cada día dan ejemplo del interés que tienen por su responsabilidad social. La manera de que no te den equino por vaca o de decidir la cantidad de heces con las que condimentas tus postres es controlar todo el proceso con tus manitas. Si no puedes criar los animales que te comes o no dispones del tiempo o el espacio para plantar los cereales con los que hacer tus tartas, por lo menos hay que tener el conocimiento de qué medios químicos y humanos se han cultivado. La manera de que los profesionales bancarios no nos engañen con productos financieros incomprensibles en monedas extranjeras o inventándose un dinero privado volátil es poner nuestros ahorros en manos de pequeñas bancas controlables o explorar nuevas formas de comunidad y de ética del ahorro. En fin, que cada vez parece más claro que, si no te informas a conciencia y si no conoces los procesos de
fabricación, lo mímino que puedes esperar es que algún desaprensivo se valga de tu comodidad para colártela. Lo que hace falta son ganas. No hay que dejarse vencer por las apreturas urbanas y renunciar a la recolección de hortalizas y demás manjares. Para informarnos a fondo y adquirir las destrezas necesarias en diferentes facetas productivas caseras hay una buena cantidad de libros de utilidad contrastada. Los anglosajones hace años que tienen auténticas biblias de la sostenibilidad y el make yourself. Se puede desde construir el propio horno panadero con adobe hasta levantar un calefactor solar con latas. Como ellos dicen: si en Brooklyn son viables los huertos urbanos, es que lo son en cualquier lugar del mundo. Aquí también contamos con un buen puñado de consejeros locales dispuestos a echarnos una mano tanto en el mantenimiento de huertos urbanos (o rurales, ojo) como en la búsqueda de la mejor entidad financiera; tanto en la información sobre los electrodomésticos más eficientes como en las empresas de quilómetro cero. Pues eso, a perder la pereza, a abrir un libro y manos a la obra. Los tomates de tu balcón sabrán mejor que los podridos que les lanzas a los que ya sabes. Nacho Borraz
Josep M. Vallès El huerto urbano Serbal, 2012 pvp: 22 €
Abigail R. Gehring, Back to basics Sky Horse, 2008 pvp: 21.80 €
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inclasificados
Lectoróscopo
Consultorio de Mademoiselle Justine
Rodrigo Fresán
ARIES. La falta de espacio (sumada a la falta de dinero) te obligará a desprenderte de buena parte (la parte buena) de tu biblioteca. Ofreces, con dolor, primeras ediciones, volúmenes firmados, títulos descatalogados. El hombre que llegará a tu casa a valorarlos –que no se parecerá en nada a Anthony Hopkins en aquella película bibliófila– te preguntará con una son risa: «¿Y cuánto dijo que iba a pagarme para que me los llevara de aquí?». TAURO. Te obsequiarán con tu primer lector electrónico. Se te escapará de las manos mientras lees en la bañera. No morirás electrocutado; pero te sentirás muy tonto y, enseguida, muy pero que muy aliviado de no tener que volver a usarlo. GÉMINIS. Soñarás con el futuro, con la muerte de César Aira. Superados los fastos funerarios, los homenajes más o menos sentidos, las merecidas reediciones varias, una auténtica e insospechada sorpresa: el tan prolífico argentino es el único escritor de la historia moderna que no ha dejado ningún texto inédito, ningún manuscrito póstumo, ni la lista de la compra, nada de nada. «Bien hecho», pensarás al despertarte. CÁNCER. Leerás de nuevo La cartuja de Parma y Rojo y negro, Madame Bovary y La educación sentimental, y Guerra y paz y Anna Karenina para volver a intentar clarificar cuál es el mejor título de Stendhal, de Flaubert, de Tolstói. Seguirás sin decidirte. Lo que justificará una/otra lectura, de aquí a unos años, en un hospicio de lo más deprimente. Pero, ah, esas novelas que no se acaban nunca de leer, de releer… LEO. Dejarás de responder «Pedro Páramo» cada vez que se interesen por cuál es tu clásico favorito. De acuerdo: es un clásico. Pero va siendo hora de que reconozcas que es el único clásico que has leído porque es breve y porque sueles ir de vacaciones a México, a Cancún, donde (más vale que lo vayas sabiendo de una buena vez) no transcurre Pedro Páramo. VIRGO. Tu mujer te regalará una especie de manual de juegos sexuales inspirado en Cincuenta sombras de Grey. No captarás la indirecta y lo cambiarás por una recopilación de
ensayos de George Steiner. Tendrás una mala noche: latigazos y sogas, pero de los que duelen mucho y de las que aprietan demasiado. Y nada de sexo, claro. LIBRA. Tu hijo de nueve años volverá del colegio con una nota de dirección donde les piden a los padres una contribución de 500 euros por alumno para financiar la puesta en escena de Victus de Albert Sánchez Piñol en el festival de fin de curso. Si la cosa sale bien, prometen, la inversión se amortizará con una gira por diferentes provincias durante el verano. Ah, bueno, de ser así… ESCORPIO. Escucharás un ruido extraño en tu piso, como de roedor mecánico. Ante la imposibilidad de ubicarlo y neutralizarlo, luego de haber probado todo, llamarás a un ocultista. Pronto se te informará de que el fantasma de Carlos Fuentes se ha instalado en tu casa y de que el ruido que oyes es el del espectro mexicano