LA FRAGUA. El flamenco desde La Isla de Camarón. Nº 10

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SUMARIO

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y celebración

Dedicado a mi amigo Curro Albayzín

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EDIT ORIAL

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ARQUIT ECTURA Tiempo de pesadumbre FLAMENCA

CON CAMARÓN

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PLANETA FLAMENCO

PACO CEPERO

BREVES NACIONALES

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ADELA CUBAS

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EL COLMAO FLAMENCO

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EL VERANO DE LOS JUANES.. Y DE JOSÉ

Que te quiten lo bailao

Por Isabel Lebrero Benítez

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FLAMENCO EN IMAGEN

La guitarra con esencia propia

por Ángeles Cruzado

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FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN Entrevista a Jesús Guerrero

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REENCUENTRO CON CON OTRO TOQUE DESDE LA RED LAMARCA ¡Ahí van unos fandangos!

SUGERENCIAS

CRÉDIT OS Revista LA FRAGUA

El flamenco desde La Isla de Camarón ISSN

2444-5460 Depósito legal CA 15-2015

Contenidos

Carlos Rey (Coordinador), Antonio Jiménez Cuenca, Antonio Mota, Carmen Mateos, Juan Silva, Lolo Picardo, Trysko

CAMARÓN DE LA ISLA Último recital en el campo de Gibraltar

FRAGUANDO LETRAS

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AGENDA NACIONAL

Por José Carlos Cabrera Medina Colaboradores Pepe Lamarca, Antonio Canales, Isabel

Edición

LA FRAGUA

Lebrero Benítez, José Manuel Gamboa,

Asociación Cultural Flamenca

Chemi Delgado, José Carlos Cabrera, Juan

Foto Central: Ignacio Escuin

Hervás, Cristóbal Trujillo, Dave Aglow, La

Portada: Juan Luis Monge

Ángeles Cruzado, Francisco Rueda Algaba, Luis Monge, Ignacio Escuin, Juan Carlos Gafa, Antonio Tocino y Paco Manzano. Publicidad: Chico Cárdenas Redacción

info@lafraguadelaisla.com

Diseño: DestinoEstudio


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EDIT ORIAL

Tiempo de pesadumbre y celebración

Vamos dejando atrás un verano aciago en cuanto a lo flamenco y es que no podemos iniciar esta editorial sin dejar de acordarnos de nuestros mayores que tan prontamente, para nuestro entender, nos han ido dejando estos meses atrás. Generaciones que, emparentados por su explosión creativa de arte en los años sesenta y consolidada durante los 70 y 80 del siglo pasado, dejaron en alto sus mejores gargantas y sus mejores momentos. Juana la del Revuelo, Juan Carmona, Habichuela, Juan Peña, el Lebrijano, José Menese y Paco Taranto, figuras irrepetibles y únicas de un universo generacional que se nos va extinguiendo. Personas, artistas, que bebieron de las fuentes hasta llegar a ser las fuentes mismas. Por eso, en este verano en el que el suelo se nos ha movido bajo los pies, queremos ofrecerles desde esta Fragua el mayor de los reconocimientos. A ellos, a los que tanto queremos. Tiempo de pesadumbre y celebración. Como nos decía el maestro Ortiz Nuevo “… porque lo mismo sientes la punzada y la sangre o el hambre que enseguía te da el frescor de la sanación te cicatriza y satisface tanto que el dolor se olvida y queda la estela fragancia de la belleza a la vera tuya que ese es uno de los milagros del cante de qué manera se alcanza la satisfacción mentando a la pena…”. Pero haremos de la contrariedad virtud para seguir con nuevo impulso y con más ganas, y así lo hemos querido reflejar en este número diez de La Fragua que ahora ve la calle. Abriendo la portada con el gran maestro de la guitarra y leyenda del flamenco Paco Cepero, impulsor y promotor de nuevos valores, amén de enorme guitarrista. El maestro Cepero fue el que llevó por primera vez a Madrid a Camarón. Y como ya sabemos, el próximo año se cumplirán veinticinco años de la muerte de Camarón de La Isla. Desde La Fragua, no queremos dejar

que este acontecimiento pase desapercibido y para ello estamos preparando una programación especial que se desarrollará a lo largo de todo el año. En primer lugar, nos hermanaremos con la Peña Flamenca del Cante Grande de Algeciras, fortaleciendo de esta manera los vínculos entre las ciudades que vieron nacer a los dos artistas más importantes del flamenco. El primer fin de semana de cada mes, organizaremos distintas actividades, siempre relacionadas con el cantaor de La Isla, que abarcarán desde las exposiciones hasta las actuaciones artísticas. También, como no podría ser de otra manera, los tres números de la revista La Fragua de 2017 irán dedicados a Camarón. Mención especial merece la celebración de la tercera edición del festival La Isla Ciudad Flamenca, que clausuró el cantaor isleño Paquito de La Isla presentando su primera obra discográfica Cantaó producido por La Fragua. Cuarenta y dos días de flamenco, que han vuelto a poner a San Fernando a la altura de lo que su flamenco vale. Por último, el pasado mes de septiembre celebramos el festival La Isla en Triana, una producción que llevábamos meses elaborando para acercar a Triana nuestro flamenco más representativo. Hacerlo a las puertas de la Bienal, (que como todo el mundo sabe se desarrolla durante todo el mes de septiembre), fue a la vez una responsabilidad y una oportunidad para nuestros artistas y para nuestra ciudad, ya que, indudablemente, Sevilla se convierte durante la Bienal en el centro del universo flamenco. Una experiencia muy positiva que nace con vocación de continuidad. La Isla y Triana, Triana y La Isla, ¡ole!


ARQUIT ECTURA FLAMENCA

Dedicado a mi amigo Curro Albayzín

En este barrio singular, racial, divino y brujo, se han incendiado los aromas más puros del arte flamenco desde hace generaciones. En sus cuevas y terrazas, mil y una noches se ha levantado el telón y aún se

Huellas imborrables que aún perduran en la memoria dejaron tantos y tantos artistas anónimos, incógnitos, enigmáticos y desconocidos para la gran mayoría. Y, sin embargo, fueron fuente de inspiración para que otros transportaran tanta genialidad a los grandes teatros del mundo. El camino siempre te tiende sus brazos enamorados y te hace prisionero. Quiero agradecer enormemente a Curro Albayzín por rememorar a estos grandes artistas y traerlos hasta nuestros días. Ellos dieron su vida por el flamenco y se dejaron la piel, el grito y la sangre tras los muros de las espeluncas y las grutas sacromontanas. Gracias por ser mi amigo, Curro. Gracias por tu vida y por tu sabiduría… ¡No te mueras nunca! Tu gran amigo y devoto admirador.

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Sacromonte de Graná; escenario vivo del arte jondo y milenario. Adornada está su cabeza con las pencas en flor, como peinetas coronadas de ámbar y rodeadas de dolorosas espinas de sufrimientos y sacrificios. Yo lo llamo la autopista del misterio.

sigue levantando, cada día, para mostrar al mundo que este camino vive del arte y para el arte.

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En esa última joya que Curro nos regala (*), podemos adentrarnos en las verdaderas tripas flamencas de ese su Sacromonte. Pasear de su brazo por el eterno Camino del Valparaíso y recostarnos en su hombro y derrumbarnos en su pecho, henchido de olores a damas de noche, chumberas y azahares… Y, de un trago, bebernos la luna de sus labios entre canciones viejas y poemas nuevos.

// Antonio Canales

(*) Zambras de Granada y flamencos del Sacromonte. Una historia flamenca en Granada. Editorial Almuzara, 2011.

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Es un gran honor y un verdadero placer poder hablaros de este artista único y genuino que es Curro Albayzín. Solo con mencionar su nombre la boca me sabe a membrillos maduros y el pensamiento se me derrama como un torbellino de esencias y de colores.

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6 Festival Flamenco La Isla en Triana BREVES NACIONALES

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El Festival Flamenco La Isla en Triana comenzó con una velada flamenca en la misma plaza del Altozano, repleta de cañaíllas y trianeros para los que Raúl, el Bule impartió una animada y magistral clase de baile por bulerías. Lolo Picardo, gerente de la Venta de Vargas, y Teresa Ojeda, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Triana, se encargaron de inaugurar el festival con unas emotivas palabras para el cantaor trianero recién fallecido Paco Taranto, homenaje al que se unió el cantaor Alonso Núñez, Rancapino, que se encontraba entre el público asistente. El Niño del Parque, Paquito de La Isla y Carolina Castilla, acompañados por la guitarra de Juan Manuel Fernández, completaron el cartel de la primera noche del festival, en la que el público pudo disfrutar también, ya dentro de las instalaciones del Mercado de Triana, de la exposición Camarón y las musas, del escultor isleño Antonio Mota, que ha querido traer hasta Triana la réplica a tamaño real de su famoso Monumento a Camarón, que ha levantado una gran expectación entre los visitantes del mercado, así como las piezas del conjunto escultórico Bosque de musas, protagonista de su película del mismo nombre que se proyectó en Casala Teatro la mañana del domingo. Igualmente, los fotógrafos isleños tuvieron presencia en el festival. La semana comenzó con la inauguración en la sala El Cachorro de la exposición Soníos Negros, del fotógrafo Juan Silva, velada acompañada por un recital a dos guitarras, las de Adriano Lozano y Manuel Urbina. Ya el martes, el fotógrafo Ignacio Escuin expuso su trabajo en la sala La Tregua. Mª José Coca y la guitarra de Julio Castell cerraron esta noche flamenca.

// Ignacio Escuin

Esta ha sido la iniciativa de La Fragua, Asociación Cultural Flamenca, en colaboración con Casala Teatro y el Mercado de Triana, para este final de verano: acercar el flamenco que se está haciendo en La Isla hasta las mismas puertas de la Bienal de Flamenco de Sevilla.

Inauguración del festival

recital, deslumbró con un repertorio muy variado tanto en estilos como en los cantaores a los que recordó: Caracol, Juan Villar, El Pele, Turronero, el de la Pica, el Torta, Camarón… y la soleá de Triana. Todo con la guitarra certera de Miguel Pérez. Joaquín de Sola, en una actuación muy completa y valiente, acompañado por el toque magistral de Víctor Rosa. Y por último, Jesús Castilla, acompañado a la sonanta por Ismael Heredia, dejó un buen sabor de boca en un digno cierre del festival, con un recital de primer nivel, variado en estilos, en el que recordó a sus fuentes. El flamenco de La Isla se paseó por Triana y se hizo presente en la Bienal. El público lo acogió encantado, a pesar de los calores de esos primeros días de septiembre. Se puede decir que, sobradamente, se cumplieron las expectativas de esta primera edición del festival, que, sin duda, no será la última.

Los platos fuertes del festival llegaron con Trini de La Isla, Joaquín de Sola y Jesús Castilla, ante el atento público de Casala Teatro. Trini, en un entregado e inolvidable

Jaime de La Isla de gira en Japón El guitarrista Jaime de La Isla se consolida como uno de los guitarristas isleños más solicitados por los profesionales del sector. Con gran experiencia en el acompañamiento al cante y al baile, no ha parado de trabajar desde muy joven. Lo último, una gira por Japón de la mano del Ballet Flamenco Miguel Ángel Espino, de Madrid. También ha participado en la grabación del primer disco de Paquito de La Isla, Cantaó.


