LA FRAGUA. El flamenco desde La Isla de Camarón. Nº 14

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EDIT ORIAL

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ARQUIT ECTURA FLAMENCA

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BREVES NACIONALES

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EL COLMAO FLAMENCO

Carrete pa rato

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CON CAMARÓN

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Entrevista a Sara Baras

Pericón

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FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN

FLAMENCO EN IMAGEN

ISRAEL GALVÁN Por Margot Molina

REENCUENTRO CON LAMARCA

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Entrevista a Miguel Poveda

PLANETA FLAMENCO

Entrevista a Alberto Sellés

Fanzine Teveo Rafael Ig lesias

Flamen comic Eddie Pons

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DESDE LA RED

CON OTRO TOQUE

FRAGUANDO LETRAS

CRÉDIT OS Revista LA FRAGUA El flamenco desde La Isla de Camarón ISSN 2444-5460 Depósito legal CA 15-2015 Equipo de Redacción Carlos Rey, Lolo Picardo, Carmen Mateos, Trysko, Antonio Mota y Antonio Jiménez Cuenca.

LIT ERATURA Y FLAMENCO

SUGERENCIAS

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Entrevista a Isabel Bayón

Colaboradores José Lamarca, Antonio Canales, Eddie Pons, Rafael Iglesias, Antonio Molina Flores, Ángeles Cruzado, Gabriel Urbina, Amaury Mille, Alberto García, Amaury Veira Huertas, Juan Silva, Ignacio Escuín, Fede Millán, Miguel Ángel González, Inma Caña, Anna Valls y Raúl López de Palacios. Publicidad: Chico Cárdenas Redacción info@lafraguadelaisla.com

Las hermanas Mendaña Por Ángeles Cruzado

Edición LA FRAGUA Asociación Cultural Flamenca Foto central: Olivia Pierrugues Foto portada: Santana de Yepes Diseño: DestinoEstudio

Editada en La Isla de San Fernando

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SUMARIO


// Juan Silva

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EDIT ORIAL

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Precio y aprecio del flamenco Es el verano, sin duda, una estación que históricamente siempre se ha relacionado con el flamenco, y muestra de ello son los festivales que se han venido celebrando desde el siglo pasado, donde el público pagaba para ver a Pepe Marchena, Caracol, La Niña de los Peines, etc., generalmente en plazas de toros o recintos al aire libre. Era una época en la que la industria discográfica empezaba a despuntar y la radio era el único medio de difusión. En la actualidad, el panorama ha cambiado por completo y los festivales flamencos abundan y se desarrollan más allá de nuestras fronteras. Las instituciones también han jugado un papel importante en el mundo profesional del flamenco, bien desde la subvención de eventos o bien desde la contratación directa. Esto ha redundado de una forma positiva, tanto para el espectáculo como para el artista, ya que ofrecer espectáculos gratuitos para la afición ha hecho posible el acercamiento de gran número de público al flamenco. Sin embargo, todo tiene un límite, y hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, lo que no tiene precio no tiene aprecio.

Internet ha cambiado totalmente la forma de producir y escuchar música, y puede dar la sensación de que el acceso a la cultura, la música y el flamenco en particular es a coste cero. Sin embargo, detrás de un disco, un recital o una actuación, hay profesionales que invierten mucho tiempo y dinero para materializar y ofrecer su arte. De esto saben mucho artistas como Sara Baras, Miguel Poveda, Isabel Bayón o Alberto Sellés, que en este número de La Fragua nos cuentan su trayectoria profesional. No es casualidad que los flamencos, y en especial el baile, hayan encontrado en el extranjero un público que sabe apreciar su trabajo y, por extensión, pagar lo que un espectáculo de esas dimensiones merece. Habrá que encontrar el equilibrio de manera que los artistas vean recompensado su trabajo y esfuerzo, y el espectador tenga acceso a un mundo como el flamenco que, a día de hoy, hay que seguir dignificando.


ARQUIT ECTURA FLAMENCA

Era difícil comenzar a elogiar y describir, lo más acertado posible, a alguien que, además de ser un artista genuino, lírico y bohemio al máximo, no deja de ser también un gran amigo por el que siento una gran admiración. Maestro y compañero sobre las tablas del oficio y sobre las aceras por donde fluye la vida. Él es un hechicero del fuego y de la lluvia, del hambre más terrible y de la ambrosía más delicada. «¡A mí me ha criado el mundo!» Dice a veces con una sonrisa sin un átomo de rencor. Alguien capaz de tirarse desde un puente para volar como el capitán Maravillas, solo existe en las leyendas. Pero él es de carne y huesos y espuma y sangre, es un río inagotable de flamencura. Él no tiene tiempo, ni edad, ni límites... Yo conocí y conozco al mismo Carrete de siempre. En los años 80, tuve la suerte de vivir y deambular por esa Costa del Sol. Y allí estaba él, el caballero de la alegre figura. Un zigano espigado con la piel del broce y el ritmo de las almejas de carril y los espetos de sardinas bordados en sus pinreles. Bailaor por los cuatro costaos. A esa ciudad que le vio nacer, Málaga la Bella, esa; la que ya no existe, siempre la ha llevado atada a la hebilla de plata

Yo conocí el Perchel, y le vi bailar hasta las claras del día más de una vez entre los barracones donde vendían aguardiente y café. ¡Qué fiestas, qué forma de levantar los brazos, qué elegancia de hidalgos hindúes más refinada y bruja! Después de trabajar, a veces, en varios lugares de la costa, recalábamos en un pub que estaba situado detrás de la plaza de toros. Y allí comenzábamos a gastarnos el jornal ganado en buena comía y buen flamenco. Nos gastábamos los cuartos en nuestro propio oficio. Este faraón con sangre de quijote tuvo siempre un aire en su forma de bailar de ese Fred Astaire al que adora, aunque la cartera hiciera eco, y las punteras de sus zapatos estuviesen hechas jirones. La clase la vestía él. «Canales mío, yo nací en el monte, me cortaron el ombligo con una tijera de pelar burros. Viví con mi madre en los caminos, dormí bajo un puente. Y bailé desde antes de tener memoria». Acabo de regresar con él del Festival Flamenco de Mont de Marsan y ha tenido un éxito apabullante... Así que solo os puedo decir, amigos fragüeros: ¡No se lo pierdan! Sería un pecado.

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PATRIARCA DEL ARTE

de su cintura. Es un boquerón chiquitito que se convirtió en el delfín más elegante del baile gitano per se. ¡Qué noches con Pepito Vargas y la Amina y Enrique. Y esa faraona de la Cañeta y el Salazar, y Camarón y Tomatito, y un sinfín de nombres imposibles de nombrar en tan breve nota.

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José Losada Santiago nació en un año indeterminado a principios de los años cuarenta en Antequera. Se sabe de su partida bautismal, el resto de papeles de su registro están perdidos.

// Antonio Canales

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Carrete pa rato

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BREVES NACIONALES

50 Reunión de Cante Jondo de La Puebla de Cazalla

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Si algo caracteriza a la Puebla de Cazalla (Sevilla) es su enorme afición por el flamenco. Y eso lo viene demostrando con la celebración, el pasado julio, de la que fue su 50 edición. Medio siglo de actualidad viva y presente en el imaginario de la afición flamenca. Medio siglo desde aquella primera vez que en el bar Central se reunían un grupo de aficionados moriscos, liderados por el mítico cantaor José Menese y el polifacético artista Francisco Moreno Galván, dando como consecuencia la I Reunión de Cante Jondo, el 2 de septiembre de 1967, celebrada en la Plaza del Arquillo Viejo y en la que se reunió en el cante a Antonio Mairena, Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, Chocolate, José Menese y Joselero de Morón; al toque a Diego del Gastor, Manolo Brenes y Paco del Gastor; y al baile a Trini España y Paco Valdepeñas. Mucho ha llovido desde entonces pero la parva sigue dando grano y hasta aquí nos ha traído la L Reunión, celebrada el 7 de julio pasado con la presencia de figuras de la talla de Duquende, Elu de Jerez, Pedro el Granaíno, La Yiya, Dani de Morón, Antonio Higuero, Patrocinio Hijo, Antonio García, Antonio el Pipa y Pastora Galván. Asimismo, la Reunión de Cante Jondo tendrá especial protagonismo dentro de la XX Bienal de Flamenco de Sevilla, con la exposición de los carteles diseñados por Francisco Moreno Galván. Por eso que la Reunión de Cante Grande de la Puebla de Cazalla se ha declarado este verano Acontecimiento de Interés Turístico de Andalucía. ¡Vamos a ponerla en la agenda!

// Cedida por la Peña Flamenca Aguilar de Vejer

La Federación Provincial de Peñas Flamencas de Cádiz renueva su directiva

Con Nicolás Sosa Izaguirre, Nico para los más cercanos, actual presidente de la Peña Flamenca Buena Gente y vicepresidente de la Federación Local de Peñas Flamencas de Jerez, la Federación Provincial de Peñas Flamencas de nuestra provincia comienza una nueva andadura. El pasado 20 de julio, la Asamblea General eligió en Jerez la candidatura presentada por él, con sobrado respaldo de las peñas federadas (29 votos de los 40 posibles), dejando atrás la gestión llevada a cabo por Antonio Núñez hasta el pasado mes de enero,

fecha en que se instauró una Junta Gestora que ha dirigido el proceso para la elección de esta nueva directiva de la Federación. Una directiva, por cierto, muy representativa de la provincia con 13 peñas de las 40 censadas de los municipios de Jerez, Cádiz, La Línea, Puerto Real, Alcalá del Valle, Bornos, Vejer, Trebujena, Algeciras, San Roque, El puerto de Santa María y San Fernando; nuestra Isla representada por La Fragua, Asociación Cultural Flamenca, en la persona de Lolo Picardo, como codelegado de la Zona de la Bahía y Los Puertos, junto con Bartolomé Brao, de la Tertulia Flamenca Tomás El Nitri del Puerto de Santa María. Según palabras de la propia directiva, este hito supone «el inicio de una nueva etapa para nuestro tejido asociativo, basado en los principios de participación, comunicación y transparencia con los que perseguiremos que las peñas flamencas obtengan las mejores condiciones posibles para el desarrollo de sus actividades». Que así sea. Nuestra enhorabuena a Nico y a su equipo.


BREVES NACIONALES

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L A R E V I S T A

Un año más, y con más fuerza que nunca, el flamenco viajó hasta el norte de esta vieja piel de toro para celebrar la V edición del festival Flamenco On Fire. Pamplona, la también bella Iruña, se convirtió el pasado agosto en el epicentro del flamenco norteño. Edición esta marcada por la recreación, la fiesta y la celebración de una de las figuras centrales de la guitarra flamenca: el maestro Sabicas. Durante seis días, del 21 al 26 de agosto, se han dado cita en la ciudad navarra una amplia y cuidada oferta de contenidos. Mayte Martín, Estrella Morente, Tomatito con la Orquesta Sinfónica de Navarra, Dorantes y Pastora Galván, Diego el Cigala con Josemi Carmona, Diego del Morao y Paquete, Eva Yerbabuena con José Valencia y Segundo Falcón, espectáculos estos celebrados en el Auditorio Principal de Baluarte. En el Ciclo Nocturno se ha contado con Lole Montoya, Israel Fernández, Gema Moneo, Rosario la Tremendita, Guadiana y Belén López. Además, durante el festival se ha desarrollado una gran cantidad de actividades al aire libre como Flamenco en los Balcones, Jam Flamenca, el ciclo transversal A la mujer flamenca y, cerrando el festival, las V Jornadas sobre Arte Flamenco de Pamplona, en memoria del gran maestro Sabicas. Un festival puntero que avanza año tras año. ¡Larga vida al Flamenco On Fire!

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Flamenco On Fire 2018


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EL COLMAO FLAMENCO

// Cedida por la Venta de Vargas

// Lolo Picardo

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Pericón

El colmao Juan Vargas y Pericón de Cádiz

Con aquellas calles repletas de cantos peluos y con tantos niños jugando sobre ellos, lo más normal es que la cosa acabara en batalla campal, de aquellas que finalizaban cuando algún objeto volador impactaba en la cabeza o en el cuerpo de cualquier chaval. Después la sangre, el llanto y la madre saliendo a más de mil a la calle para recoger al infortunado crío, y detrás la piara de niños intentando consolarlo. La escena siguiente es el traslado al patio en que vivía la familia, donde rápidamente traían agua del pozo para lavar la herida y, cómo no, el remedio curatodo, aquella sustancia roja y pastosa a la que se encomendaban todas las familias allá por la postguerra, el aceite de

Pericón. Y no es que el aceite lo fabricara el bueno de Pericón de Cádiz, ese insigne cantaor, sino que fue el apodo que le dieron al aceite de hipérico, ese aceite que curaba heridas, llagas, quemaduras, úlceras y que además servía como cicatrizante, antibacteriano, antinflamatorio y anestésico. Vamos, una botica metida en un tarro de no más de medio litro. El otro Pericón, el de Cádiz, el flamenco, Juan Martínez Vílchez, también curaba enfermedades, sobre todo las anímicas, las psicológicas, las penurrias. Fue un grande del cante gaditano, grande de los grandes, defendió los cantes de la Bahía y


alegrías ni para alimentar el arte, así que el cantaor tuvo que componer de nuevo las maletas y marcharse a la capital, allí lo esperaban tablaos como Villa-Rosa y Zambra. En Madrid consiguió estabilidad laboral y económica, hasta que tras muchos años consiguió su jubilación y regresó a Cádiz.

Pericón, seguidor de la escuela de Enrique el Mellizo, ya cantiñeaba con cuatro o cinco añitos, pero le daba una vergüenza tan grande que se metía en la alacena de su casa para que nadie lo viese. Posteriormente perdió el corte y con nueve años ya cantaba abiertamente por las calles de su Cádiz natal. En los años treinta era muy habitual en la ciudad cantar flamenco subido en un coche de caballos que recorría las calles y, de esa forma, los señoritos contrataban a los artistas, siendo en esa modalidad flamenca Pericón el más demandado.

Es la vida de Pericón un manifiesto de lucha y flamenco, de compás y gracia, de supervivencia y superación. Los años de guerra y postguerra compusieron su vida y dibujaron una carrera musical marcada por la improvisación y el ange. El maestro Ortiz Nuevo, con su libro Las mil y una historias de Pericón de Cádiz, sigue alumbrando la vida del artista y contando muchas anécdotas del Cádiz de principios y mediados del siglo XX.

Cantó en la compañía de Pepe Marchena y no acabó muy bien por las excentricidades del maestro. El concurso del Circo Price fue un momento cumbre en la carrera artística del cantaor, puesto que se presentaban los mejores cantaores del país y se contaban por cientos. Ya el ser de Cádiz fue una nota positiva para los espectadores, pero cuando abrió la boca y cantó por soleá, siguiriyas, alegrías, el Price se hundía. El premio no lo cobró nunca, a cambio le prometieron una gira por toda España que tampoco resultó muy ventajosa, cosa de aquellos tiempos. Las calles de Cádiz, espectáculo que pertenecía a La Argentinita, fue comprado por Concha Piquer y Pericón fue contratado junto a un fenomenal elenco de artistas, a saber, Pastora Imperio, Pepe Pinto, Caracolillo, Melchor de Marchena, Niño Ricardo... Cinco años recorriendo toda España, cinco años llenando teatros y maravillando en el escenario. Al final, abandonó la compañía cuando iba a salir del país, puesto que Pericón añoraba Cádiz. Pero la ciudad, tras la guerra, no estaba para muchas

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puede considerarse una de las principales voces del flamenco de la capital de todos los tiempos. Sobrevivió, artísticamente hablando, a esos tristes años donde no había de nada, donde la comida era un artículo de lujo. Pero Pericón, con su forma de ser, siempre estuvo por encima de tristezas, por encima de penalidades.

