TEMA LIBRE Carta de adiós al gran “Potro” LEO NOLI LA GACETA
@LeoNoli lnoli@lagaceta.com.ar
SAN
MIGUEL
DE TUCUMAN, MIÉRCOLES
19
DE
JUNIO
DE
2013
-
2DA. SECCION
-
8
PAGINAS
TUCUMANOS
rlando se fue y nunca pude despedirme ni decirle aquello que jamás se declara hasta que es tarde y te quedás con las ganas de hacerlo. Yo estaba lejos, cerca de las olas, el día que este loco lindo, comprador al mango y mago del arte del sabroso choripán, decidió estirar una siesta hasta la eternidad. Nadie sabía quién era Orlando Espinosa. “Yo soy el ‘Potro’”, escondía su nombre de pila este gigante diminuto de no más de metro sesenta y algo. A Orlando nadie se lo llevaba por delante, ni siquiera esa destructora diabetes a la que ahuyentaba con litros y litros de coca y dulces. “Y qué”, te toreaba si intentabas al menos hacerle entender que hacía todo al revés de lo necesario para cuidarse. Su mundo hubiese sido el del revés para cualquiera de nosotros. Orlando era un tipo noble, guapo por naturaleza pero noble al fin. Moría por el “Cabeza de Limón”, por Valentín; moría por sus hijos y por una chatarra a la que le invirtió vaya a saber cuántos miles de pesos. Era una máquina de hacer macanas, aunque cada una de esas patinadas eran forjadas a conciencia, con placer. Esa chatarra de cuatro ruedas fue su amante material. “En mi rastrojero subo las parrillas y me voy a las canchas. A todas. Nunca me deja en banda”. Orlando mentía, mentía porque era un pecado capital hacerse cargo de la realidad. El “Potro” vivía en una segunda dimensión, despilfarraba plata, la malgastaba y después renegaba. Nada le salía bien, salvo esos choripanes traídos de su galaxia. Exquisitos. La vida quiso que Orlando se vaya en silencio y no haciendo ruido como a él le hubiera gustado. El destino decidió que su adiós sea en paz, sin dolor. Orlando tenía 47 años. Era dueño de unas manos mágicas y de un corazón enorme.
O
DE ESTO SE HABLA
UN EMOTIVO “CHAU”A FEDERICO RIBERO
“Te voy a extrañar muchísimo hermano del alma. Gracias por todo lo que aprendí a tu lado. Te amo por siempre”, escribió Marcelo Tinelli en su cuenta de Twitter, después de conocerse la muerte del empresario Federico Ribero. El marido de Andrea Burstein falleció el lunes por la noche a los 43 años, después de casi dos años de lucha contra un cáncer de pleura. Ribero, padre de Francesca (10) y Stefano (7), había estado varios días internado. Lo acompañaron su mujer y Tinelli. Sin velatorio, los restos de Ribero fueron llevados al Jardín de Paz de Pilar. “Una estrella más en el cielo con brillo único”, escribió Guillermina Valdés. “Federico Ribero es un ser de luz unido al Universo. Abrazos enormes para Andrea y sus hijos. Con ellos abrazada en amor!”, agregó Cris Morena.
¿BARRER LA VEREDA? En el barrio Independencia, en el extremo sur de la capital, no hay asfalto, ni cordón cuneta, ni veredas, ni cloacas. Para no llenar los pozos, los vecinos sacan las aguas grises (la de la cocina, por ejemplo) a la calle.
MÚSICA E IDENTIDAD
El espíritu de los Andes y de sus tradiciones milenarias llenará el Centro Cultural Virla a fuerza de música. Hoy a las 22 arrancará “Identidad de los pueblos”, un espectáculo de melodías y danzas que se centrará en el arte de la región andina, pero que también incluirá obras folclóricas tradicionales del resto del país. La presentación estará a cargo del grupo Purij, que realizará una demostración de los distintos ritmos del norte argentino. Los acompañarán grupos de danzas que lucirán sus atuendos típicos. Luego, Enrique Aragón y sus músicos harán una recorrida por distintos estilos norteños y también serán acompañados por bailarines. A ellos se sumarán Coral Dúo, Melina Cabocota y Francisco Cruz.
Vidas
al margen
TU SOCIEDAD UN GRUPO DE JÓVENES DENUNCIÓ AL IPLA POR ATROPELLOS DURANTE UNA FIESTA PRIVADA EN BARRIO SUR.
En los límites de la ciudad, allí donde se termina el mapa de la capital, los vecinos viven acorralados por la inseguridad y la ausencia de servicios. Al norte y al sur comparten la falta de pavimento y los problemas con las cloacas, lo cual suele convertir las calles en pantanos pestilentes. Al este, la autopista es el margen impenetrable por el que se pierde la delincuencia. Al oeste, junto al barrio más exclusivo, el asentamiento La Mago resiste al fantasma del desalojo
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LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO
LOS RITMOS ANDINOS INVADIRÁN EL VIRLA