7 La revista La Fragua se presenta en Sevilla BREVES NACIONALES

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terminó con la actuación de la cantaora isleña María José Coca acompañada por el guitarrista Julio Castell, ambos socios de La Fragua, en un recital que levantó los brazos como palomas de Matilde Coral por cantiñas.

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Pepa Montes, Matilde Coral y Cristina Hoyos

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En el acto de presentación intervinieron por parte de la asociación, Lolo Picardo, Juan Silva, Antonio Mota, Antonio Jiménez Cuenca y Carmen Mateos, contando también con la presencia de algunos colaboradores de la revista, concretamente en su sección Con Camarón, como son José Luis Ortiz Nuevo, Pedro G. Romero y Antonio Molina Flores. El acto se desarrolló en un clima muy festero que

// La Gafa

La Asociación Cultural Flamenca La Fragua presentó el pasado mes de mayo la revista que lleva su mismo nombre en la legendaria sala La Carbonería. Con el objetivo de ampliar su distribución, la asociación mostró su publicación en la capital hispalense ante el numeroso público asistente, entre los que se encontraban personalidades del mundo flamenco como las bailaoras Matilde Coral (portada del nº 9 de la revista), Cristina Hoyos, Pepa Montes, el bailaor Juan Jiménez, el guitarrista Ricardo Miño y el pianista Pedro Ricardo Miño.


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EL COLMAO FLAMENCO

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// Lolo Picardo

Después de tantas noches de juergas, de borracheras y de borrachos, de señoritos y señoritas, de flamenco, flamenco; de noches de Cabiria y de cabales, buenos cabales. Después de tantos años luchando por su venta, María Picardo, consorte de Juan Vargas, una de las cosas que recordaba con más cariño es el sueño que se pegó Juan, el Cojo Farina, en su brazo, esperando la oleada de clientes de las tres de la madrugada. La Venta de Vargas de La Isla de San Fernando había conseguido, gracias a la intervención del gobernador civil de aquella época, Salvador Guillén Moreno, un permiso de veinticuatro horas como auxilio en carretera. De esa forma, el restaurante, que estaba enclavado en la orilla de la carretera nacional cuarta Madrid-Cádiz, se hacía responsable de la dispensa de un vaso de agua, un cuarto de baño o de cualquier otra cosa que el viajante demandara en sus desplazamientos. Está claro que el estar abierto significaba también cenas tardías, borrachos y peleas. Ese permiso otorgaba a la Venta el lujo de ser el único lugar en la Bahía de Cádiz que estaba abierto a partir de las tres de madrugada y por consiguiente, el único lugar donde el noctámbulo iba a encontrar un lugar hostelero que atendiera sus necesidades. A sabiendas de ese pelaje que se daba cita en el local, ávidos de gastar y pasárselo en grande, el restaurante los esperaba con todas sus mejores viandas y vinos; con todos sus camareros de guardia y con un elenco artístico de primera. El Beni de Cádiz, Joselito de Chiclana, Chano Lobato, Gineto, el Bohiga, Chiringuito de La Isla, Manuel Monje, Rancapino, El Cojo Farina, Chato de La Isla, Alvarito y, casi al final de esta época, apareció un niño que rompería las murallas del cante, Camarón de La Isla. Juan Farina tenía algo, eso era indiscutible, ese gitano era especial. Aun a sabiendas de su problema físico, Juan manejaba el baile flamenco con sabiduría y compás. Era el director espiritual de todos y sus consejos, sus hábiles palabras, abrían

Foto cedida por la Venta de Vargas.

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Que te quiten lo bailao

El colmao

El Cojo Farina

grandes espectros de luz en los problemas de sus amigos. Y no era porque él no los tuviera, porque cada mañana, como él decía, se levantaba antes el hambre que el sol y su deber era alimentar a su extensísima prole. El procedimiento en el colmao flamenco era fácil, esperar la madrugá, que era cuando llegaban los jurdores, y localizar al cabal o señorito que demandara flamenco. De esa forma y en un santiamén se formaba una juega flamenca de categoría, que al final acababa con un billete en el bolsillo de la chaqueta. Eso sí, también había algunas veces que el demandante se hacía el tonto y el momento flamenco acababa en nada.


El Cojo Farina, Camarón y José Picardo

La Venta de Vargas y otras ventas de los contornos desempeñaron ese papel acogedor para los flamencos, sobre todo en los años de posguerra, cuando los teatros y compañías se habían extinguido. Allí cantaban, bailaban y hacían sus vidas. Allí aprendían unos de otros en los momentos de asueto, compartían cantes y bailes, hablaban de cantaores, de palos y formaban lo que se ha dado en llamar una universidad flamenca. Y allí, Juan Farina ejercía de maestro, sabía a la perfección todo lo concerniente a este arte y tenía un magnífico don para el aprendizaje. Además, los versos y rimas eran su fuerte y sus composiciones flamencas muy gitanas. Su carácter afable y cordial dibujaba un personaje primordial en el quehacer de la Venta, donde todos adoraban su forma de comportarse y de ayudarse. Mantuvo una bonita amistad con el Chato de La Isla y en general con todos. Incluso fue uno de los primeros que alabó las hechuras flamencas de Joselito Camarón. Cuentan que contrataron al Chato para una actuación flamenca en un chalet de la barriada Santa Bárbara, que está aún enclavada frente al Observatorio de Marina. Le pidieron un cantaor, un guitarrista, unos palmeros y un bailaor o bailaora. El Chato

Como se decía antiguamente, el arte no tiene fronteras, y este dicho se cumplía a la perfección con este carismático artista chiclanero que mereció más en el mundo flamenco y cuya memoria sigue viva en el recuerdo de su familia y de las personas, ya ancianas, que recuerdan su arte, su baile y su flamencura.

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Foto cedida por la Venta de Vargas.

confió el trabajo a Juan Farina y otros flamencos. Cuando llegaron al chalet, los contratantes vieron la dificultad del bailaor para andar y rechazaron al cuadro flamenco alegando que ese señor no estaba en condiciones de trabajar. Rápidamente, el Chato salió en su defensa y defendió su arte. Juan demostró su compás y gitanería, bailó mejor que nunca ese día y dejó maravillados a los incrédulos aficionados.

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flamenco

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EL COLMAO FLAMENCO


10 El verano de los Juanes.. y de José

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// Pepe Lamarca

EL VERANO DE LOS JUANES.. Y DE JOSÉ

// Isabel Lebrero Benítez

caramelo y el río anís del bueno, o describiendo la vida de una gitana canastera que buscaba un río para mojarse el pelo y lavar la ropa. Así se nos presentó el verano, triste para el mundo flamenco. Pero esto solo fue el comienzo de este trágico estío. El mes de junio se despidió tan tristemente como había empezado: la guitarra del Sacromonte se quedó muda. Sus cuerdas no han vuelto a ser acariciadas por las manos de uno de los mejores y más clásicos guitarristas de los últimos años, Juan Carmona Habichuela, magnífico ejecutor del arte de la guitarra flamenca, se nos fue. Granaíno por los cuatro costados, gitano cabal, hombre de bien, perfecto en la ejecución del toque por cualquier palo. Su acompañamiento a los grandes del cante le hizo merecedor del respeto, admiración y cariño de todo el mundo flamenco. Sus dedos se quedaron inertes, pero el soniquete de las seis cuerdas de su guitarra, seguirá por siempre, como el sonido del agua de la Alhambra. A mediados de julio, cuando ya la canícula estaba en su esplendor, otro golpe de los que duelen de verdad nos dejó el alma helada. Ya se había comentado algunas veces que José Menese era víctima de una enfermedad y se suponía Empezábamos a notar cómo subía la temperatura que más pronto que tarde se iba a producir el y nos hacía pensar en que los meses venideros desenlace. Aún así, el gitano rubio de Lebrija, serían duros, como siempre en esta amada Juan, terminó sus días y nos dejó tan tristes tierra nuestra, cuando nos llegó la triste noticia y nostálgicos de sus cantes que lloramos del fallecimiento de una cantaora muy popular amargamente, porque no íbamos a poder oír y querida por todos los que amamos este arte. más sus bulerías, sus tangos, sus soleares, Juana la del Revuelo se nos fue silenciosamente, sus originales colaboraciones con la Orquesta dejando huérfanos los cantes con los que Andalusí, en fin, toda su obra de la que se presentaba en aquellos festivales, donde afortunadamente podemos disfrutar gracias aparecía con su delantal, su canasto, sus a sus innumerables grabaciones. La vida nos pololos y su ramito de yerbabuena en el roete, ha privado de su presencia, pero ya sabemos con su desparpajo y su arte que enganchaba a que mientras haya una sola persona que los la gente que se había congregado para disfrutar quiera, los sienta y piense en ellos, los seres de su personalidad. Siempre acompañada de que nos dejan siempre están con nosotros. Por su marido Martín, de su hijo, Martín Chico a eso Juan el Lebrijano sigue y seguirá presente la guitarra y de otros familiares que hacían de en las vidas de todos los que lo admiramos y palmeros e incluso bailaban. Los inolvidables amamos su cante. tangos de Juana, endulzando a Sevilla, con su Giralda de piñonate, la Torre del Oro, de Y sin darnos tiempo a asimilar estas pérdidas, cuando el mes de julio estaba a punto de


EL VERANO DE LOS JUANES.. Y DE JOSÉ

Camarón, cuando el termómetro marcaba las temperaturas más altas del año, pero nos ha dejado el alma tiritando.

No recuerdo un verano tan amargo para el flamenco.

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// Pepe Lamarca

finalizar azotándonos con un calor sofocante, nos llega el sonido de las campanas de La Puebla de Cazalla, tocando a muerte por José Menese. El mazazo inesperado y contundente de la noticia nos dejó mudos. Otro de los grandes, con mayúsculas, que deja un vacío tan hondo y amargo que parece imposible que se pueda superar. Se han derramado chorros de tinta, hablando de Menese. Hemos leído muchísimo en estos días sobre él. Sobre la pureza de sus cantes, sobre su clasicismo, sin mover una coma de cómo es el cante puro, sin más acompañamiento que la guitarra y las palmas. Sobre su compromiso social. Su afiliación al Partido Comunista, hasta el último de sus días, su valentía al cantar las extraordinarias letras de su paisano Francisco Moreno Galván, su seriedad en el escenario y fuera de él. Como todos los personajes públicos, tenía admiradores y detractores, pero la opinión es unánime a la hora de valorar su cante. Nadie niega sus grandes cualidades y la calidad de su arte. Yo me quedo con el recuerdo de sus apariciones en televisión, que me embelesaba, siendo yo adolescente y él, muy joven. Me impresionaba esa forma de cantar. Al igual que me atrapaban las historias que escuchaba sobre él en mi peña La Fragua de Bellavista, donde contaban que hizo la mili en un cuartel cercano y frecuentaba la sede de la peña, dejando boquiabiertos a los socios y directivos de aquella época. Hay muchas historias sobre José de las que me enteré allí, algunas, realmente sorprendentes. Nació, como nuestro Camarón, en diciembre, con todo el frío, por cuestiones del calendario y por la tristeza y la miseria que les tocó vivir. Y se nos ha ido, a final de este julio, el mismo mes que

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Juan Carmona, Habichuela


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CON CAMARÓN

CON

CAMARÓN Desde La Fragua seguimos contactando con músicos y gente del flamenco en general para que nos cuenten la influencia que ha tenido Camarón en sus vidas, en su arte, cómo lo conocieron, qué hicieron juntos, en fin… sus experiencias con el Maestro.