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flamenco

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EL COLMAO FLAMENCO


SARA BARAS

// Santana de Yepes

Armonía y equilibrio en el baile // Carlos Rey

Desde muy niña, tuvo claro que quería ser bailaora, y su madre, Concha Baras, profesora de baile flamenco, lo confirma: «Sara nació para bailar, tenía unas cualidades, una armonía en su cuerpo, algo natural que no era lo que hacía, sino como lo hacía». Muy pronto destacó del grupo Los Niños de la Tertulia Flamenca, con el que recorrió toda Andalucía. Con 17 años debuta en el teatro Alameda de La Isla y a partir de ese momento comienza una carrera que la convertirá en una de las principales figuras del baile flamenco. En 1997, forma su propia compañía, El Ballet Flamenco de Sara Baras, con la que ha presentado 13 espectáculos de creación propia y realizado 4000 actuaciones en algunos de los teatros más prestigiosos del mundo. Entre los numerosos premios y distinciones que ha recibido por su obra y por la difusión de la cultura en todo el mundo, se encuentran: el Premio Nacional de Danza de 2003; 5 Premios MAX de las Artes Escénicas; el Premio a la Creatividad otorgado por la Comunidad de Madrid y la Fundación Camilo José Cela; La Médaille de Vermeil de la Ville de París, máxima distinción que concede el Ayuntamiento de París; la Medalla de Oro de la Artes de la Fundación John Fitzgerald Kennedy; el

Premio Galileo 2000 «por una vida dedicada a la danza»,otorgado por la ciudad de Florencia, Italia; el Premio Women Together otorgado por la Fundación Women Together, organismo colaborador de la UNESCO; Medalla de Oro de Andalucía; Medalla de Oro de Cádiz; Hija Predilecta de Cádiz; Medalla de Plata otorgada por el Ayuntamiento de la Ciudad de Zaragoza; Medalla de la ciudad de San Fernando, otorgada por el Ayuntamiento de San Fernando; nombramiento como «Embajadora Iberoamericana de la Cultura» por la Secretaría General Iberoamericana y «Embajadora honorífica de la Marca España» por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Y un largo etcétera más de numerosos premios y reconocimientos que avalan su arte y sensibilidad flamenca. De entre tantos premios y permítame que le pregunte qué usted ser nombrada Embajadora la Marca España en la categoría Comunicación.

distinciones, supuso para Honoraria de de Cultura y

Me parece mentira que tengamos tantos reconocimientos y doy las gracias de todo corazón a cada uno de ellos. Siempre he sentido mucho orgullo por ser una de las que representa un arte tan nuestro como el flamenco por todo el mundo, pero


SARA BARAS

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cuando me nombraron Embajadora Honoraria de la Marca España sentí una responsabilidad distinta, adoro lo nuestro y me encanta la marca España. No puedo evitar preguntarle qué sintió cuando supo que era la primera artista española en tener una réplica en muñeca Barbie. Mucho orgullo, sobre todo como flamenca. Para mí es importantísimo poder transmitirles a las niñas que con trabajo y entrega los sueños pueden cumplirse y más importante todavía colaborar con Aldeas Infantiles en este precioso proyecto. Además, la Barbie Sara Baras es preciosa, ¡me encanta! ¿Cuál es la fórmula para mantener más de 20 años su propia compañía en un mundo tan complejo y difícil como el flamenco?

¿Qué les exige a los profesionales que trabajan con usted? Lo mismo que a mí… que no se guarden ni una gota de sudor, que amen y respeten a nuestros maestros, que valoren lo que significa esta preciosa vida que, aunque tiene sus sacrificios, las satisfacciones son enormes; somos unos privilegiados y vivir de algo que tanto te gusta es una suerte.

“Hay que estudiar mucho y respetar la tradición y a los maestros, pero sin corazón no hay flamenco.” Sensaciones, Sueños, Sombras… son algunos de los nombres de sus espectáculos. La sensibilidad está muy presente en sus montajes. ¿Cómo afronta el proceso creativo? El proceso creativo es precioso desde que aparece la primera idea, comienzas a soñar, a investigar, a estudiar, a probar, a intentar expresar con tu cuerpo todo lo que tienes dentro y, aunque estrenes, nunca acabas de crear, de crecer, de compartir, de sentirlo cada vez más cerca de tu corazón.

tipo concierto, meterte en el papel de una de estas mujeres tan fuertes te enseña mucho, por que saca de ti lo que a lo mejor nunca hubieras imaginado. Para mí interpretarlas ha sido un regalo y poder coreografiar bajo un guion es de las cosas más bonitas que me pasan. Nació en Cádiz y se crio en La Isla. ¿Influye su tierra en la manera en que entiende y siente el baile? Influye mi tierra en todo, en mi baile, en mi forma de ser, en mi forma de vida y además me encanta porque soy una enamorada de esta tierra bendita. Nos contaba su madre en el anterior número de La Fragua, que usted nació artista, que nació para bailar. En su opinión, la artista ¿nace o se hace?

Ha llevado al escenario las vidas de heroínas tan potentes como Juana la Loca o Mariana Pineda. ¿Cómo se cuenta una historia bailando?

A mi madre le debo todo, nunca tendré las palabras suficientes para agradecerle. Por supuesto hay que nacer, pero también hay que trabajar mucho; sin trabajo no llegas a nada.

Realmente necesitas un buen guion y dejar que las palabras salgan en forma de baile. Son muy diferentes las obras con dramaturgia a las que son

En la actualidad, en el baile y en todas las disciplinas flamencas, la cuestión técnica ha alcanzado niveles de excelencia y en la práctica

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Primero, no tengo palabras suficientes para agradecerle al público, por que gracias a él seguimos soñando y haciendo soñar. Después, considero muy importante el trabajo en equipo, la constancia, la entrega, el respeto, la honestidad y la ilusión de seguir entregando tu alma a diario en este mágico mundo del arte.


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// Alberto García

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SARA BARAS

todos los profesionales la tienen. ¿Qué es entonces para usted lo que hay que tener para diferenciarse del resto?

Ha dicho usted en alguna ocasión que el flamenco no tiene regla ni leyes ¿Cuál sería la inequívoca seña de identidad que lo distingue?

Verdad, en lo que haces, en lo que crees, en lo que sientes, respeto y libertad para expresarte y tu propia personalidad hace el resto.

Hay que estudiar mucho y respetar la tradición y a los maestros, pero sin corazón no hay flamenco, hay que anteponer los sentimientos.

Hablemos del pasado, el presente y el futuro del baile. Díganos algunos nombres propios.

Después de dar la vuelta al mundo con su trabajo, en su opinión, ¿se valora más el flamenco fuera de nuestra frontera?

Carmen Amaya, Antonio Gades, Manuela Carrasco, Güito, Manolete, Farruco…, realmente estos son los maestros que más me han influenciado, aunque podría seguir nombrando, hoy día también tengo compañeros maravillosos. Camarón, Paco de Lucía, Morente, Manolo Sanlúcar… Se ha rozado con el Olimpo del flamenco. ¿Cómo son los dioses? Son genios, personas con una capacidad especial que no paran de dar lecciones, que son artísticamente bestiales y después descubres que personalmente tienen, aparte de mucha sabiduría, una humildad aplastante; los quiero mucho y les agradezco de todo corazón todo lo que nos han dado.

El público es tan maravilloso fuera como dentro de España y el flamenco es un arte muy respetado en todo el mundo gracias principalmente a nuestros maestros: Paco de Lucia, Camarón, Antonio Gades, Carmen Amaya, Enrique Morente, etc… que abrieron las puertas del mundo y dejaron este arte donde merece. Flamenco Patrimonio de la Humanidad. ¿Se lo han tomado en serio a nivel institucional? ¿Tiene suficiente apoyo el flamenco para ser un patrimonio? Sinceramente, creo que nombrar al flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es un reconocimiento para todos aquellos artistas que


SARA BARAS

En 1987, en la plaza de toros de San Fernando, compartió cartel con Camarón de La Isla, con Los Niños de La Tertulia Flamenca. Fue uno de los últimos concierto de Camarón en su tierra. ¿Cómo recuerda aquel día? Ese día me marcó para siempre, no fue con Los Niños de la Tertulia, era yo sola en una de mis primeras actuaciones como Sara Baras y estaba muy nerviosa. Camarón llegó y fue como siempre todo un revuelo en los camerinos y su imagen nunca la olvidaré, ni su mirada, ni sus palabras... su cante, por supuesto, pero eso ya se sabe, ¿verdad? Fue una noche increíble y a veces pienso que yo no era consciente del todo de la suerte de poder estar a su lado. ¿Qué opinión le merece el proyecto del Museo de Camarón? Todo lo que se haga para recordarlo, para sentirlo, para darle las gracias por su arte, bueno es, y más que merecido. ¿Cree que Camarón ha sido suficientemente reconocido en su tierra? Bueno, el cariño y la admiración, no solo de los flamencos, es total, su arte se clavó en nuestros corazones y seguirá siempre. Manuel Monje, hermano de Camarón estuvo muchos años cantando en la academia de su madre. ¿Cómo lo recuerda? Manuel es una de las personas más buenas que he conocido en mi vida y en casa es como de la familia, todos lo adoramos. Gracias a Concha, mi madre, nos cantó durante muchos años y aprendimos mucho de él; tenía una voz preciosa y cantaba muy bien por seguirilla. Un ser especial. Usted ha sido testigo de excepción de la evolución del flamenco en La Isla. Desde la Tertulia Flamenca con Salvador Aleu y Pepe Rosa, la Venta de Vargas con María Picardo, o la inauguración de la Peña de Camarón. ¿Cómo ve la actualidad flamenca en La Isla?

Su madre, Concha Baras, supuso un antes y un después en el mundo de las academias de baile en La Isla. ¿Cómo valora su aportación? Mi madre es una pasada como maestra, como mujer, como madre. Es una persona especial y es muy importante todo lo que hizo por el baile flamenco en La Isla y alrededores. Fue la que nos hizo amar el baile flamenco, la que provocó que se abrieran escuelas, que pudiéramos compartir esta pasión tan fuerte para nuestra tierra. Yo humildemente le debo todo y en general el baile flamenco de la tierra también le debe mucho. ¿Cómo se compagina baile y familia? Uff… como puedes, eso es lo que peor llevamos su padre y yo, separarnos de nuestro hijo, pero bueno, sacando tiempo de donde no hay, buscando siempre la parte positiva, que tiene mucha. Muchas gracias por atendernos, Sara.

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Más que sugerirle nada, me gustaría desearle todo lo mejor para que pueda tomar las decisiones adecuadas.

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¿Qué le sugeriría al nuevo ministro de cultura?

La verdad es que no podría decirte, porque siempre estoy fuera. Lo que me cuentan es muy bueno y veo que hay muchas iniciativas, sin ir más lejos, el ambiente del otro día en el homenaje a Concha fue precioso.

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han defendido y luchado para que el flamenco fuera considerado un arte grande, en esa época en la que era un arte minoritario y no reconocido. Por toda esa generación, merece la pena este reconocimiento.

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CON CAMARÓN

CON

CAMARÓN Desde La Fragua seguimos contactando con músicos y gente del flamenco en general para que nos cuenten la influencia que ha tenido Camarón en sus vidas, en su arte, cómo lo conocieron, qué hicieron juntos, en fin… sus experiencias con el Maestro.

Manuel Gutiérrez Jiménez // Vendedor de la ONCE Con tan solo 9 años, estaba en mi casa ordenando en el mueble todas las cintas de flamenco y copla, hasta que di con una que me llamó la atención, el pelo largo rizado, las patillas, mirada penetrante, traje y botas brillaban tanto como sus pulseras, sus anillos su reloj, sus pañuelos y, cómo no, su inseparable cigarro... «Mamá.... ¿Camarón de La Isla?» Me dijo: «Se llama José, es de mi quinta y canta muy distinto de los demás». Me dio esa clave porque yo con el flamenco hasta ese momento, me quedaba dormido, no lo entendía. «Prueba a ver». Puse la cinta, me puse los auriculares. «Donde una ermita...» Lo tuve que parar, no me podía creer que ese hombre cantara así de claro, así con esa voz tan clara, tan pura, tan limpia, mis ojos brillaban de ilusión, de

sorpresa, de admiración; me había enamorado, lo puse de nuevo: «Y enfermo y en un santo hospital...» Desde las cuatro de la tarde hasta las once de la noche enganchado. Se me quemó la cinta de tanto ponerlo ese día. A los pocos días, con el dinero de la comunión, regalos, cumpleaños, etc., fui a Galerías Preciados y me compré la discografía entera de él. Camarón había conseguido que yo, con deficiencia auditiva (sordo), me enamorase para siempre de él y del flamenco. Es tan universal y tan grande este hombre que enamora con su cante hasta a los sordos. Doy fe de ello. Gracias José Monje Cruz por ser Camarón.

Juan Luis Rivero // Policía local jubilado y amigo de Camarón También llamado Luis el Guardia, se crió en la calle Amargura y de ahí proviene su amistad con Camarón, ya que José pasaba muchas horas en la fragua de su padre que estaba en esa calle. Sus juegos se desarrollaban en el Puente Zuazo, alrededores de la Venta de Vargas, las salinas y la plaza de toros. Recuerda a tres jóvenes pidiendo una oportunidad en la puerta del coso taurino, deseo que trasladaron ellos a sus vidas y decidieron escaparse para pedir una oportunidad taurina en la plaza de Vistalegre de Madrid. El Mijita, El Pijote, que era el antiguo apodo de Camarón y Luis, se montaron escondidos en el expreso a Madrid. Cambiaban a menudo de posición para no ser descubiertos, puesto que viajaban de polizones. Al llegar, fueron descubiertos El Mijita y Luis, a Camarón le entró el miedo y se bajó en Jerez. Además, recuerda sus escapadas a Los Alburejos, de Carlos Núñez, para ver a los toros, para sentir el toreo.