escribiendo y escribiendo y escribiendo. Pero no te preocupes demasiado: dentro de tres meses serás desahuciado por no pagar la hipoteca. SAGITARIO. Serás uno entre los millones que se enterarán de la existencia de un tal Dante y de algo llamado La Divina Comedia cortesía del nuevo engendro de Dan Brown. Felicidades y no te preocupes: para esta misma fecha, el año que viene, ya te habrás olvidado de todo; como una vez te olvidaste del nombre del pintor del cuadro ese de la mujer que sonríe porque ella es en realidad la señora de Jesucristo o algo parecido. Era así, ¿no? CAPRICORNIO. Una mañana de estas, te detendrás frente al escaparate de una librería para leer el título de un best-seller: Si me preguntas si te quiero te pido por favor que antes de responder me dejes consultar con mi brújula y mis padres y mi analista porque ya sabes cómo soy con estas cosas del corazón y de casualidad sabes en qué estación de metro tengo que bajarme para llegar a… Al caer la noche, todavía estarás allí, leyendo el título que no cesa, y mejor que avises a tu familia de que no llegarás a cenar. ACUARIO. En una de esas siestas ridículas, fantasearás con la imposible existencia de un espacio dedicado a ti y solo a ti: un festival, una
retrospectiva o, por qué no, todo un museo. Pero enseguida descubrirás que, más que el contenido, lo único que te interesa del delirio alucinatorio en cuestión es la tienda de libros, regalos, souvenirs, postales y objetos divertidos. Signo de los tiempos. A propósito: tu catálogo estará repleto de páginas en blanco. Y no por un defecto de impresión. PISCIS. Se acerca el verano y ¿qué G.L.G (Gran Libro Grande) comprarás para no leer este 2013? En años anteriores fueron Dickens, Montaigne, Wallace, Maupassant, Shikibu, Gibbon, Grossman, Chateaubriand, Mann, Boswell. ¿Qué tocará este año? ¿Casanova? ¿Hardy? ¿El siempre postergado Proust? Una cosa está clara: los G.L.G son como la pornografía, donde se mira aquello que uno jamás pondrá en práctica. Pero es tan excitante tenerlos a mano… ARIES, TAURO, GÉMINIS, CÁNCER, LEO, VIRGO, LIBRA, ESCORPIO, SAGITARIO, CAPRICORNIO, ACUARIO Y PISCIS (Y OFIUCO Y CETUS). Buscarás y encontrarás sin dificultad todos tus libros en internet. Los libros que escribiste con el sudor de tu frente y el calambre de tus dedos. Pirateados. Descarga gratuita. Viva la cultura para todos juntos ahora, etc. Recordarás cuando –en otra era, en otro planeta, no hace mucho, recientemente– todo eso de verte allí, clandestino y de contrabando, te producía una mezcla de orgullo y gracia. Ya no. Ya nunca. Nevermore, dijo el cuervo.
Querida Mademoiselle Justine, Acudo a usted algo perpleja. No soy yo muy amante de los clásicos, pero me hallo en una encrucijada gastronómica con tintes de tragedia griega. Hace ya un tiempo que descubrí lo balsámico del hacer culinario. Cocino para y por amistad y amor. No cocino nada azul ni rosa por convicción, y no uso rebosantes coberturas edulcoradas; más bien soy de atún o rodaballo con verduritas y sopas frías. Hace unos días le preparé un menú maravilloso a mi amante y creo que quedó muy satisfecho. El caso es que, dos días después, apareció con un libro que yo intuía como la Miscelánea gastronómica de Schott o la Gran enciclopedia de los sabores, pero resultó ser el viejo recetario de su difunta madre. Querida Mademoiselle, ¿debería intentar emular esos guisos caseros? Madre no hay más que una, guisos hay muchos, pero amantes sin traumas aparentes ya no quedan dema siados y no quisiera yo quedarme sin el mío Antimaleni
Querida Antimaleni, No puedo más que alabar tu buen criterio en lo que respecta a tus elecciones cromáticogastronómicas. Y una mujer con tan buen gusto no puede pasar por alto la palabra clave en tu historia: DIFUNTA. ¿Tu amante es un pequeño Edipo? ¿Y cuál no? Todas sabemos que ellos acostumbran a tener esa molesta costumbre. Pero, mientras no se aficione a la güija, estás a salvo. Si todo lo que él necesita para que le recuerdes a su DIFUNTA mamá es que le cocines alguno de esos platillos que le ponen nostálgico, adelante. Igual resulta que la buena señora era una Carme Ruscalleda sin descubrir y acabáis chupándoos los dedos, o lo que sea, gracias a ella. Eso sí, si algún día te suelta la célebre frase «a mamá le quedaba mejor», le das con la Enciclopedia de los sabores en la cabeza y a otra cosa mariposa. Un Edipo pase, pero a un cursi tiquismiquis hay que sacudírselo de encima cuanto antes mejor. Queridos lectores, Os recomiendo la lectura de ¿Cómo debería ser una persona? de Sheila Heti, una novela que podría recordar a un cómic fanzinero o a un reality-show. Una novela que nos habla de la confusión con la que tiene que vivir una mujer de hoy en día, que en teoría goza de todas las oportunidades pero termina con trabajos precarios, apartamentos cutres y amantes peores aún. ¿Cómo debería ser una persona? podría llamarse «¿Qué hace una chica como yo en un sitio como este?», algo que personalmente me he preguntado innumerables veces. Y, a pesar de la aparente frivolidad de la historia, la desazón y la búsqueda de respuestas de la protagonista nos lleva a reflexionar sobre el rol actual de las mujeres. Podéis enviar vuestras consultas a: mademoisellejustine@lacentral.com