Lela Fontao

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//// Copropietaria de la Venta de Vargas Lela Fontao se crió con José, Camarón, desde pequeñita. Él, de la calle del Carmen y ella, de la calle paralela, la calle Alsedo. Compañera de correrías, de juegos, de cantes y de compases, amistad que se prolongó cuando se casó con otro vecino de la plaza del Carmen, Joselito de la Venta de Vargas. En la Venta se reencontraron y siguieron compartiendo amistad, incluso en una actuación en Conil, Lela Fontao hizo de palmera del cantaor. Una de las anécdotas que más recuerda es lo que aconteció en la malograda actuación de Camarón en la Feria del Carmen y de la Sal de La Isla de San Fernando en los años ochenta: «Camarón estaba incluido en el programa de actuaciones de aquella feria. Antes de actuar, cenó en la Venta y yo le dije que por qué había aceptado esa actuación, que la feria no era sitio para él. Se reafirmó en lo que dije y me dijo que eran compromisos con el Ayuntamiento. La actuación salió fatal, entre el viento de levante, los ruidos de las tómbolas y el catarro que traía; hicieron que terminara todo en desastre. Cuando regresó a la Venta, le di dos o tres guantadas cariñosas y le dije que se lo había dicho. En la misma Venta y junto al alcalde por entonces, prometió repetir la actuación en la plaza de toros y gratis para todos sus paisanos. Aquella actuación fue mítica en la carrera del cantaor. »

Carlos Rodríguez Valverde //// Policía local y guitarrista

Indiscutiblemente, Camarón ha sido el más grande y revolucionó el flamenco, un genio. Sin embargo, era una persona muy tímida. Yo le he tocao mucho la guitarra a su hermano Manuel, ahí donde Paco el Veterinario. Hace muchos años, estaba de guardia una noche de feria. Camarón cantaba en la caseta municipal y no se cabía de gente. José empezó a cantar y no podía, no le salía el cante. La gente se le echaba encima y hasta le abuchearon. Él se levantó y dijo que no iba a seguir cantando, “que se le había cortao el cuerpo”, pero que no pasaba nada, que el próximo año cantaría gratis para toda La Isla. Y así fue. Al año siguiente vino a la plaza de toros y dio uno de los mejores conciertos que he escuchado de Camarón en vida.


CON CAMARÓN

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José Manuel Gamboa - Flamenco multidisciplinar //// Camarón y los hombres de las praderas

//// Testimonio cantado

“La vida es muy bonita, hay que vivirla con amor. Ya se ha ido la alegría, José Monje, el Camarón. Por mucho que el sol caliente, por mucho que la luz alumbre, la enfermedad de la muerte, eso no hay quien lo cure.”

Carlos Rodríguez Martínez //// Presidente de la Peña Flamenca de León

Yo era muy amigo de Manuel Fernández, mano derecha de Pulpón. Él sabía el grado de inquietud que yo tenía con el flamenco y siempre que actuaba Camarón de Madrid para arriba, me avisaba para que fuera a verlo. Lo vi por primera vez en Salamanca hace 37 años. Fue de las primeras veces que le tocó Tomatito. Afortunadamente lo vi muchas veces y hablamos mucho, y eso que era muy tímido, pero cuando cogía confianza era muy entrañable. Definitivamente, para mí está más vivo que muerto.

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Capullo de Jerez - Cantaor

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Con nuestro Camarón —que acabaron entendiendo hasta los cabales cabaloides— el mejor flamenco, el más afinado y ajustadito, doliente y jubiloso, entregado a corazón abierto, llegó a oídos nuevos y así nos nació un porvenir. Ese porvenir que hemos de estimular acordándonos de Camarón sin remedos ni pamplinosidades, echando mano a los manojos. ¡Guardémoslo como guardamos perenne memoria de José Monje Cruz, Camarón de la Isla! Es una deuda con él contraída ¿O no, señor Faustino Núñez?, musicólogo gallego puesto en mariscos que, pasando por Madrid y Córdoba, de Viena a Cádiz llegaste oliendo a pan del bueno.

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Él no lo sabía todavía, pero Camarón en su Isla llegó al cante como los inmortales, para quedarse, por los siglos de los siglos, ad aeternum. Y fue así porque trajo otro modo de quejar la voz, más lozano y más extremo, un distinto genio, que no hubieron de reconocer a la primera los guardianes de la jondura, en sus cuevas encerrados, pero que deslumbró a los habitantes de las praderas —aquellos de los que hablaron Smash en el Manifiesto de lo Borde—, los únicos que se enteraban de qué iba la película, seres jóvenes, libres y pletóricos en sus cinco sentidos; o sea, según la perspectiva arcana, los pecadores de la pradera.


// Juan Luis Monge

PACO CEPERO La guitarra con esencia propia

“En mi opinión, el tiempo que yo estuve con Camarón fue su mejor época, cuando tenía una cajita de música en la garganta.”

// Carlos Rey Si queremos hablar de cómo se debe acompañar al cante, podemos decir muchas cosas, pero hay dos que no se pueden obviar: Jerez de la Frontera y Paco Cepero. Francisco López-Cepero García nace en el barrio jerezano de San Miguel en 1942 y se estrena como profesional en el Teatro Falla de Cádiz en 1958, realizando en todos estos años una carrera que abarca todos los aspectos que puede desarrollar un guitarrista: el cante, el baile, el toque como concertista, la composición, la dirección y la producción musical.

expresamente y que han brillado junto al guitarrista jerezano, especialmente Rancapino, La Perla, Pansequito, Juan Villar, el tristemente desaparecido Lebrijano y otros muchos.

Ha compuesto para Lebrijano, Rocío Jurado, Julio Iglesias, Chiquetete, Isabel Pantoja, Manolo Escobar, entre otros. Son muchos los cantaores que lo solicitan

Nos recibe en su casa de Jerez y hablamos de sus más de cincuenta años de carrera profesional, y de futuro, sobre todo de futuro.

Ha recibido numerosos premios, como el Premio Nacional de Jerez en 1975 y de Córdoba en el 77, Camarón de Oro en 2012, Leyenda Flamenca 2014 y la Medalla de Oro de las Bellas Artes 2003, por destacar solamente algunos.


PACO CEPERO

Ha ganado mucho en técnica y armonía, pero se está perdiendo el sonido flamenco. El legado de los mayores debemos custodiarlo y saber lo que es, no tirarlo por tierra. En la actualidad, gracias a la tecnología, cualquiera tiene acceso al aprendizaje de la guitarra. Son numerosas las falsetas disponibles en internet, pero sobre cómo acompañar al cante no hay nada o es insuficiente. ¿Cómo se adquiere ese aprendizaje? Me he llevado 18 años de mi vida tocando en un tablao, eso te da ritmo. A los cantes hay que conocerlos muy bien y yo siempre he escuchado mucho y me he preocupado por aprenderlos. Eso es un trabajo previo, antes de coger la guitarra. Yo en realidad soy un cantaor frustrado. Para acompañar bien al cante, hay que tener paciencia, darle tiempo al tiempo, y el tiempo te va a poner donde te mereces. Hay que seguir aprendiendo. Hace poco tiempo escribí: «Bendita lección del tiempo que cuanto más años cumplo, voy a morirme aprendiendo». En la actualidad no hay preparación para acompañar, saben muchos pero no han escuchado nunca a un cantaor. Para acompañar bien a un cantaor, a veces hay que meter la mano y a veces hay que callarse. A La Perla, cuando yo le toqué, ya no quiso que le tocara nadie, y me ha pasado con muchos cantaores, con Turronero, Rancapino, Pansequito, etc. Tengo más defectos que virtudes, pero tengo una virtud: como yo le toque tres veces a un cantaor, ese se acuerda de mí toda la vida.

Usted ha compartido escenario con los más grandes, con Manolo Caracol, con La Paquera y otros muchos. Cuéntenos. Con 16 años me sacó La Paquera y con 18 ya le estaba tocando a Caracol. Fíjate que hasta me bautizó a mi hijo Paco, ¡qué arte de compadre el mío! Tuve la suerte de convivir con Tío Borrico, La Perrata, Juan Talega, Antonio Mairena, La Niña de los Peines, La Perla de Cádiz, Sernita, Terremoto, Pepe Pinto y muchos más. Esos son mis cimientos, lo poco o lo mucho que soy hoy. El universo flamenco de Jerez es inmenso. ¿A qué se debe? ¿Será la tierra? Algo tendrá que ver la tierra, claro. Son muchos los nombres importantes, desde don Antonio Chacón, Gloria y Manuel Torres, por poner solo algunos nombres, hasta la actualidad. Existen inconmensurables familias flamencas aquí en Jerez. La juventud tiene que poner atención, tienen que empaparse de los antiguos. No se debe perder el flamenco nuestro. El de aquí, duele.

“Para acompañar bien a un cantaor, a veces hay que meter la mano y a veces hay que callarse.” El año que viene hace 25 años de la muerte de Camarón de La Isla. Sus biografías están entrelazadas y sin duda fue usted una referencia importante para él. ¿Cómo vivió esa época? En mi opinión, el tiempo que yo estuve con Camarón fue su mejor época, cuando tenía una cajita de música en la garganta. Yo, cuando lo acompañaba, intentaba no molestarlo, lo llevaba entre algodones. El otro día me desvelé y estuve escuchando unas seguiriyas suyas y me quedé embobao. Él se preocupó por aprender. Cuando se enteraba que alguien cantaba bien, iba a buscarlo, su afición era muy grande.

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¿Qué ha permanecido y qué ha cambiado en cuanto a la interpretación de la guitarra en las últimas década?

Los guitarristas tocan como ellos son. Paco era agresivo y dulce a la vez y eso se apreciaba en su música. Yo vi que la guitarra se tocaba muy ligera y empecé a tocar más despacio, es más difícil. Seré mejor o peor, pero se me reconoce.

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Tenía la ilusión de hacer una obra sinfónica y lo conseguí. En 2012, compuse Suite Gades en conmemoración del Bicentenario de La Constitución de 1812 y fue un sueño hecho realidad. Nunca he grabado cantando y me gustaría. El otro día en una reunión, estuve cantando una canción mía y me grabaron y lo subieron a Youtube. Ya lleva 90.000 reproducciones, por lo visto a la gente le gusta. Yo ya no voy a competir ni nada de eso, pero es algo que tengo pendiente. También me gustaría escribir un libro sobre mi vida, tengo muchas anécdotas, muchas cosas que contar, aunque la verdad es que últimamente estoy muy metido en la composición.

Su sonido es totalmente reconocible. ¿Eso cómo se consigue?