CON CAMARÓN

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// Cantaora Nunca escribí sobre ti, José… ni siquiera llegué a conocerte; solo cruzamos unas cuantas frases y unas sonrisas en el camerino de un lugar donde hace más de treinta años tuve el privilegio de ser tu telonera por primera vez. La segunda, canté después de ti porque no tenías fuerzas para esperar tu turno. Te escuché entre bambalinas y, allí mismo, recogió una camilla tu cuerpo vencido después de dejarte otro poco de la escasa vida que te quedaba en un escenario cualquiera. Tuviste que cantar porque un maldito trozo de papel decía que lo importante no eras tú sino tu cante. Llevo mi vida entera amando el flamenco y desde el día que te descubrí, con apenas diez años, supe que te habitaba un ser de otra dimensión. Supongo que por eso cuando pienso en ti no pienso en tu cante, sino en ese ser que detrás de tu voz siempre intuí. Un ser humilde, frágil y sensible que poco a poco perdió las riendas de su vida. Viviste esclavizado por la superestrella en que quisieron convertirte, sin querer ver, ni importarles, que dentro de tu pecho palpitaba un inmenso deseo de libertad, de ser, sin más, simplemente de vivir y cantar a la vida, que es lo que viniste a hacer a este mundo y no te dejaron, y lo que, por fin, estarás haciendo en el que habitas ahora. Me consta que eras un ser sencillo. Y los seres sencillos, para ser, necesitan eso: sencillez. En la gente que les rodea. En la vida que llevan. Y no creen en más superestrellas que las que brillan en el cielo, que, además, brillan para todos por igual. Te lamento la vida, José… porque siento que no

la elegiste, que fue ella quien se apoderó de tus voluntades. Que no fuiste dueño de ti, de tu libertad. Y, de algún modo, y de forma totalmente intuitiva, siento rechazo por toda esa fase de tu «estrellato», que te hizo esclavo de las necesidades y las ambiciones de otros. Porque en ese Camarón ya no estabas tú. Escribiendo esta carta me doy cuenta de algo en lo que nunca había reparado, y es que no fuiste para mí solo un referente cantaor y uno de los placeres más grandes que la música me proporcionó, sino que hay algo muy valioso que me enseñaste también, y eso lo aprendí de la melancolía que desprendían tus ojos que eran el espejo de tu alma: lo más importante de este mundo es ser uno mismo, diseñar nuestro propio camino, vivir de acuerdo a nuestros principios y a los dictados de nuestro corazón; entender qué cosas nos hacen felices, atraparlas y no soltarlas nunca. Tú lo que fuiste es un ser noble y sensible, José… humilde, especial, mensajero de los dioses, portador de la voz de almíbar que enamoraba a quien tuviera el privilegio de escucharla y comprenderte el cante desde el alma, amante de tu gente, de las cosas sencillas. Eso fuiste tú. Las estrellas están ahí arriba, brillando, solas. No sienten. No pueden amar, ni ser amadas, ni llorar, ni ser débiles. Solo pueden ser admiradas y deleitarnos con su fulgor. Por eso un ser sensible no puede ser nunca una estrella. Traspaso el hilo y la aguja a Juan Fernández Montoya, Farruquito, para que sigamos bordando recuerdos de ti.

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Mayte Martín

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CARTA A JOSÉ


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FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN

FLAMENCO DESDE LA ISLA DE

// Juan Silva

Flamenco en la Feria del Carmen y de la Sal Viene aconteciendo de un tiempo a esta parte, que la feria de La Isla, vilipendiada por propios y extraños hasta la extenuación, se está convirtiendo en un foro más flamenco de lo que venía siendo hasta ahora. Esta transformación de casetaspasarela con luces de discoteca en tablaos flamencos donde se puede escuchar desde a una espontanea Ana Polanco a un incombustible Trini de La Isla, tenemos que agradecérselo principalmente a la caseta No Ni Na, la caseta de UPACE y la caseta Al Mawi de Cádiz en la caseta No Ni Na Relente. Se han estado programando hasta dos actuaciones al día en cada caseta, y esto, a pesar de las inclemencias climatológicas propias de la fecha. Si este fenómeno se convierte en seña de identidad de nuestro principal festejo estival, podríamos estar hablando de un giro en el atractivo de nuestra ciudad para el turismo, que observa con admiración cómo se arrancan por bulerías cada vez más espontaneas, confirmando que en esta tierra se vive el flamenco como enseña consustancial y no como falsa promesa.

Entre salinas y esteros. Jesuli Carrillo «Entre salinas y esteros es un viaje al interior del alma del baile y del bailaor, una apuesta por un flamenco con seña de identidad propia, que huele a puertos de ida y vuelta y que deja un regusto a marismas en el paladar de los sentimientos». El bailaor isleño Jesuli Carrillo ha estrenado su nuevo espectáculo, inspirado en el paisaje de nuestra Isla y su relación con el flamenco. En él nos ofrece «navegar por los rincones más ocultos y puros del flamenco, esos que están pegaditos a las tajerías de las salinas y a las compuertas de los esteros, donde nace su manera de ver la vida», en palabras de María Marín.

// ignacio Escuin

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CAMARÓN


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José Manuel nos cuenta lo duro que ha sido conseguir todo lo que se ha conseguido para estas personas, sin olvidar en ningún momento que todo su esfuerzo se debe al nacimiento de su hija Rocío, que nace con parálisis cerebral. Pese a este duro golpe, en estos 40 años se ha conseguido abrir más de 10 centros, como atención temprana, y la residencia Al Ándalus para mayores de 45 años gravemente afectados, además de otros proyectos que verán pronto la luz, como pisos tutelados o proyectos de promoción de la autonomía. Todo esto, gracias a un grupo de profesionales y personas externas a UPACE que han creído en el proyecto, en la normalización, inclusión y en el derecho a la ciudadanía, es lo que ha dado la fuerza necesaria para llegar a donde se ha llegado. Ese ha sido el verdadero secreto.

La colaboración entre LA FRAGUA y UPACE viene de tiempo atrás, explica José Manuel, ya que la música en general, pero más si cabe el flamenco, la profundidad de un cante, de un quejío, las notas de una guitarra, profundizan enormemente en una persona con parálisis cerebral. Es un ejercicio sensorial, como pudo comprobar en su día el guitarrista Juani de La Isla con un usuario del centro. Con respecto al baile, solo hay que ver la reacción y el disfrute de estas personas. San Fernando está arraigado por antonomasia al flamenco y al tenerlo tan a mano es la combinación perfecta. Con este flashmob se pretende también romper barreras visibilizar y concienciar a la sociedad normalizando y haciendo ver a la ciudadanía que todo es posible poniendo medios y queriendo hacer cosas. Añade que no le queda más que felicitar a La Fragua, por su gran labor, así como al autor del tema, al cantaor y a los músicos, a la dirección del baile, a los fotógrafos, cámaras, etc., y a todos los que han participado en esta actividad.

R E V I S T A

Nos reunimos con José Manuel Porras, director gerente de UPACE San Fernando, que nos habla sobre estos 40 años trabajando por y para las personas con parálisis cerebral y sobre el gran vínculo que hay entre el centro y La Fragua. En conmemoración de este 40 aniversario, se ha diseñado un amplio programa de actividades, en el que cabe destacar el flashmob flamenco adaptado que se presentó en la plazoleta del Carmen el pasado 26 de julio, con la participación del grupo de baile de La Fragua, dentro de la V edición del festival La Isla Ciudad Flamenca. Con la coreografía preparada por Las Fragüeras para el tema Alegrías del vacío, de Juan Antonio Iglesias, Trysko, en la voz del cantaor isleño Jesús Castilla, esta actividad se repetirá el próximo 3 de octubre en la presentación del Día Mundial de la Parálisis Cerebral.

// Ignacio Escuin

In clusión por alegrías


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El maestro Lamarca expone sus Sagas flamencas // Juan Silva

Flores. De esta última posee un hermoso retrato que encabezó su exposición ¡Viva la Pepa! Cádiz 1812, realizada en Cádiz en 2013.

En enero de 2014, la revista Rolling Stone sorprende al mundo de la música llevando en portada a un cantaor flamenco, Camarón de La Isla. La fotografía elegida nos muestra un Camarón joven, en su plenitud, peinado hacia atrás de forma impecable, con una chamarreta nada flamenca, o quizás muy flamenca, el rictus relajado y la mirada perdida. El autor de esta imagen, Pepe Lamarca. Pepe Lamarca, muy conocido por sus fotografías de grandes artistas flamencos, es un fotógrafo con una amplia trayectoria. Sus inicios, en Argentina, se centran en la fotografía social. Trabaja para varios sindicatos que usaban sus fotografías de trabajos insalubres como pruebas para conseguir mejores condiciones laborales. A finales de los sesenta, conoce a Antonio Gades con quien trabaja en Buenos Aires; este es el primer acercamiento de su cámara al flamenco. Posteriormente, se ve obligado a venirse a España, a principios de los setenta y al llegar a Madrid, retoma su relación con el bailaor. Antonio Gades tenía en esa época un restaurante llamado Casa Gades donde Pepe empieza a trabajar. Por allí paraban mucha gente relacionada con el flamenco, a quienes iba fotografiando. Pero es cuando le encargan la portada de un vinilo para Camarón y Paco de Lucía cuando se enamora del mundo flamenco y comienza a retratarlo con esos ojos ávidos por capturar la esencia. Desde ese momento hasta el día de hoy, son muchos los artistas flamencos que han posado para él, prácticamente todos los grandes. También escritores, poetas, actores, como Octavio Paz, Julio Cortázar, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Escobar o Pepa

La uniformidad de las copias sorprende ya que todas muestran la misma atmósfera, la misma luz, los mismos tonos. Son fotos tomadas en un periodo de 43 años, entre 1973 y 2015. Todas han sido reveladas por las mismas manos, en el cuarto oscuro, envuelto por el olor de los líquidos y oyendo una buena música, tal como cuenta el autor. Sagas flamencas es un conjunto de posados donde se ve la mano del maestro a la hora de colocar a los sujetos para resaltar aquello que le interesa. Esta generalidad tiene tres excepciones: una foto de Camarón, con Ramón de Algeciras y un amigo, charlando; otra, fantástica, donde Sordera, Meneses y Terremoto juegan a los chinos; y por último, una que destaca entre todas por ser la que menos encaja en su estilo: Terremoto de Jerez sobre un tablao pegándose un pataíta. Pepe presenta al artista en un primer plano, bailando para sus adentros, gustándose, y al fondo las miradas de felicidad del público que, entre risas y admiración, te obligan a centrarte en el protagonista. En definitiva, una exposición imprescindible. // Juan Silva

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En la exposición que nos incumbe, Sagas flamencas, el maestro nos muestra 28 instantáneas donde recoge unas quince familias. En ocasiones nos muestra varias generaciones con numerosos miembros; en otras, pequeños conjuntos familiares, hermanos, padres e hijo, o bien fotos individuales que agrupa juntas en el espacio expositivo. De una forma u otra, en toda la exposición se refleja el conocimiento que tiene el autor del flamenco y de cómo este tiene como principal núcleo transmisor al entorno familiar.


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Seguidamente, después de un descanso de quince minutos, emprincipió, como él mismo suele decir, su actuación el poeta, cómico, director teatral, flamencólogo y escritor, el archidonense José Luis Ortiz Nuevo, que junto al guitarrista Pedro Barragán, Capinetti para el poeta, ejecutó un monólogo sobre la vida y las mil y una historias de Pericón de Cádiz, basada en el libro homónimo de él mismo. Por último y para cerrar la madrugá de buen flamenco, se contó con una de las mejores voces jóvenes del panorama flamenco actual, el cantaor gaditano José Anillo que, junto al guitarrista Pituquete, deleitó al respetable con un recital del mejor cante. Por todos los palos se mostró seguro y firme el de Cádiz, cantando con conocimiento y profundidad en un repertorio en el que no faltaron las soleares, siguiriyas, malagueñas, tientos-tangos, fandangos, bulerías… para el ensimismamiento y regocijo del público que lo despidió en pie y con un aplauso cerrado. Todo un acontecimiento esta Madrugá Flamenca de La Fragua, por la buena acogida de público y por la noche mágica vivida en la Venta de Vargas. Con el deseo de que se consolide en los próximos años y con el objetivo de preservar el recuerdo y conmemorar el legado del universal y genial cantaor isleño Camarón de La Isla.

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Posteriormente inició su actuación el cantaor Jesús Castilla acompañado a la guitarra por Jaime de La Isla. Castilla es un cantaor que ya trasciende las fronteras locales porque su cante es sólido y propio. Ejecutó un magnífico repertorio de corte clásico acordándose de los grandes maestros del género. Desde Chacón a Camarón pasando por Morente y toda la saga de grandes cantaores de Triana, Jerez y Los Puertos. Un repertorio muy bien acogido por el público, que abarrotaba el patio de la Venta, por los aplausos cerrados que le dedicaron al cantor isleño.

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El pasado 7 de julio se celebró la primera Madrugá Flamenca organizada por la Fragua en la Venta de Vargas de San Fernando. Un acontecimiento enmarcado en la conmemoración de los 26 años del fallecimiento de José Monje Cruz, Camarón de La Isla, y que la Asociación La Fragua ofreció a sus socios y al público en general como acontecimiento especial por la fecha señalada. LA FRAGUA agradece a la Venta la generosidad y el ofrecimiento de su establecimiento para realizar dicho acto. En esta ocasión, se contaba con un cartel de lujo para una noche magnífica. El acto fue presentado por el gerente de la Venta, Lolo Picardo, y Antonio Jiménez Cuenca, socio de La Fragua, que introdujeron la noche con la bienvenida al poeta y escritor José Luis Ortiz Nuevo, que dedicó un poema a la Venta de Vargas haciendo la lectura del mismo antes de comenzar los espectáculos de teatro y cante.

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// Juan Silva

Madrugá Flamenca de La Fragua en la Venta de Vargas

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FLAMENCO DESDE LA ISLA DE CAMARÓN

David Nieto en la Noche de Baile del Parque.

// Juan Antonio Sánchez Bernal

// Ignacio Escuin

Sara Baras por bulerías en la cena homenaje a su madre. Entre los asistentes, Rancapino.

Noche de flamenco callejero. Piriñaca 2018. Maria J. Coca, El Trini, de Sola, Antonio Ramos, A. Lizana, María Jiménez. Guitarras: Juanma Fdez., Javier Sánchez y Rafael Chico. // Ignacio Escuin

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// Juan Antonio Sánchez Bernal

// Ignacio Escuin

A GOLPE DE DIAFRAGMA

Capullo de Jerez en la Noche Flamenca del Parque.

Inma Caña por bulerías en el patio de la Venta de Vargas. Homenaje a Concha Baras.


// Juan Silva

Tomatito en su actuación en la Plaza de la Iglesia.

La Cañeta de Málaga en las Madrugás de la Venta de Vargas.

La sanluqueña Alba Bazán en su actuación en el balcón de la Venta de Vargas.

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// Juan Luis Monge

Un momento de la representación de La flamencura todo lo cura, en la plaza del Carmen.

// Juan Luis Monge

Concha Baras en la cena homenaje celebrada en la Venta de Vargas como clausura del I Congreso de Baile Flamenco dedicado a ella.

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// Juan Antonio Sánchez Bernal

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// Juan Antonio Sánchez Bernal

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Flamenco en imagen

// Antonio Mota

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// Ignacio Escuin

Desde este rincón queremos mostrar aquellas manifestaciones plásticas de artistas que en su obra sienten el flamenco: pinturas, esculturas, fotografías.

