SAN MIGUEL DE TUCUMAN, MARTES 9 DE JULIO DE 2013 - 2DA. SECCION
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TEMA LIBRE Vivió 100 años prodigando amor ALBERTO HORACIO ELSINGER LA GACETA
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lla habitaba la casona de Regina con auténtica sencillez. Casi sin hablar observaba el despertar de cada día. Entre pulsaciones de luz y trinares de pájaros, dignos de su esencia espiritual. Ella sabía y pensaba que el amor era y es la fuerza mayor y única. La ley verdadera que todo lo rige. Hablaba poco, pero con su mirada decía mucho. Sólo tocaba las pequeñas cosas que se tornaban profundas y reveladoras de verdades armónicas, propicias para encontrar la justicia. Que una mujer, como ella, viviese casi sola, en esa inmensa propiedad rural, no era nada extraño. Allí estaba impregnada su vida o toda una inspiración impresa en esas paredes de ladrillos grandes. Procreó seis hijos, aunque crió siete y unió a todos. Entretuvo a 22 nietos. Revivió con sus 52 bisnietos y se asombró con seis tataranietos. Aún en horas de desvelos, desencuentros y preocupaciones. Quizás, retrasada por sus excusas de timidez y por la natural inclinación de priorizar a los otros, jamás claudicó su espíritu joven en la práctica asidua del servicio y la humildad. Ella se entristecía cuando no había lugar para su amor. Cuando evocaba a su esposo y a su hijo fallecido. Cuando alguien de la familia sufría. Cuando su nieta mayor estaba taciturna. Cuando un niño no iba al parque o no conocía la Navidad ni los dulces. Cuando se dañaba todo lo que se ama y aún lo que desconocíamos. Cuando la vida transcurría en desamor. Entonces advertía que ella retenía, con perfección asombrosa, todo cuanto escuchaba. Ella era feliz cuando toda la familia estaba junta. Cuando todos sonreían. Cuando la belleza persistía. Cuando la justicia triunfaba. Cuando una verdad era develada. Cuando recordaba a sus padres, a su familia, a sus amigos. Era una mujer tan sencilla y verdadera. Era mi abuela postiza. La madre que perdí. El aire que toca como una espada santa nuestras humildes vidas, la que se silenció. Porque, como decía Jorge Luis Borges, siempre hay algo más importante que hacer. Ella fue la primera emulación de mi noción de amor puro de mi segunda vida; el centro seguro de mi familia política; el refugio de grandes y chicos, y siempre, la primera oración de sus nietos. Cuando el desamparo cubre la vida como una noche interminable y parece que Dios duerme indiferente, pienso en ella con la voz de mi abuela; contándome todos los cuentos del mundo antes de dormir; mientras el jazmín se marchita contra el muro de la casa en las frías heladas de junio. Ella siempre solía escaparse de las frivolidades de la vida, de los tecnicismos de moda, de los roles y de cualquier enmascaramiento. En los días previos a su partida parecía un ave, tímida, honda e incomprendida. Algo así como una esencia de verdad en el mundo de los milagros sencillos. Hablar de ella es tocar lo que me conmueve y enamora para siempre. Ella se llamaba Gabriela Paula. Vivió un siglo, 100 años... Gracias a Dios, por tanta vida después de ese suspiro de adiós eterno.
E
¿Qué se siente ser descendiente de un prócer? ¿Atesoran algún bien personal? ¿Qué cree que estaría haciendo en estos tiempos? Muchas preguntas y nada mejor que el Día de la Independencia para que las respondan los parientes directos de hombres ilustres: Manuel Belgrano, Marcelo White Pueyrredón, Patricio French y Martín Miguel de Güemes (en ese orden, a la derecha).
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TUSVACACIONES FESTIVALES, FERIAS Y MUESTRAS. TE DAMOS TODAS LAS PROPUESTAS PARA ESTE RECESO INVERNAL.
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TU ESPECTÁCULO GLADYS “LA BOMBA” TUCUMANA CELEBRA SUS 30 AÑOS DE MÚSICA, CANTANDO EN EL SAN MARTÍN.
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DE ESTO SE HABLA
LOS MELLIZOS TUVIERON SU FIESTA EN FAMAILLÁ Se acomodaron de a dos para la foto oficial, que se realizó en la réplica del Cabildo, ubicada en el “Parque Temático Histórico del Bicentenario” de Famaillá. Los más de 500 mellizos, entre los que se encontraban desde bebés de 14 días hasta abuelos de más 60 años, participaron ayer de la quinta edición de la fiesta que se realiza especialmente para ellos en la “Capital Nacional de la Empanada”. Más que almas gemelas, los hermanos mostraron sus destrezas a dúo en baile y canto, y se subieron al escenario para contar sus historias. Así lo hicieron los mellizos Aguilar o como más se los reconoce, “los chaplines tucumanos”. Estos hermanos ya son un clásico en la fiesta y en las calles San Miguel de Tucumán: recrean la figura de Charles Chaplin por partida doble y hasta se trasladan en autos antiguos.
Los mellizos, trillizos y gemelos que asistieron desde distintos puntos de la provincia hicieron largas colas para sacarse una foto con el organizador e intendente de Famaillá, Enrique Orellana, que esta vez estaba solo. “Mi hermano me abandonó por cuestiones laborales”, confesó el mellizo. Fueron invitados a la fiesta delegaciones de Santiago del Estero, de Salta, de Jujuy, de Catamarca y de Santa Fe, entre otras provincias, y países (había una pareja alemana). Desde el mediodía y hasta la medianoche se sucedieron incontables espectáculos folclóricos, de cumbia, de humor y de baile. Detrás del paseo temático, los miles de visitantes pudieron disfrutar de las típicas empanadas que vendían los “puesteros” y que por su masa crocante y su jugoso relleno han hecho famoso a este municipio tucumano.