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Después de tantos años de profesión, de tocar, grabar, dirigir, componer… ¿Le queda alguna asignatura pendiente?

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PACO CEPERO

¿Cuáles son sus referencias en la guitarra?

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Mis referencias han sido Melchor de Marchena y Diego del Gastor. Yo me miré en sus espejos y de ahí parto mi camino. Mi maestro cuando empecé a tocar fue Rafael del Águila. Todos los guitarristas jerezanos le debemos mucho. Él decía que la guitarra tenía que sentirse en el estómago. Tocaba también clásico, y ahí había que matizar mucho y eso me sirvió para el flamenco.

A Paco de Lucía: // Paco Cepero

Siempre se dedicó al flamenco puro, pero ha tocado también la fusión. ¿Cómo se conjugan ambas cosas?

De luto están las guitarras

Yo nunca he variado una soleá ni ningún palo. Yo he hecho canciones aflamencás. Eran comerciales e hice muchas para muchos artistas. Además de tocar, me gusta producir para otros. Aunque en mis propios discos siempre tiré para lo puro, hice el tema de Agua marina, y al público le gustó. Para los demás he hecho cosas más comerciales, pero manteniendo lo que soy.

por ti, Paco de Lucía.

En la actualidad, ¿dónde se encuentra más a gusto, tocando, escribiendo o componiendo? Cada cosa en su sitio. Me gusta componer, tocar y escribir. Son tres mundos diferentes. Yo no voy a mentir a nadie, lo que hago es porque creo en ello y me entrego. Dentro de mi persona están las tres vertientes. El flamenco ha sido reconocido internacionalmente como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. ¿Le estamos dando el sitio que se merece en nuestro país? No, en absoluto. A mí no me importa mojarme con mi opinión. Desde que se metió la política en el flamenco, están acabando con el flamenco. Con las subvenciones, desaparecen los empresarios y sin ellos no hay quien te contrate. Además, siempre se ayuda a los mismo, esto, o cambia, o se termina. Antes, un empresario ponía un dinerito y hacía un festival y le ganaba algo y lo hacía también el año siguiente. Se metió la política y se acabó todo. Usted ha gozado del reconocimiento profesional en vida. Un orgullo, ¿no? Yo siempre he mirado para delante. El tiempo te da la razón o te la quita. Yo he sido honesto, he luchado por la pureza del flamenco y por la guitarra, aunque también he compuesto muchas canciones, sin salirme nunca de lo que soy.

llenas de melancolía,

todas llorando de pena

¡Qué manos más prodigiosas, qué genial sabiduría!

Tus celestiales rondeñas

¡qué compás por bulerías! ¡Qué legado más flamenco, qué sutil gitanería,

qué humildad siendo tan grande, qué flamencas fantasías!

La guitarra en tus manos, algo más que tenías

creando esas melodías

que te arañaban el alma y los huesos te crujían.

¿Por qué te has ido tan pronto? Quizás lo ha querido Dios para tenerte en el cielo

a ti, a ti junto a Camarón. Adiós amigo del alma. Soportaré este dolor

saboreando recuerdos

que disfrutamos tú y yo.


ADELA CUBAS

La guitarrista Adela Cubas actúa en La Isla

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(1) DE BURGOS, Carmen, Confidencias de artistas, Madrid, Juan Pueyo, 1916. (2) Cita recogida por José Gelardo en su obra ¡Viva la Ópera Flamenca!: Flamenco y Andalucía en la prensa murciana (1900-1939), Murcia, Edit.um, 2014.

L A R E V I S T A

La tocaora Antonia Jiménez, de El Puerto de Santa María, no lo ha tenido nada fácil para alcanzar su sueño. Hoy en día es una de las pocas guitarristas flamencas profesionales de nuestro país, tal vez la más notable de todas… o la menos desconocida, en un mundo en el que tañer la bajañí todavía es considerado por muchos un asunto exclusivamente de hombres. Sin embargo, esta nueva pionera de las seis cuerdas realmente no lo es tanto, si tenemos en cuenta que hace un siglo el ver a una mujer sobre las tablas acariciando la sonanta resultaba bastante menos extraño que hoy. De hecho, en las últimas décadas del XIX y principios del XX, cantaoras como Anilla, la de Ronda o Josefa, la Antequerana se acompañaban a sí mismas con la guitarra, y la jerezana Merced, la Serneta, durante su estancia en Madrid, compaginaba sus actuaciones con la impartición de clases de bajañí. También merece ser reseñada la labor de otras mujeres que tocaron junto a los mejores artistas flamencos de su tiempo, amén de alcanzar fama y prestigio como concertistas. Es el caso de Matilde Cuervas, Victoria de Miguel o Adela Cubas. Para ninguna de ellas fue sencillo abrirse paso en ese mundo, especialmente en una época en que la sociedad reservaba a las féminas un destino bien diferente. En el caso de Adela, según la misma artista confiesa a la periodista Carmen de Burgos(1), su principal hándicap era el de contar con un físico escasamente agraciado, o poco acorde a los cánones de belleza de la época, lo cual la privó de algún ventajoso

contrato. No obstante, esto no le impidió desarrollar una intensa actividad profesional por toda España y parte de Portugal. En el curso de una de sus innumerables giras, Adela Cubas se presentó en el Cine La Rosa de San Fernando, en mayo de 1913. Llevaba en activo desde principios de siglo y contaba con el reconocimiento unánime de la crítica, que se refería a ella como a «una guitarrista muy hábil, de mucha ejecución y refinado gusto artístico [...]. Es una gran maestra» (La Verdad Artística, 20-02-1908).(2) Adela llegó a La Isla junto al bandurrista Antonio Hernández. Anteriormente había compartido escenario con primeras figuras del baile, como Amalia Molina, Pastora Imperio, la Argentinita o la Macarrona, y había acompañado al cante del Mochuelo, Manuel Pavón, Emilia Benito… La revista gaditana Diana deja constancia del debut de la pareja en la ciudad isleña: «La Célebre guitarrista Adela Cubas y el originalísimo bandurrista Antonio Hernández, dos artistas únicos en su género, se han presentado unidos por primera vez en el Cine La Rosa de San Fernando. Y Adela Cubas, que maneja el clásico instrumento maravillosamente bien, y Antonio Hernández, que es el único que dice con la bandurria las canciones de los más afamados artistas flamencos, forman un número sorprendente, nuevo, de éxito seguro, verdad, y como prueba de nuestro aserto, ahí está todo San Fernando, que ha aplaudido delirantemente a la pareja Cubas-Hernández, y léase toda la prensa de la vecina población, que unánimemente proclama el mérito excepcional del nuevo número. … Adela Cubas, de fama nacional, que conoce la guitarra y que la siente con su alma soñadora, la que se refleja por sus ojazos negros y agitanados, puede afirmarse que es una verdadera Rubinstein en el manejo del clásico instrumento, porque ya no es posible ni más dulzura, ni mayor agilidad, ni más buen gusto» (Diana, 12-05-1913). Una vez concluidas sus actuaciones en San Fernando, Adela Cubas y Antonio Hernández recibieron «una cariñosa despedida. [...] Satisfechos pueden estar estos artistas de los aplausos unánimes y espontáneos con que este público ha premiado su esmerada labor, y que no es pródigo en aplausos» (Eco Artístico, 25-05-1913). Esta no fue la única ocasión en que los cañaíllas pudieron disfrutar con el magistral toque de Adela Cubas. La singular guitarrista regresó a La Isla un año más tarde, en una nueva gira con paradas en Jerez y Sanlúcar de Barrameda.

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// Ángeles Cruzado


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FLAMENCO EN IMAGEN

Flamenco en imagen

// Antonio Mota

Desde este rincón queremos mostrar aquellas manifestaciones plásticas de artistas que en su obra sienten el flamenco: pinturas, esculturas, fotografías.

Jesús Gavira. Escultor F R A G U A

Alcalá de Guadaíra realizó el busto de Joaquín, el de la Paula; en el Viso del Alcor, La recovera y Mairena del Alcor presume de su obra Alegoría del cante, entre un sinfín de estatuaria realizada, de temática flamenca o no.

// Juan Carlos Hervás

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Escultor de perfecto modelado y equilibradas composiciones. Es autor de las figuras/trofeos Giraldillo del cante, con que la Bienal de Flamenco de Sevilla premia a los ganadores del certamen. También es autor de la estatuilla El correo flamenco, con la que el periódico premia a las jóvenes promesas del cante que participan en la Bienal.

Nos ocupamos en este espacio de flamenco en imágenes de un artista que refleja en su obra claras connotaciones flamencas. Jesús Gavira Alba (Mairena del Alcor, 1943). Durante años profesor de modelado en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, ha dedicado su vida a la enseñanza artística y a la escultura. Su pasión por el flamenco se evidencia en su prolífica obra escultórica. Destacan en Sevilla obras como La sentaíta; en

El pasado mes de septiembre, el Festival Flamenco La Isla en Triana dió su pistoletazo de salida en el Altozano trianero con clases de bulerías del bailaó de San Fernando Raúl, el Bule. Es en este espacio donde encontramos uno de los monumentos más conocidos de la trayectoria de Gavira relacionado con el flamenco. El monumento Triana al arte flamenco fue inaugurado en 1994. Representa una escultura de mujer como alegoría del flamenco. El personaje se adelanta apoyando un pie en un yunque mientras sujeta una guitarra. Este bronce corona la plaza del Altozano, espacio emblemático del barrio de Triana. Desembocadura de calles como San Jacinto, Betis, Pureza, San Jorge y el mismo puente de Triana. Desde muy cerca, la obra de Jesús Gavira es observada por un bronce de otro grande de la escultura, la también archiconocida obra de Venancio Blanco Monumento a Belmonte. No son mis palabras más que un brevísimo resumen del trabajo de un artista. No sabría explicar la admiración, la envidia, el orgullo, el respeto que proceso al trabajo bien realizado de Jesús Gavira Alba, claro ejemplo de fusión entre escultura y flamenco. …que hablen sus obras.


FLAMENCO EN IMAGEN

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Manuel Martín Morgado. Pintor Decir fondo negro entre el circuito de artistas de Andalucía es decir Manuel Martín Morgado. Pintor rápido de trazos que ilumina como nadie el negro de sus lienzos, de sus soportes. Elige una base negra donde plasma con seguridad escenas y personajes. La singularidad de su obra radica en la temática. Las escenas de cantaores, guitarristas, escenarios, tabancos o güichis proliferan en sus composiciones.

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En su expresionista obra, podemos encontrar claramente identificados a flamencos como Chocolate, Joselero de Morón, Paco de Lucía, Niño Ricardo, Agujetas y muchos otros. Artista amplio que maneja variedad de técnicas. Grabado, escultura, pintura que ejecuta sin problema y así lo manifiesta su gran producción. En los 42 días de la tercera edición de La Isla Ciudad Flamenca, se pudo disfrutar de su obra en San Fernando. Las paredes de la Gran Vía y Tapería Aceite, céntricos y flamencos bares de La Isla, nos mostraron parte de sus creaciones.