Mensaque y Rodríguez en la Venta de Vargas Son muchas las curiosidades que podemos encontrar en nuestra mítica venta. No hay rincón en el que no merezca parar un momento para observar un trocito de historia enlatada en un recuerdo. Pinturas, fotografías, carteles, alguna que otra escultura, herrajes típicos, azulejos, espejos y un larguísimo etcétera. Incluso se cuenta que entre esas paredes pulula un posible Picasso…

que el trueque no le fue muy favorable. Con el tiempo, nos cuenta Lolo, que en la venta todos con emoción pudieron comprobar que efectivamente aquella fotografía era lo más preciado del diestro. El día del funeral de Antonio Ordóñez, una fotografía igual presidía su féretro, por petición del torero. Creamos pues, que aquellas dos mesas sigan a buen recaudo en manos de la familia Ordóñez.

Entre estos elementos nos encontramos cuatro mesas realizadas a conciencia, en un pesado hierro, que fueron encargadas para poner unos murales de MENSAQUE. Aunque la cerámica mural se imagina sobre pared y con visión vertical, la idea de Juan Vargas, propietario de la Venta desde 1924, de convertir dicha azulejería en mesa no estuvo mal. Estas mesas han llegado hasta nuestros días en un pasable estado de conservación.

La fábrica trianera de Mensaque Rodríguez y Compañía tiene sus orígenes en el siglo XIX, si bien en 1916 toma su definitivo nombre. Podemos encontrarnos azulejería de Mensaque por toda Europa y profusamente en España. Citemos algunos ejemplos donde encontramos esta azulejería mural: bancos de azulejos del museo Sorolla, Madrid; panel de azulejos de la Puerta del León del Alcazar de Sevilla; estación de ferrocarril de Jerez de la Frontera; azulejo de Santa Ana en Triana, claro y clásico tema trianero de estilo renacentista; retablo cerámico del Sagrario Alcora en Castellón, y muchos ejemplos más que podríamos nombrar.

Nos cuentan en la venta que eran seis mesas y que se distribuían en el patio. Hoy solo quedan cuatro de ellas. El paradero de las otras dos se desconoce, pero Lolo Picardo nos cuenta con gracia la anécdota de cómo marcharon de la venta las dos mesas faltantes. Juan Vargas gran aficionado, no solo al flamenco, también al toreo, tenía gran amistad con Antonio Ordóñez, el cual era muy asiduo de la venta. Un día, y después de mucho insistir, conseguiría el torero que el ventero le regalase las dos mesas que eligió. A cambio prometió al ventero regalarle uno de sus más preciados trofeos… recibió días más tarde una gran fotografía en blanco y negro de uno de los pases taurinos del maestro junto a un imponente morlaco, que aún hoy podemos ver en la Venta de Vargas. Por aquel entonces, nuestro ventero creyó

La temática siempre anduvo entre temas religiosos, escenas de cacería al más puro estilo inglés, temas costumbristas con escenas infantiles y campestres, medallones cerámicos con representaciones de putti y bucólicos paisajes. En las cuatro mesas de la Venta de Vargas nos encontramos con tres temas diferentes: en dos de ellas vemos la representación de la peregrinación del Rocío. Dos carretas tiradas por bueyes son acompañadas de jinetes a caballos, mientras el tamboril con su flauta encabeza la marcha. A lo


FLAMENCO EN IMAGEN

Flamenco en imagen

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La última, desde mi apreciación, es la mejor. Representa una escena que se desarrolla en un patio andaluz: fuentes con agua, flamencas alrededor de una pareja que baila en el centro, dos guitarristas amenizan la fiesta y mujeres de mantilla tocan animadamente las palmas. No falta un camarero que rellena copas con una botella de vino. El precioso patio se engalana con mantones, una cabeza de toro y carteles de corridas, todo ello con masetas de geranios y helechos que crean una atmósfera fresca de albero mojado.

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El tercer mural/mesa representa una típica estampa de la feria de Sevilla, nos muestra la feria de mediados del XX, con casetas engalanadas de farolillos y mujeres y caballistas ataviados con sus trajes al más puro estilo flamenco. Todo ello observado por la Giralda al fondo.

Podemos decir que la azulejería de las mesas de la venta, se realiza a tres fuegos. Uno que bizcocha el barro, entre 850 y 980 grados, dándonos el soporte de barro cocido. Una vez cortadas las lozas, se esmaltan en blanco y se vuelven a cocer. Por último, con pigmentos de colores vitrificables mezclados con aceite de linaza, se va pintando como si de una acuarela se tratase. Terminado el dibujo, se vuelve a hornear para terminar con una cocción entre 700 y 850 grados.

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lejos, la Giralda se despide dejándose ver entre nubes.

Fue siempre la de Triana la que apostaba por los mejores artistas y es que la fábrica de Mensaque ha sido siempre la que gozó de más excelencia en el arte de la cerámica, es lógico que los mejores artistas apostaran por esta.

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// Foto cedida por la Venta de Vargas

El carácter casi naíf de la ejecución de los dibujos deja ver un extraordinario manejo de los pigmentos y colores. Todo realizado a mano, incluso las repetitivas grecas que enmarcan las escenas. Fueron muchos los artistas que pasaron por la fábrica trianera, que en aquellos años se disputaban con la fábrica de loza de La Cartuja, las dos grandes fábricas sevillanas que tanto trabajo dieron a la ciudad.

Una vez más en nuestro Flamenco en imagen descubrimos otra forma de plasmar y mezclar el flamenco en y con las artes plásticas, de la mano en esta ocasión de la fábrica Mensaque Rodríguez y Compañía S.A.

No solo del flamenco se alimenta la creatividad de esta joven artista, aunque sí es parte importante de su trabajo. Olivia Pierrugues (Montpellier, Francia, 1984), compagina la fotografía y la escritura, influenciada por la cultura española, presente siempre en sus temas. Quien se asome a la web de Olivia, se topará con el cuerpo humano visto al detalle del músculo en acción, en tensión, en movimiento. También los cuerpos flamencos, los de los artistas, a los que fotografía en plena tensión del cante, baile o toque; expresión pura cargada de sensibilidad, como podemos ver en su trabajo titulado Exorcismos Particulares. La foto que nos muestra en las páginas centrales de este número pertenece a su trabajo sobre el Festival Arte Flamenco de Mont de Marsan. La tensión de la que hablo es patente en la mano de Rancapino y diría que también en el corazón de Romerito de Jerez, que lo contempla y escucha con una impasibilidad solo aparente.

// Amaury Veira Huerta

Olivia Pierrugues. Flamenco en tensión

www.olivia-pierrugues.com




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ISRAEL GALVÁN

Israel Galván, un bailaor con marcas en el cuerpo

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// Margot Molina, Periodista Cultural

En el baile, la literatura, la pintura, la arquitectura o cualquier otra disciplina artística, los hay intérpretes y creadores. Buenos profesionales que se suman a corrientes ya existentes o exploradores que se adentran en lo desconocido una y otra vez aún a riesgo de equivocarse. Israel Galván (Sevilla, 1973) pertenece a estos últimos. Bailaor y coreógrafo inclasificable, aunque muchos aficionados al flamenco amigos de la ortodoxia lo han definido con toda clase de adjetivos nada amables, Galván es una rara avis dueño de un estilo propio que basa en una continua investigación. El artista se ha convertido en el Vicente Escudero –gran renovador del baile flamenco en los albores del siglo pasado– del XXI. Precisamente el primer premio que recibió Galván, en 1995 en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, lleva el nombre del polifacético artista vallisoletano, autor de Decálogo del buen bailarín. Tras ese reconocimiento llegó su primer montaje en solitario, ¡Mira! / Los zapatos rojos (1998), y desde entonces Galván no ha parado de embarcase en un más difícil todavía que le ha dejado «marcas en el cuerpo» –como él mismo reconoce–, una larga lista de premios, muchos aplausos y algunos abucheos de aquellos que no entienden su «flamenco en libertad». El bailaor, que está de gira por Europa con su última creación, La fiesta, abrirá la 20ª edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla con Arena, una reposición del espectáculo con el que logró el Premio Nacional de Danza en 2004 y que también representó ese mismo año en la Bienal. Pero la Arena que podrá verse el 7 septiembre en la Plaza de Toros de la Maestranza, aunque Israel Galván lo intente, no será la misma. Para empezar, bailará sobre el albero y será como lidiar seis toros, cada uno en un punto distinto del coso para que los espectadores –que ocuparán las gradas como en cualquier festejo taurino– puedan verlo más de cerca. «Por supuesto que habrá cambios. Cuando creé Arena en la fiesta de los toros

se hablaba de quien toreaba mejor, que si Morante o José Tomás; ahora no se trata de eso, sino de taurinos y anti taurinos. Mi postura es muy neutra, no me inclino hacia ninguno de los bandos; aunque hay una cosa muy animal en la tauromaquia que, si todo sale perfecto, me parece mágico. Te transporta a los orígenes de una fiesta que gira en torno a la muerte», comentó Israel Galván el pasado 12 de junio por teléfono desde París. «Se trata de la soledad del toro y del torero, de una soledad que llena todo el coso», precisa Galván sobre el montaje que ha revisado para la Bienal y que cuenta con la dirección artística de Pedro G. Romero, con quien ha colaborado en casi todas sus producciones, con los cantaores Jesús Méndez, El Niño de Elche y David Lagos, con la guitarra de Alfredo Lagos, la percusión de Los Melli y la colaboración especial del también cantaor Kiki Morente, hijo del fallecido Enrique Morente quien aparecía en vídeo cuando se estrenó Arena. «Ser yo mismo siempre me aburre; por eso con cada trabajo cambio no solo el concepto; también mi cuerpo y mi mente. Nunca he intentado ser rompedor, solo crear en libertad. Cuando me encierro en el estudio, no pienso en hacer una coreografía nueva, sino en crearme un cuerpo nuevo», reflexiona el artista. –Y de no haber sido el baile, ¿qué otra disciplina le habría servido para canalizar su creatividad? –Quizás el cine. Cuando bailo quiero atraer la atención hacia una parte de mi cuerpo, muevo solo una mano y quiero que el público se concentre en ella. Es como tener un zoom y eso es lo que se hace en el cine. Cuando trabajo en una coreografía pienso en imágenes y es como si tuviera una cámara en la mano. Me hubiese gustado ser director de documentales. Y es que a Israel Galván retos no le han faltado nunca.


REENCUENTRO CON LAMARCA

“Se han enredao tu cabello y el mío como la zarzamora por los vallaos” En este luminoso retrato de mujer gitana con arreglo floral en el pelo, zarcillos que parecen (por su forma) de lágrima coralina y mantón bordado (pongamos que de Manila), que en esta sección nos brinda Lamarca, podemos ver, no solo a quien la luz negativiza en su cámara obscura, Fernanda Jiménez Peña, Fernanda de Utrera, sino a quien la propia retratada quería que viéramos, a saber: una mujer orgullosa de su linaje,

Fernanda Jiménez Peña (Utrera, provincia de Sevilla, 9 de febrero de 1923-ibidem, 24 de agosto de 2006), más conocida como Fernanda de Utrera, cantaora de flamenco gitana andaluza. Era hija de José el de Aurora y la chacha Inés y nieta del cantaor de flamenco Fernando Peña Soto, Pinini, quien, a pesar de no dedicarse profesionalmente al cante, gozaba de fama en Utrera.​ Según afirmaba su hermana Bernarda, ambas eran «cantaoras de nacimiento», recibieron la influencia artística de su entorno desde la niñez, ya que nacieron de cuna gitana.

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// Pepe Lamarca

de su raza y de su condición de cantaora. Eso es lo que le transmitió al retratista la interesada, doña Fernanda: «Pepe, ¿tú me puedes sacar guapa en una fotografía?». Y así es como don José Lamarca, amigo de sonsacar el mensaje que el modelo tiene oculto y, por supuesto, de darle el gusto a sus orgullosos flamencos retratados, plasmó la alegría y la belleza de una mujer que a primera vista refleja una mirada enmarcada por sustratos de sufrimientos, los propios, y los fingidos, apretando el cante desde las ciénagas del alma. La soleaera más brillante de la historia del flamenco, a la que todo el mundo imagina triste y enlutada, con su voz arenisca de fuelle extenuado, guarda un destello de luz vívida e intencionada entre dos telones de verdad vivida. Y solo por esta vez, arropándose por un manto de flores que deslumbran bajo la sonrisa torcida, se va a arrancar a cantiñear por su abuelo Pinini con aires de romera:

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// Juan Antonio Iglesias, Trysko

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Reencuentro con Lamarca

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// Alberto García

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MIGUEL POVEDA

Miguel Poveda Un disco para enlorquecer Hay verbos tan necesarios que, aunque no se hayan normalizado, acaban desbordando los cauces de nuestra lengua. EnLorquecer es uno de esos verbos. Sin aparecer en ningún diccionario, uno lo reconoce si ha sentido alguna vez el hechizo de Lorca, de su poesía y su teatro, de su palabra. Miguel Poveda estrena su nuevo trabajo, EnLorquecido, en el que se adentra sin defensas en el universo lorquiano para mostrarnos, a través de una selección de textos a los que ha puesto voz, música y alma, todos los Lorcas que han ido regando su mundo. Esta es la entrevista que el artista ha concedido a La Fragua: En primer lugar, enhorabuena y gracias por este nuevo proyecto que es, además de un formidable homenaje, un trabajo de investigación literaria y emocional necesario en los tiempos que corren. Ha dicho alguna vez que descubrió a Lorca a través de la voz de Camarón, Morente o Carmen Linares. Le quería preguntar por el momento en que conversó con Lorca por primera vez, sin intermediarios, de tú a tú. ¿Recuerda qué obra o poema leyó por primera vez? Sí, fue hace ya algunos años con el «Soneto de la dulce queja» y ya tuve la necesidad de leer más sobre su obra. El disco se abre con ese verso premonitorio de «Fábula y rueda de los tres amigos»: «No me encontraron», y en el videoclip podemos ver a un Miguel Poveda que se pierde y se busca en el trazo del pincel sobre un lienzo blanco. ¿Ha

// Gabriel Urbina

sentido alguna vez, como Federico, la necesidad de expresarse a través del dibujo o la pintura? Honestamente, no soy nada dibujante, ni pintor, ni estoy capacitado para ello, pero sí me gusta el arte y admiro a quien tiene el don de hacerlo y provocar emociones a través del dibujo o la pintura. Lorca dignificó el flamenco y lo dio a conocer públicamente, creando en Granada, junto a Manuel de Falla y otros artistas, el primer Concurso de Cante Jondo. ¿Piensa que el flamenco le devuelve a Lorca el favor cuando populariza esa poesía que a veces no llega de otro modo a muchos rincones y hogares, a los jóvenes de estas nuevas generaciones? El flamenco adora a Federico y le agradece su amor y compromiso con y para el cante. Él adoraba a la Niña de los Peines y escuchó cantar alguna vez a Manuel Torre, lo ponía de ejemplo para hablar del duende. Las nuevas generaciones conocemos más de él por Morente, Camarón, Carmen Linares, Manolo Sanlúcar... y espero que se siga ahondando más en su obra porque fue un genio. Decía Lorca que «el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla, grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre». Si cambiamos la palabra «teatro» por la palabra «flamenco», ¿valdría la misma definición?