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Este gran dibujante atesora una copiosa producción pictórica que en ocasiones gusta de exponer en el ambiente flamenco tabernero. Es ahí donde Manuel disfruta captando en apuntes escenas que alimentan sus obras de momentos con duende. Es fácil encontrarlo en los tabancos jerezanos dibujando, mientras el cante y la guitarra hacen disfrutar a los presentes a la vez que se deleitan ojeando los frescos bocetos de nuestro artista.

www.fondonegro1.blogspot.com

Conseguir que la mirada penetre hacia la lente y quede capturada en forma de imagen, no es fácil. No hay que tener la mejor de las cámaras ni los mejores medios en el estudio de fotografía, hay que tener el control total de la situación. El sobrado manejo de las herramientas y el don de engatusar al modelo frente a los focos es fundamental. Quien conoce a Ignacio Escuin sabe que su abundante producción fotográfica posee de estas cualidades. Fotógrafo de retrato estudiado, de la escena casual, del paisaje, de los momentos mágicos del escenario. Artista y personaje que, a sabiendas o no, documenta las vivencias de los últimos años de La Isla. Un presente impreso para hablar en el futuro. Fotografía en páginas centrales: Macarena Ramírez, por Ignacio Escuin.

// Cristóbal Trujillo

Ignacio Escuin. Fotógrafo




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FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN

FLAMENCO DESDE LA ISLA DE

CAMARÓN

La Isla Ciudad Flamenca 2016 El Festival La Isla Ciudad Flamenca, cierra su tercera edición exitosamente. Han sido cuarenta y dos días de flamenco ininterrumpidamente, que han dado para mucho. Las dos citas más importantes tuvieron lugar en el parque Almirante Laulhé, donde destacó la actuación del cantaor gaditano David Palomar en la noche de cante, y Macarena Ramírez en la noche de baile. Mucho público en el parque, algo que se hizo extensible a todo el festival, ya que todas las actividades programadas contaron con numeroso público. Tanto es así, que los ciclos de conferencias y exposiciones, que en años anteriores no Mª José Coca en la Piriñaca 2016 tuvieron mucha asistencia, este año se han llenado. El Flamenco en las Calles es otra fórmula que parece consolidarse en esta edición, y es que, al margen de las actividades programadas oficialmente, se han visto grupos de jóvenes tocando en la calle y juergas improvisadas en distintos locales de la ciudad. En este aspecto, La Fragua, Asociación Cultural Flamenca, colaboró con el festival con su popular Piriñaca, noche de flamenco callejero que contó en esta ocasión con la participación de Mª José Coca, Kukito Ochoa y Fernando Morales, Shuster. Las clases magistrales impartidas por Jesús Guerrero, Javier Katumba y Macarena Ramírez han tenido mucha aceptación, y la Asociación Cultural Flamenca de Bruselas celebró en La Isla su Cuarto Encuentro Flamenco Efussion de Culture, participando en él bailaoras de varios continentes que disfrutaron de la ciudad y de su ambiente flamenco. Por último, La Venta de Vargas nos deleitó en esta tercera edición con una excelente programación. La actuación del Capullo de Jerez en el patio de La Venta fue algo memorable. Algo se está haciendo bien en La Isla. ¡Adelante!

// Ignacio Escuin

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Breves de La Isla


FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN

El flamenco de La Isla cruza el charco

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// IDave Aglow

El productor flamenco norteamericano Dave Aglow, volvió a San Fernando, después de que el año pasado estuviera grabando a los flamencos de La Isla. El objetivo de esta visita, ha sido culminar el trabajo que comenzó en 2015 y presentar en La Isla Ciudad Flamenca lo que será su próximo trabajo discográfico. La ponencia tuvo lugar en el Molino de Mareas el pasado 24 de julio y llevaba por título Lo jondo y lo nuevo: disco y documental sobre el flamenco de La Isla para el mundo. Una discográfica de New York en San Fernando. En ella, Aglow adelantó que, además del documental, elaborará un disco en vinilo (en EE. UU. dan por desaparecido el CD, y resurge con fuerza el vinilo) que recogerá siete cantes de artistas isleños y de la bahía de Cádiz. Los artistas seleccionados son: El Trini de La Isla, Jesús Guerrero, Ana Polanco, El Niño del Parque, Joaquín de Sola, Jesús Castilla y Pedrín García.

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JESÚS GUERRERO Guitarra en calma // Carlos Rey La primera vez que Jesús Guerrero se sentó en una silla con una guitarra en las manos, no le llegaban los pies al suelo. Y siendo todavía un niño, ya se subía a los escenarios. Pronto destacó entre los guitarristas de La Isla, y eso que esta bendita tierra, si hay algo en que destaque es en la calidad de sus tocaores. Con una técnica muy depurada y una elegante sensibilidad, el toque de su guitarra no deja a nadie indiferente. Son numerosos los artistas que lo quieren a su lado, y después de veinte años tocando para otros, ahora graba su primer trabajo en solitario. Su disco recoge todas sus vivencias, incluso las más desagradables, como la pérdida de su madre hace cuatro años, una tempestad emocional que Jesús Guerrero ha sabido canalizar hasta llegar a la calma. Sorprende que siendo tan joven lleve tocando la guitarra 20 años. Empieza muy pronto, ¿no? Empecé con 10 años. Siempre me pedía por reyes instrumentos de música, unos bongos, una batería, y fue ya en el colegio donde me apunté a unas clases particulares de música. Al final, eran cosas infantiles y me aburría, y le dije a mi madre que me gustaría aprender flamenco, la música que yo había escuchado siempre en mi casa. Y me apuntó en las clases de Víctor Rosa. Después fui a Jerez, con el maestro Balao, y a partir de ahí empieza mi andadura como guitarrista. Y enseguida se sube al escenario Mi madre me decía que tenía que ir a tocar a una academia de baile para coger fuerza, porque yo siempre he sido muy menúo, y me llevó a la academia de Pepa Peña. Poco a poco fui aprendiendo a acompañar los bailes de las niñas, hasta que Pepa me vio preparado y me llevó a algunas actuaciones en tablaos, verbenas, peñas y, desde ese momento, empecé a tocar en los escenarios.

// Ignacio Escuin

Empezó antes a tocar para el baile, sin embargo, uno de sus fuertes es acompañar al cante. ¿Cómo fue ese aprendizaje? Mi madre tenía un cajón con cintas de Pepe Pinto, Canalejas, Marchena, Mairena, Pastora, de Camarón por supuesto, y eso era lo que se escuchaba en mi casa. Después de pasar por la academia de baile, con 16 años, empiezo a tocar en la Peña Camarón en el Memorial de Cante. Eso me ayudó mucho en mi aprendizaje. Acompañar no es fácil, y menos


FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN

¿Cómo llega a la composición? La etapa de composición me viene de tocar para el baile. Lo primero que una compañía pide al guitarrista, es una música original. Eso te obliga a sacar falsetas nuevas y no solo eso, sino que tienes que ambientar espacios escénicos, tener en cuenta el hilo argumental de la obra, etc. A partir de ahí, empiezo a desarrollar mi capacidad de creación. La composición, la creación, también hay que trabajarla. Cuantas más horas le eches, mejor. Como se suele decir, cuando me llegue la inspiración, que me coja trabajando. ¿Cuándo se da cuenta de que tiene material para hacer su propio disco? Ha sido un proceso largo. A mí me ha costado mucho trabajo. Hay guitarristas muy buenos sin disco y eso me hacía dudar. Uno tiene una bolsa donde va echando las cosas y las vivencias que va teniendo. Y ese saco hay que renovarlo cuando se llena. No te puedes quedar con las mismas granaínas o las mismas alegrías toda la vida. Y lo que ya está hecho, hay que exponerlo, hay que liberarlo y que la gente lo escuche. He tenido la suerte de contar con el apoyo de José Quevedo, Bolita. Él me animó mucho y grabar en su estudio me ha dado libertad para expresar mi música. La valoración final es positiva. En el disco, lo que suena es Jesús Guerrero, he expresado mi música y poco más. Calma, el nombre del disco ¿engloba un concepto, un sentimiento, o es el nombre de unas granaínas? Es el momento en que yo me encuentro ahora emocionalmente hablando, en lo artístico no tanto. La

Llega a mí por mis amigos Antonio Lizana e Ismael Alcina, que son músicos también y siempre estamos compartiendo música. Yo se la escuché al grupo argentino Aca Seca y me llamó mucho la atención. Descubrí que era del autor uruguayo Hugo Fatorusso y decidí grabarla. Siempre me ha gustado mucho el folklore y los músicos latinos. Además tuve la oportunidad de contar con la colaboración de Alejo Martínez, que me encanta su voz, y con la guitarra del Bolita. Las bulerías Calle del Carmen las dedica a la memoria de Camarón. ¿Cómo ha influido en su carrera artista? Camarón es una bandera que llevo y debemos llevar todos los flamencos de La Isla, es un genio. No lo conocí personalmente por mi edad, pero lo considero de la familia porque mi madre y mis tíos se criaron con él. Su legado es increíble. Sus facultades y manera de decir los cantes no las he visto en nadie. Me apetecía dedicarle un tema. Además, contar con la colaboración de la Niña Pastori ha sido un privilegio. Es una artista con una sensibilidad especial y su forma de cantar está fuera de lo común. Y Chavoli, con las percusiones y las palmas, ha hecho un trabajo excelente. Todo un honor. Trabajar con Miguel Poveda ha sido muy importante en su trayectoria. ¿Cuándo empieza a tocar con él? Fue en 2009. Tengo mucho que agradecer a la figura de Miguel Poveda. Me escuchó por primera vez en Sevilla. Yo tenía 21 años y estaba tocando en un festival homenajeando a Chano Lobato. Por lo visto le gustó y, a los cuatro días, me llamó para tocar con él. He aprendido mucho con Miguel, es un sabio. Para mí, ha sido también un escaparate, mucha gente me ha conocido gracias a él. ¿Y después de la Calma qué? Después de grabar el disco, lo que más me ilusiona es llevar mi música al mayor número de sitios posibles. Ya que elaborar un disco implica tanto trabajo, lo que espero es que el esfuerzo merezca la pena. Sé que la guitarra solista tiene un público muy minoritario, pero tengo la ilusión de presentar mi música y decirle a la gente: «este es Jesús Guerrero». Quiero defender mi Calma por todos los sitios.

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Dedicarse a la guitarra es algo muy vocacional, aquí nadie te regala nada. Para estar a un nivel aceptable o más que aceptable, hay que dedicarle muchas horas al instrumento, es la única manera. Hay que sacrificarse para estar a la altura de lo que ya se ha hecho. Hay que tener ilusión también. Subirte al escenario con gente importante es una motivación muy fuerte, pero para eso hay que estar preparado.

Hurry, es una canción latinoamericana que ha sido versionada por diferentes músicos. ¿Qué le atrajo de ella para hacer su propia versión?

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La guitarra flamenca está a un nivel muy alto y aportar algo nuevo es muy difícil. ¿Cómo afronta esa realidad?

vida te da golpes que no te esperas. Hace 4 años perdí a mi madre y después de eso me quedé fuera de juego. Ahora, después de todo eso, he encontrado la calma. He ido canalizando todo esto a través de mi música y lo he plasmado en mi disco.