MIGUEL POVEDA

A mitad de recorrido asistimos a ese reencuentro con las raíces y la esperanza que significó para Lorca la visita a Cuba tras sentir la deshumanización y el desarraigo de Nueva York. «Son de negros en Cuba» es ese oasis de luz en medio del desierto oscuro, el «coral en la tiniebla». Además de en la música y el flamenco, ¿dónde encuentra Miguel Poveda su luz y sus raíces? En mi familia, amigos, en la tranquilidad del silencio, en el mar, la brisa y en un libro de poesía. Y si tuviera que identificar su momento actual, en lo vital o en lo profesional, con uno de los poemas o fragmentos que están en el disco, ¿cuál sería?

Lo sientes vivo dentro de ti, en la tarea de estar creativo frente a su obra, te acompaña, te ayuda, te agradece... Federico sigue siendo una energía llena de amor y generosidad. Ian Gibson descubrió ese verbo magnífico, enlorquecerse, y su disco lo ha llenado de significados. Estar enlorquecido es ahora contagiarse de vida, de amor por la naturaleza y el arte, compromiso, sed de justicia y ganas de cambiar el mundo… Tantos significados como Federicos hay en su disco. Una vez enlorquecido, ¿uno puede desenlorquecerse? Ian Gibson le cogió el término a Juan de Loxa que era un maravilloso poeta de Granada. Después de conocer a Ian y a varios amantes de la vida y obra de Federico, puedo asegurar que no hay cura ni ganas de que eso ocurra. ¿Qué significa Lorca, en una palabra, un verso o una frase, para Miguel Poveda? Un mesías al que seguir y adorar a través de su bendita palabra.

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En ambas cosas, quizás el dolor me mueve de diferente manera y me hace llegar a rincones insospechados, porque todos guardamos lugares en el alma que nunca quisimos transitar. La música y la poesía son terapia para afrontar miedos y sacar afuera tus vivencias más dolorosas y convertir la música en tu vía de escape y tu mejor psicólogo.

El disco se cierra con otro poema premonitorio, «Canción de la muerte pequeña», y no puedo imaginar mejor forma de cerrar este homenaje que recordando que Lorca sigue vivo, que nunca la muerte fue tan pequeña como junto a este Lorca inmenso que no deja de crecer. Después de pasear por los lugares de Federico, como la Residencia de Estudiantes de Madrid, Alfacar, la Huerta San Vicente… ¿Dónde lo ha sentido más vivo?

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En su nuevo trabajo hay textos que sintetizan la trayectoria poética y vital de Lorca. En los Sonetos del amor oscuro o Poeta en Nueva York uno encuentra la simbiosis perfecta entre lo culto y popular, entre la vanguardia y el clasicismo, entre la frustración y la esperanza… En su caso, ¿se siente más inspirado en el dolor o en la alegría?

«Oye, hijo mío el silencio...» (El silencio) y «porque queramos que se cumpla la voluntad de la tierra que da sus frutos para todos» (Grito hacia Roma)

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Valdría y vale de la misma manera, al que canta también hay que verle latir el corazón con todas sus dolencias, alegrías y que el alma del artista quede desnuda ante el público.

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PLANETA FLAMENCO

PLANETA FLAMENCO

// Antonio Jiménez Cuenca

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La Casa del Flamenco en Australia Con una declaración de intenciones meridianamente clara, La Casa del Flamenco de Australia nos expone la misión del natural de su existencia. «El objetivo de Flamenco Australia es hacer que el compromiso con las auténticas artes escénicas andaluzas sea accesible para la comunidad australiana. Haremos esto brindando a las personas la oportunidad de participar, apoyar o sumergirse como parte de la audiencia en la vitalidad de nuestras actuaciones». Y para ello cuenta con el inestimable liderazgo de la bailaora de sangre granadina Marina Tamayo. Bailaora solista y coreógrafa, su desarrollo artístico es de una gran riqueza. Destaca por su interés particular en el desarrollo de proyectos flamencos de vanguardia. A finales de los años 70, La Casa del Flamenco de Australia, capitaneada por Marina Tamayo, creó su propia compañía flamenca con un grupo de bailaores, cantaores y músicos que promociona y presentan el flamenco en toda Asia-Pacífico, actuando en espectáculos tanto públicos como privados. El grupo Flamenco del Mar, de La Casa del Flamenco, es el grupo de entretenimiento de baile flamenco-español más demandado en Australia. Su escuela de flamenco está implantada en Sydney (Australia) y Hobart (Tasmania).

Peña Flamenca de Helsinki La Peña Flamenca de Helsinki fue fundada en 1993 para reunir a los aficionados flamencos de la capital, y para promocionar el arte flamenco en Finlandia. Actualmente, la Peña cuenta con unos 300 socios de todo el país e incluso de países como Estonia. El Festival Flamenco de Helsinki que organiza la Peña y que programa anualmente en febrero fue inaugurado en 1997. Una peña consolidada, con 25 años de historia en el norte de Europa, que organiza su festival flamenco desde hace más de dos décadas. Y en el que han participado artistas del nivel de Vicente Amigo, Belén Maya, Rafaela Carrasco, Ángel Rojas y Miguel Poveda. Además, con una gran intención divulgativa ya que entre sus objetivos se encuentra la promoción del flamenco a todos los públicos, incluidos los niños. También ha programado obras de artistas nacionales como la bailaora y coreógrafa Kaari Martin, que asumió con gran éxito una adaptación flamenca de La casa de Bernarda Alba y, aún más impactante, la adaptación al lenguaje flamenco del poema épico finlandés La Kalevala. Por último, por la proximidad con nuestra revista La Fragua, merece especial mención su revista flamenca, en soporte papel, que cuatrimestralmente remite a sus socios. Con una tirada de 350 ejemplares, FIRMA es la publicación flamenca que edita la Peña Flamenca de Helsinki. Una edición de 350 ejemplares con una extensión de 20 páginas que trata los temas de actualidad del flamenco en el país finés. De gran impacto visual, sus portadas han estado dedicadas a las figuras actuales del flamenco internacional: Tomatito, Israel Galván, Rafaela Carrasco, etc. ¡Vamos a ver y a escuchar!


PLANETA FLAMENCO

Desde Caracas con el Panamá Flamenco Festival

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Desde 2014, por los grandes teatros de Panamá, se desarrolla el Panamá Flamenco Festival. Dirigido por la Academia de Flamenco Anita Loynaz, este año ha realizado su quinta edición del 23 al 29 de julio. El Festival Panamá Flamenco se ha caracterizado por aunar el flamenco con la gastronomía, la moda flamenca, talleres de formación flamenca y espectáculos. En esta edición, el evento se realizó a beneficio de la Fundación Luces Panamá dedicada a la lucha contra la epilepsia y cuyo objetivo es generar estrategias que ayuden a las personas con epilepsia brindando soporte a los pacientes y a sus familias. Se ha programado por primera vez el Flamenco Fashion Dinner, que junto a un espectáculo flamenco, los invitados pudieron degustar una cena española contando con la participación de cuatro diseñadores de moda flamenca, dos españoles, una venezolana y otra panameña. Igualmente, durante el evento, se contó con la participación de la bailaora venezolana y creadora del festival Anita Loynaz, así como con bailaores, cantaores y guitarristas internacionales. El sitio de encuentro fue en el mall Multiplaza de Caracas. El 23 de julio en el Teatro La Plaza, se realizaron las presentaciones del Panamá Flamenco Festival. Para ello, 15 artistas flamencos fueron los protagonistas de la Gala de las Estrellas. Cantaores, guitarristas y bailaores de España, junto a artistas de otros lugares del mundo, formaron parte del evento. Destacar, entre ellos a la directora del evento y bailaora Anita Loynaz, los sevillanos Sergio Aranda al baile, el cantaor Juan Fariña, la cantaora Ana María González, y el guitarrista Antonio Sousa, así como el reconocido percusionista caraqueño Adolfo Herrera. Además de artistas flamencos de Brasil, Guatemala, Ecuador, y Costa Rica. Toda una semana cargada de actividades culturales en Panamá donde destaca por encima de todo el amor al arte flamenco con galas en los principales teatros del país, cursos intensivos de baile, cante y toque, master classes con artistas invitados, La Feria de Sevilla en Panamá y actividades masivas al aire libre. Un fiel reflejo del interés que nuestro arte suscita en estas latitudes.

Con más de una década de gestión del Festival, Ernestina Van de Noort ha conseguido implantar una marca de calidad en el flamenco a nivel europeo. Su fórmula, tesón, meticulosidad, pasión y un conocimiento de alto nivel del flamenco clásico y contemporáneo; su infiltración y amistad con los grandes forjadores del flamenco de las cunas cantaoras andaluzas (habría que ver las instantáneas con Moraíto Chico, Fernando de la Morena, José Mercé, Tomatito,….) le han permitido moverse como pez en el agua y forzar alianzas y contratos en los mejores teatros de Holanda y Bélgica. El Flamenco Biennale presenta una programación anual que ya la quisiéramos para nosotros. Todos los grandes del género se han dado cita en estos certámenes. Y la fórmula ideada por Van de Noort es de lo más inteligente. Deduce que la afición de los países del norte no da para llenar teatros con una programación de flamenco clásico, por lo que asegura que desde la organización, han convencido al público con otras propuestas. Afirma que «El flamenco no es solo universal por la música, sino por su capacidad para hacer sentir. Y eso es lo que más nos interesa en Europa» (1). Partiendo de esta premisa, ha invertido la ecuación para, a partir de captar al público con propuestas experimentales, los ha ido acercando al flamenco más tradicional una vez que han conocido parte de su esencia. Como Camarón acercó a muchos grupos del punk y del rock a la esencia flamenca, así Ernestina Van de Noort ha podido, sabiamente, llevar y llenar los teatros de los Países Bajos. Todo un ejemplo a tener en cuenta.

// Amaury Miller

(1) Entrevista de Sara Arguijo para deflamenco.com (11/01/2017)

Ernestina Van de Noort. Directora de la Bienal de Flamenco de los Países Bajos


// Miguel Ángel González

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ALBERTO SELLÉS

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Alberto Sellés. Elegancia, alegría y poder. Podemos afirmar que siendo Alberto Sellés del 91 y de La Isla, es un prodigio de la tierra. Su elegancia y alegría en el baile es telúrica ya que se produce por ósmosis fruto de su adscripción geográfica. Primero de la academia de baile de Virginia y Verónica Vélez, después por la Fundación Cristina Heeren de Sevilla y en la actualidad por el Ballet Flamenco de Andalucía, donde forma parte del cuerpo de baile desde que lo liderara Rafaela Carrasco. Pero no solo es cuerpo de baile, también es innovación creadora. En 2010 presentó su espectáculo En libertad en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando y desde antes y desde entonces se siente querido en su tierra. Después vendrían más hitos. En 2012 consigue el primer premio del XIII Concurso de Jóvenes Flamencos de la Federación de Peñas de Sevilla; en junio de ese mismo año obtiene el máximo galardón del XXIV Concurso Nacional de Arte Flamenco de Ubrique y en 2014 el Premio Artista Revelación del XVIII Festival de Jerez. El montaje de la obra Las campanas del olvido (2014) será otro hito en su cada vez más sólida carrera. De todo ello nos habla desde la Alameda de Hércules sevillana para las páginas de La Fragua. Así que es usted cañaílla, ¿y de qué barrio? Sí, de La Isla, de mi Isla. Soy del barrio de La Pastora, donde me crie, aunque ahora vivo más cerca del centro, cerca de Capitanía. Mi madre es de La Isla y mi padre de Cádiz, del Pópulo, un barrio muy flamenco también. ¿Y la afición al flamenco y al baile de dónde le viene? Por mi padre y por mi madre. El tío abuelo de mi padre era Aurelio Sellé de Cádiz. Y por parte de madre eran los Galea, mi abuelo era Hernández Galea, bailaor y artista, aunque no profesional, pero muchos en su familia eran bailaores. Y el abuelo de mi abuelo era José Galea Jiménez que fue novillero. Pero mi madre es la que tiene mayor afición flamenca. ¿Cuándo decide dar el paso como bailaor profesional?

// Antonio Jiménez Cuenca

Fue un poco natural, la verdad es que no me di mucha cuenta. De niño empecé a tener muchas actuaciones. Pero mis padres me impusieron que primero eran los estudios. A partir de entonces seguí formándome pero sin actuar cara al público. Con 13 años me subió el guitarrista Manolo García el Calili en una actuación de Rafael Vargas y a partir de ahí entré en el Coro Plazuela y tanto él como su mujer y mis padrinos siempre me apoyaron. Aunque en mi familia hay buenos aficionados, yo soy el primer profesional del baile.

“.. cada uno lleva su verdad, al final, lo que hay que ser es uno mismo, porque bailamos como somos. No hay movimientos feos o bonitos en el baile, sino movimientos que se creen y que no se creen.” ¿Cuáles han sido sus maestros y cómo se inicia en el baile? Siempre me ha gustado. La Tertulia Flamenca de La Isla estaba muy cerca de mi casa, estaba entonces en la Pastora, detrás del Castillo de San Romualdo. Mis padres paraban por allí. Yo iba incluso aún en el carrito. Con 4 años ya empecé en la escuela Tronío y yo ya le decía a mi padre que aquello era lo que me gustaba, que quería bailar. Creo que mi padre nunca se hubiese planteado apuntarme a una academia, era yo el que insistía. Ahí es donde empiezo con Virginia y Verónica, con las hermanas Vélez. Con 6 o 7 años estuve con Angelita Gómez, a los 8 años empecé con Patricia Ibáñez, una bailaora de Jerez, a donde iba 2 o 3 veces en semana. Menos mal que yo era buen estudiante y mis padres me llevaban y me traían, de otra manera creo que no me lo hubiesen consentido. Después me presenté al Concurso de Huelva en el Gran Teatro de Huelva, y me dieron una beca para entrar en la Fundación Cristina Hereen. Entonces yo tenía 15 años y me guardaron la beca para cursar el bachillerato, que lo hice en San Fernando antes de entrar en la Fundación. Estudié con Javier Barón, Rafael Campallo y Milagros Mengíbar, entre otros. Se


ALBERTO SELLÉS

¿Se siente profeta en su tierra? Yo me siento muy querido en San Fernando, siempre cuentan conmigo. Mi pena es no poder actuar más aquí, pero es que gracias a dios tengo mucho trabajo. Cuando vengo, me reencuentro conmigo mismo, es terapéutico. Hay distintos estilos y distintas escuelas de baile pero ¿cuál es la que más le puede? Me gusta todo. No es por no mojarme, de verdad. Me gusta desde Farruquito a Israel Galván, porque como cada uno lleva su verdad, al final, lo que hay que ser es uno mismo, porque bailamos como somos. No hay movimientos feos o bonitos en el baile, sino movimientos que se creen y que no se creen. De joven me marcó más, porque han sido mis maestros, la escuela clásica de Javier Barón, Rafael Campallo, Andrés Peña. Ahora también me fijo en Rafael Estévez, Valeriano Paños y Andrés Marín. Me interesa también toda la expresión artística más allá del baile. Como bailaores conozco mucho a Juan Farruquito, la verdad es que le tengo mucho cariño y es un peazo artista. Pepe Torres, que además canta y toca la guitarra. Son grandes bailaores y son músicos también. A mí me gusta mucho el cante, me considero aficionado, y se agradece mucho encontrar a otros artistas que siendo bailaores saben de cante, porque al final estamos la guitarra y los pies acompañando al cante. ¿Qué le motiva a presentarse a las audiciones del Ballet Flamenco de Andalucía? Yo nunca había trabajado en compañías y era una experiencia que quería adquirir. Soy un gran admirador del arte de Rafaela Carrasco que entonces era su directora. He aprendido mucho con ella y le agradezco mucho que quisiera contar conmigo. También de su concepto coreográfico. Al principio me costó porque yo siempre había bailao solo, pero finalmente te adaptas y es una experiencia muy buena. ¿Es más exigente ahora el baile que hace unos años? ¿Hay que ser más polivalente? Sí, hace falta más lenguaje, hay más exigencia en la precisión, el cuerpo, los giros. Incluso nos formamos en ballet clásico. Es ensayar, trabajo y trabajo. Creo que todo lo que se aprenda de más está bien. Yo bailo como puedo, no como quisiera. Hay cosas que te salen y otras que hay que trabajar más. La técnica se depura ensayando. Pero a la hora de bailar, tienes que ser tú y tomar rienda de tus recursos interpretativos. En cuanto a la polivalencia, por ejemplo, en las audiciones del Ballet, Rafael Estévez y Valeriano Paños, los directores

En 2014 monta el espectáculo Las campanas del olvido, con la colaboración de David Palomar al cante y Rafael Rodríguez, el Cabeza a la guitarra, además tiene una acogida extraordinaria por parte del público y de los críticos flamencos. ¿Cuéntenos cómo surge el espectáculo? Realmente era una excusa para hacer un recital de baile para presentarme en el Festival de Jerez. Precisamente se descubrieron en Japón unas grabaciones inéditas de Aurelio Sellé, así que junto a Faustino Núñez y David Palomar utilizamos esas grabaciones y la voz de Aurelio en off. Se hizo un guion, que en realidad no tiene dramaturgia, un guion musical, un espectáculo muy gaditano. ¿Qué opina de la controversia entre los que defienden la pureza del flamenco y los nuevos creadores que se atreven con otras cosas y, en algunos casos, son muy criticados? Yo creo que tiene que haber de todo. Creo que en el flamenco siempre se ha trasgredido y se ha investigado. Hay que equivocarse y también hacer cosas muy buenas. Si hacemos lo de siempre, ya no sería arte, sería artesanía. El arte es creación, innovación y errores también. Si no, el flamenco se morirá. Porque haya cosas que no me gusten o no entienda, no por eso se debe atacar el trabajo de los compañeros. ¿Cuál es su palo? Depende del estado y la etapa en que me encuentre. He bailado mucho por soleá y, en este momento, lo que más me inspira es la seguiriya. A pesar de su juventud, cuenta usted con un buen número de premios en concursos. ¿Con cuál se queda? Presentarse a los concursos es complicado, es necesario pero no hay que esperar premios, es una cuestión también de suerte, de los compañeros que se presenten, etc. En el arte no hay uno mejor que otro. No me planteo presentarme ahora a ningún concurso. No porque te den un premio bailas mejor que el día de antes. A mí lo que me gusta es aprender todo el rato. El galardón en el Festival de Jerez es mi favorito, porque he ido desde chico. Muy grande que me hayan dado este premio, muy emocionante para mí. ¿Se ha planteado enseñar? Sí, y me gusta. He dado formación puntual a compañeros y he dado clases en escuelas. Se aprende mucho del aprendizaje de tus alumnos. ¿Se vive del baile flamenco? Sí, se vive. Yo al menos no me puedo quejar. Gracias y mucha suerte.

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Fue una aventura. Yo era muy joven, en realidad fue un recital de baile. Lo presenté en el Teatro de las Cortes, y luego se giró en Cádiz. Conmigo iba Juani de la Isla, Adriano Lozano, Manolo García y, al cante, Emilio Florido, Víctor Carrasco, Manuel Romero el Cotorro, Jesús Castilla, y también a la percusión El Pájaro, al violín Emilio. Me acompañaban también la bailaora cubana Jeranys Pérez y la bailaora de Rota Tamara Lucio.

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En 2010 presenta el espectáculo En Libertad, además lo hace en La Isla.

actuales, nos pidieron que si, aparte de bailar, podíamos hacer otras cosas. Yo comenté que me gusta mucho el cante y me pidieron que hiciera algo, le canté por alegrías y puso en el espectáculo un momento en el que canto. Yo en verdad soy muy apurao y digo «¿los cantaores qué pensarán?» (risas). Personalmente creo que es importante entender el cante para bailar.

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formó allí una confluencia de la cual aprendí mucho, no solo de baile, también de las conversaciones con ellos.

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FANZINE TEVEO

El TeVeo más flamenco, cruce de caminos

// Rafael Iglesias

populares. Como tales, sus caminos no solo transitan en ciertos paralelismos, sino que incluso se cruzan, como vasos comunicantes, estableciendo un fenómeno de mixtura enriquecedora. El inminente número 16 que verá la luz es el segundo que participa monográficamente de un evento magno cultural como es la Bienal de Flamenco de Sevilla, perpetuando un poco más la línea de continuidad que pretende consolidar. Se presentará en su marco de actividades junto al director del evento, Antonio Zoido, y de la publicación, Rafa Iglesias, con la presencia de algunos de los colaboradores integrados en esta singular edición: Aitor Lara, Juan Silva, Máximo Moreno, Agustín Hurtado, Antonio Iglesias y Luis Castilla, a la fotografía. Eddie Pons, Gonzalo Llanes, Javier de la Rosa, a la ilustración. Manuel Pedraz, Amador P. Algaba, Daniel Lebrato, Paco Aragón, Jaime el Gamba y Francisco Correal, a los lúcidos textos.

TeVeo es un fanzine ferozmente satírico, emulando a aquellas revistas como Hermano Lobo, La Codorniz o El Papus; e independiente, autofinanciado de forma sostenible por sus fieles lectores y anunciantes, sin ningún tipo de subvención ni ayuda institucional (tal vez un ejemplo a seguir). Empezó su periplo allá por septiembre de 2013 gracias a la determinación, con mano de hierro en guante de seda, del disperso y múltiple creactivista gráfico Rafa Iglesias, coordinando la colaboración de primeras figuras culturales como Máximo Moreno, Gonzalo Llanes, Nazario, Azagra, Miguel Calatayud, Manuel Pedraz, José María Conget o Manuel Barrero, entre otros muchos. Digamos que, salvando las lógicas distancias, podría considerarse como un Charlie Hebdo de andar por casa, que aunque desarrolla y practica una línea editorial radicalmente crítica, templa su lenguaje y contenido en tono y forma cuando focaliza sobre asuntos que le son cercanos e interesantes, amablemente. Considera que ilustración, cómics, fotografía, periodismo y flamenco, son expresiones netamente

A destacar, el divertido avance del cómic La Bienal y la madre que la parió, sobre la trayectoria de la iniciativa hasta nuestros días, guionizado por Antonio Moya y dibujado por Gaspar, el Pinturillas; y una espectacular historieta de Patricio Hidalgo al más puro estilo del «expresionismo flamenco», sobre Dolores Tinoco Fernández, la Roezna, una cantaora excepcional que habitó las calles del barrio San Miguel-El Castillo. Mujer, pobre y gitana, de familia de herreros, fue contemporánea y familia de Joaquín de la Paula y vivió y murió en Alcalá de Guadaíra, Sevilla. Dicen que cantaba por soleá como los ángeles; fue creadora de un estilo puro y único y sus letras las cantó y grabó Antonio Mairena. Su apelativo le viene del rodezno, elemento metálico usado en los molinos de la localidad, de conocida tradición panadera, y que forjaba su padre, El Roezno. En sus páginas se incluirá también un humilde y sentido homenaje a dos figuras que se nos adelantaron: Ramón Plantón y Benito Moreno, exponentes del arte y de la vida, sin fronteras. Continente y contenido. Sin duda. TeVeo muy, muy flamenco. No podía ser de otra manera con esos mimbres.


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DESDE LA RED

DESDE LA

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Rafael de Utrera y Jesús Guerrero - Soleá

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// Juan Antonio Iglesias, Trysko

https://www.youtube.com/watch?v=QB0FqQxgx1I

Rafael Usero, más conocido como Rafael de Utrera, uno de los cantaores vivos con mas bagaje en el arte de acompañar al baile: Cristina Hoyos, Israel Galván, Farruquito, Manuela Carrasco; y al toque: Tomatito, Gerardo Núñez, Vicente Amigo y Paco de Lucía, se presenta esta vez como solista en la Peña Niña de los Peines, acompañado por un tremendo Jesús Guerrero cuya guitarra retumba gigante y atemperada para regalarnos esta soleá apolá que quedará en los anales de la filmografía. Comienza el guitarrista isleño con un rasgueo acompasado que envuelve la sala, atronador por sus

bordones intensos (10”- 30”), corta para deleitarnos unos segundos con el bello arpegio propio de la soleá (31”-1’02”) Entra Rafael, tímido, en un leré que pausa, aprieta y lejano asciende en un ay para que veamos la intensidad de su timbre (1 ‘02”-1’28”). Se hundió la Babilonia porque le faltó el cimiento (1’43”-1’59”), presenta el verso casi hablándolo, y lo repite elevando el tono hasta el cielo y va bajando hasta que lo acuna en las notas bajas, amasando el compás en palmas virtuales, quebraíto, un descenso propio de la apolá. De tu querer no me aparto (2’05”- 2’10”), manos al pecho como en un juramento; por mucho que pase el tiempo, en los melismas navega mecido por las manos de Jesús, en un difícil trabajo de paciencia y precisión. Gitana enciende, porqué no enciendes la luz, elevado y atropellado en un traía yo una borrachera que a Undibé le hablo de tú (2’53”- 3’’08”). Cierra con el estómago las notas más broncas. Deja tú que pasen los tres días (3’40”-3’50”) sellado por un picado exquisito de Guerrero. Se sosegará tu gente y te viene a la vera mía (3’56”-4’06”), susurra el consejo. Venta vieja Eritaña (4’33”-5’39”) pasa a tono mayor: mis cabestros ya pasaron… y remata por bulerías en un alarde de compás y fuelle ¡Ole los dos!


CON OTRO TOQUE

Con otro toque

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// Antonio Molina Flores

Ilustración: Rafael Iglesias

Arroz con loquesea no se bebe aquí–. Encima un recipiente ancho, entre perol y paellera, recoge ya las primeras verduras para un sofrito. En una mesa de madera, la sal, los ajos, el laurel y un vaso de vino blanco componen un bodegón con la luz cenital de un rayo de sol. Suenan las doce.

-¿Y cuántos días llevas? -Tres, y casi no he dormido. -Y lo que te queda, criatura. -¿Cómo ha dicho usted?

I Anna Hawthorne se acababa de bajar de un taxi que la dejó en la esquina de las calles N. Broadway y W. Temple St. Había quedado con Chris, su novio, en una pizzería de la cadena The Godfather. Él traía un informe de la Asociación Americana de Avistamiento de ovnis, filtrado directamente –mediante soborno y pago de una cantidad «astronómica»– a un piloto de la NASA. ¿O había que decir astronauta? La excitación del momento no le impidió fijarse en un tipo que acababa de entrar en el restaurante, acompañado de una joven. Era muy alto, delgado, algo desgarbado por momentos y, de cuando en cuando, erguido como un junco. Con camisa blanca, chaleco negro, extrañas botas que hacían un fuerte sonido al andar y un sombrero negro de ala muy ancha, con forma de limusina.

-Háblame de tú. Dime “tú, Juan”. Y ya está. ¿Lo has entendido? Sí, se nota que eres lista. Chica lista, sí, venir de California a la ciudad del Betis –el río, ¿eh? – para aprender flamenco. Muy difícil. Poco a poco. Ahora aprender a hacer un arroz con lo que pilles. ¿Lo entiendes? ¿No? Poco a poco. Paciencia y a escuchar. ¿A ti te gustan los ovnis esos? Pues nosotros, los flamencos, somos más raros. -Una cosa, Juan. ¿Cómo es que le dicen «Maestro» a ese señor que se acaba de marchar? Si he estado hablando con él y dice que es analfabeto. -Anda, Anita, pásame esa cuchara de palo y aquello, que se llama azaaaafrán. ¡No te queda na por aprender! ¿Dónde has dicho que estaba tu novio? -En Los Ángeles. -Pues dile que se quede allí. Y tú atenta, que no se te escape na. Alikindoi.

II Sábado a media mañana. Patio con limonero, jazmines, bambúes, rosales, adelfas, galanes de noche, geranios, cintas, hortensias, gardenias, pensamientos. Debajo de una buganvilla que se derrama por toda la pared, una trébede alta junto a una botella de butano –lo único que

Nota: Para Ana Valls, Antonio Jiménez, Carmen Mateos y Juan Silva. ¡Qué buenos yunques para una fragua! Esperando a ver cuándo cae ese arroz, con lo que sea. «Alikindoi», según Juan José Téllez Rubio, biógrafo de Paco de Lucía y maestro de Maestros, esta es palabra entre yanito, roteño o moronero, «mirando lo que hacen», Looking do it. Juan es Juan López Romero, Chiquito de Camas o Juan El Camas. El bailaor es Anzonini del Puerto

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-Conocí a un bailaor de Jerez o de El Puerto de Santa María, amigo de los americanos de la base militar de Morón. Me habló de La Carbonería, y aquí estoy – dijo riéndose sola.

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Ana, ¿Y tú cómo siendo hija de un banquero de California has recalao por aquí?

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y III


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FRAGUANDO LETRAS

F R A G U A N D O L ET R A S

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Nolo Ruiz

/// Premio Federico García Lorca 2018

Con un espíritu abierto a los cuatro vientos, La Fragua arrojará cada primera luna nueva de primavera su arte de pesca, el Trasmallo, para enmallar el fruto de aquellos poetas que navegan con rumbo incierto pero que conforman este abismal universo flamenco. Aquí os iremos mostrando los mejores ejemplares capturados en nuestro Concurso de Letras Flamencas.

Cante por Cantiñas y Alegrías

Ronda de Fandangos

Alegrías de Cádiz («Pa comprenderme a mí») ¿Más atrevío que yo, que empiezo el cante en el valiente? ¿Más atrevío que yo, que a gritos canto entre la gente si me falta a mí tu calor?

Fandango del Gloria El que sabe preguntá… ¿pa qué quié tené respuestas? Al preguntar por mi mal, los siete sabios de Grecia se pusieron a llorá.

Juguetillo por Cantiñas («Dime lo que tienes, dime qué te pasa») Mira como llega, mira, niña, el duende, que ya está viniendo... ya se siente el duende, mira tú qué duende, qué duende flamenco.

Fandango de Rengel ¡Olé la sabiduría! del que dice que el Flamenco no es cosa de Andalucía: cántale a tu mare y vemos si baila igual que la mía.

Cantiña del Contrabandista Mi prima se llama Carmen, y cuando empieza a cantar, el que tiene penas, ríe, rompe el alegre a llorá; pero si entra por cantiñas la boca le sabe a sal, y llena el aire en la casa de brisitas de la mar. Juguetillo («Vámonos, vamos») Tiene mi hermana ojitos de lince de Doñana.