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en un concurso, donde muchas veces al cantaor al que tienes que acompañar no lo conoces. Antes hay que escuchar y conocer los cantes. En esa época, todavía era muy inmaduro y el cante, sobre todo lo antiguo, no me atraía mucho. Hasta que con 18 años me fui a Sevilla y allí me aficioné mucho al cante, trabajé en los tablaos y fui cogiendo experiencia.

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PLANETA FLAMENCO

PLANETA FLAMENCO

// Antonio Jiménez Cuenca

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FLAMENCO PROJECT. USA versus Morón de la Frontera Cuando en 1967 Steve Kahn (Los Ángeles, California. 1943), salió de Nueva York con una excedencia de su programa de doctorado de matemáticas y física, para recalar en Morón de la Frontera (Sevilla), no podía imaginar que su aventura planificada de tres meses se prolongaría dos años y duraría toda una vida. El conocimiento elemental, que ya tenía de la guitarra flamenca y la lectura de la obra de Donn E. Pohren, había impulsado a Steve a buscar al guitarrista Diego del Gastor y el flamenco moronense. Y finalmente, a comisariar el Flamenco Project. Pero hablemos antes del gran catalizador que fue Pohren. El escritor y flamencólogo Donn Elmer Pohren (Minneapolis. Minnesota, 1929 – Las Rozas de Madrid, 2007), tras una breve estancia en Madrid y Málaga, consigue un contrato de contable en la base militar norteamericana de Morón. Conoce al tocaor Diego Amaya Flores, Diego del Gastor (Arriate. Málaga, 1908 – Morón de la Frontera. Sevilla, 1973) en el IV Potaje Gitano de Utrera, allá por el año 60 y, fascinado por el flamenco y el toque moronense, escribe Art of Flamenco (1963) y Lives and Legends of Flamenco (1964), que se conviertieron en auténticos best sellers en Estados Unidos y que puso en el mapa a Morón y dio a conocer a Diego del Gastor,

guitarrista genial, completamente desconocido por entonces. Una auténtica marea de jóvenes extranjeros, aficionados y estudiantes de guitarra flamenca, comenzó a desfilar por Morón en busca del toque a cuerda pelá de Diego. A esto contribuyó el que Pohren comprara y acondicionara la finca El Espartero, alojando a la legión de entusiastas estudiantes, mayoritariamente norteamericanos, que estaban deseosos de descubrir, conocer y vivir la experiencia de un flamenco íntimo, no comercializado y auténtico. Por la finca El Espartero desfiló lo mejor del momento, conocido, anónimo o por conocer, dejando su arte primeras figuras de la guitarra, el cante y el baile, como Manolito de María, Fernanda de Utrera, Paco y Juan del Gastor, Anzonini del Puerto, Joselero de Morón o Miguel el Funi, entre otros. A parte de las fiestas y las estampas flamencas individuales y colectivas, por la finca y, por tanto, por Morón pasaron miles de turistas de todo el mundo, ya que a los norteamericanos les siguieron japoneses, australianos, alemanes, canadienses, neozelandeses, ingleses, franceses y un largo etcétera, curiosos del arte flamenco. Comentar, por último, que Pohren fue el primer biógrafo de Paco de Lucía, dando a la luz en 1992 la obra Paco de Lucía. El plan maestro. Este gran difusor del arte flamenco a nivel internacional vio reconocida su dedicación a toda una vida de flamenco, con el reconocimiento en 2002 de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera. No obstante, hay que señalar que Diego del Gastor ya era conocido entre algunos aficionados norteamericanos. A destacar Brook Zern (Nueva York, 1937), director del Flamenco Center USA de Nueva York, condecorado en 2008 con la Cruz de Oficial de La Orden de Isabel la Católica, en reconocimiento a su labor de difusión del flamenco y la cultura española en Estados Unidos. Así nos comenta que él y algunos otros norteamericanos, antes de los libros de Donn E. Pohren, conocían y habían aprendido algo del toque de Diego del Gastor, fundamentalmente a través de las guitarras de dos jóvenes tocaores estadounidenses, Chris Carnes (marido de María la Marrurra) y David Serva, que habían estudiado, según las propias palabras de Zern, extensamente con él. En relación a Diego del Gastor, figura primera y fuerza centrífuga del Flamenco Project, Brook Zern apunta


La mayoría de los autores que participan en el proyecto son fotógrafos norteamericanos e incluye a Christopher Carnes (USA – fallecido), William Davidson (USA), Ruth Frazier (USA), Ira Gavrin (USA), David George (USA – fallecido), Paco Grande (USA), Jane Grossenbacher (USA – fallecida), Mark Johnson (USA), Steve Kahn (USA), George Krause (USA), Charles Mullen (USA), Daniel Seymour (USA – fallecido), María Silver (USA), Phil Slight (Nueva Zelanda), Dick Frisell (Inglaterra/ Suecia – fallecido), Robert Klein (Alemania).

Es este un periodo de intercambio cultural y vital muy extraordinario, en el que estos aficionados, afortunadamente, documentaron su experiencia con fotografías y grabaciones de audios y películas, siendo Steve Kahn uno de ellos. En primera persona le tocó vivir la experiencia del flamenco moronense y absorbió lo que pudo del genio musical de Diego, en convivencia con los artistas más sobresalientes del momento. Pudo tirar varios carretes de fotografías antes de que se le perdiera la cámara, siendo la experiencia tan intensa que, a su vuelta a los Estados Unidos, dejó los estudios y la vida académica y se dedicó profesionalmente como fotógrafo free-lance, con gran éxito profesional, además de seguir tocando la guitarra flamenca y editar en 1992 un disco Flamenco de la frontera.

Todos estos autores donan, desinteresadamente, en abril de 2013, la mayoría de la colección al Ayuntamiento de Morón de la Frontera, el cual se compromete, como depositario de las obras, a integrarlas en la Colección Municipal de Arte. Por otra parte, adquiere el compromiso de cumplir con los objetivos de difusión artística, patrimonial y de identidad cultural a través de la realización de exposiciones, publicaciones, proyectos pedagógicos, etc.

Pues bien, cuatro décadas después, en el año 2002, Steve Kahn, como se apuntaba al inicio comisario de la exposición con la ayuda del editor español Ignacio González, se embarca en la recopilación de la documentación gráfica y audiovisual de gran parte de los aficionados guitarristas que pasaron por Morón y por la finca El Espartero. En el programa divulgativo del proyecto, se expone con especial énfasis que «las imágenes ofrecen una valiosísima información de carácter social y antropológico al proporcionar una documentación de primera mano sobre los espacios privados y públicos; el mundo doméstico y la calle; el espacio cotidiano y el marco del espectáculo; sobre la familia y la amistad; el paisaje del campo y la ciudad; la presencia de los niños junto al universo de los adultos o la representación del cuerpo».

Flamenco Project se ha convertido así, en un proyecto de conservación de un legado fundamental, integrado por 76 fotografías, 2 películas de 17 y 90 minutos y grabaciones de audio de 4 juergas tomadas en Morón de la Frontera por Steve Kahn, que permiten conocer y entender el flamenco de un tiempo memorable en su contexto vital. La nómina de autores made in USA es enorme, aquí solo hemos traído algunos vinculados al efecto de Pohren en Morón de la Frontera. Pero sería injusto dejar pasar la ocasión de mencionar a la cantaora Moreen Sondra Silver (Jaksonville. Florida, 1942), conocida en el mundo flamenco como María la Marrurra, fotógrafa de prensa, periodista, asesora y cantaora flamenca y árabe, que en 1966 se marchó a Morón de la Frontera para adentrarse en el arte y los estilos flamencos. Actualmente residente en Madrid, habiéndonos legado un disco excepcional con la guitarra de Melchor de Marchena. Pero esta es ya otra historia.

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que «… el caso de Diego del Gastor fue muy diferente. No era un showman, ni un virtuoso, y no tenía ganas de ser solista ni concertista, ni famoso siquiera. Se ganaba la vida trabajando con cantaores que venían a su pueblo de Morón, o viajando a otros pueblos cercanos para acompañarles. Fuera de España, su fama adquirió un mystique tan poderoso que algunos norteamericanos, y otros aficionados no españoles, hacían el peregrinaje a Morón para buscarlo y aprender directamente de la fuente.»

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// Pepe Lamarca

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REENCUENTRO CON LAMARCA

Reencuentro con Lamarca ¿Qué tienen en común estos dos señores? A primera vista se observa que ambos son guitarristas, diestros, están sentados en sillas de enea… y pare usted de contar. A no ser que usted sepa, porque es entendido de flamenco, que son padre e hijo, lo cual abriría un universo de similitudes, costumbres, gestos y confidencias que al observador común se le escapa. ¿En qué se diferencian? En el peinado; uno lleva el cabello a lo Clark Gable; el otro lo lleva al natural, algo cardado. En la vestimenta; uno viste terno que intuimos gris y jersey negro de cuello Perkins; el otro, camisa abierta con mangas de globo. Diríase que son de distintas generaciones. En la pose; el uno en actitud de agradecimiento al público, mirada risueña; el otro serio, recogido y con la tensión visual puesta en la nota. Es en esta última diferencia en la que nos fijaremos. Descubriremos al lector que se trata de Melchor de Marchena (a la izquierda) y de su hijo Enrique de Melchor, un claro

// Juan Antonio Iglesias, Trysko

ejemplo de padre que transmite a su hijo un oficio, el de acompañar al cante con la guitarra, y según cuentan los entendidos, lo hizo con tal mimo que se convirtió en un indispensable para las principales estrellas del mundo flamenco. Dicen que Melchor fue el primer guitarrista que le dio importancia musical al silencio, a la pausa. Es el silencio en la guitarra un gesto de ofrecimiento del protagonismo al cantaó. Y así vivían los guitarristas flamencos, agradeciendo el espacio entre canto y canto, compartiendo pan (que de ahí viene la palabra acompañar), un vínculo que se hace indispensable para el que canta. Lo que no transmitió el padre al hijo fue el deseo de ruptura de ese yugo, y fue así como Enrique de Melchor puso a su guitarra en foco de atención permanente convirtiéndose en guitarra acompañada de guitarras. De ahí la importancia del gesto admirativo y arrobado del concertista.


C CAROLINA CASTILLA TEMPO FLAMENCO

CAROLINA CASTILLA

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Ilustración: Chemi Delgado

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CON OTRO TOQUE

¡Ahí van unos fandangos!