Soleá de Triana Soleá Grande de Triana («Dices que tú a mí no me quieres») De Triana fui a la Isla y allí me dijo un gitano: mi mare es Andalucía, primito, y tú eres mi hermano. Soleá de Charamusco Reniego de la palabra, que la palabra es un eco, que la verdad solo se oye en las grietas del silencio. Soleá del Machango («Tú tienes muchas cosas mías») Por lo que te están haciendo tú no sufras, compañera, que nadie sabe su sino y el mundo da muchas vueltas. Soleá del Zurraque del Sordillo («Yo ya no soy») Mare, lo sé, soy un mendigo, pero en mi corazón guardo un buen puñao de amigos ¿quién hay más rico que yo? Soleá Apolá de Silverio («Se hundió la Babilonia») El día que mueras, mare, yo te hago el juramento de hablarle de ti a Triana, a tu río y a los vientos.

Fandango Cané de Alosno Merecen... merecen una alabanza, las coquineras de Huelva, porque los mares trabajan, porque trabajan la tierra, y llevan pan pa sus casas. Fandango por Soleá Estudia to lo que puedas, me decía a mí mi mare, y ahora que tengo carrera, mare mía, aún paso hambre: no me pidas más paciencia.

Por Tangos Tango de la Sultana («Siendo un rey poderoso soy un mendigo») Miraba un niño el humo de las castañas: le salieron raíces en las pestañas. Tango de Manuela la Gitana («De color de cera, mare») (Ay, anda; ay, anda). Qué despacito que anda mi abuela por la verea, parece que tenga miedo de hacerle daño a la tierra. Tango del Titi («Era mi primita hermana») Me camela una gitana que vive frente a la Alhambra. Yo me acuerdo de su pelo debajo de la Giralda. No me digas ven,.. ya sabes que hace tres años que en Graná no para el tren. Tango canastero («Tiraste la palangana») Cuando no comprendo el mundo me subo pa mi azotea y le cuento a los geranios mis fatigas y mis duquelas.


LIT ERATURA Y FLAMENCO

L IT E R AT U R A Y F LA M E N C O

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Granada, no tengas miedo de que el mundo sea tan grande, de que el mar sea tan inmenso. Tú eres la novia del aire. La de la sombra de plata, la del almendro, la que parece de nieve y por dentro es fuego.

Luego siguió con unos versos de «La guitarra», el poema de la siguiriya gitana de Lorca, para contarle al padre cómo se sentía. Y en ese rasgueo violento y desesperado, volaba con fuerza, hasta la otra orilla del Aqueronte, el abrazo que ya no puede darse con el cuerpo.

Empieza el llanto de la guitarra. Llora como el viento sobre la nevada. Es inútil callarla. Es imposible callarla.

En medio de esa nevada intensa de emociones, esa que no se detiene con la muerte, el flamenco y la poesía volvieron a convertirse en el idioma que permite a los que están en esta orilla seguir hablando con los que cruzaron al otro lado, y la barca del viejo Caronte se va llenando de palabras y melodías. En «Tu mare Rosa», otro de esos mensajes que se enredaron en el remo del barquero, Camarón le canta por alegrías a La Perla de Cádiz, que ya no estaba entre nosotros, y le recuerda unos versos de su madre, Rosa la Papera: Que cambiaste una noche oscura que por una noche mu’ clara.

Y así, casi sin querer, Camarón enseña para qué sirven el flamenco y la poesía en medio del dolor: para iluminar la oscuridad, para que la palabra perdure, más allá de la vida, entre los que están y los que se fueron. Por eso Camarón no deja de repetir, en esa cantiña eterna, que la voz ya no le sale de la garganta, sino del alma, para que aquellos que se marcharon puedan oírla desde el otro lado: «Te lo canta mi alma, pa’ tu persona».

F R A G U A

Hace unos años escuché en televisión a Estrella Morente, delante del féretro de su padre, cantándole, y me invadieron los recuerdos. Los medios hablaban de su último adiós, pero yo sabía que no era cierto. Estrella comenzó con unos versos de la «Habanera imposible» de Carlos Cano, cambiando sólo una palabra (miedo por pena), para dibujar en el aire un saludo que atravesara el tiempo.

Luego modificó unos versos para hacerlos suyos. Y a pesar de las cámaras, a pesar de esa multitud que podía interrumpir torpemente la conversación, Estrella y su padre habían creado su propio espacio, cercado de poesía, para continuar conversando sobre el dolor y la pérdida, sobre la muerte y la vida:

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Yo aprendí a vivir y a mirar en un patio de vecinos de La Isla, y fue allí donde escuché por primera vez el flamenco. Lo escuchaba sin saber, por supuesto, lo que era el flamenco, y pude sentirlo de esa forma natural y limpia con la que un niño conoce el mar o su acento. Sin experiencias previas, sin prejuicios. Tengo el recuerdo nítido de Farina, mi vecino, volviendo al patio de noche, después de haber bebido, cantándole a la madre fallecida. Lo hacía llorando o sonriendo, disculpándose y desahogándose con ella, mirando a una pared en la que él veía a su madre y yo empezaba a descubrir que el mundo era mucho más grande de lo que abarcaban mis sentidos, mucho más grande, incluso, de lo que contaban los mayores, porque esas fronteras que delimitaban la vida y la muerte tenían puentes, como el flamenco y la poesía, para que los que están y los que se fueron siguieran conversando.

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Flamenco y poesía. Más allá de la vida

// Gabriel Urbina


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SUGERENCIAS

S U G E R E N C I A S / S U G E R Camarón de La Isla

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Beñat Arginzoniz

/El mundo es devorado lentamente

«El libro que faltaba», así define Enrique Montiel este libro cargado de heterodoxia editado en 2017 por Sierpes, en el que el autor hace uso de diferentes disciplinas para hacer una elegía, un poema a modo de homenaje y despedida de Camarón de La Isla, «que para biografía ya está la de Enrique», según comenta el propio autor. Beñat Arguinzoniz, bilbaíno, psicólogo de formación y poeta, editor y librero por pasión, utiliza esta frase de El Chaqueta en el título, «el mundo es devorado lentamente», frase que inquietaba enormemente al propio Camarón. Con Ilustraciones de Florentino Aramburu y Maider Goikoetxea Calvo, el texto de Arguinzoniz rezuma el amor y pasión que este buen aficionado vasco siente por la figura de Camarón y por el flamenco en general. Imposible resistirse a su lectura.

El ruiseñor sin ojos Álvaro García, Seisdedos

Como una colección de cantes flamencos ilustrados. Así lo ha definido la crítica. Este Ruiseñor sin ojos. 52 cantes ilustrados, es obra de Álvaro García, Seisdedos, de Lorca (Murcia) pero, como él mismo se define, recriado en Granada. Dentro de un proyecto más amplio, denominado Flamenco/grafías, esta obra incluye además una exposición denominada Sinestesias flamencas, que el autor define como una investigación gráfica acerca del flamenco. Editado por el granadino Paco Espínola, El ruiseñor sin ojos, representa un trabajo sobre la tradición poética del flamenco, la expresión gráfica de los estilos flamencos. En línea clara, el autor nos lleva por la recreación de esos 52 cantes poniendo de manifiesto su contundente grafismo y su querencia por el género. Una buena adquisición para las estanterías cabales. Editorial Allanamiento de Mirada, Granada 2017.

El Boleco

/Joven Cante Jondo vol 6 (CD)

La Droguería Music, un sello incipiente con olfato, edita los primeros estertores de un fenómeno tectónico que, si el tiempo y las autoridades competentes lo permiten, está llamado a ser la voz jonda más relevante de los próximos años. Su voz de puerta vieja, la mastica hasta el armónico con ecos y articulación de Chocolate y Agujetas. Sujeto en los tiempos y emotivo en los temples, hace 4 cantes por seguiriyas, soleás, fandangos y bulerías que cualquiera diría que fueron cantados hace 50 años.


SUGERENCIAS

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Flamenco directo

Ismael de la Rosa y Yerai Cortés El sobrino de Curro Fernández y el guitarrista alicantino han editado para plataformas digitales esta agradable sorpresa llena de flamenco libre de polvo y paja, salvo un velo de efecto gramola que puntualmente envejece el sonido. El joven cantaor de Sevilla, bregado en la tradición de tablaos acompañando en la parte de atrás, se sabe de carrerilla los cante (grandes y menores) tanto, que impresiona en las alegrías cómo se juega el tipo en el compás ayudado por el toque virtuoso del guitarrista. Con la colaboración de Esperanza Fernández, Juañares y Miguel Rubio, este álbum concreto está elaborado en directo y es puro arte.

F R A G U A

Fruto de su investigación doctoral, Curro Aix Gracia, recibe en 2012 el Premio a la Mejor Tesis Doctoral de la Fundación Autor, y en 2013, el Segundo Premio de Investigación Cultural Marqués del Lozoya del Ministerio de Cultura. Flamenco y Poder constituye un exhaustivo trabajo de investigación sobre el arte jondo con legalidad y reglas propias y como ámbito cultural diferenciado. El autor acomete el estudio de las relaciones del flamenco con los poderes económico y político, y su evolución: su génesis y el logro de su autonomía relativa, entre los años cincuenta y los ochenta del siglo XX. Dedica especial atención a las figuras de Antonio Mairena e Israel Galván, al considerar que el baile se mantiene al margen del canon exclusivo que el maestro de los Alcores estableció en torno a la dimensión artística del cante flamenco. Edita Fundación SGAE, Sevilla 2016.

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Curro Aix Gracia

/Un estudio desde la sociología del arte

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Flamenco y poder


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SUGERENCIAS

/ SUGERENC IAS / Grandes del flamenco

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Luis Ybarra Ramírez

«Andalucía camina a compás y su grito es el flamenco. Aquí se encontró el misterio con la fatiga de un pueblo que canta, baila y toca lo que sufre, ríe y piensa. El crujido de una guitarra. El cantar abierto de una garganta. Una cadera que pregona la tradición de varios siglos en un instante. Aquí surgió el flamenco. Y también la distinción que los años apodarían como “el Nobel” de nuestra música». A través de las voces de Fosforito, Chano Lobato, Paco de Lucía, Pilar López, Fernanda de Utrera, Manolo Sanlúcar, Farruco, José Menese, Mario Maya, Juan Habichuela, Enrique Morente, Matilde Coral, Juan Peña, el Lebrijano, Antonio Gades, Carmen Linares, Cristina Hoyos, Manuel Morao, Antonio Núñez, el Chocolate, La Paquera de Jerez, Milagros Mengíbar, Merche Esmeralda, Eva Yerbabuena, Pansequito, José de la Tomasa, Manolo Franco, El Pele, Paco Cepero, El Güito, José Mercé o Rafael Riqueni, Luis Ybarra Ramírez hace un recorrido por los pilares de uno de los patrimonios más importantes del mundo, el flamenco. Editorial Almuzara, mayo 2018.

Plaza vieja

José del Tomate Producido por su padre Tomatito, el disco debut de este guitarrista heredero del sonido de Niño Miguel, con arreglos de Josemi Carmona y Joan Albert Amargós, cuenta con la presencia del Cigala, Duquende, Montse Cortés, Piraña y Antonio Serrano, entre otros. Todos los mimbres para provocar una llamada de atención en el cada vez más bullicioso mundo de la guitarra. Sutil y nocturno a veces como en Al mejor de todos los tiempos, Camarón de La Isla (tangos), aunque rancio y cabal en otras como en la taranta Plaza vieja o en su sello final La joya, soleás por bulerías con la voz arenisca del valido Rancapino.


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// Fede Millán

ISABEL BAYÓN

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ISABEL BAYÓN Bailaora de verso libre // Antonio Jiménez Cuenca Comienza a bailar en la escuela de Matilde Coral a la edad de cinco años, a los dieciséis obtiene el título de Danza Española en los Conservatorios de Córdoba y Sevilla. Con compañía propia desde 2001, crea y da forma a grandes y premiados espectáculos. Como coreógrafa, ha sido requerida por el Ballet Nacional de España, bajo la dirección de Aída Gómez, y la Compañía Andaluza de Danza, bajo la dirección de José Antonio Ruiz. Entre otros reconocimientos, le han otorgado en 2011 la Distinción Especial a su trayectoria profesional desde la Delegación Provincial de Sevilla; en 2013 recibe el Premio Nacional de Danza; en 2014 recibe el Premio Clavel de la Prensa desde la Asociación de la Prensa de Sevilla; y el Premio Fuera de Serie 2014 desde la Revista Expansión, El Mundo. En la actualidad compagina su actividad artística con la docencia en el Conservatorio Superior María de Ávila de la Comunidad de Madrid. A lo largo de su carrera ha participado en numerosos festivales dentro del ámbito nacional e internacional. Y ha compartido escenario con infinidad de artistas de gran renombre dentro del mundo flamenco, desde Antonio Mairena pasando por Chano Lobato, Mario Maya, El Pele, Israel Galván o Miguel Poveda, entre otros.

¿Cómo llega al baile y cómo a la Escuela de Matilde Coral? Mi madre, cuando empezó a ver que yo tenía aptitudes, empezó a buscar quien me enseñara. Ella era muy aficionada y en su momento cantó. A ella la que le gustaba era Matilde pero no sabíamos cómo localizarla. Antes no era como ahora que todo el mundo tiene los contactos en un pis pas. A ella le enseñó en su juventud un poquito Enrique el Cojo y entonces me llevó a la escuela de Enrique el Cojo, a la de Estrellita Domingo... Y me presentó y fui probando hasta que al final encontré a Matilde, y me quedé con ella. Matilde era además en aquella época bastante conocida y su figura era muy importante en el flamenco. Abrió escuelas en San Fernando, Cádiz y Huelva. ¿Qué nos puede contar de Matilde Coral como persona y como maestra? Es que Matilde es una parte de mí y de mi forma de entender el flamenco y el baile. Ella fue la base de mi modo de hacer el baile, con toda esa parte de disciplina, de ilusión y de conocimiento básico de la raíz del flamenco. Se lo debo a ella.


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ISABEL BAYÓN

Desde los 5 años bailando, ¿No le duelen los pies? Mis pies son muy agradecidos. Porque la técnica del flamenco y del taconeo por el golpeo suele producir lesiones, yo en eso tengo suerte pero otros compañeros o compañeras lo pasan mal. Son 43 años de profesión, nada más y nada menos, empecé mi aprendizaje subiéndome a los escenarios y alternando con la formación. La primera vez que me subí a un escenario fue en la radio, en Radio Sevilla, en la Tertulia de los Jueves, por allí pasaban todos los estudiosos, Antonio Mairena, Matilde Coral, Chano Lobato, Rafael Belmonte. Yo iba los jueves a la tertulia. Había un teatrito pequeño y un saloncito de actos. Allí es donde hice mi primer baile por alegrías.