Echa una copa de vino a ver primita si ahogo, caramba, las penillas de mi sino. Dale, primo, a la zaranda, dale con fuerza y con bríos

si quieres tener buen vino, flamenco, en esos días de frio. Sonó una ovación atronadora. Los jaleos extremeños, llenos de gracia y de sal, habían puesto broche de oro a una actuación prodigiosa. –Tena, ¡eres el mejor!– gritó una voz – ¡Y con diferencia!– corroboró otra. Lejos, muy lejos, quedaba aquella primera vez que Miguel nos visitó en la peña El Alba junto a José de la Tomasa y la Kaita. Entonces empezaba a

// Francisco Rueda Algaba

cantar, pero ya se veía en él una inminente realidad flamenca. Ahora era un cantaor de solera. Cantaba con gusto y exquisitez. Su cante se podía degustar con fruición, catarlo y saborearlo como ese vino noble que calienta cuerpo y espíritu, sabiendo que nunca te va a defraudar. El paso de los años, había reposado su cante. El duende llegaba ahora, en secreta alquimia, llenando su alma de jonda emoción y sabiduría. Miguel sonrió. Estaba cansado, sudoroso, pero a gusto. Había conectado con el público y este acabó por rendirse a su voz poderosa, llena de compás y misterio. Saludó repetidas veces, y ante la insistente petición de algún cante más, avanzó unos pasos y se dispuso a entonarlo a palo seco. –Voy a hacer unos fandangos y, con el permiso de ustedes, se los quiero dedicar a mi amigo Francisco, amante del buen vino y el flamenco, como yo. Y alzó su voz majestuosa, con esos recovecos de jondura y misticismo que llegan al alma y amotinan la sangre, con esos quiebros que te dan escalofríos. Fruto de la vid y el hombre.


CON OTRO TOQUE Vino noble de la tierra, fruto de la vid y el hombre. Mil secretos su alma encierra y el hombre que los conoce

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Iba poniendo casi el punto final a mi fandango cuando alguien se cruzó en mi camino, dio unos pasos irregulares y se tambaleó, murmurando algo inaudible. Quizás por eso cambié la letra.

se llena de paz y ciencia. Si abusas de mi, chiquillo,

La voz de Miguel me devolvió a la realidad El flamenco y el vino, duende, misterio y poesía, el flamenco y el vino dan vida, dan alegría y hacen liviano el camino. ¡Bendita sea su armonía! La noche flamenca terminó como acaban las buenas cosas, con ese regusto a sabor verdadero y sencillo, con ese poso natural y sano de la autenticidad, como los buenos vinos. Poco a poco, la Plaza Vieja se fue quedando sola. La luna, que se resistía a dejarme solo, me acompañó por las estrechas calles, de vuelta a casa. Emocionado aún, me animé y templé alguna letra por lo bajito o quizás no tan bajo, porque alguna vecina me miró extrañada.

Y alegría de pajarillo, doy fuerza a tu corazón y alegría de pajarillo. En tu boca soy canción…

**Dependencia existente en La Escuela de la Vid y Museo del Vino de Madrid donde se guardan los vinos de mayor graduación. ***Poema de Luis Chamizo, escrito en habla popular extremeña.

F R A G U A

El viejo profesor me contaba historias, sobre la afamada uva de mesa que llenaba los mercados europeos. Se entusiasmaba, con la buena gente de la tierra castúa, con sus viñedos. Incluso me recitó la historia de La viña del tinajero.***

*Resina que permite variedad de usos. Se usaba mucho antiguamente para impermeabilizar recipientes de piel y barro para contener líquidos como el vino (las botas y las tinajas). Se aplicaba líquida y caliente.

L A

Me vi en la madrileña Escuela de la Vid, en su sacristía** donde, catando algún vino espirituoso, el profesor Luís Hidalgo me hablaba excelencias de los vinos de Guareña, de los blancos y afrutados Chelves, ideales para acompañar los más delicados alimentos, de aquel tinto Escobero que solía alegrar las viandas matanceras de la zona, especialmente en aquellos días de gira y jolgorio de los soles primaverales.

¡Te hago un burro cabezón!

R E V I S T A

Su voz me devolvió a la niñez. A las calles de mi pueblo, Esparragosa, «la villa del vino». Con olor a mosto bullicioso escapando de la humilde zaranda y el ruido de tinajas, temblando ante la pez* caliente.


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DESDE LA RED

DESDE LA RED F R A G U A

José Menese

(58”) En este Ay se capta su esencia vocal, un timbre afinado, poderoso e inflamado en la garganta y algo roto. (58”-1’15”) Continúa recogiendo lo que ha soltado, con tempo, con pena.

L A R E V I S T A

// Juan A. Iglesias, Trysko

(1’21”) Le da hueco a la guitarra de Manolo Brenes con las manos dispuestas como quien tiene la pella de fango en sus manos y va a transformarla en escultura.

https://www.youtube.com/watch?v=nFY-dwpGexw&ab_channel=Koshmarin48

Era José Menese (Puebla de Cazalla, 19422016) un cantaó en el que se juntaban los principales, que no esenciales, metales para cristalizar una carrera flamenca paradigmática. Esto es: nació pobre de Andalucía, vivió en el hambre la injusticia de un régimen opresor y se rodeó de un parnaso de artistas e intelectuales (Moreno Galván, Quiñones, Caballero Bonald) que mimetizaron sus gritos en una lírica, la del flamenco, que venía reivindicando un cambio de marco, un nuevo mensaje. Como artista, fue prolífico en sus grabaciones y mairenista de escuela y, sin embargo, de texturas “no gitanas”. En este video, rodado en casa de Fernando Andrade en su pueblo, donde se celebraban sus Reuniones de Cante Jondo, se nos muestra a un Menese en todo su poder, rodeado de los suyos, a gusto en su rabia de hombre que sabe decir, dominando el cante.

Ni gritos ni voces (1’36””); interpreta el grito en su punto fuerte, la potencia. Que ni dolor sentía (1’48”); cierra quebrando la voz en hipío. Era la rabia (1’58”); rompe la voz, la rasga de rabia y asiente con la expresión consecuente con el sentido de la letra. (3’46”) Cambio de tercio, comienza con los modos cabales, obsérvense las preciosas notas de apoyo en un intervalo de cuarta característica de este cante (4’13” y 4’39”) Ya habían dado las doce cuando lo sacaron, ya no son blancas las blancas paredes donde lo mataron. ¡Ay! Qué buena es la tierra (6’08”); reivindica índice en alto, sabe que ahí va el mensaje, lo adorna con un vibrato (6’21”). Si hubiera otro amo, como yo andaba a salto de mata (6’50”-7’00”) magníficos melismas acompasados por la guitarra tapada a compás. ¡Ay! me fui para otros pagos (7’06”); remate dando el resto.



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FRAGUANDO LETRAS

F R A G U A N D O L ET R A S La niña que está en la bamba ya no espera a ningún novio, ha quedao con la flamenca que l’a embelesao los ojos y aguarda pa que la meza.

Soleá

Bamberas

R E V I S T A

Guajiras

GUAJIRA DE EL PALMAR

Manque nunca vio La Habana se sentía caribeña ar pasearse por las playas de Vejer de la Frontera cantando guantanamera a la caída der só. Se sentía malecón en er que rompen la olas, y sonaban caracolas dentro de su corazón. Un guerrillero soñaba con podé comerse a besos la bemba de una ghitana del imperio de Tartessos, cuando se encontraba preso en la Carce Nacioná. Su deseo era escapá en un barquillo de vela y atracá en las arenas de las playas de El Palmar.

Andaluces der veintiuno acordaos del arriero, del arao, de la fragua y del niño marinero.

Vástago del nuevo siglo, aunque llegan nuevas horas, no dejhes atrá las nanas que sabían a cebolla.

Aunque tu pare es un bruto, aunque tu mare es de pueblo, me han de aceptá enseguía porque saben que te quiero y lo haré por toa la vía”. De la facurtá a la bamba a decirse palabritas de flores y cielos claros... ¡míralas cómo se miran coghiítas de la mano!

ANDALUCES DER VEINTIUNO

Hijha der tercer milenio no orvíes ar carcelero, las penas, ni la miseria, ni la jhambre de tu pueblo.

Flamencos de sangre atlante, de la jhondura herederos, der burro, de la barraca, der patio y del limonero.

Seguiriya

/// Premio Federico García Lorca 2016

Nolo Ruiz Fernández

LAS DOS ENAMORÁS

“Flamenca no tengas mieo, vente conmigo a la bamba, que está cambiando tu tierra y ya hay mujheres que se aman; ya hay mujheres que se besan.

L A

F R A G U A

Con un espíritu abierto a los cuatro vientos, La Fragua arrojará cada primera luna nueva de primavera su arte de pesca, el Trasmallo, para enmallar el fruto de aquellos poetas que navegan con rumbo incierto pero que conforman este abismal universo flamenco. Aquí os iremos mostrando los mejores ejemplares capturados en nuestro Concurso de Letras Flamencas.

LA MUERTE Y LA VÍA

Me siento tan vivo que a la muerte temo. Tanto la temo... que encoghe mi vía y ni viví pueo. Vorverse a la sombra, sentí que s’acaba, sabé que un día vendrá a recogherme er de la guadaña.

Y cuando me ajhoga pensá en la pira me pongo jhondo, que er mieo a la muerte es amó a la vía. Pasarlah en vela, que a veces asoma cuestión profunda: si espera esta noche la úrtima hora. Me digo ar sentí lo negro que aprieta “recuerda primo, porque hay alegrías tenemos tristezas”.


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/ SUGERENC IAS / De Buenos Aires a Cádiz

La gira presentación, que ha desfilado por Cádiz, San Fernando, Conil ,Vejer, Sevilla y Madrid, ha puesto un sorbo del mejor vino en los labios de las melómanas almas sensibles del panorama musical. En su repertorio no se cae en el trillado aflamencamiento de lo foráneo, nada de pasar por el mortero de la rumba o la bulería para tamizar una obra artificiosa. Muy al contrario, el oído se detiene ora en melodías bonaerenses, ora en la gaditana y añeja voz del Niñosola, gracias a una exquisita selección de temas que han proporcionado al oyente la sensación de que, en la música, la fusión no es más que la identificación de un sentimiento universal latente, aunque las palpitaciones vayan cada una a su ritmo.

Mi Sueño

Trini de La Isla

Después de más de veinte años cantando en todo tipo de escenarios flamencos y para importantes compañías de baile, Trini de La Isla se mete por primera vez en un estudio de grabación para grabar Mi sueño. El disco, que compagina la fórmula comercial con la de los cantes más puros, deja al descubierto las cualidades e influencias del Trini, que ejecuta con maestría los cantes de Cádiz o versiona por bulerías Ramito de violetas de Cecilia. Destacan las colaboraciones del guitarrista isleño Jesús Guerrero y el cantaor Miguel Poveda en el Pregón del marisquero, donde el Trini homenajea a Alvarito de La Isla. Editado por Flamenco de La Isla.

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En La Isla podía ocurrir cualquier cosa desde que el productor Javier Fernández, Chico se aliara con uno de los olfatos más avezados del flamenco en la actualidad, Carlos Rey. Los productores ejecutivo y musical del galardonado Principio del cantaor Joaquín de Sola, se arriesgan ahora con De Buenos Aires a Cádiz, la gira que uniera el talento consumado del que fuera guitarrista de Mercedes Sosa, Jorge Giuliano, y la inesperada noble madera de Joaquín. Cualquier cosa porque a priori nadie se hubiera creído que un joven que no ha experimentado los sincopados latidos de la zamba, el dulce balanceo de una vidala o el atropellado compás de un tango pueda cambiar de registro con la maestría que lo está haciendo el cantaor gaditano.