“Mi centro, mi raíz y mi conocimiento es el flamenco. Soy bailaora de flamenco”

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¿Hay realmente una escuela sevillana de baile flamenco? Eso dicen. Hay una estética especial, con unas características que definen ese estilo sevillano, o al menos así me lo enseño Matilde. Esa manera de empezar, de sentarse, de arreglarse también y en el modo de moverse. Al braceo se le da importancia y al movimiento del cuerpo, de la cintura y caderas a la par que a los pies. ¿Qué le supuso recibir el Premio Nacional de Danza en 2013? Eso significó sobre todo un espaldarazo en lo personal, más que profesional. La repercusión dura un año, después vuelves a tu situación normal. Me ayudó sobre todo a seguir adelante, porque esta profesión es compleja y cansada y después de tantos años siempre hay altos y bajos. Pero aun así no conseguimos dejarla, porque surgen proyectos nuevos y siempre volvemos a engancharnos. Aparte, realiza usted otras actividades, como la docencia del baile. Sí, soy profesora en el Conservatorio Superior de Música en Madrid desde hace 8 años. Pero llevaba ya mucho tiempo dando clases en la Escuela de Matilde y de manera privada. Vivo en Sevilla y trabajo en Madrid, a donde voy todas las semanas. Aunque en Sevilla tengo mi centro de trabajo y es donde desarrollo mi actividad artística. A lo largo de su carrera, ha estrenado muchos espectáculos con su compañía de baile, fundada en 2001. Entre otros, Del alma (2000), La mujer y el pelele (2004), La puerta abierta (premio Giraldillo al mejor espectáculo, 2006);Tórtola Valencia (premio Giraldillo al momento mágico, 2008); En la horma de sus zapatos (premio Giraldillo al baile, 2010); Caprichos del tiempo (premio de la crítica del Festival de Jerez 2013); Dju-Dju, dirigido por Israel Galván (Bienal de Flamenco de Sevilla 2016) y actualmente en gira. ¿Y con cuál de sus obras se quedaría? No sé, el primero por ser el primero Del alma, en él me acompañaba Fernando Romero. La puerta abierta fue un espectáculo muy especial, lo presenté con Juan José Amador, pero en la Bienal lo hice con Miguel Poveda. También porque fue el primer espectáculo que hice con Pepa Gamboa como directora de escena. Luego El pelele

fue un espectáculo muy completo y novedoso, porque abarcaba todas las disciplinas, el teatro, la danza, tuve que hablar, cantar, había humor. En la horma de mi zapato me rodeé de muy buenos coreógrafos, Rubén Olmos, Florencio Campos y Fernando Romero y en el Caprichos del tiempo tuve el reconocimiento del premio de la crítica del Festival de Jerez. Y Tórtola Valencia también. Por último, el Dju-Dju viene de los miedos y las supersticiones. Yo hacía una colaboración en un espectáculo de Israel Galván y charlando con él lo piqué y quiso hacerme la coreografía. El Dju-Dju me gusta hacerlo porque es otra manera de expresarme a través del flamenco. Yo siento flamenco. Ni Israel ni yo sabemos hacerlo desde otro sitio. Y por eso todo lo que haga considero que viene de ahí. Así que de todos me quedo algo. ¿En el cante que le conmueve, qué la saca a bailar? A mí el cante me encanta. Sobre todo el cante de tripa, que duele, que me emociona. Yo sé que algo está pasando en el flamenco, se hace todo mucho mejor pero se está perdiendo algo también, se está perdiendo naturalidad, creo. Esa naturalidad que hace que no pienses en lo que estás haciendo, que te salga lo que te venga y lo sueltes. El cante del Agujeta, el de Terremoto, que a veces no sabían muy bien lo que hacían pero lo hacían porque era una necesidad. Ahora se estudia más pero a veces la inconsciencia te hace sacar de ti esas cosas que ni sabías que estaban. Eso me saca a bailar. Ha tenido una participación muy regular en las distintas ediciones de la Bienal de Sevilla. He presentado muchas obras y algunas han sido premiadas. Para mí la Bienal es mi casa, por un lado me siento cómoda y por otro lado siento una gran presión porque es mucha la responsabilidad. Pero también he tenido mis recompensas con obras que han tenido premios. También ha hecho incursiones en el baile clásico. ¿Se considera bailaora o bailarina? Mi formación no es completa en este campo, pero tengo la carrera de danza española que empecé a estudiar en el Conservatorio de Córdoba porque aquí en Sevilla no existía todavía. Lo terminé en Sevilla cuando ya se abrió el conservatorio. No me considero bailarina, me considero bailaora, aunque bailaora versátil porque me gusta bailar y bailarlo prácticamente todo, pero lo que pasa es que mi centro, mi raíz y mi conocimiento es el flamenco. Soy bailaora de flamenco. Sin embargo ha participado profesionalmente en el Ballet Nacional Sí, me han llamado para coreografiar en el Ballet Nacional y en la Compañía Andaluza de Danza.

“Debería existir flamenco desde la escuela. Y crear público, porque no tenemos público en España para el flamenco” Y si tiene que escoger entre coreografía y baile, ¿con qué se queda? A la coreografía le tengo muchísimo respeto, porque es muy, muy compleja y no todo el mundo sabe coreografiar


ISABEL BAYÓN

“No se puede expresar uno como hace 50 años, porque no hay las mismas fatigas, hay otras fatigas” El flamenco, desde su mismo origen ha ido evolucionando, pero lo que más, quizás, el baile. ¿Eso justifica la incorporación de artistas controvertidos como el propio Israel Galván, Rocío Molina o el Niño de Elche? Eso siempre ha existido. Desde que el flamenco existe están los pro-evolución y los contra-evolución. Además, el miedo hace que te bloquees. El flamenco siempre ha estado perdiéndose. En 1922 ya se hizo el concurso (Concurso de Cante Jondo de Granada promovido por Manuel de Falla y Federico García Lorca) para intentar que el flamenco no se perdiese. Y el flamenco es lo que es porque la gente es inquieta, investiga, se mueve. Porque evoluciona, va, viene, se mete en todos los charcos. El alma del flamenco está ahí, esa libertad que tiene provoca que esté vivo. Yo entiendo que es una expresión del pueblo y, como tal, el pueblo se expresa en relación a cómo vive. No se puede expresar uno como hace 50 años, porque no hay las mismas fatigas, hay otras fatigas. Y la influencia de la tecnología además. Todo afecta al ámbito artístico. ¿Qué opina de Israel Galván, de lo que hace? Para mí, Israel es un fenómeno muy peculiar, especial. Me parece que su cabeza está en un sitio diferente. Para mí es un genio. Además personalmente creo que él no puede hacer lo que hace de otra forma. Se expresa como siente y además sabiendo mucho de flamenco, conociendo mucho por tradición familiar. A partir de ahí, él ha hecho una deconstrucción. A Israel lo conozco desde que era chico bailando en los escenarios flamencos, en La Trocha, en diferentes festivales, cuando él iba con su padre, José Galván. Ha tenido una trayectoria personal que le ha llevado a donde está. Y yo lo admiro, lo quiero y nos tenemos admiración mutua.

El cantaor Tomás de Perrate ha comentado alguna vez que ahora hay muchos imitadores. ¿Qué opina? Está todo hecho. Parece que lo antiguo se está convirtiendo en lo moderno, porque es lo poco visto. Hay gente que rescata cosas, las refresca y las trae a este momento. De repente que salga algo primitivo, algo original, es como una rara avis. ¿Y cómo ve el futuro del flamenco? No lo sé. Sinceramente no lo sé. Yo creo que ahora se hace todo mejor, se canta mejor, se baila mejor en relación a los medios de antes. Pero creo que esa genialidad, esa naturalidad, no va a estar. ¿Qué nuevos proyectos tiene ahora en mente? Pues en unos días, estreno el espectáculo Yo soy en la XX Bienal, que precisamente va de en qué momento estoy y de cómo he llegado hasta aquí. Para eso remuevo un poco en mi familia, en mis raíces, en las personas que han tenido que ver en mi vida y que han influido en que hoy sea como soy. Mi madre, mi abuela, las incorporo al espectáculo a veces de manera explícita y a veces de manera más íntima. Para acabar, ¿nos puede dar su opinión sobre José Monje, Camarón de La Isla? Qué voy a decir que no esté dicho. Coincidí con él en festivales, yo iba bailando, claro. Lo que generaba era increíble, era como una estrella del rock, pero tremendo, tremendo. El público se volvía loco con él. Es un ser irrepetible. Su timidez hacía que todo su ser se expresara con el cante. Lo que le hacía grande era su sensibilidad. Y la sensibilidad es un arma de doble filo, sensible para el arte y sensible para todo. Entonces, ¿cree usted que el flamenco es más de individualidades que algo colectivo? Yo siempre he creído que el flamenco es de individualidades, sí. Gracias.

F R A G U A

Yo creo que las peñas hacen sus programaciones en temporada para sus aficionados. Yo no creo que eso interfiera para nada. No creo que eso sea problema. Creo que hacen una buena labor. El problema es institucional, desde la educación, donde no se fomenta la cultura flamenca, hasta las propuestas de programación. A nivel institucional, el flamenco no se trata demasiado bien. Sobre todo desde que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Porque creo que se ha quedado en eso, en solo un nombramiento institucional. Hay que ayudar al flamenco porque el flamenco no es más que los flamencos. Es increíble que en el extranjero esté mejor valorado que aquí. La mayoría de los artistas se mantienen de trabajar fuera de España: América, Japón y Europa. Aquí no se educa a la gente en la música. Debería existir flamenco desde la escuela. Y crear público, porque no tenemos público en España para el flamenco. La Bienal se llena por la gente que viene de fuera.

Yo siempre me inspiro de lo que vivo, del momento en el que estoy. No me cierro a nada. Aunque no quiera, siempre se está aprendiendo, aunque no sea el objetivo. Inevitablemente las personas sensibles y artistas aprenden de todo lo que les rodea. De la vida, pero también de compañeros, de lo que ves, de lo que está sucediendo en el mundo de la danza. Esa es la inclinación de todo artista. Yo vengo de la tradición y me gusta la tradición pero también me dejo llevar por lo que pasa en la actualidad.

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Hay quien dice que el hecho de que las peñas flamencas programen flamenco, a menudo de forma gratuita, puede restar público que vayan a pagar por un espectáculo al teatro.

¿De dónde bebe actualmente Isabel Bayón? ¿Cuál es su fuente de inspiración?

R E V I S T A

bien. Soy muy exigente y no me conformo nunca con algo normal. Y estoy satisfecha con las cosas que hecho como coreógrafa pero me quedo con mi faceta como intérprete.

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LAS HERMANAS MENDAÑA

Las Hermanas Mendaña, de La Isla a Barcelona

// Ángeles Cruzado

A partir de la década de los 20, el nombre de las Mendaña aparece casi indisolublemente unido al de Barcelona, donde las cuatro terminan instalándose. Son años de esplendor y allí se concentra una importante colonia flamenca al abrigo de los numerosos locales que proliferan, sobre todo, en el Distrito V.

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Anuncio de Las Mendaña y Manuel Torres en el Kursaal Central de Sevilla. Fuente: El Noticiero Sevillano, 21-4-1914. Archivo de José Luis Ortiz Nuevo

Tras la elevación de José Monje Cruz a los altares del mito, el nombre de San Fernando sigue proyectándose en los más prestigiosos escenarios del mundo de la mano de una de sus artistas más universales, la insigne Sara Baras. Mas la alumna aventajada de su madre Concha no es la primera bailaora cañaílla que sale de su tierra para ampliar horizontes profesionales. Un siglo antes que ella ya habían hecho las maletas María, Antonia, Carmen y Micaela Núñez Porras, más conocidas en el mundo del arte flamenco como las hermanas Mendaña. Nacidas en La Isla entre las dos últimas décadas del siglo XIX, según el padrón municipal, en 1904 tienen su domicilio en el número 21 de la Calle Antonio López, junto a sus padres y hermanos. No obstante, las cuatro hijas de Terpsícore pronto empiezan a frecuentar otros ambientes y a codearse con la flor y nata del flamenco de la época. En 1912 dos de ellas se anuncian en el Salón Victoria de Almería, junto a un nutrido grupo de artistas entre los que destacan los cantaores Niño de la Isla, Niño Medina y el mítico Juan Breva. Al año siguiente dan el salto a Madrid. Tras actuar durante varios meses en el Cine Bello, la Hermanas Mendaña son requeridas por otros locales, como el Alcázar Español, el Antiguo Café de la Marina, el Café Concert o el Concert Veneras. En ocasiones comparten cartel con figuras del cante como Manuel Escacena o La Antequerana, y grandes bailaores como Salud Rodríguez o Estampío, mientras que otras veces alternan con bailarinas, canzonetistas y atracciones de variedades. De hecho, también realizan alguna incursión en el género del cuplé, aunque sin desviarse del camino jondo. Buena prueba de ello es que en abril de 1914 se anuncian en el Kursaal Central de Sevilla junto al mismísimo Manuel Torres. Según Gonzalo Rojo (1), en esa época, mientras actúa en el Novedades de la capital hispalense, Carmen Núñez conoce al que será su marido, Joaquín Vargas el Cojo de Málaga.

Antonia Núñez contrae matrimonio con el veterano guitarrista Miguel Borrull (2), dueño de uno de los cafés cantantes más emblemáticos de la ciudad, el Villa Rosa, mas no es éste el único lugar donde se puede ver a las de San Fernando. Casi siempre bajo la dirección del guitarrista Juanito el Dorado, las Mendaña actúan en el Teatro Nuevo, en el Olympia y, con mayor asiduidad, en el Circo Barcelonés. En estos locales coinciden con cantaores como Lola Cabello, La Trinitaria, Guerrita, el Cojo de Málaga, el Niño de Cabra, el Niño Medina o el Niño Caracol; guitarristas como Miguel Borrull hijo o Paco Aguilera -marido de Micaela la Mendaña-; y bailaores como Antonio Virutas, Manolillo la Rosa, Rafaela la Tanguera, las hermanas Borrull, las hermanas Chicharra o una adolescente Carmen Amaya. Algunos de esos cuadros tienen proyección más allá de la ciudad condal, como es el caso de la ‘Troupe Guerrita’ que, tras debutar con éxito en 1929 en el Circo Barcelonés, se presenta en el Teatro Apolo de Valencia y en el Principal de Castellón. En ese mismo año, durante la Exposición Internacional celebrada en Montjuic, las hermanas Núñez Porras también son contratadas en el tablao El Patio del Farolillo, establecido en el Pueblo Español. En agosto de 1934, la compañía de la Niña de Linares estrena en el Teatro Poliorama de Barcelona la comedia musical de ambiente gitano La zambra de Chorro Jumo, en cuyo elenco figuran Miguel, Julia y Concha Borrull, Micaela la Mendaña, la Tanguera y la Faraona, entre otros artistas. Tras varios meses de éxitos, el espectáculo sale de gira por ciudades como Zaragoza o Lugo, y en mayo de 1935 llega al Teatro Victoria de Madrid. Las últimas referencias que hemos conseguido localizar sobre las bailaoras de San Fernando son de 1936 y nos remiten de nuevo al Circo Barcelonés. Al menos dos de ellas, María y Micaela, terminan sus días en la capital catalana, en 1966 y 1975 respectivamente.

(1) Gonzalo Rojo Guerrero, Cantaores Malagueños: pinceladas flamencas (1850-1950), Benalmádena, 1987. (2) Sobre los matrimonios de Antonia y Micaela, cfr. Jiménez Sánchez, José Luis, Cuatro rondeñas flamencas del siglo XIX, Ronda, 2016.




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