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Jorge Giuliano y Joaquín de Sola

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SUGERENCIAS


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SUGERENCIAS

S U G E R E N C I A S / S U G E R Directo en la Peña El Morato

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Bernardo Miranda

De la campiña sur de Córdoba, de Fernán Núñez, pidiendo paso y sitio, se presentó en 2014 Bernardo Miranda con un directo potente y sin edulcorar grabado en la Peña el Morato de Almería. Con un repertorio absolutamente clásico, como corresponde a la presentación a los aficionados, Bernardo engancha y convence desde el minuto uno. Con la guitarra preciosista y más que solvente del cordobés Luis Calderito, nos ofrece zambra, livianas y serranas, malagueña y abandolaos, caracoles, seguiriyas, soleá, fandangos, alegrías y bulerías. Prestándole atención se nota las influencias de Pepe de la Matrona, Bernardo el de los Lobitos, Don Antonio Chacón, a veces Terremoto de Jerez y Manolo Caracol y, cómo no, Enrique Morente. No hay que preocuparse por el futuro del flamenco, está asegurado con Bernardo Miranda como demuestra su directo en la Peña El Morato.

Calma

Jesús Guerrero El guitarrista isleño, bregado en las lides del acompañamiento de los mejores del cante y el baile, nos sorprende con un trabajo íntimo, fértil y bizarro en su heterodoxa creatividad. Una obra llena de notas y silencios atronadores que obliga al oyente a detenerse en la escucha, como el que observa un mosaico nazarí. Sin duda Rafaela, la rondeña, es la pieza más hiriente por su carga emocional, constrastada esta con La Carraca, unas alegrías cuyos infinitos ligados manifiestan su original marchamo. En su elegante versatilidad, descubrimos Hurry, del uruguayo Hugo Fatorusso con la voz del cubano Alejo Martínez; y Anne Frank, una joya que cuenta con la colaboración de Alba Carmona (Las Migas). La pincelada de su tierra natal por bulerías, Calle del Carmen, corre a cargo de la cantaora cañaílla Niña Pastori. ¡Amo a escuchá!

Flamenco Tribute to Pat Metheny Santiago Lara

Santiago Lara acompañado de Jorge Pardo, Pablo Martín, Michael Olivera, Jesús Lavilla, Miguel López, Lennon, Guillermo McGill, Antonio Serrano y A. Coronel hacen fácil lo difícil, esto es, que un puñado de perlas compuestas por el grandísimo guitarrista de Kansas queden engarzadas de manera homogénea en el collar flamenco que conforma este magnífico trabajo del jerezano. Nada de música foránea metida con calzador por bulerías o rumba, sutileza, afinación, melodías atemperadas, un goce para los amantes de la guitarra flamenca más cosmopolita.


SUGERENCIAS

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R E N C I A S / S U G E R E N C I A S

José Luis Ortiz Nuevo, Ángelez Cruzado y Kiko Mora

Nacida en 1857 en Málaga, y con la juventud de los veinte años, la Cuenca ya triunfaba en medio mundo. Nueva York, La Habana, México, Viena, Paris, Berlín, fueron escenarios de sus logros. De las primeras en bailar en hombre, hacía todas las suertes del toreo, sin dejar de zapatear, en el ocaso del XIX. Ahora, para nuestro deleite nos la rescatan del olvido José Luis Ortiz Nuevo, que cubre su periplo por La Habana y México, Ángeles Cruzado, que hace lo propio con sus triunfos en Europa y Kiko Mora que nos la sitúa en Nueva York. El maestro Ortiz Nuevo nos comenta que «no hay ninguna figura del flamenco en esa época que haya acaparado tanta atención en el mundo.» Ahora la tenemos aquí, recién editada por Citerco. En una época en la que parecía que el flamenco era cosa de reuniones íntimas y privadas, Trinidad Huertas exponía su arte a los públicos más variados en medio mundo. Tanto arrojo no puede tener otro apelativo que La Valiente. Ahora tenemos a nuestra disposición su arte, su vida y sus aventuras.

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Trinidad Huertas “La Cuenca”. La Valiente

R E V I S T A

El pasado 12 de noviembre de 2015, la Junta de Andalucía concedió al programa de radio dedicado al flamenco Los caminos del cante, el Premio de Andalucía a la Comunicación Audiovisual Local (apartado de radio, ejercicio anual 2015). A punto de cumplir veinticinco años ininterrumpidos en antena y en conmemoración al premio recibido, se decide publicar el disco Homenaje, que surge del archivo sonoro del programa, que en palabras de su presentador, nuestro amigo José María Castaño, denomina La bodega sonora, porque de ella se escancian los títulos que recoge el CD y que, según sus palabras, reflejan la esencia del programa. Manuel Moreno Junquera, Moraito, José Vargas, el Mono, Curro de la Morena, Diego, Rubichi, Terremoto hijo, Juan Moneo, el Torta, Luis de la Pica, Tío Borrico y La Paquera son los artistas que componen el disco. Artistas imprescindibles en la banda sonora de Los caminos del cante. Una doble obra, primero por la calidad de las grabaciones y segundo por la calidad humana, ya que lo recaudado con la venta del disco se dona íntegramente a la Asociación Benéfica Rafael Bellido Caro de Jerez de la Frontera, cuyo fin es abastecer el pan diario a los más necesitados de esta ciudad. Enhorabuena por la iniciativa.

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Homenaje Los Caminos del Cante


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CAMARÓN DE LA ISLA: ÚLTIMO RECIT AL EN EL CAMPO DE GIBRALTAR

Camarón de La Isla: último recital en el Campo de Gibraltar // José Carlos Cabrera Medina

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L A

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Volver al último recital de José en Algeciras es para nosotros un ejercicio de memoria pero también de nostalgia. En este artículo hemos trascrito la grabación inédita del mismo de los archivos de Radio Algeciras, cedido por D. José Luís Vargas Quirós de su colección personal, para ilustrar no solo el ambiente, sino también la generosidad y el carácter del genio de la Isla. El 11 de agosto de 1990, en la Plaza de Toros de Las Palomas, ya habían actuado Potito y Canela de San Roque, un gran prólogo para el recital de una estrella consagrada y adorada. Cerca de la medianoche, apareció José Fernández Flores, Tomatito, traje claro y camisa blanca, y José de traje también claro con rayas, camisa abierta hasta el tercer botón. El coso de Las Palomas lo saludó con una ovación cerrada, de respeto y de ilusión. Muchos niños en las primeras filas. No estaba en sus mejores facultades pero podía ser, porqué no, otra noche de inspiración. Juan Carlos Narváez, locutor de Radio Algeciras lo presentará así sobre el escenario: «Lo que es cierto e indiscutible es que él que ha venido a poner, lo que se podría denominar como un punto y aparte en el arte flamenco. Natural de la provincia de Cádiz, nacido muy cerquita de aquí, bebiendo y mamando como podríamos decir desde las propias salinas. Esta noche en la plaza de toros de Algeciras, después de una prolongada ausencia que él no buscó, con la guitarra de un inseparable artista que desde pequeñito ha ido con él. Quien no conoce a Tomatito, de Almería, de esa espléndida tierra de Almería. Pues bien, esta noche a ese artista itinerante, majestuoso, fenomenal e innovador del flamenco, lo tenemos en el verano cultural de Algeciras, con ustedes, para todos ustedes, la poderosa voz de Camarón de La Isla». Tomate templa las cuerdas para lanzarse sin previo aviso sobre unas alegrías: «Verea del camino, fuente de pieda...» Camarón empieza en Algeciras con las alegrías de Pueblos de la tierra mía que ya grabara en el disco Como el agua, de 1981, en las que entrelaza otras letras, entre ellas elige la Cantiña del contrabandista, un guiño oportuno a la tierra que le escuchaba. Remata José con una letra que grabara junto a Paco de Lucía en ese mítico disco de apertura de su carrera en el año 1969 con tan solo 19 años de edad; «A dibujar esta rosa…» Con el taranto Caminito de Totana, Camarón retoma el recital acordándose del primer corte de la grabación que haría con Paco en 1973 en su quinto larga duración que llevará ese mismo nombre. Camarón, maestro de los cantes de levante, ya empezó por tarantas una actuación anterior en Algeciras, que presentó de la siguiente manera: “Voy a empezar por tarantas, luego lo que ustedes me pidáis”. No sé podía ser mas generoso. Después de los tarantos, seguido cartagenera y minera: Ay minero, / ay y sube al enganche minero / y dile al enganchaor / que pregunte a los torneros / si quea toavía mucho sol / ay ay, pa pegar fuego a un barreño.

Se hace una pausa muy pequeña, y sin dilación ni apuntar el cante, Tomatito inicia el toque por soleá. Camarón empieza acordándose de Juan Talega, y después de seis letras, adopta la letra de tango de Castillo de Alcalá a la soleá: Estoy queriendo a una niña / y no me la da su madre. / Amor eterno me ha jurado / aunque le salgan novios a pares. Una letra más y remate. La segunda parte de la actuación fue indiscutiblemente más festera; serán unas bulerías y después unos tangos. En las bulerías se acuerda de la letra de hombre terrestre: Tienes una cosa en la cara / que no es bonita ni fea. / Cuando te paras en la calle / todo el mundo te piropea. Y de ahí va saltando por donde se encuentra cómodo; termina con Veneno y jazmín. Se aprecia perfectamente en la grabación que la gente esta disfrutando, le gritan ¡ole!, y ¡bien! desde el albero. Se hace una pausa en la que se escucha la gran algazara y el bullicio del público. Tomatito rasguea la guitarra dando tono. En la pausa Camarón comienza. Y al amanecer… –el público responde con un óle– / siento que me llamas / y como un torbellino / despierta mi alma. Unos tangos extremeños. Letras de la Virgen de los Remedios, o la de por Dios, alcalde mayor. Terminará con la famosísima yo soy gitano y vengo a tu casamiento, se levanta con la mano en alto, mientras el público le aplaude. Parece que termina el recital. Se oye claramente una algarabía. El presentador sale a escena entre atónito y desconcertado, coge el micrófono y dice: “Decía que prácticamente… un momento… un momento…”, se dirige al publico que monta cierto escándalo, “prácticamente, el espectáculo… Pepe, se dirige a una tercera persona, estaba terminado. ¿Qué hacemos, Pepe?, pero, ¿qué hacemos?... vale, perfecto, je, je”. El locutor ríe nervioso. El público no deja de gritar. “Tomatito y Camarón” prosigue el locutor, “la ultima ya de la noche…, él accede… bueno…”. Camarón habla por primera vez y le interrumpe, “perdón, perdón, me vas a perdonar, pero no tengo costumbre de que me digan nunca la última”. Inmutable al ruido y desconcierto, José se pronuncia y el publicó aplaude y jalea. El locutor contesta “toda las que él quiera, adelante”. Tomatito ejecuta el comienzo del fandango de La víbora rabiosa y justo después una letra que enloquece al respetable: Que viva Los Barrios y Jimena, / que viva La Línea y San Roque, / que viva Los Barrios y Jimena / y viva la ganadería / y la de D. José Gallardo, / la mejor de Andalucia. Unas bulerías más para despedirse. En total una hora y cinco minutos. Esas serán las últimas, las que él quería y con las que nos dejó para siempre.




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